Hace 40 años, en el verano de 1980, la clase obrera de Polonia puso al mundo en ascuas. Un gigantesco movimiento de huelga se extendía por todo el país: varios cientos de miles de trabajadores hicieron huelgas salvajes en diferentes ciudades, sacudiendo a la clase dirigente en Polonia como en otros países. La huelga de masas en Polonia fue una de las luchas más importantes del proletariado mundial a finales del siglo XX. Así como fue la revolución rusa de octubre de 1917 la que obligó a la burguesía de ambos lados a firmar el Armisticio del 11 de noviembre de 1918 y a poner fin a la primera carnicería del mundo, la huelga masiva de los trabajadores polacos levantó la tapa de uno de los regímenes más bárbaros y sanguinarios conocidos por la humanidad en el último siglo: el estalinismo. Estos dos eventos, que marcaron el comienzo y el final del siglo XX, muestran que la clase obrera es, en efecto, la única fuerza de la sociedad que puede cambiar el mundo. Con motivo de este cuadragésimo aniversario, publicamos en este periódico un artículo publicado en septiembre de 2000 en Welt Revolution (órgano de prensa de la CCI en Alemania) que recuerda la formidable lucha dirigida por los trabajadores de Polonia en agosto de 1980.