La guerra en Ucrania ya no aparece en las noticias. Como decimos en nuestro Tercer Manifiesto Internacional “Banalizar la guerra, habituarse a su olor repugnante de cadáveres y ruinas humeantes, es la peor de las perfidias, es ocultar el grave peligro que hace pesar sobre la humanidad, es cegarnos sobre todas las amenazas que penden permanentemente sobre nuestras cabezas” (El capitalismo lleva a la destrucción de la humanidad solo la revolución mundial del proletariado puede acabar con él | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org)). Pero la GUERRA SIGUE con su trituradora de carne humana en Ucrania (y amenazando con extenderse a Rusia), con sus graves consecuencias a todos los niveles: carrera armamentística, crisis alimentaria, empujón a la inflación, peligro de destrucción nuclear, influencia en la crisis ecológica, éxodo de refugiados… Es la expresión de la amenaza de destrucción de la humanidad que conlleva el capitalismo.

La guerra de Ucrania, que dura ya casi un año, demuestra la total irracionalidad del capitalismo mundial. La guerra ya no proporciona, como podía pasar en algún momento de la historia para alguno de los bandos enfrentados, ni beneficios económicos, ni beneficios estratégicos. Solo irracionalidad, destrucción y muerte para todos.

La diversidad de respuestas de las organizaciones anarquistas a la masacre imperialista en Ucrania era bastante predecible. El anarquismo siempre se ha dividido en diversas tendencias, desde las que se integraron en el ala izquierda del capital, como las que se unieron al gobierno republicano durante la guerra de 1936-39 en España, hasta las que defendieron claramente posiciones internacionalistas contra la guerra imperialista, como Emma Goldman durante la Primera Guerra Mundial. Como Comunistas de Izquierda denunciamos claramente las posiciones izquierdistas o burguesas de varios anarquistas, pero al mismo tiempo apoyamos los intentos de grupos internacionalistas como KRAS en Rusia.

Desde que estalló la guerra en Ucrania la burguesía ha emprendido una serie de campañas ideológicas para obtener apoyo la guerra y para lograr el “consentimiento” de los sacrificios que el proletariado enfrenta a raíz de las calamidades surgidas por ella. De la misma manera, estas campañas buscan ocultar el verdadero significado de esta guerra imperialista y sus crímenes, desarrollando una propaganda sutil y elaborada para esconder esta sangrienta empresa.