La oleada revolucionaria de 1917-1923

La Izquierda Comunista en Rusia (IV) - El Manifiesto del Grupo Obrero del Partido Comunista Ruso

Publicamos la cuarta y última parte del Manifiesto (las tres precedentes están publicadas en los números anteriores de esta Revista Internacional). Esta trata particularmente dos cuestiones: una es la organización de los obreros en consejos para la toma del poder y transformar la sociedad, y la otra el carácter de la política de oposición al Partido Bolchevique por parte de otros grupos constituidos en fracción contra su degeneración.

II - 1919: El ejemplo de Rusia 1917 inspira a los obreros húngaros

En el artículo anterior de la serie ([1]) vimos cómo ante el creciente desarrollo de la lucha proletaria, el Partido Socialdemócrata, bastión principal del capitalismo, había intentado una maniobra repugnante, maniobra consistente en cargar a los comunistas la responsabilidad de un extraño asalto a la redacción del periódico socialista Népszava, con la cual pretendía criminalizarlos, primer paso para desencadenar una oleada represiva que empezando por los comunistas acabara con la aniquilación de los incipientes co

La Izquierda Comunista en Rusia (III) - El Manifiesto del Grupo Obrero del Partido Comunista Ruso

En la parte precedente del Manifiesto (publicado en la Revista Internacional no 143) vimos cómo el Grupo Obrero se oponía con violencia a cualquier tipo de frente único con los socialdemócratas. En contrapartida, llamaba a un frente único de todos los elementos verdaderamente revolucionarios, entre los cuales incluía a los partidos de la Tercera Internacional (IC) así como a los partidos comunistas obreros (KAPD en Alemania).

¿Qué son los Consejos obreros? (I)

Los Consejos Obreros son la forma al fin encontrada de la Dictadura del Proletariado, en palabras de Lenin. Órganos colectivos de la clase obrera en lucha expresan su unidad, son el medio para que ésta ejerza colectivamente el control de su lucha y desarrolle su conciencia y su unidad. En esta Serie vemos cómo surgieron, cómo lograron tomar el poder en Rusia destruyendo el Estado burgués, qué problemas afrontaron, qué crisis pasaron y cómo finalmente fueron destruidos desde dentro por el Estado que había surgido con la revolución en las condiciones de aislamiento mundial de ésta.

I - 1919: El ejemplo de Rusia 1917 inspira a los obreros húngaros

La década que se extiende entre 1914 y 1923 es una de las más intensas de la historia de la humanidad. En ese corto lapso de tiempo se vivió una guerra terrible, la Primera Guerra mundial, que puso fin a 30 años de prosperidad y progreso ininterrumpido de la economía capitalista y del conjunto de la vida social; frente a dicha hecatombe se levantó el proletariado internacional encabezado por los obreros rusos en 1917 y hacia 1923 los ecos de aquella oleada revolucionaria empezaron a apagarse, aplastados por la reacción burguesa.

V - El terror dirigido por la socialdemocracia contra la clase obrera preparó el terreno al fascismo

La derrota de la revolución proletaria en Alemania fue el giro decisivo del siglo xx, pues su consecuencia fue la derrota de revolución mundial. En Alemania, la instauración del régimen nacional-socialista que se construyó sobre el aplastamiento del proletariado revolucionario abrió el camino a ese país a marchas forzadas hacia la Segunda Guerra mundial. La barbarie específica del régimen nacional-socialista iba pronto a servir de coartada a las campañas antifascistas destinadas, por su parte, a alistar en la guerra al proletariado del campo imperialista "democrático".

I - Frente a la guerra, el proletariado revolucionario reanuda con sus principios internacionalistas

Hace 90 años, la revolución proletaria culminaba trágicamente en las luchas de 1918 y 1919 en Alemania. Tras la toma heroica del poder por el proletariado en Rusia en Octubre de 1917, el corazón de la batalla por la revolución mundial se desplazó hacia Alemania. Allí se llevó la batalla decisiva, y se perdió. La burguesía mundial siempre ha querido que no quede ningún recuerdo de aquellos acontecimientos.

Revolución y contrarrevolución en Italia (1ª parte): las ocupaciones de fábrica

En agosto de 1920, la prefiguración de lo que se iba a volver el movimiento de ocupación de las fábricas fue lo que se llamó el “obstruccionismo”. Este era generalmente aplicado en respuesta a todo lock-out patronal, una táctica que consistía en remplazar, según los estrategas de la FIOM (Federación de Obreros Metalúrgicos), la huelga, “que ya se había utilizado demasiado”, por una política de “producción propia”.

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