Enviado por Accion Proletaria el
CARTA DE LA CCI.
Camaradas:
La noticia de la muerte del camarada Mauro nos ha llenado de tristeza (...) Los militantes de nuestra organización que lo conocieron personalmente van a echar en falta su vivacidad y su actitud afectuosa.
Pero hay, además, dos razones más por las cuales su muerte nos afecta especialmente.
En primer lugar, sentimos la desaparición de Mauro como una pérdida para la clase obrera. Sus cualidades personales, especialmente sus dotes de orador y redactor, eran desde luego muy reseñables, pero para nosotros lo más importante era su compromiso y su implicación militante. Un compromiso y una implicación que mantuvo aún cuando la enfermedad le iba ganando el combate.
En segundo lugar, no podemos olvidar que Mauro era hijo de Luciano, un miembro de la Fracción Italiana a quien nuestro camarada MC tenía en gran estima, y no sólo por su compromiso militante, sino también por su lucidez, ya que fue uno de los primeros militantes de la Fracción que comprendió plenamente las implicaciones del período histórico abierto por la Primera Guerra Mundial, sobre la cuestión fundamental de la naturaleza de los sindicatos.
Una de las consecuencias de la terrible contrarevolución que se abatió sobre la clase obrera tras la derrota de la revolución mundial, ha sido la práctica desaparición de una tradición muy viva en el movimiento obrero del pasado que hacía que muchos hijos (como los de Marx, Wilhem Liebknecht, y otros muchos más), recogían el testigo de sus padres, manteniendo la continuidad entre generaciones en el combate del proletariado. Mauro ha sido uno de los muy escasos ejemplos de continuación de esa tradición en nuestra época, y eso hace aumentar nuestras simpatías hacia él. (...).
Por eso, camaradas del BIPR, podéis estar seguros de la absoluta sinceridad de nuestra solidaridad y de nuestros saludos comunistas.
RESPUESTA DEL BIPR
Camaradas,
En nombre del BIPR quiero agradecer vuestra solidaridad ante la gravísima perdida del camarada Mauro. Como bien decís significa, para nosotros, una perdida muy dolorosa. Por sus cualidades humanas, por su pasión y entrega a la causa del proletariado, Mauro era de ese tipo de camaradas que no se da todos los días. Su ser comunista estaba, si puede decirse así, “inscrito” en sus genes: no solo por provenir de una familia que tanto ha dado a la causa del comunismo, sino, sobre todo, porque su espíritu se rebelaba instintivamente ante la más mínima manifestación de opresión e injusticia. No será fácil llenar el vacío político que deja y, desde luego, será imposible llenar el vacío humano (...).
Reiterando nuestro agradecimiento os enviamos nuestros saludos comunistas.