En el terreno económico, el autobombo del Gobierno por haber alcanzado el 8º puesto del ranking mundial, no puede disimular que en la guerra a muerte que libran todas las burguesías nacionales por sobrevivir en la crisis económica del capitalismo mundial, el capital español pierde posiciones a una velocidad de vértigo. Hace sólo 8 años España presentaba un discreto déficit en su balanza exterior (2600 millones de euros). Cuando Zapatero sustituyó a Aznar ese déficit rozaba los 40 mil millones. Con el gobierno “socialista”, la cosa ha ido a peor, y el déficit comercial español ha ido aumentado - ¡a un ritmo de más del 30% anual! - hasta colocarse en la cabeza de los países desarrollados con más déficit comercial (un 7’5% del PIB, más incluso que EE.UU). Si la imparable agravación de la crisis económica mundial, obliga a cada capital nacional a defender con uñas y dientes los mercados solventes en los que vender sus mercancías, el capitalismo español no sólo está perdiendo mercados en el exterior, sino que está perdiendo posiciones en el propio mercado interno.