Rusia hace ahora dos años pretendió una operación relámpago con la invasión de Ucrania, hoy los frentes están estabilizados y el tsunami guerrero de destrucción y barbarie se hace permanente. La guerra imperialista es un cáncer aniquilador que gangrena cada vez más partes del planeta. Actualmente el 14% de la población mundial sufre directamente el salvajismo guerrero.

Con un discurso ultraderechista Milei se ha hecho presidente de Argentina, aun cuando era un desconocido hace dos años al igual que su partido político. Es un ejemplo más del ascenso del populismo como resultado de la aceleración de la descomposición del capitalismo. Ante el Milei y su motosierra recortando salarios, empleo, servicios sociales la UNICA RESPUESTA es la lucha masiva como clase obrera. La clase obrera necesita rechazar los falsos dilemas con lo que le entrampa el Capital y su Estado: Derecha / Izquierda, Populismo /Democracia, Libre Mercado/ Intervención Estatal... Todas esas alternativas agravan la miseria y alimentan el engranaje de guerras, desastres ecológicas, barbarie generalizada, que lleva a la destrucción de la humanidad

La inestabilidad política burguesa, que ha llevado a un escenario de pugnas internas descarnadas en las últimas elecciones, hace ver que la clase dominante en Ecuador, como en el mundo al estar dominada por la tendencia del “cada uno a la suya”, es incapaz de asegurar la cohesión social, mientras avanza la descomposición.

No podemos mirar hacia otro lado ante la gravedad de los acontecimientos que se acumulan en el mundo: la terrible inundación en Libia, los gigantescos incendios en Canadá o Grecia, el éxodo de refugiados muchos de ellos muriendo por tierra o por mar, la crisis alimentaria, todo ello mientras se agrava la guerra en Ucrania y crece la escalada de tensión imperialista USA-China, la inflación sigue disparada y la crisis económica mundial asoma amenazadora. Todo ello muestra la quiebra del capitalismo, su descomposición acelerada, lo que puede desembocar en la DESTRUCCION DE LA HUMANIDAD si el proletariado no es capaz de levantar finalmente su lucha revolucionaria mundial.