España: El gobierno “más progresista de la historia” dispara el gasto de guerra

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El Gobierno PSOE – Podemos que presume de ser “el gobierno más progresista de la historia” demuestra cada día con sus hechos y decisiones que es TODO LO CONTRARIO: es un agente activo de la dinámica del capitalismo hacia la destrucción de la humanidad.

Su última aportación ha sido el incremento gigantesco de los gastos en armamento, “Nunca un gobierno había invertido tanto en defensa. Un país que tradicionalmente se había situado en el vagón de cola entre los aliados de la OTAN en este tipo de gasto dio el verano pasado, con motivo de la cumbre de la OTAN de Madrid, un giro que el sector empresarial considera histórico. Se avecina una edad dorada para la industria militar nacional y todas las empresas aspiran a multiplicar su cartera de pedidos en la nueva era geopolítica1.

Los datos son terminantes: “El primer paso se dio en los presupuestos de Defensa de este año, con un compromiso de 14.453 millones de euros, un 23% más que en el 2022. Son 39,5 millones al día o 304 euros por habitante”. Una lluvia de millones se derrama sobre la industria militar en “programas especiales de modernización son el catalizador y Defensa ha activado la compra de cazas, blindados, fragatas y submarinos”.

Mientras el conjunto de los trabajadores nos vemos aplastados por la inflación, la precariedad, el recorte en sanidad, educación y pensiones, los despidos en masa, el Gobierno de la “sensibilidad social” escala a niveles estratosféricos los armamentos y la economía de guerra.

Esto no debe ser ninguna sorpresa conociendo la historia de los Gobiernos de Izquierda en España y en el mundo.

 

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Los gobiernos de izquierda en defensa de la explotación capitalista

 

La escalada armamentística: expresión y factor activo de la guerra imperialista

Las tensiones imperialistas que se venían agudizando desde la década pasada, se han agravado brutalmente con la guerra de Ucrania. La orgía de destrucciones, de matanzas, de hambrunas, de barbarie, que allí se da (y en otras 52 zonas del planeta) se ha acompañado con una descomunal carrera armamentística. Todos los gobiernos del mundo, cualquiera que sea su coloración (izquierda, derecha, populista, dictatorial etc.), compiten entre sí para ver quién produce más armas, quién importa más ingenios de la muerte, quién vende más drones, tanques y demás artefactos de destrucción masiva. El gobierno PSOE-Podemos es uno más en esta escalada del asesinato y la aniquilación.

El SIPRI2 proporciona unos datos que ponen los pelos de punta: en Ucrania las importaciones de armas se han multiplicado por 60 en un año, sin embargo, los demás gobiernos que dicen “buscar la paz” han escalado las importaciones de armas en un 285% en Noruega, en un 300% en Holanda, en un 93% en el conjunto de países europeos. “Polonia que pretende poseer el primer ejército europeo entre hoy y 2030: 5% de su PIB dedicado a la defensa. Desde 2018, agárrense, Polonia ha pedido: 1400 tanques, 672 cañones, 278 lanza granadas, 80 aviones, 80 helicópteros…a su proveedor principal: Corea del Sur”. “En Asia, Indonesia, Japón, Corea del Sur, registran un alza espectacular de sus importaciones: más de 60 % para Corea del Sur, 170% para Japón, país que a mediados de diciembre anuncio la duplicación de su presupuesto de defensa. Y eso que el Informe no menciona a los países que producen sus propias armas, piénsese en China que produce cada vez más localmente, 2º presupuesto militar en el mundo”. “En total, los gastos militares en el mundo superan los 2 mil de miles de millones por año (2 billones: 2.000.000.000.000), una cifra vertiginosa, un fenómeno anterior a la guerra de Ucrania. Ni siquiera la pandemia de Covid frenó el fenómeno. La recesión mundial no afectó a la venta de armas. Esta evolución va a acentuarse en los años venideros, con más producción local tanto en China como en Europa3

 

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Militarismo y descomposición

 

La carrera de armamentos agrava la crisis capitalista

La visión materialista vulgar ve los armamentos como el negocio de las empresas del sector o de los gobiernos exportadores de armas. El gobierno de izquierdas se esfuerza por que veamos el “lado bueno” del asunto. Pedro Sánchez “celebró” que con el programa armamentístico se crearán “1500 nuevos puestos de trabajo en los astilleros de Ferrol, Cartagena y Cádiz”.

Esta falsificación de la realidad nos oculta que la producción de armas no es un MAS para la acumulación capitalista sino un MENOS. La producción de armas solo tiene dos destinos: o destruir o convertirse en chatarra. Es decir, expulsa enormes recursos del ciclo de la economía capitalista. Con ello, la acumulación capitalista se realiza sobre bases más frágiles y empobrecidas.

Y ello tiene consecuencias. Provoca un endeudamiento monumental de los estados y se traduce en una inflación cada vez mayor. La inflación tiene como raíz la gigantesca carga de gastos improductivos (y el armamento es el mayor de ellos) que pesa como una losa sobre la economía capitalista llevándola, como estamos viendo ahora, al doble estrago de inflación por un lado y recesión por el otro, lo que llaman “estanflación”.

 

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Debate con un lector sobre la guerra de Ucrania y la relación de fuerzas de clase en la situación actual

 

Destrucción de la vida y destrucción de nuestras condiciones de vida

La producción de armamentos y la economía de guerra agravan la tendencia, que dura ya más de medio siglo, al empobrecimiento de las condiciones de vida de los trabajadores en todo el mundo. Es lo que Marx llamó la pauperización absoluta de la clase obrera, tesis de la cual los economistas burgueses, los sindicalistas y hasta grupos izquierdistas que dicen reclamarse del “marxismo” se han reído a mandíbula batiente. Sus sarcasmos se están desmintiendo de forma acelerada en el mundo y en ese supuesto “oasis de paz y prosperidad” que serían los países centrales (Europa, USA…). Millones de trabajadores lo sufren de forma cotidiana con la precariedad, el desempleo, la inflación, los ritmos de trabajo, la carestía de la vivienda y tantos otros estragos.

Y la guerra es un factor acelerador de esa destrucción de las condiciones de vida. En los países en guerra, como Ucrania, con la aniquilación de la vida, pero en el resto del mundo, con la caída vertiginosa de las condiciones de vida.

Hitler presentaba el esfuerzo de guerra según el dilema “Cañones o Mantequilla”. Su rival Churchill lo traducía en el eslogan “Sangre, sudor y lágrimas”. La producción de guerra absorbe enormes recursos productivos robándolos a la producción de alimentos, a la salud, a la educación. En la manifestación de obreros en huelga en Gran Bretaña del 11 de marzo un cartel decía “Wages not weapons”, Salarios, no armas. En España un trabajador sanitario en huelga decía “lo que se va a la guerra lo quitan a la salud”.

 

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Tercer Manifiesto Internacional de la CCI

 

Los dos polos antagónicos de la situación histórica

La guerra imperialista y la carrera armamentística no son una tempestad en un cielo azul. Su furia destructiva refuerza otras muchas contradicciones que asaltan el capitalismo mundial: la crisis económica que se agrava con la inflación y la crisis bancaria; la destrucción ecológica; la pandemia que se prolonga con el colapso de los sistemas sanitarios; las hambrunas… Es el polo que lleva a la destrucción de la humanidad y del planeta.

Pero el otro polo, aunque por el momento aún sea muy débil, es el polo de la lucha de clase del proletariado. En Gran Bretaña, en Francia, pero también en Dinamarca, Grecia, Alemania, Portugal, aquí en España, la clase obrera ha vuelto. Su combatividad se despierta y tiende a desarrollarse. Tiene enfrente una burguesía ultra - preparada con los sindicatos a la cabeza, va a pasar por grandes dificultades y arrastrar muchas debilidades, sin embargo, la lucha de clase del proletariado, su generalización y politización, es la única alternativa posible frente el capitalismo en su loca carrera a la destrucción.

En ningún gobierno está la alternativa. El gobierno “social y progresista” PSOE- Podemos lo ha demostrado. La alternativa está en la lucha de clase del proletariado.

 

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Los años 20 del Siglo XXI: La aceleración de la descomposición capitalista plantea abiertamente la cuestión de la destrucción de la humanidad

Hoja internacional de la CCI: Por todas partes la misma pregunta: ¿Cómo desarrollar la lucha? ¿Cómo hacer retroceder a los gobiernos?

https://es.internationalism.org/content/4926/por-todas-partes-la-misma-pregunta-como-desarrollar-la-lucha-como-hacer-retroceder-los

C. Mir 19-3-23

1 La industria militar crece al calor de la guerra (lavanguardia.com)

2 Instituto Internacional de estudios para la paz, con sede en Estocolmo.

3 Fuente : France Inter, 13/03/2023

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