Economía

Las deslocalizaciones ilustran la explotación

Las deslocalizaciones son utilizadas en todos las formas por la propaganda de la burguesía, a tal punto que no solamente eclipsan a todos los demás ataques que se lanzan sobre el proletariado, sino que se convierten al mismo tiempo en su explicación. Altermundistas, izquierdistas y partidos de izquierda ocupan la delantera para denunciar «el ultra-liberalismo» de los patronos y accionistas sedientos de jugosos dividendos, que, en medio de diferentes opciones por «otro mundo» escogen la peor política. Al contrario, en este artículo, queremos mostrar que las deslocalizaciones son el resultado de las leyes más fundamentales que rigen al mismo sistema capitalista.

Más de 30 años de agravación de la crisis económica (II): Una recesión más profunda que las anteriores

En la primera parte de este artículo, aparecido en el número precedente de Acción Proletaria, hemos mostrado la evolución de la crisis económica del capitalismo desde el fin de los años 1960. En esta segunda parte, vamos a tratar de demostrar que el mundo capitalista se hunde desde ahora en una nueva recesión mundial, que la burguesía se verá obligada a hacer pagar siempre con más fuerza a la clase obrera.

Crisis económica: Recesión sin tapujos

LOS ATENTADOS del 11 de septiembre han sido ampliamenteutilizados por la burguesía para extender el veneno nacionalista, pero también para desviar la atención de la clase obrera de las preocupaciones socioeconómicas y para trastornar su conciencia sobre las verdaderas causas de la profunda recesión que hoy se está extendiendo a nivel mundial. Contrariamente a lo que cuenta la clase dominante, la degradación económica no es el resultado del hundimiento de las Torres Gemelas de Nueva York, por mucho que el atentado haya sido un factor agravante de ella, especialmente en algunos sectores económicos como el transporte aéreo o el turismo. Como así lo afirman los expertos de la OCDE "el freno económico que se inició en EE.UU en el 2000 y alcanzó a otros países se ha transformado en retroceso mundial de la actividad económica que pocos países han podido evitar" (Le Monde, 21/11/01). La crisis actual no tiene nada de específicamente americano. Según los sesudos cálculos de la OCDE, el crecimiento de los 30 países que pertenecen a este organismo no superará el 1 % en 2001, ni en 2002. El sistema capitalista ha entrado en su quinta fase de recesión desde que volviera a presentarse la crisis en el escenario de la historia a finales de los años 60. Tras la caída del bloque soviético en 1989, la realidad desmintió rápidamente todos los discursos sobre el pretendido nuevo orden mundial que iba a surgir desde entonces. Guerras multiplicadas, genocidios diversos, todo ha puesto en solfa las mentiras de que con el final de la guerra fría, el mundo iba a conocer una era de paz. Los propios institutos de estadística de la clase dominante reconocen, aunque confidencialmente. que la cantidad de conflictos y víctimas desde hace diez años es muy superior en intensidad a la del período de la guerra fría. Hoy, el Bush hijo, definiendo la primera guerra del nuevo milenio como un estado de conflicto permanente, entierra definitivamente las patrañas proferidas por su padre sobre el advenimiento de un nuevo orden internacional. En cambio, hay que reconocer que la propaganda ideológica sobre la victoria de la democracia y del capitalismo ha tenido cierto eco y sigue pesando con fuerza en la conciencia de clase de los explotados. Los trastornos en el ruedo político mundial y la guerra del Golfo pudieron, en gran parte, ocultar la recesión precedente, la de finales de los 80 y principios de los 90. El krach económico del Sudeste asiático en 1997 y las quiebras de Rusia y Brasil en 1998, seguidas por la de Turquía, fueron avisos considerados como limitados; a pesar de ellos, la propaganda siguió con las falaces profecías sobre una nueva era de prosperidad económica, reforzadas por el rebote del crecimiento que se prolongó un poco más de lo normal y la incesante tabarra mediática sobre la "nueva economía". Esta matraca consistía en hacernos tragar que había nacido una especie de nueva revolución tecnológica basada en la informática, las telecomunicaciones e Internet. Hoy, en cambio, cuando la recesión está causando estragos a mansalva con una degradación de las condiciones de vida de la clase obrera, con el riesgo para la burguesía de que quede al desnudo su tinglado de monsergas ideológicas, se trata, para ella, de ocultar al máximo la profundidad de la agonía de su sistema económico ante el proletariado, impedir que éste tome conciencia del atolladero tanto político como económico del capitalismo.

Crisis, guerras y lucha de clase

LA Corriente comunista internacional ha celebrado recientemente su XIVº Congreso. Publicamos en este mismo número un articulo sobre las tareas y lo que debía zanjarse en este congreso. En él se adoptó una Resolución sobre la Situación internacional publicada aquí. La finalidad de esa Resolución no es pronunciarse sobre los acontecimientos inmediatos de la situación, sino dar el marco más general y profundo posible para entenderlos. Además, ese documento se redactó hace más de dos meses por lo que no están incluidos en él los acontecimientos más recientes. Sin embargo, como habremos de ver, esos acontecimientos han venido a ilustrar de manera patente el análisis que se hace en la Resolución. Ésta, además, está completada e ilustrada por extractos del Informe sobre la Crisis económica presentado en el Congreso (1). La Resolución sobre la Situación internacional del XIVº Congreso de la CCI consta de tres partes: la situación económica del capitalismo, los conflictos imperialistas y el estado de la lucha de clases. En la parte titulada "La lenta agonía de la economía capitalista", la resolución señala que: "El 'boom' [de la economía estadounidense durante los años 90] ya es algo del pasado, hablándose cada día más de una caída de Estados Unidos en la recesión. Ya no solo tienen dificultades las 'punto.com', sino también amplios sectores de la producción. A pesar de esas señales alarmantes, la burguesía sigue hablando de 'booms' especiales en Gran Bretaña, en Francia, en Irlanda, en España…pero sólo es para tranquilizarse a sí misma. Al depender estrechamente de Estados Unidos los demás países industriales, el final evidente de los 'diez años de crecimiento de Estados Unidos' tendrá obligatoriamente serias repercusiones por todo el mundo industrializado." Esa previsión no ha tardado en verificarse, pues estamos asistiendo últimamente a una serie de "profits warnings" (o sea, bajas de ganancias en comparación con lo previsto) en gran cantidad de empresas entre las más punteras, especialmente las de la "nueva" economía, lo cual ha llevado a una caída continua de los índices bursátiles (que han perdido casi 30% en un año). Gigantes como Philips o Nokia, líder mundial de teléfonos móviles, anuncian o el abandono de la fabricación de ese producto o reducciones drásticas de su fabricación, todo ello acompañado de despidos a mansalva. Incluso una empresa como Alcatel, gigante francés de telecomunicaciones, anuncia que iba a deshacerse ¡de más de cien de sus ciento veinte fábricas! Al mismo tiempo, las previsiones para el crecimiento del PIB de 2001 son regularmente revisadas hacia abajo en la mayoría de los países europeos (cerca de un punto desde principios de año, o sea que el crecimiento será 30% más débil de lo que estaba previsto). En fin, las tasas oficiales de desempleo, que se han reducido en los últimos tiempos están volviendo a incrementarse por todas partes (en Alemania desde hace varios meses así como en Francia, uno de los países alabados por sus "resultados" económicos). En su parte "Caída hacia la barbarie", la resolución indica que: "La dislocación de los antiguos bloques, en su estructura y su disciplina dio rienda suelta a las rivalidades entre naciones a unos niveles desconocidos, resultado de un combate cada día más caótico, cada uno para sí, un combate que involucra desde las grandes potencias mundiales hasta los más cutres caudillos de guerras locales. Esto ha cobrado la forma de un incremento constante de guerras locales y regionales, en torno a las cuales las grandes potencias procuran adelantar sus peones en propia ventaja. (…) A lo largo de esta década, la supremacía militar de Estados Unidos se ha visto incapaz de poner coto a la aceleración centrífuga de las rivalidades interimperialistas. En lugar de un nuevo orden mundial dirigido por Estados Unidos, que en sus tiempos prometiera su padre, el ahora nuevo Bush está confrontado a un desorden militar creciente, a una proliferación de guerras por todo el planeta". Entre los ejemplos de esta situación, la Resolución cita la agravación del conflicto en Oriente Medio, el nuevo despegue de la guerra en los Balcanes, en Macedonia ahora. Desde que se redactó la Resolución, las cosas han ido de mal en peor. Cada día aporta su lista de muertos en Israel y Palestina, sin que nada puedan hacer los esfuerzos diplomáticos a repetición del "padrino" americano. Entre "tregua" que nadie respeta y "alto el fuego" violado nada más firmarlo, nada parece poner fin a la demencia bélica en esta parte del mundo. Y para todos está claro que aunque hubiera algún que otro receso, nunca desembocaría en paz verdadera, una paz que se proponía el "proceso de Oslo" nada menos que a principios de los años 90. En cuanto a los Balcanes, cabe hacer una mención especial a lo que acaba de ocurrir, el 28 de junio, con la entrega de Milosevic al Tribunal penal internacional de La Haya por parte del Gobierno de Belgrado, inmediatamente seguida por el desbloqueo de más de mil millones de dólares por los países "donantes" para la reconstrucción de Serbia. Tenemos ahí patente un buen ejemplo de la hipocresía que puede desplegar la burguesía. Milosevic fue, a principios de los 90, el amiguete de los americanos y de algunos otros países europeos, como Francia y Gran Bretaña, que querían refrenar las ambiciones alemanas en los Balcanes por medio sobre todo de Croacia. Después, los norteamericanos cambiaron de chaqueta aportando su apoyo a los bosnios, mientras que aquellos dos países europeos seguían apoyando a Milosevic. Los EE.UU. necesitaron llegar a la prueba de fuerza de la conferencia de Rambouillet a principios de 1999, que hizo inevitable la guerra entre la OTAN y Serbia, para forzarlos a alinearse con la potencia norteamericana durante los "bombardeos humanitarios" sobre Serbia y Kosovo de la primavera de ese año. Esta guerra, que pretendidamente era para "proteger" a la población albanesa de Kosovo lo que hizo fue aumentar las matanzas antes de que los supervivientes pudieran volver a una región transformada en montón de ruinas. La potencia estadounidense necesitaba un "happy end", el castigo del "malo" para justificar la barbarie guerrera que ella misma había desencadenado. Y así se ha hecho: el "bueno" de antes transformado en "malo" por necesidades del guión, está ahora en manos del sherif. El conflicto en Macedonia, por su parte, no ha cesado de agravarse. Una buena parte del norte del país está ya en manos de la guerrilla proalbanesa del UCK. Y es ésta una nueva ocasión para las grandes potencias de hacer surgir sus rivalidades, por mucho que todas parezcan estar de acuerdo en que el UCK llegue a sus fines: ante el anuncio de EE.UU. de mandar tropas de la OTAN para calmar los ánimos, la diplomacia europea contesta nombrando a un "Especial Macedonia" en la persona de F. Leotard, antiguo ministro francés de Defensa. El que Solana haya escogido a un político del país tradicionalmente más opuesto a Estados Unidos, da una idea de que en Macedonia como en otras partes, los discursos de paz y las expresiones manifiestas de "amistad" entre EE.UU. y sus ex aliados europeos, sólo sirven de tapadera para lo contrario, o sea el incremento irresistible de sus rivalidades. Esto quedó confirmado durante la visita de Bush a Europa en junio: el presidente de EE.UU. no ha logrado ni mucho menos "vender" a los europeos su proyecto de escudo antimisiles, el cual es, como lo dice la Resolución: "Una gran ofensiva por parte del imperialismo americano para convertir su ventaja tecnológica en una supremacía planetaria sin precedentes. Ese proyecto es un paso más en una carrera de armamento cada día más aberrante que va a exacerbar el antagonismo con sus rivales". Y, para terminar, la perspectiva de desarrollo de la lucha y de la conciencia de clase no ha tenido, en esos últimos tiempos, una evolución significativa. Vale sin embargo la pena subrayar, como lo hace la Resolución en la parte "La clase obrera sigue teniendo en sus manos la llave del futuro", la idea de que una de las maneras con las que valorar la amenaza potencial que sigue siendo la clase obrera para el orden burgués es "la enorme cantidad de tiempo y de energía dedicado a sus campañas ideo lógicas [de la burguesía] contra el proletariado, y entre ellas, las dedicadas a demostrar que éste sería una fuerza totalmente agotada son de las más ruidosas". En el próximo número de esta Revista escribiremos sobre un ejemplo muy significativo de esas campañas, aquellas cuyo objetivo es pervertir el significado verdadero de los movimientos sociales de los últimos años 60. Para ocultar el hecho de que esos movimientos fueron el final de la contrarrevolución, fueron el inicio de un período en el que el proletariado iba a volver a ser capaz de desempeñar un papel de actor en el escenario social; para incrustar la idea de que nuestra clase "está acabada", los medios y los políticos burgueses, como dice la Resolución, han desempolvado y sacado a la luz a los "excombatientes" de las luchas estudiantiles de entonces. Se trata para la clase dominante de hacer que se olvide que las luchas obreras de entonces tuvieron una importancia sin comparación posible con las estudiantiles. También quieren hacer creer que al haberse integrado en el sistema (como el actual ministro alemán de Exteriores) los pretendidos "revolucionarios" de entonces habrían dado la prueba de que también ellos habían comprendido que la revolución es imposible. Lo que demuestran esas campañas, aunque la gran mayoría de obreros no sea todavía hoy consciente de ello, es que los sectores más lúcidos de la burguesía sí saben que la revolución es posible. El proletariado deberá, en el período que nos espera, alcanzar la conciencia de que la revolución es posible y que el porvenir de la revolución está en sus manos.

Situación internacional : ¿ 'Paz y prosperidad' o guerras y miseria ?

Ocho años después de su padre, G.W. Bush inicia su mandato depresidente de Estados Unidos de América. Aquél nos había prometido "una era de paz y prosperidad" tras la implosión del bloque del Este y el estallido de la URSS. Su hijo hereda una situación de miseria generalizada que se ha ido agudizando yextendiéndose a lo largo de los años 90. La situación del mundo esrealmente catastrófica. Y no es ni provisional, ni transitoria enespera de la profecía del G. Bush padre. Todo está indicando queel mundo capitalista arrastra a la humanidad en una espiral deconflictos guerreros mortíferos por todos los continentes, crecientes antagonismos imperialistas, especialmente entre las grandes potencias, en una nueva caída brutal en la crisis económica y en la miseria, en una cascada de catástrofes de todo tipo. Esos tres elementos, guerras, atasco económico y destrucción del planeta, hacen la vida de las generaciones actuales cada vez más insoportable, poniendo en peligro la supervivencia de las generaciones venideras. Se hace cada día más patente que elmundo capitalista lleva a la especie humana a su desaparición.

Crisis económica, Oriente Medio - Las aberraciones del capitalismo 'democrático'

A favor o en contra de la "globalización" o "mundialización", tranquilizadores o alarmantes, los discursos sobre la situación internacional y sus perspectivas son unánimes en una cosa: la democracia sería el único sistema que permitiría hacer progresar y prosperar a la sociedad, y el capitalismo sería la forma acabada de la organización económica, política y social de la humanidad: "El 2000 no ha sido el verdadero primer año del siglo XX. En términos sustanciales, el siglo XXI empezó en 1991 con la caída del comunismo soviético, el hundimiento del orden bipolar y el esplendor del capitalismo global como ideología incuestionable de nuestra era" (1).¿Y qué ocurre con la multiplicación de las guerras locales y de las matanzas? ¿Por qué aumenta incuestionablemente, por qué se generaliza la miseria en el mundo? ¿Por qué se incrementa el desempleo y la degradación de las condiciones de existencia del proletariado? ¿Cómo habrán de entenderse las hambrunas, el incremento de las epidemias, la corrupción y la inseguridad crecientes? ¿A qué se deben las catástrofes "naturales" y las amenazas sobre el medio ambiente a escala planetaria? Todo ello se debe a que el capitalismo sigue ahí, por las relaciones sociales y las relaciones de producción que impone, en las que las necesidades humanas importan un comino y que solo persiguen un único objetivo: la ganancia y "no simplemente la obtención de ganancias en oro contante y sonante, sino la obtención de ganancias en una progresión cada vez mayor" (2).

Balance de la Reunión Pública de Buenos Aires agosto 2005

Balance Reunión Pública Buenos Aires

El pasado 26 de agosto tuvo lugar en Buenos Aires una reunión pública de la CCI sobre el tema: La experiencia de Zanón: La autogestión ¿solución a la miseria o gestión de la miseria?

En un anexo adjuntamos la presentación que hicimos. Vamos a dar cuenta de la discusión que fue muy animada y en la que participaron compañeros del Núcleo Comunista Internacionalista y del Colectivo Nuevo Proyecto Histórico.

Más de treinta años de agravación de la crisis económica

Después del fin del período de reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial, el mundo capitalista ha continuado hundiéndose lentamente aunque inexorablemente en su crisis económica.

En la primera parte de este artículo nosotros vamos a mostrar la realidad de esta evolución hasta finales del siglo XX.

La segunda parte se dedicará más particularmente a poner en evidencia que el capitalismo está entrando en una nueva fase de recesión económica, sin comparación en cuanto a su gravedad con las que le han precedido.

Crisis económica: Bajada a los infiernos

La última recesión de 2000-2001 ha puesto en muy mal lugar a todas las elucubraciones teóricas a propósito de la pretendida “tercera revolución industrial” basada en el microprocesador y las nuevas tecnologías de la información, del mismo modo el hundimiento de la bolsa ha reducido a la nada todas las divagaciones sobre el advenimiento de un “capitalismo patrimonial” que suplantaría el salariado por el accionariado participativo (¡)... enésima versión del gastado mito de un “capitalismo popular” donde cada obrero se transformaría en “pequeño propietario” por la posesión de algunas acciones de “su” empresa.

Respuesta al BIPR (II) - Las teorías sobre la crisis histórica del capitalismo

En la International Communist Review nº 13, el BIPR respondió a nuestro artículo de polémica “El concepto del BIPR sobre la decadencia del capitalismo” aparecido en el nº 79 de nuestra Revista internacional. En la Revista internacional nº 82 publicamos la 1ª parte de este artículo demostrando las implicaciones negativas que tiene la concepción del BIPR sobre la guerra imperialista como medio de devaluación de capital y reanudación de los ciclos de acumulación.

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