El medio político proletario frente a la guerra
Sectarismo en el propio campo internacionalista
El año 2003 ha estado marcado por un paso muy serio del capitalismo mundial hacia el abismo: la segunda guerra del Golfo y la aparición de un atolladero militar en un área estratégica del mundo. Una guerra de importancia crucial para los nuevos equilibrios imperialistas, con la intervención y la ocupación angloamericana del Irak y la oposición a ésta de unas potencias imperialistas cada día más antagónicas a EE.UU. Ante estas nuevas matanzas, los principales grupos revolucionarios que forman parte de la Izquierda comunista internacional fueron una vez más capaces de responder a la propaganda de la burguesía con tomas de posición resueltamente internacionalistas. Defendieron el ABC del marxismo contra las campañas ideológicas de la burguesía que pretenden desorientar al proletariado. Esto no significa en absoluto que esas organizaciones defiendan todas las mismas posiciones. Incluso, a nuestro parecer, hay que dejar claro que la intervención de la mayoría de ellas tiene debilidades importantes, especialmente sobre la comprensión histórica la fase de conflictos imperialistas abierta con el hundimiento del bloque del Este y la consecuente disolución del bloque opuesto y sobre la comprensión de lo que está en juego en los conflictos actuales. Estas diferencias expresan la heterogeneidad del difícil proceso de maduración de la conciencia en la clase obrera y en sus vanguardias revolucionarias. En este sentido, mientras no se abandonen los principios de clase, esas diferencias no deben ser temas de oposición frontal entre componentes del mismo campo revolucionario, pero sí justifican totalmente la necesidad del debate permanente entre ellas. Este debate no solo es la condición de la clarificación en el campo revolucionario, sino que también es un elemento de clarificación para delimitarse frente a grupos radicales (trotskismo, anarquismo oficial...) de la extrema izquierda del aparato político de la burguesía. Ha de permitir a las nuevas energías que surgen orientarse ante los diferentes componentes del campo proletario.