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Ni Israel ni Palestina ¡Los obreros no tienen patria!

A la guerra en Ucrania, a la de Nagorno-Karabaj, a las que proliferan en África, se une ahora otra explosión de barbarie imperialista: la guerra Israel – Gaza. Es un nuevo eslabón en la cadena hacia la destrucción de la humanidad con la que nos amenaza el capitalismo. El proletariado necesita rechazar a todos los bandos en conflicto, ni Israel ni Palestina, ni el Tsal ni Hamas, por la lucha autónoma de clase, LOS OBREROS NO TENEMOS PATRIA.

Gaza: Guerras y Pogromos, ese es el futuro que nos ofrece el capitalismo

Estamos ante un nuevo episodio del eterno conflicto imperialista palestino que tiene secuestrados a miles de palestinos en campos de refugiados, que ha militarizado brutalmente tanto la sociedad israelí como los territorios de Gaza y Cisjordania, que lleva a periódicos enfrentamientos bélicos con un saldo de miles de muertos y heridos, que somete al proletariado de la zona no solamente a la miseria y la represión, sino a las matanzas, los pogromos y las divisiones étnicas y religiosas. Y es lo que vemos en esta nueva expresión de la barbarie imperialista: junto a los bombardeos y las exacciones salvajes del ejército israelí replicados por los no menos salvajes lanzamientos de cohetes de Hamas – Yihad islámica, asistimos a linchamientos, ataques, enfrentamientos de judíos contra árabes y viceversa, mostrando claramente el rostro de la barbarie capitalista.

En esta escalada de barbarie imperialista y descomposición social el proletariado no tiene que elegir campo entre los bandidos que se afrontan utilizando a las poblaciones respectivas como carne de cañón y escudos humanos. Tiene que defender su autonomía de clase y luchar contra todos pues todos son enemigos, bárbaros representantes del capitalismo.

Ante las próximas elecciones en Israel, una perspectiva de clase

Oriente Medio ha sido terreno de confrontación imperialista desde hace un siglo. La barbarie y la brutalidad de la guerra imperialista ha llevado a una militarización extrema de la vida social en los países de esa región del mundo. Siria, Egipto, Arabia Saudi, Irán y, sobre todo, Israel, son sociedades brutalmente militarizadas con un régimen de economía de guerra que despliega políticas de explotación inmisericorde de los proletarios de la zona y que vuelca permanentemente sobre ellos el veneno del nacionalismo y las divisiones religiosas. Por ello, nos sentimos postivamente esperanzados por la aparición de una voz internacionalista en Israel que denuncia a todos los bandos en conflicto, el nacionalismo de unos y otros, abogando por la unidad de los obreros árabes e israelíes y por construir un partido de clase proletario.

Guerra, pogromos y destrucción de la conciencia

Según las últimas encuestas, el 87 %, incluso 97 % de los israelíes apoyaba la ofensiva militar en Gaza cuando se encontraba en su punto más intenso. Algunos incluso hacían fiestas en las colinas con vista a la Franja, bebiendo cerveza mientras observaban el mortal espectáculo de fuegos artificiales desde lejos. 

Israel y Palestina: poblaciones que son rehenes de la guerra imperialista

Una vez más, misiles y aviones israelíes han estado machacando Gaza. En 2008, en la operación “Plomo Fundido” se llegó a casi 1500 muertos, la mayoría de ellos civiles, a pesar de asegurar que se trataba de “ataques quirúrgicos” contra objetivos terroristas. La franja de Gaza es una de las zonas más pobres y pobladas del mundo y es absolutamente imposible separar las zonas residenciales de las “instalaciones terroristas” que las rodean. Con todas las armas sofisticadas a disposición de los Israelíes, la mayor parte de víctimas en la campaña actual son también civiles, mujeres, niños y ancianos.

De Israel a Turquía: todos los Estados promueven la guerra

El pasado 31 de mayo , Israel atacó la "flotilla de la libertad" fletada por Turquía que llevaba "ayuda humanitaria" a los habitantes de la Franja de Gaza. El acto en sí fue especialmente chocante: uno de los ejércitos más modernos y mejor preparados del mundo mata sin miramientos a militantes pro palestinos desarmados. Y para añadir mayores dosis de cinismo, los responsables israelíes pretextarán que es "en defensa propia" contra barras de hierro o... ¡cuchillos suizos!

Guerra en Líbano, Oriente Medio, Irak - Sí, hay una alternativa a la barbarie capitalista

La posición de los revolucionarios ante la guerra que arruina permanentemente Oriente Medio o el conflicto que recientemente acaba de ensangrentar Líbano e Israel no puede dejar lugar a la ambigüedad. Por eso apoyamos plenamente las pocas voces internacionalistas y revolucionarias que se hacen oír en esas regiones, como la del grupo “Enternasyonalist Komunist Sol” de Turquía. En su toma de posición sobre la situación en Líbano y Palestina que hemos publicado en varios órganos de nuestra prensa territorial y en nuestra página WEB, ese grupo rechaza con firmeza cualquier tipo de apoyo a las camarillas y facciones burguesas rivales que se están enfrentando y cuyas víctimas directas son millones de proletarios, sean de origen palestino, judío, chií, suní, kurdo, druso y demás. Con razón ese grupo afirma que “el imperialismo es la política natural de cualquier Estado nacional o cualquier organización que funciona como un Estado nacional”. También denuncia que “en Turquía como en el resto del mundo, la mayor parte de los izquierdistas han apoyado totalmente a la OLP o a Hamás. En la última guerra, se han expresado como un solo hombre para decir que “todos somos Hizbolá”. Siguiendo esa lógica que dice que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, han apoyado plenamente a esa organización violenta que precipita a la clase obrera en una guerra nacionalista desastrosa. El apoyo de los izquierdistas al nacionalismo nos indica por qué no tienen nada que decir diferente de los que afirma el MPH [Partido de la acción nacionalista, o “Lobos grises” fascistas] (…) La guerra entre Hizbolá e Israel y la guerra en Palestina son guerras interimperialistas y todos los campos en liza utilizan el nacionalismo para alistar a la clase obrera de su región. Cuanto más sean aspirados los obreros hacia el nacionalismo más perderán su capacidad para actuar como clase. Por ello ni Israel, ni Hizbolá, ni la OLP ni Hamás han de ser apoyados, sean cuales fuesen las circunstancias”. Esto demuestra que la perspectiva proletaria vive y sigue afirmándose, no solo a causa el desarrollo de las luchas de la clase obrera en el mundo entero, Europa, Estados Unidos, América Latina, India o Bangladés, sino también porque están apareciendo en varios países grupos y elementos politizados que intentan defender las posiciones internacionalistas que son el signo distintivo de la política proletaria.

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