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Acción Proletaria nº 198, 15 Noviembre 2007-15 Enero 2008

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Che Guevara: mito y realidad (a propósito de una correspondencia)

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Hace ya algunos meses recibimos en la dirección Internet de nuestra sección en Francia (Révolution internationale) dos mensajes sobre Che Guevara de un compañero que firma E.K. Publicamos aquí la carta que le enviamos a principios de abril, completando nuestra respuesta a unas serie de temas que habíamos dejado en suspenso. Publicamos esta correspondencia, pues como dice el propio EK, estamos inmersos en «en la conmemoración de los 40 años de su muerte en combate»  y para nosotros, CCI, no se trata de meternos en la ronda de esas celebraciones, sino, al contrario, intentar comprender si Che Guevara fue realmente un revolucionario y si la clase obrera y las generaciones jóvenes deben o no reivindicarse de su acción y ejemplo.

 

Algunos extractos del mensaje de EK

Para el compañero EK, Che Guevara fue un auténtico combatiente por la causa de los pueblos oprimidos. Para él, en efecto, «el internacionalismo del Che es indudable. Es el modelo de combatiente internacional y de la solidaridad entre los pueblos». Y habría sido uno de los pocos revolucionarios en atreverse a criticar el régimen de la URSS: «Durante el seminario de solidaridad afro-asiática, el Che critica sin ambages las posiciones conservadoras y explotadoras de la URSS». Y EK expone en esa primera carta su visión del proletariado y del papel de los revolucionarios: «En cuanto al agente histórico de la transformación social, me parece que no hay razones para reducir el concepto de proletariado a los obreros únicamente, negación absoluta de la condición humana. (...) La tarea de los intelectuales es introducir en el proletariado la conciencia de su situación con medios eminentemente políticos».

Tras nuestra respuesta, el compañero E.K nos mandó muy rápidamente un segundo mensaje en el que, de entrada, se desmarca de quienes transforman al Che en icono, haciendo camisetas y carteles con su efigie: «La tendencia a hacer un mito del Che mediante la mediatización de su imagen significa ocultar su vida y su obra». Pero, sobre todo, EK reafirma que «al buscar objetivos distintos, el Che acabará, como es muy lógico, separándose del modelo social-imperialista de la URSS. La CIA y el KGB cooperarán incluso para quitárselo de encima en su intentona revolucionaria en Bolivia». Y EK concluye: «Ernesto Che Guevara pagó con su vida su integridad intelectual. Rendirle homenaje es leer sus textos; perpetuar su memoria es continuar la lucha; rendirle justicia es apoyar sus valores. En vísperas de las celebraciones de los 40 años de su muerte en combate, ha llegado la hora de volver a dar fuerza a su pensamiento y vida a sus ideas».

 

Nuestra respuesta a EK

Te agradecemos tu mensaje de abril. Te pedimos disculpas por el retraso de este complemento a la respuesta. Queremos hacer aquí una crítica de lo que nos has escrito, que, por muy ruda que parezca, no significa, ni mucho menos, un rechazo, sino al contrario: seguimos dispuestos a contestar a tus preguntas y opiniones. Vamos a  contestar a lo que tú dices sobre Che Guevara, analizando lo más seria y sinceramente lo que de verdad fueron, como tú dices, "sus valores", "sus ideas" y "su lucha".

¿Es Che Guevara un ejemplo para la juventud revolucionaria de hoy?

Este mes de octubre se celebra, pues, el 40 aniversario de la muerte de Che Guevara, asesinado por el ejército boliviano, bajo la dirección de la CIA norteamericana.

Desde 1967, "el Che" se ha convertido en el símbolo, por decirlo así, de la eterna "juventud revolucionaria romántica": muerto joven, con las armas en la mano, en lucha contra el imperialismo americano, gran "defensor de las masas pobres de Latinoamérica"...todo el mundo tiene en mente esa imagen mítica del Che con una estrella en la boina y mirar lejano y triste.

Sus famosas Notas de viaje han contribuido en gran medida a popularizar la historia de este rebelde, hijo de buena familia argentina un tanto bohemia, que se lanza a un viaje en moto por los caminos  de la América del Sur de entonces, poniendo sus conocimientos médicos al servicio de los pobres... Vive en Guatemala en un momento (1956) en que los Estados Unidos urden el enésimo golpe de Estado contra un gobierno que no les conviene. Este control permanente sobre los países de Latinoamérica por parte de EE.UU va alimentar en Guevara durante toda su vida un odio inexpiable hacia ese país. Se unirá después en México al grupo cubano de Castro, refugiado en ese país tras un intento abortado de derrocamiento del dictador cubano, Batista, apoyado durante mucho tiempo por Estados Unidos[1]. Tras una serie de peripecias, el grupo se instala en la Sierra Maestra de Cuba hasta la derrota de Batista, a principios de 1959. El núcleo ideológico de ese grupo era el nacionalismo. El "marxismo" no fue más que un envoltorio de circunstancias a una "resistencia antiyanqui" exacerbada, por mucho que algunos de sus elementos, el propio Guevara entre ellos, se consideraran "marxistas". El Partido comunista cubano, que anteriormente, por cierto, había apoyado a Batista, mandó a uno de sus dirigentes, Carlos Rafael Rodríguez, junto a Castro en 1958, unos meses antes de la victoria castrista.

Esa guerrilla no es ni mucho menos la expresión de no se sabe qué revuelta campesina, y menos todavía de la clase obrera. Fue la expresión militar de una fracción de la burguesía cubana que quiere echar abajo a la fracción en el poder para ocupar su puesto. No hubo ningún "levantamiento popular" en la toma del poder de la guerrilla castrista. Aparece, como tantas veces ha ocurrido en Latinoamérica, como un recambio de una camarilla militar por otra formación armada, en el que las capas explotadas y pobres de la población de la isla, alistadas o no por los combatientes de la guerrilla, no desempeñan ningún papel relevante sino es el de lanzar vítores a los nuevos dueños del poder. Ante una resistencia más bien débil por parte de la soldadesca de Batista, Guevara aparece como el intrépido guerrillero cuya determinación y carisma creciente podrían llegar incluso a hacerle sombra a su jefe Fidel. Tras la victoria sobre Batista, Fidel Castro va a encargar al Che de instaurar unos "tribunales revolucionarios", una mascarada sangrienta en la mejor tradición de los ajustes de cuentas entre fracciones de las diferentes burguesías nacionales, en particular en Latinoamérica. Che Guevara se toma muy en serio su papel, por convicción y con celo, instalando una justicia "revolucionaria" en la que, para desahogo colectivo, se juzga a los esbirros torturadores del régimen de Batista, pero tampoco se andan con miramientos, y una simple denuncia puede costar el fusilamiento. Y Guevara lo reivindicará sin remilgos más tarde en la ONU, donde, contestando a los representantes latinoamericanos, los típicos prohombres "democráticos", "perturbados" por unos métodos de sobra conocidos por ellos, declara: "Fusilamos, estamos fusilando y seguiremos fusilando mientras sea necesario". O sea, mientras "sea necesario": hasta que la gente se entere de quién manda; primero liquidar a los antiguos dueños y, sobre todo, crear las condiciones idóneas para aplastar la menor resistencia que venga "de abajo". Esas declaraciones no tienen nada que ver con una defensa más o menos torpe, de una justicia revolucionaria. Esas palabras corresponden, repitámoslo, a los métodos típicos de una fracción de la burguesía que desaloja a otra por la fuerza de las armas.

Puede entonces uno identificarse con el "héroe" austero de la Sierra Maestra, con el "guerrillero heroico" que morirá unos años más tarde en la sierra boliviana, pero en el mundo real, le otorgaron el papel de ejecutor de las sucias tareas en la instauración de un régimen que de comunista sólo tiene el nombre.

Che Guevara: ¿internacionalista?

EK, tú nos dices: «el internacionalismo del Che es indudable» y «Durante el seminario de solidaridad afro-asiática, el Che critica sin ambages las posiciones conservadoras y explotadoras de la URSS» y que «acabará, como es muy lógico, separándose del modelo social-imperialista de la URSS».

El régimen nacionalista de Castro pronto se enfundó el calificativo de "comunista", lo cual significa sencillamente que se integró ... en el campo imperialista regido por la URSS. El que Cuba esté sólo a unas cuantas millas de las costas de EE.UU iba a inquietar evidentemente al amo del bloque occidental. El proceso de estalinización de la isla, con una presencia de personal civil y, sobre todo, militar y de los servicios secretos de los países del bloque del Este, culminará en 1962 en el momento de "la crisis de los misiles".

En ese proceso, Che Guevara, ahora ministro de Industria (1960-61), para soldar la nueva alianza con el "campo socialista", es enviado por Castro a una gira por los países de ese campo. De vuelta a Cuba, en la televisión, se dedica a presentar programas propagandísticos en el "año de la educación" con discursos de lo más ditirámbico sobre la URSS: «ese país que tan profundamente ama la paz», «donde impera la libertad de pensamiento», «madre de la libertad»... Y elogia «la extraordinaria» Corea del Norte y luego la China de Mao donde «todos están llenos de entusiasmo, todos hacen horas extraordinarias» y así para todos los países del Este: «las realizaciones de los países socialistas son extraordinarias. No hay comparación posible entre sus sistemas de vida, sus sistemas de desarrollo y los de los países capitalistas». ¡Un verdadero viajante de comercio del modelo estalinista! Más lejos, hablaremos del "desamor" de Guevara hacia la URSS. Pero contrariamente a lo que tú afirmas, el Che nunca expresó la menor duda de principio sobre el sistema estalinista. Para él, la URSS y su bloque eran el campo «socialista, progresista» y su propia lucha se integraba plenamente en la del bloque ruso contra el bloque occidental. La consigna lanzada por Guevara de «Crear uno, dos, varios Vietnam», no es una consigna "internacionalista", sino una consigna nacionalista y favorable al bloque del Este. El único criterio verdadero de esa consigna no es el cambio social, ni mucho menos, sino el odio al jefe del otro bloque, los Estados Unidos.

En efecto, tras la IIª Guerra mundial, el mundo se encontró dividido en dos bloques antagónicos, uno regido por EE.UU. y el otro por la URSS. La "liberación nacional" se confirmó entonces como una mistificación ideológica perfecta para justificar el alistamiento militar de la población. En esas guerras, ni la clase obrera ni las demás clases explotadas tenían nada que ganar, sirven de masa de maniobra para las diferentes fracciones de la clase dominante y de sus padrinos imperialistas. El reparto del mundo entre dos bloques tras los acuerdos de Yalta implicaba que cualquier salida de un bloque sólo podría hacerse cayendo en el bloque adverso. Y precisamente no hay mejor ejemplo que el de Cuba: este país pasó de la dictadura corrupta de Batista, sometida directamente a Washington, sus servicios secretos y todo tipo de mafias, al control por el bloque estalinista. ¡La historia de Cuba es un concentrado de la historia trágica de las "luchas de liberación nacional" durante más de medio siglo!

Así pues, ante todo, antes de decir cuándo y cómo Guevara se habría "desviado" más o menos de la URSS, hay que dejar las cosas claras sobre la naturaleza de la URSS y de su bloque. Tras la defensa de un Che Guevara revolucionario está la idea de que la URSS, poco o mucho, a pesar de sus defectos y demás...  era el «bloque socialista, progresista». Ésa es la mayor mentira del siglo XX. Hubo, sí, una revolución proletaria en Rusia, pero fue derrotada. La forma estalinista de la contrarrevolución se dio una consigna: la «construcción del socialismo en un solo país», una consigna que se ubica en el extremo opuesto al marxismo. Para el marxismo, «los proletarios no tienen patria»[2]. Fue este internacionalismo auténtico la brújula de la oleada revolucionaria mundial que se inició en 1917 y la de todos los revolucionarios de entonces, desde Lenin y los bolcheviques hasta Rosa Luxemburgo y los espartaquistas[3]. La adopción de esa aberración "teórica" de una "patria socialista" que defender se remató con el recurso sistemático a un método burgués: el terror y el capitalismo de Estado, una de las expresiones más totalitarias y feroces de la explotación capitalista.

El Che ¿"se desvió del modelo social-imperialista de la URSS"?

El origen de las críticas del Che a la URSS fue la frustración provocada por "la crisis de los misiles", en 1962. Para la URSS, apoderarse de Cuba fue una ocasión que no podía desperdiciar. Por fin, podía pagarle con la misma moneda a Estados Unidos, país que la amenazaba directamente a sus puertas desde países vecinos como Turquía. La URSS empieza a instalar rampas de lanzamiento de misiles nucleares a unas cuantas millas de las costas norteamericanas. Estados Unidos, mediante un cerco total a la isla, obliga a los buques rusos a dar media vuelta. Kruschev, que era el jefe del Kremlin entonces, se vio finalmente obligado a retirar sus misiles. Hay que decir que durante aquellos días de octubre de 1962, los enfrentamientos imperialistas entre quienes pretendían ser los adalides del "mundo libre" y quienes pretendían ser el "mundo socialista progresista" pusieron a la humanidad entera al borde del abismo. Krushev fue considerado por los dirigentes castristas como un "mariquita" que no tenía "los huevos" de atacar a Estados Unidos. En un ataque de histeria patriotera en el que el slogan castrista de "Patria o muerte" cobra su sentido más siniestro, los dirigentes cubanos están dispuestos a sacrificar a su pueblo (ellos dirán que es el pueblo que está listo para el sacrificio) en el altar de la guerra atómica. En ese delirio perverso, Guevara está, evidentemente, en primera fila. Escribe: «Tienen razón [los países de la OEA [4] de tener miedo de la ‘subversión cubana'], pues es el ejemplo de un pueblo dispuesto a inmolarse bajo las armas atómicas para que sus cenizas sirvan de cemento a las nuevas sociedades y que, cuando se concluyó un acuerdo sobre la retirada de los misiles sin que se le hubiera consultado, no deja escapar un suspiro de alivio, no acoge la tregua con reconocimiento. Se echa a la calle para [...] afirmar [...] su decisión de luchar, incluso él solo, contra todos los peligros y contra la propia amenaza atómica del imperialismo yanqui»[5]. Ese "héroe" ha decidido que el pueblo cubano estaba dispuesto a inmolarse por la patria ... así, la base de la "decepción", de la crítica respecto a la URSS no fue la pérdida de la fe en las virtudes del "comunismo soviético" (o sea, el capitalismo estalinista), sino, al contrario, la decepción viene de que ese sistema no iba hasta el final de su lógica guerrera de enfrentamiento, no tenía "los huevos" de ir hasta el paroxismo caliente de la "guerra fría". Y el discurso de Argel de Che Guevara en el que tú te basas para afirmar que el Che «se separó del modelo social-imperialista de la URSS» no cambia nada en realidad a la raíz estalinista de las posiciones de Guevara. ¡Al contrario!. En ese famoso discurso, el Che crítica, sí, el "mercantilismo"[6] en las relaciones entre los países del bloque de la URSS, pero sigue llamándolos socialistas y "pueblos amigos": «Los países socialistas son, en cierto modo, cómplices de la explotación capitalista [...]. Tienen el deber moral de liquidar su complicidad tácita con los países explotadores del Oeste.» Detrás de su apariencia radical, esa crítica es una crítica desde dentro del sistema estalinista. Más todavía, es la crítica de un responsable que participó con todas sus fuerza en la instauración del sistema de capitalismo de Estado en Cuba. Y desde luego, nunca usó expresiones tales como "social-imperialismo". Después, por lo demás, nunca volverá a hacer la menor crítica oficial a la URSS.

Cierto, Che Guevara, en el momento en que fue asesinado por la CIA y el ejército boliviano en 1967, fue víctima no sólo del imperialismo americano, sino, sin duda, también de la nueva orientación política del Kremlin, llamada "coexistencia pacífica" con el bloque occidental. No vamos a tratar aquí sobre las razones que llevaron a la dirección de la URSS y de su bloque a dar ese "giro". Pero ese cambio no tiene nada que ver con no se sabe qué "traición" hacia los pueblos que querían liberarse del imperialismo, ni hacia el proletariado. La política de la clase dominante estalinista cambiaba de rumbo en función de sus intereses como clase dominante y, precisamente, la crisis de los misiles fue la demostración para los dirigentes del imperialismo estalinista de que no disponían de los medios para desafiar al jefe del otro bloque ante sus propias narices y que deberían ser prudentes en Latinoamérica.

Eso es lo que Guevara y una fracción de dirigentes cubanos no quieren entender, hasta el punto de acabar siendo molestos no sólo para la URSS, sino incluso para sus propios amigos de la isla. A partir de entonces, el destino de Che Guevara quedó sellado: tras la desastrosa aventura en el Congo[7], acabará encontrándose solo en Bolivia, con un puñado de compañeros de armas, abandonado por el PC boliviano, el cual, finalmente, tras muchos rodeos, acabará adoptando la nueva línea de Moscú. Para las fracciones más "moscovitas", los defensores de la táctica del "foco" guerrillero eran una cuerda de pequeñoburgueses con ganas de aventuras, "aislados  de las masas". Y para las facciones de los PC favorables a la lucha armada, con sus apoyos críticos de todo tipo, los "dirigentes" de los PC eran unos "revolucionarios de salón", unos burócratas aburguesados y demás... también ellos "aislados de las masas". Para nosotros, que nos reivindicamos de la Izquierda Comunista, no son ambas sino dos formas de la misma contrarrevolución, dos variantes de la misma gran mentira del siglo, la patraña de presentar la contrarrevolución estalinista como la continuadora de la revolución de Octubre y la URSS y sus clónicos como comunista.

¿Qué visión tenía Che Guevara de la clase obrera?

Para ti, EK, la tarea de los intelectuales sería «introducir en el proletariado la conciencia de su situación ...». Pareces en esto adoptar la visión de Che Guevara sobre "la élite revolucionaría". Pero detrás de esa posición del Che hay, en realidad, un profundo desprecio por la clase obrera. ¿Qué es lo que hay detrás de sus lirismos sobre "el hombre nuevo en la revolución cubana"?

La unidad proletaria revolucionaria tiene una base práctica muy concreta: la solidaridad de clase. Es esta solidaridad espontánea, hecha de ayuda mutua y fraternidad, lo que inspira la generosidad, la entrega, las cualidades del proletariado revolucionario. Pero esa "entrega" en boca de Guevara, suena, en el mejor de los casos, como un llamamiento casi místico al martirio supremo (hay que reconocerle que siempre estuvo listo para el sacrificio, y dispuesto sin duda a convertirse en una "ceniza" mártir por la causa imperialista que defendía, junto con todo el pueblo cubano "voluntario", en el momento de la crisis de los misiles)... Detrás de su propio comportamiento "ejemplar" está esa visión del "sacrificio" o del "heroísmo" (del mismo estilo que todos los idealismos patrioteros exaltados por el estalinismo, en la Resistencia francesa por ejemplo) que debería imponerse desde arriba, por las necesidades del Estado y bajo el mando de un "líder máximo". Esa visión contiene ese desprecio del intelectual pequeñoburgués hacia "la masa proletaria" a la que se mira desde arriba, a la que hay que "educar"  para que acabe entendiendo lo grandioso de la revolución y sus ventajas. «Este ente multifacético [la masa], escribe con condescendencia Guevara,  no (...) actúa como un manso rebaño. Es verdad que sigue sin vacilar a sus dirigentes, fundamentalmente a Fidel Castro, pero el grado en que él ha ganado esa confianza responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las promesas hechas.» (...) «Vistas las cosas desde un punto de vista superficial, pudiera parecer que tienen razón aquellos que hablan de supeditación del individuo al Estado, la masa realiza con entusiasmo y disciplina sin iguales las tareas que el gobierno fija, ya sean de índole económica, cultural, de defensa, deportiva, etcétera. La iniciativa parte en general de Fidel o del alto mando de la revolución y es explicada al pueblo que la toma como suya» (El socialismo y el hombre en Cuba, 1965).

De hecho, cuando nos dices «que no hay razón para reducir el concepto de proletariado a los obreros únicamente», tu razonamiento se arraiga sin duda y, quizás, involuntariamente, en esa visión despectiva de la clase obrera[8]. De hecho, una de las características comunes de esos avatares del estalinismo (desde el maoísmo al castrismo), es su desconfianza y su desprecio por la clase obrera, haciendo de un mítico campesinado pobre el "agente de la revolución" dirigido por unos intelectuales poseedores de la conciencia que "introducen" en el cerebro de las masas. En el mejor de los casos, la clase obrera era para esos neoestalinistas, una masa de maniobra que les servía de referencia histórica, un comparsa de su revolución. No hay en ningún escrito de esos "revolucionarios", y menos todavía en su práctica, la menor referencia a la clase obrera organizada como tal y a las organizaciones del poder de clase, los soviets. Esos clónicos del estalinismo ya no necesitan disfrazar su ideología capitalista de Estado y hablar de consejos obreros u otras expresiones de la vida proletaria durante la oleada revolucionaria de 1917-1927. Ya solo queda el Estado, dirigido por gente "ilustrada" y, abajo, las masas, a las cuales se les deja, a veces, dar pruebas de "iniciativa", encuadrada en "comités de defensa de la revolución" y demás organismos de vigilancia social.

Y en Cuba, uno de los primeros órganos de encuadramiento y dirección de la clase obrera fueron, una vez más y sin sorpresa, los sindicatos. Los sindicatos cubanos (CTC) eran ya unos sindicatos, al modo americano, perfectamente integrados en el "capitalismo liberal" y sus corruptelas. Y van a ser rápidamente transformados por la dirección cubana, en 1960, en sindicatos al gusto estalinista, según el modelo estatal. Entre las primeras decisiones de los sindicatos del régimen castrista estará la de alinear los salarios por abajo y hacer respetar la prohibición de las huelgas en las empresas. Y también se justificará ese ataque contra la clase obrera con la ideología antiyanqui y de "defensa del pueblo cubano". Aprovechando en 1960 una huelga contra la baja de salarios de obreros de empresas pertenecientes a capital estadounidense, los dirigentes castristas estigmatizan esa huelga de "privilegiados" para declarar la "huelga a la huelga" en palabras del nuevo dirigente castrista de la CTC.

***

En estas semanas nos han llenado las pantallas con las controversias sobre la vida y milagros del Che. Por un lado, en la línea de los propagandistas de la "muerte del comunismo", las fracciones derechistas o centristas de la burguesía van a aprovechar la ocasión para recalentar su bazofia con la ayuda servil de algún que otro historiador arrepentido, listos ahora a denunciar el papel "antidemocrático" del Che, su papel de ejecutante en jefe responsable de los tribunales "revolucionarios" al principio de la era castrista, despotricando unos y otros en las pantallas sobre si las ejecuciones fueron "excesivas", si hubo o no un "baño de sangre", si fue una justicia "arbitraria" o, al contrario, "moderada". Para nosotros, como decíamos antes, sencillamente desempeñó el papel necesario para instaurar un nuevo régimen tan burgués, capitalista y represivo como el precedente. Y, por el otro lado, nos sirven mentiras o medias verdades en su honra. No hay más que ver cómo la Liga Comunista Revolucionaria, en Francia, en su voluntad de ocupar el sillón del moribundo Partido Comunista Francés y ser el primer partido "anticapitalista" de Francia, ha vuelto a sacar al Che, explotando a mansalva su imagen "joven y rebelde"[9].

Estimado compañero EK, la realidad es ésa: detrás de la camiseta con la efigie del Che, hay, sin duda, un corazón generoso y sincero de personas que quieren combatir contra las injusticias y las atrocidades de este mundo capitalista. Y, precisamente, si tanto ponen algunos por delante al Che es precisamente para esterilizar el entusiasmo que acompaña la pasión revolucionaria. Pero el Che no es sino una de las figuras de la larga cohorte de dirigentes nacionalistas y estalinistas, sin duda más atractiva que las demás, pero representativa, sin embargo, de ese avatar tropical de la contrarrevolución que es el castrismo.

A pesar de todas nuestras divergencias, compañero EK, la discusión sigue abierta....

Corriente comunista internacional



[1] El éxito de la operación del derrocamiento de Batista por Castro y Guevara se benefició, de hecho, del apoyo de EEUU y de la comprensión de una parte de la derecha, a quienes había empezado a molestarles seriamente el nivel de corrupción del régimen. El gobierno estadounidense decidió el embargo de armas hacia Cuba, lo cual privó definitivamente de medios  a Batista para luchar contra la guerrilla. Será al cabo de unos meses de ejercicio del nuevo poder castrista cuando las relaciones entre EEUU y Cuba acabarán deteriorándose y, ante la amenaza de intervención de aquel país, el régimen castrista empezaría a integrarse en el bloque ruso.

[2] Cita muy conocida del Manifiesto Comunista de 1848, redactado por Marx y Engels.

[3] Hemos escrito mucho sobre Octubre de 1917. Pueden leerse los textos recientes: el artículo "Octubre del 17: La mayor experiencia revolucionaria de la clase obrera" (Revista internacional n°131, 2007); el folleto: Octubre de 1917, inicio de la revolución mundial. Las masas obreras se apoderan de su propio destino [1]; el texto de presentación de nuestras reuniones públicas "Hace 90 años la revolución de Octubre de 1917", en https://es.internationalism.org [2]. y el artículo "El estalinismo es el enterrador de la Revolución rusa" (Revolution Internationale n°383, octubre de 2007, en francés)

[4] Organización de Estados Americanos, organismo continental, en realidad al servicio de EE.UU, y del que fue excluida la Cuba castrista.

[5] Escrito en el momento de la "crisis de los misiles", se publicará más tarde, en 1968, en una revista del ejército cubano. Reproducido en la biografía del Che de Pierre Kalfon (y traducido del francés por nosotros).

 

[7] En 1965, quizás para poner en práctica la consigna de "Dos, tres Vietnam...", un puñado de cubanos se planta en el este de la República del Congo (ex Zaire) para organizar un "foco antiimperialista", todo organizado por los servicios secretos cubanos con el acuerdo de la URSS (quizás, también, para quitárselo de encima...). Desde el principio la aventura congoleña aparece como un desastre anunciado: Guevara se encuentra bajo las órdenes políticas de una banda de dirigentes congoleños (entre ellos Kabila, futuro presidente-dictador de Zaire en los años 1990), unos aventureros que se pegan la gran vida gracias a los subsidios soviéticos y chinos. La población, por su parte, que por lo visto iba a recibir con los brazos abiertos a sus "liberadores", se queda más bien pasmada a la vista de esa gente salida de no se sabe dónde. Fue una anticipación de lo que iba a ocurrir en Bolivia al año siguiente. Hay que decir que más tarde, por cuenta del imperialismo ruso, miles de cubanos siguieron sirviendo de "instructores militares" (y de carne de cañón) en varias "guerras de liberación nacional" en tierras africanas ((Guinea-Bissau, Mozambique, Angola,...) hasta el desmoronamiento de la URSS y de su bloque a principios de los años 90.

[8] No podemos desarrollar aquí qué es el proletariado o clase obrera, dos expresiones equivalentes para nosotros. Digamos, eso sí que nuestra visión de la clase obrera no tiene nada que ver con la sociología ni con esas imágenes de estampa realista del obrero en mono y alpargatas.

[9] El líder de la LCR, Olivier Besancenot, afirmó durante la campaña electoral francesa que su partido se identifica mucho más hoy con el Che que con Trotski, aún cuando desde su nacimiento esa organización legitimaba, fraudulentamente, su pertenencia a la clase obrera, reivindicándose ante todo de aquél gran militante bolchevique. A Marx le gustaba subrayar las ironías de la historia. Y es hoy una de las más mordientes el comprobar que esta nueva propaganda de la LCR, en su afán de parecer joven y estar en la onda para atraerse a la nuevas generaciones de la clase obrera, se reivindica de un heredero, en fin de cuentas, de la camada estalinista y de su ideología, esa misma jauría que asesinó hace más de sesenta años a un revolucionario que por muchas incomprensiones que tuviera, lo era de verdad, un tal... León Trotski...

Corrientes políticas y referencias: 

  • Castrismo [3]

Contra el veneno nacionalista, el antídoto internacionalista del proletariado

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Como desenmascaró el Marxismo a mediados del siglo XIX los términos nación o estado nacional sirven a la burguesía para ocultar sus intereses de clase explotadora bajo una bandera tras la que trata de arrastrar al proletariado y a otras capas sociales. Aunque también hay que decir que el movimiento obrero durante el período ascendente del capitalismo (que acaba en 1914 con la Primera Guerra Mundial) apoyó puntualmente la constitución de los grandes estados nacionales para acabar con los restos del feudalismo y acelerar el desarrollo de las fuerzas productivas que pudieran crear las bases de la revolución comunista.

Todo este período acaba con la Primera Guerra Mundial, ya que se abre la etapa de decadencia del capitalismo y la era de guerras imperialistas que llevan a la humanidad a la barbarie más absoluta, pero también se abre el período de las revoluciones proletarias como demostró la oleada revolucionaria de 1917 a 1923. A partir de 1914 ya no hay posibilidades de verdaderas revoluciones burguesas y de liberaciones nacionales, y el principio de autodeterminación nacional deja de tener sentido, teniendo razón Rosa Luxemburgo frente a Lenin: «La política imperialista no es obra de un país o de un grupo de países. Es el producto de la evolución mundial del capitalismo en un momento dado de su maduración. Es un fenómeno natural por naturaleza, un todo inseparable que no se puede comprender más que en sus relaciones recíprocas y al cual ningún estado podría sustraerse» (Rosa Luxemburgo: La crisis de la socialdemocracia, página 134. Editorial Anagrama. Barcelona 1976, el subrayado es nuestro). Y también "La primera tarea del socialismo es la liberación espiritual del proletariado de la tutela de la burguesía, tutela que se manifiesta por la influencia de la ideología nacionalista. La acción de las secciones nacionales, tanto en el parlamento como en la prensa, debe tener por objetivo la denuncia del hecho de que la fraseología tradicional del nacionalismo es el instrumento de la dominación burguesa" (ídem, páginas 170 y 171).

Actualmente asistimos a una auténtica campaña nacionalista por parte de la burguesía española que pretende intoxicar a la clase trabajadora. Es verdad que esa campaña se apoya efectivamente en las querellas entre sectores de la burguesía española aquejada de problemas de mala soldadura del Estado nacional, problemas estos que en el período de descomposición del capitalismo tienden a agravarse con la imposición "del cada uno a la suya". Así sectores de las burguesías regionales vasca y catalana pujan por la soberanía y la independencia, y otras, a la chita callando, se enquistan en sus gobiernos autonómicos que se han convertido en verdaderos reinos de Taifas contemporáneos. Pero más allá de esas eternas disputas, lo cierto es que el objetivo de esta campaña es dificultar la toma de conciencia por parte del proletariado ante un capitalismo en descomposición y en quiebra económica que nos lleva a la barbarie en los cinco continentes.

El capitalismo español se ve asolado por crecientes dificultades tanto en el terreno económico (en el que está perdiendo competitividad a marchas forzadas) como en el de la defensa de sus intereses imperialistas, como se pone de manifiesto en su creciente pérdida de autoridad en zonas que le son especialmente sensibles. Por un lado el Magreb, donde tras el desaire que hace unos meses le propinó la burguesía argelina en materia energética; hemos visto recientemente la acentuación de las reivindicaciones de Marruecos, a las que la burguesía española ha debido responder en solitario. Por otro lado la reciente Cumbre Iberoamericana amén de poner de manifiesto lo obsoleto de los convencionalismos diplomáticos en el caos de peleas barriobajeras en que se ha convertido el escenario imperialista actual, ha puesto de manifiesto igualmente el creciente aislamiento de la posición española incluso entre sus hasta hace poco aliados más "leales".

En este contexto de dificultades para el capitalismo español, exacerbado por el inicio de una recesión económica cuyas consecuencias y efectos de paro y miseria padecerá el proletariado, nos encontramos con esta ofensiva nacionalista desde las dos vertientes: tanto la españolista, con los viajes de los reyes a Ceuta y Melilla, como la regionalista a través del referéndum soberanista de Ibarretxe y los envites independentistas del nacionalismo catalán. La clase obrera al contrario que en los años treinta del siglo pasado no está derrotada, y por tanto no se deja arrastrar por la clase dominante detrás de la bandera nacionalista y de la guerra imperialista. Los ejércitos nacionales no son capaces de cubrir sus vacantes de soldados profesionales, y la debacle del ejército norteamericano en la guerra de Irak tiene sus motivos profundos en esta repugnancia y rechazo del proletariado a la ideología nacionalista y a la guerra.

Pero si la burguesía española no es capaz de ilusionar a la clase obrera con la "gran nación española" ni con las "nacioncillas" vasca y catalana, no va a renunciar a utilizar la ideología nacionalista como medio de fragmentar, de dividir la lucha de su enemigo histórico que es el proletariado. Frente a la creciente desesperación en que se van a sumir muchas familias obreras, las ideologías xenófobas, de buscar en los trabajadores de otras regiones u otros países, el chivo expiatorio al que culpabilizar del paro, del deterioro de las infraestructuras, de los recortes de las prestaciones sociales,... puede dificultar el desarrollo de una creciente solidaridad, de una lucha unida como clase, de una toma de conciencia de que a diferencia de la clase explotadora que por su propia naturaleza está dividida en intereses encontrados y no puede hallar más terreno común que la nación; la clase explotada, también por ese mismo carácter, porque no tiene más propiedad que su fuerza de trabajo, ni más tierra que la que le cubre en los cementerios,... por esa misma naturaleza, decimos, es capaz de llevar a cabo la verdadera unificación de la sociedad humana. Los trabajadores no tienen ninguna patria ni bandera nacional que defender, su auténtica misión en la historia como crisol de la humanidad explotada y sufriente es acabar mediante la revolución comunista con la explotación del hombre por el hombre: "Todas las clases anteriores que conquistaban la hegemonía trataban de asegurarse su posición existencial ya conquistada sometiendo a toda la sociedad a las condiciones de su modo de apropiación. Los proletarios solo pueden conquistar las fuerzas productivas sociales aboliendo su propio modo de apropiación en vigencia hasta el presente, aboliendo con ello todo el modo de apropiación vigente hasta la fecha. Los proletarios no tienen nada propio que consolidar; sólo tienen que destruir todo cuanto, hasta el presente, ha asegurado y garantizado la propiedad privada.

Todos los movimientos existentes hasta la actualidad han sido movimientos de minorías o en el interés de minorías. El movimiento proletario es el movimiento independiente de una ingente mayoría. El proletariado, estrato inferior de la sociedad actual, no puede alzarse, no puede erguirse sin hacer saltar por los aires toda la superestructura de los estratos que conforman la sociedad oficial...(Marx y Engels: El Manifiesto Comunista, página 147. Editorial Crítica, Barcelona 1978).

Frente al mundo burgués del nacionalismo y la confrontación entre naciones que lleva al género humano a las guerras y la barbarie, opongamos los valores del proletariado: la solidaridad y el internacionalismo en un mundo sin clases.

Pel/ET 8 de Noviembre de 2007.

Situación nacional: 

  • España [4]
  • Conflictos nacionalistas [5]

Debate sobre la situación actual de la lucha de clases

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Presentamos a continuación la traducción al español de una contribución de un compañero que simpatiza con nuestras posiciones a una Reunión Pública que celebró recientemente en Londres nuestra sección en Gran Bretaña. Tras el texto aportamos unos breves comentarios.

 

¡Hola!:

Como probablemente conoceréis asistiré a vuestra próxima Reunión Pública en Londres. Quiero agradecer por adelantado vuestra hospitalidad.

Las Reuniones Públicas que organiza la CCI son, por lo que yo conozco, un medio para contribuir a la discusión entre trabajadores y también contribuyen a romper el aislamiento, la insolidaridad, la falta de comunicación, el rechazo del pensamiento y de la teoría, la deshumanización..., las cuales desafortunadamente tienen una persistente presencia en nuestros días.

Tal es la razón por la cual, pese a mis problemas con la lengua inglesa, me gustaría hacer una corta contribución a vuestra próxima Reunión Pública sobre el tema (o temas) que me preocupan y que considero muy importantes: el peso de lo que puede llamarse la descomposición social (deshumanización, aislamiento, irracionalismo etc.) los cuales envenenan la vida diaria y su entorno a los trabajadores en las escuelas, los barrios, las calles... Esto, unido a la falta de experiencias de auto-organización, solidaridad, discusión, acción colectiva etc., se levantan como enormes obstáculos frente a la clase trabajadora (especialmente en la jóvenes generaciones precisamente porque sufren en un grado más intenso la descomposición social y el impacto de la falta de experiencia) para que desarrolle las respuestas que hacen falta frente a los problemas que la sociedad presenta y pueda ir asentando las bases de una alternativa revolucionaria.

La organización social actual, lejos de aparecer clara para nosotros (trabajadores, "gente normal") como una sociedad dividida en clases entre una clase dominante minoritaria interesada en mantener el presente estado de cosas (con las implicaciones obvias que ello tiene de sufrimiento humano), y una mayoría explotada que no puede encontrar ningún beneficio o alivio en la continuidad de esta sociedad, y dentro de esta mayoría la existencia de una clase social capaz de desarrollar un movimiento político y social con capacidad para cambiar radicalmente la actual organización social. No, Lejos de tomar tal punto de vista (especialmente el de que existe una fuerza social capaz de realizar un cambio radical), el sentimiento general, el punto de vista general que nos empuja, es que vivimos en una jungla en la cual has de luchar individualmente para sobrevivir.  Esta visión general es así porque constituye la tendencia general de la sociedad y constituye la vida real de la gran mayoría de la población y de los trabajadores.

Para decirlo brevemente: es imposible que algo llamado "conciencia de clase" aparezca cuando nuestra vida diaria es la negación de la existencia de clase: es, hablando de forma general, la lucha individual por la supervivencia lo que marca cada estadio de esta (escuelas y centros de enseñanza, calles y barrios, lugares de trabajo).

Desde mi punto de vista, la sociedad entera en general y las jóvenes generaciones de la clase obrera en particular, sufren la influencia negativa de la falta de un "movimiento real", la falta de un movimiento social que exprese la solidaridad, la auto-organización, la voluntad de transformación social, el coraje, la comunicación... En resumen, lo opuesto a la vida social bajo la sociedad capitalista. Sin este movimiento real que pueda expresar y desarrollar embrionariamente una alternativa a través de experiencias reales, desgraciadamente, un cambio aparece más como una utopía que como posibilidad real expresada por un movimiento real.

Por consiguiente, la gran cuestión sería: ¿cómo puede este movimiento social desarrollarse realmente?

En este punto entramos en un círculo vicioso: un mayor crecimiento de la descomposición social significa que la alternativa de la clase obrera (extensión, comunicación, unidad, solidaridad, voluntad de cambio, auto-organización) no se puede desarrollar; por tanto, cuanto menos está presente la clase obrera como un movimiento social (no como una categoría sociológica) menos puede proyectar una transformación revolucionaria de la actual sociedad; cuanto menos puede proyectarse la perspectiva de otra sociedad, más la teoría de "cada uno a la suya" crece y cada uno trata de vivir a través de la individualización, la falta de comunicación, mayor es la competencia... más se ve todo eso como normal etc.

¿Cómo se puede romper esa cadena? ¿Cómo podemos en el medio de tal círculo cuando su desarrollo, en lugar de empujarnos hacia un movimiento revolucionario está erosionando sus bases? ¿Cómo puede hacerse si "el movimiento real que suprime el actual estado de cosas" no existe en nuestra vida diaria?

Bien, hay básicamente dos opciones para la clase trabajadora: bien simplemente mantener una actitud pasiva y tratar de adaptase cada cual y sobrevivir individualmente en el medio de esta jungla de la sociedad capitalista, cada vez en mayor oposición con las necesidades humanas y la felicidad; o bien, tratar de romper esta tendencia, romper este "círculo vicioso" y confrontar nuestras necesidades humanas con las necesidades y la estructura de esta sociedad a través de la única vía posible: con una lucha colectiva solidaria.

Obviamente, la única esperanza para el futuro y el presente de la humanidad viene de la segunda opción. Y obviamente tal movimiento no puede ser creado artificialmente, pero está suficientemente claro también que es necesario algo que empuje esto, que "prepare el terreno", para ese desarrollo, a través de una minoría de personas, que, de una manera clara, vean que esta segunda opción es la única vía realista y efectiva. ¿Cómo hacerlo? Quisiera desarrollar algunos puntos que considero importantes.

-         En nuestros días, más que nunca, precisamente por el peso de la descomposición social y la ausencia general de movimiento de la clase obrera, es absolutamente necesario mirar al pasado y encontrar las respuestas y las más efectivas herramientas para confrontar nuestros problemas. Recuperar, analizar y discutir experiencias del pasado no solo es importante porque nos proporciona las armas teórico-prácticas para confrontar la sociedad actual sino también, desde mi punto de vista, porque puede compensar, aunque sea parcialmente, la ausencia de un movimiento real, al mostrar que la alternativa, lejos de ser una utopía, es una posibilidad real, que las cosas pueden ser diferentes.

-         Sin embargo, no es suficiente rescatar el pasado de la lucha de los trabajadores para que la conciencia de la necesidad y la posibilidad de una alternativa revolucionaria puede ser desarrollada. Junto con ello, encuentro también necesario informar sobre las luchas y los movimientos que presentan, aunque sea de una manera aún débil, una oposición y una alternativa a la actual sociedad, en orden a conectar las experiencias del pasado con las del presente.

-         Al mismo tiempo, y en relación con el punto anterior, considero muy importante contribuir a la creación de espacios de discusión, comunicación y solidaridad entre trabajadores (Reuniones Públicas, publicaciones, informes de luchas etc.) no solo como vía para romper el aislamiento y el peso de la sociedad capitalista, sino, al mismo tiempo, como medio de sentir la solidaridad y la auto organización y sentir que las cosas pueden ser diferentes. Sin esto, sin sentir, sin experimentar que las cosas pueden ser diferentes, una alternativa revolucionaria es, aunque haya una docena de programas, imposible sin la presencia de un movimiento real.

Reuniones Públicas, donde los trabajadores y los elementos que están buscando las herramientas teórico - prácticas para confrontar la sociedad actual, pueden comunicar, pueden analizar experiencias del pasado y del presente de otros trabajadores, aprender, discutir etc., todo eso es, desde mi punto de vista, constituye un aspecto muy importante en la marcha hacia una revolución social.

Bien, como he dicho, me gustaría desarrollar esta temática en la próxima reunión pública. No se, si tendré la oportunidad de leer este texto (o alguno similar) como medio para iniciar la discusión. Hasta pronto.

 

Nuestros comentarios

Las reflexiones del compañero proporcionan materia para un debate sobre la situación actual de la lucha de clases.

El compañero subraya el peso de lo que llamamos la descomposición social e ideológica del capitalismo sobre la conciencia y la capacidad de lucha de la clase obrera. El compañero incide sobre algo que tiende a ser subestimado: los factores ideológicos y subjetivos, lo que, en la jerga de un seudo-marxismo, se le llama la "superestructura". Esos factores -como hemos puesto de relieve en numerosas publicaciones[1]- son cruciales para el desarrollo de la lucha revolucionaria del proletariado.

Esos factores son especialmente cruciales en la situación actual del capitalismo caracterizada por un pudrimiento de su ideología, de sus relaciones sociales, del conjunto de sus estructuras jurídicas, políticas, morales etc., como consecuencia de su supervivencia durante largo tiempo en medio de una crisis sin salida y sin que sea posible ni una guerra imperialista general (dada la resistencia del proletariado y la población a alistarse para morir por la Patria, la Democracia y demás banderas mentirosas del Capital) ni sea tampoco posible por todo un tiempo una ofensiva revolucionaria del proletariado para salir del atolladero.

En tales condiciones, las tendencias a la insolidaridad, a la violencia irracional, al "sálvese quien pueda", son como emanaciones patógenas que emergen de las relaciones y la ideología dominantes contaminando a todos los componentes de la sociedad incluida la clase obrera. Hoy -a diferencia de hace simplemente 100 años- la idea más común es que el "ser humano no tiene remedio", es "depredador e irresponsable por naturaleza".

Esto produce la impresión -gráficamente recogida por el compañero- de un círculo vicioso: por una parte, la solidaridad, la conciencia, la capacidad de auto-organización y de acción colectiva, características históricas de la lucha del proletariado se ven erosionadas por la atmósfera dominante que empuja en sentido contrario. Pero, por otro lado, lo anterior dificulta el desarrollo de las luchas autónomas y de la conciencia de clase del proletariado, con lo cual esas características tienen una gran dificultad para madurar y afianzarse.

El compañero apunta elementos para romper ese círculo vicioso: reapropiarse de la experiencia histórica de nuestra clase (con sentido crítico como ha hecho siempre el marxismo); desarrollar espacios de debate abierto y fraternal; sacar lecciones de las luchas actuales viendo las diferencias pero también los puntos comunes con las luchas del pasado.

En ese sentido pensamos que la contribución del compañero no puede caer en saco roto. Sería muy interesante el surgimiento de un debate con nuevas aportaciones.

En particular, el texto del compañero nos suscita la siguiente cuestión:

Es cierto que podemos tener la sensación de un círculo vicioso. De un lado, la crisis, las guerras, las catástrofes del capitalismo, son cada vez más brutales, como cada vez es más dañina la putrefacción de su tejido ideológico y social. Y, por otra parte, las luchas abiertas del proletariado internacional siguen siendo globalmente demasiado limitadas, tímidas, sin lograr, por el momento, extenderse y radicalizarse. Este segundo elemento puede producir el sentimiento angustioso de que nunca saldremos del atolladero: las experiencias prácticas de solidaridad, de voluntad de cambio, de auto-organización, de pensamiento colectivo consciente, son, por el momento, extremadamente minoritarias y no tienen una resonancia pública capaz de convencer a la mayoría de la sociedad de que hay una alternativa al oscuro mundo actual.

Sin embargo, actualmente existe por todo el mundo un movimiento internacionalista de pequeñas minorías que reflexionan en profundidad sobre lo que está pasando, que se preocupan por el porvenir, que tratan de comprender las lecciones históricas de la lucha del proletariado, que se comprometen en debatir y actuar para contribuir al desarrollo de la conciencia y la lucha de nuestra clase[2]. La existencia de ese movimiento que se expresa en el terreno de la toma de conciencia ¿no es un anuncio, a la vez que un estimulante, de un movimiento mucho más amplio y masivo que está madurando en las entrañas del proletariado mundial? ¿Cómo debemos ver las dos situaciones, la de las minorías y la de la clase? ¿Cómo dos movimientos separados que corren paralelos el uno al otro sin juntarse? O ¿cómo partes constituyentes de una misma unidad, como las diferentes dimensiones de la lucha de clase del proletariado?

CCI 15-11-07

 



[1] Ver Texto de orientación sobre ética y marxismo en Revista Internacional números 127 y 128 /revista-internacional/200703/1301/texto-de-orientacion-sobre-marxismo-y-etica-ii [6] y /revista-internacional/200612/1139/texto-de-orientacion-sobre-marxismo-y-etica-i [7] ; La confianza y la solidaridad en el movimiento obrero en Revista Internacional números 111 y 112 (sólo disponemos de versión escrita); Tesis sobre la descomposición del capitalismo en Revista Internacional nº 62 /revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo [8]

[2] Ver en Revista Internacional nº 130: 17 Congreso de la CCI, un fortalecimiento internacional del campo proletario, /revista-internacional/200708/2005/xviio-congreso-de-la-cci-un-fortalecimiento-internacional-del-camp [9]

Vida de la CCI: 

  • Reuniones públicas [10]

Noticias y actualidad: 

  • Lucha de clases [11]

El tsunami de los precios arrasa los bolsillos de los trabajadores

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Cual gota malaya que día tras día aumenta la tortura, así se acumulan también las desgracias para los trabajadores, sometidos a una imparable degradación de sus condiciones de vida. Si el verano nos trajo el mazazo de las bestiales subidas de las hipotecas y del coste de los préstamos, los últimos meses se están caracterizando por una criminal agudización de la carestía de los bienes de primera necesidad. Y no nos referimos únicamente a la progresiva escalada de la inflación que, incluso según estadísticas oficiales, devora año tras año la capacidad adquisitiva de los salarios, sino a un auténtico tsunami, Ea la catástrofe que representan para la supervivencia cotidiana de los trabajadores los aumentos de los precios de carburantes (8%), transportes (5%), educación (4'5%) y sobre todo de los alimentos (el pan ha subido el ultimo año un 13'4% , los huevos un 9%, el pollo un 14'5%, la leche un 24'2%,...). Asistimos en las últimas semanas a súbitos encarecimientos de los productos de primera necesidad, como no se conocían, al menos en los países "desarrollados", desde la década de los años 70.  Entonces, sin embargo, el desempleo era aún muy minoritario, y la plaga de la precariedad apenas se había extendido en las filas obreras. Hoy, en cambio, la carestía de la vida se cierne sobre familias obreras en las que aumenta el desempleo (y más que lo va  a hacer con el "parón" de la construcción) y donde el chantaje de las renovaciones de los contratos temporales mantiene dictatorialmente a raya los salarios de los trabajadores. ¿Cómo se puede hacer frente entonces a encarecimientos de la cesta básica de la compra?

Igualmente se da muy frecuentemente el caso de familias obreras que han comprometido una parte muy importante de sus ingresos en conseguir una vivienda (en compra o alquiler), confiados en poder recortar gastos de otros capítulos como alimentación o transporte,... ¿Qué margen de maniobra les queda ahora a estos compañeros atrapados entre la espada de una subsistencia cada vez más miserable y la pared del desahucio?  ¿Cómo vamos a salir de esta?,...

 

 

¿Por qué suben los precios?

 

Los servidores de la explotación capitalista son cada vez más conscientes de que ante la degradación de sus condiciones de vida se está generando ente los explotados una creciente inquietud, un arraigado cuestionamiento del sistema social capitalista, y del futuro que este puede deparar a la humanidad. Futuro cuya tenebrosidad se anuncia cada vez más nítidamente. El aumento de la inflación se da, como decíamos al principio, al mismo tiempo que se acumulan los signos de una «contracción de la actividad económica». Lo que los propios expertos de la burguesía vaticinan es una explosiva combinación de estancamiento e inflación, es decir de despidos y miseria.

Para impedir la toma de conciencia de esa siniestra perspectiva, la burguesía trata de explicar cada uno de estos signos por separado, como si cada uno de ellos obedeciera a una situación particular o coyuntural, y no fuera en cambio, el resultado del callejón sin salida en que se haya metido el capitalismo mundial como modo de producción. Así, cuando las tormentas financieras de este verano, echaron la culpa a un sector de capitalistas que, "irresponsablemente" habían tratado de sacar tajada del boom inmobiliario. Hoy, meses después, estas explicaciones tan peregrinas han ido desapareciendo de los periódicos, y lo que se ha quedado es una crisis no ya del sector inmobiliario norteamericano sino del conjunto del sistema financiero internacional.

Otro tanto vemos hoy con las "explicaciones" sobre el tsunami de los precios de los alimentos, a cual más peregrina: así la subida del precio del pan se atribuye al "efecto llamada" de las fábricas de biocombustible (que, en realidad, apenas absorben el 2% de la producción de cereales) o de la demanda de los países emergentes como China o la India (¿?); si sube el pollo es por el incremento de la población inmigrante, sobre todo la musulmana, o por la reducción de la producción como consecuencia de la gripe aviar; si la leche sube, etc.,... Incluso cuando se quieren poner más "rigurosos" acuden esta vez sí, a una singular "teoría de la conspiración", según la cual, tras los aumentos de precios de los alimentos se esconde la mano del "contubernio" de los distribuidores para especular con los alimentos.

Y puede que cada una de estas razones tenga hasta su pizca de verdad. Pero no cabe duda de que se trata de explicaciones sesgadas que tratan, ante todo, de salvar la cara del  sistema capitalista en su conjunto. Es este mismo sistema, y sobre todo sus sectores más "solventes" quienes tienen un papel capital en el reciente y brutal repunte de la inflación, dándole a la máquina del dinero. Así por ejemplo mientras el Estado "democrático" se ofrece como investigador de prácticas fraudulentas contra las leyes de la competencia, resulta que los bancos centrales tanto en Europa como en USA "inyectan" centenares de miles de millones de dólares y de euros para evitar el colapso de la economía por la crisis financiera internacional.

La Reserva federal norteamericana ha inyectado nuevamente la semana pasada más de 50 mil millones de dólares, al mismo tiempo que ha reducido más aún el tipo de interés para tratar de insuflar vitalidad a una economía que ve ya caídas de los índices de producción industrial como hemos visto recientemente. En esa cueva de ladrones que es la comunidad mundial, esta maniobra obliga a sus competidores a responder con las cartas que cada uno de ellos dispone. A tal desafío, la economía china responde rebajando aún más sus propios tipos de interés, hasta hacerlos prácticamente negativos,  cuando ya su economía se encuentra más que "recalentada". En consecuencia una de las principales exportaciones de los países emergentes es hoy,... la inflación.

Una de las muestras del callejón sin salida en que se haya hoy el capitalismo mundial es precisamente que el abaratamiento de los productos logrado merced a una brutal explotación de la clase obrera y a una catastrófica degradación medioambiental, queda dramáticamente compensado con la carga inflacionaria de la ingente cantidad de dinero que debe moverse para darle un mínimo de aire al sistema financiero internacional.

Otro ejemplo de ese atolladero histórico es lo que sucede con el llamado "milagro" económico español, que ha vivido en los últimos años (con González y con Aznar, con éste y con Zapatero) desmantelando gran parte de sus sectores productivos en aras a recibir las subvenciones de la Unión Europea, que se ha volcado desde principios de los 90 en la vorágine de la especulación inmobiliaria en las ciudades y en el campo, una vorágine extremadamente dependiente además del crédito exterior. ¡Y aún se preguntan los políticos porque la inflación sube en España el doble que en la Eurozona!

 

 

Para la clase obrera no hay más alternativa que la lucha

 

Al principio de este artículo recogíamos la pregunta que cunde en muchos hogares obreros ¿Cómo vamos a salir de ésta? La maquinaria propagandística de la burguesía quiere meternos en la cabeza sus falsas respuestas: confiar en las leyes del Estado democrático para que castigue a los "especuladores", apostar por viejos o nuevos equipos de gobierno en las próximas elecciones,... Criminales ilusiones.

Lo único con que la clase trabajadora puede contar para frenar la degradación de sus condiciones de vida y trabajo es su lucha masiva y unida. Esa es la experiencia que mostraron por ejemplo las luchas de los años 70, en que la suma de luchas de muchos sectores obreros generó una fuerza que aprovechamos todos para imponer, por ejemplo, subidas salariales iguales para todos los trabajadores y por encima de la inflación real.

Como siempre ha mostrado la historia del proletariado, la principal conquista de esas luchas no fue tanto la consecución de la reivindicación económica, sino el sentimiento de unidad, de solidaridad y de confianza que generaron en las filas de los trabajadores. Una unidad y una confianza en nuestras propias fuerzas que necesitamos hoy más que nunca porque constituyen la única esperanza para escapar del futuro de miseria  con que el capitalismo amenaza a la humanidad.

 

Etsoem. 18 de Noviembre de 2007

 

Situación nacional: 

  • España [4]
  • Situación económica [12]

Financiación oculta de los sindicatos: Los perros de presa mantenidos y alimentados por sus amos

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A finales de Septiembre, ha salido a la luz un mini-escándalo que ha puesto en evidencia la estrecha relación que existe entre patronal y sindicatos.

¿En que consiste el asunto?: Todo comenzó por la alerta lanzada por algunos empleados de la Banque Nationale du Paris (BNP) intrigados por las retiradas de enormes cantidades de dinero en efectivo (entre 150.000 y 200.000 €) por parte de Denis Gautier-Sauvagnac, presidente de la Unión de Industrias y oficios de la metalurgia (UIMM). En ese momento, se abrió la caja de Pandora. Interventores de la citada entidad comenzaron a investigar sobre la retirada de cantidades de dinero que en su monto global representaban, en un principio 5,6 millones de €, más tarde 9,6 millones y, a día de hoy, ¡20 millones de €! . La pregunta “del millón” es: ¿a que se ha destinado tal cantidad de dinero?. 

Rápidamente la respuesta aparece como una evidencia. Se revela el secreto del polichinela: una gran parte de este dinero ha ido a parar al...¡ bolsillo de los sindicatos ¡. El mismo Denis Gautier-Sauvagnac ha tenido que reconocer que estos fondos servían para “hacer más fluidas las relaciones sociales” (y que mejor que liquidez para “fluidificar las relaciones sociales”). Hasta aquí nada de extraño o excepcional. El citado patrón no es un elemento especialmente corrupto, al menos no más que todos sus colegas. De hecho, ha continuado una práctica que se viene dando desde hace más de un siglo. El presidente de la UIMM entre los años 1.994 a 1.999, Daniel Dewavrin, ha reconocido abiertamente haber utilizado este mismo medio para asegurar la financiación sindical. El presidente del Consejo Nacional de la Patronal Francesa (CNPF) de 1.981 a 1.986, Yvon Gattaz aseguró en cierta ocasión “...es una tradición desde 1.984 que exista una caja que alimenta las necesidades de los sindicatos (...) no es solo para las situaciones especiales (en las negociaciones salariales), es una financiación normal...”. Como remate vemos que, Francois Ceyrac, otro antiguo presidente tanto de la UIMM como de la CNPF, escribe ante la inquietud de sus actuales colegas (en una carta publicada por el diario Le Monde): “...Estoy muy bien situado para saber que las acciones que hoy os quieren recriminar, consisten ni más ni menos que en dar ayudas materiales de todo tipo a diversos colaboradores de la vida social, acciones que están en completa continuidad histórica con la labor de la UIMM en el sentido de buscar y desarrollar el dialogo social...” (sic¡¡¡). En otras palabras, parafraseando al actual presidente de la patronal MEDEF, estos lazos financieros estrechos entre patronal y sindicatos son “un secreto de familia”. En efecto, se trata efectivamente de “una financiación normal”, entre miembros de una misma “familia”, una familia que se llama: burguesía.

Ante todas estas “revelaciones”, la protesta sindical ha sido, como poco, espesa y muy discreta. Todos los trabajadores conocemos a diferentes representantes sindicales que nos invitan regular e insistentemente a sindicarnos, a “adherir a la causa”, o al menos, a sostener financieramente..la lucha sindical. Igualmente, todos los trabajadores conocemos la cantinela sindical clásica que viene a decir “...el sindicato, es una organización que te defiende cotidianamente y que te pertenece. Gracias a las cotizaciones de los trabajadores, a tu cotización, puede desarrollar este trabajo...”. Los sindicatos, órganos de lucha de los trabajadores, financiados por los trabajadores...he aquí uno de los pilares de la ideología sindical. Pues bien, cuando un asunto como el citado en este artículo pone al descubierto la mentira de esta propaganda sindical, poniendo en cuestión esta ideología, los sindicatos hablan con la boca pequeña ¿Por qué esta actitud?.

Con una pequeña encuesta en la RED INTERNET, utilizando el buscador de Google, podremos comprenderlo. Asuntos y testimonios de este tipo de financiación oculta aparecen con cierta facilidad. He aquí algunos pequeños ejemplos tomados al azar.

En el año 2.000, la Inspección General de Asuntos Sociales (IGAS) investigo la Caja de Jubilaciones Ínter empresas (CRI, una caja para ayudas complementarias al régimen de los asalariados (Arrco) y, se descubrió el pastel: “... la investigación efectuada entre Febrero y Mayo de 1.999, puso en evidencia todo un sistema de financiación más directa e indirecta de los sindicatos (...) Según este informe, el CRI donó entre 1.995 y 1.999, 34,3 millones de francos a los sindicatos, ya sea en forma de salarios para sus miembros permanentes, presentados como cuentas entregadas a ´delegados exteriores` o en ´convenciones de asistencia técnica` previstas tanto en honorarios  como en reembolso de gastos..” . Cuatro años más tarde, la citada inspección (IGAS), vuelve a poner el “dedo en la llaga” en esta ocasión a propósito del delicado tema de las llamadas “puestas a disposición”, es decir, los miles de sueldos puestos a disposición de los sindicatos en las empresas públicas y en las administraciones. Este es el informe, en términos claros de los inspectores del IGAS a propósito del asunto: “...Es público y notorio que numerosos permanentes de los sindicatos están al servicio del Estado, los organismos de la Seguridad Social y empresas públicas o privadas sin ninguna base jurídica  (1). La publicación semanal Marianne (2) nos facilita igualmente una significativa cantidad de ejemplos en el mismo sentido: “...La CGT ha debido admitir, hace 4 años, que ha recibido dinero de la empresa Vivendi en forma de publicidad sobre valorada (120.000€ por página) en su revista semanal ´La vida obrera`, en 2.001 (...) En el mismo sentido, ¿porque empresas como Thalés o Dassault, que nada tienen que vender al gran público han comprado a precios elevadísimos páginas de publicidad en la revista ´El metalúrgico` de la CFTC (....), Recientemente los representantes de la Unión Federal de Transportes han explicado a los diputados encargados del asunto como la CGT incluía sistemáticamente en los acuerdos sobre los servicios mínimos a mantener en los conflictos laborales, la necesidad de remunerar con fondos de la empresas al menos a un centenar de sus miembros permanentes...” .

Oficialmente, sin tener en consideración la dimensión real de todas estas maniobras ocultas y, considerando nada más la parte que ha emergido de este iceberg, sabemos que el Estado financia generosamente a los sindicatos a base de subvenciones públicas. La CGT por ejemplo, percibió 145 millones de € (libres de impuestos) en un presupuesto total de 220.6 millones de € (3), más claro, ¡ un 66% de su presupuesto es pagado directamente por la burguesía!. ¿Por qué estaría la burguesía interesada en mantener tan generosamente a estos “organismos de lucha”?. ¿Por qué la burguesía invita a los trabajadores a pagar cuotas sindicales que después encuentran incluso exenciones fiscales?. ¿ Por qué estaría en financiar a sus “peores enemigos”? ya que ha quedado claro que no se trata de la acción de tal o cual corrupto burócrata empresarial o sindical. El dirigente patronal, Yvon Gattaz , tiene todo la razón cuando afirma que este dinero no se usa para hacerlo “valer” en las negociaciones sino que se trata de una “financiación regular y normal”.

 Los sindicatos pertenecen a la burguesía: ideológica y financieramente. Son el “Caballo de Troya” que utiliza para sabotear desde “el interior” el desarrollo de las luchas y de la reflexión obrera. ¡ Por esa razón no duda en modo alguno de la necesidad de alimentarlos, mantenerlos y cuidarlos todo lo que sea necesario, como lo que son, buenos perros de presa del capital ¡.

 

 

Artículo traducido de Revolution Internacionale, Noviembre 2007, publicación en Francia de la CCI.

 

Notas:

 

(1)   Ver en Internet, rue89.com

(2)   Marianne, del 20 al 26 de Octubre 2.007

(3)   Ver la revista, Société Civile

 

 

Herencia de la Izquierda Comunista: 

  • La cuestión sindical [13]

Luchas en Egipto: una expresión de la solidaridad y la combatividad obreras

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Huelgas que duran desde hace meses, luchas en las que la solidaridad se ha desarrollado de forma ejemplar entre los trabajadores, un sentimiento muy fuerte de cólera contra la degradación de las condiciones de vida y trabajo, eso es todo lo que quiere ocultar la burguesía. Muy pocos artículos en la prensa o en Internet han dado cuenta de esta situación social en Egipto y la realidad es que muy pocos obreros en el mundo están al corriente de lo que esta sucediendo, desde el punto de vista de la lucha de clases internacional de la clase obrera, en ese país.

 

Las luchas obreras continúan desarrollándose en Egipto

 

La huelga masiva de Diciembre de 2006 en la fábrica textil de Galz.- Al Mahalla abrió el camino de las luchas masivas en este país. En nuestras publicaciones (ver por ejemplo nuestra revista en Francia, Revolution Internationale nº 380, Junio 2.007), ya mostramos la determinación y la solidaridad que desarrollaron estos obreros del textil, lucha que debe ser un referente para el combate por la solidaridad que todos los obreros debemos desarrollar.

Desde ese momento, las luchas obreras no han cesado. Desde Diciembre de 2006 a Mayo de  2007, ha habido huelgas que han implicado a miles de trabajadores de otras fábricas textiles, especialmente en Karf el Darwwa (11.700 obreros), Zelfia Textil Co. En Alejandría (6000 huelguistas) y en la fábrica textil de Abul Multaren. Otros muchos sectores obreros también han entrado en lucha: 3000 obreros en huelga durante dos días en la fábrica de Cairo Poultry Co., 9000 huelguistas en Gizeh y en los alrededores de la misma ciudad, ocupación de la factoría  Mansoura Spanish Garment Factory por 300 obreros en huelga y, movilizaciones en los transportes públicos del Cairo con el bloqueo de la línea El Cairo-Alejandría, apoyada por los conductores del metro del Cairo. Además de estas luchas, se han producido acciones de otro tipo, como por ejemplo, una sentada en la principal oficina de correos del Cairo, huelgas de panaderos, de obreros de la construcción, de empleados del Canal de Suez, de portuarios, empleados municipales, personal de los hospitales,..."...a finales de Junio, un comunicado de un sindicato norteamericano indicaba que habían finalizado más de 200 huelgas, pero nada decía de las que podían estar desarrollándose...." (Ver Mondialism.org). En 2006 hubo más de 220 huelgas espontáneas, número que sin lugar a dudas será superado en 2007.

 

La respuesta a los ataques: la lucha y la solidaridad de clase

 

En efecto, desde el 23 de Septiembre de 2007, los 27000 obreros y obreras de la empresa pública de textil de Ghazl Al-Mahalla, situada a una centena de kilómetros del Cairo, han retomado de nuevo la lucha apenas unos meses después de ser el centro de una importante movilización obrera. La promesa del Gobierno de dar a cada uno de los huelguistas un mes y medio de salario ante esta situación, detuvo la huelga. Pero, el Gobierno incapaz de mantener y hacer cumplir sus promesas, tan solo pago una parte de la misma y no a todos los huelguistas. Arguyendo que no podía pagar este compromiso, el Gobierno demuestra todo su cinismo y su nula voluntad de hacer concesiones a los trabajadores. En un país en que la media salarial esta situada entre 200 y 250 libras egipcias mensuales (unos 25 a 30 Euros), los alquileres en torno a las 300 libras egipcias por mes y en el que no dejan de aumentar los productos de primera necesidad (casi un 48% en algunos de ellos desde el último año), la realidad es que muchos obreros ya no saben como pueden hacer para alimentarse, alojarse y dar de comer a sus hijos.

En Julio de 2007, cuando de nuevo las huelgas amenazaban con extenderse, el Gobierno inmediatamente prometió pagar el equivalente a 150 días de salario a cuenta de los beneficios que pudieran obtener ese año las empresas. De nuevo, esta suma no ha llegado al bolsillo de los trabajadores. Esta nueva mentira ha relanzado la combatividad obrera que no ha dejado de acumularse y crecer, «...nos prometieron 150 días de prima, y lo único que queremos es hacer respetar nuestros derechos (...) explicaba así Mohamed el-Attar, que había sido detenido por la policía el martes pasado. Estamos decididos a ir hasta el final, afirmo este obrero tras su detención... »(Le Fígaro 01/10/07) En una de las ocupaciones de las fábricas citadas anteriormente, un cartel proclamaba «Entráis en territorio libre». Los niños de las obreras, han tenido que ir a buscar a sus madres a las empresas ya que, a las familias les ha sido imposible pagar los gastos escolares y ni siquiera, los materiales para poder estudiar. En ese contexto, de represión y engaño, las direcciones de las factorías ocupadas decretaron una semana de vacaciones con el fin de convertir la ocupación en ilegal y poder amenazar con una intervención militar.

En esta lucha contra los obreros, el Gobierno no esta sólo: esta acompañado, defendido y asesorado por sus más fieles perros de presa: los sindicatos. A pesar de ello, los obreros no están dispuestos a dejarse manejar fácilmente. «...el representante del sindicato oficial, controlado por el Estado, enviado a detener la huelga, se encuentra en el hospital tras haber sufrido la cólera de los trabajadores ante su demanda de detener la lucha...los sindicatos reciben ordenes y nosotros queremos elegir a nuestros propios representantes, explicaban los obreros...» (Le Fígaro 01/10/07).

Poco a poco la clase obrera está tomando conciencia de que su fuerza reside en la solidaridad y la unidad de clase, por encima de las divisiones que nos imponen los sectores o las corporaciones. Los obreros de las fábricas textiles de Kafr Al- Dawar declararon el último Diciembre: «...estamos en el mismo barco que vosotros y queremos hacer el mismo viaje...» cuando tomaban a su cargo la lucha y las reivindicaciones de sus compañeros de Mahalla. En esto contexto no es nada sorprendente que se desarrollen muestras de solidaridad y que se desencadenen huelgas en varios sectores simultáneamente. De hecho, manifestaciones de solidaridad entre las diferentes luchas que se desarrollaban en el Cairo se han dado en más de una ocasión, sobre todo intentado unificar las reivindicaciones de la lucha. En especial, se ha intentado imponer un salario mínimo para todos los trabajadores, salario que tuviera que ver con el aumento real y brutal de los precios[1].

Los obreros de las fábricas de Tanta Linseed and Oil han seguido el ejemplo de los obreros de Mahalla y también han defendido reivindicaciones unitarias.

 

La burguesía tiene miedo de la masividad de las luchas

 

El Gobierno no esta seguro de cómo van a poder desarrollarse los acontecimientos y el camino que pueden tomar las luchas. Por eso, en función de la evolución de la situación enseña el palo o la zanahoria. En los últimos meses ha habido una ola de represión, en especial contra los periodistas o les medios de comunicación críticos con el Gobierno. Pero ante las movilizaciones obreras se ha mostrado más prudente y ha intentado engañar a los trabajadores (como mostramos al principio del artículo), si bien las medidas de represión no deben descartarse.

Por el momento, ante la pujanza del movimiento en ascenso de los trabajadores en lucha, el Gobierno se ha visto obligado a proponer a los obreros del textil de Mahalla 120 días de prima y sanciones contra la dirección. Pero los obreros siguen sin creer en las promesas del Gobierno, promesas no cumplidas y muy inferiores a sus necesidades y reivindicaciones.

Queremos dejar bien claro que estas huelgas no han sido organizadas por los Hermanos Musulmanes como pretende hacer creer el Estado, en realidad estamos ante una verdadera oleada de indignación y de lucha de la clase obrera en Egipto y por ello, evidentemente, el Estado egipcio tiene miedo. La clase obrera de este país, es la más importante de todo el Próximo y Medio Oriente y sus luchas no pueden más que inspirar a los trabajadores de otros países de la región a seguir por el mismo camino.

 

Artículo traducido de Revolution Internationale nº 384, Noviembre 2.007. Publicación en Francia de la CCI.

 

 



[1] Este desarrollo de la combatividad y de la conciencia, el rechazo de la miseria y la desconfianza hacia los sindicatos se expresa claramente a través de las reivindicaciones de los obreros de Ghazl al-Mahalla:

 

  • Recibir el equivalente a 150 libras egipcias de salario base en concepto de beneficios anuales.
  • Retirar la confianza al comité sindical de la empresa y al director de la fábrica.
  • Incluir primas en el salario base como porcentaje no ligado al aumento de la producción.
  • Aumento de las primas para alimentación.
  • Concesión de una prima para alojamiento.
  • Fijación de un salario mínimo que tenga que en cuenta el actual aumento de precios.
  • Facilitar un medio de transporte a los trabajadores que viven lejos de la empresa.
  • Mejora de los servicios médicos.

 

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Luchas en Francia: ¡Hay que luchar unidos!

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Sarkozy y sus amigos ricachones tienen la desfachatez de decirnos que hay que aceptar la reducción, cuando no la pura y simple liquidación, de los regimenes especiales de jubilación, en nombre de la «igualdad social»

Los <ferroviarios, los empleados del Metro, los trabajadores del gas o la luz, etc no están luchando por «sus privilegios». En sus asambleas generales lo han dejado bien claro: ¡ 37 años y medio PARA TODOS!.

Saben muy bien que ceder ante este ataque significa que mañana el Estado nos pedirá 41 ó 42 años de cotización para tener derecho a cobrar la pensión integra, y que retrasará le edad de jubilación a los 65 años (como pronto ocurrirá en Italia) o incluso a los 67 como ya pasa en Alemania o Dinamarca.

Este verano el Gobierno ha adoptado una ley, a la chita callando y con la complicidad de la UNEF y del Partido Socialista, que prepara una Universidad a dos bandas: una «las facultades de la excelencia» reservada a los estudiantes más ricos y otra «las facultades basura» para la mayoría de la juventud, para los hijos de los barrios más desfavorecidos, dejando clara su condición de futuros parados y trabajadores precarios.

El Gobierno también prepara su regalo para los funcionarios: eliminación de 300.000 empleos de aquí al 2012. Para los maestros la realidad diaria es: aulas masificadas; para los funcionarios: cada vez más cargas de trabajo y horas suplementarias no pagadas.

Más de lo mismo vemos en la empresa privada: montones de despidos y cierres de empresas, al tiempo que el Gobierno Sarkozy se prepara para imponer una reforma del Código Laboral que, bajo la consigna de la «flexibilidad», supone que nos podrán echar a la calle de un día para otro más fácilmente aún que ahora.

A partir del 1 de Enero del 2008 tendremos que pagar más por las medicinas que cubre el sistema de salud, gasto que se añade a las crecientes tasas hospitalarias (instituidas por el ex ministro del PCF, Ralite), y otras lindezas como la franquicia de 90 euros por actos médicos, etc

Sarkozy tiene el santo morro de decirnos que «trabajemos más para ganar más», cuando sabemos que lo que quieren es que trabajemos más ganando menos. El poder adquisitivo está cayendo en picado mientras que los precios de los alimentos de primera necesidad están por las nubes: leche y derivados lácteos, pan, patatas, frutas y verduras, legumbres, y no digamos de la carne o el pescado. Y si a eso le sumamos el precio de la vivienda nos da como resultado que cada vez un mayor numero de proletarios viven en sitios más precarios e insalubres.

Cada vez una mayor cantidad de proletarios, incluso con trabajo, son arrastrados a la miseria: sin posibilidad de alimentarse correctamente, sin techo, sin acceso a una higiene y salud dignas. Y esto no se ha acabado. Preparan ataques aún peores porque cada burguesía nacional -en este caso la francesa- tiene que hacer frente a la concurrencia de sus rivales: ¡Hay que ser competitivos! para resistir la feroz concurrencia por el mercado mundial que exacerba la agravación de la crisis del capitalismo. Y la única forma de «ser competitivos» es atacar a fondo las condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera.

Para hacer frente a los ataques, hay que luchar

 

El hartazgo y la cólera que hoy vemos en las calles y en las empresas solo puede ampliarse por doquier porque todos los trabajadores se ven obligados a responder frente a los mismos ataques.

La clase obrera desde 2003 está mostrando su combatividad (que la burguesía consideraba «algo superado»): contra los recortes en las pensiones en Francia o Austria en 2003; contra la reforma del sistema sanitario, contra los despidos en el sector naval gallego en España en 2006 o en el automóvil andaluz la pasada primavera. Hoy nuestros hermanos de clase alemanes luchan por sus salarios. En todas las luchas, desde Chile a Perú hace pocos meses, desde Egipto hasta los trabajadores emigrantes de la construcción de Dubai aún mas recientemente, ... late y emerge un profundo sentimiento de solidaridad de clase que empuja hacia la extensión de la lucha contra una misma sobreexplotación. Esa misma solidaridad de clase que se expresó en la lucha de los estudiantes franceses contra el CPE la primavera del 2006, está en el centro de la situación actual. Y eso inquieta a la burguesía.

Los sindicatos sabotean y dividen la respuesta obrera

La burguesía francesa ha elegido, por razones puramente estratégicas, atacar primero los regímenes especiales de jubilación ligados a sectores particulares como los transportes públicos (ferrocarriles, metro) o el sector energético (electricidad, gas) de los que no va a sacar grandes ahorros. Su elección no ha sido tanto por razones económicas sino para tratar de dividir a la clase obrera.

La izquierda y los sindicatos están de acuerdo con el gobierno en las cuestiones de fondo, es más, han sido los primeros en decir que había que "reformar" las pensiones y los regimenes especiales de jubilación. Sin ir más lejos el antiguo primer ministro socialista, Rocard, redacto el «Libro Blanco de las pensiones», allá por los años 80, que ha sido el armazón sobre el que se han sustentado los sucesivos ataques a las pensiones, tanto de la izquierda como de la derecha. Las actuales criticas de la izquierda y los sindicatos son solo de forma: que si no se han hecho «democráticamente», que si falta «concertación», ... Pero actualmente el papel estelar en cuanto al encuadramiento de la clase obrera le corresponde a los sindicatos, y son maestros en repartirse la faena con el gobierno para sabotear mejor la respuesta obrera. La burguesía necesita aislar a los obreros del sector de los transportes públicos, cortar su relación con el conjunto de la clase obrera.

Desde un principio la clase dominante ha movilizado a sus voceros y plumíferos de los medios de comunicación para desacreditar la huelga y propagar la falacia de que el resto de los trabajadores serían rehenes de una minoría de egoístas privilegiados que se aprovechan de que es en las empresas de transporte público donde se da esos regimenes especiales de pensiones. Para amplificar esa campaña y oponer «usuarios» contra «huelguistas» escriben ríos de tinta sobre lo impopular que sería una huelga larga del transporte público, especialmente de los ferrocarriles (que fue el sector más combativo durante la huelga del invierno de 1986/87, así como en 1995).

Cada uno de los sindicatos ha jugado su papel para dividir y aislar las luchas:

  • la FGAAC (sindicato minoritario de maquinistas que solo representa el 3% de los ferroviarios pero el 30% de los maquinistas) que el 18 de octubre llama a una «huelga prorrogable» junto a la SUD y a FO; acto seguido la propia noche de la manifestación negocia con el Gobierno la promesa de un «acuerdo» y un estatuto particular para los «maquinistas» y llama a volver al trabajo por la mañana: asume el papel de «traidor».
  • La CFDT primero pide que solo los ferroviarios hagan huelga para «no mezclar todos los problemas y todas las reivindicaciones» , después siguiendo la misma táctica, llama a que «cese la huelga en los ferrocarriles» y a la vuelta al trabajo en el resto de sectores ya que el Gobierno ha manifestado su intención de negociar empresa por empresa.
  • El sindicato mayoritario, la CGT, tiene el papel estelar en la maniobra contra la clase obrera. Se limita a llamar a una «huelga de 24 horas» el 18 de Octubre (pero deja «libre iniciativa» a las uniones locales para prolongar la huelga). Acto seguido lanza un nuevo llamamiento a la huelga de los ferroviarios, esta vez «prorrogable» a partir del 13 de Noviembre, llamamiento al que se suman otros sectores y sindicatos. El 10 de Noviembre, el secretario general de la CGT pide al Gobierno que abra una negociación global tripartita sobre los regimenes especiales de jubilación, lo que no es más que un farol ya que el Gobierno tiene la autoridad para dictar la política hacia las empresas públicas; y dos días después, el 12, víspera de la huelga general hace una nueva pirueta: propone de nuevo negociaciones tripartitas, pero esta vez.... empresa por empresa. ¿Creen que los trabajadores somos imbéciles?, ¡Esa es precisamente la previsión del Gobierno, colar la reforma negociando caso por caso¡. Esas contorsiones han provocado griteríos en las asambleas generales exigiendo a la «base» sindical continuar la huelga.
  • FO y, sobre todo, SUD (sindicato dirigido por la LCR) que trataron de prolongar una huelga minoritaria varios días entorno al 18 de Octubre, en una sobrepuja radical empujando a los obreros a mantenerse en huelga prorrogable hasta la huelga intersindical en la función pública del 20 de Noviembre; empujando a los trabajadores a acciones comando de ocupación de la vías en vez de buscar la solidaridad de otros sectores obreros.
  • Un dirigente de UNAS, ferviente defensor de la huelga prorrogable, dice abiertamente que hay que cambiar la forma de las manifestaciones y que los ferroviarios no deben ir en ellas junto a los funcionarios porque «no todos tienen las mismas reivindicaciones».

Todo ese tiempo ha servido a los sindicatos para imponer, a la chita callando, la vuelta al trabajo tanto por parte de los trabajadores de la electricidad como los del gas. Así, el miércoles 21, justo tras la manifestación de la víspera, las seis federaciones sindicales se aprestan a negociar con el Gobierno la «suerte» de los trabajadores del ferrocarril en torno a una «plataforma de reivindicaciones» especificas.

Para que nuestra lucha sea eficaz, ¡solo contamos con nuestras propias fuerzas!

Pese al intento del Gobierno para quebrar la resistencia de los obreros, pese a la multiplicación de las amenazas gubernamentales para forzar la vuelta al trabajo, pese a la complicidad y a la labor de zapa y sabotaje de la lucha por los sindicatos, se mantiene la cólera y la combatividad obrera, pero además persiste la voluntad de unificar los diversos fuegos de lucha que emergen. Así por ejemplo el 17 de Noviembre, en Rouen, los estudiantes de la facultad de Mont-Saint_Aignan fueron a buscar a los ferroviarios en huelga, comieron con ellos y participaron en su asamblea general, y también forzaron la imposición de un «peaje gratuito» en la autopista para explicar las razones de su lucha y pedir la solidaridad. Así, poco a poco, puede germinar la idea de la necesidad de un combate masivo y unido de toda la clase obrera para poder hacer frente a los incesantes ataques del gobierno. Por eso es imprescindible que los trabajadores saquemos las lecciones del sabotaje sindical. Para luchar eficazmente, para oponer una respuesta unida y solidaria que busque extender la lucha, solo contamos con nuestras propias fuerzas como clase. No hay otra elección: tomemos la lucha en nuestras propias manos, zafémonos de todas las trampas y maniobras de división y sabotaje de los sindicatos.

El futuro es, más que nunca, el desarrollo de los combates de clase.

Wim (18 novembre)

 

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¡Abajo el Estado policial! Solidaridad de todos los trabajadores con los estudiantes apaleados por la policía

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La semana pasada, el gobierno Sarkozy/Fillon/Hortefeux/Pécresse(1) y consortes - contando además con la silenciosa complicidad del PS y de toda la "Izquierda plural" -, ha franqueado el Rubicón de la ignominia y el sadismo. Después de expulsar "manu militari" a los emigrantes del territorio del Hexágono, invocando la política de "inmigración selectiva", ahora les ha llegado el turno a los estudiantes en huelga que han sido salvajemente machacados con una feroz represión por su oposición a la ley sobre la privatización de las universidades (la llamada LRU). Invocando la "democracia" y la "libertad", algunos rectores universitarios al servicio del capital, han tomado la inicua decisión de llamar a los CRS y otros cuerpos antidisturbios para desalojar las facultades universitarias ocupadas en las que se habían encerrado los estudiantes en Nanterre, Tolbiac, Rennes, Aix-Marseille; Nantes, Grenoble,...

 

 

¡El orden del terror capitalista!

 

Esa represión ha sido especialmente criminal en Rennes y sobre todo en Nanterre.

Tras la intervención de guardias jurados con perros, los rectores de estas universidades permitieron que cientos de antidisturbios entraran por la fuerza en los locales desalojando a los estudiantes encerrados a porrazo limpio y asfixiándolos con gases lacrimógenos. Muchos de estos estudiantes han resultado heridos o detenidos. Los CRS han llegado al sadismo de arrancarle las gafas (¡todo un símbolo de quienes estudian y leen libros!) a un estudiante de Nanterre y rompérselas. Los medios de comunicación pro-Sarkozy y al servicio del capital han puesto su grano de arena en la justificación de tal represión dándoles la palabra a los rectores universitarios. El pasado 13 de Noviembre, en el telediario de "France 2" de las 20 horas, pudo oírse al rector de la Universidad de Nanterre justificar la represión diciendo que «no se trata de una lucha sino de delincuencia». Y en cuanto a ese otro histérico lacayo de la burguesía que es el rector de la Universidad de Rennes tuvo la desvergüenza de afirmar que quienes se rebelan ¡son «terroristas y jmeres rojos»!

Esta claro que el antiguo Primer Policía de Francia, Nicolás el Pequeño (apelativo popular de Sarkozy dadas sus ínfulas napoleónicas, pero algo menos), se dispone hoy a hacer una "limpieza a la Kärcher"(2) de las universidades francesas, y a estigmatizar a los hijos de los trabajadores como "gamberros", "escoria" o "delincuentes" (por emplear los términos del rector de Nanterre). En cuanto a todos esos que se dedican a la "política" (la Sra. Pécrese, declaraba el 7 de Noviembre en LCI que «los encierros son sobre todo políticos»), se trata de "terroristas". En el mismo momento en que la ministra de Interior, Alliot-Marie, daba orden a sus esbirros para que asaltasen las facultades ocupadas, su "compañera", la Sra. Pécrese declaraba en la TV, en el colmo del cinismo, que ella quería «tranquilizar a los estudiantes».

Se trata de un mensaje lanzado a los trabajadores tanto del sector público como del privado: quien ose declarar huelgas "ilegales" e "impopulares" (y ya está Tele-Sarkozy con su matraca cotidiana para hacer que así lo sean), quien como los trabajadores de la SNCF (ferrocarriles) o de la RATP (red de transportes de cercanías de París) se atrevan a "tomar como rehenes a los usuarios", se verán señalados como "terroristas" o "enturbiadores" del "orden público".

El verdadero "peligro amarillo" no viene de los supuestos "jmeres rojos" de la universidad de Rennes, sino de los "matones", de las hordas policiales que se dedican a apalear y gasear a los estudiantes, con la inestimable colaboración de esos chivatos y lameculos que son los rectores universitarios. Los verdaderos "terroristas", los auténticos criminales, son quienes nos gobiernan, quienes ejecutan las órdenes de esa clase de gángsteres que es la burguesía decadente. Su "orden" no es otro que el TERROR implacable del capital.

Pero estos hampones no se han contentado con enviar a sus perros rabiosos (y no necesariamente los de cuatro patas) contra los estudiantes huelguistas. En algunas universidades desalojadas por la policía han llegado incluso a la golfería de "requisar" las cajas de resistencia de los estudiantes. Así sucedió el 16 de noviembre en Lyón. Mientras los CRS armados hasta los dientes se dedicaban a desalojar la facultad, la Administración de la Universidad se dedicaba a rapiñar los enseres de cocina que habían ido llevando los estudiantes y a meter mano en la caja en que los estudiantes habían reunido unos centenares de euros. ¡Que comportamiento más vergonzoso y repugnante el de estos pequeños gángsteres de la burguesía, que nada tiene que envidiar desde luego al de los matones que fueron manipulados por el Estado burgués para ser enviados contra las manifestaciones estudiantiles anti-CPE de la primavera del 2006, y que se dedicaron a robarles los teléfonos móviles!

Ese es el verdadero rostro de la democracia parlamentaria: el orden "público" es el orden del capital. Es el orden del terror y los porrazos, el de los policías y los medios de comunicación, el orden de la manipulación y la Tele-Sarkozy. Es el orden de esos "Maquiavelos" que tratan de dividirnos para poder reinar. El orden de quien busca que nos enfrentemos entre nosotros aplicando la conocida doctrina preconizada por el anterior gobierno Villepin/Sarkozy en 2006: utilizar la violencia para pudrir las luchas.

 

 

La solidaridad de los estudiantes y los ferroviarios nos muestra el camino

 

La represión salvaje contra los estudiantes constituye un ataque criminal contra el conjunto de la clase obrera. La gran mayoría de los estudiantes que luchan contra la privatización de la universidad y contra una selectividad en base a la capacidad económica de las familias, son en realidad, en contra de lo que afirman algunos media y los "socio-ideó-logos" de la burguesía, hijos de trabajadores y no de acomodados pequeño burgueses. Muchos de ellos son efectivamente hijos de trabajadores del sector público o de emigrantes (esto se da sobre todo en las universidades de la periferia como Nanterre o Saint-Denis). El carácter proletario de la lucha de los estudiantes contra la Ley Pécrese se pone netamente de manifiesto en el hecho de que los huelguistas han sido capaces de ampliar sus reivindicaciones, de tal modo que en la mayoría de las universidades ocupadas han puesto por delante no sólo la retirada de la LRU, sino también el mantenimiento de los regímenes especiales de jubilación (ver el otro artículo sobre Francia en este mismo número de AP), el rechazo de la ley Hortefeux y de la política de "inmigración selectiva" de Sarkozy, la negativa a aceptar las franquicias en los gastos médicos y el conjunto de los ataques del gobierno contra el conjunto de la clase obrera. Han puesto por delante la necesaria SOLIDARIDAD que debe unir a todos los trabajadores en lucha en vez de quedar encerrados en el sector o en las negociaciones "empresa a empresa" que preconizan los sindicatos. Los estudiantes han sabido demostrar prácticamente en que consiste esa solidaridad. Así por ejemplo varios centenares de estudiantes parisinos, y lo mismo sucedió en provincias, se sumaron a las manifestaciones de los trabajadores del ferrocarril (sobre todo las del 13 y 14 de Noviembre) que luchan contra la amenaza que se cierne sobre sus regímenes de jubilación. En algunas ciudades, caso de Rennes, Caen, Rouen, Saint-Denis, Grenoble, esta solidaridad de los estudiantes ha sido muy bien acogida por los ferroviarios que además les han abierto las puertas de sus Asambleas Generales y han organizado acciones comunes con ellos tales como las intervenciones en los peajes de las autopistas donde estudiantes y ferroviarios dejaban pasar gratuitamente a los automovilistas explicándoles el sentido de sus movilizaciones. Hoy vemos a estudiantes y ferroviarios reflexionar y discutir juntos, actuar juntos y compartir juntos los bocadillos de un piquete. En algunas universidades - en las que el rectorado es ocupado por seres humanos y por hienas histéricas que aúllan con los lobos - también han podido sumarse educadores y personal administrativo. Tal ha sido el caso de Paris 8-Saint Denis.

Este carácter proletario de la lucha de los estudiantes se ha visto aún más reafirmado por el hecho de que los estudiantes no han ocupado los locales universitarios para poder hacer sus asambleas generales y llevar a cabo debates políticos abiertos a todos (sí, Mdme Décrese, la especie humana, precisamente porque está dotada de lenguaje a diferencia de los simios, es una especie política, tal y como han demostrado alguno de los investigadores que trabajan en los "centros de excelencia" educativos). En algunas facultades los estudiantes en huelga han puesto sus locales a disposición de los emigrantes sin papeles.

Y precisamente ante el riesgo de que esta solidaridad activa se extienda como una mancha de aceite, el Gobierno de Sarkozy/Fillon (con la compañía de sus "damas de hierro" las Pécrese, Alliot-Marie, Dati,...) ha decidido enviar sus policías para quebrar la lucha de la clase obrera. A lo aspira la burguesía francesa es a aplicar la misma política que puso en práctica la Thatcher. Lo que quiere es prohibir, como en Gran Bretaña, toda huelga por solidaridad, con objeto de tener las manos libres para asestar, tras las elecciones municipales del año que viene, ataques aún más bestiales. Pero hoy con este pulso y con el empleo de la represión, lo que pretende la clase dominante, y su ejecutor Sarkozy, es imponer el reino del orden "democrático" del capital.

El movimiento de solidaridad en que se han implicado estudiantes y algunos ferroviarios, muestra que las enseñanzas de la lucha contra el CPE(3) no han pasado al olvido a pesar de la ensordecedora matraca ideológica de las elecciones presidenciales. La solidaridad de estudiantes y trabajadores de la SNCF y la RATP nos muestra el camino. Y esa es la vía en la que debemos implicarnos resueltamente todos los trabajadores, activos y parados, franceses de "pura cepa" y emigrantes, de la función pública y de la empresa privada. Es la única forma de crear una relación de fuerzas contra los ataques de la burguesía y de su sistema decadente que no tiene otro futuro que ofrecer a las nuevas generaciones: desempleo, precariedad, miseria y represión (hoy los porrazos y los gases lacrimógenos, mañana la metralla).

Si el entonces Primer Policía de Francia, Sarkozy, no envió en la primavera de 2006 a los CRS contra los estudiantes "encerrados", no es porque entonces aún conservara algún escrúpulo moral, sino porque siendo candidato en las presidenciales no quería ponerse en contra al electorado que tenía a sus hijos en la Universidad. Hoy ya asentado en el poder, quiere sacar pecho y resarcirse de la humillación que sufrió toda la burguesía teniendo que retirar el CPE en 2006. ¿No anunció ya el mismo día de su elección que «el Estado no debe retroceder nunca»? Lo que pretende Sarkozy es demostrarles a los de la banda de Villepin que a él no le tiembla el pulso, y que como decía Raffarin ante las manifestaciones masivas de 2003. «No es la calle la que gobierna». El cinismo con el que ha anunciado públicamente, presumiendo además de transparencia, que se aumentado el sueldo un 140%, al mismo tiempo que se muestra dispuesto a mantener intransigentemente todo el calendario de ataques a las condiciones de vida de la clase obrera, constituye una verdadera provocación. El mensaje que quiere transmitirnos con tamaño desprecio es claro: «No tiene sentido alguno poner en cuestión los privilegios de la burguesía. Yo he sido elegido por los franceses, y por ello tengo carta blanca para hacer lo que quiera» Pero dejando de lado los intereses y las ambiciones personales de este siniestro personaje, lo cierto es que actúa en representación de los intereses de conjunto de la clase capitalista y para hacer cumplir la ley del capital. El pulso que ha lanzado a los ferroviarios no tiene más que un objetivo: infligir una humillante derrota a la clase obrera que saque de las cabezas de los trabajadores el sentimiento que dejó la lucha contra el CPE: que sólo la lucha unida paga. Por esa razón Sarkozy no tiene ninguna intención de ceder antes los ferroviarios y por ello quiere convertir las universidades en cuarteles policiales.

Pero sea cual sea el resultado final de esta pugna entre el gobierno Sarkozy/Fillon/Pécrese y la clase obrera, la lucha ya ha empezado a pagar: el movimiento de solidaridad que recorre ya a estudiantes y ferroviarios y que empieza a arrastrar también a otros sectores de la clase obrera (sobre todo entre trabajadores de la propia universidad) dejara una huella duradera en las conciencias como ya sucedió con la lucha contra el CPE. Como todas las luchas obreras que se desarrollan en todo el mundo, se trata de escalones del camino que conduce a la futura destrucción del capitalismo. La principal ganancia de la lucha es la lucha misma, es la experiencia de solidaridad viva y activa de la clase obrera luchando por su emancipación, y por la liberación de la humanidad entera.

 

Trabajadores "franceses" y emigrantes, del sector público o de la empresa privada, estudiantes universitarios o de los institutos, parados: un solo y único combate contra los ataques del gobierno. ¡Abajo el estado policial! ¡Frente al terror del capital: solidaridad de toda la clase obrera!

 

Sofiane (17 de Noviembre 2007).

Del suplemento con que la CCI está interviniendo en las manifestaciones y movilizaciones de los trabajadores en Francia.

 



(1) Presidente de la República, primer ministro, y ministros de emigración y educación respectivamente del actual gobierno francés.

(2) Nombre de una potente limpiadora industrial. Esa expresión fue empleada por Sarkozy para referirse a las instrucciones dadas a la policía contra las revueltas de los suburbios en Noviembre de 2005.

(3) Ver en Revista Internacional nº 125. "Tesis sobre el movimiento de los estudiantes de la primavera del 2006 en Francia"

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URL de origen:https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200711/2096/accion-proletaria-n-198-15-noviembre-2007-15-enero-2008

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