Crisis económica

XVIIº Congreso internacional - Resolución sobre la situación internacional

XVIIº Congreso internacional

Resolución sobre la situación internacional

Decadencia y descomposición del capitalismo

1. Uno de los elementos más importantes que determinan la vida actual de la sociedad capitalista es su entrada en la fase de descomposición. La CCI, ya desde finales de los años 80, ha planteado cuáles son las causas y las características de esta fase de descomposición de la sociedad, poniendo especialmente de manifiesto que:
a) la fase de descomposición del capitalismo forma parte, íntegramente, del período de decadencia de ese sistema que se inició con la Primera Guerra mundial (tal y como la gran mayoría de los revolucionarios señalaron en aquel mismo momento). Por ello mantiene las principales características de la fase de decadencia del capitalismo, a las que añade características nuevas e inéditas en la vida de la sociedad;
b) representa la fase última de la decadencia, en la que no solamente se acumulan los rasgos más catastróficos de sus etapas precedentes, sino que asistimos a un verdadero pudrimiento de raíz del conjunto del edificio social;
c) todos los aspectos de la sociedad humana se ven prácticamente afectados por la descomposición y, sobre todo, los que son decisivos para su supervivencia misma: los conflictos imperialistas y la lucha de clases. Por tanto, con el telón de fondo de la fase descomposición y sus características fundamentales, hemos de examinar el momento actual de la situación internacional en sus principales aspectos: la crisis económica del sistema capitalista, los conflictos en el seno de la clase dominante, especialmente en el ruedo imperialista, y, en fin, la lucha entre las dos clases fundamentales de la sociedad, la burguesía y el proletariado.

Crisis económica mundial - ¿Un poco más de Estado?

Crisis económica mundial

¿Un poco más de Estado?

En lugar de vivir el «relanzamiento» tan cacareado, la economía mundial sigue hundiéndose en el marasmo. En el corazón del mundo industrializado, los estragos del capitalismo en crisis se plasman en millones de nuevos desempleados y en la degradación acelerada de las condiciones de vida de los proletarios que disponen todavía de un trabajo. Eso sí, ahora nos anuncian «novedades». Ante la impotencia de las antiguas recetas para relanzar la actividad productiva, los gobiernos de los grandes países industrializados (Clinton, en cabeza) han proclamado una «novísima» doctrina: el retorno a «más Estado». «Grandes obras», financiadas por los Estados nacionales, ésa sería la nueva poción mágica que debería dar nuevo impulso a la destartalada máquina de explotación capitalista. ¿Qué hay detrás de ese cambio de discurso de los gobiernos occidentales? ¿Qué expectativas de éxito van a tener políticas tan «originales»?

El capitalismo es hoy una auténtica catástrofe social

Las matanzas, las hambrunas, los desastres ecológicos, el deterioro de las infraestructuras, etc., no son “fallos” del sistema capitalista sino el resultado inevitable de la dominación de las leyes de este sistema sobre la especie humana y el planeta entero. Y hoy asistimos a una acentuación de la frecuencia y de la intensidad de tales catástrofes, a una considerable agravación de la situación de barbarie, miseria y caos que vive la humanidad.

Decadencia del capitalismo - La imposible unidad de Europa

¿Será capaz la burguesía de dar aunque sólo sea un principio de respuesta al problema de la división del mundo en naciones, origen de los millones de muertos en las guerras mundiales y locales que han ensangrentado el planeta desde principios de siglo?. Eso es lo que nos quieren hacer creer, con diferentes matices y niveles, las variadas tendencias políticas proeuropeas.

Crisis económica mundial - El capital alemán con el agua al cuello

Crisis económica mundial

El capital alemán con el agua al cuello

Este texto está extraído de un Informe sobre la situación en Alemania, realizado por Weltrevolution, la sección de la CCI en ese país. Aunque trate la situación allí, la verdad es que traduce la situación generalizada de crisis capitalista que atraviesan todos los países del mundo. La economía alemana, antaño ejemplo de la «buena salud» del capitalismo que la propaganda burguesa nos refregaba continuamente, se ha convertido en un símbolo del hundimiento del sistema. Ese bastión esencial del capitalismo, que hace apenas unos años parecía de lo más sólido, cae hoy en la crisis más grave desde los años 30. Con ello se hacen patentes tanto la gravedad actual de la crisis económica mundial, como también la perspectiva de futuras tormentas que han de estremecer el conjunto del edificio económico capitalista. Ya no hay modelos de capitalismo en «buen estado de salud» que la burguesía pueda vendernos para hacernos creíble la ilusión de que para salir de la crisis, sería suficiente con aplicar una gestión rigurosa. La situación en Alemania muestra hoy que, incluso los países que se han distinguido por una gestión económica «intachable», y en los que los explotadores han felicitado a los obreros por su disciplina, no escapan sin embargo a la crisis. Quedan así ridiculizados los constantes llamamientos al rigor por parte de la clase dominante. Ninguna política económica de la burguesía puede solucionar la quiebra generalizada del sistema capitalista. Los sacrificios que en todas partes se imponen al proletariado no anuncian un futuro mejor, sino un crecimiento de la miseria sin que en el horizonte se perfile ninguna solución, ni siquiera en los países más industrializados.

Editorial – ¡Máscaras fuera!

EDITORIAL

¡Máscaras fuera!

Los hechos desmienten sin piedad la propaganda de la clase dominante. Posiblemente nunca antes la realidad se ha encargado como ahora de poner al desnudo las mentiras que sueltan masivamente los medios de información hipertrofiados de la burguesía. La «nueva era de paz y de prosperidad» que anunciaban tras el hundimiento del bloque del Este, y que ha sido trovada en todos los tonos por los responsables políticos de los diferentes países, se ha quedado en un sueño apenas unos meses después. Este nuevo período aparece como el escenario histórico del desarrollo de un caos creciente, de un hundimiento en la crisis económica más grave que el capitalismo haya conocido, de la explosión de conflictos, desde la guerra del Golfo a la ex-Yugoslavia, en los que la barbarie militar alcanza cotas raramente igualadas.

La crisis económica engendra desempleo y miseria en todo el mundo

Desde comienzos de la década de 1990, la burguesía ha conseguido evitar una recesión abierta de la economía mundial, desarrollando un discurso sobre la “salud y el crecimiento de la economía” en los principales países, que hoy tiene como paradigma a China. Sin embargo ese crecimiento se basa sobre todo en una desenfrenada especulación financiera e inmobiliaria que ha convertido la economía mundial en un casino, fragilizando el sistema financiero.

La agravación de la crisis económica revela el fracaso del capitalismo

A entender de la burguesía, tanto de derecha como de izquierda, el capitalismo estaría floreciente y en pleno crecimiento. El increíble dinamismo de la economía china sería una prueba irrefutable. ¿El desempleo? ¿Las oleadas de despidos? ¿La pauperización creciente? Todo ello no serían más que producto de derivas, la falta de dirigentes sin escrupulos, sedientos de beneficios. Con menos liberalismo y más Estado, todo podría ir mejor en el mejor de los mundos. Todo ello no es más que una gran mentira. En realidad, el capitalismo es un sistema agonizante y su crisis económica mundial conoce hoy una nueva aceleración. Cuando la clase obrera sufre ya una degradación permanente de sus condiciones de existencia, ¿qué porvenir nos reserva la clase dominante?

¿Por dónde va la crisis económica? - Una economía corroída por la descomposición

¿Por dónde va la crisis económica?

Una economía corroída por la descomposición

La crisis del sistema monetario europeo durante el verano de 1993 ha puesto en evidencia algunas de las tendencias más profundas y significativas que manifiesta actualmente la economía mundial. Al demostrar la importancia que han adquirido las prácticas artificiales y destructivas como la especulación masiva, al poner al desnudo la pujanza de las tendencias de «cada uno a la suya» que oponen a las naciones entre ellas, estos acontecimientos perfilan el porvenir inmediato del capitalismo: un porvenir marcado por el sello de la degeneración, la descomposición y la autodestrucción. Estas sacudidas monetarias no son mas que manifestaciones superficiales de una realidad mucho más dramática: la creciente incapacidad del capitalismo como sistema para superar sus propias contradicciones. Para la clase obrera, para las clases explotadas de todo el planeta, que sufren el paro masivo, la reducción de los salarios reales, la disminución de las «prestaciones sociales» etc., se trata del ataque económico más violento desde la Segunda Guerra mundial.

Editorial - Al desempleo masivo respondamos con luchas masivas

Editorial

Al desempleo masivo respondamos con luchas masivas

En el otoño de 1992, las manifestaciones de masas de la clase obrera en Italia fueron el despertar de las luchas obreras (). En este otoño de 1993, las manifestaciones obreras en Alemania han confirmado la reanudación de los combates de clase frente a los ataques que están cayendo sobre el proletariado de los países industrializados. En el Ruhr, en el corazón de Alemania, más de 80 000 trabajadores han invadido las calles y cortado las carreteras para protestar contra los anuncios de despidos en las minas. El 21 y 22 de septiembre, sin consigna sindical alguna (lo cual es significativo en un país conocido por la «disciplina» de sus «fuerzas sociales»), los mineros de la región de Dortmund cesaron espontáneamente el trabajo, llevándose con ellos a sus familias, hijos, a desempleados y a trabajadores de otros sectores, llamados a expresar su solidaridad. Cualquiera que sea el resultado de las manifestaciones todavía en curso () en el momento de cerrar esta Revista internacional, este movimiento es, en un aspecto importante, un buen ejemplo de cómo puede entablar la lucha la clase obrera: ante la agresión masiva a las condiciones de trabajo, respuesta unida y masiva.

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