Praga "Semana de Acción": El activismo es una barrera para la clarificación política

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Entre el 20 y el 26 de mayo, una "Semana de Acción" en Praga en torno al tema "Juntos contra las guerras capitalistas y la paz capitalista" atrajo a grupos e individuos de varios países, incluyendo Rusia, Ucrania, Bulgaria, Serbia, República Checa, Hungría, Grecia, Bélgica, Alemania, Suiza, España, Italia, Gran Bretaña, Argentina... La mayoría de los grupos invitados eran anarquistas, obreristas o consejistas que han tomado una posición internacionalista contra la guerra Rusia-Ucrania y -a pesar de muchas dudas y confusiones- contra las otras guerras que asolan el planeta[1]. El comité organizador del acto -en el que parecen haber participado dos grupos con sede principalmente en la República Checa, Tridni Valka ("Guerra de clases") y la Iniciativa Antimilitarista-, declaró en una entrevista[2] que no habían invitado deliberadamente a los principales grupos de la Izquierda Comunista, que según ellos no están interesados en el debate, sino sólo en crear un "partido de masas" según las líneas bolcheviques. No obstante, la CCI envió una delegación, al igual que la Tendencia Comunista Internacionalista; también estuvieron presentes camaradas cercanos al grupo bordiguista que publica Programma Comunista. No todos los actos de la semana se limitarían a los invitados formalmente, y por nuestra parte pensamos que el surgimiento de esta oposición a la guerra imperialista es expresión de algo más profundo que está teniendo lugar en la clase obrera, y los comunistas tenemos la clara responsabilidad de participar en el proceso con el objetivo de clarificar sus objetivos y combatir sus ilusiones.

Pero aunque la amplia asistencia de elementos que buscaban posiciones internacionalistas fue ciertamente positiva, y su concentración física en Praga hizo posible desarrollar muchos contactos y debates al margen del acto "oficial", hay que decir de entrada que el acto estuvo muy mal organizado e incluso fue caótico, aunque hubo esfuerzos alentadores por parte de una mayoría de los participantes para tomar el control de los debates.

Uno de los factores de este desorden es la profunda división existente en el seno del movimiento anarquista de la República Checa. El fin de semana de la "Semana de Acción" también se celebró una Feria del Libro Anarquista organizada por la Federación Anarquista Checa, que defiende abiertamente el esfuerzo bélico ucraniano y apoya la formación de unidades anarquistas en el ejército ucraniano. La Feria del Libro emitió un comunicado distanciándose de la Semana de Acción y la Federación Anarquista Checa publicó un folleto denunciando a sus participantes como "anarco putinistas". El comité organizador también sostiene que estos anarquistas pro guerra han llevado a cabo una serie de provocaciones contra los internacionalistas; lo más grave es que sospechan que se pusieron en contacto con las autoridades del lugar donde iba a celebrarse el congreso antiguerra del fin de semana y les comunicaron el verdadero objetivo de la reunión, lo que provocó la cancelación de la reserva y obligó a los organizadores a buscar un nuevo lugar.

 

Las falsas concepciones políticas se suman al caos

Sin embargo, la naturaleza caótica de la "Semana de Acción" no puede achacarse enteramente a las maquinaciones de los anarquistas pro-guerra. La propia concepción de una Semana de Acción y los métodos de sus organizadores ya estaban profundamente viciados.

En nuestra opinión, la necesidad primordial de quienes buscan hoy una práctica internacionalista real es la discusión y la clarificación política en torno a algunas cuestiones muy fundamentales: la base histórica del impulso del capitalismo hacia la guerra y la destrucción; la contratendencia de la lucha de la clase obrera por sus propios intereses contra la crisis económica a pesar de la propaganda a favor de la unidad nacional; la continuación de la tradición internacionalista de la Izquierda de Zimmerwald. Aunque algunas de las reuniones anunciadas como parte de la Semana de Acción contenían temas para la reflexión (como la relación entre la paz capitalista y la guerra capitalista, el significado del derrotismo revolucionario, etc.), toda la idea de una "Semana de Acción" sólo podía fomentar los enfoques inmediatistas y activistas que dominan a gran parte de los participantes. Esto se puso de manifiesto en varios de los temas de debate anunciados, como "cómo podemos ayudar a los desertores", "cómo podemos sabotear el esfuerzo de guerra", etc. Pero las perniciosas consecuencias de este enfoque activista pueden ilustrarse mejor recordando algunos de los principales acontecimientos de la semana.

  • El primer acto de la semana, el lunes 20, fue una protesta ante la sede de la empresa STV, que suministra material al ejército israelí. Aunque los organizadores insistieron en que la protesta no pedía apoyo para el nacionalismo palestino, atrajo a varias personas que ondeaban banderas palestinas y, por tanto, sólo podía parecer un pequeño complemento de las manifestaciones pro Palestina que se están llevando a cabo en todo el mundo, especialmente en las universidades de Estados Unidos y Europa. Igualmente importante: aunque no había rastro del comité organizador, el reducido número de asistentes a la "Semana de Acción" que participaron se dieron cuenta rápidamente de que se trataba de una protesta ilegal y la policía tomó nota de sus identificaciones. La mayoría de ellos eran extranjeros, por lo que podrían haber sido expulsados.
  • El miércoles 22, día en que llegó la delegación de la CCI, hubo una reunión para discutir el tema principal de la guerra capitalista y la paz capitalista. La reunión empezó con más de una hora y media de retraso. Hubo una presentación de un camarada de Iniciativa Antimilitarista y fue posible intervenir en la discusión que siguió. Pero la reunión no estuvo presidida, no se tomaron notas y no hubo una conclusión formal, aunque un camarada de la CCI intentó resumir los puntos principales de la discusión, especialmente la diferencia entre el activismo y un enfoque a más largo plazo basado en el movimiento real de la clase obrera.
  • El jueves, el plan era celebrar un acto de "Postres para desertores" en un parque cercano al centro de la ciudad: se venderían pasteles y bocadillos y los beneficios se destinarían a ayudar a los desertores de la guerra de Ucrania. Acudieron bastantes de las personas que habían estado presentes la tarde anterior, pero no hubo pasteles. En ese momento empezó a cundir la alarma por el nivel de desorganización y se celebró una reunión improvisada. El acto previsto para el viernes era una manifestación callejera, pero tras el fiasco del lunes, las personas cuya seguridad ya se había visto comprometida no estaban dispuestas a participar en una marcha que no expresaba ningún movimiento más amplio y que les expondría aún más a la vigilancia policial[3]. Esto fue apoyado unánimemente por la asamblea, que decidió que la prioridad para el día siguiente era reunirse con el objetivo de desarrollar un verdadero debate. Se creó un nuevo comité organizador y se le encomendó la tarea de encontrar el espacio para dicha reunión. De nuevo, ni rastro del comité organizador oficial, salvo el camarada de Iniciativa Antimilitarista que parecía actuar como una especie de intermediario.

 

Pasos hacia la autoorganización

El viernes se produjo una nueva confusión al anunciarse que el lugar previsto para el "Congreso" del sábado y el domingo, acto culminante de la Semana de Acción, había quedado descartado. Pero el comité organizador "no oficial" consiguió encontrar un lugar adecuado en la zona exterior de una cafetería y pudimos celebrar un debate razonablemente bien organizado durante la tarde y las primeras horas de la noche. La celebración de esta "asamblea auto-organizada" fue un importante paso adelante dado el extremo desorden del evento hasta el momento - un pequeño reflejo de una necesidad más amplia dentro de la clase obrera de tomar las cosas en sus propias manos y crear la posibilidad de debatir y tomar sus propias decisiones. Se elaboró un orden del día y se acordó que era necesario empezar con un debate sobre la situación global a la que se enfrenta la clase obrera. Aquí la CCI señaló la espiral de guerra y destrucción ecológica en todo el planeta, la necesidad de ver todas las guerras en curso como parte de este proceso, la necesidad del mismo nivel de claridad sobre la naturaleza de la guerra en Oriente Medio que sobre la guerra de Ucrania. Habiendo mencionado la noche anterior que uno de los grupos invitados a la semana, el Grupo Comunista Anarquista, había caído en la trampa de apoyar boicots anti-israelíes, señalamos el fiasco de la protesta del lunes para ilustrar el peligro de este tipo de activismo irreflexivo. También repetimos el argumento de que era menos probable que el verdadero movimiento contra la guerra viniera de los proletarios de Israel, Gaza o Ucrania, que habían sufrido una grave derrota, que de los trabajadores de los países capitalistas centrales que ya habían mostrado su rechazo a pagar los efectos indirectos de la guerra (inflación, etc.). Pero la capacidad de la clase obrera en su conjunto para comprender el vínculo entre los ataques a su nivel de vida y el impulso hacia la guerra tardaría tiempo en desarrollarse y no podría acelerarse con la acción sustitucionista de pequeños grupos.

En este debate, y en el que le siguió al día siguiente, se observó una convergencia entre las intervenciones de la CCI y de la TCI, que se reunieron más de una vez para comparar notas sobre la evolución de la discusión[4]. Y dado que las delegaciones de ambos grupos desempeñaban claramente un papel constructivo en los debates y en la organización de las reuniones (incluido el hecho de que un miembro de la TCI había aceptado participar en el comité organizador oficial), no había entre los participantes en estas reuniones ninguna señal de la hostilidad hacia los grupos de la izquierda comunista que había manifestado abiertamente el comité organizador oficial.

Esto no significa en absoluto que toda la asamblea haya adoptado las posiciones de la Izquierda Comunista. A pesar del acuerdo inicial sobre la necesidad de comprender la situación general antes de iniciar una discusión sobre "lo que hay que hacer", el esfuerzo por hacerlo se vio constantemente arrastrado a especulaciones sobre qué medidas podemos tomar mañana para bloquear la campaña bélica -redes de contrainformación, ayuda a los desertores, etc.-.o La cuestión de la lucha de clases como única alternativa a la guerra y la destrucción quedó en suspenso por estas especulaciones. Tampoco se pudo desarrollar ninguna discusión sobre un punto clave del orden del día: qué significa el derrotismo revolucionario en este período - la CCI tiene algunas críticas serias a esta consigna[5] pero tendremos que plantearlas en otras ocasiones.

Y entonces se produjo una nueva perturbación. El viernes por la tarde llegó a la reunión un grupo de personas que decían no ser el comité organizador oficial, pero que hablaban en su nombre, y anunciaron un nuevo lugar para el "Congreso" del sábado y el domingo. Desgraciadamente, sólo tendría capacidad para 25 o 30 personas, aunque la reunión del viernes ya había atraído al doble. Esto significaría sin duda excluir a los no invitados (especialmente los grupos de la Izquierda Comunista o "bolcheviques" que, según un argumento, presumiblemente procedente del comité organizador oficial, se habían apoderado de la asamblea autoorganizada)[6]. Ninguno de los participantes en la reunión del viernes se pronunció a favor de dicha exclusión, mientras que se mostró una considerable desconfianza hacia el comité organizador oficial, que seguía negándose a mostrarse abiertamente. En un comunicado publicado en el sitio web oficial afirmaron que se trataba de un procedimiento de seguridad normal, pero esto no impresionó a los camaradas cuya seguridad ya había quedado expuesta por los desacertados planes del comité durante la semana.

El resultado de todo esto fue una mayor división. El sábado, algunos de los que habían participado en la reunión del viernes decidieron ir a la nueva sede "oficial", pero la mayoría de los "auto organizadores" optaron por permanecer juntos y reunirse de nuevo al día siguiente. Esto supuso buscar de nuevo un local, y el que se encontró no era tan adecuado como el utilizado el viernes. En este momento tenemos poca información sobre lo que ocurrió en el nuevo lugar oficial, aunque la Red Comunista Anarquista ha escrito un artículo sobre la semana en su conjunto que contiene alguna información sobre las discusiones que tuvieron lugar[7].

En cuanto a la posición del comité oficial sobre la seguridad, también debemos señalar que Tridni Valka reivindica una cierta continuidad con el Grupo Comunista Internacionalista, aunque haya habido algunos desacuerdos no declarados entre ellos en el pasado, y el GCI como tal ya no exista. Pero el GCI fue un grupo que tuvo una trayectoria muy peligrosa y destructiva -sobre todo un coqueteo con el terrorismo que supuso un grave peligro para todo el movimiento revolucionario[8]. Esto implicaba una especie de enfoque de capa y espada que Tridni Valka parece haber asumido, y que sin duda contribuyó a la desorganización de la semana y a la desconfianza que muchos de los participantes desarrollaron hacia ellos.

 

¿Qué resultados son posibles?

Dada esta letanía de división y desorden, entre los participantes en la "asamblea autoorganizada" existía la sensación de que era necesario obtener algún resultado de los acontecimientos de la semana, aunque sólo fuera la posibilidad de continuar el debate y retomar las numerosas preguntas que no habían recibido respuesta. Así pues, el domingo se celebró una última reunión en un parque para decidir qué hacer a continuación. Para entonces, el cansancio y la división habían reducido el número de asistentes a esta reunión, aunque entre ellos se encontraban algunos de los que habían sido más constructivos en los debates hasta el momento. Ya se había creado un grupo de chat por teléfono móvil que permanecería, pero éste no puede ser un vehículo para desarrollar un debate real, por lo que se tomó la decisión de crear un sitio web que pudiera publicar las contribuciones de todos los elementos implicados (incluidos los que asistieron al congreso "oficial" del fin de semana). Los camaradas cercanos a Programma también propusieron un breve "compromiso con la guerra de clases", que era una declaración muy general de oposición a las guerras imperialistas. La mayoría de los presentes votó a favor[9]. La delegación de la CCI dijo que no podía firmarla, en parte porque contiene formulaciones y consignas con las que no estamos de acuerdo, pero sobre todo porque no creíamos que las discusiones en las reuniones hubieran alcanzado un nivel de homogeneidad suficiente para publicar una declaración conjunta de este tipo. En cambio, éramos partidarios de publicar un informe sobre lo ocurrido durante la semana, así como impresiones y reflexiones de distintos grupos y personas. Además, el sitio podría recopilar y publicar información sobre las guerras actuales, difícil de conseguir en otros lugares. Veremos si este proyecto llega a buen puerto.

A pesar de todas sus debilidades y carencias, fue importante haber participado en este evento. El "movimiento real" contra la guerra se expresa también en las minorías que buscan claridad, y aunque nos oponemos a formar alianzas o frentes prematuros con grupos que aún albergan confusiones de carácter activista o incluso izquierdista, es absolutamente vital que los grupos de la Izquierda Comunista estén presentes en tales encuentros, conservando su independencia política y presionando por una clarificación basada en la lucha histórica del movimiento obrero y en la indispensable lucidez del método marxista.

Amos, junio de 2024

 

 

[1] https://actionweek.noblogs.org. La lista completa de grupos invitados puede consultarse en este sitio.

[2] En la revista Transmitter, "Entrevista con el comité organizador de la Semana de Acción".

[3] Según el comité organizador oficial, la marcha se canceló porque el comité necesitaba tiempo para buscar un nuevo lugar para el fin de semana. Pero esta explicación ignora por completo las verdaderas razones de la negativa a acudir a la marcha, basadas en argumentos políticos y de seguridad.

[4] Dadas las posiciones internacionalistas compartidas y las tradiciones de los grupos de la Izquierda Comunista, la CCI ha propuesto durante décadas llamamientos escritos comunes con estos grupos contra la guerra imperialista, incluidos los relativos a la guerra en Ucrania y en Gaza. Desgraciadamente, hasta ahora, la TCI nunca ha aceptado hacer tales declaraciones comunes que reforzarían la defensa del principio de clase fundamental contra la guerra imperialista. Antes de la Semana de Acción, escribimos a la TCI para proponer que nuestros dos grupos trabajaran juntos en la medida de lo posible durante el evento.

[6] La idea original del Congreso era que el sábado fuera un acto público, pero que el domingo estuviera restringido únicamente a los grupos invitados.

[9] La delegación de la TCI no estuvo presente en esta reunión, pero la tarde anterior nos habían comunicado que tampoco la firmarían.

 

 

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