Perú: el desastre de REPSOL, solo demuestra lo moribundo del capitalismo

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Las consecuencias del calentamiento global con la subida del nivel del mar, incendios forestales, sequias, inundaciones, catástrofes climáticas que se repiten a diario y que nos genera gran impotencia frente a ello es algo que se acentúa cada vez más en la descomposición capitalista1 reflejada en el desinterés que muestra la burguesía permanentemente. No hace mucho presenciamos las erupciones volcánicas en las Islas Canarias (La Palma), donde no hubo el menor interés por parte de la burguesía en canalizar la lava para contenerlas, relativo a esto hace unos días unas explosiones del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha´apai ocasionó alerta en diferentes costas del pacifico sur, con alertas de oleajes anómalos, retirada del mar, posible tsunami y otras consecuencias.

Sumada a esta escalada de desastres climáticas y naturales en todo el mundo, están los accidentes industriales. El sábado 15 enero en las playas de Ventanilla, Callao y cerca de las refinerías de Repsol, sucedió un gran desastre ecológico, un verdadero ecocidio como algunos le empiezan a llamar. El derrame de petróleo (casi 6 mil barriles) es el mayor derrame registrado desde del periodo 2000-20192. Cientos de aves, peces y otras especies han sido arrasados y contaminados por el derrame, los especialistas señalan que puede tomar 2 meses en limpiar el desastre si se utilizan las tecnologías y herramientas adecuadas. En el peor de los casos el daño puede ser irreversible, en el caso que no se atienda el desastre como se debe. Se ha generado muchas movilizaciones de la población, la cual han sido canalizadas, en un sentido de reforzamiento del Estado capitalista por autoridades, partidos, organizaciones verdes y ciudadanas, hacia protestas ciudadanas, actos de boicot contra Repsol, donde se han juntado ecologistas, ambientalistas, animalistas, grupos izquierdistas de todo pelaje, en fin “ciudadanos conscientes” y “preocupados por el desastre”.

Mas de 1000 mil pescadores de Ancón, llevan varios días sin trabajar desde que Repsol contaminó el mar con petróleo. Trabajadores afectados directamente, que ganan al día para mantener a sus familias. Ahora Repsol contrató a una empresa Lamor, para que realice labores de limpieza de petróleo. A su vez, Lamor emplea a pescadores por 350 soles para que limpien el crudo. Ellos arriesgan sus vidas por que la empresa no les da implementos de seguridad. Los pescadores sobreviven a la falta de empleo y la contaminación. Repsol se ha acercado a los pescadores entregándoles canastas de víveres, pero los pescadores le han rechazado tajantemente, señalando que es un insulto y que no es suficiente. Los pescadores exigen solidaridad ante su situación y han puesto en práctica una solidaridad viva entre ellos. La asociación de pescadores de Ancón señala que los daños ocasionados al ecosistema de Ancón son casi irreversibles.

También el desastre ha afectado muchas zonas como los balnearios de Bahía Blanca y Costa Azul, con presencia de petróleo en la orilla y una fuerte espuma negra en el oleaje marino. También el sector de playa Cavero. Muchas especies de la flora y fauna del lugar vienen siendo fuertemente afectadas, causándoles la muerte. Incluso la nutria marina una especie considerada en vías extinción ha sido fuertemente golpeada dentro de su hábitat debido al derrame de petróleo.

Repsol y la Prensa responden

Después de tanto ocultamiento por parte de la prensa, (notas increíbles donde no se mencionaba en lo absoluto a Repsol, como responsables del desastre ecológico) todos los medios callaban, guardando un silencio absoluto, cuando ya se sabía quién era el responsable de la tragedia ecológica. Incluso una conocida periodista se atrevió a minimizar los hechos señalando “se ve horrible, pero se puede limpiar”. Los medios cumplieron una vez más su papel de ocultadores de la verdad, la verdad que únicamente puede defender la clase de la verdad: el proletariado.

Después de tanto escándalo y cierta presión de sectores del partido de gobierno Perú Libre, junto con otros sectores de “buenos ciudadanos”, finalmente Repsol lanzo su primer twiter, señalando que “se encargarán de limpiar el desastre...”, en todo momento trataron de minimizar los hechos, se acercaron a la zona del desastre con canastas de víveres para los pobladores y pescadores. Incluso señalaron que producto del oleaje ocasionado por la explosión volcánica de Tonga, es que sucedió el hecho, sin poder evitarlo.

Por otro lado, la Defensoría del Pueblo3, que dirigió una supervisión en simultáneo en las zonas afectadas por el derrame de petróleo, determinó que las acciones desplegadas por Repsol, hasta el momento son insuficientes. Por ello, pidieron a la empresa Repsol acelerar el proceso de limpieza y dotar de mejores implementos y equipos al personal que viene cumpliendo dicha labor.

El Estado se lava las manos echando la culpa al “capital privado y extranjero”

El planteamiento de acciones como “ciudadanos preocupados por el desastre ecológico” muestran un peligro en sus reivindicaciones y reclamos frente al desastre, porque confunden y distorsionan una lucha real de los trabajadores y aun mas el desarrollo de la lucha de clases, planteando falsas visiones ideológicas ajenas a la clase obrera.

La más grave encontrada en medio de toda la indignación ciudadana, es la que señala que “Repsol es la responsable del desastre y que no tiene por qué echarle la culpa al Estado Peruano sobre esto” critica que se ha propagado por diversos medios y redes sociales, dando una visión, que debemos ponernos al lado del Estado y señalar como únicos responsables a la empresa privada de tal desastre ambiental. Incluso hay grupos políticos como los anarquistas y grupos vinculados con el gobierno de Pedro Castillo que abrazan esta crítica, reforzando la defensa del Estado.

Esta situación se origina cuando se empezó a buscar a los responsables del derrame de petróleo en Ventanilla. Se empezó diciendo que el responsable fue PetroPerú4 a partir de allí, se levantan voces “ciudadanas” donde se intenta deslindar la actividad de la empresa Estatal, frente a la empresa privada Repsol. Es aquí que surgen los defensores del Estado, envolviendo grandes sectores de la población tanto de la capital del Perú, como de otras ciudades del país. Todos en defensa de PetroPerú o el Capital nacional Estatal, frente a los ya identificados responsables Repsol.

En las Redes Sociales se ha desatado una campaña nacionalista repugnante: el Estado, la nación y el “pueblo peruano” serían pobres víctimas de una “trasnacional apátrida” (Repsol) cuando la realidad es que el Estado y la nación peruana son cómplices de Repsol, como lo son de cualquier capitalista nacional o extranjero y cuando no existe el “pueblo peruano”, lo que existe son clases sociales, una clase explotada, el proletariado que representa a la mayoría de la población y una clase explotadora, que es una minoría egoísta y criminal y que cuenta con el Estado como su dictadura de clase.

Denunciamos el uso fraudulento e interesado del desastre ecológico causado por la connivencia Repsol – capital peruano – Estado peruano para envenenarnos con la defensa de la nación peruana y el apoyo al estado peruano.

A partir de este momento surge esa peligrosa reivindicación impulsada por los diferentes sectores antes mencionados impulsando críticas a las multinacionales, a la defensa del capital nacional y falsos discursos propugnando un imposible reformismo del medio ambiente y la ecología. En otras palabras, se ha levantado un movimiento de luchas parciales, luchas fragmentadas en defensa de la “ecología”, el “medio ambiente” y por supuesto “la defensa de los intereses nacionales del Estado” frente a los “privados”.

Además, se habló de expropiar Repsol, como una solución al abuso de las empresas, como si el Estado fuera la solución ante esto, muchos izquierdistas en el medio ven esto como una alternativa y se aviva mucho desde el lado duro del partido de gobierno entorno cercano de Vladimir Cerrón5.

Estas movilizaciones y luchas de lo que ya hemos denominado de “ciudadanos conscientes” son un verdadero peligro para las luchas reales de los trabajadores. Los trabajadores quieren un mundo sin desastres ecológicos, pero su lucha está orientada a abolir el modo de producción imperante: el capitalismo y su Estado que defiende en este caso, el capital nacional frente al capital privado. Y aunque no ha habido un enfrentamiento abierto del Estado contra la empresa Repsol directamente, se pretende movilizar a la “población ciudadana” para que ejerza presión, defendido el interés del Estado gestor del capital.

La amenaza de las luchas parciales

Ya hemos dicho que las luchas parciales nos llevan a un callejón sin salida, donde la lucha real de los trabajadores se pierde, donde sus demandas sean reivindicativas económicas y luchas políticas pueden caer en el terreno burgués (en la defensa del estado por ejemplo, como en las protestas contra Repsol) o en boicots a empresas (en este caso Repsol) que sirven para desviar la lucha contra el capitalismo en su conjunto y especialmente contra su representante global – el Estado- hacia empresas, individuos o fracciones del capital.

Así es, las luchas parciales y/o fragmentadas, nos llevan a un callejón sin salida, donde la unidad, la solidaridad, la fuerza y la conciencia de los trabajadores se pierde, se desorienta. Las luchas parciales son un terreno directamente burgués, que “por su contenido mismo las luchas marginales, lejos de reforzar la necesaria autonomía de la clase obrera tienden por el contrario a diluirla en la confusión de categorías particulares e invertebradas (sexo, raza, juventud…) totalmente impotentes ante la historia. Por ello constituyen un auténtico instrumento de la contrarrevolución que los gobiernos burgueses han aprendido a utilizar eficazmente para preservar el orden social” (Plataforma política de la CCI6).

Algunas campañas de ecologistas y “buenos ciudadanos” consistieron en recolectar cabello para poder enviar a la zona del desastre en sacos, señalando que estos detienen y absorben el petróleo. La municipalidad de Ventanilla mandó sus trabajadores de limpieza a tratar de limpiar la playa del derrame de petróleo, como si se tratara de mugre cualquiera y exponiendo la salud de los trabajadores de la limpieza pública. Todas estas buenas intenciones de la “ciudadanía consciente” acaba solo en eso en buenas intenciones. Al capitalismo no se le acaba con buenas intenciones o dejando de comprar productos de tal o cual empresa, en este caso dejando de comprar combustible Repsol.

El futuro de la humanidad está en la lucha de la clase obrera

En un primer momento, el redescubrimiento de la identidad y la combatividad de clase constituirá una forma de resistencia contra los efectos corrosivos de la descomposición capitalista, un baluarte para evitar que la clase obrera se fragmente y se divida aún más contra sí misma. Sin el desarrollo de la lucha de clases, fenómenos como la destrucción del medio ambiente y la proliferación del caos militar tienden a reforzar los sentimientos de impotencia y el recurso a falsas soluciones como el ecologismo y el pacifismo. Pero en una etapa más desarrollada de la lucha, en el contexto de una situación revolucionaria, la realidad de estas amenazas a la supervivencia de la especie puede convertirse en un factor para comprender que el capitalismo ha llegado efectivamente a la fase terminal de su declive y que la revolución es la única salida. En particular, el impulso bélico del capitalismo -sobre todo cuando involucra directa o indirectamente a las grandes potencias- puede ser un factor importante en la politización de la lucha de clases, ya que trae consigo tanto un aumento muy concreto de la explotación y el peligro físico, como una confirmación más de que la sociedad se enfrenta a la trascendental elección entre el socialismo y la barbarie. A partir de factores de desmovilización y desesperación, estas amenazas pueden reforzar la determinación del proletariado de acabar con este sistema moribundo7.

Internacionalismo Perú

Sección de la Corriente Comunista Internacional

30012022

2La Sombra del Petroleo, informe de los derrames petroleros en la amazonia Peruana entre el 2000-2019,Aymara León, Mario Zuñiga.

3 Jefa de la Oficina Defensorial del Callao, Delcy Heredia, pidió que se mejoren los tiempos y las estrategias de limpieza para evitar un impacto mayor.

4 Petróleos del Perú - Petroperú S.A. Ministerio de Energía y Minas República del Perú. Empresa Estatal.

5 Secretario general de Perú Libre.

7 Resolución sobre la situación internacional XXIV Congreso de la CCI (2021)

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