Respondemos a un lector que nos pide nuestra postura sobre unos recortes de prensa que defienden con una envoltura seudo-científica teorías conspiranoicas a propósito de la pandemia: esta habría sido artificialmente provocada por oscuros poderes capitalistas para eliminar a la población de mayor edad, para marchar hacia la guerra mundial o para aumentar el control sobre la población. Que al capitalismo no le faltan ganas de realizar todo eso es evidente, sin embargo, esas teorías conspiranoicas otorgan al capitalismo un poder omnipotente e ilimitado negando con ello su Decadencia y Descomposición.

Publicamos el conjunto de artículos que hemos ido escribiendo sobre la crisis social y sanitaria alrededor del COVID 19

La burguesía y su Estado, que es la expresión de su dictadura de clase, es una clase de matones, ladrones, buitres carroñeros. Y esto se está viendo con la guerra que libran los Estados para robarse sin recato alguno mascarillas, respiradores y todos los materiales médicos... Es una demostración clara de lo que venimos denunciando: la descomposición del capitalismo en una guerra de todos contra todos y de cada cual a la suya. " El resultado final de los procedimientos capitalistas de producción es el caos, y ese caos sólo puede ser vencido por la mayor clase productora, la clase obrera. Ella es la que debe instituir el orden verdadero, el orden comunista. Debe quebrar la dominación del capital, imposibilitar las guerras, borrar las fronteras entre los estados, transformar el mundo en una vasta comunidad que trabaje para sí misma, realizar los principios de solidaridad fraternal y la liberación de los pueblos" (Plataforma de la Internacional Comunista 1919)

Nuestra sección en Perú denuncia los estragos de la pandemia, pero, sobre todo, el cinismo y la negligencia del Estado democrático que no tiene más preocupación que las ganancias y la acumulación de capital, que abandona a los trabajadores sanitarios ante los enfermos. Los trabajadores sanitarios de Lima y otras ciudades han hecho plantones, manifestaciones, reclamando protección y medios, el Estado ha respondido con ataques policiales y detenciones.