Enviado por CCI Online el
Los que visiten nuestra página web, sabrán que recientemente la CCI ha tenido que hacer frente a una vergonzosa campaña de calumnias orquestada por la llamada Fracción Interna de la CCI (FICCI) y el Círculo de Comunistas Internacionalistas de Argentina. Para combatir esos ataques, la CCI ha esgrimido la única fuente de claridad y fuerza para cualquier organización revolucionaria; se ha situado firmemente en el terreno de los principios, la historia y las tradiciones del movimiento obrero.
Solo podemos deplorar el hecho de que el BIPR, que también es parte de la Izquierda Comunista, no haya hecho lo mismo, sino que haya elegido compartir la suerte de los detractores de la CCI, y haya abrazado sus métodos sórdidos y cínicos. Esto es una seria traición a todo lo que significa ser una parte del Medio Político Proletario. Más aún, esto se produce en una situación en que los otros grupos de la Izquierda Comunista se mantienen indiferentes a la amenaza de elementos cuyo único fin es la destrucción de las organizaciones proletarias, y con ellas, de la esperanza de una sociedad sin clases.
Pero aunque los otros grupos históricos del medio político proletario revelen su incapacidad para defender la organización revolucionaria, hay sin embargo elementos, que están en contacto con la CCI y con la Izquierda Comunista en general, que ven la importancia de esta batalla, y quieren tomar las armas ellos mismos para defender los principios y el futuro del proletariado revolucionario. Han escrito a la CCI para expresar su solidaridad y apoyo, y/o han enviado copias de las cartas que han escrito al BIPR para protestar por su comportamiento antiproletario y tratar de recuperarlos del borde del abismo.
Estas cartas abordan cuestiones que son vitales para la unidad de la clase obrera y sus elementos politizados, por esta razón publicamos extractos que animen la reflexión de otros que visiten nuestra página web. Hacemos pocos comentarios sobre su contenido, porque esencialmente las cartas hablan por sí mismas
La necesidad de defender el medio político proletario
El punto de partida de estas cartas es una reflexión sobre acontecimientos que surgen de la experiencia de los redactores como elementos en búsqueda de un marco que les permita comprender el mundo en que se ven obligados a vivir, e implicarse en un proceso para cambiarlo. Han encontrado el punto de referencia que necesitan en la Izquierda Comunista, y sienten profundamente que la campaña organizada por la FICCI y el Círculo de Argentina contra la CCI, también va contra ellos y contra toda la clase obrera. Esos ataques han sido una sacudida para ellos, y están indignados.
«Nosotros en la medida de nuestras posibilidades no vamos a tolerar que se tache a la CCI de estalinista ni a ningún grupo proletario que durante décadas ha luchado contra la contra-revolución más sanguinaria de la historia de la humanidad (...) No aceptamos que semejante calumnia se diga gratuitamente sin pruebas evidentes y mucho menos aún de grupos fantasmas de la trayectoria más dudosa como la FICCI» (carta firmada: “un grupo de trabajadores del país vasco”).
Muchos quieren mostrar su propia experiencia para defender a la CCI de las falsas acusaciones contra ella y para defender nuestro método de debate y la forma de tratar las cuestiones organizacionales.
«Las reuniones públicas a las que hemos asistido, las discusiones que a veces hemos llevado con vosotros sobre tantas cuestiones importantes para el movimiento obrero internacional, siempre se han llevado en una atmósfera de apertura y respeto mutuo. En particular, las divergencias políticas siempre se han discutido con una actitud autocrítica de solidaridad. A los nuevos participantes, que dudaban para tomar la palabra, o los que han planteado cuestiones controvertidas, siempre se les ha animado a participar plenamente en las discusiones.
Todo esto revela que las acusaciones lanzadas contra vosotros en la web del BIPR (Buró Internacional por el Partido Revolucionario, a través del “Círculo de Comunistas Internacionalistas” de Argentina, de que trabajáis y actuáis de forma estalinista, son pura denigración con intención de desacreditar a una organización revolucionaria presente en muchos países del mundo.
Apreciamos y damos la bienvenida a la apertura con la que habéis dado pasos para clarificar públicamente la orquestación de una campaña dirigida contra vosotros, y en última instancia contra nosotros también» (declaración adoptada por los participantes en una reunión pública de la CCI en Alemania a iniciativa de un simpatizante)
«...considero (a la CCI) una organización honesta, con una aportación inestimable a la clarificación en el medio político proletario, del que se considera –y puede considerarse- formar parte.
Es un grupo que siempre ha estimulado el debate de manera fraternal, respetuoso cuando ha habido discrepancias y algo que no había conocido anteriormente: ha proporcionado publicaciones de otras organizaciones del medio político proletario para su lectura.» (carta de AN, España)
«La CCI ha intentado clasificar un conjunto de comportamientos políticos bajo la definición de “parasitismo político”. Como alguien que ha manifestado muchas de esas actitudes aberrantes, puedo testificar que las “tesis sobre el parasitismo” de la CCI han sido un instrumento político indispensable para comprender las raíces y consecuencias de estos comportamientos. También puedo testificar que, a pesar de atacar a la CCI (¡aunque a un nivel mucho menor que otros parásitos!) nunca ha mostrado la mínima pizca de “estalinismo” hacia mí. En vez de eso, aunque sin abdicar de su derecho a defenderse, hizo todo lo posible para ayudarme a identificar lo que estaba haciendo y trabajar para superarlo, aunque aún quede mucho camino que recorrer. Ese no es el comportamiento de una organización que “no puede tolerar los desacuerdos” o que es “paranoica” o “alucina” ». (JB, Gran Bretaña)
«En ningún momento la CCI ha escamoteado o censurado los textos que han llegado a mis manos y debe recordarse que esta organización, por doloroso que ello sea, tuvo el coraje de sacar a la luz pública la crisis, dejó que corriese abiertamente el aire libre de la discusión evitando así cualquier tentación de resolverlo puertas adentro con maquinaciones chanchulleras, método ajeno al proletariado»(Rq España)
«Cuando han tenido problemas internos los han sacado a la luz para conocimiento de todos, esa actitud para nosotros les honra como una organización comunista auténtica y si hoy hay avances políticos, teóricos serios, se lo debemos a estos militantes revolucionarios que han resistido contra viento y marea contra todo intento de desnaturalizar el programa comunista desde el interior como del exterior.
También han tratado de sacar el debate a la arena internacional cuando ha habido conflictos tremendamente serios como las guerras que asolan el planeta, pero sabemos todos, por lo menos aquellos que hemos tenido un seguimiento, la respuesta de los demás grupos ante tales acontecimientos criminales. La CCI hizo llamamientos de unidad de acción contra la guerra imperialista, la respuesta ha sido siempre un total desprecio de los que se llaman a sí mismo internacionalistas y claro está, el partido único» (Trabajadores de Euzkadi.)
Dos de las cartas prestan atención al hecho de que las insidiosas maniobras del “Círculo de Comunistas Internacionalistas” y la FICCI han puesto específicamente al NCI en su línea de tiro. Tras esta preocupación por los camaradas del NCI subyace el apercibimiento de que este es un grupo –aunque sea en otro continente- que está haciendo el mismo esfuerzo concienzudo de clarificación que ellos; su preocupación es una expresión viva del carácter unificado internacional del proletariado y su lucha.
«...La CCI ha sido atacada y no solamente la CCI sino todos nosotros que tenemos la Izquierda Comunista como referencia política hemos sido atacados con maniobras que no son nada novedosas, sino que son artes criminales que utiliza la burguesía para destruir a los nuevos militantes o grupos proletarios. Y lo decimos así de claro porque hay pruebas evidentes de que, de la misma forma que la FICCI trató de destruir a la CCI desde el interior con todo tipo de maniobras, intrigas, etc., ha tratado de destruir a los compañeros de Argentina, generando todo tipo de dudas y sospechas que crearon confusión entre estos compañeros y la CCI.» (Trabajadores de Euzkadi)
«Expreso mi solidaridad a los compañeros del NCI en Argentina que pese a los manejos se han posicionado sobre esta crisis a través de varios escritos, valga por todos, la declaración de 27/10/04 y la de 7/11/04» (Rq , España)
La acción basada en los principios, en el centro de la defensa del medio político proletario
«La vida en el seno de las organizaciones comunistas ha de ser un reflejo de lo que será la futura sociedad comunista» (AND, España)
Los simpatizantes lidian con un asunto que es de inmensa importancia para el conjunto del proletariado; la acción basada en los principios y la corrección es condición para asegurar la verdad, la solidaridad y la dignidad de la clase obrera. Es decir, estos aspectos son parte de la naturaleza de una clase interesada en destruir las divisiones que se le imponen, y que no tiene ninguna razón de abatir a sus hermanos de clase para plantear intereses personales o sectoriales. Al contrario, sólo puede alcanzar su objetivo final llevando a cabo su unidad internacional de clase. Más aún, sus organizaciones políticas sólo pueden expresar la naturaleza de la clase que las ha generado.
En su carta, JB (Gran Bretaña), retoma esta cuestión en el contexto de las dificultades para forjar una organización revolucionaria:
«La construcción de la organización comunista es un proyecto cargado de dificultad y contradicciones –puesto que sólo puede existir como un cuerpo extraño en la sociedad burguesa y está consecuentemente bajo ataque permanente a todos los niveles de su existencia.
Para combatir este continuo ataque de los anticuerpos del orden burgués, los revolucionarios tienen que adoptar la comprensión colectiva más rigurosa sobre cómo tiene que funcionar una organización comunista. Por esto todas las organizaciones adoptan normas de funcionamiento y una precisa metodología organizacional para abordar los inevitables debates y desacuerdos que surgen en su interior.
Sin esas estructuras y principios, las organizaciones revolucionarias no existirían. No es ninguna vergüenza que hayan desacuerdos entre revolucionarios, ni tampoco que los militantes individualmente, o agrupados, abandonen la organización cuando ya no estén de acuerdo con su plataforma y sus posiciones.
Pero sí es vergonzoso:
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robar elementos del aparato interno de una organización para fines personales;
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difundir mentiras y difamaciones sobre camaradas individuales en secreto, en una tentativa de destruirlos;
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negarse a seguir los elementos más básicos de solidaridad comunista requerida a los militantes (por ej. el pago de las cuotas)
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robar fondos y material de la organización para impulsar los intereses de un grupito particular y no de la organización o del movimiento obrero en su conjunto;
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hacer de la elaboración de una cadena de las más viles difamaciones contra otra organización la clave de su existencia política
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robar las direcciones de los contactos y usarlas de la forma más irresponsable –los camaradas que dan sus detalles personales a una organización revolucionaria, es porque expresan una gran confianza en ella y muestran su solidaridad hacia esa organización y el comportamiento de la FICCI respecto a esto es una infame traición de esa confianza;
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hacer públicas las fechas de las reuniones internas de una organización proletaria, sometiendo así a esta organización, al riesgo de la intervención de las fuerzas de seguridad burguesas;
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hacer un esfuerzo para poner unas contra otras las diferentes secciones nacionales de una organización a través de adulaciones y mentiras;
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poner en peligro la seguridad personal de los militantes, intentando identificar sus contribuciones individuales a la prensa revolucionaria»
La responsabilidad de los grupos históricos de la Izquierda comunista
Igual que los contactos son conscientes de que el cuadro y principios del movimiento obrero son la base de su propia búsqueda de claridad y coherencia, también son conscientes de la responsabilidad que reside en las organizaciones que vienen de la tradición de la Izquierda comunista. O sea, del peso histórico de esos grupos cuya función es la salvaguarda y difusión del programa histórico y los principios secretados por la clase obrera. Las cartas al BIPR son extremadamente críticas acerca de la actitud de éste último en relación al ataque del Círculo y la FICCI contra la CCI.
«Los últimos meses, la FICCI y el Círculo han organizado una campaña de calumnias contra la CCI. Desafortunadamente la actitud del BIPR hacia la CCI en este asunto es absolutamente escandalosa. Esta actitud es incompatible con todo lo que representa la clase proletaria.
Para empezar, el BIPR colgó la “declaración de El Círculo” en su página web sin consultar a la CCI.
Además el BIPR ha mentido deliberadamente sobre el robo de la lista de direcciones de los suscriptores de la CCI, y ha usado esas direcciones en su propio interés. ¿Cómo llegaron las convocatorias del BIPR a enviarse a suscriptores de la CCI que sólo habían dado sus direcciones a la CCI?
Sobre el primer punto: nos preguntamos cómo una organización (el BIPR) cuyas bases son la tradición de la Izquierda Comunista y los principios proletarios, que conoce desde hace años a la CCI y considera que es una organización proletaria, puede tomar parte inmediatamente por El Círculo sin contactar ni siquiera a la CCI. Desde el punto de vista de los principios comunistas, el BIPR debería haber contactado primero a la CCI para preguntar su posición sobre la acusación (...)
Sobre el segundo punto, ¿Cómo puede una organización comunista, que se basa en principios como la confianza, la honestidad, la solidaridad, defender este robo y ocultar la verdad a sus propios militantes?
Mientras que el BIPR intenta acallar a la CCI diciendo que “con todo lo que pasa en el mundo, la CCI no tiene nada mejor que hacer que escribir ‘tomas de posición’ sobre sus disputas”, él mismo está plenamente implicado en el reagrupamiento con los parásitos. Esto es puro oportunismo.
Lo que el BIPR ha hecho en relación a los dos puntos mencionados antes y respecto a otras calumnias contra la CCI, va únicamente en el sentido de los intereses de la burguesía y contra los intereses del proletariado internacional.» (Dos simpatizantes de Amsterdam)
«Condenamos en los términos más enérgicos posibles que hayáis puesto vuestra página a disposición de esas inmundas campañas y hayáis permitido, sin el menor comentario, verificación o examen, que el Círculo de Comunistas Internacionalistas de Argentina insulte a la CCI tratándola de organización estalinista que emplea métodos nauseabundos.
Consideramos que, políticamente es perfectamente correcto y muy responsable, que la CCI excluya de la organización y de las reuniones a miembros que son culpables del robo de la lista de direcciones de suscriptores y que, con métodos burgueses de lo más escandaloso, sin ninguna prueba, hayan acusado a un miembro dirigente de la organización de ser un policía» (participantes en una reunión de la CCI en Alemania).
Un camarada de Francia recuerda al BIPR que la unidad en el campo proletario y el debate fraternal son indispensables para los revolucionarios:
«Dispersas y débiles, las pocas organizaciones revolucionarias que existen hoy, tienen que polemizar, discutir sistemáticamente las cuestiones históricas, así como por supuesto los hechos de actualidad. Y me parece que las contribuciones (regulares, argumentadas, lúcidas) de la CCI durante los últimos 30 años están lejos del “vacío político y metodológico” que denunciáis. Por supuesto que el debate por la claridad tiene que ser vivo y sin compromisos, pero también tiene, creo, que ser fraternal entre organizaciones de la Izquierda comunista. Porque si, como decís, hay tanto “trabajo que hacer para intentar comprender lo que pasa en el mundo”, también hay mucho que hacer para ACTUAR juntos (y qué fuerza aportaría) para distribuir JUNTOS, organizar reuniones COMUNES sobre las cuestiones esenciales, sobre lo que nos une: el internacionalismo, la lucha contra la guerra. ... Porque ‘La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados.’(Marx, Manifiesto inaugural de la AIT, en Obras escogidas de Marx y Engels, T. I, Akal editor 1975, Madrid, pag. 96)».
Una carta dirigida al BIPR por “dos jóvenes simpatizantes de la Izquierda comunista” también suscita la necesidad de relaciones fraternales entre las organizaciones revolucionarias. Además señala que el apoyo del BIPR al Círculo de Argentina y a FICCI contra la CCI, empaña su imagen como organización comunista a los ojos de los que, como ellos mismos, miran la tradición de la Izquierda comunista como una guía:
«... estamos abiertos a todas las organizaciones comunistas revolucionarias y muy a favor de la discusión entre estos grupos, discusión que es muy importante para nuestra clarificación política. Es una vía necesaria e indispensable para el desarrollo de la conciencia y la unificación del campo proletario sobre la base de un acuerdo sólido (...)
... hemos visto que en vuestra página web, apoyada por la FICCI, habéis publicado un texto del Círculo de Comunistas Internacionalistas de Argentina, que acusa a la CCI de negarse sistemáticamente a cualquier discusión con grupos que tengan opiniones diferentes a las suyas. Podemos asumir que estáis de acuerdo con esta opinión puesto que la publicáis. Semejante acusación, hecha sin la argumentación apropiada y sin ninguna explicación válida, nos parece más bien falsa, a la vista de los esfuerzos de la CCI para impulsar la discusión y llegar a una clarificación (...).
Vuestra acusación es completamente falsa, dado que, por lo que sabemos, la CCI ha hecho referencia a menudo al medio político proletario (...) y os ha mencionado como una de sus partes componentes, pidiéndoos muchas veces que intervinierais conjuntamente con ella contra la guerra imperialista. Más aún, en vuestra actitud, en particular en la reunión pública en Berlín del 15.05.04 sobre las causas de la guerra imperialista, (...) en la conclusión a la discusión, el interviniente por el BIPR defendió la posición de que la discusión había mostrado que el debate entre el BIPR y la CCI era ‘inútil’. (...)
Por eso vemos que vuestra actitud se desvía apreciablemente de la imagen que tenemos de una organización comunista revolucionaria, lo que por fuerza nos decepciona, y queremos señalaros en esta carta.
Además, ¿No es la solidaridad entre las organizaciones comunistas el motor del combate que nos une? Esperemos que nuestras críticas no se perciban como animadas por oscuras intenciones hacia el BIPR, sino al contrario, que ayuden a animar un análisis mejor de un problema importante que ciertamente no ha sido el objeto de una profunda reflexión».
El grupo de trabajadores del país vasco también critica el rechazo del BIPR del debate:
«Hay una frase escrita donde se descubre toda la debilidad del BIPR, ‘Estamos hartos de discutir con la CCI’.
En primer lugar nuestros antepasados nunca se hartaron de discutir, sino que era un deber de todos buscar la máxima claridad posible. Esa posición por la teoría es lo que se ha perdido y se debe retomar. Pero el BIPR no quiere el debate abierto y entre todos, solo quiere pura y llanamente la adhesión a sus posiciones sin ningún tipo de discusión ni de cuestionamiento. La típica actitud izquierdista, lo quieran ustedes o no. Falta mucho por hacer y debatir cual va a ser el futuro partido de la clase obrera, en esta tarea no sólo estará la CCI, el BIPR sino muchos grupos proletarios que surgirán, por lo menos esa es nuestra esperanza.
Rehuir del debate demuestra a las claras la debilidad teórica del BIPR y así cuando con su rabieta incontenida nos dice ‘ni a la CCI ni a nadie tenemos que rendir cuentas de nuestro comportamiento’. He aquí el ‘derecho divino’ del LIDER, con derecho a pernada que puede hacer todo lo que le venga en gana, porque los líderes están por encima del BIEN y del MAL. En adelante nuestra referencia de la moral y de la ética está en las obras completas de los JESUITAS».
El oportunismo del BIPR
Muchas de las cartas que se han enviado al BIPR condenan su oportunismo como indigno de una organización proletaria. O sea, estigmatizan una política caracterizada por la deserción de los principios para emplear medios que son ajenos al proletariado para “ir en cabeza” en lo que parecen concebir como una carrera para ganar los corazones y las mentes de la nueva generación. Los contactos también son conscientes de lo muy autodestructiva que es la política de promiscuidad del Buró con la FICCI y el Cïrculo. Estos caballeros pretenden, no sólo la destrucción de la CCI por medio de sórdidas maniobras, sino también la anulación política del BIPR, aunque en este caso a través de lisonjas y cantos de sirena.
Como dice GW de Gran Bretaña al BIPR: “...la creación del BIPR de la CWO y BC estuvo fuertemente marcada por un antiCCIsmo y un salto oportunista. Ahora sin embargo creo que el desarrollo reciente muestra un descenso cualitativo en la actividad del BIPR que amenaza su existencia misma como fuerza revolucionaria. Ahora es aparente lo que ha estado implícito por algún tiempo: el BIPR se ve a sí mismo no como camaradas de la CCI, sino en competición con ella.. Esta actitud de tendero básicamente burguesa, si no se revierte radicalmente, puede firmar la sentencia de muerte del BIPR como expresión del proletariado (...) Esto es justamente lo opuesto de la solidaridad de la clase obrera, de la confianza en la clase obrera, y los hechos recientes confirman que entendéis y compartís muy poco de esos atributos fundamentales y esenciales de una clase revolucionaria. (...) Publicar y poner enlaces a cualquier página antiCCI, de fulano o mengano, muestra una desverguenza y una traición fundamental a los principios del movimiento obrero por vuestra parte. Excusáis flagrantemente el robo a una organización revolucionaria porque se haría en nombre de ‘los derechos de liderazgo’. Podriáis decir que es la esgrima de los negocios y la demolición de un rival. Al menos sería más honesto...”
El grupo de trabajadores del país vasco también dice al BIPR con términos que no dejan lugar a dudas, que sus métodos están contra todo por lo que lucha la clase obrera y que van a tolerarse:
«NO SEÑORES del BIPR, en nuestra clase no todo vale, nuestra moral proletaria es la antítesis de la moral burguesa, aquí todos tienen que rendir cuentas, incluso ustedes y con más motivo aún que nadie pues han salido en defensa de la FICCI, de sus métodos mafiosos o ¿pretenden acaso que aceptemos a pies juntillas su carta y las barbaridades que dicen en ella?
Ustedes han escrito esa carta vía Internet para máxima audencia, pues bien se deben a los que hemos leído. No aceptamos que se justifique el robo de algo tan sagrado como el fichero y el dinero de una organización proletaria y nos repugnan los argumentos tan vulgares como que son líderes o la vieja guardia. ¿Qué pretenden? ¿Llevar a la vía correcta a la CCI?, No tienen derechos adquiridos para hacer pillaje.
SI SEÑORES del BIPR, ustedes tienen que dar cuentas y no solamente a la CCI sino a todos nosotros. ¿Cuál es su moral, qué codigos de conducta y de comportamiento tienen? ¿Son parte de la clase obrera? En este tema también existen fronteras de clase».
Los contactos están pasmados de que una organización de la Izquierda comunista excuse el robo de la FICCI de la lista de direcciones de los contactos de la CCI. Están afrentados de que se defienda sobre la base de que los elementos que se marcharon para formar la FICCI fueran supuestamente “dirigentes” de nuestra organización (ver “Respuesta a las estúpidas acusaciones de una organización en vías de degeneración”, en la página web del BIPR). Los “dos jóvenes simpatizantes de la Izquierda Comunista” preguntan al BIPR, «¿realmente pensáis que los “dirigentes” de una organización comunista tienen más derechos y poder que el resto de militantes, específicamente en este caso, la propiedad exclusiva de documentos comunes?».
Una cuestión muy pertinente. Esperemos que el Buró se digne a responderla, porque contrariamente a su afirmación de que «no tenemos que dar cuentas a la CCI ni a nadie de nuestros actos políticos», estos elementos que buscan una dirección política en el movimiento de la Izquierda Comunista tienen todo el derecho (un deber incluso), a pedir que las organizaciones revolucionarias den cuenta de sus actos. Igualmente, esas organizaciones tienen la responsabilidad de explicar sus opciones políticas ante la clase obrera que las ha generado.
El “grupo de trabajadores vascos” también tiene algo que decir en este punto:
«Los términos que utiliza el BIPR como el de “la vieja guardia dirigente” nos generan un profundo ASCO pues refleja la concepción de partido típicamente burgués y no es pues por casualidad que los “dirigentes” se unan para manipular a su antojo a todos los militantes honrados que se acerquen a la Izquierda Comunista y qué mejor ejemplo que lo que ha pasado en Argentina; ni se puede perdonar tolerar que semejante actitud no sea denunciada a los cuatro vientos. Quien trate de destruir un grupo proletario no merece nuestro respeto sino el desprecio».
Un camarada de Suecia se refiere a la posición del BIPR de que el robo de la lista de direcciones no fue un robo puesto que esos “dirigentes” de la CCI querían reconducir al buen camino a los militantes de la CCI:
«La lógica para defender el robo es peor que el mismo robo. El BIPR plantea una posición religiosa o izquierdista sobre el papel dirigente del partido. Los militantes de la CCI no son idólatras religiosos que pueden ser dirigidos al buen camino, ni tampoco son soldados de a pie que pueden ser guiados por un mando. Mi opinión es que los militantes de la izquierda comunista (no sólo los de la CCI) contrariamente a los de la izquierda del capital, son capaces, inteligentes y analíticos, en pocas palabras, verdaderos revolucionarios».
Como se pregunta otro camarada que escribe de América, «¿En qué punto cruza el oportunismo la línea de clase? Adoptar tácticas burguesas es un primer escalón en dirección a adoptar la ideología burguesa, ¿No?» (IO).
Llamamiento de los contactos al BIPR
Como dice GW, «los acontecimientos recientes muestran una pendiente cualitativa en la actividad del BIPR que amenaza su propia existencia como fuerza revolucionaria». Conscientes de las peligrosas aguas en las que está fondeando el BIPR, la preocupación de los contactos es rescatarlo del abismo al que parece que está dispuesto a saltar a instancias de la amable invitación de la FICCI.
Los dos camaradas de Amsterdam dicen, «condenamos esta actitud oportunista del BIPR hacia la CCI. Esperamos que, en interés de la lucha de clases y la unidad proletaria, el BIPR hará una autocrítica de su actitud en este asunto».
La declaración de los participantes en la reunión de la CCI en Alemania dice:
«Hacemos un llamamiento para que volváis al terreno de la forma y los principios proletarios de confrontación, lo que significa:
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la publicación inmediata en vuestra prensa y vuestra página web de nuestra carta y del comunicado de la CCI sobre estos sucesos,
-
la creación, con vuestra participación, de una comisión independiente del campo de la Izquierda Comunista para examinar y clarificar las acusaciones contra la CCI.
-
La ruptura de cualquier colaboración con los antiguos elementos de la CCI que se han agrupado en la FICCI (la llamada “Fracción Interna de la CCI”) o su entorno.
-
Denunciar y combatir públicamente los métodos del robo de dinero y direcciones de contactos y las campañas de odio contra la CCI.
Deberiáis asumir por fin la responsabilidad colectiva que tenéis hacia el proletariado internacional. Sentaros a la mesa con la CCI y otros revolucionarios y discutid públicamente las cuestiones centrales del movimiento obrero, del capitalismo y su derrocamiento».
JB de Gran Bretaña, declara:
«La cuestión del parasitismo es de las que concierne a toda la Izquierda Comunista. Apoyo el llamamiento de la CCI para que las otras organizaciones proletarias y sus contactos y simpatizantes tomen posición sobre las tesis de la CCI sobre este fenómeno para:
-
explicar si creen o no que existen los modelos de “parasitismo” identificados por la CCI, y porqué
-
proveer explicaciones alternativas a este comportamiento si están en desacuerdo con la explicación de la CCI sobre su existencia
En pocas palabras, para desarrollar la discusión de la forma más amplia y rigurosa posible, puesto que incumbe al conjunto del movimiento obrero».
RQ, de España, subraya la responsabilidad general de los elementos políticos del campo proletario:
«El Medio Político Proletario debe asumir su responsabilidad. El desarrollo de los acontecimientos con la irrupción en la crisis del BIPR, reconociendo que mantiene y mantendrá la colaboración con la FICCI; la intervención de última hora de un turbio Círculo de Comunistas Internacionalistas en Argentina y el silencio de otras organizaciones que deberían haberse pronunciado contra la conducta de los elementos de la FICCI, pues ninguna organización proletaria que esté viva se encuentra a salvo de ellos, da la impresión que unos por acción y otros por omisión se haya organizado, en mi opinión, un especie de complot contra una organización revolucionaria como es la CCI».
La importancia de la solidaridad
IO de América nos pregunta: «tengo que preguntarme porqué prestáis tanta atención a la FICCI (...) Supongo que hablar sobre ellos es útil quizás como lección del parasitismo en acción, de otra forma, ¿No tendríamos que ignorarlos mayormente?» Si hemos dedicado tanto tiempo y esfuerzo en nuestro combate público contra la pérfida alianza del parasitismo y el oportunismo, representados por la FICCI y el BIPR, es porque –independientemente de las fuerzas en juego- estamos combatiendo para defender los principio de acción y organización en los que tiene que basarse un día el partido de la clase obrera. Estamos firmemente convencidos de que si no defendemos esos principios ahora, después fallaremos en nuestras tareas y estaremos comprometiendo el futuro desarrollo de todas las organizaciones revolucionarias.
La pasión y la convicción con la que nuestros contactos han entrado al combate en defensa de los principios proletarios, es suficiente para reconfortar las entretelas de cualquier corazón revolucionario. Prueba que la insistencia de la CCI de que los principios de comportamiento son una necesidad política no es una voz perdida en el desierto de la conveniencia, el cinismo y el oportunismo. Este simple acto de solidaridad es aún más importante puesto que la CCI ha recibido recientemente amenazas, por ejemplo de UHP-Arde[1], y otras anónimas.
Consciente de la gravedad de los hechos recientes, RQ (España) los vio inicialmente como un paso atrás para la clase obrera. Después de una mayor reflexión sin embargo, dice: «...creo que la CCI y el proletariado no afronta un retroceso, sino que por el contrario se trata de un avance por el método con el que se ha confrontado, que es el método del marxismo y por ende el de las organizaciones revolucionarias que consiste, como ya sucedió en la Primera Internacional contra los bakuninistas, en sacar a la luz del día ante los militantes y frente al proletariado entero el problema o la crisis con toda su aspereza, discutir e ir a sus raíces sin ninguna restricción».
Esta, como las otras cartas, muestra la indomable determinación de comprender y avanzar, por dura que pueda ser la batalla, este es el sello distintivo del proletariado como clase revolucionaria. Los simpatizantes reconocen que la lucha por el comunismo es más profunda y global que la búsqueda de una lista de posiciones correctas. El método marxista significa un cuestionamiento de cada aspecto de esta sociedad descompuesta y sólo él puede dar vida a reflexiones, cuestionamientos y la búsqueda de la verdad sin tapujos. Este es el guante que han recogido los redactores de estas cartas.
Dejamos la última palabra a los participantes de la reunión pública de la CCI en Alemania, que expresan un sentimiento que encierra la impagable solidaridad que nos han mostrado nuestros simpatizantes:
«!No os rindáis, apoyamos vuestra lucha!».
1. En un artículo de Internet titulado “la ciencia y arte del zoquete”, UHP-Arde acusa a la CCI de defender la política de la burguesía, nos llama imbéciles y concluye con estas palabras: «Contra las campañas de la burguesía para falsificar y reprimir nuestra lucha, y muerte a los imbéciles.