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De noviembre de 2018 a junio de 2019, el espacio mediático fue ocupado en gran medida por el movimiento social de los "chalecos amarillos". La forma "sin precedentes" de su protesta sería, según los expertos, un nuevo modelo de lucha. Para algunos, incluso se adaptaría mejor a la evolución de la sociedad. Frente a la crisis de la "representatividad" de los partidos y sindicatos tradicionales, frente a los excesos de la globalización y del liberalismo, el "pueblo" habría encontrado aquí una manera de expresarse y hacerse oír, de influir en las grandes orientaciones políticas nacionales, de decir no a la creciente injusticia, precariedad y pobreza. En resumen, la forma original de este movimiento debería dejar su huella en el futuro. Los sindicatos también reclaman una futura convergencia de las luchas entre el mundo del trabajo y el de esta nueva protesta social, prometiendo un nuevo "Frente Popular". Algunas organizaciones de izquierda y de extrema izquierda incluso saludan la creatividad de los manifestantes vestidos con chalecos. ¿Es finalmente una nueva y efectiva forma de control obrero? En realidad, los "chalecos amarillos" no expresan en modo alguno una lucha proletaria. Son un movimiento interclasista, un obstáculo para la lucha de clases. Diluyen a los trabajadores en la población en general, de manera indiferenciada, sin ninguna consideración de clase social, diluidos en un llamado pueblo. Los "chalecos amarillos" destilan así el veneno de la ideología de la pequeña burguesía, fuertemente impregnada de nacionalismo y xenofobia, llena de sueños de libertad empresarial...... Este movimiento, una especie de onda paradójicamente sujeta al marco institucional, alimenta las peores ilusiones democráticas. Es como si un capitalismo más "justo" y "humano" pudiera ser posible si se mejoraran las instituciones republicanas. De hecho, todo demuestra que este movimiento debilita la capacidad de los proletarios para luchar como una clase unida y organizada.
El 27 de enero de 2018, en Périgueux, Dordogne, 250 personas marcharon para exigir la retirada del nuevo límite de velocidad en las carreteras a 80 km/h. Algunos llevan "chalecos amarillos" con eslóganes escritos en la espalda contra el alto coste de la vida, el aumento del CSG y los impuestos relacionados con el automóvil (peajes, gasolina....). También bloquean el tráfico en las rotondas. Esta acción, llamada "Anger", lanzada en las redes sociales el 12 de enero por un albañil, Leandro Antonio Nogueira, recibió inmediatamente el apoyo de Jean Lassalle y de la familia de Marine Le Pen. Si la lucha contra los límites de velocidad se está desplazando rápidamente hacia la cuestión más amplia de los impuestos, es porque se considera que 80 km/h es un pretexto para aumentar las multas y así robar dinero de los bolsillos de los automovilistas. Según el diario Libération, "este problema de 80 km/h era mucho más que un problema de seguridad vial, (...) el punto de partida de una potencial rapiña fiscal". Aquí aparecen los inicios del movimiento de los "chalecos amarillos". Como dice Nogueira: "No quise insistir demasiado que empezó con Colère[1]. Pero si observamos los "chalecos amarillos", a menudo se trata de ex-“encolerizados”. En algunos departamentos, como el de Dordoña o el de Corrèze, todos los "chalecos amarillos" son antiguos miembros de Colère".
El 29 de marzo de 2018, el nombre "Chalecos amarillos" apareció por primera vez en los medios de comunicación, durante una manifestación contra la línea de alta velocidad París-Rennes.
El 29 de mayo de 2018, una auto-empresaria, Priscillia Ludosky, lanzó una petición en línea pidiendo precios más bajos del combustible en las gasolineras. El éxito es deslumbrante. Más tarde se convirtió en una de las representantes oficiales del movimiento.
El 10 de octubre de 2018, el camionero Éric Drouet también pidió por Facebook que se manifestara para el 17 de noviembre: "Bloqueo nacional contra la subida de los precios del combustible". Su mensaje se transmite en todas las redes sociales. El 17 de noviembre, según el gobierno, 287 710 personas, repartidas en 2 034 puntos, paralizan cruces de carreteras, rotondas, autopistas, peajes y aparcamientos de supermercados. Se lanza definitivamente el movimiento de los "chalecos amarillos". Una nueva gran jornada de acción está prevista para el 24 de noviembre, apodada "Acto 2: Toda Francia en París". El objetivo es bloquear los lugares emblemáticos de la capital: Avenue des Champs-Élysées, Place de la Concorde, el Senado y, sobre todo, el Elíseo. "Hay que dar un golpe de gracia y llegar a París por todos los medios posibles (coche compartido, tren, autobús, etc.). París, porque aquí es donde está el Gobierno. Estamos esperando a todo el mundo, camión, autobús, taxi, VTC, granjero, etc. ¡Todo el mundo!", proclama Éric Drouet. Esa misma noche, a través de Facebook, se lanza la convocatoria para una tercera jornada de acción, prevista para el sábado 1 de diciembre: "Acto 3: ¡Macron dimisión! ", en la que se destacan dos reivindicaciones: "Aumentar el poder adquisitivo y cancelar los impuestos sobre los carburantes".
¿Cómo explicar el éxito de estos llamamientos a través de Internet? La magnitud de esta movilización atestigua sobre todo la inmensa cólera que ruge en las entrañas de la sociedad. Aumentos generalizados de impuestos de todo tipo, aumento del desempleo, empleo precario sistemático, incluso en la administración pública, inflación que afecta especialmente a las necesidades básicas, precios de la vivienda inasequibles.... las razones de la ira son muchas. Dicho esto, debemos medir el alcance real de la movilización de los trabajadores dentro de este movimiento que, incluso al más alto nivel, sólo ha reunido a unos pocos cientos de miles de personas como máximo. Los grandes batallones de trabajadores nunca estuvieron realmente involucrados, ni en las rotondas ni en los Campos Elíseos, más allá de una simpatía platónica. Lo que está claro, sin embargo, es que quien está a la iniciativa de este movimiento son representantes de la pequeña burguesía y sus aspiraciones. No es casualidad que, entre los ocho portavoces de los "chalecos amarillos" designados el 26 de noviembre, haya una abrumadora mayoría de pequeños empresarios o empresarios autónomos. No es casualidad que el líder Éric Drouet llame primero a "camiones, autobuses, taxis, VTCs, agricultores". Los "chalecos amarillos" forman un movimiento interclasista: todas las clases y capas explotadas e intermedias de la sociedad entremezcladas; y por lo tanto el lugar idóneo para la ideología de la pequeña burguesía.
La lista de 42 reivindicaciones de los "chalecos amarillos" elaborada el 29 de noviembre de 2018 revela esta naturaleza interclasista y el peso dominante de la ideología pequeñoburguesa. Así, por ejemplo, hay una mezcla de demandas de los trabajadores sobre salarios y pensiones, pero también demandas nacionalistas, localistas o de comerciantes sobre la economía empresarial y los impuestos, e incluso reclamaciones xenófobas y nauseabundas sobre la inmigración. He aquí algunos extractos de esta lista en forma de popurrí:
“ - Cero SDF: URGENTE[2].
- SMIC a 1300 euros netos.
- Favorecer a las pequeñas tiendas en pueblos y centros urbanos.
- Que los GRANDES (Macdo, Google, Amazon, Carrefour...) paguen MUCHO y los pequeños (artesanos, VSE, PYMES) paguen poco.
- El mismo sistema de seguridad social para todos (incluidos los artesanos y los empresarios autónomos).
- El sistema de pensiones debe ser solidario y, por lo tanto, socializado (pensión sin puntos).
- No aumento de los impuestos a los combustibles.
- Ninguna jubilación inferior a 1.200 euros.
- Proteger la industria francesa: prohibir las deslocalizaciones. Proteger nuestra industria significa proteger nuestros conocimientos técnicos y nuestros puestos de trabajo.
- Los solicitantes de asilo rechazados deben ser devueltos a su país de origen.
- Aplicación de una verdadera política de integración. Vivir en Francia significa convertirse en francés (cursos de lengua francesa, cursos de historia francesa y cursos de educación cívica con un certificado al final del curso).
- medios adecuados para la justicia, la policía, la gendarmería y el ejército".
Sí, con el movimiento "chaleco amarillo", miles de trabajadores, desempleados y jubilados lanzaron un grito legítimo de rabia ante la pobreza. Pero esta cólera generalizada ha sido monopolizada muy fácilmente, desde los primeros días, por los pequeños empresarios que iniciaron estas manifestaciones y las principales consignas, con el fin de presionar al gobierno y obtener ganancias: bajar los impuestos que están sofocando a su empresa. Todo lo demás, sus demandas de apoyar la economía francesa, reforzar el control de los inmigrantes, etc., es el telón de fondo de su ideología pequeñoburguesa[3].
Originalmente, el principal modo de acción de los "chalecos amarillos" consistía en activar enlaces virtuales en las redes sociales y ocupar diariamente las rotondas, poniendo obstáculos para filtrar el tráfico. En pocas semanas, estos lugares de reunión se convierten en lugares de vida, islas de resistencia con campamentos y barbacoas. Hay campesinos, artesanos, pequeños patrones insatisfechos, con el agua al cuello, y sobre todo trabajadores precarios. El sentimiento dominante es el deseo de "ser visible" y de mostrarse, de estar juntos. Llevar el chaleco amarillo es, por tanto, un punto de encuentro para "intentar existir". Los "chalecos amarillos" son apóstrofes de los automovilistas que, para muchos, los apoyan saludándolos y/o tocando la bocina. En cada punto de bloqueo se izan banderas tricolores, se canta con mucha frecuencia La Marsellesa. Pero la esterilidad de este método de lucha no tardó en aparecer claramente a los ojos de muchos, de ahí la decisión, a partir de finales de noviembre, de ocupar todos los sábados los lugares simbólicos de las grandes ciudades francesas, especialmente los Campos Elíseos de París. Lo que alimenta principalmente la inmensa ira de los "chalecos amarillos" es "el sentimiento de desprecio", ignorado por los gobernantes, el deseo de ser escuchado y reconocido por "los de arriba", lo que explica este deseo de ir a los Campos Elíseos, "la avenida más bella del mundo", para ser "visto" y "oído".
Estos días de finales de noviembre y principios de diciembre de 2018 están marcados por un enfrentamiento extremadamente violento con las fuerzas represivas del Estado.
El sábado 1 de diciembre, en Puy-en-Velay (Haute-Loire), los enfrentamientos con la policía se intensificaron después de que algunos manifestantes sufrieran los efectos de los gases lacrimógenos; la prefectura fue incendiada. Pero es sobre todo en París donde los enfrentamientos son más espectaculares. El Arco del Triunfo fue invadido y vandalizado, los coches fueron incendiados y algunas tiendas saqueadas. Estas imágenes viajan por el mundo. El poder gobernante parece estar puntualmente abrumado, incapaz de mantener el orden en la capital. La inmensa mayoría de los partidos políticos burgueses se aprovechan de la situación para tratar de debilitar al presidente Macron ; lo critican por su incompetencia para mantener la seguridad o por su indiferencia ante el sufrimiento del "pueblo". Existe el peligro real de que se encuentre demasiado aislado en la escena política y de que su imagen internacional como jefe de Estado se degrade. Sobre todo porque el partido La République en marche aún no está suficientemente establecido en el Moloch del estado y basa su estabilidad, precisamente, en gran medida, en su líder, "el hombre providencial y jupiteriano", Macron. Por lo tanto, el gobierno en el poder reaccionará con fuerza y responderá en ambos niveles, blandiendo zanahorias y palos, o más precisamente una zanahoria muy pequeña y un palo enorme. El sábado 8 de diciembre, 264 personas resultaron heridas de gravedad (pérdida de ojos o manos), principalmente por el uso de balas rápidas y el desembarco de granadas de desacople, un resultado muy concreto del cambio de estrategia del Ministro del Interior y su orden a la policía de ir al cuerpo con los manifestantes. A continuación, el 10 de diciembre de 2018, el presidente Macron pronunció un discurso televisado en el que anunció varias medidas para demostrar que había "oído" "el sufrimiento del pueblo". Sin embargo, a pesar de los 10.000 millones de anuncios, los manifestantes son conscientes de que las condiciones de vida seguirán deteriorándose. La ira no se desvanece y el movimiento continúa. El 15 de diciembre, 69 000 miembros de las fuerzas de seguridad fueron desplegados en el territorio (una proporción de 1 miembro de las fuerzas de seguridad por cada manifestante), incluyendo 8 000 en Paris ; 179 personas fueron arrestadas y 144 puestas bajo custodia policial. Las imágenes que se transmiten en todos los canales de televisión del mundo son muy diferentes a las del sábado 1 de diciembre. Esta vez, los Campos Elíseos están ocupados por tanques y cordones policiales de "robocops". El Estado, con Macron a la cabeza, está haciendo una verdadera demostración de fuerza y muestra claramente lo que los pocos coches quemados y las ventanas rotas de la semana anterior son para el sistema capitalista: una picadura de insecto en la piel de un elefante. El Orden reina en París.
Poco a poco, una exigencia irá sustituyendo a todas las demás: el referéndum de iniciativa ciudadana (RIC). Se trata de un mecanismo de "democracia directa". Con la RIC, los ciudadanos con una serie de firmas establecidas por ley pueden someter la cuestión a referéndum entre la población sin el consentimiento del Parlamento o del Presidente de la República. Los "chalecos amarillos" quieren cuatro modalidades para la RIC: votar un proyecto de ley, derogar una ley aprobada por el Parlamento o un tratado, enmendar la Constitución (referéndum constitucional) y destituir a un funcionario electo.
A partir de enero de 2019, estas tres letras, RIC, irán apareciendo progresivamente en casi todas las espaldas de los "chalecos amarillos". Sin embargo, esta esperanza en un capitalismo más democrático no es una simple ilusión, es sobre todo un verdadero veneno para la clase obrera.
Como ya decíamos en 1978: "Para los ideólogos burgueses, el Estado es la emanación de la soberanía popular. La democracia es la forma suprema del Estado, la culminación y la perfección de su ser. Sin embargo, el marxismo lo ve como algo completamente diferente. Al revelar la división de la sociedad en clases, muestra que no puede haber una comunidad de intereses entre explotados y explotados. En consecuencia, el Estado, lejos de gestionar un supuesto bien común, nunca es más que una erección en manos de la clase explotadora. Esto sigue siendo cierto incluso si la democracia extiende su hipócrita velo sobre las relaciones de clase y sólo permite que aparezcan "ciudadanos iguales y libres". Detrás de la libertad formal y la igualdad se esconde la sombra del palo que la clase opresora utiliza para subyugar a la clase oprimida. (...) Las luchas proletarias encuentran entonces en su camino el espejismo democrático y parlamentario, con la intención de engañarlas, suavizar o desestimar los asaltos que llevan al estado burgués, frenar o desbaratar su impulso, llevarlas lejos sin fuerza y lejos de su objetivo. Porque si "el aparato ejecutivo, militar y político del estado burgués organiza la acción directa contra la revolución proletaria, la democracia representa para ella un medio de defensa indirecta al difundir entre las masas la ilusión de que pueden lograr su emancipación mediante un proceso pacífico" (tesis de la izquierda italiana, 1920). Desde este medio indirecto de defensa, ningún estado de la clase dominante puede prescindir de calentar los antagonismos sociales.
La democracia es la organización política más sofisticada y efectiva de la dominación de la clase burguesa sobre toda la sociedad, especialmente la clase que explota, el proletariado. Tal o cual detalle del funcionamiento democrático, como la RIC, sólo puede incluirse en este marco. Además, este tipo de referéndum ya existe en más de cuarenta países, entre ellos Suiza, Italia, Eslovenia, Uruguay e incluso Alemania y Estados Unidos, todos los rincones del mundo donde la explotación capitalista y la dominación económica y política de la burguesía están tan presentes como en Francia. La democracia es el arma más afilada del capitalismo, y con su RIC, el movimiento "chaleco amarillo" permite que el gobierno en el poder la agudice aún más. Es por eso que Macron y su gobierno están aprovechando esta oportunidad para lanzar un "Gran Debate Nacional" el 15 de enero de 2019. Durante tres meses (enero, febrero y marzo), un debate particularmente podrido ocupará los titulares y la atención de todos: participar en el "Gran Debate" u organizar sus propias discusiones entre "chalecos amarillos". En realidad, estas discusiones, ya sean orquestadas por el gobierno o por los "chalecos amarillos" (en los ayuntamientos prestados... por los alcaldes), son dos caras de la misma moneda: aparentemente opuestas pero que en realidad forman un todo. Todos estos grandes y pequeños debates, sean cuales sean, se basan en el deseo de una "verdadera democracia", es decir, de una mayor escucha, de una mejor consideración de la voz del "pueblo" por parte de las instituciones democráticas. Sin embargo, repitámoslo, este sistema democrático es sólo una mistificación que oculta el hecho de que todos los gobiernos son los administradores de sus respectivos capitales nacionales, los representantes de una clase minoritaria que explota a la mayoría: los proletarios.
Algunos de los "chalecos amarillos" son conscientes de lo vacuo de esta palabrería y quieren imponer sus reivindicaciones por la fuerza. El mismo día después del final del "Gran Debate Nacional", el sábado 16 de marzo, estalló la ira. Algunos centenares de Black blocs y “chalecos amarillos” alborotadores intentaron, sin éxito, asaltar el Arco del Triunfo, como el 1 de diciembre, y luego saquearon la avenida de los Campos Elíseos y las calles circundantes, principalmente quemando quioscos y rompiendo ventanas para atacar los "símbolos del capitalismo". Las imágenes del prestigioso restaurante Le Fouquet's quemadas en este "acto XVIII" se ven en todo el mundo. Según Le Monde: "Cada vez más manifestantes consideran que el allanamiento es la única manera de hacer oír su voz y de hacer que el gobierno se doblegue". Esta revuelta de desesperación está cada vez más infestada por el nihilismo de los Black blocs, que defienden en todas partes: "Francia es un escaparate, yo soy un adoquín ". Cada vez más, un lema vuelve a verse en las paredes: "La gente aplaude a los que destrozan". El "pueblo" puede aplaudir, pero estos actos de destrucción no socavan los cimientos del sistema. Peor aún, permiten que la burguesía y su gobierno legitimen el refuerzo legal y policial de su arsenal represivo, a imagen de la ley anti-crackers adoptada por el parlamento. Si el Gobierno y su Ministro del Interior hubieran querido proteger la avenida más bella del mundo, podrían haber desplegado perfectamente sus autobuses de policía, los cordones de CRS e incluso los vehículos blindados de la gendarmería para bloquear todo acceso, como hicieron durante su demostración de fuerza el 15 de diciembre de 2018. Es particularmente ingenuo imaginar que el gobierno se ha visto completamente abrumado por una situación inesperada. Además, según la propia admisión del Secretario General del sindicato UNSA de la policía, las fuerzas policiales "podían intervenir" pero no estaban "autorizadas a hacerlo". Si Macron y su camarilla de gobierno permitieron que esto ocurriera el sábado 16 de marzo, lo primero y más importante fue forzar a otros partidos electorales en competencia y a la "opinión pública" a cerrar filas en torno a la defensa del estado republicano "amenazado por el caos" y los actos de destrucción de los disyuntores disfrazados de "chalecos amarillos" o de trajes negros: la ley anti-infracción ya no debería ser cuestionada. Macron dijo que "nadie puede tolerar que la República sea atacada en nombre del derecho a manifestarse". Era necesario lograr la "unidad nacional", contra el vandalismo con "la mayor firmeza", y hacer que todo el "pueblo de Francia" aceptara las medidas para fortalecer el estado policial contra todos aquellos que se manifiestan "ilegalmente" y quieren poner "la República en peligro".
Así, el 20 de marzo, Benjamin Griveaux, portavoz del gobierno, anunció en voz baja la movilización del sistema Sentinel, es decir, la intervención del ejército. Como consecuencia directa de este aumento de la represión estatal y de las duras declaraciones del gobierno, el 23 de marzo en Niza, Geneviève Legay, una militante de Attac de 74 años de edad, "chaleco amarillo", resultó gravemente herida durante una carga policial. Se convierte en el símbolo de las víctimas de la incesante violencia policial. En las redes sociales se multiplican las imágenes de manifestantes con los ojos enrojecidos o con las manos rasgadas.
El odio contra los policías aumentó aún más entre los más radicales "chalecos amarillos" y el 20 de abril, durante la manifestación llamada "Ultimátum", algunos manifestantes gritaron: "¡Suicidaos vosotros!
¿Qué lecciones podemos sacar de estos meses de movilización en marzo y en abril? El gobierno ha utilizado la violencia policial de forma continuada echando aceite al fuego. De hecho, esa era su meta, mantener la ira y hacer durar el movimiento de los "chalecos amarillos", que le estaba haciendo tantos servicios para mistificar al proletariado:
- ocupación del espacio mediático y de todas las preocupaciones sociales, permitiendo que la multitud de pequeñas huelgas aisladas sean completamente ignoradas a través de toda Francia
- focalización de la reflexión sobre cómo hacer más democrática la República Francesa (con el Gran Debate Macron o con el RIC de los "chalecos amarillos")
- poner por delante la destrucción de mobiliario urbano por una minoría de "chalecos amarillos" y Black blocs para presentar cualquier lucha antidemocrática como un "acto criminal", una violencia ciega y así legitimar el fortalecimiento del arsenal represivo para hacerle frente
- y, por fin, para hacer pasar la lucha de los trabajadores un poco más como una antigualla en beneficio de la innovadora protesta del "pueblo francés", ondeaban banderas tricolores y se cantaba la marsellesa.
El movimiento "chaleco amarillo" no sólo se ha desarrollado fuera de las estructuras sindicales, sino que también se ha posicionado en gran medida en su contra. La magnitud de este movimiento interclasista se explica por la dificultad de la clase obrera para expresar su combatividad debido a todas las maniobras sindicales para sabotear las luchas (como hemos visto recientemente con la larga huelga escalonada en la SNCF). Esta insatisfacción con los sindicatos que existe dentro de la clase obrera ha sido recuperada por los que iniciaron el movimiento. Lo que muchos partidarios del movimiento "chaleco amarillo" quieren transmitir es que los métodos de lucha de los asalariados (huelgas, asambleas generales soberanas y manifestaciones de masas, comités de huelga, etc.) no están funcionando. Por lo tanto, ahora debemos confiar en los pequeños empresarios (que protestan contra las tasas y los aumentos de impuestos) para encontrar "otros métodos de lucha" contra el elevado coste de la vida, mejorar las instituciones democráticas y la representatividad, y reunir a todo el "pueblo de Francia".
Dicho esto, los sindicatos aprovecharon la oportunidad para intentar limitar su descrédito. Ciertamente no defendiendo los métodos de lucha de la clase obrera, ya que pasan su tiempo rompiendo cualquier posibilidad de una asamblea general obrera, soberana y autónoma. No, lo hacen en parte tratando de atenerse a la idea del "pueblo" rebelde. Este es el sentido de los sucesivos llamamientos a la "convergencia" entre el movimiento "chaleco amarillo" y las movilizaciones sindicales. Los chalecos de todos los colores se han multiplicado, para cada sector o corporación. A los asistentes de guardería: el "chaleco rosa", a los cegétistas: el "chaleco rojo", a los trabajadores autónomos de obras públicas: el "chaleco naranja", a los profesores (más originales): ¡el "bolígrafo rojo"! No sólo los sindicatos han acentuado las divisiones en luchas ya muy fragmentadas, fragmentadas por sector y empresa, como lo han hecho sistemáticamente durante un siglo, sino que, además, los trabajadores atomizados han sido llamados a diluirse en el "pueblo" con chalecos y a desaparecer como clase. Los sindicatos, dirigidos por la CGT, organizaron grandes carnavales multicolores desde febrero hasta el 1 de mayo. Estas manifestaciones dieron lugar, en París, a verdaderas cacofonías donde La Marsellesa y la bandera tricolor de los "chalecos amarillos" hacían eco de la Internacional y de las banderas rojas o negras de los trotskistas (NPA y LO) y anarquistas (CNT).
La presencia, el 1 de mayo, a la cabeza de la procesión, de miles de "chalecos amarillos" y algunos cientos de Black blocs con la bendición de los sindicatos, rubricó esta atomización de los trabajadores y la dilución de los pocos trabajadores presentes en el interclasismo.
Este movimiento del "chaleco amarillo" no es, en el mejor de los casos, más que la manifestación más visible y espectacular de la enorme rabia que está rugiendo entre la población y, en particular, entre toda la clase explotada por el costo de vida y las medidas de austeridad del gobierno de Macron. En el mejor de los casos, no es más que un signo anunciador de futuros combates de clase del proletariado. Muchos trabajadores se movilizaron contra la pobreza, los incesantes ataques económicos, el desempleo, la inseguridad laboral... Pero al unirse a los "chalecos amarillos", estos trabajadores perdieron temporalmente el rumbo y empezaron a seguir un movimiento que conducía a un callejón sin salida. Es este callejón sin salida el que permite ahora al gobierno de Macron redoblar su arrogancia al seguir llevando a cabo nuevos ataques.
La clase obrera atraviesa un período difícil. Desde 1989, con las campañas sobre el colapso del estalinismo identificadas con la supuesta bancarrota del comunismo, el proletariado no ha podido recuperar su identidad de clase y reconocerse como clase y sujeto revolucionario. Incapaz de dibujar los contornos de una sociedad sin explotación, la clase explotada, que carece de confianza en sus puntos fuertes, sigue siendo muy vulnerable y se siente impotente en el campo de la lucha. La clase obrera ni siquiera es consciente de su existencia como una clase antagónica a la clase burguesa y distinta de los estratos sociales intermedios (especialmente la pequeña burguesía). Ha perdido la memoria de su propio pasado, y ni siquiera puede referirse a su inmensa experiencia histórica, de la que incluso se avergüenza, ya que la burguesía asimila constantemente la palabra trabajador a una especie extinta y la palabra comunismo a la barbarie del estalinismo.
Sin embargo, a pesar de estas importantes dificultades, el proletariado no está derrotado. Dado el descontento general y los ataques que se avecinan, es muy posible que las grandes masas proletarias salgan de este letargo en el próximo período. Ciertamente, el proletariado ha perdido temporalmente su identidad de clase, está aislado de su historia y experiencia. Pero sigue ahí, muy vivo. Sigue siendo el sepulturero del capitalismo. En el fondo, la reflexión sobre la falta de perspectiva de la sociedad capitalista continúa, especialmente entre los elementos más conscientes y combativos. Impulsado por el empeoramiento de la crisis económica, al principio sin ser consciente de su fuerza, sin creer en su posible unidad y autoorganización, el proletariado se verá necesariamente obligado a luchar por defender sus condiciones de vida. Es necesario recordar lo que escribió Marx: "No se trata de saber qué objetivo se representa momentáneamente tal o cual proletario, o incluso todo el proletariado. Se trata de saber lo qué es el proletariado y lo que estará obligado históricamente a hacer, de acuerdo con su ser" (La Sagrada Familia). Los días insurreccionales de junio de 1848 y la Comuna de París en 1871, las luchas de los años 1890 en Bélgica, las luchas revolucionarias en Rusia de 1905 y 1917 en Europa del Este, la revolución alemana de 1918-1919, el nuevo surgimiento del movimiento proletario de mayo de 1968 en Francia y en el mundo después de un largo período de contrarrevolución, la huelga de masas en Polonia de 1980, etc..., no tienen nada en común con el movimiento popular interclasista, falsamente radical e incluso con los "chalecos amarillos". Cuando el proletariado desarrolle su lucha, serán las asambleas generales masivas, soberanas y abiertas a todos las que estarán en el centro del movimiento, lugares donde los proletarios podrán organizarse juntos, para reflexionar sobre consignas unitarias, en el futuro. No habrá lugar para el nacionalismo pero, por el contrario, los corazones vibrarán por la solidaridad internacional y unitaria propia de la huelga de masas porque "los proletarios no tienen patria". Los obreros deben negarse a cantar la Marsellesa y a ondear la bandera tricolor, la bandera del pueblo de Versalles que asesinó a 30 000 proletarios durante la Comuna de París en 1871 !
Para prepararse para este futuro, todos aquellos que son conscientes de la necesidad de la lucha proletaria deben tratar de reagruparse, discutir, aprender de los últimos movimientos sociales, mirar de nuevo la historia del movimiento obrero y no ceder a los cantos de sirenas aparentemente radicales de las movilizaciones ciudadanas, populares e interclasistas de la pequeña burguesía
"La autonomía del proletariado de todas las demás clases y estratos de la sociedad es la primera condición para el florecimiento de su lucha hacia la meta revolucionaria. Todas las alianzas, especialmente aquellas con fracciones de la burguesía, sólo pueden conducir a su desarme frente a su enemigo haciéndole abandonar el único terreno en el que puede empapar sus fuerzas: su terreno de clase" (Plataforma de la CCI).
¡El futuro todavía pertenece a la lucha de clase!
Revolución Internacional, 14 de agosto de 2019
[1] Grupo de protesta también llamada “Francia en Cólera”
[2] SDF: Sans Domicile Fixe, Sin Domicilio Fijo. Se trata del creciente número de gentes sin techo.
[3] Es esta naturaleza interclasista del movimiento "chaleco amarillo" la que explica por qué Marine Le Pen saludó desde el principio a un "movimiento legítimo" del "pueblo francés"; por qué Nicolas Dupont-Aignan, presidente de Debout la France, apoyó este movimiento: "Debemos bloquear a toda Francia...", la población francesa debe decir a este gobierno: ¡ya basta! ". Por qué Laurent Wauquiez, entonces presidente de Les Républicains, llamó a los "chalecos amarillos" "gente digna, decidida y que sólo quiere que escuchemos las dificultades de la Francia laboriosa"; por qué el diputado Jean Lassalle, a la cabeza de los Resistons, era una de las figuras del movimiento y llevaba su chaleco amarillo en la Asamblea Nacional y en la calle. Cualquier movimiento proletario, por otro lado, siempre está sujeto a un poderoso reflejo de rechazo y calumnia por parte de la clase dominante
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Las olas de manifestaciones que han sacudido a Chile y que fue originada por los estudiantes que evadieron el pasaje del metro debido a su aumento, ha impactado y movilizado a una parte importante de la sociedad, principalmente al proletariado, manifestaciones, cacerolazos, acciones callejeras. Es una revuelta que ha sacudido al país, ante lo cual el gobierno ha sacado el ejército a la calle, lo cual no ocurría desde el gobierno militar.
Estas luchas surgen ante el proceso de crisis y decadencia del capitalismo mundial, como hemos visto en Ecuador, Argentina, Brasil..., se anuncian nuevas tempestades económicas y ante ellas el capital solo tiene una política en todos los países: descargar los peores efectos de la crisis sobre los trabajadores.
Al ser el modo de producción capitalista un modo de producción mundial, las crisis de este afectan a todos los trabajadores del mundo de la misma forma, por eso los obreros deben romper con el patriotismo y los símbolos y banderas patrias y entender que las luchas de todos los trabajadores es UNA, nuestros sufrimientos son los mismos que el de un obrero norteamericano, chino, africano,etc. Los trabajadores de todo el mundo tienen la misma lucha que la de aquí en Chile.
Es el capitalismo y el estado-nación los principales responsables del daño y malestar a la clase obrera, los aumentos de tarifa, recortes, desempleos, malas pensiones, etc. ¡¡EL CAPITALISMO EN DECADENCIA Y EL ESTADO SON LOS RESPONSABLES DE TANTA MISERIA A LOS OBREROS!!
La clase obrera tiene que responder con su lucha, pero ¿es válida la respuesta basada en la Revuelta Popular? ¿responder como “pueblo”, como “ciudadanos indignados” nos lleva a alguna parte? ¿Tienen fuerza y significan un paso cara al futuro las revueltas populares multiclasistas, dirigidos por pequeñoburgueses y no por los obreros, donde los trabajadores pelean como “ciudadanos” y no como miembros de una clase revolucionaria que niega la explotación y el capital?
La única forma eficaz de enfrentarse al estado y al capital es mediante huelgas autoorganizadas fuera de los sindicatos y partidos del capital, mediante asambleas de trabajadores abiertas a todo el mundo y que se expanden a todas las empresas, fábricas y barrios obreros.
Solamente un planteamiento que rompa con la “revuelta popular ciudadana”, que se oriente hacia la lucha autónoma de la clase obrera, por sus propias reivindicaciones, en su terreno de clase, permitirá una respuesta eficaz contra este y contra nuevos ataques que el Capital y su gobierno preparan, no solo ahora sino cara al futuro.
La democracia y el estado de derecho son la mejor herramienta de explotación de los capitalistas contra los obreros, detrás de la democracia parlamentaria no hay más que represión y miseria capitalista, el hecho de que el gobierno democrático chileno haya llenado las calles de policías y militares para pelear contra los trabajadores nos demuestra que no es más que una farsa.
A diferencia de lo que dice la izquierda burguesa, la antigua dictadura militar de Pinochet y los gobiernos democráticos que se suceden en los últimos 20 años, tienen el mismo objetivo: la defensa de la minoría explotadora, el Capital. No debemos olvidar como el régimen democrático ahogó en sangre la Revolución Alemana en 1919 asesinando a militantes como Rosa Luxemburgo y Karl Liechbneck.
También es nuestro deber desenmascarar a los sindicatos y los partidos de izquierda y extrema izquierda, los sindicatos y los partidos del parlamento son quienes mejor defienden la sociedad burguesa y los principales enemigos del proletariado, la autoorganización y autonomía obrera son la principal herramienta que deben usar los trabajadores en contra de los sindicatos y partidos parlamentarios. La izquierda (representada por el PC y PS) junto a los sindicatos son parte del estado y por ende del capitalismo salvaje y anti- humano. El gobierno de turno forma parte del engranaje de gobiernos que van desde los últimos de Pinochet hasta los de la Concertación Democrática que, han adoptado sin descanso medidas de deterioro de nuestras condiciones de vida.
De acuerdo con las experiencias de lucha a lo largo del siglo XX y XXI se hace necesario la formación de asambleas abiertas para estructurar las luchas , porque , pese a que los trabajadores y otros sectores no explotadores salieron a las calles no tienen ninguna base ni una estructura para coordinarse , por eso , es que deben autoorganizar asambleas abiertas y formar comités de acción mediante delegados revocables en cualquier momento , la autoorganización del proletariado en asambleas es fundamental para enfrentarse al estado , al capital , a los sindicatos , a los partidos y al capitalismo en general ¡¡ASAMBLEAS DONDE LOS TRABAJADORES SE HAGAN CARGO DE SUS LUCHAS COMBATIENDO EL CONTROL DE LOS SINDICATOS!!
También, como trabajadores, debemos denunciar con todas nuestras energías los saqueos y vandalismo sin sentido que el hampón, infiltrado en nuestras luchas, ha hecho. Estos actos de destrucción no pertenecen al movimiento obrero, sino a clases lúmpenes sirvientes del capital, y que solo le brindan material para que la prensa reaccionaria ensucie nuestras luchas, justificar la represión e intimidarnos para salir a la calle. La clase trabajadora tiene una violencia revolucionaria de masas, pero no tiene nada que ver con saqueos ni vandalismos.
Desde hace más de un siglo, el capitalismo es un modo de producción en decadencia, sacudido por crisis periódicas, guerras imperialistas devastadoras, destrucción medioambiental… Esta realidad que las promesas electorales, los partidos “renovadores”, intentan ocultar, se muestra claramente cuando los gobiernos como el de Ecuador y ahora el de Chile lanzan ataques brutales contra los trabajadores.
Solo la lucha internacional del proletariado puede abrir una vía de solución. Esta solo puede desarrollarse rechazando los saqueos, la violencia minoritaria, la revuelta multiclasista, que son como un pozo donde se pierden la fuerza y las ganas de lucha de los trabajadores y, contra todo ello, defendiendo los métodos propios del proletariado: la huelga masiva, las asambleas generales, la extensión de las luchas.
No podemos hacernos la ilusión de que esta lucha surgirá fácilmente y que fácilmente y de forma rápida podremos dar una respuesta a los ataques que llueven sobre nosotros. Es necesario comprender que para llegar a una respuesta unida del proletariado harán falta muchas luchas, muchas derrotas, muchas lecciones a sacar, Las organizaciones revolucionarias junto con los obreros más comprometidos con la lucha de su clase deben preparar paciente y conscientemente esta perspectiva.
Corriente Comunista Internacional
Para todo contacto, llevar una discusión o colaboración etc., escribir a [email protected] [5]. Nuestra Web: https://es.internationalism.org/ [6]
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Una de las tareas más importantes de los revolucionarios es la de desenmascarar movimientos y organizaciones que se presentan como muy “radicales” y “antisistema” y, sin embargo, cuando se les analiza más de cerca, viendo no solo lo que dicen ser sino lo que hacen, se comprueba que constituyen un arma más de la burguesía contra el proletariado. Tal es el caso del llamado “movimiento Anarcopunk”.
Empezaremos preguntándonos ¿Qué es el anarco punk? El Anarco punk es la fusión del Movimiento Anarquista con el Movimiento Punk. Cuando se unen ambos le da al punk una ideología política. El punk viene de los estratos empobrecidos de capas medias, pequeño burguesas e incluso lumpen que se niegan a ser proletarios, estos jóvenes punk surgen del desempleo generado por la vuelta de la crisis capitalista desde finales de los años 60 del siglo pasado. La crisis y ahora la descomposición son un buen caldo de cultivo para el desencanto y los punks expresan así una reacción a la realidad del sistema capitalista. Podemos decir que este movimiento, formado a fines de los años 70s es un subproducto del capitalismo y sus subculturas “underground”.
La CCI quiere alertar de este peligro contra la clase obrera porque este se presenta como un movimiento internacional con una ideología anarquista y que promulgan la revolución social, utilizan conceptos de cambio social basados en la cultura de la burguesía (llámese contracultura, en este periodo de descomposición los jóvenes sin perspectiva política, sin posiciones políticas de clase, ni menos un futuro para la vida) toman la ideología anarquista y la contestación grafica o lirica con esta actitud llamada PUNK es así que nace el llamado movimiento Anarcopunk ( “punks políticos”) . Este movimiento es otra manifestación ideológica de la burguesía que alienta y difunde el individualismo, luchas parciales[1] y otras trampas y venenos para la clase obrera.
Con la descomposición[2] los movimientos anarquistas y el Anarcopunk toman un impulso porque el ambiente es de individualismo, nihilismo, ausencia total de responsabilidad, cada cual a la suya, atomización y fragmentación en falsas comunidades supuestamente “autogestionadas”.
El anarquismo es un movimiento con una ideología política que rechaza el poder estatal y privado y que dice defender la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad. Aunque tuvo ya expresiones a finales del siglo XVIII (William Godwin) el anarquismo se expandió en la segunda mitad del siglo XIX por las condiciones y características del capitalismo en ese periodo. Cuando en los sectores rurales, los pequeños propietarios de la tierra se vieron en dificultades, producto del desarrollo que empezó a mostrar el capitalismo, muchos de esos propietarios y demás miembros de la pequeña burguesía radicalizada comenzaron a expresar su rechazo ante su ruina, abrazando y desarrollando cada vez más el anarquismo, como una ideología que respondería a sus intereses más particulares y mezquinos.
El crecimiento del anarquismo en la segunda mitad del siglo XIX fue el producto de la resistencia de las capas pequeño burguesas –artesanos, intelectuales, tenderos, pequeños campesinos– a la marcha triunfal del capital, una resistencia al proceso de proletarización que los privaba de su «independencia» social original. Fue más fuerte en aquellos países donde el capital industrial llegó tarde, en los países de la periferia en el Este y el Sur de Europa, y expresaba, tanto la rebelión de estas capas contra el capitalismo, como su incapacidad para ver más allá, al futuro comunista; en lugar de eso, el anarquismo se hizo portavoz de su anhelo por un pasado semi mítico de comunidades locales libres y productores estrictamente independientes, sin el estorbo de la opresión del capital industrial ni de la centralización del Estado burgués[3].
El anarquismo rechaza la propiedad privada y el estado a las que considera entidades abstractas desligadas de la evolución histórica y, sobre todo, de la lucha de clases, con ello las ve como “peligros” para “el individuo en general” y no como instrumentos de explotación y opresión de una clase sobre otra. El anarquismo niega siempre la lucha de clases y la reemplaza por la lucha de individuos o de pequeñas comunidades aisladas. De aquí se desprende y entiende su negación de las clases sociales, su individualismo, el no tomar posición, ni considerarse parte de una clase social explotada, el no entender que la sociedad está dividida en la burguesía y el proletariado.
Los anarquistas no conciben la idea del poder que debe ejercer el proletariado (dictadura del proletariado) porque piensan que el “poder”, visto en sí mismo como un ente diferenciado de las clases y de la evolución histórica, sería el Mal Absoluto peor incluso que la dominación burguesa, por eso se limitan a ser vagamente “anti -poder”. Hay que mencionar que el anarquismo desarrolla a partir de esta falsa visión un moralismo puritano duro e implacable, comparable al de la santa inquisición en tiempos del virreinato, por ejemplo. El anarquismo considera con ilusión e ingenuidad que a través de bombas y federaciones abolirán el Estado, conciben esto último como una situación inmediata y violenta, generada por un puñado de elementos llamados a hacer una revolución social, llegando así a la sociedad sin Estado, su meta final conocida como la “Anarquía”. Un proyecto social donde se deja intacta la ley del valor contraponiendo la autogestión generalizada para gestionar la sociedad.
El hundimiento de los regímenes Estalinistas a finales de los años 80s, abre una campaña sucia contra el comunismo, mezclando a Marx, Lenin, y Stalin como si fueran parte de lo mismo. Esto provoca un impulso en el Anarquismo, en tanto que esta ideología ha planteado desde siempre que el marxismo es autoritario. Esta situación puede dar a comprender con mayor claridad la clásica disputa que sostienen los anarquistas entre Marx y Bakunin, señalando al primero como un dictador y al segundo como un redentor. Debemos recordar sin embargo que fue Marx y Engels los que denunciaron la conspiración anti- organizativa de Bakunin en 1872 en el Congreso de la Haya y desarrollando un combate en defensa de la organización[4].
El papel nefasto de un ala del anarquismo libertario en los hechos de España en 1936 es un ejemplo de las contradicciones traicioneras de muchos anarquistas que vociferan ser enemigos de todas las formas de Estado y bogan por la acción directa. Un hecho conocido fue su participación directa en el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, colocando ministros que llamaban a deponer las armas a los obreros y fraternizar con sus verdugos de la policía controlada por los Estalinistas[5]. En este intento de generar más confusión en sus prácticas, muchos anarquistas, pretendiendo desmarcarse de relaciones protervas, como los grupos nacidos de la CNT española y sus vertientes, empezaron a emparejarse mordazmente al marxismo con las posturas anarquistas, llamándoles Marxismo libertario. Apañando una crítica malintencionada y totalmente desbocada, de la izquierda germano -holandesa en los labios de Rülhe, en primer momento, y Pannekoek después. Se les ocurrió sostener que la revolución de 1917 fue burguesa, liderada por un partido burgués, de los bolcheviques y controlado por un Jacobino burgués, llamado Lenin.
Es así, como el Anarco punk se conforma como un movimiento ideológico y político dentro del punk. Este niega el marxismo revolucionario, porque no tiene exigencia teórica, ni un método para comprender una realidad cada vez más cambiante (¡El capitalismo de la mitad del siglo XIX, no es igual al de hoy!) No observan al capitalismo decadente en su fase de descomposición, para ellos el capitalismo sigue siendo el mismo como se lo presentaron en un panfleto, son contrarios a la cultura del debate y de la teoría, muchos de ellos consideran que teorizar es solo para intelectuales y que es preferible pasar de una vez por todas a la acción directa. Como todos los movimientos izquierdistas que llevan en su seno ideas de la pequeña y gran burguesía, siempre son inmediatistas y activistas. Niegan la historia del movimiento obrero, aunque muchos de ellos se reclamen parte de él.
El Anarcopunk dice luchar contra el capitalismo, habla de “revolución”, de “rebelión” y muchas otras fraseologías que suenan “fuerte”. Pero ¿qué hacen concretamente? ¿Cuál es su lucha?
Según el programa básico de la Internacional Anarcopunk (IAP) en un encuentro celebrado en Costa Rica “PUNK ES ACCIÓN DIRECTA, LA ANARQUÍA ES LA IDEA QUE NOS DA FUERZA PARA CONSTRUIR CAMINOS DE LIBERTAD EN FRATERNIDAD, APOYO MUTUO, SOLIDARIDAD, HAGAMOS DEL PUNK UNA AMENAZA, HAZLO TU MISM@”.
Aquí vemos el “método de lucha” del Anarcopunk: “hazlo tu mismo”, es decir, “acción de cada individuo” y no de una clase social, basarse en la anarquía y lo que se pretende es “amenazar” (¿a quién?). Nada se dice, es decir, radicalismo vago y vacío.
La “acción directa” del anarco punk. cae en el saco de los movimientos que reivindican las luchas parciales de la liberación animal, veganismo, vegetarianismo, liberación palestina, ecologismo radical, antimilitarista, feminismo /Genero, anti-multinacionales, Anti-fascismo, Anti-racismo, anti-sexistas, contra la homofobia, apoyo a los zapatistas, contra la represión policial y un largo etc.
¡Reflexionemos! El Anarcopunk no propone una acción contra las raíces de la explotación y de la barbarie capitalista, sino que propone perderse en toda la multitud de manifestaciones, símbolos, efectos, categorías etc., de la dominación capitalista.
Veamos unos ejemplos. El primero es que diversos Espacios Anarcopunk (luego hablaremos de ellos) lanzaron un boicot a McDonald como “símbolo” del capitalismo. Esta es una trampa alevosa, porque el capitalismo no se limita a McDonald (solo en el terreno de las cadenas de comida basura hay competidores de McDonald que agradecerán el boicot de estos “radicales” de pacotilla: Burger King, Kentucky etc.). El capitalismo y su Estado están muy felices que los obreros peleen contra expresiones particulares de su dominación porque está “lucha” deja al capitalismo en su conjunto completamente libre de sospecha.
El segundo es la defensa del veganismo y de la liberación animal. Está claro que la comida bajo el capitalismo es cada vez más comida basura y, en particular, las carnes que nos dan a comer están tan podridas como el propio sistema. Es igualmente cierto que la industria alimentaria y ganadera trata de manera salvaje y sádica a los animales (vacas, pollos, cerdos etc.). Pero ¿es una solución el veganismo? ¿Podemos hablar de “liberación animal”? Perderse en estas parcialidades es fijarse en detalles de la barbarie capitalista dejando de lado su barbarie global que va contra el proletariado, contra el futuro de la humanidad y contra todo el entorno natural. Con ello no se lucha contra el capitalismo, sino que se contribuye a reproducirlo en su explotación, dominación y barbarie.
El tercero es un cartel de un Espacio Anarcopunk que dice “La contracultura existe y resiste”. ¿Qué es la contracultura? Es la tentativa de utilizar la música, la literatura etc., para desarrollar una “contestación” de la cultura oficial, la que desarrollan los grandes medios de comunicación, la televisión, la universidad etc. Elementos mucho más serios que los zafios componentes del Anarcopunk intentaron esta vía, como fue el caso de la Internacional Situacionista que “no nació como verdadero movimiento político, sino como movimiento cultural que reunía a unos cuantos «artistas» (pintores, arquitectos, etc.) procedentes de diferentes tendencias (Internacional Letrista, Movimiento para un Bauhaus imaginista, Comité psicogeográfico de Londres, etc.) y que se proponían hacer una crítica «revolucionaria» del arte tal y como existe en la sociedad actual”[6]. ¿Cuáles fueron los resultados? Pese a su buena voluntad, pese a que al calor de la maduración de lo que fue el Mayo 68 se radicalizó y llegó a implicarse en esta lucha, este grupo fue extraordinariamente confuso y nunca rompió con las cadenas del anarquismo y del izquierdismo. Eso le llevó a un apoyo apenas velado de la LIBERACION NACIONAL: “Saludamos en la emancipación de los pueblos colonizados y subdesarrollados, realizada por ellos mismos, la posibilidad de ahorrarse los estadios intermedios que se han recorrido en otras partes, tanto en la industrialización como en la cultura, y la posibilidad de disfrutar de una vida liberada por completo» («La caída de París», IS nº 4)”. Y en 1977, a propósito de las luchas imperialistas de Palestina o Vietnam, caía en la misma cantinela: “Está claro que hoy resulta imposible buscar una solución revolucionaria en la guerra del Vietnam. Se trata ante todo de acabar con la agresión norteamericana, para dejar que se desarrolle, de manera natural, la verdadera lucha social de Vietnam, es decir permitir que los obreros vietnamitas se enfrenten con sus enemigos del interior, la burocracia del Norte y todas las capas pudientes y dirigentes del Sur (...) Solo un movimiento revolucionario árabe resueltamente internacionalista y antiestatalista, podrá a la vez disolver al Estado de Israel y tener a su lado a la masa de sus explotados. Solo así, con este mismo proceso, podrá disolver todos los Estados árabes existentes y crear la unificación árabe mediante el poder de los consejos» («Dos guerras locales», IS nº 11).
En definitiva, el Anarcopunk copia los métodos propios de los partidos capitalistas, especialmente los de Izquierda y extrema izquierda: PERDERSE EN LA LUCHA CONTRA LOS EFECTOS DEL CAPITALISMO SIN ABORDAR LAS CAUSAS, ENFRENTARSE CONTRA LOS SÍMBOLOS DEL CAPITALISMO SIN COMBATIR LA BASE MISMA DE LA EXPLOTACIÓN. No es de extrañar que dentro de los grupos que forman la IAP (Internacional Anarcopunk) haya quien apoya (o apoyó en el pasado) el zapatismo[7].
Su actividad en estas luchas ideológicas parciales los lleva a hacer el trabajo de la burguesía sembrando confusión, individualismo, divisiones y demás venenos contra la clase obrera. Además, su participación es estos espacios de “lucha” siempre termina agotándolos y odiando cada vez más la teoría, desarrollando un activismo o una actividad por la actividad, sin desarrollar ninguna reflexión para la toma de conciencia.
Es así que el Anarco punk, por su contenido político e ideológico alimenta la mentira antifascista, como denunciamos en el punto 9 de nuestra Plataforma: “En la decadencia capitalista, cuando sólo la revolución proletaria constituye un paso adelante en la historia, no puede existir ninguna tarea común, incluso momentánea, entre la clase revolucionaria y cualquier fracción de la clase dominante, por muy “democrática”, “progresista” o “popular” que se presente (…)”[8]
El otro elemento de los “métodos de lucha” del Anarcopunk es su planteamiento de “desobediencia” y “rebelión”. Los grupos Anarcopunk se mueven por el rechazo a lo establecido actuando y consumiendo lo contrario como una protesta, pero que en el proletariado no tiene sentido, pues el proletariado no es una clase de protesta o de rebelión, sino de lucha contra la explotación capitalista por su abolición definitiva. La lucha del proletariado no se basa en la “Desobediencia Civil” sino en la perspectiva de crear una nueva sociedad que destruya y supere al capitalismo. La protesta, la contestación, la contracultura, la desobediencia etc., constituyen formas pasivas y nihilistas de reacción ante la explotación capitalista. Por consiguiente, NO LA PONEN EN CUESTION, SINO QUE LA REFUERZAN. El Estado Capitalista democrática tolera esas “protestas”, a menudo muy violentas como la de los Black Block, que le sirven para meter miedo y desacreditar toda lucha real contra el capitalismo.
El medio Anarcopunk está extendido a América del Sur y Europa. Se organiza en una “federación internacional” que es, como hemos dicho, la Internacional Anarcopunk (IAP).
La IAP se propone “Difusión del ideal libertario, y de sus diferentes luchas, en el punk y a través de él, en todo el mundo; para incentivar el compromiso político en el movimiento anarco punk y en la población en general (-) Funcionar como medio de proyección y coordinación de campañas, boikots, etc. simultaneas en todo el mundo. (-) Mantener un apoyo social y económico a proyectos, edición de materiales, a compañeros con problemas políticos o frente a cualquier situación que requiera de solidaridad, etc. y a los múltiples colectivos e individualidades integrantes de la organización (-) Buscar con esta organización el fortalecimiento y la unión del movimiento anarco punk mundial tanto cuantitativamente como cualitativamente respetando las diferentes realidades y esperando que sirva para encontrar nuevas perspectivas de lucha y resistencia”
En cada país existen Espacios Anarcopunk que son concebidos como un lugar de “lucha”, de organización actividades contraculturales, protestas, ferias de “productos y música alternativos” etc.
Se trata de una organización federal que aglutina múltiples colectivos e individualidades. Es decir, cada cual hace lo que le da su gana según impulsos individualistas o de afinidad. La “solidaridad” es exclusivista: solamente está reservada a los “compañero Anarcopunk”, lo que choca frontalmente con la concepción universal e histórica de la solidaridad proletaria[9]. No hay cultura del debate ni esfuerzo de comprender lo que pasa en el mundo pues todo está organizado para “liberarse” en “conciertos de ruido” y en un activismo desaforado de campañas, boicots, desobediencias etc. para la Difusión del ideal libertario e incentivar el compromiso político en el movimiento anarco punk y en la población en general.
Vemos pues que, en la ideología, en los métodos de lucha y en el modo de organización, el movimiento Anarcopunk ataca frontalmente al proletariado y a su lucha organizada. Puede haber compañeros que, atrapados en ese medio picando el anzuelo de su “radicalismo”, quieran sinceramente luchar contra el capitalismo.
A estos compañeros les decimos que el compromiso militante va de la mano con el desarrollo de la teoría revolucionaria, el marxismo ha sido capaz de señalar a la única clase de llevar el papel histórico de transformación social: el proletariado como clase histórica, no como suma de individuos obreros; la teoría revolucionaria nos permite comprender a través del estudio crítico de diferentes disciplinas y ciencias el análisis objetivo del capital que no es otra cosa que el significado de la muerte de este modo de producción. “El marxismo ha establecido que la clase obrera es la clase revolucionaria de esta época, tanto porque es la productora de todo el valor social como por el proyecto de una nueva sociedad que lleva dentro”[10]
Por lo tanto, la única militancia capaz de desarrollar una actividad revolucionaria en el sentido de fracción con miras a la constitución del partido mundial será la que garantice un porvenir a la clase obrera y a la humanidad en su conjunto. La organización revolucionaria, la CCI es fuente de futuro para la clase obrera y su lucha por la revolución proletaria, es la única capaz de detener la barbarie a la que nos empuja el capitalismo decadente en su fase de descomposición actual.
En este sentido, la CCI, como organización revolucionaria, ha defendido siempre la posición de que solo puede haber un futuro posible para la humanidad si la clase obrera es capaz de desarrollar un movimiento de lucha revolucionaria que sea capaz de detener la barbarie a la que nos empuja el capitalismo decadente en descomposición.
Corriente Comunista Internacional 14 octubre 2019
[1] Llamamos luchas parciales a movimientos que van a los efectos de la dominación capitalista o a aspectos parciales y aislados de la misma: feminismo, ecologismo, antirracismo, veganismo etc. Ver el punto XII de nuestra Plataforma política https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso [12]
[2] Ver Tesis sobre la Descomposición, /revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo [13]
[3]Ver ¿Anarquismo o Comunismo? https://es.internationalism.org/revista-internacional/199501/1837/x-anarquismo-o-comunismo [14]
[4] Ver La lucha de la Iª internacional contra la «Alianza» de Bakunin https://es.internationalism.org/revista-internacional/199607/1774/cuestiones-de-organizacion-ii-la-lucha-de-la-i-internacional-contr [15]
[5] Ver Historia del movimiento obrero - La CNT ante la guerra y la revolución (1914-1919) https://es.internationalism.org/revista-internacional/200705/1903/historia-del-movimiento-obrero-la-cnt-ante-la-guerra-y-la-revoluci [16] y Respuesta tardía a una anarquista revolucionaria: Emma Goldman y la Revolución Rusa https://es.internationalism.org/content/4333/respuesta-tardia-una-anarquista-revolucionaria-emma-goldman-y-la-revolucion-rusa [17]
[6] Ver Guy Debord - La segunda muerte de la Internacional situacionista https://es.internationalism.org/revista-internacional/200704/1830/guy-debord-la-segunda-muerte-de-la-internacional-situacionista [18]
[7] Para una denuncia del zapatismo se puede consultar Correspondencia: una reflexión marxista en torno a la sexta declaración del EZLN https://es.internationalism.org/RM/2006/90_correo [19] ;
[8] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso [12]
[9] Ver nuestro Texto de Orientación sobre la Confianza y la Solidaridad, https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2695/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-i [20] y https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2714/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-ii [21]
[10] No future for… the punk (No hay porvenir para … el punk), Marc M. / Internacionalismo n° 20 de abril de 1978.
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La historia del mundo es cada vez más una historia única y es muy difícil comprender la evolución de un país si no se sitúa en el contexto de la situación internacional.
Nuestra organización ha señalado repetidamente la existencia de un fenómeno de dimensión global, el populismo[1], que no sólo es una trampa para el proletariado, sino también un problema para la propia burguesía en diferentes países, hasta el punto de que a veces se requiere la contribución de la llamada “comunidad internacional” para abordarlo:
"Ya sea que las corrientes populistas estén en el gobierno o simplemente trastornando el juego político clásico, no corresponden a una opción racional para la gestión del capital nacional o, por lo tanto, a una carta deliberada jugada por los sectores dominantes de la clase burguesa que, particularmente a través de sus medios de comunicación, denuncian constantemente estas corrientes. (...) El ascenso del populismo es una expresión, en las circunstancias actuales, de la creciente pérdida de control de la burguesía sobre el funcionamiento de la sociedad como resultado, fundamentalmente, de lo que se encuentra en el centro de su descomposición: la incapacidad de las dos clases fundamentales de la sociedad para dar una respuesta a la crisis insoluble en la que se está hundiendo la economía capitalista.”[2]
Sólo por recordar los ejemplos más sobresalientes, citemos el de Donald Trump, un individuo inconstante y caprichoso, presidente del Estado más poderoso del mundo, Estados Unidos, que se dedica a tomar decisiones que dejan con el paso cambiado a la llamada “comunidad internacional”: denuncia y retira al país de una serie de acuerdos sobre medio ambiente, pone en sordina a instituciones como la Alianza Atlántica, proclama que los acuerdos bilaterales prevalecen sobre los multilaterales e instaura una política proteccionista imponiendo aranceles no sólo a China, sino a Europa. A lo que hay que añadir todos los aspectos de la política más específicamente imperialista, con la que pretende recuperar el empañado prestigio de la superpotencia norteamericana mediante iniciativas de incierto futuro, como la de un posible ataque a Irán y otras aventuras imprudentes.
Un segundo caso bien conocido por los medios de comunicación es la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, sancionada por referéndum popular en junio de 2016, el llamado Brexit. También en este caso, y quizás más todavía, las consecuencias de aquel acto estúpido, montado por fuerzas populistas e irresponsables para los intereses de la propia burguesía, se hicieron sentir de inmediato. Los gobiernos que han intentado dirigir el Brexit salen escaldados uno tras otro, sin encontrar solución a una situación en la que la burguesía británica aparece totalmente impotente[3].
Y, evidentemente, en este rápido resumen de tales ejemplos, no podía faltar Italia con el ex gobierno populista de Salvini y Di Maio y el títere Conte de primer ministro:
"El año de vida del gobierno de Conte confirma todas sus dificultades para gestionar la situación italiana, con importantes repercusiones también a nivel europeo. Las divisiones en la mayoría del gobierno están al orden del día, con la Liga y el M5S arrimando cada uno la ascua a su sardina para intentar realizar las promesas a sus votantes. Este gobierno se basa esencialmente en el continuo regateo entre el M5S y la Liga: te dejo que cierres los puertos a los inmigrantes si aceptas mi “renta ciudadana”, tu impuesto fijo contra mi salario mínimo, todo ello amenizado con enfrentamientos que Conte acaba resolviendo con la amenaza de su propia dimisión. Ante el estancamiento económico, la amenaza de cierre de grandes empresas (ILVA, Alitalia, Almaviva, Whirlpool...) y muchas otras empresas más pequeñas que ya ni siquiera son noticia, el gobierno muestra una incoherencia desconcertante a nivel económico, especialmente en lo que se refiere a las medidas a tomar para evitar que la deuda pública se dispare y evitar el aumento del IVA, mientras que en lo que se refiere a la UE, hay un balanceo entre los "puñetazos en la mesa sobre los inmigrantes" y el "no es Europa la que decide por los italianos" de Salvini por un lado, y, por otro, los intentos del ministro Tria y del primer ministro Conte de llegar a un acuerdo con la Comisión Europea para evitar el procedimiento por infracción incoado por la UE y las sanciones correspondientes, sin que, sin embargo, se retroceda del todo sobre la cuestión de la renta de ciudadanía y la de los impuestos fijos para no poner en aprietos a los dos vicepresidentes del Consejo de Ministros.”[4]
Ese es el marco en el que puede entenderse la caída del gobierno y los factores que lo han causado.
El desarrollo de esas fracciones populistas irresponsables expresa cierta pérdida de control por parte de la burguesía sobre su acción política, - y en especial para orientar el "voto popular", pero eso no significa, ni mucho menos, que haya agotado todos sus recursos. La burguesía no se queda de brazos cruzados e intenta, en la medida de lo posible, oponerse y/o domesticar a los partidos populistas. Y para ello intenta utilizar todos los recursos posibles, incluyendo, entre otros, el desarrollo del movimiento ecologista, el "descubrimiento" de tramas internacionales en las que participan los distintos líderes populistas, hasta el uso de procedimientos penales contra ellos porque se habría “descubierto” tal o cual tráfico de capitales.
La primera medida de alcance internacional ha sido la promoción de una muchacha de 16 años llamada Greta como líder del movimiento ecologista. Después de décadas de protestas inútiles, pero también de informes muy preocupantes por parte de respetados equipos de investigadores en ese ámbito, ahora la burguesía se descubre verde y ecologista, recibiendo a Greta en todas las más altas instituciones del mundo (UE, ONU, el Papa, etc.) y eso que la muchacha, regañona, los pone a caldo diciéndoles “¿cómo se atreven a hablar de economía?”, "¡ustedes nos han robado el futuro"), a lo que los presentes, condescendientes, responden con fuertes aplausos. ¿Cómo es esto posible? Una buena razón puede ser que la burguesía necesite desplazar la atención de la población hacia otros temas, como el medio ambiente, el cual es, por un casual, una de las bestias negras del populismo (ver las posiciones de Trump, Bolsonaro y compañía). No es casualidad si en las recientes elecciones europeas ha habido un aumento significativo de la popularidad de los Verdes y un crecimiento por debajo de las expectativas de los populistas. Entre otras cosas, esto permite gestionar un problema real de sufrimiento de la población mediante un movimiento totalmente dirigido por la burguesía[5].
A esa primera maniobra se añaden operaciones que podríamos definir ad personam. En el caso de Trump, desde su elección, los sectores más responsables de la burguesía norteamericana han tratado de contener el activismo descabellado del presidente populista mediante la espada de Damocles del impeachment, juicio político que se basaría en sospechas de influencias extranjeras en los asuntos internos de Estados Unidos. Del caso de Boris Johnson, actual Primer Ministro inglés partidario de un Brexit sin negociación con la UE lo que equivale a una acción de fuerza, se ha ocupado el Tribunal Supremo del Reino Unido. Este tribunal rechazó como ilegal, con un juicio político muy duro, la medida de suspensión durante cinco semanas de la actividad legislativa del parlamento, cuyo fin era rematar el Brexit sin molestias. En Austria, hemos sido testigos del escándalo de las negociaciones secretas en Ibiza entre Strache - líder político del populismo austríaco, el FPÖ, y vicecanciller austríaco- y una falsa hija de magnate ruso, que se ofreció a invertir unos 250 millones de euros en acciones de la prensa austríaca con dinero negro de origen desconocido. En realidad, todo era mentira, la joven servía de anzuelo seductor y Strache se tragó anzuelo, sedal y caña: una cámara oculta lo grabó cuando le aconsejaba a la atractiva rubia que comprara un periódico austriaco enemigo suyo y lo convirtiera en órgano oficial de su partido. A cambio, prometió darle todos los contratos que se otorgaban a la empresa constructora Strabag, cuyo propietario es enemigo del FPOE. El vídeo se grabó en julio de 2017, pero sólo en mayo de 2019 recaló en el Spiegel y el Suddeutsche Zeitung, justo a tiempo para desencadenar la crisis gubernamental en Viena en vísperas de las elecciones europeas. El epílogo de esta historia es que Strache ha decidido dejar la política desde el 1º de octubre de 2019.
En el caso de Italia podemos decir que la fracción más responsable de la burguesía ha intentado domar a Salvini. En un plano judicial, con investigaciones sobre los 49 millones de euros de la Liga que desaparecieron por arte de magia; y también, en lo judicial pero con posibles consecuencias para las relaciones internacionales, con las revelaciones en la prensa de la implicación de Savoini, brazo derecho de Salvini, en una negociación de compra, por parte de ENI, de una gran partida de petróleo vendido por Rusia con un fuerte descuento de 65 millones de dólares que habría entrado, en negro, en los bolsillos de la Liga[6] a nivel de su acción como Ministro del Interior, tratando de ponerlo en dificultad en su lucha contra los inmigrantes[7].
Pero al final no fue necesario recurrir a ninguna de esas soluciones -que quedan como bazas de reserva para el futuro- porque lo que determinó la caída de Salvini fue la acción vigilante del partido más responsable de la burguesía italiana, al que podemos identificar con todo el aparato de la presidencia de la República Italiana, que simplemente se aprovechó del primer error sin posible vuelta atrás de Salvini, su torpe decisión de derribar el gobierno. Veamos los diferentes episodios de cómo se consumó la tragedia leguista
Fortalecido por el consenso obtenido con sus campañas mediáticas y convencido de que podía transformar en votos su fuerte incremento de popularidad que se había concretado ya en las elecciones europeas, en las que logró darle la vuelta a la relación de fuerzas con su aliado de gobierno M5S, Salvini decidió a mediados de verano romper la baraja y pedir la dimisión del jefe de gobierno Conte, un gobierno del que aquél y otros ministros de la Liga formaban parte, sin por ello presentar su propia dimisión. Sin embargo, Salvini, cuya ingenuidad equivale a su engreimiento, no tuvo en cuenta el juego político que permite aplicar la aritmética y considerar la posibilidad de componer mayorías diferentes. Así, con la santa bendición de la presidencia de la república, surgió un nuevo gobierno compuesto por M5S, PD, LEU. En vano Salvini intentó primero volver atrás, incluso ofreciendo la Presidencia del Consejo a Di Maio, para después acabar acusando a sus ex aliados de haber establecido acuerdos bajo mano para repartirse los ministerios. En realidad, Salvini es el único responsable de lo ocurrido, y la burguesía italiana e internacional ha suspirado aliviada por el resultado de los acontecimientos. Por otra parte, si se observa la evolución de la prima de riesgo en agosto, se ve claramente que cuanto más se desmoronaba el gobierno de Salvini-Di Maio, más se reducía la diferencia lo que mostraba claramente la expectativa de los mercados de que el gobierno anterior estaba llegando a su fin.
De modo que Salvini, que se había convertido, de hecho, en quien dictaba la línea al gobierno, saliendo siempre él en los medios de comunicación y granjeándose más y más popularidad, acabó quedando en el rincón, con “maneras” eso sí. Hay que reconocer la gran experiencia y capacidad de maniobra de los más altos poderes de la burguesía italiana, que, aunque no haya sido de manera visible, han ido tejiendo el lienzo del nuevo gobierno.
En este punto surge la pregunta: ¿qué podemos esperar de este nuevo gobierno? ¿Cuál será su duración y estabilidad? ¿Cuál será la política hacia el proletariado? Mientras tanto, podemos decir que la acogida en la “comunidad internacional” ha sido de lo más favorable. Que Salvini no era sólo un problema para Italia, sino para toda la llamada comunidad internacional, lo demuestra todo lo ocurrido tras la formación del gobierno de Conte-bis. La satisfacción de la UE con el nuevo gobierno y la promesa de ayudarle lo confirman. El cambio de actitud hacia la UE ha obtenido resultados inmediatos, con la distribución de los migrantes desembarcados entre los diferentes países europeos. De hecho, la política de "puertos cerrados" era más un eslogan propagandístico de Salvini que una política real capaz de abordar el problema de la llegada de inmigrantes: de hecho, los puertos estaban cerrados sólo a las ONG, cuando el número de inmigrantes recuperados por ellas era sólo el 10% del total de los desembarcados en Italia.
También a nivel económico la burguesía italiana podrá contar con la ayuda de la burguesía europea, que podrá otorgarle mayor flexibilidad para incrementar el déficit, algo de lo que Europa había culpado al gobierno de Salvini-Di Maio.
Trump también saludó esta conclusión, lo cual puede parecer extraño, pero dada la posibilidad de que la Liga exprese cada vez más abiertamente una orientación prorrusa, para EE.UU es mejor tener una Italia vinculada a la UE que una Italia leal a la Rusia de Putin. Y, tras el increíble cambio de Conte, pasando de títere en manos de Salvini y Di Maio a figura política de primer plano, es posible que haya habido asesoramiento y apoyo por parte de los gobiernos europeos. Esta conclusión anti -populista de la crisis política en Italia se suma a la baza de Macron, utilizado en Francia contra la amenaza de una presidencia populista de Le Pen y todas las demás políticas ya mencionadas.
La fuerza de este gobierno radica en que ha recuperado la participación del PD, un partido histórico con gran experiencia política, con gran responsabilidad y lealtad al estado burgués, que también influirá en el M5S, una formación con fuertes rasgos populistas, pero de una naturaleza muy distinta al populismo de derecha. La colaboración con el PD limitará tales rasgos populistas y ya estas primeras semanas de gobierno lo están demostrando.
Dicho lo cual, las perspectivas de este Gobierno no son tan halagüeñas. Todo lo contrario. Los problemas son, por una parte, el de su cohesión política y, por otra, el de las medidas económicas que se verá obligado a tomar. De hecho, pocos días después de su formación, se produjo la separación de Renzi del PD y la formación de "Italia viva". Con la formación de este grupo, que se encuentra en una posición central, entre el PD y Forza Italia, Renzi expresa la ambición de desvalijar a este partido ahora a la deriva, además de arramblar con todos los moderados del PD, siguiendo ambiciones totalmente personales e irresponsables. A pesar de las reiteradas declaraciones de apoyo al gobierno del Conte y de no beligerancia hacia el PD, es evidente que la formación de un partido personal de Renzi responde a la idea de actuar como fiel de la balanza y dedicarse a chantajear al gobierno de Conte. Por otro lado, el M5S es incapaz de quitarse de encima la inconstancia antojadiza populista del “pensamiento-Grillo”, por lo cual sigue estando sometido a constante observación.
Pero el problema mayor que enfrenta este gobierno será quizás lo que está obligado a hacer en lo económico. Italia debe tomar decisiones importantes para revitalizar la economía ahora con un crecimiento cero y con fábricas que cierran un tras otra, como Whirlpool entre otras, y ciertamente no será fácil resolver esos problemas ante una recesión que se perfila en el horizonte y que dejará aún menos margen de maniobra que la de hoy. Al mismo tiempo, las difíciles condiciones económicas y las dificultades a las que se enfrentará este gobierno pueden constituir una base para la reanudación de la acción populista, con el apoyo a Salvini por parte de Fratelli d'Italia de Meloni.
Cualquiera que sea el resultado de esta historia, lo cierto es que los trabajadores, los jóvenes, los pensionistas, los desempleados, los inmigrantes y los proletarios en general no tendrán paz y no podrán contar con un futuro mejor, eso si no toman su destino en sus propias manos.
Ezequiel 10 de octubre de 2019
[3] Ver Brexit: La burguesía británica está perdiendo el control de su juego político https://es.internationalism.org/content/4450/brexit-la-burguesia-britanica-esta-perdiendo-el-control-de-su-juego-politico [28]
[4] L’Italia nel quadro delle elezioni europee: difficoltà per la borghesia e trappole per i proletari [29] in Rivoluzione Internazionale n°183 (publicación en italiano de la CCI)
[5] Ver Hoja internacional de la CCI: Solo la lucha de clases internacional puede poner fin al curso del capitalismo hacia la destrucción https://es.internationalism.org/content/4465/hoja-internacional-de-la-cci-solo-la-lucha-de-clases-internacional-puede-poner-fin-al [30]
[6] Este episodio, que fracasó, arroja una nueva luz sobre las orientaciones en política exterior de la Liga. En la propaganda contra "la Europa de la austeridad", "la Europa de los burócratas", se revela una actitud sustancialmente antieuropea, llegando incluso a la amenaza de abandonar el euro. Por otro lado, está la exaltación de la Rusia de Putin, al que consideran como "uno de los mejores líderes de la historia". Entre otras cosas, el poder judicial está llevando a cabo un proceso penal por una posible subvención rusa a la Liga.
[7] La ovación que Carola Rackete recibió el 3 de octubre ante la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (Libe) del Parlamento Europeo es muy significativa. Rackete era la capitana de Sea Watch 3 que permaneció con su tripulación y 53 inmigrantes rescatados del mar durante más de dos semanas en Lampedusa. Una vez más, otra alabanza a quienes acusan a los poderosos "¿Dónde estaban ustedes cuando pedimos ayuda por todos los medios de comunicación y canales diplomáticos para poder atracar?" parece ser sobre todo un aguijón contra todo el populismo.
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Las medidas adoptadas por el gobierno de Moreno al eliminar los subsidios a los combustibles afectarán directamente a la clase obrera con el aumento inmediato de los pasajes y de todos los productos de primera necesidad que requiere cualquier familia para sobrevivir. A todo ello, el congelamiento de salarios, despidos masivos, un día gratis a favor del Estado y reducción de vacaciones, anuncian un deterioro y una inseguridad de las condiciones de vida de los trabajadores, a un nivel peor que el de los esclavos. Ante esta situación, es legítimo el rechazo y la indignación contra estas y otras medidas que el gobierno capitalista de Moreno ha impuesto a los trabajadores para favorecer a banqueros, exportadores e importadores que serán los usufructoadores de estas medidas.
Las reacciones inmediatas ante las medidas de Moreno, no se han hecho esperar, los gremios de trasportistas han paralizado sus actividades, el movimiento indígena se ha adherido a la movilización y una serie de diversos movimientos sociales bien conocidos en el país. Sin embargo, estos sectores de la sociedad no luchan realmente contra la carestía de la vida, la inseguridad laboral, el desempleo, que estás medidas acarrean contra los trabajadores, muy posiblemente levantarán la medida de hecho ni bien lleguen acuerdos con el gobierno nacional.
Con ello todo el peso de la crisis recaerá sobre las espaldas de los trabajadores.
Además, las protestas de empresarios del transporte y de otros sectores de pequeños propietarios se plantean en un terreno difuso, de “ciudadanos” y, sobre todo nacionalista. En muchas de las protestas ondea la bandera de Ecuador, esta como las banderas de todas las naciones, es la bandera de la explotación, de la guerra, de los intereses del Capital.
Por tal motivo, las insipientes manifestaciones de trabajadores que han salido a rechazar las medidas en el sur de Quito, en Tulcán y en la provincia de Bolívar, deben servir de reflexión y de acicate para enfrentar una terrible crisis política y económica que se avecina. Por el momento nuestra clase atraviesa por enormes dificultades de unidad y de organización, sólo sabemos que las medidas nos afectarán directamente y no sabemos cómo reaccionar, a todo ello, no podemos confiar en los sindicatos que siempre terminan negociando los intereses del proletariado con la clase dominante. Así como tampoco representan los intereses de los trabajadores aquellos grupos de pequeñoburgueses de conspiradores y nacionalistas que procuran el aislamiento de los trabajadores y hasta tienen la desfachatez de representar eslóganes alusivos a nuestra clase como si fueran nuestra vanguardia. No lo son. Por tanto, la clase obrera necesita:
Se prevé una nueva crisis mundial, por tal motivo las luchas en Argentina, Irak, Ecuador son respuestas ante el deterioro de las condiciones de vida de la clase obrera y los sectores no explotadores de la sociedad.
La crisis no tiene solución bajo el capitalismo, solamente la extensión y generalización internacional de la lucha obrera en todo el mundo podrá arrojar las bases para una salida: la REVOLUCION COMUNISTA MUNDIAL.
Internacionalismo Ecuador,
Sección de la Corriente Comunista Internacional
Octubre de 2019.
Contacto: [email protected] [33]
Nuestra Web: es.internationalism.org
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El 6 de abril de 2019 se celebró en Marsella una reunión pública con motivo del centenario de la fundación de la Internacional Comunista IC). Además de la presencia de simpatizantes de la CCI, a esta reunión también asistieron un camarada del PCInt-Le Proletaire y un camarada de Fil Rouge.
La presencia de compañeros de la corriente bordiguista en una reunión pública sobre uno de los acontecimientos más importantes de la historia del movimiento obrero fue una ocasión para confrontar nuestras posiciones porque "para poder construir el futuro partido mundial del proletariado, sin el cual el derrocamiento del capitalismo será imposible, las minorías revolucionarias deben agruparse, hoy como en el pasado. Deben aclarar sus diferencias a través del debate, la confrontación de ideas y posiciones, la reflexión colectiva y la discusión más amplia posible. Deben ser capaces de aprender del pasado para comprender la situación histórica actual y permitir que las nuevas generaciones abran las puertas al futuro”[1]
Fueron los participantes en esta reunión pública quienes instaron a las organizaciones presentes a entablar un debate abierto en el medio político proletario, porque, como dijo una camarada: "no hay que esperar a que haya grandes movimientos proletarios para hacerlo. Hoy estamos en una situación de debilidad de la clase, nos está aplastando la ideología burguesa con su individualismo; un debate expresaría la voluntad de librarse de tal presión". Para otro camarada: "También sería un imán para las minorías en búsqueda, especialmente para los jóvenes. Esperar a que haya grandes movimientos del proletariado conlleva el riesgo de reproducir el mismo error que la IC, es decir, que ésta se constituyó cuando ya había muchos puntos que aclarar, sobre la cuestión sindical, el papel del partido... y una de las lecciones que la fundación de la IC pone de relieve es que todas estas cuestiones deben ser discutidas ahora ya". Todos los participantes estuvieron especialmente interesados en conocer las posiciones de la Izquierda Comunista, y en aclarar dónde hay puntos de acuerdo y dónde diferencias. Tal debate, en su dimensión internacional, rompería con la atomización de las organizaciones proletarias y estimularía la reflexión entre elementos o grupos interesados por la política revolucionaria.
Por supuesto, la CCI ha apoyado regularmente esos llamamientos y los grupos que reivindican a la Izquierda Comunista también deben oírlos. La CCI siempre ha defendido el debate en el medio revolucionario, pero, por desgracia, tal voluntad siempre ha acabado hasta ahora en fracaso, en especial las Conferencias iniciadas por Battaglia Comunista (Partito Comunista Internazionalista) a finales de la década de 1970. ¿Por qué tal fracaso?: "El bloqueo y, en definitiva, el sabotaje de las conferencias se debió sobre todo a la incapacidad del medio como un todo para superar la intolerancia. Desde el principio, la CCI insistió en que las conferencias no debían quedarse “mudas”, sino emitir, en la medida de lo posible, un mínimo de declaraciones conjuntas, con el fin de aclarar al resto del movimiento los puntos de acuerdo y desacuerdo a los que se había llegado, pero también ante los grandes acontecimientos internacionales (como el movimiento de clases en Polonia o la invasión rusa de Afganistán), debían hacerse declaraciones públicas conjuntas sobre cuestiones que ya eran criterios esenciales para las conferencias, como la oposición a una guerra imperialista".[2]
Lo que vimos en esta reunión pública de la CCI fue que camaradas del PCI y de Fil Rouge respondieron a ese requerimiento entablando una verdadera confrontación de posiciones políticas. Es evidente que los grupos revolucionarios presentes están plenamente de acuerdo en la creación de un partido revolucionario mundial. Una de las primeras lecciones que sacó la reunión es que no debe volver a cometerse el error de la IC, o sea la unión tardía de las fuerzas militantes del proletariado cuando ya la ola internacional de luchas revolucionarias estaba sufriendo sus primeros fracasos graves, en Alemania, sobre todo, en 1919, agudizándose así el aislamiento de la revolución en Rusia. Sin embargo, el PCI y Fil Rouge no sacan las mismas lecciones que la CCI, lo cual dio lugar a un debate muy fecundo.
Como se dijo en la discusión, las condiciones en las que se haya de crear la futura internacional obrera serán diferentes de las que prevalecieron en la fundación de la Tercera Internacional, por lo que sería interesante que el debate pudiera desarrollarse sobre cuáles son esas condiciones diferentes, como dicen los camaradas. Si hay una convergencia entre los camaradas bordiguistas y la CCI sobre la necesidad de reunir y unir fuerzas revolucionarias a escala internacional, se trata pues de aclarar sobre qué base. Los compañeros bordiguistas rechazan cualquier política que pretenda fusionar a los diferentes grupos, lo cual no es, ni mucho menos, la idea de la CCI. Sin embargo, es en esa pregunta (¿con qué proceso debería hacerse ese agrupamiento?) en cuya respuesta sí que aparecen diferencias reales. Para la CCI, tal proceso sólo puede lograrse mediante la confrontación de las posiciones de cada grupo, ya que la IC dejó toda una serie de cuestiones políticas pendientes de clarificación. Y para que se produzca esa confrontación, es necesario luchar contra el peso del sectarismo que ha prevalecido en el pasado y sigue pesando en el medio político proletario, como escribimos en nuestra prensa. La CCI recordó que durante la guerra imperialista en Kosovo en 1999, llamó a los grupos políticos proletarios a reaccionar ante la barbarie burguesa con la consigna: "el proletariado no tiene patria, proletarios de todos los países, uníos", un llamamiento que quedó en papel mojado[3]. Y, sin embargo, fue precisamente ésa una de las lecciones que nos legó el movimiento obrero con la Conferencia de Zimmerwald: aunque hubiera muchas diferencias entre los participantes, Zimmerwald fue una luz en el horizonte para el proletariado mundial que estaba sufriendo la barbarie del capitalismo en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Aquella Conferencia fue el preludio de la creación de una nueva internacional, cuando ya la Segunda Internacional había dejado patente su quiebra en agosto de 1914 al votar los créditos de guerra, arrastrando al proletariado a la primera matanza imperialista. No se trataba de borrar las diferencias políticas, sino de defender, frente a las guerras imperialistas, uno de los principios proletarios fundamentales: el internacionalismo.
Sin embargo, el camarada del Fil Rouge expresó muchas reservas sobre las intervenciones de nuestros simpatizantes y de la CCI, requiriéndole que aclarase las diferencias mediante la comparación de las posiciones de cada grupo. Para él, las diferentes organizaciones ya han sacado lecciones y, por lo tanto, de nada sirve un nuevo proceso de esclarecimiento. De ahí que el camarada insistiera en su rechazo de toda "fusión" de las organizaciones proletarias, afirmando que no son necesarios ni debates ni confrontación de posiciones. Los dos camaradas bordiguistas afirmaron las lecciones que su corriente ha sacado: el papel del partido, la dictadura del proletariado, lo que caracterizó a Rusia en donde debía realizarse una revolución doble (que es, como lo recordaba el camarada de Fil Rouge, la teoría de la "Revolución Permanente" de Marx en 1848), lo que llevó al camarada del PCI a decir que hay especificidades en cada país que deben tenerse en cuenta, y que así fue el caso de la revolución rusa. Para los camaradas bordiguistas, la CCI ha sacado otras lecciones que se asemejan a las posiciones consejistas, en especial las que se refieren al partido y la dictadura del proletariado. Refutamos semejante idea pues es algo patente que la CCI defiende la necesidad del partido y de la dictadura del proletariado[4].
Lo que pasa es que precisamente son todas esas cuestiones (a las que se puede añadir el problema de la emergencia de los Consejos Obreros como órganos de poder de la clase obrera, como dijo Lenin, o la cuestión sindical) las que conforman el terreno en el que desarrollar una clarificación. Para la CCI, aún no se ha ido hasta el fondo de todas las lecciones de la IC, en particular sobre el cambio en el período histórico del capitalismo, el de la decadencia, tal como Rosa Luxemburg y Lenin lo pusieron de relieve. De hecho, todavía queda mucho trabajo por hacer para comprender las implicaciones del período de decadencia para la intervención de los revolucionarios en las luchas obreras. Nosotros consideramos que la contribución de las diferentes expresiones de la Izquierda Comunista que lucharon contra la degeneración de la IC también debería ser examinada con mayor profundidad.
Aun cuando las distintas organizaciones de la Izquierda Comunista ya deberían haber entablado un debate abierto y fraterno en ese sentido, el medio de la Izquierda Comunista sigue estando, lamentablemente, demasiado fragmentado.
Según decía el compañero de Fil Rouge, "la situación de la clase obrera es catastrófica". Tal observación requiere, a nuestro parecer, discutir largo y tendido. Nosotros pensamos que tal afirmación debe debatirse y matizarse a fondo a la luz de la evolución de las luchas y de la conciencia de clase a un nivel más histórico. Cierto es que las dificultades para la clase obrera son innegables, pero no podemos ponerlas al mismo nivel que las que vivió la clase obrera durante el período de la contrarrevolución de los años 30. Hay que ir más allá, entender por qué la clase obrera se encuentra en una situación a la que más bien definiríamos nosotros de "gran debilidad". Todo esto requiere argumentos y un debate contradictorio que nos permita situarnos en un marco general para enfocar y captar dinámicamente una perspectiva para nuestra clase. Por ejemplo, necesitamos ver cómo las lecciones de la IC y de los grupos que reivindican a la Izquierda Comunista, como Bilan, nos pueden ayudar a orientarnos en la compleja situación actual. Tal debate, vital para el movimiento obrero y las organizaciones revolucionarias, requiere por lo tanto que los grupos que reivindican a la Izquierda Comunista se coordinen para organizar confrontaciones fraternales, mediante polémicas en la prensa y discusiones, organizando reuniones públicas ante la clase obrera. Todo ello para crear un foro de debate abierto contra la propaganda de la clase dominante. Esto es posible y necesario, como lo demuestra la reunión pública de Marsella sobre la creación de la IC. En este sentido, la presencia del medio bordiguista en las reuniones públicas de la CCI, que debemos saludar, demuestra que la fragmentación de las organizaciones de la Izquierda Comunista puede y debe ser superada. La CCI echará todas sus fuerzas en la batalla para crear todas las condiciones para la clarificación política en el campo revolucionario.
André, 15 de agosto de 2019
[1] “Centenaire de la fondation de l’IC : l’Internationale de l’action révolutionnaire ouvrière”, Révolution internationale n° 476, bimestral de la CCI en Francia (mayo-junio 2019). Versión en español : https://es.internationalism.org/content/4435/la-internacional-de-la-accion-revolucionaria-de-la-clase-obrera [36]
[2] Ver en el sitio web de la CCI: "Hace 50 años, Mayo del 68: La difícil evolución del medio político proletario" https://es.internationalism.org/content/4411/hace-cincuenta-anos-de-mayo-68-la-dificil-evolucion-del-medio-politico-proletario-i [37] ; se puede consultar igualmente El sectarismo, una herencia de la contrarrevolución que hay que superar https://es.internationalism.org/revista-internacional/201003/2829/el-sectarismo-una-herencia-de-la-contrarrevolucion-que-hay-que-sup [38]
[3] Ver Acerca del llamamiento de la CCI sobre la guerra en Serbia - La ofensiva guerrera exige una réplica unida de los revolucionarios https://es.internationalism.org/revista-internacional/200612/1164/acerca-del-llamamiento-de-la-cci-sobre-la-guerra-en-serbia-la-ofen [39]
[4] Se puede ver los puntos XV y XVI de nuestra Plataforma Política https://es.internationalism.org/cci/200509/145/plataforma-politica-de-la-corriente-comunista-internacional [40]
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Todos hemos visto la campaña a escala mundial que se ha organizado sobre el cambio climático. En apariencia viene “de los jóvenes” y “parte de la base”. Greta Thunberg, una joven de 16 años que con su acción “heroica” es el referente del movimiento, es recibida en la ONU y es proclamada por la revista Time “líder de la nueva generación”. Parecería pues que, los gobernantes del mundo (a excepción de los malos de la película, Trump y Bolsonaro) serían “muy sensibles al alarmante mensaje de Greta.
Este enorme ruido debe denunciarse como una campaña montada de arriba abajo por las instituciones de los Estados Capitalistas y es necesario ver qué hay detrás.
Ver qué se esconde no tiene nada que ver con teorías “conspiranaoicas” y demás sandeces, es simplemente realizar un análisis basado en el marxismo que siempre ha defendido la necesidad de no partir “de lo que los hombres dicen, se representan o se imaginan”, sino partir “del hombre que realmente actúa y, arrancando de su proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida”[1] y lo que podemos ver en esos gobernantes es una hipocresía escandalosa pues mientras reciben mansamente los latigazos de Greta en su acción cotidiana de gobierno siguen obrando por la destrucción del medio ambiente en todo el mundo.
Hemos denunciado esta campaña con una Hoja Internacional[2] y hemos organizado reuniones públicas sobre el tema. En la Reunión Pública de Valencia hubo una contribución escrita de un simpatizante muy próximo que no pudo asistir y que publicamos a continuación.
Saludo el esfuerzo de los compañeros por organizar un debate sobre una de las cuestiones más acuciantes para el futuro de la humanidad y que, de forma honesta (aunque lamentablemente aún envuelta en expresiones políticas estériles) se siente como tal en amplios sectores de la clase obrera.
Aun no pudiendo asistir por cuestiones personales quería mandar una toma de posición y mi modesta contribución al debate, que espero sea provechoso. Sin duda, una de las cuestiones que más polémica y atención pública genera es la pregunta existencial de si, dadas las circunstancias y la montaña de hechos científicos publicados y observados al respecto, podemos decir que nuestra especie tiene un futuro inmediato asegurado como tal... o no.
Por mi parte, creo ver que las principales actitudes al respecto, tanto a pie de calle como por parte de los voceros de todos los Estados, se divide en tres principales bloques:
La respuesta de nuestra clase, por descontado, no puede tener nada que ver con ninguna de las anteriormente mencionadas. Esa respuesta pasa por recuperar al Marx que escribió los Manuscritos Económicos y Filosóficos y describió de forma tan vital y apasionada la relación total, sensitiva y productiva, del ser humano con el medio natural del que forma parte como componente orgánico directo. Pasa por recuperar el esfuerzo de las fracciones de izquierda de las tres Internacionales del proletariado, las de Marx y Engels, las de Lenin, Trotsky, Liebknecht y Rosa Luxemburgo y las de Bordiga, Pannekoek, Gorter y Miasnikov, lo que es lo mismo que decir que pasa por recuperar su propia fuerza y consciencia como elemento activo de la historia, que tiene una propia perspectiva de sociedad humana que defender frente a la creciente desintegración caótica de la sociedad burguesa y la amenaza que supone a la supervivencia física inmediata de la especie humana.
El compañero ve necesario que el proletariado y sus elementos más avanzados recuperen las contribuciones del movimiento obrero desde los tiempos de Marx. Tiene toda la razón y es una tarea que animamos a emprender y a la que hemos contribuido con nuestras modestas fuerzas[3].
Podemos encontrar algunas contribuciones de interés en científicos, sin embargo, el marxismo planteó ya en el siglo XIX el peligro que el capitalismo entrañaba de destrucción medio ambiental insistiendo en los graves problemas que provocaban la concentración de la población en enormes metrópolis y la industrialización. En particular, insistía sobre el antagonismo entre campo y ciudad que el capitalismo lleva a los últimos extremos. Todo esto en una época donde los aduladores del sistema negaban esos peligros y solo hablaban de las “maravillas” del “Progreso”.
En el periodo ascendente del capitalismo, que globalmente se cierra en 1914, los peligros para el medio ambiente se pudieron compensar y atenuar por toda una serie de progresos reales, por ejemplo, en la higiene y en la sanidad. Esto cambia radicalmente en la decadencia del capitalismo y más aún en su fase de descomposición. Nuestras Tesis sobre la Descomposición[4] denunciaron hace 30 años “la degradación del medio ambiente que está alcanzando cotas impresionantes (agua corriente asquerosa, ríos muertos, océanos basura, aire irrespirable de las ciudades, decenas de kilómetros cuadrados contaminadas por la radioactividad en Ucrania y Bielorrusia), que está amenazando el equilibrio del planeta entero con la desaparición de las selvas ecuatoriales, como la amazónica, los «pulmones de la Tierra», con el llamado efecto invernadero, con la destrucción de la capa de ozono” y la verdad es que hoy la situación es infinitamente peor. En el periodo de descomposición de la decadencia capitalista “la civilización humana está perdiendo cierta cantidad de lo adquirido (el dominio de la naturaleza, por ejemplo); pero no por eso va a volver a recuperar la capacidad de progreso y de conquista, características, en especial, del capitalismo ascendente. El discurrir de la historia es irreversible: la descomposición lleva, como su nombre tan bien lo indica, al desmembramiento y a la putrefacción de la sociedad, a la nada” (ídem.)
La Reunión Pública se preguntó: ¿Cuál es la razón del actual alarmismo de los gobernantes del mundo? ¿Por qué lanzan esta campaña?
La burguesía de los países centrales ha visto que los movimientos de lucha más significativos de la pasada década fueron protagonizados por las jóvenes generaciones de la clase obrera, especialmente la lucha contra la CPE en Francia y el movimiento de Indignados en España, USA etc.[5]. Estas jóvenes generaciones, a la vez que tenían una dificultad para verse como parte de la clase obrera, manifestaron una tendencia positiva a reflexionar sobre los problemas generales del mundo. Esta preocupación inquieta a la burguesía. Por ello, desarrolla campañas que destruyan esas pequeñas simientes para imponer un terreno democrático, individualista, ciudadano y de negación total de la clase obrera.
La campaña climática pone por delante una categoría falsa y sociológica que sería la juventud y plantea el problema climático como un problema en sí, como una más de las muchas categorías de problemas que afectan el mundo: la opresión de la mujer, la corrupción, la pobreza etc.
Para la ideología burguesa no existen clases sino “ciudadanos”. Los sociólogos niegan el concepto de clase y lo sustituyen por nociones como categorías sociales. Una de ellas es “la juventud”. La juventud es una situación temporal de los individuos, pero para la sociología es un cajón de sastre donde se meten burgueses, proletarios, pequeños burgueses, lumpenes… que llaman “movimiento de la juventud”. Como resultado se niega la lucha de las nuevas generaciones de los proletarios que no tiene nada que ver con las “tendencias” sociológicas de los hípsters, los milenial y demás palabras de moda.
“Los jóvenes que participan en el movimiento no son “futuros ciudadanos” sino que en su gran mayoría se convertirán en precarios, desempleados, explotados, que deberán unir a su lucha contra la explotación capitalista la lucha contra la guerra, la catástrofe medioambiental, la barbarie moral etc., que supura por todos sus poros este sistema de explotación”[6].
Es el futuro como parte de la clase obrera lo que debe determinar la orientación y el combate de la inmensa mayoría de los “jóvenes” y no esa situación pasajera, puramente sociológica. Al hablar de juventud y no de las jóvenes generaciones de la clase obrera, la burguesía ataca la identidad de clase y propone uno de los muchos “movimientos sociales” con los que se fragmenta el malestar social y se lo convierte en inofensivo pues aparece como una “reforma” más de la vida cotidiana.
Los grupos izquierdistas de la burguesía, especialmente verdes, trotskistas y anarquistas, nos hablan del “movimiento revolucionario” de la “juventud”, del “movimiento revolucionario” de las “mujeres”, del “movimiento revolucionario” de “los indígenas”, del “movimiento revolucionario” Ecologista, por todas partes se sacan de la manga “movimientos revolucionarios” para unos negar el único movimiento revolucionario real, el de la clase obrera, u otros proponer una “alianza” del movimiento “obrero” con todo ese batiburrillo de “movimientos sociales”.
Con estos “movimientos” que no van a ninguna parte, tratan de oponer a los obreros jóvenes contra los obreros “viejos”. Resultaría que estos últimos, debido a su “consumismo” contribuirían seriamente al desastre climático. Según los ideólogos y los políticos burgueses cada individuo produce una “huella ecológica”: consume alimentos envasados en plásticos, se ducha todos los días, tira todas las veces de la cadena del WC, va al trabajo en su automóvil, usa la lavadora y el lavavajillas, se va en avión a pasar una semana de vacaciones etc. Esa supuesta “vida privilegiada y opulenta” de los “mayores” provocaría una suma astronómica de “huellas ecológicas” contaminantes. Los jóvenes, como hace Greta, deberían recriminar a sus padres y abuelos esa “irresponsabilidad” frente al futuro del planeta.
Todo esto es de un cinismo alucinante. El trabajo asalariado y el sistema mercantil imponen un modo de consumo, un modo de vida, una organización de las vacaciones, los desplazamientos, del cual no hay manera de zafarse. Quizá los pequeños burgueses más acomodados pueden consumir alimentos sin envase de plástico que cuestan mucho más o pueden ir de vacaciones en un velero supuestamente “no contaminante”, pero la inmensa mayoría de los trabajadores no pueden elegir más que lo que les viene predeterminado por la organización general de la sociedad.
Hay otra arma que utiliza la burguesía para dividir al proletariado entre “jóvenes” y “viejos”. Los obreros de las industrias automovilistas u de otras basadas en los combustibles fósiles van a ser despedidos a millares en Europa, USA etc. La burguesía cuando intenten luchar en defensa de sus condiciones de vida los acusará de “privilegiados” que defienden “su posición egoísta en la industria” y con ello “atacan el planeta”. Les lanzarán a los jóvenes que ya no tendrían que luchar contra el capitalismo sino contra esos “obreros con mentalidad capitalista” que se niegan a defender el planeta.
El planteamiento de la “emergencia climática” es igualmente engañoso. Se plantea la destrucción medioambiental como un problema particular desligado del modo de producción capitalista, de la guerra imperialista, de cómo está organizada la sociedad concentrada en grandes urbes, altamente contaminantes. El proceso de catástrofe medioambiental no es uno más del abanico de problemas “sociales” sino una expresión especialmente grave del hundimiento del capitalismo en la Barbarie, como decimos en las Tesis sobre la Descomposición, antes mencionadas, en la época actual, el sistema capitalista amenaza con arrastrar “a la humanidad a los mismos resultados que la guerra mundial. Ser aniquilado bestialmente por un chaparrón de bombas termonucleares en una guerra generalizada o serlo por la contaminación, la radioactividad de las centrales nucleares, las hambres, las epidemias y las matanzas en conflictos guerreros, en los que, además, se utilizarían las armas atómicas, todo ello es, a fin de cuentas, lo mismo. La única diferencia entre ambas formas de destrucción es que aquélla es más rápida mientras que ésta va más lenta y, por ende, con muchos más sufrimientos si cabe”.
Las luchas parciales y categoriales “constituyen un auténtico instrumento de la contrarrevolución que los gobiernos burgueses han aprendido a utilizar eficazmente para preservar el orden social” (Plataforma Política de la CCI[7])
La burguesía está encantada con promover las luchas parciales, lo demostramos de forma fehaciente cuando denunciamos la “huelga feminista” de marzo 2018[8]. Esta política de exagerar tal o cual aspecto parcial de la dominación capitalista para esconder la barbarie de la explotación capitalista en su conjunto ya fue denunciada por el Manifiesto Comunista en 1848: “Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa”[9]. Así el Movimiento Juventud por el Clima que parece tan espontaneo y el “fruto” de las acciones “heroicas” de Greta Thunberg, fue promovido y patrocinado por el United Nations Framework Convention on Climate Change, un organismo de la ONU.
¡No es para menos! Puesto que las luchas parciales en general y el “movimiento por el clima” en particular:
Solamente la lucha autónoma del proletariado en su terreno económico y político de clase puede abrir una vía de respuesta a toda la problemática que contienen las luchas parciales, porque va a la raíz del problema que es el combate contra la explotación capitalista por su abolición definitiva. “La lucha contra los fundamentos económicos de la sociedad capitalista contiene la lucha contra sus aspectos superestructurales (forma de vida, costumbres, ideología…) pero lo recíproco es falso” (idem.). “La clase obrera, por su lugar específico en el proceso de producción capitalista, por su naturaleza de productor colectivo de lo esencial de la riqueza social, privada sin embargo de toda propiedad sobre los medios de producción que ella misma pone en funcionamiento y, por tanto, sin ningún interés que la ate al mantenimiento de la sociedad capitalista es la única clase que puede, objetiva y subjetivamente instaurar el nuevo modo de producción que debe sustituir al capitalismo, el comunismo” (ídem.)
C. Mir 31-10-19
[1] "Feuerbach Oposición entre las concepciones materialista e idealista (Primer Capitulo de La Ideología Alemana) [47]".
[2] Ver nuestra Hoja internacional de la CCI: Solo la lucha de clases internacional puede poner fin al curso del capitalismo hacia la destrucción https://es.internationalism.org/content/4465/hoja-internacional-de-la-cci-solo-la-lucha-de-clases-internacional-puede-poner-fin-al [30]
[3] Ver una lista de algunos artículos publicados en El capitalismo amenaza el planeta y la supervivencia de la humanidad: Sólo la lucha mundial del proletariado puede acabar con la amenaza https://es.internationalism.org/content/4405/el-capitalismo-amenaza-el-planeta-y-la-supervivencia-de-la-humanidad-solo-la-lucha [48]
[4] "TESIS SOBRE LA DESCOMPOSICION [13]"
[5] Ver Tesis sobre el movimiento de los particular de la clase obrera estudiantes de la primavera de 2006 en Francia https://es.internationalism.org/revista-internacional/200606/964/tesis-sobre-el-movimiento-de-los-estudiantes-de-la-primavera-de-200 [49] y 2011: de la indignación a la esperanza, /content/3349/2011-de-la-indignacion-la-esperanza [50]
[6] https://es.internationalism.org/content/4405/el-capitalismo-amenaza-el-planeta-y-la-supervivencia-de-la-humanidad-solo-la-lucha [48]
[7] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso [12]
[8] Ver Huelga feminista: contra las mujeres y contra la clase obrera https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera [51]
[9] Manifiesto Comunista, capitulo IV El socialismo burgués o conservador, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm [52]
Links
[1] https://es.internationalism.org/files/es/balance_chalecos_amarillos.pdf
[2] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/francia
[3] https://es.internationalism.org/en/tag/3/45/descomposicion
[4] https://es.internationalism.org/files/es/documento_chile_volante.pdf
[5] mailto:[email protected]
[6] https://es.internationalism.org/
[7] https://es.internationalism.org/en/tag/4/403/chile
[8] https://es.internationalism.org/en/tag/vida-de-la-cci/intervenciones
[9] https://es.internationalism.org/en/tag/2/25/la-decadencia-del-capitalismo
[10] https://es.internationalism.org/en/tag/3/46/economia
[11] https://es.internationalism.org/files/es/anarcopunk.pdf
[12] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso
[13] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[14] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199501/1837/x-anarquismo-o-comunismo
[15] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199607/1774/cuestiones-de-organizacion-ii-la-lucha-de-la-i-internacional-contr
[16] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200705/1903/historia-del-movimiento-obrero-la-cnt-ante-la-guerra-y-la-revoluci
[17] https://es.internationalism.org/content/4333/respuesta-tardia-una-anarquista-revolucionaria-emma-goldman-y-la-revolucion-rusa
[18] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200704/1830/guy-debord-la-segunda-muerte-de-la-internacional-situacionista
[19] https://es.internationalism.org/RM/2006/90_correo
[20] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2695/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-i
[21] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2714/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-ii
[22] https://es.internationalism.org/en/tag/corrientes-politicas-y-referencias/anarquismo-oficial
[23] https://es.internationalism.org/en/tag/2/35/las-luchas-parciales
[24] https://es.internationalism.org/en/tag/3/43/cultura
[25] https://es.internationalism.org/files/es/populismo_en_italia.pdf
[26] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201610/4178/contribucion-sobre-el-problema-del-populismo-junio-de-2016
[27] https://es.internationalism.org/content/4447/resolucion-sobre-la-situacion-internacional-2019-los-conflictos-imperialistas-la-vida
[28] https://es.internationalism.org/content/4450/brexit-la-burguesia-britanica-esta-perdiendo-el-control-de-su-juego-politico
[29] https://it.internationalism.org/content/1474/litalia-nel-quadro-delle-elezioni-europee-difficolta-la-borghesia-e-trappole-i
[30] https://es.internationalism.org/content/4465/hoja-internacional-de-la-cci-solo-la-lucha-de-clases-internacional-puede-poner-fin-al
[31] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/italia
[32] https://es.internationalism.org/files/es/volante_ecuador.pdf
[33] mailto:[email protected]
[34] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/ecuador
[35] https://es.internationalism.org/files/es/reunion_publica_en_marsella.pdf
[36] https://es.internationalism.org/content/4435/la-internacional-de-la-accion-revolucionaria-de-la-clase-obrera
[37] https://es.internationalism.org/content/4411/hace-cincuenta-anos-de-mayo-68-la-dificil-evolucion-del-medio-politico-proletario-i
[38] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201003/2829/el-sectarismo-una-herencia-de-la-contrarrevolucion-que-hay-que-sup
[39] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200612/1164/acerca-del-llamamiento-de-la-cci-sobre-la-guerra-en-serbia-la-ofen
[40] https://es.internationalism.org/cci/200509/145/plataforma-politica-de-la-corriente-comunista-internacional
[41] https://es.internationalism.org/en/tag/vida-de-la-cci/reuniones-publicas
[42] https://es.internationalism.org/en/tag/corrientes-politicas-y-referencias/izquierda-comunista
[43] https://es.internationalism.org/en/tag/2/39/la-organizacion-revolucionaria
[44] https://es.internationalism.org/en/tag/desarrollo-de-la-conciencia-y-la-organizacion-proletaria/tercera-internacional
[45] https://es.internationalism.org/en/tag/3/51/partido-y-fraccion
[46] https://es.internationalism.org/files/es/debate_publico_cambio_climatico.pdf
[47] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1846/ideoalemana/feuerbach/1.htm
[48] https://es.internationalism.org/content/4405/el-capitalismo-amenaza-el-planeta-y-la-supervivencia-de-la-humanidad-solo-la-lucha
[49] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200606/964/tesis-sobre-el-movimiento-de-los-estudiantes-de-la-primavera-de-200
[50] https://es.internationalism.org/content/3349/2011-de-la-indignacion-la-esperanza
[51] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera
[52] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm
[53] https://es.internationalism.org/en/tag/3/50/medio-ambiente