En 2003, Bourseiller concluyó su Histoire générale de l'ultra-gauche1 profetizando la desintegración definitiva de la ultraizquierda: «Nacida en 1920, cuando los "izquierdistas" de la Tercera Internacional se hicieron a la mar y se liberaron de la tutela bolchevique, [la ultraizquierda] se desintegró en el siglo pasado. Como un espejismo de verano, que se desvanece en el camino»2. No se dio cuenta de que eso de la ultraizquierda no fue nunca más que un espejismo. Pero finalmente cambió su profecía: «Me equivoqué. Actualmente asistimos, contra todo pronóstico, al retorno de un movimiento en plena efervescencia» (p. 7). Y piensa… que es una oportunidad inmejorable para volver a atacar la reputación de la Izquierda comunista. Si ayer su técnica consistía en crear una nebulosa destinada a confundir el marxismo, el anarquismo y el modernismo metiéndolos todos en un mismo saco; hoy le gustaría que confundiéramos la Izquierda Comunista con la violencia nihilista de los “ZADistas” (de las Zones Á Defendre) y los Black Bloc.
Bourseiller ya esparce una gran patraña en sus entrevistas cuando afirma que fue Lenin quien creó la noción de ultraizquierda. Pero en su libro La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo [2], Lenin jamás habló de ultraizquierda. Polemiza fraternalmente, eso sí, con una tendencia aparecida en el seno del movimiento comunista, tendencia que denomina "las izquierdas", el "izquierdismo" o "comunistas de izquierda" y que se caracteriza por ser una reacción proletaria a la degeneración de la revolución en Rusia y a las posiciones oportunistas aparecidas en el seno de la Internacional Comunista a partir de su segundo congreso en 1920. Bourseiller se cuida muy mucho de citar un pasaje de esa obra de Lenin que es revelador de la continuidad política entre los bolcheviques y la izquierda comunista: «El error que representa el doctrinarismo de izquierda en el movimiento comunista es, en la actualidad, mil veces menos peligroso y menos grave que el error que representa el doctrinarismo de derecha»3.
El término "izquierdismo" se adoptó finalmente en los años 70 para designar a las organizaciones que se sitúan en la extrema izquierda del espectro político burgués. Los trotskistas y una parte de los maoístas defendían la vía parlamentaria y nacional hacia el comunismo y se fijaban como objetivo una vaga república social construida mediante una alianza (el Frente Único) con los partidos de la izquierda oficial. Esta franja del izquierdismo es un poco como la Greta Thunberg de lo social, porque se arrastra de rodillas implorando a los partidos de izquierda y a los sindicatos que se unan y lancen consignas de lucha, llamamientos a la huelga general, etc. Son, claramente, chusma que buscan evitar que los trabajadores se den cuenta de quiénes son sus enemigos. Pero hay otros maoístas y anarquistas4 que optan más bien por la acción directa, el sabotaje, y una huelga general que, se supone, debe derribar de un plumazo el régimen burgués a favor del federalismo y la autogestión. Su objetivo, fuertemente influenciado por la ideología de la pequeña burguesía, es crear, basándose en la fábrica o la aldea, comunidades autónomas. Se trata de una concepción ilusoria y peligrosa que pretende desviar al proletariado de su verdadera tarea política: la toma del poder y la internacionalización de la revolución.
La tendencia a la que se refería Lenin ha retomado su verdadero nombre, Izquierda Comunista, y se caracteriza por su apego al marxismo, al internacionalismo, a la perspectiva de la revolución proletaria y a su objetivo final, el comunismo. Los medios que preconiza para alcanzar este objetivo son la huelga de masas, la internacionalización de las luchas, la destrucción de los Estados en cada nación y la dictadura del proletariado en forma de poder internacional de los consejos obreros. Se ve a sí mismo como un puente entre el viejo partido que traicionó y el futuro partido mundial que, a su debido tiempo, podrá desempeñar plenamente su papel de orientación política y militante dentro de la clase obrera. Y, al igual que la izquierda marxista dirigió la lucha contra el oportunismo en la Segunda Internacional, la izquierda comunista asumió la lucha contra el oportunismo que volvió a surgir en la Tercera Internacional. En este sentido, la Izquierda Comunista representa la continuidad del movimiento obrero ya que se inscribe en la tradición de la lucha de Lenin (siendo éste mismo el fundador de una Fracción de Izquierda dentro del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, la Fracción Bolchevique) y la de Rosa Luxemburgo contra el revisionismo y el reformismo.
Es verdad que Trotsky sí empleó a veces el término "ultraizquierda" durante la década de 1930. Lo hizo para enmascarar su propia deriva oportunista y tratar desacreditar a quienes criticaban ésta intransigentemente. En particular a la Fracción de la Izquierda Italiana que publicó Prometeo y Bilan.
Pero este terminó se utilizó sobre todo durante los años 70, cuando resurgió la corriente de la Izquierda Comunista, criticando el voluntarismo y la confusión que imperaban entonces en un agitado medio de elementos pequeñoburgueses. Una parte del medio político de esa época se definió como ultraizquierda para ubicarse a la izquierda del izquierdismo, al igual que el izquierdismo pretendía situarse a la izquierda de los llamados partidos comunistas. Claramente diferenciada de este maremágnum, la izquierda comunista se situó en el terreno de la clase y denunció a todas las organizaciones, de izquierda o de extrema izquierda, pertenecientes al aparato político del capital.
Ese magma informe llamado "ultraizquierda" no tiene nada que ver con las organizaciones del medio político proletario que defienden un marxismo vivo y el objetivo comunista que supone la desaparición de las clases y del Estado. Esa ultraizquierda es, por el contrario, una reunión heterogénea de diversos intelectuales, de radicalidad anarquista, sin filiación histórica real y sin tradición organizativa, donde siempre han abundado todo tipo de relecturas modernistas del marxismo, propias de la impaciencia de la pequeña burguesía decepcionada por la clase obrera. Formado por personalidades mucho más interesadas en hacerse un nombre que en defender las posiciones de clase, es también un terreno propicio para todo tipo de aventurerismo.
Bourseiller denuncia las "pobres utopías sociales" encarnadas por la izquierda comunista y se empeña en apuntalar esa ficción de la ultraizquierda. Lo define como una corriente marxista antiautoritaria. Pero se trata de una burda amalgama, ¡una auténtica obra de falsificación!, cuyo objetivo es desacreditar a la izquierda comunista borrando las fronteras que la distinguen del anarquismo y del modernismo, que, al igual que la Internacional Situacionista, intentan enterrar tanto al marxismo como a la clase obrera como clase revolucionaria.
En continuidad con lo que fue la socialdemocracia revolucionaria, la Izquierda Comunista siempre se ha diferenciado netamente del anarquismo y de sus teorías antiautoritarias. Entre otras cosas, denunció claramente la guerra de España en 1936 como preparación para la Segunda Guerra Mundial, y siguió siendo internacionalista durante ésta. Antón Pannekoek escribía en 1948: «Al parecer, existe en la actualidad una tendencia en el seno del anarquismo a acercarse a la idea de los consejos, sobre todo cuando incluyen grupos de trabajadores. Pero la vieja doctrina anarquista en su estado puro es demasiado estrecha, demasiado restringida, para ser útil hoy en día para la lucha de la clase obrera»5.
Respecto a ese modernismo siempre tan atractivo para los pequeñoburgueses, la Izquierda Comunista lo combatió sin tregua como arma de destrucción de la perspectiva proletaria y de la militancia obrera. Ese modernismo que, en la estela de la Escuela de Frankfurt y del grupo Socialismo o Barbarie, y tras constatar la derrota de las revoluciones proletarias, llegó a la conclusión que lo que había que hacer era olvidarse de ella y volver a Stirner, Proudhon y Marcuse6. ¡Malditos bobos! Carente de poder material, de propiedad, de patria en la sociedad burguesa, el proletariado sólo puede desarrollar su conciencia y su unidad sacando lecciones de las derrotas trágicas que sufre. Al sentirse decepcionados de la clase obrera que no habría acabado con el capitalismo lo suficientemente rápido para su gusto, los modernistas se refugiaron en discursos efectistas al estilo de Hegel. Ya fueron denunciados por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista: «De este modo, la literatura socialista y comunista francesa perdió toda su virilidad. quedó completamente emasculada. Y como en manos alemanas dejó de ser la expresión de la lucha de una clase contra otra, el profesor germano se felicitó por haber superado la estrechez francesa y por haber defendido no las necesidades reales, sino la "necesidad de lo real"; de haber defendido no los intereses del proletario, sino los intereses del ser humano, del hombre en general, del hombre que no pertenece a ninguna clase ni a ninguna realidad y que sólo existe en el cielo brumoso de la fantasía filosófica».7
Quienes estuvieron próximos a las posiciones revolucionarias en los años 70 recordarán perfectamente esa arrogancia modernista que combinaba la mentalidad del intelectual pequeñoburgués con la del lumpenproletariado. La ultraizquierda es, en efecto, una quimera en la que Bourseiller mezcla deliberadamente a los situacionistas, a los comunistas libertarios y a la Izquierda Comunista con objeto de comprometer a esta última.
El colmo de toda esta manipulación y lo que constituye su principal motivación, es su pretensión de arruinar la reputación de la Izquierda Comunista amalgamándola con los ZADistas y los “black bloc”8. Se le da bien el arte de la calumnia. La Izquierda Comunista nunca ha dejado de condenar, en base al marxismo, esa violencia minoritaria, el terrorismo, la “propaganda por el hecho” de los anarquistas que, presuntamente, despiertan o agitan a las masas9. Pero Bourseiller le imputa la culpabilidad de esta violencia nihilista que consiste en romper escaparates, marquesinas de autobús, enfrentarse a la policía, todo ello justificado por la guerra de clases y los ataques a la mercancía. El proletariado no tiene nada que ver con esta violencia gratuita y esa ideología nihilista del no future, de la revuelta populista. Ese es más bien terreno propicio a las manipulaciones orquestadas por aventureros o policías provocadores10.
Los ZADistas justifican su violencia idealizando la naturaleza sin comprender la forma en que el capitalismo altera la relación entre el hombre y la naturaleza11. Muy próximos a los planteamientos “ciudadanistas” y autogestionarios, acaban postulando una defensa de la pequeña propiedad o el individualismo más desaforado. Su acción no conduce a la abolición de las clases sino a la autoexplotación de la clase obrera.
Lo que defiende la corriente de la Izquierda Comunista no es una ilusoria marcha atrás en la historia, sino una lucha por el futuro en el que la disolución de las clases y la ley del valor (esclavitud asalariada) permitan una aceleración de la socialización internacional y una producción orientada a la satisfacción de las necesidades humanas, una superación de la alienación humana. Sólo la revolución proletaria internacional hará posible este salto del reino de la necesidad al reino de la libertad.
Al igual que los bolcheviques en Rusia, la Fracción de Bordiga lideró la lucha dentro del Partido Socialista y se encontró a la cabeza del Partido Comunista de Italia fundado en Livorno en 1921. En 1959, Bordiga se seguía burlando de esas "lamentables parodias” del auténtico programa comunista consistentes en proclamar esas «fórmulas del tipo la tierra para los campesinos, las fábricas para los trabajadores»12. Esta es, en efecto, la tradición de la izquierda comunista que defiende los principios del marxismo contra las alambicadas teorías del ZADismo.
A lo largo de su historia, el proletariado ha tenido que defender su autonomía de clase contra el interclasismo estimulado por la degradación de la situación de esas capas sociales intermedias a consecuencia de la crisis del capitalismo. Pero antes de ser lo bastante fuerte como para alinear tras ella a estos estratos sociales, la clase obrera debe combatir por sus reivindicaciones propias, con sus métodos de lucha propios, y criticar implacablemente en su acción a todos aquellos que se empeñan en negar su naturaleza revolucionaria, a los que tratan de desviarla de sus objetivos, de quienes pretenden manipularla, a los aventureros, … Es decir, ¡aquellos que se han ganado el favor de Bourseiller!: «La revuelta en los suburbios aparece al final como la prefiguración de una insurrección popular global. En cuanto a las categorías derivadas del marxismo, como la clase proletaria, pertenecen a una época pasada. Al final de su vida, Guy Debord hizo hincapié no en la clase obrera, sino en "las clases peligrosas", un grupo que incluye a marginados de todo tipo, ya sean delincuentes, desempleados, matones o... desclasados» (p. 359).
Esta campaña dirigida por Bourseiller es complementaria, ¡ahí reside el secreto de su razón!, con la evolución cada vez más totalitaria de democracia burguesa que puede verse, por ejemplo, en Francia, con las leyes de "seguridad global" y “contra el separatismo” recientemente adoptadas, y que refuerzan su arsenal jurídico después de haber rearmado a sus fuerzas represivas. Así es como la burguesía se prepara para enfrentarse a su enemigo de clase, apaleándolo en las calles, llevándolo a los tribunales por comentarios "antisistema", desacreditándolo con sus calumnias.
Bourseiller deforma la historia de forma abusiva y tortuosa13. Este tipo de personaje que se esfuerza en poner su granito de arena a las empresas ideológicas destinadas al mantenimiento del orden social existente acaba siempre trabajando para la policía, sea o no consciente de ello. Esto es lo que hizo decir a Joseph Conrad: «La desfachatez desplegada en estas operaciones, que juegan insidiosamente con la estulticia y la credulidad humanas, la bravuconería que revela descaradamente el fraude al tiempo que insiste en la regularidad del juego, provoca asco y repugnancia». 14
Y nuestra conclusión es ésta: esta intensa preparación de la burguesía para futuros enfrentamientos de clase es ya una prueba en sí misma de que la Comuna de París, Berlín Múnich, Budapest y Petrogrado no han muerto. Renacerán más grandes y fuertes en todos los países y, como ayer, podremos leer el mañana en sus banderas desplegadas: ¡Abolición del trabajo asalariado! ¡Abolición de la propiedad privada!
Avrom E., 30 de abril de 2021
1 Ver la primera parte de nuestra denuncia en https://es.internationalism.org/content/4711/nuevos-ataques-contra-la-izquierda-comunista-bourseiller-se-reinventa-la-compleja [3]
2 Christophe Bourseiller, Histoire générale de l'ultra-gauche (2003). Véase nuestra denuncia en Révolution internationale n° 344 (marzo de 2004): "À propos du livre de Bourseiller: "Histoire générale de l'ultra-gauche" [4]
3 Lenin, La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo [2] (1920).
4 A distinguir siempre de la corriente anarquista internacionalista que se negó a traicionar al proletariado en las dos guerras mundiales y se mantuvo fiel a la lucha de clases.
5 Citado en Serge Bricianer, Pannekoek y los Consejos Obreros [5], 1977
6 Stirner y Proudhon fueron dos teóricos del anarquismo. Marcuse, de la Escuela de Frankfurt, defendió en los años 70 que el proletariado había dejado de ser la clase revolucionaria en el capitalismo.
7 Karl Marx y Friedrich Engels, El Manifiesto Comunista [6], capítulo III, "Literatura socialista y comunista" (1848).
8 Los ZADistas son los activistas de las ZAD (Zones Á Defendre), una especie de territorios “okupados” que autogestionan para, dicen, impedir operaciones especulativas, de degradación medioambiental. Se denominaron “black bloc” a sectores de las manifestaciones contra la globalización que propugnaban llevarlas hacia el choque contra la policía. Desde entonces son una constante en gran parte de las manifestaciones. Nota de la Traducción.
9 Pannekoek denunció estas teorías funestas en dos artículos de 1933, "El acto personal" y "La destrucción como medio de lucha", traducidos al francés en la revista Echanges, nº 90 (primavera-verano de 1999).
10 Véase, en francés, nuestro artículo: "Black blocs: la lutte prolétarienne n'a pas besoin de masque" [7], Révolution internationale n° 471 (julio agosto 2018).
11 Véase nuestro artículo en CCI on line: "No hay solución a la catástrofe ecológica sin la emancipación del trabajo de la explotación capitalista" [8].
12 Amadeo Bordiga, "las tablas [de la ley]inmutables de la teoría del partido comunista", en Bordiga y la pasión por el comunismo, (1974). En apoyo de Bordiga, escribimos en nuestros comentarios a este texto: «En el comunismo, la empresa individual debe ser abolida como tal. Si la empresa sigue siendo propiedad de los que trabajan en ella, o incluso de la comunidad local que la rodea, no se ha socializado realmente, y las relaciones entre las distintas empresas autogestionadas deben basarse necesariamente en el intercambio de mercancías». ( en "Damen, Bordiga y la pasión por el comunismo" [9], Revista Internacional nº 158).
13 Para los lectores que quieran descubrir la verdadera historia y las posiciones defendidas por la izquierda comunista, recomendamos los dos libros publicados por la CCI, La izquierda comunista de Italia, en español y La izquierda germano holandesa, en francés e inglés.
14 Joseph Conrad, Un recuerdo personal (2012)
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 104.74 KB |
![]() | 131.78 KB |
La CCI celebra con los simpatizantes y lectores interesados Reuniones Públicas, Permanencias y reuniones de profundización de carácter internacional por lenguas (inglés, francés y español). Se trata de espacios de debate con vistas a esclarecer cuestiones de interés para la lucha inmediata e histórica del proletariado.
Las Reuniones Públicas parten de una toma de posición de la CCI sobre la situación histórica o sobre problemas generales del movimiento obrero. En cambio, las Permanencias abordan temas planteados por nuestros simpatizantes o contactos.
Varios lectores habían pedido discutir sobre las luchas parciales. Nuestra Plataforma considera “luchas parciales” aquellas centradas “sobre problemas específicos tales como el racismo, la condición femenina, la ecología, la sexualidad u otros aspectos de la vida cotidiana”.
Este tipo de luchas, hoy tan en boga, no sirve a la lucha revolucionaria del proletariado, por el contrario, como denuncia nuestra plataforma “lejos de reforzar la necesaria autonomía de la clase obrera tienden por el contrario a diluirla en la confusión de categorías particulares e invertebradas (sexo, raza, juventud…) totalmente impotentes. Por ello constituyen un instrumento de la contrarrevolución que los gobiernos burgueses han aprendido a utilizar eficazmente para preservar el orden social”.
Para no dispersarse en múltiples temas, la Permanencia propuso abordar una de las luchas parciales, el feminismo que en muchos países se ha convertido en una ideología de Estado. Partiendo de una presentación (ver archivo adjunto) hubo un debate vivo en el que los participantes hicieron un esfuerzo de responderse, dando elementos de profundización del tema y partiendo del punto de vista de la solidaridad.
Sin embargo, hubo pocas referencias a las experiencias de lucha del movimiento obrero por la condición de la mujer proletaria y sus denuncias históricas del feminismo que fue desde el principio una ideología burguesa.
Mucho antes que las feministas hicieran sus “críticas” al machismo, el movimiento obrero había denunciado desde sus albores el machismo y las condiciones de opresión de la mujer trabajadora. Engels en su libro El origen de la propiedad privada, la familia y el estado, explica como el fin del comunismo primitivo y el desarrollo de la propiedad privada y de modos de producción basados en la explotación, conllevó inevitablemente la opresión de la mujer, su sumisión al macho para garantizar la continuidad de la propiedad privada y del linaje familiar. Engels habla de “primera derrota histórica de la mujer”.
Los primeros pasos del capitalismo, la acumulación primitiva que se extiende desde el siglo XV, se vio acompañada de una brutal campaña ideológica contra la mujer, acusada de brujería y de ser con su tentación carnal, “portadora del demonio”, una envoltura religiosa que abarcó tanto el catolicismo como el protestantismo, para hacer de las mujeres meras máquinas reproductoras que llenaran las reservas de fuerza de trabajo para el desarrollo capitalista.
El enfoque del movimiento obrero fue el de ver el problema de la mujer no como una opresión parcial y específica, sino como un componente inseparable de la lucha obrera contra la explotación y, como fin último, la abolición de la explotación y de todas las opresiones que emanan de las sociedades de clase y que el capitalismo ha llevado a su extremo. En el movimiento obrero el planteamiento es la lucha común de mujeres y hombres proletarios.
En cambio, el enfoque del feminismo ha sido desde el principio la lucha por reivindicar una posición específica de la mujer dentro de la sociedad capitalista, por la obtención de los privilegios que el macho goza en las empresas o en las instituciones estatales. El feminismo no pide ninguna liberación, ni siquiera de la mujer, sino que aboga por una “democratización” de la carrera por los poderes económicos y políticos, su enfoque es una competencia entre hombres y mujeres, una “lucha de sexos”.
Así pues, mientras el enfoque del movimiento obrero es revolucionario, emancipador y unitario, el planteamiento del feminismo es reaccionario, reproductor de la opresión y creador de divisiones y de competencia.
El feminismo reemplaza la lucha de clases por la “lucha de sexos”; a la unidad y la perspectiva de liberación universal, opone la división hombres – mujeres y el encierro en la categoría “mujer”.
En la reunión se expresó una necesidad de profundizar el tema de la condición histórica y actual de las mujeres proletarias (es decir discutir sobre las aportaciones del marxismo y más allá de Federico Engels, las obras y luchas de August Bebel, Eleonora Marx, Klara Zetkin, Alexandra Kollontaï, Sylvia Pankhurst y de las experiencias de las luchas de la posguerra en Europa y EUA (opuestas / enfrentadas / negadas por las luchas del feminismo).
No pudiendo asistir a la reunión, un compañero envió la siguiente contribución que se inscribió en el debate: “La vida social comporta luchas en diversos ámbitos: laboral, residencial, de sexo, ecológico, identitario, etc. Estas luchas han de enmarcarse en el proyecto global socialista, de otro modo son recuperadas por la burguesía, en un contexto interclasista.
Frecuentemente se plantea la difícil situación de participar en un movimiento reivindicativo, pero sin integrarse totalmente en él, puesto que hacerlo supone un planteamiento interclasista que es negativo para el movimiento general de avance hacia el socialismo.
Por eso debemos ser particularmente críticos contra todas las llamadas a «frentes unidos» y debemos asumir la tarea de mostrar que la lucha parcial apunta a la lucha global de la formación de una sociedad nueva en una democracia proletaria, Saludos”.
Aunque, el compañero tiene razón en denunciar el interclasismo de las luchas parciales y en condenar la ideología del “Frente Unido”1, hay dos puntos en su intervención que se deben aclarar:
Habla de recuperación por la burguesía, el problema es que esas luchas son burguesas de cabo a rabo, porque niegan la división en clases de la sociedad, porque atomizan a los explotados en categoría sociales que reproducen desde la raíz la sociedad capitalista y su ideología castradora, porque tienen como objetivo dividir al proletariado y sembrar en su seno la cizaña de la competencia y el enfrentamiento.
Las luchas parciales nada tienen que ver con la lucha reivindicativa del proletariado. Esta forma parte de su lucha histórica global. Aunque, sindicatos e izquierdistas tratan de castrarla reduciéndola a un planteamiento economicista, la lucha reivindicativa contra la explotación es inseparable de la lucha histórica por abolir la explotación.
Otro compañero animó mucho la discusión, dijo que había roto con la ideología y el medio político de las luchas parciales del género. A diferentes niveles acordó con la posición general de la CCI en cuanto a que la única solución al machismo y a otras herencias de la sociedad de clases es la revolución proletaria. Donde tenía dudas es ¿Cómo responder ante las situaciones concretas de opresión de la mujer en algunos países?, por ejemplo, se preguntó “¿Cómo convencer a una mujer proletaria en un país musulmán de que sólo la lucha obrera la liberará? si en otros países capitalistas sí hay avances [“hoy día en Europa ya se acepta largamente el sexo antes del matrimonio”] en este tema?”.
El proletariado es una clase revolucionaria y explotada a la vez, no puede desarrollar ninguna liberación parcial dentro de la sociedad capitalista, su revolución primero es política y consiste en derribar el Estado capitalista en todos los países y desarrollar el poder mundial de los Consejos Obreros abriendo con ello el periodo de transición del capitalismo al comunismo. En ese periodo irá extirpando paso a paso las raíces de la explotación capitalista y, de forma concomitante, irá eliminando la interminable carga de opresiones que conlleva el capitalismo y de forma milenaria, las sociedades de clases.
¿Quiere eso decir que hasta ese periodo histórico deberá permanecer indiferente a los brutales sufrimientos que el capitalismo en descomposición causa a toda la población mundial y en todas las esferas de la vida social? ¿Qué podría hacer el proletariado contra el salvajismo y la crueldad con la que los regímenes islámicos tratan a las mujeres?
No somos ilusos, sabemos que en la actual relación de fuerzas entre las clases que existe a escala mundial, el proletariado no tiene la más mínima fuerza para detener directamente esa barbarie. Pero eso no quiere decir que, como clase histórica, se quede con los brazos cruzados.
En primer lugar, “la lucha contra los fundamentos económicos de la sociedad capitalista contiene la lucha contra sus aspectos superestructurales (forma de vida, costumbres, ideología…)” (Punto XII de nuestra Plataforma) y “los ataques económicos (baja del salario real, despidos, aumentos de cadencias...) resultados directos de la crisis, afectan de modo específico al proletariado, o sea, a la clase que produce la plusvalía y que enfrenta al capital en ese terreno; la crisis económica, al contrario de la descomposición social, la cual concierne esencialmente las superestructuras, es un fenómeno que afecta directamente la infraestructura de la sociedad en la que se basan aquéllas; por eso, la crisis pone al desnudo las causas primeras de toda la barbarie que se cierne sobre la sociedad, permitiendo así al proletariado tomar conciencia de la necesidad de cambiar radicalmente de sistema y no ya de pretender mejorar algunos aspectos de él”2.
En segundo lugar, cuando el proletariado logra afirmar su propio terreno de clase independiente, su autonomía de clase, y desarrollar la confianza en su lucha como clase, tiene la capacidad, rompiendo todo planteamiento interclasista y de frente unido, de expresar su solidaridad con las luchas de sectores explotados y oprimidos y de dar sentido y fuerza a la lucha contra barbaries como la guerra imperialista que afectan a todas las capas de la sociedad. En ese terreno y en tales condiciones puede dar los medios para impulsar la rebelión activa contra las muchas barbaries de esta sociedad de clases: contra la opresión de las mujeres, contra la discriminación de minorías etc.
En fin, y no menos importante, la lucha ideológica del proletariado, expresado fundamentalmente por sus organizaciones comunistas, denuncia de forma implacable todas las formas de opresión y de barbarie capitalista, planteando frente a ellas la respuesta histórica del proletariado contra la respuesta parcial y mentirosa de feminismos, ecologismos, “antirracismos” y otros “ismos” reaccionarios.
Por otra parte, la discusión de la Permanencia dejó claro que ni siquiera en los países llamados democráticos (España, Brasil, EE.UU., etc.) existe realmente la igualdad entre hombres y mujeres. Sólo ocurre en los ámbitos legales formales, y en la práctica lo que se produce es violencia y desigualdad, con altas tasas de feminicidio y desigualdad salarial. Por lo tanto, ni siquiera en estos países capitalistas existe esa proclamada “igualdad” y, peor aún, la “igualdad” que propone el feminismo es “la igualdad” para la competencia, la guerra de todos con todos, el enfrentamiento y la destrucción mutua. Es pues una igualdad en la reproducción de la barbarie creciente del capitalismo.
Como explicó un participante, la “liberación de la mujer” no es bajo el capitalismo más que una “libertad formal” para escalar puestos en la empresa (¿qué liberación tiene la humanidad si la opresión que ejerce el presidente de una república o de una empresa es tomada a cargo por una mujer?), para matar gente ocupando puestos en las altas jerarquías de los ejércitos, para ser capataces y jefecillos en las empresas etc. La explotación no desaparece, sino que se agrava, si es multicolor o multisexual.
Si bien es cierto que el proletariado femenino soporta una “doble carga”: la explotación en el trabajo y la opresión machista, como explicó una compañera, eso no se soluciona con la “lucha de sexos” o culpando al marido /compañero. El movimiento obrero incluye en su bandera el combate contra el machismo. Por ejemplo, la Izquierda Comunista tiene como principio el rechazo y el combate contra toda forma de opresión y violencia contra las mujeres o contra compañeros que tengan una diferente orientación sexual. Todo esto no tiene nada que ver con la hipócrita ideología democrática, sino que está inscrito en la naturaleza revolucionaria y emancipadora de los principios proletarios.
CCI 24-10-21
La transformación de las relaciones sociales según los revolucionarios de finales del siglo XIX https://es.internationalism.org/revista-internacional/199607/1775/xiii-la-transformacion-de-las-relaciones-sociales-segun-los-revolu [15]
El comunismo primitivo y el papel de la mujer en la emergencia de la solidaridad https://es.internationalism.org/revista-internacional/201305/3733/el-comunismo-primitivo-y-el-papel-de-la-mujer-en-la-emergencia-de- [16]
El comunismo primitivo - El papel de la mujer en la emergencia de la cultura /content/3567/el-comunismo-primitivo-el-papel-de-la-mujer-en-la-emergencia-de-la-cultura [17]
Huelga feminista: contra las mujeres y contra la clase obrera https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera [18]
El feminismo al servicio del capitalismo https://es.internationalism.org/content/4403/el-feminismo-al-servicio-del-capitalismo [19]
La condición de las mujeres en el siglo XXI https://es.internationalism.org/cci-online/201210/3489/la-condicion-de-las-mujeres-en-el-siglo-xxi [20]
1 Ver el punto IX de nuestra Plataforma: El frentismo, estrategia para desviar al proletariado , https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso [21]
2 Tesis sobre la Descomposición https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo [22]
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 84.4 KB |
Hoy con la noticia de la muerte del líder de Sendero Luminoso Abimael Guzmán1 (La cuarta Espada) se levanta todo un mito y leyenda del “personaje del mal” como lo señala la prensa burguesa, señalando los crímenes irrepetibles ocasionados por este grupo terrorista; lo siempre curioso es que no se va más allá, con la muerte de Guzmán, la prensa oculta el carácter real de este grupo y el terrorismo de Estado vivido a la par en aquellos años de guerra civil, un periodo que la clase obrera en Perú sufrió por la violencia brutal, causándole un retraso en su toma de conciencia y en el desarrollo de sus luchas, tanto por el terrorismo desarrollado por Guzmán y su pandilla, como también por parte del terrorismo de Estado.
Hoy más que nunca en la fase de descomposición de la sociedad capitalista2 donde la burguesía no logra controlar el caos político al interior de su aparato Estatal, se presenta una vez más, este pasaje de la historia, volver recordar a uno de sus personajes que animó y desarrolló la izquierda radical en Perú.
Sendero Luminoso expresó un ala de la burguesía que utilizaba un lenguaje “radical” de supuesta denuncia de la democracia y pretendida aspiración al “comunismo” (en realidad, capitalismo de Estado) que por sus métodos (guerrillas, terrorismo, culto a la personalidad, fanatismo...) pudo movilizar en sus filas ciertos sectores de la pequeña burguesía “alzada en armas”.
Denunciamos la hipocresía de la burguesía y el hecho de que esta trate de manejar ciertas situaciones para lograr sus objetivos, como, por ejemplo, recordar los dantescos hechos desatados por Sendero, por un lado, o la acción criminal de las fuerzas del Estado, por otro. Frente a esto, es muy importante que los revolucionarios le recordemos a la clase obrera, que plantearse las cosas de esta manera, es algo que no está en el terreno de clase, no es el método del proletariado, ni el fin, ni el medio para llegar al comunismo. Las luchas de liberación nacional, guerrilleras, a través de la violencia golpista o terrorista, como en el caso de SL, son parte del amplio catálogo de “opciones” que se plantearon facciones de la burguesía, o que aspiraban serlo, sobre todo después de la segunda guerra mundial, en el contexto de la dinámica de confrontación de los principales imperialismos a nivel planetario, donde la pequeña burguesía, siempre tuvo un papel de infantería de choque. Nunca tuvieron nada que ver con el comunismo, aunque siempre levantaron el estandarte de la “lucha obrera o de clases”.
Un aspecto de la “lucha popular” de Sendero Luminoso, es que se plantean sobre el terreno del nacionalismo, del desplazamiento de los viejos grupos o facciones de la clase dominante, que consideraban caducos, apátridas o “vendidos” al imperialismo norteamericano. De esta manera, se vieron obligados por las circunstancias, bien a adoptar las versiones burguesas del maoísmo o el estalinismo, para crear a partir de estas el guevarismo, castrismo, o también, tratar de crear otras más “adaptadas” a las características socio/culturales de sus países de origen, incluyendo ingredientes como el indigenismo, la lucha campesina, los héroes de la independencia hispanoamericana (enarbolada sobre todo por los militares, como en Venezuela con Chávez). Todas ellas tienen en común el idealismo propio de la visión burguesa, que tanto criticaron Marx y Engels. Por ello, es por su visión de clase, más que por una incomprensión de la historia, de las ideas o por falta de razonamiento, que representaron las aspiraciones propias de las clases dominantes. Las clases dominantes siempre han usado el terror para imponerse, así con métodos terroristas, empezando por la misma Revolución Francesa. Además, estos movimientos tipo SL, aparte de su carácter burgués, solo sirvieron para que el Estado tuviera la justificación para imponer el terror, a través del terrorismo de estado y reprimir todo intento de lucha de los trabajadores. Una situación similar se vivió en países como El Salvador, Nicaragua o la misma Colombia actual, donde las guerrillas de las FARC y el ELN siguen sembrando el terror y ejerciendo acciones terroristas sobre las poblaciones fronterizas entre Venezuela y Colombia. Ni que hablar de las guerrillas en países africanos. Otra cosa importante, es que una vez que estos grupos abandonan sus métodos de lucha y se acogen a la “vía democrática” dejan de ser “monstruos” y se convierten en ejemplares demócratas, a los cuales se les permite formar partidos políticos u otro tipo de organizaciones e incluso, participación parlamentaria. Un ejemplo de ello fue el famoso “Acuerdo de paz” que firmó Juan Manuel Santos con una parte de las guerrillas de las FARC. Pero un ejemplo vivo de esta izquierda, heredera del estalinismo, el maoísmo, guevarismo y castrismo, la tenemos en Venezuela hoy día, aplicando métodos terroristas contra la población, matándola de hambre, reprimiendo brutalmente a los trabajadores y llevándolos a la miseria. Es el terror del Estado capitalista y el terrorismo de las facciones de la burguesía, lo que es para nosotros no es la diatriba “democracia o comunismo” o tomar parte de ese discurso polarizador y profundamente hipócrita de la burguesía. Para cerrar, estos grupos, que se hacían o se hacen llamar “antiimperialistas”, son en realidad piezas de los antagonismos de las grandes potencias3.
La burguesía peruana ha mostrado hasta mas no poder la muerte del líder terrorista Abimael Guzmán como una "oportunidad para la reconciliación" y de "caminar unidos en el bicentenario". La burguesía peruana mediante su prensa ha tratado la muerte del terrorista de la misma forma en la que el senderista celebraba la masacre de los campesinos y "contrarrevolucionarios", bailando "Zorba el griego". Sendero Luminoso y la burguesía peruana no tienen ninguna diferencia con el "yihadista" que celebra la muerte del "infiel" lanzando cánticos y alabanzas durante días.
Preguntarnos entonces porque logró movilizar sectores "pobres" y "privilegiados" hay que entenderlo en su esencia, como lo que esa lucha armada representó: una envoltura de lucha “fuerte” (acciones armadas y de terrorismo ofrecidas como “alternativa” al pacifismo y al posibilismo democrático) para un proyecto nacional peruano capaz de movilizar sectores radicalizados de la pequeña burguesía cuya situación en aquel momento se vio fuertemente afectado por las reforma Agraria del régimen de Velasco en los 60s y el desarrollo que la burguesía en general tuvo en ese régimen .Recordemos que un buen sector de dirigentes e ideólogos de SL pertenecían a la pequeña burguesía provinciana familias de hacendados como la familia de la esposa de Guzmán o intelectuales urbanos de Ayacucho como los Morote, o eran hijos de comerciantes como Edith Lagos. La lógica pequeñoburguesa y activista (son los "únicos que hacen algo") atrajo (y atrae) a sectores estudiantiles y magisteriales que terminan identificándose con ese radicalismo burgués justificando incluso sus vericuetos oportunistas tales como haberse pasado 20 años denostando las elecciones y después de la captura de Guzmán pasasen a organizarse como partido con miras a las elecciones (Movadef) y su acceso al poder por la vía electoral.
Era lógico ,que ante los reacomodos de las facciones burguesas en los 60s,en una parte de la pequeña burguesía eso le afectase y reaccionase con el ADN típico de ellos: el histerismo y la búsqueda por reubicarse en la pirámide del poder que la burguesía le niega y en ese sentido el maoísmo le venía como anillo al dedo para su "lucha “con su carga de concepciones idealistas y burguesas de un supuesto "campesinado como protagonista de la revolución comunista", del líder iluminado que recupera la pureza social con el "comunismo" y del partido y los militantes ciegamente subordinados al militarizado aparato partidario (Estalinistas por supuesto).
El materialismo dialéctico entiende pues que lo real no es solo lo "tangible" o lo "concreto", sino también aquellas "ideas que nos explican lo que no es tangible". Era tan real la miseria del campesinado como la idea de que "al comunismo se llega mediante el partido y su férrea e inequívoca dirección”, y con "la lucha audaz y aleccionadora de los combatientes", ("la mística del senderista" tan admirada por Alan García, por ejemplo).
La miseria del campesinado más la concepción burguesa de la revolución y el comunismo, es lo que explica esta adhesión de los "más pobres" como de los "privilegiados" al senderismo. Pero además también explica ello el por qué la izquierda del capital de los 80's no rompía o le costaba criticar el actuar de Sendero Luminoso.
Dado que "así es la revolución", o que "es una forma de hacer la revolución", o quizás "que debe ser así pero con menos excesos", la burguesía pudo enfocarse primero en armar a las rondas campesinas y mucho después preocuparse por sus condiciones de vida, es decir, darle una salida apelando a lo ideológico a pesar de la "realidad material", de igual forma la aceptación en las ciudades del autogolpe de 1992 y el “Fujishock” se comprende precisamente por la idea que se instaló en la mente de muchos en aquella época sobre la revolución y el comunismo, y que ante esa parodia burguesa del marxismo y el comunismo, cualquier cosa es mejor4.
Por otro lado, la burguesía muestra un temor a que la “población no comprenda quién fue Abimael Guzmán”, este “temor” no es tanto al “desconocimiento de la juventud”, sino a que la población vea (equivocadamente) a Guzmán como un “justo luchador social que peleó contra las injusticias en el Perú”. Puesto que, si esto es así, se “valida” la lucha senderista, aunque se condene a la vez el uso del terror. Es decir, la burguesía peruana teme que la condena a la “violencia terrorista” sea superada por el reclamo contra las condiciones de miseria que esta impone al proletariado. Esto es algo que la burguesía peruana no puede permitirse en absoluto.
Una muestra de esto podemos ver cuando un tipo como Guido Bellido5 (el que habla de manera condescendiente de los senderistas) en las pampas de Ayacucho (la región más golpeada por Sendero) tuvo el 29 de Julio del 2021, su proclamación como primer ministro con una amplia cantidad de visitantes locales que desbordó a los cordones policiales. La burguesía peruana sabe muy bien esto.
Pero si las condiciones materiales son tan desgraciadas (hoy peor con la pandemia), que pueden llevar a mirar a pocos o muchos, con simpatía las motivaciones que tuvo Sendero Luminoso para iniciar su lucha armada no significan que Sendero Luminoso pueda resurgir otra vez, puesto que la prédica del “comunismo” que la izquierda del capital y Sendero Luminoso con Guzmán se dedicaron a propagar generó un rechazo hoy en día a toda la clase trabajadora.
El terrorismo tiene asidero hoy más que nunca, el capitalismo en su fase final no solo limita la esperanza de bienestar de la clase obrera cada vez más, sino que en su etapa de descomposición social lleva a sumar la cada vez mayor deshumanización de la humanidad; la aparición de ideologías extrañas y nihilistas, la irracionalidad desbordante que intenta ocultar el razonamiento y la verdad, el terrorismo, la violencia ciega e irracional se inscribe en este caos en el que la sociedad y la humanidad entera se hunden y se pudren, producto del bloqueo de las dos fuerzas de la sociedad: la burguesía y el proletariado.
Preguntarnos porque hoy el proletariado no reasume su proyecto histórico y la sola mención de "Comunismo" ha sido convertida en sinónimo de Terrorismo, Entender esto es fundamental .En el caso de la clase obrera en el Perú no se debe solo a las brutalidades cometidas por SL y al daño físico e ideológico que esa organización burguesa infligió a los trabajadores sino que principalmente obedece a la campaña que desde los 90s la burguesía Mundial lleva a cabo contra el Comunismo como proyecto político del proletariado, falsificándolo y tratando de identificarlo con Estalinismo o terrorismo, estrategia que tan buenos resultados le ha dado por el momento. Es por ello que el accionar de SL y sus métodos, como expresión radicalizada de la izquierda del Capital le hizo perfectamente el juego a la burguesía mundial6.
A manera de conclusión, denunciamos tajantemente el accionar del grupo SL siempre. Este no ha sido más que un factor para bloquear la toma de conciencia del proletariado y el de desprestigiar las luchas obreras a través de sus métodos, es ahora que intentamos llegar a una reflexión y hacer conocer como a nivel mundial se ha comparado al comunismo como una vía terrorista, como un mal fin de vida, pues decimos NO, solo la clase obrera es la portadora del cambio a una verdadera vida, la del comunismo, y para llegar a ello deberá a través de su organización, la autonomía en sus luchas y su toma de conciencia, lograr el derrocamiento de la burguesía de la faz del planeta.
Edmund
03102021
1 Abimael Guzmán, el hombre que condujo toda esa violencia se consideró a sí mismo como la «cuarta espada» del comunismo internacional tras Lenin, Stalin y Mao.
2https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo [22]
3 Sobre la lucha nacional ver nuestro folleto Nación o Clase https://es.internationalism.org/cci/200606/968/nacion-o-clase [26] y nuestra serie Balance de 70 años de liberación nacional https://es.internationalism.org/revista-internacional/201707/4221/balance-de-70-anos-de-luchas-de-liberacion-nacional-primera-parte [27] , https://es.internationalism.org/revista-internacional/201110/3231/balance-de-70-anos-de-luchas-de-liberacion-nacional-ii-en-el-siglo [28] y https://es.internationalism.org/revista-internacional/201202/3316/balance-de-70-anos-de-luchas-de-liberacion-nacional-iii-las-nuevas [29]
4 Para conocer nuestra posición sobre el terror, el terrorismo y la violencia de clase proletaria, ver https://es.internationalism.org/revista-internacional/197810/2134/resolucion-sobre-el-terror-el-terrorismo-y-la-violencia-de-clase [30].
5 Actual primer ministro de la República Peruana.
6 Ver Perú: tras las elecciones arrecia la campaña anticomunista https://es.internationalism.org/content/4717/peru-tras-las-elecciones-arrecia-la-campana-anticomunista [31]
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 36.3 KB |
Pese al triunfalismo de los gobiernos, la pandemia sigue diariamente segando la vida de miles de seres humanos, según los datos de la John Hopkins University que recopila datos oficiales (fuertemente subestimados por todos los estados) el 4 de octubre había 236 millones de casos y 4.834.870 muertes.
Oculta por todo el ruido de la “economía verde” y la falsa protesta de la “juventud por el clima”, la destrucción del planeta en todos los planos continúa imparable, amenazando el futuro de la humanidad.
Las tensiones imperialistas se agudizan tras la vergonzosa retirada de USA de Afganistán, especialmente la polarización China – USA muestra un mundo de caos imperialista cada vez más amenazante.
Ultimo, pero aún más importante, la inflación se dispara y las perturbaciones crecientes de la economía mundial denuncian la hipocresía y la mentira de los gobiernos que no se cansan de proclamar la “recuperación económica”.
Todos estos fenómenos muestran la aceleración de la barbarie capitalista que caerá en todo su peso brutal sobre la clase obrera y el conjunto de la humanidad oprimida.
Es necesario discutir colectivamente para comprender qué está ocurriendo y cómo contribuir a la lucha de la clase obrera contra el capitalismo y en la perspectiva de su destrucción como sistema bárbaro e inhumano.
La Reunión Pública tendrá lugar por vía Internet. Todos los que estén interesados pueden escribir a [email protected] [35] para que les enviemos el enlace para poder participar.
La fecha de la Reunión Pública es OCTUBRE sábado 30 a las 18 horas de Europa
Corriente Comunista Internacional
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 64.92 KB |
La administración Biden no sólo mantiene las agresivas medidas económicas contra China, implementadas por Trump, sino que sobre todo ha aumentado la presión en el plano político (defensa de los derechos de los uigures y de Hong Kong, acercamiento a Taiwán, con el que actualmente negocia un acuerdo comercial, acusaciones a China de hackeo informático) y también en el plano militar en el Mar de China, y ello de forma bastante espectacular desde principios de abril:
- El 7 de abril, Estados Unidos desplegó un grupo de portaaviones (el USS Theodore Roosevelt, acompañado de su flotilla) en el Mar de China Meridional y el destructor de misiles USS John S. McCain transitó por el Estrecho de Taiwán (situado entre China y Taiwán);
- El 11 de mayo, buques estadounidenses, franceses (el portahelicópteros anfibio (PHA) Tonnerre y la fragata Surcouf), japoneses y australianos iniciaron unas maniobras militares conjuntas (ARC21) en el Mar de China Oriental, las primeras de este tipo en esta zona estratégica, no muy lejos de las Senkaku, islotes deshabitados administrados por Japón en el Mar de China Oriental y reclamados por Pekín, que los llama Diaoyu. Antes de estas maniobras, los buques franceses habían participado en los ejercicios de La Pérouse en el Golfo de Bengala con buques estadounidenses, australianos, hindúes y japoneses. Luego, el Tonnerre pasó al sur de Taiwán para llegar a Japón, mientras que el Surcouf también eligió el estrecho de Taiwán;
- A la presencia francesa en Japón le seguirá en 2021 la de la fragata alemana Hessen, ya que Berlín expresó en 2020 su deseo de tener una mayor presencia en el Indo-Pacífico, y el archipiélago acogerá en 2022 al grupo aeronaval británico Queen Elizabeth.
- En septiembre, Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia anunciaron un nuevo acuerdo de defensa, conocido como "Aukus", cuyo objetivo es ampliar la presencia militar de los países en los mares que rodean a China. Los tres países compartirán inteligencia militar y conocimientos tecnológicos que permitirán a Australia construir submarinos de propulsión nuclear. El pacto Aukus es una bofetada a Francia, ya que Australia cancela el contrato centenario de más de 50.000 millones de euros1 con Francia para construir una flota de submarinos. Reaccionando con furia, Francia retiró a sus embajadores de Estados Unidos y Australia. China denunció el pacto como el inicio de una nueva Guerra Fría, aunque sin duda se alegra de las nuevas divisiones entre sus rivales occidentales2.
China, por su parte, ha reaccionado airadamente a estas presiones políticas y militares, en particular las relativas a Taiwán:
- A principios de abril, en respuesta a la presencia de la flota estadounidense, el portaaviones Liaoning, acompañado de 5 buques de guerra, operó en las aguas al este de la "isla rebelde". Los cazas taiwaneses tuvieron que despegar a toda prisa para repeler la entrada de quince aviones chinos en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán;
- El 19 de mayo, un grupo de expertos con sede en Hong Kong y afiliado al Partido Comunista Chino publicó un estudio en el que se subrayaba que las tensiones en el estrecho de Taiwán habían llegado a ser tan elevadas que indicaban un riesgo "sin precedentes" de guerra entre el continente y Taiwán.
- El 15 de junio, en respuesta a la reunión de la OTAN que marcaba un cierto acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea sobre la cuestión China, veintiocho cazas chinos entraron en la zona de identificación de defensa aérea de la antigua Formosa, la mayor incursión de cazas y bombarderos del Ejército popular de liberación jamás registrada;
- A principios de julio, la revista china Naval and Merchant Ships publicó un plan para un ataque sorpresa en tres etapas contra Taiwán, que llevaría a una derrota total de las fuerzas armadas de la "provincia rebelde".
A finales de agosto, el informe anual del Ministerio de Defensa taiwanés advertía de que China "puede ahora combinar operaciones digitales de su ejército que inicialmente paralizarían nuestras defensas aéreas, centros de mando marítimos y capacidades de contraataque, lo que supone una enorme amenaza para nosotros" (P.-A. Donnet, China en condiciones de paralizar la defensa de Taiwán, según Taipéi, Asialyst, 02.09.21)
Así, las advertencias, amenazas e intimidaciones se han sucedido en los últimos meses en el Mar de China. Subrayan la creciente presión ejercida por Estados Unidos sobre China. En este contexto, Estados Unidos está haciendo todo lo posible para atraer a otros países asiáticos detrás de ellos, preocupados por las ambiciones expansionistas de Pekín ("El ejercicio ARC21 es un medio de disuasión ante el comportamiento cada vez más agresivo de China en la región", afirma Takashi Kawakami, director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Takushoku (Japón), citado el 14 de mayo por el diario Les Echos). Así, Estados Unidos intenta crear una especie de OTAN asiática, la QUAD, que reúne a Estados Unidos, Japón, Australia e India. Por otra parte, y en el mismo sentido, Biden quiere reactivar a la OTAN para implicar a los países europeos en su política de presión contra China.
Para completar el panorama, tampoco hay que olvidar las tensiones entre la OTAN y Rusia: tras el incidente del vuelo de Ryanair secuestrado e interceptado por Bielorrusia para detener a un disidente, que se había refugiado en Lituania, se produjeron las maniobras de la OTAN en el Mar Negro frente a Ucrania en junio, donde se produjo un enfrentamiento entre una fragata británica y barcos rusos, y, en septiembre, las maniobras conjuntas entre los ejércitos ruso y bielorruso en las fronteras de Polonia y los Estados bálticos.
Estos acontecimientos confirman que el aumento de las tensiones imperialistas está generando una polarización entre Estados Unidos y China, por un lado, y la OTAN y Rusia, por otro, lo que a su vez está empujando a China y Rusia a reforzar sus vínculos entre sí para enfrentarse a Estados Unidos y la OTAN.
Sin embargo, la "debacle de Kabul" (véase nuestro artículo "Detrás de la decadencia de Estados Unidos, la decadencia del mundo capitalista"3 en nuestra página web) subraya hasta qué punto la descomposición y la persistente desestabilización acelerada por la crisis de Covid-19 estimulan las fuerzas centrífugas, exacerban el "sálvese quien pueda" de los distintos imperialismos, frustrando así constantemente cualquier estabilización de las alianzas:
- La precipitada retirada de Estados Unidos de Afganistán, destinada a concentrar fuerzas militares frente a China, se llevó a cabo sin ninguna consulta a los aliados, mientras que Biden había prometido unos meses antes en la cumbre del G7 y en la reunión de la OTAN el retorno de la consulta y la coordinación; esta retirada significa también de facto el abandono por parte de Estados Unidos de sus aliados sobre el terreno (véase el anterior abandono de los kurdos y el enfriamiento de las relaciones con Arabia Saudita) y sólo puede reforzar la desconfianza de países como India y Corea del Sur hacia un aliado que está demostrando ser poco fiable, así como la determinación europea de crear estructuras de defensa más independientes de Estados Unidos.
- Por otra parte, la vuelta al poder de los talibanes constituye un grave peligro potencial de infiltración islamista en China (a través del "problema uigur"), sobre todo porque sus aliados, los talibanes paquistaníes (el TTP), están inmersos en una campaña de atentados contra las obras de la "Nueva Ruta de la Seda", que ya ha provocado la muerte de una docena de "cooperantes" chinos. Esto está llevando a China a intensificar sus intentos de establecerse en las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central (Turkmenistán, Tadjikistán y Uzbekistán) para contrarrestar el peligro. Pero estas repúblicas forman parte tradicionalmente de la zona de influencia rusa, lo que aumenta el peligro de enfrentamiento con este "aliado estratégico", con el que, de todos modos, sus intereses a largo plazo son fundamentalmente opuestos: la nueva Ruta de la Seda pasa por delante de Rusia y ésta recela del creciente control económico de China sobre sus territorios siberianos;
- El caos y la actitud imperialista de sálvese quien pueda en el mundo acentúan constantemente la imprevisibilidad del posicionamiento de los distintos Estados: Estados Unidos se ve obligado a mantener la presión con bombardeos aéreos regulares sobre las milicias chiíes que acosan a sus fuerzas en Irak; los rusos tienen que "hacer de bomberos" en el enfrentamiento armado entre Armenia y Azerbaiyán, instigado por el interés imperialista de Turquía; La propagación del caos en el Cuerno de África a través de la guerra civil en Etiopía, con Sudán y Egipto apoyando a la región de Tigray y Eritrea apoyando al gobierno central etíope, está perturbando en particular los planes chinos de utilizar Etiopía como base para su proyecto de la ruta de la seda en el noreste de África, y para ello han instalado una base militar en Djibuti.
- La propagación incontrolada de la pandemia ligada a la generalización de la variante delta requiere una mayor atención de los Estados a la situación interna, que puede tener un impacto imprevisible en sus políticas imperialistas. Por ejemplo, el estancamiento de la vacunación en EE.UU., tras un fuerte arranque inicial, está provocando una nueva oleada de infecciones en los estados del centro y del sur. Esto lleva a nuevas medidas coercitivas por parte del gobierno de Biden, lo que a su vez reaviva las recriminaciones de los partidarios de Trump. Del mismo modo, en Rusia, el gobierno se enfrenta a un resurgimiento de la epidemia, mientras que la vacunación está estancada y la población desconfía enormemente de las vacunas rusas, lo que ha llevado al alcalde de Moscú (donde el 15% de la población está vacunada) a tomar medidas que hacen la vacunación casi obligatoria.
En China, donde el gobierno confía en la inmunidad de rebaño antes de abrir el país, la preocupante situación sanitaria requiere una atención constante. Por un lado, hasta que se consiga, China impone estrictos cierres cada vez que se identifican infecciones, lo que dificulta gravemente las actividades comerciales. Por ejemplo, el pasado mes de mayo, después de que algunos estibadores del puerto de Yantian se infectaran, el tercer mayor puerto de contenedores del mundo estuvo totalmente aislado durante una semana, y los trabajadores se vieron obligados a permanecer en cuarentena en el lugar. Ahora de nuevo, regiones enteras están confinadas debido a la expansión de la variante delta, la erupción más fuerte desde Wuhan en diciembre de 2019. En segundo lugar, esta búsqueda de la inmunidad de rebaño ha llevado a varias provincias y ciudades chinas a imponer fuertes sanciones a los recalcitrantes. Estas iniciativas fueron muy criticadas en las redes sociales chinas y el gobierno las frenó porque tendían a "poner en peligro la cohesión nacional". Por último, quizá el problema más grave sea la evidencia cada vez más convergente sobre la limitada eficacia de las vacunas chinas.
En este contexto, el aumento de las tensiones bélicas es ineludible. Por un lado, indica una cierta polarización, especialmente entre Estados Unidos y China, subrayada por una creciente agresividad por parte de Estados Unidos, que sabe que, a pesar de las enormes inversiones de China en la modernización de sus fuerzas armadas, éstas aún no pueden igualar el poder militar de Estados Unidos, especialmente en el aire, en el mar y en términos de su arsenal nuclear.
Sin embargo, el caos y el sálvese quien pueda exacerbados hacen que cualquier alianza sea constantemente inestable, estimulan los apetitos imperialistas en todas las direcciones y empujan más bien a las grandes potencias a evitar un enfrentamiento directo entre sus ejércitos, con un compromiso masivo de personal militar sobre el terreno ("botas sobre el terreno"), como ilustra la retirada de los soldados estadounidenses de Afganistán. En cambio, recurren a empresas militares privadas (la organización Wagner por parte de los rusos, Blackwater/Academy por parte de los EE.UU., ...) o a milicias locales para llevar a cabo acciones sobre el terreno: uso de milicias suníes sirias por parte de Turquía en Libia y Azerbaiyán, milicias kurdas por parte de los EE.UU. en Siria e Irak, milicias chiíes de Hezbolá o Irak por parte de Irán en Siria, milicias sudanesas por parte de Arabia Saudí en Yemen, ....
La forma que está tomando la expansión de estas tensiones anuncia, por tanto, la multiplicación de enfrentamientos bélicos cada vez más sangrientos y bárbaros en un entorno marcado por la inestabilidad y el caos.
18.09.21/ R. Havanais
1 https://www.rfi.fr/fr/asie-pacifique/20210917-australie-apr%C3%A8s-la-rupture-du-contrat-du-si%C3%A8cle-avec-la-france-la-question-du-co%C3%BBt-de-ce-revirement [38]
2 Analizaremos este episodio imperialista en un futuro artículo
Adjunto | Tamaño |
---|---|
![]() | 93.61 KB |
Sin embargo, la “lucha de clases” que nos presenta Barbaria y el “proletariado” del que nos habla, nada tienen que ver con la auténtica lucha de clases ni con el auténtico proletariado. Barbaria nos dice: “Cuando los tejedores de Lyon se levantaron en armas en 1831, la burguesía hizo memoria de clase. Recordó las invasiones de esos pueblos primitivos que asaltaron el Imperio romano y que llamaron bárbaros, porque su lengua sonaba como el ruido. Tampoco los tejedores de Lyon hablaban una lengua que pudiera comprender la burguesía. En la lucha milenaria entre la civilización y la barbarie, la revolución se expresa en una lengua que no es la lengua de los amos, una lengua que el Imperio de la civilización no puede alcanzar. Cada vez que las clases explotadas se han levantado a lo largo de la historia, han llevado consigo la misma barbarie, la misma comunidad humana contra la explotación. Barbaria es un lugar en la memoria. Es allí donde se guarda la historia milenaria de nuestra clase, desde las comunidades primitivas hasta la comunidad humana mundial” (https://barbaria.net/quienes-somos/ [42] ).
Esta visión hace desaparecer al proletariado, diluido en todas las clases explotadas de la historia. Si bien el proletariado es solidario con ellas e integra lo mejor de su lucha, el proletariado es diferente pues no solo es la clase explotada bajo el capitalismo, sino que es igualmente la clase revolucionaria. Los esclavos y los siervos no podían acabar con la explotación, en cambio, el proletariado es la primera clase explotada de la historia que tiene la capacidad y la conciencia para acabar con el capitalismo y crear la nueva sociedad, el comunismo.
En los debates de la Liga de los Comunistas, Engels escribió Los Principios del Comunismo1, donde demostró por qué el proletariado es diferente de los esclavos y de los siervos y cómo en esta diferencia reside su naturaleza revolucionaria. Barbaria deja todo esto de lado y defiende que las revueltas interclasistas, los “movimientos sociales” tales como los Gilets Jaunes o las protestas de Chile o Ecuador en 2019, serían la expresión de la lucha de clases: “Una realidad falsamente comprendida nos trata de hacer creer que vivimos en un mundo sin revoluciones y revueltas. Basta dirigir nuestra mirada desde Rumanía a Albania, de Argelia a Irak, de Bolivia a Ecuador, de Argentina a Oaxaca, para ver la intensidad de las revueltas y revoluciones que han recorrido la faz de la tierra en los últimos 25 años, por no hablar del intenso proceso de lucha de clases que se desplegó en el 2011 en el mundo árabe, justo cuando muchos socialdemócratas habían dictaminado el fin de las revoluciones (…) El futuro inmediato será, por tanto, de intensa lucha de clases. Es algo que se observa ya desde hace algunos meses en regiones como China, Irán, Irak, Kurdistán, Haití… Y que de modo más reciente está atravesando también a Francia con el movimiento de los gilets jaunes, Hungría o Túnez”.
Hoy, el proletariado sufre cruelmente la pérdida de la identidad de clase, la falta de confianza en sus propias fuerzas, Barbaria hurga en esa herida vendiendo como “lucha de clases” la movilización interclasista y nacionalista de los Chalecos Amarillos que cantan La Marsellesa y enarbolan la bandera tricolor francesa con la que fue aplastada la Comuna de Paris2.
Barbaria habla de “revolución”. El cambio de régimen en Cuba en 1959 a manos del castrismo nos lo vendieron como una “revolución”. El desalojo de Trump de la presidencia de Estados Unidos habría sido una “revolución ciudadana”. Los trotskistas convierten en “revolución” cualquier tumulto en un país exótico. Barbaria pone su granito de arena en esta ceremonia de la confusión hablándonos, como hemos visto antes, de “revueltas y revoluciones” en Irak (¿), Haití (¿), Kurdistán (¿??), China (¿?????), los Chalecos Amarillos (¿???) …
Los disturbios y convulsiones que Barbaria amalgama como “revueltas y revoluciones” son muy diferentes unos de otros, sin embargo, tienen algo en común: no tienen nada que ver con la lucha del proletariado, unos son revueltas desesperadas y nihilistas; otros movimientos claramente burgueses, otros enfrentamientos imperialistas. En China, por ejemplo, lo que conocemos es la protesta nacionalista de los uigures o el movimiento democrático de Hong Kong. Respecto del Kurdistán, ¿se refiere Barbaria al movimiento guerrero y nacionalista de Rojava tan ensalzado por los anarquistas?3
Pero ¿en qué consiste la revolución proletaria para Barbaria? En un texto titulado 11 puntos sobre Marx se pueden encontrar cosas muy generales, formalmente correctas, sobre la abolición de las relaciones capitalistas de producción, la dictadura del proletariado, la destrucción del Estado etc. Sin embargo, cuando se trata de concretar nos encontramos con afirmaciones como esta: “La respuesta de estas comunas, como Puerto Resistencia, es una muestra de la capacidad de nuestra clase para construir relaciones sociales al margen de las impuestas por el capital y sus Estados, donde a la par que se reorganizan las condiciones materiales de vida, se produce una revolución en los valores y en las relaciones humanas. El mundo deja de estar invertido, como sucede en el capitalismo, y las necesidades sociales pasan a ser prioritarias respecto a cualquier otro criterio (como la acumulación de capital sin límites) en las decisiones que las comunas toman en los usos de los recursos disponibles y en los esfuerzos que se dedican a lograrlos. Todo se da la vuelta, deja de estar al revés. Así, por ejemplo, una activista de las luchas medioambientales, que hasta entonces necesitaba escolta ante las múltiples amenazas y asesinatos cometidos por los paramilitares, ahora camina libre, sin miedo, entre sus vecinos. La movilización proletaria le ha devuelto su seguridad, ha frenado la violencia del capital en aquellos espacios donde nuestra clase ha impuesto su lógica de vida (frente la lógica de muerte del capital). (https://barbaria.net/2021/05/30/por-que-lucha-el-proletariado-en-colombia/ [43] )
De este pasaje se desprenden una serie de conclusiones: 1) ¡Se podría construir relaciones sociales al margen de las impuestas por el capital dentro del propio capitalismo!; 2) ¡Habría una “revolución en los valores y en las relaciones humanas” (sic)!; 3) ¡dentro del capitalismo se podría conseguir que las “necesidades humanas pasan a ser prioritarias respecto a la acumulación capitalista”!!! En resumen, las “revueltas y revoluciones” que nos presenta Barbaria acreditarían ideas como que: 1) el comunismo se puede crear ya dentro del capitalismo; 2) se podrían crear “espacios liberados” de la represión del Estado capitalista; 3) se podría cambiar la economía sin necesidad de destruir el capitalismo… Es decir, la negación de todo lo que se afirma “teóricamente” en los 11 puntos sobre Marx.
El pasaje sobre Puerto Resistencia presenta como actos “revolucionarios” hechos que expresan el estallido de la sociedad en fragmentos donde pequeñas comunidades se protegen desesperadamente, sin ningún futuro, de la dislocación de las relaciones sociales. Capas sociales marginadas, proletarios individuales, se ven arrastrados por el torbellino de la descomposición y esto es glorificado por Barbaria como “atisbos de una sociedad nueva, destellos de comunismo, los balbuceos, los comienzos, de la constitución revolucionaria de una clase que se resiste a sucumbir junto a un capitalismo moribundo”. Para colmo, Barbaria propone como alternativa generalizar mundialmente este hundimiento en la barbarie: “es todavía insuficiente lo que estamos viendo en las comunas de Cali o de Medellín, o en los barrios de Santiago en Chile, estas nuevas relaciones sociales solamente pueden imponerse a la lógica del capital a nivel mundial”.
¡Barbaria se reclama de la “barbarie”! El proletariado pertenecería a “la lucha milenaria entre civilización y barbarie”, y recordaría a los “antiguos bárbaros que asaltaron Roma”.
Nos preguntamos si esta “reivindicación” viene de la más espantosa confusión o de una voluntad deliberada de presentar el deslizamiento creciente del capitalismo hacia la barbarie como la “perspectiva revolucionaria”. Los promotores de Barbaria deben explicarlo.
Sin embargo, lo que para nosotros está muy claro es, en primer lugar, que la civilización que nace con los modos de producción esclavista, feudal, despótico asiático y capitalista, es la peor y más sofisticada forma de barbarie pues es institucionalizada y santificada en el Estado con sus ejércitos, su policía, sus cárceles, sus tribunales…
En segundo lugar, como anunció Engels en 1890 la alternativa que se presenta a la humanidad es Barbarie o Comunismo. El rostro de la barbarie se está perfilando de forma cada vez más acelerada con el COVID 19, el desastre ecológico, las guerras imperialistas, el caos creciente… El jueguecito ingenioso de Barbaria de incluir al proletariado en la “tradición de los bárbaros” nos muestra como “pasos hacia la revolución” lo que no son sino manifestaciones del hundimiento en la barbarie.
Barbaria habla mucho de la Izquierda Comunista, en el blog encontramos varios artículos: Amadeo Bordiga un dinosaurio del comunismo (sic); Sobre la fundación del PC de Italia y la Izquierda Comunista Italiana; El pasado de nuestro ser4 etc.
Los compañeros de Programa Comunista hacen una crítica bastante juiciosa del artículo sobre Bordiga5. Denuncian la manipulación que hace Barbaria desligando Bordiga del combate de los grupos de la Izquierda Comunista tratando “de definir una aportación personal del mismo de la que apropiarse, para construir sobre ella una teoría propia, una visión suya, particular, de problemas que sólo pueden ser abordados, en términos marxistas, desde el trabajo anónimo y colectivo del órgano partido”.
Los compañeros subrayan que la biografía de Barbaria sobre Bordiga “se corta cuidadosamente en 1929 y deja fuera todo el trabajo que, desde la IIª Postguerra, realizaron Bordiga y tantos otros compañeros por restaurar el marxismo”.
Esta amputación se manifiesta igualmente en los demás textos de Barbaria. Habla de las izquierdas comunistas de Alemania, Rusia etc., pero solo hasta finales de los años 20. Habla de Bilan sin mencionar ni una palabra sobre sus continuadores, Internationalisme y la CCI. No encontramos el más mínimo rastro de los grupos actuales de la Izquierda Comunista, la CCI, la TCI, Programa Comunista…
No vamos a especular sobre los motivos de este olvido, corresponde explicarlo a Barbaria. Sin embargo, hay una conclusión que cualquier lector puede sacar de esta ausencia: la Izquierda Comunista pertenecería a un pasado remoto, que se podría estudiar como un “fondo documental” del cual extraer las interpretaciones que a cada cual le convengan. La consecuencia es evidente: se le roba al proletariado su principal fuerza, la continuidad histórica critica de sus organizaciones comunistas, el hilo histórico que va desde la Liga de los Comunistas hasta los pequeños grupos actuales de la Izquierda Comunista. Barbaria comete la barbaridad de hacer desaparecer estos últimos del horizonte, dando a entender al proletariado y a sus minorías revolucionarias que no cuenta con ese legado histórico fundamental. Esta amputación de la memoria contra nuestra clase no es nueva. Estamos asistiendo últimamente a empresas como la de Nuevo Curso que ignora totalmente los grupos de la Izquierda Comunista para hacer pasar como “izquierda comunista” un refrito de posiciones basadas en el revolucionario Munis que no logró romper realmente con el trotskismo6.
Es posible que los promotores de Barbaria no estén de acuerdo con las posiciones que defendemos en la CCI o en otros grupos actuales de la Izquierda Comunista. El análisis que hemos realizado anteriormente lo demuestra palmariamente. Si alguien pretende tomar como base de su actividad organizada la Izquierda Comunista - Barbaria da a entender que la Izquierda Comunista sería “el pasado de su ser”- lo que debe hacer es entablar un debate amplio y profundo con las organizaciones que hoy se reclaman de la Izquierda Comunista, si finalmente, tras un debate exhaustivo, llega a la conclusión que defienden posiciones erróneas la formación de un nuevo grupo es una contribución. Lo que es deshonesto es hablar de la Izquierda Comunista, dando a entender que es “el pasado del ser” de Barbaria, y, al mismo tiempo, ignorar totalmente a los grupos actuales de la Izquierda Comunista.
Pensamos que la contribución que hacemos debe ser sometida a un debate crítico y no ignorada. Nos atenemos a lo que señaló BILAN en su primer número (noviembre 1933): “Nuestra facción se reivindica de un largo pasado político, una profunda tradición en el movimiento italiano e internacional; un conjunto de posiciones políticas fundamentales. Pero no pretende aprovechar sus precedentes políticos para pedir la adhesión a las soluciones que defiende para la situación actual. Por el contrario, invita a los revolucionarios a someter a la verificación de los acontecimientos las posiciones que defiende actualmente, así como las posiciones políticas contenidas en sus documentos básicos”.
Acción Proletaria 26-10-21
2 Ver, entre otros, Hoja de intervención de la CCI sobre la trampa del movimiento de los chalecos amarillos https://es.internationalism.org/content/4378/hoja-de-intervencion-de-la-cci-sobre-la-trampa-del-movimiento-de-los-chalecos-amarillos [45] y Balance del movimiento de los "chalecos amarillos": Un movimiento interclasista, un obstáculo para la lucha de clases https://es.internationalism.org/content/4484/balance-del-movimiento-de-los-chalecos-amarillos-un-movimiento-interclasista-un [46]
3 Ver Los anarquistas y el imperialismo kurdo /content/4160/los-anarquistas-y-el-imperialismo-kurdo [47]
4 https://barbaria.net/2020/07/21/amadeo-bordiga-un-dinosaurio-del-comunismo/ [48] , https://barbaria.net/2021/02/09/audio-sobre-la-fundacion-del-pcdi-y-la-izquierda-comunista-italiana/ [49] , https://barbaria.net/2018/05/27/el-pasado-de-nuestro-ser/ [50]
5 Ver Grupo Barbaria, el bordiguismo a la carta https://www.pcint.org/05_Elprol/022/022_barbaria.htm [51]
6 Ver Nuevo Curso y una "Izquierda Comunista Española" ¿De dónde viene la Izquierda Comunista? https://es.internationalism.org/content/4460/nuevo-curso-y-una-izquierda-comunista-espanola-de-donde-viene-la-izquierda-comunista [52]
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/files/es/nuevos_ataques_a_la_izquierda_comunista_bourseiller_inventa_por_segunda_vez_22la_compleja_historia_de_las_izquierdas_comunistas22_2a_parte_0.pdf
[2] https://proletarios.org/books/LENIN-La-enfermedad-infantil-del-izquierdismo.pdf
[3] https://es.internationalism.org/content/4711/nuevos-ataques-contra-la-izquierda-comunista-bourseiller-se-reinventa-la-compleja
[4] https://fr.internationalism.org/ri344/livre_ultra-gauche.htm
[5] https://bibliothequedumarxisme.files.wordpress.com/2017/10/bricianer_esp.pdf
[6] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm
[7] https://fr.internationalism.org/content/9728/black-blocs-lutte-proletarienne-na-pas-besoin-masque
[8] https://es.internationalism.org/content/4424/no-hay-solucion-para-la-catastrofe-ecologica-sin-la-emancipacion-del-trabajo-de-la
[9] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201708/4225/el-comunismo-esta-a-la-orden-del-dia-de-la-historia-los-anos-1950-
[10] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/defensa-de-la-organizacion
[11] https://es.internationalism.org/tag/corrientes-politicas-y-referencias/izquierda-comunista
[12] https://es.internationalism.org/tag/cuestiones-teoricas/terrorismo
[13] https://es.internationalism.org/files/es/permanencia_virtual_de_la_cci_sobre_el_feminismo.pdf
[14] https://es.internationalism.org/files/es/2021_sept04_perm-virtual-cci_luchas-parciales_feminismo_presentacion.pdf
[15] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199607/1775/xiii-la-transformacion-de-las-relaciones-sociales-segun-los-revolu
[16] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201305/3733/el-comunismo-primitivo-y-el-papel-de-la-mujer-en-la-emergencia-de-
[17] https://es.internationalism.org/content/3567/el-comunismo-primitivo-el-papel-de-la-mujer-en-la-emergencia-de-la-cultura
[18] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4291/huelga-feminista-contra-las-mujeres-y-contra-la-clase-obrera
[19] https://es.internationalism.org/content/4403/el-feminismo-al-servicio-del-capitalismo
[20] https://es.internationalism.org/cci-online/201210/3489/la-condicion-de-las-mujeres-en-el-siglo-xxi
[21] https://es.internationalism.org/cci/201211/3550/plataforma-de-la-cci-adoptada-por-el-ier-congreso
[22] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/223/la-descomposicion-fase-ultima-de-la-decadencia-del-capitalismo
[23] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/reuniones-publicas
[24] https://es.internationalism.org/tag/2/35/las-luchas-parciales
[25] https://es.internationalism.org/files/es/peru_la_cuarta_espada_sendero_luminoso_la_otra_cara_de_la_burguesia.pdf
[26] https://es.internationalism.org/cci/200606/968/nacion-o-clase
[27] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201707/4221/balance-de-70-anos-de-luchas-de-liberacion-nacional-primera-parte
[28] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201110/3231/balance-de-70-anos-de-luchas-de-liberacion-nacional-ii-en-el-siglo
[29] https://es.internationalism.org/revista-internacional/201202/3316/balance-de-70-anos-de-luchas-de-liberacion-nacional-iii-las-nuevas
[30] https://es.internationalism.org/revista-internacional/197810/2134/resolucion-sobre-el-terror-el-terrorismo-y-la-violencia-de-clase
[31] https://es.internationalism.org/content/4717/peru-tras-las-elecciones-arrecia-la-campana-anticomunista
[32] https://es.internationalism.org/tag/4/400/peru
[33] https://es.internationalism.org/tag/corrientes-politicas-y-referencias/maoismo
[34] https://es.internationalism.org/files/es/20211010_anuncio_rp.pdf
[35] mailto:[email protected]
[36] https://es.internationalism.org/tag/3/45/descomposicion
[37] https://es.internationalism.org/files/es/situacion_mundial_polarizacion_de_las_tensiones_imperialistas_e_inestabilidad_de_las_alianzas.pdf
[38] https://www.rfi.fr/fr/asie-pacifique/20210917-australie-apr%C3%A8s-la-rupture-du-contrat-du-si%C3%A8cle-avec-la-france-la-question-du-co%C3%BBt-de-ce-revirement
[39] https://es.internationalism.org/content/4705/detras-del-declive-del-imperialismo-estadounidense-el-declive-del-capitalismo-mundial
[40] https://es.internationalism.org/tag/3/48/imperialismo
[41] https://es.internationalism.org/files/es/barbaria_o_comunismo.pdf
[42] https://barbaria.net/quienes-somos/
[43] https://barbaria.net/2021/05/30/por-que-lucha-el-proletariado-en-colombia/
[44] https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/47-princi.htm
[45] https://es.internationalism.org/content/4378/hoja-de-intervencion-de-la-cci-sobre-la-trampa-del-movimiento-de-los-chalecos-amarillos
[46] https://es.internationalism.org/content/4484/balance-del-movimiento-de-los-chalecos-amarillos-un-movimiento-interclasista-un
[47] https://es.internationalism.org/content/4160/los-anarquistas-y-el-imperialismo-kurdo
[48] https://barbaria.net/2020/07/21/amadeo-bordiga-un-dinosaurio-del-comunismo/
[49] https://barbaria.net/2021/02/09/audio-sobre-la-fundacion-del-pcdi-y-la-izquierda-comunista-italiana/
[50] https://barbaria.net/2018/05/27/el-pasado-de-nuestro-ser/
[51] https://www.pcint.org/05_Elprol/022/022_barbaria.htm
[52] https://es.internationalism.org/content/4460/nuevo-curso-y-una-izquierda-comunista-espanola-de-donde-viene-la-izquierda-comunista
[53] https://es.internationalism.org/tag/2/26/la-revolucion-proletaria