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Revolución mundial 2008

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Revolución Mundial nº 103, Marzo - Abril 2008

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Ni defensa de la economía nacional, ni de la empresa estatal… ¡ A enfrentar los ataques del capital !

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El proceso de agudización de la crisis capitalista viene conduciendo a una aceleración de los ataques en contra de la clase trabajadora, por todos lados del planeta la burguesía trata de poner sobre las espaldas de los trabajadores la carga de la crisis. Las medidas de afectación al salario directo, a la salud y la jubilación no son exclusivas de la burguesía mexicana, los trabajadores del sur del continente, lo mismo que los que habitan en Europa están sufriendo por los mismos golpes, no obstante la miseria que crece en las familias obreras, ha hecho ya que surjan movilizaciones importantes. En México, ante la imposición de la "ley del ISSSTE", el descontento se hizo sentir, logrando rebasar en momentos (principalmente en las movilizaciones del 1 y 2 de mayo de 2007) el control sindical, sin embargo la burguesía no puede dejar el terreno libre al desarrollo del descontento, por ello teje una trampa para contener la fuerza proletaria, primero, desviando la lucha por la defensa de las condiciones de vida hacia la demanda de "democracia sindical", de tal forma que la clase dominante utiliza a los sectores "radicales" del sindicato para envolver a los trabajadores en la rebatinga de carteras y secretarías, evitando así que avanzara la movilización, pero además renueva la careta del sindicato, deteniendo el proceso de clarificación sobre el papel saboteador que cumple este aparato.

Pero si el sindicato ha logrado imponer el control, no ha logrado eliminar el descontento que sigue creciendo ante la agravación de las secuelas de la crisis, a saber: incremento de precios, afectación del salario por los nuevos impuestos, desempleo... Incluso campesinos pequeños y medianos se han visto afectados por las medidas estatales, al grado que están al borde de la quiebra por la apertura comercial hacia productos como el maíz, frijol y lácteos... Por todo ello, consideramos que la burguesía requiere afianzar su control mediante la extensión de una campaña de confusión, para ello viene alentando un ambiente nacionalista, para que en nombre del rescate de la nación se someta el descontento proletario, evitando entonces que los asalariados y las clases no explotadoras (como los campesinos pobres) que también se han visto afectadas por las medidas gubernamentales, desplieguen movilizaciones en defensa de sus condiciones, quedándose atadas a las consignas como la defensa de PEMEX y del mercado nacional, esterilizando así cualquier movilización...

Nos llaman a defender a PEMEX para atarnos al dominio del capital

Un instrumento que la burguesía ha sabido usar muy bien para asegurar su control es el veneno nacionalista. Invocando la defensa de la nación, la burguesía ha lanzado como carne de cañón a los trabajadores a las "guerras de liberación nacional", y ha justificado carnicerías, como la primera y segunda guerra mundial, y astutamente cada vez que los trabajadores exponen su coraje ante la explotación a la que los somete el sistema capitalista, sacan a su aparato de izquierda y sindical, desempolvan sus banderas nacionalistas y sus discursos patrioteros para hacer que olviden sus demandas y abracen los intereses de la clase dominante, siempre escondidas bajo consignas como la defensa de la empresa estatal, de la economía nacional o la soberanía. El mismo discurso nacionalista que realiza Bush cuando lanza a su soldadesca, es reciclado por el aparato de izquierda del capital cuando llama a defender los intereses nacionales. Es un empeño de la burguesía hacer creer a los asalariados que comparten intereses con sus explotadores sólo por el hecho de convivir en el mismo territorio geográfico; quieren que los trabajadores lancen a la basura su esencia internacionalista y que olviden que no tienen patria, porque si a su alrededor se levantan fronteras y banderas, definiendo al Estado-nación, no son sino para delimitar el entorno que la burguesía necesita para levantar su sistema de explotación... sustentando ese razonamiento, Marx y Engels en el Manifiesto Comunista (1848) exponen que: "Se acusa también a los comunistas de querer abolir la patria, la nacionalidad." Pero "Los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no poseen".

El anuncio velado que ha emitido el gobierno mexicano sobre la apertura a la concesión de áreas de PEMEX y de la Industria eléctrica, ha dado motivo para que el aparato de izquierda del capital -desde López Obrador, hasta la fila de grupos estalinistas, maoístas, zapatistas y trotskistas- lancen toda una campaña proclamando la defensa de la industria nacional y de las empresas estatales. Esta campaña ideológica, la burguesía la sabe aprovechar para diluir el descontento obrero ante los crecientes golpes que se le viene asestando por la agudización de la crisis capitalista.

El mecanismo que se utiliza para hacer pasar esta trampa, es hacer creer que la producción industrial de las empresas que se encuentra en manos del Estado, tiene un fin social, es decir que el Estado es una entidad neutral que tiene como función la de distribuir equitativa de la riqueza, pero Marx, hace 160 años, clarificaba que "El Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa" (Manifiesto Comunista), de manera que cuando el Estado es propietario de medios de producción, no realiza una actividad que deje de estar en función de los requerimientos de la burguesía; justamente las empresas estatales en México, fueron pilar fundamental para el impulso del proceso de acumulación durante el siglo XX.

La nacionalización de las principales industrias en México (realizada lo mismo por gobiernos de izquierda, como el de Cárdenas, de derecha, como López Mateos, o populistas como Echeverría, que a pesar de ser muy radical en su discurso, ha sidoel  mayor carnicero), tuvo como objetivo fortalecer a la planta industrial nacional (es decir a la burguesía local) otorgándole los insumos y la energía a precios bajos, así mismo los ingresos de las empresas estatales eran retornados como subsidios a las mercancías de consumo obrero, eran con el fin de mantener salarios bajos (lo que significa reducción de los costos de producción)... Bien vale citar la nota irónica que Engels hiciera en el folleto Del socialismo utópico al socialismo científico (1880), para definir claramente que el chauvinismo impulsado por el aparato de izquierda del capital, nada tiene que ver con la tradición marxista: "... desde que Bismarck emprendió el camino de la nacionalización, ha surgido una especie de falso socialismo... que en todo acto de nacionalización, hasta en los dictados por Bismarck, ve una medida socialista. Si la nacionalización de la industria del tabaco fuese socialismo, habría que incluir entre los fundadores del socialismo a Napoleón y a Metternich..."

De la misma forma el aparato de izquierda del capital para completar la historia oficial, llena de mentiras y mitos, adjetiva a las nacionalizaciones como acciones anti-imperialistas, no obstante cuando analizamos los sucesos históricos que derivaron en la nacionalización de la industria petrolera, podemos entender el juego tramposo de la burguesía para envolver a los trabajadores en el nacionalismo. La expropiación del petróleo, en realidad es una acción de sumisión del Estado mexicano hacia el de los EUA. El seguimiento de los acontecimientos nos revela que el más beneficiado de ese proceso fue la burguesía de los EUA[1], en tanto arrebata el preciado insumo del control de las petroleras inglesas. En la preparación de la 2ª guerra mundial, el acceso al hidrocarburo a bajos costos era esencial, y al decretar Cárdenas la nacionalización y responsabilizarse en cubrir las necesidades de los EUA, les hace un gran servicio.

Por eso mienten cuando se dice que hay que rescatar a PEMEX porque los ingresos que genera harán falta en la creación de la "infraestructura social" (escuelas, hospitales...), porque si, efectivamente, una importante parte de los ingresos del Estado mexicano provienen de PEMEX, eso no significa que el gasto del gobierno sea dirigido a cumplir las mejoras de vida de los asalariados, por el contrario, los ingresos por renta que obtiene por esta empresa son canalizados para apuntalar al propio sistema, a saber: transferencias al capital, como el FOBAPROA, campañas electorales, equipamiento y mejoramiento del ejército, incremento en el gasto corriente del gobierno, lo que implica gastos mayores en salarios de funcionarios...

Hay que ser claros que, cuando criticamos la actitud patriotera, no implica que supongamos que el capital privado foráneo o nacional mejorará las cosas, ni se pretende negar la corrupción y los trapicheos que acompaña a la venta de paraestatales, se trata de explicar que los trabajadores no pueden perder su identidad de clase al sujetarse a consignas ajenas a sus necesidades e intereses. La burguesía está ansiosa en que los trabajadores dejen atrás su disgusto por las condiciones miserables a las que los condena el capital y se pongan a defender a la economía nacional. Un empeño de la Izquierda comunista ha sido recoger la tradición marxista del internacionalismo para enfrentar las campañas de la burguesía, así, mientras la clase dominante desataba toda una borrachera nacionalista en torno a la expropiación petrolera, el Grupo de Trabajadores Marxistas, alzaba su voz para prevenir: "...La tarea del proletariado mexicano no es sacrificarse para que la industria petrolera y los ferrocarriles sean lucrativas para los capitalistas... sino conquistarlas, quitarlas a la burguesía por medio de la revolución proletaria..." (Comunismo, 1938).

¿Luchar contra el TLC o contra el capitalismo?

La crisis capitalista en su avance aplasta las condiciones de vida de los asalariados pero también de otros grupos sociales, así vemos que con la apertura comercial del campo una masa importante de productores se ven afectados, ante ello ya se han visto movilizaciones de productores agrícolas, aglutinados en centrales campesinas, lo mismo la CNC (perteneciente al PRI, y, dicho sea de paso fueron de los firmantes del TLC), que la agrupación "Sin maíz no hay país". El problema central de estas manifestaciones es que se unen a la campaña nacionalista de defensa de PEMEX, añadiendo la convocatoria de defender el mercado interno, buscando con esto arrastrar a los asalariados a defender la producción nacional, porque, según se aduce, se trata de buscar un "nuevo proyecto de nación", lo cual no es sino una variación de la consigna "altermundista" que espera la realización de un "capitalismo con rostro humano".

Es evidente que los trabajadores no pueden dejarse arrastrar a la defensa del mercado nacional, es en cambio imprescindible reflexionar que la explotación y la miseria a la que son sometidos es producto de la existencia del capitalismo, mientras este sistema exista nada se logra con eliminar tratados comerciales rapaces. Con TLC o sin él las condiciones de explotación están presentes, no se trata por ello de quitar un tratado y hacer un "mejor" capitalismo, se trata de luchar por la defensa de las condiciones de vida, lo cual expresa en si mismo el rechazo y la negación de las leyes económicas del capitalismo.

Esta misma reflexión debe extenderse hacia los campesinos depauperados y fundamentalmente a los jornaleros agrícolas. Es un deber de la clase obrera en su conjunto, hacer ver a los campesinos, como dijera Engels: "... que su situación es absolutamente desesperada mientras domine el capitalismo, hacerles ver la absoluta imposibilidad de mantener su propiedad parcelaria como tal..." (El problema campesino en Francia y Alemania, 1894).

De manera que ante los llamados tramposos para involucrar a los trabajadores en la defensa de la economía nacional, éstos deben de impulsar la defensa de sus condiciones de vida y de trabajo... no hay otro camino: ¡la lucha contra el capitalismo!

Tatlin/23-02-08

Notas:



[1] Aún cuando algunas empresas norteamericanas se vieron afectadas, el Estado como "capitalista colectivo ideal" -como definiera Engels al Estado moderno- al procurar la vigilancia del sistema, sacrifica los intereses de algunos capitalistas individuales a favor de las necesidades generales de la burguesía.

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

Recesión en EUA: La crisis económica se profundiza, lo peor aún está por venir

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Cuando se cerraba el año 2007 la burguesía norteamericana no hizo festejos y con mucha razón. No había mucho que celebrar para el capitalismo norteamericano, en tanto que todo el 2007 fue un año horrendo para su economía. Se abrió con el estallamiento de la burbuja de inmobiliaria, luego en el verano vino la quiebra del sector financiero, una serie de mini quiebras en la bolsa de valores y la devaluación drástica del dólar. Finalmente, para rematar, el año terminó con la siniestra noticia de una baja en la creación de empleos, anémicas ventas de temporada vacacional y temores de aumento de la inflación, alimentadas por las alzas del precio del petróleo y otras mercancías.

Es comprensible que en tanto que comienza el año la clase dominante esté preocupada por los tristes pronósticos para el año que viene. De hecho, no hay luz al final del túnel. El 2008 no promete ser mucho mejor que el 2007. Al contrario, aún para las predicciones más optimistas, lo peor está por venir.

La crisis económica que se agrava

La definición oficial de la burguesía de una recesión es dos cuatrimestres consecutivos de crecimiento negativo. Basados en la avalancha de malas noticias económicas que ha habido en las últimas semanas, algunos economistas están diciendo que la recesión ya comenzó en diciembre. De cualquier forma, no todos los economistas están convencidos de que las cosas están tan mal. A pesar de todas las malas noticias, el PIB aún muestra pequeñas tasas de crecimiento positivo. Así, algunos economistas expresan esperanzas de que la economía norteamericana pueda evitar caer en recesión. Por otro lado algunos expertos piensan que "literalmente esto podría tomar cualquier camino".

Estas predicciones que llenan páginas completas de las secciones económicas de periódicos y revistas son muy engañosas. En el último de los casos solamente contribuyen a esconder el catastrófico estado del capitalismo americano que solamente puede empeorar en los meses que vienen independientemente de que la economía entre oficialmente en recesión.

Lo que es importante enfatizar es que no estamos hablando de una supuesta "salud" de la economía norteamericana que simplemente pasa a través de una fase problemática en un supuesto ciclo normal de expansión y quiebra. Lo que estamos observando son las convulsiones de un sistema en un estado de crisis crónica que solamente puede comprar momentos efímeros de "salud" con remedios tóxicos que solamente agravarán el próximo colapso catastrófico.

Esta ha sido la historia del capitalismo norteamericana -y del capitalismo mundial- desde el fin de los años sesenta con el regreso de la crisis abierta. Durante las últimas cuatro décadas a través de las expansiones oficiales y quiebras, la economía solamente ha mantenido una apariencia gracias a la funcionalidad de las políticas monetarias y fiscales del estado capitalista que los gobernantes están obligados a aplicar para combatir los efectos de la crisis. Sin embargo, la situación no ha permanecido estática. Durante estas décadas de crisis y el estado tratando de controlarla, la economía ha acumulado tantos absurdos que ahora hay una amenaza verdadera de catástrofe económica, como la que nunca hemos visto en la historia del capitalismo. La burguesía salió de la explosión de la burbuja de la tecnología Internet en 2000-01 creando una nueva burbuja, esta vez basada en propiedades inmobiliarias. A pesar de que las industrias manufactureras clave -la industria del automóvil y aeronáutica por ejemplo- se siguen arruinando, el auge de las propiedades inmobiliarias los pasados cinco años dio la apariencia de una economía en expansión. Ahora el auge se ha transformado en la actual quiebra que ha sacudido el edificio entero del sistema capitalista y que tendrá repercusiones futuras que nadie puede predecir aún. Según los últimos datos sobre la crisis de las propiedades inmobiliarias, la actividad relacionada con la vivienda privada está en desorden total. La construcción de nuevos hogares ha caído alrededor del 40% desde su punto más alto en 2006; las ventas han caído incluso más rápidamente arrastrando con ello la baja de los precios. Los precios de la vivienda han caído un 7% en todo el país desde el punto más alto en 2006 con predicciones de que caerán otro 15 o 20% antes de alcanzar fondo. El boom de las propiedades inmobiliarias dejo un enorme inventario de casas sin vender -entre 2.1 y 2.6 % en todo el país. Y esta tendencia va a aumentar en tanto que la ejecución de las hipotecas continúen ampliándose, golpeando a los prestatarios que supuestamente tenían buenos créditos. El último año las ejecuciones de hipoteca estuvieron particularmente limitadas a las llamadas "suprime" -préstamos a personas sin algún medio para compensar los pagos- Casi la cuarta parte de tales préstamos eran impagables... En noviembre, 6.6 % de esos préstamos estaban ya en ejecución de hipoteca, o habían sido recobrados. En una muestra de que vendrán cosas peores, este cobro de hipoteca está sucediendo incluso antes de que muchas hayan reajustado a tipos de interés más altos. El estallamiento de la burbuja inmobiliaria hizo estragos en el sector financiero. La crisis en las propiedades inmobiliarias ha generado hasta ahora alrededor de 100 mil millones de dólares en pérdidas en las instituciones financieras más grandes del mundo. Los mil millones de dólares en la bolsa de valores se han esfumado golpeando a Wall Street. Entre los grandes nombres que perdieron al menos la tercera parte de sus valores en 2007 se encuentra Fannie Mae, Freddie Mac, Bear Stearns, Moody´s y Citygroup. MBIA, compañía que se especializa en garantizar la salud financiera de otras, ¡perdieron casi tres cuartos de sus valores! Varias compañías relacionadas con las hipotecas que ayer estaban en lo más alto hoy están arruinadas. Y esto es solamente el principio. En tanto que se cobrarán las hipotecas en los próximos meses trayendo a los bancos nuevas pérdidas, y la actual quiebra del crédito presionará más, afectando a otros sectores de la economía. Por otra parte, la crisis financiera relacionada con las hipotecarias no es sino la punta del iceberg. Las mismas prácticas de préstamos imprudentes que estamos conociendo eran dominantes en el mercado de las hipotecas, son también la norma con las tarjetas de crédito y los financiamientos en la industria automotriz donde los problemas están aumentando de la misma forma. Aquí yace la esencia de la actual "salud" del capitalismo. Su pequeño secreto es la perversión del mecanismo del crédito como forma de comprar su salida a la falta de mercados solventes para vender sus mercancías. El préstamo no es más que una promesa de reembolso con un interés respaldado por alguna realidad material (es decir, colateral) que pueda estimular el desarrollo del capitalista. Se ha convertido en una manera de mantener la economía artificial a flote, intentando evitar un colapso desordenado del sistema. Ya en los años 80 cuando la crisis financiera que siguió a la quiebra de las economías latinoamericanas aplastadas por deudas impagables, demostraron los límites del crédito como remedio para enfrentar la crisis. La misma lección se pudo aprender en 1997 y 1998 con el colapso de los tigres y dragones asiáticos, y en la incapacidad de endeudamiento de Rusia. De hecho la burbuja inmobiliaria fue una reacción y un esfuerzo para superar la quiebra de la burbuja del Internet. Se puede uno hacer la pregunta: ¿Cuál será la próxima burbuja?

Pero aún hay otro aspecto de la actual crisis financiera. Esta es la rampante especulación que acompañó a la burbuja inmobiliaria. No estamos hablando aquí de la especulación del inversionista individual comprando una casa y rápidamente obtener un beneficio con la rápido aumento de valor de su propiedad. Esto son nimiedades. Lo que realmente cuenta es la gran especulación que las principales instituciones financieras emprendieron con el aseguramiento y la venta de la hipoteca-venta en la bolsa. Lo que muestra este monstruoso nivel de especulación es el grado al que la economía se ha convertido en una "economía de casino" donde el capital no es invertido en la economía real, sino es usado para jugar.

La medicina no funciona

La burguesía norteamericana gusta presentarse como la campeona ideológica del capitalismo del libre mercado. Esta no es otra cosa que una campaña ideológica. Una economía que funciona de acuerdo a las leyes del mercado no tiene lugar en el capitalismo actual, dominado por la intervención omnipresente del Estado. Este es el sentido el "debate" en la burguesía sobre como manejar la actual crisis económica. Esencialmente no hay una propuesta nueva. Las mismas viejas políticas monetarias y fiscales se aplican con la esperanza de estimular la economía. Entre las principales propuestas están la baja de impuestos y mayores gastos en proyectos públicos de infraestructura: autopistas, puentes, aeropuertos.

Por el momento lo que se está haciendo es también la aplicación de las misma vieja política de dinero fácil. Tanto que la Reserva Federal ya ha reducido sus tasas de interés tres veces y parece decidida a hacerlo aún más. En un desesperado movimiento por alentar liquidez en el mercado de crédito ofreció un regalo grande de navidad -miles de millones de dólares baratos de emergencia- para las instituciones financieras que estaban cortos de efectivo.

Perspectivas

Estos esfuerzos del Estado por manejar la crisis continuarán. Lo evidente es que más que nunca la burguesía tiene menos margen de maniobra para sus políticas económicas. Luego de décadas de manejar la crisis, la burguesía norteamericana se encuentra sobre una economía muy enferma. La monstruosa deuda nacional, el déficit del presupuesto federal, el frágil sistema financiero, todo esto hace más difícil para la burguesía enfrenar el colapso de su sistema.

Para la clase obrera la agravación de la crisis económica indudablemente traerá más miseria y tendrá que enfrentar los ataques que la burguesía le lanzará para amortiguar el impacto de sus dificultades económicas. Es tiempo de preparar la defensa y dar a la sociedad una perspectiva diferente a la actual locura del capitalismo.

Eduardo Smith/ 1-01-08

Noticias y actualidad: 

  • Crisis económica [3]

Mineros, UAM…Ejemplos del papel saboteador del sindicato

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Las condiciones de vida y de trabajo del conjunto del proletariado siguen empeorando, el desempleo sigue subiendo a pesar de tener "un presidente del empleo"(¡), las pensiones, si ya eran una miseria, con la aplicación de la ley del ISSSTE, se calcula tendrán una reducción de hasta un 30%... la recesión en EUA apenas despunta en el horizonte y la extensión de su gravedad ya se anuncia, amenazando aún más las condiciones de vida de los trabajadores. En este contexto de ataques crecientes contra la clase obrera vemos desarrollarse esfuerzos importantes de ésta para expresar su descontento y su voluntad de lucha, sin embargo, ese descontento está chocando con el encuadramiento de los sindicatos, sean estos "charros" o  "independientes".

Mineros: descontento esterilizado por el sindicato

Desde el accidente en Pasta de Conchos donde murieron 65 mineros, se desató una pugna entre camarillas por hacerse del control del sindicato y, al mismo tiempo, el descontento de los trabajadores ha sido encajonado en ese terreno minado. El Sindicato minero es uno de los casos más claros de cacicazgo sindical, durante décadas fue regenteado por Gómez Sada que deja después el trono a su hijo Napoleón Gómez Urrutia ("Napito"). El sindicato sabe perfectamente que las compañías que subcontratan obreros para las minas los mandan en condiciones de seguridad deplorables. Baste recordar que la mayoría de los muertos en Pasta de Conchos eran contratados por empresas externas a la Compañía Minera, sin embargo, el sindicato se hace de la vista gorda y hoy aparece como el campeón de la defensa de la seguridad de los obreros...¡cinismo criminal!.

Bajo la demanda de mejorar las condiciones de seguridad e higiene estalla el 30 de julio del año pasada la huelga en Cananea, huelga que inmediatamente se mezcló con las consignas del sindicato de "respeto a la autonomía sindical" lo cual es una clara alusión a la defensa de "Napito". A más de 6 meses de huelga donde lo que prevalece es el encerramiento de los huelguistas y el uso de recursos completamente impotentes: pedir apoyo en la cámara de diputados, ampararse para tratar de evitar que se declare la huelga ilegal, etc. Con ello los mineros están atrapados en todo el engranaje estatal, desde los partidos hasta los tribunales de justicia.

Lo que podemos apreciar es que el enorme y justo descontento de los mineros está siendo dilapidado en un callejón sin salida:

-la huelga larga desgasta hasta al más combativo, más si ésta está aislada del resto del proletariado;

-el aislamiento al que el sindicato somete a los huelguistas los conduce a la impotencia y los ata de manos frente al capital;

-las formas de lucha del proletariado son enterradas y se ponen en marcha mecanismos ante los cuales la clase está completamente indefensa ("lucha" en tribunales, peticiones a los gobiernos y sus cámaras, etc.).

-las demandas en las cuales otros obreros podrían reconocerse y sumarse al combate son cuidadosamente escondidas por los sindicatos y se da prioridad a demandas que mantienen el aislamiento corporativista.

UAM: sindicato "independiente" también al servicio del capital

Desde la fundación del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Metropolitana (SITUAM) en 1975 ha estallado 16 huelgas de un promedio de 40 días por paro. Sindicato particularmente refugio de toda gama de corrientes de la extrema izquierda del capital (trotskistas, ex guerrilleros, etc.) se presenta como el "independiente" y el "campeón de la defensa de los trabajadores" donde se "respeta la decisión de las bases" (¡).

La presencia de estos sindicatos "independientes" son muy útiles para la burguesía para hacer un esquema con el que presente sindicatos "buenos" (independientes) y sindicatos "malos" (charros), ocultando así a los trabajadores en general que es la estructura sindical la que ha sido absorbida por el Estado y que todos los sindicatos, desde los oficialistas, los independientes, hasta los que se presentan más radicales, no son sino instrumentos para asegurar el control de los trabajadores.

En el caso de la UAM es un claro ejemplo de la confusión que engendra el sindicato. Es evidente que ha habido una serie de golpes en contra de los trabajadores de la UAM que ha conducido a que el descontento se incremente y que en momentos el control del sindicato se rebase, sin embargo sabe distribuir su trabajo de sabotaje: mientras los trabajadores exponen su descontento y empujan a la movilización, el sindicato (principalmente sus sectores radicales) toma una actitud falsa de combate, rechazando el tope salarial y pide el aumento salarial del 35%. Pero al mismo tiempo hace todos los esfuerzos por dejar aislado al movimiento. La petición salarial en ese monto apenas podría restituir un poco la agravación que en las últimas décadas ha tenido, sin embargo se lanza en un contexto de aislamiento, empujando a los trabajadores a marchar solos, por eso la pretendida radicalidad del SITUAM, no es sino una trampa que, en mancuerna con la patronal, tiene como objetivo extender la desmoralización y acallar el descontento entre los trabajadores, dejando el sentimiento de que no sirve de nada la lucha, y de que más vale escuchar los "buenos consejos" del sindicato para no tener problemas.

Los aumentos otorgados por los patrones y el gobierno ronda en el 5%, en este caso se ofrecía un aumento de 4.25%. Es verdad que los aumentos a los salarios son irrisorios, que la miseria está alcanzando a sectores que antes tenían cierta estabilidad. Sin embargo, las demandas de aumentos salariales en porcentajes de dos o más dígitos, presentada en un aislamiento, aparecen más como una provocación del sindicato. Recordemos cómo algunas estructuras sindicales como la Coordinadora nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se han distinguido por exigir aumentos del 100%, y regularmente todas las fracciones sindicales parecen jugar con porcentajes altos para ofrecer una pantalla más radical a sus agremiados, pero también para dividir a los diferentes sectores con este tipo de demandas. La historia del movimiento obrero nos dice que para defenderse de los ataques, los obreros sólo lo pueden hacer si desarrollan una lucha masiva y unida, por encima de los sindicatos, enarbolando demandas y consignas comunes y orientando su combate en la solidaridad de clase.

Algunas lecciones

La clase obrera está en una situación de descontento profundo, la burguesía sabe que el futuro radiante que ha prometido es una ilusión y que la miseria y el desempleo no cesarán de extenderse en la sociedad capitalista. Las luchas actuales muestran pues la voluntad de lucha pero también el papel que la burguesía está haciendo para tratar de mojar la pólvora:

- El Estado, a través de los sindicatos, está desplegando "luchas preventivas", luchas cuyo mensaje será "luchar no sirve de nada";

- La clase obrera está siendo sometida a una machacona idea por parte del capital: sólo se puede luchar con y a través de los sindicatos;

- Es por ello que "la defensa del sindicato" será una demanda que usará el capital para escamotear los aumentos salariales;

- Finalmente, la burguesía hará uso de todo tipo de campañas nacionalistas, desde el rechazo a un secretario de gobernación "de origen español" hasta la defensa de la economía nacional.

Es por ello que los obreros, los sectores de la clase trabajadora que decidan irse a la huelga deberán tratar de tomar el control  de su lucha creando verdaderas asambleas generales donde todos decidan colectivamente el rumbo de su combate, en ese intento el sindicato va a ser un obstáculo permanente. Es necesario que tengan presente que la existencia de asambleas no es en sí mismo un síntoma de control de "las bases". Si estas asambleas siguen bajo control del sindicato o de grupos izquierdistas se nulifica su fuerza; para que expongan toda su vitalidad requieren ser abiertas a otros obreros, activos o desempleados, que se permite hablar a otros trabajadores sin importar de qué sector sean, y las decisiones deben ser asumidas colectivamente, teniendo como objetivo principal la extensión de la lucha a otros sectores para poder establecer una relación de fuerzas favorable; el encerramiento en los centros de trabajo es lo que el sindicato promueve para asegurar el aislamiento y la derrota.

Es imprescindible que reconozcan y hagan saber a los trabajadores que los ataques a los niveles de vida son contra todos, por lo que se requiere responder unidos. Sólo una lucha masiva permitiría confrontar los ataques a nuestras condiciones de vida. La solidaridad en el combate es una característica central en las luchas, pero la solidaridad no se busca con otros sindicatos o con diputados del PRD, la solidaridad debe buscarse con los otros trabajadores.

Marsan/21-02-08

Situación nacional: 

  • Mexico [1]

Herencia de la Izquierda Comunista: 

  • La cuestión sindical [4]

Se retira Fidel Castro… la explotación y miseria de los trabajadores cubanos continúa

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Las portadas de los diarios de todo el mundo han anunciado la renuncia de Fidel Castro a la presidencia de Cuba. Los comentarios que se hacen expresan alegría, por parte de unos, y nostalgia por otros, pero sea cual sea el tono, ambas expresiones son extremos de toda una campaña que busca ampliar la confusión sobre el significado real del comunismo.

En la campaña iniciada sobre el "retiro" de Fidel, lo mismo los críticos del castrismo, como los apologistas no hacen sino remarcar que este personaje fue y es un representante del comunismo. De esta forma, gobiernos como el de EUA, y grupos de la "disidencia cubana" instalados en Miami, suponen que esto puede abrir una esperanza para que se genere un ablandamiento de la política cubana, aunque insisten que el verdadero cambio provendrá cuando se derrumbe el "comunismo" y regrese la democracia. Por otro lado gobiernos como el de Nicaragua y Venezuela, y junto a ellos una gran variedad de grupos estalinistas (que de forma convencional suelen presentarse como "marxistas leninistas") lanzan alabanzas a Fidel; y bien podemos suponer que no ha de tardar en que los trotskistas, aunque se dicen críticos del estalinismo y de la tesis contrarrevolucionaria del "socialismo en un solo país", llamen a la defensa del pretendido "Estado obrero degenerado" que suponen existe en Cuba...

Esta campaña empujada por la burguesía, principalmente a partir de su izquierda, le da vida al plantear la discusión sobre lo que sucederá en Cuba con la actual renuncia de Fidel Castro y su evidente muerte próxima. Esta polémica ha estado presente en la agenda del conjunto de las fuerzas imperialistas desde el derrumbe del bloque estalinista.

A mediados de los 90, cuando los efectos del derrumbe del bloque imperialista del Este agitaba las aguas imperialistas, abriéndose la impugnación del liderazgo de los EUA por las mismas fuerzas que habían sido sus fieles aliados mientras existía el peligro de la URSS, a lo que se añade el desmoronamiento de la economía cubana por la falta de los recursos que provenían del desplomado bloque, que alentaba los ánimos de las fuerzas imperialistas rivales a EUA por tomar en este país el relevo que la URSS había dejado vacante; y no era justamente por la importancia económica de la isla, sino que fue realizada con tal osadía con toda la intención de restar fuerza a los EUA, de forma que con ese marco la CCI en su XVI Congreso Internacional podía explicar: "... las tentativas de la burguesía francesa y española de promover una ‘transición democrática' en Cuba CON Castro y no SIN él como pretende el ‘Tío Sam" (Revista Internacional 82, 3er trimestre-1195).

En este sentido, si se realiza la discusión sobre lo que viene sin Fidel a la cabeza del gobierno, hay, ante todo, estar claros que lo que existe en Cuba (desde 1961 a la fecha) no tiene nada que ver con el comunismo. Los grupos estalinistas (desde el EPR, el PCM-ml, Machetearte, hasta En lucha) en todo momento aseguran que Cuba es un bastión del comunismo, entre tanto los grupos trotskistas, complementando la tarea de confusión, nos dicen que se trata de un "Estado obrero degenerado" [1]... pero, puntualizamos:

- En Cuba NO hubo revolución proletaria, sino un golpe de una minoría armada y apoyada por la burguesía de los EUA, y es hasta que en la disputa imperialista, la URSS logra la seducción del nuevo Estado cubano encabezado por Fidel Castro, que se declara de un día para otro como "comunista".

- Las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Castro, aún cuando puedan ofrecer un salario indirecto a través de servicios educativos y médicos o subsidio a mercancías racionadas, los rangos de explotación son muy altos, como referente baste considerar que el salario directo promedio diario para 2008 es de 60 centavos de dólar, y la intensidad de las jornadas es cada vez mayor (incluso se les exige cumplir jornadas gratuitas), de manera que la pretendida protección a los trabajadores resaltada en sus carteles propagandísticos dentro de la isla, no son sino demagogia que puede ser desmentida por los miles de jóvenes y niños (tanto de sexo femenino como masculino) que son arrojados a la prostitución[2] para completar los ingresos necesarios que les permita recurrir al mercado negro y obtener mercancías de consumo básico que sólo disponen los personeros del gobierno.

- El capitalismo NUNCA fue eliminado en Cuba, las medidas de nacionalización y expropiación de tierras y fábricas, no eliminó las relaciones de producción capitalistas, lo único que hizo fue cambiar la forma jurídica de la propiedad (pasando a ser estatal), aparentando con ello que había un cambio, no obstante perdura el dominio del capital sobre el trabajo.

- La existencia de gobiernos de izquierda como el cubano, no valida la tesis estalinista del "socialismo en un solo país", por el contrario confirma que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de ella misma, y cualquier expresión en la que su programa y su fuerza masiva no este presente, no serán sino groseros simulacros que no tiene más objetivo, por más que use un lenguaje radical, que el de perpetuar el dominio del capital.

En ese sentido la clase obrera debe tener claro que gobiernos como el de Castro o el de Chávez, no tienen nada que ver con sus intereses, son representaciones de la clase dominante y esta, mientras exista el capitalismo, requiere para sostener su dominio engendrar tiranos como Batista o Castro, como Calderón o Chávez... por eso no basta con quitar a un personaje para asegurar el cambio, la verdadera emancipación de la clase obrera requiere de la Revolución Comunista Mundial.

RM/23-febrero-08

Notas:


 


[1] El grupo trotskista LIT-CI, pretende dejar la desgastada cantaleta defensista del "Estado obrero" de Cuba, pero no hace sino repetir el mismo argumento aunque adornándolo con mayor confusión, al plantear que antes del derrumbe del bloque del Este si había tal "Estado obrero", pero la apertura del mercado cubano en los 90 "restauró" el capitalismo... nada se avanza cuando se iguala capitalismo de Estado con comunismo, y estalinismo con marxismo.

[2] El cinismo de Fidel Castro, es tan grande como el de cualquier otro burgués, dado que, en la década de los 90 reconoció el crecimiento de la prostitución, pero agregando que eran, las prostitutas cubanas, las más cultas del mundo.

Geografía: 

  • América central y Sudamérica [5]

Corrientes políticas y referencias: 

  • Castrismo [6]

Asesinato de Benazir Bhutto ; Pakistán, corazón de las rivalidades imperialistas

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El 27 de diciembre de 2007, fue asesinaba Benazir Bhutto. A su regreso de Dubaï en octubre pasado ya había sufrido un atentado que dejó 139 muertes. Este suceso dio oportunidad a expertos ofrecer detallados homenajes a traves de la prensa burguesa internacional. Su «carisma» y su «valor extraordinario», su «resistencia a la hegemonía militar» fueron exaltados tanto en la mayoría de los diarios de países occidentales, como de países árabes moderados. Pero también una gran inquietud fue señalada en las reacciones tanto de los editoriales periodísticos como de los políticos: «la apertura hacia el abismo», «hacia el caos político» y «la implosión de Pakistán», etc. La ONU se reunió urgentemente, para replegarse en la impotencia, precipitadamente. Y el  porta voz del Departamento de Estado de EUA, ha condenado a la «quienes allí (...) intentan detener la construcción de una democracia» y Bush exhortaba a «Pakistán a honrar la memoria de Benazir Bhutto continuando el proceso democrático por el cual dio valerosamente su vida». En resumen, según la burguesía, Benazir Bhutto personificaba sola el esfuerzo de un paìs que hace frente a una inestabilidad creciente. Su regreso había levantado toda una ola de esperanza sobre la posibilidad de poner un freno a la anarquía que gangrena un Estado cuyo ejército es cada vez más infiltrado por los islamistas radicales y que es poseedor del arma nuclear.

Así pues, 2007 dejó 800 muertes, principalmente a causa de atentados suicidas. Los talibanes hacen incursiones regulares en territorio paquistaní, en particular al noroeste donde se mata o inutiliza a soldados por centenares. Los 90,000 soldados concentrados en la frontera provocan una situación que solo los diez mil millones de dólares asignados al Estado paquistaní permitieron mantener bajo su control. Tan solo los conflictos religiosos entre Chiítas y Sunnitas, que dejaron 4000 muertes en 15 años, son una fuente cada día más abierta de violencia, conflictos en los cuales las tensiones cada vez más exacerbadas entre etnias vienen a hacer de Pakistán un nuevo polvorín. El asesinato de Benazir Bhutto vino a lanzar una nueva dosis de odio sobre el fuego de las disensiones entre Sindis (etnia de la familia Bhutto) y Pendjabis (cuyo territorio fue el teatro del atentado contra la exprimer Ministro).

Además, millones de Afganos se refugiaron en Pakistán, lo que viene a añadirse a la inestabilidad del país, y aunque se repatriaron alrededor de 2.3 millones de ellos en 2005, más de un millón aún permanecen allí.

El clima de sospecha y guerra larvada se generaliza en toda la clase política, expresando de manera aguda hábitos gángsteriles de la burguesía: por ejemplo, inmediatamente después del asesinato, se señaló la mano de Al Qaeda, pero al mismo tiempo los militares cercanos al poder fueron considerados también como organizadores potenciales del atentado.

Un nuevo fracaso de Estados Unidos

Claramente, Pakistán es un país al límite de una explosión política, militar y socioétnica. El régimen tiene su parte de responsabilidad: corrupción generalizada, amistades con los talibanes, doble lenguaje con los Estados Unidos. Una política que a nadie agrada como: a cada vez menos a islamistas desde la masacre de la Mezquita roja el año pasado,  sectores cada vez más amplios de un ejército dividido entre los partidarios islamistas y los clanes antiamericanos, a los occidentales desde la instauración del estado de energencia en el otoño de 2006 para preparar mejor su reelección a la Presidencia, hasta a los propios Estados Unidos para las cuales carece completamente de confianza en  tanto «que aliado». Y es con todo ahora sobre este solo hombre político quien van a obligarse a que se apoye en el conflicto en Afganistán.

Cuando Estados Unidos lanzó su invasión a Afganistán en 2003, sirviéndose de la destrucción del World Trade Center (torres gemelas) y de la consigna «guerra contra el terrorismo» como pretexto, el apoyo de Pakistán les era necesario. EU le había prometido que sostendría las tribus hostiles a la Alianza del Norte, enemiga tradicional y barrera a la influencia paquistaní en Afganistán, pero esta promesa ha fracasado a causa de la influencia ganada por la Alianza del Norte en la situación que prevaleció después de la derrota de los talibanes. ¡Sin embargo, la ayuda de Pakistán a Estados Unidos no se había obtenido inicialmente más que bajo la amenaza de Bush de bombardear el país a tal punto que este  volvería «a la edad de piedra»! si no le daba «voluntariamente» su apoyo para la guerra en Afganistán. El demócrata Barack Obama recordó esta amenaza por otra parte más o menos recientemente en la campaña presidencial actual, indicando que los Estados Unidos podían siempre bombardear los bastiones de Al qaeda en Pakistán sin permiso alguno; ¡a lo que el Presidente Musharraf respondió que consideraría tales ataques como ataques enemigos!

Por ello, con el fin de intentar encontrar un apoyo más fiable en el seno del Estado, dando al mismo tiempo un barniz «más democrático» a la alianza con Pakistán, y para intentar retrasar las devastadoras fuerzas centrífugas, EU había recurrido a Benazir Bhutto. Salida de una familia de políticos paquistaníes de larga tradición, vieja "loba" de la política puesto que por dos veces fue Primer Ministro, beneficiándose de un aura internacional de defensora patente de la «democracia», la dirigente del Partido del Pueblo Paquistaní fue vista más como una «fiel a Estados Unidos»[1]

Es en tanto que aliada, su vuelta al país se había organizado y alejado de Musharraf por la Administración americana en el objetivo de constituir una coalición que incluyera a «moderados», para mejorar las condiciones de apoyo a la política Estadounidense en Afganistán y Pakistán. Cualesquiera que sean los autores de este asesinato, la desaparición de Benazir Bhutto es pues un fracaso para la Casa Blanca en su cruzada contra el terrorismo. Ya atrapados en el caos iraquí y lejos de salir del cenagal afgano, Estados Unidos se encuentra de nuevo ante una agravación de su debilitamiento sobre la escena internacional.

Pakistán, pieza clave del imperialismo norteamericano

Que EU se encuentre en el centro de una dificultad suplementaria con relación a Pakistán no significa sin embargo que este último pueda aprovecharse de tal situación. La cual no puede más que empeorar y acelerarse. El problema de fondo no está por otra parte en Musharraf. Se trata de una cuestión más amplia que toca el origen mismo de la fundación en 1947 del Estado paquistaní, dificultado en todos sentidos, presa múltiple de tensión belicosa, así como numerosas presiones internas y externas.

El conflicto congénito entre Pakistán y la India salta al primer plano. Es este conflicto que impulsó al Estado paquistaní a dotarse (bajo el impulso de Bhutto padre) del arma nuclear. Recordemos que las disensiones indo-paquistaníes sobre Cachemira y la carrera de armamentos nucleares entre estos dos países condujeron a la amenaza de guerra en 2002, y el riesgo real de utilización del arma atómica. Sólo bajo una potente presión de Estados Unidos el peligro de guerra se frenó, en tanto que este último temía que este conflicto obstaculizaría su propia perspectiva militar. Pero ningún de los problemas entre Islamabad y Nueva Delhi se ha solucionado. El curso al armamentismo entre los dos Estados ha tomado tales proporciones que se convirtieron en los dos principales canales de transferencia de armas hacia el tercer mundo en 2006, mientras tanto abastecen cada uno por su parte ataques terroristas y atentados ciegos, excitando el mas repugnante nacionalismo, el mayor menosprecio de las poblaciones que pretenden «liberar» del yugo del adversario

Pero es también en el marco de la confrontación entre los bloques Este-Oeste, en la época de la Guerra fría, que Pakistán desempeñó un papel importante en la guerra imperialista. Así pues, durante los años ochenta, Pakistán fue estratégicamente importante para la ayuda concedida por el bloque occidental a los Moujahidines, que combatían a la URSS en Afganistán. En esa época, estos grupos no tenían solo a Dios de su parte sino también los misiles Stinger norteamericanos de la CIA.

Globalmente, la situación estratégica de Pakistán no esta a su favor y sus posiciones se hacen muy complejas. Este país tiene en efecto fronteras importantes con Afganistán, al igual que con Irán, China y la India.

Obligado por la fuerza a apoyar a Estados Unidos en su «guerra contra el terrorismo», no puede al mismo tiempo ganar nada de esta lealtad, ya que se confronta a una convergencia de intereses entre India, su enemigo íntimo, y los Estados Unidos, el gran Jefe que le impone sus dictados. Por otra parte, su otro «protector», China, tiene por su parte apetitos imperialistas que la empujan al conflicto con la India y también con Norteamérica, lo que lo situa pues de frente a Washington. Todo esto con el fondo de una guerra con Afganistán que corroe literalmente al país y de una guerra larvada pero permanente con la India.

Cualquiera que sea el resultado de las elecciones de febrero, Pakistán no puede escaparse a una inestabilidad y a un caos crecientes que ciernen una amenaza adicional sobre el equilibrio de toda esta región del mundo.

Wilma (21 de enero)


 


[1] Retirada dos veces de sus funciones por corrupción, implicada en el asesinato de su propio hermano que se había convertido en 1992 en un rival potencial, por no citar más que estos dos ejemplos, ni que decir tiene su carrera política que puso de manifiesto que no tenía nada que envidiar a los golpes bajos de Nawaz Sharif y Pervez Musharraf.

Geografía: 

  • Pakistán [7]

Las FARC y el Gobierno de Uribe desatan el terrorismo y el terror estatal contra el proletariado

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La marcha de más de un millón de colombianos celebrada en Bogotá el 4 de febrero pasado y que fuera secundada por infinidad de acciones similares en varias ciudades del mundo, es producto del conflicto diplomático entre Colombia y Venezuela, después de la desautorización (21 de noviembre del 2007) a la mediación que Hugo Chávez llevaba a cabo, junto a algunos personajes políticos de oposición de la burguesía colombiana, entre el gobierno de Uribe y las FARC[1]; un cierto arbitraje que desde agosto del 2007 se llamó "Acuerdo Humanitario" que consistía en intercambiar rehenes en poder de la guerrilla por integrantes propios hechos prisioneros en cárceles del país y de EU. Tales manifestaciones masivas evidentemente fueron propiciadas y manipuladas por el gobierno de Álvaro Uribe quien atiza la rabia y la indignación de la población en general por los secuestros, los asesinatos y la situación de terror interminable, queriendo endosarlos todos a la guerrilla intentando retomar la iniciativa para pasar a la ofensiva y escondiendo el hecho de que el mismo gobierno, su ejército y los grupos paramilitares a su cobijo son copartícipes también completamente de la situación de terror que se vive en el país andino.

Evidentemente, los medios de la burguesía difundieron en todo el mundo las noticias, las imágenes, los testimonios y las llamadas pruebas de supervivencia de los rehenes, sobrecogedoras y aterrorizantes. Pero lo peor es el mensaje explícito e incisivo que se recalca como principal contenido es este: las organizaciones marxistas secuestran, torturan, asesinan, roban... y por tanto hay que exterminarlas. Las mismas FARC se autoproclaman marxistas lo que parecería confirmar lo dicho; sin embargo, tras estos hechos y las elucubraciones ofrecidas tan comedidamente por toda suerte de "expertos" de la burguesía, el proletariado cuenta con la única explicación libre de prejuicios ideológicos y que por lo tanto puede aportar una verdadera claridad para la clase obrera.

Las FARC-EP, un engendro estalinista

El mito revolucionario que se arrogan las FARC no resiste la prueba del único método marxista que caracteriza como burguesa a esta organización debido a su:

- Origen: desde 1964 en que surgieron como el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) se posicionaron como continuadores de la contrarrevolución estalinista, es decir, como un engendro de la burguesía cuya acta de nacimiento se adornó con la ideología marxista-leninista que es otra criatura aberrante del estalinismo[2].

- Programa[3]: barnizados con declaraciones grandilocuentes de "acabar con las desigualdades sociales, políticas y económicas mediante la intervención militar y el establecimiento de un Estado marxista-leninista y bolivariano", sus objetivos son: "tomar el poder para cambiar al régimen oligárquico por uno genuinamente nacionalista", "recuperar la soberanía nacional", "el establecimiento de un régimen político democrático que garantice la paz con justicia social, el respeto a los derechos humanos y un desarrollo económico con bienestar para todos los que viven en Colombia". Es decir, los mismos de las guerrillas de los setenta del siglo pasado en esa región de América Latina; en términos llanos, la más pura y abyecta defensa de la nación y la economía burguesas, o sea, del perfeccionamiento de la explotación y de la opresión. No es una casualidad ni un "error" el que el programa de las FARC-EP termine con una arenga a "los campesinos, obreros, empleados, estudiantes, pequeños industriales y comerciantes, a la burguesía nacional que esté dispuesta a combatir contra el imperialismo, a los intelectuales demócratas y revolucionarios, a todos los partidos y corrientes de izquierda y de centro (...) por un gobierno democrático y de Liberación Nacional"[4].

- Práctica: su actuación política desde sus inicios ha sido exactamente la de las capas y clases desesperadas y sin porvenir: la definida "práctica heroica y ejemplar", que no son sino acciones minoritarias producto de la desesperanza, cuando no acciones auspiciadas por alguna fuerza imperialista para debilitar a la fracción dominante de la región (en este caso EUA). Esta nunca ha aportado alternativa alguna ni mucho menos ha servido para detonar la lucha del proletariado sino al contrario, le contamina la ilusión de que habría un camino diferente a la lucha de clases. Es esta práctica política la que corresponde en términos generales a la pequeña burguesía y que consiste en acciones voluntaristas de pequeñas minorías o de individuos aislados y que además no está dirigida contra la sociedad capitalista sino contra algunos individuos representativos de algunas instituciones, lo que acaba en "venganzas", "ajustes de cuentas", "escarmientos", etc. Pero además, habiendo surgido así las FARC-EP, a la vuelta de los años su naturaleza burguesa no sólo se ha confirmado con creces sino que ha tomado otras características que se han sumado a su origen "romántico" y "trasnochado" como la "guerrilla más antigua del mundo". En efecto, sus acciones guerrilleras, los atentados, los asesinatos, los secuestros con fines políticos o de extorsión, se han combinado en los últimos años con actividades de narcotráfico (del cual se calcula que obtiene cerca del 80% de su financiamiento)[5]. En fin, toda una máquina capitalista que compite con el Estado oficial colombiano por la obtención de las mayores ganancias (las FARC mismas funcionan como un Estado en el territorio que controlan).

Diametralmente opuesta se encuentra la práctica de la clase obrera, como ya lo hemos definido: "la lucha del proletariado como toda lucha social es necesariamente violenta, pero la práctica de su violencia es tan diferente de la violencia de las demás clases como diferentes son su proyecto y sus metas. Su práctica, incluida la de la violencia, es acción de amplias masas y no de minorías (...) la violencia revolucionaria del proletariado no podrá tener jamás la monstruosa forma del terror típica de la dominación capitalista, ni la forma del terrorismo impotente de la pequeña burguesía. Su fuerza invencible no se basa tanto en la fuerza física y militar, y menos aún en la represión, y sí, en cambio, en su capacidad para la movilización de masas, para asociar a la mayoría de las capas y clases trabajadoras no proletarias a la lucha contra la barbarie capitalista. Su fuerza reside en su toma de conciencia y en su capacidad para organizarse de manera autónoma y unitaria (...) Esas son las armas fundamentales de la práctica y de la violencia del proletariado"[6].

La campaña "humanitaria", una escaramuza en las pugnas imperialistas

El "Acuerdo Humanitario" que mencionamos arriba terminó necesariamente en un desaguisado pues ambas partes se empecinan, como es obvio, en promover sus propios intereses políticos, económicos y militares. Pero además debemos integrar otro factor, el de la injerencia imperialista tanto de los EU como de las potencias de Europa y de Asia. Lo analizamos ya anteriormente, las potencias rivales de EU buscan afanosamente atizar la inestabilidad política en el traspatio de los EUA para intentar fortalecer su propia política imperialista; de este modo hemos visto cómo algunas potencias europeas, asiáticas y hasta árabes al lado de Chávez se han dedicado a explotar la vena nacionalista anti-norteamericana procurando un mejor acomodo en la guerra económica pero sobre todo en la arena inter-imperialista. "Así, teniendo como pretexto el combate al narcotráfico y a la guerrilla colombiana (que vienen saliéndose de su control y abriendo pautas para el desarrollo o intervención del capital europeo) el gobierno de los EU ha implementado un proceso de militarización, con el que de paso ‘recordará' a la burguesía de la región cuál es la alineación política que debe seguir, porque esta presencia militar es una amenaza viva para las expresiones anti EUA (...) que busca mantener bajo control el cono sur, abriendo el cerco a partir de Colombia."[7].

En este contexto, el desafío del llamado chavismo (otro "ismo" ideológico burgués), que se ha convertido en un factor de desestabilización en la región, fue inaceptable para la alineación Uribe/EUA pues consideró que el protagonismo de las FARC-EP-Hugo Chávez/Europa-Asia retomarían la iniciativa e impondrían sus propias condiciones en este asunto, en particular, el protagonismo de Chávez (su exigencia de reconocer la "beligerancia" de las FARC-EP y lo que conlleva en términos de diplomacia política internacional en el terreno de los bandidos imperialistas) era ya tan peligroso que Uribe-EUA le impidieron seguir mediando con diversos pretextos. Se trata, pues, de cálculos pura y simplemente geopolíticos: el cálculo de la burguesía, de todas las ideologías en la era del imperialismo. ¿Y los dramas de la militarización, los secuestros, las extorsiones, el horror cotidiano?... ¡Todo lo inaudito es poco ante las exigencias del capitalismo!

El proletariado frente a las pugnas interburguesas

Atrapada en medio de los tres frentes que generalizan el horror: Las FARC-EP con sus acciones terroristas, el ejército y la policía estatales actuando como cuerpos de ocupación y los paramilitares que aterrorizan también matando a diestra y siniestra, la gran mayoría de la población colombiana, en particular los proletarios, los campesinos y el resto de las clases explotadas, vive una cotidianidad dominada por el terror y la penuria requerida a cada momento para apoyar a los bandos burgueses en pugna; incluso, centenares de miles de ellos han sido obligados a abandonar sus lugares de origen convirtiéndose en desplazados internos. En medio de esta situación tan desesperante, el proletariado debe mostrar a las otras clases y capas no explotadoras, la única alternativa que existe, la lucha de la clases contra el capital, contra todas las fracciones de la clase burguesa, contra la junta que comanda las FARC-EP, contra la clase patronal en su conjunto representada en el Estado que dirige Uribe; debe demostrarles que no existe actualmente alternativa alguna de luchas intermedias o luchas por libertades democráticas, que todas estas trampas sólo buscan evitar la confrontación verdadera entre el trabajo y el capital, para continuar perpetuando el sistema de dominación capitalista.

RR/febrero del 2008

Notas:



[1] Que opera no sólo en Colombia sino también en las regiones fronterizas de Venezuela, Ecuador, Panamá y Perú, dominan gran parte del territorio colombiano y cuentan con un ejército enorme (según estimaciones de 17 000 a 20 000 efectivos, muchos de los cuales se reclutan a la fuerza entre los jóvenes campesinos).

[2] El ELN, otro grupo guerrillero de Colombia, también se creó a mediados de los 60 del siglo XX, e igualmente se inspiró en el estalinismo, en particular, en la mal llamada "revolución cubana" de 1959. Ver artículo al respecto en este número.

[3] Proclamado el 20 de Julio de 1 964, corregido y ampliado por la octava conferencia nacional de las FARC-EP, Abril 2 de 1 993, para reafirmar por enésima ocasión su carácter burgués.

[4] Ver https://www.bolivarsomostodos.org [8]. Y para una denuncia del nacionalismo y las luchas de liberación nacional, ver nuestro folleto Nacion o Clase en www.internationalism.org [9].

[5] Aunque algunos fieles defensores se apresuran a "aclarar" que no lo obtienen tanto del cultivo, trasiego y venta sino "sólo", por ejemplo, del cobro de...  permisos o impuestos para operar. Los Capos de los cárteles también obtienen pingües ganancias de esta práctica, pero sus pretensiones ideológicas son más prosaicas.

[6] Ver Resolución sobre el terror, terrorismo y violencia de clase" en www.internationalism.org [9]

[7] Se trata, claro, del llamado "Plan Colombia (Pl-Co), que en sus inicios (1998) se llamó "Plan de desarrollo del sur de Colombia". Ver RM 81, jul-ago 2004)

Geografía: 

  • América central y Sudamérica [5]

Elecciones en EUA: El restablecimiento del mito electoral

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El ruido de bombos y platillos sobre las elecciones primarias de New Hampshire de Iowa es abrumador. Pero sigue siendo demasiado pronto para decir qué consenso emergerá en los círculos dominantes de la clase gobernante americana sobre la división política del trabajo que sirva lo mejor posible a sus intereses en el período por venir. Sin embargo, es claro que lo que está en juego para el capitalismo norteamericano en las próximas elecciones presidenciales son: a) un corte con las desastrosas políticas imperialistas de la administración de Bush para restablecer de manera significativa la autoridad norteamericana a nivel internacional, y b) una restauración total de la mistificación democrática, que ha sido terriblemente dañada desde el año 2000.

Restauración de la autoridad imperialista americana

Desde antes de las elecciones de noviembre, la burguesía ha dado grandes pasos para establecer el escenario para llevar a cabo un completo enderezamiento de la catastrófica política imperialista llevada a cabo por la administración de Bush. Virtualmente con todos los neo-conservadores traídos desde la actual administración y la dimisión forzada de su aliado cercano, el anterior Secretario de la Defensa Donald Rumsfeld, el vice presidente Dick Cheney es esencialmente el único partidario restante de la línea dura en los círculos internos de la administración. La eterna burocracia en el Departamento de Estado, el Departamento de la Defensa, y la CIA, que representa la continuidad de la política imperialista norteamericana a través de las administraciones Democrática y Republicana desde el colapso de bloque ruso en 1989, está ejerciendo cada vez más su influencia en Washington. La neutralización de la campaña inspirada en Cheney para provocar otra guerra preventiva, esta vez contra Irán, es testimonio del poder de esta vieja burocracia. Los oficiales del servicio de relaciones exteriores se han opuesto hasta ahora a los planes de guerra considerándola  como otra política irracional que aislaría aún más al imperialismo de los EUA en el plano internacional. Los líderes militares se dieron cuenta dolorosamente que las fuerzas norteamericanas están ya demasiado mermadas para sostener un tercer frente en cualquier otro escenario. Además, la burocracia del Departamento de Inteligencia, enferma y cansada de tener su Cuerpo de Inteligencia manipulado y maniatado por Cheney y los neo-conservadores con consecuencias desastrosas, dio el beso de la muerte a la política guerrera de la administración respecto a Irán, dando a conocer los resultados de las  Estimaciones de la Inteligencia Nacional que muestran que Irán había abandonado su programa de armas nucleares desde hace tres años, eliminando así los argumentos de la política bélica de la administración de Bush.

Esto plantea la etapa para una realineación aún de mayor envergadura de la política imperialista, sin importar quién gane en la Casa Blanca en noviembre. Es quizás significativo que Huckabee, el sorpresivo ganador en las elecciones en la Iowa republicana, fuera el único candidato que denunció la política extranjera de Bush como «producto de una mentalidad arrogante, y de bunker». De la misma forma, en la competencia en el partido democrático, Obama, que ha emergido como el principal contrincante de Clinton, era el único candidato que podía clamar que desde el principio él se había opuesto a la guerra en Irak. Sin importar quién gane la nominación, parece que está haciendo progresos significativos la lucha de la fracción dominante de la burguesía para lograr una política imperialista más sofisticada, más «multilateral» que disminuya el aislamiento cada vez mayor del imperialismo americano y restablezca su autoridad en el plano internacional.

Restauración de la mistificación democrática

Inicialmente parecía que la elección de 2006 constituía un fortalecimiento de una mistificación electoral que había sido opacada gravemente tanto por la elección presidencial robada de 2000 y por la incapacidad de la clase dominante norteamericana para lograr su consenso tardío en 2004 con la necesidad de elegir como presidente a John Kerry. Por el contrario, la elección de 2006 que puso a los demócratas en el control de ambas casas del Congreso, fue retratada en los medios de difusión capitalistas y por políticos prominentes en los dos partidos más importantes, como expresión de la voluntad política del pueblo norteamericano para un fin a la guerra en Irak, para un cambio en la dirección política a nivel nacional. Los políticos y los expertos en política lanzaron igualmente frases como «una oscilación en el péndulo político», y un «enorme soplo al Partido Republicano», y había creciente aceptación de la noción según la cual los Republicanos estaban destinados a tomar el papel de la oposición política futura división política del trabajo. Durante algún tiempo parecía verdaderamente como si la confianza pública dolorida, erosionada en el proceso electoral, hubiera sido restaurada en la población en general, incluyendo la clase obrera. Pero esto demostró ser de breve duración puesto que la incapacidad de los Demócratas de superar la resistencia continuada de la administración de Bush para terminar la guerra, revivió el escepticismo sobre la eficacia del parlamentarismo como medio de expresar la «voluntad popular.» Las encuestas de la opinión pública mostraron que los grados de aceptación tanto para Bush como para el congreso alcanzaban los niveles bajos llegando al 29%. El electorado estaba harto tanto de los Demócratas como de los Republicanos.

La burguesía necesita desesperadamente las elecciones de 2008 para restablecer su trampa ideológica central, la idea que la participación en las elecciones es el medio para alcanzar el cambio pacífico en la dirección de la sociedad. Malgastando el fruto de sus elecciones en 2006 tan rápidamente y dada la dificultad persistente de las fracciones dominantes de la burguesía para controlar el proceso electoral en el contexto del empeoramiento de la descomposición social, no está claro si la clase dominante tendrá éxito en el fortalecimiento de la mistificación democrática.

Detectando la victoria inevitable en las encuestas, los políticos Demócratas con ambiciones presidenciales comenzaron el circo electoral tan temprano esta vez que introducen el peligro potencial de una destrucción mutua entre los prospectos políticos para el momento en que las elecciones primarias estén terminando. Al empezar a montar una ola de marea de oposición a la guerra en Irak, la mayor parte de los principales candidatos Demócratas ahora reconocen abiertamente que un retiro cercano de las tropas es imposible y predicen que las tropas tendrán que permanecer en Irak todavía por bastante tiempo.

Los políticos prominentes de ambos partidos están ponderando abiertamente si el sistema bipartito tradicional ya está demasiado gravemente maltratado o roto para servir con eficacia a los intereses políticos de la clase dominante y están considerando el apoyo para un candidato independiente serio. En su llamado para una conferencia de dos días en Oklahoma a principios de enero, el senador demócrata anterior, Sam Nunn de Georgia, que sirvió como presidente del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado y el anterior senador demócrata, David L. Boren de Oklahoma, que sirvió como el presidente del Comité de Inteligencia del Senado escribieron: «Somos hoy una casa dividida. Creemos que el próximo presidente debe ser capaz de llamar para una unidad de esfuerzos eligiendo el mejor talento disponible -sin consideración alguna hacia cualquier partido político- para ayudar a dirigir nuestra nación». Ellos continuaron diciendo: «Lo más importante, debemos comenzar a restaurar nuestra situación, influencia y credibilidad en el mundo». Otros participantes prominentes como el anterior senador demócrata de los EUA, Charles S. Robb de Virginia (yerno del presidente Lyndon Johnson); Bill Brock, anterior presidente del Partido Republicano, el anterior senador de Tennessee; Jim Leach, un anterior miembro republicano del Congreso de Iowa; el anterior candidato demócrata presidencial Gary Hart, que también sirvió en el Senado de los EUA; el saliente senador republicano, Chuck Hagel de Nebraska, que sirvió en el Comité de Asuntos Exteriores del senado y denunció la política hacia Irak de la administración Bush como el error más grande de la política extranjera de la historia norteamericana; y el ex-demócrata, ex republicano alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, un multimillonario listo y capaz no sólo de ofrecerse como el candidato sino también capaz de gastar 1 billón de sus 12 billones de dólares de sua fortuna personal para financiar la campaña.

Cualquiera que sea el resultado, las previsiones son altas para la burguesía, y no significa otra cosa para la clase obrera más que estará sujeta a una propaganda política más finamente templada para manipularla, para hacerla aceptar las políticas de austeridad; para hacer que lleve en las espaldas la parte más pesada de la crisis económica y de la política imperialista que asegura más muertos para defender este sistema de explotación. La clase trabajadora no tiene nada que ganar con las elecciones. Sólo el desarrollo de sus luchas forjará la unidad y la conciencia necesarias para cambiar su situación.

Jerry Grevin/ 5-enero-2008.

Geografía: 

  • Estados Unidos [10]

Cómo Stalin exterminó a los militantes de la revolución de Octubre 1917

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Con motivo del aniversario de la Revolución rusa de octubre de 1917, los plumíferos de la clase dominante nos sirven regularmente el mismo estribillo: el dictador Stalin sería el heredero de Lenin; sus crímenes eran las consecuencias ineludibles de la política de los bolcheviques a partir de 1917. Moraleja: la revolución comunista no puede conducir sino al terror del Estalinismo.

Son los hombres quienes hacen la historia, pero la hacen en circunstancias determinadas que pesan necesariamente sobre sus actos. Así pues, la principal causa de la instauración de un régimen de terror en la URSS fue el aislamiento trágico de la Revolución de octubre de 1917, ya que, como lo decía Engels en 1847, en sus «Principios del comunismo», la revolución proletaria no puede ser victoriosa más que a escala mundial: «La revolución comunista (...) no será una revolución puramente nacional; se producirá al mismo tiempo en todos los países civilizados (...) ella ejercerá también sobre todos los demás países del globo una repercusión considerable y transformará completamente y acelerará el curso de su desarrollo. Es una revolución universal; tendrá, por lo tanto, un terreno universal.»

La Revolución rusa no fue vencida por las fuerzas armadas de la burguesía, durante la guerra civil (1918-1920), sino del interior, por la identificación progresiva del Partido bolchevique en el Estado. Es lo que permitió a la burguesía extender la mayor mentira de la historia que consiste o en presentar la URSS como un Estado proletario, para hacer creer que toda revolución proletaria no puede conducir sino a un régimen de tipo Estalinista.

La política de Stalin no era la de Lenin

Contrariamente a lo que afirman los ideólogos de la burguesía, no había continuidad entre la política de Lenin y la efectuada por Stalin después de la muerte de aquel. La diferencia fundamental que los separaba residía en la cuestión clave del internacionalismo. La tesis del «socialismo en un solo país», adoptada por Stalin en 1925, constituye una verdadera traición de los principios básicos de la lucha proletaria y la revolución comunista. En particular, esta tesis, presentada por Stalin como uno de los «principios del leninismo», constituye exactamente lo contrario de la posición de Lenin. El internacionalismo intransigente de Lenin, señala su adhesión total al combate del proletariado para su emancipación, es un constante de toda su vida. Su internacionalismo no se apagó con la victoria de la revolución rusa en octubre de 1917. Al contrario, concibe ésta solamente como primer paso y escalón de la revolución mundial: «La Revolución rusa no es más que un destacamento del ejército socialista mundial, y el éxito y el triunfo de la revolución que realizamos dependen de la acción de este ejército.  Es un hecho de que a nadie entre nosotros olvida (...). el proletariado ruso tienen conciencia de su aislamiento revolucionario, y el ve claramente que su victoria tiene por condición indispensable y premisa fundamental, la intervención unida de los obreros del mundo entero.» («Informe a la Conferencia de los Comités de fábricas de la provincia de Moscú», 23 de julio de 1918).

Es para eso que Lenin desempeñó un papel determinante, con Trotsky, en la fundación del Internacional comunista (IC), en marzo de 1919, en particular, es Lenin quien vuelve de nuevo a redactar uno de los textos fundamentales del congreso de fundación de las IC: las «Tesis sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado». En tiempos de Lenin, la IC no tenía nada que ver con lo que pasó a ser más tarde bajo el control de Stalin: un instrumento de la diplomacia del Estado capitalista ruso y la punta de lanza de la contrarrevolución a escala mundial. Contrariamente a Lenin, Stalin afirmaba que era posible construir el socialismo en un solo país. Esta política nacionalista de defensa de la «patria del socialismo» en Rusia constituyó una traición de los principios proletarios enunciados por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista: "Los proletarios no tienen patria", "Proletarios de todos los países uníos!". Esta política sirvió para justificar el refuerzo del capitalismo de Estado en URSS con el acceso a las rienda del poder de una clase de privilegiados, la burocracia, que vivía de la explotación salvaje de la clase obrera. Stalin era el brazo armado y la figura de proa de la contrarrevolución.

Si él pudo ser el verdugo de la Revolución rusa, es porque tenía algunas características de personalidad que lo volvían más apto que los otros miembros del Partido bolchevique que debían desempeñar este papel. Son precisamente estas características de personalidad de que Lenin ha señalado en su testamento:

«el camarada Stalin al convertirse en Secretario Genera ha concentrado un poder inmenso entre sus manos y no estoy seguro que él sepa siempre utilizarlo con suficientemente prudencia (...)» y en una posdata, redactada la víspera de su muerte, Lenin añadirá: «Stalin es demasiado brutal, y este defecto, plenamente soportable en las relaciones entre nosotros, comunistas, se convierten en intolerables en la función de Secretario General. Esta es la razón por la que propongo a los camaradas reflexionar sobre la manera de desplazar a Stalin de este puesto y nombrar a su lugar a otra persona que se distinga de Stalin nada más que por una ventaja - es decir, sea más tolerante, más leal, más cortés y más atento hacia los camaradas, menos caprichoso, etc. Esta circunstancia puede parecer una bagatela poco importante, pero pienso que para prevenir una escisión, y desde el punto de vista de las relaciones entre Stalin y Trotsky que examiné más arriba, no es una bagatela, a menos que sea una bagatela que puede adquirir un significado decisivo»(Testamento de Lenin, 4 enero 1924).

A partir de mediados de los años veinte, Stalin va a efectuar una política de liquidación despiadada de todos los antiguos camaradas de Lenin utilizando en exceso los órganos de represión que el Partido bolchevique había establecido para resistir a los ejércitos blancos (en particular, la policía política, la Tchéka).

La gran "purga" Estalinista en el seno del partido bolchevique

Después de la desaparición de Lenin en enero de 1924, Stalin se apresura a colocar a sus aliados en los puestos clave en el partido. Toma como principal objetivo a Trotsky, alter ego de Lenin durante la Revolución de octubre de 1917. Stalin se combina de manera oportunista con Bujarin que comete el error fatal de teorizar la posibilidad de construir el socialismo en un sólo país (más tarde, Stalin no tendrá ningún escrúpulo en hacer ejecutar a Bujarin).

A partir de 1923-24, toda una serie de divergencias aparecieron en el Partido bolchevique. Varias oposiciones se constituyeron incluida la más importante dirigida por Trotsky al cual se adjuntaron otros militantes de la vieja guardia bolchevique (en particular, Kamenev y Zinoviev). Con la subida de la burocracia en el partido, la Oposición de izquierda había comprendido que la Revolución rusa degeneraba. Stalin ocupaba un puesto clave. Controlaba el aparato del partido así como la promoción de los dirigentes. Esto es lo que le permitió poner sus hombres en puestos clave y transformar el Partido bolchevique en máquina demoledora de militantes. Él favoreció en particular la entrada en el partido de una gran masa de arribistas. Es sobre esta gente, que sólo pretendía hacer carrera en el aparato de Estado, que Stalin se apoyó.

Tenía en adelante las manos libres para establecer la gran purga en el partido, con el principal objetivo de separar de la dirección de éste a las principales figuras de la Revolución de Octubre (Kamenev, Zinoviev, Bujarin y sobre todo Trotsky) para liquidarlos finalmente a todos.

Progresivamente Stalin retira a Trotsky todas sus responsabilidades políticas hasta que lo hace expulsar del partido en 1927 y de Rusia en 1928. Es el período en que todos los opositores a Stalin y los sospechosos llenan los «gulag». Los Procesos de Moscú (1936-38) van a permitir a Stalin liquidar la vieja guardia bolchevique bajo el pretexto falaz de la caza a los «terroristas», a raíz del asesinato del jefe del partido de Leningrado, Sergueï Kirov, el 1 de diciembre de 1934.

Se persiguió, encarceló, y finalmente se exterminó a decenas de bolcheviques, en condiciones espantosas. Era el tiempo de la gran campaña Estalinista de denuncia de los «hitléro-Trotskystas». En nombre de su falta de «lealtad» hacia la «patria del socialismo», Stalin hizo también ejecutar a millares de militantes bolcheviques entre los más implicados en la Revolución de Octubre. Era necesario amordazar definitivamente a todos los que hubiesen guardado convicciones internacionalistas y comunistas. Era necesario borrar para siempre de la memoria lo que fue realmente octubre de 1917. Era necesario hacer desaparecer todos los testigos susceptibles de contradecir la historia «oficial» descubriendo su mayor mentira: la idea según la cual Stalin habría sido el albacea testamentario de Lenin, la idea de una «continuidad» entre la política de Lenin y la de Stalin.[1]

La complicidad de la burguesía «democrática» con Stalin

Ante la barbarie de la represión estalinista, ¿cuál fue la reacción de las grandes democracias occidentales? Cuando Stalin organizó, a partir de 1936, los innobles «juicios de Moscú», dónde se ven a los antiguos camaradas de Lenin, rotos por la tortura, acusarse de los crímenes más abyectos y reclamar ellos mismos un castigo ejemplar, esta misma prensa democrática a sueldo del capital deja entender «que no hay humo sin fuego» (aunque algunos Diarios pudieron emitir algunas tímidas críticas a la política de Stalin afirmando que «se exageraba»).

Es con la complicidad de la burguesía de las grandes potencias que Stalin realizó sus crímenes monstruosos, que exterminó, en sus prisiones y en sus campos de concentración, cientos de millares de comunistas, más de diez millones de obreros y campesinos. Y los sectores burgueses que hacen prueba del mayor celo en esta complicidad, son los sectores «democráticos» (y especialmente la socialdemocracia), los mismos sectores que hoy denuncian los crímenes con la más extrema virulencia y se presentan como modelos de virtud.

Es este régimen que se establece en Rusia, después de la muerte de Lenin y el aplastamiento de la revolución en Alemania (1918-23), no es más que una variante capitalista, e incluso la punta de lanza de la contrarrevolución, el que recibe un apoyo caluroso de todas las burguesías que habían combatido ferozmente algunos años antes, el poder soviético. En 1934, en efecto, estas mismas burguesías «democráticas» aceptan a la URSS en la Sociedad de las Naciones (el antepasado de la ONU) que los revolucionarios como Lenin había calificado de «cueva de ladrones» desde su fundación. Esto fue la señal de que Stalin se convirtió en un «bolchevique respetable» a los ojos de la clase dominante de todos los países, la misma clase que presentaba a los bolcheviques de 1917 como bárbaros con el cuchillo entre los dientes. Los rufianes imperialistas reconocieron en este personaje a uno de los suyos. Los que, en adelante, sufren las persecuciones de toda la burguesía mundial, son los comunistas que se oponen al estalinismo.

Es en tal contexto internacional que Trotsky, fue expulsado de país en país, sometido a una vigilancia policial en todo momento, y  que debe hacer frente a las campañas de calumnias más innobles que los estalinistas desencadenan contra él y que son repercutidas complacientemente por las burguesías del Occidente «democrático».

Pero allí donde la complicidad de las grandes potencias democráticas con Stalin resultó la más evidente, es en el hecho de que ninguno haya aceptado dar asilo a Trotsky cuando se le expulsó de Rusia. Por todas partes, se consideraba al antiguo dirigente del Ejército Rojo como persona no grata. El mundo había pasado a ser para Trotsky un planeta sin visa.

En su estancia en Francia en 1935, la inteligencia compuesta de periodistas y algunos miembros de la Academia francesa (como Georges Lecomte) llegaron incluso hasta hacer circular rumores según los cuales Trotsky estaba preparando un «golpe de Estado terrorista». A raíz de estos rumores, el Estado «democrático» francés expulsó a Trotsky. Para impedir que se librara de la policía política de Stalin, el gobierno noruego le ofrece temporalmente el asilo político, aunque termina por expulsarlo. Después de haber sido un errante más de diez años, el gobierno mexicano finalmente acoge a Trotsky en 1939. Después de una primera tentativa de asesinato por un comando dirigido por un pintor estalinista, Siqueiros, Trotsky fue asesinado el 20 de agosto de 1940 por un agente de Stalin, Ramón Mercader, que se había infiltrado en su ambiente seduciendo a una de las colaboradoras del viejo revolucionario.

Trotsky sucumbe bajo los golpes de la represión estalinista al momento mismo dónde comienza a reflexionar y comprender que la URSS no es un «Estado proletario con deformaciones burocráticas» tan querido de sus epígonos de la Cuarta Internacional (de las cuales hoy se reclaman algunas organizaciones «trotskistas»).

Este recordatorio de uno de los episodios más trágicos de la historia del siglo XX revela, si fuera aún necesario, que no hay ninguna continuidad sino una ruptura radical entre la política de Lenin y la de Stalin. Sobre su lecho de muerte, Lenin había visto justamente a Stalin concentrando demasiado poder entre sus manos[2]. Su reemplazo no habría cambiado el curso de la historia: otro dirigente de su calaña habría tomado el papel de verdugo de la Revolución. Pero si finalmente se impuso, es que su personalidad lo hizo el más apto para hacer este papel al igual que la de Hitler le valió los favores de la burguesía alemana ávida de venganza después de su derrota de 1918 y después del miedo que había probado ante la revolución proletaria entre 1918 y 1923.

Contrariamente a las mentiras extendidas en exceso por la propaganda «democrática», el gusano no estaba en el fruto a partir de octubre de 1917. El bolchevismo, en sus orígenes no contenía, en germen, el terror del estalinismo. Es hasta el aplastamiento de la revolución en Alemania que se abrió la vía real a la contrarrevolución en Rusia, así como la desaparición de Lenin el 20 de enero de 1924 suprimió uno de los últimos obstáculos a la influencia de Stalin sobre el Partido bolchevique. Este último se convirtió en el partido estalinista con la adopción de la teoría del «socialismo en un solo país». El bolchevismo pertenece al proletariado, no a su verdugo, el estalinismo.

Silvestre/20-enero-2008)

Notas:



[1] Para borrar todo rastro del pasado, Stalin intentó liquidar a los militantes extranjeros que residían en Rusia, tales como a Víctor Serge al que hizo encarcelar. Si se pudo salvar, fue gracias a una campaña de movilización internacional.

[2] Es por eso por otra parte que el médico de Lenin, por orden de Stalin, consideró que no era necesario prolongar su agonía y procedió a su eutanasia (este gesto «humanitario» tenía el «mérito» de impedir a Lenin dar sus últimas directivas relativas a las derivas del partido).

Revolución Mundial nº 104, Mayo-Junio 2008

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Mayo del 68: El movimiento de estudiantes en Francia y en el mundo

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Hace 40 años, el 22 de marzo de 1968, comenzaba en con la ocupación de la universidad Nanterre en París los «acontecimientos del 68», que darían lugar manifestaciones radicales con enfrentamientos contra la policía, pero no era la primera vez, un año antes también estudiantes habían enfrentado con barricadas a las fuerzas policíacas, lo importante de esta ocasión es que se desarrolló también la mayor huelga de la historia del movimiento obrero internacional: más de 9 millones de trabajadores por cerca de un mes, esto fue lo que hizo excepcional este movimiento y no la movilización radicalizada de los estudiantes.

Del 22 de marzo al 13 de mayo de 1968

Desde de 22 de marzo se había creado una agrupación estudiantil llamada movimiento 22 de marzo (M22), influenciada por corrientes anarquistas trotskistas y maoístas y fue quien promovió esta ocupación de Nanterre para protestar contra la detención de un estudiante sospechoso haber participado en un atentado contra un American Express cuando se habían realizado manifestaciones violentas contra la guerra de Vietnam.

El M22 para continuar la agitación promovió una "jornada de universidad crítica", el rector entonces decidió cerrar la universidad, al reabrirse el 1 de abril la agitación continuó. Entonces los profesores de esta universidad reaccionaron de manera conservadora y 18 de ellos de «izquierda», solicitaron sanciones para los "agitadores". Empezaron a circular policías en la universidad, mientras que la prensa vocifera contra los "seudo estudiantes", L'Humanite periódico del PCF, también participa en esta campaña calificándolos como «falsos revolucionarios...», al servicio del poder gaullista.

Durante abril las trifulcas son cada vez más frecuentes entre estudiantes y grupos fascistas, por lo que autoridades universitarias y la policía cerraron Nanterre. Los estudiantes entonces se reunieron en la Sorbona para protestar contra este cierre y las medidas disciplinarias contra miembros del M22.

El 2 de mayo, el gobierno decide ocupar el Barrio Latino y cercar la universidad de la Sorbona y con ello las confrontaciones continúan en los días siguientes, con manifestaciones masivas a las que se han sumado alumnos de secundaria, incluso profesores, obreros y desempleados, exigiendo su reapertura y la liberación de los detenidos. El 7 de mayo por sorpresa recorren los Champs-Élysées, a unos pasos del palacio presidencial. La Internacional retumba bajo el Arco del Triunfo, símbolo del nacionalismo francés.

El 10 de mayo a las 2 de la mañana, la policía anti motín toma por asalto las barricadas construidas por los manifestantes, produciéndose confrontaciones de una extrema violencia, aunque los habitantes muestran su simpatía por los estudiantes, a las 6 de la mañana, «el orden reina» en el Barrio Latino.

El sábado 11 de mayo, se producen manifestaciones espontáneas por todas partes ya no son solamente estudiantes quienes expresan su indignación sino cientos de millares de manifestantes de todos los orígenes, en particular, de muchos jóvenes obreros. En provincia, numerosas universidades están ocupadas; se discute y se condena la salvaje represión a los manifestantes.

Entonces el Primer Ministro promete que a partir 13 de mayo, la policía se retiraría del Barrio Latino, la apertura de la Sorbona y la liberación de los encarcelados. El mismo día como por arte de magia, todas las centrales sindicales, incluido la CGT (que no había cesado de denunciar los estudiantes «izquierdistas»), llaman a la huelga y a manifestaciones para el 13 de mayo.

El 13 de mayo, se producen las manifestaciones más importantes desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Una de las consignas más coreadas fue: "¡diez años, ya basta!", en referencia a los 10 años de la vuelta de De Gaulle al poder. Por todas se discute sobre la represión pero se comienzan a abordar todos los problemas sociales: las condiciones de trabajo, la explotación, el futuro de la sociedad.

El 14 de mayo en Nantes, los obreros de Sud-Aviación, empujados por los más jóvenes, desencadenan una huelga espontánea y ocupan la fábrica... La clase obrera había comenzado a tomar el relevo de la lucha.

El movimiento estudiantil en el mundo

Queda claro que la agitación estudiantil en si misma no es la responsable de la amplitud de las movilizaciones, sino la acción represiva del gobierno. De hecho, las luchas de estudiantes en Francia, antes de la escalada de mayo de 68, fueron menos masivas o profundas que en otros países, en particular, en los Estados Unidos y Alemania.

En efecto, fue en EUA donde se desarrollan a partir de 1964, los movimientos más masivos y más significativos de este período. En la Universidad de Berkeley, en California, el conflicto estudiantil tomó un carácter masivo. La primera reivindicación que movilizó a los estudiantes fue la "libertad de palabra" en favor de la libertad de expresión política (en particular, contra la guerra de Vietnam y contra la segregación racial). Las autoridades reaccionan de manera extremadamente represiva, contra la ocupación pacífica de los locales, con 800 detenciones.

El movimiento va desarrollarse en masa y a radicalizarse en los años siguientes en torno a la protesta contra la segregación racial, por la defensa de los derechos de las mujeres y sobre todo contra la guerra de Vietnam. Del 23 al 30 de abril de 1968, la Universidad de Columbia, en Nueva York, es ocupada, en protesta contra la contribución de sus departamentos a las actividades del Pentágono y en solidaridad con los habitantes del gueto negro vecino de Harlem.

Mucho otros países van a conocer rebeliones estudiantiles similares en acciones en el curso de este período: Japón, Gran Bretaña, Italia, España, Alemania durante varias semanas, antes de que las miradas se vuelvan hacia Francia, fue el principal polo del movimiento estudiantil, Esta lista es obviamente lejos ser exhaustiva muchos países de la periferia del capitalismo son afectados también por movimientos estudiantiles durante el año 1968 (como Brasil o Turquía, entre otros). Es necesario sin embargo mencionar el que se desarrolla en México al final del verano y que el Gobierno decide aplastar sangrientamente el 2 de octubre en la Plaza de la Tres Culturas (Tlatelolco) en México, para que los Juegos Olímpicos pudiesen desarrollarse «en calma» a partir del 12 de octubre.

Los temas de la rebelión estudiantil de los años 60

Lo que caracteriza al conjunto de estos movimientos, es, el rechazo de la guerra de Vietnam. Pero, mientras que los partidos estalinistas, aliados al régimen de Hanoi y Moscú, habrían debido lógicamente encontrarse a su cabeza, como fue el caso en los movimientos antiguerra en la guerra de Corea a principios de los años cincuenta, esta vez de ninguna manera fue el caso. Al contrario, estos partidos no tienen prácticamente ninguna influencia y, a menudo, están en completa oposición contra estos movimientos.

No fue una casualidad que en EUA comenzaran a desarrollarse las rebeliones estudiantiles, la juventud norteamericana se enfrentaba de manera directa e inmediata a la cuestión de la guerra puesto que a ella se le enviaba  para defender el "mundo libre".

Sin embargo, como en muchos países más tarde, en particular, en Francia en 1968, fue la represión contra las primeras manifestaciones lo que constituyó un factor importante del paso del "poder de las flores" y del "haz el amor no la guerra" a la radicalización del movimiento dándose una perspectiva «revolucionaria» contra el capitalismo.

Su ideología en conjunto fue de lo más confusa con ingredientes anarquistas (como el culto de la libertad, en particular, de libertad sexual o el consumo drogas) pero también ingredientes estalinistas (Cuba o Albania eran considerados como ejemplos). Los nuevos «héroes» del movimiento no serian más Bob Dylan o Joan Baez, sino figuras como Ho Chi Minh (viejo miembro del aparato estalinoide, pero más presentable y teórico) y más aún al romántico Che Guevara (otro miembro de un partido estalinista «exótico») o de Ángela Davis (también miembro del partido estalinista americano, pero que tenía la doble ventaja de ser negra y mujer), sin que esto conllevara paradójicamente, a que los partidos estalinistas fueran la dirección de los movimientos, pues, más bien estuvieron en su contra.

Estos movimientos no tenían un carácter de clase proletario. No es una casualidad, si uno de sus «teóricos», Herbert Marcuse, consideraba que la clase obrera había sido «integrada» y que las fuerzas de la revolución contra el capitalismo debían encontrarse entre otros sectores como los negros víctimas de la discriminación, los campesinos del tercer mundo o los intelectuales rebeldes.

El componente antiguerra de Vietnam y «libertario» se encuentra, en particular, en Alemania, donde el principal portavoz del movimiento, Rudi Dutschke, quien tenias como referencias ideológicas al «joven Marx» así como la Escuela de Frankfurt (donde hacía parte Marcuse), y también la Internacional Situacionista. La oposición extraparlamentaria alemana fue, en la víspera de los acontecimientos de mayo de 68 en Francia, la principal referencia en Europa de la rebelión estudiantil.

En Francia en 1968, las referencias a la guerra de Vietnam van ser rápidamente eclipsadas por toda una serie de lemas de inspiración situacionista o anarquista (o incluso surrealista), "prohibido prohibir", "Seamos realistas, exijamos lo imposible", Amaos los unos sobre los otros, etc.

Significado del movimiento estudiantil

Las consignas, que se plantearon, indican claramente, una naturaleza de clase no proletaria, a pesar que en varios lugares (como en Italia y obviamente en Francia) hubo la voluntad establecer un puente con las luchas de clases trabajadora, sin embargo este "puente" planteaba una determinada condescendencia una fascinación hacia este ser mítico, el obrero en overol, héroe de las lecturas mal digeridas de los clásicos del marxismo.

El radicalismo « revolucionario» de la vanguardia de este movimiento, incluido el culto de la violencia promovido por algunos de sus sectores, es también otra ilustración de su carácter pequeño-burgués. Las preocupaciones revolucionarias estudiantiles de 1968 eran indiscutiblemente sinceras pero mucho se caracterizaban por el tercermundismo (guevarismo o maoísmo) si aún por el antifascismo, tenían una visión romántica de la revolución sin la menor idea del proceso real de desarrollo del movimiento de la clase obrera que la conduciría.

En Francia, para los estudiantes que se creían revolucionarios, el movimiento de mayo del 68 ya era la Revolución, y presentaban las barricadas como las herederas de las de 1848 y de la Comuna de 1871.

Uno de los componentes del movimiento fue el «conflicto de generaciones», la separación entre la joven generación y la de sus padres a la cual se dirigían múltiples críticas. En particular, debido a que esta generación había trabajado duro para intentar salir de la situación de miseria, resultante de la Segunda Guerra Mundial, se le acusaba preocuparse solo de un bienestar material. De ahí el éxito de sus fantasías sobre «la sociedad de consumo» y de lemas tales como «¡No trabajes nunca!».

Hija de una generación que había sufrido el látigo de la contrarrevolución, acusaba a sus padres de conformismo y sumisión a las exigencias del capitalismo. Recíprocamente, muchos padres no comprendían que sus hijos trataran con menosprecio los sacrificios que habían consentido para darles una mejor situación económica que la suya.

Sin embargo, también existía una verdadera determinación económica en la base de rebelión estudiantil de los sesenta. Por esa época no había una amenaza de desempleo o precariedad al final de los estudios como es el caso hoy día. Sin embargo la inquietud principal de la juventud estudiantil era no poder en adelante acceder al mismo estatuto social de la que se había beneficiado la generación anterior de universitarios.

En efecto, la generación de 1968 sería la primera a enfrentarse con una pasmosa brutalidad al fenómeno de "proletarización de los cuadros", fenómeno comenzado, incluso años antes de que la crisis abierta se manifestara, consecuencia de un aumento muy sensible del número de estudiantes en las universidades. Este aumento resultaba de las necesidades de la economía y también de la voluntad y la posibilidad de la generación de sus padres de proporcionar a sus hijos una situación económica y social superior al suyo. Es entre otras cosas esta «masificación» de la población estudiantil había causado el malestar creciente resultante de la permanencia en las universidades, confrontada a estructuras y prácticas heredadas de tiempos en que solamente una élite podía frecuentarlas, en particular, un fuerte autoritarismo.

Resumiendo las razones del movimiento estudiantil que comienza en 1964 se desarrolla en un período de «prosperidad» para el capitalismo, no son estrictamente las misas a partir de 1967 dónde la situación económica de éste ha comenzado a deteriorarse seriamente lo cual reforzaba el malestar de juventud estudiantil. Es esta una de las razones que permite comprender porqué este movimiento ha conocido en 1968 su apogeo, permitiendo fundamentalmente explicar porqué, en mayo de 1968, el movimiento de la clase obrera ha tomado el relevo. Lo que se verá en próximos artículos.

(Artículo resumido)

Fabienne,  marzo 2008

Puedes encontrar una lista de artículos sobre esta gran experiencia en:

Hace 50 años, Mayo de 1968 https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4296/hace-50-an... [11]

Historia del Movimiento obrero: 

  • 1968 - Mayo francés [12]

Terminó la huelga en la UAM: lecciones que preparan el futuro

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Las labores se reanudaron el lunes 14 de abril en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). La huelga más larga en la historia de esta universidad (64 días) donde el sindicato (SITUAM) llevó a los trabajadores a un agotamiento preventivo. Esta huelga recibió una publicidad sospechosa, casi cotidiana por parte de los medios de comunicación. Por el contrario, lo que hace la burguesía ante huelgas que pueden propagar un "mal ejemplo" es ocultar la información ("block out"), recordemos cómo la primavera francesa de las protestas estudiantiles de hace dos años sólo se conocieron en México hasta tres semanas después, cuando la burguesía francesa había logrado "criminalizar" las protestas, lo mismo pasó con las huelgas en el sistema de transporte de Nueva York en el 2007, y las recientes huelgas en Alemania parecen no existir en la "prensa libre". Si la huelga en la UAM recibió tantas "atenciones" por parte de los medios de comunicación es porque la burguesía trata de dar una "lección" al conjunto de trabajadores: "luchar no vale la pena". Pero si la gran maniobra sindical logro dispersar la combatividad y desmoralizar a los trabajadores de la UAM, el conjunto de los proletarios requiere hacer una reflexión para sacar las lecciones que le permita fortalecer su conciencia. ¿Qué lecciones podemos sacar de este movimiento?, ¿cómo debemos prepararnos para no caer en las mismas trampas sindicales en futuras huelgas?

Elementos de reflexión para futuros combates

Las derrotas de la clase obrera no son experiencias negativas ni tragedias estériles, son experiencias para el futuro a condición de sacar de cada una de ellas lecciones que nos armen como clase:

*Los sindicatos, "oficiales o independientes", son enemigos por igual del proletariado. Más allá de las intenciones de los individuos que integran esas estructuras, la historia ha sancionado con creces que los sindicatos no son más organizaciones de la clase obrera. En esta huelga que nos ocupa pudimos ver en acción a uno de los que se nombran "independientes". Con una buena dosis de radicalidad y de proclamarse los auténticos defensores de la clase, el SITUAM apareció bajo la bandera de un 35% de incremento salarial... para terminar en el 4.5% que ha sido una "media nacional". Esa radicalidad estuvo acompañada de una bien orquestada división que se iba atizando conforme el tiempo pasaba, división entre los que querían regresar al trabajo y los grupos que querían ir "hasta el final". Una huelga conducida por el sindicato en la división y el aislamiento no puede establecer una relación de fuerzas a su favor y termina aceptando "lo que les den".

*El aislamiento es una derrota anunciada. La fuerza de la clase obrera esta en su unidad, en su solidaridad en el combate. En cada huelga se plantea en filigrana el mismo dilema que se planteó a la revolución rusa de 1917: o se extiende geográfica y políticamente o perecerá ahogada. En esta ocasión el SITUAM cuidó muy bien de mantener aislados a los trabajadores y sometidos a sus lineamientos, este accionar impide que la solidaridad de trabajadores de otros sectores y fábricas se exprese y más aún que generalicen la consigna de aumento salarial. Agreguemos a esta treta del SITUAM (y la complicidad del resto de sindicatos), la de los medios de divulgación, que no dejaron de calumniar a los trabajadores tachándolos de "ambiciosos" e "irresponsables" que dejan a miles de alumnos sin clases (medios particularmente hipócritas ya que no dicen una palabra ante el futuro negro de desempleo y miseria que les espera a esos jóvenes una vez que egresen de las universidades). Una vez aislado, encajonado y controlado el descontento real, la derrota sólo era cuestión de tiempo. La "solidaridad sindical" es sólo el disfraz que oculta un olímpico encerramiento que no tiene posibilidades de conectarse con las luchas de otros explotados.

*Una huelga larga no es sinónimo de lucha efectiva. Tenemos en el movimiento obrero ejemplos de huelgas largas, casi heroicas, sin embargo ello no indica que es un buen modelo de combate. A veces es la misma burguesía la que les da largas para dar al resto de trabajadores una dura lección. En ocasiones las asambleas de trabajadores deberán decidir si van o no a la huelga, si existen o no condiciones para que otros trabajadores se sumen al combate; habrá momentos en que haya que empezar, ir solos pero con la convicción de que otros sectores deberán unirse. Lo importante es decidir colectivamente, sin los sindicatos, con qué medios y en qué condiciones nos vamos a la huelga. La cuestión del tiempo es pues relativa, lo central es mantener una dinámica donde una huelga se mantenga gracias al apoyo del conjunto de la clase, apoyo que es, sobre todo, un apoyo activo, político, en otras palabras, el mejor apoyo para una huelga es sumarse al combate estallando las huelgas en nuestros centros de trabajo y sumándonos de manera decidida a la movilización general. De esta manera estaremos en condiciones de ir generando un movimiento más amplio que haga retroceder los planes de la burguesía.

Cuando después de una huelga queda un sentimiento de desmoralización, de mayor división y la sensación de que "no sirvió de nada", lo más seguro es que estamos ante un excelente ejemplo de sabotaje sindical. No pocos son los que sacan como lección de esta huelga que se necesitan "sindicatos más adaptados", que vayan a tono con los" tiempos de reformas", esta no es sino una manera indirecta de seguir restregando a los trabajadores con la necesidad eterna de los sindicatos.

En esta ocasión no se sale de esta huelga con sentimientos de unidad, confianza y determinación, al contrario, es por ello que ya se baraja la idea de dividir incluso a los académicos de los administrativos y crear otro sindicato. Los obreros de todo el país hoy reciben el mensaje repetido hasta la saciedad: luchar no sirve de nada, dos meses de huelga en la UAM y lo único que consiguieron fue...¡perder un mes de sueldo! Este movimiento está siendo utilizado por los medios de comunicación como ejemplo preventivo, como una "lección anticipada" para inhibir a todos aquellos explotados que piensen lanzarse a una lucha contra los ataques que hoy nos llueven por todos lados.

La verdadera lección para los trabajadores es que tenemos que luchar, pero no con los sindicatos, no en el aislamiento.

Marsan. 14-04-08

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

PEMEX: Los trabajadores no deben defender la empresa pública ni privada

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A partir del anuncio de la denominada "reforma energética", que tiene como sustento la privatización y concesión de segmentos de la industria petrolera, se ha desatado toda una polémica dirigida por la burguesía, pretendiendo llevar a los trabajadores a tomar partido entre la privatización o el rescate del proyecto de la industria petrolera de propiedad estatal. Esta diferencia FORMAL entre proyectos, no significa que se presente una fracción burguesa "progresista y nacionalista" y otra "liberal y entreguista" (como lo pretende mostrar la prensa), ambas fracciones son igual de reaccionarias, sin embargo no definen una acuerdo que les permita establecer una propuesta homogénea para encarar a la crisis y con ello pretender relanzar el proceso de acumulación (y que les permitiría cumplir así con sus sueños de crecimiento continuo del PIB), pero además se enfrentan por definir cómo ha de distribuirse entre sus diferentes fracciones la renta generada por el petróleo (combinando en este reparto los amarres políticos y económicos con diferentes fuerzas imperialistas).

En este asunto, todas las fuerzas de la burguesía se han involucrado, aunque es a través de sus partidos y los medios de divulgación que tienden el tinglado. La propuesta privatizadora del gobierno de Calderón es apoyada, como es obvio, por su partido el PAN, pero también por el PRI (y sectores del PRD), lo cual ha dado oportunidad para que la mayoría del PRD con Obrador a la cabeza (y los demás partidos que forman el Frente Amplio Progresista) lancen proclamas con un tono radical, llamando a la defensa de la industria petrolera nacional, de la "soberanía" y de "la patria" (hay que ver el protagonismo que ha tomado el Congreso con la toma de la tribuna por el FAP). El escándalo que han formado ha logrado que las consignas patrioteras claramente burguesas sometan las preocupaciones y el coraje que a fines del 2007 e inicios de este año se notaba entre los trabajadores por el incremento de los precios, la elevación de impuestos, la aplicación de la ley del ISSSTE y la imposición de topes salariales. De esa manera la clase dominante ha logrado, por el momento, esterilizar el descontento al dirigirlo todo hacia la falsa disyuntiva entre privatizar o no. Este mismo ruido lleva a que sectores de proletarios, aún cuando pueden estar claros del significado burgués de las consignas patrioteras, sean envueltos por la idea de que su situación como explotados puede verse afectada, y así esa preocupación honesta, los conduce a suponer que para enfrentar la degradación de sus condiciones de vida, su lucha tiene que pasar forzosamente por una defensa, aunque indirecta, de la empresa estatal; incluso su preocupación es utilizada por la burguesía para llevarlos a suponer que un cambio de políticas o la activación de un proceso de "industrialización nacionalista", sustentado en un uso "racional" de los recursos, "transparente", respetuoso de la constitución y dirigido por el Estado podría mejorar la condición de los asalariados. Es un peligro que el proletariado sea desarmado políticamente y siga mansamente las consignas burguesas, ya que en vez de usar el descontento para colocarse a la ofensiva en la lucha de clases, queda sometido a los lineamientos de una fracción de la clase dominante. El proletariado no puede olvidar que el capitalismo tiene como objetivo central la ganancia y para protegerla requiere incrementar los niveles de explotación, por eso cuando la crisis se agudiza las políticas aplicadas tienden a golpear aún más, pero esto no se puede detener pugnando por una política mejor y un capitalismo "más humano", sino es indispensable luchar directamente en la defensa de las condiciones de vida, reconocer su condición de explotado y unificar sus luchas, después de todo, los trabajadores no tienen más armas para enfrentar al sistema que su ACCIONAR CONCIENTE Y MASIVO y su ORGANIZACIÓN.

Privatizaciones: mecanismo desesperado de la burguesía para enfrentar la crisis

El objetivo de las políticas de corte neoliberal (como antes lo fueron las de corte keynesiano) es, ante todo, enfrentar a la crisis capitalista, y para ello echan mano de medidas cada vez más brutales contra la clase obrera, por eso es claro que todas estas tienen implicaciones directas en la vida de los trabajadores, ha limitado los servicios médicos, la pensión y jubilación, aumenta ritmos de trabajo, restringe posibilidad de contar con empleo fijo, comprime salarios, desemplea de manera constante a masas de asalariados, y condena a la miseria y el hambre a millones; y la venta de las empresas estatales restringirá también la vida de los obreros, no sólo a los trabajadores de PEMEX, sino el conjunto de asalariados se verán golpeados, no porque le quitan su "patrimonio", sino simplemente porque el gobierno al perder la principal fuente de ingresos tendrá que implementar políticas de recorte. Esto no quiere decir que toda la renta generada por PEMEX se traslada como beneficio a la población trabajadora, si esto fuera cierto resultaría que el gasto de gobierno y el gobierno mismo viven para servir a los explotados. Aún estando PEMEX en manos del Estado se han implementado feroces programas que atentan contra la condición de vida de los trabajadores, pero suponer que es posible frenar estas medidas reciclando las viejas políticas populistas o nacionalistas (utilizada en otros años), significa sembrar esperanzas en el capitalismo e impedir que los trabajadores puedan comprender que ante la degradación de sus condiciones de vida el único camino que tienen es la unificación de sus luchas, y la orientación de sus consignas en un terreno de su clase, es decir, poniendo al centro la defensa del nivel de su salario y de sus condiciones de trabajo, rechazando cualquier intento por hacerlos abrazar una demanda ajena a sus intereses.

Es necesario no perder de vista que así como los procesos de nacionalización fueron mecanismos impulsados por la burguesía -a través de los diversos Estados-nación- para fomentar la acumulación capitalista, de la misma forma, ante la agudización de la crisis la clase dominante de forma desesperada busca crear, de manera un tanto ficticia, "nuevas" áreas de acumulación, sustentada en una mutilación del mismo Estado "liberando" así espacios económicos que el capital privado puede ocupar y dar así un breve respiro a sus dificultades económicas, aparentando con ello un relanzamiento de la economía. El mismo objetivo que movió a Lázaro Cárdenas en 1938 a nacionalizar y estatizar el petróleo, a saber: el impulso de la industrialización y la conexión de la economía mexicana con la industria de los EUA (que en ese momento de preparación de la 2ª Guerra requería los insumos energéticos necesarios), es el mismo que la burguesía actualmente, salvo que ahora es una medida desesperada dado que actualmente se vive una profunda crisis que alcanza 40 años de extensión.

El Estado en años anteriores se presentaba como propietario de medios de producción con el fin de organizar más adecuadamente el proceso de explotación, sin embargo las políticas económicas que implementa la clase dominante, no pueden desterrar de forma permanente las contradicciones internas con las que se desarrolla el capitalismo, por eso cuando la crisis económica, desde fines de los 60, vuelve a tomar dominio del escenario internacional, la misma burguesía que antes proclamara como la panacea a las nacionalizaciones y estatizaciones, desde la década de los 80 proclama la privatización como el mejor instrumento. Pero, pese a su empeño en suponer que esta política es su salvación, es sabido que la estrategia privatizadora no puede solucionar la crisis capitalista. Aunque aparenta (como decimos arriba) un "relanzamiento" de la economía, pronto se transforma en un peso extra para el propio sistema y un nuevo problema que se agrega, lo cual obliga al Estado a "rescatar" lo privatizado (ejemplo: la Banca, las carreteras, los ingenios, la industria del acero...).

En ese nivel, supeditar la lucha de los trabajadores a la disyuntiva: privatizar o no, es colocarla ante la elección de cual es la "mejor" forma de ser explotado.

Los trabajadores no tienen patria

En nombre de la defensa de la patria el aparato de izquierda del capital convoca a los trabajadores a defender el petróleo. Si se da en concesión el petróleo al capital privado o extranjero, nos dicen, se viola la constitución, se vulnera la soberanía, se entrega el patrimonio nacional y se traiciona a la patria, todos estos discursos intentan hacer que los proletarios olviden que son explotados y sus intereses no tienen nada que ver con la defensa de la patria burguesa, ni la constitución ni las instituciones del sistema responden a sus necesidades, y menos aún que les pertenecen las riquezas que su trabajo genera y que pasa a manos de un empresario individual o del Estado. Por eso, todos los trabajadores para enfrentar los golpes que el sistema le impone y que cada día degradan más su condición de vida y la de su familia, requieren unir su descontento, reconocer sus necesidades y las de sus hermanos de clase, y enfrentar al capital, sin permitir ser involucrados en luchas ajenas, como la defensa de PEMEX, en las que se convierten en simple carne de cañón sin posibilidad de reconocerse como la clase revolucionaria que está llamada a derrocar al capitalismo y llevar adelante su propio proyecto histórico.

Tatlin/15-abril-2008

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

El PRD en crisis: el Estado burgués obligado a rescatar a su izquierda

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Después de las elecciones internas del 16 de marzo pasado para elegir presidente nacional del Partido de la Revolución democrática (PRD), este organismo político de la burguesía resiente una de sus crisis más profundas desde que fue creado en 1989, a raíz de las pugnas irresolubles entre dos de sus tribus más importantes, los llamados chuchos y los pejistas, las cuales no ceden en sus pretensiones de apoderarse del partido y se acusan mutuamente de haber hecho fraude y del cochinero en que se han convertido los procesos electorales del PRD (casi para cerrar esta edición, las pugnas suben de color con la renuncia de los integrantes de la Comisión electoral de ese partido). Los medios del Estado aprovechan para desplegar una vez más su campaña democrática, llamando a rectificar los errores para así perfeccionar la democracia electoral; por todos lados se comenta si podría desaparecer el PRD, si debe reformarse, si la derecha entronizada en el gobierno federal los estaría liquidando, si sería un peligro el que quedara sólo la derecha y el PRI como las únicas alternativas para ser elegidas. Además, se oyen voces lamentándose de esta miseria cívica (La Jornada, 7 de abril del 2008) de un partido que debería mantener la esperanza de los desposeídos y que después de su quiebra moral dejaría en la orfandad política a millones de mexicanos, etc. Como siempre la propaganda burguesa, de todas las filias ideológicas, lo hace todo para esconder la realidad y evitar que la clase obrera tome conciencia cabal de los acontecimientos.

El régimen de partidos es vital para la burguesía

Este "debate" promovido en todos lados y a cada momento esconde el hecho de que los partidos políticos dentro del capitalismo son imprescindibles para la democracia burguesa, es decir, para su dictadura. Habiendo surgido primero en los países avanzados durante el siglo XVIII, a la par del establecimiento del marco político representativo y habiéndose consolidado en el siglo XIX a partir del desarrollo del parlamentarismo y la democratización del Estado liberal al extenderse el derecho del sufragio, resultados directos de la disgregación de la sociedad feudal y su paso a la sociedad industrial aportando formas de organización política que sustituyeran a las estamentarias, los partidos políticos de la burguesía; a la vuelta del siglo XX, a diferencia de la ascendencia del sistema cuando eran representantes de las clases dentro del Estado, se convierten con el advenimiento de la decadencia del sistema en los instrumentos del Estado encargados de hacer valer los intereses de la clase dominante dentro de la llamada sociedad civil, debido a la fuerza totalitaria del Estado que interviene a todos los niveles controlándolo todo. En este contexto, El poder político se desplaza del legislativo al ejecutivo y el parlamento burgués acabará siendo un cascarón vacío sin poder de decisión. En esta nueva situación los partidos y su participación en el juego parlamentario y electoral son sostenidos con descomunales cantidades de dinero por parte del Estado pues a través de este circo mantienen la mistificación ante el proletariado de que mediante la participación parlamentaria y electoral pueden mejorar y aún transformar su situación de miseria siempre creciente.

En México, aunque con marcadas diferencias, producto de su pasado colonial y de que su desarrollo capitalista se dio demasiado tarde con relación a las grandes metrópolis, podemos encontrar el mismo esquema durante el siglo XIX (estudio que abordaremos en el periodo que viene con motivo de los "festejos" de la burguesía por el bicentenario) y sobre todo en el siglo XX cuando el Estado nacional a partir de la creación del partido único de Estado el Partido Nacional Revolucionario (PNR-1929) y sus sucesores el Partido de la Revolución mexicana (PRM-1938), y el PRI (1948), y luego la promoción también desde algunos grupos de poder estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en 1938 y a continuación el resto de partidos que suman casi medio centenar de siglas que en su momento formaron parte del abanico de fuerzas políticas de la burguesía para encuadrar a los trabajadores aunque, dado el régimen tan rígido del sistema político mexicano, el resto de los partidos sólo pululaban alrededor del PRI.

El PRD un baluarte del proyecto político de la burguesía 

Desde el surgimiento del PRD lo ubicamos como un partido surgido desde las entrañas mismas del Estado mexicano como parte de todo el proyecto político (y también económico, que no vamos a tocar aquí) "modernizador" de la "transición democrática" que daría un impulso al nuevo juego de partidos y representó hace casi veinte años (mayo de 1989) el intento más serio de la burguesía para darse una izquierda más fuerte frente a las carencias perennes de tantos partidos que no habían logrado cuajar un producto aceptable hasta ese momento. Recuérdese cómo sus antecesores inmediatos el Partido Comunista Mexicano (PCM) y el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) se habían fusionado en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y luego, en 1988, este último devendría en el Partido Mexicano Socialista (PMS), pero sin consolidar un partido y un liderazgo aceptable para arrastrar a las masas tras la mistificación electoral. El parto esperado fue en mayo de 1989 cuando buena parte del PMS junto con la "disidencia" del PRI (los Cárdenas, los Muñoz Ledos...) dieron lugar al PRD, registrándose en la Comisión Federal Electoral. La burguesía cantaba loas al nuevo partido de izquierda que vendría a renovar su fachada democrática tan desdibujada con más de sesenta años de partido único de Estado.

¿Qué significado tienen los conflictos en el PRD?

Sin embargo, muy pronto se manifestaron los genes del  nuevo crío del Estado capitalista: las pugnas de los diversos grupos ("tribus") que integraron al partido, y que suman una decena aproximadamente, se han enfrascado desde el principio en una interminable competencia por la parte más jugosa del pastel, provocando un desgaste y un desprestigio importante de la izquierda. Esta situación se debe a no se sabe que atributo exclusivo de la izquierda mexicana como les gusta presentarlo a toda clase de ideólogos aduladores del sistema capitalista, sino que está determinada precisamente, primero, por la competencia capitalista por la parte del león y, ahora al unísono, por la descomposición capitalista que se ha convertido, desde hace ya veinte años, en la tendencia dominante de la sociedad capitalista y en particular de la vida política de la burguesía, manifestándose, como ya lo hemos evidenciado, en la impulsión profunda e irrefrenable al "sálvese quien pueda", al "cada quien a lo suyo", resultando en mayores dificultades para el Estado en cuanto a mantener la disciplina en sus partidos políticos para que prime el interés general de la burguesía por encima de los intereses de cada grupo. Pero no se crea que esta situación es privativa de la izquierda del capital sino que se presenta también en los otros partidos, baste revisar someramente su historia de los últimos años para corroborarlo (en RM hemos dado seguimiento a este fenómeno desde 1989, véase en particular RM 77, nov-dic 2003). 

Concretando el análisis en el caso del PRD, su último desaguisado ilustra lo que hemos dicho: los dos grupos que polarizan las pugnas en su interior alineando tras de sí al resto, los Chuchos y los Amlos han chocado en una elección que muestra cómo todos los partidos de la burguesía tanto los de la derecha como los de la izquierda, utilizan los mismos mecanismos para conseguir sus objetivos, no se trata de un conflicto por cuestiones ideológicas distintas; el fraude es consustancial a la moral y la práctica de todas las fracciones de la burguesía y corresponde al Estado procurar las mejores pantallas para que sus activos políticos no se desprestigien demasiado; este antídoto lo encuentra, otra vez, en la campaña democrática poniendo por delante siempre los anhelos de una democracia madura a la cual toda la sociedad debería encaminarse, dado que en el pensamiento burgués la democracia es el sistema ideal al fin encontrado y al que es necesario perfeccionar indefinidamente, por los siglos de los siglos.

La izquierda es imprescindible para el Estado burgués

Dicho esto, hay que constatar que en este momento el conjunto del PRD está siendo expuesto a una abrumadora campaña de desprestigio de una parte del PAN que se imagina que debe saldar cuentas más bien con López Obrador, incapaz de comprender que este personaje es a todas luces el mayor activo, en este momento, de la izquierda de la burguesía; sin embargo, no es, por supuesto, la convicción general de la clase dominante, la cual, mediante su Estado, está obligada a rescatar al PRD pues no puede permitir que su ala de izquierda se hunda dado que es una pieza fundamental de su juego político parlamentario y electoral que tiene la función de mantener la ilusión en la clase trabajadora de que son los diputados y senadores de los partidos de izquierda quienes defienden sus intereses en el Congreso de la Unión y que, también, son los personajes de la izquierda quienes encarnan sus intereses y anhelos en las elecciones que periódicamente organiza el Estado burgués para renovar la esperanza de los explotados de que es a través del voto democrático que se puede elegir a un gobernante o representante de su clase para mejorar sus condiciones de vida. ¡Que se recuerden esas promesas e ilusiones de los últimos cien años!

El Estado mexicano está obligado a robustecer a su izquierda, arma insustituible, junto con los sindicatos, para mantener su dominio de clase. Nada más ridículo que aquéllas versiones agitando el espantajo de la ofensiva totalitaria de la derecha entronizada en el gobierno para acabar con la izquierda; por el contrario, el Estado capitalista, como representante colectivo del conjunto de la clase capitalista, por encima de cualquier filia política y de cualquier pretensión de tal o cual fracción burguesa, está ya ocupándose de orientar e inducir el reforzamiento de la fracción del PRD que le conviene más para su juego de partidos. Al contrario de lo que se afirma en los medios, a la burguesía le convendría sobremanera que se robusteciera aquella fracción del PRD cuyas características son más bien de "independencia", de "no negociación" y de "enfrentamiento" con respecto al gobierno, es decir, la tribu del Peje y los encinas, quienes desde hace ya varios años han estado pronunciándose como la vanguardia defensora del patrimonio nacional; un posicionamiento muy ad hoc con la coyuntura actual y que se va a requerir en los años venideros como un gancho político patriótico de arrastre para enmascarar las verdaderas preocupaciones de clase del proletariado.

En esta prospectiva no podemos ser absolutos, es posible que, al contrario de los intereses de la burguesía, los resultados no le favorezcan conforme a sus planes e incluso se presente el escenario de una ruptura profunda dentro del PRD que amenace su desaparición. Sin embargo, tenemos una certeza: el Estado capitalista está obligado a rescatar, renovar o recrear su ala de izquierda sin la cual, junto con los sindicatos, no podría sostenerse por mucho tiempo. 

RR / abril del 2008

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Conflictos interburgueses [13]

Bajo el capitalismo no hay futuro para la juventud

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A finales de abril en 14 estados del país y el distrito federal se presentaron agresiones y enfrentamientos entre grupos de jóvenes pertenecientes a lo que los sociólogos han denominado ‘tribus urbanas'. Estos hechos fueron el origen de una amplia campana ideológica en los medios de información que aprovechó la ocasión para intentar maquillar de eficiencia a un gran número de instituciones ‘defensoras de los derechos de los individuos' que han fallado en dar solución a problemas muy graves que afectan a la población. Ahondando en lo que aparentemente fue la expresión de celos o coraje de unos jóvenes contra otros, éstos acontecimientos sacaron a relucir diversos aspectos de la situación que se vive actualmente en las grandes ciudades del mundo.

Uno de esos aspectos fue la hipocresía con que las instituciones enfrentaron este problema: «.. .es necesario hacer un diagnostico sobre la problemática que atañe a la juventud en general», indicó el director de una sección del Consejo Nacional para Prevenir la discriminación. «las agresiones que han sufrido los ‘Emos' son «reflejo de que somos una sociedad que no respeta al diferente», comentó la directora general del Instituto Mexicano de la Juventud. «La Comisión de Derechos Humanos hace un llamado a la tolerancia, así como al respeto de la Constitución». Así es que el diagnóstico y la solución es respetar la ley y por lo tanto al diferente. Seguramente es algo que los jóvenes aprenderán fácilmente en este mundo que destila paz y tolerancia por todas partes. Este es el mensaje hipócrita que manda la burguesía mientras se sabe que funcionarios como el alcalde de Celaya, diputados y el obispo de Oaxaca realizan prácticas discriminatorias contra los «emos'. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación llamó a los gobiernos estatales a poner en marcha medidas cautelares, con la participación de los cuerpos policíacos para «salvaguardar la integridad física y psicológica» de los ‘Emos' mientras sabemos que la propia policía comete abusos contra todo tipo de jóvenes sólo por su indumentaria.

Algunos investigadores como Fernando Aguilar, sociólogo y profesor de políticas de la juventud en la UNAM. dicen que la causa de los recientes enfrentamientos es «el proceso de exclusión», el «sentimiento de no futuro» y falta de trabajo que sufren los jóvenes en México. Esto tiene que ver con el análisis que hizo la CCI desde principios de los 90 en que reconoció que el capitalismo en decadencia había entrado en la fase de descomposición que presenta condiciones que son la causa para que los jóvenes estén sin un futuro por delante; con casi nulas oportunidades de encontrar trabajo, impotentes para resolver una carga enorme de problemas familiares y económicos y con sentimientos de soledad, desesperanza y hasta odio a la sociedad. «Todas esas manifestaciones de la putrefacción social que, hoy, a una escala desconocida en la historia, invaden por todos sus poros a la sociedad humana, expresan no sólo la dislocación de la sociedad burguesa, sino sobre todo la destrucción de todo principio de vida colectiva en el seno de una sociedad sin el menor proyecto, la menor perspectiva, incluso a corto plazo, incluso la más ilusoria»[1].

Este catastrófico panorama y un más horrendo futuro es el que ofrece el capitalismo a la juventud. Más divisiones entre los seres humanos esparciendo la ideología del «sálvese quien pueda», que conduce a la barbarie. Lo que sucedió con las ‘tribus» mostró que muchos jóvenes tienen la decisión de no dejarse arrastrar por la ideología de este sistema que los enfrenta entre sí. Sin embargo, la resistencia no es suficiente. Las jóvenes generaciones tienen una tarea que cumplir: echar abajo este sistema de explotación y muerte:

hacer fructificar sus energías, su creatividad y sus sueños uniéndose a la lucha por la revolución proletaria, un movimiento internacional, organizado y conciente que tiene por objetivo crear la comunidad humana mundial.

Héctor/ 10 de abril, 2008



[1] Parte del punto 8 de las «Tesis sobre la descomposción del capitalismo». Rev Internacional

Cuestiones teóricas: 

  • Descomposición [14]

Correo del lector: ¿En qué momento se encuentra el desarrollo de la lucha de clases en México?

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El compañero D, un asistente constante a nuestras Reuniones Públicas y a las discusiones de profundización teóricas-políticas, ha entregado al conjunto de los asistentes de la Reunión un texto importante en el que desarrolla preocupaciones vitales para el proletariado. El compañero hace un balance sobre el desarrollo que tiene la lucha de clases en la región, cumpliendo una necesidad fundamental de los proletarios, a saber, reflexionar de manera rigurosa y clara sobre los pasos que sus hermanos de clase vienen dando. En lo general compartimos los argumentos vertidos por el compañero D, aunque hay algunas apreciaciones sobre las cuales nos parece pertinente exponer nuestra posición. Por cuestiones de espacio publicaremos solo grandes fragmentos, haciendo algunas precisiones en corchetas [ ] sólo para ajustar adecuadamente la redacción y no se pierda el argumento central, y a lo largo de la presentación iremos haciendo algunos comentarios.

Sacar y extender las lecciones de los golpes y las derrotas, tarea fundamental de los revolucionarios

Reflexionando sobre los golpes que los trabajadores de México han recibido a partir de la modificación de las condiciones de jubilación y pensión tanto a los afiliados al IMSS como a los del ISSSTE, el camarada D destaca la estrategia que la burguesía ha utilizado en su ataque, remarcando, por supuesto, el papel que el sindicato ha jugado para sabotear la combatividad y el desvío del coraje hacia callejones legaloídes que rompen la dinámica de la discusión y movilización masiva para detener los ataques, fomentando así la pasividad y la esperanza en las instituciones y leyes del sistema, asegurando que así las medidas puedan pasar:

"... Algunas características especiales que ha empleado la burguesía para asestar tales golpes es primero hacerlo en un sector (el IMSS) y después en el ISSSTE, otro, el bombardeo de los medios de comunicación argumentando principalmente el ‘bien de la nación' y que son, dice, ‘una burocracia privilegiada'...

El aparato sindical juega un papel importante en estos golpes de la burguesía, el llamar a manifestaciones [para hacerse pasar como radical] e impedir [con ello] que se pase de ahí, hacer que el trabajador busque un amparo jurídico contra estas medidas, hacer que el trabajador espere determinaciones, cómo si el marco jurídico burgués fuera a echar a atrás este golpe de la misma burguesía... [Así] La posible respuesta, la lucha de los trabajadores está atada y atrapada desde el inicio. Y aún cuando surgiese una lucha obrera fuera del marco sindical, ‘el sindicalero' se ‘cuelga' o está a la expectativa del movimiento, y en alguna flaqueza de la lucha, toma el control y lo somete y ‘jinetea' la lucha...

Compartimos el marco que el camarada presenta, no obstante, hay que matizar la visión de que el proletariado estuviera sometido a una derrota total y no tuviera la oportunidad de oponerse a ello, renglones más abajo retoma esa idea cuando se lamenta: "Ojalá se llegara a la huelga de masas pero falta camino por recorres para llegar a esto".

Es cierto que la clase obrera se enfrenta de forma cotidiana a dificultades que la burguesía le impone para evitar tome conciencia y exprese su fuerza, pero eso no significa que se encuentre imposibilitado a romper con esas ataduras. El período y las luchas que el mismo compañero refiere (trabajadores del IMSS, y afectados por la ley ISSSTE), dieron muestras (en ciertos momentos) de la fuerza de la clase trabajadora y la posibilidad de imponer mediante sus ASAMBLEAS GENERALES las orientaciones de las movilizaciones, es cierto que el sabotaje y la maniobra sindical se impuso al final, justamente por ello se hace necesario esa reflexión que permita sacar las lecciones de los avances y los errores y presentarse ante el conjunto de los trabajadores para que en sus próximas movilizaciones puedan utilizar esa experiencia.

Es importante en este sentido recobrar los argumentos planteados por D, en su caracterización de los sindicatos, que inicia haciendo una analogía, que crea una imagen que ayuda a ilustrar:

"La forma en que catalogaron los bolcheviques a los mencheviques se asemeja a la forma en que hoy podemos catalogar y describir por su acción, a la de los sindicatos hoy...

- incumplen acuerdos, buscan dividir y enfrentar las masas explotadas, al perder terreno lanzan la ‘retaguardia contra la vanguardia'..."

Por eso, señala claramente el camarada D: "... La lucha contra las trabas sindicales se ha dado y deberá seguirse dando, pero hoy de forma más intensa y prioritaria, la lucha contra el sabotaje desde dentro realizado por las fuerzas burguesas con ropaje obrero y radical..."

Un argumento central que el camarada aborda es explicar lo que es el sindicato. Los trabajadores, en lo general han sufrido y sufren las maniobras sindicales, no obstante les cuesta trabajo ubicar que es su enemigo, principalmente por el accionar del mismo aparato sindical que ante cada maniobra puesta al descubierto, utiliza a sus fracciones radicales (y al aparato de izquierda de la burguesía: organismos estalinistas, trotskistas...) para justificar y decir que el "sindicato somos todos" y si este actúa en mancuerna con la burguesía para someter una movilización, es debido a la actuación "deshonesta"de la dirección o de tal o cual planilla y por ello basta con cambiar a los representantes. En ese sentido es importante resaltar esta idea del camarada:

"Y he de aclarar que no se trata de luchar contra el sindicato como un todo [es decir, una lucha en sí misma contra el sindicato, porque], estos son sólo una parte del Estado burgués, sea cual sea su tinte (de izquierda, radical, democrático, etc.) son sólo una parte de un todo, pero [lo peligroso de esta estructura es que ] su participación es desde dentro y de una forma vil, y la participación de estos ha sido crucial para sabotear la lucha y confundir..." (el resaltado es nuestro).

¿Cómo enfrentar el sabotaje sindical?

Hasta aquí, el camarada ha presentado un balance que compartimos, y que podemos recuperar para describir el panorama general de la lucha de clases en la región, planteando dos puntos:

- agudización de ataques ante la agudización de la crisis capitalista;

- expresiones de descontento de trabajadores que han sido saboteadas, desorientadas y sometidas a los lineamientos del sindicato, dejando el terreno libre para que puedan pasar los programas y medidas que restringen aún más la vida de los trabajadores, extendiendo así un ambiente de desmoralización y confusión, pero sin lograr agotar el descontento.

Pero planteado esto, el mismo compañero afirma: "La acción de estos sindicatos debe tener una contraparte y no puede ser otra más que la acción de los revolucionarios.

Los revolucionarios somos una minoría, no podemos estar en todas partes, pero si en algún momento alguno de nosotros (por presencia) le tocara una asamblea donde estuviese presente parte de la clase obrera, debemos de participar en esta, nuestra voz debe de oírse sin vacilaciones..."

El argumento que D vierte no es incorrecto, pero si incompleto. Es cierto que los revolucionarios deben de intervenir en las Asambleas obreras denunciando las maniobras, pero como el mismo camarada D lo dice: "no podemos estar en todas partes", pero además (y fundamentalmente), no hay que dejar de señalar que la visión marxista no postula que la minoría revolucionaria es la que organiza a los trabajadores o es la que hace la revolución, la emancipación de la clase trabajadora es obra de la misma clase, no de una minoría que se presenta como su "representante". Esa minoría, como lo señalaban Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista, no es sino la parte más clara de la clase obrera, es decir, es aquella que ha tomado conciencia de clase, y su deber es extender esa conciencia, llevar al conjunto de trabajadores los argumentos necesarios para la reflexión y consolidación de su conciencia, e intervenir, efectivamente, como lo plantea el compañero con el fin de haga suyo los argumentos comunistas, pero no interviene sólo en aquellas partes en la que por circunstancias de trabajo está presente, interviene en el conjunto de la clase, y tiene que buscar los medios para hacerlo, y la principal es la prensa. Esta es la razón por lo que Lenin reconocía a la prensa revolucionaria como el hilo de unión de esa minoría revolucionaria con el conjunto de la clase.

Los propios argumentos de conclusión que el compañero expone, recoge en realidad la preocupación de cómo hacer para que la conciencia de la clase trabajadora tome una dimensión tal que pueda enfrentar los embates del capital, de manera que concluye:

"Como algo específico, yo propongo... los siguientes cuatro puntos [que deben estar presentes en el centro del trabajo de intervención hacia el conjunto de la clase:]

- Identificación de la burguesía y su Estado como enemigos principales...

- Identificación o identidad de clase

- Plantear la extensión de la lucha y buscar la solidaridad del trabajador...

- Cuestionar el estado actual de la situación: ¿quién es el culpable? La corrupción, o un mal gobierno o un sistema en decadencia..."

Esta propuesta con la que concluye en realidad es un marco general con el que acordamos en tanto define las preocupaciones fundamentales que enfrenta la clase obrera.

Es posible que la lectura que hacemos del texto de D no se ajuste siempre a lo que en realidad quiso expresar, esperamos que la interpretación no falsifique sus argumentos, de cualquier manera adelantamos que el propósito es de ampliar y enriquecer la discusión y la reflexión, no sólo de él, sino del conjunto de los camaradas que conocen su texto y de los lectores de esta presentación. Saludamos pues el texto del compañero y llamamos a continuar el encuentro de ideas, que es a fin de cuentas el único medio que los trabajadores tienen para el fortalecimiento de su conciencia.

RM/11-abril-2008

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

Vida de la CCI: 

  • Cartas de los lectores [15]

Tibet-China: Derechos humanos y represión estatal, ambos al servicio de los intereses imperialistas

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Las protestas por el brutal tratamiento del Estado chino sobre la población del Tíbet han seguido el paso de la antorcha olímpica desde el momento en que se encendió. Parece que alcanzará el clímax el 21 de junio cuando la antorcha llegue a Lhasa, capital tibetana. En marzo las manifestaciones en el Tíbet se convirtieron en revuelta en la cual según el gobierno chino murieron 19 personas, víctimas de las multitudes tibetanas, mientras que el gobierno tibetano en el exilio dice que murieron 140, la mayoría víctimas de las fuerzas de seguridad. Había también información de revueltas en otras provincias que son hogar de importantes comunidades tibetanas. El gobierno chino culpó al  Dalai Lama, líder budista tibetano exiliado, por la incitación a la violencia. La secretaría del Partido Comunista en Tíbet dijo: el «Dalai Lama es un lobo envuelto en un hábito, un monstruo con el rostro humano y corazón animal". Un artículo en el Guangming Daily declaró que «el Dalai Lama y sus partidarios, representantes de los señores feudales del antiguo Tíbet, no han hecho nada bueno para los tibetanos durante los últimos 50 años". Los izquierdistas partidarios de la represión estatal china negaron que hubiera alguna lucha de "liberación" nacional, insistiendo que los secesionistas estaban respaldados por EU y el Dalai lama era una marioneta pagada por la inteligencia norteamericana, aprovechando el desarrollo de las olimpiadas de Pekín, para minar la integridad y estabilidad china. En la oposición a esto la campaña por un Tíbet libre dice en un volante que «la invasión china con 40 mil soldados en 1950 fue un acto de agresión. [...] Se estima que aproximadamente 1.2 millones de tibetanos fueron asesinados por los chinos desde 1950 [...] la afluencia de los nacionales chinos ha desestabilizado la economía» y allí hay ahora de «5 a 5.5 millones de chinos y 4.5 millones de Tibetanos». Mientras tanto «Los informes del gobierno indio señalan que hay tres sitios con misiles nucleares, y un estimado de 300.000 elementos militantes estacionados en territorio tibetano". Esta campaña también tiene mucho apoyo de celebridades famosas, el discurso de Richard Gere en la entrega de los Premios de la Academia en 1993, Harrison Ford, Sharon Stone, U2 y REM.

Junto a los liberales y a las celebridades budistas  están los izquierdistas que ven una lucha por la independencia nacional. «Las revueltas y protestas que han entrado en erupción en el Tíbet esta semana son producto de décadas de opresión nacional»; dice el Partido de los Trabajadores (22/3/8). El SWP (Socialist Workers Party) se lamenta con: «el desarrollo económico ha pasado por la mayoría de los tibetanos. Los chinos y otras minorías étnicas han acaparado la mayor parte de los nuevos trabajos creados -que fue una de las razones por las que fueron el blanco de los recientes disturbios". Tales observaciones parecen evocadoras del "vienen y toman nuestros trabajos".

Varios puntos de esta diversa propaganda se confirman en la realidad. No hay duda de que la invasión y ocupación china de Tíbet ha sido una extensa crónica de barbarie. Es igualmente verdad que el régimen lamaísta que derribaron estaba basado en un sistema de explotación de hace cientos de años. Y no es menos cierto que cualquier potencia imperialista que intente acortar las ambiciones imperialistas de China querrá animar los movimientos secesionistas o contrarios en las áreas que controla. Si la CIA paga al Dalai Lama no es el punto. El imperialismo americano ha jugado a menudo la carta de los derechos humanos para atraer a otros imperialismos: miremos todo el período de la guerra fría cuando los regímenes en la URSS y Europa Oriental eran blanco de sus campañas. Es también significativo que el gobierno indio observe de cerca al Tíbet, debido a la amenaza de su imperialismo rival, chino regional.

Así, durante la reciente visita del Presidente francés; la razón de que Brown no estuviera a favor de un boicot de los Juegos Olímpicos, mientras Zarkozi lo apoyara, no es a causa de que uno sea más humanitario que otro, sino debido a diferentes visiones de la mejor forma de defender los intereses imperialistas. La defensa de los "derechos humanos" y oposición a la "opresión nacional" son armas comunes de las clases dominantes más sangrientas de la historia. Cuando hablan de su deseo de paz, realmente se preparan para la guerra.

Car 5 de abril de 2008.

Geografía: 

  • China [16]

Revolución Mundial nº 105, Julio-Agosto 2008

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Ante la campaña patriotera de la izquierda y derecha en torno a PEMEX: ¡Los trabajadores no tienen patria!

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Es una constante de la burguesía intentar involucrar a los trabajadores en sus pugnas. En la actualidad la burguesía en México expresa diferencias en cuanto a la forma de utilización de PEMEX. Es evidente que el conjunto de la clase dominante tiene como sueño el relanzamiento de la acumulación utilizando a PEMEX para lograr, por lo menos, paliar en alguna medida la magnitud de la crisis, el mismo Estado norteamericano, que ganara en realidad el control del petróleo mexicano con la nacionalización de 1938, está preocupado por las dificultades de esta industria, de manera que no es extraño que la burguesía en su conjunto ponga tanta atención en el petróleo... no obstante el acuerdo, existe una marcada diferencia sobre como ha de distribuirse la renta petrolera. Mientras que el sector que se encuentra actualmente en el gobierno busca cerrar filas con grupos de corporaciones españolas y norteamericanas a las que podría vender, dar o ampliar las concesión (que ya tienen) en algunas áreas de la producción o distribución, otras fracciones buscan retener los privilegios definidos por años (como los que obtiene a través del sindicato y otras concesiones que ha obtenido) y otras más buscan atraer algo de esas ganancias; de manera que la disputa expresa diferencias reales entre la burguesía, aún cuando todas ellas mantengan la preocupación por encontrar los mecanismos que enfrenten la crisis, pero la misma agravación de esta, agudiza la competencia y las ansias por obtener una mejor colocación para asegurar su ganancia, incluso estos intereses se cruzan con los requerimientos económicos de los EUA que exigen la adecuación de la industria petrolera mexicana para integrarse en mejor forma a su escenario de control y organización económica y política.

Por eso lo que encontramos en el "debate" de la política petrolera, es una pugna burguesa en la que pretenden hacer que los trabajadores tomen partido por un bando u otro, y para ello (de un lado y de otro) utilizan los argumentos nacionalistas, invocando a la defensa de la patria o de la economía nacional, de manera tal que en la campaña mediatizadora la izquierda y derecha parecen hacer un relevo de fuerzas, buscando ganar adeptos y simpatías, que en lo concreto resulta en un sometimiento del descontento presente entre los explotados por la degradación existente de sus condiciones de vida. Por eso, es un camino falso plantearse la defensa de PEMEX o la de las políticas privatizadoras. La tradición marxista ha denunciado estos falsos dilemas que la burguesía en sus pugnas presenta para utilizar y confundir a los trabajadores. En 1938, la clase dominante, y fundamentalmente su aparato de izquierda alentaba todo un ambiente patriotero para someter ideológicamente a los explotados, logrando incluso que masas de explotados entregaran algunas de sus pertenencias al Estado, con lo que pretendidamente formaron un fondo para pagar a los empresarios expropiados.

En ese entonces el aparato de izquierda de la burguesía "explicaba" su apoyo a las medidas de Cárdenas porque eran "progresistas", en la actualidad, la defensa de PEMEX (e incluso el apoyo a López Obrador) lo justifican con el mismo discurso, sin embargo ni en 1938, ni ahora este argumento es válido, el sistema capitalista con la apertura de la Primer Guerra Mundial (1914) mostraba que entraba en su fase decadente, cerrando la posibilidad de encontrar fracciones progresistas en la burguesía, y por tanto, tampoco lo pueden ser las políticas económicas que aplican.

 

¿Qué significado tienen las nacionalizaciones en el capitalismo?

Es menester para comprender el significado de las nacionalizaciones, ubicar que existe una diferencia a las realizadas en la fase de ascenso capitalismo y en la fase decadente. En el siglo XIX, los procesos de nacionalización podían considerarse progresistas en tanto fortalecían al sistema al impulsar la concentración de capital, acelerando el sometiendo de las formas de producción anticuadas y ayudando así a la burguesía a cumplir su misión histórica, es decir, a desarrollar las fuerzas productivas y extender el dominio capitalista por todo el planeta. Es así que afirmado el dominio del capital, el carácter progresista de la burguesía termina, abriéndose con ello la posibilidad material de la transformación social (y donde el accionar de todas de las fracciones de la burguesía se vuelve reaccionario).

Marx señalaba que: "Una formación social jamás perece hasta tanto no se haya desarrollado todas las fuerzas productivas para las cuales resulta ampliamente suficiente..." (Prologo a la Contribución a la critica de la Economía Política), si tomamos esa idea para dar marco histórico al análisis del significado de las nacionalizaciones, podemos entender que en el siglo XIX las nacionalizaciones ayudaron al crecimiento y expansión del capitalismo, y eran por ese motivo(y sólo por ello) progresistas, pero en la fase de decadencia expone las dificultades del sistema para impulsar la acumulación, justamente ese es el motivo que conduce a que el Estado en la fase de decadencia tiende a afirmar su dominio en el ámbito económico y social, asumiendo el sistema en esta fase la forma de Capitalismo de Estado. Bajo esa comprensión del desarrollo histórico resulta falso concebir a las nacionalizaciones llevadas por Cárdenas como progresistas, y menos aún lo son las realizadas por Echeverría o las que lleva en la actualidad el gobierno de Hugo Chávez.

Al respecto, Trotsky[1], que reconocía (auque con deficiencias) que el sistema se encontraba en su fase de decadencia, comete serios errores al ubicar a la nacionalización petrolera de 1938 como una acción progresista. Aún cuando define claramente que "El proletariado internacional no tiene ninguna razón para identificar su programa con el programa del gobierno mexicano..." supone que desterrando el dominio del imperialismo británico del petróleo mexicano podría ganar el Estado de la región "independencia nacional y las condiciones elementales de la democracia" lo que fortalecería al proletariado. Siguiendo ese mismo argumento, hace una falsa comparación de sucesos del siglo XIX y del XX, concluyendo que hay una similitud de Cárdenas con Washington y Lincoln, y por tanto del accionar de la burguesía en la fase de ascenso del capitalismo con la realizada en su fase decadente (cfr: México y el imperialismo británico)... Lo que Trotsky pierde de vista es que en la decadencia, como Rosa Luxemburgo lo había clarificado, "La política imperialista no es obra de un país o de un grupo de países. Es el producto de la evolución mundial del capitalismo..." (La crisis de la socialdemocracia), lo que significa que no contempla todas las preocupaciones imperialistas en juego. Porque no solo el capital británico tenía intereses en el petróleo mexicano, también el norteamericano, por eso ese momento lo aprovecha para desterrar la presencia británica, pero también están presentes los intereses imperialistas del Estado mexicano, que busca integrar en las mejores condiciones posibles a la economía mexicana a la cadena productiva de los EUA. Por eso es falso que fuera progresista y propulsor de soberanía. La Izquierda Comunista, representada por el Grupo de Trabajadores Marxistas[2], marchando a contracorriente de la campaña ideológica explicaba: "¿Cuál es, entonces, según el marxismo, el alcance y significado de la «expropiación» de la propiedad de las compañías petroleras? En palabras sencillas: esta propiedad ha pasado de las manos de un grupo de explotadores (las compañías petroleras) a las manos de otro (el Estado mexicano)..." (Comunismo 1, 1938).

Es bajo el marco explicativo desarrollado por el marxismo, y alejados de la ideología nacionalista extendida por la burguesía, que es posible reflexionar el significado de las nacionalizaciones, pero también comprender lo que representan las privatizaciones.

 

Políticas neoliberales y privatizaciones, expresión de la aceleración de la crisis capitalista

Si durante un tiempo la burguesía pensó que concentrando medios de producción en manos del Estado podía establecer un control mayor de la economía, el avance de la crisis le hace ver, por una parte, que era un simple paliativo temporal, pero además, que lo que suponía una solución se transforma en una carga, por ese motivo, bajo un ambiente de desesperación, la burguesía echa mano de las políticas neoliberales.

Es justo con la aceleración de la crisis capitalista que estas políticas, sustentadas en la privatización, toman dominio, pero hay que resaltar, que aunque el Estado se va adelgazando al privatizar empresas que estaban bajo su dominio, no pierde el control de la economía, por el contrario, la forma de Capitalismo de Estado se consolida. La afirmación de Engels, en el sentido de que el Estado moderno es el "capitalista colectivo ideal", a pesar de que pretende velarla el discurso liberalista de la burguesía, se torna más evidente, en tanto es la misma estructura estatal quien ordena y conduce los procesos privatizadores, además de fortalecer los instrumentos de vigilancia de la ganancia y control de la economía, por ejemplo, subsidiando, rescatando con inyecciones crediticias, o transferencias y agudizando los mecanismos para controlar y abaratar la fuerza de trabajo.

De la misma forma que con las nacionalizaciones el Estado buscaba empujar el proceso de acumulación, con las privatizaciones pretende "abrir" zonas de acumulación; es decir, al despojarse de las propiedades que tenía bajo su control el Estado supone que libera zonas económicas que el capital privado pudiera ocupar, sin embargo, esta medida aunque puede favorecer temporalmente a algunos capitalistas individuales, no logra impulsar el desarrollo del sistema, por el contrario, el mismo Estado ha tenido que entrar al "rescate" de empresas que habían sido privatizadas. En ese sentido la propuesta de Calderón, que desea dar en concesión áreas de PEMEX, no lograría mejorar sustantivamente la actividad de esta industria, y menos aún reactivar al conjunto de la economía, si puede en cambio definir una nueva distribución de la renta, y esto es justamente lo que está en conflicto.

La burguesía busca a toda costa que los trabajadores olviden su condición de clase, se dispongan a defender a la patria y a la economía nacional y dejen en un segundo plano la defensa de sus condiciones de vida. La forma más adecuada que la burguesía tiene para someter a los asalariados bajo la ideología patriotera son los sindicatos y su aparato de izquierda. Es una pena que incluso grupos proletarios como el Buró Internacional para el Partido Revolucionario (BIPR) haga eco de esta campaña. Aún cuando denuncia claramente que "El nacionalismo no es más que una vía para someter a los trabajadores a las burguesías de cada país, haciendo pasar como «intereses de la nación» mayores sacrificios salariales..." y reconoce que "Someterse al liderazgo político de AMLO es abandonar la lucha clasista e independiente..." Terminan concluyendo, sin dar una explicación que: "Los trabajadores están obligados a resistir frente al proceso de privatización, porque en ello están en juego sus condiciones de trabajo y su empleo..." (1° de Mayo en México: Nacionalismo petrolero o internacionalismo proletario, www.ibrp.org [17]. El subrayado es nuestro). De manera que el BIPR olvida la explicación que Engels señalara del significado del Estado moderno, el cual, nos dice "... no es más que la organización que se da la sociedad burguesa para defender las condiciones materiales del régimen capitalista de producción contra los ataques así de los obreros como de los capitalistas individuales..." Suponer que la existencia de la propiedad estatal determina el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores, es lanzar a los trabajadores a la búsqueda de una política económica "buena", cuando de lo que se trata de la destrucción de este sistema de explotación.

Es evidente que los trabajadores deben tener presente que la defensa de la patria o de las empresas estatales es una trampa de la misma clase que lo explota a diario y lo mantiene en la miseria.

Tatlin, junio del 2008

 



[1] Es preciso señalar que cuando criticamos los errores de Trotsky no pretendemos igualarlo con los grupos actuales que se definen como troskistas. Mientras que Trotsky presenta errores, explicables en la práctica de todo revolucionario, el trotskismo ha pasado a ser una corriente burguesa, no sólo por la defensa de un programa ajeno al proletariado (como por ejemplo la defensa de los llamados países socialistas, que eran y son, como en el caso de Cuba, tan solo expresiones del mismo capitalismo), sino por su práctica, que bajo un supuesto internacionalismo terminan llamando a los trabajadores a la defensa del Estado-nación.

 

[2] El GTM es un pequeño grupo animado principalmente por revolucionarios alemanes que se vieron obligados a emigrar por la persecución a la que fueron sometidos los comunistas. Entre 1937-38, publicaron "Comunismo", algunos textos y comentarios sobre la Izquierda Comunista Mexicana puede verla en nuestro sitio: https://es.internationalism.org/libros/1936/cap3/2_preICM [18], y el texto al que hacemos referencia lo colocamos (sólo en Internet) como Anexo de este artículo.

 

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

La «guerra del Estado contra la delincuencia organizada»: ajustes de cuentas entre diferentes fracciones de la burguesía

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La danza de las cifras de muerte por los ajustes de cuentas entre los diferentes cárteles del narcotráfico son el pan de cada día en los meses recientes (algunos cálculos conservadores estiman unas 1 500 muertes de este tipo en lo que va del 2008); los noticieros de radio y televisión llenan sus espacios con las noticias más escalofriantes, los diarios no alcanzan a dar cabida a tan abundante material que se amontona y caduca casi al instante por las nuevas noticias que fluyen generosas desde todos los confines del país. La versión de la burguesía es, como siempre, que se trata de una guerra entre el Estado mexicano contra el «crimen organizado», el cual estaría desafiando, como nunca, a las instituciones democráticas. Sin embargo, la realidad es completamente diferente.

 

En las páginas de RM, desde su creación como sección de la CCI, hemos desmentido ampliamente este cuento chino de una supuesta guerra entre «policías y delincuentes» (ver al menos, RM N° 85 y 99 en www.internationalism.org [9]) y hemos demostrado que, lejos de ser una actividad marginal, la red empresarial multimillonaria del narcotráfico que engloba desde hace ya mucho tiempo también otro tipo de actividades lucrativas como el tráfico de armas, la prostitución, la pederastia, la pornografía informática, el juego, la venta de protección, etc., está perfectamente integrada al Estado capitalista, sobre todo si tenemos en cuenta que, según algunas estimaciones de organismos internacionales este negocio genera anualmente cifras cercanas al billón de dólares. Un área de oportunidad cada vez más omnipresente en los negocios capitalistas a nivel global con un funcionamiento que encadena diversas funciones empresariales en cada país y entre ellos a nivel internacional. Una realidad que hace añicos la pretensión de algunas almas piadosas que proponen la legalización de las drogas algo así como exigirle a la burguesía que deje de ser la clase social más rapaz y criminal que ha existido en la historia de la humanidad.  

 

La descomposición social generalizada del capitalismo... la fractura política de la burguesía mexicana

Para explicar estos acontecimientos debemos ligarlos a la vida interna de la clase dominante y saber ver en la multiplicación de las pistas sangrientas de los ajustes de cuentas, en los escándalos cada vez más frecuentes, en los «suicidios» de dos tiros en la cabeza, etc., no las acciones de una minoría corrupta sino el funcionamiento en pleno y real del Estado capitalista decadente; es decir, estas rivalidades no son más que la punta del iceberg, de esa guerra más extensa, sin cuartel, de las diferentes fracciones capitalistas por asumir la hegemonía del aparato estatal, sinónimo siempre de acceso a privilegios y canongías económicas y políticas de gran calado. Este es el único método que permite entender lo que está sucediendo actualmente no sólo en México sino en toda la región de América Latina donde esta situación se repite cotidianamente y los Estados democráticos burgueses lo hacen todo por ocultarlo tras la cortina de humo de su sacrosanta democracia, donde la cruzada consiste en limpiar al Estado de sus «manzanas más podridas», la fábula interminable de los campeones de la perfectibilidad del capitalismo.

 

Los antecedentes inmediatos de esta división y colisión de las diferentes facciones de la burguesía mexicana los hemos establecido en la resolución sobre la situación nacional que la tercera reunión panamericana adoptó en noviembre del 2006 y que se resume en la insistencia sobre los efectos perniciosos de la descomposición social generalizada del capitalismo que considera entre las características más importantes de la descomposición de la sociedad capitalista una creciente dificultad de la burguesía para controlar la evolución de la situación política, tras  lo cual encontramos siempre una debilidad manifiesta para controlar el aparato económico (Ver las Tesis sobre la descomposición en la Revista Internacional N° 62).  En este marco la agudización de la crisis económica y con ello de la competencia, provoca que las fisuras aparecidas en la estructura política en todos los planos de la vida de la burguesía se han acentuado y se aceleran con motivo, por ejemplo, de la elección del presidente del país en el 2006, una situación que muestra en realidad una ruptura de la disciplina, «una gran fractura política de la burguesía en su conjunto, y aunque en su forma se presenta como una bipolarización (PAN-PRI vs PRD), es una fragmentación mayor en la que cada uno de los sectores busca su propio provecho y donde las relaciones entre cada una de las partes se presenta con dificultad, creando alianzas endebles, no duraderas, en las que los intereses se mezclan, y los personajes y grupos se mueven de un bando a otro. Por eso, al imponer a Calderón en la presidencia, la agudización de la pugna, no sólo presagia su propia continuación sino su agudización, dada la extensión de la pelea en todos los dominios: partidos, ejército, clero, grupos del tráfico de drogas...» Así, al no conseguir «la cohesión de la clase dominante en su conjunto y apenas haber logrado aglutinar en torno a la fracción gobernante actual a un núcleo que está unido con lazos endebles, cada vez más se hace evidente que la característica particular de este período es que cada grupo de la clase dominante, si no puede establecer un dominio total del escenario, se conforma con no dejar avanzar a su enemigo, imponiendo, mediante la fuerza, continuos obstáculos (...) Es la agudización de esa tendencia la que se perfila luego de pasadas las elecciones y de que se impone como presidente a Calderón.» (Resolución sobre la situación nacional. Tercera Reunión panamericana, Ver RM 96, ene-feb 2007).

 

El plan Mérida y la privatización de PEMEX: otros frentes de división

En este escenario también se deben ubicar  las divisiones frente al llamado «Plan Mérida» - «Plan México» o al intento de la privatización de PEMEX que no desarrollaremos aquí y que revela la disputa, otra vez, entre las fracciones de la burguesía que presentan proyectos diferentes concernientes a la competencia por quedarse con la mayor parte de la renta petrolera (ver artículo en esta edición). En cuanto al primero (surgido en enero del 2007 a iniciativa del Congreso estadounidense), es una medida similar al Plan Colombia (Ver RM N° 103), y busca hacer frente al caos que se ha generalizado por todo el territorio y que ha obligado al capo mayor, al Tío Sam, a exigir un mejor control y un nuevo equilibrio entre los diferentes grupos que se disputan los «grandes negocios» pues no puede permitir una degradación mayor en su traspatio y menos al pie de su frontera; un requerimiento relacionado directamente con la seguridad nacional de la burguesía americana frente a los efectos de la descomposición que se acumulan de manera peligrosa por todo el mundo y que demandan un reforzamiento mayor en sus fronteras, pero sobre todo, se trata de un apuntalamiento de su presencia militar en la región frente a la injerencia cada vez mayor de sus potencias rivales que intentan, en cualquier oportunidad, desestabilizar el establishment norteamericano de la región para disputarle mejor otras áreas estratégicas en el tablero imperialista. Esta exigencia, se dirige directamente al ejército, sin embargo, este último ya ha manifestado su desacuerdo, junto con el Secretario de Gobernación Mouriño, pues, fuera de la cantidad irrisoria que se propone entregar a los militares del Ejército y la Marina principalmente (entre 350 y 400 millones de dólares en equipo  y tecnología en su mayor parte), lo que está en juego es su propia libertad de acción, por eso es que cuando la burguesía defiende la soberanía nacional se trata precisamente del derecho a usufructuar los límites de las fronteras que les ha tocado explotar sin la injerencia de otras burguesías que tienen lo suyo en sus propios países. Claro, la mistificación va dirigida a la clase explotada y oprimida para alimentar su ilusión de que algo de la «patria» le pertenece. El descontento en este sector se acrecienta contra el grupo en el poder debido a que el gobierno de Felipe Calderón aceptó colocar a las fuerzas armadas bajo la vigilancia estadounidense, lo que es inadmisible pues como ya lo han documentado revistas como Proceso o Zeta o también algunos diarios, esta estructura, articulada en una verdadera red nacional es la que en realidad ha administrado y controlado este negocio capitalista. Las exigencias del Padrino USA se deben sobre todo en los últimos años al caos generalizado por la pérdida de la disciplina que había antaño en este asunto y que demanda restablecer, lo cual no está resultando tan fácil dada la descomposición de las relaciones entre los diversos grupos de interés de la clase dominante que están enfrentados a muerte en una guerra sin cuartel.   

 

La «guerra al narco» justifica la militarización de la sociedad

En medio de esta situación que tiende a salirse de control, la burguesía en su conjunto (es el único punto de acuerdo entre las diferentes fracciones en pugna) aprovecha para amplificar el clima de terror y justificar de manera relativamente fácil el reforzamiento de sus medios de represión y el control totalitario de la sociedad por el Estado vía el ejército y los diferentes cuerpos policiacos con el cuento siempre ad hoc de la «protección ciudadana». Esta cacareada protección ha dejado ya una secuela de miedo en todas partes: asesinatos, cateos, detenciones arbitrarias, robo, secuestros, tortura, linchamientos, violaciones. La lista de abusos es interminable, como el de la anciana de Veracruz que murió por la violación tumultuaria en marzo del 2007, o la familia que fue acribillada en Sinaloa por una «confusión» en un retén militar en junio del 2007, o los innumerables casos que se han registrado últimamente en prácticamente todos los estados; un infierno que vive principalmente la clase trabajadora del campo y la ciudad que paralelamente a la inseguridad laboral y a la acentuación de su miseria tiene que soportar un clima de verdadero terror orquestado por el Estado burgués. A plazo, este accionar del aparato estatal persigue el objetivo de reforzarse para hacer frente a las luchas obreras que se perfilan en el horizonte como respuesta a la agudización y generalización de la crisis capitalista mundial.  

 

Esta es la sórdida vida política interna de la burguesía, corresponde al proletariado alimentar su toma de conciencia con este conocimiento para desbrozar su lucha de clase de toda suerte de trampas ideológicas que intentan imponerle preocupaciones ajenas a sus intereses de clase como las que fomenta la burguesía y que tienen el denominador común de la defensa y  perfeccionamiento de la naturaleza explotadora y opresiva de la sociedad capitalista. 

RR, Junio del 2008

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Conflictos interburgueses [13]

“Debate” sobre el petróleo: Un teatro que esconde las pugnas burguesas

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Los debates parecen ser un ofrecimiento general de la burguesía mundial, los debates parecen un moda novedosa. Hillary y Obama en EUA, Zapatero y Rajoy en España, ayer los candidatos a la presidencia en México, en fin, por todos lados la burguesía quiere dar muestras de "apertura" y de superación de viejas ideas... ¡nada más falso! Esos espectáculos masivamente manipulados por los medios de comunicación muestran no sólo la indigencia teórica de una burguesía incapaz, como clase decadente, de generar nuevas ideas, pero también, se muestra una descarada desnaturalización de lo que es una verdadero debate.

 

Debate, taparrabos de sus pugnas internas

Primero fue la toma de la tribuna de la Cámara de diputados por la bancada del PRD, su argumento: "se quiere dar un albazo", es decir, se quiere hacer una reforma energética sin un debate "ciudadano amplio". Después de estiras y aflojas, se ha acordado un debate de un poco más de 70 días, unos dicen (PAN) que la reforma no es privatizadora mientras que otros (Frente Amplio Progresista que agrupa al PRD, PT y Convergencia) afirma que se trata de una privatización "encubierta" y que, por tanto habría que defender la "patria y sus recursos naturales", en fin, el PRI, por su parte, está cocinando su propia propuesta de reforma. Los intereses que hay atrás de todas estas divergencias no son evidentemente los del conjunto de los explotados, lo que hay atrás es una sórdida lucha por ver que facción queda mejor posicionada ante una situación donde hay claramente beneficios económicos que acaparar (el 35% de los recursos del Estado provienen de las ventas petroleras) amén de los jugosos contratos con cualquier empresa (nacional o extranjera) cuyas asignaciones pasan por debajo de la mesa cuantiosas cuotas de dinero. Así pues del 13 de mayo al 21 de julio veremos pasar un conjunto de intelectuales, partidos políticos, expertos, y toda suerte de especialistas en vómito sagrado para tratar de exponer sus sesudas aportaciones y así "clarificar a los ciudadanos".

Por lo que se ha visto a la fecha, se trata más bien de un diálogo de sordos, cada quien pasa a leer sus rollos, cada uno dice todo lo mal que el otro ha hecho las cosas, cada uno presenta datos parciales que benefician su postura política, a casi un mes de debate, no parece que la luz de la clarificación esté apareciendo o esté en vías de hacerlo, los intereses se ven cada vez más contrapuestos y aunque todos dicen representar los intereses de las mayorías, lo claro es que cada vez se dividen más las fracciones en presencia, este debate terminará con la imposición de una de las partes, es decir, será una relación de fuerza a favor de alguna la que determinará el "resultado del debate".

El FAP de López Obrador afirma que este debate fue posible gracias a sus acciones, el PAN dice que esas mesas ya estaban contempladas,...en fin, todos buscan adjudicarse la paternidad de este supuesto debate! Lo cierto es que en la democracia, manto ideológico de la explotación del capital, los debates están llenando el espacio de una supuesta reflexión. Nos están vendiendo el cuento de que en la democracia los ciudadanos son tomados en cuenta y pueden orientar o corregir las decisiones del Estado, es decir, de nuevo la burguesía usa sus pugnas, las disfraza de debate y con, ello, tanto izquierda como derecha consiguen afirmar su papel: seguir defendiendo el statu quo, es decir, la explotación del trabajo por el capital (¡tema que nunca estará en debate!).

Este tristemente célebre debate sobre la reforma energética, tiene también un venenoso telón de fondo: polarizar a los explotados en una falsa alternativa: los que defienden la nación y los que la quieren privatizar. Para los explotados no hay salida, su lucha no esta ligada a la defensa de cualquier variante nacionalista, hacerlo implicaría cavarle una tumba a las aspiraciones de un día sacudirse el yugo de los explotadores. Este debate representa una defensa cerrada de los intereses de una minoría explotadora que trata de rentabilizar una endeudada empresa estatal que podría ser mucho más productiva para el capital.

Acordamos plenamente con lo que nuestra sección en España decía a propósito de debate Zapatero-Rajoy: "En sus caras, en sus gestos, en sus declaraciones, los contendientes rezumban pugilato, navajazos a la yugular, guerra despiadada. Tras el tenue maquillaje de bellas palabras aludiendo a la "solidaridad" o a la "dignidad", los dos aspirantes se retrataron a sí mismos y retrataron a una sociedad basada en la competencia feroz, en la guerra del todos contra todos, en pisar al de al lado, en no tener el más mínimo escrúpulo en la carrera por las "oportunidades""

 

¿Cómo es un debate en el seno del proletariado?

Como arriba decíamos, tal parece que la burguesía intenta matar dos pájaros de un tiro, dirimir sus pugnas en este terreno y, al mismo tiempo, desnaturalizar la necesidad de un verdadero debate.

Mientras que para la ideología burguesa debate es sinónimo de aplastamiento del rival, de humillación, de ganar o perder, de maniobras, de manipulación y un largo etcétera, al interno de la clase obrera la discusión y reflexión de sus problemas no es mediante la imposición de posturas, se trata de un intercambio de ideas, de analizar, de argumentar, de convencer a través de un "diálogo socrático", en fin, el objetivo no es justificar ningún privilegio sino de reconocer y aprehender la realidad lo más profundamente posible. La burguesía tiene necesidad de mistificar la realidad para proteger su sistema de explotación, el proletariado al contrario, tiene necesidad de que la realidad sea entendida en su dinámica y evolución. La honradez, la sinceridad y la búsqueda de la verdad (¡más que la verdad en sí misma!) son características intrínsecas de un debate proletario. Sólo el proletariado puede ser portador de esta nueva naturaleza de lo que conocemos como "debate público":

Como la CCI lo ha señalado, a propósito de la Cultura del debate: «El proletariado es la primera clase a la vez explotada y revolucionaria. Contrariamente a las clases revolucionarias precedentes, clases explotadoras, su búsqueda de la verdad no está limitada por ningún interés que preservar como clase. Contrariamente a las clases explotadas anteriores, que no podían sobrevivir sino consolándose con ilusiones (religiosas en particular), su interés de clase es la pérdida de ilusiones. Como tal, el proletariado es la primera clase cuya tendencia natural, en cuanto se pone a reflexionar, y se organiza y lucha en su terreno, es una tendencia hacia la clarificación».(Revista Internacional 131, 4º Trimestre de 2007).

Frente a los miserables espectáculos que nos ofrece el "canal del Congreso" y toda la prensa burguesa, debemos denunciar ese teatro como una forma de asquear a los trabajadores y que éstos no quieran debatir ya más sobre la futura revolución. El viejo mundo burgués sabe  perfectamente que su estructura no soportará la reflexión a fondo del proletariado revolucionario, tal reflexión producto del debate deberá llegar a la conclusión de que la solución a todos los males de este planeta está ligada a la destrucción de este régimen de explotación del trabajo asalariado.

La burguesía grita hoy que los ciudadanos están reprensados en este debate, nosotros sabemos que es una mentira cruel, sólo la lucha de clase y más directamente un periodo revolucionario, incorpora de manera efectiva a las masas ayer ajenas a todo debate, a una vida política activa, viva, creadora, fraternal y solidaria. No es una utopía, La Revolución Rusa de 1917 es un ejemplo edificante, las verdaderas asambleas obreras también plantean ya en germen ese ambiente donde la reflexión y la clarificación se convierten en un placer y en armas para avanzar hacia la transformación revolucionaria del mundo.

Marsan. 8-06-08

Situación nacional: 

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Movilizaciones de estudiantes en Chile: Entre la indignación legítima y la represión del Estado

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"Mucha propaganda se hizo por todo América sobre el ascenso de Bachelet, refiriendo su pasado "antipinochetista", de la presión que vivió durante la dictadura militar, de su "preocupación" por los problemas sociales y demás "cualidades", sin embargo la realidad ha mostrado que su respuesta lleva el mismo tenor que el de los gobiernos de derecha: la represión. Esta respuesta no es por la perversión particular de Bachelet, sino por la condición natural del capitalismo. Fue el gobierno de Bachelet, con menos de un semestre de vida, que dejó claro que ante las expresiones de descontento actuaría con "mano dura", y así lo hizo, hordas de carabineros fueron lanzadas en contra de las manifestaciones... y si luego de ver los resultados de su orden -es decir, centenares de heridos y presos- se deslinda de los hechos y hace renunciar a un jefezuelo de la policía, no es sino la demostración de la hipocresía de la burguesía". (Revolución Mundial No. 93, Julio-agosto 2006). Todas las ilusiones que este gobierno de izquierda despertó en las masas explotadas de esta región se han hecho añicos en poco tiempo. Las luchas de los estudiantes del mes de mayo del presente año vienen a confirmar con creces que la crisis mundial del capitalismo sigue su desenfrenada carrera.

Las protestas empezaron en el mes de mayo cuya mayor manifestación (600 mil jóvenes) se dio el día 28 del mes. Los jóvenes exigían al gobierno de Michelle Bachelet la reducción de las tarifas del transporte público y acceder a una situación de mejores oportunidades para entrar a la universidad, actualmente los sistemas privados son más beneficiados. Estos dos aspectos marcaban un claro perfil proletario a las primeras expresiones de estas luchas: una reacción legítima contra los efectos de la crisis, todos sabemos que los precios del transporte público representan un gasto corriente para todos los trabajadores y sus hijos, gastos que no hacen sino aumentar. Por otro lado, los hijos de la clase obrera (sobre todo en las escuelas públicas) son marginados de los sistemas educativos o simplemente se les ofrece "oportunidad" en carreras que tristemente sólo representan unas enormes fábricas de desempleados. Estas preocupaciones están en las protestas; sin embargo, las fuerzas de la izquierda y los sindicatos (de profesores y estudiantiles) han metido la ambigüedad y han introducido "nuevas demandas".

La manifestación del 16 de junio (5 mil manifestantes) es un síntoma ya del desgaste y del control que han conseguido tanto el Colegio de Profesores como la Asamblea de Estudiantes Universitarios y Secundarios (ACEUS). Ahora el objetivo está ya muy embrollado; se exige ahora participar en la elaboración de la nueva Ley General de Educación (LGE); resulta que ahora se trata de participar en un "debate democrático" donde no se excluya a sectores involucrados en la elaboración de la nueva ley. Muchos movimientos que han nacido en un terreno proletario, son conducidos después a una lucha dentro del marco estéril de las instituciones de la burguesía[1]. Esta realidad no nos debe conducir a ver todo en blanco o negro. La mejor forma de evitar que estas protestas se pierdan en la desnaturalización pura y simple es sacando y generalizando sus lecciones.

Lo que aparece en la escena es que la entrada de los maestros con su paro nacional a partir del 16 de junio, significa que el sindicato de maestros (Colegio de Profesores) va a funcionar como el orquestador. No es pues casual que ahora se haya reforzado la consigna de "un debate por la educación". Por otro lado, el gobierno ha realizado su faena, cada vez que hay una manifestación las fuerzas del orden (¡del orden de la burguesía!) provocan y casi promueven los enfrentamientos. Así, la violencia es usada como una forma de desvirtuar las protestas ante el resto de la clase obrera (no sólo de Chile).

Tenemos pues que subrayar que no basta con que en un combate se planteen perspectivas de lucha contra los efectos de la crisis y sus secuelas, es necesario abrir esa lucha al conjunto de la clase obrera. La mejor forma de generalizar ese combate es integrando cada protesta en el marco de la lucha de todos los explotados contra el capitalismo. Cuando una lucha toma un rumbo muy sectorial (estrictamente educativo, por ejemplo) se impide que el resto de trabajadores se reconozca en esa lucha y sus simpatías y solidaridad serán excluidas. Las luchas de los jóvenes no debe verse como una "calentura juvenil", sino como expresiones de una profunda inconformidad contra el capitalismo que se abre camino desde las entrañas más profundas de esta sociedad decadente, así lo han expresado las luchas de estas nuevas generaciones en otras partes del mundo, como en el 2006 en Francia: " la movilización contra la precariedad, y por lo tanto contra el desempleo, plantea implícitamente y para una cantidad creciente de estudiantes y jóvenes trabajadores, la cuestión del porvenir que el capitalismo reserva a la sociedad; preocupación también compartida por muchos trabajadores mayores que se preguntan: ¿Qué sociedad dejamos a nuestros hijos?" (Rint 125, 2005).

 

RM, Junio del 2008

 

 

 



[1] Recordemos el caso de Oaxaca. La lucha de los maestros partió de una demanda salarial (rezonificación) y, con el apoyo de la represión estatal, izquierda e izquierdistas montaron la enorme faramalla de la APPO cuya consigna central se convirtió en: "fuera el gobernador Ulises Ruiz". Tanto por sus objetivos como por sus métodos, esa energía quedó atrapada y esterilizada. Ahora la APPO es una nuevo "partido de izquierda" local.

 

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Terremoto en China, ciclón en Birmania: El capital siembra la muerte

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Desde que el ciclón Nargis devastó Birmania, la población teme con terror la llegada de una nueva tormenta. Días más tarde, la provincia de Sichuan, en China, es sacudida por un terremoto. En Birmania, hay probablemente cerca de 100,000 muertos y desaparecidos, mientras que un millón y medio o dos millones de supervivientes son amenazados por el hambre. En China, el número de víctimas sobrepasa 80,000 muertos y más de cinco millones de personas se encuentran sin refugio. En ambos casos, varias epidemias se propagan velozmente como resultando de las terribles condiciones de supervivencia que sufre la población.

¿Tales catástrofes son realmente naturales e inevitables? ¿Son la suerte o la fatalidad las responsables? ¡Ciertamente no!

El capitalismo es el verdadero causante de estas catástrofes

Alegar que esta nueva catástrofe se debe a "caprichos de la naturaleza" es pura mistificación. El hombre ha adquirido la capacidad de prever y de protegerse de fenómenos como ciclones, maremotos, inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas. Ha sabido desarrollar progresos científicos y tecnológicos que permiten prevenir y hacer frente a las inclemencias o a los seísmos más violentos, pero es la aberración de este sistema social basado en la rentabilidad lo que impide que pueda utilizarlos y ponerlos al servicio de la humanidad. Estas catástrofes son consecuencia de las políticas irresponsables en la economía y el medio ambiente que impulsa el capitalismo en su loca búsqueda de ganancias. Este sistema multiplica los efectos fatales y devastadores de estos fenómenos y los transforma en enormes y espantosas catástrofes sociales. Y sus víctimas son siempre las mismas: las poblaciones más pobres y más desamparadas, a quienes la miseria los hace todavía más vulnerables porque viven hacinados en zonas expuestas al peligro y en viviendas muy precarias.

Birmania: el capital celebra su "fiesta democrática" en medio de la tragedia

El Delta de Irrawaddy, el granero que provee a toda Birmania, ha sido la región más afectada. Ahí, las existencias de arroz fueron destruidas. En una de las regiones más pobres del mundo donde la población está sometida a las peores condiciones de explotación y el medio ambiente era ya portador de condiciones de vida especialmente insalubres. Ante esta situación, la junta militar al poder manifestó un menosprecio que rebelaba un cinismo monstruoso frente a la suerte de los habitantes víctimas de la catástrofe. Prácticamente ninguna ayuda seria fue aportada por el Estado, mientras que el militar a la cabeza del Estado birmano, Than Shew, acaparaba sin vergüenza alguna la poca ayuda internacional que llegaba mientras se publicitaba haciendo pegar su retrato en las bolsas de comida que eran repartidas a los damnificados. ¡Su abyección ha llegado hasta transformar la mayor parte de los campos de refugiados en verdaderos campos de trabajo, al tiempo que el gobierno birmano mantiene en medio de estos terribles acontecimientos un referéndum para la adopción de una "nueva Constitución" que abría supuestamente la vía... a una "transferencia de poder a los civiles «! ¡Por ello, mientras que más de un millón y medio de Birmanos se sumergían en el lodo y luchaban contra la muerte, sobreviviendo apenas en las ruinas, la junta militar elogiaba de manera ridícula y alucinada su "éxito" y su "victoria" en su referéndum, votado "en masa" por un pueblo para el cual se abría ahora "el más bello futuro» a golpe de anuncios televisivos!

China, EU, la Unión Europea: la clase dominante añade impotencia a su cinismo e hipocresía

De la ONU a la Unión Europea pasando por Bush, todos han fustigado la "paranoia" de las autoridades birmanas, las "dificultades impuestas" por las autoridades para otorgar visas y la insuficiencia de ayuda que apenas llega a cuentagotas a causa del cierre y la desconfianza del Estado. Con ello, han querido "demostrar" el interés que las "grandes democracias" tienen hacia las víctimas en Birmania que hasta en la peor catástrofe sufren el yugo implacable de una dictadura militar. Pero si las maniobras de la junta militar de Myanmar son de tal monstruosa proporción que deja morir a cientos de miles de personas e incluso millones, ¿qué puede pensarse de la falsa indignación de las grandes potencias?

En China, la amplitud de la catástrofe borró del mapa ciudades y pueblos enteros debido a las débiles construcciones. Pero eso no era algo inevitable. Desde hace mucho el gobierno chino conoce la alta incidencia de sismos en la zona y la necesidad de edificar construcciones fuertes[1]. Sin embargo, más de 7000 escuelas, construidas apresuradamente con una irresponsabilidad criminal y con los materiales más baratos, cayeron sobre decenas de millares de niños, al tiempo que los edificios vecinos seguían de pie.

Detrás de su hipócrita actitud humanitaria, las grandes democracias pretenden hacer olvidar su propio menosprecio a la vida humana. Es necesario recordar aquí algunos hechos recientes. El maremoto de diciembre de 2004, que hizo más de 220,000 muertes en el sur de Asia, había dado señales anticipadas que no fueron comunicadas a la población, tanto por negligencia del gobierno como por la ausencia de un equipo de prevención y protección que serían costosos para la rentabilidad del capital. Ahí, la ayuda que fue dada provenía fundamentalmente de la población, la cual tuvo la iniciativa y en muchos sentidos llegaba a sobrepasar a los propios gobiernos.

Que se recuerde el huracán Katrina, a finales de agosto 2005, que devastó el Sur de los Estados Unidos, principalmente Nueva Orleáns. La catástrofe estaba bien prevista. Pero sólo dos días antes el Gobierno había proclamado el estado de urgencia, sin proporcionar medio alguno para salvar a la población. La mayor potencia económica del planeta dejó entonces al abandono a la población de los barrios pobres dejando que sus casas fueran barridas como paja, mientras brindaba protección a los barrios ricos de la ciudad. Los que podían pagar la gasolina fueron hacia el norte y hacia el oeste para ponerse a salvo en hoteles, moteles con amigos o sus familias. Pero en el caso de los pobres, la mayoría se encontró sobre la trayectoria del ciclón, incapaz de huir. En Nueva Orleans, las autoridades locales abrieron el Superdome y el centro de conferencias como refugio contra el huracán, pero no proporcionaron ni intendencia, ni comida, ni agua, ni nada; se abandonó a la gente que se apilaba en estos edificios y a su suerte. La única preocupación de la administración americana fue el mantenimiento del orden con el fin de contener posibles motines y la aplicación medidas represivas. El balance había sido de 1500 muertes, 250,000 personas sin hogar, cuya mayoría aún se alberga hoy en centros y hogares de recepción urgentes, y más de un millón de desplazados.

El cinismo y la hipocresía exudan por todos los poros de la sociedad capitalista y demuestran que se guía, en todas partes, por los mismos sórdidos intereses de clase. Su actitud no depende del régimen dictatorial o democrático del Gobierno ni de la zanja cavada entre "países ricos" y "países pobres". La burguesía no sólo pretende encubrir su completa impotencia ante los desastres que su sistema engendra, sino que hace todo lo posible por ocultar la quiebra total de este sistema, el cual se muestra como la peor catástrofe de la historia de la humanidad y que por ello es necesario erradicarlo definitivamente.

Wilma 25 mayo 2008

 



[1] Entre 1975 y 1993, la región ha conocido, cuando menos, dos fuertes sismos: https://environment.newscientist.com/article/dn13885-accepted-level-of-e... [21]

 

Geografía: 

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Un texto de la Izquierda Comunista Mexicana (GTM, 1938)

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El carácter reaccionario de las nacionalizaciones en la fase imperialista del capitalismo

Federico Engels dijo en 1878: "Mas no se crea que las fuerzas productivas pierden su calidad de capital al convertirse en... propiedad del Estado. El Estado moderno no es más que la organización que se da la sociedad burguesa para defender las condiciones materiales del régimen capitalista de producción contra los ataques así de los obreros como de los capitalistas individuales. El Estado moderno, cualquiera que su forma sea, es una máquina esencialmente capitalista, es el Estado de los capitalistas, el capitalista colectivo ideal. Y cuantas más fuerzas productivas asuma como de su propiedad, más se convertirá en capitalismo colectivo real, mayor será el número de súbditos suyos quienes explote. Los obreros siguen siendo lo que son: obreros asalariados, proletarios. Las relaciones capitalistas, lejos de abatirse con esas medidas, se profundizan y exaltan. Pero... la propiedad del Estado sobre las fuerzas productivas, alberga ya en su seno el medio formal, el resorte para llegar a la solución: ¡el proletariado toma el poder estatal!" (F. Engels, Anti-Dühring).

Parece que estas palabras claras y sencillas del compañero de Carlos Marx, pronunciadas hace 80 anos, se refieren expresamente a la reciente transformación de la  industria petrolera y los ferrocarriles en propiedad del Estado capitalista mexicano. Es de importancia primordial para el proletariado de México comprender la verdad fundamental contenida en estas palabras: "el Estado moderno no es más que la organización que se da la sociedad burguesa para defender las condiciones materiales del sistema capitalista de producción contra los ataques así de los obreros como de los capitalistas individuales. El Estado moderno, cualquiera que su forma sea, es una máquina esencialmente capitalista, es el estado de los capitalistas, el capitalismo colectivo ideal". ¿Cuántos hay hoy día entre los que se llaman "marxistas" que reconocen la verdad de estas afirmaciones de uno de los fundadores del marxismo? ¿Cuántos hay que admiten que estas afirmaciones se refieren a todos los Estados capitalista? Cualquiera que sea su forma, es decir, inclusive a los Estados capitalistas que se llaman "obreristas"? ¿Cuántos hay que se atreven a decir que también esos Estados "obreristas" explotan a los obreros, y que esta explotación se extiende al abarcar cada vez más fuerzas productivas como de su propiedad? ¿Cuántos hay que se atreven a decir que en cada nueva "nacionalización" las relaciones capitalistas entre poseedores y productores (es decir, entre capitalistas y proletarios), lejos de abolirse con tales medidas, se agudizan y exaltan? ¿Quién se atreve hoy a decir que todas estas afirmaciones se refieren también a las recientes "nacionalizaciones" de la industria petrolera y los ferrocarriles? ¿Por qué no aplican los "marxistas" de México las enseñanzas del marxismo a los problemas actuales?

¿Por qué, en primer lugar, no aclaran que "nacionalización" no significa de ninguna manera propiedad de la "nación", sino única y exclusivamente propiedad del Estado, es decir, propiedad de una parte de la "nación": la burguesía, cuyo instrumento es el Estado? En otras palabras, ¿por qué no aclarar que con la "nacionalización", la propiedad pasa simplemente de capitalistas individuales o compañías capitalistas al "capitalista colectivo" (para usar la frase de Engels), es decir, el Estado de los capitalistas?

¿Por qué no dicen todo esto? Nosotros lo sabemos muy bien: diciéndolo como lo debe hacer el que se llama marxista, uno ya no puede seguir siendo el sirviente leal de la burguesía "progresista" de México. Uno pierde su popularidad, tal vez su libertad y su vida... ¡Más vale no aplicar las enseñanzas del marxismo a los problemas del día! Es muy útil llamarse " marxistas". Pero ser marxista es demasiado peligroso para esos señores que se intitulan "líderes obreros".

El verdadero significado de las nacionalizaciones del petróleo y los ferrocarriles

¿Cuál es, entonces, según el marxismo, el alcance y significado de la "expropiación" de la propiedad de las compañías petroleras? En palabras sencillas: esta propiedad ha pasado de las manos de un grupo de explotadores (las compañías petroleras) a las manos de otro (el Estado mexicano). Nada más ni menos, la naturaleza de esta propiedad no ha cambiado en nada: queda propiedad capitalista como antes. Los trabajadores quedan en la misma posición de proletarios: tienen que vender su fuerza de trabajo al propietario de los instrumentos de producción, es decir, al dueño de los campos petrolíferos, de la maquinaria. del aparato de distribución, y el propietario (hoy el Estado mexicano) se queda con la plusvalía producida por los trabajadores, es decir, les explota. En otras palabras, la industria petrolera mexicana se ha convertido en una sola gigantesca Petromex, con capataces y especialistas "nacionales" en vez de extranjeros, y la tarea principal de esta Petromex grande es exactamente la misma que antes de la la Petromex chica: Impedir o romper huelgas, como lo hizo en la huelga de protesta del año pasado.

En la industria petrolera de México se enfrentan, después de la llamada expropiación precisamente como antes, las dos clases fundamentales de la sociedad capitalista, capitalistas y proletarios, explotadores y explotados,- la industria petrolera queda lo que ha sido antes: el baluarte del sistema capitalista en México, nada más que este baluarte está ahora políticamente más fuerte que antes, porque en vez de enfrentar varias compañías extranjeras solamente protegidas por el Estado mexicano, los trabajadores tienen ahora enfrente de sí directamente este Estado, con su demagogia obrerista, con sus juntas de "conciliación", su policía, sus prisiones, su ejército. La lucha de los trabajadores petroleros es ahora mil veces más difícil que antes. El Estado sigue protegiendo la propiedad capitalista, porque en ello consiste su función fundamental, pero ahora esta protección ha cambiado de forma: para hacerla más efectiva y para poner la industria petrolera a salvo de los ataques de los trabajadores, el Estado ha declarado como su propiedad lo que tiene que proteger, la propiedad de los capitalistas americanos e ingleses.

El Estado "obrerista" defiende al sistema capitalista contra la revolución proletaria

Según las enseñanzas del marxismo el Estado es una institución nacida de la división de la sociedad en clases con intereses irreconciliables, y su función es perpetuar esta división y con ella "el derecho de la clase poseedora de explotar a la que no posee nada, y la dominación de la primera sobre la segunda" (Federico Engels).

El Estado moderno es la organización que se da la burguesía para defender sus intereses colectivos, sus intereses de clase, contra los ataques de los obreros por un lado y de los capitalistas individuales por otro (en primer lugar contra aquellos capitalistas y compañías que no quieren sacrificar parte de sus intereses individuales en favor de la defensa de los intereses colectivos de toda la clase burguesa contra los trabajadores). Todas las actividades del Estado capitalista, aunque se llame "obrerista", sirven para un solo fin: el reforzamiento del régimen capitalista. En la fase de la expansión del capitalismo, el reforzamiento de éste tenía un carácter progresivo, a pesar de la opresión creciente que de ello resultó, porque en aquellos tiempos, la historia todavía no había puesto la revolución proletaria en el orden del día. El único progreso posible era el capitalista. Hoy. En su fase de descomposición, es decir en la fase imperialista que vivimos, el reforzamiento o la "reforma" del capitalismo tiene un carácter sumamente reaccionario y contrarrevolucionario, porque hoy solamente la destrucción del capitalismo puede salvar a la humanidad de la barbarie. El rol actual del Estado es defender al capitalismo contra la revolución proletaria. En la fase imperialista, el Estado capitalista, cualquiera que sea su forma, es la verdadera encarnación de la reacción y contrarrevolución. Hoy no hay ni puede haber un Estado capitalista progresivo. Todos son reaccionarios y contrarrevolucionarios. Reforzar el Estado equivale a prolongar la vida del bárbaro sistema capitalista aquellos que luchan por la destrucción del Estado capitalista están al lado del proletariado, de todos los explotados y oprimidos, luchando con ellos por su emancipación por medio de la revolución proletaria.

¿Cuándo es progresista la nacionalización?

Las palabras antes citadas de Engels acerca del significado de la conversión de la propiedad de capitalistas individua es en propiedad de compañías anónimas, y acerca de la conversión de éstas en propiedad del Estado capitalista referían a la fase ascendiente del capitalismo, a la fase de expansión, cuando el sistema capitalista constituía un progreso. En aquélla fase, la concentración de las fuerzas de producción en manos de grupos de capitalistas y del Estado capitalista significaba un importante paso adelante, en el sentido de la socialización creciente de la producción, la que por su parte planteó ante la humanidad la tarea de la socialización de la propiedad de estas fuerzas de producción.

Citemos otra vez a Engels: "lo mismo los periodos de alta presión industrial, con su desmedida expansión del crédito, que las épocas de hecatombe, con el desmoronamiento de grandes empresas capitalistas, impulsan esa forma de socialización de grandes masas de medios de producción con que nos encontramos en clases diversas categorías de sociedades anónimas. Algunos de los medios de producción y de transporte son ya de por si tan gigantescos, que excluyen, como ocurre con los ferrocarriles, toda otra forma de explotación capitalista.  A llegar a una determinada fase de desarrollo, ya no basta tampoco la forma de la sociedad por acciones, y el representante oficial de la sociedad capitalista, el Estado, tiene que hacerse cargo de su dirección. La necesidad a que corresponde esta transformación de ciertas empresas en propiedad del Estado empieza manifestándose en las grandes empresas de transportes, tales como el correo, el telégrafo y los ferrocarriles " (Anti-Duhring).

Restringir la producción de bienes de consumo y organizar la producción de instrumentos para la destrucción de lo producido y los propios productores, esto es uno de los fines primordiales de las nacionalizaciones durante la guerra mundial de 1914-1918 y durante las recientes guerras en Etiopía, España y China. Y esto tiene aplicación no solamente a los países que entraron directamente en la guerra, sino a todos, sean fascistas los gobiernos o democráticos -véase las nacionalizaciones en ambos lados en España y la reciente nacionalización de ferrocarriles e industrias de guerra en Francia. Destrucción no construcción es el gran objetivo de la sociedad capitalista en sus horas de agonía.

Mientras que las nacionalizaciones en el pasado eran expresión del crecimiento y de la expansión del capitalismo, en la actualidad son lo contrario: la expresión del retroceso y la descomposición cada día más violenta del sistema capitalista. Antes de desaparecer de la escena histórica, el capitalismo destruye gran parte de lo que él mismo ha creado: el magnífico aparato de producción, el proletariado moderno y la división internacional del trabajo, encadenando cada vez más las fuerzas productivas dentro de los límites de los estados nacionales.

El proletariado, al contrario, cuando le toque su hora histórica, "liberará las fuerzas productivas de todos los países de las cadenas de los estados nacionales, unificando los pueblos  en estrecha colaboración económica" (Manifiesto del Primer Congreso de la Internacional Comunista).

Estas son palabras claras, en oposición irreconciliable con las ideas de aquellos que quieren combinar las consignas de la revolución proletaria la cual tiene un carácter internacional, y de la llamada "emancipación nacional".

La única posibilidad de liberar los pueblos oprimidos reside en la destrucción de los Estados nacionales por la revolución proletaria triunfante y la unificación del mundo entero en estrecha cooperación fraternal.

El triunfo del "buen vecino"

Lo que acabamos de decir en forma general acerca del significado de las nacionalizaciones en la fase de descomposición del capitalismo, necesita ciertas adiciones y modificaciones en el caso de los países semicoloniales, como México.

Si de veras fuese posible poner una parte de la propiedad de grandes compañías internacionales bajo el control efectivo de un pequeño estado nacional, claro que tal nacionalización no aumentaría la división internacional de trabajo creada por el capitalismo; al contrario, la minaría y destruiría, revelando así su carácter reaccionario, tan más que en el caso de los grandes Estados imperialistas.

Pero en realidad una nacionalización efectiva por parte de los pequeños Estados es imposible, sobre todo en cuanto se refiere a la propiedad de grandes compañías internacionales porque son éstas y sus gobiernos imperialistas las que controlan por completo la gestión económica de lo pequeños Estados. Sólo los Estados imperialistas pueden hoy día nacionalizar, sea dentro o en los pequeños Estado por ellos controlados. Las "nacionalizaciones" efectuada por estos son, por consiguiente, nada más que una farsa, un cambio de etiqueta. El que "nacionaliza" es en realidad ni el pequeño Estado "libre" y "antiimperialista", sino el propio dueño imperialista.

El único cambio posible es que el pequeño Estado, como el nuestro caso el mexicano, pasa del control de una compañías imperialistas y de su Estado al control de otras del Estado de ellas.

Y esto es precisamente lo que ha pasado en el caso de la reciente "nacionalización" del petróleo en México: la grandes compañías norteamericanas (la Huasteca-Standan Oil y la Gulf) y su Estado ahora no tienen que compartir el control de la riqueza petrolera y de todos los destinos de México con la compañía inglesa El Águila (Royal Dutch Shell) y con el Estado inglés. Con la llamada "nacionalización" se han convertido en los dueños exclusivos de lo que la burguesía mexicana llama "nuestra patria".

Lo que ha pasado en este caso es lo único que puede pasa en la fase imperialista del capitalismo: todas las supuesta "redenciones nacionales" significan inevitablemente e triunfo de uno u otro imperialismo. En el caso de México el que ha triunfado es el famoso "buen vecino".

La burguesía internacional admite esto con toda franqueza como se ve de la siguiente opinión del Boletín de servicios de archivos de Ginebra, Suiza (citamos según Últimas Noticias del 7 de junio): "de aquí en adelante los Estados Unidos son los dueños indiscutibles en todos los dominios en México. La última fortaleza inglesa (en América Latina, fue demolida hasta sus cimientos. El puente para la América del Sur ha quedado abierto. Los Estados Unidos han aprovechado la única posibilidad de derrotar a Inglaterra en México, sin disparar un solo tiro." Hoy como ayer recibe el petróleo de México, con la diferencia de que lo compran al gobierno mexicano en vez de comprarlo a las compañías petroleras. Los precios son los mismos, el petróleo es el mismo y el futuro se encargará de demostrarlo en breve, las compañías seguirán siendo 1as mismas en lo que se refiere a su procedencia americana...

Fue Cárdenas, insinúa el Boletín, quien finalmente ayudó a los Estados Unidos a expulsar a los británicos Aparentemente todo fue muy sencillo. Precisamente cuando los ingenuos ingleses estaban jubilosos de poseer el 600/o de petróleo mexicano contra el 40% que tenían los Estado Unidos, Cárdenas se apropió de todo. Pero mientras Londres levantaba una tempestad por las expropiaciones Washington acogió la cosa con extraordinaria calma... ¿Qué ocurrió entonces? El Boletín sugiere "un entendimiento entre Washington y México por el cual todo el petróleo en efecto se convierte en 'americano', demoliendo así, definitivamente, la última fortaleza británica en este hemisferio". Esto nos dice un periódico burgués de Suiza.

El Nacional, órgano del gobierno de México, dio la misma interpretación cuando al anunciar la ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno inglés juntó los dos siguientes encabezados: "México rompe con Inglaterra", y "Andan por buen camino las pláticas con las compañías americanas ".

"No se necesita mejor ilustración de la transformación de México en una colonia exclusivamente norteamericana que la adulación por el imperialismo yanqui, la que vemos en cada número de El Nacional y en todos los discursos de los altos mandatarios mexicanos. Según ellos el imperialismo americano es en realidad "antiimperialista". Sólo el imperialismo inglés es imperialismo.

Y el gran traidor León Trotsky les ayuda en esta propaganda con sus cartas abiertas en las que también "imperialismo" equivale a "imperialismo inglés", mientras que el autor de esas cartas no chifla ni una sola palabra sobre el imperialismo americano...

La "administración obrera" debe salvar la propiedad de los capitalistas

El sistema capitalista se encuentra en una situación sin salida. Su destrucción por el proletariado es históricamente inevitable.

Pero en estos momentos el proletariado, desanimado y desorientado por tantas derrotas y traiciones, en vez de luchar contra el capitalismo, con el fin de destruirlo y construir sobre sus ruinas una nueva sociedad, al contrario le está defendiendo. Ayudada por todos los llamados "líderes obreros", la burguesía ha logrado desviar a los trabajadores de su camino clasista y ligarles a los intereses del capitalismo, por conducto del Estado. Cegados por las ideas de la democracia y la patria, los proletarios están defendiendo lo que debían destruir. Lo vemos en España, en China, en México, en todo el mundo.

En vez de aprovechar la crisis mortal del sistema capitalista para destruirlo, los trabajadores, no creyendo en el triunfo de la propia causa, se han temporalmente convertido en sus mejores defensores. Precisamente como en el tiempo de la guerra mundial sacrifican sus conquistas económicas y sus vidas en lucha fratricida bajo el mando de sus enemigos de clase. Por supuesto, no hay que insistir en que, hoy como entonces, la culpa no la tienen los trabajadores, sino aquellos marxistas que con su capitulación ante los fetiches de la democracia y la patria han traicionado al marxismo y la causa de la revolución proletaria. Y no hay que insistir tampoco en que la situación actual no puede durar para siempre y que tarde o temprano el proletariado tomará otra vez el camino hacia la revolución. Históricamente la revolución proletaria queda inevitable e invencible.

En España y sobre todo en Cataluña hemos visto en estos últimos años cómo la burguesía logró conjurar el peligro de la revolución proletaria por medio del armamento de los trabajadores y la "socialización" de las industrias, con su "entrega" a los trabajadores. Estos, bajo la ilusión de ser ahora los dueños del país, desistieron el ataque contra las instituciones capitalistas y comenzaron a defender con sacrificios inauditos lo que a pesar de ciertos cambios de etiqueta sigue siendo propiedad capitalista y el Estado capitalista. A través de la masacre diaria en los campos de batalla de España el capitalismo se está reforzando políticamente, llenando sus viejas venas con la sangre de 1os explotados que luchan en ambos lados.

Siguiendo el ejemplo de la burguesía española, la burguesía mexicana y su buen vecino norteamericano tratan de conjurar el peligro de la revolución proletaria en México con la "entrega" de las industrias a los obreros. Una vez que éstas estén en "manos" de los trabajadores, el enemigo mortal del sistema capitalista se convertirá en su mejor defensor..., así calcula la burguesía en México y Washington.

La burguesía mexicana y americana conocen el odio de las masas trabajadoras de México y de toda la América Latina contra las grandes compañías extranjeras. Un ataque del proletariado contra ellas equivaldría a un ataque contra el corazón del sistema capitalista. Sería el principio del fin de la dominación imperialista en México y en todos los países coloniales y semicoloniales,... y la burguesía de estos países, en primer lugar la de México, sabe muy bien que lo único que la mantiene y protege de "sus" obreros y campesinos es precisamente la dominación imperialista. ¡Se entiende porqué considera a la burguesía norteamericana como su "buen vecino''!

Frente al crecimiento diario de la ira de las masas contra las compañías imperialistas había que impedir a toda costa un ataque frontal de los trabajadores contra ellas. Esta tarea correspondió, por supuesto, al gobierno de México. Es bien sabido de todos qué pasa con gobiernos semicoloniales cuando no cumplen con tal tarea: desaparecen, como han desaparecido tantos gobiernos en México, Cuba y otros países latinoamericanos, al momento en que se mostraron incapaces de desviar el ataque de los obreros contra la sagrada propiedad imperialista. El "buen vecino" necesita servidores eficaces, y se ha mostrado que el servidor más eficaz es un gobierno " obrerista".

Para un gobierno capitalista "obrerista" no fue difícil encontrar la solución del problema. Los falsos "marxistas" del tipo de los estalinistas y trotskistas la habían propuesto desde mucho tiempo: ¡el frente único entre proletariado y burguesía! ¿Contra quien? ¡Pues contra el imperialismo, aunque usted no lo crea!

En España y China, ese frente único entre explotadores y explotados ya está realizado, con resultados magníficos para los explotadores, sean ellos fascistas o antifascistas, imperialistas o antiimperialistas, y con resultados fuertes para los explotados en ambos lados.

En México, algo muy semejante estaba creciendo desde muchos años. Al fin tomó forma definitiva cuando comenzó la farsa de la llamada "redención nacional". Fingiendo una lucha implacable contra el imperialismo (en palabras), la burguesía mexicana y su gobierno pudieron entregarle (de hecho) el control cada vez más absoluto de los destinos de la llamada "patria mexicana".

Al mismo tiempo, fingiendo la entrega de la industria petrolera y los ferrocarriles "a los trabajadores", pudieron sacar de ellos los sacrificios más inauditos.

¡Pleno triunfo en toda la línea! Bajo la forma de nacionalización, la burguesía y el gobierno entregan la industria más importante del país al control exclusivo del imperialismo yanqui; en esta transacción, el gobierno de la burguesía mexicana contrae una deuda de "honor" con la burguesía norteamericana e inglesa; la tienen que pagar, por supuesto, los trabajadores y estos no sólo tienen que aguantar este sacrificio ("voluntariamente", como afirman los traidores), sino que tuvieron que ofrecer en el altar de la patria, por supuesto también "voluntariamente", los 50 millones que ellos habían demandado de las compañías desde hace dos años. Según un comunicado del Comité Ejecutivo de1 Sindicato de Trabajadores Petroleros, publicado en la prensa capitalina el 28 de abril de 1938, este sindicato, "estando perfectamente de acuerdo con su gobierno en los momentos en que fue más necesario para la nación, y, como lo sigue haciendo, aceptando, por considerarlo patriótico, que los beneficios que se derivan del laudo dictado por las Juntas de Conciliación y Arbitraje grupo 7, no se apliquen mientras prevalezca la situación actual, no obstante el sacrificio que para los trabajadores petroleros (¡claro que no para sus líderes!) representan los largos años de lucha para conseguir una vida más humana en los campos petroleros; además los trabajadores de esta industria aportan a la misma diversas partidas (¿por concepto de que?) que él mismo presidente ya conoce, cantidades que todas hacen un total de 140 millones de pesos; independiente de esto, nuestra diversas secciones, conscientes de sus deberes como mexicanos, están aportando un día de sueldo mensual por tiempo indefinido para contribuir a resolver el desnivel económico de la nación, que equivale a una suma mensual de 150 mil pesos".

Sumando todas estas cantidades, la famosa "redención nacional" costó a los trabajadores petroleros (¡para no hablar de los otros!) la respetable suma de 190 millones de pesos, sin considerar los otros millones que perdieron durante los últimos dos años, por confiar en las juntas de conciliación, en vez de obligar a las compañías, por medio de la huelga, a pagarles más altos salarios. En lugar de lograr que de los 50 millones que demandaban a las compañías se les pagaran por lo menos los 26 millones que el laudo "favorable" de las juntas les prometió, se les obliga a pagar a las propias compañías imperialistas, por conducto del gobierno "antiimperialista" de México, una suma cinco veces más grande: ¡en lugar de recibir 26 millones, tienen que pagar más de 190, como su contribución a la famosa "deuda de honor"!

Sería difícil encontrar en toda la historia de la burguesía mundial otro ejemplo de un engaño tan perfectamente ejecutado. Bajo el chorro de palabrería patriótica acerca de la "liberación económica de México", se conoce el robo más gigantesco que conoce la historia. Los obreros instintivamente sienten que en realidad se trata nada más que de un robo, pero cegados por la idea de la "patria en peligro", no logran ver la verdad. ¡Ojalá que nuestra voz débil ayudara a algunos a entender la verdadera situación y despertarse de sus sueños e ilusiones!

La tarea del proletariado frente a las recientes nacionalizaciones

Si a los falsos líderes "marxistas" de México les falta el valor para caracterizar el verdadero significado de la nacionalización del petróleo y los ferrocarriles, aun menos arriesgan hablar de la tarea del proletariado frente a esas nacionalizaciones hechas por la burguesía y en el beneficio de la burguesía.

Engels. al contrario, habla con toda claridad y franqueza de esta tarea. Él, por supuesto, no sabe nada del "apoyo al gobierno" que preconizan esos traidores de su clase. Al contrario: el único camino que él señala frente a las nacionalizaciones de la burguesía es la toma del poder estatal por el proletariado y la transformación de la propiedad de los capitalistas, inclusive la propiedad del estado capitalista, en propiedad del estado proletario. Él indica con plena claridad cuál es la única lección que los trabajadores deben sacar de la transformación de la propiedad de capitalistas individuales y de compañías capitalistas en propiedad del Estado capitalista: "El régimen capitalista de producción, al atizar cada vez más intensamente la conversión en propiedad del Estado de los grandes medios de producción, señala ya por sí mismo el camino por el que esa transformación hade operarse: el proletariado toma el poder Estatal y empieza convirtiendo los medios de producción en propiedad del Estado", por supuesto de su Estado, el Estado proletario, la dictadura del proletariado.

La tarea del proletariado mexicano es, entonces, no sacrificarse para que la industria petrolera y los ferrocarriles rindan beneficios para los capitalistas imperialistas y "nacionales", sino conquistarlas, quitarlas a la burguesía por medio de la revolución proletaria.

¡Esta es la única lección que debemos sacar de las recientes nacionalizaciones!

Grupo de Trabajadores Marxistas

Situación nacional: 

  • Mexico [1]

Corrientes políticas y referencias: 

  • Izquierda Comunista [25]

Revolución Mundial nº 107, Noviembre-Diciembre 2008

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En México, como en el mundo la burguesía carga la crisis en las espaldas de los trabajadores

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Desde hace cuatro décadas la crisis económica viene sometiendo al capitalismo, y a lo largo de esos 40 años la burguesía ha echado mano a diversas estrategias económicas presumiendo en cada ocasión haber encontrado la receta para asegurar la salud de la economía. No obstante la reaparición de las secuelas recesivas (estancamiento, inflación, devaluación...), les golpea el rostro continuamente y tienen que volver a buscar el tipo de discurso y política que les permita afirmar que estos sucesos son producto de «choques externos» o de una mala conducción de la política. Así los expertos nos explicaban que la recesión de los 70 tuvo como causa el uso excesivo del Estado durante los 50 y 60, y que además se combinó con el crecimiento desmedido de los precios del petróleo, por eso para enfrentar los problemas recetaban (desde los años 80) medidas «liberalistas» (o «neoliberales») con dosis de «menos Estado», ahora se dice que los problemas que han profundizado la crisis provienen de la escasa regulación de los nuevos instrumentos del mercado de capitales, el crédito creciente, las bajas tasas de interés que anima la especulación y la posterior falta de liquidez, por lo que desempolvando su viejo recetario prescriben el rescate del sistema financiero mediante la intervención directa del Estado, el uso intensivo del gasto público, reducción de la tasa de interés para aminorar la carga de las deudas y mayores dosis de crédito. De manera que, una forma de negar que el capitalismo vive una crisis crónica (propia de un sistema en decadencia) es presentar los momentos de recesión como defectos de mercado de corto plazo causados por el uso inadecuado de la política económica, por los funcionarios o los administradores.

 

Ninguna región está a salvo de la crisis

Los voceros del gobierno mexicano, hace apenas unos meses, se ufanaban del «blindaje» de la economía ante la recesión que ya se anunciaba, incluso en un acto de fanfarronería el presidente Calderón predecía que la economía mexicana se vería beneficiada con la recesión de los EUA. Por eso haciendo gala de filisteísmo decía: «A mi esto del escenario preocupante de 2008, realmente me emociona (... porque) estamos hechos a la adversidad...». Pero como se ha visto la crisis arrasa a todas las regiones del planeta y los discursos que siguen anunciando la fortaleza del sistema, no son sino palabras huecas que ni aún la visión falsificada de la burguesía -que los hace creer que el capitalismo es un sistema eterno- les da algún valor. Basta sólo ver que mientras Carstens, el secretario de hacienda, anunciaba el 9 de octubre que el peso mexicano era «una de las mejores opciones para invertir» (en tanto confiaba en el monto de las reservas internacionales que se vieron incrementadas durante los últimos cinco años por los altos precios del petróleo) la desesperación de la burguesía por salvar su ganancia queda expuesta a la vista de todos, así:

- se agudiza la competencia, recurriendo al uso de especulación con dólares y al retiro de capitales (llevándolos a regiones donde puedan perder menos), volatizando con ello en tan solo 3 días cerca del 11% de las reservas internacionales, y auque favoreció a algunos capitales individuales que aprovecharon esa masa de dólares, no logra dar una solución real al proceso devaluatorio,

- al mismo tiempo la Corporación Durango (principal empresa productora de papel y cartón) y la Comercial Mexicana (tercer cadena de supermercados más importante del país) anuncian su procesos de quiebra, como efecto de la incapacidad del pago de los compromisos pactadas mediante créditos y como resultado del uso de instrumentos de especulación basados en la paridad.

Y aunque los discursos optimistas del gobierno quieran pintar un mundo en orden y equilibrio, la realidad una y otra vez dice que ante la expansión y profundidad de la crisis ninguna región puede mantenerse a salvo, y menos aún México, en donde los peligros se asoman en sus empresas industriales más representativas, como Vitro, CEMEX y Grupo Industrial Saltillo, que han visto derrumbarse sus acciones en la bolsa de valores.

De esta forma queda claro que ante la amenaza de la extensión de la insolvencia, el Estado (en todo el mundo) se prepara el rescate. Como se ve, estos acontecimientos aún cuando exponen la gravedad de la crisis, hace notar que la burguesía en todas las regiones (incluyendo México) toma las enseñanzas que le dejó 1929 para administrar la crisis y evitar un colapso general, por eso se pone de relieve que la expresión del capitalismo de Estado es la forma que el capital ha utilizado para organizar al sistema en su fase de decadencia (abierta en 1914) y que no ha dejado de estar presente aún cuando los discursos neoliberales de la clase dominante (a coro con el aparato de izquierda del capital) pretendiera que el Estado había dejado de tener el papel principal en la conducción y ordenamiento de la explotación, después de todo el Estado, en la fase de decadencia, corrobora en toda su magnitud lo que dijera Engels sobre el Estado moderno, es decir que éste no es sino la representación del «capital total ideal».

 

La burguesía llama a la unidad nacional para impedir la repuesta proletaria

La magnitud que la crisis viene tomando es sin duda la expresión de un sistema decadente que muestra que no tiene otra cosa que ofrecer sino mayor explotación y miseria. Si bien las diversas publicaciones periodísticas de la burguesía presentan las cifras del proceso en picada de la economía, se cuidan de no referir que la estrategia «anti-recesiva» está sustentada en el incremento de los niveles de explotación y en la extensión de la miseria de los asalariados. El mismo aparato de izquierda del capital, al buscar un «culpable» de la crisis, y encontrar que fue la política neoliberal o determinados capitalistas individuales dedicados a la especulación, le facilita la tarea a la burguesía en tanto extiende la confusión entre los trabajadores, alejándolos del reconocimiento del significado del sistema y sometiéndolos a una preocupación falaz y una respuesta aún más falsa: suponer que la crisis capitalista abierta a fines de los 60 (y que no es por ello, dicho sea de paso, tan solo una «crisis financiera») puede encontrar una salida duradera implorando a la burguesía un «giro» en la política y en el establecimiento de la unidad nacional para la defensa de los «intereses de la patria».

Si alguien tenía duda del perverso papel que juega López Obrador, puede observarlo fácilmente en la convocatoria que hace a las diversas fracciones de la burguesía a estar unidas ante la crisis, y buscar al mismo tiempo que los trabajadores se coloquen mansamente a las órdenes del capital. En su «Carta a la opinión pública» López Obrador, entre el revoltijo de recomendaciones que hace a la burguesía para que puedan sobrevivir a la crisis, convoca a los trabajadores a recibir sumisamente el peso de la recesión sobre sus espaldas y a ver en sus hermanos de clase a un enemigo con el que no debe buscar unir sus fuerzas ni solidarizarse para impulsar la lucha. Así, de forma mañosa, intentando aparentar una preocupación por los explotados les pide apoyar al capital nacional y consumir productos mexicanos, pero sobre todo: «Esmérate en tu trabajo, porque habrá más competencia y despidos» (La jornada 9-10-08). De manera que, ante la crisis ¿los trabajadores deben de unir sus intereses a los del capitalista y procurar elevar de forma voluntaria y sumisa los ritmos de productividad? La respuesta es NO. En cada proceso de agudización de la crisis las condiciones de vida de los trabajadores se ve afectada, apenas en los dos últimos años más del 22% de la capacidad de compra del salario de los trabajadores en México se ha perdido y la aceleración de la inflación lo va corroyendo cada día más, el crecimiento del desempleo es una carga que miles de proletarios sufren, sin tener ya ni siquiera la falsa esperanza de huir hacia los EUA, de la misma forma las cargas y cadencias productivas se incrementan día con día, llegando a niveles tan increíbles de imponer jornadas de 12 y 16 horas en labores tan duras como las realizadas en las minas... La miseria a la que la burguesía lleva a los trabajadores (y que amenaza con profundizarse al ritmo en que se agudiza la crisis) debe ser ante todo, momento de reflexión de que el capitalismo es un sistema sustentado en la explotación del trabajo asalariado que no ofrece sino miseria y represión, por eso ante la agudización de la crisis, no hay otro camino que la lucha unida de los trabajadores.

 

A luchar unidos fuera del control del sindicato

El ensanchamiento del desempleo y la miseria, abre sin duda el coraje de los asalariados, no obstante la clase dominante mediante su aparato sindical y de izquierda se esfuerzan ampliamente para evitar surjan respuestas combativas. Mientras el PRD y López Obrador alientan la defensa de la nación y el olvido de la condición de explotados de los trabajadores mediante su campaña de defensa de PEMEX, el aparato sindical tanto oficial como «independiente» o «radical», desgasta y desvía el coraje de los trabajadores hacia reivindicaciones inútiles, como la democratización sindical o más directamente, como lo hace la CNTE, orientando el coraje hacia la impugnación de grotescos personajes, como Esther Gordillo, que aún cuando su actuación efectivamente sea escandalosamente corrupta y represora, no es sino un personaje del capital, que tan sólo personifica temporalmente al sistema y que mientras exista el capital existirán engendros de ese tipo. Antes fue Jongitud Barrios y el sistema mismo lo cambio para renovar la careta sindical del SNTE, que de nuevo ahora requiere una maquillada democrática. Pero si todo el descontento se detiene sobre eso, el sindicato logrará su propósito, es decir, impedir que el coraje por la degradación de las condiciones de vida se nulifique y que las luchas se queden aisladas, imposibilitando que toda la combatividad se exprese en movilizaciones en las que TODOS los trabajadores, sin importar el oficio, la rama o su condición de desempleado se integren en una unidad masiva y conciente. Mientras el sindicato y la izquierda del capital imponga movilizaciones aisladas y consignas falsas, la burguesía tendrá un camino fácil para sacar toda su bestialidad represora como lo ha hecho con los maestros de Morelos, de manera que de frente a la crisis que va acompañada de ataques directos contra las condiciones de vida de los trabajadores y ante las acciones represoras, no hay más camino que las luchas unificadas, en las que se sumen las fuerzas y se sometan las orientaciones que la clase dominante dicta a través de sindicatos y su aparato de izquierda.

Tatlin/octubre-2008

 

 

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Situación económica [26]

Las elecciones capitalistas contra la clase obrera

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Por supuesto es lo que siempre dicen de las elecciones presidenciales. Es el gran teatro y no tiene nada que ver con la realidad. Es difícil recordar la última vez que los medios de comunicación nos dijeron que la elección presidencial era sin importancia, que se ofrecía una elección entre adversarios no distinguidos, o que sin importar quien gane nada cambiará.

Y por supuesto este año es aún más histórico de lo usual - el primer candidato afroamericano nombrado para presidente por un partido importante y una mujer que se postula para la Vicepresidencia por el Partido Republicano por primera vez en la historia. Los medios de comunicación burgueses nos dicen que sin importar quien gane, ésta será una elección histórica.

Para la clase obrera, la realidad es muy diferente de la mitología mediática. Sin importar quién gane, sin importar quién habite la Casa Blanca, la situación de la clase será la misma;

- nuestros hijos e hijas serán llamados a derramar su sangre para el imperialismo estadounidense que será forzado a recurrir cada vez más a intervenciones militares en todo el mundo;

- la crisis económica continuará implacablemente atacando nuestros salarios, nuestro nivel de vida, nuestra atención médica, nuestras pensiones, nuestras condiciones de vivienda y servicios sociales;

- las divisiones sociales que existen en EUA continuarán empeorando; los ricos se harán más ricos y los pobres más pobres;

- el número de desempleados continuará creciendo;

- el futuro continuará sombrío.

Por supuesto la gran «noticia» en esta elección es Obama, un candidato a la presidencia afroamericano y con una retórica sobre el cambio que está atrayendo a millones de jóvenes a su candidatura. Sin embargo, ya sea negro o blanco o biracial, Obama es sólo otro político capitalista como cualquiera. A pesar de su oposición desde el inicio a la guerra en Irak, no significa que sea un candidato pacifista. Lo hizo evidente en su discurso de aceptación del compromiso a usar su poderío militar para defender los intereses imperialistas estadounidenses como cualquier otro político capitalista. No quiere regresar a casa a los soldados de Irak; quiere trasladar a soldados a la guerra en Afganistán y lanzar incursiones militares a Pakistán, y prepararse para desencadenar la guerra en otro lugar. Su crítica principal a la política de Bush es que el ejército americano esté tan disperso que es incapaz de responder a otras amenazas a su hegemonía, como en Georgia. Obama simplemente es tan belicista como McCain. En el aspecto económico, ninguna de sus políticas pueden enfrentar el hecho de que el problema con la economía no son los errores de la política de Bush, sino la crisis mundial del capitalismo, que es un sistema históricamente anacrónico, ante lo cual Obama es incapaz de hacer algo.

Para el capitalismo, la campaña electoral es un elemento crucial en la mistificación democrática, la estafa ideológica que extiende el mito de que en una democracia capitalista todos son iguales y tienen la oportunidad de decir lo que piensan, de que todos pueden participar para tomar la decisión de cómo dirigir la sociedad. La clase dominante inyecta cientos de millones de dólares en la campaña, y moviliza sus medios masivos de comunicación, sus sindicatos, sus instituciones de enseñanza, sus organizaciones políticas de izquierda y derecha para reforzar este mito y atraer a los trabajadores al circo electoral. Para la clase gobernante, las elecciones son una herramienta valiosa para el engaño de los trabajadores, atándolos al Estado, desviándolos de la lucha de clases, y engatusándolos para que crean que son «libres» - libres de elegir a sus opresores para los próximos cuatro años.

Las elecciones capitalistas no siempre fueron una farsa vacía. En el siglo XIX cuando el capitalismo todavía era un sistema en desarrollo e históricamente progresivo, capaz de desarrollar las fuerzas productivas, las elecciones constituían el lugar donde la clase capitalista decidía su «comité ejecutivo» para controlar el gobierno y controlar la sociedad. Diversas fracciones de la clase dominante, defendiendo tendencias programáticas diferentes, intereses económicos diferentes como el capital financiero, los ferrocarriles o la industria petrolera, competían entre sí por el control del Estado. En este período, cuando el capitalismo todavía estaba en expansión y era por tanto todavía posible conseguir a duras penas reformas importantes del sistema, tenía sentido para el movimiento obrero participar en las elecciones y aprovechar las disputas entre las fracciones de la clase dominante para obtener ganancias para la clase obrera, como la jornada de ocho horas y el fin del trabajo de los niños.

Pero esta situación cambió dramáticamente a principios del siglo XX con la terminación del mercado mundial, cuando el capitalismo alcanzó la cumbre de su desarrollo histórico y se convirtió en una traba para el desarrollo de las fuerzas productivas. Con el sistema en decadencia, la posibilidad de conseguir reformas sociales duraderas del sistema capitalista ya no existía, y la orientación del movimiento obrero hacia las elecciones capitalistas se modificó básicamente. La determinación de la política recae definitivamente en las manos del poder ejecutivo, en particular, la burocracia permanente gobierna en interés del capital nacional.

 

Las elecciones capitalistas contra la clase obrera  se preparan constantemente para la mortal competencia con sus naciones rivales.

Con la desaparición de las condiciones históricas que hicieron las elecciones relevantes para el movimiento obrero, el electoralismo se convirtió en un instrumento de la mistificación política inevitablemente, una estafa ideológica para perpetuar el mito democrático oscureciendo la verdadera naturaleza de la dictadura de la clase capitalista y promoviendo la ilusión de que los trabajadores pueden participar en la determinación de las políticas gubernamentales.

En este contexto, el circo electoral representa una gran maniobra ideológica de la burguesía. Gran parte del siglo pasado la burguesía estadounidense ha sido particularmente capaz de controlar las campañas presidenciales para colocar equipos políticos capaces de implementar sus tendencias estratégicas y promover la credibilidad en el circo electoral. El partido en el poder en la Casa Blanca generalmente fue determinado por una cuidadosa  manipulación de los procesos electorales por los medios de comunicación para generar los resultados deseados. Bajo la disciplina política dentro de la clase gobernante, los principales partidos y sus candidatos podían ser convencidos a aceptar la división del trabajo determinada por las fracciones dominantes. Los factores en juego al determinar la división del trabajo izquierda-derecha  al nivel del Estado nacional podían variar dependiendo de las circunstancias nacionales o internacionales predominantes. Esta habilidad para controlar los resultados de las elecciones y mantener la disciplina dentro de sus propias filas empezó a deteriorarse después del fracaso del sistema de bloque a nivel internacional, llevando a los resultados vergonzosos de la administración Bush en la elección robada del año 2000, que no sirvió a los intereses de la clase dominante.

Actualmente hay dos objetivos políticos fundamentales por las fracciones dominantes de la clase capitalista estadounidense en la elección presidencial próxima:

- una rectificación de las desastrosas metidas de pata de la política imperialista de la administración Bush para restituir la autoridad estadounidense significativamente sobre el nivel internacional y permitir que intervenga militarmente en otras partes del mundo;

- una renovación total de la mistificación democrática, que ha sido tremendamente golpeada desde el año 2000.

La clase dominante ya ha hecho grandes progresos al colocar el escenario para reparar el gran lío que la administración Bush ha provocado con su política imperialista. La propuesta de Obama de retirada de Irak durante los próximos dos años ya ha sido acordada entre el régimen iraquí y la Casa Blanca. Este trabajo preliminar prepara el terreno para una política imperialista más sofisticada y «multilateral», eso disminuirá el creciente aislamiento del imperialismo estadounidense y restablecerá su autoridad en la arena internacional.

En términos de resucitar la mistificación electoral, Obama evidentemente desempeña mejor los intereses de la clase dominante. Sus carismáticos pero vacíos discursos sobre el cambio han provocado un verdadero entusiasmo entre las jóvenes generaciones de votantes que han sido en gran parte apáticos a los procesos políticos capitalistas, implicándolos en la política electoral en gran número por primera vez en muchos años. Los expertos políticos capitalistas han promovido el fenómeno de Obama como «un movimiento social», una fuente de «esperanza» y un deseo de cambio.

Pero lo que estamos presenciando no es un movimiento social, sino una campaña ideológica sumamente exitosa que revive la mistificación electoral. Sin embargo, la candidatura de Obama arriesga con agravar los problemas que la burguesía busca solucionar. Si pierde las elecciones generales, la desilusión se dibujará en millones de jóvenes. Si gana la elección, le será imposible realizar cualquier cambio importante, lo cual extenderá igualmente la decepción y desilusión.

Para la clase obrera las elecciones son una desviación completa de su lucha. La única manera de defender nuestros intereses es la lucha de clases, en las calles y en los centros de trabajo - contra las reducciones de salario y despidos, contra los ataques sobre nuestras condiciones de vida, contra la guerra imperialista. Esta lucha diaria por defender los intereses de clase obrera contra el capitalismo lleva en sí las semillas del desarrollo de la conciencia de clase, de un movimiento de la clase obrera que será capaz de enfrentar al capitalismo y destituir este sistema social basado en la explotación del hombre por el hombre por un orden controlado por los mismos trabajadores, donde la satisfacción de las necesidades sociales sea la fuerza motriz.

 

CCI /septiembre del 2008. 

Geografía: 

  • Estados Unidos [10]

Noticias y actualidad: 

  • Elecciones en EEUU [27]

Ataque terrorista en Morelia: la burguesía en su conjunto es la responsable de la barbarie

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El brutal y  sangriento ataque a cientos a personas con granadas de mortero en plena plaza principal de la ciudad de Morelia Michoacán[1], atestada con motivo del Grito de Independencia que la burguesía organiza religiosamente cada año, en todo el país, para reforzar la ideología nacionalista, fue precedido por actos de barbarie igualmente irracionales como las decenas de decapitados, los ejecutados y apilados en parques y colonias en prácticamente todos los estados del país. Hechos que se repercuten a cada minuto en todos los diarios escritos y los noticieros electrónicos contribuyendo a crear una atmósfera de inseguridad, angustia y miedo sin precedentes entre la población.  

 

La escalada de los enfrentamientos entre las diferentes bandas de la llamada «delincuencia organizada» no hace sino confirmar que el enfrentamiento del gobierno contra el narcotráfico y la delincuencia organizada esconde en realidad las pugnas al interior de la burguesía y de su Estado; por ejemplo, el ataque criminal en Morelia, según las investigaciones periodísticas de las revistas como Proceso o Zeta, fue perpetrado por aquellas fracciones de la burguesía inconformes por el trato preferencial que el Estado ha brindado a otros grupos desde hace ya varios años. Es esta la realidad cruda y descarnada del accionar faccioso y criminal del Estado capitalista, el mismo que dice «luchar contra la delincuencia para proteger a los ciudadanos».           

 

La aceleración de la descomposición y la barbarie capitalistas

Estamos ante una agravación de la tendencia generalizada de la descomposición social del capitalismo que está alcanzando, a saltos, cuotas de barbarie inusitadas; produciendo al por mayor a fracciones burguesas de lo más irresponsables e irracionales que son el vivero del que se nutren las bandas terroristas, los gángsteres regionales y locales ligados a tal o cual estructura del Estado donde encuentran poderosos «padrinos» y a quienes este tipo de actos les benefician sobremanera para sus fines; confirmando por enésima ocasión la tendencia irreversible del «sálvese quien pueda» y «del cada quien a lo suyo», que es ahora dominante en la dinámica del capitalismo. En México, asistimos a la inauguración[2] de un fenómeno que, al menos desde los 60, se ha evidenciado como un instrumento utilizado por alguna fracción de la burguesía ante sus rivales, llevando a cabo así  masacres indiscriminadas contra la población civil. Con esta actitud se nota un cambio cualitativo en la barbarie que hemos vivido en los últimos años, ensañándose principalmente contra la masa de explotados.

La intención muy clara de matar al mayor número de personas amplificando así los efectos grotescos del horror y del terror, tenía el cálculo (aparte del político y social, como lo veremos más adelante) de lograr la caída, al menos, del titular de la SSP a quien se ha señalado reiteradamente como el principal protector del Chapo Guzmán, o también del gobernador perredista de Michoacán, quien habría incumplido un trato...  Pero ¿y la vida de las familias enteras de explotados que alegraban la fiesta de la burguesía? Poco importan, ¡sólo son daños colaterales inevitables en sus disputas! Todas las evidencias recogidas en algunos medios de prensa y por testigos presenciales en el momento del atentado y en los días siguientes apuntan a que estuvieron involucrados directa o indirectamente corporaciones policiacas y militares, lo cual no es sorprendente si tenemos en cuenta la relación orgánica que existe entre la llamada delincuencia organizada y las estructuras policiacas y militares del Estado; en otras ocasiones hemos ya denunciado también por ejemplo, cómo los servicios secretos pueden desempeñar un papel directo en los conflictos y los ajustes de cuentas en el interior de la burguesía nacional[3].

 

La campaña burguesa de condena a la violencia genérica: una cínica mistificación en toda la línea

Por principio de cuentas negamos de nuevo a la burguesía el derecho de llorar a los trabajadores que caen muertos en medio de sus guerras internas, pues sus lágrimas hipócritas de cocodrilo quieren esconder cínicamente, su responsabilidad plena de sus crímenes. En efecto, después del asesinato masivo de niños, jóvenes, adultos y ancianos todas las fracciones de la burguesía se han empeñado en condenar la «violencia», pero la violencia la ejerce la clase dominante de forma cotidiana y ahora toma de rehenes a la población entera en su pugna interna. Esas almas impías que hoy lloran y condenan la violencia, jamás dirán que la característica esencial del sistema capitalista es que cuenta con el terror, para prolongar su sistema de explotación. Estos hechos que aparecen como actos de violencia episódicos o circunstanciales, provienen de las entrañas mismas de la vida interna de la burguesía y su sistema capitalista.

 

Frente al chantaje estatal, no a la unidad nacional

No hay que dejarnos engañar por los medios de difusión de la burguesía, sus intelectuales, «especialistas», políticos profesionales, sindicalistas, etc., pues aprovechan los efectos reales que tiene la descomposición social generalizada del capitalismo para lanzarlos contra su enemigo de clase (p. ej. el sospechoso interés del Estado en que se conozcan de manera tan amplia cada detalle de las ejecuciones diarias por todo el país); así, la justa indignación del proletariado contra el abominable atentado y su solidaridad con las víctimas se ha manipulado por el Estado capitalista para desviarla hacia sus intereses y objetivos políticos presentándose precisamente como el baluarte contra la «violencia irracional». Los tintes bestiales que hoy toma la pelea presente entre las mismas filas de la burguesía, permite percibir de forma descarnada el avance de la  descomposición del sistema capitalista. La evidente multiplicación y disgregación en bandas armadas que luchan entre sí, hace que el Estado tenga cada vez más dificultad para retomar el control.

Por eso, los cínicos y criminales llamados a cerrar filas en torno al «Estado», aprovechándose del sentimiento de inseguridad permanente, de miedo e impotencia inducidos por este tipo de actos de barbarie en la inmensa mayoría de los trabajadores, no son más que un asqueroso chantaje para que los explotados y oprimidos sigan resignados y atados a la maquinaria estatal y acepten -casi exigiendo- las únicas medidas concretas que el Gobierno puede tomar contra el «terrorismo y la inseguridad»: un brutal reforzamiento del aparato represivo que está destinado ante todo y, sobre todo, al aumento y el perfeccionamiento de los medios de control y vigilancia de cualquier expresión de cuestionamiento real proveniente de las filas de la clase obrera, es decir a militarizar las ciudades. Vale resaltar el caso de la represión al sector magisterial de Morelos, en el que se utiliza todo el aparato de «seguridad» (incluyendo al ejército), con lo cual la burguesía manda un mensaje disuasivo a toda los trabajadores del país en el sentido de que cualquier movilización contra los designios del capital y sus órganos de encuadramiento sindicales y políticos será reprimido sin miramientos, sobre todo ahora que se hace cada vez más necesario luchar ante los ataques a sus condiciones de vida cada vez más insoportables.

 

 

 

La verdadera alternativa es la lucha de clases

El proletariado ante la abundancia de hechos empíricos, cada vez más intuye que efectivamente hay una relación orgánica entre el Estado y la delincuencia organizada, sin embargo, todavía tiene que elevar esta constatación a una toma de conciencia de clase acerca de la alternativa histórica ante esta barbarie, acerca de la necesidad de su lucha por la abolición de este sistema que se haya gangrenado desde sus cimientos; una comprensión radical de que si no logra esto último la barbarie capitalista como se conoce hasta ahora, degenerará aún más de manera dramática y brutal. Efectivamente, la verdadera amenaza al orden burgués proviene de la lucha de la clase obrera y sobre todo de la posibilidad de  su toma de conciencia de la relación que existe entre la penuria diaria de su existencia y la barbarie de este tipo que son en realidad una unidad dentro del capitalismo, de la posibilidad muy concreta de que pueda tomar conciencia de la necesidad de cuestionar al mismo sistema capitalista y plantearse seriamente la necesidad de su destrucción revolucionaria.

 

RR/octubre del 2008

 


Notas:



[1] Sobre los cuales, por cierto, la TV no informó inmediatamente, ejemplo del control democrático

del Estado sobre los medios de comunicación

[2] Es cierto que hasta hace poco más de un año grupos arma

dos como el EPR habían puesto bombas en algunas instalaciones de PEMEX sin embargo, no pasaban de la pretensión de un efectismo mediático en abono de sus aspiraciones políticas.

[3] Los casos son muy conocidos en la historia reciente: asesinatos políticos de Estado de mediados de los 90

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Conflictos interburgueses [13]

El hundimiento del capitalismo norteamericano

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Por casi un año el capitalismo americano ha resentido un malestar económico prolongado de proporciones no vistas desde la gran depresión de 1929-35. No pasa un mes sin un nuevo acontecimiento dramático en la vida del sistema, con giros en los mercados bursátiles, hasta la quiebra de las instituciones financieras más reputadas, símbolos ayer de la supuesta vitalidad del capitalismo. ¡Y las cosas solamente empeoraron desde el verano¡ En las semanas recientes ha habido una agravación de la crisis económica que ha sacudido la confianza de los adoradores más acérrimos del capitalismo americano.

Lo que comenzó como el estallido de la infame burbuja inmobiliaria a principios de 2007, se ha convertido en el desastre financiero más grande desde hace 70 años. El número de instituciones en problemas está creciendo a diario: los bancos de inversión Bear Stearns, Merrill Lynch y Lehman Brothers; las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae; la compañía de seguros más grande del mundo, AIG; la Washington Mutual, casa de préstamos y ahorros más grande y el banco comercial Wachovia - solo para mencionar los casos más famosos. El conjunto del sistema financiero está en el marasmo.

Aún cuando el centro de la tormenta es la economía de EU, sus efectos están extendiéndose rápidamente a través del mundo. En Europa central, Rusia, Japón, Asia.... por todas partes, el sistema financiero va a la quiebra, forzando a los gobiernos a acudir al rescate, repitiendo la experiencia americana, a excepción de especificidades locales.  Ante una situación que empeora dramáticamente, el "capitalista colectivo", el Estado, ha hecho todo lo posible para manejar la crisis económica. Pero el balance hasta hoy es  negativo. El Estado ha probado de nuevo su incapacidad para detener la sangría. Y la llamada "salida del apuro" del sistema financiero al costo de 700 mil millones de dólares podrían tomar el mismo camino que otras medidas que se tomaron el año pasado.

Detrás de la crisis financiera, la crisis económica del capitalismo

Los reporteros, columnistas económicos, comentaristas de la TV y toda la clase de "expertos económicos" compiten en su colorida descripción de la tormenta que arruina los altos templos del sistema financiero americano. El mensaje es de gran alarma. La visión predominante es que el sistema financiero está a punto del colapso y el crédito - la sangre del sistema - se está terminando, poniendo en peligro el bienestar de todos. En fin, la agitación en Wall Street, el sistema financiero, amenaza ahora a Main Street, la verdadera economía. Hay muchas expresiones contra los "excesos" y la "avaricia" de la gente de Wall Street que atrajo esta calamidad hacia sí misma y el resto de la sociedad. Es muy cómico pues esta condena viene de los mismos medios que no hace tiempo de manera servil celebraban las ganancias aparentemente sin límites que hacía de Wall Street una industria del alto vuelo y del estilo de vida pródigo de banqueros, inversionistas, comerciantes, especuladores de fondos, corredores de hipoteca sin escrúpulos y otros supuestos empresarios parásitos.

 Cuatro décadas de crisis económica

La cadena de acontecimientos inmediatamente anteriores a la crisis financiera actual es muy conocida. La burguesía americana salió de la recesión de 2001 justo de la misma manera que hizo durante recesiones anteriores: con políticas de capitalismo de Estado de créditos baratos y políticas fiscales laxas. Y así como durante otras "recuperaciones,» estas políticas alimentaron la ilusión de crecimiento y finalmente terminaron creando las condiciones para un nuevo desplome. Así, el celebrado boom de la vivienda se convirtió en la actual quiebra de las hipotecarias, tal como la "revolución" del internet terminó en la burbuja punto.com que estalló en el 2001. Ésta es la breve historia de cómo la economía americana terminó donde se encuentra hoy: con un sistema financiero en desorden total, aplastada por una onda imparable de ejecuciones hipotecarias, baja de precio de las propiedades inmobiliarias que descienden en espiral.

En realidad, lo que da a la actual crisis financiera sus proporciones históricas es el hecho de que expresa la acumulación de décadas de contradicciones de un sistema económico decadente que se ha convertido en todos los sentidos en una amenaza a la misma supervivencia de la humanidad. Un estado permanente de guerra y crisis económica, con un empeoramiento implacable de los niveles de vida, desempleo crónico, inflación desenfrenada y aumento de la inseguridad para la clase obrera y otros sectores no explotadores de la población - ésta ha sido la historia del capitalismo para la mayor parte de el siglo pasado. Éste es un sistema que ha hecho pasar a la humanidad a través de dos guerras mundiales devastadoras y la gran depresión, una terrible crisis mundial con la cual comparan la situación actual.

 Después del breve respiro durante el periodo de reconstrucción posterior a la Segunda Guerra mundial, la crisis económica apareció nuevamente al frente, rompiendo la visión de la prosperidad sin límites, libre de crisis propuesta por los acólitos del sistema basados en los récords del crecimiento económico del período de posguerra en los países centrales del capitalismo. El deterioro económico que empezó a fines de los años 60 estalló en una verdadera crisis económica mundial a principios de los años 70 y ha persistido desde entonces como un cáncer Terminal que crece en el centro del cuerpo del capitalismo.

 No es un accidente que la economía de E.E.U.U. esté hoy, tal como estaba en el años 70, en el centro de la tormenta. En agosto de 1971 Richard Nixon rompió los acuerdos de Breton Woods de 1943 que habían garantizado la convertibilidad del dólar al oro y que había dado a los sistemas financieros y comerciales de la posguerra una apariencia de estabilidad. Este giro de la burguesía americana dejó el uso del dólar como moneda mundial sin una racionalidad económica y ha contribuido en gran parte a la fragilidad del sistema financiero mundial que se manifiesta en la crisis de hoy. Los bancos mundiales son inundados con dólares de papel. Las reservas monetarias de la mayoría de los países se conservan sobre todo en dólares. De hecho,  hay más dólares circulando alrededor del mundo que en la economía de E.E.U.U. Esta situación insana se basa en una ilusión colectiva simple: detrás del dólar está la llamada "completa fe y crédito" del gobierno de E.E.U.U., que llega a una sobrestimación abierta de la capacidad acreedora de EU.

 La falta de demanda solvente en relación a las necesidades de la acumulación capitalista -la raíz de la crisis abierta actual del capitalismo que data de finales de los años 60- se ilustra por una doble característica de la vida del capitalismo en décadas recientes: la perversión del crédito y la explosión de la especulación. Enfrentado a una carencia de mercados solventes para absorber su producción, el capitalismo ha encontrado la manera de ajustar el círculo: dar crédito. No un crédito económicamente racional basado en una expectativa razonable de reembolso de una deuda con un beneficio - una práctica normal del capitalista y una herramienta de gran alcance para el desarrollo del capitalismo - sino que por el contrario, el crédito como forma de mantener el sistema artificialmente y prevenir su colapso bajo el peso de su crisis histórica. Ésta es la razón detrás de la imprudente explosión en las décadas recientes de la deuda individual (tarjetas de crédito, préstamos para auto, préstamos para estudiar, préstamos personales, hipotecas) y de la deuda corporativa y pública (que en muchos casos nunca serán reembolsadas).

 Además, ante una reducción de la tasa de ganancia en el proceso de producción, el capital ha dado la vuelta hacia la esfera de la especulación, creando una economía virtual de casino. ¡Todo esto sin la fastidiosa creación y venta de mercancías  en el proceso de producción y circulación que definen al capitalismo como un modo de producción! Gracias al colapso de la burbuja inmobiliaria y la agitación financiera actual, se ha abierto una ventana al mundo secreto de las jugadas de alto riesgo. No es ninguna maravilla que esté cayendo el sistema financiero. Seguro, la especulación ha sido siempre un componente del capitalismo, pero la cantidad de capital implicada en ella hoy, su peso en la economía en su totalidad, el grado al cual ha logrado impregnar a capas cada vez más grandes de la sociedad -incluso el futuro sustento de la clase obrera se está haciendo dependiente de las inversiones de fondos de jubilación en esquemas especulativos- no tiene precedente y en sí condena al capitalismo como modo viable de producción para la sociedad.

 El show debe continuar

¿Qué ha logrado el Estado y qué se puede esperar de las políticas propuestas hasta ahora?

La primera cosa que hay que notar sobre la respuesta de la burguesía a las primeras muestras de que el boom de las inmobiliarias había llegado a su auge 2007, fue, juzgando por sus acciones, que había una subestimación total de la gravedad de la situación que se iba a desencadenar. Luego del inicio de la quiebra de las inmobiliarias y el sistema financiero durante el 2007, la Reserva Federal respondió con su convencional política de manipulación monetaria, reduciendo agudamente en tiempo récord las tasas de interés para bajar el costo del crédito y bombeando toneladas de dinero directamente al sistema financiero, tratando de apuntalar las deterioradas finanzas de los bancos y de otras instituciones financieras. Por su parte la Casa Blanca y el Congreso también hicieron uso de sus tradicionales herramientas fiscales  para manejar la crisis. Al principios de 2008, pasaron un "paquete de estímulos" integrado por las rebajas de impuestos para los consumidores, suspensión de impuestos para los negocios y otras medidas que supuestamente eran para evitar una recesión. Como el pronóstico económico de Bernanke a mediados de febrero planteaba, "Mi perspectiva implica un período de crecimiento inactivo, seguido por un paso algo más fuerte del crecimiento que comenzará más adelante este mismo año en tanto que el efecto (de la Fed) y el estímulo fiscal comience a sentirse" (USA Today, 15 de febrero de 2008).

Algunos días más adelante, el derrumbamiento del oso Stearns, el quinto banco de inversión más grande del país, dio la voz de alarma y prevería el tsunami financiero actual que ha arruinado el sistema financiero americano y global y que ha cambiado totalmente el paisaje financiero de Wall Street. Según las declaraciones públicas que emanan de todas las esquinas del Estado, la burguesía ahora se preocupa de los peligros planteados a su sistema por la situación actual y ha decidido traer las grandes armas del Estado para arreglar la situación. Éste es el sentido de los 700 mil millones dólares, programa urgente en que la clase dominante finalmente ha acordado. Este programa es una tentativa de hacer pagar a la clase obrera -las generaciones actuales y futuras-  por el desastre financiero. Por otra parte, este desembolso urgente, que esencialmente será financiado en corto plazo por la deuda pública, podría explotar, proveyendo de combustible a la inflación y fomentar fácilmente el desorden económico. Finalmente, hay una cosa más importante a subrayar en lo referente a las políticas de la burguesía del año pasado: por un lado ponen en claro el carecer puramente ideológico de la llamada economía de "libre mercado" americana, y por otro, demuestran abiertamente el papel dominante del Estado en la economía - qué los revolucionarios desde hace tiempo han caracterizado como capitalismo de Estado.

¡¿Y la clase obrera?!

Ante la crisis económica que se profundiza, el mensaje de los medios burgueses a la sociedad es que "estamos todos juntos en esto". Sí, dice, algunos son culpables de excesos y de avaricia, pero TODOS somos más o menos responsables del lío financiero. "Cada uno" aprovechó los buenos días de crédito fácil y barato, de la economía funcionamiento con la deuda y todos tenemos que alinearnos en un esfuerzo común detrás de los esfuerzos del Estado para salvar la economía. Esto es absurdo. La clase obrera no tiene nada que decir sobre cómo debe administrar la burguesía su sistema decadente. El hecho es que la condición de la clase obrera no ha conocido ninguna mejora durante las cuatro décadas pasadas de trucos de la burguesía dirigidos a mantener su sistema económico a flote. A menos que deseen considerar todas las deudas que sofocan - tarjetas de crédito, préstamos para auto, préstamos a estudiantes, hipotecas altísimas, etc.

 Los políticos, particularmente los que pertenecen a la izquierda del capital, quisieran hacer creer a los trabajadores que ellos están preocupados por el sufrimiento de la clase obrera. Tanto la izquierda como la derecha quisiera que creyéramos que la respuesta al desempleo creciente, los sueldos que se erosionan, el estado lamentable del sistema de servicio médico y las pensiones que se deterioran están en las urnas electorales, que lo que se necesita es el presidente o el miembro del Congreso adecuado. Sin embargo la realidad es que la burguesía no tiene ninguna solución a la crisis de su sistema y ningún futuro para ofrecer a sociedad a excepción de una crisis cada vez más devastadora y guerras imperialistas mortales.

 La cruda realidad es que los trabajadores han estado pagando por años los costos de la crisis irremediable del capitalismo. Y hoy enfrenta toda una andanada de ataques de todas direcciones que no tienen ninguna opción más que oponerse a los ataques del capitalismo a sus condiciones de vida y trabajo en su propio terreno, el terreno de la lucha de clases - luchando contra la lógica de la explotación capitalista. Contra el futuro del capitalismo de crisis y de guerra, la clase obrera debe proponer su propia perspectiva de una sociedad basada sobre necesidades humanas.

 

Eduardo Smith, 3 de octubre de 2008.

Geografía: 

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Noticias y actualidad: 

  • Crisis económica [3]

¿Existen diferencias entre las revueltas del hambre de hoy y las revueltas sociales de ayer?

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Desde el comienzo del año, la crisis económica mundial, que revela el callejón sin salida en el que se encuentra el sistema capitalista, ha provocado en numerosos países revueltas de hambre, mientras que se desarrollaban luchas obreras por aumento de salarios, especialmente frente a la escalada de los precios. El denominador común de las revueltas de hambre que han estallado desde este año por todas partes: en Haití, Filipinas, Egipto, es precisamente el aumento de precios de los productos alimenticios o su tremenda escasez que ha golpeado brutalmente a las poblaciones pobres y obreras de estos países.

Los saqueos de almacenes son una reacción completamente comprensible frente a una situación insoportable, de supervivencia, para los actores de tales actos y su familia. En este sentido, las revueltas de hambre, aún cuando provocan destrucciones y violencia, no se pueden poner en el mismo plano y no tienen el mismo significado que las revueltas que hemos visto anteriormente en centros urbanos como las de Brixton en Gran Bretaña en 1981 y las de los suburbios franceses en 2005, o las revueltas raciales, como las de Los Ángeles en 1992[1].

Aunque alteran «el orden público» y provocan estragos materiales, estas últimas no sirven al fin y al cabo más que a los intereses de la burguesía que es completamente capaz de volverlas no sólo contra los propios amotinados, sino también contra el conjunto de la clase obrera. En particular, estas manifestaciones de violencia desesperada, y en las que frecuentemente están implicados elementos lumpenizados, brindan siempre una ocasión a la clase dominante para reforzar su aparato de represión. Este tipo de revueltas es un producto puro de la descomposición del sistema capitalista. Son una expresión de la desesperación y del «no futuro» que engendra y que se manifiesta totalmente por su carácter absurdo. Son de ello ejemplo las revueltas que han abrasado los suburbios en Francia en noviembre de 2005 en las que no fueron de ninguna manera los barrios ricos habitados por los explotadores donde los jóvenes han desencadenado sus acciones violentas, sino que fueron sus propios barrios de obreros e inmigrantes pobres, los que fueron atacados y se volvieron más siniestros e inhóspitos que antes. Además, el hecho que sean sus propias familias y vecinos las principales víctimas de la depredación revela totalmente el carácter ciego, desesperado y suicida de este tipo de revueltas. Los coches de los obreros que viven en estos barrios fueron los incendiados, las escuelas o los gimnasios frecuentados por sus hermanos, sus hermanas o los hijos de sus vecinos los que fueron destruidos. Y es justamente debido a lo absurdo de estas revueltas que la burguesía las ha podido utilizar y volverlas contra la clase obrera. Así es como la mediatización ha permitido, a ultranza, a la clase dominante empujar a la mayoría  de obreros de los barrios populares a considerar a los jóvenes amotinados no como las víctimas del capitalismo en crisis, sino como «vagos desgraciados». Este tipo de revuelta no puede más que sabotear toda reacción de solidaridad de la clase obrera hacia estos jóvenes.

Para su parte, las revueltas de hambre son ante todo una expresión de la quiebra de la economía capitalista y de la irracionalidad de su producción. Ésta se traduce hoy en una crisis alimenticia que golpea no sólo las zonas más desfavorecidas de los países «pobres» sino cada vez más a los asalariados, incluso en los llamados países «desarrollados». No es por azar si la gran mayoría de las luchas obreras que se desarrollan hoy en las cuatro esquinas del planeta tiene como reinvindicación esencial los aumentos de salario. La inflación galopante, la escalada de los precios de los productos de primera necesidad conjugadas a la bajada de los salarios reales y de las pensiones de jubilación recortadas por la inflación, y unidas a la precariedad del empleo y a las olas de despidos son de las manifestaciones de la crisis que contienen todos los ingredientes para que la cuestión del hambre, de la lucha por la supervivencia, empiece a plantearse dentro de la clase obrera. Y es justamente por que la cuestión de la crisis alimenticia golpea ya a los obreros de los países «pobres», y tocará cada vez más a los países centrales del capitalismo, que la burguesía tendrá las más grandes dificultades para explotar las revueltas de hambre contra la lucha de clase del proletariado.

Evidentemente estas revueltas son, también, reacciones de desesperación de las masas más empobrecidas de los países «pobres» y no llevan en sí mismas ninguna perspectiva de destrucción del capitalismo. Pero, contrariamente a las revueltas urbanas o raciales, las revueltas de hambre constituyen un pozo en donde se concentra la miseria absoluta en el cual el capitalismo sumerge a capas cada vez más grandes de la humanidad.

En este sentido, estas revueltas pueden contribuir a la toma de conciencia del proletariado de la quiebra irremediable de la economía capitalista. Muestran, en fin, con qué cinismo y ferocidad la clase dominante contesta a las explosiones de cólera de aquéllos que se entregan al saqueo de almacenes para no morirse de hambre: la represión, los gases lacrimógenos, las macanas y la metralla.

Por otro lado, al contrario de las revueltas de los suburbios, estas revueltas de hambre no son un factor de división de la clase obrera. Por el contrario, a pesar de la violencia y las destrucciones que pueden causar, las revueltas de hambre tienden espontáneamente a suscitar un sentimiento de solidaridad de parte de los obreros en la medida en que estos últimos son también las principales víctimas de la crisis alimenticia y tienen cada vez más dificultad para alimentar a su familia. En este sentido, las revueltas del hambre son mucho más difíciles de explotar por la burguesía para poner a los obreros unos contra los otros o para crear divisiones en los barrios populares.

Con la agravación de la crisis, las revueltas de hambre y las luchas obreras se multiplicarán sin duda de manera cada vez más generalizada y simultánea. Estas dos expresiones de descontento no contienen, sin embargo, el mismo potencial. En efecto, sólo el combate del proletariado, sobre su propio terreno de clase, puede poner un término a la miseria, a la carestía generalizada derrocando al capitalismo y creando una nueva sociedad sin miseria, sin carestía y sin guerras. Los grupos revolucionarios tienen un papel decisivo para poner en claro que al contrario de las respuesta inmediatas frente al hambre, sólo la lucha del proletariado basada en la conciencia, la unidad, y la organización plantea una solución definitiva a la miseria y la barbarie capitalista.

LE. Octubre del 2008

Nota



[1] Referente a las revueltas raciales de Los Ángeles, ver nuestro artículo «Frente al caos y las matanzas, únicamente la clase obrera puede traer una respuesta» en la Revista Internacional  núm. 70. Sobre las revueltas en los suburbios franceses del otoño 2005, leer «Revueltas sociales: Argentina 2001, Francia 2005... Únicamente la lucha de clase del proletariado es portadora de porvenir », Revista Internacional núm. 124, y «Tesis sobre el movimiento de los estudiantes de la primavera 2006 en Francia», Revista Internacional núm. 125.

 

Noticias y actualidad: 

  • Revueltas del hambre [29]

Alianza POR LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN (ACE): Sindicatos y Estado pactan contra los trabajadores

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El capitalismo mundial arremete contra los trabajadores en todas partes

La carta ubica esta "alianza" en el marco mundial, cuestión que por método (de hecho todo el texto es un ejemplo de un buen manejo del método marxista) es de saludar ya que todo el aparato de la izquierda del capital y sus acólitos no dejan de machacar la idea según la cual todo sería una simple maniobra de la "maestra" Gordillo y, por consecuencia, la "alianza" sería un mero fenómeno producto de la corrupción del Estado y de sus facciones ocultando sus conexiones con la crisis mundial del capitalismo.

"La Alianza por la Calidad de la Educación (la Alianza), forma parte del conjunto de reformas que el Estado mexicano (y mundial) ha venido imponiendo en el sistema educativo desde los años setenta, justamente en el periodo en el que estalla de manera profunda la crisis del capitalismo mundial. En el ámbito laboral, la Alianza significa una disminución de las condiciones de vida de los trabajadores, del salario en sus diferentes formas, con el objetivo de aumentar el grado de explotación; y, en lo político, reforzar el control que el Estado ejerce sobre los trabajadores de la educación a través del Sindicato (SNTE), instrumento central en el control político-ideológico. Sin embargo, la Alianza es parte,   sólo  eso, de un proceso histórico."  (...) Para el capital, era necesario ajustar la economía mediante una serie de medidas básicas: reducir el salario social, eliminar subsidios a los productos básicos, incidir fuertemente hacia la caída de los salarios, reducir los apoyos sectoriales, otorgar libertad de movimiento de los precios y capitales según las leyes del mercado y, finalmente, iniciar un proceso de privatización para consolidar a los grupos financieros." (Carta de GCLR).

Todas las reformas emprendidas por el capital desde finales de los 60, se inscriben en la necesidad de abaratar los costos de producción y, al mismo tiempo, extraer una plusvalía mayor a la clase trabajadora. Eso pasa por un ataque frontal a las condiciones de vida de los trabajadores que se ha traducido en un desmantelamiento mundial del famoso "Estado de bienestar", las prestaciones sociales van a la baja en todo el planeta y ello no significa otra cosa que un ataque directo al salario social (menos gasto estatal en educación, salud, pensiones, etc.).

La Alianza: una continuidad en los ataques a los trabajadores

Desde que la crisis reapareció de nuevo en la vida del capitalismo, su lógica ha sido la misma: más trabajo y menos salarios! "En ese contexto se inscribe el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB, 20 de mayo de 1992) complementada con la reforma a la Ley General de Educación. Los elementos básicos de los acuerdos y alianzas posteriores son:

 a) la descentralización educativa y la conformación de los consejos de participación social (en distintos niveles) para que sea la "sociedad", a través de dichos Consejos la que vigile y se haga cargo del sostenimiento de los centros educativos, es decir, al mismo tiempo que el Estado disminuye el salario social en educación, establece que los trabajadores (padres de familia, dicen) destinen una parte de sus salarios al mantenimiento de las escuelas;

b) el establecimiento de Carrera Magisterial, como mecanismo de estratificación del magisterio, provocando que cada fuerza de trabajo individual (cada profesor) compitiera contra los otros en el mercado de " puntos acumulables" de capacitación y de rendimiento, buscando el ascenso en la escala salarial, a partir de una mayor productividad del trabajo y, con ello, el Estado-Sindicato avanzaba gradualmente en el rompimiento de la solidaridad de clase, de la solidaridad entre los trabajadores;

 c) la temporalidad de los contratos de trabajo para el magisterio, la fusión de grupos que implica una mayor carga de trabajo para los profesores y el contrato por rendimiento son elementos claves en los documentos mencionados, y forman parte de lo que la burguesía llama "flexibilidad laboral";

d) la evaluación de la labor docente es otro de los aspectos contenidos en las reformas y es parte nodal en la actual Alianza-ACE (2008) establecida entre Estado y Sindicato. La Alianza es la continuación de la misma política con otro nombre. (...)Claro, no esperaríamos que el capital lanzara cartitas de amor a los trabajadores de la educación, ni en México ni en Cuba ni China. El capital hace su trabajo para aumentar los niveles de ganancia."  (ibid)

La "Alianza" es, en efecto, una alianza del Estado y sus instancias en contra de los trabajadores en línea directa con una continuidad de ataques que duran ya 40 años. La burguesía mexicana está preocupada porque los estándares de sus sistemas educacionales están "reprobados" a nivel mundial, lo cual significa que  su  mano de obra y los productos que produce son también, menos competitivos en el mercado mundial. Para realizar esta faena el capital debe hacer uso de sus instrumentos: los sindicatos. En México, los sindicatos en el ramo magisterial se reparten las tareas entre "oficiales" (SNTE) y "disidentes" (CNTE), ambos laboran al servicio del capital.

 

SNTE y CNTE amordazan y desgastan la lucha de los trabajadores

La CNTE surgió en 1979 y significó una nueva camisa de fuerza para todos aquellos sectores de trabajadores que no confiaban más en el sindicato oficial (SNTE), el cual aparecía directa y orgánicamente ligado al Estado (el famoso "corporativismo" ligado al  periodo del "partido único"). Si bien al principio la CNTE atrajo a muchos trabajadores pronto mostró su verdadero rostro. "En el caso particular de la forma de organización primigenia (asambleas de reflexión y critica desde los centros de trabajo) bajo la cual surgió la Coordinadora fue abandonada de manera temprana. Si bien es cierto que en sus orígenes la Coordinadora se planteó el combate frente al capital para mejorar las condiciones de vida de sus agremiados (aumento de salario y defensa de sus derechos laborales), también es cierto que estableció como objetivo fundamental de su actuar político la "democratización del Sindicato"". Así, la CNTE se hizo portavoz ideal de una consigna enteramente capitalista: "el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores solo sería posible en la "vida democrática" de la sociedad, de un estado democrático. Esta fue la oferta que les hizo la burguesía a todas las expresiones políticas a fines de los setenta" (Ibid).

 

El Estado mexicano, sobre todo después de la II Guerra mundial,  terminó por integrar y consolidar todo su aparato político, marcado, desde luego, por su debilidad congénita: rector de una economía débil no podía sino producir un aparato político débil, caracterizado por su rigidez, por su partido único, sus sindicatos oficiales, sus disidencias insoportables primero y necesarias después;  y un aparato represor de los más brutales del planeta. El Estado  "primero, utilizó todos los mecanismos represivos sobre los trabajadores para permitir el recambio del capitalismo, en medio de la crisis mundial: destruyó militarmente a los movimientos guerrilleros en el campo y en la ciudad, aniquiló a la disidencia dentro de los sindicatos; utilizó el ejército para masacrar estudiantes, realizó una guerra sucia contra los movimientos sociales (más allá de los proyectos equivocados que todas estas expresiones enarbolaban, esa es otra discusión) (Ibid). Mucho más trabajo le costaría a la burguesía mexicana el crear un aparato de izquierda acorde a su modelo democrático (hasta la fecha esas dificultades continúan)."La Coordinadora se planteó que su espacio natural era el sindicato y que habría que democratizarlo. En esa lógica, se abocó a la conquista de espacios sindicales, lo que dio como resultado ganar la dirección de comités ejecutivos seccionales del SNTE-Sindicato. Ahí tenemos los casos de Secciones como las de Chiapas, Oaxaca, Distrito Federal y Michoacán, entre otras, donde llegó el movimiento "democrático" magisterial a sus direcciones para dar un carácter democrático a estructuras fosilizadas del Estado (...)  Y en esa lógica, la Coordinadora se encargó de hacerle el trabajo al capital.

Sin duda, en el actual movimiento magisterial iniciado en el presente ciclo escolar contra la Alianza y que ha tenido su epicentro en la sección 19 de Morelos, extendiéndose hacia otras secciones sindicales, los trabajadores de la educación de base se oponen a las reformas señaladas concientes de que éstas profundizan la disminución de sus condiciones de vida, que atacan directamente a sus condiciones laborales. La honestidad y solidaridad de los trabajadores de base es incuestionable. En esa lógica podemos decir que la rebelión se justifica contra las reformas del capital.

Sin embargo, considerando las tácticas de lucha utilizadas por la burocracia de la CNTE, es muy posible que en la presente coyuntura (y con la posible huelga nacional propuesta para estallar el 26 de octubre) las distintas corrientes que conviven en la dirección de la Coordinadora (ahora aliados con los "charros" seccionales del SNTE) conduzcan al movimiento a su desgaste y a su derrota. A menos que las masas sean capaces de desbordar a sus burocracias, sean "charras" o "democráticas", y retomen el destino de su movimiento desde las asambleas de base y logren vincular al magisterio con otros contingentes del proletariado." (Ibid).

En efecto, todo el aparato sindical, "democráticos y charros" se repartirá tareas para someter a los trabajadores y hacerlos aceptar estos nuevos ataques. El SNTE defenderá la viabilidad del la "Alianza" mientras que los democráticos tratarán de desviar todo el descontento social hacia el linchamiento de Elba Esther Gordillo (el asunto de las camionetas Hummers es sólo un escándalo que evita ver el fondo del problema).  Ambos mantendrán incuestionable la dominación del capital sobre el trabajo, ambos defenderán la necesidad del capital de una "mejor educación", ambos abogarán por una "justicia social" y una "vida más justa"...pero nunca cuestionarán la dominación del capital sobre el trabajo.

Ejemplos concretos de cómo el SNTE y sobre todo la CNTE dividen y sabotean la lucha de los maestros lo vemos en:

- el mantenimiento de la lucha en el sector, a toda costa impidiendo que los maestros busquen extender su descontento a otros sectores de trabajadores; la división de la clase obrera es la especialidad de los sindicatos.

- la exposición a la represión mediante las acciones como los bloqueos y toma de instalaciones, lo que por si fuera poco, entorpecen la solidaridad de otros trabajadores y al contrario generan un rechazo;

- el mantenimiento de luchas largas y encerradas en sí mismas (como Morelos) que van generando el desgaste y la división al interior de los trabajadores en paro;

- las consignas en el terreno económico (con las cuales podrían identificarse el resto del proletariado) son cambiadas por "¡fuera Elba Esther!" y minucias tan corporatistas que el resto de la clase no entiende.

El sindicato hace parte de los defensores del capitalismo y sólo desaparecerá con éste. Toda lucha debe empezar por plantearse el tomar colectivamente cada huelga en manos de los trabajadores mismos. Los sindicatos nos llevan sólo a las derrotas.

RM/octubre del 2008

Vida de la CCI: 

  • Cartas de los lectores [15]

160 años después del Manifiesto, Marx hace siempre temblar a la burguesía

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El verano pasado, Correo internacional publicó una serie de recopilación de artículos de prensa consagrados a Karl Marx (Nos. 924, 925, 926 del 17 de julio al 20 de agosto) sobre el tema «Marx: el regreso» con motivo del 190 aniversario de su nacimiento y el 125 de su muerte y también del 160 aniversario del Manifiesto Comunista. Ya en octubre de 2003, el Nuevo observador había publicado un número especial titulado «Marx, el pensador del tercer milenio ¿?» y Jacques Attali, fiel consejero de la burguesía desde la era Mitterrand, publicó en 2005 una biografía de Marx en la cual, a golpes de citas cortadas, se esforzaba en presentar a Marx como un gran partidario y un profundo admirador de la «democracia burguesa».

La burguesía y su prensa a sus órdenes se preocupan «por la vuelta del pensamiento marxista « o por «la actualidad de Marx y por el marxismo» menos de veinte años después de haber declarado triunfalmente «la muerte del marxismo y el comunismo» y haber pretendido enterrarlos con grandes pompas después del hundimiento del bloque del Este y de los regímenes estalinistas. Que tiemblen de nuevo no tiene nada de asombroso cuando, ante el desencadenamiento de la crisis y los horrores monstruosos perpetrados por este sistema en pudrición, el aumento internacional de las luchas empuja a los proletarios hacia la toma de conciencia de que existe una perspectiva para sacar a la humanidad del callejón sin salida a donde los hunde el capitalismo.

Algunos escupen su veneno declarando abiertamente su terror ancestral y su aversión fóbica hacia Marx y a los revolucionarios y siguen cubriéndolos de lodo y las peores calumnias. Vuelven a poner al estilo actual la mayor mentira de la historia propagada a lo largo del siglo XX: la definición de Marx, el marxismo, el comunismo y la clase obrera, a una de las peores formas de la contrarrevolución, el terror estalinista. Como serpientes de cascabel, siguen agitando frenéticamente sus apéndices ideológicos y se mueven alrededor de el «retorno a la peligrosa ideología totalitaria», corolario, a su modo de ver, de los «excesos del liberalismo» y del aumento manifiesto de las desigualdades sociales. Y es básicamente el mismo miedo a la revolución proletaria que anima hoy a todos los que se ponen a invocar a Marx para exorcizarlo intentando recuperarlo. Asi pues, se ve a cada vez más periodistas o universitarios que no vacilan invocarlo para convertirlo en el antepasado y padre profetice tutelar de los «altermundialistas», o también el precursor de la ecología. Ellos vienen a ilustrar una vez más la advertencia que Lenin enunciaba con lucidez:

«A los grandes revolucionarios, vivos, las clases de opresores los recompensan con incesantes persecuciones; acogen su doctrina con la furia más salvaje, el odio más feroz, con las más locas campañas de mentiras y calumnias. Tras su muerte, se intenta hacerlos iconos inofensivos, canonizarlos por así decirlo, rodear su nombre de una determinada aureola con el fin de «confortar» a las clases oprimidas y mistificarlos; al hacerlo, se vacía su doctrina revolucionaria de su contenido, se le degrada y se mella el filo revolucionario» (El Estado y la Revolución, capítulo 1).

Esta cita casi profética se reveló con toda su pertinencia en la mentira permanente de que todos los regímenes estalinistas del planeta que prevalecieron durante cincuenta años han utilizado para justificar la explotación salvaje de los proletarios levantando alabanzas a los grandes revolucionarios. Al servirse de Marx y Engels, al momificarlos como Stalin hizo con Lenin, construyendo estatuas, procuraron sistemáticamente mellar, vaciar o deformar el contenido revolucionario de sus ideas y sus acciones, con la ayuda activa de las burguesías «democráticas» que vienen en su refuerzo para hacer una publicidad abierta y máxima del absolutismo y la represión «marxistas» de los países estalinizados.

Y si la burguesía pretende aún hoy hacer de Marx un «icono inofensivo», es porque éste era un auténtico revolucionario que desarrolló a lo largo de su vida el combate más encarnizado contra el capitalismo hasta el punto que su obra, y su método resultan de tal potencia revolucionaria que se afirman aún hoy como el arma más esencial para el combate de los proletarios para destruir el capitalismo. Para toda la burguesía, más que nunca, como ya lo declaraba la primera frase de Manifiesto, «Un espectro recorre Europa [y hoy el mundo entero]: es el espectro del comunismo.»

W. (20 de septiembre 08)

 

 

Herencia de la Izquierda Comunista: 

  • El marxismo: la teoría revolucionaria [30]

Revolución mundial nº 102, Enero-Febrero 2008

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Criminalización de la huelga de ferroviarios: la Santa Alianza de todas las fracciones del capital y medios de comunicación

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Con un cinismo sin límite y con la complicidad de la gran mayoría de sus medios de comunicación (particularmente de sus cadenas de televisión) la clase dominante se esforzó durante 9 días, en cada edición de noticias televisada, de mostrarnos como Francia era amenazada por una "pequeña minoría" de "rebeldes" que no quería someterse a la ley implacable del capital, de la miseria y la explotación. Sarkozy ciertamente levantó el espantajo del "empleo". Pero no es el único. La política de "firmeza" del gobierno en el que Francia "deposita su confianza"  debe aparecer todos los días en la pequeña pantalla con el aspecto "firme", "determinado", "fuerte" de Francois Fillon, Patrick Devedjian y Rachida Dati (caricatura del personaje de Walt Disney, Cruella, secuestradora de los 101 dálmatas). Ante el movimiento de huelga de los estudiantes y ferroviarios, la clase dominante agitó no solamente al espantajo de Sarkozi sino igualmente a todos los demás tiranosaurios del gobierno para aterrorizar y paralizar a los trabajadores y llevar una campaña sin precedentes de criminalización de los huelguistas. Una verdadera caza de brujas al estilo macartista de los años 50 en Estados Unidos[1].

Gracias a la manipulación de las imágenes, algunas entrevistas de los supuestos "secuestrados" fueron cuidadosamente seleccionadas. Los manifestantes del domingo de la "amada libertad" y algunos usuarios, particularmente de origen africano (¿inmigración "escogida" en beneficio de la propaganda televisada?). Los montajes más groseros fueron desplegados hasta el extremo sobre todo para disuadir a todos los que (como los trabajadores de la educación nacional, y particularmente los profesores) estuvieran tentados a su vez a "tomar a los usuarios como rehenes" por emprender la lucha contra los ataques del gobierno y aportar su solidaridad a los ferroviarios y a los estudiantes. El 21 de noviembre, al día siguiente de las manifestaciones masivas de los funcionarios, los medios burgueses de comunicación sacaron un spot: después del desalojo de los "hemer rojos" y "terroristas" entre los estudiantes en lucha contra la ley Pécresse, se informó con terror que acciones de sabotaje habían sido "coordinadas" y "planificadas"  en toda Francia sobre los sistemas de seguridad de las vías férreas poniendo en peligro la vida de los usuarios. Esto ha permitido a nuestro "transparente" primer ministro afirmar fuertemente que los "culpables serán severamente castigados". Es una "pequeña minoría" que quiere politizar la huelga de los ferroviarios (por tanto no confundir un movimiento "social" y "sindical" con un movimiento político, decía el tramposo político Bernard Thibault)[2].Como sabemos, los trabajadores, en un país "democrático", no tienen el derecho de movilizarse sobre un terreno" político"... salvo para colgar los carteles de sus ferias electorales. En una sociedad capitalista en plena descomposición la única "política" aceptable, es la de los pequeños hooligans "antihuelguistas" de la Facultad de Nanterre[3].

Estos últimos no pueden ser "severamente castigados" simplemente porque el noticiero de las 20 horas se tomó el cuidado de no divulgar las imágenes más chocantes. (¡Que muchos pudieron ver en Internet!)

La triquiñuela era de tal tamaño (como revelaron los "bufones" de PPDA en el noticiero de las 8 de la noche) que la clase dominante tuvo que poner rápidamente un bemol a tales "reportajes" tan claros como el agua y a las "tonterías verbales" de los bomberos pirómanos. Una gran mayoría de trabajadores que tomaban los transportes en horas pico en la región parisina no dudaron en expresar, a pesar del "ruido" con que nos machacaron los oídos hora tras hora, su profunda simpatía hacia esta "pequeña minoría" de "secuestradores" (ya que pudieron apreciar el coraje de los ferroviarios que llevaron una huelga no solamente para ellos mismos sino para toda la clase obrera). Algunos "usuarios encolerizados" solían decir a otros usuarios que esperaban en los andenes del metro el día del anuncio de los famosos "sabotajes organizados y planificados": ¡Los que no están contentos con la huelga tienen el presidente que merecen!

En cuanto a los "manifestantes de domingo", ¡tuvieron que salir por la escalera de servicio con sus gesticulaciones apareciendo como unos "pobres payasos de la información"!

Debemos constatar que los medios de comunicación de nuestra bella república "democrática", a las órdenes del capital, no tienen ningún escrúpulo en poner en práctica esta frase del jefe de la propaganda nazi, Goebbels: "Una mentira enorme lleva consigo una fuerza que amplia la duda" (Salvo que no estamos ya en los años 30 y que hoy lo contrario es verdad: "cuanto mayor es la mentira, más abre la puerta a la duda"). Esta vergonzosa propaganda de criminalización de los huelguistas que comenzó con la estigmatización de los "hemer rojos" de las universidades de Rennes y Nanterre) solo se pudo desencadenar con la bendición de todos los grandes defensores de la clase obrera que son los partidos "socialista" y comunista" y otros "revolucionarios"  con piel de cordero[4]: nuestra "Arlette Nacional", el pequeño cartero Besancenot (patrocinado por el ex "líder máximo de la LCR, Alain Krivine), y toda la élite de la izquierda "ecologista" como José Bové y Dominique Boynet. Todos estos brillantes "demócratas" se encierran en un silencio muy "activo" y "ruidoso". Es a quienes se ha visto en las manifestaciones que finaliza la lucha de los ferroviarios el 20 de noviembre donde no había ninguna banderola sindical denunciando la represión. Unión sagrada obligada. Hay que creer que todos estos servidores del capital no saben hacer escuchar su voz más que para las kermeses electorales, para ir a las grandes cenas y para mistificar a los obreros.

Los mismos turistas extranjeros que visitan la "ciudad más bella del mundo" quedaron boquiabiertos ¡por la grotesca manifestación del 20 de noviembre donde la CGT y otros sindicatos llegaron a hacer desfilar a los CRS y el sindicato Allianza (cercano a la UMP) de la policía nacional en medio de su cortejo![5] Y los turistas pudieron filmar también la cereza en el pastel: un contingente muy cerrado de militantes "anti-autoritarios" y "antifascistas" de la CNT que, con sus uniformes negros, sus medallas (sus insignias con un gato negro enojado) y sus ruidosas botas parecían más un destacamento miliar o una milicia fascista que un grupo de militantes de la clase obrera. Es el mundo al revés: las milicias del capital se manifiestan contra los ataques del capital mientras algunos antiautoritarios que se reivindican de la corriente anarquista se dan buen aspecto.

Los turistas que pudieron asistir al espectáculo se ponían a comentar en los cafés parisinos: se les oye decir que Francia es, definitivamente, una país "en retardo" (para no decir políticamente en "retraso"). El "populismo" a la francesa se ha convertido hoy en una curiosidad turística (a falta de ser reconocida por la UNESCO como "obra maestra en peligro" para inscribirla al "patrimonio de la humanidad)" Afortunadamente, para la clase obrera, ha levantado su nivel: víctima de maniobras de división sindical, ella no ha podido movilizarse masivamente para aportar su solidaridad a los ferroviarios. Pero el patrón de la CFDT Chereque hizo evitar la manifestación manu militari y fue obligado a salir rápidamente bajo el cuidado de su escolta cercana mientras que el jefe de la CGT recibió una rechifla. Este acto teatral, no previsto en el programa, no era un número de "política popular" del gusto de los medios de comunicación sino una primera respuesta política de la clase obrera en la sala de trabajo de las centrales sindicales, que toman parte de la Santa Alianza de los defensores del capital!

 

Silvestre, 23 de noviembre, 2007.

 

Notas:



[1] El "macartismo" fue una campaña de "caza de brujas" (llamado también "terror rojo") a los resabios antisemitas que algunos sectores de derecha de la burguesía americana, bajo la conducción del senador Mc Carthy, habían desencadenado a principios de los años 1950 en el marco de las tensiones imperialistas de la "guerra fría" entre los dos bloques imperialistas rivales, el de la URSS estalinista y el del bloque "democrático" occidental). Toda una serie de personalidades del mundo intelectual o artístico (como Joaseph Losey) fueron inscritas bajo una "lista negra", perseguidos, acusados de ser "comunistas", "enemigos de la nación", espías a sueldo de la URSS. Durante este periodo, esta campaña histérica apoyada por los medios de comunicación permitió al capital americano amordazarlos derechos "democráticos" y la libertad de expresión a los Estados Unidos. Todos los filmes de coloración "social", particularmente, estuvieron en la mira. En este sentido, era también una campaña de terror contra los obreros que querían defenderse contra la explotación capitalista.

 

[2] En la URSS (que tenía los favores del partido de Bernard Thibault)  los trabajadores no tenía derecho a comprometerse en un movimiento político. La ley del silencio reinó durante más de medio siglo. Y esta "pequeña minoría" de gestionarios del capitalismo de Estado en la URSS, que vivía cómodamente de la explotación del trabajo de la "gran mayoría" de los trabajadores, envió los tanques para reprimir en sangre a los obreros en la URSS, Hungría, Checoslovaquia y Polonia que llevaban luchas "políticas

[3] Así, en la facultad de derecho de Nanterre, los anti-bloqueadores de derecha y de extrema derecha querían (en nombre de la "democracia"" y de su "amada libertad"), bloquear la solidaridad con los otros estudiantes en lucha contra los ataques del gobierno. Los antibloqueadores estaban hundidos en la campaña lanzada por los medias oficiales (la toma como rehenes de los estudiantes "democráticos" fina flor de la Nación , por los "hemmer rojos" y otros "terroristas"!). Los antibloqueadores les lanzan proyectiles a la cara (incluyendo pedazos de carne!) El presidente de la universidad que no quiere hacer política (¡sic!) llama a las fuerzas del orden. Los estudiantes antibloqueadores animan a los CRS gritando: "adelante azules!" (el equipo nacional de fútbol de Zizou). Excitados por los antibloqueadores, las milicias del capital comenzaron a mostrar los dientes. Por su parte, los bloqueadores cometieron un pequeño "error histórico" gritando "¡Petain, regresa! ¡Olvidaste tus perros!" (en efecto, los cuerpos de los CRS no fueron creados por el mariscal Petain, sino en 1944 con una fuerte participación de elementos de la "resistencia" y miembros y simpatizantes del PCF a fin de contrarrestar el peso de los petainistas en el seno de la policía nacional y particularmente de sus fuerzas de represión). Una orden se da (se comprende en un video clip que fue difundido en Internet un cuchicheo: a la carga! Antes que los CRS golpearan a los huelguistas, los "furiosos" antihuelguistas jugaban a apoyarlos. Naterre ocupada es al fin liberada. Los "anti-huelguistas" aplaudían, aclamando a los CRS cantando la Marsellesa. Parecía estar en los "buenos" tiempos de la "liberación" de París, salvo que hoy son los comandos de la "inteligencia" de derecha que retoman por su cuenta el mismo estado de espíritu revanchista y xenófobo del PCF en 1944 (que titulaba en su periódico "L´Humanité", "Más fuertes los golpes sobre el alemán vacilante" "a cada parisino su alemán"! La propaganda televisada de criminalización de los huelguistas fue cuidadosamente orquestada sobre el fondo de campaña anti-bolchevique lanzada por la prensa y los "historiadores" del capital (en ocasión del aniversario de la revolución de octubre de 1917). Esta también tiene resabios nauseabundos de los llamados a los progroms (con carteles sobre los muros de las calles de Berlín) y organizada por el partido "socialista" alemán contra los espartaquistas en 1919. Las milicias anti-obreras del SPD terminaron por hacer parte del orden de la capital en Berlín asesinando cobardemente a Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo que llamaba a las luchas obreras "políticas". Para completar este siniestro cuadro, se pueden señalar las amenazas abiertas (que han sido ampliamente difundidas por ejemplo sobre el sitio Internet Indimedia) donde los defensores de la "democracia" no han dudado en amenazar durante varios días a los hijos de la clase obrera (estudiantes de la facultad de París-Censier) de "ponerles una bala en la cabeza". Han llegado hasta a describir en detalle las armas que van a emplear si los huelguistas continúan contestando las leyes dictadas por el capital (¿Cuándo en Censier jamás ha habido enfrentamientos entre huelguistas y antihuelguistas¡). He aquí a donde conduce la propaganda mediática del noticiero de las 8 de la noche, las babosadas verbales de la república (quien dijo querer liquidar mayo del 68) y la delación de los presidentes de la universidad (quien quería hacer su boutique de "polos de excelencia")!

 

[4] En los sitios web de "Rouge" (semanario de la Liga "Comunista" "Revolucionaria") y de "Lutte Ouvriere" (periódico de Arlette laguiller) no se encuentra, en efecto, ninguna denuncia de la represión contra los estudiantes. Puede ser que este silencio esté destinado a no ofender al PC, y sobre todo al PS, con quienes los "trotskistas" se alistan a llegar a acuerdos para las elecciones municipales

[5] Hay que reconocer que, sin sus armaduras protectoras, estos especialistas de la represión no son tan impresionantes. Así, en Paris, se pudo ver a un CRS con el aspecto de vagabundo (estilo inspector Columbo) llevaba una pequeña carretilla con un cartel que decía: "por rellenar los carros". En una gran ciudad de la provincia, un CRS esquizofrénico se acercó a comprarnos el suplemento que se titulaba "¡Abajo el Estado policiaco!

 

Geografía: 

  • Francia [31]

Noticias y actualidad: 

  • Lucha de clases [32]

La reforma del Estado: La burguesía afina su aparato de dominación

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Desde que existe el Estado moderno en todo el planeta la palabra "reforma" viene siempre a cuento cuando la burguesía introduce cambios en el Estado que llevan como objetivo el mejoramiento de la maquinaria estatal, se trata de hacerla más eficaz y que cumpla mejor su rol de aplanadora al servicio del capital. Todo mundo se acordará de la "perestroika" y las "glasnodt" ("reestructuración" y "transparencia" respectivamente) con las cuales la burguesía rusa trató de hacer frente a una situación de despilfarro, corrupción, ineficacia e incompetencia del estado ruso, lo cual lo ponía en desventaja en el mercado mundial. Además, la en aquel tiempo Unión Soviética vivía bajo el régimen de partido único y por ende su aparato político era rígido, desacreditado ante los trabajadores e incapaz para gestionar las divisiones entre las fracciones de la misma burguesía (siempre se acababa "físicamente" con los opositores). En otras regiones del planeta se les ha llamado "democratización", sobre todo en América Latina después de los gobiernos militares de la década de los 70. En los 80 se planteó también para la burguesía mexicana la impostergable tarea de construir un modelo de capitalismo de Estado más flexible políticamente y más adaptado para la cada vez más aguda competencia mundial. El modelo mexicano era similar al de la exURSS: régimen de partido único donde la burocracia estatal en turno aparecía como la "propietaria", por eso en Revolución Mundial 52 (sept-oct, 1999), señalábamos: "se trataba de terminar con la burocracia propietaria, como punto de partida para volver más dinámica la producción y el mercado interno; segundo, acabar con el monopolio estatal de los principales medios de producción también con el fin de permitir una competencia dinámica que pudiera dejar con vida sólo a las empresas más rentables y capaces de competir en el mercado internacional".

Los primeros intentos tímidos en la década de los 80 los realizó José López Portillo al "legalizar y dar registro" a la izquierda mexicana[1]. Desde entonces la burguesía sabía que la democracia estaba cayendo en el descrédito vertiginoso y el capital sabe que para mantener su dominación necesita que los explotados "legitimen" con su voto el opresor en turno, la democracia requiere crear la ilusión entre sus esclavos, para que piensen que son ellos los que "deciden el rumbo del país", ese sentido se encuentra la "reforma electoral" impulsada por Luis Echeverría, sin embargo, la burguesía mexicana estaba apenas balbuceando su "reforma"...

 

Los intentos más serios de la burguesía del país se conocieron en el periodo de Salinas de Gortari: en el ámbito económico agiliza el proceso de privatizó de empresas estatales, entre las que se destaca Teléfonos de México, pero también de una serie de entidades poco rentables; en lo político se destruyeron cacicazgos sindicales herencia del corporativismo más retrógrada (como sucedió en el sindicato de la industria del petrolero con el arresto de "La Quina" y la destitución de Jongitud Barrios, "líder vitalicio" del sindicato de los maestros), se creó la institución para la organización de las elecciones: el IFE, y empezaron a otorgar gobernaturas a los partidos de la oposición, principalmente al PAN. Sin embargo, al final de ese sexenio las reacciones de la "nomenclatura" mexicana estallaron en forma de violentos asesinatos políticos y las fracciones tuvieron que pactar una transición: El gobierno de Zedillo preparó ese terreno en lo político y lo legal.

 

La alternancia de partidos en el poder: un lujo que la burguesía mexicana no se puede dar

El hecho que la burguesía terminara el sexenio de Salinas a "sangre y fuego" nos da una muestra de las dificultades enormes que tiene la clase capitalista para adaptar el modelo del Estado, lo cual, como lo definíamos en Revolución Mundial 46 (sept.-oct., 1998): "...implicaba acabar con los monopolios estatales, organismos que dificultan aún más enfrentar la crisis; ya acabar también con el monopolio del gobierno de un solo partido (el PRI), presentando una nueva careta de gobierno con juego libre y alternancia de partidos, y también con una nueva gama de sindicatos, de manera de darle nuevo bríos a la mistificación democrática (...) pero enseguida ha encontrado una resistencia por parte de la burocracia estatal". En efecto, la burguesía tuvo que "pactar" y Zedillo se encargaría de preparar el terreno para avanzar en las reformas que la burguesía requería. En 1996 después de las famosas "mesas de diálogo" se firmó el Acuerdo Político Nacional el cual "Introdujo centenas de cambios legales, una nueva conformación del Tribunal Electoral y del Consejo General del IFE y la modificación de 16 artículos constitucionales" (Proceso 1557, sept., 2006). Ello preparó el terreno para que el PAN, con Fox a la cabeza, se hiciera del timón del gobierno en el 2000... parecía que al fin la alternancia en el poder era una realidad.

La alternancia en el poder de partidos políticos no debería causar ninguna conmoción en la clase capitalista, es un modelo ideal donde los partidos llegan al poder por un tiempo para después ceder su lugar a los otros y viceversa... ¡la democracia así es mucho más eficaz para engañar a los trabajadores!, EUA e Inglaterra son los mejores ejemplos. Sin embargo, para la burguesía de los países de la periferia dejar el poder político significa cuestionar inmediatamente el poder económico. La burguesía no es una clase unida (¡excepto cuando se trata de aplastar al proletariado!) y sus diferentes intereses oponen a una fracciones contra otras. Así, la llegada del PAN envalentonó a las fracciones ligadas a quienes llevaron a este partido al poder a tratar de "perpetuarse" al precio que sea. Esta tendencia es producto de las condiciones de debilidad de la burguesía mexicana y del avance de la descomposición de un capitalismo decadente, sería un engaño el tratar de buscar las causas de esa tendencia en las inclinaciones personales de un candidato o partido. Ahora reina la total incertidumbre en la fracción que se hace del poder del estado por seis años, si trata de asegurar otros mandato arriesga con una confrontación mortal con las otras fracciones, si acepta "irse" se condenaría a "abandonar el negocio", por tanto reina lo inmediato, no hay largo plazo ni planes de futuro, hay que tomar lo que se pueda "aquí y ahora". La rapiña, la depredación y los negocios turbios florecen a las sombras del poder a diestra y siniestra. Lo que hoy nos pintan como alternancia y "frutos de las reformas electorales" no es sino un permanente ataque de unos contra los otros y donde cada fracción trata de imponer sus intereses a los otros y contra los otros, aunque sobresalen estos conflictos en el terreno electoral, todos los terrenos que pisa la burguesía son ahora terreno de combate.

 

La cohesión buscada por la burguesía no se ha alcanzado y por el contrario los resquebrajamientos y enfrentamientos se han multiplicado: si en 1997, 2000 y 2003 la burguesía había conseguido por fin elecciones confiables y la población empezaba a "confiar en la democracia", el 2006 y lo que le siguió volvieron a sembrar el clima de desconfianza en las instituciones de la burguesía.

Reforma hacendaria y electoral... la clase obrera no tiene nada que ganar

 

El desarrollo de la crisis, una situación social más difícil y el avance de la descomposición de la sociedad capitalista ha enmarcado y agudizado los problemas de una burguesía cada vez más atascada en una lucha intestina.

Es en ese marco que el gobierno de Felipe Calderón intenta continuar con los esfuerzos de la burguesía por mejorar el modelo de capitalismo de Estado. El escenario en el primer año de su gobierno está dominado por la violencia entre fracciones (el narcotráfico hace parte de las fracciones de la burguesía), escándalos políticos, acusaciones permanentes de unos contra otros, la hipocresía y el cinismo domina el discurso y el comportamiento de los políticos, la sociedad empieza a "acostumbrarse" peligrosamente a esta "normalidad". La impotencia social que genera este ambiente hace sin embargo que, en la ausencia de la lucha del proletariado capaz de plantear una orientación histórica, los trabajadores traten de aferrarse a la protección del Estado. Es por ello que la descomposición del tejido social no favorece de manera mecánica e inmediata la toma de conciencia de la necesidad de acabar con el capitalismo.

Hay varios signos que nos indican las dificultades del equipo de Calderón para llevar la reforma lo más lejos posible:

- Las fracciones tuvieron que pactar y condicionar una reforma por otra. Unas fracciones (sobre todo las ligadas al PRI y al PRD) aceptaron reformas hacendarias sólo si se aceptaban sus peticiones políticas (en particular la destitución del presidente del IFE). Se aceptó entre bambalinas tal "arreglo" y el mensaje que aparece a la luz pública es que "hubo fraude el 2 de julio de 2006", con lo cual, el clima de desconfianza en las elecciones vuelve a reforzarse.

- Cuando todo mundo daba por muerto al PRI éste parece regresar con nuevos bríos. El PRI ha recuperado terreno en las diputaciones, municipios y gobiernos estatales (El PRD se mantiene incluso con menos pérdidas políticas que el PAN). Beltrones, hijo político de Gutiérrez Barrios, la línea dura de los dinosaurios del PRI, parece controlar buena parte de esta "recuperación". Este fenómeno no se debe a que el PRI ha mejorado, se debe ante todo a la incapacidad de las nuevas fracciones para resolver la situación social y cumplir así con las promesas que hicieron (lo cual sabemos que nunca lo harán) y a que la estructura del viejo partido, sus cacicazgos regionales y las pugnas entre los mismos que dirigen el estado plantean una convulsa situación que es aprovechada por los dueños del famoso "carro completo".

- Los partidos pequeños (la "chiquillada") que nada aportan a la mistificación democrática y que muestran en cambio una actitud meramente parásita son ahora objeto de la reforma electoral. Para la burguesía es un gasto enorme y poco productivo el mantener a esos partidos, sobre todo porque a todas luces aparecen como "un negocio" y, segundo, porque no tienen una clara definición política (hoy están con la izquierda mañana con la derecha, como ha sido el caso de los verdes por ejemplo). Eliminar estos lastres para el proyecto democrático va a causar también una buena resistencia por parte de los "afectados".

- La reforma hacendaria trata de recaudar más impuestos para dar fortaleza a la actuación del Estado, sin embargo, esos ataques van acompañados de una aceleración de la inflación, lo cual hace que ahora ningún partido político quiere aceptar su acuerdo con los nuevos impuestos, y en vez de aparecer como una política global, aparece como un pleito donde nadie quiere cargar con la culpa.

Cualesquiera que sea el resultado de estas reformas, la clase obrera debe reflexionar sobre los fines de fondo de la misma: la burguesía intenta hacer más eficaz su aparato de dominación, tanto en lo político como en lo económico y el objetivo es hacer de la dominación del capital sobre el trabajo un sistema "creíble" y eterno.

Marsán. 5/12/07

Notas



[1] Recordemos que López Portillo fue casi "candidato único" ya que la izquierda de capital, representada por el estalinista PCM lanzó a Valentín Campa pero sin contar con "registro".

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

Reunión pública en México: El Legado de la Revolución de Octubre

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Durante el mes de octubre, noviembre y diciembre, en el marco de un esfuerzo centralizado, la CCI llevó a cabo reuniones públicas en todas sus secciones territoriales alrededor del mundo y en regiones en las que aún no existe una sección pero que existen elementos en búsqueda de las posiciones revolucionarias en las que el tema a discutir fue la Revolución de Octubre de 1917 a partir de una presentación única a nivel internacional. Dicha reunión se inscribe también en el esfuerzo explícito de la Corriente por desarrollar una cultura del debate en el Medio Proletario como la mejor  manera de conmemorar este movimiento de la clase obrera puesto que a diferencia de las revoluciones dirigidas por una clase explotadora, como fue el caso de las revoluciones burguesas contra el régimen feudal, la revolución proletaria es un proceso altamente consciente y colectivo.

En México dicha reunión se realizó el 8 de diciembre y se caracterizó por una asistencia nutrida de contactos y nuevos jóvenes simpatizantes lo que es en sí una constatación más de la importancia y actualidad de este tema y signo del presente periodo caracterizado por la emergencia de elementos de la clase en búsqueda de clarificación y acercamiento a las posiciones de la Izquierda Comunista . Los que asistimos a esta reunión fuimos testigos de un ambiente de debate al mismo tiempo acalorado y fraterno. Varias personas que han participado en discusiones con grupos de la izquierda del capital han percibido esta diferencia. Aun teniendo dudas o posiciones diferentes o contrarias a las que defiende la organización, han encontrado en las reuniones de la CCI un ambiente donde se pueden plantear divergencias y cada vez más, es el conjunto de participantes que ayudan a clarificar sobre las experiencias históricas de nuestra  clase.

De esta manera, la discusión que se tuvo sobre la Revolución de Octubre permitió presentar elementos de reflexión para enlazar esa gran experiencia histórica con las condiciones y necesidades actuales; permitió encontrar respuestas, a cuestionamientos que surgen una y otra vez en el seno de la clase trabajadora, a través de una rica y respetuosa confrontación de ideas marcadas por un compromiso militante o un interés genuino de comprender los hechos.

 

El método marxista y las lecciones de la Revolución

Después de la presentación los participantes destacaron dos ejes: el aislamiento de la revolución como base de su derrota y las razones por las cuales la burguesía está interesada en esconder o deformar este gran acontecimiento. Las intervenciones señalaron diversas maneras en que la revolución es desvirtuada: la burguesía quiere hacernos creer que la Revolución de Octubre dio origen al estalinismo y por ello hay que condenarla y evitar otra revolución comunista, mientras que en realidad el estalinismo surge como consecuencia de la derrota de la revolución. Por otra parte, los anarquistas afirman que España del 36 fue más importante que Octubre del 17 y los modernistas dicen que es el 68. Ante estos intentos de deformar lo que realmente significó la Revolución rusa, varias intervenciones subrayaron la importancia de que los trabajadores se apropien del método marxista para analizar los hechos; que conozcan bien tanto los aciertos como los errores, las condiciones históricas de la oleada revolucionaria que fue inaugurada por esta revolución puesto que constituye un faro para la revolución del futuro; enfatizaron que no se trata de hacer una apología, sino de extraer sus enseñanzas para aplicarlas en la transformación revolucionaria de la sociedad. Se dijo que la revolución de 1917 demostró, entre otras cosas, que la clase trabajadora es capaz de organizarse, tomar el poder político y poner fin a la guerra imperialista; además, que la revolución fue vencida porque no logró extenderse a partir de la derrota de la revolución alemana. De allí se expresó la necesidad de un amplio desarrollo de la conciencia para el triunfo revolucionario. No es suficiente con que estén dadas las condiciones objetivas marcadas por la decadencia del capitalismo, es necesario el desarrollo del factor subjetivo, la extensión de la conciencia a la que los contactos y simpatizantes expresaron sus deseos de contribuir.

 

¿Por qué fue derrotada la Revolución de 1917?

Una nueva participante planteó dos preguntas que sintetizan preocupaciones fundamentales de las minorías avanzadas. ¿Por qué fue derrotada la Revolución de 1917?, ¿Estamos en un periodo revolucionario? Las respuestas de los asistentes profundizaron brevemente sobre las condiciones para la revolución proletaria, sus características y las causas de la derrota. Enfatizaron que la revolución proletaria tiene que darse necesariamente a escala mundial, que el socialismo no puede triunfar en un solo país porque no puede sobrevivir aislado rodeado por relaciones capitalistas y por ello una cuestión clave que se planteó a la Revolución de Octubre fue su extensión a nivel planetario. La imposibilidad de esta extensión marcó la derrota de la oleada revolucionaria y ésta es una experiencia que hay que rescatar: la necesidad de la extensión de la revolución, «todo intento aislado será derrotado». Las intervenciones explicaron que a pesar de que los obreros lograron tomar el poder en Rusia, su aislamiento derivó en la degeneración del partido, la pérdida del poder de los soviets de obreros y la contrarrevolución estalinista. Algunas intervenciones aclararon que las lecciones de la revolución rusa no son sólo en negativo, además de la organización de los trabajadores en consejos obreros, también hay que destacar la función que tuvo el partido bolchevique en la preparación de la toma del poder y el papel que tuvo su periódico Iskra en el desarrollo y extensión de la conciencia proletaria.

Otro nuevo asistente presentó argumentos para tratar de demostrar que la revolución no había sido derrotada y que había triunfado el socialismo en algunos países; prueba de ello eran una serie de cambios sociales como la disminución del racismo y de la discriminación de la mujer en algunos países y mejoras en el plano económico: «se lograron más reformas que en todo el mundo capitalista pero con el proceso de contrarrevolución el Estado de bienestar retrocedió...». Las respuestas a este cuestionamiento tomaron dos vertientes: la primera, tratando de mostrar que los soviets no pueden mantener el poder político en un país, rodeado de relaciones capitalistas pues estos «no encuentran ya una perspectiva», lo que es utilizado por la burguesía para hacernos creer que el proletariado no debe tomar el poder porque ‘el poder corrompe' y ‘porque toda dictadura es mala' dándonos el ejemplo falso del derrumbe de los regimenes estalinistas, cuando en realidad la caída del bloque ‘socialista' es la caída de regimenes capitalistas por el peso de la crisis.

 La otra vertiente presentó las interpretaciones que dieron diferentes corrientes políticas a la derrota de la revolución: la de los mencheviques, la del estalinismo y la del trotskismo. «No se puede hablar de que en Rusia existía un ‘Estado obrero degenerado', como afirmaba Trotski, ni se puede decir que existe socialismo donde los obreros siguen siendo explotados...la revolución está en la vida de los órganos de la clase». La derrota de la revolución significó la vuelta del capitalismo a la Rusia ‘soviética', «para liberar al hombre se tiene que liberar la producción, en la URSS el trabajo no es liberado, es estatizado y finalmente se tiene el capital como forma de dominio».

 ¿En qué periodo se encuentra la clase trabajadora?

La revolución de octubre del 17 fue la respuesta del proletariado  a la primera guerra mundial. Después de la confusión en el seno de la clase obrera por la traición de la Socialdemocracia, la situación de derrota de la clase obrera mundial se concretizó en que la burguesía la enroló para la guerra imperialista. Por el contrario, aun cuando en los años 80, la burguesía de las principales potencias militares estaba integrada en dos grandes bloques militares, la lucha internacional de la clase obrera, representó un poderoso freno a la tendencia ciega de una tercera guerra mundial. Las diferentes oleadas de lucha de la clase obrera mostraron que ésta no estaba derrotada ni lista para comprometerse en el sacrificio supremo de una nueva carnicería imperialista. El período actual no se puede definir como prerrevolucionario, como el que había por ejemplo en julio del 17, cuando la clase obrera en Rusia estaba organizada en consejos obreros y después de jornadas de lucha masiva contra las inclemencias de la guerra imperialista. Sin embargo, las huelgas en varios países en los últimos años, y particularmente, la lucha de los estudiantes en Francia la primavera de 2006, muestran que la clase obrera está inmersa en una dinámica hacia la huelga de masas, hacia un nuevo asalto al capitalismo mundial. Una dinámica que si bien puede durar varios años, es desde ya una respuesta de la clase obrera a la situación de crisis y miseria cada vez más cruda que el capitalismo carga sobre la espalda de los trabajadores. El desarrollo de un medio político proletario con nuevos grupos y elementos que se adhieren a la Izquierda Comunista en gran cantidad de países es otra parte muy importante de este proceso.

Nosotros podemos añadir en este espacio que el ánimo de encuentro solidario y clarificación de minorías de la clase que están surgiendo en todos los rincones del mundo, como lo constató esta reunión pública, es un signo inequívoco de que la clase trabajadora se encamina a cumplir su tarea histórica.

 

Revolución Mundial / Diciembre de 2007.

Vida de la CCI: 

  • Reuniones públicas [33]

Historia del Movimiento obrero: 

  • 1917 - la revolución rusa [34]

Tras la agravación de la crisis económica, la degradación de la vida de los trabajadores

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La situación de la clase trabajadora, a lo largo del planeta, es cada vez más degrada, las medidas de afectación de las pensiones y jubilaciones se extienden a lo largo del mundo, las cadencias productivas se aceleran, los salarios se comprimen a la vez que los precios de los bienes de subsistencia se incrementan. Los mismos diarios de la burguesía tienen que reconocerlo: "El problema es universal. Por primera vez quizás, los que habitan un país rico o pobre, hablen la misma lengua: los italianos se apuran por el precio de las pastas, los guatemaltecos por el de las tortillas de maíz, los franceses y los senegaleses por el del pan." (Le Monde, 17-10-07), de la misma forma, en China, "...el vals de las etiquetas vuelve a poner en tela de juicio la mejoría de las condiciones de existencia." (Nanfang Zhoumo, Diario de Cantón), al grado que el precio del cerdo, la carne más consumida en ese país, ha casi doblado su precio en un año...

La crisis actual que sufre el sistema capitalista y que se abre desde finales de los años sesenta, toma cada vez niveles superiores, mostrando que las políticas y medidas llevadas a cabo para contener su avance son inútiles a pesar de que cargan todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.

Por más que la burguesía se empeñe en sus discursos en negar que la crisis económica cada vez se acelera, los programas de austeridad y las medidas que degradan la vida de los asalariados lo confirma. Los trabajadores (por más que la "ciencia económica" de la burguesía se empeñe en ocultarlo) son el centro de la producción capitalista, en tanto que son estos los verdaderos creadores de la riqueza, de manera que la clase dominante levanta a su sistema sobre la explotación del trabajo asalariado, por ello, a medida que la crisis toma mayor dimensión se esfuerza en ampliar los niveles de explotación. Dado este escenario, los trabajadores deben de reflexionar que el capitalismo no puede ofrecer a él y a su familia sino explotación y miseria.

 

¡Todo sube, menos los salarios!

Los hipócritas mensajes del gobierno por radio y TV, habla de una campaña en prevención de la obesidad, sin embargo omite decir que la obesidad tiene como elemento detonante la miseria. Es la degradación de los salarios lo que obliga a que grandes masas de la población consuman una dieta miserable que apenas le permite soportar las cargas laborales, pero afectando su salud. No es nada extraño que a medida que la crisis del capital va tomando mayor dimensión el problema de obesidad se convierta en un problema de salud mundial. Toda esta miseria no es, como suele argumentar el aparato de izquierda del capital, por efecto de las políticas neoliberales, es la agudización que la crisis capitalista lo que conduce a que la burguesía acelere los ataques en contra de los trabajadores, no es una "forma especial" de políticas la culpable, es el sistema capitalista, que, al enfrentar sus contradicciones internas (es decir la crisis) se ve obligado a aplastar la vida de los trabajadores.

En México, según estudios de académicos, de 2000 a 2007, la capacidad de compra del salario de los trabajadores ha caído en más del 22%, en cambio todos los asalariados, lo mismo en fábricas, escuelas, hospitales y oficinas ven incrementar los ritmos de labor, cumpliendo así la llamada "flexibilidad del trabajo", esto permite desenmascarar la demagogia derramada por funcionarios del gobierno y de la patronal, y entender que la explotación que viven los trabajadores crece a la par que la miseria que lo aprisiona.

Pero si cada mes y cada año los trabajadores ven afectada las condiciones de trabajo y de vida, en 2008 ya se anuncia una agravación superior, no sólo porque existe la amenaza de mantener congelados los salarios mínimos[1] sino además por la cascada de precios crecientes, que ya ha iniciado desde inicios del año que acaba, y que amenaza con acelerarse. Las mercancías utilizadas como alimento por la población trabajadora (tortilla de maíz, pan, leche y carne) ha tenido un continuo incremento de precios y se espera que estos continúen creciendo, impulsado sobre todo por el aumento del precio a la gasolina así como el de los servicios urbanos que están a cargo del gobierno (luz, agua, tenencia...). El mes de enero abre una escalada de incrementos de precios, en cambio a los salarios, se ha anunciado ya, se les mantendrá comprimidos (el incremento será de menos del 4%, lo que quiere decir que será menos de 2 pesos, lo que implica que ni aún representa el costo de un boleto del metro), lo que hará que la canasta de consumo obrero se reduzca más. Aún cuando los salarios fueran incrementados al nivel de la inflación (en sentido estricto da lo mismo si es a la inflación del año que cierra o de la esperada para el 2008), el rezago que estos llevan en años y la aceleración de la dinámica inflacionaria, que hace que las predicciones del capital se vean rebasadas en mucho, hará que la condición de los asalariados se degrade en niveles superlativos... Debemos agregar a esto, que una parte importante de asalariados se han visto obligados a hacer uso de créditos (principalmente mediante la tarjeta de crédito), pero ahora se ven ahogados por los cobros, tal magnitud ha tomado este asunto, que los bancos comerciales anuncian que la cartera vencida (formada por miembros de la burguesía y la pequeñaburguesía insolvente, pero también una gran cantidad de asalariados) se ha incrementado entre 2006 y 2007 en 84%.

Así pues, la crisis avanza aplastando la vida de todos los trabajadores, no hay ningún sector en la que los trabajadores no vean afectadas sus condiciones, no hay ninguna generación que pueda suponerse inmune a estos golpes...

Si la agudización de la crisis afecta de manera inmediata a los salarios, los mecanismos de golpeo a las pensiones y jubilaciones no han terminado. El programa de modificación a las condiciones de jubilación (con la ley ISSSTE) iniciado a inicios del 2007, entrará en funcionamiento en los primeros meses del 2008, mostrando con toda su crudeza el golpe a las condiciones de vida.

La ley del ISSSTE entra en vigor, acelerando la degradación de vida de los trabajadores

Durante el primer semestre de 2008 entrará en vigor la denominada Ley del ISSSTE, y con ello la ampliación de los años de labor para poder acceder a la jubilación, el incrementa los descuentos y la restricción de los servicios médicos. Todo el 2007 la estructura sindical, en mancuerna clara con el gobierno, han logrado que estas medidas pasen. Todo el descontento que en algunos momentos los trabajadores pudieron expresar fue sometido, ya utilizando el cuento de los amparos, ya desviando la movilización hacia la pretendida "renovación" o democratización del sindicato... a fin de cuentas, el sindicato logró impedir que las movilizaciones de los diversos sectores de trabajadores del Estado pudieran confluir, e impidió que el problema del aumento de precios se reconociera también como un problema del conjunto de los asalariados. Este balance los trabajadores lo deben de tenerlo presente ahora que el sindicato, en un acto farsante llame a enfrentar los efectos de esta ley.

Es evidente que el sindicato buscará profundizar la confusión y acentuar el control para evitar que el coraje y la combatividad de los trabajadores se exprese ante los ataques del capital, por eso, recobrar la experiencia de sus pasadas luchas y de las llevadas por sus hermanos de clase en otras regiones se hace necesario para poder enfrentar las agresiones que se avizoran desde ahora. Los trabajadores deben de tener presente que para hacer frente a los ataques sistemáticos que se preparan, no hay otro camino que lucha y para conducirla adecuadamente no tiene más fuerza que su organización y conciencia.

Tatlin / 20-diciembre-07

 

Notas:



[1] Se dice por los voceros del gobierno que la modificación que sufren los salarios mínimos no son significativos en tanto que la mayor parte de la población trabajadora recibe montos superiores, sin embargo las mismas cifras de INEGI refieren que 5 millones de trabajadores en México reciben el "mínimo" (lo que significa cerca del 11% de la denominada Población Económicamente Activa, es decir la población en edad de trabajo), aunque hay cerca de un 24% que no percibe salario o recibe remuneraciones menores a ese mínimo oficial... el resto de la población percibe en promedio 3 salarios mínimos, no obstante la modificación que se realiza a esos salarios están definidas por el incremento que se decrete al salario mínimo.

 

Noticias y actualidad: 

  • Crisis económica [3]

Revolución mundial nº 106, septiembre-Octubre 2008

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Ante el aumento de precios y la recesión… ¡Todos los trabajadores necesitamos luchar juntos!

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Siguiendo el ejemplo de los maestros, los empleados públicos (abril) y los despachadores de gasolina de la empresa Shell (junio), cientos de miles de trabajadores municipales estarán en huelga el 16 y 17 de julio en exigencia de un aumento salarial del 6%. Sin duda alguna serán seguidos por otros trabajadores pues existen señales de descontento entre los trabajadores de los servicios de salud, los servidores públicos y los empleados de los comercios.

A los trabajadores, el aumento de los precios no les deja otra opción que la lucha. En los últimos años -durante los cuales la economía supuestamente iba bien-, la situación ha empeorado en los hogares: un aumento del 110% en los cobros por energía, un 45% más por el costo de la vivienda, un incremento del 29% en la gasolina desde 2003 a la fecha. Nos estamos enfrentando a un dramático empeoramiento de la situación que se ha agravado aún más con el estallido de la "burbuja inmobiliaria" del año pasado, y son los productos más esenciales como los alimentos, la vivienda y los combustibles, donde los precios están aumentando más rápidamente.

En el último año, 4 millones de hogares se han visto forzados a recurrir a los carísimos préstamos a corto plazo o a las tarjetas de crédito para pagar sus hipotecas, mientras que las personas que no pueden pagar las deudas y el número de desalojados prácticamente superan a los de los años 90.

La recesión (la caída de la "actividad económica") va acompañada de la inflación (el aumento constante de los precios). El sector de servicios, que representa alrededor del 80% de los empleos, se contrajo en mayo; los empleos se están dirigiendo al sector financiero y de la construcción. Sin embargo, a principios de julio, 2000 trabajadores quedaron sin empleo en la construcción, y Barratt, una de las mayores inmobiliarias del Reino Unido, anunció 1000 despidos más, es decir, el 15% de la fuerza de trabajo. En abril, las cifras oficiales del desempleo superaron los 1.64 millones, es decir, el 5.3%, pero es bastante sabido que esas cifras no cuentan los millones que se ven obligados a demandar seguro de desempleo u otras "prestaciones".

Al mismo tiempo, el crecimiento de los ingresos no ha podido seguirle el paso a la inflación, y más bien se ha venido abajo. Esto es exactamente lo que quiere la clase gobernante. Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, ha dicho que los empleados no deben responder a la caída del poder adquisitivo exigiendo aumentos de sueldo porque eso "avivaría la inflación". Nos dicen que no debemos volver a la estanflación y a las reivindicaciones salariales de los años 70. En otras palabras, nos dicen que los trabajadores debemos pagar la crisis, porque la estanflación estará presente si luchamos por un aumento salarial.

Pero la crisis económica no es algo exclusivo de Gran Bretaña, es mundial, y no sólo Brown o King intentará hacernos aceptar recortes en nuestras condiciones de vida. Éste es el papel de toda la máquina del Estado, y no sólo de este país, pues a nivel internacional todos los trabajadores de los Estados Unidos a China, de Francia a Venezuela, enfrentamos los mismos ataques.

¿Cómo podemos defendernos?

Todos los trabajadores tenemos el mismo interés al resistirnos a los ataques contra nuestras condiciones de vida, pero es imposible hacerlo de frente a un ataque centralizado por parte del Estado si vamos divididos sector por sector. Si lo vemos bien, ya sea con los trabajadores postales el año pasado, los profesores (en abril), los despachadores del combustible de Shell (en mayo) o los empleados estatales ahora, en todos ellos existe la misma lucha, y los trabajadores demuestran esto cada vez que expresan su solidaridad. Los trabajadores estatales votaron en asambleas masivas apoyar las manifestaciones del 24 de abril y las huelgas. En la huelga del servicio postal, los choferes se rehusaron a romper los piquetes y hubo huelgas salvajes para defenderlos cuando quisieron imponerles "disciplina". De manera semejante, los conductores de otras compañías rechazaron romper los piquetes de los despachadores de Shell. En ambos casos, la solidaridad de los trabajadores preocupó tanto a los jefes y a los sindicatos que éstos últimos se apresuraron a negociar un acuerdo entre ellos.

Las luchas son debilitadas cuando son divididas. Cuando los profesores y los funcionarios fueron a la huelga el 24 de abril fue denominada como un "miércoles de lucha" para todo el sector público, pero incluso dentro de una misma escuela los trabajadores seguían divididos - los miembros de la NUT[1] separados de los miembros de la NAS[2]los profesores de preparatoria separados de los del resto de las escuelas, algunos profesores que iban a huelga en abril y otros trabajadores en las mismas escuelas que lo hacían hasta julio... La única forma de responder a esto es rechazando las divisiones que imponen los sindicatos, demostrando solidaridad con las brigadas de trabajadores en huelga, y discutiendo con otros trabajadores como ha sucedido en las huelgas del servicio postal y de los despachadores de combustible.

Los trabajadores en Francia demostraron la misma tendencia a luchar juntos el pasado mes de noviembre cuando los trabajadores de ferrocarriles y los estudiantes tomaban la palabra en las asambleas de unos y otros o salían a marchar juntos, sin importar el enojo de los sindicatos. Y en el 2006, el hecho de que los estudiantes comenzaran a reunirse con los trabajadores fue lo que obligó al gobierno francés a retirar el Contrato de Primer Empleo, un ataque contra las condiciones de trabajo de los trabajadores más jóvenes. En 1980, los trabajadores en Polonia, todos juntos aquella vez, se fueron masivamente a la huelga en respuesta al alza de precios, poniendo de cabeza todo el país y forzando al gobierno a retirar el aumento de precios.

La solidaridad no se puede organizar a través de los sindicatos

Desde el Times al Socialist, la burguesía está aguardando un verano del descontento. Unite junto a Unison, han llamado a los trabajadores a la huelga, sumando 40.000 a los 600.000 que irán a huelga. El PCS[3] ha enviado una "carta de solidaridad". Unison ha hablado de abrir de nuevo el Servicio Nacional de Salud, y el PCS está pidiendo un reparto similar en el departamento de trabajo y de pensiones. ¿Esto no demostraría la combatividad de los sindicatos? ¿Y qué hay sobre la fusión de Unite con el sindicato norteamericano de los trabajadores siderúrgicos? ¿Acaso eso no demostraría que los sindicatos pueden organizar la solidaridad internacional mejor que los trabajadores ordinarios por sí mismos?

Todo esto demuestra que los sindicatos están alertas al descontento que hay en la clase obrera, pero únicamente para controlar la lucha, no para animarla. El NUT llamará a los profesores a sabotear los piquetes de ayuda, limpieza y de abastecimiento, tal como Unison esperaba que sus miembros rompieran los piquetes de huelga en el mes de abril. En cuanto a la "carta de solidaridad" del PCS, es simplemente una ilusión para sustituir la verdadera solidaridad que el Estado ha hecho ilegal proscribiendo a los trabajadores en huelga que apoyaban las demandas de los trabajadores de otras empresas. Los sindicatos mantienen a los trabajadores divididos haciendo cumplir las leyes burguesas. La fusión internacional de los sindicatos no escapará a esta lógica, pues no hará nada para unir a los trabajadores internacionalmente.

Los trabajadores pueden desarrollar la fuerza para resistir a estos ataques si se unen con otros trabajadores, si pasan por encima de las divisiones sindicales y sectoriales, y si discuten juntos cómo oponerse a estos ataques. Esto significa tomar la lucha en nuestras propias manos, y no dejarla en la de los "expertos" sindicales, pues todos los trabajadores pueden participar y decidir cómo desarrollar la lucha. Esto significa también unirse con otros trabajadores que luchan contra los mismos ataques en otros lugares de trabajo e industrias enviando delegaciones a otras asambleas masivas, piquetes o manifestaciones. Aunque esto sea ilegal, y parezca un paso difícil, es la única manera en que los trabajadores pueden tener la fuerza para defenderse y llevar la lucha más lejos.

Ésta es la única perspectiva que nos permitirá defender realmente nuestras condiciones de vida y desarrollar la confianza para echar abajo el falso futuro que el sistema capitalista, con su crisis económica, sus guerras y sus desastres ecológicos, tiene para nosotros.

Corriente Comunista Internacional, 5 de julio de 2008

 

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[1] National Union of Teachers, Sindicato Nacional de Profesores

[2] National Association of Schoolmasters, Asociación Nacional de Maestros

[3] PCS, Public and Commercial Services Union, Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

Represión, aumento de precios, ataque a pensiones y jubilaciones… la única salida es la lucha

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La crisis que afecta desde hace cuatro décadas al capitalismo toma cada día dimensiones mayores y se expresa de forma abierta en las medidas desesperadas y agresivas que la clase dominante toma para intentar defender su ganancia, estas estrategias, cualquier que sea su tipo: promotora de la intervención estatal o neoliberal, se fundamentan en el incremento de los niveles de explotación de los trabajadores. Es por ello que a medida que la crisis se agudiza, las políticas se vuelven más duras, no es por que un tipo de gobierno o modelo económico sea mejor o peor, cualquier medida que lleve a cabo, al procurar salvar la ganancia tiene forzosamente que golpear las condiciones de vida de los asalariados, pero de la misma manera engendra nuevas secuelas o la repetición de aquellas que creía haber dejado atrás, en tanto que la crisis que enfrenta el sistema no tiene solución por más ilusiones que se construyan en las medidas económicas milagrosas que en cada momento se presume haber encontrado. Por eso cada acción tomada por la burguesía a través de sus gobiernos, muestran que el capitalismo no puede ofrecer a los trabajares otra cosa sino más explotación y mayor miseria.

No hay un solo país en el que la inflación no avance tomando el dominio del escenario económico y extienda la amenaza del hambre entre los trabajadores y demás capas de explotados, de la misma manera la restricción a las pensiones y jubilaciones que son aplicadas lo mismo por los gobiernos de izquierda que los de derecha, conduce a la compresión del salario directo e indirecto y con ello a la elevación de la explotación y de la miseria. Ante una realidad de este tipo, hay un despertar del descontento de los trabajadores, pero la clase dominante para evitar que se exprese con toda su fuerza lo mismo usa el accionar represivo que la aplicación de trampas que distraiga y desvíe el coraje, impulsando por ese motivo la presencia del sindicato y de su aparato de izquierda.

 

Gobiernos de izquierda y de derecha enemigos de los trabajadores

La ampliación de los años de trabajo para la jubilación y la modificación de las condiciones de retención y pago para esa misma prestación (es decir incremento de los descuentos y disminución del pago), es una medida que se ha impuesto por todo el planeta. El argumento que utilizan es que hay un cambio en el comportamiento de la población, de manera que los gobiernos de derecha y de izquierda amplían a 60 y 65 años la edad para la jubilación. Ese argumento es el que el gobierno de Felipe Calderón utilizó para la aplicación de la ley del ISSSTE, es el mismo que Lula, en Brasil, usó en 2003, y es el mismo que Cristina Kirchner en Argentina, Raúl Castro en Cuba y Evo Morales en Bolivia vienen utilizando para justificar dichas políticas y así encubrir la realidad, es decir que la agudización de la crisis hace que la seguridad social (que es sostenida con parte de la plusvalía social retenida por el Estado y retornada como un servicio que forma parte del salario) se convierta en una carga para el capital por lo cual, sin importar el color del gobierno, tienen que incrementar los ataques en contra de los trabajadores.

Para acallar el descontento entre los trabajadores en Cuba, Raúl Castro utiliza todo el aparato de Estado e impone a la fuerza estas medidas, y aunque lo adorna con el cuento de que hará un referéndum para su validación, las amenazas se dejan ver desde sus discursos, al señalar que la economía requiere incrementar la productividad y disminuir los subsidios, por lo que requiere a toda costa imponer mayores niveles de explotación.

Repitiendo la retórica demagógica de Castro, los gobiernos de Argentina y Bolivia llaman a la aceptación de los dictados, invocando el bien de la nación, no obstante no tienen el mismo control, lo que hace que el descontento brote, y aunque con dificultades[1], salen a las calles a manifestarse, razón por la cual estos gobiernos democráticos y de izquierda lanzan a las hordas policiales para reprimir, como lo han hecho contra los trabajadores argentinos de la provincia de Córdoba (30-julio-08), que se manifestaban en contra la "ley de previsión social y jubilación" (que entre otras agresiones contempla la reducción entre 22 y 27% de las jubilaciones), y contra los trabajadores de la mina de Huanuni, en Bolivia (5-agosto-08), que se manifestaban por aumento salarial y en contra de la que llaman "ley neoliberal de pensiones", resultando de ese ataque dos mineros muertos y cerca de media centena de heridos.

 

Con amparos y desmovilización el sindicato ayuda para hacer pasar la ley del ISSSTE

En México la afectación de las condiciones jubilación y pensión se presenta primero mediante la creación de las AFORES (englobando primero a los afiliados al IMSS), y este golpe tiene una continuación con la ley del ISSSTE.

Por esta última medida se despertó un gran descontento entre los trabajadores, al grado que hubo momentos en que logran reconocer al sindicato como un instrumento de la burguesía que trabaja para contener la movilización, sin embargo logra recuperar el control mediante una astuta distribución del trabajo entre la vieja estructura sindical (charros) y el sindicato renovado (independientes). Mientras que la vieja estructura lanza amenazas contra los que buscan movilizarse o dar cualquier tipo de respuesta, los nuevos sindicalistas se presentan convocando a la democratización del sindicato, prometiendo que sólo así se podría lograr la movilización y la lucha contra esta ley, así enfrasca a los trabajadores en una movilización que logra desviar el descontento y nulificar el coraje... durante este proceso el sindicato logra renovar su careta, en tanto algunas carteras pasan a manos de "independientes" (como en el SNTE y el STUNAM), atrayendo así la confianza en estas renovadas estructuras sindicales, asegurando un mejor control con el que impone la desmovilización[2]. A esto hay que agregar la labor de confusión que realizaron el mismo sindicato, el PRD y asociaciones de abogados, llamando a entablar amparos jurídicos para detener así esta ley.

La aplicación de amparos jurídicos, decían sus promotores, era otra forma de lucha, sin embargo al extender la idea que las instituciones jurídicas podían dar un dictamen favorable, van tejiendo la ilusión de que las leyes impuestas por el Estado pueden ser usadas para la defensa de los explotados, pero además al plantear que el problema de la jubilación es un asunto personal al que hay que defender individualmente y que basta argumentar adecuadamente los lineamientos jurídicos para lograr una solución, rompe los lazos solidarios que durante las movilizaciones y en asambleas se iban construyendo. La burguesía pudo ver que los amparos eran una buena jugada para contener la combatividad que los trabajadores venían expresando, por eso para impulsarlos el mismo director del ISSSTE amenazaba con negar el servicio a los que se ampararan y los magistrados aparentaban estar preocupados por tantos amparos, y para dar muestras de que la desmovilización y la confianza en las leyes sí da frutos, ofrecen algunas concesiones mínimas, no sustantivas, a los amparados.

Tan buenos servicios le ha dado este mecanismo de confusión y contención de la combatividad, que el aparato sindical busca renovar su campaña, llamando a una "tercera fase de amparos". En esta ocasión cuando el descontento vuelve a avivarse entre los trabajadores por verse obligado a elegir en la forma de jubilación, el sindicato se adelanta a posibles movilizaciones llamando a entablar un nuevo juicio de amparo, de esa manera rompe cualquier posibilidad de que la reflexión colectiva vuelva a prender en asambleas y movilizaciones, y sobre todo les preocupa que al descontento por la jubilación le agreguen el coraje por el aumento de precios y que esa reflexión se extienda hacia otros sectores de asalariados y que entonces la fuerza de los trabajadores tome una gran dimensión por su unidad... Por eso ante los incrementos de precios, la afectación de la jubilación y las trampas sindicales el único camino que tienen los trabajadores es la reflexión colectiva que les permita hacer un balance del papel que partidos y sindicatos han jugado en la contención de la movilización, y así preparar los nuevos combates.

Tatlin/agosto-08



[1] Las dificultades quedan expuestas, por ejemplo, en el manejo que hacen las estructuras sindicales de este descontento para desviarlo, e incluso la actitud de sectores burgueses, que como en el caso de Bolivia, buscan ganar el coraje obrero para engordar sus filas y enfrentar a la otra fracción burguesa que está en el poder y que representa Evo Morales.

 



[2] Si alguien duda del trabajo de sabotaje del sindicato, basta ver el "plantón" de la CNTE, que mantuvo encerrados durante 14 meses a los maestros, desgastando e impidiendo que realizaran un proceso de reflexión y extensión de la movilización. Ahora al levantar el "plantón", los dirigentes sindicales buscan remachar su trampa mintiendo que "lograron arrancar a la nueva ley del ISSSTE las partes lesivas..." y seguros del control que tienen preparan la "3ª ola de amparos", la apelación en Ginebra ante la OIT y la desviación del descontento hacia la defensa de PEMEX, mediante un "paro cívico".

 

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

México 68: 40 años de la masacre de Tlatelolco

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Las movilizaciones que los estudiantes en México realizaron entre julio y octubre de 1968, son, sin duda, la expresión de una fuerza social en descontento, aún cuando el significado político que las sostuvo haya estado restringido por la añoranza de las "libertades democráticas" y el respeto a la constitución. A diferencia del mayo francés, las movilizaciones de México no tuvieron un eco y extensión masiva entre los trabajadores, no obstante el descontento que expresa tiene cierta continuación de las huelgas de los ferrocarrileros de 1958 y de los médicos de 1965. No son continuación, ciertamente, en cuanto al terreno reivindicativo de las huelgas de asalariados, sí lo son en cambio en el espíritu solidario que esos movimientos construyeron en sus combates, y del coraje ante un sistema que se empeña en hablar de progreso económico y social, pero que sólo ofrece opresión. Esa misma vocación solidaria de las movilizaciones se reflejan también en la preocupación por incorporar en la lucha a los trabajadores, como se nota en la intervención continua que tuvieron mediante piquetes y brigadas de información a las zonas fabriles, y que consiguió una importante respuesta de los asalariados, mostrada no sólo por la presencia en los mítines de algunos grupos de trabajadores, sino por la simpatía que exponen abiertamente, ejemplo de ello, es la huelga solidaria de los médicos del Hospital General el 27 de agosto, la creación por los profesores universitarios de la Coalición de Maestros en apoyo a los estudiantes, y la actitud de los trabajadores del gobierno del DF cuando son llevados por la fuerza al "acto de desagravio" (28-Agosto) que el gobierno organiza, para repudiar el hecho de que la manifestación estudiantil del día anterior hubiera izado en el asta central del zócalo la bandera roja y negra; estos trabajadores expresan su solidaridad coreando "somos borregos", en el sentido de afirmar que eran una masa obligada a estar presentes y no aceptaban los argumentos oficiales.

El origen de estas manifestaciones se encuentra muy alejado de la explicación que el gobierno de Díaz Ordaz daba en ese entonces, es decir, simplificaba todo a una imitación ciega del mayo caliente parisino, o bien como producto de instigaciones de agentes extranjeros. Un mes antes de que el gobierno llevara a cabo la masacre en contra de los estudiantes, la central sindical oficial, CTM, repitiendo la consigan declaraba: "Extranjeros y malos mexicanos, actuando como activos agentes comunistas, aprovecharon reyertas sin importancia de dos pequeños grupos de estudiantes, para desatar la más grave acometida en contra del Régimen y de las Instituciones del país, adoptando para el caso, tácticas que son un remedo de sistemas adoptados por extremistas de esas tendencias, en otros confines y, muy recientemente en los disturbios de París..." (Manifiesto a la Nación, 2-09-68).

Aunque había efectivamente un ambiente agitado en el mundo por las movilizaciones parisinas, resulta falso suponer que las manifestaciones se expanden como la moda, en una imitación irreflexiva. Ese ambiente combativo y reflexivo que se animó con las jornadas de mayo en París, pudo abrir una extensión de la reflexión y de la combatividad, porque el anuncio de la reapertura de la crisis a nivel internacional generaba las condiciones objetivas, incluso en regiones como México. Es cierto también que en el marco de la "guerra fría", las fracciones imperialistas dominantes en pugna (EUA-URSS) usaban el espionaje y la conspiración como armas, pero los datos desclasificados de la policía de los EUA señalan que no había elementos para afirmar que detrás de las manifestaciones se encontraba la embajada cubana o la de la URSS; así mismo el Partido "Comunista" Mexicano (PCM) de corte estalinista, acusado por el gobierno como el brazo externo de la conspiración, aunque tuvo presencia no logró imponer su control. Por ello para explicar la movilización de miles de estudiantes de la UNAM, Poli y Normal, apoyados por universidades e institutos de otros estados, e incluso por universidades privadas (llegaron, entre agosto y septiembre, cuando alcanzan su punto más alto de combatividad, a declarar la huelga más de 70 planteles en todo el país) hay que entender que pese a las limitaciones de sus perspectivas políticas defendidas, había detrás un descontento.

 

"Desarrollo estabilizador" y desestabilización social

La ideología dominante durante los años 50 y 60 que se centraba en México en hacer creer de la existencia de un "bienestar social" generado por el llamado "desarrollo estabilizador" (período en el PIB de la economía mexicana crecer consecutivamente sin contar con inflación) y la promesa hacia los jóvenes de la "escala social" alcanzada por la "superación" mediante el estudio. Esto logra marcar una cultura un tanto conservadora entre la generalidad de los jóvenes de ese entonces. Incluso la "contracultura" del rock y el hippismo, eran expresiones muy marginadas que no lograban ser referencia por la prohibición, la persecución y represión policial que se desataba en contra de las expresiones definidas como "exóticas"; había, por ejemplo, una aversión y agresión expuesta mediante redadas policiales en contra de los "melenudos".

Por otro lado existía una muralla ideológica difícil de enfrentar, dado que, por una parte está toda la tradición nacionalista impulsada desde el gobierno y su partido (PRI), ensalzando los "logros" de la "revolución mexicana", y secundada fundamentalmente por el Movimiento de Liberación Nacional (que agrupaba al conjunto del aparato de izquierda del capital y era encabezado por el ex presidente Lázaro Cárdenas) y por el estalinismo, representado por el PCM (los "pescados", como se les apodaba en ese entonces, aún cuando no tenía registro y reconocimiento legal, mantenían una presencia que les permitía contar con cercanía -léase control y apoyo logístico- de los gobiernos en turno).

De manera que fenómenos como la guerra de Vietnam y el accionar belicista de los EUA frente a América Latina (por ejemplo la invasión de Bahía Cochinos en 1961, o la de República Dominicana en 1965), generaban sin duda procesos reflexivos entre los trabajadores, muy particularmente entre las generaciones jóvenes, pero el mismo dominio de la ideología patriotera no permitía ir más allá de alentar una actitud "anti-imperialista", más concretamente anti EUA, por eso hay una facilidad para atrapar la simpatía hacia Castro y el che Guevara (que en 1967 había sido abatido en Bolivia). El peso de la contrarrevolución, como en el resto del planeta, pesaba sin duda y se acrecentaba en regiones de la periferia en las que la tradición y la experiencia de combate son menores...

Aunque había un ambiente ideológico lleno de dificultades, los problemas económicos de ese sistema que aseguraba haber desterrado la crisis de manera permanente y que había alcanzado la creación de un sistema de "beneficio compartido", se va agrietando, dando muestras de lo falso que resultaba el "desarrollo estabilizador". Las movilizaciones de los maestros y de ferrocarrileros en 1958[1], así como de los médicos en 1965, se convierten en respuestas, un tanto aisladas, de un proceso que va anunciando el avance de la degradación de la situación económica, de manera que una gran combatividad obrera queda expuesta, pero también se expone la brutalidad del sistema que acalla a todo descontento imponiendo la fuerza. Ante todas estas movilizaciones el gobierno no tuvo más respuesta que la represión, usando lo mismo a la policía que al ejército, y abarrotando las prisiones con trabajadores.

Los estudiantes no son un cuerpo social homogéneo, no obstante, desde los años 50, con la ampliación de la matricula universitaria por la necesidad del capital de fuerza de trabajo calificada, hay un crecimiento de hijos de trabajadores que van incorporándose a los centro de estudio superiores, y por tanto esa masa vive de forma directa las penurias y opresión de sus padres, y que se refleja en su preocupación por asuntos sociales y políticos, que va transformando ese ambiente conservador que la ideología dominante se encargó de crear, para alentar un proceso reflexivo, que por su retrazo se detiene en lo contestatario y en exigencias democráticas, que no ponen en duda al sistema dominante, pero expresan su rechazo a la opresión que se percibe.

Este ambiente opresivo (y su rechazo) fue el mismo que hizo crecer un conflicto de poca importancia como lo fue la pelea callejera (del 23 de julio del 68) entre grupos de jóvenes y que abre una represión exagerada, golpeando y deteniendo estudiantes incluso dentro de la propia escuela. Más aún, el acto de aparente protesta del 26 de julio que convoca la FNET (grupo afín al gobierno, y que es antecedente de las actuales federaciones de estudiantes, conocidos como "porros", que aún actúan en el Poli, y que sirven como grupos de choque) salen de su control, por lo que la misma FNET solicita a la policía la represión, que sin tardanza llega, arrasando incluso con la manifestación de apoyo a Cuba organizada por el P"C"M. Esa misma noche la Escuela de Economía del IPN declara la huelga en repudio a la represión.

La ferocidad de la actuación policial destapa un ambiente solidario que se esparce con gran velocidad, de manera que al día siguiente las preparatorias 1, 2 y 3 (de la UNAM) son tomadas por los estudiantes exigiendo la libertad de sus compañeros detenidos... por la noche de ese día se lanzan nuevamente a los granaderos, pero esta vez los estudiantes responden, prolongándose los combates por varias horas, resultando de ello heridos y más detenidos. Por primera vez, El jefe de la policía del DF, general Luis Cueto en conferencia de prensa expone la explicación a la que recurrirán constantemente: se trata de "un movimiento subversivo" que "tiende a crear un ambiente de hostilidad para nuestro gobierno y nuestro país en vísperas de los Juegos de la XIX Olimpiada" (El Universal, 28-07-68).

Se abre así un período de combates callejeros continuos, en los que por lo masivo de los contingentes estudiantiles logran derrotar a la gendarmería, motivo por el cual lanzan a las tropas del ejército a respaldar los ataques de la policía antimotines, respondiendo con mayor brutalidad, al grado que la noche del 30 de julio, disparan un proyectil de bazuka sobre las puertas de la preparatoria 1.

Pero si la agudización de la represión iba tomando mayor dimensión, los lazos solidarios en la masa estudiantil se acrecentaban también, no así su claridad política, tal afirmación es comprobada por el pliego petitorio levantado por el Consejo Nacional de Huelga (CNH, creado el 2 de agosto), el cual no refleja sino reivindicaciones democráticas y "mejoramiento" de las leyes y las instituciones: 1. Libertad de los presos políticos; 2. Derogación de los artículos 145 y 145 bis del código penal y que referían al delito de disolución social; 3. Desaparición del cuerpo de Granaderos; 4. Destitución de los jefes de la policía del DF; 5. Indemnización a los familiares de heridos y muertos en los enfrentamientos de los días anteriores; 6. Deslinde de responsabilidades de los funcionarios culpables de la represión.

Estos puntos que definieron el programa del CNH, muestra el respeto que guardan al sistema, y es representativo el hecho de que la masa de estudiantes que fueron capturados el 18 de septiembre, cuando el ejército toma la Ciudad Universitaria, cantaran el himno nacional, como intentando conmover a la soldadesca con su patriotismo. Es evidente que las dificultades del momento impedían llevar más adelante la reflexión, algunos sectores intentaron llevarla más allá, por ejemplo, el núcleo encabezado por José Revueltas logra criticar al estalinismo y busca dar una orientación de clase al movimiento, sin embargo se quedan atrapados en una maraña ideológica, lo mismo sucederá en años posteriores: queriendo superar la esperanza en la democracia y demostrar el carácter burgués del P"C"M, todo el coraje se perderán en la creación de grupos guerrilleros.

 

La masacre de Tlatelolco

En el mes de septiembre las respuestas del Estado eran cada vez más agresivas: ataques con grupos paramilitares, toma militar de la UNAM y el Poli, con lo que preparaban la masacre...

Luego de la toma de las instalaciones de la UNAM, la actividad política se concentra en el IPN y los barrios que circundaban esas escuelas, por ello no tardan en arremeter contra los politécnicos, tomando sus instalaciones, no sin que se dejaran de desarrollar los más feroces combates, en los que la solidaridad toma una presencia destacable, incorporándose incluso estudiantes adolescentes de secundaria, y creciendo el apoyo de los habitantes de los barrios que lanzaban agua caliente y objetos desde sus ventanas en contra de la policía.

Pero la preocupación del gobierno era controlar las movilizaciones antes del 12 de octubre, día que darían inicio las denominadas "Olimpiadas de la paz".

De manera que, como lo han confirmado las investigaciones recientes de periodistas, a través del Estado Mayor Presidencial se crea un plan denominada "Operación Galeana" con el objetivo de detener a los representantes ante el CNH, y cortar las movilizaciones mediante una brutal lección, haciendo aparecer esta acción como una respuesta al ataque de los estudiantes. Así, en la concentración masiva convocada el 2 de octubre en la plaza de Tlatelolco, entra en acción, vestidos de civil, el "Batallón Olimpia", continuando la operación 3 batallones más del ejército (con tanquetas y helicópteros), asesinando a un número indeterminado de jóvenes (algunos datos refieren entre 350 y 400 los muertos) y deteniendo a más de 2 mil. A lo largo de los meses seguirán siendo detenidos más estudiantes y profesores, abriendo así una política sistemática de represión y exterminio de toda disidencia, vale recordar la masacre estudiantes el 10 de junio de 1971 y la actuación de grupos paramilitares (Brigada Blanca y el Grupo Jaguar) que hacen de la desaparición política, la tortura y el crimen, medios predilectos de acción.

Esta ferocidad del Estado y la pobreza del proceso reflexivo condujeron a un accionar desesperado y romántico, que alentó la formación, durante los años 70, de grupos guerrilleros, y que trunca la posibilidad de dar corrección, continuidad y avance a la experiencia combativa desplegada durante las movilizaciones del 68.

Dicho esto, no significa que se valide la argumentación que de estos hechos sangrientos el Estado presenta, en el sentido de señalarlos como simple respuesta de un gobierno insensible, y que por ello el Estado actual recoge el espíritu del 68 y lo refleja en la democracia que se vive hoy. Hipócritamente la burguesía afirma que tales sucesos son cosa del pasado, inclusive se ha levantado un museo en honor a los masacrados, y el PRD ha informado que solicitará que en el Muro de "Honor" de la cámara de diputados se ponga en letra de oro la leyenda: "Movimiento Estudiantil de 1968", con ello pretenden ocultar que el terror del Estado no hace sino presentar el verdadero rostro del capitalismo y de la democracia, porque crímenes como el del 2 de octubre, mientras el capitalismo subsista, no son asuntos del pasado.

Rojo/abril-2008



[1] La influencia del estalinismo -PCM y Partido Obrero Campesino (POC)- siguiendo su vieja estrategia desvían la lucha de los trabajadores de los ferrocarriles por aumento salarial hacia la "democratización del sindicato, terminando en una derrota de la huelga.

 

Geografía: 

  • Mexico [35]

Historia del Movimiento obrero: 

  • 1968 - Mayo francés [12]

Asunto PEMEX: Derecha e izquierda atacan al proletariado

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Desde que el Estado mexicano inicio con su famosa "reforma energética" se desato una verdadera avalancha de veneno nacionalista contra la clase obrera, tanto por parte de la derecha que llama a defender la economía nacional a través de la "modernización" de la paraestatal; como por parte de la izquierda que llama a "defender a Pemex" y defender también al "petróleo que es nuestro" (sic!). Estas posturas se han desarrollado a través de una guerra mediática y una costosa y ensordecedora campaña.

 

Reforma del Estado: derecha e izquierda defienden al capital

En nuestras páginas hemos ya abordado el asunto de las nacionalizaciones y las razones a las cuales responde el fenómeno de las privatizaciones. Recordemos simplemente que tanto la derecha como la izquierda son parte indefectible del sistema capitalista y que ambas expresiones políticas defienden un solo campo: el de la burguesía. "Esta diferencia FORMAL entre proyectos, no significa que se presente una fracción burguesa «progresista y nacionalista» y otra «liberal y entreguista» (como lo pretende mostrar la prensa), ambas fracciones son igual de reaccionarias, sin embargo no definen un acuerdo que les permita establecer una propuesta homogénea para encarar a la crisis y con ello pretender relanzar el proceso de acumulación (y que les permitiría cumplir así con sus sueños de crecimiento continuo del PIB), pero además se enfrentan por definir cómo ha de distribuirse entre sus diferentes fracciones la renta generada por el petróleo" (RM 105). El aspecto de enconada oposición que se aprecia entre la "reforma calderonista", los "matices del PRI" y la reforma que presentará la izquierda (en particular el Frente Amplio Progresista (FAP) de López Obrador) esconde en realidad una pugna terrible por ver qué fracción de la burguesía sale más beneficiada de este asunto. Todos los discursos sobre los "beneficios para los mexicanos" son sólo manipulaciones ideológicas para disfrazar sus pugnas internas.

Recordemos que en el marco de la famosa "Reforma del Estado" la burguesía mexicana emprendió, desde la década de los 80, una serie de esfuerzos para adaptar su aparato estatal al desarrollo de la crisis mundial y a una situación social donde los trabajadores empezaron a desarrollar protestas importantes. En este sentido se planteó una reforma electoral (la creación del IFE) para reforzar una democracia asentada sobre una credibilidad ya casi nula, se reformó también el marco sindical (creación de la UNT -Unión nacional de trabajadores- y se destituyó a viejos caciques sindicales: La "Quina" en Pemex, y Jongitud Barrios en el magisterio) para adaptar y flexibilizar su aparto de control sindical, existe también la reforma laboral, reforma de la seguridad social, reforma económica y energética. No debemos perder de vista que este proyecto de "reforma del Estado" encierra varios aspectos en los que sobresalen dos: necesidad para la burguesía mexicana de enfrentar la crisis mundial y necesidad de reforzar sus instrumentos de dominio contra el proletariado. La burguesía, con sus resistencias y dramáticas convulsiones (asesinatos de Estado, escándalos de corrupción, ajustes de cuentas, etc.) venía avanzando en ese trayecto; sin embargo, la última década está marcada por serias dificultades de la burguesía para consolidar su proyecto. Por ejemplo, los esfuerzos alrededor de la reforma electoral han sido cuestionados abiertamente por una de sus fracciones y la credibilidad en el IFE es atacada por los mismos partidos políticos (el PRD en primer lugar) acusando abiertamente a este "organismo ciudadano" de corrupto y fraudulento. Por otro lado la reforma sindical se ha visto entorpecida por la mezcla de intereses de unas fracciones que sacan provecho del apoyo electoral de ciertos caciques sindicales (la maestra Gordillo , lideresa vitalicia de los maestros, vaya ejemplo de modernización!!).

Por otro lado a nivel económico, la burguesía había avanzado sin mucho tropiezo por el camino de la privatización de sectores enteros de la economía: ferrocarriles, puertos, televisoras, teléfonos de México e incluso petroquímica secundaria, todo ello sin provocar la rasgadura de las vestiduras de alguna fracción. Evidentemente, salvo el griterío y la simulaciòn de la izquierda que siempre asume su función de «oponerse» a las medidas como estas para después legitimar ante los trabajadores su labor al lado de la defensa del capital. A finales de los 80 y principios de los noventa la burguesía estaba de acuerdo, globalmente, con estas medidas y todas las fracciones, con sus diferentes lenguajes, apoyaban las privatizaciones ya que les permitía:

-aliviar un poco el alto déficit en el presupuesto estatal, les permitía mantener la nariz fuera del agua;

-rentabilizar ramas de la producción que habían caído en el abandono casi total;

-evitaba así que el Estado apareciera directamente como el "patrón" en los conflictos sociales que la misma crisis anunciaba.

Las divergencias entre las fracciones de la burguesía empezaron a agudizarse conforme la crisis y la descomposición social han avanzado a pasos acelerados y donde la misma reforma del estado planteaba reacomodos y redistribuciones de las fracciones del capital. Los beneficios se reducen y los beneficiarios también, cada gobierno en turno saquean porque sabe que tal vez no regrese al poder o para cuando lo haga sabe que habrá menos. Las disputas electorales no son por ver "quién sirve mejor al pueblo" sino que representan verdaderas pugnas por ver que fracción toma el timón del Estado y con ello, beneficiará a una parte de capitalistas.

Desde la transición de Fox a Calderón las cosas se dividieron al extremo y las fracciones se disputan cada coto de poder. Es por ello que la reforma de Pemex (luego vendrá la inversión privada en la generación de energía eléctrica) ha generado tantos dimes y diretes, el contexto es diferente a los 80 y hoy el descontento social está al borde de la explosión.

 

La consulta del FAP: la izquierda del capital en acción

El descontento social es innegable y la burguesía es capaz de aprovechar hasta sus pugnas para revertir lanzar contra el proletariado una campaña nacionalista de dimensiones que sólo se pueden explicar por las necesidades de control y mistificación del capital. "La burguesía requiere afianzar su control mediante la extensión de una campaña de confusión, para ello viene alentando un ambiente nacionalista, para que en nombre del rescate de la nación se someta el descontento proletario, evitando entonces que los asalariados y las clases no explotadoras (como los campesinos pobres) que también se han visto afectadas por las medidas gubernamentales, desplieguen movilizaciones en defensa de sus condiciones, quedándose atadas a las consignas como la defensa de PEMEX y del mercado nacional, esterilizando así cualquier movilización" (RM 103). En esta tarea la izquierda es una herramienta fundamental en el arsenal del Estado.

Recientemente el FAP ha empezado a desplegar una serie de campañas a través de las famosas "consultas ciudadanas", bajo la forma de preguntas cerradas que impiden cualquier reflexión la izquierda ha iniciado una campaña para involucrar a los trabajadores en la defensa de la economía nacional, este "programa" se reforzará con "movilizaciones pacíficas" (en agosto la primera), el objetivo: defender PEMEX!. Recordemos que la función social que el capital ha dado a la izquierda es el encuadramiento de la clase obrera  y para ello es importante que lo haga desde la oposición. A nivel de su lenguaje si bien ya no hay un lenguaje "marxista y obrero", éste se ha convertido en un lenguaje democrático y de defensa de las causas ciudadanas. Sin embargo, en momentos en que las luchas obreras se desarrollen y radicalicen no deberá sorprendernos que ese lenguaje cambie y le salga lo "proletario".

Detrás de la consulta del FAP está un ataque brutal contra la conciencia de los trabajadores:

-elimina la noción de clase explotada y la sustituye por ciudadanos, atacando la identidad del proletariado;

-mete a los obreros en una lucha por reformar al capital para ocultar así la necesidad de su abolición;

-alimenta la defensa de la democracia y sus instituciones para enterrar la idea de revolución. AMLO defiende abiertamente la idea de un cambio "a través de las elecciones";

-la defensa de PEMEX y "nuestro petróleo" conduce a la defensa de la nación, a la defensa de la economía nacional, es decir, mientras la clase obrera a nivel mundial hace esfuerzos por reconocerse como una clase mundial, el FAP y la derecha se encargan de hundir al proletariado en la ciénaga nacionalista lo cual evita que los trabajadores de la región se reconozcan en sus hermanos del resto del mundo.

Los ataques contra nuestras condiciones de vida van a continuar; los esfuerzos de la burguesía para impedir que los trabajadores reflexionen sobre cómo y con qué medios responder se van a potenciar. El camino de la discusión y de la reflexión colectiva es un instrumento que los trabajadores debemos  poner en marcha para empezar a crear las condiciones de una respuesta colectiva y unida a estas  embestidas del capital.

Marsan. 13-08-08

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Lucha de clases [2]

PRD: ni la fracción de López Obrador ni la de Jesús Ortega representan al proletariado

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En RM N° 104 (may-jun 2008) recordábamos el origen burgués del PRD como un baluarte del proyecto político "modernizador" de la "transición democrática" "que daría un impulso al nuevo juego de partidos y representó hace casi veinte años (mayo de 1989) el intento más serio de la burguesía para darse una izquierda más fuerte frente a las carencias perennes de tantos partidos que no habían logrado cuajar un producto aceptable hasta ese momento. Recuérdese cómo sus antecesores inmediatos el Partido Comunista Mexicano (PCM) y el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) se habían fusionado en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y luego, en 1988, este último devendría en el Partido Mexicano Socialista (PMS), pero sin consolidar un partido y un liderazgo aceptable para arrastrar a las masas tras la mistificación electoral. El parto esperado fue en mayo de 1989 cuando buena parte del PMS junto con la "disidencia" del PRI (los Cárdenas, los Muñoz Ledos...) dieron lugar al PRD, registrándose en la Comisión Federal Electoral. La burguesía cantaba loas al nuevo partido de izquierda que vendría a renovar su fachada democrática tan desdibujada con más de sesenta años de partido único de Estado". Establecíamos también que el PRD experimentaba, en los últimos meses, una de sus peores crisis desde su creación, conflictos perenes determinados precisamente, primero, por la competencia capitalista por la parte del león y luego, por la descomposición social generalizada de la sociedad capitalista que es desde hace ya casi tres décadas la tendencia dominante manifestada por la impulsión profunda e irrefrenable al "sálvese quien pueda", al "cada quien a lo suyo. Una situación repetitiva como lo demuestran las pugnas electorales internas del PRD como las de 1999 y las del 2002 cuando ese partido se vio envuelto también en las mismas disputas que anunciaban ya la ruptura pronunciada de hoy.

 

Efectivamente, este partido se encuentra en serias dificultades y en riesgo de desaparecer por sus disputas internas pero también por las acciones de otros grupos de la burguesía que han trabajado para debilitar su principal liderazgo, los amlos y encinas, como un medio para sacar adelante sus propios planes, por ejemplo, aquéllos que están pugnando por la privatización de PEMEX (y a quienes les estorban las acciones nacionalistas igualmente burguesas de la fracción de AMLO que enarbolando esta supuesta defensa del "interés de las mayorías" esconde sus propios apetitos por ese pastel), y apoyando al mismo tiempo al grupo de los chuchos como una estrategia para llevar adelante sus planes. Es decir, estamos ante un escenario particularmente ilustrativo de lo que significa la tendencia al "cada quien a lo suyo", pues en aras de favorecer sus planes, esos grupos antagónicos a AMLO no tienen en cuenta la necesidad de apuntalar también a su izquierda, sobre todo a aquella parte que puede cumplir mejor la función de encuadramiento de los trabajadores por su imagen de "independiente", de "radical". Una situación que el Estado burgués, como un todo, está obligado a tratar de corregir pues esta tendencia irracional que se manifiesta en algunas de sus fracciones enquistadas en el gobierno federal no calcula en su real dimensión el daño que causa al aparato político de mistificación en su ala de izquierda, la cual requiere de inmediato un reforzamiento urgente[1]. Una necesidad cuya solución no es tan fácil debido, precisamente, al estrechamiento del margen de maniobra provocado por la agravación sin precedente de la crisis capitalista que condiciona de manera brutal la competencia económica y política entre los diversos grupos capitalistas por imponer su hegemonía en el control del Estado.    

 

Amlos contra chuchos: un terreno de pugnas burguesas   

Últimamente se ha insinuado (sobre todo en el medio universitario, aunque también se puede sentir en las discusiones de la calle, en los centros de trabajo) que esta pugna polarizada entre los amlos-encinas-ebrards por un lado y los chuchos-zavaletas-cárdenas por el otro, alineaciones tras las cuales se agregan otros grupos menos fuertes dentro del partido, expresa una lucha entre proyectos de clase distintos, es decir entre la burguesía y el proletariado, las dos clases fundamentales de la sociedad capitalista. Esta idea ha sido inducida por años en la cabeza de la clase trabajadora por los medios de difusión de la burguesía para desvirtuar completamente la propia historia de aquélla. Pero es una mentira en toda la línea y se trata, pura y llanamente de un enfrentamiento entre diferentes bandos burgueses por el control del partido, lo que les brinda la plataforma para influir en las grandes decisiones económicas y políticas del país en beneficio de sus promotores; si hubiera alguna duda, sólo bastaría una somera revisión de la historia del PRD[2] para verificarlo, lo que en buena medida ha contribuido, sin que el Estado pueda apenas disimularlo hasta ahora, al gran desprestigio de su ala de izquierda. Es pues esta opción, la cual requiere urgentemente de un tratamiento cosmético imprescindible para seducir a la clase obrera, pues es insustituible en el juego político de la burguesía (división del trabajo contra el proletariado entre la derecha y la izquierda principalmente, pasando por los otros partidos complementarios de "centro", los "socialdemócratas" -¡el PRI se autodenomina así últimamente! y va, con fuerza creciente, en pos de recuperar sus privilegios perdidos hace casi una década-; la "chiquillada" -partidos que funcionan como fieles de la balanza en determinada coyuntura política-; etc.

 

Pero mucho menos debe confundirse esta pugna interburguesa con aquella épica lucha que la clase obrera libró, al nivel del partido proletario, entre los bolcheviques (la mayoría) consecuentes con el programa comunista contra el oportunismo de los mencheviques (la minoría) en el segundo congreso del POSDR (Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia) en 1903. ¡NADA QUE COMPARAR! Aquélla fue esencialmente un episodio protagonizado entre dos corrientes políticas pertenecientes al proletariado, una de las cuales (los mencheviques) se desbarrancaba aceleradamente hacia el abismo de la conciliación de clases frente a las nuevas exigencias que brotaban del periodo revolucionario donde la clase obrera estaba llamada a protagonizar un rol central como el agente del cambio radical hacia el comunismo. Efectivamente, los bolcheviques plantearon un combate de tipo político donde la cuestión central versaba tanto en torno a cuestiones programáticas (la naturaleza de la revolución que se avecinaba) como organizacionales (qué tipo de organización de partido se necesitaba para el nuevo periodo)[3]; nada que ver con la competencia capitalista descarnada entre estos grupos de la burguesía de izquierda, los cuales disfrazan sus pugnas como una lucha entre diferentes alternativas.  

 

RR/Agosto del 2008



NOTAS:

[1] Algunos ideólogos de la burguesía ("especialistas" economicistas, politicólogos, historiadores...) hablan claramente de la necesidad imperiosa de una izquierda fuerte, más aún frente a la aceleración, profundización y extensión de la crisis capitalista que está condenando a la clase trabajadora a la mayor degradación de su historia, lo cual puede detonar una respuesta como clase por parte del proletariado. Ellos recomiendan a la burguesía fortalecer a esta fuerza con la que cuenta el abanico de mistificación y encuadramiento del aparato estatal para que contenga los posibles intentos por buscar alternativas propias a su situación de miseria insoportable. 

[2] No aludimos a los otros partidos (PRI, PAN, PT, Convergencia, Alianza, Verde Ecologista, principalmente) pues es al PRD al que los medios de difusión de la burguesía han promovido desde mayo de 1989 como "el partido de los pobres", cuyos liderazgos han cambiado según las circunstancias y las necesidades del Estado capitalista. ¡Un engaño colosal!  

[3] Ver www.internationalism.org [9]

Situación nacional: 

  • Mexico [1]
  • Conflictos interburgueses [13]

Terror de Estado, terrorismo guerrillerista: El proletariado entre la espada y la pared

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Después del bombardeo a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, desde el aparato de la izquierda radical del capital se había denunciado este bombardeo calificando como un "crimen de Estado", exaltando y justificando la actuación de las FARC diciendo que es una respuesta "legitima" a la represión.

Anteriormente hemos dicho que el mensaje gubernamental y guerrillero, uno y otro asocian a las FARC con el marxismo, por tanto el accionar de la guerrilla y la campaña del Estado se combinan y complementan para denigrar el marxismo acusándolo de terrorista. Pero además de tal campaña de confusión, ambas fuerzas en disputa colocan a los trabajadores en medio de una guerra que cobra cientos de muertos y en la que ninguno de los bandos les puede ofrecer eliminar su condición de explotados.

Más tarde el rescate de Betancourt ex candidata a la presidencia de Colombia, cautiva por la guerrilla colombiana, ha dado paso a una intensa campaña sobre las atrocidades guerrilleras. Sin embargo estas denuncias olvidaban sospechosamente, el terror de Estado colombiano ejercido sobre la población trabajadora de ese país.

El Estado colombiano, como todos los Estados, instrumento de la burguesía

Marx y Engels dejaron muy claro que el Estado capitalista es una junta de la clase burguesa para defender sus intereses comunes. Así pues, el Estado es el garante que permite mantener las condiciones de acumulación del capital, es decir, mantener las condiciones que permitan proseguir la explotación de los trabajadores y opresión de otras capas no explotadoras, y para ello cuenta con importantes armas, por un lado están la leyes, el engaño a cargo del parlamento, sindicatos y todo el aparato de difusor de su ideología, por otro lado, las cárceles, jueces, policía y las fuerzas militares y paramilitares. Estas sirven para buscar que los explotados y oprimidos acepten su propia condición de explotación, pero también para reprimir todo tipo de descontento y todo tipo de organización de los explotados. Ese es el papel del Estado en todo el mundo, controlar, engañar y reprimir.

En Colombia, no encontramos un gobierno propiamente "fascista", la práctica sistemática de represión se cumple lo mismo por un gobierno de derecha como por uno de izquierda (como lo hizo Salvador Allende en los 70s del siglo XX o como lo hizo hace pocas semanas Evo Morales). Aunque se acuse al marxismo de tener una visión utilitarista y anticuada del papel del Estado capitalista, la realidad muestra que más allá de las modas sociológicas, el Estado sigue siendo la espada desenvainada de la clase burguesa contra los trabajadores. Por ello las fuerzas estatales tanto oficiales como las extraoficiales (por ejemplo las llamadas "Águilas negras") tendrán el mismo papel que en cualquier parte del mundo, asesinos al servicio de la burguesía.

Ni Uribe, ni las FARC...

Las condiciones de miseria y explotación y opresión han generado en Colombia un creciente descontento en los trabajadores, los cuales buscan la forma de expresar este descontento emprendiendo luchas reivindicativas, la respuesta de los gobiernos democráticos ha sido sangrienta: más de 2 mil 554 trabajadores asesinados por el delito de luchar por mejores condiciones de vida. La población rural no lo pasa mejor ante sus demandas de lucha, mil 700 indígenas han sido masacrados, y despojados de sus tierras.

Además de centenares de montajes judiciales contra hombres y mujeres que son perseguidos y acosados por emprender una lucha mínima de sobre vivencia. Miles de presos políticos que sufren torturas en las cárceles, que a veces se transforman en asesinatos, que los carceleros disfrazan como "suicidios".  Huyendo de esta represión estatal y paramilitar, la cuenta alcanza 4 millones de personas desplazadas, que se amontonas en los cinturones de miseria de las ciudades colombinas y los países vecinos, y que son presa de todo tipo de delincuencia. Desplazamiento humano estadísticamente solo por debajo de Sudan.

En las dos últimas décadas son cerca de 15 mil asesinados y desaparecidos (la desaparición y la tortura no sólo la aplican a guerrilleros sino de manera generalizada contra cualquier expresión de descontento), la desaparición tiene su objetivo sicológico de sometimiento pues el Estado busca que el terror perdure, prolongando así la angustia en los sobrevivientes.

Sin duda la realidad superara con mucho este breve listado, no podemos describir el drama que sufren los explotados, viviendo en la angustia constante que desgarra el corazón y la conciencia. Pero precisamente esta situación predispone a tomar medidas de respuesta que tienen una lógica infernal de la cual es muy difícil escapar. Todas estas atrocidades de la represión capitalista, provocan coraje y rabia e indignación, y se corre el riesgo de no encontrar una respuesta proletaria, que puede conducir unos cuantos a dar  una respuesta en un marco minoritario y falso.

Ese ambiente de coraje presente entre los explotados por la acentuación de la explotación y la represión es complementada por la guerra (principalmente las FARC), por una parte el coraje real es desviado al canalizarlo hacia las respuestas militaristas, que consume, desgasta y lanza a batallas en las que pierden la vida cientos de explotados por intereses que son ajenos a su clase, pero además, no se puede olvidar que las FARC desarrollan enrolamientos forzosos (o con engaños) de la población campesina lanzándola como carne de cañón en una guerra que no es la suya, colocando así a los trabajadores y campesinos depauperados entre dos fuegos.

... La verdadera respuesta de los trabajadores está en su unidad

La respuesta de los trabajadores en un ambiente de represión y violencia dirigida lo mismo por el Estado que por la guerrilla es sumamente difícil, pero es fundamental que tome claridad que no tiene ningún interés que lo una a la democracia que pregona el gobierno, ni a las promesas pretendidamente liberadoras de la guerrilla. Por eso hay que dejar claro que manifestaciones "antiviolencia" organizadas por la burguesía como la del 20 de julio, que fue encabezada por el presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez y la cantante Shakira, no son un marco en el que los trabajadores puedan actuar. Por el contrario, si bien es preciso tener una práctica alejada de los programas y métodos de las FARC (sustentados en la violencia ciega y desesperada, pero sobre todo en la alianza directa o diplomática con sectores de la clase dominante, como lo es el narcotráfico o gobiernos como el de Venezuela), la respuesta no se encuentra tampoco en el pacifismo hipócrita que promueve el gobierno.

La respuesta de los trabajadores esta en su unidad y su autonomía política, una respuesta real consiste mantenerse en su verdadero terreno de lucha: el de la solidaridad entre hermanos de clase, el de la huelga de masas, creando formas de organización fuera del parlamento y sindicatos. La respuesta de los trabajadores consiste en la creación de grupos de discusión, comités de lucha, llevando la lucha por mejores condiciones de vida como consigna de combate y aglutinación de fuerzas, arrastrando tras de sí a las otras capas no explotadoras de la sociedad. Ante la represión e hipocresía del gobierno y la violencia ciega de la guerrilla la clase obrera debe hacer ver su fuerza mediante su unidad expresada en asambleas generales, que permitan controlar sus movilizaciones y sus huelgas.

Vania/agosto-2008

Geografía: 

  • Colombia [36]

El Partido es una necesidad para el triunfo de la revolución

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En este periodo, caracterizado por el surgimiento de minorías en búsqueda de las posiciones proletarias y con iniciativas de agruparse y discutir sobre ellas, uno de los temas planteados alredor de todo el mundo es el del Partido. La comprensión de esta cuestión es fundamental para el triunfo de la revolución y por ello también todo el medio internacionalista siente la necesidad de profundizar sobre este tema tan basto. Como parte de este esfuerzo de la clase, plantearemos muy brevemente algunos puntos sobre la función del partido.

 

El partido es parte vital de la clase

La historia nos muestra que el movimiento obrero tiende a generar su partido. Esto se ve ejemplificado por el agrupamiento de revolucionarios a lo largo de la historia: La Liga de los Comunistas, las Internacionales I, II y III, las fracciones de Izquierda, las organizaciones del medio internacionalista actual, etc. El carácter mundial del proletariado determina que su organización revolucionaria tenga un carácter unitario, expresión de la unidad de la clase y de su programa, que en la práctica se traducen en la tendencia histórica a la formación de un partido centralizado a nivel internacional.

 

El surgimiento permanente de organizaciones revolucionarias del proletariado, de forma general, es expresión de la vitalidad del movimiento de la clase, como clase histórica y revolucionaria, y es expresión del desarrollo de la conciencia que se da en ella. El carácter heterogéneo del desarrollo de la conciencia en la clase hace surgir minorías de elementos que se cuestionan, antes y de manera más profunda que otros, sobre las condiciones de explotación en que viven y la posibilidad de terminar con esa explotación y que buscan agruparse para esclarecer los objetivos y medios de lucha de la clase y actuar conforme a éstos. El partido se construye en momentos de auge de la lucha proletaria a partir de esas organizaciones y elementos que trabajan concientemente para su formación.

 

De esta forma, las organizaciones revolucionarias, y en su momento el partido, surgen como una necesidad de la clase y son parte ella, su fracción más consciente y más activa. "Así, el objetivo comunista del proletariado engendra una organización política que, en la teoría (el programa) y en la práctica (la actividad) defiende las metas generales del conjunto del proletariado... Expresa la tendencia permanente al resurgir de una conciencia unitaria de clase... Como memoria de la irremplazable experiencia del movimiento obrero pasado, es la expresión más consciente de las metas generales e históricas del proletariado mundial...Sin ella la vida de la clase se vería privada de una de sus funciones vitales... Por eso renace de manera constante esa función..."[1].

 

El partido dirige hacia el triunfo revolucionario

A diferencia de otras revoluciones, la revolución proletaria exige la participación directa, constante y activa de toda la clase, de sus organizaciones unitarias o consejos obreros en relación estrecha y permanente con su partido. La relación del partido con el resto de la clase es una relación compleja que se puede entender analizando profundamente el papel de las organizaciones revolucionarias a lo largo de la historia. Es una relación dialéctica en que ambas partes se retroalimentan para hacer avanzar el movimiento proletario hacia su objetivo histórico. El partido es un factor activo en la vida de la clase. Tie­ne como principal función la de contribuir en el proceso de toma de conciencia en la clase y ser el crisol de la elaboración programática. El partido analiza amplia y profundamente las condiciones de la lucha en cada momento, y bajo este análisis dirige el movimiento de la clase porque tiene una visión más completa de éste. A su vez, este análisis no puede partir más que del movimiento real de la clase que analiza y reconoce como suyas las consignas del partido. La función de éste, de manera concreta, se desarrolla a través de un esfuerzo constante de elaboración teórica, de intervención decidida en las luchas de clases mediante la propaganda y la agitación, de actividad organizativa por el desarrollo cuantitativo y cualitativo del propio partido.

 

La función del partido evoluciona necesariamente con los cambios históricos y con la relación de fuerzas entre el proletariado y burguesía. En la ascendencia del capitalismo la función política del partido se vio relegada a un segundo plano, detrás de la lucha sindical; la posibilidad de reformas económicas y políticas inmediatas primaban sobre la lucha por el comunismo. La entrada del capitalismo en la decadencia, marcada por el estallido de la Primera Guerra Mundial, puso al orden del día la Revolución comunista y por ello el partido del proletariado desarrolla funciones acordes a la nueva situación.

 

En poco más de 10 años, a partir de 1914, las organizaciones revolucionarias de la clase tuvieron que adaptarse a las nuevas condiciones: el movimiento obrero se vio enfrentado a la traición de la Socialdemocracia, a los efectos de la guerra, al peso de la época reformista en sus partidos, en fin. al aislamiento de la revolución rusa y la derrota de este primer intento de revolución mundial. Sin embargo, las Izquierdas en la Segunda Internacional y en el inicio de la Tercera Internacional cumplieron su función defendiendo los principios proletarios y la perspectiva revolucionaria. El Partido bolchevique, fue la fuerza  fundamental en la izquierda internacional, la vanguardia de la Revolución rusa que marcaba el primer jalón decisivo de la revolución mundial y el impulsor de la Internacional Comunista.

 

El partido también combate a la ideología burguesa en su seno

Pero entender que el Partido es parte de la clase, significa entender que éste también sufre la presión y la penetración en su seno de influencias de la clase enemiga. El Partido tiene que luchar contra el conservadurismo y enfrentarse constantemente a problemas nuevos ante los que no siempre tiene una respuesta inmediata y puede equivocarse. En el caso de una derrota grave de la clase puede degenerar, pasarse al enemigo o desaparecer momentáneamente. Por ejemplo, a pesar del importante papel que jugó en la preparación de las fuerzas revolucionarias, la Izquierda Alemana vaciló para romper organizativamente con la social-democracia y para denunciar claramente las maniobras de estos verdugos del proletariado, que después de haberlo llevado a la carnicería imperialista, en 1919 se ponían "al frente de la revolución" para controlarla y ahogarla en sangre. Esta unidad entre la clase y el partido también está ejemplificada en la degeneración del Partido bolchevique y de la Internacional Comunista que se da fundamentalmente por aislamiento de la revolución rusa, y la derrota de la oleada revolucionaria del 17-23. Las valiosas experiencias de este periodo nos han mostrado cómo es necesaria una relación más estrecha, más dinámica entre los consejos obreros y el Partido para evitar errores de una y otra parte y sobrepasar las dificultades que necesariamente se agudizan con el desarrollo de la revolución.

 

El que en determinado momento histórico el partido haya degenerado o traicionado no significa que éste sea innecesario o aún nocivo para la lucha de clases, como piensan los consejistas, que hacen una interpretación equivocada de la historia. Los errores de las organizaciones revolucionarias y en especial la degeneración del Partido bolchevique no invalidan el reconocimiento de la necesidad del Partido mundial para el triunfo de la revolución, sino que por el contrario, reafirman la necesidad de la construcción de un partido fuerte, unitario, centralizado a nivel internacional y surgido en íntima relación con el resto de la clase mucho antes que se produzcan los combates decisivos contra el sistema capitalista. Para el proletariado, que avanza sacando lecciones de sus derrotas, la oleada revolucionaria ha esclarecido la función del partido: la dictadura del proletariado no es la dictadura del partido; el partido no organiza a la clase ni mucho menos la revolución, como piensan los bordiguistas; esta última es tarea del proletariado entero; no sustituye a la clase, la cual no le da ni poderes para mandar, ni poder estatal que recibir.

 

"La Revolución Socialista no es comparable a la acción militar. Su realización está condicionada por la conciencia de los obreros, lo cual dicta sus propias acciones y decisiones. El partido no ocupa pues el lugar que corresponde a la clase. No reclama la ‘confianza' en el sentido burgués de la palabra, es decir, el de constituir una delegación a la que se confía la suerte y el destino de la sociedad. Tiene únicamente como función histórica intervenir en la perspectiva de que la clase tome conciencia por sí misma de su tarea, sus objetivos y los medios que constituyen los fundamentos de su acción revolucionaria." (Internationalisme num. 38, órgano de la Izquierda Comunista de Francia, 1948).  

 

De allí se entiende que el partido no se forma ni actúa de forma voluntarista o automática, como efecto del inmediatismo, activismo o idealismo. La función del partido no es llamar a luchar cuando se le ocurra, ni una organización revolucionaria se puede autonombrar ‘Partido' nada más porque así se le antoja. Los bolcheviques vivían y se desenvolvían en la clase como "pez en el agua" porque esta unidad fue forjada durante años y años, a través de un paciente trabajo de explicación, de propaganda, de agitación, de situar en primer plano el objetivo final de las luchas. Esta unidad fue posible porque el partido dio a las necesidades, a las tendencias concretas que existían en el seno del proletariado, una formulación política más general.

 

El nuevo periodo histórico hacia la huelga de masas, pone a todo el medio internacionalista, incluidas las minorías de la clase que están surgiendo, el reto de avanzar hacia la comprensión de la función del partido de la clase proletaria y de su necesidad absoluta para el triunfo de la revolución comunista. Esa comprensión que se seguirá desarrollando en un debate a escala planetaria y que integrará la creatividad y energía de las nuevas generaciones, llevará, llegado el momento, a la construcción del partido que cumpla la función histórica para la cual la clase trabajadora lo crea.

Héctor/agosto de 2008.



[1]  Informe sobre la función de la organización de revolucionarios, Revista Internacional 29, CCI.

Cuestiones teóricas: 

  • Partido y Fracción [37]

URL de origen:https://es.internationalism.org/revolucion-mundial/200801/2144/revolucion-mundial-2008

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