Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 2.03 MB |
El atentado fallido contra el vuelo de la compañía Northwest en Detroit el día de Navidad, llevado a cabo por un islamista radical de origen nigeriano entrenado por Al Qaeda en Yemen, y la inmolación suicida de un doble agente jordano cargado de explosivos en un cuartel de la CIA en khost, en Afganistán, han vuelto a poner en primer plano de la actualidad la "guerra contra el terrorismo".
Tanto en Estados Unidos como a escala internacional, se ha desatado una campaña de propaganda para señalar las diferencias entre la política de la administración Bush y la de Obama a la hora de encarar la guerra contra Al Qaeda. Y en ese empeño convergen las críticas republicanas de Mr. Cheney a la tibieza de Obama para conducir la guerra, para mayor gloria de las alabanzas de la prensa internacional a su talante pacificador y su respeto por los derechos humanos y la democracia.
Se pueden ver, sin ir más lejos, los términos que emplea alguna prensa en España:
«Mientras algunos dirigentes republicanos, siguiendo al ex vicepresidente Cheney, acusan a Obama de negarse a reconocer que Estados Unidos está en guerra contra el terrorismo, éste ha respondido asumiendo la responsabilidad en la lucha contra un enemigo concreto, Al Qaeda, y rechazando recortar las libertades de los norteamericanos. Esto es, siguiendo el camino opuesto al de la Administración de Bush...» «Con esta respuesta, el presidente norteamericano no habrá cerrado el debate sobre la mejor forma de hacer frente al terrorismo yihadista, pero habrá demostrado que siguen existiendo cuando menos dos posiciones distintas en ese debate, la suya y la de los partidarios de retomar la estrategia de la "guerra contra el terror". Lo cierto es que ni una ni otra pueden ofrecer garantías de que no se producirán atentados. Pero lo que hace preferible la estrategia de Obama es que no continúa dilapidando la disuasión convencional de Estados Unidos, al tiempo que preserva la naturaleza democrática de su sistema político» (EL PAIS, edición digital)
Y si hemos de hacer caso a lo que nos dicen los medios de comunicación, la diferencia parece tan grande que, mientras que Bush Jr. pasará a la historia como el presidente que desencadenó una "cruzada contra el mal", "hasta la erradicación de todos los grupos terroristas de alcance mundial", embarcando a Estados Unidos en diferentes frentes de guerra, a Obama le han concedido el Nóbel de la paz.
Pero si analizamos las cosas más de cerca, ¿Existe realmente una diferencia desde el punto de vista de la responsabilidad en la guerra y el compromiso con los intereses imperialistas de USA entre Bush Jr. y Obama? ¿Hay una diferencia respecto al trato a la población?
Al mismo tiempo que recibía el premio nobel de la paz, Obama dejaba claro en su discurso que era «el presidente de un país en guerra», y que sus objetivos eran «hacer avanzar los intereses de América».Y efectivamente, desde ese punto de vista es como hay que considerar sus respuestas actuales a los dos ataques terroristas.
Ya hemos puesto de manifiesto en anteriores números de esta publicación, que el anuncio de Obama del repliegue en Irak obedecía a los intereses de la burguesía en Estados Unidos de frenar el enorme desgaste "exterior" (de la credibilidad de USA como primera potencia mundial para imponer sus intereses), e "interior" (oposición de la población a la continuación de la guerra); y que permitía reforzar el frente de guerra en Afganistán y Pakistán, donde las cosas empezaban a tomar el mismo camino que en Irak, hundiendo a Estados Unidos en un nuevo lodazal[1]. La administración Obama ha usado los ataques terroristas actuales para reforzar en la población el miedo y el revanchismo que permitieran justificar el envío de 30000 soldados más al frente y la intensificación de la guerra de Af-Pak[2], exactamente igual que hizo la administración de Bush Jr. para justificar la invasión de Afganistán e Irak[3]. El atentado contra el cuartel de la CIA nos ha permitido saber que una de las "iniciativas de paz" de Obama consiste en la dirección de aviones no tripulados desde las oficinas de la agencia, como si se tratara de un videojuego, que bombardean a la población indefensa en la frontera entre Afganistán y Pakistán.
En el mismo sentido se puede ver que, tras los ataques terroristas actuales, Obama ha impuesto su política "multilateralista" a dos de sus aliados en Oriente Próximo: Jordania y Arabia Saudí. El hecho de que el suicida que se hizo estallar en el cuartel de la CIA en Afganistán fuera un doble agente jordano ha propiciado inmediatamente una reunión en Estados Unidos con los servicios secretos de Jordania[4] y una intensificación de la presión de USA sobre ellos al servicio de sus intereses.
Por otra parte, el supuesto entrenamiento en bases de Al Qaeda enYemen del autor del atentado fallido en Detroit, ha dado la oportunidad de intensificar el combate contra los grupos armados chiítas (bajo la influencia de Irán) en la frontera con Arabia Saudí, donde el ejército ha protagonizado auténticas escabechinas. Yemen presenta un gran interés para Estados Unidos, desde el punto de vista de las rutas de transporte del petróleo y el control del estrecho de Bab el Mandeb, y esta tentativa de atentado que viene desde allí, supone una ocasión para reforzar su presencia en la región, como sugiere el coordinador de la política de Obama para Afganistán y Pakistán, Bruce Riedel: «el intento de destruir el vuelo 253 de Northwest Airlines en ruta desde Amsterdam a Detroit en el día de Navidad subraya la creciente ambición de la franquicia yemení de Al-Qaeda, la cual ha surgido de un enorme plan para convertirse en jugador en la yihad Islámica global en el último año... El débil gobierno yemení del Presidente Ali Abdallah Saleh, quien nunca ha podido controlar totalmente el país y ahora encara un montón de nuevos problemas, va a necesitar de un significativo apoyo de los EEUU para derrotar a Al-Qaeda en la Península Arábiga»[5]
Tanto para Bush Jr. como para Obama o Al Qaeda, la población en las pugnas imperialistas no es más que carne de cañón de intereses que le son ajenos por completo, sean los campesinos de las aldeas de la frontera de Pakistán a los que les llueven bombas teledirigidas, o los trabajadores de las Torres gemelas de Nueva York . Lo mismo se puede decir de los soldados, que vuelven en bolsas negras del frente o de los obnubilados por el fanatismo religioso y la venganza, que se forran de bombas para hacerse estallar con ellas. En la carrera de la intensificación de los conflictos imperialistas, nadie está a salvo de ser víctima de un atentado en un vuelo o en el metro, o de ser enviado a la guerra.
A esa amenaza permanente se suma, en los países árabes, la matraca ideológica del fanatismo irracional, del odio, que envía adolescentes con bombas a matar muriendo; y en los países centrales la psicosis permanente de sospecha del de al lado, del diferente ("el terrorista de Detroit era un chico solitario y no se le conocían amigos ni novia..."), de la amenaza de delación ("el padre había denunciado a su hijo a las autoridades"...); del reforzamiento de la represión y de las supuestas medidas "de seguridad" que cierran las fronteras, que culpabilizan a cualquiera que "no está en regla" y someten a la población a controles en aumento en los aeropuertos y estaciones a menudo humillantes y que ponen en cuestión la dignidad humana más elemental...¡En nombre de la democracia y los derechos humanos!
Una democracia que impone los intereses del Estado como si fueran los de todos, cuando en realidad solo representan los de la burguesía, que somete a la población a su dictadura y acaba pidiéndole el sacrificio por la defensa de los intereses de la nación en la guerra, igual que la yihad pide el sacrifico de los suicidas: «...la creencia de que la paz es deseable raramente es suficiente para llegar a ella. La paz requiere responsabilidad. La paz implica el sacrificio» (discurso del Nobel de Obama) ¡¿Qué sacrificio?! «...el uso de la fuerza no solamente es necesario sino que está moralmente justificado... La guerra (...) llegó con el primer ser humano (...) el Mal existe en el mundo» (Ídem) ¿Dónde está la diferencia con Bush Jr., o con Bin Laden?
La verdadera diferencia con la política de Bush Jr., Obama y Bin Laden está en el internacionalismo proletario, en la guerra a la guerra, en la denuncia de la guerra imperialista en todos los bandos y la defensa de la lucha de clases contra el Estado burgués.
Hic Rodas, 17.01.2010
[1] Ver entre otros artículos: /accion-proletaria/200907/2624/detras-del-discurso-de-paz-de-obama-se-oculta-una-verdadera-estrategia [2]; /accion-proletaria/200909/2662/afganistan-tras-la-mision-de-paz-se-camuflan-intereses-imperialistas [3]
[2] Así es como los medios de comunicación internacionales llaman al conflicto en la región de Afganistán, dando por supuesto que la guerra se ha extendido ya de hecho a Pakistán
[3] El hecho de que, a diferencia de la masacre del 11 de Septiembre de 2001, en esta ocasión el atentado contra el vuelo de Detroit no haya llegado a consumarse, no quita nada a la intencionalidad de la maniobra; es bien sabido que, después de un traumatismo brutal como significó para la población en Estados Unidos la matanza de las Torres Gemelas, una pequeña amenaza puede volver a poner a flor de piel las mismas emociones.
[4] Entre los más "afamados" en la región
[5] https://www.thedailybeast.com/?cid=tag:all1 [4].
«Copenhague, una ducha fría»[1]; «El peor acuerdo de la historia»[2]; «Copenhague acaba en fracaso»[3]; «Decepción en Copenhague»[4];... La prensa es unánime: esta cumbre, que se anunciaba como "histórica", ha sido ¡un verdadero fiasco!
No había nada que esperar de esta cumbre
Medios de difusión de toda clase y políticos de todas las tendencias han repetido, durante semanas, multitud de declaraciones grandilocuentes que en sustancia venían a decir, todas ellas, lo mismo: «El futuro de la humanidad y del planeta se juega en Copenhague». La fundación Nicolas Hulot lanzó también un ultimátum: «El futuro del planeta y con él la suerte de mil millones de hambrientos [...] se jugará en Copenhague. Escoger la solidaridad o sufrir el caos, la humanidad tiene un encuentro con ella misma». En estas declaraciones hay desde luego algo de verdad. Los documentales televisados, las películas ("Home" de Yann Arthus Bertrand, por ejemplo), los resultados de las investigaciones científicas, muestran de manera fehaciente que el planeta está en camino de ser devastado: el sobrecalentamiento climático se agrava y con él la desertización; los incendios, los ciclones,..., la polución y la explotación intensiva de los recursos provocan la desaparición masiva de especies. A ese ritmo, entre el 15 y el 37% de la biodiversidad desaparecerá de hoy al año 2050. Hoy mismo un mamífero de cada cuatro, un ave de cada siete, una tercera parte de los anfibios y un setenta por ciento de los vegetales están en peligro de extinción[5].
Según el Fórum humanitario mundial el "calentamiento climático" provoca la muerte de ¡trescientas mil personas al año! (la mitad por desnutrición). En 2050 habrá 250 millones de refugiados climáticos[6]. Estamos ante una situación verdaderamente urgente; la humanidad está enfrentada a un desafío considerable, a un reto histórico y vital.
Pero no hay que hacerse ninguna ilusión, nada bueno podía salir de esta Cumbre en la que estaban representados ciento noventa y tres Estados. Desde que nació, el capitalismo está destruyendo el entorno; Londres era ya en el siglo XX una inmensa fábrica que escupía sus humos venenosos a la atmosfera y arrojaba sus desechos al Támesis. Este sistema produce con el único objetivo de obtener beneficios y acumular capital; poco le importa si para ello debe arrasar los bosques, saquear los océanos, polucionar los ríos, alterar el clima,... Capitalismo y ecología son forzadamente antagónicos.
Todas las reuniones internacionales, los comités, las cumbres (Como la de Río de Janeiro en 1992 o la de Kioto en 1997) no han sido nunca otra cosa que "taparrabos para cubrirse las vergüenzas", simples ceremonias teatrales para hacer creer que los "grandes de este mundo" se preocupan por el futuro del Planeta. Los Hulot, Yann Arthus Bertrand y otros Al Gore han querido que nos creamos que esta vez, más que ninguna otra y debido a la urgencia del momento, iba a ser de otra manera y que los "altos dirigentes" iban a obligarse a "reconducir" las cosas; incluso buscan hacernos tragar que comprenderían que se les presentaba la oportunidad histórica de cambiar en profundidad el capitalismo, orientándolo hacia una economía verde capaz de sacar al mundo de la recesión, ¡a base de un crecimiento duradero y ecológico! La realidad es que mientras todos estos ideólogos se dedican a hacer aspavientos, esos mismos altos dirigentes ¡afilan sus armas eco...nómicas! Los hechos son estos: el capitalismo está dividido en naciones, todas ellas en competencia las unas contra las otras, entregadas sin descanso a una guerra comercial y, si es necesario, también militar. Un ejemplo: el Polo Norte se está fundiendo; los científicos ven en ello una verdadera catástrofe ecológica; los Estados ven ahí la oportunidad de explotar los recursos hasta ahora inaccesibles y abrir nuevas vías marítimas libres del hielo. Rusia, Canadá, EEUU, Dinamarca (vía Groenlandia) libran actualmente una guerra diplomática despiadada. Canadá ha comenzado ya a apostar medios militares en su frontera alineados en esa dirección. Capitalismo y ecología son en verdad antagónicos.
¿Pretenden que creamos que en este contexto EEUU y China van a aceptar "reducir su emisión de CO2"; es decir, limitar su producción? Además, esta noción "limitación de emisiones de CO2" es en sí misma reveladora de lo que el calentamiento climático es para el capitalismo: un arma ideológica para mantener la competitividad. Cada país procura fijar los objetivos que le convienen: los países de África quieren imponer cifras de vertido muy bajas, las que corresponden a su capacidad de producción, para poner palos en las ruedas de las otras naciones; los países de Suramérica desean cifras algo más elevadas; y así les siguen, cada uno a la suya, India, los Estados europeos divididos entre ellos, China, EEUU,...
La burguesía no logra ya salvar las apariencias
Lo único que tal vez nos pueda sorprender de este fiasco de Copenhague es que ninguno de los Jefes de Estado ha conseguido siquiera salvar las apariencias. Suele ser habitual que estos eventos finalicen con un acuerdo final, firmado con gran pompa, que fije ciertos vagos objetivos que se podrían alcanzar algún día y que ¡todo el mundo acabe felicitándose por ello! Esta vez se trata ¡oficialmente! de un "fracaso histórico". Las tensiones y los mercadeos entre bastidores han salido al escenario. La foto tradicional de los Jefes de Estado, cogiditos del brazo y con sus mejores sonrisas de actores de cine, no se ha podido realizar; ¡Esto lo dice todo!
En efecto, la recesión no fuerza a los jefes de Estado a volcarse en la "formidable oportunidad" de una economía verde mundial. A lo que sí que empuja por el contrario es al fomento de las tensiones y de la competencia internacional. La cumbre de Copenhague ha sido la demostración de la guerra encarnizada que están librando las grandes potencias. No les agrada poner buena cara, entenderse y proclamar acuerdos (incluso amañados). Sacan los cuchillos hasta para hacerse la foto.
El capitalismo jamás será "verde". La crisis económica golpeará mañana con más fuerza aún. La suerte del planeta será lo último que le preocupe a la burguesía; ésta busca solamente una cosa: sostener su economía nacional enfrentándose siempre y con cada vez mayor dureza a las otras naciones, cerrando fábricas que no sean suficientemente rentables, dejándolas que se pudran, reduciendo los gastos de producción, recortando de los presupuestos las partidas para mantenimiento y prevención, lo que significará el aumento de la contaminación y de los accidentes industriales. Esto es exactamente lo que pasó en Rusia en la década de 1990: submarinos atómicos abandonados y Siberia contaminada hasta el punto de llevar a la muerte a un importante número de sus habitantes.
En fin, una parte cada vez mayor de la humanidad será empujada a la miseria, desprotegida, sin alimentos, sin vivienda. Ésta será cada vez más vulnerable a los efectos del calentamiento climático, a los ciclones, a la desertificación, a los seísmos.
¡Estamos a tiempo de destruir el capitalismo antes de que el capitalismo destruya el planeta y diezme a la humanidad!
Pawel. 19 diciembre 2009
[1] Web del periódico Liberatión el 19 de diciembre.
[2] Ídem.
[3] Web de Le Figaro el 19 de diciembre.
[4] Web de Le Monde del 19 de diciembre.
[5] https://www.planetoscope.com [6]
[6] https://www.futura-sciences.com/ [7] La ONG cristiana Christian Aid da la cifra de mil millones.
Publicamos a continuación un articulo elaborado por Revolution Internationale (sección en Francia de la Corriente Comunista Internacional) que trata de explicar, a partir de la respuesta al libro de un reputado economista francés, las razones por las que determinados Estados Capitalistas, de peso en la economía mundial, se encuentran en una situación de debilidad creciente ante los golpes de la crisis económica actual. Podríamos haber elegido, por ejemplo, una serie de los artículos publicados por Joaquín Estefanía en "El País", un resumen de las entrevistas realizadas al Comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Joaquín Almunia, o las últimas declaraciones de la responsable del Fondo de Garantías de Reservas de los Estados Unidos y, todos, absolutamente todos, nos dirán lo mismo: esta situación tan dramática es un bache pasajero que, antes o después, vamos a superar.
En nuestra opinión, todos estos "sesudos análisis" de "especialistas reputados a nivel mundial" sobre las razones y perspectivas de la crisis, intentan ocultar aspectos muy importantes y novedosos que nos pueden ayudar a comprender la naturaleza, especialmente grave, de la crisis económica actual. Nada volverá a ser como antes de 2007, esa es la dura realidad que nos pretender ocultar.
Desde el verano de 2007, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria conocida a nivel mundial como la crisis de las "subprime" (préstamos hipotecarios de alto riesgo), la crisis económica mundial no ha dejado de agravarse. Sin duda alguna, en todo el mundo, la burguesía está tratando de responder ante esta situación. Se multiplican las reuniones de todo tipo (los denominados G7, G8, G20, FMI, BCE, y un largo etcétera) y se moviliza a todos los "especialistas", Premios Nobel de Economía incluidos, para tratar de encontrar una solución, una pócima mágica, que reinicie a cualquier precio la senda del crecimiento económico. Prueba de ello es que, los estantes de las librerías no paran de recibir libros que, supuestamente, explican todas las causas de esta crisis brutal y, nos ofrecen cientos de recetas para salir de ella. Hemos elegido uno de ellos para intentar responder a todo lo que, para nosotros, es una enorme mentira repetida mil veces por doquier.
Su titulo es: La Gran Depresión, ¿Por qué hemos llegado aquí? ¿Cuál es la forma de salir?, escrito por el economista francés Michel Aglietta. Este libro, fruto de un "arduo trabajo" ha recibido el premio a la "excelencia económica". En realidad se ha convertido en un libro tan reputado, a nivel de los especialistas burgueses, porque evidencia los límites de las supuestas "soluciones" que nos presenta la parte más "inteligente" de la burguesía y, sobre todo, nos muestra el tipo de ilusiones que mantienen los "encargados de sacarnos del atolladero" sobre que la situación actual se podría arreglar sin demasiada dificultad.
En su libro Michel Aglietta desarrolla,
en primer lugar, y de forma muy extensa, los mecanismos financieros y
monetarios que han ocasionado la crisis
financiera y la quiebra de bancos en el verano de 2007. Esta parte de su
análisis es, sin duda, la más relevante y acertada.
Según él, después de la explosión de la burbuja especulativa de las Punto Com en 2001, «...Estados Unidos se embarcó en una política expansiva para apoyar la coyuntura
(...). Asistimos desde entonces a un
crecimiento espectacular de la deuda de las empresas y los hogares... ». En
efecto, para apoyar a cualquier precio
la demanda, y por tanto el crecimiento artificial con la preocupación de evitar
una grave recesión, las autoridades de EE.UU permitieron la desregularización
del mercado del crédito y, animaron sin
reservas a su ¡uso y abuso!
Esta vorágine ganó todas las voluntades:
«...Todo el mundo se benefició del
sistema. Los banqueros, reguladores, inversores, políticos, imbuidos por la
ideología de la eficiencia del mercado (...), se embarcaron sin reservas en
esta huida hacia adelante de los costes de crédito creyendo a pies juntillas en
las ventajas de los riesgos de
propagación, la diversificación de los activos y, el aumento de la rentabilidad
sobre activos con poca fiabilidad.... ».
Esta "huida hacia adelante" en la deuda generalizada, que no
se basa en un desarrollo real de la producción tenía, necesariamente, que
acabar mal. El creciente endeudamiento de todos los "jugadores" (en
especial los hogares de América) no podía tener más salida que, ¡la bancarrota
a medio plazo!
Tras esta descripción justa y detallada, Michel Aglietta, señala con
lucidez cómo la crisis financiera se ha extendido a la "economía
real" y ha causado una cadena de quiebras, cierres de fábricas, el
desempleo en masa... en fin, toda una
serie de consecuencias que la clase obrera vive muy directa y brutalmente.
Hasta aquí podemos seguir, tranquilamente, el análisis de este "brillante
economista" burgués, pero no podemos andar ni un paso más en la lógica de su
análisis. La razón es muy sencilla. Ni por un solo instante, este "experto" se
pregunta con rigor las siguientes cuestiones :
- ¿Cuáles son las causas reales y
profundas de esta crisis generaliza de endeudamiento?
- ¿Por qué el sistema financiero y todas las instituciones políticas (Estados,
Bancos Centrales, FMI...) se han visto afectados por esta loca huida hacia
adelante "?
- Y sobre todo, ¿la crisis financiera es la causa o el síntoma de una
crisis más profunda?
Por tanto, al no plantear las
preguntas adecuadas, la comprensión de este eminente "especialista" se detiene
en la apariencia de los hechos. Su análisis, a pesar de basarse en hechos
reales, es esencialmente superficial. Por ello no puede o no quiere ver que la
loca huida hacia adelante de todo el sistema financiero mundial, el crédito
fácil y la desregulación sin límites, no son la causa sino el efecto. Igualmente
no ve, o no quiere ver, que el capitalismo sufre una enfermedad mortal, y que su economía está profundamente afectada por el veneno de la sobreproducción. Por
eso, no ve, o no quiere ver que la única
"solución" temporal con la que cuenta el capital para evitar la
parálisis a que le condena la sobreproducción es precisamente crear un mercado
artificial para conseguir que los bienes sean adquiridos a crédito. En
consecuencia, Michel Aglietta, no ve, o no quiere ver, que la crisis de
sobreproducción no afecta al capitalismo desde 2007 o incluso desde 2001, sino
desde hace décadas. Por eso, durante tanto tiempo, la deuda mundial está
aumentando y las recesiones y los descalabros financieros se suceden una tras
otra vez, siendo a cada cual más grave.
Esta visión
miope, que impide que un economista burgués pueda mirar cara a cara la realidad
cuando se pregunta ¿Por qué hemos llegado aquí?, se convierte en una ceguera
total cuando llega la fatídica pregunta de ¿Cómo salir de este atolladero?.
Inicialmente, el analista nos repite las mismas "soluciones"
ridículas que todos hemos oído miles de veces. Frente a la crisis, «...es importante adoptar una reglamentación
que amortigüe las convulsiones cíclicas (...) Para ello, debemos primero
mejorar el control del mecanismo de la deuda en el sistema bancario (...). Es
necesario un control más estricto sobre el creciente volumen de crédito...».
La lista de reglamentaciones "vinculante" que se han propuesto, podría llenar
páginas enteras y, no cabrían en el marco de este artículo. Algunos jefes de Estado (en particular, N.
Sarkozy) ya han dicho en el foro teatral del G-20, lo que Michel Aglietta nos
viene a decir: «...Lo más importante es,
sin embargo, que para lograr la normalización de las transacciones y
créditos...(..) ..Tenemos que reformar las finanzas e impedir que escapen a
nuestro control...». Todo esto son, ni más ni menos, palabras que se lleva el
viento.
Tras estas propuestas extravagantes y moralistas (por no decir vacías de todo
contenido), Michel Aglietta lanza al
mercado una "solución", SU "solución" original: «Es necesario que los poderes públicos actúen
de manera coordinada a fin de que la recesión no se convierta en una depresión.
Pero esto no será suficiente porque los bancos que, normalmente transmiten los impulsos
de los Bancos Centrales están paralizados. Las empresas y los hogares no pueden
ni deben aumentar más sus deudas. Por lo tanto, un aumento coordinado de los
gastos de los Presupuesto de los Estados, es esencial. Es la deuda pública la
que debe reemplazar a la deuda privada para que esta no arrastre a la economía
a un pozo sin fondo. En cualquier caso
no se puede escapar de una contracción de la deuda privada y, por ello es
necesario, un aumento muy grande, pero legítimo, de la deuda pública... ».
Bravo por el Sr. Michel Aglietta, ¡bien hecho!: Los Gobiernos de los principales países capitalistas ya han
seguido, aunque sin saberlo, las "originales" recomendaciones del Profesor
Aglietta. Es cierto que hay algunas pequeñas diferencias entre los discursos y
la realidad: cada vez hay menos coordinación económica y más guerra comercial. Declaraciones
de apoyo a países en situaciones más grave, buenos propósitos, pero ojo con
pasarse en la ayuda a la ....competencia. Pero más allá de los detalles, en
unas circunstancias de enorme gravedad, en una situación de insolvencia
generalizada, solo los Estados pueden hacer frente, al menos teóricamente, al
hundimiento general de la economía. ¿Cómo?: Aumentando enormemente los déficits
públicos y, por otra parte, utilizando día y
noche la máquina de hacer billetes (poniendo moneda en circulación), es
decir, ¡Ninguna novedad respecto de lo que hace tiempo nos ha enseñado la historia¡
Solo, en Noviembre
de 2009, la deuda pública de EE.UU. ha llegado a 12 000 millones de dólares
(Romandía Noticias, 19/11/2009). Ese mismo mes, la zona euro, Gran Bretaña y
los Estados Unidos habrían inyectado 14
000 millones de dólares, o sea el 25%
del PIB mundial (Contra-Info, 21/11/2009). Para Michel Aglietta: «...Cuando los hogares dejan de gastar y ya no
es posible confiar en el desarrollo del mercado exterior, porque los mercados
emergentes están también afectados por la crisis, sólo el Estado puedo actuar
de forma adecuada». Y cuando los Gobiernos gastan lo que deben para ir al
rescate del sistema financiero, esto es lo que sucede: La deuda en el 2011 será
en el mejor de los casos, el 105% del PIB en el Reino Unido, el 125% en los
Estados Unidos, 125% en la UE y 270% en Japón (Ambrose Evans Pritchard, "The Telegraph", 18/11/2009 en
Contra-Información). Michel Aglietta,
tiene razón en este punto: los Estados han apoyado la economía para evitar que
esta quebrara. Esta es la única razón por la que la economía mundial, el
crecimiento y el sistema financiero no se han hundido después de la crisis de
2007. Nuestro "querido" profesor podrá jactarse ante sus estudiantes de la Universidad de Nanterre del
hecho de que sus recomendaciones han
sido seguidas por todos los Gobiernos del mundo. No obstante, le recomendamos
que debe darse prisa en celebrarlo porque su "medicina", su
"solución" pronto se convertirá en una terrible enfermedad. Hoy en día, visto
lo visto en la evolución de la crisis económica mundial la pregunta que debemos
hacernos es la siguiente: ¿Cuáles van a ser en los próximos meses y años las
consecuencias políticas y sociales que vamos a tener que pagar por la situación
de dificultades brutales cuando no de quiebra potencial de muchos Estados a
nivel mundial?
Michel
Aglietta no puede eludir plantearse esta cuestión porque está claro que los
Estados están con la espalda contra la pared. No podrán pasar mucho tiempo
sosteniendo la economía a costa de elevar sin límites sus déficits, ya de por
sí astronómicos.
Consciente de este "pequeño problema", nuestro economista
trata de tranquilizar al mundo, ofreciendo una vez más sus
"soluciones". Defiende la idea de que los Estados podrán apoyar el
crecimiento económico el tiempo suficiente para permitir que el sector privado,
incluidos los bancos y los particulares, puedan reducir en gran medida sus
deudas y su atonía. También, según él, el crédito privado reiniciará y tomará
el relevo de los Estados para apoyar el crecimiento[1].
Más importante aún, establece que el centro de gravedad del mundo económico y
financiero pasará de Occidente a los países emergentes de Oriente. «...Para financiar estas operaciones de apoyo
del sistema financiero, garantizar los préstamos interbancarios y recapitalizar
los bancos, los Estados recurrirán a la deuda. Se emitirán valores que serán adquiridos por los
inversores en el mundo: los países asiáticos productores de petróleo... ».
De nuevo nos repiten la quimera de siempre, ¡ya veréis lo que pasa cuando China
despierte!.. Pero, ¿cómo podemos tomarnos en serio que China o India serán
capaces de evitar una posible quiebra del país más poderoso en todos los
sentidos del planeta...los Estados Unidos? ¿De donde van a sacar esa financiación para
soportar el colosal déficit USA si un país como China ha perdido este año el 25
% de sus ventas a la exportación y las burbujas especulativas se desarrollan
como en cualquier otro Estado Capitalista?
Llegado al
final de su libro, nuestro "especialista" no puede responder a la cuestión que
figura en la portada de su libro «¿Cómo
salir de la situación actual?». Aglietta,en el mejor de los casos nos dice
cosas que nada tienen que ver con la realidad económica actual o futura. No hay
ningún fundamente serio en sus análisis y respuestas. Nuestro eminente
interlocutor se convierte en un vulgar economista más del montón.
Podemos
entonces, llegados a este punto hacernos una simple pregunta: ¿Cómo es que
Michel Aglietta puede explicar acertadamente todas las complejidades del mundo
financiero y, como puede ser tan poco realista a la hora de proponer soluciones al
capitalismo para escapar de la depresión? Simplemente porque él , así como el conjunto
de la burguesía, no saben responder a la cuestión de cómo podemos salir de la
crisis. Para evitar que la economía capitalista se hunda demasiado rápido en la
depresión, la burguesía no tiene otra opción que seguir inyectando dinero,
aumentando el déficit y el presupuesto público y, todo ello es como lanzar sin parar dinero a un pozo sin fondo.
Las consecuencias inevitables y visibles de esta política son el avance de los
Estados hacia situaciones de insolvencia. Ciertamente un Estado Capitalista no se declara en
quiebra, cierra la puerta de su negocio y se va a su casa. Como sí lo hacen
muchas empresas. Las situaciones de "quiebra" de un Estado significan,
concretamente, nuevos y más brutales sacrificios
para el conjunto de la sociedad y, en particular, un fuerte deterioro de las
condiciones de vida de la clase obrera. Todos los Estados, frente a una
situación de déficit abismal, tendrán que:
- Desarrollar una carga fiscal muy alta (aumento de los impuestos).
- Reducir drásticamente sus costes mediante la eliminación de decenas o
cientos de miles de puestos de trabajo, reducir drásticamente las pensiones,
las prestaciones por desempleo, la asistencia a las familias y los reembolsos
de la asistencia social, etc. ;
- Luchar contra una situación de inflación y de pérdida de poder de sus monedas
que a buen seguro no van a poder controlar durante mucho tiempo. Tal es la
realidad que podemos observar en Estados
Unidos y Gran Bretaña. Esto se ha traducido en una pérdida del 20% del valor
del dólar frente al euro y una continua disminución de la libra esterlina. En
concreto, para los trabajadores, el eventual regreso de la inflación supondrá
un aumento significativo de los precios con la certeza de que los salarios no
aumentarán para nada[2].
Lo que decimos no es de ninguna manera una ficción o una especulación. Es una
cruda realidad. A finales de 2008 y principios de 2009, Islandia, Bulgaria,
Lituania y Estonia fueron la imagen por excelencia del "Estado
fallido". A finales de Noviembre y principios de Diciembre 2009, la lista
se ha ampliado.: «Dubai, el Emir en quiebra» y «Grecia al borde del abismo», tales fueron los titulares del periódico Liberación de los días 27 de Noviembre y
9 de Diciembre, respectivamente. Por ahora, todos los países han sido rescatados (por otros Estados o el FMI
...). ¿Pero qué sucederá cuando los países más grandes, con un peso más "determinante"
en el equilibrio económico mundial, se hundan?, ¿Quién los rescatará?: ¡Nadie! En estos países, la economía está paralizada, y
por ello las condiciones de vida y
trabajo de la clase obrera sufrirán un terrible declive aún más dramático del
que conocemos hasta hoy. Ya hoy España y Portugal muestran signos de debilidad
importante, con su corolario de paro y miseria cada vez más evidente.
En Marzo de 2009, Credit Suisse preparó
una lista con los diez países más
amenazados por la quiebra al comparar la importancia de los déficits y su
riqueza nacional (PIB). Por ahora, este
"Top 10", que no ha dejado de aumentar está compuesto por:
Islandia, Bulgaria, Lituania, Estonia, Grecia,
España, Letonia, Rumanía, Gran Bretaña, Estados Unidos, Irlanda y
Hungría.
Gran Bretaña y Estados Unidos se encuentran en una situación muy delicada y el
posible empeoramiento del estado de su economía, sin duda, supondrá una enorme
aceleración de la crisis mundial.
Cuando el Sr. Aglietta pide que el Estado acuda en apoyo de la economía,
hace lo que cualquier burgués que se precie. Lo que se aprestan a realizar
es...¡ un viaje a bordo del Titanic ! Ningún Estado del mundo en última instancia,
puede impedir que la economía mundial continúe hundiéndose en la depresión más profunda y
grave de la historia del capitalismo.
Artículo traducido de Revolution Internationales nº 408 (Enero 2010).
[1] Pues sí, ... después de haber
explicado que la causa de la recesión actual es la loca huida hacia adelante
"hacia cualquier crédito" , Michel Aglietta propone como remedio ¡nuevos
créditos, primero del Estado y luego privados otra vez! Y ¿cómo no llevaría esto
una vez más la economía mundial al mismo callejón sin salida? Esto no lo explica el Sr. Aglietta
[2] No se excluye que, a pesar de todos los esfuerzos de los Estados para prevenir esta catástrofe, si el crédito privado y la demanda no reaparecieran en la escena económica, la deflación podría establecerse de forma permanente.
El domingo 18 de octubre por la tarde, los obreros de RICO Auto, en Gurgaon, en huelga desde el 3 de Octubre, tratan de enfrentarse a los rompehuelgas. Los guardas de seguridad y los rompehuelgas (en su mayoría criminales llevados allí para amedrantar a los obreros) lanzan un ataque furibundo contra los huelguistas. Por su parte la policía, que desde el principio de la huelga controla las puertas de la fábrica, dispara contra los obreros. Saldo: 1 obrero muerto y 40 heridos.
Esta salvaje represión desata un ola de cólera en los obreros del cinturón industrial de Gurgaon-Manesar, que cuenta con 30 000 obreros, algunos de los cuales estaban ya en huelga contra sus patronos. El 20 de Octubre, primer día hábil tras la muerte del obrero de RICO Auto, los obreros bloquean las ciudades de Gurgaon y Manesar. Los sindicatos llaman a la huelga. Los obreros de las empresas en lucha recorren todas las empresas de la zona llamando a parar el trabajo. Desde primeras horas de la mañana los obreros de RICO Auto y los de Sunbeam Casting se ponen en marcha y bloquean la carretera nacional 8, allí se les van uniendo olas de obreros de otras empresas: Sona Koyo Steering System, TI Metals, Lumax Industries, Bajaj et Hero Honda MotorsLdt. Según cifras oficiales de la administración local: 100 000 obreros de 70 empresas de recambios se juntan en Gurgaon-Manesar.
Aunque la mayoría de obreros de esas empresas vuelven al trabajo el 21 de Octubre y pese a que la lucha no logra extenderse, estos sucesos significan un avance importante de la lucha obrera en India. Son resultado de la ampliación a diversas regiones de India, incluida la de Gurgaon-Manesar, de las luchas y huelgas de Julio de 2005 en las que los obreros se enfrentaron al Estado como por ejemplo la de los obreros de Honda Motorcycles. Los obreros, desde entoces y a través de numerosas luchas han fortalecido su determinación de combatir a los patronos y lo hacen de una forma cada vez más simultánea.
Durante los "años del boom" hasta 2007 en que la economía india se ha expandido de forma significativa, las condiciones para la clase obrera han ido de mal en peor. Su expresión más grave: la inseguridad en el empleo, la destrucción masiva de puestos de trabajo fijo y su sustitución por contratos temporales, con la consiguiente reducción de sueldo y prestaciones sociales. Es el caso de Hero Honda, Maruti y Hyndai, empresas en las que la producción ha subido vertiginosamente durante estos "años del boom". Por ejemplo, en Hero Honda la producción pasó de 2 Lakhs[1] a más de 36 Lakhs mientras que los empleos fijos iban disminuyendo hasta desaparecer sustituidos por empleos temporales. Y lo mismo ha ocurrido en la mayor parte de las empresas en India. La industria del automóvil y de recambios han estado a la cabeza de esos ataques forzadas por la feroz competencia en ese sector. A pesar de esos ataques, durante la mayor parte de ese periodo los trabajadores han tenido gran dificultad para desarrollar sus luchas. La amarga realidad para la clase obrera del mundo entero en los últimos 10 años es la lluvia de ataques de la patronal y la incapacidad para batirse contra ella.
Y con la llegada del hundimiento económico en 2007 la situación empeora. En todos los sectores se suprimen empleos de forma drástica al tiempo que se recortan los sueldos y las prestaciones sociales. Y por si eso fuera poco, el precio de los bienes de primera necesidad se dispara. Las verduras y legumbres, así como otros productos de las tiendas de alimentación han más que doblado su precio. No se trata de un fenómeno puntual sino que ese alza de precios se mantiene desde hace dos años. La escalada de los precios y la congelación salarial hacen que las condiciones de vida de los obreros sean cada vez más precarias y desesperadas.
Hoy, mientras los patronos hablan del fin de la recesión y del rápido crecimiento que experimentará la economía India, la situación para la clase obrera no cambia: la precariedad en el trabajo y la congelación salarial continúan.
Frente a la crisis y los ataques patronales la clase obrera intenta batirse. Se han dado huelgas importantes en el sector público, entre los empleados de banca. Huelgas como la del sector del petróleo, los pilotos de Air India, los empleados públicos de Bengala Occidental, o en el estado de Bihar,... han recorrido el país. En algunos casos, una vez terminado el conflicto, el Estado ha intentado aplastar a los obreros a través de medidas represivas por medio del ESMA[2] y otras leyes. Ese ha sido el caso en la huelga de los funcionarios de Bihar, y con mayor virulencia lo han sufrido los obreros del sector petrolífero al tratar de extender la lucha a otras empresas del sector público.
La lucha no se reduce a los compañeros del sector público, los obreros de otros muchos sectores también entran en lucha. Una de las luchas más masivas y radicales ha sido la de los dinamiteros de Gujarat en 2008. La gran mayoría de estos centenares de miles de trabajadores son de pequeñas empresas que no están dominadas por los sindicatos. La huelga nace y se extiende como una revuelta masiva que recorre varias ciudades: Surat, Ahmedabad, Rajkot, Amerli etc. El Estado recurre sistemáticamente a la represión para mantener el orden en esas ciudades.
Además, en las principales empresas del automóvil en India - Tamilnadu, Maharashtra, et Gurgaon-Manesar- los trabajadores han protagonizado esfuerzos repetidos y tenaces de luchas en defensa de su trabajo y sus condiciones de vida.
Los obreros de la segunda mayor fábrica de coches en India. Hyundai Motor en Chemmai, han ido a la huelga varias veces (en Mayo y Julio de 2009) reivindicando aumentos salariales. Los patronos tratan de reprimir las luchas amenazando con cerrar las fábricas de India. Los obreros de la fábrica de piezas de automóvil Pricol India, cerca de Coïmbatore, llevan más de dos años combatiendo contra los despidos de trabajadores fijos y su sustitución por contratos temporales. Recientemente la lucha obrera se ha vuelto más violenta ante el despido en Septiembre de 2009 de 52 trabajadores fijos más para sustituirlos por temporales. El 22 de Septiembre, un alto cargo de Pricol muere durante de un choque violento. Casi al mismo tiempo los obreros de las fábricas de ruedas MRF y los de la Nokia en Tamilnadu entran en lucha contra sus patronos.
En Mayo de 2009, en el Estado de Maharashtra, los obreros de Mahindra à Nasik, van a la huelga por mejoras salariales. También desde el 15 al 25 de Septiembre, los obreros de la Cummins India y los de auto Bosch en Pune están en huelga por mejoras salariales y contra la precariedad en el empleo.
Hoy día vemos como los obreros están cada vez más dispuestos en entrar en lucha contra los ataques patronales. Las luchas son más numerosas en gran parte del país y además tienden a la simultaneidad en un mismo sector geográfico. Esto posibilita los lazos entre las luchas y su extensión. Lo hemos podido ver en la huelga masiva de los dinamiteros de Goudjerate en la que simultáneamente se han dado huelgas salvajes en varias ciudades. Lo mismo en las huelgas del automóvil en Tamilnadu, Pune y Nasik donde han coincidido varias huelgas en el mismo sector geográfico. En otros casos la burguesía ha visto venir el peligro y anteponer la represión. Esta simultaneidad es producto de que los obreros de diferentes sectores se ven confrontados a ataques idénticos.
Antes de los últimos acontecimientos, los obreros de varias empresas de Gurgaon-Manesar se habían puesto en lucha contra sus patronos. Los obreros de la Honda Motorcycles llevan movilizados varios meses por mejoras salariales y contra la precariedad en el empleo. Según la dirección de la empresa, esas movilizaciones han causado una reducción de la producción del 50% y bloqueado la salida de una nueva serie. Para intimidar a los trabajadores, el 10 de Octubre, la dirección de Honda Motorcycles amenaza con dejar de fabricar en India y deslocalizar la producción en otras regiones. A finales de Septiembre 2009, en RICO Auto, 2500 obreros van a la huelga contra el despido de 16 trabajadores y en demanda de mejoras salariales. A partir del 3 de Octubre de 2009, 1000 obreros de la Sunbeam Casting van también a la huelga por mejoras salariales. La agitación, aunque no la huelga, afecta también a 25 000 obreros metalúrgicos de TI Metals, Microtech, FCC Rico, Satyam Auto.... así como a miles de asalariados desde Septiembre de 2009.
Según un boletín del Business Line[3] del 2 de Octubre de 2009 «con un total de carca de 30 000 obreros de las empresas auxiliares del automóvil movilizados en los polígonos de Gurgaon-Manesar desde hace seis días, los principales productores de automóviles que dependen de estas empresas para su aprovisionamiento de componentes, pasan un por un mal momento » El Economics Times[4] haciéndose portavoz de la patronal del sector, publica el 11 de Octubre 2009 en su web: « Los constantes conflictos laborales en los polígonos de Gurgaon et de Manesar tienen consecuencias en toda la industria. De hecho los principales fabricantes de automóviles como Honda et Maruti Suzuki sufren actualmente problemas de abastecimiento a costa de sus proveedores"
Que al mismo tiempo se pusieran en huelga los obreros de varias empresas y que en otras los obreros se movilizaran abría la puerta a una posible extensión y unificación de las luchas, única forma en que los obreros podrían combatir y retrasar los ataques de la patronal. Esa posibilidad que asusta a la burguesía es lo que los sindicatos quieren evitar. En las luchas de Gurgaon, los sindicatos tratan de prevenir y bloquear la tendencia a la extensión y unificación que se daba en respuesta a la violenta represión y la muerte de un obrero de RICO. Para tratar de esterilizar el impulso de los obreros de juntarse y expresar su solidaridad de clase, los sindicatos convocan una jornada de lucha. Pese a ello, el 20 de Octubre la huelga de 100 000 obreros es una manifestación de solidaridad, y al mismo tiempo expresa la determinación y la voluntad de los obreros de batirse contra la burguesía.
Hemos visto como los sindicatos han tratado de desviar y desnaturalizar las luchas actuales en Gurgaon (Hyundai, Pricol, M & M) y otras luchas nacidas por reivindicaciones salariales hacia luchas por la defensa de los derechos sindicales.
Sin duda alguna hay una potente dinámica en el desarrollo de la lucha de clases, hacia su extensión y el desarrollo de la solidaridad. Pero para que esta dinámica pueda realizarse es necesario que los obreros sean conscientes de las maniobras sindicales y tomen las luchas en sus propias manos.
AM, 27 Octubre de 2009 (de Communist Internationalist, sección de la CCI en India)
[1] Unidad de medida india (1 Lakh es igual a 100 000 rupias, es decir 1700 euros).
[2] Ley sobre el mantenimiento de los servicios esenciales.
[3] Periódico económico y financiero
[4] Idem
Hace poco Sarah Palin, coparticipe con John Mc Cain de la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos, mantenía enconadamente que hombres y dinosaurios cohabitaron la Tierra hace 6 mil años, cuando la ciencia ha demostrado sobradamente que los últimos dinosaurios desaparecieron de la faz de nuestro planeta más de 65 millones de años antes de la aparición del primer homo sapiens. Esta ignorancia de la evolución histórica de las especies proviene en gran medida de la doctrina religiosa del creacionismo que está aún hoy ampliamente arraigada, como ponen de manifiesto las reinvenciones de la historia que llevan a cabo multitud de museos cristianos que, sobre todo a partir de 2005, han proliferado en USA (especialmente en Kentucky, pero también en Cincinnati y Ohio), así como en parques temáticos como el que lleva construyéndose desde 2007 en Lancashire (Gran Bretaña), impulsado por un grupo de hombres de negocios norteamericanos, para "explicar" la creación del Universo en siete días, conforme a lo que, al pie de la letra, dice la Biblia. Cuesta tomarse en serio estos Disneylandias y Parque Jurásicos de opereta, con su correspondiente escenificación hollywoodiana que tratan de explotar la ignorancia, la credulidad y los prejuicios religiosos de la gente. Pero es innegable el éxito de esta ideología oscurantista. E inquietante: según algunas encuestas más del 20% de la población de Flandes, por ejemplo, o uno de cada dos americanos, se inclinarían por una explicación creacionista del mundo, y rechazarían de plano la teoría de la evolución demostrada por Charles Darwin.
Hace 150 años, en Noviembre de 1859, Darwin publicó "El origen de las especies". Se trataba de una obra basada en gran acumulación de observaciones y experimentos realizados en la naturaleza, que transformaban de arriba abajo la visión de los orígenes del hombre y el lugar de éste en el universo de los seres vivos. Se demostraba, por primera vez, la existencia de una base común del desarrollo de las diferentes especies y seres vivos, y para ello se partía, aún superándolos, de los trabajos previos de otros naturalistas tales como Buffon y Linneo, así como de las teorías "transformistas" de Lamarck. La teoría darwinista demostraba de forma dialéctica, rigurosa y científica, como los seres vivos tienen la facultad de adaptarse a su ambiente natural. Al mismo tiempo Darwin integraba esta teoría en una concepción completamente novedosa de la evolución de las especies. Con todo ello se pone de manifiesto la existencia de una genealogía común a todos los seres vivos, una filiación en la que el hombre ya no se ve como una especie superior, totalmente creada y elegida por Dios, sino como el producto aleatorio de una diferenciación ente las diferentes especies. Se trataba pues de un cuestionamiento radical de las "enseñanzas" de la "La Biblia" y de su Génesis, una completa refutación de la idea de la creación divina, invalidando, por tanto, todas las tradiciones religiosas monoteístas (cristianismo, judaísmo e islam). Esta posición materialista y científica de Darwin suscitó inmediatamente ataques desde todos los lados, y sobre todo por parte de los dogmas religiosos que ya habían puesto en la picota el pensamiento de sabios como Galileo o incluso Copérnico, científicos estos que con sus descubrimientos habían sido los primeros en desmentir el geocentrismo religioso que postulaba que la Tierra es el centro del universo, y sobre todo el centro de la Creación divina.
Si este descubrimiento de Darwin significó un escándalo no fue tanto por demostrar la evolución de las especies, sino que las interacciones de esta evolución no obedecían a finalidad alguna de la naturaleza [1]. Así pues, el llamado "árbol de la vida" no se asemeja a un árbol genealógico bien jerarquizado, con una base y una cúspide estructuradas y cuyo remate sería el hombre, el homo sapiens, sino más bien a la de un abigarrado matorral, en cuyas raíces se englobarían todas las formas de vida más antiguas, y en el que el hombre no es más que una especie particular entre las millones de ramificaciones que aún están presentes sobre la Tierra. De esta visión se deduce un parentesco entre el ser humano y formas de vida de las más elementales como una ameba. Y esto le resulta insoportable a todos aquellos que, aún de forma muchas veces inconsciente, están todavía atrapados por atrasados esquemas religiosos. Hasta en nuestros días resulta que el método y las conclusiones de Darwin son puestas en cuestión con extremada vehemencia, cuando lo cierto es que los hallazgos científicos en el campo de la paleontología, en el de la biología y en el de la genética, así como en muchos otros ámbitos del conocimiento, han supuesto tajantes confirmaciones de la validez de la teoría de Darwin [2]. Por ello las religiones se han visto obligadas a disfrazar la prosecución de su cruzada anti-darwiniana, propagando una ideología que trata de camuflar las creencias religiosas so capa de una "construcción científica" alternativa, el llamado "diseño inteligente" - o como se le conoce en inglés: intelligent design -. En efecto ya no vemos a la Iglesia defender el creacionismo como lo hacía en tiempos del propio Darwin. Recordemos el debate que tuvo lugar en 1860 entre un apasionado defensor del evolucionismo como el científico Thomas Huxley y el obispo de Oxford, Samuel Wilberforce, en el que éste pretendió burlarse del primero al preguntarle: «Dígame Mr. Huxley: ¿Desciende usted del mono por vía de su abuelo o por la de su abuela? ». A lo que Huxley le contestó: «No me avergüenza en absoluto tener un simio entre mis antepasados, ¡pero sí estar emparentado con un hombre que utiliza su talento, para oscurecer la verdad!». Es verdad que la Iglesia católica no se ha atrevido jamás a poner "El origen de la especies", en la lista de libros prohibidos, lo que no quiere decir que no lo haya condenado oficiosamente, o que durante muchísimo tiempo no haya corrido un tupido velo sobre la teoría de la evolución en los programas escolares que ha implantado. Hoy la religión se ha adaptado y plantea una doctrina mucho más sinuosa y también más perniciosa: el "diseño inteligente", que parte de una cierta aceptación de la existencia de una evolución, pero ve ésta decidida y "pilotada" por la "divina" providencia. Según esta teoría, por tanto, el hombre no sería el resultado de un "azar de la naturaleza", sino el fruto de la voluntad de un creador omnipotente que así lo habría querido y "programado".
Esta variante actual del creacionismo trata de aprovecharse del auge que en tienen hoy todo tipo de ideologías espiritualistas, oscurantistas y sectarias. Muchas de ellas directamente inoculadas por fracciones de la burguesía que encuentran un terreno propicio para la manipulación en mucha gente desorientada y desesperada por la miseria, la barbarie y la falta de perspectivas del mundo capitalista. Esto es lo que les empuja a huir de la realidad objetiva y a refugiarse en la fe, en una ciega creencia en el "más allá", en un "orden supremo" invisible y omnipotente que escapa a cualquier comprensión racional. La creencia en un Dios creador todopoderoso, así como la emergencia de toda suerte de sectas (que, por otra parte, se dedican a obtener beneficios bien capitalistas) es rentabilizada por ideologías de tipo New Age (Nueva Era), para cristalizar los temores, los sufrimientos y las angustias de multitud de desdichados y desamparados frente al callejón sin salida de la sociedad capitalista. Esta realidad enfatiza aún más la vigencia del análisis expuesto por Marx ya en 1843, cuando en la "Introducción a la Crítica de la Filosofía Hegeliana del Derecho", señalaba que: «El sufrimiento religioso es, al mismo tiempo, una expresión del sufrimiento real y una protesta contra el sufrimiento real. La religión es el signo de la criatura oprimida por la desdicha, el sentimiento de un mundo sin corazón y el alma de circunstancias desalmadas. Es el opio del pueblo.».
La religión ha sido siempre el primer baluarte de las fuerzas conservadoras y reaccionarias para anestesiar las conciencias contra los avances de la ciencia. Por ello hoy tiene que adaptarse para poder seguir tratando de mantener el status quo, presentándose, eso sí, como un refugio del hombre frente a "las desgracias de esta sociedad", cuando en realidad busca tenerlo idiotizado por un sinfín de creencias y, sobre todo, sometido al orden social establecido.
El "diseño inteligente" se presenta como teoría científica que trata de conciliar el evolucionismo y el creacionismo, presentando tanto al uno como al otro como sendas opciones "filosóficas", y tratando, fraudulentamente, de darse una cierta base científica. El precursor del "diseño inteligente", el jesuita Teillhard de Chardin (1881-1955), se empeñó durante los años 1920 en demostrar que existía una teleología, es decir una finalidad de la evolución, a la que llamó "el punto Omega" y que definía como el polo divino de convergencia y armonización culminante en la llamada "noosfera", una especie de beatitud celestial animada por el espíritu de Dios,... Hay que decir, sin embargo, que más que en el catolicismo, es en el protestantismo y en sus múltiples variantes de "Iglesias Evangélicas" y sus lecturas literales de La Biblia, donde se encuentran los adversarios más acérrimos de Darwin. Esto explica, por otra parte, el auge del Intelligent Design en los Estados Unidos durante los "años Bush" cuando el gobierno lo respaldó poco disimuladamente. En cuanto a los objetivos reales de los propagandistas actuales del "Plan Inteligente", han quedado claramente expuestos[3] en un documento de uso interno titulado "The Wedge" (algo así como "la cuña") redactado por el "think tank" del Discovery Institute que es la institución más destacada de este movimiento. En 1999 se produjeron una serie de filtraciones que permitieron conocer que los objetivos establecidos sin ambages por el Discovery Institute son: «vencer al materialismo científico y a sus herederos morales, culturales y científicos, para posteriormente reemplazar las explicaciones materialistas por la comprensión de que la naturaleza y el ser humano han sido creados por Dios», y que se propone conseguir a corto o medio plazo: «que la teoría del diseño inteligente se convierta en una alternativa aceptada por las ciencias y que se desarrollen investigaciones científicas que partan de la teoría del diseño; asistir también al comienzo de una influencia de la teoría del diseño sobre otras esferas que no sean las ciencias naturales; que reaparezcan igualmente importantes debates en lo relativo a la educación, y que sujetos como la defensa de la vida, la responsabilidad penal y la personal vuelvan a estar en primera línea de la agenda nacional.». Y en efecto la educación escolar y la enseñanza, y paralelamente en el plano jurídico, han sido el objetivo predilecto de la ofensiva desatada por esta "teoría", que también ha tratado de sembrar la confusión en los círculos científicos, buscando la mayor difusión de sus postulados en todas las esferas de la sociedad con poderosas campañas de publicidad y de "creación de opinión pública", valiéndose especialmente de Internet, para, como nuevos misioneros, emprender una sistemática "conversión" de infieles. Lo esencial de esa propaganda es tratar de "colar" la teoría del diseño inteligente como si fuese una hipótesis "científica" alternativa al darwinismo. No en vano su documento directriz expone netamente su voluntad de «hacer del diseño inteligente la visión predominante en la ciencia, que se den aplicaciones de la teoría del diseño inteligente en terrenos científicos que incluyan la biología molecular, la bioquímica, la paleontología, la física y la cosmología en cuanto a ciencias naturales, en la psicología, la ética, la política, la teología, la filosofía y las materias literarias; que sea capaz de influir en las artes». Pero precisamente el hecho de que los propósitos fundamentalistas del "diseño inteligente" se hayan podido conocer por parte del gran público, ha supuesto un revés para sus promotores, que al no poder negar su autenticidad, quieren vendernos hoy una versión mucho más edulcorada.
Pero esta empresa se ha visto relevada y especialmente exacerbada en el mundo musulmán. En Turquía un tal Harun Yahia, alias de Adnan Otkar, encabeza un lobby mafioso que se dedica a repartir masiva y gratuitamente su propaganda entre los profesores y los directores de colegios e institutos, de forma que ha inundado centros educativos del mundo entero con su Atlas de la Creación, que también se ha difundido vía Internet. También distribuye más de 200 películas documentales y más de 300 obras traducidas a 60 idiomas. Los intentos por desfigurar la historia de las especies y de los seres vivos forma parte, como otras tantas patrañas inventadas por las clases dominantes a lo largo de la historia de la humanidad, del lavado de cerebro con que quieren trabar el desarrollo de la conciencia de gran parte de la humanidad (y de los proletarios en particular), para mantenerlos embrutecidos e impedir que se liberen de sus cadenas. A través del oscurantismo tratan de cegarnos con el reflejo de la putrefacción de la sociedad capitalista. Se trata de las máscaras ideológicas con que tratan de ocultar la verdadera faz de este mundo para preservar las relaciones de explotación. La visión religiosa no es más que una de estas máscaras.
La creencia religiosa representa lo contrario de la ciencia y la concepción científica. Para la religión y la tradición teológica, el saber, el conocimiento sólo pueden tener una esencia divina y resultar, por tanto, inaccesibles al común de los mortales. La visión materialista en la ciencia (o sea que los hechos y el estudio de las reacciones, diferentes o similares, en tal o cual medio, constituyen la base de la experiencia científica) no es ni una "filosofía" ni una "ideología", sino la condición necesaria para una concepción consciente e histórica de las relaciones del hombre con su medio natural que incluya su propio comportamiento como objeto de estudio; es una visión de los contornos de un conocimiento al que no puede ponérsele límite alguno. El desarrollo de la ciencia está totalmente ligado al desarrollo de la conciencia por parte de la humanidad. La ciencia tiene una historia, que no es lineal, ni está mecánicamente ligada a los progresos técnicos o a los avances tecnológicos (lo que excluye cualquier "positivismo", es decir toda idea de un continuo "progresismo"). Está, por tanto, estrechamente imbricada en las relaciones sociales de producción por las que se ve condicionada. Las creencias, en cambio, se apoyan en el miedo hacia lo desconocido. A diferencia de lo que sucede con los prejuicios religiosos - que son ante todo una ideología al servicio del orden existente, del poder establecido, y que por ello tienden a salvaguardarlos en el conservadurismo y el status quo -, el desarrollo de la conciencia es el elemento motor que acompaña el desarrollo de la ciencia. Esto explica que el método científico no tema en absoluto poner una y otra vez en cuestión sus hipótesis o revisar lo que había considerado adquisiciones. Es, pues, dinámica, en constante evolución. Tal y como lo define Patrick Tort en su libro "El Efecto Darwin" (pág. 150)[4]: «La ciencia inventa, progresa, y se transforma. La ideología recupera, se ajusta y se remodela».
Y como citaba en un artículo del Monde de l'Education de junio de 2005: «El "diálogo" entre ciencia y religión es una ficción inventada por la política. Nada puede consensuarse, ni intercambiar entre la búsqueda inmanente del conocimiento objetivo y la apelación a lo sobrenatural que constituye la postura del creyente. Si, aún por una sola vez, se admitiese que un elemento sobrenatural puede contribuir a construir la explicación científica de un fenómeno, se estaría renunciando en ese mismo momento a la coherencia metodológica de toda la ciencia. El método científico no se negocia. Hay que recurrir a todas las marrullerías del liberalismo individualista (...) para convencer de que puede optarse entre la explicación científica y la interpretación teológica, o que ambas pueden ser combinadas, como si la admisión de la ley que rige la caída de los cuerpos dependiera de la convicción personal, de la democracia electiva o de la "libertad".»
Hay que señalar que la "política" a la que se refiere esta cita es, lógicamente, la política de la clase dominante. He aquí por qué las concepciones científicas de un Copérnico, de un Marx o un Engels, de un Darwin,... han sido, y siguen siendo en la mayoría de los casos, atacadas o desfiguradas escarnecidamente por parte de los defensores de un orden social inmovilista.
W (24/11/09)
[1] Podríamos añadir a la lista de "escándalos" ante descubrimientos de la ciencia, los que se desataron ante los avances de la paleontología que - confirmando además las deducciones de Darwin -, demostraban que la cuna de la humanidad estaba en las altiplanicies africanas, lo que tiraba por tierra la presunta "superioridad de la raza blanca portadora de la civilización". Sobre esto recomendamos la lectura de los trabajos de Richard Leakey, como por ejemplo "La formación de la humanidad"
[2] Ya vimos en anteriores artículos como esta visión darwiniana ha sido también abundantemente desnaturalizada y deformada por interpretaciones reaccionarias tales como el "darwinismo social" de Spencer o la eugenesia racista de Galton, que sin embargo resultaron explícitamente rechazadas por el propio Darwin (véase, en francés, https://fr.internationalism.org/ri404/le_darwinisme_social_une_ideologie... [13])
[3] Ver los artículos "Creacionismo" y "Diseño Inteligente" en el sitio Wikipedia de Internet.
[4] Hemos realizado una reseña de este libro en https://es.internationalism.org/node/2538 [14]
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 666.37 KB |
Grecia y España están en primera línea en los avatares de la crisis. Esta sufre actualmente una agudización. Su manifestación es lo que podríamos llamar "la crisis de los déficit". Estados Unidos es el país donde el problema del déficit es más grave. También Gran Bretaña. Pero su manifestación en Europa, en Grecia y muy particularmente en España, tiene una importante repercusión pues afecta de lleno a la estabilidad del euro.
Esta situación obliga a adoptar medidas de austeridad cuya principal víctima es la clase obrera. Desde 2007 las condiciones de vida de los trabajadores han sido duramente atacadas (el desempleo ha subido de forma tremenda, los expedientes de despidos han proliferado en todo tipo de centros de trabajo, los desahucios de viviendas etc.). Sin embargo, estos ataques han sido presentados como algo que afecta "a los ciudadanos" para enmascarar que era la clase obrera la principal atacada o se han justificado como "solidaridad" con "los más desfavorecidos", una suerte de "solidaridad punitiva" consistente en que te aumentan los impuestos, te bloquean los salarios o te hacen trabajar más horas "para ayudar a los que menos tienen".
Esta farsa repugnante, destinada a perpetrar un doble ataque -a las condiciones de vida y a lo más preciado para los trabajadores que es su solidaridad y su sentimiento de clase-, va a ir dejando paso a medidas mucho más abiertas, frontales y masivas. Es evidente que la burguesía seguirá acompañando sus planes de austeridad con maniobras políticas e ideológicas destinadas a sembrar entre los trabajadores la cizaña de la división, la atomización, la fragmentación corporativa, los enfrentamientos intestinos etc., pero es preciso comprender que estamos entrando en otra etapa en la política de la burguesía frente al proletariado.
En España estamos asistiendo a una serie de idas y venidas, de anuncios "de infarto" acompañados de desmentidos y "matizaciones" que pueden producir la falsa sensación de "seguimos como hasta ahora" y que "no llegará la sangre al río". Así se anunció primero por el gobierno la edad de jubilación a los 67 años y después Zapatero dijo que "se puede negociar". Se dejó caer que el cómputo para calcular la pensión pasaba de 15 a 25 años y luego se dijo que era un "simulacro". Se anunciaron recortes de 50000 millones de euros y luego se vino a decir que solo consistirían en "menos AVE y menos autopistas". Se planteó una "Reforma Laboral" que era tan Light que gustaba a Sindicatos y a Patronal. La ceremonia de la confusión no cesa: un alto cargo del ministerio de turno anuncia que los sueldos de los funcionarios se recortarán en 2011 y al poco tiempo la ministra lo desmiente, la patronal anuncia un contrato sin indemnización -que ya estaba previsto en el documento de la reforma laboral propuesto por el gobierno- y a las pocas horas se produce el enésimo desmentido ...
No nos debemos dejar engañar por las apariencias ni por la forma torticera con la que la burguesía presenta las cosas Debido a la agudización de la crisis, hoy estamos en los primeros pasos de un largo y demoledor programa de ataques contra los trabajadores que serán cada vez más brutales, frontales y sistemáticos.
Es el análisis de la situación internacional -concretamente la evolución de la crisis, el juego que están llevando en Grecia y el papel de España como bomba de relojería de la Zona Euro- el que nos permite comprender el viraje que está teniendo lugar.
El discurso oficial que repiten a todas horas es que el grave episodio de crisis 2007-2009 está "a punto" de ser "agua pasada" y ya estaríamos en la senda de la "recuperación". Esto nos repiten machaconamente desde Nueva York a Tokio y desde Pekín a Berlín. El guión es simple: lo de 2007-2009 es una más de las recurrentes "crisis cíclicas" con las que han intentado disfrazar las sucesivas y cada vez más profundas convulsiones económicas que han sacudido el mercado mundial en los últimos 40 años. En definitiva, todo quedaría en que de vez cuando hay una tempestad pero luego viene un sol esplendoroso.
Pero ni lo ocurrido los últimos 40 años responde a ese esquema ni tampoco actualmente los hechos siguen el guión que apresuradamente han querido montar políticos, economistas, empresarios y sindicalistas.
Por un lado, las estadísticas de crecimiento del último trimestre de 2009 han provocado una severa decepción: en Alemania el crecimiento ha sido cero patatero, en Italia -0,2%, España -0,1, Grecia -0,8; Gran Bretaña 0,1; la zona Euro otro 0,1; solo Francia ha podido exhibir un 0,6% ...
Pero por otra parte, se está produciendo algo más siniestro: una acumulación creciente de déficit público en los estados. En contra de la imagen tranquilizadora que quieren darnos, no se trata de Grecia, Letonia, Islandia o Irlanda, ni las cosas se limitan a los famosos PIGS (Portugal, Grecia, Italia, España) sino que son los grandes como Japón, Gran Bretaña y sobre todo Estados Unidos quienes constituyen el corazón del problema.
Ya dijimos en su momento que la crisis comenzada en 2007 tuvo una de sus principales consecuencias en la desestabilización casi generalizada del sistema bancario mundial conllevando la amenaza de un bloqueo del aparato económico.
Para evitarlo, los gobiernos se lanzaron a un gigantesco endeudamiento que tuvo como objetivos salvar la banca y los sectores económicos clave. Si este hiper-endeudamiento ha logrado mantener mínimamente la economía evitando el colapso, sus consecuencias han generado una nueva amenaza de colapso aún más peligrosa: la posibilidad de la quiebra de Estados y entre ellos, el propio Estados Unidos.
Estados Unidos tiene medios imperialistas y económicos para atenuar la amenaza tratando de desviar algunos efectos sobre otras economías particularmente la china. Ahora bien, en la zona Euro los déficit monumentales de Grecia y, especialmente de España, están presionando sobre la propia moneda haciéndola vulnerable a todo tipo de operaciones especulativas y, por tanto, amenaza con bloquear el complicado edificio europeo.
La creación de la Eurozona y de la moneda única fue una arriesgada operación en respuesta al caos que se generó en un episodio anterior de la crisis (las convulsiones de 1992-93) que provocó una serie de devaluaciones en cascada. Pero hoy ese edificio -bastante complejo y minado por múltiples contradicciones- está en peligro.
El caso griego está poniéndolo de manifiesto. Primero por la propia gravedad del déficit del Estado. Segundo porque detrás de Grecia está el verdadero problema: España. El peso de la economía griega es muy limitado en comparación con el de "la octava potencia del planeta" como gustan alardear Zapatero y sus secuaces. Tiene razón Zapatero cuando se desgañita gritando que "España no es Grecia": el caso español es mucho peor. Los riesgos que entraña el déficit público español con un desempleo muy superior son enormes.
Alemania, se encuentra ante un complicado desafío. No puede dejar caer Grecia ni tampoco ponerla en manos del FMI lo que supondría un golpe significativo a la "autoridad y autonomía europeas". Pero la operación de salvamento es arriesgada, incierta y puede acarrear costes importantes. De ahí que la reunión para "salvar a Grecia" haya producido un nimio comunicado que aplaza todo para más adelante.
Desde el punto de vista político, Grecia es un banco de pruebas. Las medidas anunciadas son brutales, como muestra, se habla de recortes salariales de los funcionarios de hasta el 20%. Si las movilizaciones trampa de los sindicatos logran finalmente hacer pasar el grueso de los ataques, la burguesía a nivel internacional tendrá una referencia, principalmente para abordar el caso español.
Sin embargo, no se trata de "los enfermos de Europa". Es ilusorio pensar que saneados Grecia, España y demás PIGS se acabó el problema. En realidad, el tumor griego esconde el cáncer español y este a su vez tapa el feo rostro de la metástasis franco-alemana. Alemania quizá podría preservar algo de sus intereses operando quirúrgicamente en Grecia y España, pero el respiro que podrá encontrar es pequeño, los estragos que la operación pueda provocar en la zona Euro y en la moneda pueden ser de gran envergadura y, por tanto, a término el boomerang se estampará contra su cabeza.
La evolución de la crisis se concreta en la amenaza de quiebra de los Estados e igualmente en el riesgo de un estallido de los complicados mecanismos internacionales levantados como tampón de la crisis: especialmente el más arriesgado y complejo, la Zona Euro.
Vemos pues que si el endeudamiento permitió durante los últimos 40 años acompañar la marcha desbocada de la crisis, frenándola, desviándola a los países más periféricos y aplazando sus efectos más perniciosos, hoy se ha transformado en hiper endeudamiento, afecta de plano a los principales estados mundiales y está generando unos problemas de muy difícil solución.
El Estado en los años 70 fue el primero en endeudarse ante la crisis. Pero ello degeneró en una hiperinflación que le obligó a parapetarse tras del endeudamiento de bancos, empresas y familias, lo cual abrió la etapa del "neoliberalismo". Hoy, el Estado tiene que ser de nuevo quien asuma directamente la carga del endeudamiento con consecuencias mucho peores que en los 70.
Otro dato de los últimos 30 años es que como respuesta a la crisis, la burguesía fue irguiendo progresivamente el baluarte de los acuerdos multilaterales, el entrelazamiento mundial de las economías, la organización de grandes áreas económicas y comerciales cuyo principal exponente ha sido la Eurozona. Hoy esos mecanismos de protección se ven progresivamente amenazados dejando entrever el monstruo del proteccionismo y del caos general en la economía, lo cual de concretarse supondría un golpe mortal.
Los cauces por los que discurre la manifestación actual de la crisis son diferentes a los episodios anteriores. La burguesía misma no sabe exactamente como salir del atolladero, no se vislumbran las "grandes soluciones" que tanto impresionaron en los años 30 o las que -con menos fuerza- ilusionaron en los 70 y 80. En todo caso, algo está claro: el pronóstico apresurado de los media según el cual "estamos saliendo de la crisis" no se tiene en pie, a lo que estamos asistiendo es a una etapa superior, llena de incertidumbres, de la crisis actual abierta en 2007.
El análisis de la situación internacional nos permite comprender lo que está sucediendo en España. Es evidente en primer lugar que el programa de ataques que se anuncian -y, lo más importante, otros que vendrán y que de momento no se dice nada de ellos[1]- no es una repentina tempestad en un cielo azul. Hemos asistido a brutales ataques durante los últimos dos años que se han plasmado en más de 4 millones de parados, el hecho de que casi dos millones no tengan ninguna cobertura, el aumento dramático de la pobreza, las "quiebras familiares" ante el peso de las hipotecas etc.[2].
Pero si todo lo anterior es verdad eso no nos debe impedir comprender que estamos asistiendo a un salto adelante, a un viraje, en la política de la burguesía. No hay un simple "más de lo mismo" sino un aumento en la cantidad y brutalidad de los ataques y, sobre todo, una perspectiva de ataques aún más dramáticos.
En segundo lugar, es evidente igualmente que la burguesía no puede descuidar el frente político - ideológico. Tiene que hacer movimientos en zigzag, dando pasos adelante acompañados de aparentes pasos atrás, como hemos visto al principio. Están cambiando el escenario y no lo pueden hacer de golpe, necesitan tiempo no solo para hacer creíble la nueva etapa sino también para adaptarse ellos mismos, especialmente los sindicatos, acostumbrados durante década y media a una "actitud responsable y colaboradora".
Pero hay algo más importante que aconseja ir con tiento en el cambio de escenario: la burguesía tiene que preservar lo más importante de la etapa anterior de "ataques solidarios": el veneno de la división, la atomización y el ataque brutal a los sentimiento de solidaridad y de lucha de clases. Esa ponzoña tiene que conservarla en toda su integridad porque los servicios políticos que le proporciona son enormes.
Ahora bien, no podemos quedarnos fijados en los hilos que vinculan con la etapa anterior. Nuestra tarea es alertar a la clase sobre la nueva etapa que se avecina, sus características, el cambio de política, la cadena sucesiva de ataques que se plantean.
Con casi completa seguridad, más allá de los avances y retrocesos, lo que planean es aumentar la edad de jubilación[3]; aumentar el cómputo de años para calcular la pensión[4], aumentar los años necesarios para tener derecho a pensión, y un ataque importante que con todo el ruido mediático sobre la edad de jubilación ha pasado desapercibido: piensan pasar de 52 a 58 años la edad mínima para poder acogerse a planes de prejubilación. Esta medida que durante los últimos 30 años ha sido utilizada por el Estado como colchón amortiguador de los despidos y que ha sido objeto de una asquerosa campaña mediática que presentaba a los trabajadores prejubilados despedidos como unos vagos privilegiados que con 50 y pocos se hinchaban a ganar dinero, hará que los futuros despedidos -que sin duda serán muchos- se vean condenados a no cobrar más que el subsidio de paro y una miserable indemnización sin ninguna posibilidad de conseguir trabajo.
Los sindicatos montaron unas manifestaciones descafeinadas para "protestar" por la edad de jubilación a los 67 años. Tras esta "movilización" el Gobierno ha dado la apariencia de "haber reculado" ante "la firmeza sindical". Sin embargo, todo esto no es más que una farsa[5] pues es más que probable -y sobre ello hablan descaradamente todos los grupos parlamentarios- que van a utilizar el mecanismo discreto del Pacto de Toledo para perpetrar todas esas medidas con "nocturnidad y alevosía" sin publicidad como han venido haciendo desde 1994.
Zapatero ha anunciado 50000 millones de € en 3 años. La maniobra del despiste los presenta como algo inofensivo que solo afectará al AVE y las autopistas. Pero la realidad es muy diferente: la tasa de reposición de funcionarios se reduce al 10%[6], se procederá a una revisión y disminución de las ofertas públicas de empleo, se van a aumentar los programas de rendimiento y los traslados ...
El señor Ocaña -segundo de a bordo de la ministra Salgado- anunció que los sueldos de los funcionarios se revisarían a la baja en 2011. La ministra le desmintió ... en apariencia, pues sus palabras fueron que "nada se haría sin previa negociación". Sin embargo, algo que se ha anunciado y nadie ha desmentido es que se va a aplicar un plan de austeridad en las empresas públicas que incluye entre otros ataques despido del 4% de las plantillas, reducción de gastos etc.
Finalmente, hay un enigma cuidadosamente guardado por el gobierno: ¿cómo se trasladarán esos recortes -la cifra es de gran envergadura- a los gobiernos autonómicos y a los ayuntamientos?
Patronal y sindicatos han llegado a un pacto que regula los salarios hasta 2012 con aumentos irrisorios. Pero eso con ser gordo oculta cláusulas poco publicitadas pero muy dañinas: se autoriza a las empresas a descolgarse de estos acuerdos "si las circunstancias económicas lo exigen" lo cual sienta un precedente siniestro; además se planifica un laberinto de mini-acuerdos salariales por categorías, tipos de contratación, empresas subcontratadas etc., destinados a sembrar todas las minas posibles para que los trabajadores no se puedan unificar en una lucha común cuando se planteen las revisiones salariales.
Aquí es donde el juego del despiste ha alcanzado ribetes astracanescos. El documento presentado por el gobierno era tan prolijo, contradictorio y confuso que hasta los propios "agentes sociales" han confesado que no se lo han leído[7] aunque sin embargo "les ha parecido satisfactorio" (¡¡¡). Ahora bien, el papelito de marras contiene ataques en toda la regla: se generalizan los contratos con 33 días de indemnización por despido con lo cual la figura de los 45 días queda reducida al mínimo; hay algo inquietante en este campo que se apunta: la posibilidad de contratos "fijos" con indemnización por despido reducida a 20 días; por otro lado, con la excusa de favorecer a los jóvenes y otros colectivos "desprotegidos" se introducen nuevos contratos precarios que proporcionan a los empresarios un instrumento para degradar más aún el mercado de trabajo; otra medida amenazadora es la propuesta de ampliar los contratos a tiempo parcial -que llevan consigo una cláusula de despido automática-, para el que se anuncian dos modalidades: una con horario fijo y otra con horario flexible para que las empresas "se puedan adaptar a los cambios en sus procesos productivos". En la práctica, eso supone trabajar toda la jornada con contratos de media jornada, y si se reclama esa diferencia de "horas extras", los patronos pueden cómodamente rescindir el contrato. Además, está la aplicación del llamado "modelo alemán" que no es más que un ERE temporal que puede suponer bajas salariales del 25%.
Pero hay un ataque sobre el que los sindicatos no dijeron ni pío (¡como no se lo habían leído!) y que luego la patronal ha concretado con el anuncio de un contrato sin indemnización ni subsidio de paro. Este anuncio que ha motivado que gobierno, sindicatos e incluso la prensa "de izquierdas" pusieran el grito en el cielo ¡estaba ya -aunque de forma más alambicada- en el documento que presentó el gobierno: proponía una modalidad de contrato "para favorecer a los jóvenes" sin derecho a subsidio de desempleo!.
Otro golpe que en el fondo se puede aplicar a todos los trabajadores ha sido envuelto bajo las banderas de "la lucha contra los privilegios aristocráticos de ciertos trabajadores". Han sido las medidas adoptadas ruidosamente por el Señor Blanco contra los controladores aéreos a los que se ha sometido previamente a un odioso linchamiento mediático presentados como vagos que cobran hasta 800 mil euros anuales cuando en realidad trabajan en condiciones de un estrés insoportable dada la carga de aviones que tienen que guiar. Las medidas son el aumento de la jornada de 1200 a 1600 horas anuales; la supresión del cobro de horas extras aunque se hagan efectivamente; la disminución del salario del 20% ... Que duda cabe que con esta campaña basada en crear chivos expiatorios -destruyendo el necesario sentimiento de solidaridad con la excusa del "privilegio"- han sentado un peligroso precedente que luego sabrán utilizar a mansalva en futuras ocasiones. En particular será empleado para atacar a los funcionarios, verdadera patata caliente del gobierno español. En realidad, en la "reforma laboral" la burguesía española ha avanzado tanto que le queda poco trecho para recorrer, en cambio, el "despido libre" no está implantado entre los funcionarios y aunque la precariedad está muy extendida (el 40%) se necesitan medidas mucho más duras que van desde rebajas salariales como en Grecia hasta la movilidad geográfico - funcional incluyendo la posibilidad de una mayor facilidad para el despido.
Estamos en la primera fase de la nueva etapa. El Gobierno se despojará gradualmente de los viejos ropajes de "la solidaridad y la preocupación social" para adoptar los nuevos trajes de las "políticas de choque".
Los sindicatos son la pieza fundamental: tienen que enseñar más el músculo "combativo", realizar alguna que otra manifestación, sin desengancharse bruscamente de la "política de responsabilidad". Ya han hecho un primer ensayo con las manifestaciones "contra la jubilación a los 67 años" y proseguirán sin duda con nuevas "movilizaciones".
La política de la burguesía, una vez bien instalado el nuevo escenario, va a ser la de fragmentar a los trabajadores en una dispersa multiplicidad de frentes de lucha.
En el campo de los ajustes presupuestarios los ataques pueden presentarse de manera dispersa como problemas en tal Ayuntamiento, medidas duras en tal administración autonómica, rescisiones de contratos en determinadas empresas con los subsiguientes despidos; ataques "a los consumidores" producto de una restricción presupuestaria. La descentralización del Estado con una triple administración (central, autonómica y municipal) permite presentar los ataques como un asunto específico de tal ayuntamiento, tal gobierno autonómico o tal administración pública. De esa forma se ponen todos los obstáculos posibles a la unidad y la solidaridad obreras.
La Reforma Laboral da mucho margen: los sindicatos y la patronal pueden negociar las medidas concretas modulándolas en función de la evolución de la crisis y del clima social; estas pueden ser dosificadas y sus efectos no tendrán necesariamente un impacto inmediato y directo.
Es evidente que el descontento y el malestar de los trabajadores -el cual no se traduce inmediata y masivamente en combatividad- ha aumentado durante los últimos dos años y se va a agudizar en el periodo que viene[8]. En este plano, la burguesía renueva las pilas en IU que multiplica los cambios para hacer caer en el olvido sus 5 años de colaboración con el PSOE y que trata de presentarse como la "izquierda transformadora". Tras años de sequía electoral las encuestas la resucitan hasta porcentajes del 6% con el objetivo de hacerla mínimamente creíble.
Nuestra principal tarea es alertar a los trabajadores sobre la nueva etapa que se abre. Un primer paso en nuestra intervención es la hoja antes mencionada. Esta hoja no es de agitación. Lo que necesitamos es una hoja de reflexión que plantee la entrada en la nueva etapa, haga ver la globalidad y el entrelazamiento de los ataques, alerte frente a la dispersión y deje claro en función de un análisis mundial que lo que ahora vemos no es sino el primer eslabón de una larga cadena de ataques frontales y masivos.
Entre 2007 y 2010, la crisis se presentó como una especie de fenómeno inevitable y su principal consecuencia -el desempleo- no aparecía como directa consecuencia de la acción gubernamental sino como el producto casi natural de un sistema impersonal, lo que provocaba rabia, malestar e inquietud, pero al mismo tiempo daba la impresión de un monstruo tan gigantesco como inaprensible que paralizaba la lucha. Hoy, la nueva etapa de la crisis se plantea como un problema de déficit que involucra directamente a los Estados y los coloca ante la necesidad de asumir de manera más abierta las medidas de austeridad. Esto plantea más claramente la confrontación de clases. Es cierto que la burguesía va a emplear a tope toda la experiencia adquirida en provocar división e insolidaridad, atomización y desconcierto, pero todo esto no le puede evitar la necesidad imperiosa de una confrontación cada vez más descarnada. Grecia es el primer teatro de esta confrontación[9]. Tras ella vendrá España.
Por ello, otro elemento importante de nuestra intervención es el internacionalismo y la solidaridad internacional. Si la burguesía intenta con el planteamiento de los ataques dispersar en múltiples e inconexos frentes a los trabajadores, igualmente trata de encajonarlos en luchas encerradas en un país sin relación con los demás. Para ella lo ideal sería abordar el "temporal griego" y preparar con tiempo la "tempestad española".
Ahora bien, la hoja no agota nuestra intervención. Esta hemos de plantearla de manera sostenida y metódica. No se trata de una movilización puntual sino de una movilización regular a la cual queremos incorporar a los simpatizantes, a grupos afines y al medio de discusión e intervención con el cual colaboramos regularmente.
Podemos organizar encuentros de discusión que sirvan igualmente para proponer iniciativas de intervención. Igualmente se pueden adoptar nuevas hojas para difundirlas en manifestaciones, luchas, actos en general.
Acción Proletaria 28-2-10
[1] El Señor Campa, alto funcionario del ministerio de Economía, anunció el martes 9 en Londres que «el gobierno no dudará en aplicar nuevos ajustes si la situación lo requiere».
[2] Zapatero proclama que el «principal objetivo del gobierno es no dejar en la estacada a los más desfavorecidos». Un estudio con cifras concretas de desempleo, sopas de caridad, pobreza aguda, marginación etc., desmiente rotundamente esas demagogias.
[3] Podrán jugar con los 66 o los 67 años, con aumentar el periodo de adaptación, con introducir mecanismos de voluntariedad etc., pero el ataque es inevitable.
[4] De nuevo aquí puede que jueguen con los 20 o 25 años
[5] Ver nuestra hoja de intervención Golpe a las pensiones, reforma laboral, recortes presupuestarios: el Capital y su Estado nos atacan en todos los frentes, en https://es.internationalism.org/node/2780 [17]
[6] Es decir, por cada diez funcionarios que se jubilan solo se cubre una plaza.
[7] En el caso del Señor Díaz Ferrán, presidente de la Patronal, es normal porque anda acuciado por graves problemas de quiebra en sus propias empresas.
[8] La burguesía maniobra muy hábilmente utilizando el arma de las encuestas que le permite preparar el terreno electoral pero que sobre todo lo emplea para propiciar la máxima atomización, es decir, que ese descontento se canalicen hacia una rabia sorda e individualizada. Concretamente, se ha montado una clamorosa campaña de encuestas donde Zapatero está por los suelos, el PSOE perdería las elecciones etc. y los partidos minoritarios crecerían como la espuma.
[9] Desde el punto de vista de la lucha de clases la confrontación en este país no deja de tener riesgos para la burguesía. El proletariado tiene reciente la experiencia de diciembre 2008 y no sabemos hasta qué punto ha podido reflexionar e incorporar para su lucha sobre ella.
Grecia, Portugal, España, Irlanda, Francia, Alemania, Inglaterra... en todas partes la misma crisis, en todas partes los mismos ataques. La burguesía lo muestra abiertamente. Su discurso frío e inhumano se resume en pocas palabras: "Si queréis evitar lo peor, el desastre económico y la quiebra, tendréis que apretaros el cinturón como nunca lo habéis hecho!". No todos los Estados capitalistas están inmediatamente en la misma situación de déficit incontrolable o suspensión de pagos, pero todo el mundo sabe que hacia ahí se dirigen todos. Y que todos usan esta realidad para defender sus sórdidos intereses. ¿De dónde sacar el dinero para intentar reducir en algo estos monstruosos déficits? No hay que ir muy lejos. Algunos de estos países han pasado ya a la ofensiva contra la clase obrera pero todos preparan ideológicamente de terreno.
Plan de austeridad griego encaminado a reducir los déficits públicos extremadamente brutal y cínico hasta la nausea. El primer ministro de finanzas de ese país acaba de declarar sin rubor que "los funcionarios tenían que mostrar patriotismo... y dar ejemplo"[1]. Así deben aceptar sin decir nada, sin lucha, el recorte de sus salarios, la supresión de sus primas, que no se cubran los puestos de los que se jubilan, que la jubilación se retrase más allá de los 65 años y, además, que se les pueda tirar a la calle como un clínex. Todo ello para defender la economía nacional, la de sus explotadores, sus jefes y demás chupasangre obrera. Todas las burguesías nacionales europeas participan activamente en la aplicación de este plan de austeridad drástica.
Alemania, Francia e incluso España prestan especial atención a la política y los ataques desplegados por el estado Griego. Quieren lanzar al proletariado internacional este mensaje: "Mirad Grecia, sus habitantes están obligados a aceptar sacrificios para salvar la economía, Todos tendríais que hacer lo mismo".
Después de los hogares estadounidenses los bancos, después de éstos las empresas, ahora le toca el turno de la amenaza de quiebra a los propios Estados sacudidos de pleno por la crisis económica. Resultado: tienen que organizar ataques despiadados. En los próximos meses organizarán una reducción drástica del número de funcionarios, del "costo de mano de obra" en general y, por lo tanto, del nivel de vida de todos los trabajadores. La burguesía nos toma a los trabajadores por borregos que podría llevar al matadero cuando sus mezquinos intereses lo requieren. La situación es la misma en Portugal, Irlanda y España, los mismos planes brutales, el mismo repertorio de medidas anti obreras. La burguesía francesa se prepara para hacer lo mismo. Pero esto no es una especificidad de la zona del euro. En Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, después de apenas dos años de crisis, hay más de 17% de desempleados, 20 millones de nuevos pobres y 35 millones de personas que sobreviven gracias a vales de alimentos. Y cada día que pasa añade su lote de miseria.
¿Cómo se ha llegado hasta ahí? Para la burguesía, especialmente su fracción de extrema izquierda, la respuesta es muy simple. La culpa es de los de banqueros y de los grandes mastodontes como la Goldman Sachs, la J.P. Morgan y otros. Es cierto que el sistema financiero se ha vuelto loco. Sólo cuenta su interés inmediato, según el viejo adagio "después de mí, el diluvio". Ahora todo el mundo sabe que estos grandes bancos, para ganar más dinero, han acelerado la suspensión de pagos de Grecia apostando por su bancarrota. Lo mismo harán mañana con Portugal o España. Los grandes bancos mundiales y las instituciones financieras son unos carroñeros. Pero esta política suicida del mundo financiero no es la causa de la crisis del capitalismo sino su efecto (efecto que, a su vez, se convierte en factor agravante en un momento dado).
Como siempre, la burguesía nos miente y lanza una autentica cortina de humo contra los trabajadores. Para ella, la cuestión es de envergadura: evitar que los trabajadores vean el vínculo entre la creciente insolvencia de los Estados y la quiebra de todo el sistema capitalista. Porque la realidad es precisamente esa: el capitalismo está moribundo, y la locura de su esfera financiera es una de las consecuencias visibles de ello.
Cuando, a mediados del año 2007, la crisis estalló con fuerza en todas partes y particularmente en Estados Unidos, vimos la quiebra del sistema bancario. Esta situación fue resultado de décadas y décadas de políticas de endeudamiento generalizado, alentadas por los propios Estados para ofrecer el mercado indispensable para la venta de las mercancías. Pero cuando los particulares y las empresas, ahogados por estos préstamos, son incapaces de devolverlos, los bancos se encuentran al borde de la quiebra y toda la economía capitalista con ellos. Llegados a este punto, los Estados han de tomar a su cargo una parte de las deudas del sector privado y poner en marcha costosísimos planes de relanzamiento para tratar de limitar la recesión.
Ahora son los propios Estados los que están hasta el cuello de deudas y son incapaces de hacerles frente (sin que ello haya servido para salvar al sector privado) y, por tanto, en una potencial situación de quiebra. Sin embargo, un Estado no es una empresa que cuando está en suspensión de pagos echa el cierre. Aún cuenta con poder endeudarse más pagando más intereses, imprimir más billetes, a costa de sangrar nuestros bolsillos. Pero llega un momento incluso para los Estados en que hay que pagar las deudas, o al menos los intereses. Y estos es precisamente lo que les está pasando a los Estados griego, portugués, e incluso español. En Grecia, el estado intentó financiar su deuda en los mercados internacionales. El resultado no se hizo esperar: todo el mundo -sabiendo su insolvencia- le propuso préstamos a muy corto plazo y las tasas de interés de más del 8%. No hace falta ser un lince para saber que esta situación financiera es insostenible. ¿Entonces, qué solución queda?: Los préstamos también a muy corto plazo por parte de otros Estados, como Alemania o Francia. Pero ojo, aunque estas potencias lograsen ocasionalmente reflotar la caja griega, serán totalmente incapaces de ayudar a después a Portugal, España y aún menos Inglaterra... Jamás tendrán suficiente liquidez. Y en cualquier caso, esta política les llevaría muy rápidamente a su propio deterioro financiero. Incluso un país como Estados Unidos, que puede apoyarse en la dominación internacional de su moneda -el dólar- ve crecer como nunca su déficit publico. La mitad de los Estados americanos están en bancarrota. En California, el gobierno ya no paga a sus funcionarios en dólares sino con una especie de "moneda local", ¡válida sólo en el territorio de California!
En resumen, ninguna política económica puede acabar salvando a los Estados de la insolvencia. Para tratar de retrasarla solo hay una opción, reducir considerablemente sus "gastos". Y este es precisamente el sentido de los planes adoptados en Grecia, Portugal, España y que mañana inevitablemente adoptarán en todos los demás países. Ya no se trata de simples planes de austeridad como los que la clase trabajadora ha conocido regularmente desde el final de la década de 1960. De lo que se trata ahora es de hacer pagar muy cara la supervivencia del capitalismo a la clase obrera. La imagen que debemos tener en la cabeza es la de las colas interminables de familias obreras a las puertas de las panaderías en la década de 1930 para logar un trozo de pan. Este es el único futuro que ofrece la crisis sin salida de capitalismo. Frente a la creciente pobreza, sólo las luchas masivas de clase obrera mundial pueden abrir la perspectiva de una nueva sociedad, derrocando este sistema basado en la explotación, la producción de mercancías y el beneficio.
TINO (26/02/2010).
[1] "La Tribuna" (10/02/2010)
El comienzo de 2010 nos muestra el rostro de la barbarie a la que nos está llevando este modo de producción moribundo: junto al paro y la miseria crecientes y el desarrollo de las guerras imperialistas vemos con angustia y perplejidad la sucesión de catástrofes que aunque tienen un origen natural son agravadas por el abandono por parte de la burguesía de las infraestructuras básicas y de unas condiciones de vida mínimamente humanas para la mayor parte de la población mundial. Esta situación es más sangrante pues por primera vez en la historia de la humanidad el desarrollo de la ciencia y de la técnica pueden minimizar los efectos de estas catástrofes: la mayor parte de los 300.000 muertos del terremoto de Haití se hubiesen podido salvar si en vez de vivir en chabolas inmundas hubiesen vivido en edificios construidos con medidas antisísmicas, lo mismo podemos decir del terremoto de Chile donde la desidia del gobierno por no informar a las poblaciones de la costa del previsible tsunami ha agravado la mortandad, las inundaciones en México y Perú, la tempestad en Francia que a pesar de presumir su burguesía de ser una superpotencia ha causado más de 50 muertes debido también al abandono de los diques de la costa atlántica y en general de las infraestructuras. En España también estamos comprobando que el abandono de las infraestructuras han agravado las inundaciones en Andalucía y otras partes del país, y como el temporal de nieve en Cataluña ha colapsado a la región más desarrollada e industrializada, dejando sin luz eléctrica a más de 200.000 personas durante más de una semana. El hundimiento de la economía capitalista en su crisis de sobreproducción que tiene como corolario la posible quiebra de muchos estados, está obligando a un recorte del gasto público (como estamos viendo en Grecia y España) que profundizará todavía más este deterioro de las infraestructuras y que dejará cada vez más abandonada a grandes sectores de la población mundial a su suerte frente a las "catástrofes" de la naturaleza, que a pesar del desarrollo científico y técnico, que podría minimizarlas, la población se encuentra tan indefensa como ante las plagas de la Edad Media. A continuación publicamos un artículo del Grupo de Lucha Proletaria y Organización anarcopunk que analiza esta situación de horror sin fin a la que nos ha llevado el capitalismo en descomposición y la única salida para la humanidad que se encuentra en la lucha revolucionaria de la clase trabajadora mundial.
SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES DE CONCEPCION-CHILE:
TERREMOTO, TSUNAMI Y CAPITALISMO.
Esta toma de posición trata de continuar con el llamado de denuncia que se hizo en el 2007 tras los acontecimientos del terremoto en Ica, sur del Perú. Además de la denuncia que se hace en este documento, también hacemos un llamado a la solidaridad y unidad proletaria, de la zona, que como en todo "desastre natural" de estas dimensiones es el proletariado y las demás capas explotadas las que se llevan la peor parte. La mejor parte se la llevara la Burguesía que emprenderan los contratos de reconstrucción. Para ellos les resultan un gran negocio los terremotos, ya que se dinamiza partes de la economía, ahora mas que nunca cuando la economía de todos los países se ven afectados por la crisis profunda del capitalismo.
Primero fue el terremoto en Haití, luego las inundaciones en México, Brasil y Perú. Ahora le toco a Chile, pero también a Japón y otras partes del planeta. Todos estos lugares, han sufrido el pánico y el terror de la catástrofe [1], el azoto de los que muchos llaman "castigo de dios", "inicio del fin del mundo", "desastre natural", "la furia de la naturaleza"...se ha dicho de todo. Hemos tratado de sacar algunas conclusiones de esta terrible tragedia que a nuestros hermanos proletarios en Chile les ha tocado vivir.
En Chile siempre han habido y habrán terremotos. La burguesía y su Estado lo saben bien. Y sabían que esa parte del sur de Chile eran zonas amenazadas por un sismo desde hace mucho tiempo. Sin embargo, nunca se previno a la población. El día 27 de Febrero llegó el terremoto y todo se vino abajo; los proletarios sobrevivientes quedaron a oscuras, en shock, con hambre, frio, sed, heridos y muertos a centenas, durmiendo a la intemperie. Los hospitales colapsaron casi inmediatamente al saturarse de victimas. Como un huracán en pocos feroces minutos no solo se cayeron casas y edificios SINO SE VINO ABAJO TAMBIEN EL MITO DEL CRECIMIENTO Y DE LA PROSPERIDAD ECONOMICA DEL SUR CHILENO QUEDANDO AL DESCUBIERTO LA INFAME MISERIA DE LOS PROLETARIOS. Comenzando por los cientos de muertos por la caída de casas hechas de adobe, debido a los míseros sueldos que paga la burguesía chilena y que no alcanza para comprar material noble. Y ni que hablar de los condominios y modernos edificios, construidos en muchos casos con "tecnología antisísmica".
Con ello se demuestra que a la burguesía y su Estado les interesa un carajo como vive el proletariado. Para ellos primero son los negocios y las ganancias. Y ahí están las consecuencias: miles de damnificados que perdieron lo poco que tenían. Así se revela LAS DOS CARAS DEL CAPITAL: RIQUEZA Y MISERIA, CONVIVIENDO, JUNTAS EN CONCEPCION, COMO EN TODO CHILE, COMO EN TODO EL PLANETA.
A medida que transcurrían las horas, la gente comenzó con saqueos imparables por todo Concepción, similares a los que se vivió aquí en el Perú el 2007, tras el terremoto de Ica. Ni los carabineros pueden parar los saqueos, se les escapa de las manos el control y el orden social. Tiendas, supermercados, armerías... todas son arrasadas por el hambre, la desesperación y la furia proletarias. Ahora bien hay que precisar que todos estos actos encierran autodefensa y como tales se pueden y se deben apoyar, pero eso no se debe confundirse con un movimiento hacia el comunismo, como algunos compañeros empiezan a afirmar.
Al trascurrir y expandirse esta situación incontrolable la burguesía ordena a sus fuerzas del orden a declarar toque de queda de 18 horas, para frenar la ola de saqueos, sin ningún éxito en algunas zonas. Militares y Carabineros en plan de "garantizar la seguridad" salen a las calles. Se rebela el terror Burgués a una situación que se pueda generalizar y tomar otro carácter, ya que se observa un enorme malestar y descontento social. ¡A LA DESESPERACION Y RABIA PROLETARIAS EL ESTADO BURGUES RESPONDIO CON LO DE SIEMPRE: ZANAHORIA Y BALAS!
La alicaída Economía Chilena, producto de la crisis mundial del capital, encuentra su oportunidad de generar millonarias ganancias. Para la Burguesía una situación de terremoto, trae un situación de reconstrucción (desfile de jugosos contratos con empresas constructoras, empresas de materiales de construcción...¡Piñera conoce bien todo esto!) esta trae excelentes ganancias para ellos. Se ha visto siempre en toda la historia. En estos momentos en que la economía chilena pasa por una terrible situación (¡así como todas las economías en todo el planeta!) la reconstrucción, "le resulta una medida de estimulo Keynesiana".
Los proletarios de chile no solo sufren las consecuencias del terremoto y del tsunami, si no que se desnuda una vez más la terrible situación de explotación y miseria que viven miles de trabajadores en ese lugar y en todo el planeta y lo hemos visto hace poco también en Haiti. La solidaridad de la Burguesia, se manifiesta en "lo que se puede ganar en medio de tanta tragedia humana". El desfile de Lula, Hillary Clinton y Alan García, entran en escenario con sus lagrimas de cocodrilo, su hipocresía, su cinismo y su mejor pose para la foto.
Solo el desarrollo de la solidaridad internacionalista de los proletarios es la única capaz de superar estos desastres y tragedias que el capitalismo, origina. Solidaridad internacionalista con los hermanos proletarios de chile. Solo la lucha mundial del proletariado unificada y masiva a nivel planetario[2], pueden mostrar otra salida, otro mundo posible, el comunismo.
¡NO SON LOS FENOMENOS NATURALES LOS ENEMIGOS DE NUESTRA CLASE SINO EL CAPITALISMO ASESINO DE LA HUMANIDAD!!!
¡PROLETARIOS DEL MUNDO UNIDOS!
GLP / ORGAP (11/03/2010)
[1] Ya algunos científicos hablan de que los movimientos de placas tectónicas, constantes son debido al mayor calentamiento de la tierra vía el efecto invernadero. Hay que recordar que el Cambio Climático, obra y gracia de este modo de producción actual (el Capitalismo), está llevando al hundimiento al planeta y la humanidad en su conjunto con una escalada de desastres, terremotos, tsunamis, inundaciones...que no son para nada la simple" furia de la naturaleza".
[2] ¿Las situaciones que crean los terremotos, como la que acontece en Chile, con toda su magnitud, generan toma de conciencia? ¿son situaciones similares a las guerras imperialistas, donde es menos posible la toma de conciencia, debido al pánico, terror y desmoralización que estas causan en el proletariado? Esto lo consideramos como un elemento de reflexión.
Dos fueron los temas elegidos para la discusión y la reflexión en este encuentro: ¿Qué es la clase obrera y porque no se mueve ante la crisis? y Los conflictos internos en los grupos de trabajadores. Como señalaba la carta de convocatoria de la Jornada los temas abordados en cada uno de los puntos de debate fueron los siguientes:
1) ¿Qué es la clase obrera?, ¿Por qué se ha considerado históricamente el sujeto revolucionario?, ¿Por qué hoy no parece actuar como clase?, ¿Qué sentido tienen los ataques actuales contra los trabajadores y la población en general?, ¿Cómo podemos defendernos de esos ataques, cada vez más amenazantes?
2) Es difícil (auto)organizarse, pero una vez lo consigues nada te garantiza que a partir de entonces todo sea un camino de rosas. ¿Cómo surgen los conflictos entre nosotros, porque se dan y que dimensiones tienen? Tanto entre los grupos de trabajadores como en otros esfuerzos colectivos (auto) organizados de nuestra clase.
Ambos temas fueron introducidos por presentaciones que había elaborado nuestra Corriente (textos que presentamos en este artículo) a petición de los compañeros de la Plataforma.
Es imposible resumir en el marco de este artículo la riqueza de la discusión que se desarrolló, la multitud de cuestiones que se plantearon y la profundidad con la que se intentó abordar el conjunto de aspectos a debate en la Jornada. En próximos números, si es necesario, volveremos sobre algunos de los temas debatidos. No obstante, nuestro objetivo es dar a conocer de la forma más amplia posible el significado que para nosotros tiene esta experiencia de la Jornada de Debate. En nuestra opinión cabe destacar lo siguiente:
Invitamos a todos nuestros lectores, simpatizantes a lo largo y ancho del planeta a estudiar los documentos de esta Jornada, a hacernos llegar sus comentarios, críticas y sugerencias para seguir desarrollando a la escala más amplia posible debates que nuestra clase necesita abordar y resolver.
¿Qué es la clase obrera? ¿Por qué se la ha considerado históricamente el sujeto revolucionario? ¿Por qué hoy parece no actuar como clase? ¿Qué sentido tienen los ataques capitalistas actuales contra los trabajadores y la población en general? ¿Cómo nos podemos defender de esos ataques, cada vez más amenazantes?
La sociedad actual está dividida en clases: hay una mayoría que no tiene otro medio de vivir que trabajar y una minoría que, asalariada o no, propietaria o no, obtiene enormes beneficios a costa de la mayoría: el Capital. Hay pues dos grandes clases sociales: Capital y Trabajadores y, entre ellas, una serie de clases intermedias que tienden hacia uno u otro polo.
La clase obrera no se reduce a los obreros de la fábrica, su existencia se basa en la relación social que establece el trabajo asalariado. Forman parte de la clase obrera la mayoría que trabaja en hospitales, colegios, oficinas, fábricas, transportes, campo ... La clase obrera es la productora colectiva y asociada de la mayoría de bienes y servicios existentes en la sociedad.
Lo importante en la clase obrera no es a qué sector se pertenece, qué categoría tiene, qué ingresos disfruta, lo importante es que es una clase colectiva y asociada. En una mesa no solamente se concentra el trabajo de los obreros de tal o cual fábrica, a la vez se plasma el de los profesores que los han educado, los empleados de los hospitales que los han dado a nacer, los jornaleros que han cortado la madera, los empleados de ferrocarriles o conductores que la han transportado etc. En un automóvil se coagula el trabajo de miles de personas en distintas factorías, en distintos países. Es un producto mundial resultado de una clase con naturaleza mundial.
La clase obrera es internacional porque el obrero no tiene patria: puede nacer en tal lugar pero la necesidad de vivir le obligará a desplazarse de ciudad en ciudad, de país en país.
Un trabajador puede ser hoy empleado de una empresa de jabones, mañana quizá de un hospital, pasado mañana quizá desempleado y así sucesivamente. Es la condición social de clase lo que define al obrero y no la empresa o la corporación.
Por todo lo anterior, la clase obrera tiene objetivamente hablando unos mismos intereses en todo el mundo. Es una clase portadora del carácter social, colectivo, que tiene el género humano y que constituye su mejor arma. Los humanos eran mucho más débiles y desprotegidos que otras muchas especies pero si lograron sobrevivir, prosperar y desarrollarse fue por sus cualidades sociales y todo lo que a ellas va asociado: el lenguaje, el pensamiento, las emociones sociales, la cooperación consciente.
Este carácter social de la humanidad está hoy amenazado por la evolución del capitalismo.
El capitalismo se basa en la competencia, el cada uno a la suya. Su ley es la guerra de todos contra todos: entre naciones, entre empresas, entre individuos.
En el capitalismo hay una contradicción cuya superación es el fundamento de una nueva sociedad que haga progresar a la humanidad: por un lado, la producción es social y mundial, basada en la explotación de la clase obrera. Pero por otro lado, la acumulación y la ganancia son particulares, se basan en naciones, empresas, individuos., en, como decíamos antes, la competencia y el todos contra todos.
La abolición de esa contradicción mediante la lucha general de los trabajadores abrirá paso a una nueva sociedad: la COMUNIDAD HUMANA MUNDIAL.
Pero la contradicción que atenaza al capitalismo influye igualmente en los propios trabajadores: por un lado, de manera más o menos espontánea, tienden a la unidad, a la solidaridad, a la lucha común, base de una reorganización general de la sociedad sobre la solidaridad y la comunidad. Pero, de otra parte, sufren la influencia cotidiana del modo de vida imperante en la sociedad capitalista basado en el individualismo, la competencia, la rivalidad, la atomización, el cada cual a la suya y el todos contra todos.
Cuando nos hacemos la pregunta ¿por qué con todo lo que está cayendo la clase obrera no se mueve?, un primer elemento de respuesta lo da el peso de la ideología dominante que erosiona, dificulta, destruye, las tendencia innatas a la solidaridad y la unidad.
Pero es necesario ver otros factores, unos históricos y otros más de actualidad.
Sin extenderse demasiado pues no queremos alargarnos para dar el mayor tiempo posible al debate, quisiéramos exponer algunos de ellos.
Durante muchos años ¿a qué estaban ligadas las palabras "comunismo", "clase obrera" etc.? Pues al régimen de capitalismo de Estado que imperó en Rusia y que todavía domina países como Cuba o China.
Allí no reina ningún comunismo sino el mismo capitalismo que vemos en Estados Unidos o en España pero bajo la férula de un Estado propietario oficial de los medios de producción.
Esta visión del "comunismo", producto de la más grande contra-revolución que haya sufrido la clase obrera: la del estalinismo que acabó con la revolución en Rusia 1917, ha desprestigiado el comunismo, la política obrera, ha arrojado una sombra de sospecha, incluso de repugnancia, sobre todo lo que huela a comunismo y clase obrera.
Así pues, las generaciones obreras actuales se encuentran ante una situación muy diferente de sus antepasados de principios del siglo XX. Entonces, la militancia comunista, socialista, libertaria, era saludada y apoyada por muchos obreros. Hoy, sucede todo lo contrario: los que quieren cambiar el mundo, defender la clase obrera, aspirar al comunismo, son mirados como bichos raros, que se meten en lo que no deben.
La clase obrera de hoy tiene secuestradas y adulteradas su historia, sus signos de identidad, los conceptos que la aglutinan. Eso constituye un duro handicap para su lucha.
Pero igualmente existe otra realidad que lleva a muchos obreros al desconcierto, al escepticismo, a encerrarse en sus propios asuntos y ser reticentes a la acción colectiva. Es la naturaleza de los sindicatos en nuestra época. En el siglo XIX los sindicatos eran escuelas de comunismo, se formaron con el esfuerzo anónimo y heroico de miles de obreros. Hoy son todo lo contrario, viven de las enormes subvenciones del Estado y firman todo lo que la Patronal y el Gobierno les ponen delante. De vez en cuando, para dar un poco de lustre a su escudo montan una seudo-huelga o una manifestación que sirve para dispersar el descontento y aceptar la explotación.
Hay, finalmente, un factor más coyuntural que empuja en un primer momento a la inhibición de la lucha colectiva.
La crisis con su secuela tremenda de desempleo, despidos, atrasos salariales etc. produce en un primer tiempo un sentimiento doble: por un lado, una preocupación por el porvenir, por lo que pasará, por el futuro de los hijos. Este sentimiento es prometedor pues lleva a la conciencia. Pero al mismo tiempo, surge el sentimiento contrario: la impotencia ante la enorme magnitud de lo que está pasando, el sentimiento de aturdimiento, todo lo cual empuja a encerrarse en uno mismo, a evitar la lucha.
Solamente, en un segundo momento, cuando los golpes a las condiciones de vida se acumulan y se hacen insoportables, cuando a través de luchas, a menudo pequeñas, se va constatando que es posible luchar y tener un mínimo de fuerza, el espíritu general empieza a cambiar.
¿Qué podemos hacer?
Lo que aquí estamos haciendo, aunque seamos una minoría, es una respuesta. Aquí tratamos de comprender lo que está pasando, tratamos de ver como intervenir entre los trabajadores, como contribuir al desarrollo de su fuerza, su conciencia, su solidaridad. Participamos activamente en un proceso de conciencia y voluntad de luchar que con toda seguridad afecta a otros trabajadores aunque no lo manifiesten ni salga por el momento a la superficie.
Pero en lo que estamos haciendo hay algo aún más importante: nos juntamos, establecemos lazos sociales de solidaridad, empatía, debate. Esto es vital en la reconstrucción de la acción colectiva de la clase obrera.
Hay más otras cosas que podemos hacer de forma realista:
- Establecer lazos a nivel nacional e internacional con otros grupos y colectivos que intentan hacer lo mismo que nosotros
- Apoyar las luchas obreras que van surgiendo. Darlas a conocer, sacar lecciones, manifestarles la solidaridad. Eso irá contribuyendo a formar el tejido de la lucha obrera
- Comprender lo que está pasando. Ver la raíz de nuestros problemas. Desarrollar la teoría arma vital de la lucha práctica
- Comprender las experiencias pasadas de la lucha obrera. Las lecciones del pasado son un arma para el presente en la perspectiva del porvenir.
No somos ni especialistas de la política ni supermanes. Soportamos largas jornadas de trabajo, tenemos una vida personal, relaciones familiares y de amistad, a las que ni debemos ni queremos renunciar porque nuestra lucha no es para conseguir seres abstracto o ideales sino para conseguir SERES HUMANOS. La lucha de la clase obrera es la lucha por la PLENA RECUPERACION DE LA HUMANIDAD.
Por ello se trata de hacer estos debates y encuentros con método, dándose el tiempo necesario, guardando también tiempo para el relax y la comunicación informal, articulando una frecuencia que haga que reflexionemos bien, que nos demos los medios adecuados para comprender y que no lo sintamos como una obligación más sobre nuestras vidas sino todo lo contrario: como algo que disfrutamos y nos resulta liberador.
Es difícil (auto) organizarse pero una vez que lo consigues nada te garantiza que a partir de entonces todo sea un camino de rosas ¿Como surgen los conflictos entre nosotros, por que se dan y que dimensión tienen? Tanto en los grupos de trabajadores como en otros colectivos (auto) organizados.
Con el esfuerzo generoso de un puñado de compañeros que se quitan tiempo de la familia, de sus legítimas aficiones personales, se logra impulsar organizaciones de trabajadores, que pese a ser minoritarias impulsan la lucha y la conciencia de la clase obrera.
Sin embargo, en estas organizaciones también se dan tensiones, celos, rivalidades, piques entre compañeros, malos rollos ...
¿Por qué? ¿Es que habría que concluir que no hay nada que hacer, que todos son lo mismo o que la humanidad no tiene remedio?
Vamos a intentar responder a estos problemas aportando algunos elementos que animen un debate que nos permita comprender y superar.
Antes que nada pensamos que es preciso distinguir: en organismos tales como partidos políticos burgueses, sindicatos, iglesia etc., también se producen tensiones pero estas expresan conflictos de intereses económicos, políticos, jurídicos, por un lado, y, ambiciones personales, incompatibilidades entre individuos, odios, revanchas etc., por otro.
La prensa está repleta de ese tipo de tensiones que se expresan bajo la forma de ataques personales, campañas de desprestigio, declaraciones asesinas, denuncias judiciales etc., que se acompañan de medidas menos "presentables" como amenazas, extorsiones y chantajes, incluso en ocasiones extremas ataques físicos etc.
Ese espectáculo que nos salpica todos los días nos produce un asco y una rabia totalmente justificados.
Otra cosa muy diferente sucede en organismos de trabajadores: en ellos no existe un conflicto de intereses, porque lo que distingue a la clase trabajadora es que objetivamente hablando todos tenemos el mismo interés. Las tensiones surgen por otra causa: vienen provocadas por las costumbres, las normas de vida, los valores, que imperan en esta sociedad que es la que vivimos y de cuya influencia cotidiana es imposible sustraerse.
Este tipo de problemas nos producen dolor, dudas, desesperación, pero para luchar contra ellos y poder superarlos o al menos atenuarlos, es importante no mirarlos por el mismo rasero que los conflictos entre políticos, sindicalistas, empresarios, o, en general, todo tipo de personajes públicos.
Estos los conflictos y tensiones son su modo de vida, su interés, su necesidad vital, son lobos como condición misma de su existencia.
En cambio, en las organizaciones de trabajadores son un problema que nos carga la sociedad actual que daña y debilita nuestro propio interés porque tiende a poner barreras entre nosotros y por tanto a debilitar nuestras armas más preciadas: la UNIDAD y la SOLIDARIDAD.
Hay que evitar una idea simplista: frente a las tensiones la solución sería "vamos a ser buenos", "vamos a portarnos bien" ... Eso es una ilusión. La unidad y la solidaridad no se decretan, no son el producto de levantarse un día por la mañana y hacerse el buen propósito de ser solidarios y comprensivos.
Lo que necesitamos es comprender por qué pasan cosas como por ejemplo:
- me siento mal porque aporto mucho al colectivo y nadie me lo agradece
- fulanito se escaquea de las actividades mientras que yo estoy siempre presente
- zutano se pone la medalla de algo que hemos conseguido entre todos
- mengano siempre anda con exigencias e imperativos
- fulano me cae mal y ya puede hacer lo que sea que no lo trago; o, viceversa, por mucho que intente acercarme a tal siempre me rechaza ...
Así podríamos seguir engrosando la lista de actitudes o reacciones que motivan malos rollos, malos entendidos, malas caras, que luego nos duelen y que poco a poco acaban envenenando el ambiente costosamente conseguido de compañerismo y solidaridad.
Para entender por qué se dan esas reacciones hemos de entender el rasgo más importante de la sociedad en la que vivimos: la competencia entre seres humanos, la atomización y el cada uno a la suya.
La sociedad capitalista es la sociedad de la competencia a muerte: entre empresas, entre estados, entre burócratas, entre políticos, entre equipos de fútbol ... ¡Todo en la sociedad actual nos devuelve una imagen de competencia y carrera desaforada por ser el primero, por pisar al de al lado!
En la escuela nos muestran el ejemplo de grandes hombres que triunfaron y que tendríamos que imitar; cuando estudiamos se nos inculca que hemos de ser los mejores y que lo peor que nos puede pasar es el fracaso; en la vida cotidiana la mentalidad que respiramos es que hay que tener la mejor casa, el mejor trabajo, la mejor novia o el mejor novio, el mejor coche ... La TV, los anuncios, la literatura, nos bombardean con esos modelos.
El deporte reproduce hasta la náusea esa competitividad latente: siempre tiene que haber un primer puesto, un ganador y un perdedor, uno que triunfa y otros que fracasan.
¿Qué imagen devuelve la sociedad de aquel que no hace carrera en la vida y se ve condenado a ser "simple trabajador"? Pues que es un fracasado, alguien que no ha sabido aprovechar las oportunidades, alguien conformista, sin ambición, sin iniciativa, y que "tiene lo que se merece".
¡Esa es la ideología que nos rodea! ¿Podemos hacernos la ilusión de que vamos a vernos libres de ese medio ambiente que nos entra por todos los poros a todas horas, todos los días de la semana? ¿Podemos imaginarnos que esos modelos que se nos pegan en la piel no van a penetrar en las organizaciones que intentamos construir, en las luchas que como trabajadores protagonizamos?
Pensamos que no, que casi sin darnos cuenta, en la mayoría de los casos sin quererlo ni buscarlo, nos vemos arrastrados a un torbellino de rivalidades, malos entendidos, prejuicios, agravios comparativos, antipatías y preferencias ... que dificultan nuestras relaciones individuales y colectivas.
Pero ¿entonces de qué nos sirve organizarnos, reunirnos? Aquí es fundamental comprender que una organización autónoma de trabajadores, desde una asamblea hasta un grupo obrero, no puede concebirse como un islote aislado del mundo, como una fortaleza impenetrable ... Debemos concebirla como un medio colectivo de lucha contra los virus de la rivalidad, de la insolidaridad, del cada uno a la suya.
No se trata pues de hacerse la ilusión de que se pueden evitar, lo que necesitamos es luchar contra ellas cuando surgen tratando de comprender cuales son sus causas y de sacar lecciones para poder superarlas más pronto y de manera más eficaz si vuelven a reaparecer.
No tenemos ninguna receta, ahora bien podemos compartir con vosotros algunas lecciones que hemos aprendido en nuestras propias experiencias y al mismo tiempo apoyarnos en todo lo que el movimiento obrero a lo largo de sus más de dos siglos de historia ha sacado como lección de estos problemas.
Este último punto nos parece muy importante. Los trabajadores somos gente "normal", que siente, sufre, tiene pensamientos, iniciativas, desengaños ... el movimiento obrero no es ajeno a todo ello, al contrario, es un movimiento humano, social, y por esa humanidad profunda es político. Por ello, apoyarnos en lo que gente como nosotros vivió hace 50, 100, 200 años, es vital y nos ayuda en gran medida. Por eso queremos compartir con vosotros todo ese bagaje:
1º Hay que tratar los problemas que surgen con un método. Por ejemplo, un error frecuente es que, en nombre de la sinceridad y el "no ocultarse nada", hacer una sesión pública en la que todos se echen a la cara sus recriminaciones, sus agravios, sus deseos de revancha ... Una especie de "poner todo sobre la mesa para que surja la catarsis". Ese tipo de acciones lo que producen en realidad es un incremento aún peor de las tensiones puesto que unos se ponen a la defensiva, otros les da vergüenza y están deseando largarse, otros se encabritan y se ceban con tal o con cual, al final es un enorme caos.
Es mucho mejor nombrar un equipo con compañeros que gozan de la confianza de todos, que son más serenos o están menos implicados en los conflictos. Que ese equipo escuche a cada cual, recoja sus sentimientos, sus eventuales rencores etc., y después los analice y los presente al colectivo de una manera más global y meditada permitiendo a todos tomar distancia, ver las cosas desde un ángulo más reflexivo ... Esto existía en la historia del movimiento obrero, en el siglo XIX y principios del XX bajo la forma de Comisiones de Conflictos.
2º Hay que comprender que ni la solidaridad ni la confianza ni el compañerismo se decretan, hay que cultivarlos, desarrollarlos, vivirlos, y eso requiere no solo un esfuerzo personal sino también un esfuerzo de reflexión, de comprensión. Vivimos bajo una sociedad que tiende a destruir la confianza, la solidaridad, la empatía mutua. Se requiere un combate práctico y teórico para alimentarlas y desarrollarlas. Nosotros -a partir de nuestras experiencias- hemos escrito un texto colectivo sobre la solidaridad y la confianza donde analizamos porque en la época que nos ha tocado vivir cuestan tanto de desarrollar. Estudiamos de manera a la vez histórica y a la vez concreta el por qué le cuesta tanto a los trabajadores y a las organizaciones proletarias el funcionar cotidianamente desde la solidaridad y la confianza. Nos ofrecemos para realizar un encuentro - debate donde podamos comentaros las lecciones y los análisis que hemos sacado y compartir ideas, soluciones, iniciativas ...
3º Hay que abrirse, hay que evitar encerrarse en el pequeño mundo del centro de trabajo, de la ciudad. Los contactos con compañeros de otros centros, de otras localidades, del mundo entero, nos proporcionan una visión, una capacidad de intercambiar experiencias, una distancia ante los problemas, que evita que nos ahoguemos en ellos y contribuye a que acabemos superándolos. Con vuestras iniciativas de asambleas abiertas, de redes de solidaridad y encuentro etc., estáis trabajando claramente en esa dirección y os animamos a proseguir en ella.
Bueno, compañeros, hasta aquí algunas ideas, por supuesto estamos muy abiertos a debatir, a colaborar, a aportaros pero también a ser enseñados por vosotros. Sabed que contáis con nuestro apoyo sin reservas, con nuestra entera disponibilidad.
Saludos fraternos
CCI
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 884.17 KB |
Durante la gran manifestación contra las medidas de austeridad del gobierno el 5 de Mayo en Atenas, el banco Marfin fue incendiado, aparentemente por cócteles Molotov lanzados por la multitud. Tres trabajadores del banco murieron por inhalación de humo. Estos sucesos provocaron una frenética respuesta del gobierno, ansioso de poder catalogar a todos los manifestantes como vándalos, y de la policía, que ha organizado una serie de redadas en los barrios donde predominan los anarquistas, como Exarchia en Atenas. Las muertes también han producido al menos temporalmente, un efecto entumecedor sobre el desarrollo de las luchas, sumiendo a muchos trabajadores en una confusión respecto a cómo continuar las luchas, e incluso llegando a hacerles considerar la necesidad de aceptar las medidas de austeridad para "salvar la economía" o evitar el hundimiento en el caos (al menos eso es lo que refieren las encuestas de opinión recientes, según las que el 50% de la población estaría dispuesta a aceptar las medidas draconianas del tándem UE/FMI, o al menos preferiría los recortes salariales a la bancarrota).
Desde el punto de vista de los "manifestantes", de ese número considerable de proletarios convencidos de que hay que combatir activamente contra la aplicación de los ataques, ha habido varias respuestas. Muchos han culpado justificadamente de lo ocurrido a las tácticas intimidatorias del propietario del banco, Vgenopoulos, que presionó a los trabajadores para que permanecieran en sus puestos de trabajo bajo amenaza de despido; aunque se sabía que el banco estaba en el recorrido de la manifestación y otras veces ya se habían producido incendios de bancos (de hecho otros establecimientos permanecieron cerrados): pero además, las entradas al banco se bloquearon, haciendo también extremadamente difícil salir del edificio[1]. Otros culpan directamente a bandas paramilitares del ataque[2].
Sea como sea, si esas respuestas se quedan en este punto, no nos ayudan realmente a comprender porqué la burguesía en Grecia ha utilizado ampliamente agentes infiltrados como falsos manifestantes para llevar a cabo provocaciones y acciones ultraviolentas: lo cierto es que esas acciones tienden a prosperar en el contexto de una cultura de violencia minoritaria en una parte substancial del medio "antiautoritario" en Grecia. Una adicción a la violencia como un fin en sí mismo puede fácilmente convertirse en una traba al desarrollo de un movimiento de clase más amplio y sus esfuerzos para organizar y extender la lucha contra el asalto del Estado a las condiciones de vida obreras.
Las tomas de posición siguientes muestran sin embargo que en este medio, la reciente tragedia ha impulsado un proceso serio de reflexión y autoexamen. La primera es otro texto de camaradas que contribuyen con el blog "Occupied London", muchos de ellos de origen griego. Sin exonerar a la burguesía por sus responsabilidad en las muertes, ni caer en el pacifismo, su declaración busca ir a las raíces del problema: «Ya es tiempo de que hablemos francamente sobre la violencia y que examinemos críticamente una cultura específica de la violencia que se ha venido desarrollando en Grecia estos últimos años. Nuestro movimiento no se ha reforzado por los medios dinámicos que a veces emplea, sino por su articulación política. Diciembre de 2008 no se ha convertido en histórico porque miles de manifestantes arrancaran y tiraran piedras y cócteles molotov, sino principalmente debido a sus características políticas y sociales -y sus ricas enseñanzas en este plano»[3].
La segunda toma de posición es de un texto más largo del TPTG[4], un grupo comunista libertario de Grecia. En nuestra prensa en inglés y en francés, hemos publicado parte de otro artículo escrito por este mismo grupo, un texto que exponía con lucidez el papel de sabotaje que juegan los sindicatos y el Partido Comunista griego en la oleada actual de huelgas y manifestaciones; sin embargo, en algunos pasajes, como señala nuestra prensa en francés, parece que no se tiene en cuenta el peligro de que algunas acciones violentas en el curso de un movimiento más amplio de luchas, pueden tener un resultado contraproducente[5]. Sin embargo los extractos que publicamos después de otro texto de este mismo grupo muestran al contrario el mismo enfoque crítico que la declaración del Occupied London, por ej. donde dice: «En cuanto al propio movimiento anarquista-antiautoritario y su tendencia dominante insurreccionalista, la tradición de una glorificación machista y fetichizada de la violencia ha sido demasiado larga y consistente como para permanecer indiferente ahora. La violencia como un fin en sí mismo en todas sus variantes (incluyendo la propia lucha armada) ha sido propagada constantemente durante años hasta ahora y, especialmente tras la rebelión de diciembre, un cierto grado de descomposición nihilista se ha hecho evidente».
Por nuestra parte sólo podemos animar ese proceso de reflexión y esperar que podamos tomar parte en los debates que engendra. Tanto la declaración del Occupied London, como diferentes artículos del TPTG argumentan que la verdadera fuerza del movimiento en Grecia, y realmente de cualquier movimiento proletario, es su capacidad para la autoorganización, la extensión y su "articulación política"; y podemos añadir que esa es también la alternativa real, no sólo a la violencia substitucionista de una minoría, sino también al sofocamiento del movimiento de clase por las fuerzas "oficiales" que reivindican su liderazgo -los sindicatos, el PC y los izquierdistas.
Traducido de World Revolution, publicación de la CCI en GB
El texto que sigue resume unas primeras reflexiones de algunos de los del Occupied London sobre los trágicos acontecimientos del miércoles. Hay una versión en inglés y en griego -por favor difundir.
¿Qué tenemos que decir honestamente sobre los sucesos del miércoles?
¿Qué significan honestamente los sucesos del miércoles 05.05 para el movimiento anarquista y antiautoritario? ¿Cómo nos posicionamos ante la muerte de esas tres personas -independientemente de quien la provocó? ¿Cual es nuestra posición como seres humanos y como manifestantes en lucha? Nosotros, que no aceptamos que existan cosas como "incidentes aislados" (de la brutalidad del Estado o de la policía) y que señalamos con el dedo diariamente la violencia que ejerce el Estado y el sistema capitalista. Nosotros que tenemos el coraje de llamar a las cosas por su nombre; nosotros que denunciamos a los que torturan emigrantes en las comisarías de policía o a los que juegan con nuestras vidas desde glamurosos despachos y estudios de TV. ¿Qué tenemos que decir ahora?
Podríamos ocultarnos tras la declaración que ha hecho el sindicato de trabajadores de la banca (OTOE), o de las acusaciones de los empleados de la sucursal bancaria; o podríamos dejarlo en que los muertos habían sido obligados a quedarse en el edificio sin protección antiincendios, e incluso habían sido encerrados. Podríamos no ir más allá de lo cabronazo que es Vgenopoulos, el dueño del banco; o dejarlo estar añadiendo simplemente que este trágico incidente se utilizará para desencadenar una represión sin precedentes. Y cualquiera (que se hubiera atrevido) a pasar por Exarchia el miércoles por la noche ya podría tener una clara imagen de esto. Pero ahí no es donde está el problema.
La cuestión para nosotros es ver qué parte de responsabilidad recae en nosotros, en todos nosotros. Todos somos conjuntamente responsables. Sí, tenemos derecho a luchar con todas nuestras fuerzas contra las medidas injustas que nos quieren imponer; tenemos derecho a dedicar toda nuestra fuerza y nuestra creatividad a un mundo mejor. Pero como seres políticos, somos igualmente responsables de cada una de nuestras opciones políticas, de los medios que puede que hayamos usado impropriamente y de nuestro silencio cada vez que no admitimos nuestras debilidades y nuestros errores. Nosotros, que no camelamos a la población para ganar sus votos, nosotros que no tenemos ningún interés en explotar a nadie, tenemos la capacidad, en estas trágicas circustancias, de ser honestos con nosotros ismos y con quienes están a nuestro alrededor.
Lo que el movimiento anarquista en Grecia está experimentando en este momento es un entumecimiento total. Porque las condiciones presionan para que se produzcan duras autocríticas que pueden levantar heridas. Más allá del horrror de que haya muerto gente que estaba "de nuestro lado", el lado de los obreros -trabajadores sometidos a condiciones extremadamente difíciles, que muy posiblemente hubieran elegido manifestarse con nosotros si las cosas hubieran sido diferentes en su trabajo-; más allá de esto, lo ocurrido también nos confronta con que algunos manifestantes pusieron en peligro la vida de la gente. Aún cuando (y esto no hace falta ni decirlo) no hubiera intención de matar, se trata de una asunto de esencia que puede traer mucha discusión- empezando por algunas discusiones sobre cuales son los objetivos que trazamos y los medios que elegimos.
El incidente no ocurrió por la noche, en alguna acción de sabotaje. Ocurrió durante la mayor manifestación en la historia contemporánea de Grecia. Y aquí es donde emergen una serie de cuestiones dolorosas: sobre todo, en una manifestación de 150000-200000 personas, sin precedentes los últimos años, ¿es realmente necesaria una "sobrepuja" de violencia?¿Cuando ves a miles de manifestantes gritando "quema, quema el Parlamento", e insultando a la pasma, ¿otro banco quemado tiene realmente algo que ofrecer al movimiento?
Cuando el propio movimiento se vuelve masivo -digamos como en Diciembre 2008- ¿Qué puede ofrecer una acción, si esta acción excede los límites de lo que una sociedad puede asumir (al menos en el momento actual), o si esta acción pone las vidas humanas en peligro?
Cuando tomamos las calles somos uno con la gente a nuestro alrededor; nos sentimos próximos a ellos, hombro con hombro -por eso, al final del día, nos dejamos el culo escribiendo textos y haciendo carteles- y nuestras propuestas son un simple parámetro de muchos que convergen. Ya es tiempo de que hablemos francamente sobre la violencia y que examinemos críticamente una cultura específica de la violencia que se ha venido desarrollando en Grecia estos últimos años. Nuestro movimiento no se ha reforzado por los medios dinámicos que a veces emplea, sino por su articulación política. Diciembre de 2008 no se ha convertido en histórico porque miles de manifestantes arrancaran y tiraran piedras y cócteles molotov, sino principalmente debido a sus características políticas y sociales -y sus ricas enseñanzas en este plano. Por supuesto respondemos a la violencia que se ejerce contra nosotros, y aún así tenemos que hablar sobre nuestras opciones políticas, así como los medios que vemos apropiados reconociendo nuestras -y sus- limitaciones.
Cuando hablamos de libertad, significa que a cada momento dudamos de lo que ayer dábamos por garantizado. Que nos atrevemos a ir hasta el final, evitando el lenguaje político de los clichés, que miramos las cosas directamente a los ojos, tal y como son. Está claro que, puesto que no consideramos la violencia como un fin en sí mismo, no deberíamos permitir que ensombreciera la dimensión política de nuestras acciones. No somos asesinos ni santos. Somos parte de un movimiento social, con nuestras debilidades y nuestros errores. Hoy, en lugar de sentirnos más fuertes después de tan enorme manifestación, nos sentimos entumecidos, para decir lo menos. Esto ya habla de sobra de por sí. Hemos de convertir esta trágica experiencia en un examen de conciencia al que nos animemos mutuamente, puesto que al cabo, todos actuamos basándonos en nuestra toma de conciencia. Y lo que está en juego es cultivar esa toma de conciencia colectiva.
Está más que claro que ha empezado el juego enfermizo de transformar el miedo-culpa de la deuda en miedo-culpa de la resistencia y del alzamiento (violento) contra el terrorismo de la deuda. Si la lucha de clases se intensifica, las condiciones pueden parecer más y más las de una verdadera guerra civil. La cuestión de la violencia ya se ha vuelto central. De la misma forma que analizamos la gestión estatal de la violencia, estamos obligados a analizar también la violencia proletaria: el movimiento tiene que tratar con la legitimación de la violencia rebelde y su contenido en términos prácticos. En cuanto al propio movimiento anarquista-antiautoritario y su tendencia dominante insurreccionalista, la tradición de una glorificación machista y fetichizada de la violencia ha sido demasiado larga y consistente como para permanecer indiferente ahora. La violencia como un fin en sí mismo en todas sus variantes (incluyendo la propia lucha armada) ha sido propagada constantemente durante años hasta ahora y, especialmente tras la rebelión de diciembre, un cierto grado de descomposición nihilista se ha hecho evidente (hicimos algunas referencias en nuestro texto "El viaje rebelde de una minoría proletaria..."), extendiéndose por el propio movimiento. En la periferia de este movimiento, en sus márgenes, un número creciente de gente muy joven se ha hecho visible promoviendo una violencia nihilista sin límites (vestida de "nihilismo de diciembre") y la "destrucción", incluso si esto también implica "capital variable" (en forma de esquiroles, "elementos pequeño-burgueses", "ciudadanos respetuosos con la ley"). Que tal degeneración surge de la rebelión y de sus límites, así como de la propia crisis es claramente evidente. Hasta cierto punto había comenzado a oírse algunas condenas de estas actitudes y una cierta autocrítica (algunos críticas anarquistas incluso han llamado a los responsables "matones parásitos") y es bastante posible que los anarquistas y antiautoritarios organizados (grupos u okupas) intenten aislar política y operativamente tales tendencias. Sin embargo, la situación es más complicada y está sobrepasando la capacidad de (auto)crítica teórica y práctica del movimiento. A posteriori, se puede decir que estos trágicos incidentes, con todas sus consecuencias, podrían haber ocurrido en la rebelión de diciembre: lo que lo evitó no fue sólo suerte (la gasolinera que no estalló junto a los edificios incendiados el sábado 7 de diciembre, el que los disturbios más fuertes tuvieran lugar de noche con la mayoría de los edificios vacíos), sino también la creación de una esfera pública proletaria (aunque limitada) y de comunidades de lucha que encontraron su camino no sólo a través de la violencia sino a través de su propio contenido, discurso y otros medios de comunicación. Fueron estas comunidades pre-existentes (de estudiantes, de ultras de futbol, de inmigrantes, de anarquistas) las que se convirtieron en comunidades de lucha por los propios sujetos de la rebelión que dieron a la violencia un sentido. ¿Surgirán tales comunidades de nuevo ahora que no sólo una minoría proletaria está implicada? ¿Surgirá una forma práctica de autoorganización en los centros de trabajo, barrios o las calles para determinar la forma y el contenido de la lucha y, por tanto, situar la violencia en una perspectiva liberadora?
Son cuestiones incómodas y urgentes, pero tendremos que encontrar la respuesta luchando.
TPTG, 9 de Mayo
[1] Se ha publicado en diferentes páginas traducida al español, una carta de uno de los empleados del banco ante la muerte e sus compañeros, una delas que hemos encontrado es esta madrid.indymedia.org/node/13906
[2] Como la declaración del "Anarchist Crouch" , del Occupied London blog, donde militan anarquistas de origen griego, ver en inglés www.occupiedlondon.org/blog/2010/05/09/286-the- [23]"anarchist-crouch"-on-wednesdays-events
[3] www.occupiedlondon.org/blog/2010/05/07/what-do-we-honestly-have-to-say-a... [24]
[4] Ta Paida Tis Galarias (Algo así como los chicos de la Galería)
[5] Ver en francés: https://fr.internationalism.org/icconline/2010/prise_de_position_d_un_groupe_communiste_libertaire_sur_les_evenements_en_grece.html [25]
Las últimas semanas estamos soportando una campaña de intoxicación ideológica por parte de la burguesía, campaña que parte de las correrías de este juez de la Audiencia Nacional (tribunal especial heredero del Tribunal de Orden Público del Franquismo). Este personaje siniestro especializado en las cloacas del estado se ha destacado siempre por estar al servicio del poder establecido, manejando a placer su gran conocimiento de las fétidas aguas del aparato del estado y de la clase dominante, siempre claro está, tratando de sacar tajada personal.
Sin embargo la burguesía nos presenta la cuestión como un enfrentamiento entre un sector de extrema derecha fascista y otro sector demócrata de izquierdas y antifascista, y lleva a cabo una auténtica campaña para tratar de hacer tomar partido a la clase trabajadora. Sería la vieja engañifa con la cual alistaron al proletariado en la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, conflictos en los cuales los dos bandos cometieron asesinatos y crímenes contra la humanidad.
Resulta algo más que chocante que el gobierno del PSOE y los sindicatos cuya gestión de la crisis económica está siendo brutal e implacable con la clase trabajadora: reducción de salarios y pensiones por decreto ley, ataque al llamado estado del bienestar para degradar las condiciones de vida y trabajo de los obreros, subidas de impuestos... mientras drenan miles de millones de euros para salvar a los bancos y dejan intactos los chanchullos financieros de la burguesía; que este gobierno del paro y la miseria que ataca con crueldad y sin contemplaciones a los trabajadores vivos sin embargo aparenta hipócritamente tener una gran preocupación por los restos mortales de las víctimas del franquismo y la guerra civil.
La Guerra Civil Española y la represión del Franquismo sigue siendo un profundo trauma de la sociedad española y sobre todo de la clase trabajadora pues casi todas las familias han tenido víctimas en esa trágica barbarie. Pero como decía Marx "la ideología dominante es la de la clase dominante", y también Lenin decía que la burguesía era implacable y brutal con los revolucionarios y luchadores obreros en vida y procuraba después de muertos convertirlos en iconos inofensivos con su tergiversación maquiavélica de la historia. La visión que nos da la burguesía de la Segunda República y de la Guerra Civil, como no podía ser de otra forma, está totalmente manipulada. Todos los gobiernos de la República, tanto de izquierdas (Azaña-Largo Caballero), de centro y derecha (Lerroux-Gil Robles) se destacaron por sus matanzas de obreros: como en Casas Viejas (donde se hizo famosa la frase de Azaña al capitán de los guardias de asalto: "disparen a la barriga"), o la masacre de la Revolución de Asturias. Todos mantuvieron a los altos militares monárquicos en sus puestos (Franco, Mola...) que acabarían encabezando el bando nacionalista de la guerra civil. Durante la Guerra Civil el bando republicano y la izquierda del capital también desarrollaron matanzas y crímenes contra los obreros como demuestran los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona...
La Ley de la Memoria Histórica del hipócrita gobierno Zapatero ni siquiera declara nulos los procesos de los juicios sumarísimos del Franquismo, pues el estado aparte de restablecer el honor y la memoria de las víctimas tendría que indemnizar económicamente a sus familiares, puesto que a todos nos sigue funcionando la memoria y nos acordamos como fue el mismísimo Franco que nombró al actual jefe de estado como su sucesor con título de rey.
Como decía Lenin la mejor manera de mostrar nuestra solidaridad con el sufrimiento de los muertos y el trauma que persiste en los vivos es recordar la verdad de la historia, cómo la lucha de las generaciones pasadas no era en defensa de una fracción de la clase dominante ya se disfrazase con ropaje fascista o antifascista, sino que entregaron su vida en defensa de la causa del proletariado y para acabar con la sociedad capitalista moribunda que lleva más de 100 años martirizando a la humanidad tanto en su versión fascista como antifascista (los bombardeos atómicos de ciudades indefensas como en Hiroshima y Nagasaki nada tienen que envidiar a los campos de concentración nazis).
A finales de Marzo, la burguesía norteamericana ha conseguido aprobar, finalmente, la reforma del sistema sanitario, una de las principales promesas electorales del candidato Obama, que ha llegado a compararla con el New Deal aplicado por Roosevelt en los años 1930. Es verdad que esta "victoria personal" era muy importante para el crédito político de Obama, puesto en entredicho por las acciones militares en Afganistán tan alejadas de su pretendida imagen de "hombre de paz". Pero para los trabajadores, detrás de los floreados discursos sobre "una sanidad para todos", lo que se esconde en realidad es un brutal ataque a sus condiciones de vida y de salud, como muestran los extractos de este artículo aparecido en Internationalism[1], la publicación de la CCI en los Estados Unidos.
Existen en realidad dos versiones de la crisis del sistema sanitario norteamericano: una para la clase obrera y otra, muy distinta, para la clase dominante. Para los trabajadores la lucha contra los recortes de la asistencia sanitaria recogida en sus convenios colectivos, ha ocupado un lugar central en las reivindicaciones de las luchas de la última década. Lo que hace unos años era habitual era que fueran los patrones, sobre todo los de las grandes compañías privadas, los que asumieran el 100% de las pólizas de los seguros de asistencia sanitaria de sus trabajadores. Sucedió, en cambio, que los continuos ataques anti obreros, lograron imponer que fueran los asalariados quienes empezaran a pagar, al principio sólo una pequeña parte, de esos seguros. Después la burguesía ha presionado, convenio tras convenio, para que dicho porcentaje fuera en aumento. También se han disparado otros gastos sanitarios a los que deben hacer frente los trabajadores y sus familias (honorarios, medicinas, tratamientos,...), que ven, sin embargo, como se degrada la asistencia sanitaria que reciben. Una serie de recientes decisiones judiciales han permitido a los sindicatos y a las compañías sacar a los jubilados de los sistemas de seguros, obligándoles a depender exclusivamente de Medicare (una especie de seguro médico de prestaciones mínimas para mayores de 65 años y algunos discapacitados), y a sufragar por otra parte un montón de gastos suplementarios (tratamientos a largo plazo, muchos medicamentos,...). ¡Y eso sin hablar de esos 50 millones de personas que carecen por completo de un seguro de asistencia médica!
Para la clase dominante, la crisis del sistema sanitario proviene del hecho de que debe cargar con una asistencia a la salud increíblemente ineficaz y sumamente costoso, que debilita la competitividad económica del capitalismo norteamericano en el mercado mundial. Los precios de los seguros médicos, los honorarios de los médicos, los costes de la asistencia hospitalaria, los gastos generales y los administrativos alcanzan ya magnitudes incontrolables. Los Estados Unidos tienen el sistema sanitario más caro del mundo, con un importe per cápita dos veces superior al de la mayoría de los países desarrollados. Los gastos sanitarios que en países como Canadá representan un 8% del PIB, que en Francia o Inglaterra llegan al 10'1% y al 8% respectivamente, se disparan en EE.UU: hasta un astronómico 15'2%. Y este enorme desembolso proporciona, sin embargo, una menor calidad asistencial hasta extremos que dejan a la potencia norteamericana en ridículo en la escena internacional, sobre todo en cuanto a los resultados de la sanidad pública que son de los peores del mundo. Así, por ejemplo, la esperanza de vida de países como Australia, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Suecia o Reino Unido, la esperanza de vida oscila entre 79'5 y 82'5 años. En Estados Unidos apenas llega a los 77. Un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud que calificaba la calidad de los sistemas de salud de los distintos países, situaba a los USA en el puesto número 37 del ranking mundial, ¡por detrás de países como Costa Rica o la República Dominicana! Según un informe de la ONG Save the Children (Salvad a los niños), citado en un reportaje de la CNN: «Los nacidos en Estados Unidos tienen tres veces más posibilidades de morir en el primer mes de vida que los que nacen en Japón. La mortalidad de los recién nacidos en USA es el doble de la que tienen países como Finlandia, Islandia o Noruega».
Pero que haya tanta gente privada por completo de seguro médico acaba redundando en perjuicio de la economía norteamericana, pues la asistencia en urgencias de estos pacientes ha de ser sufragada por fondos generales que provienen de los impuestos. La necesidad de una "reforma" del sistema sanitario para poner tasa a unos gastos que crecen cada día más - como consecuencia entre otras razones del envejecimiento de la generación del "baby boom" de los años 1950 - se ha convertido, como reconocen economistas y políticos de todos los pelajes, en una auténtica prioridad.
Pero la reforma sanitaria que impulsa la burguesía USA no tiene como objetivo la mejora de la salud de los trabajadores, sino la competitividad del capitalismo norteamericana en la economía mundial.
Esta ley va a agravar la situación de los trabajadores americanos. Por mucho que la administración Obama se pase el día con la palabra "reforma" en la boca, este paquete de disposiciones sobre la asistencia sanitaria forma parte, en realidad, del conjunto de medidas de austeridad a expensas de una degradación de las condiciones de vida de la clase obrera. Es cierto que una propaganda que vende "derecho a un seguro médico para todos", le ofrece a la clase dominante un poderoso instrumento de mistificación. Para los millones de personas que carecen actualmente de cualquier cobertura frente a las enfermedades, cabría decir que más vale eso que nada. Pero se trata como decimos de una ilusión. Para el conjunto del proletariado, lo que la burguesía ha puesto en marcha es un verdadero ataque al sistema de prestaciones sanitarias.
De entrada y aunque desde luego aumento el número de gente cubierta por estos seguros, la ley sanciona la exclusión definitiva de entre 26 (si se opta por el borrador del Senado) y 32 millones de personas (caso de que prevalezca la redacción de la Cámara de Representantes). Por otra parte los trabajadores cubiertos por dichos seguros están obligados legalmente a costear ellos mismos las pólizas de dichos seguros, pues en caso contrario deberán hacer frente a una multa que puede llegar hasta el 2'5% de sus ingresos computables fiscalmente. Es verdad que la ley contempla que aquellos trabajadores que no puedan hacer frente a tales pagos, podrán recibir algún tipo de subvención por parte del Gobierno, que dispondrá para ello de un fondo de cobertura, cuya financiación, eso sí, sale del bolsillo del resto de la clase obrera.
Más aún: tanto el borrador del Senado como el de la Cámara, proponen reducir las ayudas a los programas Medicare y Medicaide (similar al anterior pero esta vez destinado a las personas sin recursos). Pero lo más oneroso es la creación de un impuesto indirecto sobre un tipo de seguros denominados "Cadillac", cuyo coste anual supera los 8 mil dólares por persona, o 23 mil $ para las familias). El nombre de este tipo de seguros los sugiere como un artículo de lujo, pero lo cierto es que incluye al 19% de los seguros de salud que costean las empresas, y muchos de los que están actualmente recogidos en los convenios colectivos firmados por los sindicatos. Tanto la Casa Blanca como los economistas defienden la necesidad de este nuevo impuesto que el Estado cargará a las compañías aseguradoras, pero éstas podrán recuperar este importe, repercutiéndolo en los consumidores. Este tipo de tasa impositiva es el que habitualmente emplea el Estado para disuadir contra ciertos comportamientos sociales "nocivos", tales como el consumo de tabaco o de alcohol. En este caso el "mal social" del que quieren disuadirnos es de lo que la burguesía denomina seguros médicos "abusivamente generosos", que los expertos consideran excesivamente costosos para la economía nacional. Eso va a conducir a tener que aumentar la contribución de los empleados al seguro médico, o bien a elevar la cantidad de franquicia de dichos seguros, o también a aceptar serios recortes en la cobertura de las prestaciones sanitarias. Como reconoce Beth Umland, el jefe de investigación del área de salud y mejoras sociales de la empresa consultora Mercer: «la mayoría de los empresarios reaccionarán tal y como esperan los políticos: recortando prestaciones». Un reciente estudio realizado por dicha empresa sobre las 465 corporaciones más importantes, afirma que el 66% de los empresarios proyectan, para adecuarse a la nueva ley, disminuir las coberturas de los seguros de sus empleados, o obligar a estos a aumentar sus cotizaciones; mediante la supresión de las ayudas variables a los gastos médicos no reembolsables, o suprimiendo la cobertura de la asistencia odontológica u oftalmológica. Esto, señala ese mismo informe, hará «recaer más gastos a los trabajadores, pero ayudará a alcanzar uno de los objetivos de economistas y los políticos al defender este impuesto indirecto: que disminuyan los gastos médicos».
Que la reforma sanitaria es una imperiosa necesidad para la burguesía se pone de manifiesto al comprobar que todos los candidatos, demócratas o republicanos, a las primarias presidenciales del año 2008, incluyeran en sus respectivos programas diversas medidas para reformar el sistema sanitario. ¿A qué viene tan virulenta oposición de los Republicanos a esta legislación? ¿Cuál es la explicación de que hayan vertido tal cantidad de estúpidas acusaciones sobre el "socialismo" de Obama o sus "comités de la muerte"?. Hay varias explicaciones plausibles.
La primera de ellas, por supuesto, es la de un reparto político de la faena como acostumbra a hacer la burguesía para reforzar las mistificaciones democráticas, creando la ilusión de un verdadero debate político. Antes de las elecciones del 19 de Enero[2], cuando los Demócratas contaban con 60 votos, la aprobación, de un modo u otro, de la reforma del sistema sanitario parecía asegurada, y los Republicanos no amenazaban con sabotear la puesta en marcha de esta racionalización del sistema sanitario tan necesaria para la burguesía.
Pero tampoco podemos negar que en esta oposición pesa igualmente el impacto de la descomposición social del sistema capitalista, que afecta incluso a los procesos políticos que tienen lugar en el seno mismo de la clase dominante. A lo largo de estos últimos diez años hemos asistido a varios ejemplos de dificultades políticas de la clase dominante para actuar eficazmente y conforme a sus intereses de conjunto. Vimos los fiascos electorales del año 2000 y del 2004, en las que se impuso la tendencia al "cada uno a la suya" que llevó a los principales partidos políticos a anteponer sus privilegios y su propio poder, sin tener en consideración cual era la mejor opción para los intereses del Estado capitalista norteamericano. En este contexto también juega un papel, indudablemente, el racismo que impregna a la extrema derecha, en contra del presidente afroamericano que asienta sus reales hoy en la Casa Blanca. Este racismo extremadamente arraigado impulsa a los llamados "birthers" (quienes defienden que el presidente ha de ser nacido en el país) a negar toda "legitimidad" a Obama puesto que no nació en los USA, o los que lo califican de "socialista", o quienes creen ver en él un musulmán camuflado. Aunque Obama propusiera declarar fiesta nacional la fecha del aniversario de Ronald Reagan, estos elementos no dejarían de ver esta propuesta como parte de un infame complot "islámico-socialista". Otra manifestación de esta descomposición social es la resistencia encarnizada de las compañías de seguros, que se ha dedicado a financiar la oposición de muchos de los miembros conservadores de la Cámara y del Senado. Pero también vemos signos de esa ridícula mezquindad en el campo de los demócratas más conservadores, que priorizan la consecución de concesiones específicas para sus proyectos preferidos, o para quienes les proveen de fondos con que financiar sus carreras políticas. Estas dificultades para poner en marcha una política al servicio de los intereses vitales del capitalismo norteamericano no indican precisamente buena salud de la clase dominante.
Pero a pesar de todas las dificultades, la burguesía está a punto de lograr "resolver" su versión de la crisis del sistema de salud, y de implementar unas medidas que no supondrán ni una reforma, ni una ampliación de la asistencia sanitaria, ni mucho menos un intento de mejorar la salud de los trabajadores, sino, en última instancia, una medida de austeridad más contra la clase obrera en su conjunto.
Jerry Grevin (23 de Enero de 2010).
[1] Los lectores pueden ver en inglés, el texto completo en https://en.internationalism.org/inter/153/lead [30]. Recomendamos también https://en.internationalism.org/inter/154/health-care [31].
[2] Se trata de las elecciones parciales en el estado de Massachussetts para reemplazar al fallecido senador Edward Kennedy. Contra todo pronóstico -ese escaño había sido ocupado por un demócrata en los últimos 47 años - , ganaron los republicanos.
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 155.35 KB |
Publicamos a continuación nuestra respuesta a algunas preguntas que obreros combativos se formulan en torno a los sindicatos. Invitamos a todos los lectores interesados en reflexionar sobre este tema a leer nuestro folleto "Los sindicatos contra la clase obrera". Este folleto se puede encontrar en nuestra página de Internet o puede solicitarse en la dirección de correo de nuestras secciones territoriales (ver la página VIDA DE LA ORGANIZACIÓN para recabar tal información)[1].
Para nosotros, la respuesta es ¡¡¡ NO !!!. Todos los sindicatos, incluidos los que se presentan como “más radicales y combativos”, NO defienden los intereses de los trabajadores. Al contrario, defienden los intereses del capital y de su Estado. Su función más importante consiste en sabotear las luchas aparentando estar del lado de los trabajadores. Cuando organizan sus "jornadas de acción o de lucha para protestar contra las medidas de austeridad", cuando llaman a la "movilización", a las huelgas o manifestaciones, tan solo intentan controlar la cólera de los trabajadores, desviar su combatividad y llevarla a callejones sin salida. Todas las movilizaciones que realicemos tras los sindicatos, como demuestra la historia, nos llevan a la derrota y a la desmoralización. La aparente división entre los sindicatos "blandos" y los sindicatos de "izquierda" o "radicales" no sirve más que para dividir a la clase obrera, y a sabotear las condiciones de una verdadera lucha de nuestra clase.
Si no hay "buenos" o "malos" sindicatos, es porque el sindicalismo no es capaz de responder a las necesidades de las luchas de hoy en día. El sindicalismo se ha convertido en un arma para la burguesía contra la clase obrera. Los sindicatos se han convertido (desde de la Primera Guerra Mundial) en órganos del Estado Capitalista infiltrados en las filas obreras. Desde hace más de un siglo, su función consiste en dirigir las luchas para impedir que la clase obrera tome a cargo la dirección de sus combates, para impedirle que desarrolle su solidaridad y su unidad, elementos básicos para poder desarrollar las luchas de forma eficaz contra el capitalismo. Creer que existen "buenos" sindicatos es una pura ilusión. La prueba es que los más radicales (como por ejemplo la CGT francesa) no impiden reforzar a la burguesía sus ataques e imponer sus planes de austeridad. ¡Al contrario! La división entre los sindicatos sirve siempre para dividir a la clase obrera y llevarla a la derrota.
Todos los sindicatos son cómplices del Gobierno y la Patronal. Cuando negocian (siempre a las espaldas de los trabajadores), es para discutir con los representantes del Gobierno y la Patronal la forma de imponer los ataques a la clase obrera. ¡Todos los sindicatos tienen como misión encuadrar a la clase obrera para mantener el orden social del Capital ¡. Por esa razón, se reparten entre el trabajo entre ellos, en estrecha relación con los representantes de la clase dominante.
De nuevos afirmamos que ¡¡ NO ¡!. En la medida en que los sindicatos se han convertido en órganos de encuadramiento de la clase obrera y se han integrado definitivamente en el aparato del Estado burgués, no se pueden "reformar". Muchos trabajadores creen que son los burócratas sindicales los que están podridos y que sería suficiente con un cambio de dirección para que los sindicatos se convirtieran en verdaderos órganos de la clase obrera. ¡Esta idea es una pura ilusión ¡. Si los sindicatos no son "eficaces", no es a causa de que los "malvados líderes" traicionan a la "base". Es la forma sindical, en sí misma, la que se ha convertido en algo ineficaz y totalmente inadaptado a las necesidades de la lucha.
El sindicalismo es una ideología reformista basada sobre la división de la clase obrera en corporaciones o agrupaciones distintas, en sectores de oficios.
El sindicalismo es una ideología que siembra la ilusión de que hoy en día se puede luchar por conseguir reformas duraderas con el fin de mejorar las condiciones de vida de la clase obrera en el seno del capitalismo (como era el caso en el siglo XIX). Hoy en día, con el hundimiento del capitalismo en una crisis económica sin salida y que no va a dejar de agravarse, las únicas "reformas" duraderas son las que vienen impuestas por la burguesía, como por ejemplo la "reforma" del sistema de pensiones. Estas "reformas", en lugar de mejorar las condiciones de vida de los asalariados, no pueden más que hundirlos en la miseria y en una pobreza siempre creciente.
El sindicalismo siembra la ilusión de que luchando cada uno por su lado, tras reivindicaciones específicas en cada empresa, sector, corporación o nación se pueden conseguir las mejoras solicitadas. ¡Esto es simple y llanamente FALSO ¡.
Luchar cada uno en su rincón, de forma aislada siempre conduce a la derrota y la desmoralización. Solo la lucha masiva, aquella que engloba a todos los sectores de la clase obrera tras objetivos unitarios puede hacer retroceder al Gobierno y la patronal. Por eso, debemos luchar por romper las divisiones corporativas y sectoriales que los sindicatos nos quieren imponer.
No sirve para nada buscar "reformar" a los sindicatos o crear nuevos sindicatos. La prueba histórica reciente, más evidente: cuando se desarrollaron las luchas obreras en Polonia en 1.980, por ejemplo, los trabajadores albergaron la ilusión de que estaban creando un nuevo sindicato "libre" y "democrático" (el sindicato SOLIDARIDAD dirigido por Lech Walesa) y de ese modo podrían conseguir mejoras y reformas duraderas. Ya hemos visto lo que ha dado de sí este intento: gracias a la creación del sindicato "independiente" SOLIDARIDAD (apoyado sin reservas por los sindicatos de los países occidentales y de toda la burguesía de los Estados "democráticos") el general Jaruzelsky pudo decretar el estado de guerra y reprimir ferozmente a la clase obrera en Polonia[2]. Acto seguido, pudimos ver como el antiguo sindicalista Lech Walesa se convertía en el jefe del estado polaco y, sin ningún dolor de conciencia, se ha ocupado de gestionar los intereses de su capital nacional y de atacar a la clase obrera para salvaguardarlos.
¡¡ SI¡! Oficialmente, los trabajadores no tienen el "derecho" de luchar sin pasar por los sindicatos ya que son estos los que deben depositar el preaviso de huelga. El derecho de huelga es una "tolerancia" que la burguesía permite mantener siempre que no ponga en cuestión el orden establecido y que en modo alguno amenace al modo de explotación capitalista. La clase dominante de los países "democráticos" no puede tolerar las huelgas que constituyan un peligro para su dominación. Por eso, no duda en apoyar y financiar a los sindicatos.
La verdadera lucha de clases SIEMPRE es ilegal. Cuando los proletarios luchan para defender sus intereses contra los ataques de la burguesía, no pueden pedir autorización a sus explotadores. Cuando los explotados toman conciencia de que los sindicatos no defienden sus intereses, no siguen sus consignas y se ponen espontáneamente en lucha "salvaje". Cada vez que esto se produce (como vimos de forma magistral en Polonia en 1.980, pero además en numerosas luchas a menor escala que han explotado en los países "democráticos"), los trabajadores que han osado luchar sin seguir a los sindicatos han tendido que hacer vivir la solidaridad en y para el desarrollo de la lucha. Han buscado igualmente la unidad y la extensión de su movimiento a otros sectores. Han realizado la experiencia de tomar la lucha en sus propias manos y discutir las acciones y el camino a seguir en asambleas generales soberanas[3].
Hoy día, si la clase obrera tiene tantas dificultades para desarrollar sus luchas sin seguir las directrices sindicales es porque aún no tiene confianza en sí misma, en sus capacidades y en sus propias fuerzas. Es por eso por lo que la ideología "democrática" inoculada por los sindicatos (y el sindicalismo) pesa aun enormemente sobre su conciencia.
La idea de que los trabajadores tenemos necesidad de los sindicatos para desarrollar nuestras luchas está animada por la burguesía. La clase dominante quiere hacernos creer que los sindicatos nos "representan" porque son profesionales de la "negociación", cuando en realidad son los profesionales del sabotaje, de las maniobras por la espalda y de la colaboración con el enemigo de clase.
La huelga de masas en Polonia en agosto de 1.980 (antes de que SOLIDARIDAD tomara el control de las luchas) mostró al mundo entero que cuando los explotados toman la lucha en sus propias manos, sin los sindicatos, son capaces de desarrollar una verdadera relación de fuerzas a su favor. En Polonia, fueron capaces de extender su movimiento a escala de todo un país, obligaron a retroceder al Estado e hicieron temblar a toda la burguesía. Fueron capaces de negociar con el Gobierno públicamente, eligieron a sus delegados para negociar y colocaron altavoces en todos los lugares públicos (en particular en los astilleros de Gdansk) para que toda la clase obrera pudiera escuchar lo que se trataba en las negociaciones.
¡¡ SI¡! Para ello hace falta que nuestra clase en España, como en todos los países, tome confianza en ella misma y en sus propias fuerzas. Es necesario que puedan hacer frente a las dudas y vacilaciones y, sobre todo, se ha de perder el miedo a la represión de las huelgas "salvajes" e "ilegales". Este miedo a la represión (que toma la forma de sanciones disciplinarias normalmente) solo podrá ser superado si los trabajadores son capaces de desarrollar la solidaridad entre ellos, si rechazan dejarse dividir e intimidar. Este miedo solo podrá ser superado cuando los explotados tomen conciencia de que no pueden perder nada más que sus cadenas.
Los trabajadores asalariados o desempleados no podrán tomar en manos sus luchas y su propio destino hasta que no comprendan que todas las acciones "radicales", las acciones minoritarias preconizadas por los sindicatos (secuestro de patronos, sabotaje de la producción, bloqueo de las vías férreas, etc..) o los actos de desesperación (tales como la amenaza de destruir la empresa o cosas similares) son totalmente estériles y no conducen más que a la desmoralización y la derrota. Todas estos pseudo acciones radicales que organizan los sindicatos intentan apaciguar la cólera de los trabajadores más combativos y ahogar las ganas de luchar.
En los países "democráticos", los sindicatos son los representantes de la "democracia" burguesa en el seno de la clase obrera, es decir, representan la forma más perversa e hipócrita de la dictadura del capital.
Para poder luchar eficazmente y separarse del manto totalitario de los sindicatos, hay que hacer vivir la discusión colectiva en el seno de las asambleas generales, masivas y soberanas. Estas asambleas generales deben ser lugares de verdadero debate donde cada uno pueda intervenir libremente, hacer propuestas y someterlas a votación. Estas asambleas generales deben elegir delegados revocables en todo momento, sean estos sindicados o no. Si los delegados no cumplen realmente el mandato que se les ha encargado por la asamblea general, la siguiente asamblea debe reemplazarlos. Al contrario que los métodos que utilizan los sindicatos, hay que hacer que las asambleas estén abiertas a TODOS los trabajadores (y no solo a los de la empresa o el sector). Los parados deben de ser invitados a participar activamente ya que son obreros excluidos del mundo del trabajo. Las asambleas generales soberanas deben ser lugares de discusión pública (tal y como lo hicieron los trabajadores de Vigo en España en 2.006). Solo a través de la reflexión y la discusión colectiva se puede construir la unidad y la solidaridad de la clase explotada. Solo las asambleas generales pueden decidir las acciones unitarias a desarrollar, poner por delante las reivindicaciones comunes de TODOS los trabajadores y desenmascarar así cualquier maniobra de división sindical.
Para luchar de forma eficaz, deshaciéndonos de las maniobras y el corsé sindical, los trabajadores deben plantear de manera inmediata y precisa la cuestión de la extensión de las luchas y la solidaridad con los compañeros de otros sectores en lucha. Cuando los trabajadores de una empresa emprendan la lucha, deben enviar delegaciones masivas a las otras empresas vecinas para intentar implicar al resto de obreros de la misma zona geográfica en la lucha y ampliar de este modo el movimiento lo antes posible.
Hoy en día, toda la clase obrera está siendo atacada. Jóvenes o viejos, parados o activos, hombres o mujeres, del público o la privada. El ataque al sistema de pensiones nos afecta o afectará antes o después a TODOS los trabajadores. Por tanto, no hay ninguna razón para luchar aislados, cada uno en su rincón. No hay ninguna razón para continuar para dejarse arrastrar por las jornadas de "acción" sindical sin presente ni futuro.
Contra los planes de austeridad de los que todos somos víctimas, es posible luchar eficazmente. Pero para construir una verdadera relación de fuerzas capaz de hacer retroceder a la burguesía, los trabajadores deben hacer frente a las maniobras y al sabotaje de los sindicatos y comprender que no pueden contar para nada con estos falsos amigos.
Los organismos sindicales tienen como función preservar el orden social capitalista y hacer colar los ataques del Gobierno y la patronal. A pesar de sus discursos "radicales", no van a parar de dividirnos, de debilitarnos y de impedir cualquier tipo de "desbordamiento" a sus planteamientos y consignas para hacernos volver al trabajo sin haber conseguido nada.
Gracias a los sindicatos la clase dominante puede continuar golpeándonos cada vez más fuerte y hacernos pagar las consecuencias de su crisis mortal.
Articulo traducido del número de mayo 2010 de Revolution Internationale (publicación en Francia de la Corriente Comunista Internacional).
[1] El folleto LOS SINDICATOS CONTRA LA CLASE OBRERA lo estamos publicando por entregas en nuestra Web. Ver: https://es.internationalism.org/content/4575/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-i [34] , https://es.internationalism.org/content/4586/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-en-la-decadencia-capitalista-ii [35] , https://es.internationalism.org/content/4603/los-sindicatos-en-el-periodo-ascendente-del-capitalismo-iii [36] , https://es.internationalism.org/content/4620/los-sindicatos-organos-del-estado-capitalista-iv [37] , https://es.internationalism.org/content/4645/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-v-la-tactica-de-los-izquierdistas-para-hacerlos [38] y https://es.internationalism.org/content/4667/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-vi-contenido-y-formas-de-la-lucha-obrera-en-el [39]
[2] Ver, entre otros, Un año de luchas obreras en Polonia /content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia [40] y Polonia (agosto de 1980): Hace 40 años, el proletariado mundial retomaba de nuevo la huelga de masas https://es.internationalism.org/content/4597/polonia-agosto-de-1980-hace-40-anos-el-proletariado-mundial-retomaba-de-nuevo-la-huelga [41]
[3] Ver, entre otros ejemplos, Huelga del metal de Vigo: Los métodos proletarios de lucha /content/910/huelga-del-metal-de-vigo-los-metodos-proletarios-de-lucha [42]
Sin ningún tipo de dudas, los revolucionarios deben ocuparse del sufrimiento y los suicidios en el trabajo. En primer lugar, porque todo lo que afecta a las condiciones de vida de la clase obrera forma parte de sus preocupaciones permanentes. Pero también y, sobre todo, porque la emergencia y el desarrollo de este fenómeno es un síntoma muy evidente del estado en el que se encuentra el sistema capitalista. Un estado de cosas que nos obliga a luchar con una fuerza y urgencia sin precedentes para cambiar este sistema y reemplazarlo por una sociedad capaz de satisfacer verdaderamente las necesidades humanas.
El suicidio en el lugar de trabajo no es un fenómeno completamente nuevo ya que esta constatado que ocurre desde hace mucho tiempo entre los agricultores. En el caso de los agricultores hay una causa fundamental: en esta profesión, el espacio de la vida privada se confunde con el espacio profesional. La casa del campesino y la granja que explota se encuentran, en la mayor parte de los casos, en el mismo lugar.
Lo que es nuevo y se viene constatando desde principios de los años 1990, es el incremento de los suicidios en el lugar de trabajo en otros sectores profesionales, la industria y en especial en el sector servicios. Cuando una persona se suicida en su casa o fuera de su lugar de trabajo, no es fácil demostrar que la causa principal de su decisión está directamente ligada al sufrimiento en el trabajo. A menudo los patronos, se escudan en este hecho para evitar que las familias puedan demostrar que este hecho es el resultado de un accidente laboral. En sentido contrario, cuando el suicidio se produce en el lugar de trabajo, los patronos tienen más difícil evitar sus responsabilidades. El suicidio en el lugar de trabajo deja un mensaje muy claro por parte de su autor, "....no es a causa de una ruptura sentimental, de un divorcio o por mi ´naturaleza depresiva` por lo que muero, son el patrón y el sistema social que él encarna los responsables de mi muerte....".
El aumento del número de suicidios en el trabajo, o a causa del trabajo, es la expresión del desarrollo de un fenómeno mucho más masivo del que solo vemos, en ocasiones, la punta del iceberg: el aumento del sufrimiento en el trabajo.
El sufrimiento en el trabajo, evidentemente no es un fenómeno nuevo: las enfermedades profesionales existen desde hace mucho tiempo, de hecho, desde después de la revolución industrial que ha transformado el trabajo humano en un verdadero infierno para la mayor parte de los trabajadores. Desde principios del siglo XIX, los autores socialistas han denunciado las condiciones de vida y trabajo a los que el capital sometía a los seres humanos que explotaba. Dicho esto, tras esta época y hasta finales del siglo XX, el suicidio no formaba parte de la respuesta que daban los explotados a los sufrimientos que recibían.
De hecho, el suicidio es el resultado de un sufrimiento más psíquico que físico. Pero el sufrimiento psíquico tampoco es nuevo: los abusos y las humillaciones de los mandos intermedios existen desde hace mucho tiempo. Pero en el pasado, este sufrimiento recibido por los explotados acaba en suicidio de forma excepcional.
El suicidio se estudia desde hace mucho tiempo, en especial por el sociólogo Durkheim a finales del siglo XIX. Durkheim ya identifico las razones sociales y no simplemente individuales del suicidio: "...si el individuo cede al menor cambio o golpe de las circunstancias, significa que el estado en el que se encuentra la sociedad ha permitido que sea una presa fácil para el suicidio...".
En el mismo sentido, el estudio del sufrimiento en el trabajo, incluyendo sus aspectos psíquicos se remonta mucho más lejos. Dicho esto, conviene señalar que los estudios sobre el suicidio como consecuencia del sufrimiento en el trabajo son mucho más recientes por el hecho de lo novedoso de este fenómeno. Ante la emergencia de tal fenómeno varias hipótesis y un cierto número de constataciones se han avanzado en los estudios realizados para explicar las raíces del mismo. Podemos citar, en particular, las reflexiones de Christophe Dejours (psiquiatra y antiguo especialista en medicina del trabajo) actualmente profesor universitario y autor de varios libros celebres sobre la cuestión que nos ocupa ( "Sufrimiento en Francia: la banalización de la injusticia social" o "Trabajo y desgaste mental" ).
1) La "centralidad del trabajo": el trabajo entendido no solo como medio de ganarse la vida sino como actividad productiva y creadora de beneficio para otros juega un papel central en la salud mental de cada individuo. Por ello, un sufrimiento continuado en esa esfera de la vida tendría consecuencias mucho más dramáticas que uno proveniente de la esfera privada o familiar. Concretamente, si uno sufre en la vida familiar, esto se repercute menos en la vida laboral que si sucede lo contrario.
2) El reconocimiento del trabajo y de su calidad por parte de otros: en una sociedad jerarquizada como la actual, este reconocimiento se manifiesta evidentemente en la consideración que se consigue por parte de los jefes y en el salario que se recibe por parte del patrón (hablamos de lo que en términos técnicos podríamos llamar el "reconocimiento vertical"). Pero, existe otra forma de reconocimiento, finalmente mucho más importante, para el trabajador en el día a día: el reconocimiento de su trabajo por sus compañeros (llamado "reconocimiento horizontal"). Este último es el signo de que se integra adecuadamente en la comunidad de las "gentes del oficio" , compañeros con los que comparte su experiencia, su saber hacer y el placer del trabajo bien realizado. Incluso, si alguien está mal considerado por sus jefes o por su patrón porque se niega a plegarse a sus demandas y exigencias, al menos podrá mantener su equilibrio si sus compañeros de trabajo no entran en el juego de las jerarquías y le mantienen su confianza. Pero, todo puede cambiar si pierde también la confianza de sus compañeros.
1) El crecimiento de la sobrecarga de trabajo: aparentemente puede sonar a paradójico ya que con el desarrollo de las nuevas tecnologías que permiten la automatización de toda una serie de tareas, algunos habían anunciado el "fin del trabajo" o, al menos, la posibilidad de disminuir de forma significativa la carga de trabajo. Realmente, lo contrario es lo que ha ocurrido en los últimos tiempos. La carga de trabajo no deja de aumentar, hasta el punto que en un país como Japón, han inventado una nueva palabra, Karôshi, que describe la realidad de una muerte súbita (por crisis cardiaca o accidente vascular cerebral) en personas que no mostraban ninguna patología particular pero que han sido "matados por el trabajo" en sentido estricto. Este fenómeno no afecta únicamente a Japón, aunque es en este país donde se están dando la mayor parte de casos de momento. Podemos observarlo igualmente en Estados Unidos y en Europa Occidental.
Otra manifestación de esta sobrecarga de trabajo que ha provocado la creación de una nueva palabra que lo defina es el término inglés "born out" que es una forma particular de depresión ligada al agotamiento. Es un término significativo: el trabajador se encuentra hecho cenizas por haber quemado en exceso sus energías.
2) El desarrollo de patologías como consecuencia del acoso laboral: Estas patologías son muy bien conocidas hoy en día, síndromes depresivos, alteraciones de la memoria, sentimiento de persecución, alteraciones psicosomáticas (que pueden afectar a las zonas uterinas, mamarías o tiroideas,...).
Christophe Dejours ha analizado del modo siguiente el fenómeno: "...El acoso en el trabajo no es ninguna novedad. Hoy en día parece algo nuevo porque ha aumentado mucho más de lo que existía en el pasado. Entre el acoso, por una parte y, las patologías por otra es evidente que existe una fragilización de las personas ante las maniobras de acoso. Esta fragilización puede ser analizada. Los resultados de su estudio son bastante precisos. Y, podemos observar que está muy ligada a lo que llamamos los recursos defensivos, en particular las defensas colectivas y la solidaridad. Este es un elemento determinante en el aumento de las patologías. En otros términos, las patologías del acoso son, ante todo, las patologías de la soledad...." (Christophe Dejours, Alienación y clínica en el trabajo, Actuel Marx nº 39).
"...Hace treinta o cuarenta años el acoso y las injusticias existían, pero no habían suicidios en el trabajo. Su aparición está estrechamente ligada a la destrucción de la solidaridad entre los trabajadores...." (Christophe Dejours, Entrevista publicada por Le Monde, 14.08.2009).
Este es, sin duda, uno de los elementos centrales del sufrimiento psíquico ligado al trabajo y que permite, en gran parte, explicar el aumento de los suicidios: el aislamiento de los trabajadores.
¿Cómo comprenden los especialistas el fenómeno del aislamiento de los trabajadores? Para explicar este fenómeno, Christphe Dejours concede una importancia, particular, a la puesta en práctica en los últimos años en especial, a la evaluación individualizada de los resultados: "...La evaluación individualizada, en la medida en que está ligada a contratos por objetivos o a una gestión por objetivos y estrechamente relacionada con la consecución de resultados y en el centro de los beneficios, conduce al desarrollo generalizado de la competencia entre los protagonistas, es decir, entre los diferentes servicios dentro de una misma empresa, entre filiales, entre sucursales, talleres, etc...
Esta concurrencia, cuando está ligada a la amenaza de despido, conduce a una profunda transformación de las relaciones en el trabajo. Puede degradar las relaciones en el trabajo en cuanto que generalmente está asociada a un sistema, más o menos perverso, de primas. Pero, cuando la evaluación no está ligada a gratificaciones, sino a sanciones o amenazas de despidos, sus deletéreos efectos sal tan a la luz del día. La individualización, se convierte entonces en el cada uno para sí, en la concurrencia que empuja al desarrollo de relaciones desleales entre compañeros y entonces, la desconfianza se instala por doquier..... El resultado final de la evaluación y de los dispositivos relacionados con ella es la profunda destrucción de la confianza, del vivir juntos y de la solidaridad. Inevitablemente, el resultado de todo ello es la abrasión de los recursos defensivos contra los efectos patógenos del sufrimiento y de las presiones en el trabajo..." (Alienación y medicina en el trabajo).
Este autor, también subraya el hecho de que otro de los elementos del éxito actual de esas técnicas de presión y acoso reside en su aceptación pasiva por la mayor parte de los trabajadores, debido al clima de temor y miedo creciente resultado, en gran medida, del temor a la pérdida del empleo en una situación de crecimiento brutal del desempleo. Considera, igualmente, que la puesta en práctica de forma masiva es el resultado del éxito de la ideología liberal en los últimos 20 años.
El investigador en cuestión, se interesa por lo que él llama el "sufrimiento ético": el hecho de que los trabajadores atrapados en una sobrecarga de trabajo cada vez más insoportable y, obligados a conseguir la realización de unos objetivos inalcanzables fijados por sus patrones, se ven obligados a trampear y hacer "trabajo sucio", es decir, realizar una serie de trabajos que reprueban moralmente, como por ejemplo, el tele-marketing. Este sufrimiento ético afecta también a muchos cuadros y mandos intermedios que son, en última instancia, los encargados de aplicar estos nuevos métodos y a los que se les obliga a convertirse en verdugos.
En fin, Cristophe Dejours, se ve obligado a constatar que la cuestión del aumento de los sufrimientos en el trabajo ha sido dejada de lado en las reivindicaciones que plantean los sindicatos.
¿Qué relación puede haber entre los análisis de los especialistas (por ejemplo los del autor citado) y la visión de nuestra organización?.
De hecho, la CCI puede reconocerse en los análisis si bien es cierto y evidente que el punto de partida no es idéntico. Christophe Dejours es ante todo un médico que tiene por vocación curar a la gente enferma, en este caso, personas que están enfermas a causa de su trabajo. Pero, su rigor intelectual le obliga a ir a las raíces de las patologías que se propone curar. Por su parte, la CCI es una organización revolucionaria que combate el capitalismo en la perspectiva de su destrucción por la clase obrera. Pero si retomamos cada uno de los puntos abordados en la primera parte del artículo, podemos constatar que los análisis esbozados se pueden integrar en nuestro propio visón.
La "centralidad del trabajo": Este elemento es una de las bases del análisis marxista de la sociedad:
* el papel del trabajo, es decir la transformación de la naturaleza, en el surgimiento de la especie humana fue puesto en evidencia por Engels, en especial en su obra "El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre".
* las relaciones de producción, es decir, el conjunto de relaciones que se establecen y desarrollan entre los hombres en la producción social de su existencia, constituyen, para el marxismo, la infraestructura de la sociedad; las otras esferas de esta, relaciones jurídicas, modos de pensamiento, etc...dependen, en última instancia, de estas relaciones de producción.
* Marx consideró que en la sociedad comunista, cuando el trabajo sea emancipado de los corsés de la sociedad capitalista que lo convierten a menudo en una calamidad, se convertirá en la primera necesidad del hombre.
El reconocimiento por los otros: Esta es una de las bases esenciales de la solidaridad y del trabajo asociado.
La solidaridad es uno de los fundamentos de la sociedad humana, una característica que adquiere en la lucha del proletariado su forma más completa, el internacionalismo: la solidaridad no se manifiesta esencialmente hacia los miembros de la familia, de la tribu o nación, sino respecto del conjunto de la especie humana.
El trabajo asociado supone que podemos contar los unos con los otros en el proceso productivo, que nos reconocemos mutuamente. Desde el principio de la historia de la humanidad existe, pero en el seno del capitalismo ha encontrado su mayor extensión. Es, justamente, esta socialización del trabajo lo que hace necesario y posible el comunismo.
La sobrecarga de trabajo:
La CCI, como el conjunto de la visión del marxismo, siempre ha considerado que los progresos de la técnica no permiten, por si mismos, una disminución de la carga de trabajo en el sistema capitalista. La tendencia "natural" de este sistema, es de extraer cada vez más plusvalía a los asalariados. Incluso cuando puede darse una reducción de la jornada de trabajo (como fue el caso de las 35 horas en Francia), hay una intensificación de los ritmos, supresión o reducción de los tiempos de descanso. Esta es una realidad que toma formas cada vez más violentas a medida que se agrava y profundiza la crisis del capitalismo. Crisis que exacerba la concurrencia brutal entre las empresas capitalistas y los Estados.
La pérdida de la solidaridad que hace más vulnerables a los trabajadores ante el acoso:
Es un fenómeno que la CCI ha analizado a lo largo de las dos últimas décadas bajo dos ángulos:
* el retroceso de la conciencia y la combatividad en el seno de la clase obrera como resultado del hundimiento de los regímenes llamados "socialistas" en 1989 y de las campañas sobre la pretendida "victoria definitiva" del "capitalismo liberal" , sobre "el fin de la lucha de clases".
* los deletéreos efectos de la descomposición del capitalismo que avivan el "cada uno para sí", la "atomización", el "buscarse la vida individualmente", "la destrucción de las relaciones que funda la vida en cualquier tipo de sociedad" (ver "La Descomposición, última fase de la Decadencia del Capitalismo", Revista Internacional nº 62, 2º Trimestre de 1990).
Son estos dos factores los que explican en gran parte el hecho de que el capitalismo haya podido introducir en los últimos veinte años nuevos métodos de servidumbre sin provocar respuestas serías por parte de la clase obrera y, luchas de resistencia ante la degradación constante y considerable de sus condiciones de trabajo.
El que se suicida a causa de su trabajo forma parte, en términos generales, de aquellos que intentan resistir el aumento de la barbarie en el puesto de trabajo. Contrariamente a muchos de sus compañeros, no se resigna pasivamente a sufrir la sobrecarga de trabajo, el acoso, la desconfianza que se aplican al trabajo y que pretenden movilizarnos para "hacer un buen trabajo". Pero como aún no existe una resistencia colectiva y no hay solidaridad entre los trabajadores, su resistencia y su revuelta contra las injusticias que sufre o que constata alrededor de él son esencialmente individuales y aisladas. La una y la otra están condenadas al fracaso. Y la consecuencia última de este fracaso, es el suicidio que, no es solo un acto de desesperación sino que además es un último grito de revuelta contra el sistema que lo ha machacado. El hecho de que esta revuelta tome la forma de una autodestrucción no es, a fin de cuentas, más que una nueva manifestación del nihilismo que invade y recorre a la sociedad capitalista. Una sociedad que está condenada a la autodestrucción.
Cuando el proletariado reemprenda el camino de las luchas masivas, cuando la solidaridad de clase vuelva a manifestarse en nuestras filas, entonces, ya no habrán más suicidios en el trabajo.
Artículo traducido de Revolution Internationale (Marzo de 2010), publicación en Francia de la CCI.
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 539.46 KB |
Desde hace unos tres años aproximadamente, ciertos individuos o grupos anarquistas y la CCI han derribado las barreras que los separan atreviéndose a discutir de forma abierta y fraternal. Rompiendo con la indiferencia y el rechazo recíproco, a priori y sistemático, de anarquismo y marxismo a dar lugar a una voluntad de discutir, de comprender las posiciones del otro y de concretar honradamente los puntos de convergencia y de divergencia.
En México, este nuevo estado de espíritu ha permitido la redacción común de una hoja firmada por dos grupos anarquistas (el GSL y el PAM)1 y una organización de la Izquierda Comunista (la CCI). En Francia, recientemente, la CNT-AIT de Toulouse ha invitado a la CCI a realizar una presentación en una de sus reuniones públicas2. En Alemania también, los lazos comienzan a desarrollarse.
Sobre la base de esta dinámica, la CCI ha iniciado un trabajo a fondo sobre la cuestión de la historia del Internacionalismo dentro del movimiento anarquista. Hemos publicado a lo largo del año 2009 toda una serie de artículos denominada "Los anarquistas y la guerra"3. Nuestro objetivo ha sido mostrar que en cada conflicto imperialista, una parte de los anarquistas han tratado de evitar la trampa del nacionalismo y defender el internacionalismo proletario. También mostrar que estos camaradas estaban dispuestos a continuar luchando por la revolución y el proletariado internacional mientras a su alrededor se desencadenaba el chovinismo y la barbarie guerrera.
Cuando se conoce la importancia que la CCI atribuye al Internacionalismo, verdadera frontera que delimita a los revolucionarios que luchan realmente por la emancipación de la humanidad de los que traicionan el combate del proletariado, ¡estos artículos han sido la evidencia no solamente de una crítica sin concesiones de los anarquistas que han apostado por la guerra sino sobre todo un saludo a los anarquistas internacionalistas¡
Sin embargo nuestra intención no ha sido bien percibida. Esta serie ha sido recibida momentáneamente con una cierta frialdad. De un lado, los anarquistas han visto un ataque en regla contra su movimiento. Del otro, los simpatizantes de la Izquierda Comunista y de la CCI no han comprendido nuestra voluntad de "aproximación a los anarquistas"4.
Más allá de las torpezas contenidas en nuestros artículos de las que hemos podido "apuntar" algunas5, estas críticas aparentemente contradictorias tienen de hecho la misma raíz. Revelan la dificultad de ver, más allá de las divergencias, los elementos esenciales que aproximan a los revolucionarios.
Los que se reclaman de la lucha por la revolución son tradicionalmente clasificados en dos categorías: los marxistas y los anarquistas. Hay en efecto divergencias muy importantes que los separan: centralismo/federalismo; materialismo/idealismo; "periodo de transición" o "abolición inmediata del estado"; reconocimiento o denuncia de la Revolución de Octubre 1917 y del Partido Bolchevique...
Todas estas cuestiones son efectivamente muy importantes. Es nuestra responsabilidad no esquivarlas y debatirlas abiertamente. Pero por otra parte no constituyen para la CCI fronteras de clase. Concretamente, nuestra organización, que es marxista, considera que lucha por el proletariado al lado de los militantes anarquistas internacionalistas y frente a los llamados partidos "comunistas" y maoístas (que sin embargo se proclaman también marxistas). ¿Por qué?
Dentro de la sociedad capitalista, existen dos campos fundamentales: el de la burguesía y el de la clase obrera. Nosotros denunciamos y combatimos todas las organizaciones políticas que pertenecen al primero. Y discutimos, a veces vivamente pero siempre fraternalmente, y tratamos de colaborar con los miembros del segundo. Ahora bien, bajo la etiqueta de "marxista" se esconden organizaciones auténticamente burguesas y reaccionarias; ¡igual que bajo la etiqueta de "anarquista"!
No se trata de pura retórica. La historia abunda en ejemplos de organizaciones "marxistas" o "anarquistas" que han jurado defender la causa del proletariado para luego apuñalarlo por la espalda. La socialdemocracia alemana se decía marxista en 1919 al mismo tiempo que asesinaba a Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht y miles de obreros. Los partidos estalinistas han aplastado sanguinariamente las insurrecciones obreras de Berlín en 1953 y de Hungría en 1956 en nombre, también, del "comunismo" y del "marxismo" (en realidad por el interés del bloque imperialista dirigido por la URSS). En España, en 1937, los dirigentes de la CNT participando en el gobierno, sirvieron de garantía a los verdugos estalinistas que masacraron y reprimieron sanguinariamente a miles de revolucionarios... ¡anarquistas! Actualmente en Francia por ejemplo, la misma denominación "CNT" recubre dos organizaciones anarquistas, una con posiciones auténticamente revolucionarias (CNT-AIT) y otra puramente "reformista" y reaccionaria (CNT Vignoles6).
Descubrir los falsos amigos que se esconden detrás de las "etiquetas" es vital. Pero no hay que caer en la trampa contraria y creerse los únicos en el mundo, los detentadores exclusivos de la "verdad revolucionaria". Los militantes comunistas son actualmente poco numerosos y no hay nada peor que el aislamiento. Hace falta también luchar contra la tendencia todavía muy grande de la defensa de "la capilla", de "la familia" (anarquista o marxista) y contra el espíritu de tendero que nada tiene que hacer en el campo de la clase obrera. Los revolucionarios no son competidores los unos respecto a los otros. Las divergencias, los desacuerdos, algunos de ellos profundos, son una fuente de enriquecimiento para la conciencia de toda la clase obrera cuando se discuten abierta y sinceramente. Crear lazos y debatir a escala internacional es una necesidad absoluta.
Pero por todo esto es necesario saber distinguir los revolucionarios (aquellos que defienden la perspectiva del derrocamiento del capitalismo por el proletariado) de los reaccionarios (aquellos que, de una manera o de otra, contribuyen a la perpetuación de este sistema), sin focalizarse sobre la única etiqueta "marxismo" o "anarquismo".
Para la CCI existen dos criterios fundamentales que distinguen a las organizaciones burguesas y proletarias.
Apoyar los combates de la clase obrera contra el capitalismo significa a la vez luchar de forma inmediata contra la explotación (con las huelgas, por ejemplo) sin perder de vista el envite histórico de este combate: el derrocamiento de este sistema de explotación por la revolución. Por este motivo, las organizaciones que se reclaman de ese combate, no deben jamás dar su apoyo, de la manera que sea (de forma "crítica", por "táctica", o en nombre del "mal menor"...), a un sector de la burguesía: ni a la burguesía "democrática" contra la burguesía "fascista": ni a la izquierda contra la derecha: ni a la burguesía palestina contra la burguesía israelí: etc. Tal política tiene dos implicaciones concretas:
rechazar todo apoyo electoral, toda colaboración, con los partidos garantes del sistema capitalista o defensores de cualquier forma de éste (socialdemocracia, estalisnimso, "chavismo", etc.).
Sobre todo, ante cualquier guerra, mantener un internacionalismo intransigente, rechazando escoger entre cualquier campo imperialista. A lo largo de la Primera Guerra Mundial como a lo largo de todas las guerras imperialistas del siglo XX, todas las organizaciones que, por apoyar a un campo, han abandonado el terreno del internacionalismo, han traicionando a la clase obrera y se han pasado definitivamente al campo de la burguesía7.
Estos criterios , expuestos aquí muy brevemente, explican por qué la CCI considera a ciertos anarquistas como camaradas de combate, por qué desea discutir y colaborar con ellos mientras que denuncia paralelamente con virulencia a otras organizaciones anarquistas.
Por ejemplo, nosotros colaboramos con el KRAS (sección de la AIT anarcosindicalista en Rusia), publicando y saludando sus tomas de posición internacionalistas frente a la guerra, sobre todo la de Chechenia. La CCI considera a estos anarquistas, a pesar de las divergencias, como perteneciente de verdad al campo del proletariado. Ellos se desmarcan claramente de todos esos anarquistas y de todos esos "comunistas" (como los partidos "comunistas" o maoístas o trotskistas) que defienden en teoría el internacionalismo pero al que se oponen en la práctica, defendiendo en cada guerra un campo beligerante contra el otro. Ello no nos hace olvidar que en 1914, ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, y en 1917, ante la Revolución Rusa, la mayor parte de "marxistas" de la socialdemocracia se pusieron del lado de la burguesía contra el proletariado mientras que la CNT española denunció la guerra imperialista ¡y apoyó la revolución! Ante los movimientos revolucionarios desde 1910, los anarquistas y los marxistas que actúan sinceramente a favor de la causa del proletariado se encuentran codo con codo en el combate, a pesar de sus desacuerdos. En este período, hay un intento de colaboración de gran amplitud entre los revolucionarios marxistas (los bolcheviques, los espartaquistas alemanes, los tribunistas holandeses, los abstencionistas italianos, etc.) que se están separando de una IIª Internacional en degeneración, y numerosos grupos que se reclaman del anarquismo internacional. Un ejemplo de este proceso es el hecho que una organización como la CNT estudia la posibilidad finalmente rechazada de integrarse en la Tercera Internacional8.
Por mostrar un ejemplo más reciente, por todo el mundo y frente a los acontecimientos actuales, existen grupos anarquistas y secciones de la AIT que no solamente mantienen una posición internacionalista sino que también luchan por la autonomía del proletariado frente a todas las ideologías y a todas las corrientes de la burguesía:
Estos anarquistas defienden la lucha directa y masiva además de la autoorganización en asambleas generales y en consejos obreros.
Rechazan toda participación en la mascarada electoral y todo apoyo a cualquier partido político pretendidamente "progresista" que participe en esta mascarada.
Dicho de otra manera, son partidarios de los principios formulados por la Primera Internacional: "La emancipación de los trabajadores será obra de los mismo trabajadores". Abriéndose además un combate por la revolución y por una comunidad humana mundial.
La CCI pertenece al mismo campo que los anarquistas internacionalistas que defienden realmente la autonomía obrera ¡Sí, nosotros los consideramos como camaradas con los que deseamos debatir y colaborar! Sí, nosotros pensamos igualmente que estos militantes anarquistas tienen más en común con la Izquierda Comunista que con los que, bajo la misma etiqueta anarquista, defienden en realidad posiciones nacionalistas o "reformistas" y que son de hecho, defensores del capitalismo, reaccionarios.
Poco a poco se están desarrollando entre todos los elementos y grupos revolucionarios e internacionalistas del planeta debates vivos y animados, donde hay torpezas, malentendidos y verdaderos desacuerdos. Pero las necesidades de la lucha del proletariado contra un capitalismo cada vez más inhumano y bárbaro, la perspectiva indispensable de la revolución proletaria mundial, condición para garantizar la supervivencia de la humanidad y del planeta, exigen este esfuerzo. Se trata de un deber. Y actualmente que emergen de nuevo minorías proletarias revolucionarias en numerosos países, se reclamen del marxismo o del anarquismo (o que estén abiertas a los dos), el deber de debatir y colaborar debe encontrar una adhesión determinada y entusiasta.
TRADUCCIÓN DE RÉVOLUTION INTERNATIONALE (publicación de la CCI en Francia).
1 GSL: Grupo Socialista Libertario(https://webgsl.wordpress.com/ [46]; PAM: Proyecto Anarquista Metropolitano (proyectoanarquistametropolitano.blogspot.com).
2 Un ambiente caluroso reinó a lo largo de esta reunión. Leer el escrito titulado "Reunión CNT-AIT de Toulouse del 15 de abril de 2010: hacia la constitución de un crisol de reflexión en el medio internacionalista".
3 "Los anarquistas y la guerra (I)" (RI nº 402). "La participación de los anarquistas en la Segunda Guerra Mundial (II)" (RI nº 403). "De la Segunda Guerra Mundial a la actualidad (III)" (RI nº 404). "El Internacionalismo, una cuestión crucial" (IV)" (RI nº 405).
4 En particular, los camaradas han estado en un primer momento molestos por la realización de una hoja en común GSL-PAM-CCI. Hemos tratado de explicar nuestra actitud en un artículo en español titulado "¿Cuál es nuestra actitud frente a los camaradas que se reclaman del anarquismo?" (https://es.internationalism.org/node/2715 [47]).
5 Algunos camaradas anarquistas han señalado con toda la razón las torpezas, las formulaciones imprecisas e igualmente los errores históricos. Nosotros rectificaremos próximamente. Tenemos sin embargo que rectificar ya dos de las más groseras:
En varias ocasiones la serie "Los anarquistas y la guerra" afirma que la mayoría del movimiento anarquista se ha hundido en el nacionalismo durante la Primera Guerra Mundial y que sólo un puñado de individuos defendió, con peligro de su propia vida, la posición internacionalista. Los elementos históricos aportados en el debate por los miembros de la AIT, confirmados por nuestras búsquedas, revelan que en realidad una gran mayoría de anarquistas se levantaron contra la guerra de 1914 (a veces en nombre del internacionalismo o del antinacionalismo, más a menudo en nombre del pacifismo).
El error más embarazoso (y que nadie ha señalado hasta ahora) cometido en este artículo, concierne a la insurrección de Barcelona de mayo de 1937. En el artículo escribimos: "los anarquistas se hicieron cómplices de la represión por parte del Frente Popular y del gobierno de Cataluña". Pero en realidad, fue en contra de los militantes de la CNT o de la FAI que constituían la mayor parte de los obreros sublevados de Barcelona y que fueron las principales víctimas de la represión organizada por las hordas estalinistas. Es muy justo denunciar la colaboración en esta masacre de la dirección de la CNT antes que de "los anarquistas". Es este el sentido de nuestras posiciones sobre la Guerra de España, las cuales son defendidas sobre todo en el artículo "Lecciones de los acontecimientos de España" del número 36 de la revista Bilan (noviembre 1936).
6 "Vignoles" es el nombre de la calle donde se sitúa su local principal.
7 Hay que mencionar también los elementos o grupos que no obstante se han podido separar de organizaciones que se han pasado al campo de la burguesía, por ejemplo la tendencia de Munis o la que dio lugar a "Socialismo o Barbarie" en el seno de la "IV Internacional" trotskista.
8 Ver "Historia del movimiento obrero: la CNT frente a la guerra y a la revolución (1914-1919)", segundo artículo de una serie sobre la historia de la CNT, en la Revista Internacional nº 129
La Reforma Laboral aprobada el pasado 22 de Junio por el parlamento español, supone un mazazo a las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera. Una puñalada más que añadir al descomunal número de parados (casi CINCO millones), a los recortes salariales por doquier - como el del 5% de media en las nóminas de los empleados públicos - a la congelación de las pensiones,... Supone, también, el siniestro toque de una nueva carga anti-obrera que se barrunta en el horizonte: el retraso de la edad de jubilación a los 67 años y el recorte de las pensiones vía la ampliación del período de cálculo de ellas, el tajo a prestaciones y subsidios sociales, y un terrorífico etcétera.
A lo largo de los meses que Gobierno, Patronal y Sindicatos han estado "mareando la perdiz" con las negociaciones de, una u otra, Reforma laboral, nos han estado machacando de que constituía una necesidad perentoria para eliminar las "rigideces" del mercado laboral que impedían, según ellos, la lucha contra el desempleo, achacando además esta falta de flexibilidad, a la defensa de los intereses de casta de los trabajadores con contratos fijos que, egoístas ellos, se negarían a renunciar a sus altas (¿?) indemnizaciones por despido. Pero esto no son más que patrañas. En cuanto a lo primero las propias estadísticas oficiales de la burguesía española así lo atestiguan: en el año 2009 se realizaron en España 13 millones de contratos, el 68% de ellos de menos de 1 mes. ¿Dónde está la rigidez? Y sin embargo el número de parados se incremento en más de 1 millón de personas. Respecto a lo de la "dualidad" (una palabra muy en boga) del mercado laboral, es innegable la alta tasa de temporalidad, que ha llegado a superar el 33% de la población activa1. Lo que es rotundamente falso e insidioso es inculpar de ello a los trabajadores "fijos", cuando la causa, como mostraremos más adelante, es precisamente la sucesión de reformas laborales, que desde hace más de 30 años, la burguesía viene lanzando contra los trabajadores en España.
Digamos, de entrada, que fueron las grandes luchas masivas de los años 72-76 las que forzaron a la patronal y a sus gobiernos (franquistas y de la UCD) a hacer concesiones en materia de indemnizaciones por despido improcedente (Ley de Relaciones Laborales de 1976).
Pero como sucede en la etapa de la crisis histórica del capitalismo, las mejoras conquistadas por los trabajadores son inmediatamente atacadas por las exigencias de la explotación capitalista. Por ello, cuando el impacto de las mistificaciones democráticas y sindicales fue agotando esa formidable oleada de combatividad obrera, la burguesía española pasó al contra-ataque, primero con los Pactos de la Moncloa de 1977 y los topes salariales de Abril Martorell en 1979, y luego con el Acuerdo de Bases, el Estatuto de los Trabajadores y el Acuerdo Marco en 19802. Con esta batería de medidas, se establecía por ejemplo, la existencia de "causas objetivas" para los despidos (bajas laborales prolongadas3, " inadaptación" del empleado al puesto de trabajo, causas tecnológicas,...), así como los primeros pasos para el desarrollo de la eventualidad laboral (aunque entonces sólo afecta al 4% de los trabajadores). En aquel momento sin embargo la principal prioridad de la burguesía es liquidar las concesiones (p. ej. las subidas salariales iguales para todos y no porcentuales) a las que le habían forzado las huelgas del 75 y 76. Además en esa legislación se introduce por primera vez la indexación de las subidas salariales con las previsiones de IPC del Gobierno (y no con la inflación real del año anterior como se había reivindicado hasta ese momento), y sobre todo se establecen por vez primera las famosas "cláusulas de descuelgue" de los convenios, por las que los trabajadores de las empresas pequeñas y medianas pierden la "protección" de los compañeros de las empresas más grandes, y que permiten a la Patronal que, una vez diluida la fuerza que da la lucha común, apliquen las condiciones que les convengan. Y hoy UGT, que aplaudió el Estatuto de los Trabajadores y aprobó el Acuerdo Marco tiene la desfachatez de protestar por el "atentado" a la negociación colectiva que supone la Reforma Laboral de ZP.
El siguiente bajonazo ya no se concentrará tanto en los salarios (que desde entonces no han recuperado verdaderamente capacidad adquisitiva) sino las pensiones y la eventualidad laboral. Respecto a la primera recordemos la Reforma de la Seguridad Social de 1985 que recortó las pensiones de jubilación mediante la ampliación del período de cálculo de ésta (una más de las ideas de Felipe González que hoy copia ZP). En cuanto a la segunda conviene recordar que en aquellos momentos se está produciendo en todo el mundo una plaga de desmantelamiento de empresas, so capa de "reconversión industrial", que en España supone 1 MILLÓN DE DESPIDOS, llevando la tasa de paro a una cota superior al 20%. Con el Acuerdo Económico y Social (1984) y la Reforma del Estatuto de los Trabajadores (1985), el gobierno "socialista" ponía a la patronal en bandeja de plata ¡hasta 16 modalidades de contratación! con las que procede a la sustitución de empleo fijo por contratos temporales4. En otro ejercicio de brutal cinismo Felipe González prometió entonces que «los empleos temporales de hoy serán los fijos de mañana» (reconocía Antonio Gutiérrez entonces capitoste de CCOO y hoy apoltronado del PSOE en su reciente artículo de El País del 22/06). Lo cierto es que la tasa de eventualidad pasó en los 3 años siguientes del 13 al 30% de la población activa.
Tras los activos, los parados; tras los parados jóvenes a los que se encadenaba de por vida a la precariedad, a los desempleados de larga duración. El incesante ataque de los explotadores a las condiciones de vida y trabajo del proletariado ha ido poniendo el punto de mira sucesivamente en un sector obrero tras otro. Al Plan de Empleo Juvenil de 1988, le sucedió el Decretazo promulgado en Abril de 1992 por el gobierno PSOE que suponía un criminal recorte de los subsidios de paro tanto en cuantía como en duración de las prestaciones. Con el 33% de los trabajadores encadenados a una inacabable sucesión de contratos temporales, el Gobierno elevaba de 6 meses a 1 año el período mínimo de cotización para poder tener derecho a la prestación de desempleo.
Y a éste le siguió la Reforma Laboral del año 1994. Entonces la burguesía siguió un guión similar al empleado con la que están a punto de implantar en 2010. Durante meses Sindicatos, Patronal y Gobierno marearon la perdiz de unas inacabables negociaciones que al final "fracasaron", lo que obligó a Felipe González a promulgar en solitario una ampliación del arsenal anti-obrero de la burguesía (sobre todo de las causas objetivas de despido y del las "cláusulas de descuelgue" de los convenios). Al mismo tiempo instauraba nuevos tormentos para los asalariado: el llamado "contrato de aprendizaje" (rebautizado por los trabajadores como "contrato basura"), y la legalización de las ETT's (también conocida como "chupasangres").
Envalentonado por el ejemplo de su predecesor, el gobierno de Aznar procedió a idéntica sistemática estrenándose con un bloqueo del salario de los funcionarios (1996), para proseguir al año siguiente con una "nueva" (¿y van...?) Reforma Laboral, apellidada en esta ocasión Acuerdo para la Estabilidad en el Empleo y la Negociación Colectiva, que amén de permitir a los patronos la movilidad geográfica de sus empleados, u organizar a su antojo la jornada laboral mediante la introducción del cómputo anual de las horas de trabajo, se concentraba sobre todo en la ampliación de las causas objetivas de despido como vía para abaratarlo, que como hemos visto ha sido siempre (desde el Estatuto de los Trabajadores) y va a ser ahora en la reforma ZP, la vía elegida por la burguesía para abaratara el despido5. ¿Por qué entonces lo que entonces les pareció a los Sindicatos de lo más plausible, procediendo a firmarlo entusiásticamente, les suena hoy a "intolerable recorte de derechos laborales"?. La explicación no está en que, como quieren hacernos creer los propios sindicatos, el gobierno ha dado "un giro copernicano". Lo que ha cambiado es sin duda, la situación de hartazgo e indignación de los explotados ante la avalancha de ataques y la propia complicidad sindical, aunque esto será materia de otro artículo de nuestras publicaciones.
Y ahora, poniendo una vez la coartada de la lucha contra el desempleo y la precariedad, aprietan el culo - hasta el extremo de que sus señorías están dispuesta a "trabajar" en Agosto - para aprobar una nueva "reforma laboral", que viene a ser más de lo mismo, puesto que, como todas las reformas anteriores, no va crear empleo sino simplificar y abaratar su destrucción, y no va a erradicar la plaga de la eventualidad sino a generalizarla. Así por ejemplo, y presuponiendo que la redacción definitiva conserve lo esencial de lo aprobado el 22 de junio,...
- Se van a a incluir entre las causas objetivas de despido (que darán lugar a indemnizaciones de 20 días por año trabajado con el tope de 12 mensualidades) que «de los resultados de las empresas se desprenda una situación económica negativa».
- Se amplían las causas para la utilización de "clausulas de descuelgue" por empresas en "dificultades" (¿?).
- Se universaliza para los nuevos contratos de todos los obreros la indemnización de 33 días por año trabajador en los casos de despido improcedente.
- Hasta 2012 se financian hasta 8 días de esa indemnizaciones con cargo al FOGASA (Fondo de Garantía Salarial), que, en teoría, se compone de cotizaciones patronales, pero que habida cuenta de la situación deficitaria que ya presenta a día de hoy (es incapaz de pagar más de la mitad de lo que debe), es fácil prever que será asumido por el Estado, en una nueva e indecente demostración de transvase de plusvalía a favor de los empresarios, lo que en el eufemístico y zapateril lenguaje se define como "socialización de las indemnizaciones".
- Se faculta a las empresas a aplicar el llamado "modelo alemán", es decir la sustitución de despidos por reducciones desde el 10% hasta el 70% de la jornada laboral, cubriéndose la diferencia salarial del trabajador con cargo a.... ¡sus subsidio de desempleo!.
Lo que la burguesía española necesita, con la urgencia que la plantea la agravación de la crisis capitalista mundial y su posición de especial debilidad ante ella6, es descargar un nuevo y criminal hachazo a lo que ella llama "costes laborales" que son en realidad nuestras vidas, nuestras condiciones de trabajo,... Sabe pertinentemente, por mucho que trate de colarnos discursos esperanzadores, que se avecinan nuevos planes de despidos masivos, recortes tremebundos de prestaciones sociales, etc,... y necesita acerar su arsenal chantajista e intimidador. Al día siguiente de aprobada la Reforma laboral 2010, el propio gobierno así lo aplicaba con los trabajadores de una empresa pública como es la agencia oficial de noticias (EFE), que se negaron a aceptar una reducción de salarios del 8% y que por ello sufrieron 29 despidos por "causas objetivas". Habría que preguntarse por ejemplo que futuro les espera, con esta nueva ley, a los miles de trabajadores que llevan dos años en Expedientes de Regulación de Empleo como en el sector del automóvil, y que se enfrentan ahora a una nueva caída de los pedidos,...
Es normal que esta nueva Reforma Laboral llene a los trabajadores de preocupación e indignación. Para muchas familias obreras con los jóvenes en paro o con empleos precarios, y los mayores con pensiones insuficientes, los 45 días por año trabajado a los que hasta ahora tenían derecho los trabajadores de la generación que hoy tiene 45-55 años de edad, constituía una especie de colchón de seguridad que ahora ha desaparecido llenándoles de inquietud. Además si en el pasado la burguesía trataba de espaciar los ataques de forma que no todos los sectores de la clase obrera se vieran concernidos simultáneamente, ahora, debido precisamente a la reducción del margen de maniobra que provoca la agravación de la crisis capitalista mundial, se percibe muy bien como todos los sectores obreros (activos, parados y pensionistas; funcionarios y empleados del sector privado,...); y todas las condiciones del trabajo asalariado (la contratación y el despido, el salario, la jornada laboral,...) están siendo atacados a muerte. Aquí y en todo el mundo. En Gran Bretaña por ejemplo, hace ya unos meses que el anterior gobierno laboralista (contando con la anuencia de 5 de los 6 sindicatos del sector público) redujo el tope de las indemnizaciones por despido para los trabajadores públicos de seis años y medio a dos años. Ahora el nuevo gobierno "conservador" pretende introducir una legislación de emergencia para abaratar las rescisiones de contratos mientras amenaza con más de 600 mil despidos de empleados públicos.
Ahora de nuevo, para debilitar nuestra respuesta quieren hacernos creer que efectivamente se trata de un mal trago, de una situación de emergencia derivada de una crisis que igual que ha venido se irá, y que podremos de nuevo volver a "disfrutar" de la prosperidad capitalista,... pero como hemos podido ver con el histórico de las sucesivas reformas laborales acaecidas en España, los ataques anti- obreros no aparecen y desaparecen sino que se implantan y se quedan, ahondando cada vez más la precariedad y la miseria en el seno de los trabajadores, como corresponde a una situación de crisis sin salida del sistema capitalista que condiuce a la humanidad a su aniquilamiento.
La verdadera alternativa a ese negro futuro no pasa por mantener el capitalismo en su versión aparentemente "humana", con otro mercado laboral organizado por consenso entre Patronal, Gobierno y Sindicatos, como defienden estos últimos. Precisamente ese mismo histórico pone de manifiesto la complicidad sindical con los sucesivos planes anti obreros de la burguesía, bien refrendándoles abiertamente; bien, como analizaremos más extensamente en un posterior artículo de esta publicación, "oponiéndoles" pataletas estériles como las huelgas generales de 1985, 1988, 1994 y 2002. No. La única plataforma a la que los obreros pueden agarrarse para tratar de resistir el vendaval de los ataques anti obreros es la lucha, la solidaridad con todos los focos que expresen una resistencia a la lógica criminal de la explotación, la creación de lugares -reuniones, asambleas, manifestaciones, etc,.. - donde analizar juntos la gravedad de los ataques que nos afectan a todos, donde la respirar la fuerza que da la unidad y la solidaridad de clase. La preparación de esos combates no pasa por esperar pasivamente a las convocatorias sindicales, sino juntarnos, organizarnos, promover iniciativas que vayan impulsando en el seno de la clase obrera las repuestas masivas a los ataques generalizados contra ella.
Valerio, 16 de Julio de 2010.
1 Aunque el brutal aumento del paro que en los dos primeros años de la crisis se ha cebado más en los empleos precarios ha reducido actualmente esa tasa al 25%.
2 Faltos de espacio remitimos a los lectores interesados a que nos soliciten los nº de AP en los que denunciamos los ataques anti-obreros y las patrañas ideológicas de la burguesía que los acompañaron
3 También es de esa época la disposición que reduce el salario en caso de enfermedad.
4 Este reemplazo de un tipo de contrato por otro viene también determinado por la creciente debilidad del capital español respecto a sus competidores. Liquidado prácticamente el "sueño industrial" del franquismo, el capital español se deshace de sus posiciones en astilleros, siderurgia, etc. y se concentra en sectores como el turístico que le permiten el uso de mano de obra poco cualificada, con una rotación muy alta, como antes veíamos con las estadísticas sobre contratos temporales, etc.
5 En la editorial del nº 133 de Acción Proletaria en que denunciábamos esta estratagema, recogíamos lo que El País había publicado el 1 de Marzo de 1997: "Un documento interno de la CEOE reconoce claramente el objetivo de abaratar el despido. La reforma pues, debe centrase en conseguir que en la práctica el coste del despido se vea reducido mediante una regulación adecuada del denominado despido objetivo y, por tanto, que en el futuro la mayor parte de los despidos pueda canalizarse al amparo de esta modalidad de extinción"
6 Excede de las pretensiones de este artículo explicar ese curso histórico de la crisis capitalista mundial, así como de las particularidades de sus repercusiones en España. Animamos a los lectores interesados en conocer nuestros análisis sobre ello a consultar los artículos del anterior número de AP: La crisis no se va sino que continua más grave [50], y también Plan de austeridad del Gobierno Zapatero: El peor ataque a los trabajadores desde que se instauró la democracia [51]
Desde hace 40 años, el capitalismo ha entrado en una situación de crisis más o menos abierta. En los años que van de 1967 a 1974, una serie de crisis monetarias (libra, dólar) acaban con un largo periodo de prosperidad relativa llamado por los economistas "los 30 gloriosos". Desde entonces, el capitalismo se ha ido hundiendo en una crisis prácticamente permanente que dura más de 40 años1.
Esta situación de crisis permanente, a veces larvada, a veces abierta, se ha manifestado en momentos de convulsión, caída de la producción, inflación, hundimiento de las bolsas etc. Los episodios más virulentos han sido 1973-75, 1979, 1982, 1987, 1989, 1991-93, 1997-98, 2001... el capitalismo ha podido superarlos momentáneamente y proseguir un funcionamiento más o menos "normalizado", a través de un doble recurso: por un lado, dosis cada vez más gigantescas de endeudamiento, de otra parte, una degradación creciente de las condiciones obreras.
La impresión que daba esta evolución es que el capitalismo seguía igual que siempre, sometido al esquema "clásico": crisis-recuperación-nueva crisis...
Desde sus más lejanos orígenes, el capitalismo ha vivido en medio de crisis. Esto va ligado a su carácter ferozmente competitivo, a la necesidad orgánica que tiene de expandirse sin descanso y al dinamismo que encierra. En el periodo histórico donde el capitalismo era un sistema progresivo (básicamente entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XX), capaz de desarrollar las fuerzas productivas de la humanidad, las crisis constituían una manifestación de vitalidad, pese a los tremendos sufrimientos que provocaba, cada crisis abría el paso a una nueva época de crecimiento, expansión y desarrollo, donde las condiciones de vida obreras podían mejorar o, al menos, aliviarse.
Lo que hemos visto en los últimos 40 años en apariencia serían "crisis cíclicas" como las del siglo XIX. Sin embargo, vistas más profundamente, lo que han dado lugar no ha sido a un verdadero crecimiento sino a sucesivas recuperaciones convulsas y contradictorias, donde la producción tendía a menguar y partes crecientes de la actividad económica eran reemplazadas por burbujas, especulación, actividades improductivas (el auge espectacular de los servicios y las finanzas) que mostraban un "desarrollo" canceroso y enfermizo.
Los gobernantes, los sindicalistas, los partidos defensores del sistema, los llamados "expertos", utilizaban la similitud formal entre las convulsiones de los últimos 40 años y las crisis cíclicas del pasado para sembrarnos la ilusión de que viviríamos en un ciclo eterno de "crisis-recuperación-nueva crisis". Su sabiduría no llega más allá de la fácil constatación de que tras la tormenta viene el cielo azul y radiante.
Esas expectativas han sufrido un rudo golpe con la evolución actual de la crisis. En 2007-2008, pese a las evidencias de la gravedad que se amontonaban en las noticias económicas, nos repitieron la cantinela clásica: "de esta saldremos". En 2009, cuando la crisis arreciaba y el paro se multiplicaba, veían por todas partes "brotes verdes" y anunciaban la inminente "salida del túnel".
Por ello, los hechos dramáticos que se han venido precipitando durante el primer semestre de 2010, especialmente en Europa, no solo han desmentido esos optimistas pronósticos, sino que han evidenciado que no salíamos de la crisis sino que nos metíamos de hoz y coz en una fase superior y mucho más grave de la misma.
En otros artículos hemos descrito los graves acontecimientos que se han producido: crisis de Grecia, crisis generalizada en la UE y especialmente en España y el anuncio a partir de mayo de una serie de brutales planes de austeridad, acometidos directamente por los gobiernos, que son los peores desde la 2ª Guerra Mundial2.
Lo que en 2007-2008 se mostraba como una "crisis financiera", en 2010 aparece como algo mucho peor: la crisis de insolvencia de los propios Estados y en el horizonte una crisis monetaria de gran magnitud.
Esta evolución provoca preguntas angustiosas en muchos trabajadores: ¿saldremos realmente de ésta? ¿Servirán para algo el brutal ricino de los planes de austeridad?, preguntas que se podrían resumir en un dilema lapidario: ¿crisis cíclica o crisis de agonía y descomposición del capitalismo?
Es el momento de un intenso y apasionado debate en torno a esa pregunta central. Para comprender la crisis actual y ver la perspectiva que abre no podemos partir de ella misma, ni siquiera de los últimos 40 años, hemos de verla a la luz de 100 años de catástrofes y convulsiones, apenas disimulados por progresos contradictorios y erráticos o por momentos de prosperidad relativa, 100 años que configuran lo que llamamos la decadencia del capitalismo. Esta crisis, muestra, a nuestro parecer, una confirmación de ese análisis que señala que el capitalismo hace mucho tiempo que agotó sus posibilidades de desarrollar las fuerzas y capacidades de la humanidad y, en consecuencia, se hace realidad un viejo slogan del movimiento obrero: PARA QUE LA HUMANIDAD PUEDA VIVIR, EL CAPITALISMO DEBE MORIR.
En 2007-2009, la crisis nos daba muy duro, especialmente con el estallido desbocado del desempleo. Sin embargo, parecería que todo eso no era "culpa" de papá Estado. Los gobernantes se colocaban en un papel "neutral" y anunciaban solícitos su disposición para "proteger a los más desfavorecidos". Dos exponentes de esta política eran una gobernante de derechas como Frau Merkel y un señorito de "izquierdas" como el "buenista" Zapatero que a todas horas proclamaba que de "esta crisis se saldría sin ninguna merma en los derechos de los trabajadores".
Esos cuentos de hadas han saltado por los aires en el primer semestre de 2010. Los "escrúpulos sociales" de frau Merkel se han desvanecido y Zapatero, el "gran protector" de los trabajadores, se ha convertido en un cruel Atila que aniquila uno tras otros sus ya de por sí muy debilitados "derechos".
La transformación de estos dos personajes no tiene nada de "itinerario personal", expresa que el Estado Capitalista, durante tantos años parapetado tras las sobadas fachadas de la "democracia" y el "Bienestar", empiezan a caérsele las máscaras y poco a poco a se va ir evidenciando como lo que es en realidad: el Estado de la minoría explotadora, el órgano defensor del interés nacional del Capital, la máquina de opresión al servicio de la explotación, el garante de los privilegios y los beneficios de una minoría en detrimento y, podríamos decir, "en sufrimiento" de la gran mayoría.
En la gran mayoría de países industrializados, el Estado Capitalista se ha revestido con los ropajes de un "Estado al servicio de todos los ciudadanos", "un medio de conciliación ante los conflictos inevitables en una sociedad avanzada", "un gran benefactor"... La crisis de 2010 y los durísimos planes de austeridad han supuesto un gran striptease: una tras otras esas prendas han ido cayendo y lo que vemos es que, como en el cuento de Hans Christian Andersen, el Rey está desnudo, el Estado aparece en toda su odiosa desnudez.
Claro está que la burguesía y todos sus medios a su servicio, tratarán de desdibujar esa realidad. Hablan de "alternativas de gobierno": a través del voto cambiar al gobernante actual por otro que "promete" sacarnos de la crisis. También hablan de "salidas nacionales" pues si somos más competitivos, si trabajamos más, si se hacen unas cuentas reformas, tendremos "ventajas" frente a los demás países y "nos las apañaremos". Es evidente que estas mentiras harán mucho daño en las conciencias. Pero la propia situación social nos proporciona argumentos convincentes para rebatirlas.
Durante los últimos 40 años y ante cada momento de convulsión económica, nos han hablado de sacrificios, de austeridad, como una suerte de precondición para "salir de la crisis" y "volver a la prosperidad".
El discurso era siempre el mismo: "¡sacrificaos! y veréis como volveremos a los soñados tiempos de los 30 gloriosos".
Es verdad que tras cada oleada de sacrificios la economía "tiraba para adelante" pero, además de hacerlo de forma cada vez más debilitada y preñada de nuevas crisis, el precio a pagar era siempre el mismo: un deterioro imparable de las condiciones de vida de los trabajadores. El trabajo fijo ha ido desapareciendo generalizándose el trabajo precario; la vivienda más o menos digna ha dejado paso a tener que vivir en casa de los padres, a compartir piso varias familias, incluso a la vuelta de una lacra que se decía superada para siempre como el chabolismo. Las pensiones se han ido recortando y para las generaciones actuales aparece el terrible fantasma de la pensión de extrema miseria o la eliminación pura y simple de toda pensión.
Pero si tras 40 años de sacrificios podemos concluir que la austeridad solo trae más austeridad, ¿qué podemos decir de los actuales Planes de Austeridad? Cameron recupera el "Sangre, sudor y lágrimas" de Churchill y anuncia el peor plan de austeridad desde los años 20. Merkel reconoce que hay que volver en muchos casos a condiciones similares a la posguerra de 1945. Zapatero nos retrotrae a situaciones que no se vivían desde los años 50, en lo más duro del franquismo. ¡No hablemos de Grecia, de Irlanda, de Hungría etc.! Poco a poco si irá haciendo evidente que la solución no son nuevos sacrificios sino "sacrificar el capitalismo", es decir, acabar con la raíz de esa cadena interminable de golpes bajos a nuestras condiciones de existencia.
Marx anunció que el capitalismo camina inevitablemente hacia dos polos: un polo de riqueza exuberante en beneficio de una cada vez más reducida minoría y un polo de pobreza lacerante abarcando la inmensa mayoría.
Durante años, este anuncio de Marx ha sido ridiculizado por todos los defensores del sistema que hablaban en cambio de una creciente igualación. Fuera de unos cuantos millonarios estrafalarios o de dinastías árabes navegando en un lujo asiático, la mayoría de capitalistas aparecían como señores "normales y corrientes" que iban al trabajo en bicicleta, sus riquezas inmensas eran discretamente disfrutadas en elitistas clubes privados al abrigo del gran público.
La crisis actual ha empezado a poner las cosas en su sitio: más allá de los exhibicionismos, lo que se evidencia es que hoy la minoría explotadora se agarra a la defensa egoísta de sus intereses y no tiene ningún escrúpulo en el "caiga quien caiga". La arrogancia con que se protegen los sueldos multimillonarios, las pensiones obscenas, los enriquecimientos súbitos, de toda la camarilla de capitalistas, políticos y la corte que les rodea, es no solo siniestra e indignante sino que pone al desnudo la rapacidad y la brutalidad de la clase capitalista.
Los obreros están indignados por el hecho de que "siempre pagamos los mismos". Los gobernantes y los partidos de oposición manejan esa indignación tratando de conducirla a una lucha por "repartir las riquezas equitativamente", hacia un ilusorio "que paguen los ricos".
Estas falsas fórmulas destinadas a salvaguardar la imagen del sistema, a que nos quedemos en los efectos sin hurgar en las causas, desorientan a muchos trabajadores, pero poco a poco, se irá comprendiendo que la "convivencia pacífica entre las clases", el "arrimar todos el hombro", constituyen un vil engaño para mantenernos atados al engranaje interminable del empobrecimiento de la gran mayoría. Debates y convicciones irán fraguando que la perspectiva no es la colaboración o la convivencia entre las clases sino la abolición de las divisiones de clase.
Durante muchos años, las condiciones económicas parecían avalar el tópico según el cual había un sector "privilegiado y opulento" de trabajadores instalado en el llamado "Primer mundo" rodeado por una gran mayoría de trabajadores en condiciones de miseria espantosa. Esa engañosa apariencia era utilizada por el sistema para sembrar la división y el enfrentamiento entre los trabajadores. A los del primer mundo les hacía sentir culpables por "su obsceno bienestar".
Del mismo modo, al interior mismo de los países industrializados, la burguesía y todas las fuerzas a su servicio encontraban toda clase de motivos para enfrentar a unos trabajadores contra otros: los autóctonos contra los emigrantes, los de Europa del Norte contra los de Europa del Sur, los funcionarios contra los del sector privado...
El Imperio Romano hizo suyo el famoso principio que después han seguido todas las clases explotadoras de la historia: DIVIDE Y VENCERÁS. El capitalismo lo ha aplicado a mansalva y ha sembrado en las filas obreras todas las cizañas posibles e imaginables de división.
Pero los hechos son testarudos. Con la crisis actual, con los planes de austeridad en marcha, el paisaje humano de la gran mayoría de ciudades europeas y norteamericanas, se va asemejando en cuanto se deja el centro o unos cuantos distritos escaparate al de cualquier otra ciudad del mundo "subdesarrollado": las periferias de Londres, de París, de Madrid, de Atenas, de Nueva York, van perdiendo las diferencias de "bienestar" y encuentran su espejo cada vez más en las de Manila, Bombay, Buenos Aires o Sao Paulo.
La pobreza, la miseria, las enfermedades que vuelven cuando parecían superadas, el hacinamiento en viviendas insalubres, la degradación de los servicios sanitarios, ya no son el triste patrimonio de los países de "la periferia", sino que golpean cada vez más los barrios de las ciudades europeas, norteamericanas, japonesas etc.
La clase obrera es una clase mundial con los mismos intereses en todo el planeta. Ese internacionalismo es lo que más teme la burguesía. Primero porque es lo que puede dar al proletariado una fuerza invencible en su lucha de clase. Segundo porque constituye la base para una nueva sociedad, la formación de una COMUNIDAD HUMANA MUNDIAL.
La burguesía opondrá todos los aspectos particulares, todas las diferencias, profundizará hasta la náusea en todos los venenos de la división, alentará todos los nacionalismos posibles apoyándose en la creciente guerra de todos contra todos que no solo se ve en el plano imperialista sino que tiende a manifestarse de forma cada vez más aguda en el terreno económico. Habrá que llevar un duro combate por el internacionalismo.
Nuestra reflexión se ha limitado a analizar las condiciones globales de la evolución de la crisis y la relación que tienen con la lucha y la toma de conciencia de los trabajadores. Es evidente que esas condiciones "objetivas" se tienen que maridar con los factores subjetivos: conciencia, solidaridad, confianza, debate, organización... Pero esa sería otra cuestión que dejamos para futuros artículos.
Smolny 12-7-10
1 Ver en Revista Internacional nº 141: Debate interno en la CCI (V): la sobreproducción crónica, un obstáculo infranqueable para la acumulación capitalista, /revista-internacional/201005/2863/debate-interno-en-la-cci-v-la-sobreproduccion-cronica-un-obstaculo [52]
2 Ver en Acción Proletaria nº 213 La crisis no se va sino que continúa más grave, https://es.internationalism.org/node/2859 [50]
El pasado 31 de mayo , Israel atacó la "flotilla de la libertad" fletada por Turquía que llevaba "ayuda humanitaria" a los habitantes de la Franja de Gaza. El acto en sí fue especialmente chocante: uno de los ejércitos más modernos y mejor preparados del mundo mata sin miramientos a militantes pro palestinos desarmados. Y para añadir mayores dosis de cinismo, los responsables israelíes pretextarán que es "en defensa propia" contra barras de hierro o... ¡cuchillos suizos!
Entonces se desató, y aún colea, toda una polémica en torno al número real de víctimas. Todos los testigos del ataque afirman que hay más de nueve muertos (la mayoría muertos de varios disparos) y sesenta heridos (algunos de los cuales aún están en cárceles israelís) y que alguno de ellos fue lanzado por la borda. Sea cual sea el número real de muertos y heridos, de lo que no hay duda es de la violencia del ejército israelí, completamente desproporcionado respecto a la "amenaza" real que representaba este convoy.
Para justificar esta incursión, Benyamin Netanyahou declaró justo después de los acontecimientos: "Nuestros soldados tenían que defenderse para salvar sus vidas." "Fueron sitiados, aporreados, apuñalados, se informa incluso de que recibieron disiparos y nuestros soldados debían defenderse, defender su vida, si no les habrían matado", afirmando al mismo tiempo sin verguenza "queremos establecer cuanto antes conversaciones directas puesto que la clase de problema que tenemos con los palestinos puede solucionarse pacíficamente si nos sentamos juntos en la misma mesa." Tales declaraciones resultan tan ridículas que, de hecho, la "comunidad internacional" se lo dice bien claro a Tsahal y al Estado de Israel.
Por su parte, añadiendo leña al fuego en su mejor estilo provocador, el coronel Moshe Levi jefe de la misión de conexión y coordinación para el enclave palestino, convocó una rueda de prensa en la que afirmó que no había escasez de comida ni de mercancías en la Franja de Gaza: "La flotilla que debe viajar a Gaza es una provocación y un acto inútil en las condiciones actuales de la Franja de Gaza, donde la situación humanitaria es buena y estable", añadiendo que Israel permite que muchos productos entren en Gaza y que "solo se limita el acceso de los que podrían servir para hacer avanzar las actividades terroristas del Hamas".
1,5 millón de habitantes viven en 378 km2, cocinan y se lavan con aguas sucias, en ocasiones no tienen más remedio que beber de ellas, sometidos a bombardeos regulares del ejército israelí que prueban con ellos su armamento de "última generación"1: esa es la vida cotidiana para los habitantes de Gaza. Los cubos de basura se apilan y rebosan hasta tal punto que en los "colegios" se ensaña a los niños a reciclarlos en bisutería u otros cachivaches en un intento por reducir la masa de basura que inunda los barrios al tiempo que sirve para entretener a los "más pequeños" tratando de sacarle algún provecho para la economía local.
Tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, el suelo o bajo él en la capa freática, la contaminación reina por doquier. Ya sea por los pozos negros, por que las aguas residuales no se tratan, o por las emanaciones y los residuos de millares de toneladas de bombas de fósforo, uranio empobrecido, más una treintena de otros metales tóxicos pesados que Israel ha vertido durante años. Así es: los cuerpos de las víctimas directas de la ofensiva "Plomo endurecido" de enero de 2009 mostraron niveles elevados de uranio, cinc, mercurio, cobalto y otros productos cancerígenos. Desde hace años, se contamina irremediablemente la producción agrícola, así como los escasos árboles que se salvaron de ser quemados con fósforo blanco por el ejército... todo eso y más genera un número cada vez mayor de cánceres, insuficiencias renales y malformaciones congénitas. ¡Tal es la situación humanitariamente dramática que se vive en Palestina, donde la población lleva más de 40 años siendo rehén del fuego cruzado de los intereses imperialistas. Viendo que cada mañana es peor que la anterior, la cólera truena cada vez más en esta generación de jóvenes que no ha vivido otra cosa que la ocupación israelí y la vida miserable en los campos de refugiados, para quienes uno de sus pasatiempo favoritos -vista la falta total de perspectivas-consiste en apedrear a las tropas israelíes, como en Jerusalén, o en alistarse en un grupo terrorista para ser un kamikaze.
Lo que pasó el 31 de mayo es un nuevo episodio en esta guerra que dura desde hace décadas, no solo entre Israelíes y Palestinos, también y sobre todo entre las distintas potencias, grandes y pequeñas, que tienen un interés a defender por medido de tal o cual fracción.
Así pues, el IHH ("Fundación para los Derechos humanos y las Libertades" y muy implantada en Turquía en los municipios afines al AKP, partido islamista en el poder desde 2002), a quien el Gobierno turco prestó sus servicios para fletar los barcos, va y resulta ser una organización próxima a Hamas. Posee incluso una oficina de representación en Gaza y ya organizó otros convoyes hacia los territorios palestinos.
Ante la llegada de este convoy "humanitario" retrasmitida provocativamente por los medias, el Estado israelí estaba ante un dilema cuyas alternativas todas eran peor: o dejar pasar los barcos y ofrecer una victoria a los islamistas de Hamas, o intervenir por la fuerza para dejar claro que es él quien controla la franja de Gaza. Para el Gobierno israelí se trataba de hacer una intervención dura que sirviera de ejemplo. Pero esta actitud lo que en realidad provocó fue una enérgica oposición contribuyendo a aislar aún más al Estado hebreo en la escena internacional. Este episodio lamentable no solo afectó a la imagen del Estado de Israel, también a la de su mentor, los Estados Unidos. Y eso ya es harina de otro costal.
La gran potencia americana, cuyo crédito internacional, tanto comercial como político, está perdiendo fuelle, especialmente tanto a ojos de los países árabes como de aquellos con una componente musulmán importante, sintió como una bofetada este ataque israelí a la "flotilla de la libertad". Los Estados Unidos solo pudieron emitir un escaso murmullo de protesta ante este error garrafal de su principal aliado en la región. El Gran Oriente Medio que debía ir del Magreb hasta Pakistán y con el que soñaba en 2003 George W. Bush, tomándose por un Lawrence de Arabia moderno, es un lamentable fiasco, y el Imperio americano ya no es lo que era.
Por su parte, el Estado turco ha tomado un papel preponderante al organizar el convoy marítimo presentándolo como una "iniciativa humanitaria". Lo que queda bien claro con las ofensivas declaraciones del Primer Ministro Erdogan y de su Ministro de Asuntos Exteriores : "Las maniobras de Israel no seguirán siendo impunes. La comunidad internacional debe actuar..." Turquía, so pretexto de llevar ayuda a las poblaciones palestina, en realidad lanza una vergonzosa campaña de propaganda a favor de sus propios intereses imperialistas.
Turquía hasta hace poco tiempo era uno de los escasos aliados de Israel, vía Estados Unidos, en el mundo musulmán; hoy se convierte en apologeta de la guerra con el objetivo de desempeñar un papel importante en el Medio y Próximo Oriente.
El descredito y la debilidad crecientes de los Estados Unidos a escala mundial son el telón de fondo de un nuevo escenario que se organiza en esta región del mundo.
El eje Irán-Siria que prevalecía aún hace algunos meses y se concretaba por una ayuda de estos países al Hezbollá y al Hamas se amplía a Turquía. Una Turquía que ve cada vez con peores ojos la independencia del Kurdistán iraquí2y el apoyo económico que les presta Washington, así como el apoyo de este último a los Kurdos iraníes. El Estado americano pretende limitar las veleidades imperialistas de Ankara sobre su propio Kurdistán, dejando al mismo tiempo una mayor libertad a los independentistas kurdos, en particular los más próximos a las zonas del Este de la Anatolia a los que siempre trató de ganarse. Esta orientación imperialista de los Estados Unidos respecto a Turquía, Siria e Irán, es tanto más conveniente cuanto que estos tres países estuvieron relegados de las decisiones políticas americanas relativas a Irak, su invasión y la gestión de la crisis presente y futura. Además, para Turquía, su agregación a este eje le da un soplo de oxígeno ante los retrasos de la Unión Europea frente a su petición de integración3.
Además a este nuevo eje hay que añadir Rusia que sólo esperaba para ofrecer sus buenos oficios contra el gran padrino americano. Así pues, Rusia ha sido parte activa en que tres Estados líderes en Oriente Próximo hayan entrado en una fase de intensa cooperación y, desde hace algunos meses, abierto sus fronteras y liberalizado sus intercambios a marchas forzadas. Desde hace algunos meses, Ankara y Moscú derogaron la necesidad de visados para sus ciudadanos respectivos. Así un turco puede entrar sin visado en Rusia mientras que no siempre obtiene el permiso para entrar en Estados Unidos, o en la Unión Europea, aunque Turquía sea miembro de la OTAN y candidata a la UE. Moscú se presenta como paladín de la aproximación entre el Hamas y el Fatah, y vende mejor sus misiles RPG y S-300 que atraviesan los tanques israelíes (y que va a proporcionar a Irán contra posibles bombardeos americanos). Todo esto es muy beneficioso para Medvedev y Putin. Las empresas rusas Rosatom y Atomstroyexport, que han salido en los papeles por la construcción de una central nuclear civil en Irán (en Bushehr), van a construir otra en Turquía con un coste de 20 mil millones de dólares. Un proyecto similar está en estudio en Siria. Además Stroitransgaz y Gazprom van a garantizar el tránsito del gas sirio hacia el Líbano, hasta ahora su vecino israelí impide a Beirut explotar sus importantes reservas litorales4. Pero Rusia sobre todo consolida su posición militar con su nueva base naval en Siria. Ello le permitirá restablecer el equilibrio en el Mediterráneo que le fue dolorosamente privado desde el hundimiento de la URSS .
La retirada americana de Irakno termina, la guerra en Afganistán se atasca y se extiende en Pakistán. Irán está hoy en el punto de mira y la cosa es cada vez más seria. Con los fracasos repetidos y el aislamiento tanto de Israel en Oriente Medio como de Estados Unidos en el mundo, la historia se acelera. Y lo que podía parecer poco probable hace aún un año, o menos, se convierte en algo tangible. Dos semanas después del ataque de la flotilla del IHH, no se ve que las tensiones bélicas se apacigüen, a pesar de los discursos de Tel-Aviv sobre la ampliación del paso a los convoyes humanitarios hacia Gaza. Al contrario. Doce barcos de guerra americanos surcaban el Canal de Suez hacia el Golfo Pérsico, mientras que varios submarinos nucleares israelíes capaces de alcanzar cualquier objetivo en Irán tomaban el mismo camino. Por el momento, se trata de amenazas para sustentar los discursos de Obama contra Teherán. Pero el contexto internacional y las tensiones imperialistas son tales que no se puede excluir un descontrol o un nuevo episodio más "planificado" en la delirante huida hacia delante guerrera a la que lleva este mundo capitalista descompuesto.
Wilma (28 de junio)
1 Las armas, especialmente los misiles dirigidos como el Heron, vendida por Israel a la Unión Europea o a Estados Unidos para la guerra en Afganistán, o también como los que sirvieron en la guerra entre Georgia y Abjasia en 2008, se venden con el argumento de que "ya se han probado en la guerra", es decir, en los territorios ocupados.
2 Además, es necesario saber que a nivel económico, y al mismo tiempo militar, Israel se lleva la parte del león en el Kurdistán iraquí, y se convierte por lo tanto en un competidor directo de Turquía.
3 El ataque de la flotilla humanitaria del 31 de mayo significó que la IIª Cumbre de la Unión para el Mediterráneo se relegó a Noviembre,. Esta unión preconiza entre otras cosas la integración de Israel y el mantenimiento de la paz en el Mediterráneo. La Iª Cumbre fue dinamitada por el ataque israelí sobre Gaza
4 Se ve que la "guerra energética" toma un cariz cada vez más activo y dramático alrededor de Irán, poniendo realmente en dificultad la política americana e impulsando Washington a cometer nuevos errores. Así pues, Teherán firmó con Pakistán un acuerdo por valor de 7 mil millones de dólares, para la construcción de un gaseoducto que va de Irán a Pakistán. Un proyecto de hace 17 años, hasta ahora bloqueado por los Estados Unidos. A pesar de eso, Irán ya realizó 900 de los 1500 km de gaseoducto, del yacimiento de South hasta la frontera con Pakistán, que construirá otros 700. Es un pasillo energético que, a partir de 2014, hará llegar cada día a Pakistán desde Irán, 22 millones de metros cúbico de gas. China está dispuesta a importar el gas iraní: La empresa Chin Petroleum firmó con Irán un acuerdo de 5 mil millones de dólares para el desarrollo de este yacimiento de South. Para Irán es pues un proyecto de importancia estratégica : el país posee las mayores reservas de gas natural tras las de Rusia, y deben en gran parte aún explotarse; a través del pasillo energético hacia el Este, Irán puede desafiar las sanciones impuestas por los Estados Unidos. Tiene sin embargo un punto flaco: su mayor yacimiento, el de South van, es extraterritorial, ya que está situado en el Golfo Pérsico. Y por tanto expuesto a un bloqueo naval, como el que los Estados Unidos pueden ejercer basándose en las sanciones decididas en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 1.98 MB |
Con el abaratamiento del despido, la universalización de los contratos eventuales y el ninguneo de los acuerdos salariales que supone la Reforma laboral, la "expropiación" del 5% de los salarios de los trabajadores públicos seguida de una congelación que incluye las pensiones, el proyecto de alargar la edad de jubilación a los 67 años, etc.[1], el gobierno "socialista y obrero" del PSOE desencadena el mayor ataque a las condiciones de vida de los trabajadores de todo el periodo democrático; con la leal oposición del PP, que niega la mayor echándose las manos a la cabeza ante la ineficacia de las medidas mientras su base social, mayoritariamente banqueros y empresarios, son sus principales inspiradores; y de IU y los sindicatos, que tan celosamente han salvaguardado estos años la "paz social", al mismo tiempo que, como siempre, pactaban los despidos y los recortes salariales de los que las medidas actuales no son más que la continuidad que exige "el interés nacional"[2].
¿Cómo podemos luchar contra estos ataques orquestados por el conjunto del Estado contra nuestras condiciones de vida?
De entrada no son ataques frente a tal o cual sector de la clase obrera, jóvenes, pensionistas o funcionarios, sino frente al conjunto de la clase obrera; No son ataques "a la industrialización de tal o cual región o comarca", porque todas las empresas, de todas las regiones, se ven afectadas; No son ataques de los espectrales "mercados financieros" contra el "interés nacional", sino del capital contra los trabajadores, igual que en Grecia, o en Turquía, o en Gran Bretaña, o cualquier otra parte del mundo
Frente a la agravación sin precedentes en toda la etapa democrática de los ataques a nuestras condiciones de vida, en todos los sectores, categorías y tipos de centros de trabajo, la indignación es evidente y va creciendo la convicción de que hay que responder, oponerse a las medidas, hacer fuerza, porque si no es así, a estos ataques seguirán otros peores. Pero la cuestión es cómo luchar, cómo conseguir una fuerza y un control de la lucha que nos permita comprender lo que está en juego, ganar confianza en la lucha y en nosotros mismos y nuestros compañeros, desarrollar una solidaridad.
Frente a estos ataque necesitamos una respuesta unida,
consciente y masiva, que defienda nuestros intereses como clase frente al
"interés nacional". Una respuesta que agrupe generaciones y sectores, que se
identifique con las luchas en Tekel[3]
(Turquía) y Grecia[4], más allá de las
fronteras; que reflexione sobre los ataques y los medios de lucha, sobre cómo
organizar la lucha.
Los sindicatos mayoritarios, que durante los últimos años estaban instalados en
la "paz social", mientras crecían los despidos (En los dos años anteriores se
han perdido dos millones de puestos de trabajo[5]), y
los salarios permanecían prácticamente "congelados"; que hasta este mismo Mayo
negociaban con el gobierno y la patronal la forma de llevar a cabo los ataques
(de alrededor de los 4 millones de contratos firmados en el primer
cuatrimestre, los fijos no llegan al 5%[6]), en
menos de un mes se levantan de la mesa y se tiran a la calle. El discurso de la
solidaridad, en nombre del que se nos exigían sacrificios "para apoyar a los
más desfavorecidos", se ha convertido en el de la confrontación ante la
envergadura de los sacrificios, que ya no pueden camuflarse detrás del
"arrimemos todos el hombro". Ahora nos proponen una huelga general para el
29-S.
¡No! En lugar de la unidad, provoca la división; aunque aparentemente se trata de una "huelga general" y por tanto de una lucha unida, no expresa la unidad de la clase, sino la división por sindicatos, sectores, regiones o empresas, cada uno bajo su bandera. Si se mira la gira de preparación de la huelga que están haciendo Toxo y Méndez, se puede ver que van de empresa en empresa, tratando de vincular la lucha en cada una a sus reivindicaciones particulares, "la defensa de la empresa o del sector", para que cada uno al final vaya "a lo suyo".
Pero además, la decisión de hacer huelga o no, es individual, la toma cada uno desde el aislamiento, como "ciudadano", completamente separado de la fuerza del colectivo, como si se tratara de votar en unas elecciones.
¡No! Porque no permite que tomemos a cargo la lucha, que reflexionemos sobre cómo desarrollar una lucha que realmente tenga fuerza, ni sobre la naturaleza de los ataques a los que nos enfrentamos. No refuerza la confianza en nuestras propias fuerzas. Al contrario, nos arrastra pasivamente a seguir las convocatorias sindicales o quedarnos en casa, en ambos casos como espectadores, aturdidos por los mensajes de propaganda y narcotizados por los videos de chiquilicuatre. ¡Como en una campaña electoral!
¡No! Porque lo que reivindican los sindicatos "en un ejercicio de responsabilidad", no es la defensa de nuestras condiciones de vida, sino la defensa de los intereses de la economía nacional[7]; pero ¿No es precisamente por esos intereses por lo que se cierran empresas y se nos despide "para sanear la economía", o se congelan los salarios y se aumenta la carga de trabajo para que los productos españoles sean más competitivos?
¡No! Porque aunque la convocatoria de huelga incluye el paripé de movilizaciones sindicales a escala europea, no nos olvidamos de que estos señores "internacionalistas" son los mismos que frente a la reconversión industrial nos decían en Nissan que la culpa de los despidos la tenían "los japoneses", o en SEAT "los alemanes", o los "checos", que quitaban mercado al capital español. O sea, gente de la misma calaña de los que dicen en Grecia que "los alemanes" son culpables de la crisis por haber robado parte del patrimonio histórico en la 2ª guerra mundial, o en Alemania que a "los griegos" no les gusta trabajar y se la pasan tumbados al sol.
La nueva radicalidad sindical no es producto de una adhesión a la defensa de los trabajadores (ya han demostrado de sobra cómo se las gastan firmando acuerdos antiobreros[8]), sino de un cálculo y una estrategia política. No convocan movilizaciones, jornadas y la huelga general para promover la lucha de los trabajadores; sino para tratar de impedirla, No pretenden reforzar la confianza de la clase obrera en su lucha, su movilización, como dicen; sino su pasividad y su desconfianza. Como han avisado, hay que prevenir la lucha obrera,: "que no crean que porque no hay una respuesta inmediata se van a tolerar los ataques" (Toxo); o "en lo que queda de legislatura se va a tener que coexistir con un malestar social que se va a seguir manifestando" (Méndez).
Todos tenemos una desconfianza en que las acciones que promueven los sindicatos sirvan realmente para defendernos. La experiencia de más de 30 años de movilizaciones sindicales así lo confirma. Las otras huelgas generales, del 14D (1988) o el 27E (1994), o el 20J (2002) mostraron que desde el día después de la huelga, los mismos sindicatos se sentaron a negociar por otra vía lo que rechazaban tajantemente en la calle, y que la movilización sindical no reforzaba la combatividad y la confianza en la lucha; sino que la entregaba a los sindicatos desmovilizando a los trabajadores.
Del 29S no podemos esperar otra cosa que más de lo mismo. La ruptura de las negociaciones de la Reforma laboral y el escenario que ha planteado de llamamientos sindicales a la movilización, huelga del sector público del 8 de Junio y huelga general del 29S es una representación teatral para intentar recredibilizar ante los obreros a los sindicatos. Sus propuestas y alternativas significan como siempre una defensa de la economía nacional contra los trabajadores.
Pero sería un error pensar que el 29S no tiene un impacto frente a la clase obrera, creer que simplemente la mayoría de los obreros no van a secundar las movilizaciones, de forma similar a lo que ocurrió el 8 de Junio, y que todo esto no cuesta ningún precio a la verdadera dinámica de la reflexión y de combatividad obrera.
En realidad harán todo lo posible para que el "éxito" de la huelga sea fundamentalmente mediático, mientras al mismo tiempo se empuja a los trabajadores a la pasividad, o bien de quedarse en casa, o de dejarse llevar por los sindicatos. Un ejemplo de esta estrategia lo vimos en la convocatoria de 16 mil delegados sindicales en Madrid el día 9 por la mañana; la plaza de Vistalegre rebosaba de banderas y entusiasmo sindical; pero en los centros de trabajo nada perturbaba la rutina laboral cotidiana.
Una de las curiosidades que genera la situación actual es la de ver "en directo" como el aparato sindical despliega en poco tiempo toda su estrategia, con una serie de movimientos perfectamente escalonados para dar la impresión de que los sindicatos rebosan de confianza obrera y combatividad; mientras los trabajadores permanecen ajenos a todo este espectáculo.
La otra cara de la preparación de la huelga es que la convocatoria ha puesto en marcha una enorme red de iniciativas sindicalistas promovidas por todo tipo de siglas, detrás de las que hay, desde organizaciones sindicales como CGT o CNT, hasta grupos izquierdistas como el PCPE, trotskistas, etc., que prácticamente ocupan todo el terreno de la iniciativa de la lucha, a favor o en contra de las propuestas de CCO y UGT. En esas condiciones es francamente difícil impulsar una lucha autónoma.
De esta forma los sindicatos hacen para el Estado el trabajo de balizar todo el terreno social, para que nada pueda salirse de "los cauces legales" y "democráticos", es decir, del terreno del Estado.
Precisamente por eso la alternativa frente al 29S es una postura activa pero respaldada por una reflexión, por una perspectiva de cómo avanzar hacia una verdadera lucha obrera.
Podemos buscar agruparnos con otros compañeros que piensan que la huelga es un fraude, convocar reuniones para preparar asambleas que discutan sobre los ataques y cómo defendernos; ir tejiendo una red de contactos de obreros de diferentes empresas, sectores y ciudades, que sean la simiente de una búsqueda de la solidaridad y la lucha unida contra la división sindical. En las luchas de los años 70 y 80 existían algunas de estas agrupaciones antes de las luchas, para prepararlas, para buscar la confianza y no dejarse arrastrar por las consignas sindicales, durante las luchas, para preparar las intervenciones en las asambleas, hacer propuestas conjuntas, etc y después de las luchas, para sacar lecciones; aunque a diferencia de las agrupaciones sindicalistas, su vocación no era persistir desvinculadas de la lucha obrera, respaldadas únicamente por los cauces del Estado.
Podemos editar y distribuir hojas para dar a conocer nuestras discusiones, para impulsar una reflexión y un debate en el conjunto de la clase.
Podemos acudir a las manifestaciones, pero no encuadrados bajo las banderas sindicales, o "empaquetados" en el cortejo de nuestra empresa; sino a encontrar compañeros de otros centros con los que discutir, con los que establecer lazos de unidad.
Estas iniciativas, y todas las que pueda generar la creatividad de la lucha obrera que vayan en este sentido, son una aportación en la preparación de luchas masivas, donde podamos ver la fuerza que tenemos como clase y ganar una confianza en que podemos confrontar los ataques.
Recientemente una compañera decía a propósito de la huelga del Metro de Madrid en un blog de Internet que "había visto a la clase obrera"; el 29-S nadie podrá decir lo mismo, precisamente porque está convocado y organizado para dificultar y tratar de impedir la lucha obrera. Nuestra aportación es combatir para poner las bases que permitan que se desarrolle una verdadera lucha obrera.
Hic Rhodus
[1] Ver: /content/2901/reforma-laboral-2010-un-criminal-hachazo-mas-contra-todos-los-trabajadores [59]
[2] Para un análisis de la crisis económica actual ver: /content/2903/las-ensenanzas-de-la-fase-actual-de-la-crisis [60]
[3] Ver : /cci-online/201002/2777/turquia-solidaridad-con-la-resistencia-de-los-trabajadores-de-tekel-contra-el [61]
[4] Ver: /accion-proletaria/201003/2825/grecia-espana-portugal-estados-en-quiebra [62]
[5] Fuente: https://www.solidaridadobrera.org [63]
[6] Idem
[7] Como se puede leer en el Manifiesto que han hecho para la huelga general, «Convocamos una huelga general para exigir: una política... que planifique el cumplimiento de los objetivos de déficit del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea en plazos compatibles con la reactivación económica y la creación de empleo». ¿No son los mismos términos en los que habla cualquier empresario o banquero?
[8] Ley Básica de Empleo en 1980; ANE (Acuerdo nacional por el Empleo) en 1982; AMI (Acuerdo Marco Interconfederal) -esta vez CCOO se desmarcó y sólo firmó UGT- en 1984; contratos de inserción en 1988, etc, etc.
[9] En unas declaraciones, Toxo ha dicho que el 29-S era "una putada" , refiriéndose a lo que le dolía tener que convocar una huelga general contra un gobierno de izquierdas. A los líderes sindicalistas "les duele" el gobierno socialista; pero son indolentes para atacar la lucha obrera.
Sea cual sea el nombre que se le dé a la avalancha de golpes que el Gobierno "socialista" de Zapatero está descargando sobre los trabajadores de toda condición, en base a sus programas de austeridad, lo cierto es que a estas alturas la botella de los ataques a los obreros esta casi llena.
Sea cual sea la situación particular de todos aquellos que sufren la opresión de la explotación capitalista, ya sean los trabajadores en las pequeñas o grandes empresas, precarios, a tiempo parcial o completo, trabajadores sociales, funcionarios, ingenieros, estudiantes, desempleados, jubilados... todos estamos atrapados por los efectos de la crisis capitalista.
Si los efectos del ataque a las pensiones no son visibles hoy día, (pensiones de jubilación, pero también de viudedad, invalidez, orfandad, no contributivas, etc.) tendrán un gran peso en los próximos años para todas las generaciones de proletarios. Pero hoy, la amplitud, profundidad y simultaneidad de los ataques a los obreros en activo, son gravísimas.
Los presupuestos y servicios sociales han sido pulverizados o están en un irreversible proceso de degradación y retroceso. La no sustitución de los funcionarios que se jubilan, especialmente en el área de la salud y la enseñanza, recortes de recursos respecto a hospitales o escuelas, la congelación y reducción de los salarios, justificándolo en base al ahorro presupuestario y para dar confianza al mercado de la deuda pública, se está traduciendo en situaciones dramáticas para las clases populares, en cuyos sectores más castigados se están dando situaciones extremas como cortes por falta de pago en el suministro de agua y fluido eléctrico.
En muchas empresas, cada vez más, se ejerce el chantaje de despedir a los trabajadores y volverlos a recontratar con salarios más bajos, este es el caso, a título de ejemplo, del 10% de la plantilla de General Motors en Estrasburgo, pero que es extensivo a España y a toda la industria automovilística del mundo. Esto muestra, con centenares de ejemplos que podríamos poner, que los sacrificios de los trabajadores en general durante los últimos años no han servido para nada, que son sacrificios inútiles para los trabajadores, que los sacrificios, traducidos en peores condiciones salariales y de vida, no son temporales sino a perpetuidad.
Las condiciones draconianas impuestas a los desempleados, con requisitos administrativos de lo más estrictos y humillantes para tener derecho a la prestación por desempleo o, una vez agotado, al subsidio, son insoportables. Los desempleados son brutalmente arrojados a la soledad, al aislamiento de la vida social, poco más o menos a una especie de muerte civil, inmersos, contra su voluntad, en la ociosidad y condenados a una miseria rigurosa tanto material como espiritual. Tanto en el sector público como en el privado la sobrecarga de trabajo, a raíz de que las jubilaciones y despidos no son cubiertos, es la causa de que los trabajadores sufran un agotamiento y un estrés insoportables. El sufrimiento que esto produce, y que la burguesía y sus lacayos silencian de forma consciente, es de tal magnitud que está dando lugar a un fenómeno cada vez más extendido como son los suicidios de trabajadores, incluso en las llamadas "empresas de elite" y de supuesta "aristocracia obrera"[1]. Cada vez más estos hechos se están convirtiendo en un fenómeno social, frecuente y generalizado, un verdadero genocidio anónimo; cada vez más los ataques sociales realizados por el capital mediante su instrumento favorito, el estado democrático, llevan a los trabajadores y sus familias a no poder pagar la prestación de servicios básicos, como la hipoteca o el alquiler de la vivienda, el gas, la electricidad, el transporte público, los alimentos básicos, vestirse y no echemos en el olvido la subida de precio de las mutuas privadas por la utilización de los servicios, etc.
La ofensiva recaudatoria y de bajos costes del gobierno capitalista de Zapatero se centra, como no podría ser de otra manera, no en atacar los intereses capitalista vitales como el sector financiero, el monstruo estatal, la corrupción desvergonzada tanto pública como privada, etc., sino en un torrente de medidas antiobreras, que a la hora de ser aplicadas por las distintos entes del Estado, sean locales o autonómicos no les ha temblado la mano ni a la izquierda ni a la derecha, es decir al PSOE y al PP. Como siempre, y con la complacencia de toda la inmundicia burguesa, se ha declarado una verdadera guerra social al proletariado, hoy desorientado, inseguro, indiferente o reclutado en cien frentes ajenos a sus intereses de clase, consistente en eliminar a cara de perro, sin ninguna mesura, condiciones sociales que hasta ahora parecían intocables y que de un día para otro están desapareciendo: agilización legal de los desahucios de viviendas, aumento de las causas de despidos, más requisitos para cobrar las prestación por desempleo, dificultades de las familias para hacer frente al pago de las matriculas universitaria, el material escolar etc., etc. Para que no quede ninguna duda de quién son los "amigos" de los obreros, la flamante "reforma" laboral que Zapatero quiere implantar, ha tenido que buscar una política de alianzas antiobrera en el parlamento , su aliado natural sería el cavernícola PP, (por cierto que retozan en la misma cama en el Gobierno del País Vasco) pero resulta que no, por razones de correlación de fuerzas burguesas y de imagen electoral, la alianza para la última contrarreforma laboral la está buscando con los nacionalistas catalanes de ERC (Esquerra republicana de Cataluña), también con el PNV, (Partido Nacionalista Vasco) y con los ex estalinistas de Izquierda Unida uno de cuyos jefes, el Sr, Saura, es el jefe de la policía en la comunidad de Cataluña.
El aumento de la ira y la indignación son atizados por un profundo sentimiento de injusticia. La burguesía sigue mostrando una arrogancia increíble en medio del vendaval que ha desatado la crisis, con un ejemplo basta: La "candorosa" Ministra de defensa, Sra. Carmen Chacón, ha adquirido una mansión en uno de los sitios más exclusivos en Santo Domingo (Republica Dominicana) por un importe de 600.000 €, pero según parece se le ha quedado pequeña y ya está pensando en adquirir otra más suntuosa y precio de 1,4 millones de euros[2]. .
Las ilusiones de que un cambio del personal político sería una manera de afrontar la aguda crisis social, prácticamente han desaparecido. Cambiar el sentido del voto no impedirá los ataques, la eventualidad de un Gobierno del PP es más de lo mismo; los palos sobre las costillas de los trabajadores y de la población llueven por la izquierda y la derecha, la prueba es que en todos los países el proletariado se enfrenta a ataques similares y en todas partes se confronta a las mismas perspectivas de condiciones de vida todavía más miserables. En Grecia o en España, además del ataque a las pensiones, son los gobiernos de izquierda los que están imponiendo recortes salariales del 20 o 10%. Esto es claramente lo que nos espera en el futuro y en todas partes: de peor en peor.
Todo esto sucede no porque se gobierne de esta o aquella manera, o que los políticos estén podridos o sean malintencionados, sino que el sistema capitalista en todo el mundo está abiertamente en quiebra y la burguesía hace pagar al proletariado mundial un alto precio por su crisis..
El capitalismo no nos dará nunca un gobierno más social o más equitativo. En España, es el gobierno " socialista " de Zapatero quien, en concierto con la derecha, ha lanzado a final de junio principios de julio, una enorme campaña ideológica difamatoria para desacreditar y aislar la valiente huelga de los trabajadores del metro de Madrid, en lucha contra una rebaja del 5% de su salario.
Tarde o temprano, la clase obrera deberá defenderse y no puede posponer por mucho tiempo una confrontación inevitable, contra un sistema que sólo nos puede sumir a todos en una profunda miseria material y moral. No podemos esperar ni dudar.
Esto también significa, que la clase obrera en España debe tomar conciencia de que no está sola para afrontar esta terrible realidad, que en todos los países se trata de la misma lucha para hacer frente a los mismos ataques de los explotadores de todo el mundo a las condiciones de vida. De la China a Panamá, pasando por Bangladesh y Cachemira, la clase obrera demuestra que es capaz de desarrollar masivamente y con determinación su combate de clase contra clase a escala mundial.
No hay ninguna perspectiva que no sea la de luchar masivamente para defenderse de la avalancha de ataques que nos lleva a unas condiciones de vida cada vez más miserables. Luchar de manera masiva significa luchar juntos y con determinación, buscando, de la manera más amplia, la extensión y la unidad del combate. Solo la movilización masiva frente a los ataques masivos, será capaz de frenar a la burguesía; aún así, el proletariado no puede ganar la batalla en un solo acto. La burguesía, porque no tiene otra solución, volverá a la carga; pero es la única manera de impedir mediante la movilización nuevos ataques complementarios. Acordémonos como en 2006 los estudiantes franceses, las nuevas generaciones, lograron que el gobierno Villepin retirase el CPE (contrato de primer empleo) mediante una lucha masiva y solidaria, igual que en España, el sector del metal en Vigo ese mismo año, mostró cual es el camino a seguir. No es a través de sucesivas y episódicas jornadas de acción esterilizantes, o recurriendo a los especialistas del sabotaje y la división obrera, entre ellos los sindicatos, como lograremos detener los ataques; solo los trabajadores, organizando y dirigiendo colectivamente sus propias luchas, con llamamientos generalizados a la participación de todos en las asambleas y no solo de los "afectados", o sea sin tener en cuenta el sector económico, o si son activos o desempleados, pensionistas, estudiantes, etc. Solo así y verdaderamente haremos una demostración de fuerza contra la clase dominante. Paralelamente con esto, se debe mantener el control permanente de las luchas en manos de la asamblea, cosa que se consigue, como ha demostrado la historia de movimiento obrero, con la elección directa de delegados por la asamblea y su revocación por la misma en cualquier momento, es decir, sin mandato por un tiempo determinado (como en las elecciones), según los método de la burguesía y sus asistentes. No hay otro camino para expresar el rechazo de la clase obrera frente a los ataques y la inhumanidad de un sistema capitalista podrido hasta el tuétano, solo así la burguesía verá un enemigo serio y fuerte, que lleva en sus entrañas un futuro diferente. Lo demás no es otra cosa que pólvora mojada.
Adaptado de R.I., publicación en lengua francesa de la CCI 11-09-10
[1] Sin ir más lejos, ya hace tiempo que en la "aristocrática" telefónica francesa, France Telecom, se han producido una serie de suicidios de trabajadores que hemos recogido en nuestra prensa internacional. Pues bien, a la hora de escribir este artículo nos enteramos por la prensa económica de España ("El Economista" 10-09-10, edición digital) que en los últimos días se han suicidado cinco trabajadores más.
[2] La Gaceta 30-08-10
Mientras que hace algunos años la burguesía y sus medias presentaba a los trabajadores de la periferia como "enemigos con los cuales no se puede competir", hoy con sus valientes luchas aparecen cada vez más claramente como lo que son: hermanos de clase víctimas del capital y su crisis. Por eso son raras las noticias que aparecen en la prensa o en los informativos de la TV sobre sus luchas. La burguesía sigue ejerciendo un verdadero black-out (una censura) sobre ellas, porque sobre todo necesita encubrir la principal lección de estas luchas: la de la realidad de un desarrollo que crece de la solidaridad en las filas de la clase obrera. En este proceso de lucha internacional, corresponde a los proletarios de los países desarrollados ampliar ese combate, mostrando el camino para llevar las luchas actuales hacia una perspectiva revolucionaria; favorecer la unidad internacional del proletariado, desarrollar la conciencia del objetivo final y hacer de su experiencia histórica acumulada e irreemplazable, una verdadera arma para una nueva revolución mundial.
Desde Junio pasado y durante todo este verano se han venido sucediendo huelgas espontáneas de miles de trabajadores en Bangladesh, hartos de soportar unas condiciones de vida y de trabajo deplorables, unos salarios miserables y una implacable subida de los precios de los alimentos básicos como el arroz. Estos trabajadores se han enfrentado tanto a las fuerzas del orden como a la acción combinada del triunvirato patronal-gobierno-sindicatos cuya oferta de subida de un 80% del salario fue masivamente rechazada.
Las huelgas se extendieron a las fábricas de la periferia de la capital, pero también al resto del país, en solidaridad especialmente contra la feroz represión. La cólera y la indignación de los trabajadores se han extendido rápidamente, a menudo tomando la forma de destrucción de las máquinas, verdaderos símbolos de su condición de galeotes. La rabia contenida ante las vejaciones que sufren los obreros en las fábricas, estalla. Los obreros levantan barricadas, cortan autopistas, en varias ocasiones toman el centro de la ciudad para hacerse oír colectivamente y defenderse. Ante ello los patrones cierran las fábricas y llaman a la policía. La represión es brutal: varios muertos, miles de heridos por las cargas policiales, por gases lacrimógenos, balas de goma, cañones de agua a presión... contra obreros desarmados que en el mejor de los casos a falta de algo mejor, lanzan sus sandalias contra la policía. Trescientos obreros tachados de "lideres" por las fuerzas del orden son detenidos, muchos de los cuales aún están en prisión.
Desde la explosión de cólera de los trabajadores del textil en 2006, varias huelgas salvajes duramente reprimidas han sacudido Bangladesh. Tres millones y medio de obreros trabajan en el sector textil, principal industria del país que exporta el 80% de su producción fabricada para grandes empresas mundiales y famosas marcas occidentales de ropa. Esas mismas empresas que cara a la galería nos sueltan sus discursos moralizantes sobre "un salario decente" y "contra la explotación infantil" son las mismas que presionan ferozmente a la baja los precios de la mano de obra al subcontratar sus pedidos en unos mercados donde la fuerza de trabajo es ya la más barata del mundo. ¡En un contexto de crisis y superproducción aguda, incluso los salarios mensuales de 19 euros se vuelven demasiado costosos a los ojos del capital y los patronos!
Los obreros del textil hacinados en chabolas casi siempre inundadas en los barrios miseria de Dacca, la capital, no pueden sobrevivir con tales salarios de miseria. Sus condiciones de vida y trabajo son inhumanas, peores aún que las de los trabajos forzados de los principios de la industrialización en Europa. Además la mayoría de esta mano de obra son mujeres que trabajan más de diez horas al día, otras de noche, con ritmos infernales y soportando un calor asfixiante. Víctimas de toda clase de brutalidades, aguantan diariamente amenazas físicas y los abusos sexuales de los jefes. ¡Uno de cada 5 trabajadores tiene menos de 15 años!. Además el mal estado de los locales e infraestructuras donde se les obliga a trabajar multiplica los accidentes, de hecho cientos de obreros murieron en 2009 en incendios en fábricas.
Ante las cada vez más vivas y visibles expresiones de cólera por parte de los trabajadores en los países pobres, la burguesía empieza a comprender que la represión no es la respuesta más eficaz; por eso trata de dotarse de un aparato sindical de encuadramiento de los obreros. Así, como en Bangladesh los sindicatos oficiales tienen muy poca influencia sobre los obreros, los sindicatos no oficiales se presentan como una alternativa real y radical, como una verdadera oposición, denunciando el "incumplimiento del derecho sindical". Como decía un sindicalista recientemente en Bangladesh, «puesto que los recursos legales son prácticamente imposibles, a menudo las manifestaciones espontáneas son la única opción» (http ://www.lemonde.fr [65]) . Por su parte el sindicato local BGWUC consciente de su responsabilidad a la hora de encuadrar a los trabajadores afirma « la mínima represión debería dar a los líderes sindicales la posibilidad de intervenir rápidamente en los centros de trabajo para evitar que los conflictos que surgen degeneren en violencia como está pasando habitualmente» (http ://dndf.org/ ?p=2801 [66]). Los sindicatos locales piden que les dejen hacer su trabajo de obstaculizar la lucha de clases antes de acudir a la represión masiva; apoyados por sindicalistas occidentales (del sindicato británico Unidad y del americano United Steel Workers) que se desplazaron a Bangladesh para trasmitirles las lecciones de su larga experiencia en el sabotaje de las luchas obreras en occidente. Esto no es ninguna novedad, en 1980 ante la formidable oleada de huelgas en Polonia acudió la flor y nata del sindicalismo europeo para adiestrar a Solidarnosc en el arte de sabotear y desactivas las huelgas. Frente a ello, el proletariado cuenta con su vigilancia, con su capacidad para aprender de su experiencia histórica e internacional y con su solidaridad.
Las huelgas y manifestaciones, cada vez más combativas, masivas e incontrolables, se inscriben en efecto en un extenso movimiento internacional que se inició en 2003, cuya dinámica se confirmó por todas partes, en particular, en los países del sur, como prueban otros combates que se desarrollaron en Argelia, en Turquía, o más recientemente en China.
WH.
Entre las luchas más difundidas están las que se desarrollaron en varias plantas de Honda que hasta ahora han sido golpeadas por tres olas de huelgas, aún después de obtener un aumento salarial del 24 % en las primeras huelgas. En Foxconn, fabricante de IPods donde ha habido muchos suicidios recientemente, la huelga logró un aumento salarial del 70 %. En la fábrica de maquinaria KOK ha habido choques entre las fuerzas de seguridad y los trabajadores cuando estos intentaron llevar su lucha a las calles.
Estas huelgas no han sido bloqueadas por los medios de comunicación chinos porque las empresas son de propiedad extranjera y las disputas laborales han sido usadas como propaganda contra los rivales regionales de China: japoneses y surcoreanos. En realidad, el movimiento de huelga también ha implicado a los trabajadores en muchas empresas y varias ciudades de China. El empleo de la policía y otras fuerzas de seguridad ha sido en vano.
Los medios de comunicación fuera de China han sido rápidos para identificar que algo significativo está sucediendo. Con titulares como "el surgimiento de un movimiento obrero chino" (businessweek.com), "la nueva generación sacude el paisaje laboral de China" (Reuters) y "las huelgas ponen a China en las noticias del descontento laboral" (Associated Press), la burguesía reconoce, a su modo, que si bien ha habido pruebas en el pasado del descontento creciente en la clase obrera en China, el movimiento actual significa algo más.
El artículo de AP (11/6/10) dice "las autoridades por mucho tiempo han tolerado protestas limitadas y locales por parte de los trabajadores descontentos por sus salarios u otras cuestiones, quizás reconociendo la necesidad de una salida para tales frustraciones" pero el Financial Times (11/6/10) agrega que "Aparecen señales en el sentido de que las protestas laborales en China son mucho más extendidas y coordinadas de lo que se pensaba, provocando temores de acciones industriales que podrían aumentar los costos de las empresas multinacionales." Un economista de Hong Kong citado por el Daily Telegraph (10/6/10) repite esto: "Lo que pasa ahora no es más que una sola chispa y las noticias se extenderán por todas partes de China, lo que podría conducir a acciones industriales similares en otras fábricas."
Los motivos de las luchas y su tendencia a inspirar y extenderse a otras es algo que los "expertos" tratan de explicar. "Los trabajadores se informan sobre las acciones de huelga vía teléfonos móviles y QQ, un instrumento de mensajes inmediatos. Ellos comparan a menudo los salarios y las condiciones de trabajo, con trabajadores de sus provincias y usan los resultados para negociar con los patrones, dijo Joseph Cheng, un profesor en la Universidad de la ciudad de Hong Kong. ‘[las protestas laborales] se han estado sucediendo a través del delta del río Perla y el delta del Yangtse desde principios del año debido a los recortes laborales."(PT 11/6/10) Como resume otro "experto": "Una de las huelgas estalló cuando los trabajadores se reunieron solamente a partir del envío de mensajes de texto entre ellos," dijo Dong Baohua, profesor de derecho en la Universidad del Este de China. la tecnología moderna hace más fácil que las huelgas se produzcan" (ibíd).
Es cierto que las innovaciones tecnológicas son usadas por los trabajadores, pero esto no explica por qué luchan los trabajadores, por qué ellos quieren unirse en la lucha. Las razones para ello descansan en las condiciones materiales en las cuales viven y trabajan los obreros. De acuerdo a las estadísticas oficiales los salarios representaron el 56% del PIB chino en 1983, pero bajó al 36% en el 2005. En los pasados cinco años uno de cada cuatro trabajadores en China no ha tenido aumento de salario. Quien haya estado beneficiándose del milagro económico chino no ha sido la clase obrera. Los aumentos recientes del salario mínimo en provincias industrializadas importantes como Guangdong, Shandong, Ningxia y Hubei han sido explicados como tentativas de compensar los efectos de la inflación, pero aún en los medios de comunicación estatales se admite que también se deben a la prevención del malestar social.
En el diario oficial People´s Daily Online (9/6/10) en un encabezado "los expertos prevén mayor descontento laboral", se puede leer "El creciente malestar de los trabajadores que proviene del sur de China puede hacer que se produzca una tendencia al alza en los salarios en un futuro próximo". Tratan de presentar esto como una ‘oportunidad' y no da ninguna explicación al ‘malestar'. Sin embargo, como los capitalistas de cualquier parte, pueden hacer los cálculos, como un funcionario explicó los proyectos de inversión de negocios de Hong Kong: "Si los costos de la mano de obra se incrementan, sus ganancias caerán y aún pueden cambiar sus fábricas a otros países que puedan proporcionar mano de obra más barata."
En China durante mucho tiempo ha habido una frustración y una impaciencia creciente con los sindicatos. Estos órganos claramente estatales no sólo desalientan y tratan de evitar las huelgas, en Honda usaron la violencia física contra los trabajadores, quienes a su vez se defendieron contra los funcionarios sindicales. No es ninguna sorpresa que los trabajadores hayan intentado otras alternativas. Un artículo en The New York Times (10/6/10), por ejemplo, mientras informa que "huelgas dispersas han comenzado a definirse en provincias chinas antes intactas por el malestar laboral", también mostró lo que pasó en Honda durante una de las huelgas. "los huelguistas aquí han desarrollado una sofisticada organización democrática, en efecto eligiendo representantes para representarlos en la negociación colectiva con la dirección. Ellos también exigen el derecho de formar un sindicato separado de la federación nacional controlada por el gobierno, que se ha abocado por mucho tiempo a mantener la paz laboral para los inversionistas extranjeros."
Al mismo tiempo que se deben entender las causas en este país es también necesario recordar la experiencia de los trabajadores en Polonia de 1980-81. Aquí había un movimiento de huelga en todo el país en el cual las asambleas de los trabajadores crearon sus propios comités y otras formas de organización. La fuerza entera de este movimiento fue debilitada por la idea de crear ‘sindicatos libres' opuestos a los del Estado. Esta idea tomó forma material en la aparición de Solidarnosc, un sindicato cuya trayectoria fue desde la derrota del movimiento a principios de los años 80 hasta el gobierno de austeridad con Lech Walesa como Presidente a principios de la década de 1990.
Los intentos de los trabajadores a tomar las luchas en sus propias manos pueden tomar muchas formas, o con representantes, comités elegibles, delegaciones a otros trabajadores, o mítines populares donde los trabajadores toman sus propias decisiones sobre la organización de la lucha.
Durante la primera huelga de Honda había una declaración de una delegación que claramente tenía ilusiones en las posibilidades de los sindicatos, pero había también otras ideas bastante sanas. Por ejemplo: "No estamos simplemente luchando por los derechos de 1800 trabajadores, sino por los derechos de los trabajadores del país entero". Estos trabajadores podrán hablar de ‘derechos' más que de liberación, pero ellos muestran claramente una preocupación por un movimiento mucho más amplio que una fábrica.
Hay también un pasaje que, forma parte de un documento que afirma "Es el deber del sindicato defender los intereses colectivos de los trabajadores y proveer el liderazgo en las huelgas de los trabajadores" mostrando que hay otras ideas que se están desarrollando también. "Todos nosotros compañeros de trabajo en la Compañía de Fabricación de Auto Partes de Honda, Ltd, deberíamos unirnos y no dividirnos por la dirección. Entendemos que hay, inevitablemente opiniones diferentes entre nosotros. Apelamos a todos los compañeros de trabajo a expresar sus opiniones a los representantes obreros. Aunque estos representantes no cubran a los trabajadores en todos los departamentos, ellos toman las opiniones de todos los trabajadores en la fábrica de manera seria y equitativa. A los trabajadores de la cadena de producción que están motivados y les gustaría participar en la negociación con la dirección puede unirse a la delegación por medio de la elección.... Sin el respaldo dado por la asamblea de los trabajadores, los representantes no decidirán unilateralmente ninguna oferta que quede por abajo de las demandas indicadas arriba" Esto es de la traducción que aparece en libcom.org. Es interesante notar que el pasaje sobre la necesidad de la unidad de los trabajadores es traducido en businessweek.com como "Llamamos a todos los trabajadores a mantener un alto grado de unidad y no permitir que los capitalistas nos dividan".
Cualquiera que sea la más exacta, la necesidad de la unidad de los trabajadores, contra la ‘dirección' o contra los ‘capitalistas', es fundamental para la lucha de la clase obrera. En China la situación material que estimula la lucha y la cuestión de cómo organizarse es la misma que enfrentan los trabajadores en todo el mundo.
Car 11-06-10
En diferentes lugares de todo el mundo, la población, este verano, ha estado especialmente machacada por violentas catástrofes: en Rusia y Portugal los incendios provocados por las canículas han arrasado miles de hectáreas; los devastadores monzones han anegado Paquistán, India, Nepal, China... donde sus habitantes y millones de seres vivos se mueven dentro de inabarcables riadas de lodo[1]. Las inundaciones han cubierto también amplias zonas de Europa del Este y parte de Alemania. La lista es larga...
La multiplicación de estos fenómenos y su creciente gravedad no es fruto del azar (de la suerte o la desgracia) ni una fatalidad contra la que no habría nada que hacer y de la que nadie es, por lo tanto, culpable; todo lo contrario, tanto del origen como de la gestión y las consecuencias de las catástrofes, el capitalismo y sus leyes fundamentales tienen una enorme y grave responsabilidad.
Según los pronósticos de numerosos científicos, el calentamiento del planeta influye decisivamente en la multiplicación de fenómenos climáticos extremos; es el caso de las canículas, de las lluvias torrenciales, los ciclones, etc. «Son fenómenos que se reproducirán e intensificarán en un clima alterado por la polución que producen los gases de efecto invernadero»[2]. Desde1997 a 2006, periodo en el que la temperatura del planeta no ha parado de subir, el número de catástrofes, cada vez más violentas, ha aumentado el 60% en relación a la época precedente. Como un símbolo de este recalentamiento global del planeta, el mes de agosto un gigantesco iceberg de 250 Km2 se ha desprendido del océano Glacial Ártico. Este suceso, que con mayor o menor dimensión viene ocurriendo consecutivamente desde hace cuatro años, ha reducido la dimensión del Glacial a menos de 4 millones de Km2. Este verano han sido registradas temperaturas récord, tales como la alarmante cifra de 53,5ºC en Paquistán el día 26 de mayo: «La temperatura media del planeta muestra, según las anotaciones y análisis del equipo de James Hansen del Goddard Institute for Espace Estudies (NASA), que los seis primeros meses del año 2010 detentan el récord de calor en ciento treinta años»[3].
Los científicos de las compañías petroleras, los políticos y los cronistas de TV pueden discutir entre ellos sobre si el calentamiento planetario es o no resultado de una polución masiva de la atmósfera, pero el conjunto de los descubrimientos científicos serios demuestran una correlación evidente entre el vertido a la atmósfera de gases de efecto invernadero, el calentamiento climático y la multiplicación de catástrofes naturales. Sin embargo, los científicos se equivocan cuando afirman que un poco de voluntad política de los gobiernos podría cambiar las cosas. El capitalismo es incapaz de limitar los vertidos de gases de efecto invernadero, porque entonces tendría que oponerse a sus propios principios: el del beneficio, el de la producción con gastos menores, el de la competencia,... La burguesía tiene, necesariamente, que polucionar para satisfacer estas leyes. La industria pesada es un ejemplo; otro, el transporte para desplazar sus mercancías a miles de kilómetros.
La responsabilidad del capitalismo en la magnitud de estas catástrofes no se limita sólo a la polución atmosférica y al desorden climático: la destrucción metódica de los ecosistemas por medio de la deforestación masiva, por ejemplo; el almacenaje de desechos en las zonas naturales de drenaje o la urbanización anárquica -ocupando incluso lechos de ríos desecados- ha agravado enormemente la intensidad de las catástrofes.
Mientras escribimos estas líneas cientos de fuegos continúan ardiendo en una amplia región alrededor de Moscú, quemando cientos de miles de hectáreas de bosque, de turberas, de sembrados, de urbanizaciones, etc. El fuego ha matado ya más de cincuenta personas y dejado a miles sin hogar[4]. Una espesa humareda, de consecuencias catastróficas para la salud, hasta el punto de doblar la tasa de mortalidad, ha invadido la capital durante muchos días. Hay que añadir a todo esto los riesgos nucleares y químicos que amenazan a la población más allá de las fronteras rusas, a causa de los incendios en tierras contaminadas por la explosión de la central de Chernóbil; las propias nucleares amenazadas por las llamas; los depósitos de armas y de productos químicos abandonados en el campo sin control; que no han gozado, curiosamente, de la misma atención por parte de prensa, radio y TV.
Estos incendios han dado ocasión para mostrar toda la negligencia de la burguesía y el desgarro de la sociedad capitalista. Uno de los aspectos más sorprendentes de estos sucesos es la incapacidad del Estado ruso para dominar los incendios. ¡Ya le vale! al Primer ministro, V. Putin, jugar a los superhéroes delante de las cámaras de TV pilotando un camión de bomberos; el hecho es que este desastre es el resultado de décadas de políticas típicamente burguesas, cegadas cínicamente por las ansias de beneficio.
Un elemento esencial para comprender el papel de la burguesía en la envergadura de los incendios es el alucinante estado de abandono de los bosques. Rusia es un país inmenso dotado de un parque forestal muy denso e importante que necesita un cuidado particular para cercar rápidamente el foco inicial de los incendios, medida con la que se evitaría su rápida extensión y que acaben siendo incontrolables. Pero muchos de estos macizos forestales carecen de vías de acceso, lo que imposibilita que los camiones de bomberos puedan acceder al núcleo de la mayoría de los incendios. Rusia cuenta únicamente con 22.000 bomberos, menos que un país tan pequeño como Francia, para luchar contra fuegos tan devastadores; además, sus gobiernos regionales están tan corrompidos que prefieren emplear los pocos medios de que disponen para el cuidado de los bosques en la compra de coches de lujo, como se ha visto en numerosos escándalos difíciles de ocultar.
El mismo cinismo lo vemos ante los famosos incendios de las turberas, zonas en las que el suelo está formado por materia orgánica en descomposición particularmente inflamable -sobre todo en épocas de sequía y calor intenso[5]: además de dejarlas abandonadas, la burguesía rusa ha favorecido la construcción de casas en estas zonas donde los incendios habían hecho ya grandes estragos, en 1972.
Las cuentas son bien simples: en estos espacios tan peligrosos las promotoras inmobiliarias han podido comprar terrenos, declarados por Ley urbanizables, a precio de ganga. Esta es la manera en que el capitalismo transforma fenómenos naturales humanamente controlables en verdaderas catástrofes.
En Paquistán está lloviendo torrencialmente desde el pasado mes de Julio[6] ocasionando grandes inundaciones, deslizamiento de tierras, millones de víctimas, más de 20 millones de siniestrados y estragos materiales considerables. El hambre y la propagación de enfermedades, especialmente el cólera, han venido a empeorar esta situación ya de por sí desesperada. Durante más de un mes, en medio de este horrible cuadro, la burguesía paquistaní y su ejército han mostrado su incompetencia y un cinismo espantoso, acusando a la naturaleza de implacable mientras que lo mismo que en Rusia, entre urbanismo anárquico y servicios de socorro impotentes, las leyes del capitalismo aparecen claramente como el elemento esencial para comprender la dimensión de la catástrofe.
Un aspecto particularmente repugnante en esta tragedia es la manera en que las grandes potencias imperialistas intentan sacar provecho de la situación, en detrimento de las víctimas, utilizando las operaciones humanitarias como pretexto: Estados Unidos (USA), que sostiene al Gobierno (un gobierno puesto ampliamente en cuestión) de Yousaf Raza Gillani, ha aprovechado rápidamente los acontecimientos para desplegar un importante contingente militar formado por portahelicópteros, naves de asalto anfibias, etc. En nombre de la lucha contra el terrorismo[7] EEUU ha dividido Paquistán en franjas, controlando en todo momento la llegada de la "ayuda internacional" enviada por otros países, "ayuda humanitaria" constituida también por militares, diplomáticos, inversores sin escrúpulos,...
Como en cada catástrofe de grandes dimensiones. todos los Estados ponen en funcionamiento todos los medios para defender sus intereses imperialistas; entre estos medios, la "promesa de ayuda" se emplea de modo sistemático: todos los Gobiernos anuncian oficialmente una sustanciosa ayuda financiera que es oficiosamente acordada a cambio de satisfacer las ambiciones particulares de los donantes. Por ejemplo, a día de hoy sólo el 10% de la ayuda internacional prometida en enero de 2010 después del terremoto en Haití ha sido entregada en efectivo a la burguesía haitiana. Paquistán no ha sido la excepción a la regla, los millones prometidos sólo se darán a título de Comisión al Estado por los servicios prestados.
El capitalismo y la burguesía son, sin duda, directamente responsables de la multiplicación y la amplitud mortífera de las catástrofes climáticas.
La clase obrera no debe hacerse ninguna ilusión de la capacidad que dice tener la clase dominante para proteger a la humanidad de los fenómenos naturales violentos: sustituir a los gobiernos corruptos en el poder por dirigentes más "verdes" o legislar reformas ecológicas que salven el planeta -opciones que nos vende la burguesía-, no lograrán librar ni a la humanidad ni al planeta del caos medioambiental. Las bases del capitalismo: búsqueda del beneficio, la competencia,... están, a todos los niveles, en el núcleo del problema. Necesitamos destruir este sistema bárbaro y atroz.
V. 25 de agosto de 2010.
[1] Además de numerosas inundaciones y riadas de lodo en numerosas provincias, China padeció una gigantesca marea negra derivada de la explosión de un oleoducto
[2] Jean-Pascal van Ypersele, vicepresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos en Evolución del Clima (GIEC). AFP-noticias.
[3] Sylvestre Huet (periodista científico) en Liberatión; 12 de agosto de 2010.
[4] Estas cifras hay que leerlas con mucha precaución porque el Gobierno ruso es maestro insuperable en el arte de la desinformación. Pero mentir sobre las cifras no es una especialidad eslava, hay muchos testimonios de que en las inundaciones en el Var (Sur Este de Francia), que tratamos en RI nº 314, hubo más víctimas y daños que los que comunicó el Gobierno francés.
[5] Las autoridades rusas se han limitado a esperar que el hielo del invierno extinga a fondo los incendios de las turberas.
[6] Afganistán, China, India y Nepal están igualmente duramente afectados.
[7] El Gobierno paquistaní, que pasa por una situación particularmente inestable, ha advertido rápidamente de la inminencia de una insurrección de los talibanes refugiados en la frontera de Afganistán, para justificar numerosas medidas represivas. Lo ocurrido: a finales de agosto, a modo de insurrección, una banda de merodeadores islamistas vinculados a Al Qaeda ataca (¡vaya, por fin!) a una oscura milicia a sueldo del Gobierno, causando dos muertos.
En la primera parte de esta serie de artículos hemos intentado poner de manifiesto puntos de acuerdo fundamentales que aproximan a los anarquistas internacionalistas y a la Izquierda Comunista. Para la CCI, sin negar que existan divergencias importantes, el aspecto crucial es que defendemos con determinación la autonomía de la clase obrera rechazando «dar apoyo o sostén del tipo que sea ("crítico", "táctico" o en nombre de cualquier "mal menor") a un sector cualquiera de la burguesía: "democrática", "fascista", de izquierdas o de derechas; o a la burguesía palestina, o a la israelí -enfrentadas o no; etc.,...». Se trata pues, concretamente, de:
1) Rechazar todo tipo de apoyo electoral, cualquier colaboración con los gerentes del capitalismo o con los defensores de cualquiera de las formas de este sistema (social-democracia, estalinismo, "chavismo", etc.);
2) Mantener un internacionalismo intransigente, negándose a aceptar cualquiera de los campos imperialistas enfrentados en una guerra.
Todos los que defienden teórica y prácticamente estas posiciones esenciales deben ser conscientes de que pertenecen al mismo campo: el de la clase obrera, el de la revolución.
Aunque en el seno de este campo hay, necesariamente, diferencias de opinión y de posición entre los individuos, grupos, tendencias,...; los revolucionarios, a través del debate a escala internacional -fraternal, abierto, con franqueza, sin falsas concesiones, lograrán participar, de la mejor de las maneras, en el desarrollo general de la conciencia proletaria. Para conseguirlo tendrán que comprender el origen de las dificultades que todavía hoy entorpecen este debate.
Estas dificultades son fruto de la historia. La oleada revolucionaria que, partiendo de 1917 en Rusia y siguiendo con 1918 en Alemania, acabó con la Primera Guerra Mundial fue vencida por la burguesía. A partir de entonces, una terrible contrarrevolución se abate sobre la clase obrera de todos los países; siendo las expresiones más monstruosas de esa barbarie el estalinismo y el nazismo; implantados justamente en los dos países donde el proletariado había sido la vanguardia de la revolución.
La instauración, por un partido que se reclamaba del "marxismo", de una aterradora dictadura militar en el país de la Revolución de octubre de 1917 ha sido considerada por los anarquistas como una confirmación de las críticas que ellos habían mantenido durante mucho tiempo contra las concepciones marxistas. Concepciones a las que les han reprochado: su "autoritarismo", su "centralismo", el hecho de que no llamen a la abolición inmediata del Estado desde el día después de la revolución, el hecho de no tener como principio fundamental la libertad,...
Al acabarse el siglo XIX, el triunfo del reformismo y del "cretinismo parlamentario", en los partidos socialistas, fue considerado por los anarquistas como la confirmación de la validez de su rechazo a cualquier participación en las elecciones[1]. Es un poco lo que se produjo después del triunfo del estalinismo: para el movimiento anarquista este régimen no era sino la consecuencia lógica del "autoritarismo congénito" del marxismo; es más, entendían que había una particular "continuidad" entre la política de Lenin y la de Stalin, puesto que después de todo la policía y el terror políticos se desarrollaron cuando el primero aun estaba vivo y justamente poco después de la revolución. Evidentemente, uno de los argumentos empleados para ilustrar esta "continuidad" es el hecho de que desde la primavera de 1918 algunos grupos anarquistas de Rusia fueron reprimidos y su prensa amordazada. Pero hay un argumento que consideran "decisivo": el aplastamiento sangriento de la insurrección de Kronstadt, en marzo de 1921, por los bolcheviques, con Lenin y Trotsky en cabeza. El episodio de Kronstadt es sin duda muy significativo ya que los marinos y los obreros de esta base naval constituían, en octubre de 1917, una de las vanguardias de la insurrección que derrocó al gobierno burgués y facilitó la toma del poder por los soviets (Consejos de obreros y soldados). Y es justamente este sector, de los más adelantados de la revolución, quien se revela en 1921 con la consigna: «el poder a los Soviets, sin los partidos».
En el seno de la Izquierda Comunista hay un total acuerdo, entre sus diferentes tendencias, en torno a puntos que son evidentemente esenciales:
1) El reconocimiento de la naturaleza contrarrevolucionaria y burguesa del estalinismo.
2) El rechazo de toda "defensa del ‘bastión obrero' " que conformaría la URSS y particularmente de cualquier participación en la Segunda Guerra Mundial en nombre de esa "defensa" (o de cualquier otro pretexto).
3) La caracterización del sistema económico y social de la URSS como una forma particular de capitalismo, un capitalismo de Estado bajo su forma más extrema.
Sobre estos tres puntos decisivos la Izquierda comunista está de acuerdo con los anarquistas internacionalistas pero se opone totalmente al trotskismo que considera: al estado estalinista como un "Estado obrero degenerado", a los partidos "comunistas" como "partidos obreros" y que en su gran mayoría enroló a sus seguidores en la Segunda Guerra Mundial (concretamente en las filas de la Resistencia).
Hay sin embargo, en el seno mismo de la Izquierda Comunista, notables diferencias en la comprensión del proceso que llevó la Revolución de Octubre de 1917 a desembocar en el estalinismo; por ejemplo, la corriente de la Izquierda Holandesa ("Comunistas de Consejos" ó "consejistas") considera que la Revolución de Octubre fue una revolución burguesa cuya función era reemplazar el régimen zarista feudal por un Estado burgués, mejor adaptado para desarrollar una economía capitalista moderna. Al Partido bolchevique, que estaba a la cabeza de esta revolución, lo consideran un "partido burgués de tipo particular" encargado de dirigir la instauración de un capitalismo de Estado, aunque sus militantes y dirigentes no fueran verdaderamente conscientes. Para los "consejistas" hay una continuidad entre Lenin y Stalin, siendo este último, de alguna manera, el "ejecutor testamentario" del primero. En este sentido podemos decir que, aunque hay cierta convergencia entre los anarquistas y los consejistas, estos últimos no han rechazado su referencia al marxismo.
La otra gran tendencia de la Izquierda Comunista, la vinculada a la Izquierda Comunista de Italia, considera que la Revolución de Octubre y el Partido bolchevique eran de naturaleza proletaria[2]. El marco en que esta tendencia inserta su comprensión del triunfo del estalinismo es el del aislamiento en Rusia de la Revolución de octubre; a causa, fundamentalmente, de la derrota de las luchas revolucionarias en otros países, en primer lugar en Alemania. Poco antes de la Revolución de octubre el conjunto del movimiento obrero, y los anarquistas no eran una excepción, consideraba que si la revolución no se extendía a escala mundial sería derrotada. El hecho histórico fundamental que ilustra el trágico destino de la Revolución rusa es que esta derrota no vino del "exterior" (los ejércitos blancos, sostenidos por la burguesía mundial, fueron derrotados) sino del "interior", a través: primero, de la pérdida del poder por la clase obrera -especialmente del control sobre el Estado surgido a raíz de la revolución; y segundo, de la degeneración y la traición del partido que, tras haber conducido la revolución, acabó integrado en ese Estado.
En este marco, los diferentes grupos que se consideran de la Izquierda Italiana no comparten los mismos análisis sobre la política de los bolcheviques en los primeros años de la revolución. Para los "bordiguistas", el monopolio del poder por un partido político, la instauración de cierto monolitismo en este partido, el empleo del terror, incluso la misma represión sangrienta de la sublevación de Kronstadt, no son criticables; muy al contrario, todavía hoy lo asumen plenamente. Por eso durante mucho tiempo, en la medida en que la corriente de la Izquierda Italiana era conocida a escala internacional esencialmente a través del "bordiguismo", esos principios han actuado, entre los anarquistas, como repelente de las posiciones y principios de la Izquierda Comunista.
Pero, la corriente de Izquierda italiana no se reduce al "bordiguismo". La Fracción de Izquierda del Partido Comunista de Italia (más tarde Fracción Italiana de la Izquierda Comunista) elabora en los años 30 todo un trabajo de balance de la experiencia rusa (Bilan era entonces el nombre de su revista en francés). Entre 1945 y 1952 la Izquierda Comunista de Francia (que publicaba Internationalisme) prosigue este trabajo y la corriente que se constituyó en 1975, la CCI, recogió esta antorcha en Venezuela en 1964 y en 1968 en Francia.
Esta corriente (y en parte igualmente la que se relaciona con el Partito Comunista Internazionalista en Italia) considera necesario la crítica de algunos aspectos de la política de los bolcheviques tras la revolución. En particular la de muchos de los aspectos que denuncian los anarquistas: la toma del poder por un partido, el terror y, especialmente, la represión de Kronstadt son considerados por nuestra organización (en continuación con Bilan y la GCF) como errores, fallos cometidos por los bolcheviques que pueden ser criticados perfectamente en el marco del marxismo y de las mismas concepciones de Lenin; especialmente las que se expresan en su obra El Estado y la evolución, redactada en 1917. Estos errores pueden explicarse por numerosas razones que no podemos desarrollar aquí pero que forman parte del debate general entre la Izquierda Comunista y los anarquistas internacionalistas. Diremos simplemente que la razón esencial es el hecho de que la revolución Rusa ha constituido la primera (y única hasta hoy) experiencia histórica de una revolución proletaria momentáneamente victoriosa. Corresponde a los revolucionarios sacar las enseñanzas de esta experiencia; como hizo, desde los años treinta, Bilan para quien «El conocimiento profundo de las causas de la derrota» era una exigencia primordial: «Y este conocimiento no puede tolerar ninguna prohibición ni ningún ostracismo. Hacer el balance de los hechos de posguerra es establecer las condiciones para la victoria del proletariado en todos los países» (Bilan nº 1. Noviembre 1933)
Los periodos de contrarrevolución no favorecen en absoluto la unidad, ni la cooperación entre fuerzas revolucionarias. El desarraigo y la dispersión que afecta al conjunto de la clase obrera repercuten también en las filas de sus elementos más conscientes. De igual manera que no fue fácil el debate, en el seno de los grupos que habían roto con el estalinismo y sin embargo asumían la Revolución de octubre, ni durante los años 20 ni a lo largo de los 30; fue también particularmente difícil el debate entre anarquistas e Izquierda Comunista a lo largo de todo el periodo de la contrarrevolución.
Debido al hecho de que la suerte de la revolución parecía llevar agua al molino de sus críticas al marxismo, la actitud en el seno del movimiento anarquista fue la de rechazar cualquier discusión con los marxistas, "forzosamente autoritarios", de la Izquierda Comunista; y esto tanto más cuanto que, en los años de 1930, la popularidad de ese movimiento era muy superior a la de los pequeños grupos de la Izquierda Comunista. Gracias, fundamentalmente, al importante papel que llegaron a desempeñar los anarquistas en un país, España, donde tuvo lugar uno de los acontecimientos históricos más decisivos de este periodo.
Recíprocamente, el hecho de que, de manera casi unánime, el movimiento anarquista considerara que los acontecimientos de España constituían una especie de confirmación de la validez de sus concepciones y que la Izquierda Comunista los viera sobre todo como la prueba de su fracaso ha sido, durante mucho tiempo, un obstáculo para la colaboración de ésta con los anarquistas. Hay, no obstante, que señalar que Bilan se negó a poner a todos los anarquistas en el mismo cesto y publicó, tras su asesinato por el estalinismo en mayo de 1937, un homenaje al anarquista italiano Camilo Berneri, quien había acometido una crítica sin concesiones de la política llevada a cabo por la dirección de la CNT española.
Más significativo aún es el hecho de que se realizara en 1947 una conferencia que agrupó: a la Izquierda Comunista Italiana (Grupo de Turín), la Izquierda Comunista de Francia, la Izquierda Comunista Holandesa y a cierto número de ¡anarquistas internacionalistas¡ Uno de los cuales copresidía esta Conferencia. Esto muestra que, incluso durante la contrarrevolución, a cierto número de militantes de la Izquierda Comunista y del anarquismo internacionalista les animaba un verdadero espíritu de apertura, una voluntad de debatir y una capacidad para reconocer los criterios fundamentales que unen a los revolucionarios más allá de sus divergencias.
Estos camaradas de 1947 nos dan una lección y una esperanza para el futuro[3].
Es evidente que las atrocidades cometidas por el estalinismo, usurpando el nombre del marxismo y el comunismo, pesan todavía hoy, actuando como una barrera emocional que obstaculiza, siempre poderosamente, el debate sincero y la colaboración leal.
«La tradición de todas las generaciones muertas {asesinadas.Ndlr} pesa fuertemente sobre el cerebro de los vivos.» (Marx en su 18 de Brumario de Luis Bonaparte). Este muro que nos impide actuar no puede ser demolido de un día para otro, pero comienza a desquebrajarse. Debemos cultivar el debate que nace poco a poco ante nuestra vista, animados por un espíritu fraternal, teniendo siempre en la cabeza que todos intentamos sinceramente trabajar por llegar al comunismo, a una sociedad sin clases.
CCI (agosto 2010)
[1] Para Lenin; "En Europa occidental el sindicalismo revolucionario apareció en numerosos países como el resultado directo e inevitable del oportunismo, el reformismo, el cretinismo parlamentario." (Prólogo al folleto de Bóinov (A. V. Lunacharski): "Sobre la actitud del partido ante los sindicatos" (1907). Obras completas. Tomo XIII, página 156. Akal Editor). El anarquismo, que existía antes del sindicalismo revolucionario pero que le es próximo, se ha beneficiado también de esta evolución de los partidos socialistas.
[2] Es necesario resaltar que en Rusia existían muchos grupos, desgajados del partido bolchevique, que compartían sus análisis. Ver sobre este tema nuestro folleto La Izquierda Comunista en Rusia.
[3] En efecto, el debate, la cooperación y el respeto recíproco entre anarquistas internacionalistas y comunistas no era en aquel tiempo ninguna novedad.
Además de otros ejemplos se puede citar lo que escribía la anarquista americana Emma Goldman en su autobiografía (publicada en 1931, diez años después de Kronstadt):
"...el bolchevismo era una concepción social sostenida por el espíritu brillante de hombres animados por el ardor y el coraje de los mártires. (...) era de la mayor urgencia que los anarquistas y otros auténticos revolucionarios se implicaran resueltamente en defensa de estos hombres difamados y de su causa, en los acontecimientos que se precipitaban en Rusia." (Living my Life).
Otro anarquista muy conocido, Víctor Serge, en un artículo redactado en agosto de 1920 "Los anarquistas y la experiencia de la Revolución rusa" tiene una opinión muy similar y aunque continúa considerándose anarquista y criticando algunos aspectos de la política del Partido Bolchevique sigue dando su apoyo a este partido.
Por otra parte, los bolcheviques invitaron a una delegación de la CNT española anarco-sindicalista al Segundo Congreso de la Internacional Comunista. Juntos Mantuvieron debates realmente fraternales e invitaron a la CNT a incorporarse a la Internacional.
En 2009, esta periodista se hizo pasar por una parada a la busca de un empleo en la Baja Normandía (Caen). ¿Su motivo?: «La crisis. Sólo se habla de esto, pero sin saber realmente lo que se dice ni qué medidas tomar. Todo da la impresión de un mundo en vías de derrumbarse. Y sin embargo a nuestro alrededor, las cosas parecen siempre en su lugar». ¿Su objetivo? Lograr un CDI (contrato de duración indefinida). Finalmente sólo lo obtendrá después de 6 meses de galeras: «las condiciones son milagrosas...: un contrato de 5,30 a 8 horas de la mañana, pagado con la tarifa del convenio colectivo, 8,94 euros por hora». Esto nos da el tono de las condiciones de vida de millones de parados o trabajadores precarios: lo que se viene a llamar "milagroso" ¡es un pobre contrato que sólo permite trabajar 2,30 horas por día, cobrando apenas algo más que el salario mínimo interprofesional!
Su recorrido comienza "ingenuamente" (según sus propias palabras) por las agencias de empleo temporal. Florence Aubenas llega precisando orgullosamente: "aceptaré todo". "Aquí, todo el mundo acepta todo" le respondieron. Rápidamente comienza la búsqueda por todas las ETT. Pronto comprende que no tiene ninguna posibilidad de obtener un empleo en estos tiempos de crisis: no ha trabajado desde los 20 años... no tiene ninguna experiencia profesional... no tiene un perfil fiable para la contratación temporal...
A continuación Pôle emploi, una experiencia de las más traumatizantes. Los locales son tristes, se está mal instalado para las búsquedas de empleo, hay pocos ordenadores y sólo uno tiene una impresora que funcione. Una pantalla de televisión difunde en cadena el mismo eslogan inmundo: "Tenéis derechos, pero también deberes. Podéis ser excluidos". Excluido... El estado quiere grabar esta amenaza en las mentes, como verdadera espada de Damocles... Nada subsidios, nada de derechos, nada de nada... el vacío... la nada... Todo está preparado para culpabilizar a los obreros, para hacerles creer que si son excluidos, es enteramente por su culpa. "Tenéis deberes". Escuchad: "Es normal hacer un esfuerzo para buscar un empleo, vosotros que vivís a costa de los honestos trabajadores y cobráis por no hacer nada". ¡No! Todas estas coacciones impuestas por el gobierno no tienen más que un solo objetivo: borrar el máximo de parados, para falsear las cifras de paro y contar de menos.
A lo largo de las páginas del libro, la búsqueda de empleo se convierte en un recorrido agobiante y asqueroso.
Todo comienza con la primera cita. El funcionario anuncia a Florence Aubenas que ha tener la segunda cita en las próximas 24 horas, porque sino... La segunda cita no dura más de veinte minutos; nuevas instrucciones "de arriba". Los funcionarios hablan entre ellos de "escabechina".
Y además está la cita o revisión mensual, "una obligación fijada por la administración", que obliga a desembolsar un importante gasto en transporte. «Ante la recepción, una parada espera, indignada por todo como cabe esperar, pero en silencio, con mirada de reproche. Se puede sentir que está inflada de quejas que no se atreve a expresar y que aumentan desde hace tiempo. Debe pensar sin cesar en estas convocatorias en la agencia, sobretodo por la noche. Son obligatorias una vez al mes, te pasas todo el día como bien sabe y después hay que volver en autobús. Todo para ser recibida veinte minutos en la oficina de empleo (a veces sólo diez como la última vez). En una oficina descubierta, donde un funcionario suspira porque otra vez no puede ofrecerle nada .Y durante todo este tiempo, en todas las cadenas, oye a los políticos explicar que las cifras de paro no son malas. Es para volverse loca».
Además están los cursillos de búsqueda de empleo[2] que acaban "siendo peor que un trabajo". Allá, donde se presenta cada uno en su turno, cuenta su doloroso recorrido, y no mucho más... Cuando se termina el cursillo "aprender a redactar un Currículum Vitae (CV)", no hay previsto ningún material para registrar ni imprimir los nuevos CV redactados. Cuando hay que desplazarse a "una reunión especial de información", se descubre rápidamente que la oficina de empleo no tiene en realidad nada que anunciar en esta reunión. Uno de los funcionarios acaba explicando que tienen la consigna de bajar las cifras de paro y que esta reunión es uno de los medios: «Se convoca una categoría de parados, cuadros, perceptores del subsidio mínimo de inserción, poco importa. Una parte no vendrá, y sin justificante serán borrados de las estadísticas».
El personal de la oficina de empleo por otra parte no se hace ninguna ilusión sobre su propio papel: «Durante mucho tiempo ha estado constituido por trabajadores sociales. Posteriormente, el reclutamiento ha tenido como objetivo en primer lugar a los comerciales». Ya no hay que decir "demandantes de empleo" sino "clientes". Ya no se trata de "trabajo social" sino de "trabajo de cifras". "Ganar en productividad es la prioridad" del gobierno... So pena de supresión de las primas colectivas por agencia. Por consiguiente, la duración de las entrevistas no puede exceder de los 20 minutos. «En ciertas agencias, cada funcionario tiene a veces más de 180 demandantes en su cartera, cuando debía tener 60. La región tiene más de 4000 expedientes con retraso. El personal no llega nunca a conseguir el ritmo adecuado».
Y las personas se desmoronan: las tentativas de suicidio aparecen, a veces con un triste éxito: «Parece que se ahorcó en las escaleras de la oficina de empleo». Los usuarios son cada vez más agresivos. Los funcionarios de las oficinas de empleo lo tienen claro: «...un día, tendremos un drama, alguien entrará en la oficin, y nos partirá la cara o nos disparará». No, las oficinas de empleo no ilusionan a nadie, sobre todo a las personas que trabajan allí.
Al final, entonces, Florence Aubenas tendrá que decidir; decidir y aceptar un trabajo en menos de veinte minutos: "¿Quiere empezar una nueva vida? Personal de mantenimiento, ¿qué le parece?". En realidad para su perfil no corresponde ninguna gran cosa. Acepta. En cuanto al CDI que se fijó como objetivo, se trata de una misión imposible: «Este tipo de empleo no existe en vuestro circuito. Pronto no existirá por ninguna parte».
Después de 15 largos días de búsqueda, Florence Aubenas encuentra su primer empleo, aunque, un "empleo" que no quiere nadie, de los más precarios: personal de mantenimiento en un ferry en Ouistreham.
Sin embargo, todos la habían prevenido: si ves un anuncio para el ferry, «no hagas caso. No respondas. No te lo pienses lo más mínimo. Olvídalo...Ese sitio es el peor de todos». Ouistreham, es peor que "el presidio y las galeras juntos". "Por hacer la limpieza durante la escala" entre las 21,30 y 22,30, todas las tardes, te sacarás «un poco más de 250 euros por mes, con las primas de los festivos o de los domingos», y es un contrato por 6 meses. Has de tener un medio de transporte. Florence Aubenas encuentra uno por casualidad: una amiga conoce alguien que le puede prestar un vehículo durante algún tiempo... El trayecto de ida dura 1 hora: «como sólo se paga el tiempo a bordo, se pierden dos horas para cobrar una». Florence Aubenas pregunta a una colega: ¿No piensas que es demasiado tiempo malgastado por el salario que pagan?" La colega no comprende nada. De dónde sale ésta que «no sabe que eso es lo normal. Para su trabajo de la mañana, tiene tres horas de trayecto».
En el tajo, tiene que limpiar en tiempo récord los baños y camarotes del ferry: por ejemplo 3 minutos máximo para las duchas. El trabajo es duro, penoso y sin interrupción. Todo debe estar perfecto. Si no lo está, hay que volver a hacerlo. «En un cuarto de hora, mis rodillas han doblado de volumen, mis brazos son devorados por el hormigueo y chorreo de calor... La hora de trabajo dura un segundo y una eternidad».
Además de este trabajo, Florence Aubenas encuentra un CDD (contrato de duración determinada) todos los sábados por la mañana para limpiar los bungalows en un camping. Es una agencia de limpieza quien la emplea, La Inmaculada.
Para lograr sobrevivir, tiene que acumular muchos empleos, muchos contratos, muchos lugares, muchos horarios y las horas de desplazamientos. Florence tiene «la impresión de pasar su tiempo rodando, pensando sin pensar, la cabeza atravesada por las combinaciones complicadas de horarios, de trayectos, de instrucciones». La Inmaculada le "propone" también hacer sustituciones. Las llamadas se efectúan de un día para otro, en el último minuto. Tiene que aceptar. Es la única forma de esperar obtener algo más que pequeños contratos. Vive en la precariedad, y duerme poco. Las condiciones de trabajo serán siempre las mismas: lavar, limpiar el polvo, aspirar en un tiempo récord una superficie inacabable, sin parar. Y si excede sus horarios, nada de cobrar horas suplementarias.
Para el empleador, dar un trabajo agotador y mal pagado es poco más o menos presentado como un favor... "si no estás contenta, hay miles fuera dispuestos a coger el puesto". Entonces la cosa es simple: los obreros no tienen elección. Tienen que aceptar todo: ser explotados sin contemplaciones, trabajar horas no remuneradas, estar siempre a disposición... El chantaje es insidioso, pero Florence sabe bien que si ella lo rechaza o se planta, "no tendrá una segunda oportunidad".
Los contratos de limpieza son disputados ásperamente por muchas empresas, que negocian los horarios siempre a la baja: «la empresa de limpieza precedente aseguraba la prestación en dos horas, La Inmaculada le quitó la plaza bajando quince minutos». Florence empezará de nuevo con tres cuartos de hora de retraso... El camping es peor. El patrón anuncia orgullosamente: «ya veréis que es verdaderamente tranquilo. Lo haréis en 3 horas máximo y vuestro contrato prevé 3,15 horas». Al final el equipo de 5 personas tarda 5 horas. «Terminamos hacia las 15,30 horas de forma penosa. No hemos comido nada durante toda la mañana, no tenemos fuerza ni para llevar los cubos, no hemos tenido tiempo de ir a los aseos, sientes que se apodera de ti una rabia loca y explosiva». Las semanas siguientes son parecidas a ésta: nos pasamos del tiempo entre 2 y 3 horas. ¡Jamás se pagará ninguna hora suplementaria!
Con otra empresa Florence tendrá la experiencia del trabajo gratuito: «¡los periodos de prueba no se os pagarán»!
Durante su periplo, Florence Aubenas conoció a Victoria, septuagenaria que había hecho toda su carrera de mujer de la limpieza y combatiente sindicalista desde siempre. El encuentro se produjo a la salida de la manifestación contra la crisis el 19 de marzo de 2009. Victoria le explicó más tarde que ella tenía 22 años cuando se sindicó: "parecía evidente". Pero «el sindicalismo no es un asunto fácil dentro de este mundo de hombres, organizado alrededor de grandes secciones, los metalúrgicos, los astilleros navales, los carteros... En las manifestaciones algunos tienen vergüenza de estar al lado de las cajeras de Continente o de las mujeres con una escoba. Es su huelga, su manifestación, su banderola, su sindicato». Victoria está en la sección de los precarios. En las reuniones no comprende todos los términos empleados. Pero si alguien pide explicaciones, los responsables sindicales se enervan: "¿no ves que enmierdas a todo el mundo con tus preguntas? Algunos se mosquean abiertamente si un precario toma la palabra. La redacción de hojas se desarrolla siempre de la misma manera. Las chicas comienzan pero como tarden mucho tiempo, un responsable escribe la hoja en su lugar. Nadie "tiene la paciencia de escuchar lo que tienen que decir". Al final, las chicas no distribuyen la hoja porque no corresponde a sus ideas. «Las tratan de "tocapelotas"». «Carecen definitivamente de "conciencia de lucha"». En los años 1980, un amigo sindicalista de Victoria le cortó la palabra en plena reunión cuando ella daba el punto de vista de las mujeres de la limpieza: «me doy cuenta que los militantes no pasan nunca la escoba a los locales. Buscamos a alguien para hacerlo ¿Puedes ser tú, Victoria, algunas horas por semana? Tendrás un salario». Nombran entonces un responsable para dirigir la sección de "precarios", "un verdadero erudito, lleno de diplomas", porque «hace falta un intelectual para representar dignamente el sindicato... No se puede enviar una cajera o una mujer de la limpieza a las reuniones». A finales de los años 1980, el sindicato no tiene dinero para Victoria, la despiden. «Ese día, ella los vio salir de la sala riéndose... No pudo contenerse más. Gritó: "banda de puercos».
Para su amiga Fanfan, también sindicada durante el mismo período, es la misma historia. Ella fue despedida injustamente por el hipermercado donde trabajaba porque estaba a la cabeza de una pequeña sección sindical. «El sindicato no hizo nada para ayudarla. Fanfan dejó el militantismo».
El sindicalismo, órgano permanente de lucha, aparece como lo que es verdaderamente: un órgano separado de los intereses de la clase obrera, un órgano elitista donde se defiende un solo punto de vista: el de la central sindical, de los que son pagados por pretendidamente "representar a los trabajadores". Es un órgano que decide por la clase obrera en contra de los intereses de la clase obrera.
Florence Aubenas ha elegido contar la vida de los trabajadores y parados de Caen pero la misma historia se hubiera podido desarrollar en cualquier lugar. El balance hubiera sido el mismo, las experiencias narradas y el dolor por la falta de futuro idénticas.
Dicho esto, si la imagen del estado de las relaciones de explotación capitalista y la descripción del trabajo de los sindicatos son implacables ("¿A qué se debe esto? Los sindicatos han negociado durante años en Caen y las fábricas han cerrado igualmente?"), este libro finalmente no deja más salida que la desesperación. Cuando el lector termina sus casi 300 páginas, es fácil imaginarlo silencioso, descorazonado, triste y asustado por la situación dramática descrita por la periodista. Porque, a fin de cuentas, no se puede entrever ninguna perspectiva de porvenir. En la región de Caen, como en otros muchos sitios, «en menos de un siglo, no se ha creado ninguna industria, pues ha estado totalmente abandonada» y no hay más que desolación y sentimiento de "no futuro". «Francia se transformará en otro Brasil... donde se va a buscar en los vertederos de basura, tratando de sobrevivir con lo que se encuentra».
Florence Aubenas no va más allá de sus razonamientos, no saca las conclusiones que imponen sus propias descripciones.
Sí, ¡el capitalismo siembra la miseria! Sí, ¡la suerte de la clase obrera es indigna! Pero todo esto es también y sobre todo indignante. Frente al horror de la esclavitud asalariada, no es el miedo y la desesperación lo que debe animar a la clase obrera sino ¡la combatividad y la convicción de que ella puede construir otro mundo! Es justamente esta confianza en ella la que le falta actualmente y la que tanto la inhibe... hasta ahora.
Traducción de Révolution Internationale (órgano de la CCI en Francia).
[1] agencia de empleo pública relacionada con el Ministerio de Economía de Francia
[2] "Carta de candidatura espontánea", "como redactar una carta de respuesta a un pequeño anuncio", "poner en valor su saber hacer", "utilizar el teléfono en la búsqueda de empleo"...
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/files/es/AP211.pdf
[2] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200907/2624/detras-del-discurso-de-paz-de-obama-se-oculta-una-verdadera-estrategia
[3] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200909/2662/afganistan-tras-la-mision-de-paz-se-camuflan-intereses-imperialistas
[4] https://www.thedailybeast.com/?cid=tag:all1
[5] https://es.internationalism.org/tag/personalidades/obama
[6] https://www.planetoscope.com/
[7] https://www.futura-sciences.com/
[8] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/cumbre-de-copenhague
[9] https://es.internationalism.org/tag/3/50/medio-ambiente
[10] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/crisis-economica
[11] https://es.internationalism.org/tag/3/46/economia
[12] https://es.internationalism.org/tag/geografia/india
[13] https://fr.internationalism.org/ri404/le_darwinisme_social_une_ideologie_reactionnaire_du_capitalisme.html
[14] https://es.internationalism.org/cci-online/200904/2538/a-proposito-del-libro-el-efecto-darwin-una-concepcion-materialista-de-los-ori
[15] https://es.internationalism.org/tag/personalidades/charles-darwin
[16] https://es.internationalism.org/files/es/AP212.pdf
[17] https://es.internationalism.org/cci-online/201002/2780/golpe-a-las-pensiones-reforma-laboral-recortes-presupuestarios-el-capital-y-s
[18] https://es.internationalism.org/tag/geografia/espana
[19] https://es.internationalism.org/tag/geografia/grecia
[20] https://es.internationalism.org/tag/geografia/portugal
[21] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/intervenciones
[22] https://es.internationalism.org/files/es/AP213pq.pdf
[23] http://www.occupiedlondon.org/blog/2010/05/09/286-the-
[24] http://www.occupiedlondon.org/blog/2010/05/07/what-do-we-honestly-have-to-say-about-wednesdays-events
[25] https://fr.internationalism.org/icconline/2010/prise_de_position_d_un_groupe_communiste_libertaire_sur_les_evenements_en_grece.html
[26] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/grecia
[27] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/espana
[28] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-0
[29] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/caso-garzon
[30] https://en.internationalism.org/inter/153/lead
[31] https://en.internationalism.org/inter/154/health-care
[32] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/reforma-sanitaria-de-obama
[33] https://es.internationalism.org/files/es/nuestra_respuesta_a_algunas_preguntas_sobre_el_papel_de_los_sindicatos_en_el_momento_actual.pdf
[34] https://es.internationalism.org/content/4575/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-i
[35] https://es.internationalism.org/content/4586/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-en-la-decadencia-capitalista-ii
[36] https://es.internationalism.org/content/4603/los-sindicatos-en-el-periodo-ascendente-del-capitalismo-iii
[37] https://es.internationalism.org/content/4620/los-sindicatos-organos-del-estado-capitalista-iv
[38] https://es.internationalism.org/content/4645/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-v-la-tactica-de-los-izquierdistas-para-hacerlos
[39] https://es.internationalism.org/content/4667/los-sindicatos-contra-la-clase-obrera-vi-contenido-y-formas-de-la-lucha-obrera-en-el
[40] https://es.internationalism.org/content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia
[41] https://es.internationalism.org/content/4597/polonia-agosto-de-1980-hace-40-anos-el-proletariado-mundial-retomaba-de-nuevo-la-huelga
[42] https://es.internationalism.org/content/910/huelga-del-metal-de-vigo-los-metodos-proletarios-de-lucha
[43] https://es.internationalism.org/tag/2/30/la-cuestion-sindical
[44] https://es.internationalism.org/tag/3/45/descomposicion
[45] https://es.internationalism.org/files/es/ACCpro214_copia_2.pdf
[46] https://webgsl.wordpress.com/
[47] https://es.internationalism.org/cci-online/200912/2715/cual-es-nuestra-actitud-ante-companeros-que-se-reclaman-del-anarquismo
[48] https://es.internationalism.org/tag/corrientes-politicas-y-referencias/izquierda-comunista
[49] https://es.internationalism.org/tag/corrientes-politicas-y-referencias/anarquismo-internacionalista
[50] https://es.internationalism.org/content/2859/la-crisis-no-se-va-sino-que-continua-mas-grave
[51] https://es.internationalism.org/cci-online/201005/2872/plan-de-austeridad-del-gobierno-zapatero-el-peor-ataque-a-los-trabajadores-de
[52] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201005/2863/debate-interno-en-la-cci-v-la-sobreproduccion-cronica-un-obstaculo
[53] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/la-crisis-economica
[54] https://es.internationalism.org/tag/geografia/israel
[55] https://es.internationalism.org/tag/geografia/palestina
[56] https://es.internationalism.org/tag/6/557/conflicto-israelo-palestino
[57] https://es.internationalism.org/tag/5/558/conflicto
[58] https://es.internationalism.org/files/es/AP215.pdf
[59] https://es.internationalism.org/content/2901/reforma-laboral-2010-un-criminal-hachazo-mas-contra-todos-los-trabajadores
[60] https://es.internationalism.org/content/2903/las-ensenanzas-de-la-fase-actual-de-la-crisis
[61] https://es.internationalism.org/cci-online/201002/2777/turquia-solidaridad-con-la-resistencia-de-los-trabajadores-de-tekel-contra-el
[62] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201003/2825/grecia-espana-portugal-estados-en-quiebra
[63] https://www.solidaridadobrera.org/
[64] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/huelga-del-29-s
[65] https://www.lemonde.fr/
[66] https://dndf.org/?p=2801
[67] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/huelgas-salvajes-en-bangladesh
[68] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/china
[69] https://es.internationalism.org/tag/cuestiones-teoricas/desempleo