Pablo Hasél no representa la lucha de la clase obrera, sino a sus enemigos

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Diferentes cadenas de TV y otros medios han publicado a propósito del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél algunas entrevistas en las que se reivindica de la lucha de la clase obrera; pero lo cierto es que, gesticulaciones aparte, las referencias políticas del cantante no remiten a la experiencia histórica  y la tradición de la clase obrera, sino a ideologías y formas de lucha que son completamente ajenas al terreno del proletariado, que han servido para objetivos capitalistas y, respecto de la clase obrera, han actuado para descarrilar y confundir, y en definitiva frenar sus luchas[1].

Pablo Hasél se reivindica del GRAPO y de la ETA, que no tienen absolutamente nada que ver con la lucha obrera sino con las peleas entre bandas de la burguesía. El primero arrastra la alargada sombra de haber sido inspirado y ampliamente manipulado por los servicios secretos y la segunda ha sido el brazo armado del nacionalismo vasco, heredera de la ideología reaccionaria carlista que cambió en los años 70 por la “liberación nacional” surfeando la ola de la protesta contra la guerra del Vietnam. Y desde luego tampoco ha sido para nada ajena a la intervención de  los servicios USA y franceses, además de los españoles. ETA ha canalizado hacia la lucha nacional de una fracción de la burguesía vasca la radicalización de los jóvenes frente al desempleo y a la incapacidad del capitalismo de ofrecerles una perspectiva[2].

La forma de la lucha de la clase obrera en nuestra época es la huelga de masas, organizada en las asambleas, la defensa del internacionalismo y la perspectiva de una nueva sociedad que supere y erradique el capitalismo: el comunismo mundial.

Hasél se reivindica del “tiro en la nuca” y el piolet; pero lo primero es propio de las ejecuciones de los nazis y en general de los ejércitos (incluyendo los del bando democrático) en las guerras imperialistas. En cuanto al piolet es precisamente conocido porque fue así, con un golpe en el cráneo, como Mercader (agente estalinista) mató a Trotsky, una de las más grandes figuras del movimiento obrero. Su muerte permitió que la corriente que representaba, el trotskismo, capitulara y traicionara el internacionalismo tomando partido por la defensa de la URSS en la guerra.

La lucha obrera no puede prescindir de la violencia en su lucha por la destrucción del Estado burgués, que como ha recordado el ministro Ábalos ante los altercados en Barcelona, Valencia y otras ciudades, es el único que tiene el monopolio de la fuerza (en defensa de los intereses de la burguesía -añadimos nosotros); pero la violencia del proletariado es organizada y consciente, con la perspectiva de la toma del poder, la extensión de la revolución y la construcción de la sociedad comunista; es una violencia de masas. La aparición del llamado “terror rojo” en el curso de la revolución en Rusia fue la expresión de la degeneración del “Estado obrero” hacia lo que después se convertiría en el régimen estalinista[3]. Este régimen nada tenía que ver con la liberación del proletariado y sí con el exterminio de su propia población, con la represión más cruel de los propios revolucionarios (por ejemplo, los Procesos de Moscú, etc.).

Para colmo Hasél se reivindica del antifascismo y de la lucha por una “democracia real”.

El antifascismo fue la forma en que la burguesía consiguió derrotar los vestigios de la oleada revolucionaria frente a la 1ª guerra mundial que produjo la revolución rusa y la tentativa revolucionaria en Alemania entre otras. En nombre de la lucha contra el fascismo se arrastró la lucha de la clase obrera al terreno de la guerra imperialista de los aliados contra el Eje de Hitler. Empezando por España, donde la guerra imperialista en el frente de la República contra Franco acabó con la insurrección del proletariado inicialmente contra Franco y contra la República que respondía a sus reivindicaciones con “disparos a la barriga” (en palabras del ilustre presidente Azaña). Y hay que recordar que entonces el partido comunista, junto al POUM e incluso la CNT[4], los continuadores de cuyo legado ideológico ahora están en las filas de Unidas Podemos, tomaron partido por la guerra imperialista contra los trabajadores.

La única corriente que resistió a la presión de los acontecimientos, que hizo de ¡No traicionar! su consigna, fue la Izquierda Comunista, que tuvo el coraje de defender, como hizo la Internacional Comunista frente a la Iª guerra mundial, no tomar partido por ninguno de los bandos imperialistas, denunciando a todos y luchando por la única alternativa posible: la lucha de clase del proletariado en la perspectiva de la revolución mundial.

En cuanto a la lucha por una verdadera democracia en España, conviene recordar que la llamada transición democrática (que dio lugar a lo que hoy se conoce como el régimen del 78) fue una operación de Estado del conjunto de la burguesía, con el apoyo e impulso del bloque USA entonces, y el principal objetivo era responder al desarrollo de las luchas obreras que desde los años 60 se desarrollaban cada vez más masiva y autónomamente, huelgas masivas y asambleas conjuntas que en Vitoria 1976 llegaron a ser asambleas de ciudad[5]. El franquismo solo podía responder con la represión, mientras que la democracia intentaba “torear” las luchas con la intervención sindical y las promesas de la izquierda. Porque sería bueno recordar también que los ancestros de los que ahora están en Unidas Podemos y echan pestes del régimen del 78, colaboraron ampliamente en esa operación. El partido comunista del Sr ministro Alberto Garzón, dirigido por Santiago Carrillo, llamó a la “reconciliación nacional” avalando la reconversión de los antiguos franquistas en modernos demócratas, empezando por el mismísimo Adolfo Suárez. Los partidos extraparlamentarios de la extrema izquierda, trotskistas, maoístas, etc. los restos de los cuales están en la continuidad de los “anticapitalistas” de Unidas Podemos, respaldaron las orientaciones del PC en la calle y las fábricas.

Y es que como decía Lenin, la memoria es revolucionaria, y por eso conviene acordarse de todo esto para ver que efectivamente, Pablo Hasél no representa la lucha de la clase obrera, sino a sus enemigos.

Hic Rhodas 27-2-21

 

[1] En un próximo artículo vamos a denunciar la campaña de antifascismo y ensalzamiento de la democracia que se está haciendo en torno a Hasél y las manifestaciones “anti represivas” que se han estimulado por instancias del Estado y veremos igualmente que esas movilizaciones no son una respuesta a la represión estatal sino una trampa.

[2] Para lo que es el terrorismo se puede ver, entre otros muchos artículos, El terrorismo, un arma de guerra del capitalismo https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200512/302/el-terrorismo-un-arma-de-guerra-del-capitalismo , sobre quien fue ETA y lo que hay en el conflicto nacionalista vasco se puede consultar, entre otros, Tregua de ETA: para eliminar el terror, la clase obrera debe erradicar el capitalismo https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200605/932/tregua-de-eta-para-eliminar-el-terror-la-clase-obrera-debe-erradicar-el y Conflicto vasco: contra la barbarie de las luchas nacionales la alternativa es la lucha de clases https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200601/396/conflicto-vasco-contra-la-barbarie-de-las-luchas-nacionales-la-alternat

[4] Con algunas notables excepciones como el grupo de “Los amigos de Durruti”, el anarquista Berneri, el grupo de Munis, o una minoría del POUM. Ver Los Amigos de Durruti : lecciones de una ruptura incompleta con el anarquismo https://es.internationalism.org/revista-internacional/200007/772/anarquismo-y-comunismo-los-amigos-de-durruti-lecciones-de-una-ruptu y Documento (J. Rebull, POUM) - Sobre las Jornadas de mayo del 37 en Barcelona https://es.internationalism.org/revista-internacional/200101/3244/documento-j-rebull-poum-sobre-las-jornadas-de-mayo-del-37-en-barce
[5]Hace 40 años la naciente democracia española se estrenó con los asesinatos de obreros en Vitoria https://es.internationalism.org/cci-online/201603/4144/hace-40-anos-la-naciente-democracia-espanola-se-estreno-con-los-asesinatos-de

 

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