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el_combate_de_la_cci_contra_el_oportunismo_y_el_parasitismo.pdf | 36.28 KB |
De frente al peligro que supone para la Izquierda Comunista el oportunismo y el parasitismo, la CCI ha intervenido numerosas veces, la CCI ha intervenido numerosas veces tanto en la prensa1 como organizando reuniones con simpatizantes y contactos próximos.
Este combate ha sido subestimado como secundario o anecdótico. Sin embargo, la historia del movimiento obrero muestra que eso no es verdad. Esto lo prueba el combate de Marx y Engels contra esos peligros (que en su época fueron denigrados como “querellas de campanario”) y lo prueba, una vez más, la política de la TCI (Tendencia Comunista Internacionalista), una organización de la Izquierda Comunista, que se pierde en la búsqueda ilusoria de influencia en la clase obrera a toda costa prefiriendo renunciar a la defensa de los principios políticos fundamentales del movimiento obrero (en particular, la defensa seria del internacionalismo) y poner en peligro la perspectiva revolucionaria, con la esperanza de ganar un puñado de militantes.
La CCI tampoco ha vacilado en defender con uñas y dientes el campo revolucionario frente a la complacencia y la porosidad de las organizaciones de la izquierda comunista hacia los pequeños soplones (como el GIGC) o los grupos e individuos parasitarios. El parasitismo, como la complacencia de los revolucionarios hacia él, siempre ha sido una lacra en la historia del movimiento obrero, como ya demostró la lucha de la Primera Internacional contra las maniobras de Bakunin. La razón de ser del movimiento parasitario, lleno de individuos con egos sobre inflados, es obstaculizar la lucha y el esclarecimiento entre las verdaderas organizaciones revolucionarias.
Por ello sostenemos fuertemente la carta de un contacto próximo que publicamos a continuación.
Correo de Oswaldo
Queridos camaradas:
En la continuidad de mi crítica y rechazo, a través de mis declaraciones anteriores, de las diversas formas de parasitismo que desde hace años minan el campo político proletario, expreso también hoy mi más amplia condena del parasitismo y mi plena solidaridad con la CCI.
Pero, paralelamente a esta declaración, quiero lanzar una advertencia a las organizaciones que aún forman parte del campo político proletario: cuidado con el oportunismo, otro azote irreprimible del movimiento obrero y, en particular, de sus vanguardias. Pues abre insidiosamente la puerta no sólo a ciertas renuncias a los principios proletarios que caracterizan a este mismo campo (llevándolo incluso a la traición, véase por ejemplo el caso de la socialdemocracia alemana en vísperas de la Primera Guerra Mundial), sino también al aventurerismo, y peor aún, como dice con razón el informe de la CCI, a la limpieza del parasitismo dándole un reconocimiento comunista de izquierdas. Esto puede conducir a un verdadero contagio pernicioso del campo político proletario, poniendo en peligro su supervivencia, sin la cual no habrá mañana partido, órgano indispensable para conducir la revolución proletaria a la victoria.
Y en este sentido, quiero denunciar a los parásitos y espías del GIGC que, como mentirosos desvergonzados, además de otras acusaciones infundadas debidamente desmentidas por la CCI -documentos en mano- a través de su prensa y en reuniones públicas, se toman la libertad de atacar a esta última atribuyéndole inexistentes debilidades consejistas, precisamente sobre la concepción del partido, haciendo así un guiño a las demás formaciones del campo político proletario. Ahora bien, puede haber y hay diferencias sobre la concepción del partido entre, por ejemplo, la CCI y la TCI o los grupos bordiguistas, y éstas pueden y deben ser discutidas fraternal y públicamente con los diferentes grupos, precisamente en la continuidad de la tradición que nos ha legado la izquierda comunista. En cambio, encontramos a los camaradas de la TCI colaborando, incluso aceptando en sus filas a elementos indignos y peligrosos como los del GIGC. Esto está dando un mal ejemplo al entorno, especialmente en lo que se refiere a la importancia y la necesidad de su existencia para los elementos que evolucionan hacia posiciones de clase (véase la reunión del comité del NWBCW en París). Desgraciadamente, temo que el oportunismo de la TCI la esté llevando a una deriva peligrosa, que amenaza tanto su supervivencia como grupo perteneciente al campo político proletario como la de ese mismo campo en su conjunto.
En consecuencia, estoy totalmente de acuerdo con los artículos de la CCI y me sumo a la lucha sin tregua contra el oportunismo, el aventurerismo y el parasitismo.
Oswaldo 15-11-23
1 Sobre el oportunismo ver: Cómo la TCI niega las lecciones del marxismo sobre la lucha contra el parasitismo político | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org) y La TCI y la iniciativa "No más guerra que la guerra de clases": un farol oportunista que debilita a la izquierda comunista | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org). Sobre el parasitismo ver: El parasitismo político no es un mito: el GIGC es una de sus más peligrosas expresiones | Corriente Comunista Internacional (internationalism.org)