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La Conferencia de nuestra sección Wetrevolution este año 2018, se celebra durante el centenario de la revolución en Alemania y cuando es el 40 aniversario de la formación de la sección de la CCI en Alemania. Es pues un momento apropiado para ver el significado de ambos eventos para el periodo actual.
1) Si la Revolución Alemana que empezó en 1918 hubiera triunfado y así acabado con el aislamiento de la Revolución Rusa, habría podido inclinar la balanza a favor de la culminación de la revolución mundial[1]. La Humanidad hubiera podido ahorrarse un siglo de guerras imperialistas, hambrunas y genocidios. No había nada de predestinado en la derrota de la tentativa de revolución en Alemania, como no hay nada inevitable permanentemente en la situación actual de pasividad de la clase obrera.
2) La derrota no era inevitable, la revolución proletaria era objetivamente posible, y sobre todo necesaria. Con la Primera Guerra Mundial (1914-18), el capitalismo había atravesado cuatro años de autodestrucción que había dejado arruinado el continente europeo. Si 1914 anunciaba la entrada del capitalismo en su fase de decadencia, anunciaba también el inicio de un periodo en el que la revolución proletaria estaba en la agenda histórica. Eran tiempos de pesimismo justificado respecto al destino del modo de producción capitalista, y al contrario, de un gran optimismo porque otro modo de producción, el comunismo, lo reemplazara:
«Pero es la oleada revolucionaria de 1917-23 y, sobre todo, la Revolución de octubre las que revelan más claramente el carácter de las cuestiones en torno a la confianza y la solidaridad. La quintaesencia de la crisis histórica estaba contenida en la cuestión de la insurrección. Por primera vez en la historia de la humanidad, una clase social estuvo en posición de cambiar deliberada y conscientemente el curso de los acontecimientos mundiales. Los bolcheviques recuperan el concepto de Engels sobre “El arte de la insurrección”. Lenin declara que la revolución es una ciencia. Trotski habla del “álgebra de la revolución”. A través del estudio de la realidad social, a través de la construcción de un partido de clase capaz de superar las pruebas de la historia, a través de una preparación paciente y vigilante del momento en el que las condiciones objetivas y subjetivas para la revolución estén reunidas, y mediante la audacia revolucionaria necesaria para aprovechar la ocasión, el proletariado y su vanguardia empezaron, en lo que es un triunfo de conciencia y de organización, a superar la alienación que condena a la sociedad a ser la víctima impotente de fuerzas ciegas. Al mismo tiempo, la decisión consciente de tomar el poder en Rusia y por tanto de asumir todas las adversidades de tal acto en interés de la revolución mundial, fue la expresión más elevada de la solidaridad de clase. Es una nueva cualidad en el camino ascendente de la sociedad, el inicio del salto desde el reino de la necesidad hasta el de la libertad. Y es la esencia de la confianza del proletariado en sí mismo y de la solidaridad entre sus filas.»[2]
El periodo de 1917-23 es, o debería ser, una inspiración permanente para los revolucionarios, particularmente en un periodo difícil de desorientación proletaria como el actual.
3) La principal arma ideológica de la burguesía para derrotar la revolución fue el Partido Social Demócrata, ayudado por los Independientes como Kautsky, que sembraron dudas en la perspectiva de la dictadura proletaria y convencieron a la mayoría de los trabajadores de que una revolución podía hacerse sin una revolución:
- de que la revolución consistía supuestamente en la creación de las nuevas instituciones democráticas y por tanto los obreros tenían la obligación de plegarse a los deseos de “la mayoría” y de proteger pacíficamente las conquistas hechas;
- de que los Bolcheviques en Rusia y aquellos como los Espartaquistas que los apoyaban, eran una minoría de salvajes sedientos de sangre, que buscaban la división y reemplazaban los valores civilizados por el caos y la violencia;
- de que la guerra imperialista era un mero interludio, atizando así las ilusiones pacifistas de que ahora había que regresar a un periodo de coexistencia pacífica con la burguesía rejuvenecida y democrática.
Los líderes del PSD combinaron esa insidiosa propaganda de duda y de cebo de la democracia con la provocación de insurrecciones prematuras y el despliegue inmediato de una violencia contra-revolucionaria despiadada que decapitó el naciente partido revolucionario (asesinando a Rosa Luxemburg, Jogiches y muchos otros) antes de que tuviera tiempo de madurar:
«¿Queréis la paz? Pues entonces cada uno debe hacer de tal modo que se acabe la tiranía de la gente de Spartakus. ¿Queréis la libertad? ¡Acabad entonces con esos haraganes armados de Liebknecht!. ¿Queréis la hambruna?. Seguid entonces a Liebknecht. ¿Queréis ser los esclavos de la Entente?. ¡Liebknecht se ocupa de ello!. ¡Abajo la dictadura de los anarquistas de Spartakus! ¡Sólo la violencia podrá oponerse a la violencia brutal de esa pandilla de criminales!» (Hoja de la Corporación municipal del Gran Berlín, 29/12/1918)[3].
Los defensores socialdemócratas de las pacíficas ilusiones de democracia, se transformaban fácilmente en una canalla dispuesta al linchamiento.
La Revolución Alemana probó que los sermones democráticos de la burguesía sólo son la preparación de la barbarie del terror estatal.
4) Entre las fuerzas revolucionarias de la Izquierda marxista, la debilidad principal era una falta de preparación teórica y programática, incluyendo la experiencia de una confrontación sistemática de las diferencias en el seno de una fracción unificada y centralizada. La creación de un fuerte punto de referencia previo era necesaria para guiar el alzamiento de la clase obrera revolucionaria y templarla contra el oportunismo y el centrismo de la Socialdemocracia como el partido Bolchevique había hecho. Pero el Partido Comunista Alemán se formó durante la revolución misma.
5) El fracaso de la Revolución Alemana y de su vanguardia comunista no fue porque se embruteció por la experiencia revolucionaria, sino porque no aprendió suficientemente a “endurecerse” contra la sofisticación y el sentimentalismo y la hipocresía moral de la ideología democrática desplegada por la izquierda contra-revolucionaria. Su fracaso no es porque fue demasiado lejos, sino porque no fue lo bastante lejos.
Y esta es una regla general de las revoluciones que involucran las masas de los oprimidos. La revuelta Espartaquista original de los esclavos en la Antigua Roma falló en que no marchó sobre la ciudad de Roma. En la Revolución Francesa de 1794, el programa de la comuna de guerra propagandística y republicanización de Europa fue saboteado por Robespierre y el Comité de Salud Pública[4]. Marx dijo que la Comuna de París, al tomar el poder en 1871, debería haberse lanzado inmediatamente contra Versalles en vez de esperar semanas a legitimarse formalmente en las elecciones.
El gran peligro para la revolución proletaria, como mostró Alemania 1918, es la falta de confianza y de convicción en la inmensidad de sus propios objetivos; su ingenuidad y falta de preparación a largo plazo frente a la sofisticada trapacería de la contra-revolución.
6) La contra-revolución fue llevada a sus mayores y más brutales extremos en los países donde la oleada revolucionaria alcanzó sus cumbres, en Alemania y en Rusia. Todo rastro del alzamiento revolucionario de las masas tenía que erradicarse en la preparación de la 2ª carnicería imperialista mundial de 1939-45. Las masas fueron sometidas al terror diario, forzadas a humillarse frente a la clase dominante fascista o estalinista, obligadas a aceptar la liquidación de poblaciones enteras ante sus ojos y luego empujadas a punta de pistola a asesinar a sus hermanos de clase en la matanza fratricida de millones en el frente oriental.
Según la burguesía democrática sin embargo, si los obreros rusos no lograron impedir los gulags, si los obreros alemanes habían aceptado el fascismo y la ofensiva imperialista de Hitler, fue porque ellos mismos eran sus entusiastas defensores. Si cientos de miles de civiles fueron incinerados en los bombardeos de ciudades alemanas en 1945, si millones perecieron en la limpieza étnica que siguió al nuevo trazado de las fronteras de Alemania, fue por su propia culpa; se merecían el castigo impuesto por las bombas aliadas. La supuesta “culpabilidad de guerra” colectiva del pueblo alemán y la consiguiente necesidad de que los obreros supervivientes expiaran los crímenes de guerra de la burguesía fue una forma de tomar el máximo de precauciones contra el resurgimiento de un espíritu revolucionario de la clase obrera en el periodo de posguerra y de ganar su adhesión a la contra-revolución democrática y el bloque imperialista Occidental, o en el Este a las doctrinas antifascistas del bloque imperialista Ruso.
Antes, los obreros alemanes había tenido que humillarse ante Hitler, ahora tenían que adorar los dioses democráticos de Eisenhower o Churchill, o el “socialismo” del capitalismo de estado estalinista.
7) Al guiso de hacer responsable al proletariado de los horrores de la contra-revolución le pusieron salsa los sociólogos izquierdistas de la Escuela de Frankfurt que, haciendo un uso incorrecto de las ideas de Freud, achacaron la derrota del proletariado y su movilización para la guerra a sus propias deformidades psicológicas individuales, que hicieron a los obreros partícipes voluntarios de su propia represión.
En el periodo de reconstrucción de los años 1950-60, los años del “milagro económico” en Alemania Occidental, Herbert Marcuse, una luminaria de la Escuela de Frankfurt, aún adornó más esta mentira. Los obreros que habían sobrevivido a la matanza de la guerra se consideraban ahora “aburguesados”, demasiado saciados de bienes materiales para plantear una alternativa revolucionaria a la barbarie capitalista, a la que más bien supuestamente defenderían.
La implicación de esto era que, para hacer una revolución, los obreros deberían primero ser desprogramados, o simplemente hacerse a un lado y ser reemplazados por otras fuerzas supuestamente más revolucionarias –estudiantes, campesinos, intelectuales- como sujetos de la transformación socialista.
8) 1968 y el resurgimiento de la lucha de clases a escala mundial y la reaparición de la crisis económica abierta asestaron un duro golpe a todas las variaciones de ideología contra-revolucionaria hasta entonces. La clase obrera en los hechos contradijo toda la propaganda de que ya no existía como una fuerza histórica y de que se había vuelto impotente por la contra-revolución. Que la clase obrera de Alemania Occidental se uniera al resurgimiento de la lucha de clases fue una confirmación particular de que el proletariado revolucionario mundial no había desaparecido para siempre y no había quedado reducido a una suma de individuos handicapados.
Que la CCI fuera capaz de formar una sección en Alemania (Occidental) en 1978 tenía un significado histórico (aunque fuera a pequeña escala) porque políticamente y organizacionalmente se alzaba de nuevo la bandera de la revolución proletaria en un territorio que aparentemente se había echado a perder permanentemente por cincuenta años de contra-revolución. Se podía retomar el combate contra la basura ideológica acumulada que había dejado la contra-revolución, con la claridad revolucionaria de la Izquierda Comunista.
Había una conciencia particular del valor incalculable de la organización revolucionaria, a pesar de su talla reducida y su relativa escasa influencia.
9) Después de 1989, como resultado del hundimiento de la URSS y el colapso final de la variante estalinista de la contra-revolución, la burguesía mundial había sido capaz de resucitar y reforzar muchos elementos de su ideología democrática que habían sido oscurecidos por el desarrollo de la lucha de clases en el periodo precedente desde 1968:
- El fracaso final del estalinismo se presenta como el fracaso de la clase obrera como sujeto histórico del cambio revolucionario. Ese cambio solo podría producirse por la acción de los “ciudadanos”;
- Eso significaría el fracaso de la teoría Marxista y con eso el fin de la posibilidad de ver cualesquiera leyes del desarrollo histórico. El pasado deviene efímero, irrelevante; el futuro completamente impredecible;
- El colapso de los regímenes estalinistas de Europa Oriental supondría la victoria definitiva de los regímenes de “democracia liberal” sobre cualquier posible alternativa futura. En ese contexto, las organizaciones revolucionarias políticas solo pueden ser un anacronismo.
Con el refuerzo de esta ideología democrática post -1989 hemos visto una creciente pérdida de confianza de la clase obrera en su propio pasado y en su propia perspectiva histórica y una confirmación de sus dificultades en su lucha desde 1968, para plantear las implicaciones políticas y las tradiciones de su lucha de clases. También hemos visto una progresiva pérdida de confianza en la organización revolucionaria política Marxista.
Lógicamente, a la inversa, hemos visto un mini-revival del pantano libertario (anarquistas, modernistas, comunalistas, etc.) que ve la situación actual como la reivindicación de su hostilidad al Bolchevismo, a la coherencia teórica, a los principios de clase y al comportamiento ético proletario. El medio parásito no ha perdido su tirón[5].
10) La duda más peligrosa de todas es que el trabajo de la organización revolucionaria hoy no es esencial, por su tamaño muy pequeño y su falta de influencia, incluso por su ostracismo; y que por tanto sería paranoico imaginar que los agentes de la burguesía y el medio parásito de la pequeña burguesía estén involucrados en una campaña a largo plazo para destruirla.
El fracaso de la Revolución Alemana es instructiva a este respecto. La burguesía Alemana, tras el éxito de la Revolución de Octubre de 1917 se dio cuenta rápidamente de que la amenaza de la vanguardia revolucionaria al sistema capitalista no se mide por su influencia en un momento escogido al azar. El éxito del “virus Bolchevique” en 1917 había mostrado que la influencia del programa de una curtida fracción Marxista podía crecer del tamaño de pequeñas partículas a las proporciones de una epidemia de masas en las condiciones específicas de la decadencia capitalista. Desde entonces, las partes más inteligentes de la burguesía aprendieron que, en la medida de lo posible, se debería imponer una cuarentena preventiva a la infección y destruir sus fuentes cuanto antes.
Esta es una lección que la burguesía (casi más que los revolucionarios) no ha olvidado nunca.
El asesinato de Liebnekcht , Luxemburg y otros comunistas de la Izquierda Marxista en 1919 fue un potente golpe preventivo contra la posibilidad de una maduración subsecuente de la revolución en Alemania.
La lección para la situación actual es clara. Permitir que fuera destruida la CCI, la única organización comunista que las últimas cuatro décadas ha comprendido la necesidad del trabajo de fracción para la preparación del futuro partido, sería fatal para la posibilidad de la futura revolución comunista.
La Conferencia de Weltrevolution de 2018, en continuidad con la honrosa tradición de la sección en la defensa de la organización revolucionaria, puede ser también una conmemoración apropiada de las lecciones de la Revolución Alemana. Y una ocasión para expresar la solidaridad con los camaradas caídos en 1918-23.
M. 24.02.2018
[1] Ver "El aislamiento es la muerte de la revolución [3]".
[2] "Texto de Orientación sobre Confianza y Solidaridad (I)", Revista Internacional nº 111, https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2695/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-i [4].
[3] Citado en el tercer artículo de la Serie La Revolución Alemana (III), Revista Internacional nº 83, https://es.internationalism.org/revista-internacional/199601/1786/iii-la-insurreccion-prematura [5]
[4] Engels a Victor Adler, 1889, https://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/e1889-12-04.htm [6].
[5] Ver nuestras Tesis sobre el parasitismo, https://es.internationalism.org/revista-internacional/199807/1196/construccion-de-la-organizacion-revolucionaria-tesis-sobre-el-para [7]
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Una vez más, ante el cambio de gobierno se cumple el viejo dicho popular: ¡los mismos perros con distintos collares!...
Parece que hemos asistido a una “operación Sánchez”, con el que la burguesía pretende dar un auténtico golpe de timón para afrontar las diferentes turbulencias, entre las que destaca el grave problema de la pretendida independencia de Cataluña. También reordenar el aparato político, que con la descomposición de la sociedad capitalista tiende a la indisciplina y el “cada uno a la suya”.
La democracia burguesa es la dictadura más perfecta de la clase dominante, sobre todo cuando tiene que confrontarse con un proletariado no derrotado históricamente. Según Lenin: “…Precisamente Marx, que aquilató mejor que nadie la importancia histórica burguesa y del parlamentarismo burgués, bajo los cuales las clases oprimidas tienen el derecho de decidir una vez cada determinado número de años qué miembros de las clases poseedoras han de “representar y aplastar” al pueblo en el parlamento…” “…Todos los socialistas, al explicar el carácter de clase de la civilización burguesa, de la democracia burguesa, del parlamentarismo burgués, han expresado el pensamiento que con la máxima precisión científica formularon Marx y Engels al decir que la república burguesa, aun la más democrática, no es más que una máquina para la opresión de la clase obrera por la burguesía, de la masa de los trabajadores por un puñado de capitalistas…”[1] [13].
Los hechos que se desarrollan la semana del 21 al 27 de mayo, y la siguiente del 28 al 3 de junio, parecen seguir un guión del que todos estaban enterados menos Rajoy y el Partido Popular[2] [14]. Si en octubre de 2016 se desarrolla una operación de las élites dominantes de la burguesía para defenestrar a Sánchez y conseguir la abstención del PSOE en la investidura de Rajoy[3] [15], en la moción de censura exprés para desalojar a éste del poder asistimos a otra operación de las mismas “élites”, y además se ve que se repite el maquiavélico Rubalcaba: si en octubre de 2016 combatió contra el llamado gobierno “Frankenstein”[4] [16], desde principios de 2018 se ve que ha sido uno de los muñidores de la moción de censura junto a los del Pdecat y el PNV[5] [17]… También se ve que han intervenido las embajadas del eje francoalemán…
Detrás de las máscaras democráticas de la clase dominante, del circo electoral y parlamentario, las verdaderas y trascendentes decisiones se toman por las élites burguesas que controlan los resortes del estado y del poder económico, dándoles posteriormente a través de sus poderosos medios de “comunicación” una validación “democrática”.
El gobierno Sánchez es una clara ilustración: no ha salido de las urnas sino de negociaciones “discretas”. Está en clara minoría parlamentaria (cuenta tan solo con 84 diputados). Además, el gobierno nombrado se empeña en burlarse de todos los partidos que le han apoyado. Ha colocado a Borrell, azote de los catalanistas, riéndose del voto favorable del PDCAT y ERC. Ha dejado en la cuneta a Podemos y ha ninguneado a los distintos sectores del propio PSOE (los barones regionales, las “bases” en las que se catapultó Sánchez para su reconquista del PSOE[6] [18], el aparato). El gobierno de “feministras” y “técnicos de prestigio” ha sido trenzado para satisfacer las necesidades del Capital español con un claro desprecio de lo que se supone es el “voto de las mayorías”. El nombramiento de Grande Marlaska es un guiño a Ciudadanos y el PP, mientras que el equipo económico obedece claramente a los dictados de la UE.
Y, sin embargo, es sintomático que todos los periódicos y televisiones, tanto de izquierdas como de derechas, han recibido a este gobierno con alharacas, así como resulta sospechosa la “resignación” del PP y Ciudadanos junto con el “entusiasmo” forzado de Podemos… Es decir, al menos de momento, todo el arco político, mediático, empresarial etc., ha cerrado filas en torno al nuevo gobierno, orillando completamente lo que podría ser “la voluntad popular”.
Los sectores dominantes del Capital español tenían claro que el PP se había convertido en un obstáculo por varias razones:
- era incapaz de dar la más mínima salida al embrollo catalán;
- estaba haciendo peligrosas concesiones al PNV que en manera alguna es de fiar para el capital español;
- sufre crecientes tensiones internas;
- no había puesto en cintura al llamado “poder judicial” que se habría extralimitado en sus funciones frente al asunto catalán.
Es posible que en los altos despachos del capital español se barajara para sustituir al PP la operación “(Primo de) Rivera”. Sin embargo, Albert Rivera y su partido “Ciudadanos” parecen haber sido pillados también con el pie cambiado. Después de su exhibición españolista en Madrid el 20 de mayo (en ese mitin hubiera disfrutado más Blas Piñar[7] [19] que Marta Sánchez…), es el partido más afectado por la detención del corrupto Zaplana (uno de sus valedores junto a Aznar, tanto es así que todos los seguidores de Zaplana en la Comunidad Valenciana se han pasado a Ciudadanos). Tal vez la deriva españolista y su escoramiento a la derecha, ha sido uno de los factores que ha acelerado la “operación Sánchez”, por el miedo de sectores de la burguesía a que un futuro gobierno de Ciudadanos enconase el conflicto no sólo con los nacionalistas catalanes sino también con los vascos[8] [20].
El motivo esgrimido por Sánchez de la rampante corrupción del PP es de risa cuando su partido no tiene nada que envidiarle en su larga trayectoria de servicios al capital español, no vamos a enumerar las numerosas corruptelas del PSOE en tiempos de Felipe González (de aquellos tiempos Sánchez recupera a dos personajes siniestros como Borrell y Margarita Robles), por no citar el auténtico “patio de Monipodio”[9] [21] que supone el gobierno socialista andaluz[10] [22]… Incluso se ve que también han funcionado las cloacas del estado amenazando con sacar vídeos del caso Bárcenas en los que Rajoy no sale muy favorecido…
El capital español se ha apuntado a aquello de “más vale malo conocido que bueno por conocer” y ha apostado por el PSOE pese a los graves problemas que le afectan, pues “En muchos países, los partidos socialistas constituyen la columna vertebral del Estado. Tienen más capacidad que otros partidos para comprender los intereses de conjunto de su capital nacional y son más aptos para controlar los impulsos particulares de sus diferentes fracciones”.[11] [23]
Desde 1923, en toda la decadencia del capitalismo, el PSOE ha sido un puntal del Estado español. Apoyó la dictadura de Primo de Rivera. En una voltereta de última hora logró ser el eje del régimen republicano nacido en 1931 y resistió con uñas y dientes el asalto al poder del partido estalinista en 1936. Es cierto que fue excluido por el franquismo en el marco de lo más fuerte de la contra-revolución, sin embargo, a partir de principios de los 70, los sectores más inteligentes de aquel pusieron sus ojos en el PSOE, no en balde, Felipe González pudo desplazarse por España disfrazado de “Isidoro” sin ser molestado por la policía. Fraga propuso desde 1971 un “régimen compartido” con una “fuerte socialdemocracia que cerrara el paso a los de Moscú”. Ya hemos analizado como el PSOE ha sido el eje del régimen del 78.
Este auténtico golpe de timón de la burguesía española para enviar al PP a la oposición y tratar de desbloquear la situación política, no está exento de peligros. El gobierno central no tiene margen para hacer más concesiones a la fracción independentista catalana reeditando los privilegios del cupo vasco: en la grave situación económica en la que el capital español no ha sido capaz de cumplir con los requisitos de déficit excesivo, con un endeudamiento colosal que llega hasta el 100% del PIB… conceder el cupo a la Generalitat de Cataluña sería a costa de otros gobiernos regionales con lo que las tensiones territoriales se agravarían[12] [24].
Bajo esta fachada morada y arco iris, del gobierno de feministas y homosexuales, se esconde la burguesía de siempre. Los últimos ataques brutales fueron comenzados por el PSOE de Zapatero en 2010 (congelación de las pensiones, baja de los salarios de los funcionarios, recortes en sanidad y educación… ) y proseguidos con saña por el gobierno del PP. Bajo esa apariencia de “buen muchacho” de Sánchez también se esconde el enemigo implacable de la clase trabajadora: no sólo votó como diputado el plan de austeridad de 2010 sino que fue el redactor de la reforma exprés de la constitución en septiembre de 2011 que legalizaba los ataques más inhumanos a las condiciones de vida y trabajo de la población. Sus colegas ministras y ministros también han colaborado de una manera u otra en los ataques de austeridad.
Este gobierno siguiendo las pautas de la ideología de la izquierda del capital que ya ensayó el gobierno Zapatero (ideología de “género”, de “igualdad”, “memoria histórica”…) tratará de acompañar los ataques pendientes del capital español que está dispuesto a realizar de forma implacable: ataque al sistema de pensiones, recortes en sanidad y educación, subida de impuestos… Bajo esa falsa fachada progresista, como detrás del doctor Jekill se esconde el horrendo rostro de míster Hyde, se esconden ataques implacables a nuestras condiciones de vida y trabajo que aumentarán el empobrecimiento y la miseria a la mayoría de la población: jóvenes, jubilados, trabajadores tanto hombres como mujeres… ¡La verdadera igualdad que persiguen es hundirnos a todos en la miseria!
Pero sabemos que la descomposición capitalista se profundiza y precisamente se impone la indisciplina y el pudrimiento en el aparato político, lo que ocasiona en los países centrales del capitalismo la aparición del populismo.
La operación Macron le ha salido bien a la burguesía[13] [25], aunque no se sabe por cuánto tiempo va a ser eficaz, pero la situación italiana demuestra que los peligros continúan y posiblemente se agravan. La operación PSOE parece estar en el lado de las respuestas, sin embargo, no deja de ser frágil y posible fuente de contradicciones más graves ulteriormente.
Estos altibajos, esta sucesión en montaña rusa de grandes convulsiones y “pequeños éxitos” lo que muestran es la grave crisis política de la burguesía de los países centrales que no deja de agravarse y que tiene una raíz profunda como apunta la Resolución sobre la situación internacional de nuestro último congreso: “a diferencia las sociedades de clases anteriores cuando entraban en su declive, el capitalismo no puede desde su interior hacer surgir un modo nuevo y más dinámico de producción, mientras que el único camino hacia una forma superior de vida social debe ser construida no como resultado automático de leyes económicas, sino a partir de un movimiento consciente de la inmensa mayoría de la humanidad dirigido por el proletariado, lo cual es por definición la tarea más ardua que deba ser asumida en la historia”.[14] [26]
El proletariado se encuentra en un momento de debilidad tanto en su conciencia como en su combatividad, pero no está derrotado ni mucho menos. La única salida que tiene es desarrollar sus luchas en su terreno de clase, rechazando los cantos de sirena de una clase dominante en descomposición que le ofrece el terreno podrido burgués de la nación española o catalana, o el terreno podrido de las elecciones que únicamente les da opción a elegir cada cuatro años la banda burguesa que ha de engañarlos y aplastarlos.
Junto a estas trampas, el proletariado debe rechazar otras más sofisticadas con las que el gobierno “socialista” viene cargado:
- El pretendido “humanismo” frente a los emigrantes con el “gesto” de recibir a los rechazados por el gobierno italiano. El nuevo gobierno ya ha aclarado por boca del “duro” Grande Marlaska que no le temblará la mano a la hora de encerrar o expulsar a emigrantes;
- La supuesta “igualdad de género” exhibiendo la bandera del “gobierno con más ministras del mundo”. Como denunciamos, el feminismo con el que tanto insiste la burguesía en numerosos países es un medio adicional de división y atomización de los trabajadores[15] [27].
Debe ver claramente lo que la prensa y los ministros “rosas” ocultan cuidadosamente: el PSOE sostiene sin fisuras la política económica de austeridad, ataques planificados y deterioro metódico de las condiciones de vida obreras que siguió a la política de recortes brutales del periodo 2010-2015. Una política no menos cruel que esta última y que está dando lugar a situaciones de empobrecimiento generalizado:
- Los jóvenes de hoy han perdido un 23% en los sueldos respecto a lo que cobraban hace 10 años;
- Las situaciones de pobreza energética se han extendido a más del 20% de la población;
- Que Sánchez anuncie pomposamente la creación de un “Alto Comisionado frente a la pobreza infantil” es una respuesta demagógica a una situación dramática que alcanza a más del 25% de la infancia.
Este deterioro salvaje debe centrar su movilización enlazado con la respuesta a la guerra imperialista, la barbarie moral y el deterioro medioambiental cada vez más graves. Estamos en un contexto de descomposición en el cual “la incapacidad del capitalismo para superar sus contradicciones sigue significando que sólo puede ofrecer a la humanidad un futuro de barbarie cuyos contornos ya pueden vislumbrarse en una combinación infernal de guerras locales y regionales, devastación ecológica, pogromos y violencia social fratricida. Pero a diferencia de la guerra mundial, que exige una derrota directa, tanto física como ideológica de la clase obrera, este "nuevo" descenso a la barbarie opera de una manera más lenta e insidiosa, lo que puede gradualmente erosionar a la clase obrera y hacerla incapaz de reconstituirse como clase” (Resolución sobre la situación internacional del 22º Congreso). Es decir, la clase obrera con tantas maniobras, ilusiones ilusorias, falsas expectativas, puede sufrir un desgaste de sus potencialidades y capacidades de lucha que si se prolonga demasiado acabe siendo irreversible.
Pelocha 25-6-18
[1] [28] Lenin: “Tesis e informes sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado. 4 de marzo de 1919”. Tesis 4 y 5.
[2] [29] Según Merca-2, un semanario económico, Rajoy echa la culpa a Soraya Sáenz de Santamaría de no haberse enterado de todo lo que se tramaba con la moción de censura. Ver https://www.merca2.es/2018/06/18/rajoy-desvelo-en-el-restaurante-arahy-el-secreto-de-soraya-68571/ [30]
[3] [31] Ver ¿Qué le pasa al PSOE? https://es.internationalism.org/revista-internacional/201611/4182/que-le-pasa-al-psoe [32] y La coalición vergonzante del PSOE con el PP, https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201705/4212/la-coalicion-vergonzante-del-psoe-con-el-pp [33]
[4] [34] Una propuesta fallida de coalición PSOE-Podemos-partidos nacionalistas periféricos.
[5] [35] Como personaje siniestro que actúa en las sombras, Rubalcaba tiene experiencia. Fue él quien llevó a Zapatero contra todo pronóstico al trono gubernamental en 2004. Como fue él quien, entre bambalinas, le puso de patitas en la calle en 2011. Participó en la defenestración de Sánchez en 2016. Es, desde luego, el más conspicuo representante del aparato del partido. ¿Pactaron Sánchez y él? No se puede descartar
[6] [36]Ver Primarias y congreso del PSOE: el engaño democrático de las bases deciden. /content/4214/primarias-y-congreso-del-psoe-el-engano-democratico-de-las-bases-deciden [37]
[7] [38] Posiblemente las nuevas generaciones no sepan quién es este personajillo. Se trata de un ultra del posfranquismo cuyo culto fanático al dictador servía de espantajo que revalorizaba la democracia.
[8] [39] Lo que dijimos a propósito de Ciudadanos en ¿Qué le pasa al PSOE? hace dos años se está confirmando plenamente: “es visceralmente españolista- más aún que el PP- y no puede ser un canal de diálogo con las derechas nacionalistas. Aparte de su demagogia anticorrupción no ofrece ningún atractivo de “centro” que pueda seducir a un electorado más “moderno”. Empezando por su líder, la inmensa mayoría de sus cuadros huelen a un pijerío aún más apestoso que el del PP. Por mucho que gesticule el señor Rivera, Ciudadanos no puede ir más allá de una muleta coja del PP. Ciudadanos no tiene nada ver con partidos bisagra que existen en Alemania (liberales, verdes) y que pueden dar credibilidad a una posición firme de los partidos centrales (DC y SPD) frente al populismo”.
[9] [40] Cervantes en su novela picaresca “Rinconete y Cortadillo” describe el lugar de reunión del lumpen sevillano a finales del siglo XVI.
[10] [41] La última novedad en corrupción política ha sido la detención del presidente de la diputación de Valencia, miembro destacado del PSOE regional.
[11] [42] Ver nota 3
[12] [43] Lo más que puede hacer el PSOE es ofrecer una “pista de aterrizaje” a los sectores más “realistas” del independentismo catalán (el PDCAT y ERC) y enfrentarlos a los más recalcitrantes: Puigdemont, la CUP, los CDR etc. Por otra parte, tendrá que atar corto al PNV para que no vuelva a lanzarse a la aventura del Plan Ibarreche. La experiencia desastrosa de las “reformas estatutarias” durante el gobierno Zapatero aconsejan dejar en el cajón los parloteos de Sánchez sobre la “España nación de naciones” y, por otra parte, cualquier privilegio económico concedido a la autonomía catalana desataría una frenética carrera de reclamaciones de las otras autonomías con los barones socialistas a la cabeza.
[13] [44] Ver https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201707/4219/eleccion-de-macron-la-burguesia-siempre-gana-las-elecciones [45]
[14] [46] Ver https://es.internationalism.org/revista-internacional/201711/4256/22-congreso-de-la-cci-resolucion-sobre-la-situacion-internacional [47]
[15] [48] Ver Huelga feminista: contra las mujeres y contra la clase obrera. https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera [49]
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En vísperas del rocambolesco referéndum del pasado 1 de octubre, ya expusimos[1] [13] que para entender lo que allí estaba pasando no había que enfrascarse en estudios de historia medieval catalana, ni empaparse de los principios de la Constitución española de 1978. Lo que sucede en Cataluña se explica esencialmente a partir de características que afectan al conjunto del capitalismo mundial en el período que hemos denominado de su descomposición generalizada[2] [14], en el que, en ausencia de la alternativa revolucionaria del proletariado, se multiplican las tendencias al conflicto y el cada uno a la suya en el seno mismo de la clase dominante[3] [15].
Tal y como expusimos en el mencionado artículo sobre el “embrollo catalán”, la manifestaciones más elocuentes de ese proceso de descomposición de la sociedad capitalista son: la creciente irresponsabilidad de las diferentes fuerzas del aparato político de la burguesía y el pujante protagonismo de sus sectores más “díscolos”; el adentramiento de los conflictos en auténticos callejones sin salida en los que ninguna de las fracciones consigue imponerse a las demás; y, por último, como derivada de esta situación, el auge de las tendencias a la fragmentación social, a la búsqueda de chivos expiatorios contra los que descargar toda la ira irracional, la frustración y el miedo a un futuro sombrío en una situación social que se va pudriendo cada vez más.
Como en uno de esos relatos bíblicos, podríamos decir que Pujol engendró a Mas, que éste “parió” a Puigdemont, y que el “fugado” engendró de igual manera al actual presidente Torra. Cada uno de ellos creyó poder atar en corto a su sucesor, pero los distintos “herederos” acabaron imponiendo su propia supervivencia política a los aparatos políticos que les auparon al poder. No por su clarividencia política ni por sus dotes para gestionar las estructuras del Estado capitalista, sino porque toda su política se ha reducido a gestos fatuos e intrascendentes (como la propia proclamación durante ¡unos minutos! de la “República catalana”), y desplantes y desafíos inoperantes (como las leyes de “desconexión” del Estado español[4] [16]).
Y debemos añadir que a las gesticulaciones del independentismo catalán -que una de sus exconselleras, actualmente huida a Escocia, ha llamado “faroles de póker”- el nacionalismo español ha respondido con la misma escalada de sobrepujas. Puede decirse que Aznar y Felipe González acabaron engendrando a Rivera y su Sociedad Civil catalana junto a quienes desfilaron recientemente, entre otros, figuras destacadas del actual gobierno “socialista” como el propio ministro Borrell.
Lo que empuja a este carrusel caótico de provocaciones por quienes, antaño, fueron fracciones “fiables” para el resto de sus cofrades del capital nacional[5] [17], es precisamente el avance de la descomposición del sistema capitalista en su conjunto. A diferencia de la clase obrera que sí tiene intereses materiales comunes en todo el orbe, la clase explotadora esta fragmentada en una multitud de intereses particulares contrapuestos. Lo que permite sortear esa tendencia innata a la concurrencia y el estallido, es el miedo a un enemigo superior – a otro capital nacional en el caso de la guerra imperialista – y sobre todo a un enemigo común: la amenaza de la supresión de la explotación por la revolución proletaria mundial. Dado que en el mundo actual esas amenazas – la guerra mundial o la revolución – no aparecen como un riesgo perceptible por parte de muchas fracciones de la clase capitalista, se cumple con creces y de una forma cada vez más caótica la perspectiva que trazamos en nuestras Tesis sobre la Descomposición: “La falta de la menor perspectiva (si no es la de ir parcheando la economía) hacia la cual pueda movilizarse como clase, y cuando el proletariado no es todavía una amenaza de su supervivencia, lleva a la clase dominante, y en especial a su aparato político, a una tendencia a una indisciplina cada vez mayor y al sálvese quien pueda”.
Precisamente el Estado democrático es la vía a través de la cual la burguesía de los países más desarrollados consigue no sólo enmascarar su dictadura de clase contra los explotados con la careta de la “expresión libre de la voluntad popular”; sino también encontrar los mecanismos para acomodar los intereses de las distintas fracciones.
El gobierno del PP ha actuado en ese plano de una forma especialmente torpe. No ha tenido más respuesta al desafío catalanista que el Código Penal con lo cual ha regalado a los independentistas la aureola de mártires. Encima ha creado un problema adicional: el poder judicial, repleto de ultras del españolismo, ha tendido a autonomizarse y ha interpretado con un rigor desproporcionado su función represora llenando las cárceles de “presos políticos” y provocando el aparatoso “exilio” de Puigdemont y sus amiguetes, todo lo cual ha creado un problema de imagen al pedigrí democrático de la Unión Europea que con tanto esmero exhibe frente a los demás estados.
Esa actitud irresponsable de una parte importante del aparato político español entregaba a los, igualmente irresponsables, gestores del procés catalán, el capital político del antifascismo. No es casual que tras la oleada de encarcelaciones de consellers de la Generalitat o de la torpeza de la tentativa de extradición de Puigdemont, los independentistas catalanes convocaran movilizaciones “transversales” con la excusa de que ya no se trataba de defender la nación sino de salvaguardar la democracia. No es tampoco casualidad que especialmente la izquierda – desde el PSOE a la CUP, pasando por Podemos e incluidos los sindicatos españoles, CCOO y UGT – concurriera a dichas movilizaciones para impedir que este arsenal político del antifascismo, al que tan vulnerable resulta ser el proletariado español[6] [18], fuese acaparado por el procesisme, con el desgaste que ello supondría para esta mistificación. Efectivamente, semanas después de estas masivas manifestaciones, Puigdemont uncía como sucesor a Torra, conocido por sus comentarios xenófobos y supremacistas contra los españoles, animador de los homenajes a los hermanos Badía (afamados miembros de los Escamots – los paramilitares de ERC durante los años 30 – especialmente destacados por su crueldad torturadora de militantes obreros y sobre todo anarquistas), y uno de los principales factótums de los contactos del nacionalismo catalán con la Lega Norte italiana.
Pero lo mismo puede decirse de la trinchera del nacionalismo español. Durante la transición democrática la burguesía española, apadrinada por las principales democracias mundiales, trató de desligar la idea de nación española de la idea excluyente y casposa detentada por el franquismo. Por ello tampoco puede dejarse arrebatar el concepto de nación – base de cohesión de la clase capitalista del país y espejismo de interés común entre explotadores y explotados españoles – por parte de una formación como Ciudadanos que hace de la lucha contra los “privilegios” de los nacionalistas periféricos el rasgo esencial de toda su política. Como mostramos en otro artículo de este mismo número de AP, detrás del descabalgamiento de Rajoy se halla, en gran medida, una operación de sectores diferentes de la burguesía española por impedir que el nacionalismo español cayera exclusivamente en manos del “joseantoniano” Rivera.
Cuando se examina lo que ha sucedido en Cataluña en los últimos meses se tiene la impresión de estar asistiendo a uno de esos juegos de mesa en que, trampa tras trampa, se acaba volviendo a la casilla de salida. Tras el impasse de la proclamación cuántica de la República catalana (que era proclamación y la vez no lo era), la burguesía españolista se decidió por la supresión, también cuántica (porque “suprimía” y al mismo tiempo dejaba hacer) de la autonomía catalana. Confiaba así en que agitando los cubiletes en unas nuevas elecciones; los dados, también por puro azar, trajeran esta vez un resultado distinto. Pero el bucle nos llevó de nuevo a un Parlament de mayoría de partidarios de la independencia, pero, nuevamente, incapaces llevarla a cabo. Pero tampoco pueden volver atrás. No tienen ni siquiera la épica de una derrota como la del 39. Simplemente no saben cómo hacer avanzar el dichoso procés. Necesitarían que el enemigo levantara la bandera blanca, pero ¿por qué iba a hacerlo? Las dos fracciones esperan que el rival se dé por vencido, pero no han podido hacer nada para imponerse.
Ambos buscaron aliados externos en los que apoyarse para lograr alguna superioridad. Rajoy publicitaba día tras día los apoyos de Merkel, Macron, y todos los gerifaltes de la UE y de la ONU al “Estado de Derecho” español y el miedo de esos mismos a que la plaga del independentismo se extendiera también a sus países[7] [19]. Por su parte los independentistas catalanes explotaban el celo represor del Estado español (las imágenes de los porrazos el 1 de octubre, o la fruición de la judicatura española por procesar a los líderes independentistas por delitos difícilmente homologables por otras democracias europeas). La situación ha degenerado en una especie de hartazgo y creciente desimplicación de las burguesías europeas del embrollo catalán que deriva en situaciones cada vez más incómodas para ellas mismas. Se deja en “stand by” a la espera de que aparezca una salida viable.
Da la impresión de que el nuevo gobierno “socialista” ha recibido el encargo de reconducir, con un talante menos abrupto, la estrategia frente al desafío independentista, ofreciendo “pistas de aterrizaje” a sectores del nacionalismo catalán cada vez más escépticos con la viabilidad del procés o de poder sacar alguna ventaja de la parálisis actual que entre otras cosas les impide manejar a su antojo los recursos de la administración autonómica catalana. Entre quienes desean librase de “Puigdemonts” y “Torras” figuran, incluso por delante de los jueces de la Audiencia Nacional, muchos militantes de la antigua Convergencia, la ERC cuando se pone en modo “posibilista” o la gran mayoría de En Comú Podem etc, Para dicha estrategia el PSOE cuenta con su aquilatada experiencia para dividir al “enemigo” en contraste con los garrotazos del PP y Ciudadanos que eran un acicate para la unidad, incluso a regañadientes, de los diferentes componentes del frente independentista. Cuenta también con la inquebrantable adhesión del “artista antes conocido como el Azote de la Casta”, el ínclito Pablo Iglesias y sus Podemitas, convertidos ahora en “correveidiles” distinguidos del gobierno PSOE.
Es pronto para saber si con el gobierno de Pedro Sánchez, las distintas fracciones de la burguesía conseguirán desbloquear esta situación. Por el momento lo que puede decirse es que han decretado una tregua, una especie de “tiempo muerto” más o menos duradero para encontrar algo que suponga una salida “honorable” para todas ellas. La primera propuesta que ha hecho este gobierno ha sido desandar lo andado y volver al Estatuto de Autonomía que aprobaron las Cortes españolas en 2006 auspiciado precisamente por el anterior Gobierno del PSOE de Zapatero. El problema es que ese Estatuto que ya fue impugnado por el PP ante el Tribunal Constitucional y ni siquiera fue aprobado por la mayoría de la población de Cataluña[8] [20]. Pero la realidad social no es un pescado congelado. Todo lo contrario. El tejido social se ha ido pudriendo cada vez más.
Mientras los políticos del Estado burgués se prodigan en reuniones, encuentros, propuestas, de cara a la galería; en la calle lo que va avanzado es la fractura social, no en un sentido clasista de explotados contra explotadores sino en el seno mismo de la población, entre vecinos, entre compañeros de trabajo, etc. Hace poco vimos al líder de Ciudadanos señalar con nombres y apellidos a los maestros de una escuela que, a su vez, habían apelado por sus nombres y apellidos a hijos de guardias civiles para culpabilizarlos de la represión del 1 de octubre. Se han visto también imágenes de poblaciones en que los coches de los “españolistas” aparecen señalados para su escarnio. En las playas se suceden los choques entre quienes plantan cruces amarillas para reivindicar a los presos “políticos” independentistas (miembros de un gobierno que ejecutó miles de despidos, de desahucios, de recortes sanitarios, etc.) y quienes las derriban, pero no porque tales presos sean enemigos de clase sino como enemigos de tribu (unionistas contra “indepes”).
Proliferan iniciativas aparentemente jocosas y burlescas como Tabarnia (Tarragona y Barcelona) que es una especie de país imaginario presidido por el bufón Boadella que englobaría la Cataluña moderna (¿?), productiva y ávida de españolismo que debería deshacerse de “Tractoria”, la Cataluña atrasada, rural, plena de atavismos nacionalistas. Tabarnia y Tractoria no son inocuas. Las iniciativas de bufones sólo sirven para aflojarnos ante la crueldad del rey. El payaso Beppe Grillo con su aura de “antisistema” burlón ha sido el cojín en que se ha aposentado el culo del xenófobo Salvini.
Los nacional – españolistas de Tabarnia comparten con sus rivales catalanistas el mismo discurso xenófobo y excluyente que Salvini reparte a chorros auxiliado por los bufones del movimiento 5 Estrellas.
La lógica de los señoritos de Tabarnia es la de la salvaguardia del Estado del bienestar para los privilegiados de la “fortaleza” europea y norteamericana sin “desperdiciarla” en ayudas a otros cientos de millones de seres humanos del Tercer Mundo. Es la misma criminal discriminación del “España nos roba” que aducen los nacionalistas catalanes que protestan que se dedique a subsidiar a los parados andaluces o extremeños, recursos que deberían engrandecer a la “prospera” Cataluña. Es también esa misma lógica la que anima la campaña de las CUP y sus CDR a hostigar a las empresas que manifiesten entusiasmo por la independencia, al mismo tiempo que garantizan paz social para los empresarios que abracen tal causa. En un vulgar remedo del lema trumpiano de “América Primero”, los “anticapitalistas” (¿??) de la CUP proponen consumir “catalán” como resumen de su propuesta para una economía sostenible y “socialista” (¿??).
Todos coinciden en que “el barco capitalista se hunde” y para salvarlo habría que echar al mar a millones de seres humanos. Para Salvini son los emigrantes, para Tabarnía son “los de la Cataluña profunda”, para Puigdemont, la CUP y demás serían andaluces, extremeños y demás “españolistas fascistas”. Nada de lo que proponen está fuera del sistema capitalista. Expresa eso sí, no su contribución a la historia de la humanidad (el desarrollo de las fuerzas productivas y en primer lugar de la clase del trabajo asociado: el proletariado), sino su pudrimiento y dislocación.
Esa sociedad que se pudre ha de ser enterrada. El sepulturero solo puede ser el proletariado. Este es el productor asociado mundial de las principales riquezas y servicios, sus sufrimientos universales concentran el sufrimiento de toda la humanidad oprimida y lo hacen portador de una revolución universal. Por sus propias condiciones materiales: ser la clase explotada de la sociedad capitalista y al mismo tiempo no estar dividida en intereses particulares puede dar una salida no hacia la exclusión de una parte de la humanidad sino hacia la superación de todas las divisiones nacionales, religiosas, culturales, etc. Una solución por tanto para todo el género humano.
Se cumplen ahora 44 años de la huelga de la empresa Laforsa en el Bajo Llobregat barcelonés, uno de los episodios más bellos de solidaridad obrera. En aquella ocasión, a un despido disciplinario de un compañero, respondieron todos los trabajadores con un lema que corrió por barrios y pueblos: “O todos o ninguno”. La empresa intentó sabotear esa solidaridad despidiendo a otros compañeros o sobornando a otros con aumentos salariales, promociones, etc. Y resonó con más fuerza “O todos o ninguno”. Recordamos ese ejemplo en homenaje a esa solidaridad que constituye la base de la unidad y las luchas obreras. Si el pudrimiento social, ideológico y moral del capitalismo acaba imponiendo la idea de que esa solidaridad es una reliquia del pasado, que es contraproducente para nuestra supervivencia, o que debe restringirse al entorno local e inmediato; en ese caso la humanidad estará sentenciada.
Reiteramos pues la alerta con la que concluimos la hoja (“El pasado reaccionario está en la democracia y la nación, el futuro está en el proletariado”[9] [21]) que repartimos en los días posteriores al 1 de Octubre: “El peligro para el proletariado y para el futuro de la humanidad, es que quede atrapado en esa atmósfera irrespirable que se está generando en torno al embrollo catalán: sus sentimientos, aspiraciones y pensamientos, ya no gravitarían alrededor de qué futuro para la humanidad y a los sueldos de miseria, qué salida frente a la degradación general de las condiciones de vida; al contrario, estaría polarizado en elegir entre España y Cataluña, en la constitución, en el derecho a decidir, la nación…, es decir, los factores que han contribuido a la situación actual y amenazan con llevarla al paroxismo”.
Valerio, 23 de Junio de 2018
[1] [28] Ver “El embrollo catalán muestra la agravación de la descomposición capitalista”. https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201709/4234/el-embrollo-catalan-muestra-la-agravacion-de-la-descomposicion-capital [53]
[2] [29] Ver "TESIS SOBRE LA DESCOMPOSICION [54]".
[3] [31] En la Resolución sobre la Situación Internacional de nuestro pasado Congreso Internacional repasamos las distintas expresiones de este proceso. Ver https://es.internationalism.org/revista-internacional/201711/4256/22-congreso-de-la-cci-resolucion-sobre-la-situacion-internacional [47].
[4] [34] Habría que preguntarse qué ¿desconexión? puede hacerse si el voluminoso déficit de la administración autonómica catalana obliga a sus autoridades a depender del famoso FLA (fondo de liquidez autonómico) que consiste en unos créditos concedidos por el gobierno central español que a su vez éste mendiga de la Unión Europea.
[5] [35] En el mencionado artículo de AP repasamos en particular la extensa hoja de servicios al capitalismo español tanto de los Pujol y su Convergencia, como de ERC.
[6] [36] Históricamente desde la guerra de 1936-39 (ver nuestro folleto “Franco y la república masacran al proletariado”), o más recientemente con la engañifa de la transición democrática de los años 1970.
[7] [38] Está claro que uno de los objetivos del nombramiento de Borrell como ministro de asuntos exteriores del nuevo Gobierno Sánchez es que defienda de forma contundente la España “democrática” y neutralice con eficacia la propaganda de los independentistas catalanes. Para esta labor, aparte de su labia anti-catalanista, cuenta con una larga experiencia en los pasillos de la Unión Europea.
[8] [39] Con una abstención superior al 50% y con el voto en contra más de un 20% de los votos emitidos auspiciado por ERC.
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/files/es/pdf/ap232_0.pdf
[2] https://es.internationalism.org/files/es/alemania_1918_0.pdf
[3] https://es.internationalism.org/cci/200602/749/el-aislamiento-es-la-muerte-de-la-revolucion
[4] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200911/2695/texto-de-orientacion-sobre-la-confianza-y-la-solidaridad-i
[5] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199601/1786/iii-la-insurreccion-prematura
[6] https://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/e1889-12-04.htm
[7] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199807/1196/construccion-de-la-organizacion-revolucionaria-tesis-sobre-el-para
[8] https://es.internationalism.org/tag/21/367/revolucion-alemana
[9] https://es.internationalism.org/tag/historia-del-movimiento-obrero/1919-la-revolucion-alemana
[10] https://es.internationalism.org/tag/2/26/la-revolucion-proletaria
[11] https://es.internationalism.org/tag/3/51/partido-y-fraccion
[12] https://es.internationalism.org/files/es/la_crisis_politica_de_la_burguesia_espanola.pdf
[13] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn1
[14] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn2
[15] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn3
[16] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn4
[17] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn5
[18] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn6
[19] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn7
[20] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn8
[21] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn9
[22] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn10
[23] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn11
[24] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn12
[25] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn13
[26] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn14
[27] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftn15
[28] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref1
[29] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref2
[30] https://www.merca2.es/2018/06/18/rajoy-desvelo-en-el-restaurante-arahy-el-secreto-de-soraya-68571/
[31] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref3
[32] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201611/4182/que-le-pasa-al-psoe
[33] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201705/4212/la-coalicion-vergonzante-del-psoe-con-el-pp
[34] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref4
[35] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref5
[36] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref6
[37] https://es.internationalism.org/content/4214/primarias-y-congreso-del-psoe-el-engano-democratico-de-las-bases-deciden
[38] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref7
[39] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref8
[40] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref9
[41] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref10
[42] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref11
[43] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref12
[44] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref13
[45] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201707/4219/eleccion-de-macron-la-burguesia-siempre-gana-las-elecciones
[46] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref14
[47] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201711/4256/22-congreso-de-la-cci-resolucion-sobre-la-situacion-internacional
[48] https://es.internationalism.org/node/add/book?parent=6843&render=overlay#_ftnref15
[49] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera
[50] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/espana
[51] https://es.internationalism.org/tag/2/31/el-engano-del-parlamentarismo
[52] https://es.internationalism.org/files/es/cataluna232.pdf
[53] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201709/4234/el-embrollo-catalan-muestra-la-agravacion-de-la-descomposicion-capital
[54] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[55] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201710/4240/enfrentamientos-en-cataluna-el-pasado-reaccionario-esta-en-la-democrac
[56] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/conflictos-nacionalistas
[57] https://es.internationalism.org/tag/2/33/la-cuestion-nacional
[58] https://es.internationalism.org/tag/3/45/descomposicion