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Para los trabajadores, el “final del túnel” nunca estará a la vista mientras exista el capitalismo, de hecho, la pandemia ha dejado patente que los efectos de la crisis económica siempre pueden empeorar y actuar contra sus condiciones de vida. Dichos efectos, arrasan el planeta entero y con mayor presión en algunos países. De Francia a Ecuador, de Argentina a USA, de Perú a China, vemos el espectro de la inflación recorrer el mundo, devorando los salarios de los trabajadores, una situación que, precisamente, ha acelerado la pandemia. Según datos del FMI, en el 2021 la inflación mundial llegará a 3,6% muy por encima de lo esperado en julio pasado cuando proyectaba un alza de precios de 2.4% este año y de 2.1% el próximo1
Mientras la Burguesía proclama la recuperación económica mundial, vemos que sus intentos de reactivación de la economía a través de planes en Europa, USA o China, se vienen enfrentando al mismo tiempo a un conjunto de factores que limitan dichos planes que se encuentran en la crisis del Covid y las manifestaciones de la descomposición capitalista2 que se profundizan cada vez más. Tal como sostenemos en nuestro Informe de la crisis económica del 24 Congreso Internacional: Estamos ante más de 100 años de decadencia capitalista, con una economía distorsionada por la economía de guerra y los efectos de la destrucción del medio ambiente, profundamente alterada en sus mecanismos de reproducción por la deuda y la manipulación estatal, erosionada por las pandemias y cada vez más afectada por los efectos de la decadencia. En estas condiciones, es ilusorio pensar que la economía se recuperará sin sobresaltos3
En verdad, a nivel global no se proyecta una vigorosa recuperación económica, todo lo contrario, vemos un mayor caos mundial en el terreno económico que se muestra en la anarquía del comercio mundial, la escasez que afecta a las economías de las grandes potencias, la deriva de muchos países periféricos, la interrupción de las cadenas de suministro que está alimentando un repunte de los precios con una posible recesión, debido a las restricciones crediticias que se ven venir, la amenaza de que burbujas financieras estallen y se produzca una gran crisis financiera, muy similar a la vivida en el 2008, pero con un mayor impacto4.
El panorama no se ve bien por donde se mire, la misma burguesía no puede esconder su preocupación ante esta situación y muestra en muchos casos una impotencia ante el problema económico. Frente a este panorama, las diferentes burguesías tratarán de salvar su pellejo, respondiendo de forma general con un “sálvese quien pueda” en las relaciones comerciales entre los Estados, reforzadas por la descomposición del capitalismo, lo cual, hace más difícil concretar alguna estrategia que aspire a una recuperación. Estamos apenas en el principio de una evolución caótica de la situación, donde las condiciones de vida de la clase trabajadora serán cada vez más degradadas. De hecho, ya hemos observado cómo se desarrollan estás tendencias centrífugas que caracterizan el accionar de la burguesía mundial: Doce años después [del año 2008] la división, la "guerra de las máscaras" y luego la "guerra de las vacunas", la cacofonía en las decisiones de cierre de fronteras contra la propagación del Covid-19, la ausencia de una acción concertada a escala internacional (aparte de Europa, que se esfuerza por protegerse de sus competidores) para limitar el colapso económico, todo ello apunta al avance del "sálvese quien pueda" y a la inmersión de las más altas esferas políticas del capitalismo en una gestión cada vez más irracional del sistema5
Crisis económica en Perú:
No es nuevo que los trabajadores siempre paguen las consecuencias de las crisis económicas del capitalismo. La gravedad de la situación ha sumido la clase trabajadora en una nueva escalada de miseria. Reducir el peso del pan para enfrentar un aumento de precio, las tarifas de agua y luz suben, todos los productos en general se han incrementado debido a la inflación, hay mayores impuestos que pagar (¡y vienen más!), son ejemplos de que hay como consecuencia un costo de vida más alto que tendremos que pagar; sin embargo, se ha despedido trabajadores en distintos sectores del comercio y la producción, se han reducido los salarios (¡que de por sí ya son miserables!), se han incrementado las inhumanas condiciones de trabajo, hay un aumento de los contratos basura por doquier. Dicho de otra forma, la burguesía ha impuesto un escenario que generó una mayor degradación de las condiciones de vida obrera. El año pasado, el PBI descendió 11. 1%, afectando el empleo y el ingreso sobre todo de los sectores más empobrecidos. A pesar de las proyecciones de recuperación del PBI para el 2021 (20, 9%), el mercado laboral todavía se encuentra un 20% por debajo de su nivel anterior a la pandemia6
Los medios de comunicación de la burguesía nos bombardean todos los días con información sobre los incrementos de precios en los mercados de distintos barrios de la capital y las provincias del país; señalando el incremento de precios de los alimentos de la “canasta básica familiar”. Aquí la prensa burguesa plantea la inflación de forma confusa, porque identifica a la inflación con los precios de los productos básicos, cuando el hecho concreto es que el incremento de los precios se traslada a todos los bienes y servicios y no solo a los alimentos básicos como repite estúpidamente la prensa.
¿Porque la inflación?
Miles de millones de dólares y en otras divisas se han inyectado en las economías del mundo para hacer frente a los diversos problemas que ha planteado la pandemia y evitar que se generalice el caos (Planes de estímulo, los llaman). Esta situación solo ha debilitado el valor de las monedas y ha impulsado un proceso inflacionario en todo el mundo. A esto, debemos sumarle otros factores: la interrupción en la cadena de suministros, problemas con el transporte marítimo, el desorden en las respuestas de los Estados7 durante la pandemia, los abusos de empresas monopólicas como las eléctricas, del gas (Alicorp8 en Perú es un ejemplo), entre otras, han contribuido a la reaparición de la inflación.
La inestabilidad política en el Perú es otro ingrediente que ha generado presiones inflacionarias. Esta situación ha contenido la inversión privada, haciendo que la producción se detenga y por ende se den presiones inflacionarias, que son las que han causado en parte los incrementos de precios de gran parte de los bienes y servicios en el país. Para el caso de los factores de producción importados como el trigo, la Aspan9 señaló que las panaderías optaron por reducir el peso del pan para paliar el alza de precios ante el incremento del precio internacional del trigo (en el 2020 la tonelada costaba 210 US$, hoy en el 2021 cuesta 278 US$) el mayor tipo de cambio y el incremento en el costo de electricidad. En Huánuco, por ejemplo, el peso del pan francés es de 16 gramos, cuando antes pesaba 40 gramos10.
Por otro lado, el incremento de las tarifas de electricidad y agua, se explican por el aumento de la inflación y el tipo de cambio. Una situación que ha venido presionando también los precios al alza. El tipo de cambio se ha venido incrementando en el país por la inestabilidad política, que ha hecho temer a ciertos sectores de inversionistas, retirando sus dólares del mercado al ver la incertidumbre que les ha generado el actual gobierno de Pedro Castillo. Esos retiros masivos de dólares del mercado han ocasionado que el precio del dólar se incremente ante la reducción de la oferta de este, en el mercado. Como señalan las leyes de la oferta y la demanda, ante una reducción de la oferta en el mercado, los precios se incrementan. Una vez más, se demuestra que las variaciones de precios y otros procesos ligados a la producción de mercancías, están sujetos a las leyes de la economía capitalista, siendo la forma de cómo funciona el sistema, responsable de las crisis.
Hemos visto que muchos productos importados y otros que tienen factores importados en su producción como el pan, se han visto afectados en sus precios, ya que las materias primas para la elaboración de este, como el trigo, se compran en dólares en el exterior.
La Burguesía solo ayuda a la Burguesía:
El plan de estímulo «Reactiva Perú» que se dio en el 2020 y que consistió en préstamos a empresas, sirvió para ayudar a grandes empresas (71% de lo desembolsado) representando 17 mil millones en préstamos, cuya devolución dependerá de una supuesta recuperación. Empresas como Intercorp, Grupo El Comercio, Grupo San Pablo11, entre otros grandes grupos, fueron beneficiados, mientras gran parte de la población esperaba recibir un miserable bono de 700 soles (220 US$), que, en muchos casos, nunca llegó. Una vez más se demuestra que el Estado es el instrumento por excelencia de la clase explotadora para actuar solo en su beneficio.
Además, el actual gobierno de Castillo también alista un paquete de medidas para elevar los impuestos a los trabajadores y empresas. El gobierno habla de incrementar los impuestos a las rentas y otras actividades, pero se sabe que estas medidas siempre crean más dificultades a los trabajadores. Las grandes empresas generalmente nunca pagan los impuestos y en Perú, hay 158 grandes empresas que deben impuestos al Estado desde hace mucho tiempo (mina Buenaventura, mina Antacpaccay, mina las Bambas, minera Cerro Verde, Telefónica del Perú, Latam Airlines, América Móvil Perú, Supermercados Peruanos, Banco Pichincha, entre otras…). sin embargo, persiguen a la clase obrera, en diversos sectores de la economía intentando «formalizarlos» para quitarles el poco dinero que ganan.
Con el pretexto de formalizar a un amplio sector de trabajadores, el gobierno busca ordenarlos y sistematizarlos en planillas con sueldos miserables, tratándoles de quitar lo máximo posible con el pretexto de pensar en su «jubilación», trabajadores que, tomando en cuenta la progresiva degradación de sus condiciones laborales y de vida, no llegarán a ver una jubilación. Un ejemplo claro de lo que aquí decimos, es el informe de Comex y el IPE12 publicado recientemente, donde se señala que el 48.5% de trabajadores por aplicativo no quiere aportar para pensiones y esto solo en el sector de conductores y repartidores, que representa el 1.4% de la PEA13 del país. Vemos aquí una resistencia de los trabajadores a someterse a estos sistemas que solo le quitarán el poco dinero que llevan a sus hogares. Esta es una situación que se repite en toda la clase trabajadora del país y que está representada dentro de la Población económicamente Activa (PEA). Esto es uno de los múltiples esfuerzos que hace la burguesía peruana para «formalizar» a los «trabajadores informales».
Uno de los ataques contra la clase trabajadora que siempre realiza la burguesía en cualquier parte del mundo, en situación de crisis económica, es incrementar los impuestos y para darle un tinte «democrático» a la medida a implementar, señalan que serán incrementos para «todos» tanto para la burguesía como la clase obrera. Al final la burguesía emprende procesos judiciales al Estado que toman años determinar si le corresponde o no pagar impuestos. En muchos casos nunca los pagan. Solo la clase obrera carga con ellos14.
El balance de los 100 días del gobierno Castillo, es una muestra que los trabajadores no pueden esperar nada de este gobierno ni de ningún otro.
El gobierno de Castillo promueve más golpes contra la clase obrera:
Además de la situación ya descrita que le toca vivir a la clase obrera en Perú, el gobierno de Castillo prepara un paquete de reformas laborales contra los trabajadores. Ya algunos grupos de trabajadores de la provincia del Cuzco se pronunciaron, aunque de forma tímida sobre esto «Los trabajadores no permitiremos que vengan a desaparecer nuestros derechos laborales y sociales». El paquete de reformas consta de cinco proyectos de ley que plantean modificaciones en materia laboral, de las cuales cuatro establecen cambios en la ley de productividad y competitividad laboral, mientras que el restante promueve la inclusión laboral de jóvenes y adultos mayores.
Esto demuestra, que todo gobierno, se llame de izquierda o derecha, no dejará de servir al capital, en el caso peruano, va a implantar una nueva Reforma Laboral que agravará la precariedad, promoverá la baja de salarios y aumentará la vulnerabilidad obrera frente a las empresas, empeorando la actual condición de la clase obrera en su conjunto.
¿Cuál es la perspectiva, cual es el camino?
La inflación puede llegar a ser un estímulo a la lucha inmediata por los aumentos salariales, lo cual, pudiera favorecer la búsqueda de la unidad más allá de los sectores y de las corporaciones, como ocurrió a finales del año pasado con los trabajadores de la agroindustria15 , en un contexto donde es toda la clase obrera la que está bajo ataque. Además, podría ser un factor de radicalización de las luchas ante la imposibilidad del Estado de satisfacer realmente las demandas. Y aunque existe la posibilidad que esta situación de inflación genere revueltas populares y saqueos en las calles en diversas partes del mundo, la clase obrera debe seguir demostrando que no es una clase derrotada y que debe ser consciente que es la única clase en la historia de la humanidad, de poder acabar con la burguesía y su economía.
Por eso saludamos las luchas obreras que se han dado en USA, Irán, Italia, Corea y en otros lugares del planeta, que demuestran que ni la pandemia ni la crisis económica han roto la combatividad del proletariado16. Solo en la lucha internacional del proletariado está el futuro de toda la humanidad, frente al capitalismo que nos lleva directo a la barbarie.
Solo la clase obrera con su unidad y luchando en su terreno de clase, con autonomía política y determinación, puede no solo oponerse a los efectos más palpables de la crisis económica, como la inflación, sino que tiene potencialmente la capacidad de acabar con la explotación y la barbarie capitalista que se nos impone permanentemente. Ante los ataques de la burguesía a nivel internacional, se impone la necesidad de una respuesta internacional de la clase obrera, para luchar contra el capitalismo decadente, único responsable de la situación actual.
Internacionalismo Perú
Sección de la CCI
16112021
1 https://gestion.pe/mundo/fmi-inflacion-mundial-alcanzara-un-pico-a-fines-del2021-y-se-estabilizara-en-el-2022-noticia/
4 Ver La irrupción de la descomposición en el terreno económico: Informe sobre la crisis económica https://es.internationalism.org/content/4629/la-irrupcion-de-la-descomposicion-en-el-terreno-economico-informe-sobre-la-crisis
5 https://es.internationalism.org/content/4709/informe-sobre-la-crisis-economica-del-24o-congreso-internacional-de-la-cci-2021
7https://es.internationalism.org/content/4733/espana-la-escalada-de-la-inflacion-un-golpe-brutal-contra-los-trabajadores
8 Es una empresa de bienes de consumo peruana con operaciones en varios países de América.
9Asociación Peruana de Empresarios de la Panaderia y Pasteleria.
10Gestión 15 de setiembre del 2021.
11Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas.
12Sociedad de Comercio Exterior del Perú (COMEX) y el Instituto Peruano de Economía (IPE)
13Gestión 11 de noviembre del 2021.
14 Sobre los impuestos debemos aclarar que en última instancia todos son pagados por los trabajadores. En efecto, el impuesto que pagan las empresas y los capitalistas individuales salen de la plusvalía que previamente, como resultado del mecanismo del trabajo asalariado, ha sido extraída de la fuerza de trabajo.
15 Huelga de los obreros de la Agroindustria en Perú. https://es.internationalism.org/content/4632/huelga-de-los-obreros-de-la-agroindustria-en-peru