El “giro a la izquierda” del PSOE: un arma para sabotear la lucha y la conciencia obrera

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El gobierno “más progresista de la historia” ha apoyado sin reservas la guerra en Ucrania, se ha lanzado a una increíble escalada de inversiones militares de tal forma que “está dando un giro inédito al sector militar con una lluvia de millones repartida entre los grandes programas de armamento1, oficialmente ha aumentado el presupuesto de defensa en un 7,8% mientras que las pensiones subían un 2,5%; el precio de la luz en lo que va de 2022 ha subido un 54,3%; la inflación ha cruzado la barrera del 10%; ha firmado con los sindicatos un aumento salarial anual del ¡3,5%! (¡frente a una inflación del 10%!); bajo la nueva Reforma Laboral el 31% de los contratos de jóvenes entre 19 y 24 años ¡es de un solo día!; tener contrato fijo no impide que te despidan pues el despido es más barato que nunca; el 51% de los nuevos contratos es “fijo – discontinuo” (trabajar a tiempo parcial, es decir, precariedad disfrazada). El balance es demoledor: “Según el informe Foessa 2021, la pobreza severa en el Estado español afecta a once millones de personas, más de la cuarta parte de la población. Dos millones y medio más que en 2018. Se ceba sobre todo en los menores de 18 años, en los hogares monoparentales (casi siempre con mujeres como cabeza de familia) y en la población inmigrante. La pobreza severa se ha duplicado durante la pandemia. La intensa precariedad determina que el hecho de estar trabajando no garantice ingresos mínimos para mantener condiciones de vida dignas2

Tras una gestión desastrosa de la pandemia la situación sanitaria en España es alarmante: “Durante el presente año, según los datos aportados por el Instituto de Salud Carlos III a través del sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), se está produciendo en el Estado español un incremento de la mortalidad por todas las causas muy superior al esperado, hasta el punto de que según el último informe, de 7 de septiembre de 2022, hay un exceso de mortalidad de 30.861 personas 1, de las cuales 5.783 son atribuibles a la temperatura, mientras que del resto, 25.078 se desconoce la causa. Estos datos ponen de manifiesto, que, a estas fechas, el exceso de muertes por todas las causas ya es superior al exceso de mortalidad observado durante todo el año 2021, que fue de 24.490 personas3

Estos datos, que no son exhaustivos, denuncian un gobierno que continua la obra de todos los gobiernos precedentes, tanto del PSOE como del PP: para defender los intereses del capital español DEGRADAR SIN DESCANSO LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS TRABAJADORES, CONTRIBUIR A LA BARBARIE GENERAL QUE SE APODERA DEL CAPITALISMO.

¡Y con todo este historial Pedro Sánchez cambia súbitamente de chaqueta y proclama en todos los foros que él es el defensor de “las clases medias y trabajadoras”, que “va a hacer pagar a los bancos y las eléctricas”, que va a “combatir” los “excesos de los capitalistas”!

¿Qué hay detrás de este súbito viraje? Conociendo toda la trayectoria del PSOE y de sus socios de gobierno (Yolanda Díaz, Podemos)4 los trabajadores debemos comprender que no se trata de arañar votos entre los obreros, sino de una maniobra de calado contra nuestra lucha y nuestra conciencia.

El contexto actual

Tras la barbarie de la pandemia y de la guerra en Ucrania5 que promete prolongarse en una guerra de desgaste y anunciar nuevas guerras que acerquen el caos militarista a Europa; tras experimentar los efectos de la crisis, en particular la inflación, y las consecuencias de los sacrificios que la burguesía pide en el altar de la guerra, la clase obrera muestra los primeros signos de recuperación de su capacidad de luchar en su propio terreno. Las huelgas en Gran Bretaña son un empujón a la recuperación de la identidad de un proletariado que intenta luchar como clase en los países centrales del capitalismo. Una clase mundial que se enfrenta a las mismas condiciones de explotación y cuyas diferentes burguesías nacionales se empeñan a muerte en sabotear el camino de su perspectiva internacionalista y revolucionaria. En España el proletariado también ha expresado su combatividad, pero la burguesía nunca se queda esperando a verlas venir, sino que se anticipa y se da un marco político para atacar lo más eficientemente posible a nuestra clase.

La sociedad burguesa se encuentra en una situación de aceleración del caos y la barbarie que viene anunciando desde la primera guerra mundial. La tendencia a la autodestrucción del capitalismo es cada vez más gráfica con la combinación e interacción entre la crisis ecológica, la pandemia, la dislocación de las relaciones sociales, etc. y ahora esta guerra imperialista de desgaste localizada a las puertas de Europa occidental. Mientras que los efectos de la descomposición -crisis ecológica, pandemia, dislocación de las relaciones sociales- han tendido a reforzar la impotencia del proletariado y a nublar su perspectiva histórica, más bien atrapándole en las falsas luchas identitarias, las luchas parciales, etc.…la agudización de la crisis y los sacrificios como consecuencia de la guerra está empujado a los trabajadores de los países centrales a defender más o menos conscientemente sus condiciones de vida. Así vemos a los trabajadores empezar a luchar contra los efectos de la crisis y contra el aumento de la explotación.

Con las huelgas en Gran Bretaña6, la clase obrera ha entrado en una etapa donde se abre una potencialidad de desarrollo de su lucha en respuesta a la crisis y particularmente a la inflación. Esta ola de huelgas en uno de los países centrales del capitalismo, donde desde la derrota de la huelga de mineros en 1985 la clase obrera tenía enormes dificultades para respirar su propio terreno de clase, marca una ruptura con un retroceso en la combatividad. Estas huelgas no son un fenómeno aislado, son la punta de lanza de un momento de inicio de luchas en respuesta a los sacrificios de la guerra y la crisis, que abre el camino a una posible recuperación de la identidad y combatividad de la clase. Y ese desarrollo también se ha podido ver en España. El número de huelgas en el 1er semestre de 2022 ha aumentado un 20%. En Julio hubo un momento en que coincidieron luchas muy combativas: el metal en Cantabria, el metal en Galicia y muy especialmente la huelga en Vitoria, que partió de los obreros del pequeño metal que se dirigieron a los obreros de Mercedes Benz (MB), donde la mitad de la plantilla paró en solidaridad. Esta solidaridad es el arma primordial del proletariado. Sin embargo, los sindicatos, brazo fundamental del Estado para el sabotaje de las luchas obreras, consiguieron que la huelga en MB se aislara en un problema de MB, el sexto turno (introducir el trabajo los sábados). Al separar y oponer dos reivindicaciones que podían y debían UNIRSE (la solidaridad con los compañeros del metal y la lucha contra el 6º turno) estos sindicatos encerraron la lucha de MB en el aislamiento y con ello tanto los compañeros del pequeño metal como los de MB fueron a la derrota, perdiendo la fuerza más vital que es LA SOLIDARIDAD.

Después hemos visto otras luchas como la limpieza en varios hospitales, SAD en Asturias, los autobuses de Barcelona, las líneas aéreas...

El Giro a la Izquierda, una política para hacer frente a las luchas obreras

La burguesía es la clase dominante de la sociedad: se prepara, toma la iniciativa, se anticipa a las luchas obreras. El Gobierno de Izquierdas como jefe y “consejo de administración” del Estado y Capital se pone al mando de esta acción.

La campaña actual de la burguesía española ha sido la de “el gobierno de izquierda defensor de trabajadores” y ahora es la de “el giro a izquierda”.

Con el desarrollo de la inflación y el esfuerzo de guerra, la burguesía se ve obligada a atacar a los trabajadores. Sin embargo, el discurso del gobierno de izquierdas es el de defensor de las “clases medias y trabajadoras”, la defensa de “los de abajo” con los cuales se pretende identificar. Estas medidas para supuestamente defender a los trabajadores (agrupados en la categoría heterogénea de “los de abajo”) serían por ejemplo los trenes gratuitos de cercanías7, la limosna de los 200 euros para rentas muy bajas, la nueva limosna de ayuda a madres desempleadas de 100 euros, las ayudas a una vivienda cuyos precios se disparan, la bolsa de la compra de los 30 euros, etc., la subida fantasma del salario mínimo.

Estas medidas entran dentro de una política de reparto de la miseria. Esta política económica de apariencias obreras está acompañada de una tendencia a culpabilizar a los trabajadores no ya con salarios más altos, sino algo más altos, (puede haber trabajadores especializados que debido a la carencia de mano de obra en sus trabajos puedan cobrar salarios mayores, pero en general no son para tirar cohetes) apoyándose en la miseria de los que cobran salarios más bajos o los desempleados. Los subsidios que se prometen, la mayoría de las veces no concedidos o mucho menores en la práctica están acompañados de los recortes salariales de trabajadores con salarios más altos.

¿Pero qué es lo más importante hoy? Debemos denunciar con uñas y dientes el marco político que se está dando la burguesía española para poder atacar con más ferocidad el futuro de los trabajadores.

Este marco tiene varios pilares:

-La promoción de la operación Yolanda Díaz, para restar poder a Podemos y organizar un giro a la izquierda en combinación con el PSOE8. Este giro es una preparación para el trabajo de los izquierdistas y el sindicalismo.

-La apariencia de que los ataques son una cuestión ajena y habría un gobierno que intenta suavizarlos. Estos vendrían de la inflación, de Rusia, de los poderes económicos, o vete tú a saber de dónde. Se trata de mantener viva la reputación “obrera” del PSOE, partido indispensable para la burguesía española, y de aislar el tema en una protesta económica.

Por ejemplo, la Sra. Díaz se enfrenta a la patronal y además llama a las huelgas. Se postula como agitadora de huelgas. Esto permite a Sánchez mostrarse radical. En una entrevista al vicepresidente segundo del Consell valenciano, Héctor Illueca (Podemos), el tipo se mostraba tan radical llamando a las huelgas que el propio periodista le dijo "pero usted es del gobierno». Y él dijo que la cuestión es la cuestión económica, que son los empresarios en última instancia los que toman las decisiones, que son los poderes económicos los responsables a los que el gobierno intenta parar los pies.

Los mecanismos del capitalismo de Estado dan la falsa impresión de que “todo aparece como un automatismo económico”, resultado de la acción exclusiva de oscuros “poderes económicos”. En ese marco el gobierno -que es en realidad quien organiza, dirige y manipula esos mecanismos- aparece como “ajeno” a esos ataques y, al contrario, se presenta como una institución “neutral” cuyo misión -sobre todo si es de izquierdas- sería la de “mitigarlos”, “suavizarlos”, “en beneficio de los ciudadanos” y “especialmente de los más desfavorecidos”. La inflación no aparece como un ataque gubernamental, aunque sea una consecuencia que viene de los gastos improductivos, principalmente la economía de guerra, arrastrados por todo el período de la decadencia (gastos improductivos que sí busca la burguesía, aunque no tenga otro remedio). Es también la actual política de economía de guerra del gobierno la que crea un marco para los ataques. En 2008 no había tampoco un sentimiento en la clase de un ataque directo a sus condiciones de vida, sino que la crisis inmobiliaria y bancaria venía de no se sabe dónde y no se podía hacer nada, lo cual reforzaba la desmovilización. Antes de la pandemia existía la perspectiva hacia una nueva recesión donde, a diferencia de 2008, los ataques se plantearían en un terreno más directo de confrontación con trabajadores, por ejemplo, los despidos. La inflación no se estaba expresando de forma abierta por entonces, y ante esta situación la burguesía decía que había que dar algo de rienda suelta a la inflación de forma controlada. Era pues algo incluso buscado para aumentar la explotación de manera encubierta. Luego vino la pandemia y después se produjo la confirmación de que la inflación no es un efecto controlado a placer, sino más bien una expresión de la crisis del capitalismo que la burguesía está teniendo muchos problemas para controlar.

Ante los despidos el gobierno también se da un marco para que no aparezcan de forma directa, sino algo exterior, ajeno, inevitable. Por ejemplo, los ERTE que se hicieron durante el Covid en este momento están siendo utilizados por muchas empresas, por ejemplo, todas las empresas del automóvil. El gobierno proporciona un marco político para una medida de ataque.

El proletariado debe comprender que todos estos ataques son producto del capitalismo como sistema y de la burguesía como clase y que su Estado -ese estado que con el ropaje democrático y de izquierdas aparece como el “representante de las clases medias y trabajadoras- son agentes activos de los mismos. Debe comprender que la burguesía necesita darse un marco para estos ataques, pero que no se trata de decisiones específicas del libre albedrío de un gobierno u otro, de las izquierdas o de las derechas. Estos solo pueden empeñarse en procurar lo mejor para la burguesía (y así, entre otras cosas, el engaño de los trabajadores). La idea de que “son los poderes económicos quienes tienen sartén por mango y el gobierno debe controlarlo" es un ataque ideológico al proletariado, para evitar que comprenda la naturaleza de su enemigo de clase. En esto consistiría el giro a la izquierda de "tratar de contener el afán de ganancia de poderes económicos". Esto da un marco político para el trabajo de los brazos izquierdista y sindical del Estado, orientado a saludar el giro a la izquierda del gobierno, a trabajar por una parte en la inclinación hacia la izquierda del gobierno, y por otro en un espíritu de luchas económicas aisladas en cada sector particular. Este es el marco político de la falsa atenuación de las consecuencias, del mal menor, dirigido a impedir la lucha del proletariado en su propio terreno y a desarrollar la división de los trabajadores, pero con un toque radical.

La alternativa del proletariado

Si Pedro Sánchez se erige en “defensor de las clases medias y trabajadoras” y Yolanda Diaz llama “a la huelga” es precisamente para que los sindicatos tengan un punto de apoyo para “convocar huelgas” y SE ANTICIPEN A LA COMBATIVIDAD OBRERA. La burguesía trata de evitar que las luchas surjan de la iniciativa de los trabajadores, para ello utiliza su aparato sindical para que tome la delantera y organice huelgas aisladas, domesticadas, encerradas en la defensa de la economía nacional, llevadas de principio a fin a la derrota. Es decir, la burguesía se prepara frente al probable estallido de la combatividad obrera.

En el pasado, los trabajadores británicos estaban entre los más combativos del mundo. Basándose en el número de días de huelga, el "invierno de la ira" de 1979 fue el movimiento más masivo después de mayo de 1968 en Francia, incluso por encima del "otoño caliente" de 1969 en Italia. Esta enorme combatividad fue la que el gobierno de Margaret Thatcher consiguió sofocar de forma duradera infligiendo una serie de amargas derrotas a los trabajadores, especialmente durante la huelga de mineros de 1985. Esta derrota marcó un punto de inflexión, el del prolongado reflujo de la combatividad obrera en el Reino Unido; incluso anunció el reflujo general de la combatividad obrera en el mundo. Cinco años más tarde, en 1990, el colapso de la URSS, presentada fraudulentamente como un régimen "socialista", y el no menos falso anuncio de la "muerte del comunismo" y el "triunfo definitivo del capitalismo" terminaron de noquear a los trabajadores de todo el mundo. Desde entonces, desprovistos de perspectiva, con su confianza y su identidad de clase dañadas, se ven cada vez más sometidos, en el Reino Unido incluso más que en otros lugares, a los ataques de todos los gobiernos sin poder defenderse realmente. Las manifestaciones masivas en Francia han sido a menudo la excepción en los últimos años.

Pero la rabia se ha acumulado y hoy, frente a los ataques de la burguesía, la clase obrera del Reino Unido demuestra que está de nuevo dispuesta a luchar por su dignidad, a rechazar los sacrificios que constantemente impone el capital. Y una vez más, es el reflejo más significativo de la dinámica internacional: el pasado invierno, las huelgas habían comenzado a estallar en España y Estados Unidos; este verano, Alemania y Bélgica también han experimentado paros; para los próximos meses, todos los comentaristas anuncian "una situación social explosiva" en Francia e Italia. Es imposible predecir dónde y cuándo la combatividad de los trabajadores volverá a manifestarse masivamente en un futuro próximo, pero una cosa es cierta, la magnitud de la actual movilización obrera en el Reino Unido es un hecho histórico importante: los días de pasividad y sumisión han terminado. Las nuevas generaciones de trabajadores están levantando la cabeza. (nuestra Hoja Internacional sobre las huelgas en Gran Bretaña)

Con la referencia histórica e intervención clara de las organizaciones revolucionarias, el retorno de la combatividad de los trabajadores en respuesta a la crisis puede convertirse en un foco de conciencia. Es evidente que cada aceleración de la descomposición consigue frenar los esfuerzos embrionarios de la combatividad obrera: el movimiento en Francia de 2019 sufrió el golpe del estallido de la pandemia; las luchas del invierno de 2021 se detuvieron ante la guerra de Ucrania, etc. Esto supone una dificultad adicional y no insignificante para el desarrollo de las luchas y la confianza del proletariado en sí mismo. Sin embargo, no hay otro camino que la lucha, la lucha es en sí misma la primera victoria. El proletariado mundial, en un proceso muy atormentado, con muchas y amargas derrotas, puede finalmente recuperar su identidad como clase y lanzarse con el tiempo y la lucha a una ofensiva internacional contra este sistema moribundo.

Opero y Smolny 05-10-22

1 La Vanguardia 25-9-22

2 naiz: Iritzia | Opinión - El silencio suicida de la izquierda ante la gestión de la pandemia covid

3 https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/MoMo/Documents/InformesMoMo2022/MoMo_Situaci%C3%B3n%20a%207%20de%20septiembre%20de%202022_CNE.pdf

4 No podemos en el marco de este artículo hacer una panorámica histórica de la hoja de servicios del PSOE al Capital español, remitimos a nuestra Serie Los Gobiernos de Izquierda al servicio de la explotación capitalista: https://es.internationalism.org/content/4521/los-gobiernos-de-izquierda-en-defensa-de-la-explotacion-capitalista-i , https://es.internationalism.org/content/4562/los-gobiernos-de-izquierda-en-defensa-de-la-explotacion-capitalista-ii-los-gobiernos y https://es.internationalism.org/content/4625/los-gobiernos-de-izquierda-en-defensa-de-la-explotacion-capitalista-iii-la-trampa-esta

5 Ver respectivamente Dossier especial COVID19: el verdadero asesino es el capitalismo https://es.internationalism.org/content/4566/dossier-especial-covid19-el-verdadero-asesino-es-el-capitalismo y Dossier: Contra la Guerra Imperialista en Ucrania por la Lucha de Clases Internacional https://es.internationalism.org/content/4820/dossier-contra-la-guerra-imperialista-en-ucrania-por-la-lucha-de-clases-internacional

6 Ver nuestra hoja internacional El verano de la ira en Gran Bretaña: la burguesía impone nuevos sacrificios, la clase obrera responde con la lucha https://es.internationalism.org/content/4858/el-verano-de-la-ira-en-gran-bretana-la-burguesia-impone-nuevos-sacrificios-la-clase

7 Los trenes son gratuitos pero el servicio está en un estado tan lamentable que los trenes sobrecargados que llevan miles de obreros al trabajo sufren retrasos de ¡hasta 3 horas! O incluso ¡no llegan nunca! Como ilustraciones ponemos 3 enlaces escogidos entre las innumerables crónicas del pésimo funcionamiento de este servicio “3 meses gratuito”: El «desastre» de las Cercanías no tiene fin | El Diario Montañes (eldiariomontanes.es) , El desastre de Renfe Cercanías en la Comunitat Valenciana continúa (valencianews.es) , Rodalies Renfe | Restablecido el servicio de trenes en Catalunya tras tres horas sin funcionar (lavanguardia.com)

8 Ver La “defensora de los trabajadores” Yolanda Díaz nos ataca con la nueva “Reforma Laboral” https://es.internationalism.org/content/4759/la-defensora-de-los-trabajadores-yolanda-diaz-nos-ataca-con-la-nueva-reforma-laboral

Geografía: 

Herencia de la Izquierda Comunista: