Enviado por Revolucion Mundial el
5ª Conferencia Panamericana de la Corriente Comunista Internacional
Un paso importante hacia la unidad de la clase obrera
A mediados de noviembre del 2010 celebramos nuestra 5ª Conferencia Panamericana a la que asisten las secciones territoriales que la CCI tiene en el continente y, además, varios delegados de otras secciones y del órgano central de nuestra organización. En este tipo de asambleas generales, hacemos balance de las actividades realizadas en los dos años anteriores, relacionadas fundamentalmente a la intervención en nuestra clase y también discutimos acerca de la situación del capitalismo y de la lucha de clases, discusiones que necesariamente se refieren a las orientaciones generales del Congreso internacional de la CCI que es nuestra instancia soberana. En esta ocasión, por primera vez en la región, esta reunión se vio beneficiada por la asistencia de varios grupos y elementos internacionalistas provenientes de varios países del continente. De Brasil: OPOP (Oposición Obrera), Colectivo Labuta; de Ecuador: NDI (Núcleo de Discusión Internacionalista); de Perú: GLP (Grupo de Lucha Proletaria), ORGAP (Organización Anarco Punk) y BMP (Bloque Marxista de Propaganda); de EU: contactos cercanos a la CCI; de México: Política Obrera. Al nivel individual, asistieron varios camaradas que asisten regularmente a nuestras reuniones públicas Y también algunos compañeros de los países mencionados que están en proceso de discusión con vías a la integración a nuestra organización. Esta composición la transformó en una verdadera asamblea internacionalista donde se dio el encuentro de varios grupos políticos e individuos que expresaron las potencialidades presentes del proletariado para romper el aislamiento, para hacer vivir la solidaridad, para luchar por la unidad.
Los informes, preparados con anticipación por la CCI, trataron de varias cuestiones internacionales y nacionales: la lucha de clases internacional, la cuestión de la crisis mundial, las tensiones imperialistas en el mundo y en particular en el continente americano, las actividades de la CCI y de la sección de RM, además del tema de profundización teórica-política relacionada con la función de los revolucionarios. Desde el principio, la reunión decidió por unanimidad privilegiar la discusión de la situación de la lucha de clases para clarificar lo más posible acerca de las condiciones del combate del proletariado y de cómo deben intervenir los revolucionarios dentro de su clase. También se decidió discutir de manera amplia acerca de las actividades generales de la CCI y de la vida interna de RM; igualmente fue puesto en la agenda el punto de la situación nacional de México ya que una de las tareas de esta reunión también tiene que ver con este análisis dado que es el país donde milita la sección territorial de RM. Sobre las discusiones habidas, que fueron en verdad muy animadas y profundas, no podemos sino puntualizar sólo algunos aspectos importantes.
La lucha de clases en el mundo
Fue la principal discusión y la que abrió la conferencia provocando un vivo interés de los participantes que prepararon informes y análisis que daban cuenta de la lucha obrera en varios países. Fundamentalmente, la conclusión remarcó que desde el 2003 cuando el proletariado empezó a responder a los ataques de la burguesía después de 15 años de reflujo y retroceso de la conciencia en la clase (provocado por la campaña del "fracaso del comunismo"), las luchas recientes del 2010 desarrolladas sobre todo en Europa (Grecia, España, Francia, Inglaterra, Irlanda...) y parte de Asia (Turquía, India...), se producen después de que los trabajadores sufrieron un cierto shock por los brutales ataques derivados de la crisis económica generalizada del 2007-2008 y expresan un hartazgo y un rechazo a aceptar resignadamente los ataques redoblados del capital. Si bien este cambio en la situación se está produciendo en medio de una confusión y una desorientación sobre cómo luchar, cómo organizar y controlar las luchas y, sobre todo, con muchas ilusiones acerca de los sindicatos que están en primera línea para evitar el desarrollo de una dinámica de lucha obrera auténtica. Se destacó que las asambleas generales que han aparecido expresan un avance en cuanto a la reapropiación de las enseñanzas de sus luchas pasadas para tomar el control de su combate y es necesario redoblar los esfuerzos para que los sindicatos no las desvirtúen o las clonen de manera apócrifa. En el periodo que sigue la respuesta obrera a los ataques económicos va a continuar dado que la crisis se está recrudeciendo y además hay la percepción en los trabajadores de que la situación va a empeorar, sin embargo, el lazo no es mecánico entre los ataques y el aumento de las luchas, además de que todavía es necesario desarrollar una reflexión en las filas obreras acerca de cómo ir a la lucha, cómo controlarla, etc. Todavía hace falta que la clase obrera recobre su confianza y refuerce su identidad de clase, lo que le proporcionará la fuerza para sobrepasar sus confusiones y para ir con más decisión al combate, para decidirse a construir un amplio movimiento masivo que no sólo detenga los ataques sino que se plantee además la perspectiva final de sus luchas.
Estamos apenas presenciando los primeros esfuerzos en este sentido, y aunque ya se han expresado interesantes intentos para desarrollar la solidaridad, o se ha presentado la simultaneidad de luchas lo que posibilita la cuestión de la extensión o la aparición de una nueva generación de obreros que, aunque minoritaria, ha empezado a cuestionar al capitalismo mediante la reflexión y la búsqueda de las posiciones proletarias, esta maduración apenas está en proceso y todavía debe fermentar en el conjunto de la clase y desembocar en las luchas masivas que el proletariado requiere para recobrar la confianza en sí mismo, en su potencia social y en su proyecto histórico.
Esta dinámica es aún muy heterogénea entre el proletariado de Europa más experimentado históricamente y el de los países de la periferia como es el caso de América Latina donde aparte de una falta de experiencia, por ejemplo, en la confrontación con los sindicatos pesan también las campañas nacionalistas y democráticas amén del peso de la descomposición social generalizada que está dislocando a la sociedad y lanzando hacia el proletariado todos sus efectos tóxicos que también influyen en la situación de confusión y desorientación tan acentuadas que experimenta la clase obrera y que le impide hasta ahora desplegar alguna respuesta ante el vendaval de los ataques de la burguesía.
Con todo, las tendencias de la lucha son positivas como lo demuestra, por ejemplo, el despertar del proletariado en los EU (ver artículo en este número) que también ya deja ver su determinación de sumarse a la lucha de sus hermanos de clase en el resto del mundo. Las discusiones fueron muy claras en cuanto a que no puede haber revolución mundial sin el proletariado norteamericano y sus minorías revolucionarias.
El balance de las actividades
La evaluación hecha del desempeño de nuestra organización en su trabajo cotidiano necesariamente se refirió a las dos orientaciones centrales, emanadas de nuestro último congreso internacional, y que guían las actividades del conjunto de la organización, resultando un balance ampliamente positivo:
- el trabajo de apertura hacia los elementos del movimiento obrero que están trabajando en muchas partes del mundo a favor de la clase obrera, se ha realizado de manera regular y se han hecho grandes progresos: hacia el medio internacionalista en América Latina y América del norte; en dirección al medio anarquista específicamente internacionalista; en relación a la nueva generación de proletarios que está cuestionando fuertemente la explotación capitalista; en fin, hacia las expresiones de la lucha obrera que está conociendo en este periodo una cualidad diferente.
- el saneamiento del tejido organizativo ha ocupado grandes energías de los militantes en los dos últimos años, poniendo en el centro el combate al espíritu de círculo: expresado entre otras cosas en roles individualistas, en cierta atomización, en deficiencias en la cultura del debate, en deficiencias en cuanto al trabajo de equipo, etc., opuesto completamente al funcionamiento proletario colectivo y centralizado: basado en lazos sociales de solidaridad, de fraternidad y de confianza necesarios para forjar la unidad de la organización. Este rubro es indispensable para que la CCI sea capaz de cumplir su papel de intervención en general dentro de la clase y en particular en cuanto a la apertura.
La discusión de estos rubros, a pesar de tener un carácter interno de la CCI, se benefició de la participación de los camaradas invitados pues se debatía precisamente acerca de los problemas que aquejan al funcionamiento de la organización política del proletariado y que es necesario conocer para poder construir el futuro partido comunista, y esta problemática no es, ni mucho menos, exclusiva de la CCI, sino que atañe a todos los organismos segregados por el proletariado en cualquier parte del globo. Las resoluciones adoptadas orientan las actividades futuras también en este sentido.
La discusión sobre la función de los revolucionarios
La articulación hecha entre los puntos anteriores y esta cuestión dio a la conferencia un carácter profundamente militante, todos los participantes tenían como preocupación central la clarificación acerca de cuál es el papel de los revolucionarios, cuál es la relación entre la clase y sus minorías, cómo hay que intervenir, etc. Luego de haber analizado la evolución de la lucha de clases, sus dificultades, sus avances, sus necesidades actuales, la conferencia hizo un esfuerzo importante para desarrollar lo más lejos posible la clarificación alrededor de este asunto candente en este periodo histórico. Las posiciones expuestas en las intervenciones permitieron realmente una homogenización de varios conceptos que el movimiento obrero ha destacado como lecciones desde su nacimiento, en particular aquella de que los revolucionarios son una parte, la más clara, del conjunto de la clase y que, en consecuencia, se esfuerza para aportar al avance de su conciencia y de su organización. Este debate también destacó una divergencia alrededor de la cuestión crucial de cómo se concibe el proceso de toma de conciencia de la clase obrera, su capacidad para construir una conciencia comunista de su lucha y sus objetivos históricos y, en consecuencia, de cómo se entiende el papel de los revolucionarios en este proceso; si son parte activa que contribuye desde dentro de su clase o si tienen la función de llevar la conciencia desde fuera dado que la clase tendría problemas para integrar por sí misma una conciencia plena y global de las condiciones de su lucha y de sus objetivos. Una diferencia de análisis perfectamente entendible puesto que se refiere a una cuestión crucial y muy compleja de la relación entre los revolucionarios y su clase. Un debate que no ha terminado y que deberá proseguirse en el periodo que viene, en particular entre la CCI y OPOP ([1]).
El análisis de la situación nacional
En el mismo tenor, aunque esta discusión abordó todos los aspectos clave de la situación nacional: crisis económica, pugnas interburguesas y lucha de clases, lo hizo efectivamente con la intención de clarificar lo mejor posible las condiciones en las que lucha la clase obrera en esta región, desnudando el proceso real de depauperación de los trabajadores, alertando sobre la descomposición social acelerada del sistema y enfatizando acerca de las trampas que tiende la burguesía para evitar que la lucha obrera se desarrolle en su terreno, principalmente vía el sindicalismo y los partidos de la izquierda del capital. Enseguida de este artículo presentamos la resolución sobre la situación nacional que resume este análisis y despeja perspectivas para el siguiente periodo.=
Conclusión
Esta conferencia panamericana no sólo fue un momento importante en la vida de nuestra organización sino que, al mismo tiempo y eso le dio una cualidad nueva, se convirtió desde el inicio no sólo en una verdadera asamblea internacionalista entre proletarios revolucionarios, sino también en un verdadero acto internacional sostenido por varias decenas de camaradas proletarios que, a pesar de las dificultades del idioma (las intervenciones fueron en español, portugués, inglés) encuentran siempre un código común para comunicarse, el lenguaje de la lucha de la clase obrera; de esta manera responden a las exigencias de su clase: la necesidad de hacer vivir la cultura de la discusión abierta y fraterna para clarificar sus posiciones y avanzar en la tendencia que anima al movimiento obrero, la lucha por la conciencia y la unidad.
Aún si se trata de un esfuerzo modesto todavía, en perspectiva debe considerarse como un acontecimiento sin precedentes y de talla histórica en esta región que expresa no sólo el desarrollo espectacular de las minorías revolucionarias en América como lo hemos demostrado en los últimos años sino las potencialidades de la lucha de clases contenidas en la situación actual. En tal sentido, es un punto de partida al cual asirnos para lograr mayores metas en el futuro.
El éxito de esta conferencia se debe completamente al tremendo esfuerzo del conjunto de los camaradas asistentes que no sólo viajaron con gusto miles de kilómetros sino que se implicaron de lleno en su preparación, lo cual se reflejó en la satisfacción experimentada por todos los participantes que lamentaron lo rápido que se fue el tiempo y el no poder acompañarse un poco más para agotar el cúmulo de temas que siempre se quedan en el tintero. En realidad, para muchos camaradas muy jóvenes esta fue su primera experiencia de una reunión internacional de militantes comunistas y fue tal su alegría e impacto ante tal acontecimiento que incluso uno de ellos expresó que harían falta palabras nuevas para conceptualizar lo que se había vivido en esas jornadas de encuentro fraternal y solidario. El viejo topo ha estado haciendo su trabajo indiscutiblemente.
RR / Diciembre-2010
[1]) Por cierto, han quedado también como puntos a seguir clarificando la cuestión del anarquismo, su caracterización, cuál es la posición del marxismo, que hay que rescatar de la experiencia histórica, qué ha cambiado. Igualmente surgió otro tema en la discusión sobre la situación actual del capitalismo referente a la capacidad que tiene la burguesía para recomponerse ante sus dificultades.