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Ante la lucha de los obreros en Cádiz, la CCI ha llevado una intervención que ha tenido 3 ejes:
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Una toma de posición de apoyo a la lucha: Huelga del metal en Cádiz: nuestra fuerza es luchar como clase obrera (https://es.internationalism.org/content/4738/huelga-del-metal-en-cadiz-nuestra-fuerza-es-luchar-como-clase-obrera );
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Un balance: Lecciones de la huelga en Cádiz: la clase obrera no tiene más que falsos amigos y enemigos declarados (https://es.internationalism.org/content/4750/lecciones-de-la-huelga-en-cadiz-la-clase-obrera-no-tiene-mas-que-falsos-amigos-y );
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Una Reunión Pública donde desarrollar un debate que saque lecciones para hacerlas vivir en nuevas luchas que son más necesarias que nunca.
Damos parte de esta última activad que, dadas las condiciones de la pandemia, tuvo que hacerse de forma virtual. Se conectaron compañeros de lengua española y de lengua portuguesa (Brasil).
La discusión fue muy animada con intervenciones cortas que se respondían unas a otras, como es coherente en un debate proletario, el cual es un encuentro para buscar entre todos conclusiones militantes que contribuyan a la lucha y la conciencia de nuestra clase, lo que está en los antípodas del “debate” burgués1: una pugna brutal para ver quien gana o un discurso interminable de un “líder” que luego se digna responder a “ruegos y preguntas”. Tampoco tiene nada que ver con los foros de las redes sociales trufados de insultos, los comentarios más disparatados y los “me gusta” que son una forma de votación democrática.
Hay que subrayar el interés de los simpatizantes de América del Sur por conocer la huelga de Cádiz. No había una preocupación inmediatista de impulsar luchas en cada país, sino una visión más global de comprender la situación del proletariado. Así, los asistentes de Perú mostraron que las experiencias de Cádiz les recordaban muchas cosas comunes con la huelga de la agroindustria o la lucha contra la Ley Pulpin en este país. Insistieron en que las luchas en los diferentes países tienen necesidades comunes, perspectivas comunes y los mismos enemigos (Gobierno, Patronal, Sindicatos, el arco de partidos burgueses)2.
Hubo acuerdo en que el proletariado no está derrotado y que la lucha de Cádiz, pero muy particularmente las luchas en Estados Unidos3 evidencian combatividad y una resistencia a aceptar los sacrificios que el capitalismo en crisis exige con cada vez mayor insistencia.
No sabemos si estos sobresaltos proletarios van a tener continuidad en nuevas luchas. Es difícil de determinar, de un lado, la crisis al agravarse y especialmente en su vertiente inflacionaria puede ser un acicate para nuevas luchas. Pero, de otro lado, la debilidad del proletariado es grande, los efectos de la descomposición son muy potentes y la burguesía tiene una gran capacidad de maniobra, de forma general, los sindicatos controlan la situación. Sin embargo, las luchas actuales son una fuente de lecciones que son un arma para preparar nuevas luchas.
Un participante apuntó la necesidad de formar grupos de discusión de obreros combativos que saquen lecciones de las luchas y preparen el futuro. Es una experiencia que se dio en los años 70 y 80 que es necesario retomar e impulsar4.
¡Contra la trampa de la solidaridad ciudadana!
En Cádiz, la solidaridad de clase fue desviada hacia “Salvar Cádiz”, que es una consigna ciudadana para encerrar a los trabajadores en el terreno capitalista de “pedir inversiones” que “creen puestos de trabajo”, es decir, atarlos al interés de la economía nacional. Frente a esta trampa, se denunció la falsa solidaridad que propagan los partidos de izquierda (y de derecha, pues el franquista Vox también declaró su “apoyo” a los obreros gaditanos), los sindicatos, los medios de “comunicación” y las redes sociales:
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Dar limosna para cajas de resistencia
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Aplausos en las Redes Sociales dando la imagen de que hay mucha gente con los trabajadores cuando estos veían su lucha cada vez más aislada
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La trampa de “Salvar Cádiz”
Un compañero de México planteó la cuestión de ¿Cómo podemos ir desde las luchas actuales hacia una gran huelga de masas que dé al proletariado una fuerza decisiva? Esta cuestión no pudo ser discutida y se propuso que fuera abordada en una Permanencia Internacional5.
3 cuestiones relacionadas con la lucha ocuparon gran parte de la discusión con argumentos y contraargumentos en vistas a una clarificación:
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¿Son los sindicatos reformistas?
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¿El sindicalismo de base es una alternativa a los grandes sindicatos?
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¿Qué es el totalitarismo estatal?
¿Son los sindicatos reformistas?
Todos los asistentes estaban de acuerdo en que los sindicatos actúan contra los obreros. La experiencia de Cádiz firmando un canallesco 2% frente a una inflación del 6% es la enésima demostración. Pero ¿Cuál es la causa de ese actuar? ¿Sería la naturaleza reformista de los sindicatos? Sobre esto en la reunión se expresaron diferentes posturas.
Los sindicatos fueron creados por el proletariado en el periodo ascendente del capitalismo y no tuvieron nunca como función derribar este sistema y crear otra sociedad. Su función era doble: “1ª Alcanzar mejoras y reformas de la condición obrera dentro de los límites de las relaciones de producción capitalista. Estas mejoras y reformas eran no solamente posibles en aquella época histórica -capitalismo ascendente- sino que además estimulaban su desarrollo. 2ª Actuar como centros de reagrupamiento masivo de los obreros para desarrollar su lucha, su conciencia y su solidaridad”6
Sin embargo, esta función doble ya no la pueden cumplir en el capitalismo decadente por lo que son absorbidos por el Estado y transformados en arma contra la clase obrera. La razón está en que bajo la Decadencia “las contradicciones que están en la naturaleza del capitalismo se agudizan hasta el extremo y se hacen insolubles lo que se traduce en violentas convulsiones no solamente en el terreno económico (crisis) sino igualmente en la guerra, el militarismo, la política, la vida social. En este marco, el capitalismo no puede asegurar una progresión gradual de la condición obrera (…) Ello quita toda la base que sustentaba la primera función de los sindicatos que apenas pueden ofrecer alguna conquista -siempre frágil y temporal- y, en la mayor parte de las ocasiones, deben participar en la imposición a los obreros de los peores sacrificios. Junto a esa razón hay otra que es (…) que el Estado se convierte en el garante último de la supervivencia de la sociedad capitalista para lo cual somete a su puño de hierro el conjunto de la sociedad convirtiéndose en un monstruo totalitario que extiende sus tentáculos sobre todos los aspectos de la vida social (…) lo cual hace imposible la segunda función que tenían los sindicatos en sus orígenes: constituir centros de reagrupamiento de los obreros. Al contrario, los sindicatos se integran activamente en el Estado Capitalista del que se convierten en su principal valedor frente a los obreros”
Es, pues, la naturaleza de los sindicatos como aparatos del Estado Capitalista lo que los lleva a actuar siempre contra la clase obrera, tanto cuando “negocian” como cuando “movilizan”, pues lo que los mueve es la defensa del interés nacional del capital, de la economía en su conjunto.
La tesis de que los sindicatos actúan contra los obreros por que serían reformistas abre la puerta a considerar que serían favorables a los obreros únicamente para la lucha económica, pero que serían anti – obreros para la lucha revolucionaria.
Esto es falso, primero porque no hay separación entre lucha económica y lucha política revolucionaria, es clave comprender que los sindicatos sabotean la lucha económica de los obreros, que sus “negociaciones” firman lo que el Capital necesita imponiendo el desempleo, la miseria y peores condiciones de explotación. Los sindicatos son la oficina y la policía del Estado dentro de los centros de trabajo, esa es su función y no pueden tener otra. Organizar y controlar la producción es una necesidad esencial del capitalismo de Estado y ello significa que Gobierno, patronal y sindicatos colaboran estrechamente para asegurar su funcionamiento al servicio del interés nacional del capital.
¿Sería el sindicalismo de base una alternativa?
El permanente sabotaje de la lucha obrera por parte de los sindicatos, sus continuos servicios al Capital, se viene repitiendo desde hace más de un siglo y en todos los países. Esto ha hecho que dentro del Estado Capitalista aparezca una multitud de sindicatos de base, radicales, “revolucionarios”, “asamblearios”, “coordinadoras” etc. La experiencia de Cádiz muestra que ese “otro sindicalismo” no es más que el complemento de los grandes sindicatos7. El problema reside en la naturaleza del sindicalismo que concibe una organización permanente de masas de los obreros sobre la base de aceptar el capitalismo con lo cual necesariamente tiene como objetivo las necesidades del capital nacional y la subordinación de los obreros a ellas. Por esto todas las tentativas -que han sido muchas a lo largo del siglo XX y XXI- de fundar sindicatos “asamblearios”, “de base”, “alternativos”, “revolucionarios” etc., han acabado en un fracaso para los intereses obreros y en un reforzamiento del Estado Capitalista al dotarlo de organismos:
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Para controlar y sabotear la lucha obrera cuando esta comienza a poner en cuestión y a desbordar el dique de los grandes sindicatos
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Para propagar la ideología sindicalista que es una concepción de la lucha obrera que parte de dos axiomas que la esterilizan y la llevan al fracaso:
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Las luchas tendrían que ser preparadas por una organización permanente supuestamente reagrupando a los obreros más combativos;
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La lucha tiene que limitarse a un terreno de mejora y reforma dentro de los límites del capitalismo, lo cual la subordina al interés nacional del capital
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El Estado totalitario de la decadencia capitalista
Cuando echamos una mirada a la experiencia de Cádiz vemos que los obreros tenían enemigos declarados: la Patronal, los dos grandes sindicatos (CCOO y UGT), el Gobierno “progresista”, la Derecha, la policía etc. Sin embargo, al mismo tiempo, les salieron muchos “amigos”: la ministra de trabajo, Yolanda Díaz, que tenía la caradura de “apoyarles” a la vez que estaba en el gobierno que organizaba una feroz represión y hacia desfilar una tanqueta por los barrios obreros de Cádiz; el alcalde de Cádiz, Kichi, que presume de “radical”; Podemos, que participa en el mismo gobierno que envía la tanqueta… Las “amistades peligrosas” han llegado hasta el extremo de que Vox, que se reivindica de un matarife de obreros como Franco, y la Iglesia cuya doctrina es aceptar la explotación en la tierra para “disfrutar de la felicidad en el cielo”, han hecho ruidosas declaraciones de apoyo a los trabajadores.
¿Cómo explicar esta proliferación de “falsos amigos”? Pensamos que con la decadencia capitalista se desarrolla en todos los países el capitalismo de Estado8 y esto se concreta en el terreno político – social en la naturaleza totalitaria de todos los Estados.
En la decadencia del capitalismo el Estado es el baluarte decisivo para salvar el sistema y para ello necesita controlar toda la sociedad, evitar que las contradicciones exacerbadas de la decadencia la destruyan y, sobre todo, controlar a la clase obrera. Por ello es un error considerar solamente totalitarios los regímenes -como el nazismo y el estalinismo- que exhiben arrogantemente su pretensión de controlar toda la vida económica, política y social.
Frente al lobo fascista – estalinista, el Estado democrático se presente con piel de cordero: no pretende “controlar” sino “integrar” a los “representantes de la sociedad” con toda una estructura de “derechos”, “libertades”, “elecciones”, “equilibrio de poderes” … Con esta vía de guante de terciopelo, desarrolla un puño de hierro de control efectivo de toda la sociedad y de engaño de la clase obrera, combinando la mistificación, el sabotaje y la división con el arma de la represión9. En cambio, los regímenes de partido único o de dictadura militar solo cuentan con la represión y el terror, pero son incapaces de controlar la lucha obrera cuando tiende a desarrollarse, tomar conciencia y extenderse.
Con el arma del totalitarismo democrático la burguesía puede organizar el espectáculo de cinismo hipócrita que hemos visto en Cádiz -y que se ha repetido multitud de veces desde hace muchos años. Extrema Derecha, Derecha, Izquierda, extrema izquierda, patronal, sindicatos, iglesia etc., actúan como diferentes tentáculos del Estado burgués, unos en plan de “policía malo”, otros con el disfraz de “policía bueno”, unos exhibiendo la mano dura de la represión mientras que otros ponen la mano “blanda” de la adulación a los obreros. Pero, y eso es lo importante, todos convergiendo en la defensa del Capital nacional, en la actuación del Estado, para atacar y desbaratar la lucha obrera.
Corriente Comunista Internacional 13-1-22
1 Ver el quinto artículo de nuestra Serie La Herencia oculta de la Izquierda del Capital: El debate en la burguesía pugna brutal, en el proletariado medio de clarificación (https://es.internationalism.org/content/4322/la-herencia-oculta-de-la-izquierda-del-capital-v-el-debate-en-la-burguesia-pugna-brutal ), también sobre las Redes Sociales https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201709/4230/sobre-las-redes-sociales
2 Sobre las luchas en Perú ver: Perú: La Ley 1215 otra ley contra la clase trabajadora https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201803/4279/peru-la-ley-1215-otra-ley-contra-la-clase-trabajadora y Huelga de los obreros de la agroindustria en Perú https://es.internationalism.org/content/4632/huelga-de-los-obreros-de-la-agroindustria-en-peru
3 Ver el artículo Estados Unidos: A pesar de los capitalistas, el COVID y los sindicatos ¡la lucha de clases no ha desaparecido! https://es.internationalism.org/content/4741/estados-unidos-pesar-de-los-capitalistas-el-covid-y-los-sindicatos-la-lucha-de-clases
4 Ver La organización del proletariado fuera de los periodos de luchas abiertas (grupos obreros, núcleos, círculos, comités) https://es.internationalism.org/revista-internacional/201211/3556/la-organizacion-del-proletariado-fuera-de-los-periodos-de-luchas-a
5 Las Permanencias son reuniones de simpatizantes donde se trata un tema propuesto por alguno de ellos. Ver, por ejemplo, Permanencia virtual de la CCI sobre el feminismo https://es.internationalism.org/content/4729/permanencia-virtual-de-la-cci-sobre-el-feminismo
6 Apuntes sobre la cuestión sindical https://es.internationalism.org/cci-online/201104/3103/apuntes-sobre-la-cuestion-sindical
7 Ver "¿Es posible un nuevo sindicalismo?".
8 Sobre qué es el capitalismo de estado ver Cuestiones sobre el Capitalismo de Estado en la actualidad https://es.internationalism.org/content/4714/cuestiones-sobre-el-capitalismo-de-estado-en-la-actualidad
9 Ver La mentira del Estado democrático https://es.internationalism.org/revista-internacional/199404/1856/como-esta-organizada-la-burguesia-i-la-mentira-del-estado-democrat