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Este es un documento que participa del esfuerzo de intervención que realiza la CCI en las luchas obreras y de denuncia de las movilizaciones burguesas que arrastran al proletariado fuera de su terreno de clase. Es un artículo que no tendrá un mero carácter descriptivo (aunque al principio parte así solo para poner en contexto al lector), en el sentido de describir las luchas de los trabajadores, sino también criticarlas y sacar lecciones para las luchas revolucionarias en el resto del mundo.
La movilización de los profesores a escala nacional es algo que remeció a la sociedad debido a que decenas de miles de docentes protestaron sin parar por semanas, dirigido por el colegio de profesores, una central gremial de los docentes.
¿Cuáles fueron sus principales demandas?
Deuda Histórica
Originada en el proceso de municipalización de la educación pública (1981), cuando miles de docentes no obtuvieron el reajuste salarial otorgado por ley a los funcionarios ya que este fue desconocido por los nuevos sostenedores. Se trata de una demanda irrenunciable del colegio de gremio docente. Cubillos[2] sigue negando la deuda histórica, bajo el pretexto de no tener recursos suficientes. Sin embargo, las cifras apuntan a lo contrario.
Pago de mención a educadoras de párvulo y diferenciales
El estado desconoce el pago de mención por especialidad a las educadoras de párvulos y educadoras diferenciales. La ministra Cubillos descartó su pago y dijo que se podría evaluar en 2020. Sin embargo, este es un sector creciente: representa el 12 por ciento de la fuerza laboral docente y 96 por ciento son mujeres. Desde el Colegio de Profesores acusan derechamente discriminación de género del gobierno.
Titularidad extensiones horarias
Consisten en horas asignadas anualmente a los profesores para complementar su jornada laboral. Estas horas solo tienen validez anual (contrata) y pueden ser renovadas o no serlo. Situación que genera inestabilidad laboral y doble contrato con el mismo empleador.
Transparencia en pruebas de carrera docente
Desde que se implementó la carrera docente, los profesores no han recibido una retroalimentación adecuada de sus resultados, tampoco se han transparentado las pautas de evaluación del portafolio, lo que arroja dudas sobre la confiabilidad del proceso.
Fin a la doble evaluación docente
Actualmente los profesores deben someterse a dos procesos de evaluación: el de la ley de evaluación docente y el del sistema de desarrollo profesional docente, hay que destacar negativamente el agobio laboral que sufren los docentes de Chile, principalmente por la gran cantidad de trabajo burocrático extra a sus horas por contrato y por la doble evaluación docente. “Muchos de los estudiantes lo que requieren es ser escuchados y nosotros no tenemos tiempo para escucharlos muchas veces porque estamos agobiados de pega”, afirmó un docente.
La ministra Cubillos, encargada del área de educación, simuló ignorar la huelga para desmoralizar a los trabajadores, aunque finalmente organizó el teatro del “diálogo” con el colegio corporativo del ramo. En los “diálogos” y “negociaciones” no están los “representantes” del Estado o de la burguesía y los “representantes” de los trabajadores sino únicamente dos ramas del Estado: la del Gobierno y la de los sindicatos.
Luego de más de 7 semanas se realiza una votación gremial y el paro se depone. Cabe señalar que la mayoría de los profesores que se movilizaron fueron del sector público, no privado
Los mineros siempre han sido el sector más movilizado de la clase trabajadora en Chile, entre ellos los trabajadores de la mina “la escondida” son los más combativos a nivel histórico. La huelga más importante, debido a que fue la huelga minera más larga de la historia, fue la huelga de los mineros de “La Escondida” de 2017.
Los trabajadores demandaban: un aumento salarial del 7,0 %, un bono de 25 millones de pesos (unos 38.460 dólares) por trabajador, que se mantengan los derechos logrados anteriormente, que los nuevos trabajadores reciban los mismos beneficios que los antiguos y que el nuevo contrato tenga una vigencia de tres años. Queremos subrayar que los trabajadores viejos se preocupen de reclamar las mismas condiciones para los nuevos lo cual expresa una visión de clase y una solidaridad, dos rasgos históricos de la lucha de la clase obrera.
Luego de más de un mes de huelga los trabajadores finalizan la huelga sin bonos ni reajustes, apenas lograron preservar sus beneficios anteriores. En esta derrota tuvieron un papel central los sindicatos.
Si los mineros representan la cara del movimiento acá en Chile los portuarios no se quedan atrás tampoco, históricamente siempre los estibadores han representado un sector muy combativo entre la clase de los trabajadores, el 2018-19 realizaron la segunda huelga más larga de la historia.
Comenzó con la movilización de los trabajadores no sindicalizados de los puertos quien se han visto afectados por los conflictos económicos entre China y USA. Estos trabajadores no tienen prácticamente ninguna clase de derechos ni protección y la flexibilidad laboral los agobia, así que espontáneamente empezaron la huelga, extendiendo por todo el puerto y recibió el apoyo del estudiantado, Aunque comenzó de forma espontánea los sindicatos y los dirigentes se hicieron rápidamente con el control de esta. Se exigía: un bono de dos millones de pesos, mesa permanente para negociar, eliminación de listas negras (listas de trabajadores conflictivos). Finalmente, luego de más de un mes de paro los trabajadores finalizaron la huelga con el pago de miseros bonos y aguinaldos.
En noviembre de 2016 los trabajadores del Homecenter Sodimac se decidieron ir a una huelga. Sus demandas fueron: reajuste salarial del 7% y bono de término de conflicto de $500 mil. Fue también una huelga histórica que duró aproximadamente más de un mes y muestra las consecuencias de la flexibilidad laboral del capital.
La huelga termino técnicamente en una derrota para los trabajadores, quienes, desmoralizados, finalmente aceptaron un 2% de reajuste y un bono de $200 mil para cada trabajador, sin embargo, estos denuncian votación ilegítima y ausencia de instancia donde se haya discutido la propuesta.
Y una de las luchas más importantes y masivas de los últimos tiempos de la clase trabajadora es definitivamente la lucha por pensiones dignas, en contra de las AFP, que, resumidamente, permite que empresas privadas y una decena de bancos se llenen los bolsillos con las cotizaciones de millones de trabajadores y trabajadoras[5].
La lucha empezó en el año 2015 o 2016 aproximadamente y fue dirigida por la coordinadora “No más AFP” compuesta por organizaciones de izquierda, gremios y sindicatos. Pese a que al principio tuvo una gran convocatoria con cientos de miles de personas e incluso millones, movilizándose por las calles, debido al carácter contrarrevolucionario y anti obrero de los sindicatos y los partidos políticos a medida que pasaba el tiempo la lucha disminuía, por ejemplo, en Concepción en la primera protesta se movilizaron más de 100.000 personas, este año solo 400 siendo todo culpa de los sindicatos y partidos políticos con su método, que veremos más adelante.
La lucha por las pensiones es algo que los trabajadores llevan a cabo en todo el mundo y es uno de los tantos ataques que el capital realiza contra los obreros[6].
Sin embargo, no todas las luchas que han ocurrido últimamente han sido luchas que se plantean en un terreno proletario precisamente, también ha habido luchas completamente pequeñoburguesas, ciudadanistas y multiclasistas, que no tienen nada que ver con el movimiento obrero y su lucha internacional, sino que, en realidad, constituyen un ataque frontal a su conciencia y a su autonomía de clase, estas son:
Partió en el año 2018 en respuesta a los diversos casos de maltrato hacia las mujeres[7] y se ha caracterizado por tomas (ocupaciones) universitarias, siendo el principal actor jóvenes universitarios que luchan dentro de la academia burguesa (universidad), desde entonces se expandió a diversos rincones del país y la prensa del capital lo tituló una “Revolución feminista”. La izquierda universitaria burguesa ha sido la protagonista de este movimiento.
¿Por qué el feminismo atenta contra la clase trabajadora? Por dos principales razones:
El feminismo es una ideología reaccionaria que nació a finales de los años 90 del siglo XIX con el objetivo burgués de que las mujeres pudieran votar, lo cual fue utilizado por la burguesía en la decadencia del capitalismo para arrastrar a las mujeres obreras al terreno electoral y parlamentario y, de manera general, fortalecer el Engaño Democrático. El feminismo se presenta como una ideología de “progreso” cuando en realidad lo que pretende es reproducir el funcionamiento de la sociedad burguesa de competencia y división. También da cauce a ideologías posmodernas que se caracterizan por reemplazar la lucha de clases por “luchas” de categorías sociales multiclasistas[8].
Todas las luchas de liberación nacional son burguesas y atentan contra el proletariado, detrás de cada lucha de liberación nacional están los intereses de la burguesía local, detrás de la lucha de liberación nacional mapuche esta la burguesía mapuche. Los obreros no tenemos patria, por ende, no debemos luchar por ninguna liberación nacional, las luchas de liberación nacional atentan contra la unidad del proletariado internacional, las luchas de liberación nacional originan guerras imperialistas que masacran a proletarios de distintos sectores del mundo, el patriotismo mapuche, el patriotismo chileno, etc. Cualquier forma de patriotismo y nacionalismo divide al proletariado, destruye su autonomía de clase y lo ata de pies y manos a “su” capital nacional convirtiéndolo en carne de cañón de las guerras imperialistas, las luchas de liberación nacional no tienen nada que ver con los intereses del proletariado[9]. Además, el campesinado (o los indígenas en este caso) que luchan por su “tierra” no les interesa la revolución obrera mundial, son clases atrasadas políticamente cuyos intereses particulares son reaccionarios y chocan con los intereses históricos del proletariado[10].
Una movilización ciudadanista que empezó hace unos años atrás, dirigida por la izquierda del capital. Prácticamente consistía en realizar una asamblea constituyente para reemplazar la actual constitución (que fue creada durante el gobierno cívico-militar de Pinochet) por una nueva constitución nacida en “Democracia”, sobre esto hay que decir varias cosas:
-la constitución es un acta donde las leyes de la burguesía están plasmadas, la constitución está hecha para proteger al estado capitalista, no importa si la constitución nace en democracia o no, está hecha para proteger al estado y por ende al capitalismo, por ende, los obreros no deben participar en ella, deben abstenerse, ya que una nueva constitución no mejorará en nada su situación.
-La democracia es una farsa, la democracia es la dictadura de los capitalistas contra los obreros, la democracia es el sistema político más perfeccionado que tiene la burguesía para mantener su dominio, por ende, el principal enemigo de los trabajadores es la democracia parlamentaria, que solo busca esconder la esclavitud asalariada y miseria de nuestra clase solo para votar cada 4 años.
-no existe la “ciudadanía”, ni tampoco existe los “pueblos”, en el capitalismo mundial solo existen dos clases: burgueses y proletarios. Los trabajadores somos una clase que niega esta sociedad de la mercancía y la alienación, no queremos mejorarla ni reformarla mediante asambleas constituyentes, por ejemplo.
El capitalismo no se puede reformar ni mejorar, sus engranajes económicos, políticos, imperialistas, ideológicos etc., llevan a la guerra imperialista generalizada, la miseria y el desempleo, la destrucción del planeta, la barbarie moral. Es un modo de producción en decadencia que plantea el dilema o REVOLUCION COMUNISTA MUNDIAL o DESTRUCCION DE LA HUMANIDAD. Los trabajadores deben buscar que sus luchas se orienten en ese programa para lo cual cuentan con sus organizaciones internacionalistas de la Izquierda Comunista.
Los trabajadores deben llevar sus luchas afuera y en contra de los sindicatos y partidos políticos
Los sindicatos no son aliados de los trabajadores, los sindicatos son una institución burguesa que el estado tiene en el mundo laboral para controlar a los obreros, dividir sus luchas y atomizarlos más, a través de los sindicatos el estado les contagia la ideología burguesa a los obreros , todas las luchas anteriores terminaron en derrotas , o técnicamente casi anda se ganó debido al carácter anti- obrero y contrarrevolucionario de los sindicatos , la lucha de las AFP fue disminuyendo por culpa de los sindicatos y partidos políticos. La autoorganización de la huelga se debe hacer afuera de los sindicatos , mediante asambleas generales que reúna a todos los obreros de una empresa y no solo a un puñado de ellos , pues algo que más encima caracteriza al sindicato es el hecho de que las huelgas son decididas por un aparato burocrático que lo hace siempre a espaldas de los obreros, solo las asambleas generales soberanas podrán permitir que los obreros decidan por sí mismos y luchen de verdad. Aun hasta los sindicatos más “clasistas, combativos y de base” con el dirigente más “Radical” es anti - obrero y defiende al capitalista y jamás a los obreros
De la misma forma los partidos políticos actuales son entes que tienen como único fin defender el capitalismo y proteger las leyes del patrón, los partidos políticos de izquierda y de derecha defienden lo mismo, no hay diferencia entre ellos, todos están hecho para proteger al estado burgués, el partido comunista y el partido socialista (que se presentan como los partidos de la clase obrera) son partidos meramente burgueses. Los partidos políticos llegaron con el parlamentarismo, y el parlamentarismo nación con la dominación de la burguesía al proletariado. la autonomía política de los obreros es fundamental. A diferencia de lo que todos creen, el capital y el estado no solo tiene un ala derecha para protegerla, la izquierda y extrema izquierda también defienden al capitalismo. Sindicatos, gremios, partidos de derecha, partidos de izquierda, extrema izquierda, extrema derecha, confederaciones…todos defienden el capitalismo , todos están a la defensa de la burguesía.
Eso no quiere decir que el proletariado deba rechazar el dotarse de un partido político propio, debe luchar por un PARTIDO COMUNISTA MUNDIAL, una INTERNACIONAL, que exprese y defienda su programa comunista internacionalista y contribuya activamente a la autoorganización, unificación y generalización internacional de sus luchas.
El papel decisivo de las Asambleas Generales
¿Qué son las asambleas generales? ¿Qué la diferencia de una reunión sindical? Las asambleas generales son asambleas autoorganizadas que son creadas por los propios obreros, al margen de los sindicatos, donde ellos mismos dirigen sus luchas y debaten, algo que no se hace en ninguna reunión sindical. La asamblea general abarca a todos los trabajadores de una empresa y no solo a unos cuantos, como los renegados sindicatos, además de estar abierta a todos los trabajadores, estudiantes, desempleados, jubilados, etc. Por lo cual permite la expansión de la huelga y la multiplicación de las asambleas, originándose asambleas en las calles, ciudades, empresas, fabricas, barrios, etc. Formando una inmensa red de asambleas generales que abarquen a toda la masa proletaria, obreros, estudiantes desempleados, etc. Convirtiéndose en una huelga de masas, que no tiene nada que ver con las degeneradas huelgas generales sindicales o sus ridículos paros nacionales por unos cuantos días previamente planificados, la asamblea general sobrepasa el corporativismo sindical, permite la unidad de toda la clase trabajadora y la expansión de la huelga a todo un territorio geográfico. La asamblea general también elige a delegados que son revocables y forma comités, que deben responder siempre a la asamblea
¿Qué es un comité de huelga extendido? Cuando la lucha ya se expande y la huelga necesita unirse y estructurarse las asambleas generales eligen a delegados que son revocables en cualquier momento, los delegados de las distintas asambleas se reúnen y forman un “Cuerpo de delegados” que se reúnen y permiten unir toda la huelga de un territorio, eso es un comité de huelga extendido.
La huelga de masas autoorganizada y completamente al margen de los sindicatos y partidos políticos del capital, basada en asambleas generales abiertas a “todos” y con delegados revocables en todo momento que forman comités de huelgas extendidos es la única forma de lucha que tienen los trabajadores en este periodo de decadencia del capital, no hay otra forma si quieren vencer.
Las huelgas sindicales-legales, los paros nacionales, las protestas ciudadanas, las impotentes huelgas de hambre, etc. Las distintas luchas que tanto le gustan a la izquierda capitalista son un engaño, un desgaste para los obreros y no funcionan, solo los desmoralizan y atomizan más. Asambleas generales abiertas y comités de huelga, así es como se combate correctamente. Huelga de masas autoorganizadas que se expanden por todo un territorio geográfico y abarcan a toda la clase obrera. Los trabajadores de una empresa no tienen suficiente poder para enfrentarse a la patronal y el estado, necesitan de todo el resto de la clase trabajadora para vencer, trabajadores, estudiantes, desempleados, etc. Por eso la necesidad de asambleas abiertas y de expandir la huelga a todos los sectores.
El legalismo es una trampa para los obreros
Desde sus orígenes, las sociedades divididas en clases (esclavismo, feudalismo, capitalismo) se dotaron de un Estado para defender la explotación y éste dictó leyes para proteger a la clase dominante, legitimar la explotación e imponerla por el terror y la violencia. Bajo el capitalismo las leyes no “defienden al ciudadano” sino al capitalista y a la explotación capitalista. El Estado no es “de todos” sino que es la dictadura del capital donde los sindicatos son un arma de los empresarios contra los obreros. Las luchas obreras, si los trabajadores de verdad quieren vencer, se deben hacer afuera de los sindicatos y por ende fuera de las leyes burguesas, las leyes están hechas para proteger el capitalismo y por ende sustentan la opresión a nuestra clase, si los proletarios llevan sus luchas respetando la “ley” entonces están condenados al fracaso.
Contra el ciudadananismo y el interclasismo
El “ciudadanismo” es una ideología multiclasista que amarra a los obreros con la explotación y los combina con otras clases como la pequeña burguesía, el “ciudadanismo” solo daña a nuestra clase y a nuestra conciencia. En esta sociedad solo existe clases sociales, proletarios y burgueses, los trabajadores no somos “ciudadanos de un estado” sino una clase social que niega al capital y tiende a superarlo, por eso es que no debemos llevar nuestras luchas respetando las leyes. No respetar las leyes no significa ser violentos, una huelga salvaje y autoorganizada no significa vandalismo, solo significa que los obreros están aprendiendo a dirigir sus luchas ellos mismos y que ya no obedecen a los sindicatos.
Las luchas que de verdad le ganan a los patrones y el estado son luchas que no respetan las leyes del capital
El patriotismo es una ideología del capital que divide a nuestra clase
Otra cosa que debemos evitar los obreros y de hecho debemos sacarlo de nuestra lucha es el patriotismo/nacionalismo. Los obreros son solo una clase a nivel universal, no tenemos patria, no reconocemos fronteras ni continentes, ni rasgos, ni étnicas. La patria , y con ella el estado , es solo una herramienta creada por el capitalismo para mantener su dominio y ayuda a delimitar su territorio donde extrae sus riquezas de otros estados con sus respectivas burguesías , las banderas y símbolos patrios representa el estado que nos oprime y explota , el mismo estado que luego nos reprimirá con su policía , por eso debemos sacar esas banderas patrias de nuestras luchas y reemplazarlas por banderas rojas , las banderas rojas son las únicas banderas que representan a nuestra clase universal y al movimiento obrero . Que los obreros eleven las banderas nacionales es algo tan contradictorio como defender a quien lo explota, el patriotismo y nacionalismo son ideologías malignas, ajenas a nuestra clase que dividen al proletariado internacional y hacen que se maten entre ellos en las guerras imperialistas, guerras que son creadas por las burguesías y sus naciones solo para sus propios beneficios económicos. La ideología patriota capitalista es fuertemente apoyada por los sindicatos y partidos de izquierda, lo cual demuestra una vez más que los sindicatos y la izquierda son enemigos del proletariado. ¡LOS OBREROS NO TENEMOS PATRIAS! Las huelgas obreras se deben internacionalizar más allá de las fronteras del capital, todos los trabajadores del mundo sufren debido al capital.
El estatismo (Capitalismo de estado) no es la alternativa para el proletariado.
Si hay de lo que se llena la boca los sindicatos y la izquierda burguesa, y por ende algo que los obreros deben evitar, es caer en el juego del estatismo, creyendo que capitalismo es algo contrario al estado y que si dejamos nuestras necesidades y recursos en manos del estado tendremos una mejor “calidad de vida”. Eso es una gran mentira, el capitalismo y el estado son uno solo, el capitalismo no puede existir sin el estado y viceversa. Cuando la izquierda burguesa-sindical pide “fortalecer” más el estado lo único que hace es fortalecer más una maquinaria burocrática que atenta contra la clase trabajadora. Aun en los países donde el estado es más “fuerte” y protege más a la ciudadanía del “Libre mercado” las contradicciones entre el capital y trabajo no se resuelven, los trabajadores de la Europa nórdica (por ejemplo) siguen recibiendo los maltratos que el capital les impone, lo que demuestra que el estatismo no resuelve nada, y solo agudiza las contradicciones de clase[11].
El capitalismo de estado existe en todo el mundo, en este periodo de decadencia donde hay guerras y crisis el capital se encuentra débil y necesita cada vez más del estado para salvarse, el capitalismo y el estado son uno solo. El “neoliberalismo” no existe, es un invento de la izquierda y la academia burguesa para así aumentar y fortalecer más el estado burgués que nos explota[12]. Los enemigos que tiene la clase obrera son dos: el modo de producción capitalista mundial y el estado-nación que defiende ese modo de producción, ambos deben ser abolidos por la praxis consciente de los obreros.
De la misma forma, las “nacionalizaciones”, tan apoyadas por la unidad popular (frente burgués pro -estado) y la izquierda actual tampoco traen ningún beneficio a los trabajadores, con las nacionalizaciones el control solo pasa a ser parte del estado burgués, el obrero deja de ser explotado por un patrón privado y empieza a ser explotado por el estado, nada cambia en realidad. El estatismo y el nacionalismo deben ser rechazados por los trabajadores, pues no cambia en nada su situación de esclavitud asalariada, de nada servirán que las pensiones o la educación pasen a manos del estado[13].
El estado surgió con la disolución del comunismo primitivo y la aparición de las sociedades de clases. El Estado es un órgano de la clase dominante contra la clase explotada. En la acumulación originaria del capital, el Estado de las monarquías feudales sirvió a la protección y desarrollo del capitalismo. Las mejores formas de dominación política de la burguesía son el estado-democrático de derecho, junto a la democracia parlamentaria burguesa. La democracia y el estado-democrático oprimen a los obreros y los inundan en la miseria. Solo con la revolución obrera mundial, que realice la abolición de las relaciones del capital, junto con todos los estados, la humanidad podrá conseguir su verdadera emancipación y libertad.
La huelga salvaje y autoorganizada es la mejor arma que los obreros tienen, todas las demás “formas de lucha” deben ser desechadas.
La huelga autoorganizada en asambleas y comités fuera de sindicatos y que se expande a todos los sectores de un territorio es la mejor (y única forma) que tiene el proletariado para enfrentarse a la burguesía , el resto de luchas como : huelgas de hambre , huelgas sindicales protestas legales ciudadanas o sindicales , manifestaciones por una o dos horas paros nacionales y otras tantas formas de luchas derrotistas deben ser dejadas de lado , solo traen a la derrota y atomizan y dividen más a los obreros.
Independiente de la lucha reivindicativa por la que decidan movilizarse los obreros, ya sea por la flexibilización laboral, por seguridad social , por medio ambiente , por algún contrato o bono , por alguna compensación , por pensiones , por despidos , etc . Las agresiones del capital son muchas, pero independiente de eso los trabajadores deben responder de una solo forma: huelga autoorganizada mediante asambleas generales abiertas a todo el mundo, independiente de sindicatos y partidos políticos, y la expansión de la huelga a todos los sectores de un territorio geográfico, multiplicando las asambleas. Cualquier otra forma de lucha es una derrota y un golpe a nuestra clase.
Las luchas, en un principio limitadas al terreno económico, necesitan extenderse, unificarse y autoorganizarse, no solamente a escala de un país, sino generalizarse internacionalmente. Esto puede abrir un periodo de huelga de masas donde la politización de la clase, la confianza en sí misma, la conciencia de su fuerza y el desarrollo de una comprensión de la necesidad de una perspectiva revolucionaria, la llevan a la formación de Consejos Obreros, quienes, a través de sucesivos combates, se levantan como un doble poder frente al Estado capitalista, situación ésta que necesita desembocar en la destrucción del Estado burgués y en la revolución comunista mundial.
La necesidad del debate político proletario
La clase obrera no adquiere la conciencia de clase porque un jefe genial se la inculca o porque es “encuadrada” por un partido todopoderoso. En la clase obrera existe, incluso en periodos donde no hay luchas, una maduración subterránea de la conciencia. En apariencia, los obreros aplastados por la explotación cotidiana, la alienación y el lavado de cerebro de TV, Internet etc., parecería que no piensan, sin embargo, existen intentos de reflexión y toma de conciencia que deben ser estimulados, desarrollados y extendidos por la intervención de las organizaciones comunistas internacionalistas.
El debate es un arma fundamental. Fuera de las luchas toma una forma minoritaria: reuniones públicas y permanencias, así como encuentros promovidos por las organizaciones revolucionarias; círculos de discusión, comités de lucha etc. Todo ello contribuye a la maduración subterránea de la conciencia que finalmente se cristaliza en nuevas luchas, muchas de ellas masivas.
Durante la huelga debemos usar las asambleas generales para poder debatir y cuestionarnos todo el sistema capitalista. En la huelga cuando la actividad laboral se paraliza los obreros deben usar ese tiempo para poder debatir y realizar conferencias donde puedan cuestionarse este sistema de dominación en general y como superarlo[14] . El sindicato de nuevo tiene un carácter reaccionario, porque los sindicatos y los partidos políticos tienen una “política de jefes”, eso quiere decir que es el dirigente quien dicta todo y decide todo de antemano, y la masa obrera solo debe obedecer y limitarse a votar, más de eso los trabajadores no hacen nada. Los obreros deben discutir y decidir por ellos mismos, pensar por ellos mismos, esa es la única forma de que forjen su conciencia socialista de clase. Los obreros no necesitan ni jefes ni dirigentes ni ninguna clase de líder, esa gente por esencia es reaccionaria[15], los obreros deben confiar en ellos mismos, pensar por ellos mismos y actuar por ellos mismos. Debatir es una necesidad de la lucha, es la expresión de la naturaleza consciente de la lucha obrera. La emancipación de los trabajadores debe ser obra de ellos mismos.
Por último, no podemos finalizar todo este análisis y criticas si no proponemos planes concretos para que sirva a las luchas de los trabajadores, independiente de los motivos económicos por lo que los trabajadores decidan irse a huelga (flexibilización, despidos masivos, aumento de alguna tarifa, seguridad, medio -ambiente, pensiones , etc.) la única forma de que de verdad podamos vencer es:
-Autoorganizarla huelga fuera de los sindicatos y autónomas a los partidos políticos, y forjar asambleas generales abiertas a todos (obreros, estudiantes, desempleados, etc)
-multiplicar las asambleas en todos los barrios, empresas, fabricas, universidades, calles, ciudades, etc y formar comités mediante delegados revocables en cualquier momento. Expandir las huelgas a todos lados y que ningún obrero mueva un dedo por la economía del capital
-formar un comité de huelga extendido que reúna los distintos puntos en huelga de un territorio, y que esté formado por delegados elegidos directamente de las asambleas generales.
-formar distintos comités en las asambleas, comités de propaganda, de autodefensa etc.
-independencia total de cualquier sindicato y partido político. FUERA SINDICATOS Y PARTIDOS POLITICOS DEL CAPITAL DE LAS ASAMBLEAS.
Esa es la única forma de auténtica lucha proletaria, esa es la única forma de vencer al estado y al capital.
Patrix 28-9-19
[1] Ver LUCHA DE LOS PROFESORES EN CHILE Y LA NECESIDAD DE UNIDAD DE LOS PROLETARIOS https://es.internationalism.org/content/4434/lucha-de-los-profesores-en-chile-y-la-necesidad-de-unidad-de-los-proletarios [2]
[2] Ministra de educación del actual gobierno chileno
[3] Ver ¿Qué lecciones nos ofrece la lucha portuaria de Valparaíso? https://es.internationalism.org/content/4423/que-lecciones-nos-ofrece-la-lucha-portuaria-de-valparaiso [3]
[4] Ver La problemática de las pensiones en Chile y el mundo. El capitalismo mundial es el culpable https://es.internationalism.org/content/4430/la-problematica-de-las-pensiones-en-chile-y-el-mundo-el-capitalismo-mundial-es-el [4]
[5] Este sistema donde el Estado organiza con la complicidad de sindicatos y patronal que los bancos trafiquen y especulen con los fondos de pensiones no es ni mejor ni peor que el sistema donde es el Estado quien se encarga directamente de la gestión de los fondos de pensiones. Los Estados, como fue el caso de Japón, utilizan los fondos de pensiones para cubrir déficits presupuestarios, hacer frente a la deuda o para salvar bancos en quiebra. Los trabajadores no tenemos que elegir entre un sistema “privado” como el de Chile, México o USA o un sistema público de pensiones, AMBOS ESTAN CONTRA LOS TRABAJADORES.
[6] Ver El hachazo a las pensiones amenaza el futuro de todos los trabajadores https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201803/4284/el-hachazo-a-las-pensiones-amenaza-el-futuro-de-todos-los-trabajadores [5]
[7] Nota de la CCI: queremos dejar claro que el movimiento obrero desde sus orígenes ha sido quien más ha combatido contra el machismo y el maltrato a las mujeres. Esto no lo ha hecho únicamente por el necesario sentimiento de unidad y solidaridad, sino desde un riguroso análisis teórico e histórico. Ver El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de Engels https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/index.htm [6] y La mujer y el socialismo de Bebel https://www.marxists.org/espanol/bebel/1879/1879.htm [7]. En continuidad con este combate la CCI ha escrito igualmente El comunismo primitivo y el papel de la mujer en la emergencia de la solidaridad https://es.internationalism.org/revista-internacional/201305/3733/el-comunismo-primitivo-y-el-papel-de-la-mujer-en-la-emergencia-de- [8] y La condición de las mujeres en el siglo XXI https://es.internationalism.org/cci-online/201210/3489/la-condicion-de-l... [9]
[8] Ver Huelga feminista: contra las mujeres y contra la clase obrera https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera [10] y El feminismo al servicio del capitalismo https://es.internationalism.org/content/4403/el-feminismo-al-servicio-del-capitalismo [11]
[9] Ver el folleto Nación o Clase https://es.internationalism.org/cci/200606/968/nacion-o-clase [12]
[10] Como dice el Manifiesto Comunista “Los elementos de las clases medias, el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el labriego, todos luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales clases. No son, pues, revolucionarios, sino conservadores. Más todavía, reaccionarios, pues pretenden volver atrás la rueda de la historia. Todo lo que tienen de revolucionario es lo que mira a su tránsito inminente al proletariado; con esa actitud no defienden sus intereses actuales, sino los futuros; se despojan de su posición propia para abrazar la del proletariado” (https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm [13] ). Ver igualmente Correspondencia: sobre la pequeña burguesía https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201709/4231/correspondencia-sobre-la-pequena-burguesia [14]
[11] Ver La experiencia rusa: propiedad privada y propiedad colectiva /revista-internacional/200711/2089/la-experiencia-rusa-propiedad-privada-y-propiedad-colectiva [15]
[12] Ver ¿Crisis del neoliberalismo o crisis del capitalismo? https://es.internationalism.org/cci-online/200810/2380/crisis-del-neoliberalismo-o-crisis-del-capitalismo [16]
[13] Ver La Izquierda Comunista Mexicana ante las nacionalizaciones, https://es.internationalism.org/revolucion-mundial/200807/2291/un-texto-de-la-izquierda-comunista-mexicana-gtm-1938 [17]
[14] Es lo que se vio por ejemplo en Mayo 68 donde los obreros se reunían en las fábricas para debatir cómo se puede destruir el Estado capitalista o también si en Rusia había comunismo. Estos debates volvieron a aparecer en el movimiento contra el CPE en Francia (2006) o en el movimiento de indignados en 2011. Ver Tesis sobre el movimiento de los estudiantes de la primavera de 2006 en Francia https://es.internationalism.org/revista-internacional/200606/964/tesis-sobre-el-movimiento-de-los-estudiantes-de-la-primavera-de-200 [18] y 2011: De la indignación a la esperanza, /content/3349/2011-de-la-indignacion-la-esperanza [19]
[15] Ver Contra el concepto de jefe genial, https://es.internationalism.org/revista-internacional/200802/2182/problemas-actuales-del-movimiento-obrero-contra-el-concepto-de-jef [20]
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Estamos asistiendo a uno de los espectáculos más bochornosos que jamás se hayan dado (¡y la verdad que se han dado muchos!): las negociaciones para formar gobierno entre dos partidos (PSOE y Podemos) que más parecen enemigos acérrimos que “socios preferentes”. Por su parte, las huestes del “Trifachito” (PP, Ciudadanos y Vox) no les han andado a la zaga en chantajes, maniobras y traiciones. Y no digamos las fuerzas independentistas catalanas que son un nido de víboras donde los odios y rivalidades mutuas son incluso superiores al odio “a lo español”.
Según los manuales de la democracia, el pueblo habría hablado dos veces (el 28 de abril y el 26 de mayo ¡en cuatro modalidades diferentes de votación!: generales, europeas, autonómicas y municipales) pero con su “palabra” los partidos han cocinado y maniobrado para hacer lo que más le convenía al Capital español y a sus intereses particulares.
Desde luego esto no pasa solo en España. Pasa en todo el mundo. Basta con ver el espectáculo diario a golpe de Twitter que ofrece Trump, el que sirve Salvini en Italia o el que promete Johnson al frente del otrora “Imperio Británico” con el Brexit entre manos. Y no debemos olvidar el espectáculo reciente de la reunión del G7 en Biarritz donde los jefes de las “mayores democracias del mundo” se han apuñalado por la espalda incapaces de llegar al más mínimo acuerdo ante el conflicto creciente entre ellos a nivel económico e imperialista.
Este comportamiento de los gobernantes del mundo y sus partidos no se explica por la corrupción o las élites, como dicen los demagogos cínicos del populismo, TIENE OTRA EXPLICACION, es la que aporta el marxismo, que es la posición avanzada de la conciencia de clase del proletariado.
Del mismo modo, HAY UNA ALTERNATIVA a esa política de gánsteres: es la lucha autónoma, la política revolucionaria del proletariado, aunque esta no puede desarrollarse inmediatamente como fuerza masiva operando sobre la situación social. Sin embargo, contribuir a ella, defenderla con uñas y dientes, denunciar el espectáculo denigrante del aparato político burgués, es una contribución a que esa fuerza masiva del proletariado acabe cuajando.
Es evidente que nadie, empezando por el PSOE, quiere un gobierno de coalición con Podemos. Los sectores dominantes del Capital español lo han desaconsejado[1]. Este rechazo no es porque duden de la lealtad al capital español de la pandilla podemita[2]. Pablo Iglesias, ha proclamado por activa, por pasiva y por perifrástica, sus ganas de servir a la Patria Española. Ya en 2015 reclamó al gobierno de Rajoy y a la oposición del PSOE que “fueran más patriotas”.
El problema no está ahí. El problema es triple:
El capital español teme que la entrada de Podemos en el gobierno provoque desorden y desorganización no tanto por su “radicalismo” (que todos saben que es puro teatro) sino por sus prisas para acaparar poder y establecer reinos de taifas propios. De ahí que sus preferencias vayan más por un gobierno monocolor del PSOE que goza de mayor confianza en la burguesía, a pesar de sus conflictos internos brutales y el peso de fuerzas centrífugas[5]. Dentro de la coalición de Podemos, IU (teledirigida por el PCE) y también los “anticapitalistas” de orientación trotskista, más conscientes del interés general del capital español, han recomendado no entrar en el gobierno[6].
El PSOE, al mismo tiempo que “negociaba” con Podemos, no se ha cansado de apelar a la “abstención patriótica” del PP y Ciudadanos para no tener que depender de los independentistas catalanes en los cambalaches parlamentarios. Pero ambos partidos, a pesar de la buena disposición de sectores del PP y del “ala liberal” de C’s, andan enzarzados en una sobrepuja delirante por demostrar quién es “más de derechas” y, sobre todo, ganar a Vox en “españolidad” y rechazo de la palabrería buenista y “políticamente correcta” que exhibe cínicamente la Izquierda. Ello ha hecho que sus “negociaciones” para formar gobiernos autonómicos o ayuntamientos no hayan desmerecido en nada el canibalismo y la perfidia que han mostrado PSOE – Podemos.
Ya en Andalucía, la formación de un gobierno PP-C’s-Vox, que finiquitara casi 40 años de monopolio “socialista” atiborrado de corrupción y amiguismo, fue todo un espectáculo. Nadie se fiaba de nadie, los “socios” se chantajeaban y se han seguido chantajeando, sobre todo Vox, ansioso por alcanzar un “peso” en la burocracia estatal.
Sin embargo, las negociaciones de Murcia y sobre todo las del gobierno autonómico de Madrid han sido el colmo. Casado, el jefecillo del PP llegó a hacer firmar un falso pacto a Vox para el ayuntamiento de Madrid, éste, enardecido por el timo, torpedeó hasta el límite la formación del gobierno de la autonomía madrileña, cuya única pretensión es conservar un feudo que la derecha mantiene desde 1995. La nueva presidenta, presentada como “sangre nueva”, comienza con serias sospechas de corrupción y con vínculos evidentes con los anteriores gerifaltes madrileños, cubiertos de lodo hasta el cuello (González, Aguirre, Cifuentes etc.).
El capitalismo, por su propia naturaleza competitiva, es el todos contra todos, el sálvese quien pueda, la única unidad posible entre los tiburones capitalistas (tanto empresarios como políticos) es contra el proletariado y en la guerra imperialista frente a los rivales. Fuera de ello, la vida política constituye una incesante sucesión de golpes bajos, de intrigas y trampas.
La “unidad” que ahora exhibe la Derecha es forzada. Vox que más que populista es un remanente del franquismo -encapsulado en los últimos 40 años dentro de las filas del PP, pero que los efectos de la descomposición han hecho que, como el genio prisionero del cuento, acabe saliendo de la botella- intenta hacerse un hueco a costa del PP[7]. Por su parte, Ciudadanos ha abandonado la palabrería social-liberal para disputarle a los “socios” del PP su espacio político. Es pues una guerra a muerte la que se perfila en las filas de la Derecha, por mucho que el ansia de poder y la representación del “españolismo” frente a los rivales catalanistas les una frágilmente.
Por otra parte, Vox ha sido indirectamente propulsado por el PSOE para dividir a la Derecha e intentar movilizar a los trabajadores con aquello de ¡que viene el lobo fascista! De hecho, es muy sospechoso que el CIS -el organismo gubernamental de encuestas en manos de un experto en “cocina” de sondeos, el socialista Tezanos- exagerara antes de las elecciones la expectativa de voto de Vox. Esta operación de promover una fuerza de extrema derecha para dividir a la derecha y acentuar sus fracturas no es nueva en la historia: en los años 80, Mitterrand promocionó el Frente Nacional de Le Pen hasta el extremo de prestar a este guardaespaldas y chófer oficial.
Sin embargo, los independentistas catalanes ganan por goleada a los anteriores. Hubo una unidad forzosa en la aventura independentista que culminó con los acontecimientos de otoño 2017. Después fue un sálvese quien pueda con el “presidente” Puigdemont huyendo vergonzosamente a Bruselas dejando a sus “amigos” abandonados a la furia revanchista de los tribunales españoles y azuzando con su “exilio” la venganza de estos contra sus “socios”.
A partir de entonces la escalada de golpes, contragolpes, traiciones, ha sido mayúscula, para gran regocijo de sus rivales españolistas.
ERC ha dado un brutal viraje hacia la componenda con el capital central español. Es un partido viejo con una larga experiencia de servicios a España en momentos importantes. Fue muy eficaz en la represión del proletariado de Cataluña en los años 30 montando grupos fascistas que se dedicaban a perseguir y torturar en las sedes del partido a obreros, especialmente cenetistas. En los años 70, cuando se tuvo que organizar la “democracia” y el “estado de las autonomías”, Tarradellas, miembro prominente de ERC y “presidente” de un fantasmagórico “gobierno catalán en el exilio” corrió a pactar con Suarez.
La maniobra de ERC ha dejado totalmente descolocados a sus “socios” de Convergencia convertida en una suicida caja de Pandora desde que perdió la mano de hierro de Pujol. La única “convergencia” que existe en el partido es el hambre de tocar poder y corromperse más allá del 3% del viejo maestro. En la “convergencia” se pueden encontrar clanes, familias y pandillas de todo pelo, cada cual con su lidercillo y su “fórmula mágica”. La gama va desde los gargarismos radicales de Torra que no asustan ni a un niño de pecho, hasta los bandazos en todas las direcciones de Puigdemont, pasando por la vieja facción proclive al pacto con “España”.
La locura del enfrentamiento cainita los ha llevado a pactos con los socialistas a traición tanto de ERC como de los convergentes únicamente guiados por la necesidad de copar presupuestos sustanciosos en ayuntamientos, diputaciones y consejos comarcales.
A esta división paranoica entre los “héroes” del independentismo ha contribuido las maniobras del PSOE que fue llamado al gobierno en 2018 precisamente para eso: crear todas las divisiones y fracturas posibles dentro del campo independentista. Como hemos explicado en numerosos artículos el contencioso catalán no tiene ninguna solución[8], la burguesía central española comprendió que el PP no hacía otra cosa que agravar el conflicto, por eso propició un golpe de mano del PSOE, la operación moción de censura, tejido en una conspiración donde participaron hasta catalanistas “responsables”, con el objetivo de contemporizar, dejar pudrir el conflicto y, sobre todo, fracturar y dividir lo más posible al bando secesionista. Esta operación, sin embargo, no ha logrado cuajar, entre otras razones, porque, “ha sido saboteada por “fuego amigo”. Por sectores históricos del PSOE que, de nuevo, se han echado al monte contra las cesiones, más aparentes que reales, de Sánchez a los independentistas catalanes. Pero también de la propia ERC que ha temido que transigir con la aprobación de los presupuestos en pleno juicio por “rebelión” contra sus líderes, pudiera ser explotado por Puigdemont o la CUP para presentarla como “vendida al españolismo”. Como puede verse, todo un compendio de navajazos por la espalda, en plena “fiesta de la democracia”[9].
Los proletarios han de sacar lecciones de esta vorágine asquerosa de cinismo, maquiavelismo y guerra de todos contra todos. Sin embargo, deben rechazar firmemente la “explicación” populista según la cual ello sería debido a la corrupción y a “las élites”.
Esas “nuevas mentiras” son otro engaño más de fulanos que aspiran a reemplazar a sus rivales, largo tiempo instalados en los engranajes del poder[10].
La corrupción es inevitable en el capitalismo. El Capital, para acumular, necesita la máxima ganancia en el menor tiempo posible y para alcanzar tal objetivo recurre a todos los medios legales e ilegales, justos e injustos, “pacíficos” o violentos[11]. Por eso, el desarrollo del capitalismo ha ido ligado a la corrupción, los escándalos, los sobornos y la prevaricación.
Un segundo estimulo de la corrupción es el papel cada vez mayor del Estado en todos los frentes, lo que está ligado a la tendencia universal e inevitable al Capitalismo de Estado que acompaña la decadencia de este sistema. El capitalismo de Estado tiene dos formas: la mal llamada “socialista” (los regímenes de estatización extrema que reinaron en la antigua URSS) y la “liberal” donde se ejerce a través de una enorme burocracia estatal infiltrada en todas las actividades: económicas, sociales, militares, propagandísticas, educación etc. Esta organización otorga una gran influencia a los políticos: todo tiene que pasar por ellos, conseguir una subvención, obtener una licencia de explotación, establecer un protocolo de producción, conseguir apoyos para la exportación, no hablemos de los gigantescos contratos de infraestructuras, viviendas etc., así como de las enormes inversiones en armamentos, ejército, guerras etc. Su papel imprescindible les hace exigir toda clase de “sobornos” para autorizar los contratos, proponer las leyes adecuadas, conceder préstamos y subvenciones, facilitar inversiones, otorgar contratos etc.
Pero si los dos factores anteriores hacen de la corrupción una necesidad inevitable en el funcionamiento del capitalismo, la fase histórica de Descomposición social, en el que este ha entrado desde hace 30 años, agudiza aún más la corrupción hasta convertirla en una lacra que perturba seriamente el funcionamiento del capital. Como decimos en las Tesis sobre la Descomposición[12]“la burguesía ha sido incapaz de organizar lo mínimo para movilizar a los diferentes componentes de la sociedad, incluso entre la clase dominante, en torno a un objetivo común, si no es el de aguantar paso a paso y sin esperanzas de lograrlo, ante los avances de la crisis (…) la falta de la menor perspectiva (si no es la de ir parcheando la economía) hacia la cual pueda movilizarse como clase, y cuando el proletariado no es todavía una amenaza de su supervivencia, lleva a la clase dominante, y en especial a su aparato político, a una tendencia a una indisciplina cada vez mayor y al sálvese quien pueda”, lo que se ve acentuado por “la putrefacción social que, hoy, a una escala desconocida en la historia, invade por todos sus poros a la sociedad humana, [expresando] no sólo la dislocación de la sociedad burguesa, sino y sobre todo la destrucción de todo principio de vida colectiva en el seno de una sociedad sin el menor proyecto, la menor perspectiva, incluso a corto plazo, incluso la más ilusoria”, desembocando en el plano político y económico, entre otras consecuencias, en “la increíble corrupción que está aumentando, prosperando en los aparatos políticos, la oleada de escándalos en la mayoría de los países, como en Japón, donde resulta cada día más difícil distinguir aparato de gobierno y hampa gansteril, o en España, en donde está en entredicho el mismísimo brazo derecho del jefe de gobierno socialista, en Bélgica, en Italia y en Francia, en donde los diputados han decidido amnistiarse a sí mismos de sus mangoneos y bajezas”. Los capitalistas y su personal político no esconden su ansía loca de acaparar riquezas y poder, “se vuelven cada vez más arrogantes, voraces y corruptos, no dudan en acaparar riquezas inmensas, mientras a su alrededor cunde la miseria y la desolación. Todo esto debe hacernos comprender que existen clases y que no somos "ciudadanos iguales"[13]
La otra mentira es que estaríamos gobernados por unas élites que actuarían en la sombra, conspirando contra los “ciudadanos” en extraños cenáculos, las famosas “teorías conspiranoicas”. Decía un poeta que la peor mentira es una verdad a medias. Es cierto que la burguesía, como todas las clases explotadoras de la historia, conspira, es maquiavélica, es maestra en el arte de la intriga y la traición. Es igualmente cierto que, dentro de la burguesía, existe un entramado de “poderes fácticos” (grandes empresarios, cúpulas políticas y sindicales, altos mandos del ejército, grandes dignatarios de la iglesia, el Estado, la magistratura etc.) que suelen “proponer” desde las estructuras del Estado las decisiones a tomar y el personal político que debe ejecutarlas.
Sin embargo, como explicamos en el artículo ¿Cómo está organizada la burguesía? La mentira del Estado democrático[14], eso no es el fruto de la conspiración de “las élites” sino la acción corriente del Estado burgués que tiene que concentrar en un núcleo duro todos los poderes del Estado para evitar que una sociedad en decadencia se hunda bajo el peso de sus contradicciones cada vez más graves.
La principal lección que debemos sacar de los espectáculos repugnantes que nos ofrecen los partidos es que el Estado democrático es tan dictatorial como un régimen de partido único, como se decía en el movimiento de indignados “Le llaman democracia y no lo es, es una dictadura y no se ve”.
En la democracia esta dictadura se ejerce utilizando como aval el voto popular cada cuatro años. El caudal de votos obtenido es el botín con el que los partidos realizan sus turbias negociaciones para componer en un juego siniestro el gobierno que el capital necesita en cada coyuntura.
Los partidos piden el voto en nombre de “programas” que nadie cree y que están adornados con las palabras más atractivas y las promesas más engañosas. Pero ese voto solo sirve para legitimar la política del capital: precariedad, desempleo, endurecimiento de las condiciones de trabajo, carrera de armamentos, guerras, destrucción medioambiental, la represión y el control de toda la sociedad, todo ello para favorecer la acumulación de capital, las ganancias de los capitalistas y reforzar la posición imperialista de la nación en el mundo.
En los últimos 50 años, la disciplina de los partidos y sus diferentes facciones, la relativa estabilidad que todavía permitía el nivel alcanzado por la crisis, lograba que el juego electoral, convenientemente programado, asegurara lo que el Capital nacional necesitaba en cada momento (generalmente el turno entre un partido de derechas y un partido de izquierdas, socialdemócrata, lo que se ha llamado el bipartidismo). El avance de la descomposición provoca “la creciente dificultad de la burguesía para controlar la evolución de la situación en el plano político. La base de este fenómeno es, claro está, que la clase dominante cada día controla menos su aparato económico, infraestructura de la sociedad. El atolladero histórico en que está metido el modo de producción capitalista, los fracasos sucesivos de las diferentes políticas instauradas por la burguesía, la huida ciega permanente en el endeudamiento con el cual va sobreviviendo la economía mundial, todos esos factores repercuten obligatoriamente en un aparato político incapaz, por su parte, de imponer a la sociedad, y en especial a la clase obrera, la «disciplina» y la adhesión que se requieren para movilizar todas las fuerzas y todas las energías para la guerra mundial, única «respuesta» histórica que la burguesía sería capaz de «ofrecer»[15]
Esta realidad que ya señalamos hace 30 años, es la que explica el creciente desorden en el aparato político de la burguesía de los países centrales. En España, como decíamos en el artículo antes citado, esto se plasma en “una creciente crisis del aparato político de la burguesía española, incapaz de encontrar una estabilidad, que se ve constantemente saboteada por la indisciplina de sus diferentes fracciones; por un peso creciente de los sectores más incoherentes y díscolos de la clase explotadora en el seno de los partidos políticos tradicionales del orden burgués; por la consiguiente dificultad para utilizar el mecanismo electoral para establecer la organización del aparato político que le conviene en cada momento al capital nacional”.
En la misma onda, esto se ve en la irrupción en la cúpula del Estado de personajes como Trump o Salvini, así como la necesidad de repetir cada vez más frecuentemente las elecciones pues ninguno de los partidos quiere “ceder”, nadie se fía de nadie y todos son conspiraciones y maniobras oscuras. Por ejemplo, en Italia, Salvini quiso romper la coalición con Cinco Estrellas, pero el presidente de la república y el propio primer ministro, considerado una marioneta de Salvini, se la han jugado con otra maniobra desleal: componer un gobierno de coalición 5 Estrellas- Partido Democrático.
Se podría pensar que ese desorden y división en el aparato político burgués favorecería al proletariado. En el pasado la clase revolucionaria ascendente (por ejemplo, la burguesía frente a la aristocracia) podía aprovechar en su beneficio las divisiones de la vieja clase en el poder. Podía hacerlo así porque era una clase explotadora que poseía un poder económico importante que aspiraba a una nueva explotación y a continuar el dominio del Estado sobre la sociedad.
Sin embargo, el proletariado no puede proceder así. No es una clase explotadora sino explotada y no aspira a crear una nueva explotación. Tampoco pretende imponer un nuevo Estado pues su lucha es por abolir la división en clases de la sociedad unificando la humanidad en una comunidad humana mundial[16].
El proletariado necesita ser fiel siempre a su autonomía política de clase para desarrollar su lucha y jamás debe caer en elegir bando en las querellas y conflictos dentro de la clase enemiga pues se expone a verse utilizado como carne de cañón de unos y otros.
El proletariado no tiene que elegir bando entre los populistas y los demócratas. Por repugnante y descaradamente bárbaro que sea el discurso y la práctica populista, el proletariado debe reconocer claramente que sus rivales demócratas HACEN LO MISMO, aunque disfrazado con la verborrea engañosa de “lo políticamente correcto”. Eso se ve claramente en el tema de la emigración. Por ejemplo, en el asunto del Open Arms, Sánchez, el “bueno”, ha hecho lo mismo en la práctica que Salvini, el Malo.
La clase obrera no tiene que elegir en USA entre Trump o su rival demócrata la joven Ocasio; no tiene que escoger entre los Brexit y los remainder en Gran Bretaña; no tiene que “cerrar el paso” en España al “trifachito” de Vox, C’s y PP, alineándose tras los bandidos PSOE-Podemos.
El siglo XX ha confirmado claramente la catástrofe que para el proletariado y la humanidad ha significado ese elegir campo entre los bandos capitalistas. En 1914 al elegir entre el bando alemán y el bando de la Entente (Gran Bretaña, Francia) el proletariado se vio arrastrado a la maquinaria trituradora de hombres y medios de producción, 20 millones de muertos, de la Primera Guerra Mundial. En 1939, al elegir entre fascismo y democracia, fue posible la terrible carnicería de la Segunda Guerra Mundial con 60 millones de muertos. España 1936 con la falsa disyuntiva Franco – República o Chile 1973 con la elección tramposa entre Allende – Pinochet, son otras de las muchas concreciones de esta lección programática del proletariado: NO ELEGIR CAMPO ENTRE LOS BUITRES CAPITALISTAS, MANTENER SIEMPRE SU AUTONOMIA POLITICA DE CLASE.
¿Cómo puede el proletariado desarrollar una política autónoma, alternativa a la política burguesa?
La lucha histórica mundial del proletariado que tiene ya 3 siglos de trayectoria ha generado un programa político –la revolución mundial por el comunismo-, unos métodos de lucha –la huelga de masas, la autonomía de clase- y una organización –las Asambleas Generales y los Consejos Obreros, la organización política internacional de sus minorías- que configuran las bases para una política autónoma del proletariado, una política revolucionaria alternativa a la política burguesa.
Esta política solo aparece claramente cuando el proletariado es capaz de establecer una relación de fuerzas internacional contra la dominación capitalista. Fuera de esos momentos de luchas masivas, la política autónoma del proletariado no es visible, resulta algo subterráneo, solamente defendido y cultivado por sus minúsculas organizaciones comunistas. Sin embargo, existe como expresión de una clase explotada y revolucionaria a la vez, que es negada y extrañada de la sociedad por la ideología dominante. Ello hace que la lucha del proletariado aparezca de forma explosiva, como fruto de una larga maduración que durante mucho tiempo la ideología y la propaganda dominante rechazan y niegan descaradamente. Es entonces cuando “lo de arriba se hunde hacia abajo y lo de abajo se eleva a la superficie, el “orden” aparente debe transformarse en caos y el caos aparentemente “anárquico” debe transformarse en un nuevo orden”[17].
La lucha política del proletariado tiene métodos, formas y procedimientos que difieren radicalmente de los que están al uso en la política burguesa: en ésta todo se decide en cúpulas burocráticas o en oscuros cenáculos de poder; en aquella, en cambio, las decisiones son transparentes, son adoptadas por las masas obreras mismas en asambleas multitudinarias tras largas y participativas deliberaciones. “Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa” (Manifiesto Comunista).
En la política burguesa se dice una cosa cuando se está en la oposición y se hace lo contrario cuando se está en el gobierno; en la política proletaria lo que se hace es lo mismo que se dice y lo que se dice es lo mismo que se hace. En la primera, los actos electorales son mítines para engañar, lavar el cerebro e insultar a los rivales; en la segunda las asambleas no son mítines de agitación sino órganos de decisión y de organización en acciones concretas de lo comúnmente decidido. En la política burguesa todo depende de líderes carismáticos acompañados de un culto a la personalidad ciego y fanático; en cambio, la política proletaria es el fruto colectivo de la acción de masas que piensan, discuten y deciden juntos.
La política burguesa está diseñada para atar aún más a los obreros y a toda la población a los designios destructores y reaccionarios del capitalismo, es una política de conservación del capitalismo y de hundimiento en su dinámica de descomposición. La política proletaria es, como decían Marx y Engels en La Ideología Alemana “Para engendrar en masa la conciencia comunista como para llevar adelante el cambio mismo, es necesaria una transformación en masa de los hombres, que solo podrá conseguirse mediante un movimiento práctico, mediante una revolución; por consiguiente, la revolución no sólo es necesaria porque la clase dominante no puede ser derrocada de otro modo, sino porque únicamente mediante una revolución logrará la clase oprimida salir del cieno en el que está hundida y volverse capaz de fundar la sociedad sobre nuevas bases»
Smolny 10-9-19
[1] Los medios financieros nacionales e internacionales han insistido en un gobierno PSOE- Ciudadanos, pero el empeño suicida de Rivera en disputar al PP el “centro -derecha” (¿) le ha llevado a rechazar todo apoyo al PSOE.
[2] Ver Podemos un poder del Estado Capitalista, https://es.internationalism.org/cci-online/201406/4033/podemos-un-poder-del-estado-capitalista [24]
[3] La historia nos ha proporcionado ejemplos de purgas brutales en partidos o regímenes, empezando por el estalinismo. Sin embargo, lo que ha pasado en Podemos en los últimos 3 años no desmerece de esos ejemplos. Ver Guerra de jefes en Podemos, /content/4204/guerra-de-jefes-en-podemos [25]
[4][4] Un ejemplo del caos que reina en Podemos lo da su organización en La Rioja donde no se ponían de acuerdo en elegir el consejero que les correspondía en el gobierno regional y ¡ha sido el propio PSOE quien ha elegido la consejera en nombre de Podemos!
[5] Ver ¿Qué le pasa al PSOE?https://es.internationalism.org/revista-internacional/201611/4182/que-le-pasa-al-psoe [26]
[6] Las coaliciones entre un socio grande y socios pequeños suelen letales para estos últimos. Hay dos ejemplos de manual, aparte de muchas experiencias en las autonomías españolas. El primero es la alianza de Mitterrand con el PC francés que descalabró a este último. El segundo fue la coalición entre los conservadores británicos de Cameron y el partido liberal – democrático que a las siguientes elecciones hicieron perder a este último casi dos tercios de sus votantes. Los partidos “grandes” (socialistas o de derechas) tienen mucha más experiencia de gobierno y saben maniobrar con toda clase de trucos para debilitar a los “aliados”, aparte que logran cargar sobre ellos las medidas más impopulares.
[7] Ver Contra la campaña de Vox en medios obreros: ¡Los obreros no tenemos patria!https://es.internationalism.org/content/4370/contra-la-campana-de-vox-en-medios-obreros-los-obreros-no-tenemos-patria [27]
[8]Cataluña, España ¡Los proletarios no tienen patria!https://es.internationalism.org/revista-internacional/201712/4262/cataluna-espana-los-proletarios-no-tienen-patria [28] , Referéndum catalán: la alternativa es Nación o Lucha de Clase del proletariadohttps://es.internationalism.org/accion-proletaria/201708/4224/referendum-catalan-la-alternativa-es-nacion-o-lucha-de-clase-del-prole [29]El embrollo catalán muestra la agravación de la descomposición capitalistahttps://es.internationalism.org/accion-proletaria/201709/4234/el-embrollo-catalan-muestra-la-agravacion-de-la-descomposicion-capital [30]
[9]Elecciones generales del 28 A El circo electoral no puede disimular la podredumbre de la sociedad capitalistahttps://es.internationalism.org/content/4406/elecciones-generales-del-28-el-circo-electoral-no-puede-disimular-la-podredumbre-de-la [31]
[10] Uno de los factores que explican el auge actual del populismo es la crisis del bipartidismo que ha reinado en Europa y USA durante más de medio siglo. En la decadencia, todos los Estados son totalitarios y tienden al Partido único. Esa tendencia se expresa en las democracias occidentales por el bipartidismo: dos partidos, uno más a la derecha y el otro más a la izquierda (la socialdemocracia) se turnan monopolísticamente en el poder. El desgaste, la indisciplina creciente, la casi desaparición, de esos dos partidos, en muchos países de Europa y USA ha sido uno de los estímulos del populismo.
[11] En El Capital, Marx muestra que en la acumulación primitiva del Capital (siglos XV a XVII) la burguesía no dudó en utilizar el terror bárbaro y sádico del feudalismo para arrancar a los campesinos y artesanos de sus antiguas posiciones y convertirlos en desposeídos, es decir, en futura mano de obra explotada. De la misma forma, la trata de esclavos y la explotación de estos fue utilizada desde el siglo XVI. Como apunta Marx “el capital nació en el lodo y en la sangre”.
[12] "TESIS SOBRE LA DESCOMPOSICION [32]".
[13] "Las movilizaciones de los indignados en España y sus repercusiones en el mundo - Un movimiento cargado de futuro [33]".
[14]https://es.internationalism.org/revista-internacional/199404/1856/como-esta-organizada-la-burguesia-i-la-mentira-del-estado-democrat [34] y https://es.internationalism.org/revista-internacional/199407/1849/como-esta-organizada-la-burguesia-ii-la-mentira-del-estado-democra [35]
[15] Ver nota 12
[16] En el periodo ascendente del capitalismo -que culmina en el siglo XIX y principios del XX- el proletariado podía apoyar puntualmente a las fracciones más progresistas de la burguesía pues el capitalismo debía superar importantes trabas feudales y aún podía otorgar mejoras y reformas duraderas al proletariado. Esto no lo hacía jugando con las divisiones del enemigo sino buscando el desarrollo de las fuerzas productivas y preservando en todo momento su independencia de clase. Sin embargo, nada de esto es posible en la decadencia del capitalismo donde el único programa realista es la lucha revolucionaria del proletariado por la abolición de este modo de producción social.
[17] Rosa Luxemburgo Huelga de masas, partido y sindicato, https://www.marxists.org/espanol/luxem/06Huelgademasaspartidoysindicatos_0.pdf [36]
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A cincuenta años de las movilizaciones obreras en la ciudad de Córdoba, aún se hace necesario reflexionar sobre su significado, porque son esos mismos cincuenta años los que el aparato de izquierda del capital ha utilizado para construir versiones distorsionadas sobre lo que definió su origen y las respuestas políticas que generó, evitando que la clase obrera pueda recuperar las experiencias que dejó esa jornada de lucha. El hecho de que los obreros tomaran las calles exponiendo su rechazo a la burguesía argentina que gobernaba a través de una dictadura militar, lo han usado para afirmar que iban en la búsqueda de una vida democrática para el país. Otras versiones, defendidas por organizaciones burguesas como el peronismo, desnaturalizan la protesta obrera, la presentan como algo que les “sensibilizó” y les hizo cambiar su actitud de frente al proletariado, llevándolos a incorporar consignas “clasistas” en su programa. Y no son pocas las referencias que pretenden borrar el accionar espontáneo y combativo que los obreros llevaron a cabo, rebasando el control sindical, para transformarlo en un detonante de expresiones sindicales radicales e incluso de las actividades terroristas y guerrilleras de los años setenta.
El Cordobazo, así como el Mayo francés de 1968[1], representó el fin del período de más 40 años de contrarrevolución que se instauró después de la oleada de 1917 a 1923. Para explicar este proceso nos detendremos un poco en el desarrollo histórico que enmarca a estas movilizaciones obreras de hace medio siglo.
A diferencia de la respuesta revolucionaria que la clase obrera presentó ante la Primera Guerra Mundial –al grado que la burguesía se vio obligada a detener esa carnicería–, en la Segunda Guerra Mundial el proletariado se encontraba sin capacidad para oponerse al accionar belicoso del capital, en tanto que, no solo había sido aplastado físicamente por el estalinismo y el fascismo, sino además la ideología burguesa logró atraparlo y someterlo dentro del antifascismo y en la defensa de la democracia.
Se hace preciso exponer que en el período 1917-23, enmarcado principalmente por la revolución rusa y alemana, se alcanzó la parte más elevada de una gran oleada revolucionaria que se percibió todavía en 1927 con las insurrecciones obreras de Shanghái y Cantón en China. Sin embargo, la serie de derrotas que sufrió la clase obrera en este período, abrieron las puertas a la Segunda Guerra Mundial y a la implantación de un período contrarrevolucionario terrible y profundo, que se extendió hasta 1968.
El dominio de la contrarrevolución impidió que ante los golpes de la crisis de 1929 la clase obrera pudiera responder de forma masiva y organizada, por el contrario, provocó una ampliación de la desmoralización del proletariado. Luego la confusión y desconfianza en sus fuerzas se vuelve más profunda con la preparación de la guerra de parte de las potencias imperialistas, porque los preparativos no implicaron solamente la militarización de la economía, sino, además, la realización de campañas ideológicas, en la que presentan al Estado capitalista como una entidad “benefactora” y a la patria (y su defensa), como el gran ideal. De esa manera es que logran colocar al proletariado bajo las banderas de la burguesía y lanzarlo nuevamente a una feroz carnicería.
Al finalizar la guerra hay un crecimiento relativo de la economía mundial y se abre el período de la llamada “guerra fría” entre los imperialismos de Rusia y Estados Unidos, lo cual dio oportunidad a la burguesía para continuar y profundizar su campaña, añadiendo esta vez a su discurso la afirmación de que el capitalismo es una “fortaleza económica” que otorga beneficios a todos a través de las políticas de “bienestar social”, por lo que otra vez invoca a la “unidad nacional”. Bajo esas circunstancias, sociólogos e intelectuales de izquierda y derecha, proclamaron la “asimilación de los trabajadores por la sociedad de consumo”, lo que significaba que el capitalismo había encontrado la fórmula para perpetuarse y para anular políticamente a la clase obrera.
Pero la crisis económica que los teóricos de la burguesía aseguraban había sido desterrada, reapareció hacia finales de la década de los años sesenta, por lo que la burguesía requirió incrementar los ritmos de explotación y una mayor afectación de las condiciones de la vida de los trabajadores. Por eso los diversos problemas económicos que a lo largo del planeta iban asomándose, ponían en evidencia que el capitalismo no puede escapar de la crisis, pero al mismo tiempo, al extenderse y profundizarse, sirve de estímulo a la lucha de la clase obrera, así va recuperando su identidad de clase y la confianza en sus fuerzas. Las huelgas masivas de mayo 1968 en Francia marcaron el fin del período de la contrarrevolución y el inicio de una nueva oleada de movilizaciones obreras.
Entre las expresiones obreras más relevantes y que forman esta oleada, se encuentra el Otoño Caliente italiano en 1969[2], pero también en ese mismo año se llevan a cabo las movilizaciones de los trabajadores en Israel y sin duda el levantamiento en Córdoba, Argentina. Esas expresiones combativas se continúan en Polonia en 1970, en España, Egipto y Gran Bretaña en 1972…
Luego, a mediados de los setenta las movilizaciones continúan y no dejan de estar presentes hasta fines de los ochenta. Entre las movilizaciones obreras más combativas de ese período está la huelga de masas en Polonia (1980)[3] y la huelga de los mineros de Gran Bretaña (1984-85)[4].
Todas estas manifestaciones demostraron que la combatividad de la clase obrera había renacido; la creación de asambleas generales y comités de huelga aparecían como una recuperación de la experiencia de los soviets... Pero mientras la conciencia y combatividad de los obreros se recuperaba, la burguesía mantenía su ataque en contra de los trabajadores, trampeando y saboteando mediante su aparato de izquierda y los sindicatos (tanto los oficialistas como los “independientes”). Justamente las huelgas referidas en Polonia y Gran Bretaña, son ilustrativas de cómo la burguesía enfrenta a los proletarios. Requiere indudablemente de la fuerza de sus aparatos de represión, pero sobre todo del sabotaje de la lucha a través de sus partidos y sindicatos: en Gran Bretaña, el National Union of Mineworkers tuvo una activa intervención para prolongar y aislar la huelga y en Polonia, para arrebatar el control de la lucha a las asambleas y comités obreros, se impulsó la formación del sindicato Solidarność.
De esta manera, el Cordobazo no puede ser visto como una expresión aislada que responde solo a “asuntos argentinos”, es parte de una respuesta internacional del proletariado. Tampoco es una “jornada de combate sindical”, por el contrario, es una lucha que logró desarrollar una gran combatividad a pesar de la presencia de los sindicatos y la feroz represión del Estado.
Así, la reaparición de la crisis económica a fines de los años sesenta, rompió la mistificación del crecimiento perpetuo del capitalismo, pero también al empujar al combate a los proletarios del mundo, pone fin al período de contrarrevolución.
El proceso de industrialización de Argentina se destacó por presentar un ritmo más activo que el que siguieron los demás países de Latinoamérica, ya que se presentó de forma amplia desde las últimas décadas del siglo XIX, por lo cual, la clase obrera también extendió su presencia en el escenario social. El desarrollo de la acumulación de capital requirió de fuerza de trabajo que fue cubierta ampliamente por trabajadores migrantes provenientes de Europa. Eso le permitió a la burguesía contar con una fuerza de trabajo capacitada, pero también, esa masa obrera al integrarse en la vida del colectivo de explotados argentinos transmitió su experiencia política, ayudando en algunos aspectos, a la orientación y desarrollo de la combatividad obrera[5].
Entrado el siglo XX esa dinámica del capital se mantiene e incluso se acelera en momentos de “coyuntura”, como lo fueron la Primera y Segunda Guerra Mundial. Es durante esos períodos que la industria se expande por el territorio argentino, destacándose algunas ciudades como polos industriales y con alta concentración de trabajadores[6].
Pero este proceso dinámico de la acumulación choca con su propio crecimiento. Si retrocedemos a los años de 1929, fecha en que estalló y se extendió por el mundo la crisis económica, encontramos que la economía de Argentina también se vio afectada y dominada por la crisis, pero sus efectos y secuelas se magnifican por la falta de unidad política al interno de la clase dominante. Es por eso que algunos sectores de la burguesía empujan a la realización de sucesivos golpes militares para forzar una unidad y un control social que le permitiera resistir en esos momentos críticos. Es así que, a través del golpe de Estado, se impone un gobierno militar a cargo de José Uriburu (en septiembre-1930) que se marca como tarea establecer una política de represión feroz en contra de las movilizaciones obreras que intentaban dar una respuesta a la degradación de sus condiciones de vida. Al nuevo gobierno no le bastaba la aplicación de medidas que degradaran aún más los salarios y tener paso libre para direccionar los recursos fiscales y crediticios para la protección del capital, tenía que imponer su fuerza y poder mediante la persecución y la represión… pero para evitar la respuesta obrera el reforzamiento de la estructura sindical era necesario.
Así es que en el marco de la expansión de la crisis capitalista de 1929 y del avance de la contrarrevolución por el mundo, la burguesía argentina procura fortalecer su aparato político sindical creando una “gran” central con el fin de asegurar el control de los trabajadores. Este proyecto se va a concretar el 27 de septiembre de 1930 con la formación de la Confederación General de los Trabajadores (CGT). Justamente las tareas que va a cumplir esta central son:
- hacer una campaña dentro de la clase obrera a favor del gobierno militar para otorgarle credibilidad,
- controlar el descontento proletario ante las medidas de austeridad que se imponen desde el Estado, así como la desvalorización de la fuerza de trabajo.
Por eso, desde su origen y en su actuación cotidiana, la CGT se mostrará como una estructura burguesa opuesta a los trabajadores. A lo largo de su historia van a aparecer diversas fracturas, que se dicen “opositoras y críticas” al oficialismo de la CGT, para convencer de esa actitud, usan un lenguaje radical, sin embargo, avanzan también al lado de la burguesía para cumplir fielmente su trabajo de sabotaje contra el proletariado.
Fue la dinámica industrializadora lo que hizo que la presencia de la CGT fuera de mayor importancia para el capital; no es raro que fuera a mediados de los años 40, con el gobierno de Perón –que tiene la tarea de comandar la fase de industrialización mediante la “sustitución de importaciones”–, cuando la CGT se fortalece y se convierte en la columna vertebral de las políticas del gobierno y principal difusor de la ideología peronista[7], que es la expresión misma del dominio del capital. De tal manera que la presencia de una clase obrera en crecimiento hizo que el Estado burgués se asegurara en fortalecer su brazo sindical, creando cuando lo necesita, alrededor la CGT, estructuras “alternativas”, con discursos “radicales” con las que establece una distribución de las tareas para el control de los trabajadores
En 1966, como producto nuevamente de una fractura interna de la burguesía, pero sobre todo respondiendo a la “doctrina de seguridad nacional”, impulsada por los EUA, como parte de la “guerra fría”, las fuerzas militares vuelven a operar un golpe de Estado. Aprovechando el desprestigio de los partidos, de los diputados y demás personajes del poder, los militares se presentan como una alternativa, defensores de los “valores nacionales” y la seguridad, por esa razón bautizan a ese proyecto como la “revolución argentina”, logrando en un corto tiempo la unificación de la burguesía y pequeña burguesía.
La CGT expone abiertamente su apoyo[8] al gobierno militar de Onganía, reafirmando que sus intereses están del lado de la burguesía y que su labor es la de someter de los trabajadores. La cohesión que la burguesía intentaba asegurar con la denominada “revolución argentina” se fragilizaba en la medida en que la crisis económica avanzaba. Bajo esas circunstancias el Estado va profundizando las políticas “anti recesivas”, lo que implicaba acrecentar los ataques a los trabajadores, haciéndose, por tanto, más necesarios los servicios de la CGT.
La defensa descarada que el sindicato hace del gobierno militar, lo desgasta y lo vuelve poco creíble ante los trabajadores, por ello la misma burguesía empuja a la creación de una estructura sindical “alternativa”; de esa manera es que en 1968 se forma la CGT de los Argentinos (CGT-A). Así, mientras que la CGT oficial (dirigida por Augusto Vandor), con un discurso moderado intenta someter el descontento general, la CGT-A (encabezada por Raimundo Ongaro), hace el relevo y atrapa a los sectores proletarios que buscan rebasar el dominio sindical oficialista.
Los documentos políticos de la CGT-A contienen afirmaciones redactadas con lenguaje “radical”, lo que les permite disfrazar sus acciones orientadas a la defensa del capital; por ejemplo, presenta a los intereses de la clase obrera unidos a los de la burguesía, justifica así su convocatoria a la defensa del capital nacional: “El aplastamiento de la clase obrera va acompañado de la liquidación de la industria nacional, la entrega de todos los recursos, la sumisión a los organismos financieros internacionales (…)”. En párrafos más abajo completa su postura: “Los sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación. El comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos deben ser nacionalizados.” (Mensaje a los trabajadores y el pueblo. Programa del 1º de Mayo de 1968).
No resulta nada extraño que el “caudillo” Perón reconociera, desde el exilio, la importancia política de la CGT-A y la impulsara para enfrentar a la CGT de Vandor. Y no es solamente porque Vandor le disputaba a Perón la dirigencia del “justicialismo”, postulando la creación de un “peronismo sin Perón”, sino además porque sus frases adornadas de radicalidad creaban un mejor camuflaje para involucrar a los trabajadores en la defensa del capitalismo.
En la formación de esta CGT “combativa” (como también se hacían llamar la CGT-A), colaboran personajes de la “intelectualidad” radicalizada de origen pequeño burgués e incluso curas católicos del “Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo” y sin duda participan también un gran número de trabajadores que se acercan con mucha honestidad (aunque con gran confusión), lo cual no cambia en nada su naturaleza burguesa; precisamente los sindicatos son armas imprescindibles para la burguesía porque es través de ellos que puede penetrar en las filas de los trabajadores, llevando un gran camuflaje para esconder que es un engrane más de la maquinaria estatal burguesa.
El ascenso del gobierno militar de Onganía, se presentó como una respuesta política de la burguesía ante la ruptura de su unidad y para enfrentar la crisis económica, por lo que centra su atención en mejorar los mecanismos de explotación y sometimiento de los trabajadores, lo que conduce a una mayor degradación su vida, a una estricta vigilancia policial de la vida social y una feroz represión en contra de las manifestaciones obreras (y de estudiantes), lo cual se vuelve una constante que avanzaba y tomaba dimensiones de mayor magnitud, dejando en cada ocasión una cantidad de detenidos, heridos y asesinados.
Pero el terror aplicado por el Estado no logró atemorizar y paralizar a los trabajadores, por el contrario, alimentó su coraje y combatividad. Aunque también, este ambiente de lucha fue aprovechado por los partidos maoístas, stalinistas, trotskistas y peronistas, para engrosar sus filas con estudiantes y jóvenes obreros. Así, a pesar de la práctica represiva del Estado, la acción sindical y de los partidos de izquierda e izquierdistas, algunos sectores del proletariado argentino lograron impulsar la discusión y reflexión sobre el significado de las medidas económicas, las políticas aplicadas por el gobierno, pero además sobre la posibilidad y la necesidad de la revolución[9].
Para finales de los años 60, Argentina contaba con ciudades muy industrializadas (como Buenos Aires, Rosario y Córdoba), en las que se concentraron amplias masas de obreros, que van exponiendo una gran combatividad en sus movilizaciones. Justamente esta combatividad obrera se define como una tendencia que va imponiéndose a partir en 1966, mostrando una respuesta a los ataques de la burguesía y su Estado.
Es sobre todo en el año de 1969 cuando los ataques se vuelven más feroces, cualquier manifestación callejera era reprimida brutalmente, por ejemplo, en las provincias de Corrientes y Rosario las movilizaciones estudiantiles, que protestaban en contra del aumento de los precios en el comedor universitario terminaron, en ambos casos, en ataques policiales, dejando un saldo de estudiantes asesinados y heridos. Estos hechos generaron consternación entre los trabajadores, pero al mismo tiempo se van convirtiendo en detonantes de coraje y de expresiones solidarias.
En Córdoba en mayo de 1969, el descontento de los trabajadores va creciendo como respuesta a las medidas económicas violentas y a los actos represivos: al inicio del mes de mayo los trabajadores del transporte llevaron a cabo una huelga por mejoras salariales. En las fábricas automotrices desde 1968 se venía despidiendo trabajadores e incrementando la intensidad laboral, pero en 1969 la patronal anunció que, para los trabajadores de los sectores metalmecánico y automotriz, se eliminaría el “sábado inglés”, lo que implicaba la ampliación de la jornada de trabajo del día sábado (4 horas extras sin pago adicional). Esa medida tenía su complemento en la reducción directa del salario (por efecto de las “quitas zonales”).
En el resto de las empresas se mantiene (como desde 1967) la congelación de los salarios... El 14 de mayo, los obreros de la metalurgia son agredidos por la policía cuando realizaban una asamblea, por lo que se desató un violento combate callejero, que va a detonar en un incremento del coraje y la combatividad obrera. Los sindicatos no esconden su preocupación por la combatividad que va en crecimiento y amenazando con desbordar su control, por lo cual las dos CGT buscan trabajar juntas.
En un intento de evitar que el descontento en ascenso entre los obreros saliera del control sindical, la CGT-A en unión con la CGT de Vandor, convocan a un paro nacional de actividades de 24 horas para el día 30 de mayo. Los sindicatos gremiales cordobeses[10], por su parte, en una especie de competencia con las estructuras burocráticas de la CGT e incluso de la CGT-A (a la que estaban asociados la mayoría de los sindicatos de Córdoba), plantean iniciar el paro el 29 de mayo a las 11 de la mañana y terminarlo 37 horas después, de esa forma buscan prestigiarse ante los obreros y al mismo tiempo mostrar a la jefatura de las dos centrales su dominio y fuerza local, con el fin de ganar presencia y canonjías dentro de la estructura sindical.
La convocatoria de la movilización estaba controlada por el sindicato. Incluso la detención del peronista Raimundo Ongaro dos días antes del paro, alimentaba el descontento que los sindicatos podían aprovechar.
Así la estructura sindical cubría diferentes flancos para asegurar el control de la combatividad obrera. Combinaba la “radicalidad” de la CGT-A con la actitud “mesurada y legalista” de la CGT, pero también cumplían su papel los sindicatos no integrados a ninguna de las CGTs y por tanto fuera de la convocatoria (como lo era el de la Fiat).
Mientras unos sindicatos pretenden impedir que los obreros participaran en el paro, los sindicatos cegetistas de las diversas industrias impulsarían la movilización, procurando que como siempre, las movilizaciones se quedaran en simples caravanas, ocupando las calles pero de forma dispersa, manteniendo (bajo la supervisión de los sindicatos) la división gremial que responde a la división del trabajo en la producción capitalista… sin embargo, en esa ocasión, no lograron detener la expresión del descontento proletario en su propio terreno de clase.
La propuesta surgida del encuentro sindical fue que desde la mañana del 29 de mayo los diferentes contingentes de obreros y estudiantes saldrían desde las puertas de las diversas fábricas para avanzar, formando contingentes dispersos, hasta llegar al local de la CGT (ubicado en Av. Vélez Sarsfield).
El primer aspecto que se destaca es la respuesta masiva de los obreros; no solo los trabajadores de las grandes plantas fabriles se movilizaron, también los de los pequeños talleres se incorporan espontáneamente e incluso muchos obreros de Fiat, en cuya fábrica el sindicato se oponía al paro, se integran a la manifestación. Los estudiantes también pararon sus actividades y se integraron masivamente en apoyo a los trabajadores, de manera que prácticamente la ciudad entera quedó parada.
La policía desde las primeras horas del 29 de mayo había cercado a la Av. Vélez Sarsfield para impedir la llegada de los grupos de obreros y en diversas calles y barrios cercanas a las zonas fabriles, el gobierno destacó escuadras de la gendarmería y de la caballería, los cuales iniciaron su tarea de intimidación desde muy temprano, intentando impedir el avance de las columnas de obreros. Pero fue en las calles del centro de la ciudad donde se presentaron los combates más fuertes.
Cuando la policía vio acercarse la manifestación al punto de reunión, arremetió primero con bombas de gas lacrimógeno, luego lanzó las escuadras de la policía montada… con esas avanzadas logró que algunos grupos de manifestantes se dispersaran, pero enseguida se agrupan y responden a la agresión con mucho coraje. Palos y piedras fueron usados por los manifestantes en contra de los cuerpos represivos. La masividad de la manifestación logró repeler la agresión, pero la policía al verse incapacitada para imponer su orden busca aprovechar su capacidad de fuego, de forma que ya no usan solamente su “armamento disuasivo”, ahora son sus fusiles y pistolas las que disparan en contra de la masa, hiriendo a varios trabajadores y asesinando a Máximo Mena[11], un joven obrero de IKA-Renault.
La muerte de su compañero en vez de causar temor anima la solidaridad y enciende el coraje. De una manera espontánea los obreros construyen barricadas y llevan a cabo asambleas en las calles y en las propias barricadas, en las que participan obreros sin distinción de la fábrica en la que laboraba, integrándose además estudiantes y los mismos habitantes de los barrios, logrando una gran unidad y expresión solidaria. El testimonio de un obrero participante en esos combates refiere: “La reacción de la gente fue notable, salía a darnos diarios (para prender las fogatas que ayudan a disminuir el efecto del gas lacrimógeno), las mujeres, las viejas, nos daban fósforos, botellas para que nos defendamos, palos…”[12]
La estructura sindical por más que intentó detener los combates, no logró hacerlo y ven con horror como la manifestación que esperaban fuera controlada por ellos, se convertía en una rebelión obrera y de masas.
Algunos “jefes sindicales”, como fue el caso de Agustín Tosco, de Luz y Fuerza, que impotente ante la fuerza obrera que se levantaba de forma autónoma, declaraba a periodistas de la revista “Siete Días”: “La gente salió por las suyas, ya nadie las dirige” y asomaba su amargura al decir, “Se nos fue todo de las manos”[13]. La estructura sindical de la UOM (dirigido por el peronista “moderado” Atilio López), también se da cuenta que los trabajadores se liberaban de su control, por lo que huyen y se “deslindan”, intentando alcanzar el perdón del Estado y salvar su pelleja…
Luego de algunas horas de combatir ferozmente en las calles cordobesas, los explotados logran replegar a una gran parte de las fuerzas represivas, que se refugian en sus cuarteles, aquellos que quedan activos, mantienen el combate en algunos barrios más alejados del centro, pero sin lograr traspasar las barricadas, por eso en un acto de desesperación y venganza, la policía arremete en contra de la población que no estaba involucrada en la manifestación, pero tenían la mala suerte de cruzarse en su camino.
En el barrio de Clínicas, grupos formados principalmente por estudiantes, se colocan en los techos de las casas desde donde hacen disparos disuasivos para impedir el avance de la policía. Avanzada la noche de ese mismo día los trabajadores cortaron la luz, creando una penumbra para dificultar el movimiento de la policía y del ejército que había llegado a la ciudad por la tarde y preparaba el asalto.
Es hasta la madrugada del día 30 de mayo que las escuadras militares inician el avance lento por la ciudad, dado que aún encuentran barricadas en las que se intenta la defensa, pero la soldadesca termina imponiéndose y tomando militarmente la ciudad, lo que le permite establecer el “toque de queda” y la detención masiva de obreros y estudiantes, a los que juzgará casi inmediatamente en los tribunales militares formados ex - profeso.
Las jornadas combativas de mayo de 1969 detonaron una ola de luchas en Argentina hasta mediados de los setenta, dejando sin duda lecciones que los trabajadores deben recuperar. A diferencia de la burguesía, decía Marx, que en su lucha contra el viejo sistema, “avanzan arrolladoramente de éxito en éxito”, los trabajadores por el contrario avanzan por la historia con mayores complicaciones, en tanto critican constantemente su práctica, “para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos...”[14] Y lo hacen así porque es una clase social que no tiene ningún asidero económico en este sistema, su fuerza proviene de su conciencia y organización y ésta solo puede fortalecerse evaluando su propia práctica, recuperando las lecciones de todos sus combates y más aún de sus derrotas. En ese sentido cuando recordamos al Cordobazo no es para hacer una apología exagerada o ciega, un discurso lacrimoso y conmovedor o un apunte formal para describir una efeméride, lo recordamos luego de 50 años porque el proletariado argentino mostró la fuerza que puede crearse cuando logra romper las ataduras sindicales y de los partidos de la izquierda y derecha del capital que lo someten. Esa es una gran lección que el proletariado del mundo debe recuperar, pero al mismo tiempo se requiere de un balance crítico mostrando sus debilidades, como, por ejemplo:
- La rebelión obrera del 29 de mayo se mostró como una respuesta espontánea y consciente ante los ataques del capital, fue una expresión incipiente pero importante en contra del capitalismo, en tanto logró despertar la combatividad, animar la solidaridad y recuperar la confianza en sus fuerzas, sin embargo, la movilización no avanzó más. Uno de los aspectos que impidió a los trabajadores llevar a su conciencia a niveles más desarrollados fue la carga ideológica que durante años había inoculado el aparato sindical, la izquierda del capital y de forma particular el peronismo, que en Argentina ha actuado y continúa actuando en defensa del capital y en contra del proletariado.
De forma específica la ideología “anti-imperialista”[15] y “critica” a las expresiones monopólicas han sido argumentos con el que buscan golpear la conciencia del proletariado[16]. Esto es así porque el “anti-imperialismo” es en realidad el disfraz de un discurso nacionalista que utiliza tanto sectores de derecha como la izquierda del capital para confundir y desviar el descontento de los explotados hacia la defensa del capitalismo nacional; a ese mismo punto se llega cuando se levanta la consigna de lucha contra el capital monopólico e incluso crea mayor confusión cuando sumerge a los explotados en la ilusión de posibles políticas “alternativas”, como el proteccionismo o la estatización. Estas viejas trampas no tienen otro objetivo que impedir que los trabajadores dirijan su combate contra de los fundamentos del capitalismo.
Esa carga de confusiones apareció durante la rebelión del 29 de mayo cuando grupos de obreros y estudiantes pretendían mostrar su descontento quemando no solamente las oficinas gubernamentales, sino fundamentalmente comercios y oficinas de monopolios extranjeros (Xerox, Citroën…).
El nacionalismo es una de las cargas ideológicas más pesadas que lleva a cuestas el proletariado, por eso no es extraño que aparezcan estas expresiones aún en momentos de ascenso de la combatividad y eso es así porque la burguesía no deja pasar un día en que alimente esta campaña. En 1973 invocando al nacionalismo arrastraron a los obreros argentinos a las urnas (y luego han repetido la trampa en innumerables veces) y en 1982 se envenenó el ambiente de patriotismo para sumergirlos en el apoyo a la guerra de las Malvinas.
- Otro de los aspectos que dificultaron el desarrollo de la conciencia obrera fue el fortalecimiento que el Estado hizo de la estructura sindical. Cuando los tribunales militares detienen y culpan de la rebelión a los jefes sindicales, Agustín Tosco, Atilio López y Elpidio Torres, los convierte en mártires, revistiendo de prestigio a ellos y a los sindicatos. Por eso, no pasa mucho tiempo para que la misma burguesía aproveche ese prestigio que otorgó a Atilio López y a Tosco[17], para llevar a los trabajadores a las urnas y a la defensa de la democracia mediante su participación en el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI). Eso significa que el avance combativo que se mostró en el Cordobazo, no tuvo continuidad y no se recogieron adecuadamente las lecciones. Al arrebatar el control de la lucha a los sindicatos se mostraba que la lucha podía llevarse sin ellos, pero abría el camino para construir organizaciones propias (consejos, comités…) que permitieran la autonomía del proletariado.
Unos años antes, cuando los trabajadores empiezan a reconocer el carácter anti-obrero de la CGT oficialista, en vez de buscar su autonomía en el combate, la burguesía le opone otro sindicato, la CGT-A, así la combatividad vuelve a ser capturada por el sindicato e impone la confusión, sin lograr avanzar en la comprensión de que los sindicatos son estructuras integradas al Estado. Este mismo problema se repitió en el “viborazo” de marzo de 1971, en donde los sindicatos Sitrac-Sitram, utilizaron su “metamorfosis”, pasando de ser conservadores a sindicatos ultra radicales, para ampliar así la fuente de confusión y esterilizar la combatividad obrera.
Es sobre este marco, que la prensa de la burguesía y el aparato de la izquierda del capital cuando hablan del Cordobazo, resaltan los enfrentamientos en las calles, pretendiendo reducir esta jornada a hechos anecdóticos, para así encubrir que fue una movilización en la que se mostró la capacidad de los obreros para tomar el control de la lucha, pasando por encima del control sindical y de la que requiere recuperar las lecciones que habrán de servir para preparar y aplicarlas en los próximos combates.
Sobre esta base, también la burguesía trata de falsificar el verdadero terreno de lucha del proletariado, `presentando como métodos de lucha “radicales” o “efectivos”, las extorsiones o el pillaje como aconteció durante las protestas contra el “corralito” de 2001-2002[18], o los bloqueos de ruta o los “métodos piqueteros” en 2004[19]. En las páginas de nuestra publicación hemos denunciado tales métodos contrarios precisamente a la verdadera autoorganización y a la verdadera unidad. Con la perspectiva de desarrollo de nuevos y brutales ataques en el futuro más inmediato, y la esperable emergencia de nuevos combates obreros, el proletariado debe recuperar las lecciones de sus mejores experiencias de lucha en Argentina y en todo el mundo.
Tatlin / Julio-2019
[1] Ver Hace 50 años, Mayo de 1968 donde puede encontrarse una lista de artículos sobre esta experiencia proletaria. https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4296/hace-50-anos-mayo-de-1968 [42]
[2] Ver El “Otoño caliente” italiano de 1969 Un momento de la recuperación histórica de la lucha de clases, https://es.internationalism.org/revista-internacional/201002/2773/el-otono-caliente-italiano-de-1969-i-un-momento-de-la-recuperacion [43] y https://es.internationalism.org/revista-internacional/201012/3005/el-otono-caliente-italiano-de-1969-ii-un-momento-de-la-reanudacion [44]
[3] Ver Un año de luchas obreras en Polonia /content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia [45]
[4] Ver la Resolución sobre la relación de fuerzas entre las clases [46] de nuestro 23 Congreso
[5] La presencia de los trabajadores migrantes en Argentina fue decisiva en la formación de agrupaciones anarco-sindicales como la FORA y su participación fue muy activa en jornadas de combate, como en la “semana trágica” (1919) o en las huelgas de la “Patagonia rebelde” (1920-21). Ver en nuestra Revista Internacional el artículo dedicado a La FORA: Historia del anarcosindicalismo en Argentina. [47]
[6] Ese fue el caso de la provincia de Córdoba, que a partir de la mitad del siglo XX se vuelve una de las ciudades de mayor concentración de industrias y servicios
[7] La ideología peronista es en realidad una fachada sobre la que sectores diversos de la burguesía se agrupan, presentándose como un movimiento, pero sin lograr una unidad real. El movimiento peronismo siempre ha buscado integrar a los trabajadores como carne de cañón, por lo que intervienen en sus filas a través de sindicatos, partidos y organizaciones religiosas. El peronismo ha tenido una gran utilidad a la burguesía porque se presenta como una expresión ideológica confusa y flexible que se mueve desde la derecha hasta la “izquierda”, manteniendo en todos los casos un discurso nacionalista y al que pueden añadirle argumentos religiosos, desarrollistas, o pretendidamente “socialistas”, derivando un diverso abanico de agrupaciones que podríamos (usando sus propios términos) resumir así:
- “peronistas ortodoxos”, representado principalmente por el partido justicialista y el peronismo sindical,
- “peronistas revolucionarios”, formado por las diversas “tendencias” guerrilleras,
- “peronistas de base”, como se denomina al activista de barrio, que se reivindica del “trabajo de masas”,
- “neoperonismo”, expuesto en la práctica de los gobiernos más recientes (Menen, el matrimonio Kirchner) …
[8] Perón, que comandaba al “peronismo” desde su exilio en España, sintetiza con la frase: “desensillar hasta que aclare”, el llamado a buscar el momento adecuado para asegurar la colaboración con el gobierno golpista
[9] Algunos trabajadores expresan su postura política con la consigna: “ni golpe ni elección, revolución”, mostrando su repudio al gobierno golpista, pero también a las promesas electorales del izquierdismo y del peronismo (más específicamente), exponiendo así su reivindicación de la revolución como única salida al capitalismo. Lo cierto es que, la clase obrera argentina alcanzó una gran combatividad en las huelgas y movilizaciones desde fines de los 60 y hasta mediados de los 70, pero no logró una claridad completa que le permitiera enfrentar al ambiente burgués dominante que se impone desde el peronismo y el izquierdismo
[10] Los principales sindicatos de las industrias presentes en Córdoba eran: Sindicato de Luz y Fuerza, Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Unión Tranviarios Automotor (UTA)
[11] El obrero Mena no fue el único asesinado, testimonios de participantes en esa jornada de lucha, refieren que fueron cerca de 60, otros datos periodísticos señalan que fueron 20 los muertos, pero como en todas las rebeliones es difícil saber con exactitud el número de muertos y heridos. De lo que hay más certeza es que el número de detenidos fue de más de 2,000
[12] Testimonio recogido por Juan Carlos Cena en “El Cordobazo una rebelión popular”, Editorial La Rosa Blindada, 2003
[13] Citada en el folleto, “Mayo del 69, la llama que no ardió”, Argentina, mayo-1989, del grupo “Emancipación Obrera”. Ver “Propuesta internacional a los partidarios de la revolución mundial”: https://es.internationalism.org/revista-internacional/201103/3069/propuesta-internacional-a-los-partidarios-de-la-revolucion-mundial [48] . En 2016 publicamos el testimonio sobre la experiencia de este grupo hoy ya disuelto de un antiguo militante del mismo, ver Una experiencia de la que sacar lecciones: el grupo Emancipación Obrera en Argentina https://es.internationalism.org/cci-online/201205/3413/una-experiencia-de-la-que-sacar-lecciones-el-grupo-emancipacion-obrera-en-arg [49]
[14]K. Marx. El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte https://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/brumaire/brum1.htm [50]
[15] Suele asociarse a la política imperialista solamente a la que practican los EUA, cuando la política imperialista la realizan todos los estados capitalistas en mayor o menor grado
[16] En la entrevista hecha por la revista “Análisis-Confirmado” (9-febrero-1973) el dirigente sindical Tosco definía su perfil político así: “Estoy por la lucha antiimperialista hacia el socialismo. El socialismo está un poco lejos aún de la Argentina, pero está cerca de la lucha liberadora. Antimonopólica, antiimperialista...”. Esta declaración permite vislumbrar el tono del discurso ideológico que desde el sindicalismo radical se difundía
[17] Como resultado de la toma militar de Córdoba, Agustín Tosco, Elpidio Torres, Atilio López y Jorge Canelles, fueron apresados y condenados a ocho años de prisión, sin embargo, son liberados luego de 7 meses. De todos ellos, será Tosco quien va a tomar un prestigio mayor en tanto es muy perseguido y obligado vivir en la clandestinidad, lo que influye en su muerte, porque le impidió atenderse adecuadamente. De manera que no pretendemos hacer un juicio individual de Agustín Tosco, pero es necesario exponer que su actuación, al estar atada a la estructura sindical, se vuelve parte de una máquina integrada en el aparato estatal encargada de impedir el desarrollo de la conciencia obrera
[18] Ver: Revueltas 'populares' en Argentina: Sólo la afirmación del proletariado en su terreno podrá hacer retroceder a la burguesía [51]
[19] Ver, entre otros, Desde Argentina: Contribución sobre la naturaleza de clase del movimiento piquetero [52]
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Uno de los eslóganes más populares en las manifestaciones contra el cambio climático reclama: "Cambiar el sistema, no el clima".
No hay duda de que el sistema actual está llevando a la humanidad hacia una catástrofe medioambiental. Cada día se acumulan más y más pruebas materiales: olas de calor sin precedentes, incendios forestales inéditos en el Amazonas, derretimiento de los glaciares, inundaciones, extinción de especies enteras – lo que en definitiva conduce a la extinción de la propia especie humana. Y aun si no existiera el calentamiento global, el suelo, el aire, los ríos y los mares continuarán siendo envenenados y agotados para siempre.
No es de extrañar que tanta gente, y especialmente tantos jóvenes que se enfrentan a un futuro amenazante, estén profundamente preocupados por esta situación y quieran reaccionar respecto a esta situación.
La ola de protestas organizada por "Juventud por el clima", "Rebelión contra la Extinción", los Verdes y los partidos de izquierda se presentan como un camino a seguir. Pero quienes lo siguen deberían preguntarse: ¿por qué estas protestas son tan ampliamente apoyadas por los que gestionan y defienden el sistema actual? ¿Por qué se invita a Greta a dirigirse a los parlamentos, a los gobiernos, a las Naciones Unidas?
Por supuesto, gente como Trump, Bolsonaro o Farage vilipendian constantemente a Greta y a los "guerreros de la ecología". Ellos dicen que el cambio climático es un engaño y que las medidas para reducir la contaminación representan una amenaza para el crecimiento económico, especialmente en sectores como el de los automóviles y los combustibles fósiles. Son los descarados defensores de la ganancia capitalista. Pero ¿qué pasa con Merkel, Macron, Corbyn, ¿Alexandria Ocasio-Cortez y otros que elogian las protestas climáticas? ¿Es que acaso no serían también parte del sistema?
Muchos de los participantes en las protestas actuales están de acuerdo en que las raíces de la destrucción ecológica están en el sistema, en el sistema capitalista. Pero las organizaciones detrás de las protestas, y los políticos que hipócritamente dicen apoyarlas, están defendiendo políticas que ocultan la verdadera naturaleza del capitalismo.
Consideremos uno de los programas más radicales de estos políticos: el llamado "New Green Deal". Nos ofrece un conjunto de medidas a adoptar por los Estados existentes y que requieren inversiones masivas de capital para desarrollar industrias "no contaminantes" que se supone que son capaces de obtener una ganancia decente. En otras palabras: está totalmente enmarcada dentro de los límites del sistema capitalista. Al igual que el New Deal de los años 30, su objetivo es salvar al capitalismo en estos tiempos difíciles, no reemplazarlo.
El capitalismo no desaparece porque sea gestionado por burócratas estatales en vez de por patrones privados, o porque se pinte de verde.
El capital es una relación global entre clases, basada en la explotación del trabajo asalariado y la producción para la venta con el fin de obtener ganancias. La búsqueda constante de salidas para sus productos conduce a una competencia despiadada entre los Estados-nación por el dominio del mercado mundial. Y esta concurrencia exige que cada capital nacional se desarrolle o muera. Un capitalismo que no busque penetrar hasta el último rincón del planeta y a expandirse sin límites no existe. Del mismo modo, el capitalismo es totalmente incapaz de cooperar a escala mundial para responder a la crisis ecológica, como ya ha demostrado el funesto fracaso de las diversas cumbres y protocolos climáticos.
La búsqueda del beneficio, que nada tiene que ver con las necesidades humanas, ha sido la raíz del expolio de la naturaleza desde el comienzo del capitalismo. Pero el capitalismo tiene una historia, y desde hace un siglo ha dejado de ser un factor de progreso y se ha adentrado en una profunda crisis histórica. Es una civilización en decadencia, porque su base económica, forzada a crecer sin límites, genera crisis de sobreproducción que tienden a convertirse en permanentes. Y, como han demostrado las guerras mundiales y la "Guerra Fría" del siglo XX, este proceso de declive solo puede acelerar la carrera del capital hacia la destrucción. Incluso antes de que la masacre global de la naturaleza se hiciera evidente, el capitalismo ya amenazaba con aniquilar a la humanidad con sus incesantes enfrentamientos imperialistas y sus guerras, que continúan hoy en día en gran parte del mundo, desde el norte de África y el Medio Oriente hasta Pakistán y la India. Estos conflictos solo pueden verse exacerbados por la crisis ecológica, pues los Estados-nación compiten por recursos cada vez más escasos, al mismo tiempo que la carrera por la producción -y especialmente por la utilización- de armas cada vez más terroríficas solo puede conducir a una mayor contaminación del planeta. Esta escandalosa combinación de devastaciones capitalistas ya está haciendo inhabitables partes del planeta y obliga a millones de personas a convertirse en refugiados.
Este sistema no puede superar la crisis económica, la crisis ecológica o la carrera hacia la guerra.
Por lo tanto, es un engaño exigir que los gobiernos de todo el mundo "se unan" y hagan algo para salvar el planeta – una petición que hacen todos los grupos que organizan las marchas y manifestaciones actuales. La única esperanza de la humanidad reside en la destrucción del sistema actual y en la creación de una nueva forma de sociedad. Esto es lo que llamamos comunismo: una comunidad humana global sin Estados-nación, sin explotación del trabajo, sin mercados y sin dinero, donde toda la producción se planifique a escala global con el único objetivo de satisfacer las necesidades humanas. No hace falta decir que esta sociedad no tiene nada que ver con la forma de capitalismo de Estado que vemos en países como China, Corea del Norte o Cuba, o anteriormente la Unión Soviética.
El comunismo auténtico es la única base para establecer una nueva relación entre la humanidad y el resto de la naturaleza. Y esto no es una utopía. Esto es posible porque el capitalismo ha creado sus bases materiales: el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que pueden ser liberadas de su distorsión en este sistema; así como la interdependencia global de todas las actividades productivas, que puede ser liberadas de la competencia capitalista y de los antagonismos nacionales.
Pero esto es especialmente posible porque el capitalismo se basa en la existencia de una clase que no tiene nada más que perder que sus cadenas, una clase cuyo interés es el de resistir la explotación y suprimirla: la clase obrera internacional, el proletariado de todos los países. Es una clase que incluye no solo a los que son explotados en el trabajo, sino también a los que estudian para encontrar un lugar en el mercado laboral y a los que el capital arroja al desempleo y la marginalidad.
Y es aquí en particular donde la ideología que subyace a las marchas por el clima sirve para impedir que nos demos cuenta de cuáles son los medios para luchar contra este sistema. Nos dicen, por ejemplo, que el mundo tiene problemas porque la "vieja generación" se ha acostumbrado a consumir demasiado. Pero al hablar de generaciones "en general" se oculta el hecho de que, ayer y hoy, el problema radica en la división de la sociedad en dos clases principales, una, la capitalista o burguesa, que tiene todo el poder, y una clase mucho más numerosa, explotada y privada de todo poder de decisión, incluso en los países más "democráticos". Son los mecanismos impersonales del capital los que nos han metido en el lío actual, no el comportamiento personal de los individuos o la codicia de una generación anterior.
Lo mismo puede decirse de todos los discursos sobre el "pueblo" o los "ciudadanos" que serían la fuerza que puede salvar el mundo. Se trata de categorías absurdas que enmascaran intereses antagónicos de clase. La salida de un sistema que no puede existir sin la explotación de una clase por otra solo puede lograrse relanzando la lucha de clases, empezando por la defensa de los intereses más fundamentales de los trabajadores contra los ataques a sus condiciones de vida y de trabajo que llevan a cabo todos los gobiernos y capitalistas en respuesta a la crisis económica, ataques que cada vez más se ejecutan invocando la necesidad de proteger el medio ambiente. Este es el único camino para que la clase obrera pueda desarrollar el sentido de su propia existencia contra todas las mentiras que nos dicen que es una "especie extinguida". Y esta es la única manera de que la lucha de clases fusione las dimensiones económica y política – vinculando la crisis económica, la guerra y los desastres ecológicos-, y reconociendo que solo una revolución mundial puede superarlos.
En el período previo a la Primera Guerra Mundial, cientos de miles de personas participaron en manifestaciones pacíficas. Las clases dominantes "democráticas" los alentaban porque difundían la ilusión de que podía haber un capitalismo pacífico. Hoy, la ilusión de un capitalismo verde se está extendiendo más y más. El pacifismo, además, con su llamamiento a todas las personas de buena voluntad, ocultaba el hecho de que solo la lucha de clases puede oponerse realmente a la guerra, como se demostró en 1917-18 cuando el estallido de las revoluciones rusa y alemana obligó a los líderes mundiales a poner fin, rápidamente, a la guerra. El pacifismo nunca ha detenido las guerras, y las actuales campañas ecológicas, al vender falsas soluciones a los desastres climáticos, deben ser entendidas como un obstáculo para la solución real.
Corriente Comunista Internacional (27/08/2019).
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En las últimas semanas hemos asistido, a propósito de los incendios en la Amazonia, a un nuevo ejemplo de la cobertura mediática capitalista de un desastre medioambiental: bombardeo de cifras y estadísticas, proliferación de apariciones de dirigentes compungidos y llamamientos abstractos al “algo hay que hacer”; y al mismo tiempo una auténtica cortina de humo – desgraciadamente nunca mejor dicho – sobre las verdaderas causas, - el sistema capitalista como tal -, o la única salida – la liberación de la humanidad y del planeta de este sistema cada vez más incompatible con la vida, con cualquier vida – a tamaña catástrofe.
Por justa que sea la sincera indignación que provoca la extinción a mansalva de los recursos del planeta, por lógica que sea la preocupación que suscita el futuro para la Naturaleza – entre la que se incluye la propia especie humana -, lo que debemos afirmar categóricamente es que sin enfocar el verdadero origen del creciente desastre medioambiental, sin dirigir nuestra lucha a suprimir el yugo capitalista que pesa sobre el planeta, sin establecer una nueva organización social, una comunidad humana liberada de las leyes de la explotación y de la mercancía, estos anhelos, por justos que sean, se desvanecerán como cenizas.
En dicha campaña los incendios del Amazonas han sido presentados como algo circunstancial. En su versión más burda – la de Bolsonaro y también, conviene recordarlo, el mismísimo Evo Morales – los incendios son presentados como algo “tradicional”. En la versión más “sofisticada” de esa campaña, los incendios se explican como la obra de oscuros intereses de “lobbys” agropecuarios.
Todo eso es rigurosamente cierto, pero completamente parcial. Y no hay peor mentira que una media verdad. En realidad, el capitalismo actual es un sistema que abrasa los bosques. Sólo en el año 2018 desparecieron de la faz de la tierra 12 millones de Hectáreas de dosel arbóreo, de las que 3,6 millones lo eran de selva tropical. El sistema tradicional de “quema” del bosque para obtener terreno para cultivos de subsistencia y autoconsumo de las comunidades rurales, ha dejado paso a una deforestación e incendios a escala industrial, como los que vimos en 2015 en las selvas de Borneo y Sumatra para generalizar las plantaciones de palma con el que obtener su aceite para biodiesel. Eso mismo lo vemos hoy en Brasil y toda Sudamérica para facilitar la penetración de las explotaciones mineras y madereras, para la obtención de pastos con los que alimentar una ganadería extensiva a bajo coste, y para una producción masiva de soja y palma, destinados esencialmente para la exportación para las explotaciones ganaderas de Europa y Norteamérica o la producción de biocombustibles. Los remilgados dirigentes mundiales que sueltan lágrimas de cocodrilo cuando ven arder la Amazonia, defienden a cara de perro la competitividad de su propia industria alimentaria. Ello explica que el compungido Macron (sobre el que volveremos luego) se haya quedado solo con su amenaza de frenar los acuerdos UE-Mercosur[1], que incluyen desde luego la importación de soja, maíz y algodón de Brasil, al menor coste posible.
La prueba de que no es algo circunstancial, ni característico” del estilo populista de Bolsonaro es que esa política de deforestación a lo bestia, fue practicada igualmente bajo los gobiernos de Lula, Roussef y Temer, y está siendo seguida en Paraguay, Perú y por el bolivariano Morales, que no cesará en sus invocaciones a la “pachamama”, o se disfrazará de aimara, pero lo cierto es que igualmente ha rebajado los controles medioambientales y ha perdonado multas a empresas deforestadoras. En consecuencia, en lo que va de año, 400 mil hectáreas de zonas arbóreas han desaparecido en Bolivia en zonas como la Chiquitanía (20 mil incendios) y el Pantanal también en Paraguay. El régimen de Maduro tampoco se queda atrás. La destrucción de la Amazonia venezolana ha tomado forma a través del llamado "Arco Minero", con lo cual esta extensa zona sufre una explotación descontrolada resultado no solo de la desidia del Estado, sino que él mismo promueve la extracción de oro y otros minerales que luego son vendidos principalmente a Turquía, lo que les permite a las cúpulas cívico-militares chavistas obtener algunos ingresos para permanecer en el poder. Desde los tiempos de Chávez, este Arco Minero, fue puesto bajo el control de una corporación militar. También en esa zona actúa la guerrilla colombiana del ELN en la explotación de los recursos mineros, con lo cual la dupla Chávez-Maduro ha venido otorgando en la práctica el control de amplios segmentos de esta zona a verdaderas mafias que son controladas por militares y civiles que ocupan altos cargos en su gobierno y que se benefician también de la minería ilegal (cuyas actividades abarcan mucho más territorio que en Brasil, Ecuador o Perú) la cual se ocupa de la explotación de oro, diamantes y coltán, lo que ha ocasionado una verdadera devastación vegetal y una alta contaminación de los ríos.
Y lo mismo sucede en África (en la Angola gobernada por el MPLA se han producido ya este año 130 mil incendios, casi el doble de los que han tenido lugar en Brasil). Y en Alaska y la zona ártica. O en la mismísima Siberia, donde también Putin adoptó medidas para dejar que los bosques ardieran excepto que, desde un punto de vista de rentabilidad económica, tuviera sentido apagarlos- En consecuencia, en un año han ardido 1’3 millones de Hectáreas y ciudades como Novosibirsk o Krasnoiarsk han visto como nubes de humo llevaban a las urgencias de los hospitales a miles de personas. Antes de que Putin decidiera que ya no era rentable dejar quemarse el bosque, el coste de los incendios en Siberia ascendía a 100 millones de euros, ¡cinco veces el importe de la ayuda de la UE al gobierno brasilero para acotar los incendios de la Amazonia!
Lo que sucede con esta marea de incendios es que en última instancia viene facilitada también por el calentamiento global del planeta. Un factor que tampoco es en absoluto “natural, ni resultado de un dominio de la “especie equivocada” como afirman los “anti especistas”[2]. Es el resultado de una forma de organización social de esa especie que antepone el beneficio de una minoría social a la supervivencia del conjunto de la humanidad. Por ello, la oleada de fuego que sacude hoy el planeta es, como decimos, consecuencia y factor de agravación desde desastre medioambiental. El humo de los incendios es ya hoy el responsable de un 30% de las emisiones de gases responsables del conocido “efecto invernadero” · La industria agroalimentaria es hoy más contaminante que las compañías petrolíferas. Y quién sufre en primer lugar las consecuencias de esa degradación medioambiental, no es ya la biodiversidad, sino la propia especie humana. Y dentro de estas no sólo un puñado de comunidades indígenas en las selvas, sino sobre todo las masas de trabajadores y de población empobrecida que se hacina en las grandes ciudades. La contaminación del aire (como la que vio en Siberia o la que hizo que en Sao Paulo se oscureciera el cielo a las 3 de la tarde tras los incendios) es una de las principales causas de muertes prematuras. Un reciente estudio de la ONU cifra en 8’8 millones de personas las víctimas anuales de esta contaminación, y comparativamente ese índice es mayor en los países más “desarrollados”. Se trata de un círculo malditamente vicioso: el calentamiento favorece los incendios, facilitando la deforestación, que a su vez permite la extensión de los fuegos, que liberan más carbono, lo que aumenta el calentamiento, en una espiral infernal. El nudo gordiano para quebrar esta espiral es acabar con el capitalismo, en todas sus variantes, en todas sus formas, en todo el orbe.
Para los explotadores se trata de negar que es el sistema que mantiene sus privilegios lo que amenaza la supervivencia de la humanidad. Como ya denunciara la Internacional Comunista en 1919, si los dirigentes mundiales querían descubrir de verdad quien era el causante de la carnicería de la Primera Guerra mundial no tenían más que mirarse al espejo. Por el contrario, se dedicaron a cargar las culpas sobre tal o cual expresión de su barbarie (el militarismo prusiano o la barbarie eslava según el bando), con objeto de esconder que la guerra imperialista es el resultado de la evolución del capitalismo. Otro tanto hemos visto con los estragos de una crisis que ha llevado a la miseria a miles de millones de seres humanos, y a acentuar la concurrencia entre capitales nacionales para mantenerse a flote en el mercado mundial, aunque para ello deban agredir más los recursos naturales (sea China, o sea Brasil[3]). También fueron achacados a un puñado de capitalistas avariciosos (que sea Lehman Brothers o que sea la Merkel) que anteponían su egoísmo a las necesidades de la humanidad, cuando la realidad es que la causa de las crisis son las contradicciones inherentes al sistema capitalista, y que cuanto más perviva éste, más duras y devastadoras serán los episodios de recesión y sus supuestas “recuperaciones”. Y lo mismo vemos ahora en cuanto a la crisis medioambiental. Los “media”, los gobernantes “responsables” señalan con el dedo a un puñado de “irresponsables”, “lunáticos”, o “populistas” por causar las catástrofes que van arrasando el planeta. Tan gordo es el dedo acusador de algunos que merece la pena detenerse en examinar su comportamiento para darse cuenta del tamaño real de su cinismo.
Tomemos por ejemplo a Evo Morales que como ya señalamos practica las mismas medidas que Bolsonaro solo que en vez de fotografiarse con los latifundistas, fue corriendo a hacerse una foto portando una manguera, como si quisiera apagar el fuego, el muy hipócrita. Tomemos el ejemplo del representante de esa nueva forma de gobernar “para el pueblo” que es Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con un discurso en las antípodas ideológicas de Bolsonaro, pero que en defensa de la competitividad del capital nacional mexicano se prepara para perpetrar nuevos atentados sociales y “ecoicidas” (como el Tren Maya que degrada la llamada Amazonia mesoamericana, o la refinería de Dos Bocas, inscritas ambas en el plan rimbombantemente llamado la Cuarta Transformación). Tomemos el caso de Macron, elevado en la reciente cumbre de Biarritz, a portaestandarte del capitalismo “eco-friendly”, pero que no vaciló en responder con una represión brutal las protestas contra la edificación de un aeropuerto en la región de las Landas en 2018. Conviene recordar que Francia es un país amazónico (la Guyana francesa), es de hecho el titular del único bosque tropical de “propiedad” europea. Y ¿cuál es su política? Pues facilitar la implantación de explotaciones mineras de multinacionales francesas, rusas, holandesas, y canadienses (¡caramba con Trudeau!) para una explotación salvaje de lo que se conoce como la Montaña de Oro, que ocasionará un enorme gasto energético (más que toda la capital de la Guayana francesa) e ingentes cantidades – 300 millones de toneladas - de residuos tóxicos (arsénico, cianuro, etc.).
No podemos elegir entre la brutalidad y la crudeza de Bolsonaro o Trump y los negacionistas del cambio climático que califican éste de “complot marxista” y al ecologismo de estorbo para el desarrollo económico del país; y, por otro lado, el cinismo de los gobernantes que dicen estar preocupados por el calentamiento y el clima, que se fotografían sonrientes con las nuevas “starlettes” del movimiento ecologista que culpan a una parte de la humanidad (los mayores, los occidentales) del desastre medioambiental, pero que están dispuestos a aplastarnos cuando luchamos contra las bases mismas del sistema que lo ocasiona. Ambos acaban provocando arcadas de asco y de angustia por el futuro.
Quienes quieren que veamos en personajes como Bolsonaro los únicos responsables de las catástrofes tales como los incendios en el Amazonas, les acusan de que priman los beneficios particulares sobre cualquier otra consideración humanitaria o medioambiental. Pero ¡esa es la lógica de base del sistema capitalista. ¡Es la misma lógica criminal que subyace detras de otros tantos crímenes como las guerras, la miseria o los miles de muertos en los naufragios de migrantes en el Mediterráneo, por ejemplo! Nos están tratando de colar una venenosa patraña: que sería posible un sistema basado en la explotación por parte de una minoría de una inmensa mayoría, fundamentado en la división de la humanidad en clases, rota en una concurrencia a muerte entre naciones hasta llegar a la guerra, cuyo motor es la transformación de recursos naturales y de los seres humanos en mercancías con los que acumular capital,… en un sistema en que, por ejemplo, la Amazonia no fuera vista como un negocio sino como una “reserva medioambiental” del planeta. Lo dicho. O ceguera cómplice o cinismo criminal.
Es cierto que el desastre medioambiental es demasiado grande para dejarlo a merced de “naciones soberanas”, que el planeta entero debe dejar de estar prisionero de la dictadura de las leyes del beneficio y la acumulación que caracterizan el capitalismo, que la naturaleza debe ser emancipada de su condición de mercancía. Pero eso solo puede hacerse liberando a la vez la humanidad y el planeta del capitalismo. Y eso es posible únicamente instaurando un nuevo orden en todo el planeta: el comunismo resultante de la revolución internacional de la clase obrera.
Como señalamos en la hoja que estamos repartiendo en las movilizaciones por el planeta que tienen lugar en estas semanas: «La salida de un sistema que no puede existir sin la explotación de una clase por otra sólo puede tener lugar relanzando la lucha de clases, empezando por la defensa de los intereses más elementales de los trabajadores, contra los ataques a sus condiciones de vida y trabajo que descargan contra ellos todos los gobiernos y todos los patrones en respuesta a la crisis económica. Ataques que cada vez más se ejecutan invocando la defensa del medio ambiente. Este es el único medio para que la clase obrera desarrolle el sentido de su propia existencia, contrarrestando todas las mentiras que quieren hacernos creer que se trata de una “especie extinguida”. Y es el único medio para que la lucha de clases fusione las dimensiones económica y política, estableciendo el vínculo existente entre la crisis económica, la guerra y las catástrofes ecológicas, y reconociendo que solo una revolución proletaria puede superarlas.»
Este artículo ha sido el fruto de la colaboración de las secciones de la CCI en Perú, Ecuador, Brasil y España.
[1] El Mercado Común del Sur conformado inicialmente por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, posteriormente se incorporaron Venezuela -ahora suspendida- y Bolivia, ésta última en proceso de adhesión).
[2] Esta corriente política define a la especie humana – sin distinguir entre las clases sociales en que está dividida, o la evolución de los diferentes modos de producción que el género humano ha atravesado – como la causa de la destrucción de la Naturaleza.
[3] La evolución reciente de la deforestación en el Amazonas sigue un curso paralelo a la degradación de la posición del capital brasileño en el mercado mundial. Si se contuvo entre 2004 y 2012 fue en parte porque Brasil soñó en ese momento en convertirse en una especie de nuevo “dragón” de la economía mundial (¡recordemos cuando se hablaba de los BRIC como oasis frente a la recesión, siendo Brasil la B!). Ese sueño se desvaneció y a partir de 2014, Brasil, incluso con Dilma Rousseff en el gobierno, bajo los pies a tierra y se volvió a centrar en la economía extractiva, y particularmente la ganadería y la soja. En consecuencia, la deforestación y los incendios volvieron a aumentar.
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Tras un largo período de manifestaciones en serie y de constante incremento de presión callejera, la Presidenta del Ejecutivo de Hong Kong, auténtica burócrata y títere de Pekín, acabó cediendo el 4 de septiembre con la anulación del controvertido proyecto de ley sobre extradiciones (de pretendidos criminales) a China.
Desde la retrocesión británica de Hong Kong a China, el control de ésta sobre aquél se ha ido estrechado paulatinamente. Los acontecimientos de los últimos meses son una de las crisis políticas más graves que hayan zarandeado ese centro financiero, donde viven siete millones de personas. En 2014, la llamada “revolución de los paraguas” ya había movilizado a la pro- democracia, topándose de lleno con la intransigencia del predecesor de la actual “dama de hierro”, Carrie Lam. Desde junio, sin embargo, se han producido movilizaciones similares que esta vez parecen haber desembocado en lo que Pekín considera una humillación: la retirada de la ley de extradición a China. ¿Cómo explicar tal cosa, aun cuando el poder chino se ha mantenido firme hasta ahora, y ya tantas veces ha demostrado que no se para en barras cuando se trata de reprimir a lo bestia todo tipo de contestación? (para muestra baste recordar lo ocurrido en la plaza de Tiananmén en 1989[1]). Y, por otra parte, la presencia apremiante del Estado chino y su caterva de torturadores a las puertas del "islote" honkongués es una expresión patente de la intención de reprimir con dureza a los manifestantes. La represión ya ha golpeado a los líderes más destacados y a todos cuantos el Estado chino tilda sin más ni más de “terroristas”[2].
Las movilizaciones de millones de personas, cada vez más decididas (y que consideran que el gesto de Carrie Lam "es demasiado poco y demasiado tarde"), no explican plenamente el retroceso de Pekín, y tanto menos por cuanto la autonomía relativa de Hong Kong, en teoría hasta 2047, se mantiene en un nivel intolerable para el estalinista partido único, por otro nombre PCCh. Lo que está cambiando fundamentalmente en la situación es la relación de fuerzas entre las principales potencias y la realidad de una agudización de las tensiones imperialistas, sobre todo entre Estados Unidos y China[3]. Frente a las ambiciones imperialistas chinas y la realidad de su poderío ascendente que están trastornando todos los equilibrios, especialmente gracias a su gigantesco proyecto de las "Rutas de la Seda"[4], Estados Unidos se ha visto obligado a replicar con una verdadera ofensiva cuyo objetivo es, en gran parte, contener al nuevo adversario, cada vez más molesto y peligroso. Además de la agudización de las tensiones comerciales este verano y de la presión militar estadounidense en el Golfo Pérsico[5], las manifestaciones de Hong Kong son un arma desestabilizadora suplementaria contra China. Pekín no se equivoca en eso cuando acusa abiertamente a los manifestantes de "colusión con Occidente" y afirma que "nos oponemos con firmeza a cualquier fuerza externa implicada en los asuntos legislativos de Hong Kong"[6].
El asunto de las "filtraciones" de unos comentarios privados de Carrie Lam de que quería "dimitir" de su cargo parece atestiguar esa "colusión" que China denuncia contra los "occidentales". Por supuesto, si los "occidentales" tan incriminados por Pekín se "indignaron" con tanta celeridad por la famosa ley de extradición a China (Trump en primera fila), no es porque tal ley sea "contraria a los derechos humanos" y porque sirva para torturar o encarcelar a todos aquellos que se oponen al orden establecido por Pekín, ya sean periodistas, ONG y, por supuesto, militantes de todo tipo. No, todo eso no es más que oportunismo puramente político, por razones exclusivamente imperialistas. En realidad, a EEUU, u otros Estados "occidentales" incriminados, les importa un bledo lo que pueda ocurrirles a extraditados, presos o torturados por los esbirros del Estado chino. Recordemos que esos Estados no dudan en usar los mismos métodos cuando se tercia (como las prácticas bárbaras de los soldados del ejército estadounidense en Irak o Afganistán, en una época en la que los líderes occidentales eran incluso un poco más "presentables" que Trump)[7]. Si la oposición de Hong Kong goza de tanta simpatía y apoyo (al menos ideológico, si no material) de las grandes potencias occidentales y sus líderes, no es sólo por razones imperialistas, sino también porque tal movimiento es totalmente inofensivo para el sistema capitalista permitiendo incluso su preservación.
Los manifestantes de Hong Kong no son ni mucho menos expresión de un movimiento de clase revolucionario que atente contra el capitalismo; “No importa cuántos sean y cuántos trabajadores hayan participado en ese movimiento, las protestas callejeras no son una manifestación de la lucha de la clase obrera. En Hong Kong, el proletariado ni está ni ha estado nunca presente en la lucha como clase autónoma. Muy al contrario, los trabajadores de Hong Kong se han visto totalmente anegados, ahogados en la masa de habitantes”[8]. Por ello, tal movimiento es un gran peligro para la clase obrera al fortalecer la ideología dominante, al reactivar el mito democrático contra la lucha y la autonomía de clase del proletariado.
Cuando el imperialismo sopla en las brasas de la ideología democrática para ocultar sus sórdidos intereses capitalistas, independientemente del resultado de los futuros acontecimientos, eso sólo puede llevar a una mayor confusión en las mentes de los trabajadores. Lo único que todo eso anuncia es más barbarie, lo único que promueve es más explotación, más tensiones, guerras y caos.
WH, 6 de septiembre de 2019
[1] Ver sobre este acontecimiento Comunicado sobre los acontecimientos en China https://es.internationalism.org/revista-internacional/200608/1038/comunicado-sobre-los-acontecimientos-en-china [62]
[2] Más de 1.100 detenciones, uso masivo de gases lacrimógenos y lanzas de agua con, dicho sea de paso, precinto de garantía "democracia francesa".
[3] Los portavoces del movimiento sospechan que el gobierno se ha visto obligado a reaccionar ante el inicio de mandato del Senado de EE.UU., que debe reconsiderar la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que, de aprobarse, podría poner en tela de juicio la situación fiscal y comercial especial de Hong Kong respecto a Estados Unidos.
[4] Ver La ruta china de la seda hacia la dominación imperialista https://es.internationalism.org/content/4366/la-ruta-china-de-la-seda-hacia-la-dominacion-imperialista [63]
[5] Las amenazas de represalias contra Irán han permitido así un control más estricto del Estrecho de Ormuz por parte de Estados Unidos a expensas de las ambiciones de China en esta región geoestratégica vital. Ver Tensiones Irán-USA: ¡El capitalismo es el caos y la barbarie! https://es.internationalism.org/content/4439/tensiones-iran-usa-el-capitalismo-es-el-caos-y-la-barbarie [64]
[6] “Cinq questions sur la crise à Hong Kong”, France Info (emisora pública francesa,10 de junio 2019)
[7] Valga el ejemplo del "waterboarding", que consiste en simular un ahogamiento. Las fotos del Pentágono mostraban "pirámides de detenidos desnudos, atados con correas, amenazados por perros u obligados a masturbarse" ("Estados Unidos: el Pentágono publica fotos de abusos contra prisioneros en Irak y Afganistán", France/24, 6 de febrero de 2016).
[8] "Manifestaciones masivas por las calles de Hong Kong: las ilusiones democráticas son una trampa peligrosa para el proletariado", en el sitio web del CCI: https://es.internationalism.org/content/4453/protestas-masivas-callejeras-en-hong-kong-las-ilusiones-democraticas-son-una-trampa [65]
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La barbarie del capitalismo no desaparece porque éste sea gestionado por burócratas estatales en vez de por patrones privados, o porque se pinte de verde.
La ola de protestas organizada por "Juventud por el clima", los Verdes y los partidos de izquierda se presentan como un camino a seguir. Pero quienes lo siguen deberían preguntarse: ¿por qué estas protestas son tan ampliamente apoyadas por los que gestionan y defienden el sistema actual? ¿Por qué se invita a Greta a dirigirse a los parlamentos, a los gobiernos, a las Naciones Unidas?
La salida de un sistema que no puede existir sin la explotación de una clase por otra solo puede lograrse relanzando la lucha de clases, empezando por la defensa de los intereses más fundamentales de los trabajadores contra los ataques a sus condiciones de vida y de trabajo que llevan a cabo todos los gobiernos y capitalistas en respuesta a la crisis económica, ataques que cada vez más se ejecutan invocando la necesidad de proteger el medio ambiente
La campaña actual de "movilizaciones" tiene como fin desviar la indignación que causan los incendios, la contaminación, las inundaciones, etc. al callejón sin salida que significan las peticiones a los representantes del Estado capitalista para que sean, ¡¡ellos mismos!!, los que frenen la degradación medioambiental.. Y, sobre todo, a arrastrar al proletariado a un terreno de lucha totalmente dañino para sus intereses inmediatos e históricos: la movilización ciudadana e interclasista donde el proletariado se diluye en la masa amorfa del “pueblo” y donde su autonomía política de clase es radicalmente negada y atacada.
Para contacto escribir a: [email protected] [70]
Puedes participar físicamente acudiendo al local de reunión, pero puedes participar vía Internet. En este último caso envíanos tu dirección mail para darte el enlace de conexión al chat.
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REUNION PÚBLICA
SOBRE LA CRISIS CLIMÁTICA
Ante las movilizaciones tramposas para "defender el planeta" impulsadas por Juventud por el Clima y otras organizaciones con el claro beneplácito de la ONU, los gobiernos y los partidos que PARTICIPAN EN LA DESTRUCCION DEL PLANETA, hemos de denunciar ese espectáculo como un medio de salvar el capitalismo y hundir al proletariado en el lodazal del interclasismo, el ciudadanismo y la defensa de una "verdadera democracia". Animamos a difundir nuestra HOJA INTERNACIONAL (https://es.internationalism.org/content/4465/hoja-internacional-de-la-cc... [69] ) y a participar, físicamente o vía Internet, en nuestra Reunión Pública
La cita es este 19 de octubre en la Ciudad de México a la 10 am
Lugar de la Reunión Pública: Segundo Local (cortina de metal) sobre La Quebrada, casi esquina con La Quemada, Colonia Narvarte. A una cuadra de la Plaza de las Naciones Unidas (también llamado Parque las Américas) que está sobre Diagonal San Antonio entre Dr. Vértiz (a dos grandes cuadras desde el viaducto) y Zempoala (a tres cuadras desde el Eje Central). Una forma de llegar a pie es desde el metro Etiopia sobre Diagonal de San Antonio (aproximadamente 10 cuadras pequeñas). Ver en el archivo adjunto mapa explicativo.
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/files/es/balance_de_las_ultimas_luchas_chile.pdf
[2] https://es.internationalism.org/content/4434/lucha-de-los-profesores-en-chile-y-la-necesidad-de-unidad-de-los-proletarios
[3] https://es.internationalism.org/content/4423/que-lecciones-nos-ofrece-la-lucha-portuaria-de-valparaiso
[4] https://es.internationalism.org/content/4430/la-problematica-de-las-pensiones-en-chile-y-el-mundo-el-capitalismo-mundial-es-el
[5] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201803/4284/el-hachazo-a-las-pensiones-amenaza-el-futuro-de-todos-los-trabajadores
[6] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/index.htm
[7] https://www.marxists.org/espanol/bebel/1879/1879.htm
[8] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201305/3733/el-comunismo-primitivo-y-el-papel-de-la-mujer-en-la-emergencia-de-
[9] https://es.internationalism.org/cci-online/201210/3489/la-condicion-de-las-mujeres-en-el-siglo-xxi
[10] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera
[11] https://es.internationalism.org/content/4403/el-feminismo-al-servicio-del-capitalismo
[12] https://es.internationalism.org/cci/200606/968/nacion-o-clase
[13] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm
[14] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201709/4231/correspondencia-sobre-la-pequena-burguesia
[15] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200711/2089/la-experiencia-rusa-propiedad-privada-y-propiedad-colectiva
[16] https://es.internationalism.org/cci-online/200810/2380/crisis-del-neoliberalismo-o-crisis-del-capitalismo
[17] https://es.internationalism.org/revolucion-mundial/200807/2291/un-texto-de-la-izquierda-comunista-mexicana-gtm-1938
[18] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200606/964/tesis-sobre-el-movimiento-de-los-estudiantes-de-la-primavera-de-200
[19] https://es.internationalism.org/content/3349/2011-de-la-indignacion-la-esperanza
[20] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200802/2182/problemas-actuales-del-movimiento-obrero-contra-el-concepto-de-jef
[21] https://es.internationalism.org/tag/4/403/chile
[22] https://es.internationalism.org/tag/2/29/la-lucha-del-proletariado
[23] https://es.internationalism.org/files/es/contra_el_espectaculo_repugnante_de_la_politica_burguesa_existe_una_respuesta.pdf
[24] https://es.internationalism.org/cci-online/201406/4033/podemos-un-poder-del-estado-capitalista
[25] https://es.internationalism.org/content/4204/guerra-de-jefes-en-podemos
[26] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201611/4182/que-le-pasa-al-psoe
[27] https://es.internationalism.org/content/4370/contra-la-campana-de-vox-en-medios-obreros-los-obreros-no-tenemos-patria
[28] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201712/4262/cataluna-espana-los-proletarios-no-tienen-patria
[29] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201708/4224/referendum-catalan-la-alternativa-es-nacion-o-lucha-de-clase-del-prole
[30] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201709/4234/el-embrollo-catalan-muestra-la-agravacion-de-la-descomposicion-capital
[31] https://es.internationalism.org/content/4406/elecciones-generales-del-28-el-circo-electoral-no-puede-disimular-la-podredumbre-de-la
[32] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[33] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201108/3175/las-movilizaciones-de-los-indignados-en-espana-y-sus-repercusiones
[34] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199404/1856/como-esta-organizada-la-burguesia-i-la-mentira-del-estado-democrat
[35] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199407/1849/como-esta-organizada-la-burguesia-ii-la-mentira-del-estado-democra
[36] https://www.marxists.org/espanol/luxem/06Huelgademasaspartidoysindicatos_0.pdf
[37] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/espana
[38] https://es.internationalism.org/tag/geografia/espana
[39] https://es.internationalism.org/tag/2/31/el-engano-del-parlamentarismo
[40] https://es.internationalism.org/tag/3/45/descomposicion
[41] https://es.internationalism.org/files/es/cordobazo.pdf
[42] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4296/hace-50-anos-mayo-de-1968
[43] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201002/2773/el-otono-caliente-italiano-de-1969-i-un-momento-de-la-recuperacion
[44] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201012/3005/el-otono-caliente-italiano-de-1969-ii-un-momento-de-la-reanudacion
[45] https://es.internationalism.org/content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia
[46] https://es.internationalism.org/content/4444/resolucion-sobre-la-relacion-de-fuerzas-entre-las-clases-2019
[47] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201803/4283/historia-del-movimiento-obrero-la-fora-el-anarcosindicalismo-en-ar
[48] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201103/3069/propuesta-internacional-a-los-partidarios-de-la-revolucion-mundial
[49] https://es.internationalism.org/cci-online/201205/3413/una-experiencia-de-la-que-sacar-lecciones-el-grupo-emancipacion-obrera-en-arg
[50] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/brumaire/brum1.htm
[51] https://es.internationalism.org/%20Sólo%20la%20afirmación%20del%20proletariado%20en%20su%20terreno%20podrá%20hacer%20retroceder%20a%20la%20burguesía
[52] https://es.internationalism.org/%20Contribución%20sobre%20la%20naturaleza%20de%20clase%20del%20movimiento%20piquetero
[53] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-1
[54] https://es.internationalism.org/tag/geografia/argentina
[55] https://es.internationalism.org/tag/historia-del-movimiento-obrero/1968-mayo-frances
[56] https://es.internationalism.org/files/es/solo_la_lucha_de_clases_internacional_puede_detener_el_camino_del_capitalismo_hacia_la_destruccion.pdf
[57] https://es.internationalism.org/tag/2/25/la-decadencia-del-capitalismo
[58] https://es.internationalism.org/tag/3/50/medio-ambiente
[59] https://es.internationalism.org/files/es/incendios_amazonas.pdf
[60] https://es.internationalism.org/tag/4/401/brasil
[61] https://es.internationalism.org/files/es/manifestaciones_en_hong_kong.pdf
[62] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200608/1038/comunicado-sobre-los-acontecimientos-en-china
[63] https://es.internationalism.org/content/4366/la-ruta-china-de-la-seda-hacia-la-dominacion-imperialista
[64] https://es.internationalism.org/content/4439/tensiones-iran-usa-el-capitalismo-es-el-caos-y-la-barbarie
[65] https://es.internationalism.org/content/4453/protestas-masivas-callejeras-en-hong-kong-las-ilusiones-democraticas-son-una-trampa
[66] https://es.internationalism.org/tag/geografia/china
[67] https://es.internationalism.org/tag/3/48/imperialismo
[68] https://es.internationalism.org/files/es/20190916_invitacion_rp_clima.pdf
[69] https://es.internationalism.org/content/4465/hoja-internacional-de-la-cci-solo-la-lucha-de-clases-internacional-puede-poner-fin-al
[70] mailto:[email protected]
[71] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/reuniones-publicas
[72] https://es.internationalism.org/files/es/reunion_publica._crisis_climatica-19-10-19docx.pdf
[73] https://es.internationalism.org/tag/2/35/las-luchas-parciales