El 16 de noviembre, la CCI celebró una reunión pública en línea sobre el tema “Las implicaciones mundiales de las elecciones estadounidenses”.
Además de militantes de la CCI, varias decenas de personas de cuatro continentes y unos quince países participaron en la discusión. La traducción simultánea al inglés, español y francés permitió a todos seguir los debates, que duraron algo más de tres horas.
Evidentemente, frente a la revolución que debe realizar toda la clase obrera mundial, este pequeño número puede parecer insignificante. Aún nos queda mucho camino por recorrer antes de que el proletariado desarrolle una conciencia profunda y una vasta organización. Este tipo de reunión internacional es precisamente un medio para avanzar por ese camino. Por el momento, las minorías revolucionarias son todavía muy reducidas, un puñado en una ciudad, un individuo en otra. Reunirse desde varios países para discutir, elaborar y comparar argumentos, y así comprender mejor la situación mundial, es una preciosa oportunidad para romper el aislamiento de cada individuo, forjar vínculos y sentir el carácter global de la lucha revolucionaria proletaria. Se trata de participar en el esfuerzo de nuestra clase por secretar una vanguardia internacional. Este tipo de reunión es, por tanto, un referente que anuncia la necesaria organización de los revolucionarios a escala mundial. Este reagrupamiento de las fuerzas revolucionarias es un proceso largo, que requiere un esfuerzo consciente y constante. Es una de las condiciones vitales para preparar el futuro, para organizarnos para las decisivas confrontaciones revolucionarias que se avecinan.
Esta fuerte movilización para nuestra reunión revela también la preocupación, incluso la angustia, suscitada por la elección de Donald Trump al frente de la primera potencia mundial.
Todas las intervenciones subrayaron, junto con la CCI, que la victoria de este presidente -abiertamente racista, machista, odioso, vengativo y partidario de una política económica y bélica irracional- acelerará todas las crisis y exacerbará las incertidumbres y el caos.
A partir de esta posición común, muchas preguntas y matices, así como desacuerdos, emergieron en el transcurso de la discusión:
¿Es el triunfo de Trump el resultado de una política deliberada y consciente por parte de la burguesía estadounidense? ¿Es Trump la mejor carta para los intereses de la burguesía estadounidense? ¿Sus posturas imperialistas de frente a Irán, Ucrania y China son un paso hacia la Tercera Guerra Mundial? ¿Es su política proteccionista de aumento de los aranceles es una pieza del rompecabezas en el camino hacia la guerra? ¿Sus maniobras para atacar ferozmente a la clase trabajadora, en particular a los trabajadores del Estado, están relacionadas con los sacrificios necesarios para preparar la economía nacional para esta guerra?
O, por el contrario, como argumentó la CCI y otros participantes, ¿el arribo de Trump a la cabeza de la primera potencia mundial atestigua una creciente dificultad por parte de las burguesías nacionales para impedir que sus fracciones más oscurantistas e irracionales tomen el poder? La guerra de camarillas dentro de la propia burguesía, como la fragmentación de la sociedad en estadounidenses/inmigrantes, hombres/mujeres, legales/ilegales, todo lo que el clan Trump está agravando, ¿no es un signo de la tendencia al desorden y al caos de la sociedad estadounidense? La guerra comercial que quiere Trump, volviendo a las medidas proteccionistas de las décadas de 1920 y 30, que arruinaron entonces a todos los países, ¿no muestra la irracionalidad de su política desde el punto de vista mismo de los intereses del capital estadounidense? En el mismo sentido, las crecientes incertidumbres sobre la política imperialista de la nueva administración estadounidense, ¿no están reforzando las tensiones bélicas entre todos los países, empujándonos aún más hacia alianzas inestables y cambiantes, hacia el cada uno para sí, la política cortoplacista y el estallido de guerras que no producen más que tierra quemada?
Para la CCI, responder a todas estas preguntas supone profundizar en el periodo histórico que atravesamos: la descomposición. Porque, en el fondo, la victoria de Trump no es algo que haya que analizar en sí mismo, tomarlo aisladamente y en lo inmediato, es el fruto de toda una situación mundial, de una dinámica histórica, la que ve al capitalismo pudrirse de pie. La victoria de Donald Trump en Estados Unidos o de Javier Milei en Argentina, las políticas desesperadas de Israel en Oriente Medio o de Rusia en Ucrania, el dominio de los cárteles de la droga sobre franjas cada vez más amplias de América Latina o de los grupos terroristas en África o de los señores de la guerra en Asia Central, el auge del oscurantismo, de los conspiracionistas y de los platistas, los estallidos de violencia de ciertos sectores de la sociedad... todos estos fenómenos aparentemente inconexos son en realidad expresiones de la misma dinámica fundamental del capitalismo: la descomposición.
Volveremos sobre este tema y todas estas cuestiones en un artículo posterior para desarrollar nuestra respuesta .
... y la lucha de clases
La segunda parte del debate, centrada en la comprensión del estado actual de la lucha de clases, siguió la misma dinámica. También aquí el debate fue abierto, franco y fraternal, y se plantearon muchas preguntas, surgiendo matices y desacuerdos.
La victoria de Trump, ¿significa que el proletariado ha sido derrotado o, como mínimo, que también está gangrenado por el racismo y el populismo? Por el contrario, ¿el rechazo al Partido Demócrata por los trabajadores induce a una toma de conciencia de la verdadera naturaleza de este partido burgués? ¿La aparición de Trump como dictador puede favorecer la ira y la reacción de la clase obrera? Por el contrario, ¿será la campaña de defensa de la democracia una trampa mortal para el proletariado? El empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo, llevado a cabo de forma extremadamente brutal por Trump, Musk y su banda, ¿empujará a la lucha? Por el contrario, ¿reforzarán estos sacrificios la búsqueda de chivos expiatorios, como los extranjeros, los inmigrantes ilegales, etc.?
Todas estas preguntas contradictorias no son sorprendentes. La situación es extremadamente compleja, difícil de aprehender en su totalidad y coherencia. La actualidad está salpicada de acontecimientos contrastados: aquí una huelga obrera, aquí una revuelta, allá una manifestación populista... Y al igual que en la primera parte de la discusión, lo que falta es una brújula para no considerar cada asunto aisladamente, sino en su conjunto y en un contexto internacional e histórico. Es imposible pensar el mundo sin referirse consciente, voluntaria y sistemáticamente a la dinámica general y profunda del capitalismo mundial: el sistema se hunde en la podredumbre (con todo el hedor nauseabundo que emana de él), pero el proletariado no está derrotado e incluso, desde 2022 y el verano de la cólera en el Reino Unido, levanta cabeza, reencuentra el camino de la lucha y de su combate histórico.
No podemos desarrollar más aquí nuestra respuesta; volveremos sobre ello en nuestra prensa y en nuestras próximas reuniones .
¡Esperamos con impaciencia la próxima!
Este debate es sólo el principio. Animamos a todos nuestros lectores a venir y participar en este esfuerzo de nuestra clase, en los debates entre revolucionarios, en el proceso colectivo de clarificación. ¡No se mantengan aislados! El proletariado necesita que sus minorías establezcan vínculos, a escala internacional, para organizarse, debatir, comparar posiciones, intercambiar argumentos, comprender lo más profundamente posible la evolución del mundo.
La CCI le invita cordialmente a participar en sus diferentes reuniones: las reuniones públicas en línea e internacionales, las reuniones públicas “presenciales” en algunas ciudades y las permanencias. Todos estos momentos de encuentro y debate se anuncian periódicamente en nuestra página web.
Además de estas reuniones, también le animamos a escribirnos, para reaccionar a un artículo, hacer preguntas o expresar su desacuerdo.
Y las columnas de nuestra prensa están abiertas, pertenecen a la clase. Sus sugerencias para artículos son bienvenidas.
El debate es una necesidad absoluta. Estamos muy separados, aislados, a menudo en desacuerdo con las ideas que se desarrollan a nuestro alrededor. Reunirnos, a escala internacional, es vital si queremos preparar el futuro. Todas las minorías revolucionarias tienen esta responsabilidad.
CCI
La elección de Trump acelerará la descomposición del capitalismo. Reunión Pública de la CCI.
Sábado 25 de enero, de 15:00 a 18:00 p.m., hora de España, 8:00 a 11:00 a.m., horario de México
La elección de Trump es un claro producto de la descomposición progresiva de la sociedad capitalista, pero también será un factor activo en la aceleración de este proceso, trayendo consigo conflictos más agudos dentro de la burguesía estadounidense, el aumento de las tensiones imperialistas, una nueva zambullida en la crisis económica y una nueva evidencia de la incapacidad del capitalismo para hacer frente a la crisis ambiental.
Sobre todo, anuncia nuevos ataques brutales contra la clase obrera internacional:
-A nivel económico, a través del aumento de la inflación y del desempleo
-A nivel político, tanto a través de las divisiones engendradas por el populismo como a través de las campañas por la “democracia” contra la amenaza de la extrema derecha.
Por lo tanto, la discusión tendrá como objetivo profundizar en la comprensión de las perspectivas concretas para el capitalismo y la clase obrera en el período que se avecina.
La CCI da así continuidad a la reunión pública internacional en línea que organizó en noviembre (ver: “Un debate internacional para comprender la situación mundial y preparar el futuro”) con una segunda reunión sobre el significado de la victoria de Trump. El formato será el mismo que el del encuentro de octubre, con traducciones al inglés, francés y español.
Si deseas participar, ponte en contacto con nosotros en [email protected] [2]
La CCI sostiene que la ola de huelgas en el Reino Unido en 2022 marcó el comienzo de una "ruptura" o diferencia con varias décadas de resignación y apatía, y creciente pérdida de identidad de clase. Fue el primero de varios movimientos de la clase trabajadora en todo el mundo, principalmente en respuesta al empeoramiento de las condiciones de vida y laborales[1]. Dos observaciones fundamentales son cruciales para nuestro análisis de una nueva fase en la lucha de clases internacional:
- Esta nueva fase no fue simplemente una reacción a los ataques inmediatos a las condiciones de los trabajadores, algo que podría medirse en términos del número de huelgas y luchas en un momento particular, sino que tiene una dimensión histórica más profunda. Es el fruto de un largo proceso de "maduración subterránea" de la conciencia de clase que ha avanzado a pesar de las enormes presiones ejercidas por la aceleración de la descomposición de la sociedad capitalista.
- Esta ruptura, que se irradia desde los centros más antiguos del capitalismo mundial, confirma que los principales bastiones del proletariado permanecen históricamente invictos desde el resurgimiento inicial de la lucha de clases en 1968, y conservan el potencial para avanzar desde las luchas defensivas económicas hacia una crítica política y práctica de todo el orden capitalista.
Estos argumentos han encontrado un escepticismo bastante extendido en el campo político proletario. Si tomamos el ejemplo de la Tendencia Comunista Internacionalista (TCI), aunque inicialmente reconocieron y celebraron algunas de las luchas que surgieron después de 2022, hemos criticado el hecho de que no lograron ver la importancia internacional e histórica de este movimiento[2], y más recientemente, parecen haberlo olvidado (como lo evidencia la falta de un balance público del movimiento) o lo han descartado como otro destello pasajero, como notamos en algunas de sus reuniones públicas recientes. Mientras tanto, un sitio web parasitario dedicado a la "investigación", Controversias, ha dedicado un artículo completo[3] a refutar nuestra noción de la ruptura, proporcionando así una justificación "teórica" para el escepticismo de otros.
Es digno de mención que el autor de este artículo ahora se ha alineado con la mayoría de aquellos que son (o simplemente afirman ser) parte de la tradición de la Izquierda Comunista, y ahora rechaza el concepto mismo de maduración subterránea. No solo eso: en un artículo sobre los principales acontecimientos de la lucha de clases en los últimos 200 años[4], abraza la idea de que todavía estamos viviendo en la contrarrevolución que se abatió sobre la clase trabajadora con la derrota de la ola revolucionaria de 1917-23. En esta visión, lo que la CCI insiste en que fue el despertar histórico del proletariado mundial después de 1968 y el fin de la contrarrevolución, fue en el mejor de los casos un mero "paréntesis" en una crónica global de derrota.
Esta visión es ampliamente compartida por varios grupos bordiguistas y por la TCI, cuyos predecesores vieron poco más en los eventos de mayo-junio del 68 en Francia, o el "Otoño Caliente" en Italia al año siguiente, que un brote de disturbios estudiantiles.
En los próximos dos artículos, en lugar de entrar en detalles sobre las luchas de los últimos dos años, queremos centrarnos en dos pilares teóricos clave para comprender nuestra noción de la ruptura: primero, la realidad de la maduración subterránea de la conciencia y, en segundo lugar, situación de no-derrota del proletariado mundial.
Recordemos brevemente las circunstancias en las que la CCI abordó en sus propias filas por primera vez la cuestión de la maduración subterránea. En 1984, en respuesta a un análisis de la lucha de clases que revelaba una seria concesión a la idea de que la conciencia de clase solo puede desarrollarse a través de la lucha abierta y masiva de los trabajadores, y en particular a un texto que rechazaba explícitamente la noción de maduración subterránea, nuestro camarada Marc Chirik escribió un texto cuyos argumentos fueron afirmados por la mayoría de la organización, con la excepción del grupo que eventualmente desertaría de la CCI en su 6º Congreso y formaría la "Fracción Externa de la CCI" (sus descendientes ahora son parte de Internationalist Perspective)[5]. Marc señaló que tal visión tiende hacia el consejismo porque ve la conciencia no como un factor activo en la lucha, sino puramente como algo determinado por las circunstancias objetivas, una forma de materialismo vulgar; y por lo tanto subestima gravemente el papel de las minorías que son capaces de profundizar la conciencia de clase incluso durante fases en las que la extensión de la conciencia de clase en el proletariado puede haber disminuido. Este enfoque consejista evidentemente tiene poca utilidad para una organización de revolucionarios que es capaz, por basarse en las adquisiciones históricas de la lucha de clases, de darse una orientación durante las fases de retroceso o derrota del movimiento de clase más amplio; pero también descarta la tendencia más general dentro de la clase a reflexionar sobre su experiencia, a discutir, a plantear preguntas sobre los temas principales de la ideología dominante, y así sucesivamente. Tal proceso puede llamarse de hecho "subterráneo" porque tiene lugar en círculos restringidos de la clase o incluso dentro de las mentes de trabajadores individuales que pueden expresar todo tipo de ideas contradictorias, pero no por eso deja de ser una realidad. Como Marx escribió en El Capital[6], "Toda ciencia sería superflua si la apariencia externa y la esencia de las cosas coincidieran directamente": de hecho, es una tarea específica de la minoría marxista ver más allá de las apariencias y tratar de discernir los desarrollos más profundos que ocurren dentro de su clase.
Cuando la CCI publicó documentos relacionados con este debate interno, la Communist Work Organization (CWO) acogió con beneplácito lo que percibió como un intento de la CCI de saldar cuentas con los residuos consejistas que aún tenían peso dentro de la organización[7]. Pero en las cuestiones de fondo planteadas por el debate, en realidad se alinearon, algo irónicamente, con la visión consejista, ya que ellos también rechazaron la noción de maduración subterránea como no marxista, como una forma de "junguianismo político"[[8]]. Decimos irónicamente porque en esa etapa la CWO había abrazado una versión de la conciencia de clase llevada a la clase desde "afuera" por "el partido", constituido por elementos de la intelligentsia burguesa, la tesis idealista de Kautsky que Lenin adoptó en ¿Qué hacer? pero luego admitió que "torció demasiado la barra" en polémica con los proto-consejistas de su época, la tendencia Economista en Rusia. Pero la ironía se disipa cuando consideramos que el materialismo vulgar y el idealismo a menudo pueden coexistir[9]Tanto para los consejistas como para la CWO en su artículo, una vez que las luchas abiertas se acaban, la clase no es más que una masa de individuos atomizados. La única diferencia es que para la CWO, este ciclo estéril solo podría romperse mediante la intervención del partido.
En nuestra respuesta[10], insistimos en que la noción de la maduración subterránea de la conciencia no era una innovación de
la CCI, sino una consecuencia directa de la noción de Marx de la revolución como el Viejo Topo que cava bajo la superficie durante largos períodos solo para salir a la superficie en ciertas condiciones dadas. Y en particular citamos un pasaje muy lúcido de Trotsky en su magistral estudio precisamente de este proceso, La Historia de la Revolución Rusa, donde escribió: "En una revolución, miramos ante todo a la injerencia directa de las masas en los destinos de la sociedad. Buscamos descubrir detrás de los eventos cambios en la conciencia colectiva... Esto puede parecer desconcertante solo para quien ve la insurrección de las masas como 'espontánea', es decir, como un motín de rebaño artificialmente aprovechado por los líderes. En realidad, la mera existencia de privaciones no es suficiente para causar una insurrección; si lo fuera, las masas estarían siempre en revuelta... Las causas inmediatas de los eventos de una revolución son cambios en el estado mental de las clases en conflicto... Los cambios en la conciencia colectiva tienen naturalmente un carácter semi oculto. Solo cuando han alcanzado un cierto grado de intensidad, los nuevos estados de ánimo e ideas irrumpen en la superficie en forma de actividades de masas".
Del mismo modo, la ola internacional de luchas que comenzó en mayo de 1968 en Francia no surgió de la nada (aunque inicialmente sorprendió a la burguesía, que había comenzado a pensar que la clase trabajadora se había "aburguesado" por la "sociedad de consumo"). Fue el fruto de un largo proceso de desprendimiento de las instituciones y temas ideológicos burgueses (como los sindicatos y los llamados partidos obreros, los mitos de la democracia y el "socialismo real" en el este, etc.), acompañado por el empeoramiento de las condiciones materiales (los primeros signos de una nueva crisis económica abierta). Este proceso también se había expresado aquí y allá en movimientos de huelga como las “huelgas salvajes” en los EE. UU. y Europa Occidental a mediados de los años 60.
Lo mismo ocurre con la ruptura de 2022, que también llegó tras una serie de huelgas en los EE. UU., Francia, etc., muchas de las cuales habían sido interrumpidas por el cierre patronal por Covid. Pero lo que sucedió después de 2022 reveló más claramente lo que había estado gestándose dentro de la clase trabajadora durante algunos años:
- El eslogan generalizado "ya basta" expresó un sentimiento cultivado durante mucho tiempo de que todas las promesas que se hicieron en el período que siguió a la "crisis financiera" de 2008 (promesas que incluían que se necesitaba un período de "austeridad" antes de que se pudiera reanudar la prosperidad) habían resultado ser mentiras, y que era hora de que los trabajadores comenzaran a plantear sus propias reivindicaciones. Fue tanto más significativo cuanto que el movimiento en Gran Bretaña surgió después de décadas de estancamiento y resignación que siguieron a las derrotas de los años 80, en particular la derrota de los mineros en 1985.
- Los eslóganes "todos estamos en el mismo barco" y "la clase trabajadora ha vuelto" expresaron una tendencia de la clase trabajadora a recuperar un sentido de sí misma como una clase con su propia existencia colectiva e intereses distintivos, a pesar de décadas de atomización impuesta por la descomposición general de la sociedad capitalista, acentuada por el desmantelamiento deliberado de muchos centros de la clase obrera de tradición combativa (minas, acero, etc.). En las luchas en Francia contra la "reforma de las pensiones", y en otros lugares, las frecuentes referencias al movimiento en Gran Bretaña que había "iniciado" el resurgimiento de la clase atestiguaron los inicios de una conciencia de que esta identidad de clase no se detiene en las fronteras nacionales, a pesar del enorme peso del nacionalismo y el populismo.
- De nuevo en el movimiento en Francia, el eslogan "Nos dan 64[[11]], nosotros les daremos 68" expresó un recuerdo definido del significado de las huelgas masivas de 1968 (un fenómeno que habíamos notado previamente en las asambleas estudiantiles en el movimiento anti-CPE de 2006, donde había un poderoso deseo de aprender de lo que sucedió en 1968).
- Así como el proceso de maduración subterránea antes de 1968 iba a dar a luz una nueva generación de elementos politizados que intentaban redescubrir la verdadera historia del movimiento revolucionario (y así la recuperación de la tradición de la izquierda comunista), en el período actual estamos viendo el desarrollo internacional de minorías que tienden hacia posiciones internacionalistas y comunistas. El hecho de que la mayoría de estos elementos y sus esfuerzos por agruparse hayan sido engendrados menos por la lucha de clases inmediata que por la cuestión de la guerra es evidencia de que los movimientos de clase actuales expresan algo más que preocupaciones sobre el deterioro de los niveles de vida. Hemos apreciado la importancia del hecho de que las luchas de la ruptura estallaran precisamente en un momento en que se les pedía a los trabajadores de Europa occidental que aceptaran congelaciones de costos de vida y salarios en nombre de apoyar la "defensa de Ucrania" contra el tirano Putin. Y nuevamente, algunas minorías en las manifestaciones contra la reforma de las pensiones en Francia fueron explícitas en rechazar los sacrificios en aras de la construcción de una economía de guerra.
- Un signo adicional del proceso de maduración también puede verse en los esfuerzos del aparato político de la burguesía por radicalizar los mensajes dirigidos a la clase trabajadora. El éxito del trumpismo en los EE. UU. puede atribuirse en gran parte a su capacidad para aprovechar las preocupaciones reales de la clase trabajadora estadounidense sobre el aumento de los precios y el efecto del gasto militar en las condiciones de vida. Y en el ala opuesta del espectro político, hemos visto el nombramiento de líderes sindicales más radicales, como en Gran Bretaña, y un movimiento definido hacia la izquierda por parte de los trotskistas, con grupos como Revolution Permanent en Francia o el Revolutionary Communist Party en Gran Bretaña cambiando su enfoque de la política identitaria para hablar ahora sobre el comunismo, el internacionalismo y la necesidad de la revolución proletaria, con el objetivo sobre todo de "absorber" a los jóvenes elementos que están haciendo preguntas serias sobre la dirección que está tomando la sociedad capitalista.
Podríamos continuar con estos ejemplos. Sin duda, serán contrarrestados por argumentos que buscan demostrar que la clase trabajadora en realidad ha olvidado más de lo que aprendió de la ola de luchas después de 1968, en particular, como lo demuestra el hecho de que ha habido pocos intentos de desafiar el control sindical de las huelgas actuales y de desarrollar formas de autoorganización. Pero para nosotros, las tendencias generales iniciadas por la "ruptura" de 2022 están solo en sus comienzos. Su potencial histórico solo puede entenderse viéndolas como los primeros frutos de un largo proceso de germinación. Volveremos a esto en la segunda parte del artículo.
Amos, 15 de enero de 2025.
[[1]] Ver en particular El retorno de la combatividad del proletariado mundial [5], Revista Internacional 169 y Tras la ruptura en la lucha de clases, la necesidad de la politización [6], Revista Internacional 171.
[[2]] Las ambigüedades de la TCI sobre la importancia histórica de la ola de huelgas en el Reino Unido [7], World Revolution 396.
[[3]] ICC: A new “Historic Rupture” in the Class Struggle since 2022? [8] (CCI: ¿Una nueva “ruptura histórica” en la lucha de clases desde 2022? - En su sitio web no está disponible en español)
[[4]] 1825-2025 - Two centuries of class struggle [9] (1825-2025 – Dos siglos de lucha de clases. En su sitio web no está disponible en español)
[[5]] Ver nuestro artículo La "Fracción Externa" de la CCI [10] en Revista Internacional 45.
[[6]] El Capital, Volumen 3, parte VII, capítulo 48.
[[7]] En Workers Voice 20, segunda serie.
[[8]] Esto fue en respuesta a nuestra cita sobre la insistencia de Rosa Luxemburgo en que "lo inconsciente precede a lo consciente" en el desarrollo del movimiento de clase, que en realidad es una aplicación de la fórmula marxista de que el ser determina la conciencia. Pero esta fórmula puede ser desfigurada si no se comprende la relación dialéctica entre los dos: no solo el ser es un proceso de devenir, en el que la conciencia evoluciona a partir de lo inconsciente, sino que la conciencia también se convierte en un factor activo en el avance evolutivo e histórico.
[[9]] Desde entonces, la CWO ha dejado de defender la tesis kautskista, pero nunca ha aclarado abiertamente por qué ha cambiado su posición.
[[10]] Reply to the CWO: On the subterranean maturation of consciousness [11] , International Review 43 (Respuesta a la CWO: Sobre la maduración subterránea de la conciencia, Revista Internacional 43 - No disponible en español)
[[11]] Es decir, la nueva edad de jubilación propuesta.
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Las cartas están sobre la mesa: los gobiernos federal y regionales quieren imponer decenas de millones de ahorro, cada uno dentro de sus respectivas competencias, para que la economía belga sea más competitiva y más rentable. Todos los sectores de la clase trabajadora se verán duramente afectados por este amplio programa de austeridad.
Mientras se despide masivamente a los trabajadores de las empresas privadas, se sigue impugnando la indexación automática de los salarios y las prestaciones, se recortan las primas por horas extras y el trabajo nocturno, se aumenta la flexibilidad laboral, se restringe el derecho al subsidio de desempleo, se aplican fuertes recortes a las pensiones y al seguro médico, se reduce el número total de empleados públicos, se pone en peligro la contratación del personal docente, etc.
Y todo ello en un momento en que las condiciones de trabajo en todas partes son cada vez más insoportables: subempleo, aceleración del ritmo de trabajo, difuminación de la frontera entre la vida profesional y la vida privada, aumento de los precios debido a la inflación, recortes en todo tipo de subvenciones, aumento de los desastres medioambientales, depresión, agotamiento. ¡Basta ya!
El Gobierno afirma que no hay elección. Según la lógica de la clase dominante, hay que aumentar la competitividad para hacer frente a la caída del crecimiento económico y a la guerra comercial acentuada por las políticas económicas proteccionistas de Trump, pero también por el crecimiento de los costos de los gastos militares ligados a las tensiones y guerras imperialistas. En todos los países, las clases dominantes intentan trasladar a los trabajadores las consecuencias de “sus” crisis de sobreproducción, es decir, mercancías que ya no pueden vender con un beneficio suficiente en los mercados disponibles. El trabajo debe costar menos. Una vez más, la atención no se centra en el bienestar o las necesidades de los trabajadores, sino en la venta rentable de bienes y servicios. Rechacemos esta lógica deletérea y suicida de la burguesía.
¡No estamos solos en nuestra reacción! En 2022-23, en Gran Bretaña, decenas de miles de trabajadores de empresas de diferentes sectores lucharon durante casi un año. En 2023, en Francia, los trabajadores participaron masivamente en 14 “jornadas de acción” contra los ataques del gobierno a las pensiones. En Bélgica misma, en cuanto aparecieron las primeras “filtraciones” sobre las medidas previstas, la fuerza y el dinamismo de las movilizaciones en la manifestación intersectorial del 13 de enero y en la manifestación de los profesores del 27 de enero dieron lugar a una participación masiva de más de 30 mil manifestantes, mucho más de lo que “esperaban” o más bien “deseaban” los sindicatos. Los manifestantes se reunieron en Bruselas procedentes de todas las regiones, y el movimiento se extendió a sectores distintos de la educación y el ferrocarril, desafiando la intención inicial de los sindicatos. La movilización demostró así que el descontento va más allá de cualquier medida particular o “reforma” específica: expresa la voluntad de resistir a las intenciones de la patronal y del gobierno de hacer pagar la crisis a la clase trabajadora.
¡Basta ya! Rechacemos soportar pasivamente esta avalancha de ataques contra nuestras condiciones de vida. Nuestra primera victoria es la lucha misma. Pero para contrarrestar realmente estos ataques, necesitamos librar la batalla lo más ampliamente posible de forma unida, más allá de la empresa, el sector o la región en la que trabajemos. Todos los trabajadores están “en el mismo barco. No son movimientos separados, sino un grupo colectivo: obreros y empleados, sindicalizados y no sindicalizados, inmigrantes y autóctonos”, como dijo un profesor en huelga en Los Ángeles en marzo de 2023.
Nuestra fuerza reside en unir nuestras luchas en un solo movimiento
La burguesía ha comprendido muy bien que sus planes provocarán la reacción de amplios sectores de la clase. Corresponde principalmente a los sindicatos encuadrar y desviar esta resistencia esperada. Han visto crecer semana tras semana la ansiedad y el descontento de los trabajadores y están ocupando preventivamente el terreno para evitar que el descontento se manifieste en acciones “incontroladas”.
Una vez más, se recurre a tácticas ya probadas: ¡aislar y dividir a los distintos sectores cuando las medidas afectan a todos! Una manifestación sólo para el personal sanitario y social en noviembre, seguida de una jornada de acción el 13 de diciembre para protestar contra las “medidas de austeridad europeas”. Para la jornada de acción del 13 de enero, sólo se anunció una huelga contra la “reforma de las pensiones” en los ferrocarriles. Sólo mucho más tarde, bajo la presión social, los sindicatos decidieron que también participaría el sector educativo, y más tarde se sumaron otros sectores. En Valonia, los sindicatos han organizado jornadas de huelga separadas para los profesores de la comunidad francesa los días 27 y 28 de enero, evitando así una participación masiva en Bruselas el 13 de enero. La manifestación del 13 de febrero, es llevada a la “defensa del servicio público”, ¡como si a los trabajadores del sector privado o a los desempleados no debieran defenderlos! En resumen, el objetivo es planificar una serie de días de acción sin futuro, como hicieron en Francia, o intentan cada vez limitar las movilizaciones concentrándolas en determinados sectores, como hicieron en Gran Bretaña, o en aspectos particulares de los planes de austeridad, para agotar finalmente la voluntad de lucha y abrir el camino y dar concesión a las medidas de austeridad, bajo el falaz argumento de “que los sacrificios son inevitables, con la condición de que sean repartidos justamente”.
Para evitar las trampas tendidas por los sindicatos, saboteadores de las luchas al servicio de las clases dominantes, y desarrollar la contraofensiva, ser numerosos es importante pero no suficiente: también necesitamos tomar nuestras luchas en nuestras propias manos. Para ello, debemos
- crear foros de debate y toma de decisiones, como asambleas generales soberanas abiertas a todos, y unirnos en torno a reivindicaciones unificadoras;
- superar las divisiones regionales, y las divisiones entre los trabajadores del sector público y privado y los desempleados;
- contrarrestar cualquier tendencia a dividir las luchas, enviando delegaciones masivas a otros trabajadores para que se unan a la lucha;
- negándose a pagar la crisis y las guerras del capitalismo.
Es esta dinámica de solidaridad, expansión y unidad la que siempre ha hecho tambalearse a la burguesía a lo largo de la historia.
Corriente Comunista Internacional
10-02-2025
Ven a discutir a la Reunión Pública del sábado 1 de marzo en Bruselas: rue du Fort 35, 1060 Saint-Gilles de 14h a 18h.
sábado 15 marzo 2025 a 15:00h (Hora de Europa).
Estas permanencias en línea son espacios de debate abiertos a todos aquellos que deseen reunirse de manera virtual para la discusión fraternal, entre ellos y con la CCI.
Invitamos encarecidamente a nuestros lectores y simpatizantes a participar para continuar la reflexión sobre los problemas de la situación actual y confrontar nuestros puntos de vista. También pedimos se nos comunique por mail las cuestione que le gustaría se abordaran.
Los lectores que deseen participar en las sesiones en línea pueden enviarnos un mensaje esté a nuestro correo electrónico [14], indicando que pregustas le gustaría abordar, para que podamos organizar los debates de la mejor manera posible.
Los detalles técnicos para conectarse a la permanencia serán facilitados más adelante a los interesados en participar.
CCI.
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/reuniones-publicas
[2] mailto:[email protected]
[3] https://es.internationalism.org/tag/personalidades/donald-trump
[4] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/eleccion-de-trump
[5] https://es.internationalism.org/content/4904/la-importancia-del-verano-de-la-ira-en-gran-bretana-el-retorno-de-la-combatividad-del
[6] https://es.internationalism.org/content/5064/tras-la-ruptura-en-la-lucha-de-clases-la-necesidad-de-politizacion-de-las-luchas
[7] https://es.internationalism.org/content/4955/las-ambiguedades-de-la-tci-sobre-el-significado-historico-de-la-ola-de-huelgas-en-el
[8] https://www.leftcommunism.org/spip.php?article548
[9] https://www.leftcommunism.org/spip.php?article549
[10] https://es.internationalism.org/content/4348/la-fraccion-externa-de-la-cci
[11] https://en.internationalism.org/content/3149/reply-cwo-subterranean-maturation-consciousness
[12] https://es.internationalism.org/files/es/volanteluchasbelgica.pdf
[13] https://es.internationalism.org/tag/geografia/belgica
[14] mailto:[email protected]
[15] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/cuestiones-de-actualidad