El apoyo a una "Palestina libre" significa el apoyo a la guerra imperialista

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Publicamos aquí un intercambio de opiniones con T, un contacto en Alemania, centrado en las movilizaciones en apoyo de "Libertad para Palestina".

Carta de T

Camaradas,

He aquí una contribución mía a la discusión:

Una crítica que tengo es que la CCI presenta como anti-internacionalistas otras posiciones políticas que no corresponden a la concepción de internacionalismo de la CCI. Lenin tenía una posición sobre la lucha anticolonial/antiimperialista diferente a la de Rosa Luxemburgo, pero ¿no era internacionalista? Una breve búsqueda sobre el tema revela que Lenin apoyaba claramente la lucha anticolonial desde el punto de vista político. Para ello es fundamental el "derecho de las naciones a la autodeterminación". Escribió: "Los socialistas no sólo deben exigir la liberación incondicional e inmediata de las colonias sin compensación -y esta exigencia en su expresión política significa ni más ni menos que el reconocimiento del derecho a la autodeterminación-, sino que deben prestar un apoyo decidido a los elementos más revolucionarios de los movimientos democrático-burgueses de liberación nacional en estos países y ayudar a su rebelión -y si es necesario, a su guerra revolucionaria- contra las potencias imperialistas que los oprimen”i.

También acusa a los socialistas que no defienden el derecho a la autodeterminación de ser lacayos de la burguesía imperialista. Con respecto a estos socialistas, escribe que tales socialistas "se comportan como chovinistas, como lacayos de las monarquías imperialistas manchadas de sangre y barro y de la burguesía imperialista”ii.

Y Lenin también aporta algo importante: "Frente a esta utopía filistea y oportunista, el programa de la socialdemocracia debe señalar que bajo el imperialismo la división de las naciones en opresoras y oprimidas es un hecho fundamental, importantísimo e inevitable"iii.

Incluso si el imperialismo es un sistema mundial, y también estoy convencido de que no puede haber luchas nacionales "progresistas", se plantea sin embargo la siguiente cuestión: ¿es IGUAL el nacionalismo del Estado israelí que el nacionalismo de los palestinos? ¿No hay diferencia entre la parte opresora y la parte oprimida desde la perspectiva de la CCI? Así que, para decirlo muy claramente, en pocas palabras: es cierto que puedo ver que la política nacionalista-religiosa de parte de la población palestina no ofrece una perspectiva emancipadora y socialista (sino que oprime). En este sentido, criticarla también es esencial. PERO: ¿a dónde conduce una política que no distingue entre opresor y oprimido? Este nivel de opresión falta en el análisis de la CCI. De hecho, la opresión existe a nivel de la nacionalidad - como dice Lenin, ¡este es un elemento esencial del imperialismo! Este aspecto no es abordado por la CCI, no es explicado, sino más bien ignorado.

Si no hay ninguna diferencia desde la perspectiva de la CCI, esto explicaría al menos por qué las acciones asesinas del Estado israelí no son el centro de la agitación. También explicaría por qué la crítica al Estado alemán y al Occidente imperialista, con Israel como aliado, es tan tímida.

No llego a una solución concluyente del problema. Tampoco estoy totalmente de acuerdo con la posición de Lenin, pero creo que aborda aspectos importantes.

La posición de la CCI parece ser una plantilla, ya que se utilizan exactamente los mismos argumentos tanto para la guerra en Ucrania como para la guerra en Palestina. Ambos casos tienen similitudes -que la CCI subraya (tesis de la decadencia, ejemplo de un estado de descomposición)- pero también difieren en aspectos importantes. Por ejemplo: Ucrania es un Estado fuertemente armado por la OTAN. Palestina no es un Estado. Es un territorio ocupado al que la potencia ocupante concedió una "autoridad autónoma". Hay muchas otras diferencias, éste es sólo un ejemplo.

Además:

Se plantea la cuestión de cómo se produjo en primer lugar el ataque de los grupos militantes y la sangrienta masacre del 7 de octubre. Algunas (¿o muchas?) personas en Israel se preguntan: ¿dónde estaba el Mossad y dónde estaba el ejército? ¿No fallaron terriblemente? ¿Cómo pudo ocurrir? La CCI se limita a adoptar los "hechos" oficiales y la explicación oficial de lo sucedido, que nos transmiten las partes interesadas.

Aquí puedo incluso referirme a un antiguo artículo de la CCI que dice: "Con demasiada frecuencia, cuando la CCI denuncia el maquiavelismo de la burguesía, nuestros críticos nos acusan de caer en una visión conspirativa de la historia. Sin embargo, su incomprensión a este respecto no es sólo un malentendido de nuestro análisis, sino que, lo que es aún peor, es presa de la superchería ideológica de los apologistas burgueses en los medios de comunicación y en el mundo académico, cuyo trabajo consiste en denigrar como teóricos irracionales de la conspiración a aquellos que tratan de determinar los patrones y procesos dentro de la vida política, económica y social burguesa. Sin embargo, ni siquiera es controvertido afirmar que las mentiras, el terror, la coerción, el doble juego, la corrupción, los complots y el asesinato político han sido el pan de cada día de las clases dominantes explotadoras a lo largo de la historia, ya sea en el mundo antiguo, en el feudalismo o en el capitalismo moderno”iv.

Desde luego, ¡ahora no veis ningún posible maquiavelismo con el 7 de octubre! Ya han aparecido documentos que plantean grandes interrogantes, ver: "Documentos revelan una conspiración israelí para promover el atentado del 7 de octubre"v.

En una publicación inglesa de la CCI, hay una importante reflexión que ilustra la importancia de la cuestión: "Pero hay algo aún peor: esta caja de Pandora nunca volverá a cerrarse. Como en Irak, Afganistán, Siria y Libia, no habrá vuelta atrás, no habrá 'retorno a la paz'"vi.

En mi opinión, esto es completamente cierto. El problema que quería plantear radica en hasta qué punto el disgusto ante la fea cara del imperialismo occidental conduce a una resistencia colectiva. Una resistencia que pueda levantarse contra la lógica imperialista de la guerra. Cualquiera que no tome como punto de partida la manifestación concreta del imperialismo occidental -como estamos viendo actualmente en el asesinato indiscriminado de más de 10.000 personas en la Franja de Gaza- está fallando en su planteamiento táctico.

Por ejemplo, ya ha habido acciones proletarias, como la negativa de los trabajadores portuarios a cargar armas y municiones que se utilizarán en la guerra de Gaza. Desgraciadamente, la prensa de la CCI no informa nada al respecto, aunque esto podría ser un pequeño paso concreto hacia el internacionalismo proletario.

La siguiente valoración no es correcta en su afirmación generalizada y recuerda a los anuncios de los círculos gubernamentales imperialistas alemanes:

"Sin embargo, ellos [los manifestantes] participan en realidad en manifestaciones de carácter pro-guerra, en las que la consigna principal ‘Palestine will be free, from the river to the sea’ (Palestina será libre, del río al mar) sólo puede lograrse mediante la destrucción militar de Israel y el asesinato en masa y la expulsión de los judíos israelíes - una Nakba al revés”vii.

¿En realidad, “[están] participando en manifestaciones que tienen un carácter pro-guerra”? Ciertamente hay muchos participantes que no son conscientes del problema de la escalada nacionalista-religiosa y también hay fuerzas abiertamente reaccionarias. Pero atribuir a las manifestaciones un carácter fundamentalmente pro belicista es un error. Y, como ya se ha dicho, muy compatible con las declaraciones oficiales del imperialismo alemán y europeo. Porque lo que no necesitan ahora es oposición a la matanza en Gaza. Por eso atacan masivamente a los críticos y prohíben las manifestaciones. ¿Y la CCI opina que se trata de "manifestaciones a favor de la guerra"?

La clase obrera multiconfesional de Europa y Estados Unidos está alzando su voz contra la guerra - ¡millones de veces! - ¿y la CCI opina que participan en "manifestaciones a favor de la guerra"?

Respuesta de la CCI

Saludamos la contribución del camarada. Ha hecho un verdadero esfuerzo por explicar su posición ante la guerra en Oriente Medio, basándose principalmente en las posiciones desarrolladas por Lenin durante la Primera Guerra Mundial. Con su crítica participa en el esclarecimiento de la naturaleza de la guerra de Gaza, que ya ha planteado serios problemas a algunos grupos políticos en su defensa de la perspectiva de la clase obrera mundial. Para nosotros, esta es una razón más para responder cuidadosamente a esta contribución.

Pero queremos empezar con una cuestión metodológica. Como el camarada no hace ninguna apreciación sobre el marco analítico utilizado por la CCI para desarrollar su posición frente a esta guerra, no sabemos si su crítica se refiere sólo a puntos específicos del análisis o a todo el planteamiento político de la CCI. Por ejemplo, no está del todo claro si el camarada está de acuerdo al 100% con el internacionalismo defendido por la CCI, o sólo bajo ciertas condiciones.

En cualquier caso, parece que el camarada está de acuerdo con la CCI en que "esta caja de Pandora no se cerrará nunca más. Como en Irak, Afganistán, Siria y Libia, no habrá vuelta atrás, no habrá 'retorno a la paz'". Este es un punto importante porque de aquí se infiere que el camarada está de acuerdo con nosotros en el concepto de la irracionalidad de esta guerra, en la que no habrá vencedores, sino sólo destrucción y más caos. Pero esta posición no está exenta de consecuencias, porque tal posición hace inútil apoyar a cualquiera de los dos bandos en esta guerra. Sobre todo, cuando el camarada afirma también que, en la época del imperialismo, las luchas nacionales "progresistas" ya no son posiblesviii.

Opresores y oprimidos

Por eso nos sorprende tanto más que el camarada saque a colación la teoría de las naciones opresoras y oprimidas, siguiendo las palabras de Lenin, de que "bajo el imperialismo la división de las naciones en opresoras y oprimidas es un hecho fundamental, importantísimo e inevitable”ix. Y en apoyo de esta posición, añade también que "Palestina no es un Estado".

No está exactamente claro lo que el camarada está diciendo aquí, pero parece decir que la nación palestina no es igual a la nación israelí, que los palestinos son en realidad una minoría nacional oprimida dentro del Estado israelí, una idea que podemos aceptar. Se trata de una situación similar a la de las naciones oprimidas en la Rusia zarista antes de 1917. Y fue Lenin quien, por tanto, defendió los "derechos de las naciones a la autodeterminación". Pero esta posición táctica destinada a favorecer las condiciones para la revolución mundial, resultó desastrosa cuando se puso en práctica después de la Revolución de Octubre. En 1918 Rosa Luxemburgo criticó con razón esta "táctica", por ejemplo, en su folleto La revolución rusa.

En este folleto Rosa Luxemburgo demostró, basándose en los hechos empíricos, que cuando a las naciones se les concedió la "autodeterminación" después de octubre de 1917, se convirtieron inmediatamente en formaciones reaccionarias, y no sólo se volvieron unas contra otras, sino también contra la revoluciónx.

Esto se debió a que el capitalismo había entrado en su periodo de decadencia, un mundo completamente dividido, en un estado de crisis histórica y decadencia irreversible. La creciente competencia entre las grandes potencias por hacerse con una parte del mercado mundial provocó tensiones militares que culminaron en la Primera Guerra Mundial. Tras la Primera Guerra Mundial, y ante el fracaso de los "remedios" económicos a la crisis del capitalismo, la única vía que le quedaba a la burguesía para salir del atolladero era lanzarse de cabeza al militarismo y a la guerra. Pero ni siquiera las naciones más pequeñas pudieron escapar a esta lógica. Si querían sobrevivir tenían que aceptar la huida hacia el militarismo y ajustarse a las exigencias globales de las grandes potencias imperialistas.

Toda burguesía nacional debe someterse a la lógica de la guerra permanente del capital, a su modo de vida y a la cadena de conflictos imperialistas que de ello se deriva. La liberación nacional se ha convertido en igual a la guerra imperialista y la ideología de la "liberación nacional" en la decadencia del capitalismo es reaccionaria.

La distinción de Lenin entre naciones opresoras y oprimidas no es errónea, pero no toca las raíces del modo de producción capitalista.

Opresión y oprimidos son rasgos superestructurales que no tienen relación directa con la base y la abolición de una forma particular de opresión no tiene ningún impacto fundamental en las condiciones materiales de la sociedad capitalista. La lucha de los oprimidos o incluso la eliminación de la opresión de los palestinos, los negros o las mujeres -si es que esto fuera posible bajo el capitalismo- no suprime este mismo sistema. Al contrario, como en el caso de los palestinos, podemos incluso esperar que su "liberación" del régimen opresor israelí, si alguna vez llegara a tener éxito, conduciría con toda seguridad a un régimen opresor como los demás Estados islámicos de la región y, por tanto, no al debilitamiento del capitalismo -por no hablar de su abolición.

La posición de Lenin de que "la división de las naciones en opresoras y oprimidas (...) constituye la esencia del imperialismo"xi deja la ventana abierta de par en par a la opinión de que todas las clases de las naciones oprimidas, no imperialistas, tienen un interés común en luchar contra la nación opresora. En otras palabras: la distinción entre "agresores y agredidos", entre "naciones opresoras y oprimidas" no sólo no es válida, sino que constituye el marco ideológico diseñado para arrastrar a la clase explotada a guerras en defensa de intereses que no son los suyos. Por eso es ampliamente utilizado por la extrema izquierda del capital para llamar a los trabajadores a apoyar la lucha de las poblaciones nacionales oprimidas en el marco de la guerra imperialista. Los distintos intereses de clase se ocultan y se sustituyen por los "intereses del pueblo" y los intereses generales de la nación oprimidaxii.

En su teoría Lenin no sólo partió de características superestructurales, también dividió los países del mundo en tres tipos principales y para cada uno de estos tres tipos desarrolló una política diferentexiii. Pero la clase obrera es una clase internacional y toda política que pretenda definir la mejor táctica para cada parte está en contradicción con el principio de que la revolución proletaria tiene que tener lugar a nivel mundial y no según las condiciones específicas de tal o cual parte del mundo. En este sentido, Rosa Luxemburgo tiene razón al afirmar que "toda política socialista que haga caso omiso de este medio histórico [imperialista] definitorio, y quiera guiarse únicamente por los puntos de vista aislados de un país en medio del torbellino mundial, está construida sobre arena desde el principio"xiv.

El régimen palestino también reprime a la clase obrera

En contraste con el camarada, estamos convencidos de que Gaza no es sólo una entidad nacional, sino que el régimen de Gaza tiene también varias funciones de un Estado burgués: recauda impuestos y tiene un ejército, un aparato jurídico, centros de detención, personal de inteligencia y policía, etc. Es la administración de facto de Hamás la que ejerce estas funciones estatales y, desde 2005, bajo la dirección de un centro de mando muy centralizado, ha podido disparar miles de cohetes contra territorio israelí. Sólo hay una conclusión posible: la guerra de Gaza es una guerra entre dos Estados imperialistas.

Por lo tanto, no estamos de acuerdo con el camarada cuando saca la conclusión de que los revolucionarios deberían tomar como punto de partida para su posición táctica el "asco ante la fea cara del imperialismo occidental (...) como estamos viendo actualmente en el asesinato indiscriminado de más de 10.000 personas [y más] en la Franja de Gaza". La CCI, en línea con las posiciones defendidas por la tradición de la Izquierda Comunista, no se decanta por uno de los campos imperialistas, ni por razones tácticas ni por las masacres y atrocidades causadas por uno de los campos imperialistas. Pero el camarada parece tener otro punto de vista que, como expresión concreta de su enfoque teórico, se muestra claramente en la crítica de la posición de la CCI sobre las manifestaciones pro-palestinas.

En su crítica, el camarada llega a la conclusión de que estas manifestaciones, en contraste con la posición defendida en el artículo "La realidad tras las consignas burguesas", no eran manifestaciones pro-guerra. Según el camarada, eran manifestaciones pro Palestina, apoyadas por los trabajadores, y que por eso las críticas de los manifestantes a la política de la burguesía occidental fueron atacadas por los grandes medios de comunicación. Al no adoptar la postura táctica correcta, la CCI supuestamente se une al coro de la campaña antipalestina. Pero el artículo tiene razón cuando dice que el eslogan “Palestine will be free, from the river to the sea” sólo puede significar la limpieza étnica de la población judía en la región entre el Jordán y el Mar Mediterráneo, "una Nakba al revés". Y esto no tiene nada que ver con una posición antipalestina o proisraelí, sino con una posición que aborda y analiza la situación en Oriente Medio desde la perspectiva del proletariado, la única clase capaz de trascender las relaciones capitalistas y, por tanto, no determinada por los intereses antagónicos de los Estados imperialistas.

Para concluir, debemos decir que la guerra no es el resultado de ciertas políticas particulares, que son "más o menos nacionalistas", "más o menos agresivas", etc., sino el producto del sistema capitalista en su conjunto, resultado de su naturaleza y de las tendencias históricas de decadencia, de las que ninguna parte de la clase dominante puede escapar. En este sentido, no hay ninguna diferencia entre el nacionalismo de Israel y el nacionalismo de Palestina: ambas ideologías son una tapadera para la guerra y para la represión de la clase obrera por parte del Estado burgués.

Dennis, febrero de 2024

i V. I. Lenin, La revolución socialista y el derecho de las naciones a la autodeterminación Tesis

ii Op cit

iii Op cit

iv Pearl Harbor, las Torres Gemelas y el maquiavelismo de la burguesía (parte 1)

v Documentos exponen la conspiración israelí para facilitar el ataque del 7 de octubre

vi ¡Ni Israel ni Palestina! ¡Los trabajadores no tienen patria!

vii La realidad detrás de las consignas burguesas

viii Para evitar cualquier malentendido, para la CCI las luchas nacionales "progresistas" del siglo XIX condujeron a la constitución de una unidad superior de la burguesía dentro de determinadas zonas, a la centralización de la economía nacional y a la integración de más fuerza de trabajo.

ix V. I. Lenin, La revolución socialista y el derecho de las naciones a la autodeterminación, Tesis (1916), 3. "El significado del derecho a la autodeterminación y su relación con la federación".

x Rosa Luxemburgo, La revolución rusa, capítulo 3, La cuestión de las nacionalidades

xi V. I. Lenin, El proletariado revolucionario y el derecho de las naciones a la autodeterminación

xii Ejemplos de la posición de la extrema izquierda del capital: "Estamos firmemente con las masas palestinas oprimidas" (Tendencia Marxista Internacional); expresamos "solidaridad unánime con el pueblo palestino oprimido" (Partido Socialista por la Igualdad WSWS); mostremos nuestra "solidaridad con el pueblo palestino colonizado y oprimido" (CPGB).

xiii V. I. Lenin, La revolución socialista y el derecho de las naciones a la autodeterminación, Tesis (1916), 6. Tres tipos de países en relación con la autodeterminación de las naciones

xiv Rosa Luxemburgo, El folleto de Junius, capítulo 7

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Guerra en Medio Oriente