Aún ayer, patronal, Gobierno y sindicatos habían afirmado al unísono a los trabajadores de Volkswagen (VW) lo siguiente: si aceptáis más flexibilidad y una aceleración del ritmo de trabajo, podréis conservar vuestros empleos. Hoy podemos comprobar lo que valen tales promesas: 4.000 despidos directos y entre 8 y 10.000 indirectos.
¿Como responder a esta agresión social de una brutalidad hasta ahora desconocida? , ¿ Debemos quedarnos quietos y aceptar la lógica de los despidos como proponen los sindicatos?, ¿ Debemos tener confianza en las negaciones y apoyar las mascaradas de solidaridad formal que organizan los sindicatos?, ¿ Como podemos desarrollar una verdadera lucha, solidaria y colectiva?, ¿Tiene el capitalismo un futuro que ofrecernos?, ¿ Debemos creer en las nuevas promesas de recolocaciones, nuevos planes industriales, etc., o son simplemente vanas ilusiones para contener la cólera y la lucha de los trabajadores?. Tales son las cuestiones cruciales planteadas por el conflicto social de VW, a las que debemos encontrar una respuesta clara.