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En medio de uno de los inviernos más fríos que se recuerdan, los anuncios del trío Gobierno - Patronal - Sindicatos durante la primera semana de febrero, nos han dejado tiritando: ampliación de la edad de jubilación, recortes presupuestarios, nueva Reforma Laboral ...
A la semana siguiente, como si de un tratamiento de ducha escocesa se tratara, esos mismos agentes han salido a la palestra para "tranquilizarnos": Zapatero ha dicho que la jubilación es "negociable", los recortes presupuestarios "no tocarán la protección social" y sindicatos y patronal se han mostrado "satisfechos" con la Reforma Laboral ...
¿Qué está pasando? ¿Podemos pensar que "no llegará la sangre al río"? O, por el contrario, ¿hemos de sentir una profunda inquietud por lo que nos espera?
La aceleración de la crisis y la amenaza de quiebra económica de los Estados
Para comprender lo que está pasando hemos de analizar la situación de la economía mundial y sus perspectivas de evolución. Y estas son muy negativas en contra de los machacones mensajes de que "estamos saliendo de la crisis". Estos últimos, son desmentidos por los raquíticos crecimientos de los países que supuestamente están dejando atrás la crisis: ¡el más alto es del 0,6% en Francia!, el diario Le Monde anuncia que «la recuperación va a ser mucho más débil de lo esperado».
En realidad, estamos entrando en una nueva etapa de la crisis, consecuencia de la anterior, caracterizada por LA CRISIS DE LOS DEFICIT. En 2008, los Estados lanzaron al agujero negro de unos bancos en caída libre sumas inmensas que luego continuaron con planes de salvamento de las industrias clave -en España automóvil y construcción. Esto llevó a un gigantesco endeudamiento de los Estados. A la cabeza de ese hiper-endeudamiento está el propio Estados Unidos seguido por Gran Bretaña. En Europa, Irlanda, Islandia, Portugal, Italia y, sobre todo, Grecia y España. Esos Estados, golpeados por un déficit insoportable, están al borde de la bancarrota.
En la Zona Euro, basada en el llamado Pacto de Estabilidad que impide que los déficit superen el 3%, la crisis es muy grave amenazando al euro y a todo el sistema que lo sostiene.
Ello hace obligatorio tomar medidas en los países donde el déficit es más grande: Grecia y España.
¿Y qué medidas van a tomar? Bajo el capitalismo las únicas medidas posibles consisten en atacar a muerte a los trabajadores y a la mayoría de la población laboriosa.
Esperar otra cosa, esperar que "paguen los ricos" o que "las cargas se repartan equitativamente" es creer en cuentos de hadas, creer que el Estado es "neutral" y "es de todos". El Estado, su gobierno y las instituciones que lo constituyen -Oposición, Sindicatos, Patronal, Iglesia etc.- está con el Capital, lo defiende por todos los medios, legales e ilegales, por las buenas y por las malas.
Por eso los "socialistas" de Grecia que llegaron al poder en octubre con la promesa de que "aumentarían el consumo de los trabajadores para salir de la crisis" han hecho exactamente lo contrario: han bajado el sueldo de los funcionarios, han eliminado una paga extra, recortado las pensiones, aumento del IVA ...
Pero estas medidas en Grecia no son algo aislado y especial. En un país que dicen "va bien" como Francia el Gobierno ha lanzado un nuevo hachazo a las pensiones.
¿España no es Grecia?
Zapatero se desgañita diciendo que "España no es Grecia". En la realidad la situación en España es mucho peor: por ser la cuarta economía de la zona euro, por la gravedad de la especulación inmobiliaria, por el desempleo desbocado, por la tremenda magnitud del déficit estatal. Por ello, las medidas que ahora se han anunciado que ya de por si constituyen una carga de profundidad contra nuestras condiciones de vida, no son más que el primer capítulo de una larga cadena de ataques que van a inundar nuestras vidas con las lacras terribles de la miseria, el desempleo, el estrés, el agotamiento, la ansiedad por el futuro ...
Si crueles han sido los sufrimientos durante los dos últimos años -¡qué se lo pregunten a los más de cuatro millones de parados, a las miles de familias que han perdido la casa o a los trabajadores que sufren atrasos en el cobro de salarios o subsidios de hasta 3 meses!-, si las medidas ahora anunciadas representan un golpe mucho peor, peor es todo lo que va a venir después.
¿El problema se limita a la edad de jubilación?
Los sindicatos han aceptado la Reforma Laboral, no se han opuesto a los recortes presupuestarios y acaban de firmar con la Patronal una congelación salarial en la que además incluyen una cláusula de descuelgue que permite al empresario saltarse a la torera los acuerdos "en caso de crisis".
TODO ESO LO DAN POR BUENO y sólo ponen el grito en el cielo ante la jubilación a los 67 años. Han convocado manifestaciones el 23 de febrero.
Con ello pretenden limitarnos y encerrarnos en una sola cuestión -la jubilación- donde el Gobierno puede hacer la jugada de ceder ahora para atacar más tarde pasados unos meses utilizando el mecanismo más discreto del Pacto de Toledo en el que, como han hecho hasta ahora, pueden cambiar edad de jubilación, rebajar pensiones etc., sin publicidad y colocándonos ante hechos consumados.
Quieren desviarnos hacia una "lucha" donde les van a dar un regalo a los sindicatos para prestigiarse, hacernos sentir la momentánea ilusión de que hemos ganado algo ... y despertarnos después con que nos han colado todos los demás ataques y con la perspectiva de otros más.
¡Los planes que los sindicatos han dado por buenos suponen golpes muy duros! El mazazo de los recortes presupuestarios lo notaremos en menos empleo, en ajustes salariales o de personal en las administraciones públicas, en peor servicio en hospitales, escuelas, transportes ... el hierro candente de la Reforma Laboral lo sentiremos en que se generaliza la indemnización por despido de 33 días ¡y se abre la vía a los 20 días!; en que la "transformación de contratos a tiempo parcial en fijos" permite a las empresas hacernos trabajar una jornada completa con sueldo de jornada parcial ...
Y hay un hecho que han colado sin que nadie moviera un dedo: el Decreto Ley contra los controladores aéreos. Primero han lanzado una asquerosa campaña de linchamiento mediático presentándolos como "privilegiados" que viven del cuento cuando su trabajo es uno de los más arriesgados y de tensión nerviosa que existe. Tras esa campaña, el Decreto Ley supone rebajar los salarios en un 20% y aumentar el horario en un 33% con lo cual han sentado un peligroso precedente que utilizarán sin duda contra otros sectores de trabajadores.
Necesitamos luchar, pero ¿cómo hacerlo posible?
¿Podemos luchar dejándonos llevar por los sindicatos? ¡Rotundamente no! Sus "movilizaciones" son una tomadura de pelo. Llevan 30 años haciendo lo mismo: firman a cuatro manos todo lo que el Gobierno y la Patronal les piden y luego de vez en cuando organizan una "jornada de lucha" descafeinada, que sirve para sembrar el desánimo y la división en las filas de los trabajadores.
Una de las causas de que la gente no se mueva es precisamente la acción de los sindicatos. Ellos se proclaman "representantes de los trabajadores" pero con sus acuerdos con Patronal y Gobierno, sus golpes bajos, sus convocatorias trampa, desilusionan, desmoralizan, vuelven cínicos y escépticos a muchos trabajadores.
Otra causa que dificulta la lucha de los trabajadores es la propia ideología de esta sociedad basada en el individualismo, la atomización, la competencia, el cada cual a la suya, la guerra de todos contra todos. Esos virus penetran en nuestra mente y nuestros corazones encerrándonos en nosotros mismos, dificultando la solidaridad y el compañerismo que son nuestras únicas armas.
Ese individualismo es fomentado por los métodos sindicales que nos hacen seguir pasiva e individualmente sus convocatorias en lugar de juntarnos, reunirnos, discutir y decidir juntos. Esa atomización es desarrollada por la ideología de esperar a las elecciones a votar individualmente a un líder carismático que nos promete "soluciones" y lo único que hace es atacarnos aún más duramente. Los Partidos del Capital, tanto de derechas como de izquierdas, cuando están en la Oposición dicen lo que nunca harán y cuando están en el Gobierno hacen lo que nunca habían dicho.
Por eso, la lucha de los trabajadores tiene que ser organizada, controlada, dirigida, por los propios trabajadores. Así fueron todas las luchas que en 1970-76 plantaron cara a los ataques del gobierno franquista, cuando los trabajadores no tenían "nadie que les defendiera". Así han sido a lo largo de la historia las grandes luchas de los trabajadores en el mundo, organizadas por ellos mismos en Asambleas y, en situaciones revolucionarias, en Consejos Obreros.
La Primera Internacional dijo que LA EMANCIPACION DE LOS TRABAJADORES SERA OBRA DE LOS PROPIOS TRABAJADORES. El Manifiesto Comunista señaló que el movimiento obrero solo puede ser el movimiento independiente de la inmensa mayoría en beneficio de la inmensa mayoría.
Solamente si tomamos la lucha en nuestras manos podremos defendernos.
Los trabajadores que se dan cuenta de estas necesidades deben reunirse, organizarse, animar a los demás, impulsar una lucha autónoma de clase. En las manifestaciones convocadas por los sindicatos en lugar de seguir pasivamente sus consignas, hemos de aprovechar para contactarnos y convocar reuniones donde discutimos de todo lo que nos interesa, de cómo organizar nuestra defensa.
La lucha no pasa por las convocatorias sindicales sino por que cada huelga que surja por pequeña que sea busque la solidaridad y la extensión de la lucha en los demás trabajadores. TODOS ESTAMOS AFECTADOS, es una ilusión creer que como sector, como empresa, como corporación, podríamos obtener un paraguas para protegernos de lo que está cayendo. Solamente rompiendo las cárceles del sector, de la empresa, de la región, de la raza, podremos defendernos. La solidaridad y la unidad son nuestra fuerza.
Los trabajadores en Grecia han empezado a protestar contra los ataques que les caen encima. La solidaridad con ellos para resistir las medidas del "socialista" Papandreu es una solidaridad con nosotros mismos, trabajadores en España, porque si imponen las salvajadas en Grecia se sentirán más fuertes y arrogantes para imponerlas en España. La solidaridad internacional es nuestra fuerza.
¿Podemos creer seriamente que van a resolver esta crisis? ¿Podemos creer que los sacrificios actuales permitirán una etapa de prosperidad? Veamos lo que viene pasando en los últimos 40 años: desde 1967 el capitalismo se hunde en crisis cada vez más graves y las "salidas" han sido siempre imponer sacrificios a los trabajadores. ¿Cuál ha sido el resultado? Hace 25 años más del 90% de los trabajadores eran fijos hoy más del 40% son precarios y para los jóvenes el trabajo fijo suena a cosa de museo; hace 25 años todos los trabajadores tenían una pensión más o menos decente, hoy está cada vez más claro que los jóvenes NO TENDRAN PENSION; hace 25 años casi todas las familias tenían una vivienda mínima, hoy cada vez más familias no tienen techo o tienen que hacinarse varias generaciones en una misma casa. ¡Y eso no ocurre en Haití o en África! ¡Ocurre en Londres, en Madrid, en Nueva York, en el corazón del llamado mundo opulento!
El capitalismo no tiene solución a su crisis mortal, sus medidas de austeridad solo traen nuevas medidas de austeridad. LA AUSTERIDAD SOLO PRODUCE MAS AUSTERIDAD, LOS SACRIFICIOS DE HOY PREPARAN LOS SACRIFICIOS DE MAÑANA.
En 2007 Zapatero dijo que "no había crisis", en 2008 dijo que aguantáramos el paro y las medidas de ajuste porque en 2009 empezaríamos a ver "brotes verdes". Hoy, 2010, hay mucho más desempleo y encima anuncia un programa de ataques sin precedentes.
Solamente luchando, unificando las luchas por nosotros mismos, desarrollando la solidaridad y unidad como trabajadores, podremos abrir una vía de solución. Una solución que sea la que busquemos entre todos. Porque ya sabemos en qué consisten las "soluciones" de gobernantes y aspirantes: promesas y "salidas de la crisis" en discursos y campañas electorales; miseria, desempleo y golpes bajos en la vida cotidiana.
Corriente Comunista Internacional 19-02-2010
A la semana siguiente, como si de un tratamiento de ducha escocesa se tratara, esos mismos agentes han salido a la palestra para "tranquilizarnos": Zapatero ha dicho que la jubilación es "negociable", los recortes presupuestarios "no tocarán la protección social" y sindicatos y patronal se han mostrado "satisfechos" con la Reforma Laboral ...
¿Qué está pasando? ¿Podemos pensar que "no llegará la sangre al río"? O, por el contrario, ¿hemos de sentir una profunda inquietud por lo que nos espera?
La aceleración de la crisis y la amenaza de quiebra económica de los Estados
Para comprender lo que está pasando hemos de analizar la situación de la economía mundial y sus perspectivas de evolución. Y estas son muy negativas en contra de los machacones mensajes de que "estamos saliendo de la crisis". Estos últimos, son desmentidos por los raquíticos crecimientos de los países que supuestamente están dejando atrás la crisis: ¡el más alto es del 0,6% en Francia!, el diario Le Monde anuncia que «la recuperación va a ser mucho más débil de lo esperado».
En realidad, estamos entrando en una nueva etapa de la crisis, consecuencia de la anterior, caracterizada por LA CRISIS DE LOS DEFICIT. En 2008, los Estados lanzaron al agujero negro de unos bancos en caída libre sumas inmensas que luego continuaron con planes de salvamento de las industrias clave -en España automóvil y construcción. Esto llevó a un gigantesco endeudamiento de los Estados. A la cabeza de ese hiper-endeudamiento está el propio Estados Unidos seguido por Gran Bretaña. En Europa, Irlanda, Islandia, Portugal, Italia y, sobre todo, Grecia y España. Esos Estados, golpeados por un déficit insoportable, están al borde de la bancarrota.
En la Zona Euro, basada en el llamado Pacto de Estabilidad que impide que los déficit superen el 3%, la crisis es muy grave amenazando al euro y a todo el sistema que lo sostiene.
Ello hace obligatorio tomar medidas en los países donde el déficit es más grande: Grecia y España.
¿Y qué medidas van a tomar? Bajo el capitalismo las únicas medidas posibles consisten en atacar a muerte a los trabajadores y a la mayoría de la población laboriosa.
Esperar otra cosa, esperar que "paguen los ricos" o que "las cargas se repartan equitativamente" es creer en cuentos de hadas, creer que el Estado es "neutral" y "es de todos". El Estado, su gobierno y las instituciones que lo constituyen -Oposición, Sindicatos, Patronal, Iglesia etc.- está con el Capital, lo defiende por todos los medios, legales e ilegales, por las buenas y por las malas.
Por eso los "socialistas" de Grecia que llegaron al poder en octubre con la promesa de que "aumentarían el consumo de los trabajadores para salir de la crisis" han hecho exactamente lo contrario: han bajado el sueldo de los funcionarios, han eliminado una paga extra, recortado las pensiones, aumento del IVA ...
Pero estas medidas en Grecia no son algo aislado y especial. En un país que dicen "va bien" como Francia el Gobierno ha lanzado un nuevo hachazo a las pensiones.
¿España no es Grecia?
Zapatero se desgañita diciendo que "España no es Grecia". En la realidad la situación en España es mucho peor: por ser la cuarta economía de la zona euro, por la gravedad de la especulación inmobiliaria, por el desempleo desbocado, por la tremenda magnitud del déficit estatal. Por ello, las medidas que ahora se han anunciado que ya de por si constituyen una carga de profundidad contra nuestras condiciones de vida, no son más que el primer capítulo de una larga cadena de ataques que van a inundar nuestras vidas con las lacras terribles de la miseria, el desempleo, el estrés, el agotamiento, la ansiedad por el futuro ...
Si crueles han sido los sufrimientos durante los dos últimos años -¡qué se lo pregunten a los más de cuatro millones de parados, a las miles de familias que han perdido la casa o a los trabajadores que sufren atrasos en el cobro de salarios o subsidios de hasta 3 meses!-, si las medidas ahora anunciadas representan un golpe mucho peor, peor es todo lo que va a venir después.
¿El problema se limita a la edad de jubilación?
Los sindicatos han aceptado la Reforma Laboral, no se han opuesto a los recortes presupuestarios y acaban de firmar con la Patronal una congelación salarial en la que además incluyen una cláusula de descuelgue que permite al empresario saltarse a la torera los acuerdos "en caso de crisis".
TODO ESO LO DAN POR BUENO y sólo ponen el grito en el cielo ante la jubilación a los 67 años. Han convocado manifestaciones el 23 de febrero.
Con ello pretenden limitarnos y encerrarnos en una sola cuestión -la jubilación- donde el Gobierno puede hacer la jugada de ceder ahora para atacar más tarde pasados unos meses utilizando el mecanismo más discreto del Pacto de Toledo en el que, como han hecho hasta ahora, pueden cambiar edad de jubilación, rebajar pensiones etc., sin publicidad y colocándonos ante hechos consumados.
Quieren desviarnos hacia una "lucha" donde les van a dar un regalo a los sindicatos para prestigiarse, hacernos sentir la momentánea ilusión de que hemos ganado algo ... y despertarnos después con que nos han colado todos los demás ataques y con la perspectiva de otros más.
¡Los planes que los sindicatos han dado por buenos suponen golpes muy duros! El mazazo de los recortes presupuestarios lo notaremos en menos empleo, en ajustes salariales o de personal en las administraciones públicas, en peor servicio en hospitales, escuelas, transportes ... el hierro candente de la Reforma Laboral lo sentiremos en que se generaliza la indemnización por despido de 33 días ¡y se abre la vía a los 20 días!; en que la "transformación de contratos a tiempo parcial en fijos" permite a las empresas hacernos trabajar una jornada completa con sueldo de jornada parcial ...
Y hay un hecho que han colado sin que nadie moviera un dedo: el Decreto Ley contra los controladores aéreos. Primero han lanzado una asquerosa campaña de linchamiento mediático presentándolos como "privilegiados" que viven del cuento cuando su trabajo es uno de los más arriesgados y de tensión nerviosa que existe. Tras esa campaña, el Decreto Ley supone rebajar los salarios en un 20% y aumentar el horario en un 33% con lo cual han sentado un peligroso precedente que utilizarán sin duda contra otros sectores de trabajadores.
Necesitamos luchar, pero ¿cómo hacerlo posible?
¿Podemos luchar dejándonos llevar por los sindicatos? ¡Rotundamente no! Sus "movilizaciones" son una tomadura de pelo. Llevan 30 años haciendo lo mismo: firman a cuatro manos todo lo que el Gobierno y la Patronal les piden y luego de vez en cuando organizan una "jornada de lucha" descafeinada, que sirve para sembrar el desánimo y la división en las filas de los trabajadores.
Una de las causas de que la gente no se mueva es precisamente la acción de los sindicatos. Ellos se proclaman "representantes de los trabajadores" pero con sus acuerdos con Patronal y Gobierno, sus golpes bajos, sus convocatorias trampa, desilusionan, desmoralizan, vuelven cínicos y escépticos a muchos trabajadores.
Otra causa que dificulta la lucha de los trabajadores es la propia ideología de esta sociedad basada en el individualismo, la atomización, la competencia, el cada cual a la suya, la guerra de todos contra todos. Esos virus penetran en nuestra mente y nuestros corazones encerrándonos en nosotros mismos, dificultando la solidaridad y el compañerismo que son nuestras únicas armas.
Ese individualismo es fomentado por los métodos sindicales que nos hacen seguir pasiva e individualmente sus convocatorias en lugar de juntarnos, reunirnos, discutir y decidir juntos. Esa atomización es desarrollada por la ideología de esperar a las elecciones a votar individualmente a un líder carismático que nos promete "soluciones" y lo único que hace es atacarnos aún más duramente. Los Partidos del Capital, tanto de derechas como de izquierdas, cuando están en la Oposición dicen lo que nunca harán y cuando están en el Gobierno hacen lo que nunca habían dicho.
Por eso, la lucha de los trabajadores tiene que ser organizada, controlada, dirigida, por los propios trabajadores. Así fueron todas las luchas que en 1970-76 plantaron cara a los ataques del gobierno franquista, cuando los trabajadores no tenían "nadie que les defendiera". Así han sido a lo largo de la historia las grandes luchas de los trabajadores en el mundo, organizadas por ellos mismos en Asambleas y, en situaciones revolucionarias, en Consejos Obreros.
La Primera Internacional dijo que LA EMANCIPACION DE LOS TRABAJADORES SERA OBRA DE LOS PROPIOS TRABAJADORES. El Manifiesto Comunista señaló que el movimiento obrero solo puede ser el movimiento independiente de la inmensa mayoría en beneficio de la inmensa mayoría.
Solamente si tomamos la lucha en nuestras manos podremos defendernos.
Los trabajadores que se dan cuenta de estas necesidades deben reunirse, organizarse, animar a los demás, impulsar una lucha autónoma de clase. En las manifestaciones convocadas por los sindicatos en lugar de seguir pasivamente sus consignas, hemos de aprovechar para contactarnos y convocar reuniones donde discutimos de todo lo que nos interesa, de cómo organizar nuestra defensa.
La lucha no pasa por las convocatorias sindicales sino por que cada huelga que surja por pequeña que sea busque la solidaridad y la extensión de la lucha en los demás trabajadores. TODOS ESTAMOS AFECTADOS, es una ilusión creer que como sector, como empresa, como corporación, podríamos obtener un paraguas para protegernos de lo que está cayendo. Solamente rompiendo las cárceles del sector, de la empresa, de la región, de la raza, podremos defendernos. La solidaridad y la unidad son nuestra fuerza.
Los trabajadores en Grecia han empezado a protestar contra los ataques que les caen encima. La solidaridad con ellos para resistir las medidas del "socialista" Papandreu es una solidaridad con nosotros mismos, trabajadores en España, porque si imponen las salvajadas en Grecia se sentirán más fuertes y arrogantes para imponerlas en España. La solidaridad internacional es nuestra fuerza.
¿Podemos creer seriamente que van a resolver esta crisis? ¿Podemos creer que los sacrificios actuales permitirán una etapa de prosperidad? Veamos lo que viene pasando en los últimos 40 años: desde 1967 el capitalismo se hunde en crisis cada vez más graves y las "salidas" han sido siempre imponer sacrificios a los trabajadores. ¿Cuál ha sido el resultado? Hace 25 años más del 90% de los trabajadores eran fijos hoy más del 40% son precarios y para los jóvenes el trabajo fijo suena a cosa de museo; hace 25 años todos los trabajadores tenían una pensión más o menos decente, hoy está cada vez más claro que los jóvenes NO TENDRAN PENSION; hace 25 años casi todas las familias tenían una vivienda mínima, hoy cada vez más familias no tienen techo o tienen que hacinarse varias generaciones en una misma casa. ¡Y eso no ocurre en Haití o en África! ¡Ocurre en Londres, en Madrid, en Nueva York, en el corazón del llamado mundo opulento!
El capitalismo no tiene solución a su crisis mortal, sus medidas de austeridad solo traen nuevas medidas de austeridad. LA AUSTERIDAD SOLO PRODUCE MAS AUSTERIDAD, LOS SACRIFICIOS DE HOY PREPARAN LOS SACRIFICIOS DE MAÑANA.
En 2007 Zapatero dijo que "no había crisis", en 2008 dijo que aguantáramos el paro y las medidas de ajuste porque en 2009 empezaríamos a ver "brotes verdes". Hoy, 2010, hay mucho más desempleo y encima anuncia un programa de ataques sin precedentes.
Solamente luchando, unificando las luchas por nosotros mismos, desarrollando la solidaridad y unidad como trabajadores, podremos abrir una vía de solución. Una solución que sea la que busquemos entre todos. Porque ya sabemos en qué consisten las "soluciones" de gobernantes y aspirantes: promesas y "salidas de la crisis" en discursos y campañas electorales; miseria, desempleo y golpes bajos en la vida cotidiana.
Corriente Comunista Internacional 19-02-2010