La
situación en Egipto es, en el momento en que enviábamos este artículo a
imprimir, claramente explosiva.
Millones de personas han salido a las calles, desafiando el toque de queda, el
régimen estatal y la sangrienta represión. En Túnez continúa el movimiento
social; la huida de Ben Alí, las reformas gubernamentales y la promesa de
próximas elecciones no bastan para contener la cólera profunda de la población.
También en Jordania, miles de manifestantes gritan que están hartos de la
pobreza insoportable. En Argelia, sin embargo, la protesta ha sido reprimida
sin más.