En Corea del Sur, la clase dominante se quita el velo “democrático”

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Acabamos de recibir la noticia de que, en Corea del Sur, ocho militantes de la "Liga de Trabajadores socialistas de Corea" (Sanoryum) han sido arrestados y acusados en base a la infame "Ley de Seguridad Nacional" surcoreana[1]. La sentencia se ejecutará el 27 de Enero.

No cabe duda de que esto es una maniobra política y una parodia de lo que la clase dominante llama su "justicia".

Publicamos aquí nuestra toma de posición sobre el juicio, así como el discurso que el camarada Oh Se-Cheol pronunció ante el tribunal.

Tres hechos principales dan testimonio de que el arresto y el juicio han sido una farsa:

  • Primero, el hecho de que los propios tribunales surcoreanos han echado atrás dos veces los cargos de la policía contra los arrestados[2].
  • Segundo, el hecho de que los militantes son acusados de "formar un grupo que beneficia al enemigo" (o sea a Corea del Norte); a pesar de que Oh Se-Cheol y Nam Goong Won, entre otros, firmaron la "Declaración Internacionalista de Corea contra la amenaza de guerra", que denunciaba los ensayos nucleares norcoreanos y declaraba en particular que: «el Estado capitalista de Corea del Norte (...) no tiene absolutamente nada que ver con la clase obrera o el comunismo, y no es mas que una versión extrema y grotesca de la tendencia general del capitalismo hacia la barbarie militarista»[3];
  • Tercero, el discurso de Oh Se-Cheol, no deja ninguna duda de que se opone a todas las formas de capitalismo, incluyendo el capitalismo de estado norcoreano.

Estos militantes están acusados en realidad del delito de opinión[4] de ser socialistas. O, con otras palabras, están acusados de alentar a los trabajadores a defenderse a sí mismos, sus familias y sus condiciones de vida y de exponer abiertamente la verdadera naturaleza del capitalismo. Las frases  que son la base del  procesamiento son sólo un ejemplo más de la represión que desencadena la clase gobernante en Corea del Sur contra los que osan interponerse en su camino. Esta brutal represión ya se había dirigido contra las jóvenes madres de la "brigada de los cochecitos", que llevaron a sus bebés a las manifestaciones que desfilaron con velas encendidas en 2008 y después tuvieron que enfrentarse al acoso policial y legal[5]; como cayó igualmente sobre los trabajadores de Ssangyong, que fueron golpeados por la policía antidisturbios cuando invadió la fábrica que habían ocupado[6].

Confrontados a la perspectiva de duras sentencias de cárcel, los militantes arrestados se han comportado ante el tribunal con una dignidad ejemplar y han aprovechado la oportunidad para exponer claramente la naturaleza política de este juicio. Más adelante reproducimos una traducción del último discurso de Oh Se-Cheol's ante el tribunal.

Las tensiones militares en la región están en un momento álgido tras la provocación que supuso el bombardeo de la isla de Yeonpyeong en Noviembre del año pasado que produjo la muerte de civiles por la intervención del régimen Norcoreano, y que fue respondida por el desplazamiento de un portaaviones nuclear americano a la región para llevar a cabo maniobras militares conjuntas con las fuerzas armadas surcoreanas. En esta situación, la declaración de que la humanidad se enfrenta hoy a la alternativa socialismo o barbarie suena más real que nunca.

La propaganda de USA y sus aliados se complace en presentar a Corea del Norte como un "Estado gangster", cuya élite gobernante vive en el lujo gracias a la implacable represión sobre su famélica población. Y eso es totalmente cierto. Pero la represión desencadenada por el gobierno surcoreano contra las madres, los niños, los obreros en lucha y ahora los militantes socialistas, muestra bastante claramente que, analizando bien las cosas, cada burguesía nacional gobierna por el miedo y la fuerza bruta.

Ante esta situación, declaramos nuestra completa solidaridad con los militantes arrestados, a pesar de los desacuerdos políticos que podamos tener con ellos. Su lucha es nuestra lucha. Enviamos  nuestra sincera simpatía y solidaridad a sus familias y camaradas. Y haremos llegar muy gratamente a los camaradas los mensajes de apoyo y solidaridad internacional que pueden enviarse a internationalism.org[7]

 

Discurso final de Oh Se-Cheol en el juicio, Diciembre 2010

 

(Lo que sigue es el discurso de Oh-Se-Cheol traducido del coreano por nosotros)

Varias teorías han intentado explicar las crisis que han ocurrido en la historia del capitalismo. Una de ellas es la teoría de la catástrofe, que sostiene que el capitalismo se colapsará por sí mismo en el preciso momento en que las contradicciones capitalistas lleguen a su punto más alto, abriendo paso a un nuevo milenio paradisíaco. Esta posición apocalíptica, o extremadamente anarquista, ha creado confusión e ilusiones respecto a la comprensión del sufrimiento del proletariado bajo la opresión y la explotación capitalista. Mucha gente ha sido contaminada por esta visión no científica.

Otra teoría es la visión optimista que la burguesía siempre divulga. Según esta teoría, el capitalismo tiene los medios de superar sus propias contradicciones y la economía real funciona bien eliminando la especulación.

Una posición más refinada que las dos mencionadas antes y que ha llegado a prevalecer sobre las otras, considera que las crisis capitalistas son periódicas y que sólo necesitamos esperar tranquilamente hasta que pase la tormenta para volver a navegar.

Esa posición era apropiada para la escena del capitalismo en el s. XIX, pero no lo es para las crisis capitalistas del s XX y XXI. Las crisis capitalistas en el s XIX eran crisis de la fase capitalista de expansión ilimitada, que Marx llamó en El Manifiesto Comunista epidémicas de sobreproducción. Sin embargo la tendencia a la sobreproducción, que daba como resultado hambre, miseria y desempleo, no era debida a la falta de mercancías, sino porque había demasiadas mercancías, demasiada industria, demasiados recursos. Otra causa de las crisis capitalistas es la anarquía del sistema capitalista de competencia. En el s XIX, las relaciones capitalistas de producción podían expandirse y profundizarse conquistando nuevas áreas para ganar nuevo trabajo asalariado  y nuevos mercados para las mercancías, y por eso las crisis en este periodo fueron comprendidas como los pulsos de un corazón sano latiendo.

En el siglo XX, la fase ascendente del capitalismo llegó a su fin con el punto sin retorno de la Iª guerra mundial. A partir de ese momento, las relaciones de producción mercantiles capitalistas y de trabajo asalariado se habían expandido por todo el mundo. En 1919, La Internacional Comunista nombró al capitalismo de este periodo como el periodo de "guerra o revolución". Por una parte, la tendencia capitalista de sobreproducción empujaba hacia la guerra imperialista con el fin de acaparar y controlar el mercado mundial. Por otra parte, a diferencia del siglo XIX, hacía la economía mundial dependiente de la crisis permanente de inestabilidad y destrucción.

Una contradicción semejante dio lugar a dos acontecimientos históricos, la Primera Guerra mundial y la depresión de 1929, que costaron 20 millones de vidas y una tasa de desempleo del 20-30%, y que a su vez allanaron el camino de los llamados "países socialistas", con un capitalismo de Estado vía nacionalización de la economía en un lado, y los países liberales, con una combinación de burguesía privada y burocracia de Estado del otro.

Después de la IIª Guerra Mundial, el capitalismo, incluyendo los llamados "países socialistas", experimentó una prosperidad extraordinaria producto de 25 años de reconstrucción y del endeudamiento creciente. Esto llevó a la burocracia del gobierno, a los líderes sindicales, los economistas y a los llamados "marxistas" a declarar a voz en grito que el capitalismo había superado su crisis económica definitivamente. Pero la crisis ha empeorado continuamente, como muestran los siguientes ejemplos: la devaluación de la libra esterlina en 1967, la crisis del dólar en 1971, la crisis del petróleo en 1973, la recesión económica de 1974-75, la crisis de la inflación en 1979, la crisis del crédito en 1982, la crisis de Wall Street en 1987, la recesión económica de 1989, la desestabilización de las monedas europeas en 1992-93, la crisis de los "tigres" y "dragones" en Asia en 1997, la crisis de la "nueva economía" americana en 2001, la crisis de las subprime en 2007, la crisis financiera de Lehman Brothers etc. y la crisis financiera de 2009-2010.

Esta serie de crisis, ¿Son crisis "cíclicas", "periódicas"? ¡En absoluto! Son resultado de la enfermedad incurable del capitalismo, la escasez de mercados solventes, la tasa decreciente de beneficio. La gran depresión mundial de 1929, no fue peor debido a la inmensa intervención de los Estados. Pero los casos recientes de crisis financiera, de crisis económica, muestran que el sistema capitalista ya no puede sobrevivir  mediante la ayuda de esos parches como la emisión de dinero o la deuda estatal. El capitalismo se confronta ahora a un callejón sin salida como resultado de la imposibilidad de la expansión de las fuerzas productivas. Sin embargo el capitalismo libra una lucha a muerte contra esa situación. O sea, depende cada vez más del crédito estatal y encuentra salida para su sobreproducción  creando mercados ficticios.

Durante 40 años el capitalismo mundial ha estado escapando de la catástrofe  por medio de inmensos créditos. El crédito para el capitalismo es lo mismo que la droga para los toxicómanos. Al final esos créditos volverán como una carga pidiendo el sudor y la sangre de los trabajadores de todo el mundo. Y eso dará como resultado la miseria de los trabajadores en todo el mundo, las guerras imperialistas y los desastres ecológicos.

¿Está el capitalismo en declive? Sí. Se encamina, no hacia una ruina repentina, sino a un nuevo episodio de hundimiento del sistema. El estadio final de la historia del capitalismo está llegando a su fin. Tenemos que recordar seriamente la consigna que ya tiene 100 años: "guerra o revolución" y una vez más, preparar la comprensión histórica de la alternativa "socialismo o barbarie" y la práctica del socialismo científico. Esto significa que los socialistas tienen que trabajar juntos y unidos, tienen que mantenerse firmemente en las bases del marxismo revolucionario. Nuestro objetivo es superar el capitalismo basado en el dinero, la mercancía, el mercado, el trabajo asalariado y el valor de cambio y construir una sociedad de trabajo liberado en una comunidad de individuos libres.

Los análisis marxistas han confirmado que la crisis general del modo capitalista de producción ya ha alcanzado su punto crítico a causa de la tasa decreciente de beneficio y la saturación de los mercados en el proceso de producción y realización de la plusvalía. Y ahora nos encontramos confrontados a la alternativa entre capitalismo, que significa barbarie, y socialismo, comunismo, que significa civilización.

Primero, el sistema capitalista está llegando a un punto en el que ni siquiera puede alimentar a sus esclavos del trabajo asalariado. Cada día mueren de hambre 100000 personas en el mundo y cada 5 segundos un niño de menos de 5 años muere de hambre. 842 millones de personas sufren de malnutrición y 1/3 de los 6 billones de habitantes de la población mundial lucha cada día por su supervivencia a causa del aumento de precios de los alimentos.

Segundo. El sistema capitalista hoy no puede mantener la ilusión de la prosperidad económica.

Los milagros económicos de India y China han revelado su carácter ilusorio. Durante la primera mitad de 2008 en China, 20 millones de trabajadores perdieron sus empleos y 67000 compañías fueron a la bancarrota.

Tercero. Se vislumbra la perspectiva de un desastre ecológico. En el terreno del calentamiento global, la temperatura media de la Tierra ha aumentado 0,6% desde 1896. En el siglo XX el hemisferio norte experimentó el calentamiento más serio en los últimos 1000 años. Las zonas cubiertas de nieve se han reducido un 10% desde la década de 1960 y la capa de hielo del Polo Norte se ha reducido un 40%. El nivel medio del mar creció un 10-20% durante el siglo XX. Eso es un aumento 10 veces mayor que el de los últimos 3000 años. La explotación de la Tierra durante los últimos 90 años ha tomado la forma de una deforestación temeraria, de la erosión del suelo, la polución (aire, agua), el uso de materiales químicos y radioactivos, la destrucción de animales y plantas, la aparición explosiva de epidemias. El desastre ecológico puede verse de una forma integral y global; pero es imposible anticipar exactamente lo serio que puede llegar a ser este problema en el futuro.

¿Cómo se ha desarrollado la historia de la lucha de clases contra el capitalismo y la explotación?

La lucha de la clase obrera ha existido constantemente, pero no ha tenido éxito. La 1ª Internacional se hundió a causa del potencial del capitalismo en el periodo ascendente. La 2ª Internacional fracasó debido al nacionalismo y a su abandono del carácter revolucionario. Y la 3ª Internacional fracasó por la contra-revolución estalinista. Especialmente las corrientes contra-revolucionarias desde 1930 engañan a los trabajadores sobre la naturaleza del capitalismo de Estado, que ellas llaman "socialismo". Después de todo, estas corrientes han jugado un papel activo de apoyo al sistema capitalista mundial, conteniendo y explotando al proletariado mundial, al ocultar la confrontación entre dos bloques.

Más aún, según la campaña de la burguesía, el hundimiento del bloque del Este y el sistema estalinista fue una "victoria evidente del capitalismo liberal", "el fin de la lucha de clases" e incluso el fin de la propia clase obrera. Esta campaña llevó a la clase obrera a un retroceso importante del nivel de su conciencia y su combatividad.

Durante la década de 1990, la clase obrera no se rindió completamente, pero no tuvo el peso ni la habilidad suficientes en proporción a las de los sindicatos como organizaciones de lucha en el periodo previo. Pero las luchas en Francia y Austria contra los ataques a las pensiones significaron un punto de inflexión para la clase obrera respecto a la situación desde 1989, para empezar su lucha de nuevo. La lucha obrera aumentó principalmente en los países centrales: la lucha en Boeing y la huelga del transporte en NYC en USA en 2005; las luchas de Daimler y Opel en 2004, la lucha de los médicos en la primavera de 2006, la de Telecom en 2007 en Alemania; la lucha de los aeropuertos de Londres en Agosto de 2005 en Gran Bretaña y la lucha contra el CPE en Francia en 2006. Por lo que concierne a los países de la periferia, hubo la lucha de la construcción en Dubai en 2006, la lucha de los obreros del textil en la primavera de 2006 en Bangladesh, y la de 2007 en Egipto.

Entre 2006 y 2008, la lucha de la clase obrera se ha ido expandiendo por todo el mundo, a Egipto, Dubai, Argelia, Venezuela, Perú, Turquía, Grecia, Finlandia, Bulgaria, Hungría, Rusia, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Francia, USA y China. Como ha mostrado la lucha reciente con tra la reforma de las pensiones en Francia, la lucha de la clase obrera se hace cada vez más ofensiva.

Como muestra todo esto, la tendencia final de la decadencia del capitalismo mundial y de la crisis, que se ha cargado sobre las espaldas de la clase obrera, han provocado inevitablemente luchas obreras en todo el mundo, diferentes a las que habíamos visto antes.

Ahora estamos ante la alternativa de vivir en la barbarie, no como seres humanos, sino como animales, o vivir felizmente en libertad, y en igualdad, con dignidad humana.

La profundidad y la dimensión de las contradicciones del capitalismo coreano son más serias que las de los llamados países avanzados. El sufrimiento de los obreros coreanos parece ser mucho mayor que el de los obreros de los países europeos que cuentan con las conquistas previas de su lucha de clases. Esto es una cuestión del aspecto humano de la vida de la clase, que no puede medirse por las vacías pretensiones del gobierno coreano de albergar la cumbre del G20, o exhibir índices económicos cuantitativos.

El capital es internacional por naturaleza. Los diferentes capitales nacionales siempre han estado en competición y conflicto, pero han colaborado para mantener el sistema capitalista, para ocultar su crisis y atacar a los obreros como seres humanos. La lucha obrera no es contra los capitalistas, sino contra el sistema capitalista, que se mueve sólo por el aumento de sus beneficios y la competencia desenfrenada.

Históricamente los marxistas han luchado siempre junto a la clase obrera, el sujeto de la historia, revelando la naturaleza de las leyes históricas de la sociedad humana y las de los sistemas sociales, presentando la orientación hacia el mundo de la verdadera vida humana y criticando los obstáculos de las leyes y los sistemas inhumanos.

Por esa razón los marxistas construyeron organizaciones como los partidos y participaron en las luchas prácticas. Al menos desde la 2ª guerra mundial, las actividades prácticas de los marxistas no han sufrido nunca una restricción legal. Más bien al revés. Su pensamiento y su práctica se han valorado ampliamente como contribuciones al progreso de la sociedad humana. Obras maestras de Marx como El Capital o El Manifiesto Comunista se han leído tanto como la Biblia.

El caso del SWLK ("Socialist Workers' League of Korea" -Sanoryun-) es histórico y muestra a todo el mundo la naturaleza bárbara de la sociedad coreana, que trata de prohibir el pensamiento; este caso será una mancha en la historia de los procesos socialistas en el mundo. En el futuro habrá más movimientos socialistas abiertos y de masas; los movimientos marxistas se desarrollarán amplia y pujantemente en Corea y en todo el mundo. El aparato judicial aplicará la violencia organizada, pero no puede suprimir los movimientos socialistas, los movimientos marxistas. Porque continuarán mientras exista la humanidad y los trabajadores.

Los movimientos socialistas y su práctica no pueden ser objeto de castigos judiciales, sino que tienen que ser un ejemplo de respeto y confianza. Y mis últimas palabras para terminar:

  • ¡Abolición de la ley de seguridad nacional, que suprime la libertad de pensamiento, de ciencia y de expresión!
  • ¡Alto a la represión del capital y el uso de la fuerza contra las luchas obreras, que son el sujeto de la historia, de la producción y del poder!
  • ¡Trabajadores del mundo uníos, para abolir el capitalismo y construir una comunidad de individuos libres!

 


 

[1] Oh Se-Cheol, Yang Hyo-sik, Yang Jun-seok, y Choi Young-ik, se enfrentan a siete años de prisión; mientras que Nam Goong Won, Park Jun-Seon, Jeong Won-Hyung, y  Oh Min-Gyu, se enfrentan a cinco años.  En su normativa más extrema, la Ley de Seguridad Nacional contempla la pena de muerte para los acusados

[2] Ver este artículo en inglés en Hankyoreh English edition

[3] Ver el texto completo de la "Declaración internacionalista contra la amenaza de guerra en Corea".

[4] O del "crimen de pensamiento", como diría Orwell en su novela 1984

[5] Ver en inglés Hankyoreh.

[6] Ver el asalto filmado en YouTube.

[7] También llamamos la atención de nuestros lectores sobre la iniciativa de protesta lanzada por Loren Goldner. Si bien compartimos el escepticismo de Loren's sobre la efectividad de las campañas de envío de mails, estamos de acuerdo con él en que "poner un foco de luz internacional en este caso podría tener un efecto sobre la sentencia final de estos militantes ejemplares". Las cartas de protesta pueden enviarse al juez Hyung Doo Kim a esta dirección: swlk [at] jinbo.net (los mensajes tienen que recibirse alrededor del 17 de Enero, para que puedan ser dirigidos al Juez Kim)

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