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Este folleto tiene como objetivo reagrupar 3 documentos elaborados por la CCI en diferentes momentos de su historia que tienen como punto común sintetizar las posiciones programáticas y las perspectivas generales de nuestra organización. Para comprender la significación de estos documentos es útil proporcionar algunos elementos de la historia de la CCI.
La CCI ha sido fundada en enero de 1975 por los diferentes grupos políticos que habían nacido como consecuencia de la reanudación histórica de la clase obrera a finales de los años 60 expresada entre otras por la huelga de Mayo 68 en Francia, el Cordobazo argentino del 69, el Otoño Caliente Italiano del mismo año, la huelga de los obreros del Báltico en Polonia durante el invierno de 1970-71. Este despertar proletario ponía fin a cuatro decenios de contra-revolución y anunciaba todo un periodo de combates de clase encarnizados a medida que se agravara la crisis económica que lo había provocado.
La aparición de nuevos grupos, más o menos informales u organizados, pero tratando de reapropiarse de las posiciones de clase del proletariado constituía una de las manifestaciones más evidentes del fin del periodo de contra-revolución y de la obertura de un periodo de enfrentamientos de clase. Pero era necesario, para que estuvieran a la altura de su responsabilidad, que estos agrupamientos comprendieran a la vez las condiciones nuevas de las que ellos eran producto y al mismo tiempo la necesidad de vincularse políticamente a las posiciones de las Izquierdas Comunistas que habían desgajado de la Internacional Comunista ante su degeneración a lo largo de los años 20. Los grupos que constituyeron la CCI habían llegado a esta comprensión. Se basaban principalmente sobre la experiencia y las posiciones de la Izquierda Comunista de Francia (que había publicado la revista Internationalisme entre 1945 y 1952) que a su vez habían constituido la base de la formación en 1964 del grupo Internacionalismo en Venezuela.
En junio de1968, tras la estela de la huelga general se constituyó en Francia el grupo Révolution Internationale sobre las mismas posiciones que Internacionalismo y como consecuencia de una serie de discusiones sobre posiciones programáticas, se agrupó en 1972 con otros dos grupos también surgidos de los acontecimientos de Mayo 68 para constituir la futura sección en Francia de la CCI. Las discusiones se ampliaron a otros grupos de otros países, destacando World Revolution de Gran Bretaña, Internationalism de USA, Rivoluzione Internazionale de Italia y Acción Proletaria de España. Finalmente estos 6 grupos, que tenían plataformas muy próximas, decidieron constituir una organización única, la Corriente Comunista Internacional, en una conferencia que tuvo lugar en enero 1975.
Una de las tareas que se dio esta nueva organización internacional fue la de elaborar una nueva plataforma política que sintetizara las posiciones de clase y expresara el grado de claridad al que habían llegado los militantes tras 7 años de discusiones, reflexión e intervención en la clase. Esta plataforma ha sido adoptada en enero de 1976 con ocasión del primer Congreso de la CCI y ha constituido, desde entonces, la base para las nuevas adhesiones a la organización. Es el documento que publicamos en este folleto (incluyendo las rectificaciones decididas por los 3º, 7º y 14º Congresos en 1979, 1987 y 2001). Es un documento de naturaleza programática que, aparte de su introducción que hace referencia a acontecimientos de la época en que fue redactado y a ciertas formulaciones que hoy deben ser escritas en tiempo pasado (por ello hemos juzgado útil acompañarlo con algunas notas) es válido para todo el período histórico actual del movimiento obrero abierto por la entrada del capitalismo en su fase de decadencia, por la primera revolución proletaria victoriosa de la historia, Octubre 1917, y por la degeneración de esta como consecuencia de su aislamiento internacional. Por esta razón, el Primer Congreso de la CCI ha juzgado útil adoptar al mismo tiempo otro documento, el Manifiesto de la CCI, que publicamos en este folleto, y que da cuenta del nuevo curso histórico abierto por el despertar del proletariado desde finales de los años 60.
Este documento que tiene hoy más de 20 años, hace referencia a hechos que las nuevas generaciones no conocen bien. Por ello hemos juzgado útil acompañarlo, con más razón aún que la plataforma, por toda una serie de notas. Y esto porque además a finales de los años 80 ha surgido un acontecimiento de una amplitud considerable como fue el hundimiento de los regímenes llamados “socialistas” de los países del Este y de todo el bloque dirigido por Rusia.
Ha sido justamente este acontecimiento histórico de una envergadura considerable lo que ha motivado a la CCI para adoptar en su 9º Congreso el Manifiesto titulado Revolución Comunista o Destrucción de la Humanidad que incluimos también en este folleto.
El Manifiesto del 9º Congreso ha sido adoptado en el verano de 1991. Desarrolla el análisis de la CCI de la nueva situación mundial abierta por el hundimiento de todo un segmento del sistema capitalista: los regímenes estalinistas. Este acontecimiento, seguido a continuación por el desencadenamiento de la guerra del Golfo y la dislocación del bloque occidental, ha abierto un nuevo periodo en la historia del capitalismo: el hundimiento del modo de producción burgués en la fase última de su decadencia, la descomposición. En este sentido, este documento viene a completar y a actualizar a los dos precedentes.
Para poder estar a la altura de sus responsabilidades frente a la gravedad de los envites que plantea la situación histórica presente, las organizaciones revolucionarias deben estar a la escucha de los hechos. Deben ser capaces de adaptar sus análisis a la evolución de la historia. El marxismo no es un dogma, ni una teoría acabada invariante, sino que es al contrario una teoría viva. Para poder ser un arma eficaz de la lucha del proletariado por su emancipación, la teoría y el método del marxismo deben enfrentarse constantemente a la realidad histórica. Este folleto de la CCI se da como objetivo responder a esa necesidad reafirmando evidentemente las posiciones políticas comunistas que han sido zanjadas sin apelación por la experiencia histórica del movimiento obrero.