En el primer artículo de esta serie publicado en el nº 118 de esta Revista, pusimos en evidencia cómo la teoría de la decadencia, en Marx y Engels, está en la médula del materialismo histórico en el análisis de la evolución de los modos de producción. De igual modo la encontramos en el centro de los textos programáticos de las organizaciones de la clase obrera. En el segundo artículo, publicado en el nº 121 de la Revista internacional, hemos visto cómo las organizaciones obreras, tanto en los tiempos de Marx como en la Segunda Internacional, en sus Izquierdas marxistas así como en la Tercera Internacional, la Internacional comunista (IC), hicieron de este análisis el eje central de su comprensión de la evolución del capitalismo para ser capaces determinar las prioridades del momento. Marx y Engels, efectivamente, siempre dijeron claramente que la perspectiva de la revolución comunista dependía de la evolución material, histórica y global del capitalismo. La Internacional comunista, en particular, hará de este análisis el eje central de comprensión del nuevo período abierto con el estallido de la Primera Guerra mundial. Todas las corrientes políticas que la constituirán reconocerán el sello de la entrada del capitalismo en su período de decadencia en el primer conflicto mundial. Seguimos aquí evocando históricamente las principales expresiones políticas particulares de la IC sobre las cuestiones sindical, parlamentaria y nacional, para las cuales la entrada del sistema en su fase de declive tuvo consecuencias muy importantes.