Homenaje a nuestro camarada Antonio

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La influencia de Mayo del 68 y la izquierda comunista

En 1965, como otros estudiantes de la Universidad de Madrid preocupados por el desarrollo de las luchas obreras en Asturias, comenzó a interesarse por la política, en un contexto en el que el punto de vista de clase tenía que abrirse paso entre la confusión ambiental de los cantos de sirena de la "oposición democrática" al régimen. Antonio desconfiaba del PCE (Partido Comunista de España) por su estalinismo, pero también tuvo que aprender a desconfiar del discurso del puñado de grupos trotskistas y maoístas que surgieron en aquella época y que, aunque parecían más abiertos y "de izquierdas" que el PCE, no eran más que una versión más radical de la izquierda del capital e igual de contrarrevolucionarios. Este interés por las posiciones revolucionarias le llevó a emigrar a Francia, donde llegó a Toulouse en 1967.

Tenía entonces preocupaciones culturales -hacía teatro en español- que nunca abandonó después, aunque a menudo tuvieran que pasar a un segundo plano ante las obligaciones familiares o políticas. En el ambiente de efervescencia política, de reflexión y de debate que precedió a 1968, y sobre todo durante los acontecimientos de ese año, encontró respuestas a las preguntas que se planteaba. En este contexto, pudo adoptar desde el principio una perspectiva verdaderamente internacionalista, interesada por la experiencia histórica del proletariado, evitando al mismo tiempo la trampa de encerrarse en un enfoque “como emigrante” centrado en la situación y la historia del país de origen.

Como él mismo contó, la primera discusión en Francia que le ayudó a romper con el ambiente izquierdista de Madrid fue la que mantuvo con algunos de los miembros fundadores de Révolution Internationale sobre el carácter imperialista de la guerra de Vietnam, sobre la necesaria defensa del internacionalismo proletario y de la solidaridad obrera, y ello en oposición a la idea de "guerra revolucionaria" defendida por trotskistas y maoístas.

Más tarde conoció a Marc Chirik (MC) en una reunión en 1968 con los demás miembros fundadores de Révolution Internationale y "militantes" situacionistas. MC defendió el carácter proletario de la revolución rusa de 1917, la realidad de la clase obrera como sujeto revolucionario de la historia y la necesidad de una organización revolucionaria. Ese mismo año, participó también en la reunión que aprobó la primera plataforma de Révolution Internationale, basada en los principios políticos del Internacionalismo que MC había heredado de la Gauche Communiste de France y luego transmitido1.

Regresó a Francia en 1969, en un momento en que el núcleo inicial de Révolution Internationale se estaba reduciendo debido a varias dimisiones y también a que la mayoría de los militantes de Toulouse se habían trasladado a París.

Detrás de una fachada que podría parecer vacilante, Antonio estaba animado por un profundo compromiso y una convicción militante

Aunque más tarde dijera: "Yo no era militante", refiriéndose al periodo de 1968, volvió a la plena actividad en Révolution Internationale en 1970, y luego, en 1972, participó en el reagrupamiento con los Cahiers du communisme de conseils de Marseille y el grupo de Clermont Ferrand, del que surgió la 2ª plataforma de RI como grupo político de base territorial que buscaba contactos internacionales. En 1975, participa en el primer congreso de la CCI y sigue siendo militante el resto de su vida. En un momento en que el movimiento de lucha de clases en España estaba en su apogeo y el Estado aceleraba su política de "transición democrática", ya no se podía garantizar la publicación de "Acción Proletaria (AP)" en España. Para hacer frente a esta situación, la CCI decidió en su primer congreso internacional mantener la publicación regular de AP, produciendo el periódico en Francia e introduciéndolo de contrabando en España al final del franquismo. Su colaboración en esta publicación fue especialmente apreciada en su momento por su capacidad para analizar con detalle las maniobras democráticas de la "transición" en España y denunciarlas en profundidad.

Debido a su dominio de dos idiomas -fue profesor de español en Francia-, a partir de 1975 también tuvo que implicarse en la producción en español de la Revista Internacional. Siempre situó estas responsabilidades en una perspectiva internacional e histórica.

Con el fin de organizar y sistematizar las actividades en lengua española y la búsqueda de contactos en el mundo hispanohablante, la recién creada CCI tomó la iniciativa de nombrar una Comisión de Lengua Española (CLE) de la que Antonio era miembro. A raíz de ello, Antonio participó regularmente en viajes a España y conversaciones con contactos, aportando su convicción y asimilación de las posiciones de la CCI. Los compañeros que viajaron con él pudieron apreciar su gran simpatía, sus vastos conocimientos enciclopédicos y sobre todo su humor.

Antonio ha participado en prácticamente todos los congresos internacionales de la CCI, donde ha formado parte de equipos de traducción simultánea notablemente eficaces, hasta el punto de que los científicos invitados a una sesión del congreso han quedado impresionados por la calidad de su trabajo. Pero también les sorprendieron los comentarios de Antonio durante las pausas, destinados a ilustrar a los compañeros de las delegaciones española, mexicana o venezolana sobre partes del discurso que habían entendido mal, .... pero también les sorprendió que Antonio utilizara el micrófono para hacer bromas.

Lealtad inquebrantable a la organización y a la causa, en las más variadas circunstancias

En los momentos difíciles de la lucha de la organización contra el espíritu del círculo y por el espíritu del partido, Antonio optó siempre por defender a la organización. Aunque tenía una tendencia natural a formar lazos de afinidad con los camaradas, nunca se dejó llevar ciegamente por la "defensa de sus amigos" en contra de los principios organizativos de la CCI. Y cuando algunos de ellos abandonaron la organización resentidos con él, Antonio mantuvo su lealtad a la CCI, aunque ello supusiera distanciarse personalmente de sus antiguos amigos.

Las "Antonionadas" de Antonio

Aunque reconocía algunos de sus errores o negligencias, faltas ocasionales de atención o implicación, el camarada solía calificarlos como sus "Antonionadas”. De hecho, esta categoría era lo suficientemente amplia como para incluir sketches en los que el camarada disfrutaba haciendo de "payaso" para diversión de todos nosotros.

A menudo, en reuniones festivas como las de año nuevo, nuestro camarada podía hacer gala de su buen humor, nunca cáustico, pero a menudo burlón, sutil y amistoso con sus camaradas. De hecho, su repertorio incluía varios sketches improvisados protagonizados por amigos y compañeros de la organización. Al servicio de su "arte", sabía explotar las sutilezas y trampas de las lenguas francesa y española, a veces incluso del occitano. Así, podía pasarse horas organizando amistosas tertulias con sus camaradas y compartiendo su buen humor.

Pero la "Antonionada" también podía manifestarse en situaciones muy diferentes, que no tenían nada de festivas y reflejaban una audacia particular por parte de nuestro camarada.

Por ejemplo, en los años 80, durante una campaña de volanteo en los muelles de Marsella -ciudadela de los guardianes cegetistas del orden capitalista-, un equipo de volanteo de la CCI se topó rápidamente con una patrulla de "pesos pesados" de la CGT que querían quitarnos de en medio. En momentos como éste, el objetivo es aguantar el mayor tiempo posible para distribuir el mayor número de octavillas, lo que no es tarea fácil, sobre todo cuando sólo se permite la entrada a un puñado de personas. Y Antonio se ríe, ante el asombro de todos: "ah, pero no puedo rendirme, tengo un mandato que cumplir. ¡Tengo que terminar este reparto!

El efecto de aturdimiento que esto produjo en las filas de la brigada sindical nos permitió ganar unos minutos preciosos de tiempo, al final de los cuales el flujo de estibadores que entraban a trabajar significaba que estábamos a salvo de intimidaciones.

Sin embargo, su vida militante no estaba hecha sólo de Antonionadas, como lo demuestra su implicación regular en la vida de la organización y el hecho de que sea el mismo Antonio al que se encuentra todavía en un episodio defendiendo una manifestación contra los intentos de irrupción de la policía -que fueron frustrados- para llevarse a un joven culpable de haber "bombardeado" un muro2.

En su vida profesional, algunas de sus "antonionadas" eran puro humor, como relató e ilustró uno de sus colegas universitarios que acudió a su funeral y que también destacó hasta qué punto Antonio respetaba a sus alumnos: un día, cuando los estudiantes parecían no estar escuchando su conferencia, charlando entre ellos en el aula, Antonio no hizo ningún comentario en particular, sino que se interrumpió a sí mismo. Los alumnos, sorprendidos, dejaron de charlar, preguntándose qué pasaba. Entonces Antonio retomó la palabra y les dijo: "Hoy me siento como en un bar de España. En los bares de España, la televisión está encendida todo el tiempo, pero nadie la ve ni la escucha. Pero si alguien la apaga, siempre hay alguien que dice: '¿Quién ha apagado la tele? Hoy yo soy la tele del bar". ¡Qué tacto y qué pedagogía!

Antonio, un padre cariñoso y compañero, comprometido ante la adversidad

Primero tuvo una hija que siempre apoyó su militancia y mantuvo simpatías políticas con la CCI. Su segundo hijo nació con una grave discapacidad física e intelectual. Para poder comunicarse con él, Antonio aprendió el lenguaje de signos y siempre tuvo cuidado de que la discapacidad de su hijo no le apartara de todo y de todos. Y, juntos, la familia lo consiguió. Sobre todo, gracias al compromiso inquebrantable de Antonio. El compromiso de nuestro camarada con su familia fue aún mayor cuando su pareja cayó gravemente enferma. Durante años, lucharon codo con codo contra un cáncer al que ella finalmente sucumbió, agotada por la batalla.

La tensión entre las responsabilidades personales de Antonio y sus responsabilidades militantes fue llevada al límite en muchas ocasiones. Como él mismo decía, estuvo varias veces a punto de abandonar la lucha política, pero, al final, mantuvo la lealtad a sí mismo, a su familia y a la organización, orientando su vida y el cuidado de su familia desde lo que era su pasión y convicción: la militancia comunista.

Queremos añadir aquí que la vida de este camarada, que consiguió mantener su militancia durante más de medio siglo (de 1968 a 2023) contra todo tipo de presiones, es un ejemplo de lo que debemos transmitir a la nueva generación de militantes.

Aunque durante largos periodos se vio obligado a reducir su implicación militante, en los últimos años ha podido redescubrir la llama de esta pasión participando en reuniones conjuntas con camaradas de AP (España), RI (Francia) y Rivoluzione Internazionale (Italia), e implicándose en responsabilidades organizativas.

Otra de las paradojas de nuestro camarada, o expresión de su gran modestia o falta de confianza en sí mismo, es que en varias ocasiones ha manifestado a camaradas que le costaba interiorizar el significado de nuestro concepto de "poner la militancia en el centro de nuestras vidas". Sin embargo, ¡eso es lo que consiguió hacer durante toda su vida!

La última "Antonionada" de Antonio

Poco después de la muerte de su compañera, Antonio sufrió un infarto que solucionó por su cuenta acudiendo a urgencias en mitad de la noche. Un día después, salió con las arterias desbloqueadas y listo para volver a funcionar. Resultó que tenía otros problemas cardiacos, que fueron tratados posteriormente y no se consideraron críticos, pero que, sin embargo, pudieron ser la causa de su muerte súbita poco después. Cuando le instamos a que nos mantuviera más regularmente informados de su estado de salud, nos contestó que, en su pueblo natal, algunas personas que decían "os mantendré informados" se equivocaban y decían "os mantendré al margen". ¡Otra Antonionada! La última.

Aunque el camarada se preocupaba de no "molestar" a los demás, era sin embargo perfectamente consciente -y ya lo había demostrado- de la necesidad social y política de recurrir a la organización y a sus militantes siempre que fuera necesario. De hecho, nos mantenía regularmente informados sobre su estado de salud.

En cambio, a todos nos sorprendió su "precipitada marcha". Hasta siempre camarada y amigo.

Por otra parte, no nos sorprendió el gran número de personas que asistieron al funeral de nuestro camarada, entre ellas algunos de sus antiguos compañeros, que dieron testimonios conmovedores, pero no sorprendentes, sobre el gran respeto de Antonio por sus alumnos.

La CCI organizará en los próximos meses un homenaje político a nuestro camarada Antonio. Los camaradas que deseen participar deben escribir a la CCI y les informaremos de la fecha y el lugar.

CCI (08/08/2023)

 

1 Sobre la aportación fundamental de este camarada ver Marc: de la revolución de Octubre 1917 a la IIª guerra mundial | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) y Marc, parte 2: de la Segunda Guerra Mundial a la actualidad | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org)

2 Para ver en detalle leer el artículo Solidarité avec les lycéens en lutte contre la répression policière (témoignage d'un lecteur)

desarrollo de la conciencia y la organización proletaria: 

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