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Desde todo el abanico del espectro político, se nos llama a defender la democracia.
La "alianza rebelde" de los políticos opuestos al no-acuerdo Brexit, denuncia a Boris Johnson como culpable de realizar un "golpe de estado" contra el parlamento. Dicha alianza organiza marchas y concentraciones contra la suspensión de cinco semanas del parlamento en el período previo al 31 de octubre, y une sus fuerzas para obligar a Boris a respetar las sagradas costumbres y procedimientos parlamentarios.
Los duros pro-Brexit, desde Farage a la revista Spiked, responden que son los "Remainers"[1] los que insultan a la democracia porque se niegan a respetar la "voluntad del pueblo" encarnada en el referéndum de junio de 2016. También afirman ser los defensores de la democracia británica contra la burocracia entrometida de la UE.
Pero vivimos en una sociedad que hace que los propios términos "democracia" y "pueblo" carezcan de sentido. Vivimos en una sociedad capitalista basada en la explotación de una clase por otra. La clase explotadora tiene la mayor parte de la riqueza en sus manos, y el Estado, el poder político, está ahí para garantizar sus privilegios, al igual que los medios de dominación ideológica como la prensa, la televisión y las redes sociales. En una sociedad así, "el pueblo" es un término utilizado para ocultar estas divisiones de clase y "democracia" sirve para enmascarar el monopolio del poder de la clase dominante.
La clase explotada, por otro lado, aunque generalmente comprende a la mayoría de la población, no puede expresar sus propias necesidades reales. Sus esfuerzos para organizarse contra la explotación son reprimidos por la fuerza o domesticados e incorporados al Estado: esa es la historia de los sindicatos y los partidos "obreros" (como el Partido Laborista) en los últimos 100 años o más.
Por supuesto, en contraste a los primeros años del capitalismo, a los trabajadores no solo se les permite sino que se les exhorta positivamente a votar en las elecciones y referendos locales y nacionales. Pero solo pueden hacerlo como "ciudadanos" atomizados, como una masa de individuos aislados; y el propio acto de votar en las elecciones burguesas se ha convertido en una expresión de impotencia, de ausencia de la clase obrera como clase.
Además, los temas en torno a los cuales se organizan las elecciones, los referendos y los debates parlamentarios demuestran claramente que vivimos bajo un monopolio ideológico. ¿A favor o en contra del Brexit? Para entrar en este debate hay que asumir que los intereses de la nación, de "Gran Bretaña", son nuestros intereses. Pero los obreros no tienen patria, y la nación, como el pueblo, es una falsa comunidad que oculta divisiones de clase irreconciliables. Y más aún: ninguna de las dos opciones del conflicto de Brexit protegerá a los trabajadores de los crecientes ataques a su nivel de vida exigidos por la crisis económica mundial. Si el Brexit pasa, sin duda, que habrá ataques salvajes contra los trabajadores inmigrantes, ya sean ilegales o legales, como las recientes normas que insisten en que los residentes de la UE resuelvan su "estatuto de asentados" antes del 31 de octubre: casi una garantía de futuros escándalos "Windrush"[2]. Pero la UE, que supuestamente defiende los derechos de los trabajadores, ya ha demostrado su voluntad de imponer una austeridad draconiana a diferentes sectores de la clase obrera: el caso de Grecia es el más elocuente aquí (y fue el gobierno de "ala izquierda" de Syriza[3] el que aplicó las medidas de austeridad exigidas por la UE).
La democracia y la nación se han convertido hoy en lo que era la religión en los días en que Karl Marx acuñó por primera vez el término "opio del pueblo". La democracia y el interés nacional son el "aroma espiritual" de la sociedad burguesa, "su sanción moral, su solemne complemento, su consuelo y justificación universal"[4]. En otras palabras, no se puede argumentar fuera de los supuestos de la democracia y la nación, que son las verdades últimas de esta sociedad, la justificación de todos los sacrificios exigidos en el trabajo y en la guerra.
Pero este "aroma" se ha convertido en una peste muy mala porque el parlamento, al igual que la propia sociedad capitalista, es una institución profundamente decadente. En los tiempos de Marx y Engels, cuando el capitalismo era todavía un sistema ascendente, tenía sentido que los partidos obreros tuvieran presencia en los parlamentos burgueses porque eran el escenario de conflictos reales entre los sectores progresistas y reaccionarios de la clase dominante, y todavía había espacio para luchar por reformas duraderas en nombre de los trabajadores. Pero tales actividades siempre contenían el riesgo de la corrupción de los delegados obreros, que se convirtieron en los principales vehículos del "cretinismo parlamentario", la creencia de que el capitalismo podía superarse simplemente acumulando votos para los partidos obreros en las elecciones burguesas.
En el capitalismo decadente, todas las facciones de la clase dominante son igualmente reaccionarias, y no hay margen para una mejora duradera de los niveles de vida[5]. Y la profunda impotencia de los procedimientos parlamentarios ante el crecimiento del Estado totalitario en su conjunto se ha hecho cada vez más evidente, sobre todo en la pantomima actual del Brexit.
El callejón sin salida del parlamento y el ascenso del populismo, con sus falsas críticas a la "élite", ha llevado a muchos a la conclusión de que sería mejor tener una "democracia antiliberal", una cohorte de "hombres fuertes" que pueden hacer las cosas. Pero esta es otra falsa opción para la clase obrera.
El movimiento histórico de la clase obrera ha mostrado otro camino. La Comuna de París de 1871 ya superó los límites del parlamentarismo, de modo que "en vez de decidir una vez cada tres o seis años qué miembros de la clase dominante habían de «representar» al pueblo en el parlamento"[6], la clase obrera comenzó a organizarse en asambleas vecinales cuyos delegados no solo eran elegidos y mandatados, sino que podían ser depuestos en cualquier momento. Los soviets o consejos obreros que surgieron en Rusia en 1905 y 1917 llevaron estos principios un paso más allá, ya que se basaban en asambleas de trabajadores en las fábricas y otros lugares de trabajo, haciendo que los contornos del poder proletario fueran aún más claros que en 1871.
Durante la ola mundial de movimientos revolucionarios de 1917-21, los consejos obreros surgieron en oposición directa a las instituciones parlamentarias (y sindicales); y la burguesía lo entendió muy bien, porque —sobre todo en Alemania, donde se iba a decidir el destino de la revolución mundial— hizo todo lo posible para anexionar los consejos, para convertirlos en un apéndice impotente del parlamento y del Estado local, y luego para aplastar violentamente cualquier intento de restaurar su poder real, como en Berlín en 1919[7].
La democracia capitalista ha demostrado ser el enemigo mortal de la revolución proletaria, de la emancipación de los explotados. Y el objetivo de esta revolución es crear una sociedad en la que no haya clases. Entonces, por primera vez, tendría sentido hablar de "el pueblo", o mejor dicho, de una humanidad unificada. Y una verdadera comunidad humana no tendrá necesidad de lo que los griegos llamaron "kratos", de cualquier tipo de Estado o poder político. Amós 7.9.19
[1]Quienes rechazan el resultado del referéndum de la UE de 2016 sobre la membresía del Reino Unido en la Unión Europea.
[2]El escándalo de Windrush es un escándalo político británico de 2018 sobre personas que fueron detenidas por error, se les negaron derechos legales, amenazaron con la deportación y, en al menos 83 casos, fueron deportadas del Reino Unido por el Ministerio del Interior.
[3] Ver El nacionalismo feroz de Syriza /content/4084/el-nacionalismo-feroz-de-syriza [2]
[4]Karl Marx, “Introducción para la Critica de ‘La filosofía del derecho’ de Hegel”, Marxists Internet Archive, 1844, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1844/intro-hegel.htm [3].
[5] Ver el punto VI (La lucha del proletariado en el capitalismo decadente) y el Punto VIII (La mistificación parlamentaria y electoral) de nuestra Plataforma Política https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso [4]
[6]Karl Marx, “La guerra civil en Francia”, Marxists Internet Archive, 1871, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gcfran/guer.htm#s3 [5].
[7] Sobre esta experiencia ver Lista de artículos sobre la tentativa revolucionaria en Alemania 1918-23 https://es.internationalism.org/content/4373/lista-de-articulos-sobre-la-tentativa-revolucionaria-en-alemania-1918-23 [6]
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Desde 2011, año en que las potencias de la OTAN (Francia, Reino Unido y Estados Unidos) liquidaron a su difunto "caudillo", Gaddafi, Libia ha estado en primera plana de los medios de comunicación. "Esta desafortunada Libia, que la guerra franco-británica de 2011 transformó en paraíso para los terroristas de Daech y Al-Qaeda, hereda ahora una guerra civil. Los traficantes de armas, drogas y migrantes proliferan y rara vez entran en conflicto con los yihadistas. Lógico, pues, a menudo, van de la mano en los negocios..."[1] Las potencias occidentales declararon la guerra al líder libio en nombre de la "protección de la población civil", tras haber pasado también por Libia la "primavera árabe", brutalmente reprimida por el coronel dictador. Después de aplastar a la población bajo las bombas y matar a Gaddafi, dejaron el país en manos de múltiples bandas sanguinarias que siguen luchando por el control del moribundo Estado libio.
"Resuenan otra vez los combates a las puertas de Trípoli, con sus "padrinos" regionales echando más leña al fuego entre los beligerantes, en medio de un torrente de odio propagandístico. Desde el 4 de abril, día del ataque a Trípoli por parte de las tropas del mariscal Haftar, la guerra ha vuelto a prender sus llamas en Libia. Ocho años después de la insurrección contra Gaddafi (apoyada por bombardeos de la OTAN) y cinco años después de la guerra civil de 2014, el gigante norteafricano, convaleciente, ha vuelto a sumirse en el caos, la inestabilidad y el riesgo extremista. (...) Ha vuelto a la casilla de salida.[2]
Hoy, entre las diez milicias implicadas, las dos facciones más importantes afirman ser los interlocutores de las principales potencias y de Naciones Unidas: se trata del "Gobierno de Acuerdo Nacional" (GAN) dirigido por Fayez el Sarraj, respaldado por Naciones Unidas, con el apoyo de Turquía y Qatar, y, en la región cirenaica, del "Ejército Nacional Libio" (ENL) dirigido por Jalifa Haftar, que cuenta con el apoyo de Egipto, Arabia, Emiratos Árabes Unidos y, entre bastidores, Francia, Rusia y Estados Unidos; y, por su parte, el gobierno de la antigua potencia colonial, Italia, apoya a una o la otra facción de las "autoridades" existentes, como hizo recientemente en octubre, renovando, por ejemplo, un infame acuerdo para formar guardacostas libios cazadores de migrantes.
En realidad, lo que predomina en este conflicto es la hipocresía y el sálvese quien pueda. Es un espectáculo criminal que revela la actitud perfectamente falsa y abyecta de las grandes potencias y su doble juego, como la del gobierno francés, y sus cínicas mentiras cuando niega descaradamente los misiles entregados por sus servicios secretos al mariscal Haftar, al tiempo que afirma que "Francia está en Libia para luchar contra el terrorismo".
En cuanto a los dos jefes de guerra libios, sus objetivos también son repugnantes: "Así, uno frente al otro, los dos campos no se atreverán nunca a admitir el verdadero motivo de su enfrentamiento. El uso enfático de la retórica de la justificación externa ("revolución" o "antiterrorismo") oculta mal la brutalidad de una rivalidad por la apropiación de recursos, que adquiere un significado muy particular en el antiguo el Dorado petrolero que es Libia. A pesar de las perturbaciones causadas por el caos posterior a 2011, el petróleo libio sigue generando 70 millones de dólares (62,5 millones de euros) en ingresos diarios. De modo que el control de los canales de distribución de ese petróleo abre muchos apetitos"[3]. De ese aspecto del conflicto nadie dice nada en los discursos oficiales de los líderes del mundo capitalista. Esa carrera por el "botín" petrolero, abierta por el caos generado después de 2011, enfrenta a un gran número de pequeños y grandes gánsteres locales e internacionales en suelo libio.
Más aún, para los grandes buitres capitalistas, Libia representa otro interés ineludible: la existencia, por iniciativa de aquéllos, de monstruosos "campos de acogida" para los migrantes rechazados o que hacen escala en espera de un hipotético y mortal embarque hacia Europa.
Además del sangriento caos causado por las grandes potencias imperialistas, Libia se ha convertido en mercado y cementerio de migrantes, situación de la que el principal responsable es la UE. El 14 de noviembre de 2017, CNN trasmite imágenes del mercado de esclavos en Libia, donde puede verse a seres humanos subastados como ganado. Se trata de migrantes, cuyo número oscila entre 700.000 y 1 millón, que han caído en las redes delictivas de traficantes de los que son cómplices activos los Estados europeos y africanos. "Lo que está ocurriendo en Libia, un país sin dirigentes y sometido a las milicias armadas, es una tragedia ante la que la Unión Europea hace la vista gorda. Los líderes africanos, que han optado por la hipocresía, siguen a Europa como pollitos tras la gallina. (...) El reportaje de CNN no cambiará mucho la situación en Trípoli, Misrata, Bengasi o Tobruk. En un país diezmado por la guerra civil, donde la inflación va por las nubes, la economía está en ruinas, en el que se llevan a cabo ejecuciones masivas de prisioneros, cada cual se las amaña ya sea en el negocio del contrabando o colaborando con los pasafronteras, ya sea en la lucha contra el contrabando y los pasafronteras. Ese reportaje muestra un caso de servidumbre por deudas, en realidad hay una gran cantidad de migrantes subastados en Libia están detenidos por tráfico relacionado con rescates. Con el cierre de la ruta libia hacia Italia, los migrantes subsaharianos a menudo se encuentran atrapados y no pueden permitirse el lujo de regresar a sus hogares. Los contrabandistas los venden al mejor postor (por ejemplo, una milicia). Los compradores obligan a los migrantes a ponerse en contacto con sus familias y les piden un rescate de entre 2.000 y 3.000 dinares (de 1.200 a 1.800 euros) por persona.[4] Según un informe publicado por UNICEF: "Los centros de detención dirigidos por milicias no son más que campos de trabajos forzados, prisiones donde, a punta de pistola y culatazos, roban a la gente todo lo que lleva. Para miles de mujeres y niños, la vida en esas cárceles es una vida de violación, violencia, explotación sexual, hambre y abusos repetidos.”
Todo esto ilustra el alcance de una barbarie que implica directamente a las grandes potencias imperialistas, las cuales, con sus políticas, echan a los inmigrantes en brazos de esclavistas de otros tiempos. La UE exige una política activa antinmigración a unos Estados, los vecinos de Libia, totalmente en ruinas y corruptos hasta el cuello (Níger, Nigeria, etc.), subvencionándolos para construir muros y campos mortíferos. La UE también participa en el desarrollo de prácticas mafiosas y en el regateo entre bandidos, proporcionando fondos y equipos a la guardia costera libia, que es la responsable de interceptar los barcos de inmigrantes y llevar a estos a unos "centros de detención" espantosos.
Hoy, los migrantes siguen en la misma situación de miseria y angustia, en medio de peligros que los arrastran por miles a la muerte al intentar cruzar el Mediterráneo, como lo muestra este relato: "En la playa de Aghir, en la isla de Yerba, al norte de Túnez, hay más cadáveres que bañistas, a principios de este mes. El lunes 1 de julio, una patera se hundió en la costa, que había zarpado al amanecer de la ciudad libia de Zuara, a 120 kilómetros al oeste de Trípoli, con 86 personas a bordo. Tres fueron recuperadas vivas. El mar va arrojando a las demás, una por una.
"Ya no puedo más. Esto es demasiado." Chemseddin Marzog, el pescador que, desde hace años, ofrece un último lugar de descanso a los cuerpos que el mar abandona en las playas, expresa su hastío. "He enterrado a casi 400 cadáveres y, llegarán docenas más en los próximos días. No es posible, es inhumano y no podemos arreglárnoslas solos", dice, desesperado, el guarda del cementerio de migrantes de Zarzis, ciudad del sudeste de Túnez, cerca de la frontera con Libia. [5]
Mientras tanto, las "democracias occidentales" miran para otro lado, tapándose las narices ante una barbarie tan cruel, a la vez que siguen su lucha por la "seguridad" (es decir, el cierre) de sus fronteras contra los "ilegales" y proclaman a voz en grito su "humanismo universalista" cuando en realidad son ellos quienes organizan tal barbarie activamente, son ellos quienes definen esa infame política.[6]
Amina, noviembre de 2019
[1] Le Canard enchaîné (24/04/2019)
[2] Le Monde, (12-13/05/2019).
[3] Le Monde (3/05/2019).
[4] Courrier international, (7-13/12/2017)
[5] Le Monde (10/07/2019).
[6] A este respecto, cabe añadir que no sólo los países de la UE ejecutan una política brutal hacia los inmigrantes. Pueden contar con la ayuda de su "gran amigo" y cliente saudí. En efecto, Arabia Saudí apalea, encarcela y expulsa a migrantes "indeseables" en su territorio. Según The Guardian: "10.000 etíopes han sido expulsados cada mes de Arabia Saudí desde 2017, cuando las autoridades del país intensificaron su despiadada campaña para repatriar a los inmigrantes indocumentados. Unas de 300.000 personas han regresado desde marzo de ese año, según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y semanalmente llegan al aeropuerto de Addis Abeba vuelos especiales cargados de deportados. (...) Cientos de miles de etíopes fueron deportados durante una ola anterior de represión caótica entre 2013 y 2014.” Estas prácticas del carnicero régimen saudí hacia aquellos que intentan huir de la miseria y la muerte en sus propios países son un siniestro ejemplo de cómo participan todos los Estados con el mismo cinismo para garantizar la perpetuación de un sistema deshumanizado.
Lo acontecido en Chile se desprende de la crisis económica internacional que se demuestra en el déficit fiscal que arrastra el Estado chileno desde hace varios años. Organismos multilaterales como el Banco Mundial, el FMI, la CEPAL, señalan una reducción gradual del crecimiento en los últimos 3-4 años. Pese a los esfuerzos para diversificar la economía, Chile depende esencialmente del cobre y, como expresión de la agudización de la crisis, este ha caído fuertemente en su cotización. Las medidas de alza en tarifas del metro intentan responder a la situación deficitaria del Estado chileno. A nivel mundial los primeros pasos de una importante convulsión económica se están dando y, como en otros episodios de la crisis capitalista, son los países más débiles los primeros en verse afectados: Brasil, Turquía, Argentina, Ecuador y ahora Chile.
La idea de que Chile es una “excepción” en América del Sur por su situación económica, el supuesto “bienestar” de su clase obrera etc., sufre un claro desmentido, Piñera ha tenido que tragarse sus proclamaciones triunfalistas de que Chile es “un oasis de paz y prosperidad en Sudamérica”.
Lo que aparece tras esa cortina de humo son los sueldos de 368 €, la precariedad generalizada, el coste desproporcionado de alimentos y servicios, las fuertes falencias en educación y salud, el sistema de pensiones que condena a la pobreza a los jubilados. Una realidad que muestra el deterioro cada vez mayor de las condiciones de vida de la clase obrera y de toda la población.
El gobierno Piñera subestimó el grado de malestar social. Un ataque, en apariencia pequeño, la subida de la tarifa del metro en Santiago desató la cólera general. Sin embargo, la respuesta no surgió en el terreno de clase del proletariado sino en otro desfavorable y peligroso para él: la revuelta popular y, a continuación, favorecido posiblemente por el Estado, la violencia minoritaria y lumpen[1].
Aprovechando esa debilidad de la respuesta social, el gobierno lanzó una brutal represión que, según cifras oficiales, ha causado 19 muertos. Se ha decretado durante más de una semana el estado de sitio y el “orden” ha sido encomendado a los militares. Las torturas han vuelto a darse como en los peores tiempos de Pinochet, demostrando que democracia y dictadura son dos formas del Estado Capitalista.
La irrupción del lumpen con su vandalismo, los saqueos, los incendios, la violencia irracional y minoritaria, propia de la descomposición capitalista[2], ha sido utilizada por el Estado para justificar la represión, meter miedo en la población e intimidar al proletariado, desviando sus intentos de lucha hacia el terreno de una violencia nihilista sin ninguna perspectiva[3].
Sin embargo, la burguesía chilena ha comprendido que no basta con la brutalidad represiva para calmar el descontento. Por ello, el gobierno Piñera ha entonado el meo culpa, el arrogante presidente ha adoptado una pose “humilde”, ha dicho “entender” el “mensaje del pueblo”, ha retirado “provisionalmente” las medidas y ha abierto la puerta a la “concertación social”. Traduzcamos: los ataques se impondrán por la vía de la “negociación”, de la mesa de “diálogo” donde se sienten los partidos de oposición, los sindicatos, la patronal, todos juntos “representando a la nación”.
¿Por qué este cambio de escenario? Porque la represión no es eficaz si no viene acompañada por el engaño democrático, la trampa de la unidad nacional y la disolución del proletariado en la masa amorfa del “pueblo”. El ataque económico requerido por la crisis necesita de la ofensiva represiva, pero sobre todo de la ofensiva política.
El proletariado, aunque pase por una situación de importante debilidad en Chile y en el mundo, sigue siendo la amenaza histórica a la explotación y la barbarie capitalista, por ende, el de Chile es uno de los más concentrados de América del Sur y con una cierta experiencia política, pues, por ejemplo, participó de la tendencia a la huelga de masas en 1907 (Iquique)[4] y sufrió el terrible mazazo del engaño de Allende (1970-73) que preparó el terreno a la brutal dictadura de Pinochet (1973-90).
La ofensiva política de la burguesía ha tenido una primera etapa con las movilizaciones sindicales llamando a una “huelga general” más de una semana después. ¡Qué cinismo! Cuando el gobierno adoptó la subida del Metro, los sindicatos no llamaron a nada. Cuando el gobierno desplegó el ejército en las calles, guardaron un silencio cómplice. Cuando se conocieron las tropelías del ejército y los carabineros, no movieron un dedo. Y ahora llaman a la “movilización”.
Cuando los trabajadores necesitan luchar, los sindicatos los paralizan. Cuando los trabajadores se lanzan a la lucha, los sindicatos los bloquean. Y cuando los trabajadores ya no tienen fuerzas o están desorientados, entonces los sindicatos llaman a “la lucha”. Los sindicatos actúan siempre contra los trabajadores. Tanto cuando se oponen a una huelga espontánea como cuando llaman a luchar en momentos donde los trabajadores están débiles, confusos o divididos. Los sindicatos desmovilizan la movilización obrera y movilizan para lograr la desmovilización obrera.
Los grupos izquierdistas de obediencia trotskista, estalinista o maoísta rematan la trampa con su propuesta de “seguir la huelga general hasta el final”, su parodia de “autoorganización obrera” donde en lugar de asambleas y comités elegidos y revocables hay una “coordinadora” de sindicalistas y grupos izquierdistas. Su “alternativa política” es “echar a Piñera”. ¿Para qué? ¿para reemplazarlo por Bachelet que en sus dos mandatos ha hecho lo mismo o peor? ¿Para elegir una “asamblea constituyente”? Con radicalismos de vía estrecha, con apelaciones a la “clase obrera”, los izquierdistas defienden el capitalismo pues encajonan a los obreros en el terreno de la democracia y en los métodos sindicales de “lucha”.
La segunda etapa de la ofensiva ha sido la entrada en escena de los partidos de oposición (la Nueva Mayoría, el PC y el Frente Amplio) que han pedido “negociación” y “consenso” y han saludado como una “victoria” las miserables migajas que ha concedido Piñera. En conjunción con el gobierno y con el ejército[5], la burguesía chilena ha dado un marco político adecuado donde golpear ideológicamente al proletariado, disolver toda tendencia a actuar como clase, atarlo al carro de la Nación, engancharlo a ideologías enemigas, en particular, la democracia. Se han organizado importantes movilizaciones el fin de semana 25-27 octubre con los siguientes ejes:
Denunciamos esta maniobra política de la burguesía que tiene como marco la Democracia. La Democracia es la forma más perversa y retorcida de la dominación capitalista. En nombre de la democracia se han perpetrado las peores masacres contra los trabajadores. Por limitarse al caso de Chile hay que recordar que en la huelga masiva de Iquique en 1907 200 obreros fueron asesinados solamente en la matanza de la Escuela de Santa María. El “campeón de la democracia”, Salvador Allende reprimió brutalmente las luchas de los mineros contra el aumento de ritmos y la caída de los salarios “En mayo-junio de 1972, los mineros volvieron a movilizarse: 20 000 se pusieron en huelga en las minas de El Teniente y Chuquicamata. Los mineros de El Teniente reivindicaron una subida de salarios de 40 %. Allende puso las provincias de O’Higgins y de Santiago bajo control militar, pues la parálisis de El Teniente “estaba amenazando seriamente la economía”. Los ejecutivos “marxistas” de la Unión popular expulsaron a los trabajadores y en su lugar pusieron a esquiroles. Quinientos carabineros atacaron a los obreros con gases lacrimógenos e hidro cañones. Cuatro mil mineros hicieron una marcha a Santiago para manifestarse el 11 de junio, la policía se les echó encima sin contemplaciones. El gobierno trató a los mineros de “agentes del fascismo”. El PC organizó desfiles en Santiago contra los mineros, llamando al gobierno a dar prueba de firmeza”[6]
Todas las fracciones de la burguesía y especialmente la Izquierda cerraron filas en defensa del Estado capitalista “democrático”. “En noviembre de 1970 vino Fidel Castro a Chile para reforzar las medidas anti obreras de Allende. Castro recriminó a los mineros, tratándolos de agitadores y “demagogos”; en la mina de Chuquicamata, declaró que “cien toneladas de menos por día significa una pérdida de 36 millones de $ por año” (ídem.) .
Allende envió al ejército a reprimir a los obreros, pero, peor aún, en una concentración delante del palacio de La Moneda, en junio de 1972, hizo aplaudir a Pinochet presentándolo como “un militar leal a la constitución”.
La restauración de la democracia desde 1990 no trajo ninguna mejora a las condiciones de vida obrera. Los diferentes presidentes (desde Alwyn a Bachelet, pasando por Lagos o el primer mandato de Piñera) conservaron y reforzaron la política económica promovida por la Escuela de Chicago que impuso la dictadura de Pinochet. No tocaron para nada el sistema de pensiones que condena a un retiro inferior al salario mínimo y que obliga a trabajos precarios hasta los 75 años o más. Un sistema que niega toda futura pensión a los numerosos jóvenes condenados a trabajos precarios. Chile es hoy uno de los países con mayor desigualdad del mundo y la desigualdad se ha agravado con la democracia “Cuando recuperamos la democracia el gobierno militar, que había sido también malo en economía, dejó un índice de pobreza del 4.7%. Hoy, nuestro PBI más que se duplicó, somos varias veces más ricos que entonces. Pero el porcentaje de pobres trepa al 35%”[7]
La izquierda haciendo de vocero privilegiado de la burguesía nos llama a apoyar la democracia y ver la dictadura como el mal supremo: esta tendría el monopolio de represión y expoliaría a los trabajadores, su lema es “Dictadura no, Democracia parlamentaria sí”. Todo eso le hace mucho daño a la clase obrera, pues le hace creer que “es libre”, que “puede elegir”, que con el voto “tendría el poder” y, sobre todo, atomiza e individualiza a los trabajadores, trata de borrar en ellos la solidaridad y la unidad enlodándolos en un engranaje de competencia, de “a ver quién puede más”, de “quítate tú para ponerme yo”.
Los trabajadores y sus minorías más conscientes deben rechazar esta trampa que le tiende la burguesía y preparar metódicamente el terreno para el surgimiento de auténticas luchas obreras. Esta perspectiva es aún muy lejana y no nacerá de una suma de procesos en cada país sino de una dinámica internacional donde el papel de las grandes concentraciones obreras de Europa Occidental será fundamental[8].
La clase obrera en Chile y en todo el mundo, debe reapropiarse los auténticos métodos de la lucha obrera que han mostrado numerosas luchas a lo largo de la historia (mayo 68 en Francia, Polonia 1980, el movimiento anti-CPE en Francia 2006, el movimiento de indignados en España 2011). Se trata de métodos de lucha y de organización radicalmente opuestos a los propios del sindicalismo:
Se imponen unas claras conclusiones:
Sabemos que esta perspectiva de lucha va a costar mucho. Serán necesarias muchas luchas, muchas derrotas, muchas lecciones dolorosas. Sin embargo, contamos con las lecciones de TRES SIGLOS DE LUCHAS OBRERAS que, elaboradas por la teoría marxista, nos dan los medios teóricos, organizativos, políticos, para contribuir al combate. El órgano que defiende esta continuidad histórica del proletariado es la ORGANIZACION COMUNISTA INTERNACIONAL. Sus principios programáticos, políticos, organizativos y morales son la síntesis crítica global de esa experiencia histórico- mundial de 3 siglos de lucha de clases. Construir la organización, defenderla, reforzarla, es la mejor contribución al combate del proletariado, hoy a contracorriente de toda la campaña de Unión Nacional en torno a la Democracia y mañana a favor del renacimiento de la lucha de clase del proletariado.
Corriente Comunista Internacional 01-11-19
[1] Ver nuestra hoja Chile: Ante los ataques del Gobierno la respuesta no es la revuelta popular sino la lucha de clase del proletariado https://es.internationalism.org/content/4479/chile-ante-los-ataques-del-gobierno-la-respuesta-no-es-la-revuelta-popular-sino-la [13]
[2] Ver nuestras Tesis sobre la Descomposición, https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo [14]
[3] El proletariado necesita la violencia, su violencia de clase, pero esta no tiene nada que ver y es antagónica al terror de la burguesía, el terrorismo de la pequeña burguesía y el vandalismo salvaje del lumpen. Ver Terror, Terrorismo y Violencia de clase, https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo [14] y la Resolución sobre ello: https://es.internationalism.org/revista-internacional/197810/2134/resolucion-sobre-el-terror-el-terrorismo-y-la-violencia-de-clase [15]
[4] Ver El movimiento obrero en Chile a principios del siglo XX https://es.internationalism.org/content/4395/el-movimiento-obrero-en-chile-principios-del-siglo-xx [16]
[5] El jefe de la Defensa Nacional, el militar Iturriaga del Campo, desmintió al jefe del Estado que había dicho que estaba “en guerra” afirmando que “soy un hombre feliz, la verdad es que no estoy en guerra con nadie” (https://www.eldesconcierto.cl/2019/10/21/iturriaga-busca-limpiar-imagen-del-ejercito-y-contradice-a-pinera-soy-un-hombre-feliz-no-estoy-en-guerra-con-nadie/ [17] )
[6] Ver Hace 30 años, la caída de Allende: dictadura y democracia son las 2 caras de la barbarie capitalista
[8] Ver Resolución sobre la relación de fuerzas entre las clases (2019) de nuestro 23º Congreso Internacional https://es.internationalism.org/content/4444/resolucion-sobre-la-relacion-de-fuerzas-entre-las-clases-2019 [20]
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El 27 de octubre, los trabajadores ferroviarios escribieron en un comunicado de prensa: "Nosotros huelguistas del centro técnico de Châtillon, en la red atlántica de TGV, hemos dejado de trabajar masivamente desde la noche del lunes 21 de octubre, sin consultar a los sindicatos ni ser encuadrados por ellos (...) Nuestra ira es real y profunda, estamos decididos a luchar hasta el final de nuestras reivindicaciones, por respeto y dignidad. Ya no podemos aceptar trabajar con salarios cercanos al salario mínimo y congelados durante 5 años, sin personal suficiente y con agentes que renuncian cada vez más. Nos avergüenza ver cómo la SNCF juega con la seguridad o la comodidad de los pasajeros, por razones de flexibilidad y rentabilidad. (...) Los pasajeros (...) pagan cada vez más por los trenes, con cada vez menos servicio, asientos anticuados, vagones a veces con váteres clausurados, puertas bloqueadas, o incluso aire acondicionado fuera de servicio durante las olas de calor. (...) ¡Estamos hartos de las reorganizaciones, los bajos salarios, los recortes de empleo y la falta de personal! Pedimos a todos los trabajadores ferroviarios que levanten la cabeza con nosotros, porque la situación actual en Châtillon es de hecho un reflejo de una política nacional. (...) Hemos dejado que esto ocurriera durante demasiado tiempo sin decir nada, pero hoy en el TATL decimos que hay que poner fin a esta política de la empresa. ¡No venderemos nuestra dignidad, nuestra seguridad o nuestra salud!"
Las mismas condiciones de trabajo degradadas e insostenibles son la realidad cotidiana de todos los trabajadores, de todas las empresas, de todos los sectores, privados y públicos. Hace un año, los empleados de la EPAHD gritaban su angustia ante el abuso de los ancianos a su cargo y las presiones a las que están sometidos para que sean cada vez más rápidos y rentables. Hace unos meses, los trabajadores de urgencias denunciaron la falta de personal, los ritmos infernales, la imposibilidad de tratar a los heridos con dignidad. El mes de septiembre de 2019 estuvo marcado por el suicidio de una directora de escuela y su conmovedora carta, símbolos del sufrimiento en el trabajo de todos los maestros, abrumados por el número cada vez mayor de tareas. Ninguna parte de la clase obrera se salva. En todas partes, los empleados deben ser cada vez más dúctiles, flexibles, adaptables, precarios....
Y las reformas en curso anuncian un futuro aún más difícil. La caza de los desempleados y la liquidación de sus escasos beneficios está abierta. Los futuros jubilados serán mayores y más pobres. La reducción del número de funcionarios y la introducción sistemática de contratos de duración determinada en el sector público se reflejan en las oleadas de despidos y la explosión de la precariedad en el sector privado.
Al igual que en la SNCF, la ira va en aumento y las huelgas crecen. Se han producido huelgas en los pilotos de Transavia el 1 de septiembre; los funcionarios de las finanzas públicas el 16 de septiembre; EDF el 19 de octubre; los laboratorios de biología médica el 1 de octubre en Bretaña, las escuelas el 8 de octubre en la región de París, Michelin en La Roche-sur-Yon al día siguiente, los basureros en el norte, el personal del EPAHD en Indre-et-Loire, etc. En realidad, no pasa un solo día sin que los trabajadores se declaren en huelga.
Sin embargo, todas estas luchas, a menudo bien escondidas por los medios de “comunicación”, permanecen aisladas unas de otras, encerradas a nivel local y en sus corporaciones. ¿Qué ocurre, por ejemplo, con la movilización de los trabajadores de urgencias separados de sus colegas de otros departamentos del mismo hospital? Hoy, los proletarios no logran luchar como clase; lo hacen como ferroviarios, trabajadores de emergencias, electricistas, maestros, pilotos, técnicos de laboratorio, etc. Todos afectados por las mismas condiciones de vida y de trabajo inaceptables, cada grupo lucha sin embargo por reivindicaciones que considera específicas de su empresa, de su sector, de su profesión. La razón principal de esta fragmentación es que los trabajadores ya no sienten que pertenecen a una clase, una clase que, unida en la lucha, representa la mayor fuerza social de la sociedad. La burguesía logró hacerles creer que la clase obrera ya no existía, que no eran trabajadores, sino ferroviarios, empleados de emergencias, electricistas, maestros, pilotos, trabajadores de laboratorio. ¡Eran “ciudadanos”!
DIVIDE Y VENCERÁS es una vieja divisa de todas las clases explotadoras. El gobierno lo aplica al pie de la letra. Se dice que los empleados de la RATP son egoístas y "ganan más de 3.000 euros en el momento de la jubilación", mientras que los funcionarios públicos son "privilegiados", para los que se tienen en cuenta los últimos seis meses de su carrera profesional a la hora de calcular su jubilación. Los marineros y enfermeras rechazarían la solidaridad queriendo mantener su régimen "autónomo"..... Las mentiras y los pretextos para enfrentar a los trabajadores entre sí son interminables. Toda esta propaganda sólo existe para justificar, en nombre de la "equidad" y la "justicia", un ataque generalizado contra los trabajadores.
Este discurso de los medios de comunicación y del gobierno se acompaña sobre el terreno por una separación sistemática de las luchas por parte de los sindicatos. En septiembre y octubre se programaron toda una serie de jornadas de acción de forma dispersa: la RATP, el Tesoro Público, el Departamento de Educación Nacional, el Ministerio de Justicia, EDF, el cuerpo de bomberos, etc. Cada sector tuvo su día, sus consignas y su lucha.
Un ejemplo simboliza el trabajo permanente de los sindicatos para socavar la unidad de los trabajadores: mientras que el 13 de septiembre organizaron un gran día de acción en la RATP para defender su régimen especial, el 16 de septiembre los sindicatos sacaron a enfermeras, profesiones liberales, marineros y abogados a la calle, poniendo a estos trabajadores en contra de todos los demás: "Los abogados y las profesiones liberales en su conjunto se benefician de lo que se denomina un régimen autónomo, que no debe confundirse con los regímenes especiales"; "No nos oponemos en absoluto a la reforma de las pensiones. (...) Un plan universal (...) puede ser aceptable. (...) Sin embargo exigimos nuestro régimen complementario"; "¡No le pedimos a la hormiga que dé a la cigarra!
Sin embargo, esta división de los sindicatos era demasiado caricaturesca. Se arriesgaron a que la ira se desbordara y, sobre todo, a que desacreditarse demasiado. En octubre, por lo tanto, anunciaron un día de huelga importante que reunía a todos los empleados para.... ¡el 5 de diciembre! ¿Por qué una cita tan tarde? ¿Por qué no golpeas la plancha mientras está caliente? Dejar que se enfríe, eso es todo. El propio Secretario de Estado de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari, se pronunció el jueves 31 de octubre, según el diario Ouest-France: "Está hirviendo en las filas de la SNCF y la huelga contra la reforma de las pensiones se vislumbra en el horizonte... En este contexto, el ejecutivo "dispone de un mes para reducir las tensiones, responder a las angustias a menudo legítimas y trazar el camino de la convergencia de estos regímenes especiales". (...) "Nos hemos comprometido, tanto en la RATP como en la SNCF, a estudiar todas las opciones, incluidas las de los sindicatos" (...), refiriéndose a la "ley del abuelo" según la cual la reforma sólo afectaría a los nuevos contratados". Para calmar la situación, el gobierno sigue confiando en la acción sindical y.... en la división, esta vez entre las generaciones de trabajadores.
Las huelgas espontáneas de los trabajadores ferroviarios a finales de octubre muestran en parte el camino a seguir. En Châtillon, tras el anuncio de un plan de reorganización del trabajo que condujo, entre otras cosas, a la eliminación de doce días de licencia, los agentes del centro interrumpieron inmediatamente el trabajo y declararon una huelga, sin esperar instrucciones sindicales. El plan fue retirado 24 horas después. Unos días antes, el 16 de octubre, tras una colisión con un convoy especial en Champagne-Ardenne, que puso de relieve el peligro de tener sólo un agente (el conductor) en un tren, los trabajadores ferroviarios de la línea también se habían negado espontáneamente a mantener el transporte en estas condiciones. El conflicto se extendió rápidamente a las líneas de Île-de-France al día siguiente. En la noche del 17, los sindicatos recuperaron el control de la situación, proclamando el derecho de retiro a nivel nacional para los días 18 y 19.
No es una coincidencia que sean los trabajadores ferroviarios los primeros en indicar cómo los trabajadores pueden hacerse cargo de su lucha. Esta es la consecuencia de la experiencia histórica y de la combatividad de este sector de la clase obrera en Francia, pero también de la reflexión que madura en su interior desde hace un año después de la amarga derrota del largo movimiento dirigido en 2018 por.... los sindicatos. Entonces habían encerrado a los trabajadores ferroviarios en una lucha, solos, aislados, hasta que sus fuerzas se agotaron[1].
Pero todavía hay muchas dificultades y debilidades para lograr desarrollar una lucha masiva y unida. Por ejemplo, estos trabajadores ferroviarios en huelga quedaron confinados en la SNCF. No ha habido asambleas generales autónomas que decidan enviar delegaciones masivas, o incluso toda la asamblea, a los centros de trabajo más cercanos (un hospital, una fábrica, una administración, etc.) para dirigirlos a la lucha, para extender el movimiento geográficamente, para cultivar la idea de que todos los trabajadores tienen los mismos intereses, que están dirigiendo la misma lucha, que ha de ser unida y solidaria para ser todos fuertes como clase obrera.
Este paso es difícil. Este es un verdadero hito. Implica reconocer que ya no se es ferroviario, enfermero, docente o informático, sino que se es trabajador. Para superarlo, los trabajadores más conscientes deben difundir la idea de que es posible, que la historia y la experiencia del movimiento obrero lo demuestran, que en 1968 los trabajadores de Francia o en 1980 los de Polonia lo hicieron, que el proletariado es la principal fuerza social de la sociedad cuando está unido, solidario y organizado. Estos trabajadores deben reunir, discutir, reapropiarse de las lecciones del pasado, para preparar el futuro de la lucha de clases. Estos trabajadores, por muy pocos que sean hoy, tienen la gran responsabilidad de mantener vivo el recuerdo de la inmensa experiencia de lucha de la clase obrera.
[1] Ver Lucha de los trabajadores de la SNCF: un colectivo de trabajadores realiza el balance https://es.internationalism.org/content/4382/lucha-de-los-trabajadores-de-la-sncf-un-colectivo-de-trabajadores-realiza-el-balance [23]
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Al capitalismo se le dificulta cada vez más enfrentar su crisis económica y esto repercute en todos los sectores de la economía mundial: el endeudamiento es cada vez mayor, el trabajo temporal es cada vez más masivo, aumenta el traslado de fábricas a países con menos costos de producción, etc., y, sin embargo, la crisis obliga a la burguesía a tomar nuevas medidas de restructuración de la producción en las que siempre los trabajadores son las víctimas principales.
De esta manera, la reestructuración y la huelga de General Motors (GM), sólo pueden ser entendidas en el marco de análisis de la crisis mundial e histórica del capitalismo. Es así como el 15 de septiembre de este año, tras dos meses de negociaciones entre el sindicato y la empresa sin ningún resultado, 850 trabajadores del área de mantenimiento de 5 plantas de GM en Estados Unidos se pusieron en huelga espontáneamente[1]. Ante esta situación que amenazaba salirse de su control, y la presión del resto de sus afiliados, el sindicato United Auto Workers (UAW) declaró la huelga de cerca de 50 mil trabajadores el 16 de septiembre.
Si bien desde el 2007 GM no había tenido una huelga tan masiva, los ataques a las condiciones de trabajo y vida de los trabajadores de esta empresa no se dieron de improviso y se extendieron a otros países. Anteriormente, GM tuvo que cerrar una planta de motores en México, otra de ensamblaje en Canadá[2] y una más en Ohio, en estas dos últimas se despidieron “temporalmente” (lo que llaman licencia obligatoria) a unos 3,200 y 500 trabajadores respectivamente a finales de septiembre de 2018 y también había ofrecido despidos voluntarios a unos 18,000 trabajadores en octubre. Además, el 26 de noviembre de 2018 GM anunció como parte de una “gran reestructuración” que incluye el despido de 14,000 trabajadores, el cierre de tres plantas en EEUU en 2019, de la de Oshawa en Canadá, y de la de Gunsan en Corea del Sur[3] para finales de este año y principios de 2020, despidiendo a más de 6000 trabajadores.
Las reivindicaciones de los trabajadores de GM se situaban claramente en el terreno proletario: seguridad laboral, evitar la baja de salarios, mejora en la cobertura médica y en el reparto de utilidades. Hay que destacar la existencia de reivindicaciones que muestran la solidaridad y el espíritu de unidad de los trabajadores: reclamaron contratos fijos para trabajadores temporales, la reapertura de las plantas inactivas y evitar más cierres de plantas con la consiguiente pérdida de empleos. Sin embargo, el sindicato no se centró en la defensa de estas demandas.
Según los medios de información, el gobierno y la patronal, “los defensores de los intereses de los trabajadores son los sindicatos”. Sin embargo, los propios trabajadores en su experiencia diaria han comprobado que la realidad NO ES ASÍ, y la hemos visto una vez más en la huelga de GM. Esta realidad está presente desde hace más de un siglo:
“El sindicalismo surgió en el siglo XIX. Su planteamiento no es destruir el capitalismo sino obtener, dentro de sus relaciones de producción, las mejores condiciones posibles para los trabajadores.
En la época en que el capitalismo aún no se había implantado en todos los países y en todas las esferas económicas –siglo XIX y principios del XX–, el sindicalismo podía jugar un papel favorable a los trabajadores. Pero con la entrada del capitalismo en su decadencia, el sindicato sólo puede obtener migajas muy puntuales y cae en las redes del Estado y la defensa del capitalismo.
El sindicalismo no puede poner en cuestión las estructuras de reproducción de la economía capitalista que son la empresa, el sector y la nación. Al contrario -en consonancia con los partidos de la izquierda del capital- se erige entre sus defensores más consecuentes. Según los sindicatos, el desarrollo de la nación sería el marco donde habría una tarta más grande que beneficiaría a todos. Marx en Salario, Precio y Ganancia, combatió estas fantasías de los sindicalistas de las Trade Unions inglesas poniendo el ejemplo de una sopera: los sindicalistas decían que si la sopera fuese más grande habría más sopa a repartir, Marx les rebatía con que el problema no era el tamaño de la sopera sino el de la cuchara con la que comían los obreros y que ésta tendía, históricamente, a hacerse más y más pequeña”[4].
En GM esta realidad se concretó con el sabotaje sindical especialmente mediante 3 acciones:
El sindicato llevó a cabo las negociaciones con la empresa a puerta cerrada[5]. Esto es una necesidad para los sindicatos ya que en este tipo de negociaciones discuten con la empresa cómo defender sus ganancias a costa de empeorar las condiciones de vida de los trabajadores, dejando atrás sus demandas más importantes, midiendo la capacidad de respuesta y fuerza que oponen estos, acordando cómo desgastarlos y cómo convencerlos de que al final ganaron al menos algo por lo que han luchado, fortaleciendo, así, el mito sindical.
El interés por el futuro de la empresa en detrimento del futuro de los trabajadores es compartido al 100% por los sindicatos. “Los dirigentes del sindicato UAW alegan falta de interés de la parte patronal por la suerte de sus trabajadores, pese a que el año pasado la empresa ganó más de ocho mil millones de dólares”[6]. Es decir, según los sindicatos si la empresa tiene ganancias tendría que soltar migajas para los trabajadores, pero ¿qué pasa si la empresa no tiene ganancias? Para los sindicatos los trabajadores tienen que sacrificarse, renunciar a las necesidades de sus familias para salvar a la empresa como sucedió en la crisis de hace doce años en la que todos los sindicatos de la GM de los distintos países pidieron el apoyo incondicional de los trabajadores para salvar a la empresa: “El UAW ha denunciado que los trabajadores, luego de años de ayudar a la General Motors a alcanzar ganancias millonarias, no han recibido ni una mísera parte para sus familias. El vicepresidente del UAW, Terry Dittes, puso en primer plano el fondo del asunto: hace una década, durante la crisis financiera, la dirigencia sindical aceptó una reducción de beneficios sociales y congelamiento de salarios…Defendimos a la GM cuando más nos necesitaba, ahora nos levantamos juntos con solidaridad y unidad por nuestros miembros, sus familias y las comunidades en las que trabajamos y vivimos”[7]. La hipocresía del sindicato se reveló nuevamente en los actuales acuerdos que firmó con la empresa ya que las reivindicaciones de los trabajadores fueron abandonadas.
Del mismo modo, el sindicato cambia las reivindicaciones de los trabajadores por otras que afectan a una parte de estos: “El sindicato reclama aumentos salariales por hora trabajada a lo que no accede la compañía. Además, exigen garantía de nuevos modelos asignados a las plantas estadounidenses”[8].
¿La exigencia de “nuevos modelos asignados a las plantas estadounidenses” es una reivindicación de la clase trabajadora?, ¡NO! Ese planteamiento es EL MISMO que el America First de Trump. De hecho, Trump, como parte de su guerra comercial, había pedido a la presidenta de GM, Mary Barra, la transferencia de producción de México y China a Detroit. Los sindicatos, fieles sirvientes de la burguesía nacional quieren matar la solidaridad entre los trabajadores de diferentes países inoculándoles el veneno nacionalista al reclamar producción solamente para los norteamericanos; quieren que los trabajadores se vean como ciudadanos estadounidenses y no como parte de la clase obrera internacional sembrando la división, obligándoles a desligarse de lo que les ocurre a sus hermanos de Canadá, China, Corea del Sur, México que se ven afectados por los mismos despidos y condiciones. La única solidaridad y unidad que promueven los sindicatos es con la EMPRESA y la NACIÓN.
Algunos huelguistas habían dicho que estaban dispuestos a llegar hasta el final. Consideraban que era el momento oportuno para lograr sus demandas. Sin embargo, una de las maniobras de los sindicatos que impiden el triunfo de las movilizaciones, es el alargamiento de la huelga manteniéndola encerrada en sí misma, en el sector, para que la huelga no cobre más fuerza y los trabajadores se agoten económica, física y moralmente y cedan fácilmente. Así, por ejemplo, Jason Watson, líder de la UAW dijo: "Tengo unas 500 personas jóvenes, de bajo rango, que están muy, muy asustadas"[9]. Teniendo como objetivo NO la extensión de lucha sino la extensión de una huelga aislada alargada hasta navidad: "En lo que a mí respecta, la empresa ha retrocedido en su oferta y yo y mis miembros estamos dispuestos a permanecer aquí todo el tiempo que sea necesario" (ídem.) [10]
Encerrados en ese aislamiento total, los trabajadores fueron presionados moralmente por la burguesía y los sindicatos haciéndolos responsables de todo cuanto fue posible: por la defensa de sus “privilegios”, el retraso de la salida del Corvette 2020, las pérdidas millonarias de los “pobres empresarios” (casi dos mil millones de dólares, el 25% de sus jugosas ganancias, mientras los trabajadores dejaron de percibir durante la huelga hasta el 75% del equivalente de su salario), el cierre de plantas en otros sectores y países, la continuación de la contaminación por evitar la reestructuración hacia la producción de coches eléctricos, el empeoramiento de la economía en Michigan, ¡hasta la aceleración hacia la recesión en el país!: “No está claro qué tanto de los esfuerzos de Detroit se verían obstaculizados por una recesión, pero claramente habría algún impacto. En la situación actual, los problemas podrían multiplicarse porque el estado de Michigan, que es autosuficiente, sigue siendo más dependiente de la fabricación de vehículos automotores que cualquier otro estado…si la huelga continúa dentro de seis semanas, creo que el daño acumulado podría ser suficiente para tenernos en recesión”[11].
Se trataba de una sucia culpabilización y desmoralización, porque estas visiones les hace creer que son “ciudadanos de la nación”, ocultando lo que son en realidad: una clase social histórica que luchando por sus intereses está luchando por el porvenir de la humanidad. Cuando los obreros luchan por mejorar sus salarios o evitar los despidos esa lucha debe llevarlos a la conclusión de que puede existir una sociedad distinta a la actual. En ésta lo que priman son las ganancias, la acumulación del capital, la guerra imperialista; mientras que a lo que se debe aspirar es a una sociedad donde lo primero sea la satisfacción de las necesidades de toda la humanidad.
“¿Por qué los obreros van a la huelga si es evidente la ineficacia de la medida? Pues, sencillamente, porque deben protestar contra la reducción de salarios e incluso contra la necesidad de la reducción, porque deben explicar que ellos, como hombres, no tienen que plegarse a las circunstancias, sino que muy al contrario, las circunstancias deben plegarse a ellos, que son seres humanos; porque su silencio equivaldría a una aceptación de esas condiciones de vida, una aceptación del derecho de la burguesía a explotarlos durante los períodos económicos favorables, y a dejarlos morir de hambre en los períodos malos”[12].
Las maniobras del sindicato no paran en el trastocar las demandas de los trabajadores y desgastarlos. Su preocupación más grande es aislar a los trabajadores y en sembrar la división en sus filas: por empresa, por sector, por región y por naciones.
Así, por ejemplo, cuando en la planta en Villa de Reyes -San Luis Potosí, México- se canceló permanentemente uno de los tres turnos de producción, un líder sindical canadiense declaró “eso es una buena noticia para nosotros, porque no seremos los que perdamos ese turno… puesto que las ventas estaban empezando a bajar”[13]. Es decir, para los sindicatos debe existir la competencia entre los trabajadores y no la solidaridad.
Otro ejemplo significativo de cómo el sindicato evita la solidaridad es el siguiente: “Doce trabajadores mexicanos de la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, emitieron un comunicado solidarizándose con la huelga de sus pares del otro lado de la frontera… Estos 12 trabajadores fueron despedidos con los trucos más malvados, uno de ellos fue acusado de ser drogadicto, aunque una prueba dio negativo… Ese fue el primero de los 12, toda gente con mucha antigüedad que lideraron la protesta contra el sindicato mexicano y en apoyo solidario a los trabajadores de UAW".[14]
De igual manera, los sindicatos norteamericanos se quejaron de que “las pláticas para reactivar los trabajos estarían trabadas por la preocupación de los trabajadores por la creciente producción de GM en México”[15]. En Estados Unidos y en Canadá, el mensaje era “los trabajadores de México nos quitan el trabajo porque cobran mucho menos y aceptan peores condiciones de trabajo”. En México, el mensaje era el inverso: “los trabajadores de EEUU, para mantener sus privilegios, hacen huelga y con ello nos perjudican”. Es decir, sindicatos de uno y otro lado de la frontera de Río Bravo coincidieron en DIVIDIR Y ENFRENTAR A LOS TRABAJADORES.
Esta división y enfrentamiento se extendió a los trabajadores que fabrican las piezas de la industria automotriz. Los sindicatos de GM se olvidaron de esos compañeros sin cuyo trabajo la producción en las fábricas de la multinacional no sería posible. Y los sindicatos de las empresas de la fabricación auxiliar les dicen a los trabajadores que, por culpa de la huelga, ellos cobran menos y por eso sufren paros técnicos y podrían perder su empleo. Esto fue un vil engaño: desde 2007 no ha habido huelgas y, sin embargo, GM en México decretó numerosos paros técnicos debidos a la baja de pedidos, cierre de modelos antiguos, reestructuración para modelos nuevos etc. El responsable de los paros técnicos no son los trabajadores sino el Capital.
Estas maniobras del sindicato apuntaban a que la huelga sería derrotada, y así fue. El 25 de octubre el sindicato ratificó el nuevo convenio colectivo de trabajo por 4 años con poco más del 50% de los votos de sus afilados y casi 10 días después de que fuera firmado, ya que tampoco 850 trabajadores de Aramark lo querían aceptar. La empresa concedió un miserable aumento del 3 y 4 por ciento para los próximos 4 años, un bono que a duras penas cubre lo que perdieron los trabajadores de 33 centros de producción y 22 de distribución de GM en Estados Unidos y nada para miles de trabajadores en Canadá, México y otros países, en 40 y hasta 50 días de huelga en que fueron desgastados, engañados, divididos y desmoralizados. Además, no hubo mejoras a nivel del sistema de salud, y se cerrarán tres plantas en EEUU: la de montaje de Lordstown, Ohio y dos fábricas de Michigan y Maryland. Lo que significa la baja inmediata de más de 2000 trabajadores presionados a jubilarse o a renunciar. Por otra parte, “El vicepresidente de UAW, agradeció a los empleados de GM su "sacrificio" durante los 50 días de huelga, que supuso para los trabajadores centenares de millones de dólares de pérdidas en salarios no percibidos”[16]. Además, indicó: “Hubo muchas áreas que se quedaron cortas, como la atención médica, los salarios, los empleados temporales, los trabajos calificados y la seguridad laboral, por nombrar algunos”[17]. ¡En realidad todas las demandas de los trabajadores! Además, “100 empresas que suministran a GM pararon sus operaciones, dejando sin sueldo a unas 12.000 personas. En total unos 75.000 trabajadores ajenos a GM fueron afectados por la huelga según los cálculos de los economistas”[18]. Los analistas burgueses, por su parte desprecian la afectación a los trabajadores: “El acuerdo final no es terrible para los trabajadores, pero no es una victoria. "Nadie va a volver corriendo al trabajo emocionado por lo que tienen. Pero es algo con lo que puedes vivir". La huelga surgió después de una década de frustración de los empleados con la compañía, que recortó severamente las prestaciones y los salarios de los trabajadores durante la Gran Recesión. Los empleados se sintieron abandonados una vez que el fabricante de automóviles comenzó a tener altas ganancias. El nuevo acuerdo hace poco para cambiar esa dinámica, pero sí hace algunos progresos”[19].
Si bien la huelga de GM fue derrotada, hay muchas lecciones que sacar de esta, y eso es lo más importante. La huelga en GM es un ejemplo reciente de los terribles golpes que está asestando la burguesía en todo el mundo y tiene importancia por diferentes razones:
- fue la más amplia de la industria automotriz en 50 años y la primera que se da desde hace 12 años en EEUU[20], tras un periodo en que la clase trabajadora casi no se movilizaba a nivel internacional.
- muestra claramente, contra los clamores de la burguesía, que la clase proletaria existe y está dispuesta a responder en su terreno de clase, aún en una situación general de mucha debilidad y confusión, que es aprovechada por las empresas y los sindicatos.
- muestra nuevamente cómo los sindicatos forman parte del Estado capitalista con la función de controlar a los trabajadores y evitar su verdadera lucha autónoma.
- muestra cómo cada vez más los golpes a las condiciones de vida y de trabajo cobran un carácter internacional y cómo esto aumentan las razones para la extensión de la lucha a otros sectores e a diferentes países.
Los trabajadores de GM comentaban que la compañía no les da capacitación, y ya no pueden aprender de los viejos trabajadores porque han sido jubilados o despedidos. Todos los trabajadores debemos recordar que los ‘viejos trabajadores’ no sólo tienen experiencia en el trabajo, sino también en la lucha contra la explotación capitalista. En 1965-67 hubo en la GM y otras empresas automotrices de Detroit grandes huelgas, surgidas muchas de ellas fuera de los sindicatos, donde los trabajadores lucharon unidos rompiendo las barreras de las empresas. En aquella ocasión la empresa cedió a los pocos días, a diferencia de esta, la más larga del sector automotriz en 50 años. Esta experiencia, como la que ahora están brindando los trabajadores de GM medio siglo después, es atesorada por la clase trabajadora a través de sus organizaciones revolucionarias y es de gran utilidad para entender lo que realmente sucedió en la huelga de los trabajadores de GM y para saber qué hacer en las luchas futuras, que seguramente la clase trabajadora acabará protagonizando. En ese sentido los trabajadores deben retomar las lecciones para evitar derrotas como esta. Por ejemplo, hay que hacer notar que el sindicato UAW planeó golpear a los trabajadores de la industria automovilística en partes para evitar su unión en la lucha: “El sindicato anunció que ahora se concentrará en alcanzar un nuevo acuerdo laboral para los trabajadores de Ford. El sindicato había puesto las negociaciones con Ford (F) y Fiat Chrysler (FCAU) en un segundo plano mientras buscaba el acuerdo con GM…El sindicato usará el acuerdo de GM como base para las negociaciones con los otros fabricantes de automóviles de Detroit”[21].
Dos lecciones fundamentales que deja esta huelga, y que vienen ya desde las grandes luchas de 1905 en Rusia y otros países[22], son que:
1) La lucha ha de ser impulsada, organizada y extendida por LOS TRABAJADORES MISMOS, fuera del control sindical, mediante Asambleas Generales y comités elegidos y revocables, y
2) La lucha está perdida si queda encerrada en la empresa, el sector o la nación, y que por el contrario debe EXTENDERSE rompiendo todas las barreras que el capital impone y que la atan al éste.
21 de noviembre de 2019.
[3] https://www.informador.mx/economia/Huelga-en-General-Motors-como-el-paro-de-obreros-en-EE.UU.-esta-golpeando-a-Mexico-y-Canada-20191003-0100.html [29]
[4] Lucha aislada lucha perdida. https://es.internationalism.org/cci-online/201302/3622/lucha-aislada-lucha-perdida#_ftn6 [30]
[5] Jason Watson, presidente del local 2164 de la UAW, dijo, jactándose que sus miembros están cada vez más ansiosos por saber hacia dónde se dirigen las negociaciones: "Como alguien que ha estado negociando durante 15 de mis 25 años, sé que parte de las negociaciones es como jugar una partida de póquer, y un jugador de póquer no deja ver sus cartas. Nuestros miembros sienten curiosidad por los detalles, pero entienden por qué se están ocultando los detalles". Frente a la negociación secreta donde dos o tres partes del Capital y su Estado conspiran contra los trabajadores (Gobierno, Patronal y Sindicatos), lo primero que hizo la huelga masiva de Polonia en 1980 llevada por asambleas generales fue exigir que todas las negociaciones entre los representantes obreros y el gobierno fueran grabadas y dadas públicamente a conocer a las Asambleas. Ver Un año de luchas obreras en Polonia /content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia [31]
[6] Conoce los motivos de fondo de la huelga en General Motors https://www.telesurtv.net/news/eeuu-huelga-general-motors-motivos-fondo-... [32]
[7] Ídem.
[10] “En Warren, Michigan, los empleados de GM habían estado recolectando alimentos, pañales y leche maternizada para ayudar a los trabajadores en huelga a sobrevivir”. https://www.vox.com/identities/2019/10/25/20930350/gm-workers-vote-end-strike [35] . “… muchos están teniendo que buscar otros empleos…o se están viendo obligados a vender sus casas”. efe.com/efe/america/economia/general-motors-y-sus-trabajadores-se-desangran-tras-un-mes-de-huelga-en-ee-uu/20000011-4085943.
[11] https://www.freep.com/story/money/business/john-gallagher/2019/10/04/gm-strike-update-uaw-recession/3854135002/?utm_source=oembed&utm_medium=onsite&utm_campaign=storylines&utm_content=news&utm_term=2339272001 [36]
[12] Engels: La situación de la clase obrera en Inglaterra, https://www.google.es/search?source=hp&ei=IoGlXfKSNJKtUoX0vhg&q=la+situaci%C3%B3n+de+la+clase+obrera+en+inglaterra&oq=La+situaci%C3%B3n+d&gs_l=psy-ab.1.0.0l10.2007.4471..7001...0.0..0.79.936.14......0....1..gws-wiz.......0i131j0i10.4R9KeeEc19k [37]
[13] Mike Van Boekel, directivo de la sección del sindicato automotriz Unifor en la planta CAMI de Ingersoll, Canadá.
[14] Humberto Juárez, https://noticiaslatam.lat/sociedad/201910171089017090-la-huelga-de-general-motors-en-eeuu-expuso-la-carencia-del-sector-automotriz-mexicano/ [38]
[15] https://vanguardia.com.mx/coahuila/produccion-de-gm-en-mexico-traba-negociaciones-de-huelga-en-eu-golpea-a-la-industria-en-coahuila-EUVG3486435 [39]
[18] efe.com/efe/america/economia/general-motors-y-sus-trabajadores-se-desangran-tras-un-mes-de-huelga-en-ee-uu/20000011-4085943.
[20] https://www.elsoldemexico.com.mx/finanzas/mas-salario-pero-cerrara-3-plantas-la-oferta-de-gm-a-empleados-4332675.html [42]
[22] 1905: la huelga de masas abre la puerta a la revolución proletaria https://es.internationalism.org/revista-internacional/199201/1225/i-1905-la-huelga-de-masas-abre-la-puerta-a-la-revolucion-proletari [44]
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Los acontecimientos que comenzaron en el Ecuador el 3 de octubre de 2019 contra las medidas del gobierno capitalista de Moreno agarraron un ritmo político de confusión propio de una época de descomposición capitalista a nivel mundial. Las facciones burguesas tanto de izquierda como de derecha, durante 11 días han medido sus fuerzas, por una parte la gran burguesía de derecha apertrechada en el Estado tuvo que recurrir a todo tipo de violencia con su gendarmería como si estuviera yendo a una guerra, apelaron al estado de excepción y al toque de queda, a la represión más brutal provocando miedo y confusión en las masas proletarias; por otra parte los sectores como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), el frente popular y el sindicalismo, conformaron el otro bando de izquierda que ante un proletariado debilitado a nivel nacional e internacional, especialmente la CONAIE aprovechó la ocasión para enarbolar la reivindicación de la derogatoria del decreto gubernamental 883 que apuntaba a eliminar los subsidios de los combustibles y medidas contra los trabajadores. ¿Pero qué esconden estas pugnas Inter burguesas que, ante el proletariado, aparecen como los buenos y los malos, los corruptos y los honestos, si al fin y al cabo, durante los últimos 15 años han compartido el poder del Estado casi por igual? Por tal motivo, no es sorpresa que después de tanta euforia patriotera de un lado y del otro, después de los muertos, heridos y desparecidos, saludaron por igual con respeto la bandera nacional, cantaron el himno y se sentaron a negociar lo que ante el proletariado parecían dos propuestas diferentes. Sin embargo, no es verdad, por tal motivo, es el objetivo de esta reflexión para que la clase obrera, en su camino largo y tortuoso de recomposición política, después de décadas de confusión, de ataques inmisericordes, de democracia, de dispersión, de explotación, asimile su papel histórico de transformar la sociedad capitalista a nivel mundial. Para la clase obrera y los revolucionarios, aquello que decía Rosa Luxemburgo, sigue siendo válido en momentos en que nuestra clase pareciera que estuviera perpleja, débil, pero no derrotada:
“Ningún otro partido, ninguna otra clase de la sociedad burguesa puede mostrar sus propias faltas a la faz del mundo, presentar sus propias debilidades en el espejo claro de la crítica, pues este espejo le haría ver al mismo tiempo los límites históricos que se levantan ante ella y, tras de ella, su destino. La clase obrera sí puede osar mirar atrevidamente la realidad de frente, incluso si esta verdad constituye para ella la acusación más dura, pues su debilidad es sólo temporal, y la ley imperiosa de la historia le devuelve la fuerza, le garantiza su victoria final”[1].
Antes que nada, el proletariado a diferencia de otros sectores no explotadores de la sociedad, se trata de una clase de la que depende, su clase antagónica, la burguesía que sólo puede existir exclusivamente explotando a la clase obrera, una condición que es igual en todos los países del mundo, por tal razón, su identidad revolucionaria, no depende de la raza, del sexo, de la nación, sino de su condición de clase explotada y esa identidad es fulgor político de su conciencia, y es precisamente esta identidad internacionalista y revolucionaria que los corifeos del capitalismo salvaje o del capitalismo de rostro humano intentan por todos los medios obnubilar.
Lo que acaba de ocurrir en el Ecuador, así como los sucesos de explosión social en Chile[2], el descontento en Bolivia, la crisis cada vez más aguda en Argentina, los desastres ambientales en la Amazonía, los descontentos estudiantiles en Costa Rica, el caos y la putrefacción en Venezuela, las agitaciones multitudinarias en Irak, demuestran que la descomposición del capitalismo mundial no tiene síntomas de detenerse, al contrario, cada vez avanza amenazadoramente y en este marco mundial, es evidente que también detrás de estos acontecimientos sociales está de manera solapada y en otros casos directamente las pugnas de las potencias imperialistas, moviendo los hilos para pescar a río revuelto. Los estados nacionales y la burguesía se han visto rebozados por la acumulación de los descontentos sociales contra la sociedad capitalista que es incapaz de prometer un porvenir a la humanidad, y con lo único que han respondido, ha sido con la brutalidad más descarada de la violencia, la persecución, la amenaza y la acusación, mientras, la burguesía cínicamente enarbola la democracia, aplicando la ley del más fuerte, con lo cual quieren imponer a la clase obrera mundial que cargue con todo el peso de la crisis capitalista. Por otra parte, recuperar el orden geopolítico que en los últimos años venía en disputa, es otra prioridad que intentan definir las burguesías en América Latina, aquella iniciativa de la unión de naciones sudamericanas (UNASUR) constituida como frente imperialista que se había alineado a las potencias imperialistas de China, Rusia, Turquía e Irán, y tras su debilitamiento con el fracaso del socialismo del siglo XXI, la potencia imperialista de EEUU, ante la crisis mundial, luchando, apunta a recuperar su “patio trasero” en el marco de las confrontaciones Inter burguesas.
En el artículo sobre La Geopolítica en América Latina de 2006[3], nuestra Corriente sostenía que “El resquebrajamiento del sistema de bloques, se expresa en la tendencia cada vez más abierta a romper la disciplina y el dominio que ejercía EEUU como cabeza de bloque y como potencia imperialista. Desde el siglo XIX EEUU ha considerado a los países de AL como su “patio trasero”. En ese sentido, ha sido el país que mayor influencia ha tenido en el siglo XX en la implementación del modo de producción capitalista en la región para hacer un uso más eficiente de esos mercados y explotar las materias primas en la región. A lo largo del siglo XX, con mayor énfasis después de la II Guerra Mundial, desarrolló una estrategia geopolítica para contrarrestar la influencia de las otras potencias imperialistas, principalmente las del imperialismo ruso. “América para los americanos”, rezaba el lema del imperialismo americano,…”, sin embargo, ésta influencia se debilitó a inicios del siglo XXI, con la presencia de las facciones burgueses, que en el terreno electoral, llegaron al poder con la prefiguración de implantar estados “progresistas” con las tesis del socialismo del siglo XXI, como ocurrió en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Argentina, Brasil, Nicaragua que finalmente, han terminado debilitados, precisamente porque no representan ninguna alternativa ante el capitalismo, por lo tanto, son parte de la misma descomposición, como hoy se puede comprobar sus efectos más desastrosos en Venezuela[4].
Para comprender, el entreteje de las confrontaciones Inter burguesas en América Latina, hay que echar un vistazo retrospectivo. Aquellos grupos provenientes de las luchas de liberación nacional de filiación estalinista, como guerrilleros, partidos socialistas, partidos comunistas y sindicatos, que durante las décadas de los 70 y 80 (S. XX), inspirados en el debilitado bloque imperialista de la URSS y en la leyenda de Cuba, por aquel entonces, enarbolaban por igual el falso argumento que hay un poder imperialista a vencer para que los países dependientes se puedan desarrollar. Para nosotros, comunistas e internacionalistas, la fase imperialista se refiere a la lucha de cada país capitalista, poderoso o débil, por arrebatar mercados a otros países capitalistas. Con esta amalgama de distorsión cualquier grupo se autodenominaba “revolucionario”, “comunista” o “socialista”. Evidentemente desde la primera Guerra Mundial, el proletariado y la humanidad en su conjunto ha soportado el peso del capitalismo en todas sus formas, crisis políticas, económicas y guerras. Desde la guerra civil española a la monstruosa II Guerra Mundial, y luego, vendría la guerra de Corea, Vietnam, masacres en África, invasiones en Centro América, el conflicto en los Balcanes, la interminable guerra de Medio Oriente, Líbano, Libia, Siria, Irak, Yugoslavia, Chechenia, Afganistán, Palestina, dictaduras militares, dictaduras civiles, sendero luminoso en el Perú, FARC y paramilitares en Colombia, talibanes, estado islámico, mercenarios, narcotráfico, desplazados, migraciones, xenofobia, terrorismo y populismo. Después de la Caída del Muro de Berlín, el capitalismo mundial, ha entrado en su última fase de descomposición, por tal motivo, desde Ecuador a China, dese Inglaterra a Sudáfrica, desde Uruguay a los Balcanes, sus efectos cada vez son monstruosos[5]. Es así que, con la caída del Muro de Berlín en 1989, aquellos grupos que eran la viva expresión de la contrarrevolución proletaria, cambiaron de escena política a partir de la década de los 90.
A inicios de los noventa, en varios países de América Lanita, irrumpe el movimiento indígena en Ecuador, Perú, Bolivia, México y Centro América con una consigna regional de “500 años de lucha y resistencia”, denunciaban la pobreza, la exclusión social y sus propuestas económicas se relacionaban al acceso a la tierras, agua, oportunidades en el mercado para sus productos, y en el campo político independencia de sus comunidades y participación en la administración del Estado. De igual modo, aparecen movimientos campesinos en Brasil como los denominados los “sin tierra”, y la coalición denominada “vía campesina” con 148 organizaciones afiliadas alrededor de 69 países que defiende la agricultura familiar sostenible y la soberanía alimentaria como derecho de los pueblos en el marco del Estado. Entretanto, la burguesía a nivel mundial para atenuar la crisis que se manifestaba ante el agotamiento de las recetas keynesianas en los años 90, el capitalismo emprende las recetas liberales, es decir, el llamado neoliberalismo. Sea el nombre que use la burguesía, el mundo capitalista se balancea entre medidas del gasto público y su contención. En otras palabras, la “redistribución de la riqueza”, no es otra cosa que la administración de la miseria. Ante ello, los movimientos sociales, indígenas, campesinos, sindicatos, mujeres, partidos, fueron conformando la resistencia en el mismo terreno capitalista de adaptación desde un discurso de izquierda. El discurso ideológico y político de las izquierdas y el izquierdismo, se remitía a anteponer la división entre pobres y ricos, privilegiados y excluidos, imperialismo yanqui y latinoamericanismo, FMI y economía sustentable, transgénicos y soberanía alimentaria. En la descomposición capitalista, aquellos partidos más “radicales” de origen estalinista, maoísta, trotskista, etc., cambiaron sus planteamientos ideológicos sobre la “liberación nacional” y se han vuelto más reaccionarios, y de ese modo es cómo surge el fundamentalismo bolivariano, indigenismo, etc., por tanto propuestas que no tienen nada de revolucionario y ajenas a los intereses históricos del proletariado mundial.
Desde mediados de los noventa del siglo anterior, en América Latina los acontecimientos sociales y políticos han estado mediados por la confrontación entre los diferente bandos provenientes de la misma burguesía, entre izquierda y derecha, entre neoliberalismo y capitalismo de rostro humano como el que enarboló en 1998 Hugo Chávez en Venezuela con la “revolución bolivariana” y el “socialismo del siglo XXI” que calzó a la perfección en aquellos grupos de izquierda e izquierdistas que tras la caída del muro de Berlín, habían quedado pululando sin referentes más que Cuba aislada en las Antillas. En el caso del Ecuador, la CONAIE y su brazo político Pachakutik, movimientos sociales, sindicatos y toda ralea de izquierdistas en la figura de estalinistas y trotskistas, acuñaron aquellos ideales y con la crisis capitalista de endeudamiento del año 2000, el feriado bancario y la dolarización, y con una gran burguesía que se declaraba incompetente para controlar el Estado y resolver la crisis económica, ésta amalgama política de izquierda se encargó de promover la candidatura de Rafael Correa tras la caída del gobierno de Gutiérrez, que por cierto, Gutiérrez fue otro experimento fracasado de la CONAIE que finalmente terminó traicionándolos. Al igual que Evo Morales en Bolivia, Lucio Gutiérrez y Rafael Correa en el Ecuador, los zapatistas en México, los indígenas en la figura de campesinos, zafreros, jornaleros, pequeños y medianos empresarios, con el beneplácito de sus dirigentes han sido usados para finalmente, imponer los intereses de un significativo sector de la burguesía que durante años había sido desplazada por la burguesía neoliberal. Desde 1990 que aparece el movimiento indígena en el Ecuador con su propuesta de Estado Plurinacional, sus tesis políticas, siempre se relacionaron con el control territorial y acceso político en la administración del Estado, cosa que efectivamente, se puede comprobar el control que ejercen en sus territorios con sus “leyes indígenas”, el 80% de las juntas parroquiales en más de 10 provincias ecuatorianas con presencia indígena, están bajo control de la CONAIE y la COFENAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas Evangélicos), además, cuentan con 5 gobiernos provinciales y 20 alcaldías,[6] sin contar las alianzas electorales con otros partidos provenientes del mismo movimiento indígena y del correismo. Con esto, lo que queremos demostrar, es que el movimiento indígena representado en la CONAIE no es un simple movimiento político de indígenas pobres que luchas por sobrevivir, sino que, desde los años 90, ha ganado terreno hasta convertirse en un movimiento político con intereses capitalistas, una pequeña burguesía interesada en los asuntos electorales por precautelar sus intereses en el marco del Estado. Estos intereses, ya se vieron confrontados con los intereses de la burguesía que representaba Rafael Correa, y por tal razón, fueron excluidos de aquel gobierno.
En este marco, la intervención y movilización de más de 25 mil indígenas en octubre de 2019 para contrarrestar las medidas del gobierno de Moreno con la propuesta de derogatoria del decreto 883 que eliminaba los subsidios a los combustibles y medidas contra los trabajadores, subyacen los intereses políticos y económicos del movimiento indígena representado en la CONAIE, por lo tanto, es inadmisible que esta confrontación Inter burguesa, se la pueda catalogar como una “lucha de clases”, como “insurrección proletaria”, que al calor de los acontecimientos, individuos seudo -anarquistas, izquierdistas e intelectuales, han esgrimido dentro y fuera del Ecuador. Esto no significa desconocer el descontento generalizado de un proletariado diseminado, desarticulado y desorganizado en estas manifestaciones que estuvieron como individuos, pero como clase, el proletariado tiene por delante un largo camino por recorrer y asimilar a nivel nacional e internacional su papel histórico, un arduo trabajo que también es responsabilidad de los revolucionarios por impulsar, por mínimo que sea, la autonomía de nuestra clase y la prefiguración de una sociedad, verdaderamente comunista como única alternativa a nivel mundial, contra la descomposición capitalista.
Por otra parte, la mayoría de población indígena que frecuentemente ha sido utilizada por sus propios dirigentes y partidos políticos en el campo electoral y como carne de cañón en las confrontaciones Inter burguesas, ciertamente sus condiciones materiales, por décadas, ha sido de miseria y explotación, obligados a una doble función en la economía capitalista como jornaleros parciales en la producción agrícola de exportación como flores, espárragos, etc., o, en el campo de la construcción, luego de ello, están obligados a retornar a las comunidades para continuar las labores en sus pequeñas parcelas. Un círculo en que se entrevera la experiencia de explotación como asalariados y otra como pequeños productores libres con la ilusión de acceder a mejores tierras y no depender buena parte del año de un salario. Éste sector de obreros y campesinos, a pesar del peso ideológico de sus propias contradicciones culturales de identidad, podrá superar su real situación de miseria, si consigue despojarse de las falsas ilusiones de propiedad de la tierra, del peso tradicional de ser indígena y si finalmente logra identificar al proletariado como clase revolucionaria con un carácter universal, en ese sentido, dado que se trata de un sector importante de la sociedad, el proletariado que en un futuro no muy lejano deberá organizarse autónomamente, también deberá impulsar la cultura del debate con este sector que por ahora, está bajo la férula de organizaciones netamente indígenas.
Con la crisis capitalista de finales de los 90 y principios del 2000, primero Chávez en Venezuela, luego Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua, lo primero que promovieron fue, las reformas al Estado, un marco jurídico para contrarrestar aquello que los neoliberales habían intentado en las décadas anteriores. Entonces, con el discurso de la “patria grande” y la “revolución bolivariana” por delante, también fue una rebelión y un ajuste de cuentas contra la burguesía importadora, exportadora y bancaria que durante décadas había usufructuado a su favor la renta capitalista. En el caso de Venezuela, parte de aquella “burguesía importadora” fue sustituida por la “boliburguesía” un sector lumpenizado de la pequeña burguesía del campo y la ciudad, y en el caso del Ecuador, algo parecido ocurrió. Es así que con el correismo, emergieron dos frentes burgueses con los mismos intereses políticos, aunque con intereses económicos dispares, por una parte una tendencia burocrática que siempre había soñado en conducir al Estado y por otro lado, una burguesía antineoliberal que apelaba a las mismas orientaciones que antaño habían intentado introducir con la “sustitución de importaciones”, es decir, en términos económicos, exportar más e importar menos y, en términos políticos patriotera y antiimperialista yanqui. En primera instancia, Rafael Correa logró contentar a ambos bandos, instaurando una asamblea nacional constituyente de participación ciudadana, promocionando al Ecuador a nivel internacional como un paraíso único en la tierra y rompiendo relaciones con el FMI y cualquier injerencia del imperialismo norteamericano. A todo ello, desde 2005 a 2012, con la tendencia a la alza del precio del petróleo, que alcanzó su máximo pico en 2008 en $ 147 el barril,[7] le permitió al gobierno de la “revolución ciudadana”, mejorar la infraestructura vial, la construcción de represas eléctricas, canales de riego, aeropuertos, refinería petrolera que quedó a medias, el metro de Quito, etc., contratando megaempresas de capitales anónimos como Odebrecht, o capitales mixtos como Hidalgo e Hidalgo, Holcim, entre otras. En el capitalismo en descomposición los esfuerzos de la burguesía por mejorar aspectos de la infraestructura de cara a la competencia por los mercados, tienen poca o ninguna incidencia en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Y en último caso, lo que se logra, sobre todo en el campo del control ideológico, es postergar los efectos perniciosos de la crisis haciendo creer un falso progreso.
Desde 2006 al 2012, el correismo que en su campaña electoral se había comprometido en recuperar el desfalco bancario del año 2000 a más de 3 millones de cuentahorristas, cobrar a las empresas capitalistas que adeudaban al fisco, nunca ocurrió, al contrario, para el 2010 los bancos eran los primeros que se habían recuperado y las empresas con mayor registro de ganancias, precisamente eran aquellas empresas capitalistas tildadas de morosas y las nuevas empresas que emergían bajo la revolución ciudadana, como farmacéuticas, universidades privadas, empresas turísticas, importadores, etc. Demostrando que con el correismo, aquella burguesía que en el año 2000 se había declarado incompetente para resolver la crisis, se había beneficiado con la bonanza del petróleo. Por otro lado, se incrementó una burocracia que por fuera de los trabajadores públicos, llegaba a la exorbitante cantidad de 700 mil, un sector consumidor que benefició, contradictoriamente, a las importadoras de autos y maquinaria pesada. Entretanto, el sector social representado en la CONAIE que habían promovido la candidatura de Correa, pronto entró en confrontación por el goteo que recibían producto de la bonanza del petróleo, y por tanto, luego de un forcejeo en el terreno diplomático con amenazas de lado y lado, finalmente fueron apartados de aquel gobierno. Con aquella ruptura en el marco de los diferentes intereses burgueses, el correismo comenzó un proceso de desprestigio, desarticulación y persecución de aquellos partidos y organizaciones mao-estalinistas como el movimiento popular democrático, la unión nacional de educadores, la federación de estudiantes universitarios, aunque el partido socialista y el partido comunista que son simples membrete en el Ecuador pero útiles al Estado para la confusión, continuaron apoyando aquel régimen. Por tanto, el gobierno de Correa fue quien se encargó de criminalizar las protestas sociales y Moreno no ha hecho otra cosa que continuar por ese abominable camino.
Entretanto las alianzas con las potencias imperialistas de China, Rusia, Cuba, Turquía, Irán, cada vez fueron agarrando forma en un plano económico. Desde el 2012 que comienza el descenso del precio del petróleo en el mercado mundial, el gobierno de Correa inicia un proceso de endeudamiento con China, Rusia e Irán, pero sobre todo con China, que a cambio de aquellos préstamos otorgados por el capital chino para cubrir el déficit fiscal de 2012 a 2015, el Estado tuvo que dar en concesión la explotación minera en las provincias orientales y buena parte de explotación petrolera a empresas capitalistas chinas, con una sobreexplotación de la mano de obra que más de una vez lo denunciaron los trabajadores, es decir, en un mundo capitalista en sus últimos estertores no es posible ninguna independencia nacional, salir de la férula de los “yanquis” para caer en la china. Las escaramuzas verbales contra el imperialismo norteamericano, pese a la aparente beligerancia, Correa nunca rompió cien por ciento con EEUU, por tal motivo, la relación con China se concretizó en un marco económico con ciertas restricciones políticas, como si hubiera conocido que más pronto que tarde tendría que dar la cara a su archienemigo del FMI. Es así que, cuando Moreno asume el gobierno el 24 de mayo de 2017 promovido por el propio Correa y su partido, a los tres meses de haber quedado con la “mesa servida” como presumía Correa, Moreno tomaba distancia al denunciarlo públicamente que no le había dejado ninguna “mesa servida”, sino, todo lo contrario, que Correa dejaba endeudado al Estado con más de 43 mil millones de dólares y desde aquel entonces, el gobierno de Moreno ya anunciaba los ataques a los trabajadores y direccionaba su gobierno hacia el FMI, una maniobra meticulosamente preparada por la gran burguesía hasta lanzar el zarpazo el 1 de octubre de 2019.
Estos episodios políticos y económicos, del estire y afloje entre las diferentes facciones de la burguesía, se han vuelto recurrentes en los países del tercer mundo al igual que en los países centrales, por tanto, son la expresión de la crisis capitalista de la desaceleración de la economía mundial que ha comenzado a manifestarse, tal como lo señala la resolución sobre la Situación Internacional adoptada en el 23 congreso de la CCI[8]: “En el frente económico, desde principios de 2018, la situación del capitalismo ha estado marcada por una fuerte desaceleración del crecimiento mundial (del 4% en 2017 al 3,3% en 2019), que la burguesía predice que será estable y empeorará en 2019-20. Esta desaceleración resultó ser más rápida de lo previsto en 2018, ya que el FMI tuvo que reducir sus previsiones para los próximos dos años y está afectando simultáneamente a prácticamente todos los sectores del capitalismo: China, Estados Unidos y la zona euro. En 2019, el 70% de la economía mundial se ralentiza, sobre todo en los países "avanzados" (Alemania, Reino Unido). Algunos de los países emergentes ya se encuentran en recesión (Brasil, Argentina, Turquía), mientras que China, que viene desacelerando desde 2017 y se espera que crezca un 6,2% en 2019, está experimentando sus cifras de crecimiento más bajas en 30 años”.
En este marco mundial, se puede explicar la recomposición de una burguesía de extrema derecha entorno a Moreno a favor del endeudamiento con el FMI y acorde con el imperialismo norteamericano como tabla de salvación ante las reducciones de las exportaciones a partir de 2017. Según la plataforma virtual de datos comerciales internacionales del “observatorio de la complejidad económica”[9] señala que el Ecuador en 2017 exportó 19,3 mil millones de dólares e importó, 37,7 mil millones, con un resultado negativo de 18,4 millones de dólares. Para el 2018 y 2019, la tendencia comercial cada vez ha disminuido, demostrando los efectos de la desaceleración de la economía mundial. Por otro lado, el descontento de otros sectores como la CONAIE, pequeños y medianos empresarios, las recetas del FMI y la injerencia de EEUU, tienen efectos políticos y económicos directos, además de arruinar su producción agrícola y otros rubros de producción artesanal, también se prefiguran recortes presupuestarios en los gobiernos locales y provinciales. Entre las recetas del FMI, también están las privatizaciones de empresas estatales como la empresa eléctrica y de petróleos, con lo cual, las tarifas de energía eléctrica y los combustibles afectarían a esta producción de manera significativa. Por tal razón, en las manifestaciones de octubre, la consigna más sonada fue: “fuera FMI”. Por esa razón ratificamos, que estos sectores de la sociedad no lucharán contra los efectos que tendrán que cargar los trabajadores, sino que lucharán por precautelar sus intereses como ya quedó demostrado en la mesas de negociaciones entre la CONAIE y el gobierno de Moreno. Dicho lo cual, los ataques contra los trabajadores serán más virulentos y no habrá quien más que esta misma clase, que de manera autónoma, independiente del Estado y de sindicatos, extendiendo solidariamente sus luchas dentro y fuera del Ecuador, podrán detener la brutalidad de la descomposición capitalista a nivel mundial.
Por tanto, es necesario preguntarnos, ¿Qué alcances políticos y económicos tendrán las pugnas imperialistas, si tomamos en cuenta la feroz guerra comercial que ha empezado entre EEUU y China? ¿Cómo estas guerras comerciales está afectando al proletariado de América Latina y del mundo?
Internacionalismo,
Sección de la Corriente Comunista Internacional en Ecuador
26 de octubre de 2019.
[1] La crisis de la socialdemocracia, https://www.marxists.org/espanol/luxem/09El%20folletoJuniusLacrisisdelasocialdemocraciaalemana_0.pdf [48]
[2] Ver nuestra toma de posición Chile: el dilema no es Democracia o Dictadura sino Barbarie Capitalista o Revolución Proletaria Mundial https://es.internationalism.org/content/4486/chile-el-dilema-no-es-democracia-o-dictadura-sino-barbarie-capitalista-o-revolucion [49]
[3] https://es.internationalism.org/internacionalismo/200610/1094/la-geopolitica-en-america-latina [50]
[4] Ver Crisis en Venezuela: ¡Ni Guaidó ni Maduro¡ Los trabajadores no deben apoyar a ninguna de las facciones burguesas en pugna https://es.internationalism.org/content/4389/crisis-en-venezuela-ni-guaido-ni-maduro-los-trabajadores-no-deben-apoyar-ninguna-de-las [51]
[5] Ver nuestras Tesis sobre la Descomposición https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo [14]
[8] https://es.internationalism.org/content/4447/resolucion-sobre-la-situacion-internacional-2019-los-conflictos-imperialistas-la-vida [54]
[9] https://oec.world/es/ [55]
[10] Ver Medidas del gobierno ecuatoriano: la victima de la crisis capitalista es siempre la clase obrera https://es.internationalism.org/content/4475/medidas-del-gobierno-ecuatoriano-la-victima-de-la-crisis-capitalista-es-siempre-la [56]
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En los años 30 la derrota de la oleada revolucionaria mundial de 1917-23 es rematada con el ascenso de Hitler al poder y el desencadenamiento de su barbarie fascista y con la consolidación del régimen estalinista en Rusia. Los proletarios que aún expresan una combatividad son desviados hacia la mistificación antifascista. Especialmente trágica es la guerra de España donde la respuesta inicial de los obreros contra el golpe de Franco es rápidamente desviada, con la colaboración decisiva de la CNT y el POUM, hacia una guerra entre fracciones de la burguesía (la República en un bando y el fascismo en el otro) que es a su vez un terreno de confrontación imperialista entre el bando de los potencias democráticas y el de las fascistas, lo cual preparará la enorme carnicería de la Segunda Guerra Mundial con sus 60 millones de muertos.
Comprender las lecciones de este periodo terrible para el proletariado – Víctor Serge habló de “medianoche en el siglo”- es fundamental para sacar lecciones que armen a nuestra clase contra los dilemas criminales -fascismo /antifascismo, populismo /democracia etc.- que permiten convertir a los proletarios en carne de cañón de la barbarie capitalista
Lugar:
Se puede participar físicamente asistiendo a la reunión, se puede participar igualmente vía Internet, sobre esta última modalidad los interesados que nos envíen su correo a [email protected] [60] para que les proveamos del enlace para participar en la discusión
Links
[1] https://es.internationalism.org/files/es/con_acuerdo_o_sin_el_la_democracia_capitalista_es_un_fraude.pdf
[2] https://es.internationalism.org/content/4084/el-nacionalismo-feroz-de-syriza
[3] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1844/intro-hegel.htm
[4] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso
[5] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gcfran/guer.htm#s3
[6] https://es.internationalism.org/content/4373/lista-de-articulos-sobre-la-tentativa-revolucionaria-en-alemania-1918-23
[7] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/gran-bretana
[8] https://es.internationalism.org/en/tag/2/31/el-engano-del-parlamentarismo
[9] https://es.internationalism.org/en/tag/3/45/descomposicion
[10] https://es.internationalism.org/files/es/caos_en_libia.pdf
[11] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/africa
[12] https://es.internationalism.org/en/tag/2/25/la-decadencia-del-capitalismo
[13] https://es.internationalism.org/content/4479/chile-ante-los-ataques-del-gobierno-la-respuesta-no-es-la-revuelta-popular-sino-la
[14] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[15] https://es.internationalism.org/revista-internacional/197810/2134/resolucion-sobre-el-terror-el-terrorismo-y-la-violencia-de-clase
[16] https://es.internationalism.org/content/4395/el-movimiento-obrero-en-chile-principios-del-siglo-xx
[17] https://www.eldesconcierto.cl/2019/10/21/iturriaga-busca-limpiar-imagen-del-ejercito-y-contradice-a-pinera-soy-un-hombre-feliz-no-estoy-en-guerra-con-nadie/
[18] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200604/846/hace-30-anos-la-caida-de-allende-dictadura-y-democracia-son-las-2-c
[19] https://www.clarin.com/mundo/crisis-chile-desigualdad-estupido_0_Hpgcy6pw.html
[20] https://es.internationalism.org/content/4444/resolucion-sobre-la-relacion-de-fuerzas-entre-las-clases-2019
[21] https://es.internationalism.org/en/tag/4/403/chile
[22] https://es.internationalism.org/files/es/huelgas_en_francia.pdf
[23] https://es.internationalism.org/content/4382/lucha-de-los-trabajadores-de-la-sncf-un-colectivo-de-trabajadores-realiza-el-balance
[24] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/francia
[25] https://es.internationalism.org/en/tag/vida-de-la-cci/intervenciones
[26] https://es.internationalism.org/files/es/_huelga_en_general_motors_.pdf
[27] https://www.reuters.com?edition-redirect=es
[28] http://www.ansalatina.com/americalatina/noticia/estados_unidos/2019/09/15/huelga-en-gm-por-contratos-la-primera-en-12-anos_4733c8a0-0d94-4e37-ae10-d1043a98bdd2.html
[29] https://www.informador.mx/economia/Huelga-en-General-Motors-como-el-paro-de-obreros-en-EE.UU.-esta-golpeando-a-Mexico-y-Canada-20191003-0100.html
[30] https://es.internationalism.org/cci-online/201302/3622/lucha-aislada-lucha-perdida#_ftn6
[31] https://es.internationalism.org/content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia
[32] https://www.telesurtv.net/news/eeuu-huelga-general-motors-motivos-fondo-20190919-0006.html
[33] https://www.elmundo.es/motor/2019/10/09/5d9da00ffc6c83557e8b45cb.html
[34] https://www.freep.com/story/money/cars/general-motors/2019/10/07/uaw-gm-strike-update-new-offer/3897924002/
[35] https://www.vox.com/identities/2019/10/25/20930350/gm-workers-vote-end-strike
[36] https://www.freep.com/story/money/business/john-gallagher/2019/10/04/gm-strike-update-uaw-recession/3854135002/?utm_source=oembed&utm_medium=onsite&utm_campaign=storylines&utm_content=news&utm_term=2339272001
[37] https://www.google.es/search?source=hp&ei=IoGlXfKSNJKtUoX0vhg&q=la+situaci%C3%B3n+de+la+clase+obrera+en+inglaterra&oq=La+situaci%C3%B3n+d&gs_l=psy-ab.1.0.0l10.2007.4471..7001...0.0..0.79.936.14......0....1..gws-wiz.......0i131j0i10.4R9KeeEc19k
[38] https://noticiaslatam.lat/sociedad/201910171089017090-la-huelga-de-general-motors-en-eeuu-expuso-la-carencia-del-sector-automotriz-mexicano/
[39] https://vanguardia.com.mx/coahuila/produccion-de-gm-en-mexico-traba-negociaciones-de-huelga-en-eu-golpea-a-la-industria-en-coahuila-EUVG3486435
[40] https://www.milenio.com/negocios/gm-logra-acuerdo-con-trabajadores-termina-huelga
[41] https://www.bbc.com/mundo/noticias-49927320
[42] https://www.elsoldemexico.com.mx/finanzas/mas-salario-pero-cerrara-3-plantas-la-oferta-de-gm-a-empleados-4332675.html
[43] https://edition.cnn.com/2019/10/25/business/gm-strike-uaw-vote/index.html
[44] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199201/1225/i-1905-la-huelga-de-masas-abre-la-puerta-a-la-revolucion-proletari
[45] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/estados-unidos
[46] https://es.internationalism.org/en/tag/2/30/la-cuestion-sindical
[47] https://es.internationalism.org/files/es/articulo_los_efectos_de_la_descomposicion.pdf
[48] https://www.marxists.org/espanol/luxem/09El%20folletoJuniusLacrisisdelasocialdemocraciaalemana_0.pdf
[49] https://es.internationalism.org/content/4486/chile-el-dilema-no-es-democracia-o-dictadura-sino-barbarie-capitalista-o-revolucion
[50] https://es.internationalism.org/internacionalismo/200610/1094/la-geopolitica-en-america-latina
[51] https://es.internationalism.org/content/4389/crisis-en-venezuela-ni-guaido-ni-maduro-los-trabajadores-no-deben-apoyar-ninguna-de-las
[52] https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_seccionales_de_Ecuador_de_2019
[53] https://www.preciopetroleo.net/precio-petroleo-2016.html
[54] https://es.internationalism.org/content/4447/resolucion-sobre-la-situacion-internacional-2019-los-conflictos-imperialistas-la-vida
[55] https://oec.world/es/
[56] https://es.internationalism.org/content/4475/medidas-del-gobierno-ecuatoriano-la-victima-de-la-crisis-capitalista-es-siempre-la
[57] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/ecuador
[58] https://es.internationalism.org/files/es/invitacion_rp_guerra_36_y_2a_guerra_mundial.pdf
[59] https://es.internationalism.org/content/4456/abril-de-1939-fin-de-la-guerra-de-espana-y-prologo-de-la-segunda-guerra-mundial
[60] mailto:[email protected]
[61] https://es.internationalism.org/en/tag/situacion-nacional/espana
[62] https://es.internationalism.org/en/tag/vida-de-la-cci/reuniones-publicas
[63] https://es.internationalism.org/en/tag/3/47/guerra