Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 155.56 KB |
Todos hemos visto la campaña a escala mundial que se ha organizado sobre el cambio climático. En apariencia viene “de los jóvenes” y “parte de la base”. Greta Thunberg, una joven de 16 años que con su acción “heroica” es el referente del movimiento, es recibida en la ONU y es proclamada por la revista Time “líder de la nueva generación”. Parecería pues que, los gobernantes del mundo (a excepción de los malos de la película, Trump y Bolsonaro) serían “muy sensibles al alarmante mensaje de Greta.
Este enorme ruido debe denunciarse como una campaña montada de arriba abajo por las instituciones de los Estados Capitalistas y es necesario ver qué hay detrás.
Ver qué se esconde no tiene nada que ver con teorías “conspiranaoicas” y demás sandeces, es simplemente realizar un análisis basado en el marxismo que siempre ha defendido la necesidad de no partir “de lo que los hombres dicen, se representan o se imaginan”, sino partir “del hombre que realmente actúa y, arrancando de su proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida”[1] y lo que podemos ver en esos gobernantes es una hipocresía escandalosa pues mientras reciben mansamente los latigazos de Greta en su acción cotidiana de gobierno siguen obrando por la destrucción del medio ambiente en todo el mundo.
Hemos denunciado esta campaña con una Hoja Internacional[2] y hemos organizado reuniones públicas sobre el tema. En la Reunión Pública de Valencia hubo una contribución escrita de un simpatizante muy próximo que no pudo asistir y que publicamos a continuación.
Saludo el esfuerzo de los compañeros por organizar un debate sobre una de las cuestiones más acuciantes para el futuro de la humanidad y que, de forma honesta (aunque lamentablemente aún envuelta en expresiones políticas estériles) se siente como tal en amplios sectores de la clase obrera.
Aun no pudiendo asistir por cuestiones personales quería mandar una toma de posición y mi modesta contribución al debate, que espero sea provechoso. Sin duda, una de las cuestiones que más polémica y atención pública genera es la pregunta existencial de si, dadas las circunstancias y la montaña de hechos científicos publicados y observados al respecto, podemos decir que nuestra especie tiene un futuro inmediato asegurado como tal... o no.
Por mi parte, creo ver que las principales actitudes al respecto, tanto a pie de calle como por parte de los voceros de todos los Estados, se divide en tres principales bloques:
La respuesta de nuestra clase, por descontado, no puede tener nada que ver con ninguna de las anteriormente mencionadas. Esa respuesta pasa por recuperar al Marx que escribió los Manuscritos Económicos y Filosóficos y describió de forma tan vital y apasionada la relación total, sensitiva y productiva, del ser humano con el medio natural del que forma parte como componente orgánico directo. Pasa por recuperar el esfuerzo de las fracciones de izquierda de las tres Internacionales del proletariado, las de Marx y Engels, las de Lenin, Trotsky, Liebknecht y Rosa Luxemburgo y las de Bordiga, Pannekoek, Gorter y Miasnikov, lo que es lo mismo que decir que pasa por recuperar su propia fuerza y consciencia como elemento activo de la historia, que tiene una propia perspectiva de sociedad humana que defender frente a la creciente desintegración caótica de la sociedad burguesa y la amenaza que supone a la supervivencia física inmediata de la especie humana.
El compañero ve necesario que el proletariado y sus elementos más avanzados recuperen las contribuciones del movimiento obrero desde los tiempos de Marx. Tiene toda la razón y es una tarea que animamos a emprender y a la que hemos contribuido con nuestras modestas fuerzas[3].
Podemos encontrar algunas contribuciones de interés en científicos, sin embargo, el marxismo planteó ya en el siglo XIX el peligro que el capitalismo entrañaba de destrucción medio ambiental insistiendo en los graves problemas que provocaban la concentración de la población en enormes metrópolis y la industrialización. En particular, insistía sobre el antagonismo entre campo y ciudad que el capitalismo lleva a los últimos extremos. Todo esto en una época donde los aduladores del sistema negaban esos peligros y solo hablaban de las “maravillas” del “Progreso”.
En el periodo ascendente del capitalismo, que globalmente se cierra en 1914, los peligros para el medio ambiente se pudieron compensar y atenuar por toda una serie de progresos reales, por ejemplo, en la higiene y en la sanidad. Esto cambia radicalmente en la decadencia del capitalismo y más aún en su fase de descomposición. Nuestras Tesis sobre la Descomposición[4] denunciaron hace 30 años “la degradación del medio ambiente que está alcanzando cotas impresionantes (agua corriente asquerosa, ríos muertos, océanos basura, aire irrespirable de las ciudades, decenas de kilómetros cuadrados contaminadas por la radioactividad en Ucrania y Bielorrusia), que está amenazando el equilibrio del planeta entero con la desaparición de las selvas ecuatoriales, como la amazónica, los «pulmones de la Tierra», con el llamado efecto invernadero, con la destrucción de la capa de ozono” y la verdad es que hoy la situación es infinitamente peor. En el periodo de descomposición de la decadencia capitalista “la civilización humana está perdiendo cierta cantidad de lo adquirido (el dominio de la naturaleza, por ejemplo); pero no por eso va a volver a recuperar la capacidad de progreso y de conquista, características, en especial, del capitalismo ascendente. El discurrir de la historia es irreversible: la descomposición lleva, como su nombre tan bien lo indica, al desmembramiento y a la putrefacción de la sociedad, a la nada” (ídem.)
La Reunión Pública se preguntó: ¿Cuál es la razón del actual alarmismo de los gobernantes del mundo? ¿Por qué lanzan esta campaña?
La burguesía de los países centrales ha visto que los movimientos de lucha más significativos de la pasada década fueron protagonizados por las jóvenes generaciones de la clase obrera, especialmente la lucha contra la CPE en Francia y el movimiento de Indignados en España, USA etc.[5]. Estas jóvenes generaciones, a la vez que tenían una dificultad para verse como parte de la clase obrera, manifestaron una tendencia positiva a reflexionar sobre los problemas generales del mundo. Esta preocupación inquieta a la burguesía. Por ello, desarrolla campañas que destruyan esas pequeñas simientes para imponer un terreno democrático, individualista, ciudadano y de negación total de la clase obrera.
La campaña climática pone por delante una categoría falsa y sociológica que sería la juventud y plantea el problema climático como un problema en sí, como una más de las muchas categorías de problemas que afectan el mundo: la opresión de la mujer, la corrupción, la pobreza etc.
Para la ideología burguesa no existen clases sino “ciudadanos”. Los sociólogos niegan el concepto de clase y lo sustituyen por nociones como categorías sociales. Una de ellas es “la juventud”. La juventud es una situación temporal de los individuos, pero para la sociología es un cajón de sastre donde se meten burgueses, proletarios, pequeños burgueses, lumpenes… que llaman “movimiento de la juventud”. Como resultado se niega la lucha de las nuevas generaciones de los proletarios que no tiene nada que ver con las “tendencias” sociológicas de los hípsters, los milenial y demás palabras de moda.
“Los jóvenes que participan en el movimiento no son “futuros ciudadanos” sino que en su gran mayoría se convertirán en precarios, desempleados, explotados, que deberán unir a su lucha contra la explotación capitalista la lucha contra la guerra, la catástrofe medioambiental, la barbarie moral etc., que supura por todos sus poros este sistema de explotación”[6].
Es el futuro como parte de la clase obrera lo que debe determinar la orientación y el combate de la inmensa mayoría de los “jóvenes” y no esa situación pasajera, puramente sociológica. Al hablar de juventud y no de las jóvenes generaciones de la clase obrera, la burguesía ataca la identidad de clase y propone uno de los muchos “movimientos sociales” con los que se fragmenta el malestar social y se lo convierte en inofensivo pues aparece como una “reforma” más de la vida cotidiana.
Los grupos izquierdistas de la burguesía, especialmente verdes, trotskistas y anarquistas, nos hablan del “movimiento revolucionario” de la “juventud”, del “movimiento revolucionario” de las “mujeres”, del “movimiento revolucionario” de “los indígenas”, del “movimiento revolucionario” Ecologista, por todas partes se sacan de la manga “movimientos revolucionarios” para unos negar el único movimiento revolucionario real, el de la clase obrera, u otros proponer una “alianza” del movimiento “obrero” con todo ese batiburrillo de “movimientos sociales”.
Con estos “movimientos” que no van a ninguna parte, tratan de oponer a los obreros jóvenes contra los obreros “viejos”. Resultaría que estos últimos, debido a su “consumismo” contribuirían seriamente al desastre climático. Según los ideólogos y los políticos burgueses cada individuo produce una “huella ecológica”: consume alimentos envasados en plásticos, se ducha todos los días, tira todas las veces de la cadena del WC, va al trabajo en su automóvil, usa la lavadora y el lavavajillas, se va en avión a pasar una semana de vacaciones etc. Esa supuesta “vida privilegiada y opulenta” de los “mayores” provocaría una suma astronómica de “huellas ecológicas” contaminantes. Los jóvenes, como hace Greta, deberían recriminar a sus padres y abuelos esa “irresponsabilidad” frente al futuro del planeta.
Todo esto es de un cinismo alucinante. El trabajo asalariado y el sistema mercantil imponen un modo de consumo, un modo de vida, una organización de las vacaciones, los desplazamientos, del cual no hay manera de zafarse. Quizá los pequeños burgueses más acomodados pueden consumir alimentos sin envase de plástico que cuestan mucho más o pueden ir de vacaciones en un velero supuestamente “no contaminante”, pero la inmensa mayoría de los trabajadores no pueden elegir más que lo que les viene predeterminado por la organización general de la sociedad.
Hay otra arma que utiliza la burguesía para dividir al proletariado entre “jóvenes” y “viejos”. Los obreros de las industrias automovilistas u de otras basadas en los combustibles fósiles van a ser despedidos a millares en Europa, USA etc. La burguesía cuando intenten luchar en defensa de sus condiciones de vida los acusará de “privilegiados” que defienden “su posición egoísta en la industria” y con ello “atacan el planeta”. Les lanzarán a los jóvenes que ya no tendrían que luchar contra el capitalismo sino contra esos “obreros con mentalidad capitalista” que se niegan a defender el planeta.
El planteamiento de la “emergencia climática” es igualmente engañoso. Se plantea la destrucción medioambiental como un problema particular desligado del modo de producción capitalista, de la guerra imperialista, de cómo está organizada la sociedad concentrada en grandes urbes, altamente contaminantes. El proceso de catástrofe medioambiental no es uno más del abanico de problemas “sociales” sino una expresión especialmente grave del hundimiento del capitalismo en la Barbarie, como decimos en las Tesis sobre la Descomposición, antes mencionadas, en la época actual, el sistema capitalista amenaza con arrastrar “a la humanidad a los mismos resultados que la guerra mundial. Ser aniquilado bestialmente por un chaparrón de bombas termonucleares en una guerra generalizada o serlo por la contaminación, la radioactividad de las centrales nucleares, las hambres, las epidemias y las matanzas en conflictos guerreros, en los que, además, se utilizarían las armas atómicas, todo ello es, a fin de cuentas, lo mismo. La única diferencia entre ambas formas de destrucción es que aquélla es más rápida mientras que ésta va más lenta y, por ende, con muchos más sufrimientos si cabe”.
Las luchas parciales y categoriales “constituyen un auténtico instrumento de la contrarrevolución que los gobiernos burgueses han aprendido a utilizar eficazmente para preservar el orden social” (Plataforma Política de la CCI[7])
La burguesía está encantada con promover las luchas parciales, lo demostramos de forma fehaciente cuando denunciamos la “huelga feminista” de marzo 2018[8]. Esta política de exagerar tal o cual aspecto parcial de la dominación capitalista para esconder la barbarie de la explotación capitalista en su conjunto ya fue denunciada por el Manifiesto Comunista en 1848: “Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa”[9]. Así el Movimiento Juventud por el Clima que parece tan espontaneo y el “fruto” de las acciones “heroicas” de Greta Thunberg, fue promovido y patrocinado por el United Nations Framework Convention on Climate Change, un organismo de la ONU.
¡No es para menos! Puesto que las luchas parciales en general y el “movimiento por el clima” en particular:
Solamente la lucha autónoma del proletariado en su terreno económico y político de clase puede abrir una vía de respuesta a toda la problemática que contienen las luchas parciales, porque va a la raíz del problema que es el combate contra la explotación capitalista por su abolición definitiva. “La lucha contra los fundamentos económicos de la sociedad capitalista contiene la lucha contra sus aspectos superestructurales (forma de vida, costumbres, ideología…) pero lo recíproco es falso” (idem.). “La clase obrera, por su lugar específico en el proceso de producción capitalista, por su naturaleza de productor colectivo de lo esencial de la riqueza social, privada sin embargo de toda propiedad sobre los medios de producción que ella misma pone en funcionamiento y, por tanto, sin ningún interés que la ate al mantenimiento de la sociedad capitalista es la única clase que puede, objetiva y subjetivamente instaurar el nuevo modo de producción que debe sustituir al capitalismo, el comunismo” (ídem.)
C. Mir 31-10-19
[1] "Feuerbach Oposición entre las concepciones materialista e idealista (Primer Capitulo de La Ideología Alemana) [2]".
[2] Ver nuestra Hoja internacional de la CCI: Solo la lucha de clases internacional puede poner fin al curso del capitalismo hacia la destrucción https://es.internationalism.org/content/4465/hoja-internacional-de-la-cci-solo-la-lucha-de-clases-internacional-puede-poner-fin-al [3]
[3] Ver una lista de algunos artículos publicados en El capitalismo amenaza el planeta y la supervivencia de la humanidad: Sólo la lucha mundial del proletariado puede acabar con la amenaza https://es.internationalism.org/content/4405/el-capitalismo-amenaza-el-planeta-y-la-supervivencia-de-la-humanidad-solo-la-lucha [4]
[5] Ver Tesis sobre el movimiento de los particular de la clase obrera estudiantes de la primavera de 2006 en Francia https://es.internationalism.org/revista-internacional/200606/964/tesis-sobre-el-movimiento-de-los-estudiantes-de-la-primavera-de-200 [6] y 2011: de la indignación a la esperanza, /content/3349/2011-de-la-indignacion-la-esperanza [7]
[6] https://es.internationalism.org/content/4405/el-capitalismo-amenaza-el-planeta-y-la-supervivencia-de-la-humanidad-solo-la-lucha [4]
[7] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso [8]
[8] Ver Huelga feminista: contra las mujeres y contra la clase obrera https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera [9]
[9] Manifiesto Comunista, capitulo IV El socialismo burgués o conservador, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm [10]
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/files/es/debate_publico_cambio_climatico.pdf
[2] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1846/ideoalemana/feuerbach/1.htm
[3] https://es.internationalism.org/content/4465/hoja-internacional-de-la-cci-solo-la-lucha-de-clases-internacional-puede-poner-fin-al
[4] https://es.internationalism.org/content/4405/el-capitalismo-amenaza-el-planeta-y-la-supervivencia-de-la-humanidad-solo-la-lucha
[5] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[6] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200606/964/tesis-sobre-el-movimiento-de-los-estudiantes-de-la-primavera-de-200
[7] https://es.internationalism.org/content/3349/2011-de-la-indignacion-la-esperanza
[8] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso
[9] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera
[10] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm
[11] https://es.internationalism.org/tag/3/50/medio-ambiente