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El 23 de Julio se han convocado nuevas elecciones generales. Y dicen las tertulias y las noticias de la radio y la TV, o las redes sociales, que quién gane depende de cada voto; como quieren hacer ver con el documental de la SER “Por un voto”, que recuerda que la Reforma laboral se aprobó porque un diputado del PP se equivocó en su dictamen electrónico.
Este documental de la SER nos muestra el esfuerzo que hace la burguesía para que VOTEMOS. Porque en las elecciones la primera victoria de la dominación capitalista no es que salga tal o cual candidato sino la atomización de los trabajadores en individuos ciudadanos que creen “decidir algo” y por tanto renuncian a luchar como clase. La primera victoria de la burguesía es hacer desaparecer la lucha de clases y presentar como única realidad el mundo de los ciudadanos encerrados en la falsa comunidad nacional.
Políticos, influencers, tertulianos, catedráticos, expertos etc., nos dicen que votemos para DECIDIR el futuro de “nuestra” ciudad, de “nuestra” autonomía, de “nuestro país”. Pero eso es un GRAN ENGAÑO. Si se necesita una muestra de que las elecciones democráticas son una farsa, no hay que ir más lejos que a las recientes elecciones municipales del 28M. Lo que ha dominado todo el periodo electoral no es ni mu de proyectos para viviendas o barrios, o empleo, sino la habilidad del PP para poner los muertos de ETA en la campaña y para atacar “el Sanchismo”. Y sorprendentemente la disposición del PSOE para admitir la derrota aun cuando en muchas comunidades ha ganado de hecho e incluso ha aumentado el número de votos (aunque ha tenido que sufrir el descalabro de Podemos) y a pesar del apego al cargo de los barones regionales.
Aunque no se puede decir que el resultado de las elecciones está completamente decidido de antemano (“pucherazos” aparte, al menos en los países con más tradición democrática), en el periodo actual, y de hecho desde la entrada del capitalismo en su periodo de decadencia tras la Iª guerra mundial, el Estado burgués ya no es un terreno donde las fracciones más avanzadas de la burguesía se enfrentaban a las más retrasadas o a los restos feudales, lo que permitía una intervención (con muchas cautelas) del proletariado en elecciones y parlamentos. El Estado capitalista de la decadencia se pone al servicio totalitario del interés global del capital nacional, al que cada fracción de la burguesía -aunque pueda tener una visión diferente o intereses particulares- está totalmente supeditada.
El gobierno que conviene a la nación no se decide en las urnas, solo se intenta por todos los medios de marketing, campañas ideológicas, etc. que se ratifique en ellas. La decisión política de qué orientación es mejor para el Estado depende de muchos factores como la gestión de la crisis económica, o de los intereses imperialistas, o del enfrentamiento de clases.
El PSOE ganó las elecciones en 1982, apoyado por el bloque imperialista USA y de hecho financiado por Alemania y Francia, porque había que presentar la transición democrática desde la dictadura franquista como una conquista obrera[1] y continuar los ataques a la clase obrera desde la “reestructuración industrial” del capital español y el euroatlantismo de “OTAN de entrada sí”. La UCD ya no podía seguir cumpliendo ese papel, y el PCE estaba vetado por la desconfianza hacia su afiliación original al bloque ruso.
13 años después, en 1996, Felipe González tachaba de “dulce derrota” la salida del gobierno del PSOE, porque por fin la derecha había encontrado con el gobierno Aznar, la forma de disciplinar y unificar a sus diferentes fracciones bajo una apariencia democrática y podía dar el relevo a la izquierda, quemada frente a los obreros por los ataques de los despidos, la reforma de pensiones, la ley del desempleo, etc., para que pasase a la oposición.
Cambiando de tercio y más recientemente, el gobierno socialista de Zapatero tuvo que ceder el asiento a Rajoy cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria le pilló estudiando economía[2] y el 15M le dejó claro que la indignación contra el capitalismo intentaba darse una perspectiva sin contar con el PSOE (“PSOE y PP la misma mierda es”, ”¿dónde está la izquierda? Al fondo a la derecha)[3].
Y en 2018, Rajoy perdió la moción de censura que le puso Sánchez y tuvo que abandonar el gobierno porque el PP estaba mostrando ser incapaz de manejar la cuestión catalana, con su torpeza que le hizo caer en la trampa de la represión televisada en directo contra el referéndum de independencia y su españolismo doctrinario estrecho que le impedía negociar con los indepes[4].
Por supuesto que en el curso de esas decisiones han surgido accidentes y dificultades, por la debilidad de la burguesía o el enroque de tal o cual fracción. Así por ejemplo, la última legislatura del PSOE en el periodo 1993-1996 fue una carga para el capital español, esperando que madurara el proyecto de la derecha democrática, lo que debilitó la credibilidad del PSOE haciendo que los sindicatos tuvieran que oponérsele en la calle. Igualmente, frente al asunto catalán, la burguesía no tuvo más remedio que recurrir a un gobierno Frankestein, que como su nombre indica, ha sido el producto de una falta de coherencia y una de cuyas consecuencias es probablemente la brusquedad del hundimiento de Podemos.
Ya habíamos dicho[5] que el último año el PSOE había dado un “giro a la izquierda” y en una maniobra de abracadabra intentaba hacer colar las medidas militaristas[6] y de ataque a las condiciones de vida obreras que él mismo había tomado, como contribuciones a la paz mundial y a la solidaridad. El “gobierno más progresista”, «ha aumentado el presupuesto de defensa en un 7,8% mientras que las pensiones subían un 2,5%; el precio de la luz en lo que va de 2022 ha subido un 54,3%; la inflación ha cruzado la barrera del 10%; ha firmado con los sindicatos un aumento salarial anual del ¡3,5%! (¡frente a una inflación del 10%!); bajo la nueva Reforma Laboral el 31% de los contratos de jóvenes entre 19 y 24 años ¡es de un solo día!; tener contrato fijo no impide que te despidan pues el despido es más barato que nunca; el 51% de los nuevos contratos es “fijo – discontinuo” (trabajar a tiempo parcial, es decir, precariedad disfrazada)». Medidas que como dice Sánchez, “son la admiración de los líderes europeos” (que están en lo mismo en Francia –pensiones-; GB: bloqueo salarial, etc.).
El gobierno de izquierdas tiene el cuajo de decir que todo eso se hace “para proteger a los colectivos más vulnerables” y además el señor Presidente no se cansa de repetir en todos los foros que hay la más absoluta “paz social” (mientras los maestros y sanitarios, o los trabajadores de justicia se manifiestan en Madrid y los obreros del metal en Vigo y en Vitoria…) y que sindicatos y patronal han conseguido llegar a un acuerdo.
Pero el problema es que el truco no puede ocultarse para siempre. Tarde o temprano el público se da cuenta de que la carta está en la manga, de que el “rey está desnudo”. Con la agravación de la crisis y la guerra, las medidas de ataque a nuestras condiciones de vida tendrán que ser aún más graves e imponerse más brutalmente. En respuesta a ellas, como estamos viendo, los trabajadores en España participan de la dinámica que se inició en Gran Bretaña y continuó en Francia de “enough is enough!” (¡ya basta!), de desarrollo de la combatividad y búsqueda de una respuesta de clase.
Para la burguesía en España, tener a toda la izquierda en el gobierno significa dejar al descubierto todo ese flanco frente a la lucha obrera; dejar el campo libre para que, al menos algunas luchas, busquen espontáneamente un terreno de clase, de asambleas, de solidaridad y manifestaciones conjuntas. Igual que en Francia se acuerdan del 68, en Álava se acuerdan de la lucha de Michelin en el 72[7]. Peor aún porque los grandes sindicatos están “en barbecho” con un perfil bajo que no contradiga el discurso oficial del gobierno y manchándose las manos en la aplicación de los ataques, como con la Reforma laboral, haciéndose la foto con Yolanda Díaz y Garamendi[8].
Por eso la orientación principal que se traen en estas elecciones es poner las condiciones que permitan actuar a los sindicatos saboteando las luchas, la búsqueda de la identidad de clase y la toma de conciencia, creando un marco político “de oposición”, basado en las alternativas políticas de los partidos de izquierda. La campaña electoral en parte ya se inscribe en esa dirección, con el “no pasarán” contra la alianza de PP/Vox.
El gobierno ha preparado el terreno y ha dado cancha a los sindicatos, una sindicalista de UGT, Afra Blanco se ha convertido en una estrella de la “rebelión”. En la cadena televisiva La Sexta, altavoz de la izquierda, pero propiedad de una TV tradicionalmente de derechas (Antena 3) ha alzado la bandera de la defensa de las “conquistas sociales” del Gobierno de izquierdas. “Estas elecciones van del comer y van de derecho o pobreza”, comenzó, "¿Qué prefieren, un gobierno del PP que congela la subida del Salario Mínimo Interprofesional para sus hijos o para las mujeres, que son mayormente las que lo percibimos, o aquel gobierno que aumenta el Salario Mínimo Interprofesional en más de 340 euros?", continuó. Es decir, da un marco “reivindicativo” en un terreno burgués de defensa de la “obra socialista”, una “obra” que es en realidad un engaño que oculta los ataques generalizados que el gobierno ha perpetrado en los últimos 5 años
La clase obrera en España por el peso histórico de la dictadura franquista, es sensible principalmente a la mistificación democrática[9] y por las condiciones del desarrollo del capitalismo en España[10], al engaño nacionalista. Aunque sobre este último, mejor “no meneallo” después del susto catalán.
No somos adivinos, pero parece que la burguesía ha optado por el triunfo de la derecha; sacar a la izquierda, incluido el PSOE, del gobierno. Y desde luego el balance de las elecciones municipales y autonómicas apunta en ese sentido. Además de los medios de comunicación, el propio PSOE ha amplificado la percepción de una derrota (no tan evidente como ya hemos dicho), dejando el terreno libre a la formación de gobiernos autónomos y municipales de derechas, al menos en las regiones y ciudades más importantes (excepto Cataluña y Barcelona) y convocando rápidamente elecciones con el argumento de que no se puede gobernar desde la izquierda con una mayoría de gobiernos autonómicos de derechas. Lo que no parece que tenga otra lectura que la de que la derecha debería ganar igualmente las elecciones generales.
Los dos obstáculos más serios políticamente a una posible victoria de la derecha serían su torpeza en el asunto catalán y en general, de los nacionalismos[11] y la amenaza de Vox. Por eso el PSOE, que ha hecho un gran trabajo para el Estado dividiendo y enfrentado entre sí al independentismo y desmontando la pifia de la “república catalana”, se ha reservado su presencia en el gobierno de Cataluña, incluyendo el ayuntamiento de Barcelona. En cuanto a Vox, a pesar de su rancio postfranquismo, no tiene la misma carga populista que Trump o Johnson[12]. Estuvieron en el seno del PP y mantuvieron una disciplina y aunque fuera de él son un grano en el culo con veleidades fuera de sintonía con la política global del capital español, bajo la presión del conjunto del capital pueden seguir aceptando las reglas.
Aun así, puede que Feijoo no sea capaz de organizar todo el guirigay en el seno del PP y lidiar con Vox al mismo tiempo y en ese caso el PSOE debería permanecer en el gobierno, pero desde luego van a evitar por todos los medios que participe el conjunto de la izquierda. El montaje apresurado de Sumar, aparte de ser una patada en el culo a Podemos, es la tentativa de poner una izquierda más “obrerista” (la señora Díaz es aclamada en los cónclaves sindicales y se la presenta como “amiga de los trabajadores”[13]) en un plano de “oposición al gobierno de turno” lo que da fuelle a la acción de los sindicatos.
En las luchas empieza muy lentamente a haber un esfuerzo por buscar una identidad de clase, por formar una fuerza social unidos como trabajadores, que nos permita defender nuestras reivindicaciones. Y eso se expresa aún muy tímidamente en el recuerdo de luchas pasadas (como Michelin 72 o Vitoria 76) y en minorías todavía muy pequeñas que reflexionan sobre qué es la clase obrera, sobre cómo organizar las luchas por nosotros mismos.
El voto en las elecciones es un ataque frontal a esa dinámica, porque nos desmoviliza como clase y nos entrega a la política que ha decidido el Estado contra nosotros.
«En efecto, la crítica marxista de los postulados de la democracia burguesa está basada en la definición de los caracteres de la actual sociedad dividida en clases, y demuestra la inconsistencia teórica y la insidia práctica de un sistema que quisiera conciliar la igualdad política con la división de la sociedad en clases sociales, determinadas por la naturaleza del modo de producción.»[14]
En las elecciones perdemos nuestra fuerza como clase. Las elecciones son el terreno de la burguesía. «Todos los socialistas, al explicar el carácter de clase de la civilización burguesa, de la democracia burguesa, del parlamentarismo burgués, han expresado el pensamiento que con la máxima precisión científica formularon Marx y Engels al decir que la república burguesa, aun la más democrática, no es más que una máquina para la opresión de la clase obrera por la burguesía, de la masa de los trabajadores por un puñado de capitalistas» (Tesis sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado, 1921, Lenin, 1er congreso de la Internacional Comunista).
Hic Rhodas
2 de Julio 2023
[1] Cuando en realidad servía, al contrario, para frenar tanto las luchas como el desarrollo de la conciencia en la clase obrera
[2] creyendo tener el micrófono cerrado, Zapatero había dicho que no tenía ni idea de economía.
[3] Ver Los Gobiernos de Izquierda en defensa de la explotación capitalista (II) Los gobiernos PSOE de la democracia | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [2]
[4] Ver Gobierno PSOE: ¿Qué hay detrás de la moción de censura? | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [3]
[5] https://es.internationalism.org/content/4873/el-giro-la-izquierda-del-psoe-un-arma-para-sabotear-la-lucha-y-la-conciencia-obrera#sdfootnote8anc [4]
[6] Ver sobre el esfuerzo de guerra del gobierno de izquierdas España: El gobierno “más progresista de la historia” dispara el gasto de guerra | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [5]
[7] Ver artículo sobre las luchas
[8] Ver Propuesta salarial de CCOO-UGT: Los sindicatos nos venden frente a la inflación | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [6]
[9] Aunque es cierto que para los jóvenes no tiene el mismo significado, y por eso para ellos, la campaña anti PP/Vox tiene un componente de conservación de las “libertades” de la igualdad de género, la diversidad sexual, etc
[10] Que Marx analizó en sus artículos al New York daily Tribune en 1854-1857
[11] véase también su insistencia, jugando con fuego, en echar por tierra lo que tanto ha costado de integrar a ETA a través de Bildu en el juego parlamentario
[12] Igual que Meloni en Italia (a cuyo gobierno dio el visto bueno el mismo Draghi) son la ultraderecha, pero no representan el populismo. Sobre quién es Vox ver Vox francamente capitalista | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [7]
[13] Ver La “defensora de los trabajadores” Yolanda Díaz nos ataca con la nueva “Reforma Laboral” | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [8]
[14] Amadeo Bordiga: el Principio democrático
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"Fin del partido" es el título de la última entrada del blog de JLR Le Prolétariat universel.
En la parte superior de la página hay un fotomontaje con las palabras "Le palmarès des menteurs" ("El palmarés de los mentirosos"). Alrededor hay fotos de las cabezas de Macron, Le Pen, Mélenchon, Martinez... ¡y de un militante de la CCI! Para que el objetivo quede claro, el acrónimo "CCI" está escrito a lo largo de toda la imagen en mayúsculas. La imagen introduce un largo texto en el que JLR se dedica a llamar mentirosa a la CCI. Un mentiroso peor que Macron, Le Pen, Mélenchon, Martinez... según el fotomontaje.
"Calumnia, calumnia, siempre quedará algo" (Francis Bacon).
JLR discrepa del análisis que hace el CCI del movimiento social contra la reforma de las pensiones. Para la CCI, este movimiento se inscribe en la dinámica internacional iniciada en junio de 2022 en el Reino Unido, con su serie de huelgas y su "verano de la ira": ante el agravamiento de la crisis económica mundial, la clase obrera de los países centrales empieza a levantar la cabeza y a retomar la lucha. En opinión de JLR, la serie de manifestaciones en Francia no fue más que una farsa sindical que condujo a los trabajadores a una nueva derrota. Por otra parte. La CCI nunca ha tenido ningún problema con este tipo de desacuerdos, e incluso deberían ser una oportunidad para el debate y la confrontación de posturas. Con argumentos que lo respalden...
Pero no, a JLR no le interesa el debate y la aclaración, prefiere acusar errónea e indiscriminadamente. En apoyo de su argumento, JLR suelta lo que se supone que es la prueba de las mentiras de la CCI: "Para mentirse a sí mismo sobre el llamado 'despertar internacional del proletariado', puede utilizar incluso una mentirijilla, tan ridícula que resulta irrisoria: "No es casualidad que el lema más popular esgrimido en las pancartas fuera: 'Vosotros nos pusisteis en el 64, nosotros os devolveremos en mayo del 68'. Pero tonterías, habían copiado una foto que yo había hecho de tres jóvenes colegialas con su pequeña pancarta, sentadas en una acera, a las que nadie prestaba atención".
¿Eso es todo? Sí, eso es todo. Para juzgar la "mentirijilla" de la CCI, basta con teclear en cualquier buscador de Internet "Tu nous mets 64, on te re-Mai 68": verás cientos de fotos de manifestantes blandiendo este lema en sus pancartas.
No hay nada "irrisorio" ni "ridículo" en las acusaciones infundadas de JLR. Con su fotomontaje, JLR asocia a un militante de la CCI con los canallas de la burguesía. Equipara a los militantes comunistas con los dirigentes burgueses. Tales comentarios, que equivalen a una calumnia, sólo pueden servir de espantajo para todos aquellos que empiezan a interesarse por las posiciones revolucionarias, las organizaciones comunistas y sus debates.
Hoy, las fuerzas revolucionarias siguen siendo escasas. Las pocas minorías que buscan posiciones de clase son preciosas. Representan el futuro. Ganarlas para el campo revolucionario, permitirles organizarse, apropiarse de los principios y la experiencia de la Izquierda Comunista es vital para el futuro de las organizaciones revolucionarias, para el futuro de las luchas del proletariado, para la posibilidad de la revolución. Nada más y nada menos.
Y aquí tenemos a JLR desprestigiando sin pudor a la CCI y, a través de ella, a la tradición de toda la Izquierda Comunista. En el fondo, no hay aquí otra preocupación que su propio yo, su propio placer, dentro del imaginario político que se ha creado.
Hay que decir que la hostilidad de JLR hacia la CCI fluctúa considerablemente. A veces incluso escribe palabras de elogio para nuestra organización. Luego, otro día, la cubre de barro e insultos. En un artículo de su blog sobre una de nuestras reuniones públicas en la que participó se lee: "El mejor homenaje a esta reunión vino de personas a las que había invitado directamente: 'una reunión en la que pudimos expresarnos libremente, a diferencia de otros grupos políticos, y debatir cuestiones que están excluidas de los medios de comunicación'. También hubo un comentario conmovedor de un antiguo simpatizante de la CCI: "un lugar donde se podía escapar del sentimiento de soledad". Unos días más tarde, calificó a la CCI de "secta neoestalinista" o "secta delirante ajena al proletariado".
No hay absolutamente ningún problema en que JLR acoja favorablemente las posiciones y los planteamientos de la CCI que considera correctos, al tiempo que critica aquellos con los que no está de acuerdo. Todo lo contrario.
Pero no se trata de eso. Es evidente que el juicio global de JLR sobre nuestra organización depende mucho de su estado de ánimo en cada momento. Es un comportamiento totalmente irresponsable1.
Pero la irresponsabilidad puede llevar a cosas muy graves. El blog de JLR está lleno de información sobre los militantes -especialmente de la CCI, a los que a veces califica de "pervertidos-narcisistas", "locos"... Desde descripciones de parejas y sus relaciones, hasta detalles de sus hijos... La vida de los militantes se desnuda sin freno.
Y sin embargo, en este mismo blog, se pueden leer estos comentarios: "¿De verdad va a volver a interesarse la RG2 por el movimiento maximalista3?”, pero junto a esto vemos “noticias cotillas” sobre camaradas.
Su irresponsabilidad e incoherencia le han llevado a publicar la foto de un militante de CCI para regocijo de los RG. Mostrando así el rostro de un militante de la CCI, JLR hace el juego a los enemigos declarados de la CCI y a la burguesía.
De hecho, este tipo de denuncia ha sido incluso permitida y alentada por todos aquellos que utilizan el chivatazo como arma contra la CCI para destruirla, en particular la FICCI (ahora conocida como GIGC), para la que es incluso su especialidad, su marca de fábrica4.
La historia del movimiento obrero demuestra que este tipo de chivatazos siempre ha preparado y acompañado la represión de las organizaciones revolucionarias y de sus militantes. La divulgación de información sensible sobre ellas formaba parte directa de la represión destinada a destruirlas, y constituía la primera etapa. En enero de 1919, fueron los propios socialdemócratas los responsables de las mentiras, calumnias y expresiones de odio que condujeron al asesinato de Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht.
Hoy, para llevar a cabo este trabajo de zapa, para mantener la sospecha sobre las organizaciones revolucionarias e incluso para exhalar el olor nauseabundo de los pogromos, la burguesía no necesita mojarse directamente, puede contar con este lodazal parasitario, dispuesto a todo, y gratis. Sin compartir este detestable objetivo, JLR con su blog alimenta ese carajal pútrido a fuerza de irresponsabilidad y de no pensar más allá de su ombligo.
La pregunta que se plantean ahora las organizaciones revolucionarias y todos aquellos que comparten sus posiciones y su lucha es: ¿cómo podemos luchar contra este comportamiento vergonzoso y destructivo?
La irresponsabilidad sin límites de JLR es alentada por todo el entorno parasitario que se regodea en la calumnia y el chivatazo. Este medio parasitario puede propagarse tanto más fácilmente cuanto que no encuentra obstáculos, ni diques.
A imagen de este mundo en descomposición, proliferan individuos y grupos dispuestos a todo, a propinar los golpes más bajos y sórdidos. El uso de la calumnia y, para algunos, la práctica del chivatazo, son la repugnante encarnación del odio a la organización política del proletariado y del deseo de destruirla, típicos del parasitismo. Pero la actitud de laissez-faire, dejar hacer, de una gran parte de los grupos de la Izquierda comunista, la ausencia de reacción año tras año, calumnia tras calumnia, chivatazo tras chivatazo, facilita este trabajo sucio. Al permanecer en silencio, una gran parte de las organizaciones revolucionarias están en realidad ofreciendo un cheque en blanco, prácticamente un estímulo, a todo este comportamiento destructivo.
No decir nada no es sólo faltar a la más elemental solidaridad que debe imperar entre los grupos históricos de la Izquierda Comunista, es también permitir que nuestra tradición y nuestros principios sean arrastrados por el fango, es hipotecar el futuro. Sin una reacción firme frente a la calumnia y el chivatazo, sin una defensa visible e intransigente de los principios de la Izquierda Comunista, sin la solidaridad en la acción entre las organizaciones revolucionarias5, todo el carajal pútrido del parasitismo sólo puede seguir desarrollándose, asqueando a las minorías en busca y destruyéndolas.
Llamamos también a todos nuestros lectores a participar en esta reacción, a tomar posición y luchar contra estas acciones, a trabajar por la solidaridad proletaria y la defensa de los principios del campo revolucionario y de lo que constituye su arma más preciosa: la organización política del proletariado.
CCI, 19 de junio de 2023
1 "Es una tradición: ¡a los enemigos de la acción, a los cobardes, a los atrincherados, a los oportunistas les gusta coger sus armas de las alcantarillas! Utilizan la sospecha y la calumnia para desacreditar a los revolucionarios" (Víctor Serge).
2 La RG son los Renseignements Générales, un departamento del Estado francés dedicado a la investigación policial de grupos políticos.
3 JLR llama así a los grupos de izquierda comunista
4 ara una lista no exhaustiva de las fechorías de este grupo de estilo policial, véase por ejemplo en nuestro sitio web: "Atacar a la CCI: la razón de ser del GIGC" Atacar a la CCI: la razón de ser del GIGC | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [12].
5 En 2002, el BIPR (ahora Tendance communiste internationaliste) y uno de sus simpatizantes residente en Estados Unidos (llamado AS) fueron atacados por Los Angeles Workers Voice (LAWV). El BIPR denunció a la LAWV por "recurrir a la calumnia" y declaró, con toda razón, que ese comportamiento "prohíbe todo debate ulterior". La CCI expresó inmediata y públicamente su solidaridad con el BIPR y denunció también a la LAWV. El objetivo de nuestro artículo, "Milieu politique prolétarien: Une attaque parasitaire contre le BIPR", era defender tanto al BIPR y al simpatizante de AS, como el honor de toda la izquierda comunista.
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La trágica muerte del joven Nahel en el barrio parisino de Nanterre, asesinado por un policía, desató una tormenta de protestas. Inmediatamente estallaron disturbios en pueblos y ciudades de toda Francia contra este repugnante crimen.
Como puede verse en el vídeo que circuló inmediatamente por las redes sociales, Nahel recibió un disparo a sangre fría a quemarropa por un simple negarse obedecer a la policía. Este asesinato se suma a una larga lista de personas asesinadas y heridas por la policía, en su mayoría impunemente.
La proliferación de controles aleatorios, la discriminación descarada y el acoso sistemático a los jóvenes cuyo color de piel es un poco demasiado "oscuro" son legión. Toda una parte de la población, a menudo pobre y a veces marginada, ya no tolera el racismo constante del que es víctima, el comportamiento arrogante y humillante de muchos policías, ni los discursos de odio que escucha mañana y noche en la televisión y en Internet. El despreciable comunicado de prensa del sindicato Alliance, que se declara "en guerra" contra las "pestes" y las "hordas salvajes", ilustra esta insoportable realidad.
Pero el repulsivo trasfondo xenófobo de muchos policías también permite a todos los defensores de la "democracia" y el "Estado de derecho" enmascarar de forma barata el terror y la violencia cada vez más evidentes que el Estado burgués y su policía ejercen sobre la sociedad. El asesinato de Nahel atestigua el poder creciente de la violencia de Estado, una voluntad apenas velada de aterrorizar y reprimir ante la inexorable crisis del capitalismo, de frente a las inevitables reacciones de la clase obrera y los riesgos de explosión social (disturbios, saqueos, etc.) que seguirán multiplicándose en el futuro.
Si esta violencia se encarna de forma ordinaria en el sometimiento de los explotados en sus lugares de trabajo, en la humillación constante y en la violencia social infligida a los desempleados y a todas las víctimas del capitalismo, también se expresa en el comportamiento cada vez más violento de una parte importante de la policía, de la justicia y de todo el arsenal represivo del Estado, ya sea a diario en los "barrios" o contra los movimientos sociales.
Desde la ley de 2017, que flexibilizó las condiciones en las que la policía podía disparar, el número de asesinatos se ha quintuplicado. Desde que esta ley fue adoptada por un gobierno de izquierdas, el de Hollande, ¡la policía se ha vuelto de gatillo fácil! Al mismo tiempo, la represión de los movimientos sociales no ha dejado de aumentar en los últimos años, como lo demuestra el movimiento de los chalecos amarillos, con multitud de personas apuñaladas, mutiladas o heridas. Más recientemente, la lucha contra la reforma de las pensiones conoció un terrible arrebato policial simbolizado por las numerosas agresiones del BRAV-M. Los opositores a las mega- piscinas de Sainte-Soline y los inmigrantes ilegales expulsados de Mayotte también han sido objeto de una represión ultraviolenta. La ONU llegó a condenar "la falta de moderación en el uso de la fuerza", pero también la "retórica criminalizadora" del Estado francés. Y con razón. Francia dispone de uno de los arsenales policiales más amplios y peligrosos de Europa. El uso creciente de granadas propulsadas por cohetes, granadas lacrimógenas, tanquetas antidisturbios, etc., tiende a transformar los movimientos sociales en auténticos escenarios de guerra, contra personas a las que las autoridades ya no dudan en calificar descaradamente de "delincuentes" o "terroristas".
Los recientes disturbios fueron una vez más una oportunidad para que la burguesía ejerciera una feroz represión, enviando 45.000 agentes de policía, unidades de élite BRI y RAID, coches blindados de la gendarmería, drones de vigilancia, tanques antidisturbios, cañones de agua, helicópteros... En 2005, los disturbios en los suburbios duraron tres semanas porque la burguesía intentó calmar los ánimos evitando otra muerte. Hoy, la burguesía debe imponerse inmediatamente por la fuerza y evitar que la situación se le vaya de las manos. Enfrentada a disturbios mucho más violentos y extendidos que en 2005, está golpeando con una fuerza diez veces mayor.
Cuanto más se deteriora la situación, más se ve obligado el Estado, en Francia como en todas partes del mundo, a reaccionar con la fuerza y una profusión de medios represivos. Pero el recurso a la violencia física y jurídica1 acentúa paradójicamente el desorden y la barbarie que la burguesía intenta contener. Al soltar durante años a sus perros rabiosos contra los sectores más desfavorecidos de la población y al multiplicar la retórica de odio y racismo en las altas esferas del gobierno y en los medios de comunicación, la burguesía ha creado las condiciones para una enorme explosión de ira y violencia ciega. En el futuro, es seguro que la brutal represión de los disturbios que han sacudido Francia en los últimos días también conducirá a más violencia y más caos. El gobierno de Macron no ha hecho más que tapar un fuego que seguirá ardiendo.
El asesinato de Nahel fue la gota que colmó el vaso. Una enorme ola de ira estalló simultáneamente en toda Francia y en países tan lejanos como Bélgica y Suiza. Por todas partes estallaron violentos enfrentamientos con la policía, especialmente en los grandes centros urbanos de París, Lyon y Marsella. Por todas partes, edificios públicos, tiendas, mobiliario urbano, autobuses, tranvías y muchos vehículos fueron destruidos por alborotadores incontrolables, algunos de tan sólo 13 o 14 años. Los incendios arrasaron centros comerciales, ayuntamientos y comisarías, así como escuelas, gimnasios y bibliotecas. Rápidamente aumentaron los saqueos en tiendas y supermercados, unas veces de ropa, otras de comida.
Estos disturbios expresan un auténtico odio hacia el comportamiento de los policías, su violencia constante, sus humillaciones, la sensación que crea su conducta odiosa de injusticia y su impunidad. Pero ¿cómo explicar la magnitud de la violencia y la extensión del caos, cuando el gobierno, en un primer momento, exageró la indignación tras el asesinato de Nahel y prometió penas ejemplares?
La trágica muerte de un adolescente fue el detonante de estos disturbios, una chispa, pero fue la profundización de la crisis del capitalismo y todas sus consecuencias para las poblaciones más precarias y rechazadas la verdadera causa y el combustible de la revuelta, la fuente de un profundo malestar que acabó estallando. Contrariamente a las declaraciones propias de tertulianos de Macron y su camarilla, que culpan a los "videojuegos que han intoxicado" a los jóvenes, o a los padres que deberían dar a sus hijos "dos bofetadas en la cara", los jóvenes de los suburbios, víctimas ya de una discriminación crónica, se han visto duramente golpeados por la crisis, por una marginación creciente, por un empobrecimiento extremo, ahogados en una picaresca de ganarse la vida con pequeños tráficos de todo tipo. En resumen, están sumidos en una situación de abandono y falta de perspectivas.
Pero lejos de ser el resultado de una violencia organizada e intencionada, los disturbios fueron una explosión de la rabia ciega de jóvenes sin brújula, actuando por desesperación y sin perspectiva. Los primeros disturbios suburbanos aparecieron en Francia en torno al inicio de la fase de descomposición del capitalismo2: desde los disturbios de 1979 en Vaux-en-velin, cerca de Lyon, hasta los actuales. Como hemos señalado en el pasado, lo que todos los motines tienen en común es que son una "expresión de la desesperación y del no-futuro que engendra, manifestada en su más absoluto absurdo". Tal fue el caso de los disturbios en los suburbios franceses en noviembre de 2005 [...]. El hecho de que fueran sus propias familias, vecinos o amigos cercanos las principales víctimas de las depredaciones revela la naturaleza totalmente ciega, desesperada y suicida de este tipo de disturbios. De hecho, fueron los coches de los trabajadores que vivían en esos barrios los que fueron incendiados, escuelas o gimnasios utilizados por sus hermanos, hermanas o hijos de vecinos los que fueron destruidos. Y fue precisamente por lo absurdo de estos disturbios por lo que la burguesía pudo utilizarlos y volverlos contra la clase obrera"3.
A diferencia de 2005, cuando los disturbios se limitaron relativamente a los suburbios, como Clichy-sous-bois, los disturbios de principios del verano de 2023 afectan ahora a los centros urbanos, a los cascos urbanos antes protegidos e incluso a pequeñas ciudades de provincias que antes se libraban, como Amboise, Pithivier y Bourges, que han sido objeto de actos vandálicos. La exacerbación de las tensiones y la profunda desesperación de los implicados no han hecho sino aumentar y amplificar este fenómeno.
Contrariamente a todo lo que puedan pretender los partidos a la izquierda del capital, encabezados por los trotskistas del NPA y los anarquistas, los motines no son un terreno favorable para la lucha de clases, ni una expresión de esta, sino todo lo contrario, un verdadero peligro. La burguesía puede explotar tanto más fácilmente la imagen de caos que transmiten los disturbios cuanto que siempre hacen de los proletarios las víctimas colaterales:
- por los daños y destrozos causados, que afectan a los propios jóvenes y a sus vecinos;
- por la estigmatización de las gentes de los suburbios como "salvajes" responsables de todos los males de la sociedad;
- por la represión que encuentra aquí un motivo de oro para reforzarse contra todos los movimientos sociales, y por tanto particularmente contra las luchas obreras.
Por tanto, los disturbios permitieron a la burguesía desencadenar toda una gama de propaganda para alienar aún más a la clase obrera de los jóvenes suburbiales en revuelta. Como en 2005, "la excesiva cobertura mediática permitió a la clase dominante animar al mayor número posible de obreros a ver a los jóvenes alborotadores no como víctimas del capitalismo en crisis, sino como 'matones’. Sólo podían socavar cualquier reacción de solidaridad de la clase obrera hacia estos jóvenes". (ver nota 3)
Es fácil para la burguesía y los medios de comunicación explotar los acontecimientos confundiendo los disturbios con la lucha obrera; poner en el mismo saco, la lucha de clases consciente y organizada de la clase obrera con la violencia indiscriminada y gratuita y los enfrentamientos estériles con la policía. Criminalizando la segunda, puede desatar más violencia (y justificarla) contra la primera. No es casualidad que, durante el movimiento contra la reforma de las pensiones, las imágenes reproducidas una y otra vez en los canales de televisión de todo el mundo fueran escenas de enfrentamientos con la policía, violencia e incendios de contenedores de basura. Se trataba de trazar un lazo de unión entre estas dos expresiones de la lucha social, de naturaleza radicalmente diferente, en un intento de dar una imagen de continuidad y de peligroso desorden4. El objetivo era borrar e impedir que los trabajadores aprendieran las lecciones de sus propias luchas y sabotear el proceso de reflexión sobre la cuestión de la identidad de clase. Los disturbios de Francia fueron la ocasión perfecta para reforzar esta amalgama peligrosa.
La clase obrera tiene sus propios métodos de lucha que se oponen radicalmente a los motines y a las simples revueltas urbanas. La lucha de clases no tiene nada que ver con la destrucción y la violencia indiscriminadas, los incendios provocados, las venganzas y los saqueos que no ofrecen perspectivas ni un mañana.
Aunque se coordinen a través de las redes sociales, sus disturbios son inmediatos y puramente individuales, sin otro objetivo que la venganza y la destrucción. La lucha de la clase obrera es la antítesis de estas prácticas. Por el contrario, es una clase cuyas luchas inmediatas se inscriben en una tradición, en un proyecto consciente y organizado de derrocamiento de la sociedad capitalista a escala mundial. En este sentido, la clase obrera debe cuidarse de no dejarse arrastrar al terreno podrido de los disturbios, en la pendiente de la violencia ciega y gratuita, y menos aún a enfrentamientos estériles con las fuerzas del orden, que sólo sirven para justificar la represión.
A diferencia de los motines, que refuerzan el brazo armado del Estado, las luchas obreras, cuando están unidas y son ascendentes, permiten hacer retroceder la represión. En mayo de 1968, por ejemplo, frente a la represión estudiantil, los movimientos masivos y la unidad de los trabajadores permitieron limitar y hacer retroceder la violencia de la policía. Del mismo modo, cuando en 1980 los trabajadores polacos se movilizaron por todo el país en menos de 48 horas, su unidad y su autoorganización les protegieron de la brutalidad extrema del Estado "socialista". Sólo cuando volvieron a poner su lucha en manos del sindicato Solidarnosc, cuando éste tomó el control de la lucha, cuando los trabajadores se vieron así divididos y privados de la dirección de la lucha, la represión golpeó salvajemente.
La clase obrera debe permanecer cautelosa y sorda al peligro que representa la violencia indiscriminada, para oponerse a su propia violencia de clase, la única que puede conducir al futuro.
WH, 3 de julio de 2023
1 Tras la represión policial, los miles de jóvenes detenidos fueron condenados a penas muy severas en juicios sumarios.
2 Para comprender esta fase terminal de la barbarie capitalista ver nuestras TESIS SOBRE LA DESCOMPOSICION: La descomposición, fase última de la decadencia del capitalismo | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [17]
3 Quelle différence entre les émeutes de la faim et les émeutes des banlieues ? [18] », Révolution internationale n° 394 (octobre 2008)
4 Ver la denuncia de esta trampa repugnante en En Francia como en todas partes... ¡Una misma lucha! ¡Un mismo combate de clase! | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [19]
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Hace más de 100 años la burguesía se llevó un susto mortal con la revolución de 1917 en Rusia y toda la oleada revolucionaria mundial que sacudió el mundo en 1917-23[1]. Desde entonces su Estado se ha reforzado en todos los países no solamente con la represión que cada vez es más bestial, sino, sobre todo, con el despliegue de todo un aparato político y sindical que tiene como función dividir a la clase obrera, arrastrarla ideológicamente al terreno del capitalismo y sabotear su lucha y su toma de conciencia.
Dentro del aparato político del capitalismo hay unas corrientes políticas (trotskistas, anarquistas oficiales, maoístas, estalinistas, “nueva izquierda”) que se presentan como “revolucionarios” y “amigos” de la clase obrera[2]. Critican de manera “incendiaria” al PSOE-Podemos, también a los grandes sindicatos que consideran “burocratizados”, pero su función es sabotear la toma de conciencia de los elementos más conscientes de la clase obrera que buscan una alternativa de lucha contra este sistema cada vez más destructivo.
Cara a la convocatoria electoral del 23 de julio vamos a denunciar sus planteamientos tramposos. Tomaremos 3 “muestras”: la primera -El Militante- nos llama a votar con la nariz tapada por Podemos; la segunda -CRT- nos llama a no votar mientras no haya una “Izquierda de Verdad”; la tercera -Corriente Roja- nos llama a un “cambio de régimen” que es puro capitalismo de Estado disfrazado de “democracia obrera y popular”.
Izquierda Revolucionaria es el órgano de El Militante, un grupo trotskista[3]. No podemos explicar aquí los orígenes del trotskismo y su función actual[4]. En un análisis de las elecciones municipales y regionales del 28 de mayo, reconocen que el gobierno PSOE-Podemos ha decepcionado a los trabajadores, que la pobreza, la precariedad laboral, la crisis de la vivienda, la carrera armamentista, el compromiso con la guerra de Ucrania, la barbarie con los emigrantes etc., se han acentuado como nunca bajo el “gobierno más progresista de la historia”.
Partiendo de este hipócrita reconocimiento de la evidencia, Izquierda Revolucionaria lanza 3 engaños para impedir que los trabajadores actúen en consecuencia.
Primer engaño: Podemos sería la gran esperanza de “renovación de la izquierda”. Muchos trabajadores hace tiempo que han perdido las ilusiones en el PSOE, en el movimiento de indignados se gritaba PSOE-PP la misma mierda es, Entre rosas y gaviotas nos toman por idiotas o ¿Dónde está la Izquierda? Al fondo a la derecha.
Para cubrir esa brecha en el aparato estatal de izquierdas, politólogos, universidades, antiguos miembros de partidos estalinistas, medios de comunicación -incluso de derecha y extrema derecha- montaron a toda prisa Podemos como denunciamos en su momento[5]. El Militante, muy a su pesar tiene que reconocer el comportamiento anti obrero de Podemos: “La Ley de Vivienda que han esgrimido como un gran logro es un fraude colosal. Lo mismo sucede con ese engendro del que nadie habla ya, el Ingreso Mínimo Vital, un montaje incapaz de enfrentar la pobreza y la marginalidad que ha sido un rotundo fiasco. O la gestión de Alberto Garzón al frente del Ministerio de Consumo, incapaz de hacer nada por combatir y movilizar contra la escalada de precios de los alimentos y productos básicos”
Pero esta “crítica” es “entre amigos” pues como dice el artículo “los amigos de verdad siempre dicen lo que piensan honestamente”. Es decir, que Izquierda Revolucionaria sigue considerando a sus “amigos” de Podemos como la “esperanza” de los trabajadores frente a las “vacilaciones socialdemócratas” del PSOE.
Segundo Engaño: habría que votar a la Izquierda para cerrar el paso a la derecha y la extrema derecha. Después de “denuncias fuertes” al gobierno de coalición PSOE-Podemos ¿que conclusión saca Izquierda Revolucionaria? ¿Qué son ENEMIGOS DEL PROLETARIADO Y SERVIDORES DEL CAPITALISMO? ¿Que el único camino es la LUCHA AUTONOMA DE CLASE?
¡Todo lo contrario! Su respuesta es elocuente: “No somos sectarios, es más, hemos sido criticados innumerables veces por las sectas por apoyar críticamente en las urnas a Podemos, por negarnos a defender la abstención o el voto nulo. Por eso tenemos el derecho para señalar que esta estrepitosa derrota es la constatación del fracaso del Gobierno de coalición, y especialmente del fracaso de esa política “realista” de los dirigentes de Podemos con la que pretendían frenar a la extrema derecha y obligar al PSOE a girar a la izquierda”.
Es decir, Izquierda Revolucionaria llama a votar. ¿Votar a quién? No lo dice abiertamente, pero el voto que pide se deduce de esta frase: “Las elecciones del 23 de julio serán una nueva prueba, y obviamente nos movilizaremos para frenar a la extrema derecha y a la reacción”. Habría que seguir votando a Podemos “para frenar a la extrema derecha”. Izquierda Revolucionaria quiere que olvidemos una lección marcada con la sangre de muchos millones de trabajadores asesinados bien por la represión bien por las guerras imperialistas: cuando los trabajadores eligen campo entre las fracciones de la burguesía el resultado es siempre el reforzamiento del capitalismo y, por tanto, más explotación, más miseria, más guerras, más barbarie. La alternativa no es Derecha – Izquierda, Fascismo – Democracia etc., sino LUCHA AUTONOMA DEL PROLETARIADO CONTRA EL CAPITALISMO EN TODAS SUS VERSIONES.
Tercer engaño: adulterar la lucha de clases. Este es el peor de los engaños que propaga Izquierda Revolucionaria. Denuncia a Podemos, PSOE y los grandes sindicatos porque “su apuesta, en los hechos, [es] ¡Nada de lucha colectiva, nada de combatir en las calles, nada de organizarse! ¡Búscate la vida y trata de sobrevivir! Con este mensaje, que le viene como anillo al dedo a la derecha ayusista y a Vox, es inevitable que la clase obrera se desmovilice, como hemos visto en los barrios obreros de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona”. Su conclusión es que “no se puede acabar con el capitalismo sin primar la lucha en las calles, en las fábricas y empresas, en los centros de estudio y barrios”
Pero ¿en qué consiste esa “lucha en las calles”? Pues consiste, en primer lugar, en poner la lucha obrera al servicio de los intereses del capitalismo. “El impresionante movimiento de masas que vivió el Estado español: las marchas de la dignidad, las huelgas generales, las mareas en defensa de la sanidad y la educación públicas, el levantamiento del pueblo de Catalunya, las grandes huelgas feministas”
¡Eso no es la lucha autónoma de la clase obrera! Eso es un conjunto de movimientos burgueses: defensa de la nación, defensa del feminismo, defensa del Estado a través de la falsa dicotomía público – privado…
La lucha de la clase obrera es la lucha en su terreno de clase por sus reivindicaciones contra la explotación, es la lucha contra la guerra imperialista oponiéndose a todos los bandos en conflicto, es la lucha orientada a la Revolución Mundial para destruir el capitalismo en todos los países etc. Es una lucha de AUTONOMIA POLITICA rechazando elegir entre “lo público y lo privado”, entre “Cataluña o España”, entre “el feminismo y la armonía intrafamiliar”, entre Derecha e Izquierda.
Izquierda Revolucionaria en sus reproches a Pablo Iglesias le acusa de olvidar “como la lucha revolucionaria de los obreros y los campesinos impuso la Segunda República, y como los trabajadores, con las armas en la mano, combatieron el fascismo durante tres años. Y también olvida que los trabajadores y la juventud se levantaron contra la dictadura franquista, desafiaron a su aparato policial y militar, y con su lucha abnegada arrancaron las libertades democráticas que hoy disfrutamos y nos están arrebatando”.
La Segunda República, que solo en sus 15 primeros meses, asesinó a más 1500 huelguistas, la guerra “antifascista”, una carnicería con un millón de muertos, la “conquista de la democracia” que desde hace casi 50 años nos ha llevado a situación insoportable que hoy padecemos … ¡esos serían los objetivos de la lucha de clases según Izquierda Revolucionaria!
En segundo lugar, la “lucha en las calles” para Izquierda Revolucionaria es meter en el mismo saco la lucha genuina de la clase obrera (la que hemos visto en Gran Bretaña o en Francia recientemente) y movimientos interclasistas o de violencia desesperada: “Francia asiste a una sublevación juvenil en los barrios populares y empobrecidos de las grandes ciudades que, como en el caso de los chalecos amarillos o la batalla de las pensiones, se dirige contra el corazón de las instituciones capitalistas republicanas”. Izquierda Revolucionaria mezcla el agua con el fuego: la lucha obrera como la de Francia o Gran Bretaña es la única perspectiva posible, lo otro, los Chalecos Amarillos, la revuelta desesperada de los suburbios franceses, van en dirección contraria. Al hacer esas mezclas, Izquierda Revolucionaria adultera y desarticula la lucha obrera.
Izquierda Diario es el órgano de otro grupo trotskista: el CRT (Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras). En un artículo titulado Europa. Estado español: contra el avance de la derecha, no caigamos en la trampa del mal menor (laizquierdadiario.com) [22] denuncia la trampa del “mal menor”: seguir votando a la izquierda para cerrar el paso a la derecha.
Izquierda Diario trata de responder a toda una franja de trabajadores que están hasta las narices de que les hagan tragar la política de miseria capitalista asustándoles con el mantra de ¡qué viene el lobo fascista! Reconoce que “la mejor alfombra roja para el ascenso de la derecha siempre es un gobierno que se dice progresista y aplica en esencia sus mismas políticas”.
En los últimos 100 años la política del “mal menor” ha sido letal para el proletariado. La practicó en los años 20 del siglo XX la Internacional Comunista en degeneración con todas sus propuestas del Frente Unido con la socialdemocracia y los “gobiernos obreros” lo que acabó de dar la puntilla a la oleada revolucionaria proletaria de 1917-23. Después en nombre del “mal menor” frente al fascismo en los años 30, el proletariado fue enrolado en la segunda guerra mundial para defender la “democracia” y, previamente, en España para oponerse a Franco en defensa de la República que se había manchado con la sangre de miles de obreros asesinados[6].
Sin embargo, la denuncia del “mal menor” por parte de la CRT tiene truco. Su posición es que “El programa reaccionario del PP y Vox supone una grave amenaza para la clase trabajadora, los sectores más empobrecidos y los derechos de mujeres, personas LGTBI e inmigrantes. Una agenda que pretende avanzar en la precarización del trabajo, los recortes sociales, la reversión de conquistas democráticas y el avance de una línea autoritaria contra todas las disidencias, sean independentistas o luchadores sociales”.
Aquí vemos en primer lugar, que la CRT defiende la misma trampa que sus colegas de El Militante: encerrar la lucha obrera en la cárcel de las “conquistas democráticas”, el “independentismo” y la “disidencia social”.
CRT sigue cultivando el engaño de que el capitalismo se reduciría a la Derecha y la extrema derecha. Con ello oculta que el Estado capitalista cuando se da la fachada democrática cuenta con un dispositivo para ocupar todo el terreno social en el cual forman parte Derecha y Extrema Derecha, Izquierda y Extrema Izquierda. Si examinamos la historia reciente de España, desde 1975, la agenda de “precarización del trabajo”, de “recortes sociales” etc., fue iniciada e impulsada por los Gobiernos PSOE, lo que hicieron los gobiernos de derecha fue continuar y profundizar esas políticas. Lo mismo ocurrió en la Segunda República donde fue el PSOE quien desató, en la coalición con los republicanos, una brutal represión contra las luchas obreras. El gobierno de derechas que le sucedió en 1933 continuó fielmente esa línea llevándola más lejos[7]. Esto es igualmente cierto a nivel mundial, bastaría recordar cómo el partido socialista italiano y los graves errores de la IC hicieron la cama a Mussolini y como tanto socialdemócratas como” comunistas” contribuyeron a que Hitler alcanzara democráticamente el poder[8].
CRT nos entrampa con otro engaño: habría que rechazar una “izquierda de mentira” para conseguir una “izquierda de verdad”: “la supuesta alternativa a la derecha que presenta el “progresismo” y con la que está comprometida la burocracia sindical, condena a la clase trabajadora a confiar en un nuevo gobierno que seguirá gobernando para los grandes capitalistas y que pasará, en el nombre de frenar a la derecha, gran parte de su agenda. No se puede enfrentar a la derecha de verdad con una izquierda de mentira”.
¿No nos presentaron a Podemos como la “izquierda de verdad” frente a la “izquierda de mentira” del PSOE? Ya hemos visto unos pocos años después en qué ha quedado esa “renovación”.
Pero el CRT sigue vendiendo la misma moto trucada: “en las próximas elecciones generales, consideramos que la mejor opción sería poder constituir un agrupamiento de la extrema izquierda y sectores de vanguardia bajo esta perspectiva de independencia de clase, un programa anticapitalista y una posición claramente antiimperialista respecto al imperialismo español y su escalada militarista como parte de la OTAN”.
CRT quiere que nos estrellemos una y otra vez en la “renovación de la izquierda”. Si Podemos ha sido un fraude repugnante ¿qué pasó con Syriza en Grecia? ¿Qué está pasando con Boric en Chile o con Petro en Colombia?
Esto nos lleve a denunciar el tercer engaño de la CRT: esa “izquierda de verdad” opondría “a la agenda reaccionaria de la derecha un programa para que la crisis la paguen los capitalistas, para reducir la jornada laboral y repartir las horas de trabajo entre ocupados y parados, para expropiar los pisos vacíos en manos de la banca y los fondos buitre, para prohibir los desahucios y pasar a plantilla fija a todos los contratos temporales y externalizados”.
Este “programa” es el mismo que el de la “izquierda de mentira” disimulado con sobrepujas radicales. ¿En qué consiste que la crisis la paguen los capitalistas? ¿En ponerles más impuestos? Ya hemos visto como el gobierno de la “izquierda de mentira” ha puesto un impuesto a la banca o un impuesto a las eléctricas. También han rebajado el IVA en algunos alimentos y están topando alquileres supuestamente para “luchar contra los fondos buitre”. Sin embargo, la inflación ha seguido campando a sus anchas, la luz no ha bajado y los bancos nos ahogan con hipotecas cada vez más usureras. El eslogan de “hacer pagar la crisis a los capitalistas” es la tapadera radicaloide de medidas de capitalismo de Estado que el capitalismo necesita para hacer frente a la agravación de la crisis. Esas medidas no alivian la situación de los trabajadores, sino que la agudizan todavía más.
Lo de “repartir las horas de trabajo entre los obreros ocupados y los parados” parece muy “solidario”, pero es la excusa que el capitalismo ha tomado para imponer la precarización. En nombre de “dar trabajo a los parados” la señora Yolanda Díaz ha convertido los contratos fijos en contratos absolutamente precarizados.
Las medidas de CRT de “lucha contra el capitalismo” encierran dos engaños: 1º hacer creer que sería posible un capitalismo ideal donde se pondría coto a los fondos buitres o se repartiría solidariamente el trabajo; 2º hacer creer que el Estado que no es otra cosa que la dictadura del capital sería un órgano neutral que podría tomar medidas favorables a los trabajadores.
Aunque actualmente está afiliada a una de las ramas del trotskismo (LIT-CI)[9], Corriente Roja viene de una escisión de IU, es decir, indirectamente del estalinismo. En apariencia va más lejos que El Militante y que CRT. Sin decirlo claramente no llama a votar: “Frente al llamado al voto “útil” o al “mal menor”; o sea, a votar al PSOE, en directo o en diferido, desde Corriente Roja nos reafirmamos en que no hay atajos basados en construir aparatos electorales. Sin enfrentar la desigualdad social, acabar con los privilegios, lucros de los multimillonarios y poner sus propiedades y toda la economía al servicio de la mayoría social y del reequilibrio ambiental, la propaganda de la izquierda reformista continuará siendo palabras vacías”.
Pero Corriente Roja defiende el mismo terreno que sus colegas rivales de CRT y El Militante: el mal mayor sería la Derecha y la Extrema Derecha, pues “Los resultados de este 28 de mayo, tendrán como primera consecuencia, un ataque aún mayor a nuestras libertades democráticas y una ofensiva ideológica que vamos a tener que enfrentar. Pero la derecha y ultraderecha solo será derrotada a través de la movilización y organización de la clase trabajadora y la juventud”. PSOE y Podemos, pese a las “críticas incendiarias” que Corriente Roja les dirige, serían en realidad “tontos útiles” de la Derecha, no serían lo que son en realidad: defensores acérrimos del capitalismo y enemigos jurados de los trabajadores.
Corriente Roja agita otra de las trampas de los izquierdistas: dicen luchar contra el capitalismo, pero para ellos “los amos del país”, serían “la Banca y las grandes empresas del Ibex 35”. Reduciendo el capitalismo a las grandes empresas y a los bancos ocultan lo que es en realidad el capitalismo: un sistema de relaciones sociales basados en la explotación del trabajo asalariado, un monstruoso engranaje donde el Estado juega un papel esencial. Quieren que solo veamos la punta del Iceberg (las empresas del Ibex 35) para que no veamos el Iceberg capitalista en su totalidad.
Esta ocultación de la realidad del capitalismo fundamenta la “alternativa” tramposa que Corriente Roja agita. Primero nos embauca con “¡Necesitamos organizarnos para imponer un programa de cambio real, de ruptura con este Régimen y este sistema!”, para decirnos que “el objetivo” sería “sustituir el actual sistema corrupto por una verdadera democracia obrera y popular, por un gobierno de los trabajadores y trabajadoras”.
¿En qué consistiría esa “verdadera democracia”? En la página Web de Corriente Roja encontramos una respuesta: “Necesitamos un cambio inmediato de este mundo y el sistema que lo maneja, por ello queremos expropiar al gran capital y que la economía esté al servicio de la clase obrera. Tenemos claro que esta es una lucha internacional y que debemos acabar con la Europa capitalista y colonialista, esa Unión Europea que es un arma de guerra social de los banqueros y las multinacionales, y construir una Europa unida de los trabajadores y los pueblos”.
Eso de poner la economía al servicio de los trabajadores son buenas palabras que todo el mundo predica, empezando por el gobierno PSOE-Podemos que Corriente Roja tanto critica. La Ley de la Vivienda, la Reforma Laboral, el Ingreso Mínimo Vital… han sido presentados como “medidas sociales” en beneficio de los trabajadores.
Expropiar al “gran capital” es una vieja medida de capitalismo de Estado que han practicado todos los capitalismos, tanto de derechas como de izquierdas. Franco, De Gaulle, Mussolini, Bush, Hitler… han “expropiado” grandes capitalistas según las conveniencias del capital nacional en su conjunto. Es una medida que nada tiene ver con el socialismo sino con el capitalismo de Estado, Engels recordó en el Anti – Dühring que “El Estado moderno, cualquiera que sea su forma, es una máquina esencialmente capitalista: el Estado de los capitalistas, el capitalista colectivo ideal. Cuantas más fuerzas productivas pone bajo su propiedad, y cuanto más se convierte en capitalista colectivo de hecho, más ciudadanos explota. Los trabajadores siguen siendo asalariados, proletarios. La relación capitalista no se suprime, al contrario, se lleva al límite”.
Corriente Roja plantea una “lucha internacional”, pero esta se acaba en los límites de la Unión Europea. La revolución proletaria no es posible en un solo país o en un grupo de países, ha de ser mundial o será derrotada como demostró la tragedia de la revolución en Rusia. Para colmo, Corriente Roja nos habla de una Europa “de los trabajadores y de los pueblos”. Una vez más nos engaña mezclando el agua con el fuego, la clase obrera es la clase antagónica con el capitalismo, en cambio, el “pueblo” es una entelequia sin contenido detrás de la cual el capitalismo disfraza sus intereses particulares a la vez que ataca la noción vital de clases y lucha de clases.
C.Mir 7-7-23
[1] Ver nuestro manifiesto sobre el centenario de la revolución en Rusia Manifiesto de la Corriente Comunista Internacional sobre la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia La revolución mundial es el único futuro de la humanidad | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [23]
[2] “El conjunto de corrientes llamadas “revolucionarias”, tales como el maoísmo –que es una simple variante de los partidos pasados a la burguesía-, el trotskismo– que tras haber constituido una reacción proletaria contra la traición de los PC’s se ha visto atrapado en un proceso similar de degeneración –o el anarquismo tradicional –que se sitúa hoy en una postura política de defensa de un cierto número de posiciones de los partidos socialista o comunistas pertenecen al mismo campo que ellos, el campo del capital. El que tengan menos influencia o el que utilicen un lenguaje más radical no quita para nada el carácter burgués de su programa y su naturaleza que hace de ellos útiles recogedores o suplentes de los grandes partidos de izquierda” Plataforma Política de la CCI, punto XIII, Plataforma Política de la Corriente Comunista Internacional | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [24]
[4] Remitimos al lector a dos artículos: Internationalisme no 26, septiembre de 1947 - ¿Qué diferencia hay entre los revolucionarios y el troskismo? | Corriente Comunista Internacional [26] y ¿Cuales son las diferencias entre la Izquierda Comunista y la IVª Internacional? | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [27]. Respecto de El Militante denunciamos su forma de colarnos la Defensa de la Nación en «El Militante»: Cómo inocular el nacionalismo con argumentos "radicales" | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [28]
[5] Ver Podemos: un poder del Estado capitalista | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [29]
[6] Ver nuestro libro España 1936, Franco y la República masacran al proletariado | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [30]
[7] Ver nuestra serie Los Gobiernos de Izquierda al servicio de la explotación capitalista: Los gobiernos de izquierda en defensa de la explotación capitalista (I) | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [31] , Los Gobiernos de Izquierda en defensa de la explotación capitalista (II) Los gobiernos PSOE de la democracia | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [2] y Los gobiernos de Izquierda en defensa de la explotación capitalista (III) La trampa está en la letra pequeña | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [32]
[8] Ver nuestra serie La responsabilidad de la izquierda en el ascenso del fascismo La responsabilidad de la izquierda del Capital en el ascenso del fascismo (I) | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [33] y La responsabilidad de la Izquierda del Capital en el ascenso del fascismo (II) | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [34]
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En el contexto de una recuperación de su combatividad por la clase obrera a nivel mundial, de la ola de luchas masivas especialmente en Reino Unido y Francia[1], la clase obrera en España también tiende a luchar en su propio terreno, el de la defensa de sus condiciones de vida y de su solidaridad de clase. Las luchas se multiplican en el último mes, especialmente en Sanidad y Justicia, y afectan a cada vez más sectores. Cabe destacar igualmente las luchas en Vigo en torno a los compañeros del metal.
Sin embargo, no lo hacen sin tener que hacer frente a las innumerables trampas que orquesta el pulpo del Estado democrático totalitario, con sus múltiples y venenosos tentáculos. En España tenemos un reparto de tareas entre los grandes sindicatos que se dicen “de clase” (CCOO y UGT) y todo un conjunto de sindicatos de muchos tipos (corporativos, de base, “radicales” etc.)
CCOO y UGT adoptan una actitud “moderada” y de “perfil bajo”. Han firmado un acuerdo con la patronal que impone una baja brutal de salarios[2] y procuran evitar las huelgas y cuando las convocan lo hacen de la manera más aislada posible para que no tengan repercusión en el resto de los obreros. Esta actitud viene de la incomodidad de tener al “gobierno de izquierdas más progresista de la historia” lo que no les permite ponerse en plan de “agitadores” pues ello entrañaría el riesgo de poner en evidencia que la democracia de izquierdas es el vestido que le conviene a la burguesía cuando necesita decorar su dictadura de clase y preparar el terreno para sus ataques a los trabajadores. La UGT, por ejemplo, no tuvo ningún reparo en poner una barrera entre los trabajadores de Francia y España al declarar su “solidaridad con las luchas en Francia frente a un Macron demasiado duro”, pero que en cambio en España todo iría mucho mejor[3]. En Madrid, sin embargo, responsabilizando a la presidenta Ayuso del PP y desviando la lucha hacia la anti-privatización y contra la derecha[4], los grandes sindicatos se vieron forzados a hacer algo por la presión de los trabajadores de la educación y la sanidad, que tendían a converger en su lucha.
Son las plataformas, los sindicatos corporativos, de base, nacionalistas, “radicales” los que más dominan un terreno social cada vez más caldeado y difícil de manejar sin perder su apariencia radical. Son los encargados de movilizar aquí y allá, por sectores y de forma dispersa las numerosas expresiones de combatividad que también están cada vez más presentes en los trabajadores de diferentes sectores.
Hemos de recordar que en julio del año pasado en Vitoria hubo fuertes expresiones de combatividad que partieron de los obreros del pequeño metal los cuales “se dirigieron a los obreros de Mercedes Benz (MB), donde la mitad de la plantilla paró en solidaridad. Esta solidaridad es el arma primordial del proletariado. Sin embargo, los sindicatos, brazo fundamental del Estado para el sabotaje de las luchas obreras, consiguieron que la huelga en MB se aislara en un problema de MB, el sexto turno (introducir el trabajo los sábados). Al separar y oponer dos reivindicaciones que podían y debían UNIRSE (la solidaridad con los compañeros del metal y la lucha contra el 6º turno) estos sindicatos encerraron la lucha de MB en el aislamiento y con ello tanto los compañeros del pequeño metal como los de MB fueron a la derrota, perdiendo la fuerza más vital que es LA SOLIDARIDAD”[5].
En estas condiciones, Vitoria, una ciudad con una historia de luchas obreras[6] y que contiene algunas de las mayores concentraciones obreras del País Vasco (al menos entre Mercedes Benz y Michelin), ha vuelto a ser el escenario de luchas de los trabajadores en su propio terreno.
A finales de mayo veíamos cómo los pequeños sindicatos minoritarios del comité de empresa de Michelin-Vitoria se veían forzados a tomar las riendas de la correa sindical que nos impone la burguesía, debido a que en la plantilla se venía gestando un rechazo cada vez más combativo de una situación de “pluses cada vez más bajos, jornadas cada vez más altas, trabajo continuado sin apenas descanso en verano, ritmos de producción insoportables, cada vez más personas con lesiones de origen laboral, discriminación salarial contra los nuevos trabajadores, una creciente pérdida de poder adquisitivo, más aún en contraste con la inflación…mientras a la par Michelin no para de mejorar sus beneficios con récords de ganancias…”. Una situación combinada con el desprecio de la empresa hacia los trabajadores que supuestamente “saldrían muy caros”.
Ante esta situación, entre el 30 de mayo y el 15 de junio la gran mayoría de los 3500 trabajadores de la fábrica han sido movilizados masivamente en paros por turnos, piquetes, concentraciones y manifestaciones por la ciudad, y se han desarrollado asambleas de empresa vigiladas y pautadas por los sindicatos, presionados por la explosión de combatividad colectiva de los trabajadores en su propio terreno, aunque con muchas trampas y dificultades como veremos. Esta lucha, por supuesto la empresa no dejó de declararla como fuera de lo normal, coaccionante, y carente de diálogo y negociación civilizada. Fuera de lo normal e incivilizada ¡para los intereses de la burguesía! Pero además de la evidente oposición rabiosa de la empresa, la orientación de las luchas ha tendido a estancarse y finalmente sofocarse gracias al trabajo combinado de diferentes brazos del Estado democrático, especialmente los sindicatos.
El papel sindical se ha cumplido gracias a una doble labor, pretendidamente opuesta e incluso en cierta competencia, pero en realidad coordinada contra los trabajadores, con tareas repartidas entre los grandes y los pequeños sindicatos[7].
- CCOO y UGT han operado fundamentalmente para mantener su perfil bajo, retrasar lo máximo posible la lucha para desmovilizar a los trabajadores en favor de las negociaciones en las que hacer pasar las propuestas patronales como victorias de los trabajadores. Aunque se han visto obligados a unirse puntualmente, han evitado rápidamente seguir mojándose gracias a la convocatoria trampa de un referéndum.
- CGT, ELA, ESK y LAB se han encargado de las funciones más viles y enrevesadas que se requieren para anticiparse y conducir directamente la lucha de los trabajadores, de llevar el disfraz de “obreros” y “combativos”.
De este modo estos cuatro sindicatos alternativos convocaron una serie de acciones supuestamente “desde la unidad y sin siglas sindicales” subiendo sus pesados culos a hombros de las reivindicaciones de la plantilla, mientras a su vez, dentro de la lógica misma de su papel, desarrollaban en la práctica una serie de maniobras encaminadas a mantener la correa sindical, a exagerar las debilidades de la lucha y relativizar o evitar lo más importante, impidiendo así su desarrollo real y llevando a los obreros a la mejor derrota posible.
Desde el principio focalizaron las esperanzas en el bloqueo de la economía[8], el paro de la producción ("éxito rotundo y la producción ha parado por completo”), las herramientas de presión a la empresa, hacer mucho ruido, etc. Pero los trabajadores tenemos una lección que se repite una y otra vez: ¡lucha aislada es lucha perdida![9] Los sindicatos alaban la evidente solidaridad de los trabajadores de distintas ramas de la empresa si no les queda otro remedio, pero ocultan todo lo razonablemente posible la necesidad de extender la lucha, de buscar por todos los medios la solidaridad real a través del envío de delegaciones a otras empresas y sectores, para intentar extender la lucha desde el principio. Si el ruido puede cumplir una función, ¡debe ser en esa dirección!
Por eso, cuando los trabajadores de Mercedes Benz o los proletarios jubilados parece que podían mostrar algunos signos de solidaridad con los obreros en lucha, estos servidores disimulados de la dominación de la burguesía esperan hasta el último momento y maniobran para sustituir la posible solidaridad real por la solidaridad formal de una mera carta de apoyo de parte del comité de empresa de Mercedes, donde los sindicatos “de base” y “radicales” son mayoría. Estos pequeños sindicatos con una mano dicen la verdad del sabotaje que practican sus hermanos mayores, y con la otra esperan a animar con la boca pequeña a “su” plantilla a participar “en la medida de nuestras posibilidades” en las movilizaciones de Michelin, cuando ya estaba prácticamente negociada su derrota a través de un referéndum democrático, como explicaremos después.
En cuanto a las asambleas aparentemente abiertas a la plantilla, estos canallas, que suelen convencer a elementos “no tan burocratizados” de la empresa para representarlos, llaman asambleas generales a una especie de asambleas participativas de consulta a la plantilla, convocadas y dirigidas por ellos (por no mencionar el requisito de llevar el carnet de la empresa), pero ¡nada de asambleas abiertas y accesibles a todos los trabajadores de no importa qué sector, en las que discutir ampliamente los fines y medios de lucha, con delegaciones elegidas y revocables en todo momento! [10] Lo que la clase obrera realmente necesita es ¡excluir a los sindicatos y toda lógica sindical de sus asambleas autoorganizadas!
Después de cuatro jornadas de lucha la estrategia de la burguesía para frenarla y a su vez mantener la mejor reputación de los sindicatos ha sido la de llevar la democracia a la fábrica[11]: en la reunión del comité sindical intercentros se decidió someter la nueva “oferta” de convenio a referéndum. No solo la lógica del voto democrático niega el desarrollo de lucha y de toma de consciencia de clase, sino que además destruye la solidaridad, atomiza a los individuos y los hace autoculpabilizarse. Especialmente trata de crear una cuña de división y enfrentamientos entre trabajadores que quieren mantener la huelga a toda costa y aquellos que dudan más, que se dan cuenta de que muchas convocatorias sindicales son en realidad[12] jornadas de desgaste o de liberación de tensiones.
La trampa además era doble porque encima la votación competía a todos los trabajadores de Michelin en España a los que afectara el nuevo convenio. Lo que quiere decir que cuando se produce un foco de combatividad obrera, bastaría convocar un referéndum que incluya a trabajadores más divididos, atomizados y envueltos en la rutina en otras partes de la misma empresa para demostrar que, ¡sorpresa! ¡Lo que cuenta al fin y al cabo es la opinión democrática y “libre” de todos los ciudadanos! Esta lógica democrática es la lógica de los trabajadores convertidos en ciudadanos aislados, divididos por sectores, chantajeados aquí y allá de una manera u otra, donde en un sitio se reparten caramelos y en otros, tortas.
La gran mayoría de los sindicatos, salvo ELA que cumplía la siempre imprescindible función de apariencia más radical aún, llamó a la participación en el referéndum. Algunos para votar sí, y otros para votar no, ¡pero todos a confiar en la farsa democrática! Y el “pobre” ELA quedó solo porque, claro, el referéndum se estaría planteando según él en “un plazo inaceptable” y no ofrecería, según ellos, “las debidas garantías democráticas”.
Estos sindicatos se presentan radicales y como “sindicatos de verdad” solo para desviar todo lo posible la lucha, como en el metal de Cádiz en 2021[13], hacia acciones estériles, cortes de tráfico, hacia la confianza en los mejores convenios colectivos, el aislamiento en el sector, todo ello con eslóganes aparentemente obreros. Como decíamos en las luchas en SEAT en 2006, “algunos, como la misma CGT, o Corriente Roja, o CNT, etc, dicen que la alternativa a las múltiples traiciones de los grandes sindicatos, es “otro” sindicalismo “combativo” y “de clase”, que defienda la lucha de los trabajadores. Pero como muestra la misma experiencia de SEAT, en realidad la actitud de ese “otro” sindicalismo sirve de complemento, para acabar llevando a los obreros a aceptar las condiciones de la patronal y el Estado. El problema no es tal o cual sindicato, sino la forma sindical de lucha y de organización”[14].
Para cerrar el círculo que el Estado democrático establece alrededor de la lucha y llevarla a la derrota, interviene otro tentáculo, el izquierdismo[15], que es “en el abanico de fuerzas del capital, la última muralla contra el avance de la conciencia proletaria. Es la muralla "radical". Como en otras cuestiones, la ideología izquierdista se manifiesta en la cuestión sindical con un doble lenguaje anti y pro -sindical.”[16]
El izquierdismo tiene como primera misión el dar un “marco político” a la acción sindical. Este marco político es invariablemente un “Gobierno de izquierdas”, el “cerrar el paso a la derecha y la extrema derecha”, la defensa de lo “público” (es decir, del dios Estado) y darle algunas picaduras de mosquito a los capitalistas haciéndoles pagar más impuestos (que pueden fácilmente evadir) o incluso “amenazarles” con “nacionalizar” algún sector “estratégico”. Es decir, defender el capitalismo con el anzuelo de “ponerlo al servicio de los obreros”. Estos señores que tienen la desfachatez de reclamarse de Marx entran claramente en lo que el Manifiesto Comunista define como “socialismo burgués”: “Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa (…) Todo el socialismo de la burguesía se reduce, en efecto, a una tesis y es que los burgueses lo son y deben seguir siéndolo... en interés de la clase trabajadora”.
Por ejemplo, los izquierdistas trotskistas de El Militante-Izquierda Revolucionaria, vinculados a “Sindicalistas de Izquierda”, se encargan de promocionar a los sindicatos de ESK, LAB y CGT en Michelin en una entrevista con sus representantes sindicales, que concluye en la necesidad de que (parafraseando) “ante la posibilidad de un Gobierno de la reacción tras el 23J, el camino es el que ejemplarmente han marcado estos sindicatos en Mercedes y Michelin, movilizar a la plantilla, conseguir que la producción pare por completo y forzar a la empresa a volver a la negociación para no perder las conquistas sociales, y demostrar que el camino tomado por gobierno y patronal es el equivocado”[17].
Estos grupos critican la “política de paz social, conciliación y pacto de CCOO y UGT” los cuales “deberían desburocratizarse, cumplir sus verdaderas funciones y estar presentes en las luchas sociales en vez de garantizar el avance de la derecha en el terreno electoral”, y alaban y sustentan políticamente a un sindicalismo “verdaderamente combativo”. A parte de toda esta parafernalia, ¿en qué convierten estos grupos en realidad la necesidad de extensión de las luchas y las asambleas generales?
La supuesta extensión de la lucha que preconizan, siempre jugando con trucos para limitarla y sectorializarla lo máximo posible, tendría como supuesto horizonte la huelga general para la defensa de lo público, para que “los empresarios paguen su parte”, para “tumbar a la derecha y a la reacción”, para “exigir la dimisión de los que reprimen las luchas” y la entrada en el gobierno de una “izquierda de verdad” que no decepcione con sus políticas ni provoque la abstención electoral de los trabajadores, para exigir la nacionalización de empresas, la participación obrera en su gestión (p.ej.,“la nacionalización de los supermercados bajo el control democrático de los trabajadores”[18]), la ilusión de supuestamente “ir recuperando las conquistas sociales y derechos de los años pasados”, etc., y por supuesto “pidiendo apoyo económico para resistir”.
Por otro lado, llaman a formar supuestas asambleas obreras que preferiblemente inician (o recuperan) ellos mismos, y se proclaman de entrada como representantes “combativos” de los trabajadores. Son asambleas donde los sindicatos se ponen de entrada a la cabeza, para controlarlas de raíz, introducir su lógica sindical, orientarlas maquiavélicamente (con vocabulario obrero) a la derrota. En las recientes luchas en Francia llamaban a asambleas donde “la izquierda y el sindicalismo militante y combativo” estuvieran involucrados al máximo para organizar “una huelga general que golpee con toda la fuerza a las empresas y banca privadas, expropiarlas y nacionalizarlas para la gestión democrática de los asuntos económicos, superar la deriva autoritaria, racista y represiva del Estado y enfrentar la extrema derecha”.
En realidad, toda esta palabrería solo se emplea para a continuación justificar la necesidad de “un sindicalismo de clase”, el cual, a pesar de sus grandes palabras sobre “impulsar la organización y la solidaridad obrera, la unificación de las luchas, y vincularnos internacionalmente a otras plataformas de sindicalistas combativos.”, su programa real es totalmente burgués, encaminado a llevar a los trabajadores la defensa mistificada de un Estado “más obrero y democrático”.
Las luchas en Francia no han conseguido echar atrás la reforma de las pensiones, la oleada huelguista en Gran Bretaña se ha ido diluyendo poco a poco. Hemos visto que la huelga de Michelin en Vitoria se ha saldado con una derrota.
“A veces los trabajadores triunfan, pero es un triunfo efímero. El verdadero resultado de sus luchas no es tanto el éxito inmediato como la creciente unidad de los trabajadores” (Manifiesto Comunista).
Si hemos denunciado minuciosamente la acción complementaria de los grandes sindicatos, de los sindicatos radicales y de los izquierdistas, es porque el principal obstáculo que encuentran las luchas es la acción de esos aparatos dentro del marco del Estado democrático. Este, en nombre del capital, nos va a atacar a muerte sea cual sea el gobierno que esté al frente. El capitalismo no puede hacer otra cosa que empeorar en todos los terrenos -ecológico, guerra, barbarie- y sobre todo en el de las condiciones de vida obrera donde no vamos sino hacia más precariedad, más desempleo, más pobreza, menos vivienda, más crueldad en el trabajo cotidiano. Por eso no tenemos más perspectiva que la lucha obrera, pero la lucha obrera que se unifica, que se autoorganiza en Asambleas Generales, que toma una dimensión y una unidad internacional. Esa es la única perspectiva.
Opero. 07/07/2023
[1] Hemos hecho una hoja internacional de contribución a las luchas en curso planteando una perspectiva, ver Reino Unido, Francia, Alemania, España, México, China... ¡Ir más lejos que en 1968! | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [39]. Un balance de las luchas habidas en Francia se puede ver en Balance del movimiento contra la reforma de las pensiones: ¡la lucha está por delante! | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [40]
[2] Ver Propuesta salarial de CCOO-UGT: Los sindicatos nos venden frente a la inflación | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [6]
[3] Pedro Sánchez presume un día sí y otro también que mientras en Francia hay “tensión e incluso ambiente de guerra civil” en España habría “paz y progreso social”.
[4] Ver Ante los ataques a los trabajadores de la sanidad, ¿lucha de clases o confrontación izquierda - derecha “por la sanidad pública”? | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [41]
[5] Ver El “giro a la izquierda” del PSOE: un arma para sabotear la lucha y la conciencia obrera | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [42]
[6] Ver Hace 40 años la naciente democracia española se estrenó con los asesinatos de obreros en Vitoria | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [43]
[7] La oposición entre sindicatos, además de una cierta oposición real de intereses, cumple también, y, ante todo, en el marco del Estado totalitario de la decadencia capitalista, la función de sembrar la división entre los trabajadores.
[8] Ya hemos visto a raíz de las luchas en Francia lo que significaba la trampa del bloqueo de la economía. Ver nuestro artículo de marzo: ¿Puede hacer retroceder a la burguesía el bloqueo de la economía? | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [44] Es más, fue precisamente esa trampa lo que llevó a los mineros ingleses en sus luchas de 1984 a la desmoralización, a desgastarlos encerrados en su sector y a una derrota muy importante.
[10] Como hicieron los obreros en Vigo en 2006, ver Huelga del metal de Vigo: Los métodos proletarios de lucha | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [46]
[11] Esta estrategia no es ninguna novedad. Ver, por ejemplo, nuestro artículo sobre el referéndum en SEAT en 2009: Referendum en seat: ensayo general para nuevos ataques a las condiciones de vida de la clase obrera y su conciencia | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [47]
[12] En las genuinas asambleas obreras se discute largo y tendido, reflexionando seriamente, los pros y los contras de cada acción, tratando de dar argumentos para convencer y no tanto ejercer presiones, culpabilizar, crear divisiones entre trabajadores.
[13] Ver Lecciones de la huelga en Cádiz: la clase obrera no tiene más que falsos amigos y enemigos declarados | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [48]
[14] Ver Lecciones de la huelga de SEAT: No a las «movilizaciones» sindicales, Sí a la lucha obrera | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [49]
[15] Por posiciones izquierdistas queremos decir las de aquellas corrientes integradas en el Estado burgués apoyando “de forma crítica” a los partidos de izquierdas de la burguesía (partidos “socialistas” y “comunistas” estalinistas), así como a los sindicatos. Estas expresiones del capitalismo decadente, como el trotskismo, el maoísmo o la mayoría del anarquismo tienden a ocupar un lugar “extremista” y extraparlamentario en el Estado, y su función histórica es controlar con ideologías radicales a los sectores del proletariado más activos y conscientes.
[16] Ver Los sindicatos contra la clase obrera. Parte 1. | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [50]
[17] Esta y otras citas, que no están copiadas y pegadas tal cual sino presentadas de modo que evitar parrafadas grandilocuentes de apariencia obrera, sí están fielmente tomadas de diferentes partes del discurso que expresa en su web el grupo izquierdista “Izquierda Revolucionaria” https://www.izquierdarevolucionaria.net/index.php/estado-espanol/euskal-herria/13675-conflicto-obrero-en-michelin-gasteiz-esta-lucha-no-va-a-pasar-en-balde-en-la-conciencia-de-la-gente [51]
[18] De la web del grupo “sindicalistas de izquierda”: https://sindicalistasdeizquierda.net/index.php/que-somos [52]
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El sábado 10 de mayo, ocurrió un accidente en la Mina Yanaquihua, ubicada en el departamento de Arequipa, provincia de Condesuyos, al sur del país, en el que murieron 27 obreros. La causa oficial de muerte fue la intoxicación por monóxido de carbono, luego de un incendio en el socavón. En esta zona, se practica la pequeña minería de extracción de oro, llevada a cabo por diversas empresas contratistas que realizan los servicios de operación. El Ministerio Público ha iniciado una investigación, en la cual no descarta que haya habido negligencia al momento del accidente. Como era de esperarse, más allá de pequeñas reseñas en los medios de comunicación, los responsables de la empresa Sermiglod (empleadora de los trabajadores fallecidos) no ha emitido ningún comunicado sobre el accidente, y como ha ocurrido en otras ocasiones, luego del impacto comunicacional de los hechos, toda cae en el hermetismo y en el ir y venir de las investigaciones y procedimientos administrativos, terminando la noticia silenciada.
Esta nueva tragedia, será llevada por los medios de comunicación y especialistas al servicio de la burguesía, al callejón sin salida de las opiniones y explicaciones técnicas, dentro de las cuales, no se descarta la manida idea sobre la informalidad y la formalidad de la actividad minera, según la cual, toda la actividad minera informal, es considerada como la “mala”, “la contaminante”, “la depredadora”, “la evasora de impuestos” o la “que más accidentes laborales ocasiona”. Todas estas afirmaciones, resultan una gran burla para los trabajadores y la población en general, no solo porque la minería informal en el país mueve tantos recursos económicos e influencia política como la minería formal (además, los dueños de la minería informal son los mismos propietarios de otros negocios formales), sino porque oculta la verdadera razón de los accidentes laborales: la explotación del trabajo en condiciones cada vez más precarias y la búsqueda de grandes ganancias a costa de la vida de los trabajadores, quienes, por el temor al hambre y la miseria para ellos y sus familias, se ven obligados a aceptar las condiciones laborales que impone el capital.
Tal como lo registra el diario La República, basado en datos suministrados por el Ministerio del Trabajo y Promoción del Empleo de Perú, entre 2012 y 2022, se registraron 2153 muertes de trabajadores en sus centros laborales. Sobre los accidentes laborales en distintos sectores de producción, la fuente mencionada señala: “Justamente, el sector que más muertes registra es la explotación de minas y canteras, con 405 muertes (18,81% del total de rubros del país) en los últimos 10 años. Le siguen la industria manufacturera con 290 y construcción con 268. En detalle, quienes más fallecen en las minas son obreros (154) y operarios (92), ambos grupos trabajadores de minas, lo que representa el 60,74% del total de decesos en este trabajo. Un panorama similar ocurre para los otros dos tipos de labores”. En realidad, los accidentes laborales y las muertes que genera han ido en aumento no solo en Suramérica; la OIT, basada en cifras de 2018, señaló que, a nivel mundial, se producían 2,8 millones de muertes anuales por accidentes o enfermedades laborales no fatales.
Con respecto a los factores que influyen en el deterioro físico y potencial muerte de trabajadores, tomando como ejemplo la Unión Europea, las enfermedades laborales son causadas principalmente por la exposición en el trabajo a factores de riesgo físico (vibración, ruidos, levantamiento manual y trabajo sedentario), organizativo (trabajo por turnos o estrés) y químico, biológico o una combinación de estos. De igual manera, a nivel mundial han aumentado las enfermedades cardiovasculares y síndromes (como el de Burnout), asociados a un incremento de los ritmos de trabajo y a la presión que sufren los trabajadores, (mayores exigencias de productividad, deudas, competitividad) en contexto de crisis económica mundial que tiende a agravarse.
No importa si es una mina grande o pequeña, informal o formal, de capital nacional o extranjero, siempre ocurren estos “accidentes” que matan, mutilan o enferman de por vida a los obreros condenados a trabajar y arriesgar sus vidas en esos socavones inseguros y mal olientes. La minería siempre deja muchas víctimas al año ya lo hemos mencionado, hay muchos datos al respecto incluso información registrada por el Ministerio de energía y Minas y otras fuentes de propio Estado burgués[1], pero en el Perú, como en cualquier país del mundo, se minimizan o se ocultan.
Es sabido que la minería informal y artesanal campean a sus anchas en el sur peruano. Solo en regiones como Puno o Madre de Dios existen más de 50 mil trabajadores laborando en las peores condiciones. La necesidad y la desesperación empujan a los proletarios de esas regiones a vender su fuerza de trabajo, sabiendo que cada vez que entran a la mina se juegan la vida.
La precariedad reina en el sector minero en general. Esto se evidencia en las condiciones de trabajo que existen tanto en empresas grandes como Shougang, Cuajone, Yanacocha, Toquepala, Antamina como en las pequeñas como Yanaquihua, .En todo el sector minero los obreros son enviados a trabajar con implementos básicos de seguridad (1 par de guantes, casco, botas, respirador ,todo barato). Los obreros ingresan con lo mínimo a grandes profundidades, con paredes sostenidas con vigas, muchas veces húmedas, podridas o bañadas en petróleo lo cual facilita la propagación de cualquier incendio o explosión, como paso en Yanaquihua. Sin equipos contraincendios o zonas de protección en caso de derrumbes. Haciendo brutales jornadas en turnos de día y de noche, sufriendo un desgaste físico que a la larga merma su salud a temprana edad. Para el Capital invertir en seguridad son costos que mermaría sus ganancias. La minería, como la primera actividad económica de la burguesía peruana, es la que más ingresos genera a sus arcas y a las del Estado, por concepto de exportaciones a los grandes mercados de China, USA y Europa. Es el sector de la burguesía más pudiente del país. Tienen mucha prensa comprada, congresistas que los defienden y hasta programas de radio y TV. Financian museos, fundaciones filantrópicas y concursos académicos en alianza con el Estado.
La minería es pues la actividad por excelencia de la sacrosanta economía peruana y por ello no se le toca ni con la última página de un periódico. Y sin embargo, es la que más obreros mata en el Perú.
A esa precariedad en que trabajan los obreros mineros, se suman las miserables condiciones laborales: exigencias de mayor productividad, sobre tiempos, salarios bajos, tercerización. Todo ello provoca en los trabajadores mutilaciones, stress, enfermedades respiratorias como la silicosis que son solo algunas muestras del futuro gris al que se enfrentan los obreros mineros. La precarización y la sobreexplotación son parte indesligable de la actual dinámica del Capitalismo Mundial y su lógica de maximizar las ganancias con el mínimo coste posible. Este empeoramiento ha ido en relación inversa al aumento de los precios en el mercado mundial (cobre u oro disparados a precios históricos). Toda esta situación precaria facilita “accidentes” y la muerte de obreros como el sucedido en Yanaquihua. La precariedad de las condiciones de trabajo actuales se ha incrementado en el marco de esta fase de putrefacción que hoy atraviesa el Capitalismo mundial[2]. La precariedad y las muertes en socavones mineros los vemos en todo el mundo: Chile, Colombia, Venezuela, Canadá, Sudáfrica y más recientemente en China con los obreros muertos en minas de carbón. El cada uno a la suya de cada burguesía en competencia con las demás, está llevando a la muerte a cientos de obreros en todo el planeta. La precariedad no es una “maldición” ni un asunto de “mala gestión”. Mucho menos episódica. Todo lo contrario, obedece a la cada vez mas profunda crisis económica mundial que se ha acelerado con la Descomposición, que es la fase que actualmente atraviesa el Capitalismo mundial. El deterioro brutal y acelerado de las condiciones de vida de los trabajadores obedece a la actual etapa de pudrimiento del orden burgués a todos sus niveles.
Hay una serie de situaciones conexas, que son parte de la descomposición capitalista que afecta a las condiciones de vida de los trabajadores. No es sólo la explotación asalariada que lleva aparejado con el Capitalismo. Esta dinámica minera capitalista, está relacionada con negocios conexos, tales como, la trata de mujeres, explotación sexual, narcotráfico, alcoholismo. Hay también vínculos con el crimen organizado, el secuestro y explotación de mujeres y niños. Todas estas expresiones del capitalismo putrefacto demuestran el nivel de hundimiento en que se encuentra este sistema social. Pero los efectos de la explotación minera no se quedan allí.
El daño y la destrucción ambiental es total en las zonas y pueblos que rodean las minas. El cinismo de la burguesía es monumental, con su discurso de “la minería trae progreso” y que “minería y medioambiente si pueden convivir. Para luego vanagloriarse de ser “respetuosos” de las normas ecológicas y de haber elaborado sesudos “estudios de impacto ambiental”. Todo un discurso hipócrita del cual son cómplices, por supuesto, las instituciones del Estado como el Congreso, el Ministerio del Ambiente, SENACE[3], instituciones que, año tras año, vienen dando carta blanca a estas empresas para arrasar con lo que quieran. Un ejemplo concreto de ello es el conocido caso de La Oroya (Departamento de Junín), considerada una de las 10 ciudades más contaminadas del mundo, donde se produjo el tristemente célebre episodio de “los niños de plomo”, ya que la contaminación con zinc, cobre y dióxido de azufre generó daños cerebrales y otras enfermedades en los infantes[4].
El Capital no solo explota y mata en los centros de trabajo, sino que, ha extendido su ponzoña a los barrios proletarios. Claro ejemplo, es lo sucedido con la empresa china que construye el Megapuerto de Chancay la cual ha provocado el hundimiento de calles y casas en barrios proletarios de esa ciudad[5] o como sucedió el año pasado con el derrame petrolero por negligencia de Repsol, en el mar de Ventanilla hasta la provincia de Supe, perjudicando a los obreros pescadores de la zona y dañando la salud de miles de familias proletarias[6].
Frente a esta tragedia continua que viven los trabajadores en general y los mineros en particular, solo queda al proletariado unir sus fuerzas para luchar contra la degradación de sus condiciones de vida. Las luchas actuales en Gran Bretaña y en Francia son una muestra de lo que aquí queremos decir. Como dice una de nuestras hojas internacionales: “Nuestras luchas son el único baluarte contra esta dinámica autodestructiva, el único baluarte contra la muerte que el capitalismo promete a toda la humanidad. Porque, dejado a su propia lógica, este sistema decadente arrastrará a partes cada vez mayores de la humanidad a la guerra y la miseria, destruirá el planeta con gases de efecto invernadero, bosques arrasados y bombas”.[7]
No es guardando esperanzas en las “mejoras a los sistemas de seguridad laboral”, en los seguros laborales o en la formalidad capitalista de sus empresas, no es siguiendo el coro a las facciones burguesas que hipócritamente se lamentan cada vez que hay un accidente o mueren trabajadores, ni arrimando el hombro a los sindicatos, que usan la “seguridad laboral” como enganche propagandístico en sus campañas para convencer a los trabajadores de los “beneficios” de la explotación capitalista. La fuerza del proletariado radica en el carácter internacional e histórico de su lucha, en el mantenimiento de su identidad de clase y en su capacidad para desarrollar lazos de solidaridad, capacidades necesarias para llevar su lucha a una dimensión política que le permita echar abajo al capitalismo.
Internacionalismo Perú
09062023
[3] Servicio Nacional de Certificación Ambiental Para las Inversiones Sostenibles.
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Los pasados 23 y 24 de junio -justo cuando se enfrentaba a la contraofensiva de Ucrania- uno de los Estados y ejércitos más poderosos del planeta se vio amenazado por el Grupo Wagner, un ejército de comandos privados formado por mercenarios vinculados al entorno del propio Putin. Toda una división militar, encabezada por Prigozhin, se dirigió hacia Moscú sin encontrar ningún obstáculo. Situaciones como ésta, que parecen absurdas, se repiten cada vez más a medida que se acelera la putrefacción del capitalismo. Precisamente la guerra en Ucrania se ha convertido en un acelerador de la descomposición, extendiendo la inestabilidad y el caos por todo el mundo.
Estados Unidos, al tender la trampa que empujó a Rusia a la guerra con el objetivo general de debilitar a China, está actuando como el aprendiz de brujo: al principio calculó que podría tener cierto control sobre el conflicto; ahora resulta que es incapaz de controlar sus consecuencias a más largo plazo. Esto puede compararse con las "guerras contra el terror" que justificaron las invasiones de Afganistán (2001) e Irak (2003). También en este caso, Estados Unidos, al intentar mantener su liderazgo mundial, acabó provocando el caos en Oriente Medio. Aunque al principio consiguió controlar hasta cierto punto la región y arrastrar a las reticentes potencias europeas, todo el proceso fomentó una desestabilización y un caos aún mayores e irreversibles1.
La rebelión de Wagner, aunque rápidamente atajada, puso de manifiesto las fragilidades del Estado ruso, que amenazan con desembocar en una fragmentación política, que no sólo afectará a la burguesía rusa, sino que llevará al mundo a niveles de gran inestabilidad. Además, ahora vemos entrar en escena a personajes como Prigozhin, dispuestos a disputarse el control del poder y, por supuesto, de las armas nucleares.
La implosión del bloque del Este a principios de los años 90 confirmó que el capitalismo entraba en su fase de descomposición, caracterizada por el desorden mundial y la lucha de "todos contra todos". La causa principal de este colapso fue la presión de un doble fracaso económico y político del sistema estalinista en el contexto de una crisis acelerada y profunda del capitalismo en todo el mundo2. El colapso de la URSS provocó entonces brutales brotes de nacionalismo separatista en todo su territorio.
Tras el frustrado golpe de Estado de mediados de 1991, este proceso se descontroló aún más, obligando a las potencias occidentales, principalmente Estados Unidos, a intentar contener la avalancha que se les venía encima y que amenazaba con desbordar las fronteras de la antigua URSS. Estas potencias ofrecieron ayuda alimentaria, facilidades para la financiación de la deuda, etc. Por supuesto, esta "ayuda" no se hizo por altruismo, sino que, como siempre, se basó en cálculos imperialistas destinados a beneficiarse de la nueva configuración geopolítica. Hoy, Rusia vuelve a estar en el centro de las convulsiones, pero esta vez en el contexto de un empeoramiento de la situación y en circunstancias mucho más graves e imprevisibles.
Los 30 años de profundización de la descomposición han aumentado la tendencia al declive de la hegemonía estadounidense, lo que ha exacerbado las ambiciones imperialistas de todos los demás países, en particular reavivando la ambición de Rusia de recuperar un lugar importante en la constelación imperialista.
Ahora la guerra de Ucrania está acelerando la descomposición. La prolongación de la guerra está debilitando las fuerzas de Rusia y socavando la unidad de la burguesía en torno al Estado, un proceso que amenaza con alcanzar niveles explosivos. Un año antes del motín de Wagner, advertíamos que la "operación especial" sobre Ucrania corre el riesgo de "constituir una segunda desestabilización profunda tras la fragmentación resultante de la implosión de su bloque (1989-1992): en el plano militar perderá probablemente su rango de número 2 del ejército mundial; su economía ya está debilitada y caerá en más y más problemas [. ... y] las tensiones internas entre facciones de la burguesía rusa sólo pueden intensificarse, [...] Algunos miembros de la facción dirigente (cf. Medvédev) ya están advirtiendo de las consecuencias: un posible colapso de la Federación Rusa y el surgimiento de diversas mini-Rusias con líderes impredecibles en posesión de armas nucleares"3.
Al principio de la guerra, la burguesía parecía unificada en torno a Putin como representante del Estado, pero a medida que el conflicto se prolongaba, empezaron a surgir rivalidades y disputas entre grupos. En enero de 2023, ciertos acontecimientos ya presagiaban tensiones en la cúpula militar, al ser destituido Sergei Surovikin, que comandaba las tropas rusas en Ucrania.
En un contexto de descomposición, cualquier pretexto puede desencadenar enfrentamientos, que rápidamente pueden volverse explosivas. En este sentido, el motín liderado por Prigozhin, aunque pudo aparecer como una pequeña fisura, creció rápidamente, mostrando la frágil unidad dentro de la estructura de poder y la incapacidad del Estado para contener la dinámica hacia el caos. Vladimir Gelman, profesor y analista ruso, siguiendo el comportamiento de los distintos sectores durante la llamada "Marcha por la Justicia" de Prigozhin, señala que, si bien la caravana militar no recibió el apoyo abierto de ningún sector militar o civil, tampoco lo hizo Putin: "nadie salió en su apoyo. Ni alcaldes ni líderes regionales salieron (...) no dieron ningún paso político...". Esta espera para ver en qué dirección soplaban los vientos pone al descubierto la vigilancia y la cautela que muestran los diferentes grupos burgueses en un contexto en el que la desconfianza y el choque de intereses han aumentado. Si gente como Lukashenko se ofreció como negociador con Prigozhin, fue para evitar que la guerra se trasladara a Bielorrusia por una posible incursión del "Regimiento Kalinoŭski" formado por opositores al gobierno de Lukashenko que luchan en el bando ucraniano.
Las propias burguesías de las grandes potencias han expresado su temor a una descomposición del Estado ruso. Durante la crisis entre el grupo Wagner y el ejército ruso, "los funcionarios estadounidenses prestaban especial atención al arsenal nuclear ruso, nerviosos por la inestabilidad de un país con el poder de aniquilar a la mayor parte del planeta..."4. Si nos fijamos en sus declaraciones sobre los acontecimientos, no cabe duda de que la burguesía en su conjunto está preocupada por las dificultades del Estado ruso expresadas por el motín de Prigozhin. Todos coinciden en que existe una gran división y fragilidad en el aparato estatal. Zelensky, presidente de Ucrania, fue el primero en decir que Putin es débil y que su gobierno se está "desmoronando".
Si nos fijamos en sus declaraciones sobre los acontecimientos, no hay duda de que la burguesía en su conjunto está preocupada por las dificultades del Estado ruso expresadas por el motín de Prigozhin. Todos coinciden en que existe una gran división y fragilidad en el aparato estatal. Zelensky, presidente de Ucrania, fue el primero en decir que Putin es débil y que su gobierno se está "desmoronando". Antoni Blinken, secretario de Estado de EEUU, aunque dice que "es demasiado pronto para saber cómo va a acabar esto", valora que hay "fisuras reales" en el Gobierno de Putin, que distraen y dividen a Rusia y le dificultan "proseguir la agresión contra Ucrania". Incluso Trump, que se ha presentado como "amigo" de Rusia, afirma que "Putin está algo debilitado" y pide al Gobierno estadounidense que aproveche esta circunstancia para negociar un alto el fuego. Sólo China evita expresar su percepción de la debilidad del gobierno de Putin y presenta el motín de Wagner como un "asunto interno". La despreocupación con la que valora los acontecimientos es más que un acto diplomático y en realidad esconde la preocupación por el efecto que tendría un debilitamiento de Rusia en sus fronteras, y más aún si se produjera la ruptura de la Federación Rusa, hasta ahora su principal aliado.
Por su parte, Putin afirma que mantiene la unidad y la fuerza de la Federación, aunque intenta ganarse la lealtad de los distintos órganos de represión prometiendo más armas y mejores salarios. Pero ¿será esto suficiente para eliminar las divisiones en la estructura militar y la baja moral de las tropas?
Lo que está cada vez más claro es que, a medida que se prolongue la guerra en Ucrania, el caos y la barbarie se extenderán y profundizarán, afectando directamente a Rusia, pero dado que es "el Estado más grande y uno de los más armados del mundo [... su desestabilización] tendría consecuencias imprevisibles para todo el mundo"5.
Las posibles consecuencias de una guerra prolongada podrían ser:
- ampliación de las grietas en el seno de la burguesía, que llevaría al estallido de una guerra civil, en la que el conjunto de la población, y en particular la clase obrera, serviría de carne de cañón; - acciones erráticas e irresponsables por parte del grupo en el poder encabezado por Putin, quien, viéndose acorralado, podría hacer uso del arsenal nuclear... Por el momento, anunció el despliegue de armas nucleares tácticas en territorio bielorruso a partir del 7 u 8 de julio;
-La aparición de camarillas irracionales en pugna por el poder, que tendrían a mano un gran arsenal de armas nucleares, dispuestas a blandirlas a toda potencia para posicionarse mejor en la nueva configuración del poder. Las acciones del grupo Wagner son un claro ejemplo de este riesgo. Además, existen escalofriantes precedentes en este sentido, por ejemplo, con la amenaza de bombardear la central nuclear de Zaporizhzhia, en el sur de Ucrania, la mayor de Europa y una de las 10 mayores del mundo, amenazando a la humanidad con el peligro muy real de una catástrofe nuclear en plena Europa.
Pero la locura bélica no es exclusiva de un bando de la burguesía: EEUU acaba de suministrar a Ucrania bombas de racimo, que se esparcen por miles, matan en el acto y permanecen latentes durante décadas.
Sean cuales sean las iniciativas que se tomen, provocarán catástrofes que pueden esparcirse por todo el mundo. Como afirmamos a finales de 2022, los años 20 del siglo XXI están resultando ser los más turbulentos de la historia, con una acumulación de desastres y sufrimientos para la humanidad (pandemias, hambrunas, desastres medioambientales...), que están fuera de control y plantean la cuestión de su supervivencia como especie. Pero es preciso comprender que la guerra, acción intencionada y planificada del Estado capitalista es, sin duda, el principal desencadenante de la barbarie y el caos.
En cuanto a las repercusiones internacionales, aunque no podemos aventurar una conjetura ya que la situación es altamente impredecible, ya hay algunos indicios de que importantes países de Europa del Este están calculando cómo pueden aprovechar esta situación para avanzar sus propias bazas imperialistas, como en el caso de Polonia: la guerra de Ucrania ha dado a Polonia una mayor importancia estratégica para los EE.UU., lo que le ha permitido reforzar sus fuerzas militares con el suministro de armamento por parte de la OTAN, incluyendo tanques de tecnología avanzada (en previsión del acomodo del grupo Wagner en Bielorrusia6).Este reforzamiento militar ha ido de la mano del renacimiento de los viejos sueños imperialistas de Polonia de extender su influencia en Europa del Este7.
En todos estos enfrentamientos entre grupos burgueses, éstos no dejan de escupir su veneno contra la clase obrera. Con sus fintas, demostraciones militares y declaraciones, todas las bandas de la clase dominante buscan mostrar su fuerza al adversario, pero también sembrar el miedo y la confusión entre los trabajadores. Cada facción que participa en la guerra intenta mostrarse como víctima o defensor de la libertad, para dominar y controlar las reacciones de los explotados y utilizarlos como carne de cañón en los frentes de guerra, o para someterlos al inmovilismo y la pasividad, aceptando el aumento de la explotación y la degradación de las condiciones de vida en nombre de la "patria". En particular, aprovechando la guerra en Ucrania y concretamente el motín de Wagner, la burguesía refuerza su discurso sobre la democracia y la lucha contra la autocracia, intentando a toda costa ocultar que su sistema podrido, construido sobre la explotación, la miseria y la guerra, sólo puede ofrecer destrucción y caos. La prolongación de su existencia pone en peligro la vida misma de este planeta, y la guerra en Ucrania, con todas sus peligrosas consecuencias destructivas, demuestra que esta amenaza va en aumento.
Frente a la barbarie capitalista, la única fuerza social capaz de detenerla es el proletariado. No olvidemos que “la primera guerra mundial no acabó por las negociaciones diplomáticas o por las conquistas de tal o cual imperialismo, FUE TERMINADA POR EL LEVANTAMIENTO REVOLUCIONARIO INTERNACIONAL DEL PROLETARIADO”8
T-RR 12-7-23
1 Imperialist interests behind the Afghan ‘mission’ [60], World Revolution n° 327
2 Sobre la descomposición ver TESIS SOBRE LA DESCOMPOSICION: La descomposición, fase última de la decadencia del capitalismo | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [17] y sobre el estallido del bloque del Este ver Tesis sobre la crisis económica y política en los países del Este | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [61]
3 Significado e impacto de la guerra en Ucrania | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [62]
4 Un motín en Rusia ofrece pistas sobre el poder de Putin [63] (Russian mutiny offers clues about Putin's power)
5 Los años 20 del Siglo XXI: La aceleración de la descomposición capitalista plantea abiertamente la cuestión de la destrucción de la humanidad | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [64]
6 Polonia enciende las alertas en la frontera por la presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia y pidió ayuda a la Unión Europea [65].
7 Polonia quiere anexionarse tres regiones del oeste de Ucrania cuando se negocie la paz [66]
8 El capitalismo lleva a la destrucción de la humanidad solo la revolución mundial del proletariado puede acabar con él | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) [67]
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/files/es/elecciones_23_j.pdf
[2] https://es.internationalism.org/content/4562/los-gobiernos-de-izquierda-en-defensa-de-la-explotacion-capitalista-ii-los-gobiernos
[3] https://es.internationalism.org/content/4315/gobierno-psoe-que-hay-detras-de-la-mocion-de-censura
[4] https://es.internationalism.org/content/4873/el-giro-la-izquierda-del-psoe-un-arma-para-sabotear-la-lucha-y-la-conciencia-obrera#sdfootnote8anc
[5] https://es.internationalism.org/content/4936/espana-el-gobierno-mas-progresista-de-la-historia-dispara-el-gasto-de-guerra
[6] https://es.internationalism.org/content/4927/propuesta-salarial-de-ccoo-ugt-los-sindicatos-nos-venden-frente-la-inflacion
[7] https://es.internationalism.org/content/4501/vox-francamente-capitalista
[8] https://es.internationalism.org/content/4759/la-defensora-de-los-trabajadores-yolanda-diaz-nos-ataca-con-la-nueva-reforma-laboral
[9] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/situacion-politica-1
[10] https://es.internationalism.org/tag/2/31/el-engano-del-parlamentarismo
[11] https://es.internationalism.org/files/es/blog_22le_proletariat_universel22_una_charlataneria_irresponsable_que_hace_el_juego_a_la_burguesia.pdf
[12] https://es.internationalism.org/content/4909/atacar-la-cci-la-razon-de-ser-del-gigc
[13] https://es.internationalism.org/tag/geografia/francia
[14] https://es.internationalism.org/tag/corrientes-politicas-y-referencias/parasitismo
[15] https://es.internationalism.org/tag/3/45/descomposicion
[16] https://es.internationalism.org/files/es/frente_a_la_barbarie_del_estado_burgues_la_violencia_ciega_es_un_callejon_sin_salida.pdf
[17] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[18] https://fr.internationalism.org/ri394/quelle_difference_entre_les_emeutes_de_la_faim_et_les_emeutes_des_banlieues.html
[19] https://es.internationalism.org/content/4954/en-francia-como-en-todas-partes-una-misma-lucha-un-mismo-combate-de-clase
[20] https://es.internationalism.org/tag/2/29/la-lucha-del-proletariado
[21] https://es.internationalism.org/files/es/izquierdistas.pdf
[22] https://www.laizquierdadiario.com/Estado-espanol-contra-el-avance-de-la-derecha-no-caigamos-en-la-trampa-del-mal-menor
[23] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201710/4237/manifiesto-de-la-corriente-comunista-internacional-sobre-la-revolucion
[24] https://es.internationalism.org/cci/200509/145/plataforma-politica-de-la-corriente-comunista-internacional
[25] https://www.izquierdarevolucionaria.net/
[26] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200910/2675/internationalisme-no-26-septiembre-de-1947-que-diferencia-hay-entr
[27] https://es.internationalism.org/cci-online/200706/1935/cuales-son-las-diferencias-entre-la-izquierda-comunista-y-la-iv-internacional
[28] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200512/350/el-militante-como-inocular-el-nacionalismo-con-argumentos-radicales
[29] https://es.internationalism.org/cci-online/201406/4033/podemos-un-poder-del-estado-capitalista
[30] https://es.internationalism.org/cci/200602/539/espana-1936-franco-y-la-republica-masacran-al-proletariado
[31] https://es.internationalism.org/content/4521/los-gobiernos-de-izquierda-en-defensa-de-la-explotacion-capitalista-i
[32] https://es.internationalism.org/content/4625/los-gobiernos-de-izquierda-en-defensa-de-la-explotacion-capitalista-iii-la-trampa-esta
[33] https://es.internationalism.org/content/4650/la-responsabilidad-de-la-izquierda-del-capital-en-el-ascenso-del-fascismo-i
[34] https://es.internationalism.org/content/4661/la-responsabilidad-de-la-izquierda-del-capital-en-el-ascenso-del-fascismo-ii
[35] https://www.corrienteroja.net/
[36] https://es.internationalism.org/tag/corrientes-politicas-y-referencias/trotskismo
[37] https://es.internationalism.org/tag/2/36/los-falsos-partidos-obreros
[38] https://es.internationalism.org/files/es/luchas_obreras_vitoria.pdf
[39] https://es.internationalism.org/content/4950/reino-unido-francia-alemania-espana-mexico-china-ir-mas-lejos-que-en-1968
[40] https://es.internationalism.org/content/4961/balance-del-movimiento-contra-la-reforma-de-las-pensiones-la-lucha-esta-por-delante
[41] https://es.internationalism.org/content/4882/ante-los-ataques-los-trabajadores-de-la-sanidad-lucha-de-clases-o-confrontacion
[42] https://es.internationalism.org/content/4873/el-giro-la-izquierda-del-psoe-un-arma-para-sabotear-la-lucha-y-la-conciencia-obrera
[43] https://es.internationalism.org/content/4144/hace-40-anos-la-naciente-democracia-espanola-se-estreno-con-los-asesinatos-de-obreros
[44] https://es.internationalism.org/content/4932/puede-hacer-retroceder-la-burguesia-el-bloqueo-de-la-economia
[45] https://es.internationalism.org/cci-online/201302/3622/lucha-aislada-lucha-perdida
[46] https://es.internationalism.org/content/910/huelga-del-metal-de-vigo-los-metodos-proletarios-de-lucha
[47] https://es.internationalism.org/cci-online/200904/2533/referendum-en-seat-ensayo-general-para-nuevos-ataques-a-las-condiciones-de-vi
[48] https://es.internationalism.org/content/4750/lecciones-de-la-huelga-en-cadiz-la-clase-obrera-no-tiene-mas-que-falsos-amigos-y
[49] https://es.internationalism.org/content/387/lecciones-de-la-huelga-de-seat-no-las-movilizaciones-sindicales-si-la-lucha-obrera
[50] https://es.internationalism.org/content/4575/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-i
[51] https://www.izquierdarevolucionaria.net/index.php/estado-espanol/euskal-herria/13675-conflicto-obrero-en-michelin-gasteiz-esta-lucha-no-va-a-pasar-en-balde-en-la-conciencia-de-la-gente
[52] https://sindicalistasdeizquierda.net/index.php/que-somos
[53] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-0
[54] https://es.internationalism.org/files/es/accidente_minas_peru.pdf
[55] https://www.minem.gob.pe/_estadistica.php?idSector=1&idEstadistica=12464
[56] https://larepublica.pe/sociedad/2023/05/17/panamericana-norte-se-hunde-por-tunel-del-megapuerto-chancay-accidente-en-chancay-cosco-shipping-mtc-196129
[57] https://es.internationalism.org/content/4772/peru-el-desastre-de-repsol-solo-demuestra-lo-moribundo-del-capitalismo
[58] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-3
[59] https://es.internationalism.org/files/es/rusia_la_rebelion_del_grupo_wagner_es_un_nuevo_paso_en_la_inestabilidad_y_el_caos.pdf
[60] https://en.internationalism.org/worldrevolution/200909/3084/imperialist-interests-behind-afghan-mission
[61] https://es.internationalism.org/content/3451/tesis-sobre-la-crisis-economica-y-politica-en-los-paises-del-este
[62] https://es.internationalism.org/content/4843/significado-e-impacto-de-la-guerra-en-ucrania
[63] https://www.nytimes.com/es/2023/06/26/espanol/rusia-putin-usa.html
[64] https://es.internationalism.org/content/4897/los-anos-20-del-siglo-xxi-la-aceleracion-de-la-descomposicion-capitalista-plantea
[65] https://www.infobae.com/america/mundo/2023/06/29/polonia-enciende-las-alertas-en-la-frontera-por-la-presencia-del-grupo-wagner-en-bielorrusia-y-pidio-ayuda-a-la-union-europea/
[66] https://okdiario.com/internacional/polonia-quiere-anexionarse-tres-regiones-del-oeste-ucrania-cuando-negocie-paz-10843413#:~:text=En%20concreto%2C%20el%20director%20del,el%20refugio%20para%20los%20desplazados.
[67] https://es.internationalism.org/content/4893/el-capitalismo-lleva-la-destruccion-de-la-humanidad-solo-la-revolucion-mundial-del
[68] https://es.internationalism.org/tag/geografia/rusia
[69] https://es.internationalism.org/tag/2/25/la-decadencia-del-capitalismo
[70] https://es.internationalism.org/tag/3/47/guerra