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El combate contra el oportunismo y el centrismo se inscribe en una larga tradición de luchas en el seno del movimiento obrero.
Ya a comienzos de siglo, la Izquierda Italiana de la cual nuestra corriente se reivindica, había llevado un combate que se remonta hasta antes de la primera guerra mundial contra la Socialdemocracia, después contra todas las corrientes centristas (“terzini”) que dudaban en romper con esta última para participar en la fundación de una Tercera Internacional desembarazada de corrientes vacilantes.
En los años 20, ella va a proseguir este combate en el seno de la IC, primero sola, después con la Oposición de izquierda rusa. Por, fin lo conducirá contra las posiciones centristas de Trotski en el seno de la Oposición de Izquierda Internacional.
En efecto, en los años 30 cuando la contrarrevolución ha triunfado, Trotski persistía en considerar el periodo como revolucionario. Para él, la revolución mundial era aún posible; no le hacía falta más que una dirección revolucionaria que evidentemente habría que construir alrededor de él.
Para la Izquierda Italiana, el análisis del periodo, del curso histórico, era radicalmente diferente: la ola revolucionaria que había iniciado Octubre 17 estaba derrotada. En este periodo de reflujo profundo del movimiento obrero, la Izquierda Italiana se daba, con justa razón, como tarea preservar los principios revolucionarios, enriquecerlos extrayendo el balance del periodo pasado y prepararse en la espera de un periodo histórico más favorable para la clase obrera.
La visión de Trotski, a contra corriente, que veía encaminarse el curso hacia la revolución en tanto que iba hacia la segunda guerra imperialista mundial, le condujo a defender puntos de vista divergentes con la Izquierda Italiana particularmente sobre tres cuestiones importantes:
- la cuestión española y las “consignas democráticas” (enero-febrero 1931),
- la cuestión alemana y el Frente único (julio 1931-marzo 1932).
- la cuestión de la fracción y del partido (cuestión más teórica que abarca todo el periodo).
Los textos de la Izquierda Italiana que publicamos a continuación muestran la importancia y el rigor de los debates de ésta época y son una crítica sin concesión a las posiciones de Trotski. Estas posiciones centristas debían, naturalmente, conducir a los continuadores de Trotski a pasarse al campo de la contrarrevolución al sistematizar sus errores. Lo que se realizó desde su participación en el segundo conflicto ínter imperialista.
Diciembre 1989.