Lucha de clases

La intervención de la CCI en Francia en las luchas contra el CPE

Desde el 7 de febrero, asistimos a las manifestaciones de París y provincia. Pero es desde el 4 de marzo que pudimos ser parte activa en el movimiento asistiendo a la reunión de la “coordinación nacional”. Después intervenimos en las asambleas generales masivas (AG) en todas las facultades y apreciamos que la cuestión de la solidaridad estaba en el centro de las discusiones, rasgo principal de la dinámica actual en las luchas obreras en todos los países.

 

Luchas en España y Bangla-Desh

Ante la agudización de la crisis y la acentuación de los ataques contra las condiciones de vida de los trabajadores, se han visto importantes respuestas. Presentamos a continuación dos ejemplos de luchas en España y Bangladesh, llevadas a cabo en los últimos meses, ambos son experiencias que los trabajadores de todo el mundo deben retomar.

Dubai, Bangla Desh: la clase obrera se rebela contra la explotación capitalista

Dubai, uno de los siete estados de los Emiratos Árabes Unidos, se ha convertido en un inmenso terreno de edificación tanto de inmuebles para oficinas como de fábricas.Desde finales del otoño del año pasado han estallado, esporádicamente, huelgas, que hace dos meses han desembocado a una explosión de combatividad obrera: los 2.500 trabajadores del rascacielos se han enfrentado durante dos días a los patrones y a la policía, asolando las oficinas y las máquinas de las obras. Al día siguiente, en un movimiento espontáneo, miles de obreros del aeropuerto internacional de Dubai, se ponían en huelga en solidaridad con los trabajadores inmigrantes víctimas de la represión.

 Esta oleada de luchas obreras ha afectado a otros países como Bangla Desh, donde 1,8 millones de obreros del sector textil y de la confección, el 90% de los cuales son mujeres, concentrados en las zonas industriales alrededor de la capital, Dhaka, han desarrollado una serie de huelgas salvajes y simultáneas.

Tesis sobre el movimiento de los estudiantes de la primavera de 2006 en Francia

Estas tesis fueron adoptadas por la CCI cuando todavía se estaba desarrollando el movimiento de los estudiantes. Antes, en particular, de la gran manifestación del 4 de abril, que el gobierno esperaba que fuera menos potente que la anterior (del 28 de marzo), y a la que superó con creces. Incluso participaron en ella todavía más trabajadores del sector privado. En su discurso del 31 de marzo, el presidente Chirac intentó hacer una maniobra ridícula: anunció la promulgación de la ley de “Igualdad de oportunidades”, y a la vez pedía que el artículo 8º de dicha ley (el que instituía el Contrato de primer empleo, CPE, motivo principal de la cólera estudiantil) no se aplicara. Lo que provocó esa lamentable pirueta fue reforzar la movilización en lugar de debilitarla.

Mayo 68, 20 años después: La maduración de las condiciones para la revolución proletaria

Los comentaristas  «oficiales» de la historia y los nostálgicos decepcionados de aquellos años gloriosos del  «movimiento estudiantil»  celebran los 20 años del Mayo francés de acuerdo sobre un punto: las «ilusiones revolucionarias del 68» habrían sido sólo eso: «ilusiones». La realidad de los 20 años  que nos separan de aquella explosión social no sería sino la confirmación del carácter utópico de la idea de la revolución comunista, cuyas condiciones, en lugar de haber ido madurando, no habrían hecho sino alejarse.

Manifestaciones de «latinos» en Norteamérica; ¡Sí a la unidad de la clase obrera! ¡No a la unidad con los explotadores!

No hay que hacerse ilusiones que nos impidan ver la verdadera naturaleza de clase de las manifestaciones recientes; en gran medida han sido una manipulación burguesa. Sí, los obreros han salido a la calle, pero totalmente en el terreno de la burguesía, que ha tramado una provocación, que ha manipulado y controlado el movimiento y lo ha dirigido a las claras. Es cierto que han habido algunos ejemplos, como los paros espontáneos de los estudiantes mexicanos inmigrantes de los institutos en California –los hijos de la clase obrera- que implican ciertas similitudes con la situación en Francia, pero este movimiento no se ha organizado en un terreno proletario ni ha sido controlado por los propios obreros inmigrantes. Las manifestaciones, que movilizaron cientos de miles de personas, fueron convocadas por los media hispano parlantes, es decir, por la burguesía “latina”, con el apoyo de grandes empresas y políticos del “establishment”.

¿De dónde puede surgir una alternativa al capitalismo?

Sobrevivir en el capitalismo se hace cada vez más duro para la mayoría de la población mundial no explotadora. A la miseria del desempleo, la pobreza, la guerra y los atentados indiscriminados que amenazan a los obreros de cualquier ciudad del mundo, desde Tel-Aviv a Londres, Moscú o Madrid, se suma el impacto de la degradación social, la violencia, la delincuencia… El capitalismo no ofrece ninguna perspectiva a la humanidad; al contrario, su subsistencia significa cada vez más miseria, barbarie y caos en todo el mundo.Frente a ello se puede constatar un desarrollo de la combatividad de la clase obrera en todo el mundo, y de la reflexión sobre la perspectiva, sobre si existe una alternativa al capitalismo.El verdadero movimiento revolucionario del s XXI son las luchas de la clase obrera; es el movimiento de huelga de masas que avanza lentamente; que va a estallar (como en Francia) en movilizaciones masivas en diferentes países, pero que también puede manifestarse en luchas puntuales que expresan las preocupaciones de la clase, y también madura en profundidad, en la reflexión de los elementos de la clase que buscan posiciones revolucionarias, en la intervención y el trabajo de los grupos revolucionarios. Ese movimiento que la burguesía quiere ocultar y difamar a toda costa

Movilizaciones contra el CPE en Francia: una rica experiencia para las luchas futuras

El movimiento de los estudiantes  en Francia contra el “CPE” (Contrato Primer Empleo) ha hecho retroceder a la burguesía, obligándola a retirarlo el día 10 de abril pasado. Pero si el gobierno ha tenido que dar marcha atrás se ha debido también, y sobre todo, a que los trabajadores se han movilizado en solidaridad con los hijos más jóvenes de la clase obrera. Lo hemos visto en las manifestaciones del 18 de marzo, del 28 de marzo y del 4 de abril.

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