Los gobiernos de Izquierda en defensa de la explotación capitalista (III) La trampa está en la letra pequeña

Printer-friendly version
AdjuntoTamaño
Icono PDF gobiernos_de_izquierda_iii.pdf242.91 KB

Nos acercamos al primer aniversario del Gobierno de coalición PSOE – Unidas Podemos que se nos presenta como una respuesta “social” y “humana” a la situación cada vez más catastrófica que nos golpea: caída de los salarios, desempleo desbocado, miseria galopante, y, por encima de todo, el grave peligro que representa la pandemia, de la que, casi un año después, no se le ve solución[1].

La Serie que iniciamos con Los gobiernos de izquierda en la República y en la guerra del 36[2] y Los Gobiernos PSOE de la democracia[3], intenta demostrar de forma argumentada y recordando la experiencia histórica del proletariado que, como dijimos en el primer artículo de la Serie: 

  • Los gobiernos de izquierda han defendido siempre el Capital;
  • En la defensa de la nación española, en las medidas anti obreras, en el uso de la represión, PSOE-Podemos nada tienen que envidiar ni a Vox, ni a la Derecha de todos los colores;
  • Sus medidas “sociales” y de “progreso” jamás han mejorado realmente las condiciones de los trabajadores, sino que han sido el vehículo para hacer tragar los peores ataques”.

Y si denunciamos la farsa de los gobiernos de izquierda no es para sembrar el escepticismo, es para defender la única respuesta posible y realista: la lucha masiva como clase del proletariado en todos los países. No existe otra alternativa.

¿Por qué cayó el Gobierno Rajoy?

La crisis de 2008 obligó al Gobierno PSOE de Zapatero a mostrarse como ENEMIGO DE LOS TRABAJADORES lanzando desde 2009 durísimos ataques a sus condiciones de vida. Sin embargo, esta política fue denunciada por los jóvenes obreros que participaron en el movimiento 15 M que afirmaban en las asambleas “PSOE-PP la misma mierda es” y ¿Dónde está la Izquierda? Al fondo a la derecha”[4]. Aunque los sindicatos, calumniando a esa parte de la clase trabajadora como “Rojo – millonarios” y organizando la farsa de varias “huelgas generales”, lograron impedir que el movimiento se extendiera a los centros de trabajo, la burguesía comprendió que era mejor pasar el PSOE a la oposición y encargar al PP la ejecución de los planes de austeridad. Como dijimos en el segundo artículo de la Serie, esto se hacía en plena continuidad y complicidad entre ambos partidos, más aun, frente a las contradicciones y falta de coherencia de la Derecha, el PSOE ha sido siempre quien ha marcado el camino a seguir por los gobiernos capitalistas: “El gobierno Rajoy (2011-2018) tomó el relevo e impulsó la rueda AUSTERICIDA aún más lejos siguiendo la senda del PSOE. En 1982-96 el gobierno González lanzó un primer gran ataque que abonó el terreno a las medidas del gobierno Aznar. Repitiendo el “modelo”, el Gobierno Zapatero fue la lanzadera de los enormes recortes del gobierno Rajoy. Los Gobiernos PSOE son pioneros en el ataque a los trabajadores.

Sin embargo, en marzo 2018, el gobierno del PP fue defenestrado por una moción de censura, en la que colaboraron todos los partidos, para colocar al PSOE al frente del gobierno.

Esta operación se hizo mediante una serie de intrigas, maniobras en la sombra, conversaciones secretas, poniendo de relieve la verdadera naturaleza del Estado capitalista, pues como dijimos en el artículo que escribimos entonces detrás de las máscaras democráticas de la clase dominante, del circo electoral y parlamentario, las verdaderas y trascendentes decisiones se toman por las élites burguesas que controlan los resortes del estado y del poder económico, dándoles posteriormente a través de sus poderosos medios de comunicación una validación democrática[5].

Y no desalojaron al gobierno Rajoy porque fuera tibio en sus ataques anti obreros. Al contrario, ¡la burguesía española estaba muy satisfecha de su brutalidad!, sin embargo, en el asunto catalán, el gobierno Rajoy falló estrepitosamente agudizando los problemas, en lugar de paliarlos

Los sectores dominantes del capital español eligieron al PSOE pues, como decimos en ese mismo artículo “Desde 1923, en toda la decadencia del capitalismo, el PSOE ha sido un puntal del Estado español. Apoyó la dictadura de Primo de Rivera. En una voltereta de última hora logró ser el eje del régimen republicano nacido en 1931 y resistió con uñas y dientes el asalto al poder del partido estalinista en 1936. Es cierto que fue excluido por el franquismo en el marco de lo más fuerte de la contrarrevolución, sin embargo, a partir de principios de los 70, los sectores más inteligentes de aquel pusieron sus ojos en el PSOE, no en balde, Felipe González pudo desplazarse por España disfrazado de “Isidoro” sin ser molestado por la policía. Fraga propuso desde 1971 un “régimen compartido” con una “fuerte socialdemocracia que cerrara el paso a los de Moscú”. Ya hemos analizado como el PSOE ha sido el eje del régimen del 78

¿Por qué costó tanto la formación del Gobierno de “coalición de izquierdas”?

El gobierno PSOE se presentó en sociedad en mayo de 2018 con muchas mujeres, abierto a los homosexuales, al “mundo de la cultura” y, sobre todo, el “lado humano”: un barco de emigrantes que, el malo malísimo populista de Salvini rechazaba, fue admitido en el puerto de Valencia[6].

Tras los gestos vino la cruda realidad y el PSOE siguió la misma política que el PP en cuanto al ataque a la clase obrera. Sin embargo, carente de una mayoría parlamentaria y torpedeado desde todos los lados, se vio obligado a convocar dos elecciones sucesivas (en abril y en noviembre de 2019). Esto repetía el espectáculo del gobierno Rajoy que en 2016 tuvo que llamar dos veces a las urnas y necesitó el apoyo del propio PSOE para salir adelante[7].

Este creciente desorden en el aparato político lo vimos a lo largo de 2019. Por un lado, las fracciones independentistas catalanas a la vez que se peleaban a muerte entre ellas hacían lo imposible para sabotear las políticas del gobierno central. En el propio PSOE los barones regionales y el aparato no hacían otra cosa que colocar piedras en el zapato del Gobierno Sánchez. PP y Ciudadanos que sentían en el cogote el pestilente aliento franquista de Vox se lanzaban a una escalada de manifestaciones para denunciar el gobierno ilegítimo y vendepatrias. El propio Podemos jugaba al ratón y al gato: por un lado, proponía el Gobierno de Coalición y, del otro lado, apoyaba bajo mano a los catalanistas y lanzaba violentas críticas al PSOE. Un espectáculo de todos contra todos, de indisciplina generalizada frente a los intereses del capital español que concretiza claramente nuestras Tesis sobre la Descomposición: El atolladero histórico en que está metido el modo de producción capitalista, los fracasos sucesivos de las diferentes políticas instauradas por la burguesía, la huida ciega permanente en el endeudamiento con el cual va sobreviviendo la economía mundial (…), la falta de la menor perspectiva (si no es la de ir parcheando la economía) hacia la cual pueda movilizarse como clase, y cuando el proletariado no es todavía una amenaza de su supervivencia, lleva a la clase dominante, y en especial a su aparato político, a una tendencia a una indisciplina cada vez mayor y al sálvese quien pueda”, lo cual expresa más profundamente “no sólo la dislocación de la sociedad burguesa, sino y sobre todo la destrucción de todo principio de vida colectiva en el seno de una sociedad sin el menor proyecto, la menor perspectiva, incluso a corto plazo, incluso la más ilusoria”.

La formación del gobierno de coalición PSOE-UP es el vivo retrato de esa situación: los supuestos “aliados” se atacaban a muerte, se desmentían entre sí, lanzaban sobrepujas imposibles, discutían con furia las prebendas, las poltronas, las áreas de influencia… Solo finalmente, el temor a un desorden aún mayor y la pesadilla de unas nuevas elecciones, les empujó al “abrazo” Iglesias – Sánchez que bien recuerda el famoso abrazo de Vergara de 1839 que supuestamente puso fin a la primera guerra carlista y sin embargo hubo otras dos más, todavía más sangrientas[8].

El gobierno de izquierdas ante la pandemia

El tándem PSOE – Unidas Podemos nos promete “hacer más humano” el capitalismo ofreciéndonos algunas migajas frente a la avaricia y la corrupción sin límites de la Derecha. Esto ya de entrada nos envía el mensaje suicida de que nos acomodemos al capitalismo, aceptemos nuestra condición de esclavos asalariados y mendiguemos un poquito de caridad al monstruo explotador[9]. La política del PSOE-UP propone descaradamente la claudicación del proletariado ante el capitalismo, su renuncia a su lucha histórica por crear una nueva sociedad, la sociedad comunista.

Sin embargo, es preciso comprender que incluso sus promesas de “mejorar un poquito” o “ser más humanos” son puro humo que ciega nuestros ojos.

Esto lo podemos comprobar con su gestión de la pandemia. PSOE-UP en nada se han distinguido de sus colegas de “derecha” o “centro” en Europa (los Merkel, Macron, Johnson etc.). Han demostrado la misma brutalidad policial, han puesto en peligro la vida de millones de trabajadores enviándoles a trabajar con el riesgo de contraer el virus y de propagarlo en sus familias, la misma explotación hasta límites jamás vistos de los trabajadores de la sanidad, el mismo caos y desorden en la gestión etc. Han favorecido que las compañías farmacéuticas y otros buitres capitalistas hicieran jugosos negocios a costa de la escasez de material sanitario, mascarillas, medicinas etc.

Cuando era evidente que la pandemia podía costar miles de vidas organizaron la manifestación feminista del 8 de marzo que agravó considerablemente los contagios[10], el gobierno “socialista” de Valencia se resistió a suspender las Fallas por miedo a perder el negocio turístico que suponen.

Durante el confinamiento, miles de trabajadores emigrantes tuvieron que seguir trabajando alojados en barracones o, incluso peor, en plena intemperie, como en Huelva. El gobierno “humanista” PSOE-UP envió a la guardia civil para reprimir sus conatos de protesta.

El desconfinamiento se ha hecho con un único criterio que ha prevalecido sobre consideraciones médicas o epidemiológicas: asegurar la producción a pleno rendimiento, hacer que los trabajadores sigan expuestos al contagio al tener que ir a trabajar en transportes públicos abarrotados sin ninguna protección. Más aún, como sabe el Gobierno que los padres solo pueden ir a trabajar si sus hijos están en la escuela, estas se han abierto descuidando, más allá de medidas cosméticas, la protección de los trabajadores de la educación y de los propios niños. ¡Todo únicamente por el bien de las ganancias capitalistas, la continuación de la acumulación de capital y la defensa de la posición del capital español frente a sus competidores!

Aquí, una vez más, el gobierno “humanista” se ha comportado con la misma inhumanidad que el resto de los gobiernos del mundo. Durante los últimos meses, tras la salida del primer confinamiento, cada país europeo se ha dedicado a mirar de reojo al vecino a ver qué medidas tomaba para ganarle en competitividad. Esto no solo se ha visto en Turismo, donde, por la urgencia, la competencia ha aparecido más patente y hasta un tanto ridícula (“¡Quédese en Francia!” o “véngase a Baleares por pasillos aéreos seguros” y así), sino y, sobre todo, en las grandes empresas aeronáuticas como Airbus, para así salir de la epidemia mejor parados que el contrincante. En Europa y a nivel mundial: la burguesía maoísta china alardeando de sus capacidades, los USA de Trump queriendo mantener a costa de lo que sea su maltrecha competitividad, la errática y a veces absurda gestión del iluminado López Obrador en México, o la del bufón se su majestad, Jonhson, en Gran Bretaña, por no hablar del dirigente hindú, Mori, que incita a trabajar como sea para que China no se lleve la partida. Y esto ha llegado incluso a una guerra solapada entre regiones como ha ocurrido en España.

Una gestión errática a partir del momento en que pareció evidente la “segunda oleada”: cada burguesía, sin excepciones, se ha dedicado a acelerar, frenar, dar marcha atrás y volver a acelerar el cacharro del aparato de Estado con un único criterio: intentar casar las máximas necesidades de la explotación y las mínimas de la protección de los explotados. Lo ocurrido en múltiples residencias de ancianos de muchos países es la consecuencia más patente de ese “equilibrio” mortífero, que es lo único que inspira la “protección social” desde su fundación hasta sus implacables recortes, sus privatizaciones o sus nacionalizaciones y cuyo siniestro esqueleto la Covid ha puesto ahora al desnudo.

En respuesta a la pandemia, el gobierno “de progreso” no ha aumentado el personal en los hospitales, ni les ha dotado de los medios técnicos necesarios, su única política ha sido agravar hasta límites increíbles sus condiciones de trabajo. Se ha impuesto como práctica generalizada los traslados forzosos que obligan a un trabajador a hacer todos los días más de 200 kilómetros de ida y vuelta; se han reducido las pausas de descanso del personal; solamente en la Comunidad Valenciana harían falta 11000 contrataciones más para seguir mantenimiento el ritmo de trabajo previo a la pandemia que ya entonces era muy fuerte.  Los trabajadores de la sanidad, ya muy golpeados en la primera oleada de la pandemia por los contagios y las muertes, vuelven a verse muy afectados en la actual segunda ola sin que ni gobierno ni autonomías muevan un dedo por su situación. Así, en octubre en Valencia, los muertos en ese colectivo “son ya más de 460 trabajadores de hospitales y centros de salud, una cifra a la que hay que sumar los casi 800 en cuarentena[11]

Por su negativa a contratar más trabajadores, el Gobierno “de las personas” ha provocado el cuasi colapso de la atención primaria en la sanidad y un incremento vertiginoso de las listas de espera: en la sanidad valenciana las demoras son de 311 días en neurocirugía y de 187 días en traumatología.

¿Dónde está la cacareada “inclinación social y humana” del Gobierno PSOE-UP? ¿En qué se diferencian de la “gestión” de Diaz Ayuso, la gobernadora pepera de Madrid, presentada como el “ejemplo” de sumisión al capital?

El ataque a la clase obrera lo hacen con la letra pequeña

Los gobiernos de izquierda suelen presentar sus medidas como si fueran “grandes reformas” que mejorarían la condición obrera. Así el gobierno PSOE-UP nos habla de medidas a favor de la emigración, de la Renta Básica Universal, de los ERTE frente a la pandemia, de la protección de los desempleados, de favorecer el acceso a la vivienda.  Estaríamos asistiendo a una “gran mejora” de nuestras condiciones de vida, sin embargo, cuando se analizan sus “propuestas espectaculares” en la práctica y se desmenuza su letra pequeña, comprobamos que no solamente son humo, sino que encierran nuevos y más brutales ataques contra el conjunto de trabajadores. Pongamos el bisturí del análisis a las pomposas medidas sociales del gobierno de coalición.

Hay un indicador muy convincente: “El gasto educativo bajará del 4,8% del PIB en 2020 al 4,5% en 2021, mientras que el gasto en Sanidad descenderá siete décimas, del 7’6% al 6,9% del PIB. También bajan en porcentaje del PIB el gasto en empleo, vivienda y servicios comunitarios y en protección social[12], “el gasto en Empleo será la partida que registre una mayor caída, al pasar del 4,3% del PIB al 3,2% en 2021, representando el 6,7% del gasto total, frente al 8,1% de este año”. En cambio, “En porcentajes de PIB, únicamente se mantendrá el gasto en Defensa (1%) y en actividades recreativas, cultura y religión (1,3%).

¡Con el COVID por medio el “gobierno de progreso” REDUCE EL PRESUPUESTO DE SANIDAD! ¡Con la crisis económica galopante el “gobierno humano” REDUCE EL PRESUPUESTO DE EMPLEO Y PROTECCION SOCIAL! Y LOS GASTOS DE GUERRA SE MANTIENEN. Más claro agua.

El Ingreso Mínimo Vital

Esta medida ha sido anunciada a bombo y platillo y presentada como un “salto cualitativo” en el Estado del Bienestar. Los propagandistas del gobierno han dado la idea engañosa de que iríamos hacia la “total erradicación de la pobreza” pues “cada ciudadano desde su nacimiento hasta su muerte tendría asegurada una renta básica”.

Esto es una utopía reaccionaria que choca frontalmente con la realidad del capitalismo y su crisis cada vez más grave. El capitalismo necesita que todos sus obreros se hallen permanentemente en una situación de inseguridad respecto a la posibilidad de ganarse la vida. Esa es la condición básica del obrero bajo las relaciones de producción capitalista. Esto lo dejó bien claro Engels en Los Principios del Comunismo: “Todo esclavo individual, propiedad de un señor determinado, tiene ya asegurada su existencia por miserable que sea, por interés de éste. En cambio, el proletario individual es, valga la expresión, propiedad de toda la clase de la burguesía. Su trabajo no se compra más que cuando alguien lo necesita, por cuya razón no tiene la existencia asegurada. Esta existencia está asegurada únicamente a toda la clase de los proletarios. El esclavo está fuera de la competencia. El proletario se halla sometido a ello y siente todas sus fluctuaciones[13]

Veamos la realidad concreta del Ingreso Mínimo Vital (IMV): para empezar, se limita exclusivamente, en palabras del ministro de la Seguridad Social, Escrivá, a los muy pobres. Según cálculos de expertos esto significa que quedarían excluidos el 80% de las personas que tienen ingresos por debajo de los 800 € mensuales.

Sin embargo, la aplicación práctica del IMV es aún más repugnantemente mezquina y roñosa. Según datos de la UGT de “714.000 solicitudes presentadas. Solo se han resuelto 32.629, el 4,57%. Y de las resoluciones solamente el 12,7% han sido favorables. El 0,58% del total presentadas. Poco más ¡de 4.000! De ahí que el secretario general de la UGT declare que el IMV “no lo cobra nadie[14]

Por otra parte, el IMV reorganiza bajo una nueva forma ayudas de beneficencia que se daban en las comunidades autónomas, por lo que en realidad el alcance de la medida es aún más cicatero y ridículo. Según los cálculos más optimistas llegará como mucho a 100 mil familias y al agrupar las antiguas ayudas más las que daban las autonomías resulta que el monto total del IMV ¡es inferior a las prestaciones anteriores!

Con el cinismo y la hipocresía típicos de la burguesía estos programas de Renta Básica excluyen a la inmensa mayoría de las personas que realmente las necesitan. Esto no solo pasa en España, ocurre en la mayoría de los países que aplican estas políticas sociales, según un estudio “las ayudas condicionadas en 30 países encontraron un promedio de error sorprendentemente alto: 50% quedaban excluidos de las ayudas. Otro estudio con 38 programas de ayudas focalizados a la pobreza en 23 países encontró que se excluye entre el 44 y el 97% de las personas a las que supuestamente dichos programas iban destinados a llegar

Así pues, el IMV del que tanto se vanagloria Iglesias es peor que el timo de la estampita. Sin embargo, ese ruido esconde un ataque taimado a los trabajadores sobre varios planos.

El ataque ideológico: El IMV es presentado en dos vertientes. La primera transforma una gran capa de trabajadores desempleados o con ingresos muy bajos en pobres, es decir, en “asistidos por la caridad de papá Estado”. Los elimina de su verdadera condición: forman parte del cuerpo de la clase obrera, una clase internacional e histórica que tiene en sus manos el porvenir de la humanidad. El segundo ataque es aún más perverso. En su cara bonita, el IMV y la Renta Básica Universal elimina de las conciencias la noción de clases sociales para imponer la venenosa de “ciudadanos” que tendrían asegurada la vida desde el nacimiento hasta la muerte.

El ataque económico: Los despidos, los recortes salariales, la reducción de prestaciones sociales en sanidad, educación, pensiones etc., son justificados en nombre de “atender a los más desfavorecidos”. Los trabajadores que rechazan este chantaje son atacados como “cómplices de VOX” pues éste habría tachado el IMV como “paguita para vagos”. 

Los ERTE

Presentan los ERTE[15] como un “Escudo Social”, una generosa ayuda a los trabajadores ante la crisis económica provocada por el COVID. Resulta curioso que tanto el Banco de España como los empresarios han aplaudido calurosamente esta medida. Su aplauso tiene una explicación: a quien realmente favorecen es a los capitalistas.

Para empezar el grueso de las prestaciones del “Escudo Social” va destinado a las empresas con exoneraciones fiscales y subvenciones. Además, muchas empresas han hecho trampa contratando a trabajadores que sustituyeran a los del ERTE pagándoles mucho menos. Del mismo modo, sin que Inspección de Trabajo moviera un dedo, han obligado a trabajadores sometidos a ERTE a trabajar a jornada completa.

En cambio, para los trabajadores todo son trabas y recortes. Las prestaciones por ERTE son en principio del 70% del salario, sin embargo, con toda una serie de “matizaciones” por duración de jornada, productividad, renuncia a horas extras etc., al final ese 70% teórico queda reducido a un 40% como mucho. Hay que tener en cuenta que “el trabajador no cobra las pagas extras ni disfruta de las vacaciones ni otros complementos salariales. Igual que en la prestación por desempleo, a partir del sexto mes el pago se reduce del 70% al 50% del salario bruto[16].

En realidad, se trata de un subsidio miserable que supone para los trabajadores afectados una brutal reducción de sus condiciones de vida. Pero, peor aún, las prestaciones de los ERTE o no las pagan o se tienen que cobrar tarde y mal, con meses de retraso. Un artículo de La Vanguardia (mayo 2020) reconocía esta situación: “¿Y yo cuándo cobraré?”. Se la hacen los miles de trabajadores que han sido incluidos en un ERTE y que aún no han recibido un euro de la prestación, ni en abril ni en mayo, pese a que han pasado dos meses[17]. Pone un ejemplo entre miles: “La fábrica cerró el 14 de marzo y todavía no sabemos cuándo cobraremos”, explica Pedro Noguera, empleado en una planta de corte de piedra de la multinacional ISS Facility. La plantilla se encuentra con un mensaje de error cada vez que consulta el apartado de prestaciones en la web del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE). La queja se repite día tras día en las redes sociales. La alternativa del teléfono está descartada porque es “misión imposible”.

Una trabajadora de Artes Gráficas confiesa a Público que sus prestaciones se aprobaron en abril y que empezó a cobrar una pequeña parte en octubre. Una trabajadora de un restaurante de Valencia ha cobrado tras 3 meses de espera ¡93 euros! Otro trabajador en Lérida “se quedó sin nómina ni escudo social durante dos meses y medio. Se vio afectado por un ERTE desde el pasado 18 de marzo. Hasta el mes de mayo no volvió al trabajo en la modalidad de media jornada. El pago del expediente de regulación no lo recibió hasta principios de julio[18]. En julio, según datos de los sindicatos, 30000 trabajadores solamente en Cataluña no habían recibido nada de los ERTE. “En una encuesta realizada por la patronal Pimec para valorar el impacto de la covid-19, la entidad ha detectado que un 70% de las compañías admiten retrasos de sus empleados para cobrar del SEPE”.

El ERTE no garantiza los puestos de trabajo. Pese a que las prórrogas se han extendido hasta marzo 2021, se calcula que unos 800 mil trabajadores sometidos a ERTE pueden convertirse en desempleados definitivos. Y ello en una situación donde solamente el 35% de los desempleados cobran alguna prestación. Lo que viene después de los ERTE no es la “Nueva Normalidad” que anuncia el gobierno sino una escalada terrible del desempleo y la miseria.

El “gesto” de la subida del salario mínimo

Suben el salario mínimo hasta 950 €. Parece muy bonito. Sin embargo, la medida tiene truco por todos los lados. Para empezar, NO CUBRE el gasto medio mensual que, según el INE es de 1013 € por persona. El salario mínimo solo afecta al 16% de los trabajadores y únicamente al 6% de las grandes empresas. Pero, además, y esto es clave, con una precariedad que está por el 40% muchos trabajadores no llegan ni de lejos a ese salario mínimo, la mayoría de los eventuales está en ingresos entre 600-800 €, todo ello sin contar la masa importante de trabajadores informales. Así pues, esos aumentos espectaculares del Salario Mínimo son “el humo que ciega nuestros ojos”. Oficialmente el gobierno “social” anuncia para 2020 una subida salarial media del 1,1% lo que es pura miseria que no compensa ni la inflación ni todo el aumento de gastos que ha supuesto la pandemia en los hogares obreros. ¡Además es inferior a la media oficial europea que es del 2,1%!

Los desahucios continúan

Cuando estaba en la oposición, Podemos se había hecho el campeón de la “lucha contra los desahucios”. Una vez cómodamente instalado en las poltronas del gobierno, los señoritos “sociales” de Podemos se han olvidado de “la lucha”[19]. En Canarias los desahucios han continuado contando con la pasividad del Gobierno central, el gobierno canario y los ayuntamientos. Ello ¡cuando en toda Canarias hay 130 mil viviendas vacías! En el País Vasco está el caso de una vecina de 88 años arrojada de su vivienda en Santurce. En Barcelona el 23 de noviembre los Mossos de Esquadra, en manos de la Generalitat independentista, se han ensañado con unos cientos de personas que intentaban impedir un desahucio que ¡era ilegal según el decreto “anti -desahucios” de la propia Generalitat!

Pese a la paralización de las actividades judiciales que ha supuesto el confinamiento, los desahucios no se han frenado, así “La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha calificado de "escandaloso" que haya habido 162 desahucios en España por cada día hábil en este año 2020, pese a la completa paralización de la actividad judicial entre el 14 de marzo y el 4 de junio[20]. Por su parte, el ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, ha desahuciado en plena pandemia 250 personas del barrio de Malasaña sin que ni Podemos ni el PSOE protestaran.

¿Dónde quedan las promesas de Sánchez e Iglesias de “viviendas para todos” mediante alquileres “sociales”?

Pensiones

En este tema el campeón del cinismo es Podemos. Cuando estaba en la oposición se salió del Pacto de Toledo, el mecanismo donde todos los partidos parlamentarios conspiran para recortar las pensiones, pero, una vez más, con las mieles del poder en los labios, han participado junto con el resto de los partidos en las nuevas medidas del Pacto de Toledo que buscan que “la media de edad de jubilación en España es de 64,6 años. Para reducir ese gasto extra en pensiones, el Gobierno planea un endurecimiento a las jubilaciones anticipadas y más incentivos para las personas que sigan trabajando y retrasen así su edad de jubilación a la legal”. Para hablar claro: después de utilizar las jubilaciones anticipadas como un medio para hacernos tragar despidos masivos, ahora van a por ellas para arrancar a los trabajadores esa miserable compensación, prolongar su vida laboral y condenarlos a pensiones más reducidas.

Otros acuerdos del Pacto de Toledo contienen un ataque apenas disimulado: (1) Se amplia el periodo de cotización de 15 a 25 años con lo que las pensiones serán necesariamente más bajas; (2) Se deja en el aire la cláusula que garantizaba la revalorización automática de las pensiones frente a la subida de los precios; (3) Se prevé la reducción gradual de las pensiones máximas; y,  (4) se estimulan los planes personales y de empresa, esto con la finalidad de “animar a los trabajadores a ahorrar para el futuro” (¡¡¡). Es un medio indirecto de reducir las pensiones oficiales.

Emigración

¿En que quedó el golpe de efecto “humanitario” de acoger el Acuarius? Pues en una gran estafa: “España sólo concede asilo a nueve de los 374 inmigrantes que lo solicitaron | Interior deniega el refugio a 49 viajeros del barco llegado a Valencia y más de 300 continúan a la espera de resolución tras dos años y medio[21]. De 629 emigrantes que llegaron en el Aquarius solamente 9 han sido acogidos.

Actualmente, el gobierno “progresista” sigue una brutal política de cierre de fronteras, deportaciones y campos de internamiento. Lo estamos viendo en Canarias, en lo que va de año han llegado 18000 emigrantes africanos. Solo un 10% ha podido llegar a la península, el resto se hacina en carpas, instalaciones portuarias, hoteles inservibles… en condiciones muy degradadas y como único destino la devolución a los países de origen. La Izquierda “humana” hace lo mismo que el gobierno de derechas en Lesbos (Grecia).

Lo que el gobierno de izquierdas acabará haciendo

Ante la situación de la pandemia PSOE-UP han sacado toda su demagogia social: todos los trabajadores están protegidos, se han implementado todo tipo de medidas “sociales”, “vamos a salir juntos de esta catástrofe”. Si esta hubiera estado gestionada por la Derecha, nos chantajean, esto hubiera sido mucho peor.

Es lo único que ofrecen, a la vez que atacan nuestra conciencia de clase: un MAL MENOR respecto de la derecha; REPARTIR LA MISERIA para, supuestamente, “ayudar a los más desfavorecidos”.

Esas dos “ofertas” -el MAL MENOR y el REPARTO DE LA MISERIA- son la confesión más clara de que el capitalismo está en quiebra y solo podemos esperar de él desempleo, miseria, guerras, pandemias, destrucción medioambiental, barbarie moral… es decir, la pendiente hacia la destrucción de la humanidad.

La crisis económica a la que la pandemia ha abierto las compuertas va a ser terrible. El desempleo ya se está disparando, los salarios siguen a la baja tras una década ya de por sí muy debilitados. El enorme endeudamiento con el que los Estados han hecho frente a la pandemia lo pagarán en los años venideros los trabajadores bajo diversas formas: caída de salarios, despidos, desempleo, inflación, destrucción de sus míseros ahorros… En esas condiciones que dominarán los próximos años y no la superchería de la “nueva normalidad”, el gobierno PSOE-UP, como anteriormente Zapatero, se quitará la careta y pasará del Mal Menor y el Reparto de la Miseria al MAL MAYOR Y LA MISERIA PURA Y DURA.

Por ello solo nos queda la lucha como clase con todo lo que conlleva: organización masiva en Asambleas Generales, lucha unificada rompiendo todas las divisiones, conciencia de clase. Y un componente esencial de esta conciencia es comprender que la Izquierda del Capital es enemigo de los trabajadores y compinche de la Derecha. Está desde hace más de un siglo única y exclusivamente al servicio del capital.

C. Mir 26-11-20

 

[1] Es cierto que han aparecido dos vacunas, pero su aplicación masiva y la certeza de sus efectos aún están por aclarar.

[4] Para un balance crítico de este movimiento ver, entre otros, 2011 De la indignación a la esperanza /content/3349/2011-de-la-indignacion-la-esperanza

[5] Gobierno PSOE ¿Qué hay detrás de la moción de censura? /content/4315/gobierno-psoe-que-hay-detras-de-la-mocion-de-censura . Para un análisis más detallado de cómo funciona realmente el Estado burgués ver la Serie de dos artículos ¿Cómo está organizada la burguesía? La mentira del Estado “democrático: https://es.internationalism.org/revista-internacional/199404/1856/como-esta-organizada-la-burguesia-i-la-mentira-del-estado-democrat y https://es.internationalism.org/revista-internacional/199407/1849/como-esta-organizada-la-burguesia-ii-la-mentira-del-estado-democra

[6] En lo que concierne a las operaciones de imagen el PSOE siempre ha sido un experto, la “acogida a los emigrantes”, seguía el ejemplo de estreno espectacular de Zapatero retirando las tropas españolas de Irak en 2004. Como demostramos en el 2º artículo de esta Serie, el PSOE defiende sin complejos la guerra imperialista, de la misma manera que, tras el “gesto” de Valencia, las medidas contra los emigrantes se han endurecido.

[8] Para un análisis del carrusel de “negociaciones”, trampas, maniobras y golpes bajos que conllevó la gestación del “Gobierno de Coalición” ver El 18 de Brumario de Pedro Sánchez https://es.internationalism.org/content/4503/el-18-brumario-de-pedro-sanchez

[9] Los grupos que se sitúan “más a la izquierda” del dúo PSOE-UP (trotskistas, anarquistas, maoístas, “renovadores” del estalinismo etc.) critican sus “vacilaciones”, sus “concesiones a la derecha”, sin embargo, parten de la misma política: sería posible reformar o mejorar el capitalismo. Este planteamiento los denuncia como el ala izquierda del Estado Capitalista, la “mano amiga” de ese monstruoso aparato de dominación. La lucha por reformas tenía sentido en el periodo de ascenso del capitalismo que finalizó con la primera guerra mundial. No consistía, contrariamente a lo que proponen PSOE-UP o sus compinches “más a la izquierda” en pedir migajas al capital o en acreditar la falsa idea de que este se puede mejorar, los partidos de la 2ª Internacional concebían la lucha por reformas como una etapa entonces posible de la lucha por la destrucción del capitalismo. Su degeneración oportunista que los llevó a olvidar este axioma fundamental provocó su bancarrota y su integración en el Estado Capitalista. Sobre esto ver, aparte de los dos primeros artículos de esta Serie, El terror dirigido por la socialdemocracia contra la clase obrera preparó el terreno al fascismo (/content/2566/v-el-terror-dirigido-por-la-socialdemocracia-contra-la-clase-obrera-preparo-el-terreno ) y 1914, el camino a la traición de la socialdemocracia https://es.internationalism.org/revista-internacional/201504/4097/1914-el-camino-hacia-la-traicion-de-la-socialdemocracia-alemana

[10] Sobre las movilizaciones feministas que la burguesía ha puesto tan de moda ver Huelga feminista: contra las mujeres y contra la clase obrera https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera

[15] ERTE: Expediente de Regulación Temporal de Empleo

[16] Otro engaño “social” al hilo del confinamiento ha sido que el anunciado Plan “Me cuida” destinado a subvencionar a trabajadores que han tenido que abandonar su puesto durante la pandemia para cuidar a familiares o hijos ha sido dejado sin presupuesto, con lo que solo figura en la propaganda gubernamental, pero no en ninguna realidad

[19] Esto no es ninguna sorpresa si vemos qué es Podemos y cómo se formó: ver Podemos, un poder del Estado capitalista https://es.internationalism.org/cci-online/201406/4033/podemos-un-poder-del-estado-capitalista

[21] Las Provincias 15-11-20

Situación nacional: 

Herencia de la Izquierda Comunista: