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Acción Proletaria nº 202, 15 de Julio a 15 de Septiembre

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Tras 40 años de crisis económica: ¿Una crisis como las anteriores?

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Desde hace un año asistimos al último y más grave episodio de la crisis económica que ha azotado el mundo durante los últimos cuarenta años. El inicio de la recesión se desencadena a raíz de la llamada crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos, con el consiguiente estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis crediticia que se extendió por los cinco continentes. Además en la presente crisis económica se concentran todos los factores negativos de los últimos cuarenta años: vuelve con fuerza la inflación, la especulación se traslada de la bolsa y el sector inmobiliario a las materias primas y los alimentos, devaluación del dólar, crisis del endeudamiento y el sector financiero, ineficacia de la coordinación de la política económica a nivel internacional...

 

¿Una crisis de la economía española?

Mientras en poco menos de medio año hemos asistido a la quiebra de instituciones financieras de primer orden, como Bear Stearns en Marzo, o recientemente Fannie Mae y Freddie Mac, las dos principales entidades hipotecarias estadounidenses; o en Europa, el Northern Rock bank en Gran Bretaña o la BNP Paribas en Francia; los titulares de la prensa "seria" en España revolvían entre los discursos de ZP para hacer noticia de si el gobierno reconocía que la crisis afectaba a la economía nacional, o se mantenía impasible en la defensa de su salud, a lo sumo admitiendo una "desaceleración".

Solbes ha rizado el rizo para defender que las turbulencias económicas son un factor exógeno frente al que la economía española dispondría de un colchón a cuenta del superávit económico fiscal. Pero la onda expansiva de la crisis hipotecaria ha afectado de lleno al capital español. Durante el primer trimestre de 2008, el número de ventas de viviendas cayó el 29% y cerca de dos millones de pisos y chalets no encuentran comprador; esta situación repercute en la quiebra de inmobiliarias como Martinsa-Fabesa, que se prevé que puede provocar un efecto dominó. La crisis inmobiliaria sin embargo, es sólo la punta de un iceberg que afecta al conjunto de la economía: en lo que va de año, la bolsa española ha acumulado un 25% de pérdidas; las previsiones de crecimiento del PIB para el segundo semestre son del 0% y se calcula que para finales de año, el número oficial de desempleados rondará los tres millones...

Frente a esto, el PP dice que los socialistas no han sabido gestionar la bonanza económica que legó el gobierno de Aznar, e IU y sus satélites  radicales achacan la crisis a una política especulativa que sólo busca el beneficio privado. Pero la base del crecimiento económico durante los gobiernos de Aznar ha sido precisamente la burbuja especulativa inmobiliaria y aunque no dudamos que IU sabe mucho de especulación y beneficios privados, como ha demostrado en algunos ayuntamientos, no aporta nada para aclarar las causas y la dinámica de la crisis. Al contrario, tanto la posición del gobierno, que insiste en que la economía estaría a salvo de las sacudidas financieras mundiales, como la del PP o IU, que se centran en un problema de gestión, dan una visión nacional de los problemas, de las causas y el desenlace de la crisis.

Pero el origen y la dinámica de la crisis son mundiales.

La crisis de las hipotecas subprime en USA se ha transformado rápidamente en una crisis crediticia internacional. Los chanchullos con la "titularización" de las hipotecas basura, por la que se colaban estas deudas de alto riesgo, junto a otros valores más "serios", e incluso bonos del Estado, en los mercados financieros más "respetables", ha puesto de manifiesto que en realidad todo el sistema financiero mundial descansa en una especulación desenfrenada, en créditos basura al fin y al cabo no esencialmente diferentes a las subprime, e incluso peores. Nadie confía en los números de los demás bancos y entidades financieras, ni en la "limpieza" de sus "operaciones", ni se atreve a arriesgar su dinero en préstamos dudosos. La liquidez se contrae y la actividad económica mundial se detiene, puesto que, ante la falta de mercados solventes reales donde vender las mercancías de la producción capitalista, el crédito constituye un mercado ficticio, una droga, que mantiene en vida la economía a costa de minar más y más en profundidad su salud.

No es la primera vez que el casino en que se ha convertido la economía mundial sufre quiebras importantes, que significan pérdidas de miles de millones de dólares, cierres de empresas, despidos y miseria para partes importantes de la población y de la clase obrera. En los años 80 vimos la crisis de la deuda de los países latinoamericanos y en los 90 la de los Tigres asiáticos. Pero hoy el epicentro de la crisis es la primera potencia mundial; de ahí la rapidez con que se ha extendido a todo el mundo y la gran desconfianza que se ha generado en los mercados financieros. La devaluación del dólar, que es la moneda del comercio mundial, es una confirmación de la gravedad de la situación. No se trata de una agravación más de la crisis, sino de un hundimiento cualitativo del paliativo que la burguesía venía aplicando para tratar de contener la crisis histórica y mundial del capitalismo: El crédito.

 

¿Es una crisis cíclica de la cual se podría salir con la aplicación de medidas acertadas?

 

Las crisis cíclicas fueron un fenómeno del siglo XIX (del período ascendente del capitalismo que duró hasta la Primera Guerra Mundial). Cada diez años más o menos aparecían las crisis de sobreproducción relativa (la tendencia de la producción capitalista es a desarrollarse al máximo como si no tuviese límites, pero necesita conquistar los mercados extracapitalistas, ya que como demostró Marx la ley de Say de que "la producción capitalista crea su propio mercado" es falsa). El capitalismo sale de sus crisis periódicas incorporando los mercados extracapitalistas y extendiéndose por todo el mundo. Pero como dijeron Marx y Engels en el Manifiesto Comunista: "...Basta citar las crisis comerciales que, con su recurrencia periódica, cuestionan en forma cada vez más amenazadora la existencia de la sociedad burguesa toda. En las crisis comerciales se destruye regularmente gran parte no solo de los productos engendrados, sino de las fuerzas productivas ya creadas. En las crisis estalla una epidemia social que en todas las épocas anteriores hubiese parecido un contrasentido: la epidemia de la superproducción. Súbitamente, la sociedad se halla retrotraída a una situación de barbarie momentánea; una hambruna, una guerra de exterminio generalizada parecen haberle cortado todos sus medios de subsistencia; la industria, el comercio, parecen aniquilados. ¿Y ello por qué? Porque posee demasiada civilización, demasiados medios de subsistencia, demasiada industria, demasiado comercio. Las fuerzas productivas de que dispone ya no sirven al fomento de las relaciones de propiedad burguesas; por el contrario, se han tornado demasiado poderosas para estas relaciones, y éstas las inhiben; y en cuanto superan esta inhibición, ponen en desorden toda la sociedad burguesa, ponen en peligro la existencia de la propiedad burguesa. Las relaciones burguesas se han tornado demasiado estrechas como para abarcar la riqueza por ellas engendrada. ¿De qué manera supera la burguesía las crisis? Por una parte, mediante la destrucción forzada de gran cantidad de fuerzas productivas; por la otra, mediante la conquista de nuevos mercados y la explotación más a fondo de mercados viejos. ¿De qué manera, pues? Las supera preparando crisis más extensas y violentas y reduciendo los medios para prevenir las crisis.."

 

En 1914 comienza la decadencia del capitalismo, la etapa de las guerras imperialistas y de las revoluciones como dijeron los revolucionarios de la época. El mundo ya está repartido entre las grandes potencias, y los capitalismos nacionales que llegaron tarde al reparto (Alemania; Estados Unidos, Japón...) se ven obligados a cuestionar este reparto. La Primera Guerra Mundial inaugura la quiebra histórica del capitalismo, cien años de barbarie que han martirizado a la humanidad. Salvo unos años de reconstrucción tras la IIª guerra mundial, lo permanente han sido las guerras de exterminio y la crisis económica de sobreproducción relativa.

Eso no significa sin embargo, que la burguesía haya renunciado a gestionar el hundimiento del capitalismo en la crisis, tratando de engañar al proletariado y a sí misma con diferentes estrategias para confrontar la crisis que prometían "la salida del túnel"  y una nueva prosperidad, e intentando ocultar su verdadera dimensión.

Con la reaparición de la crisis abierta tras la IIª guerra mundial, a finales de los años 60, recurrió a las mismas medidas que en los años 30, haciendo que el Estado se endeudara, tratando de paliar la falta de mercados, y poniendo masas de dinero en circulación. Esta política dio lugar al estallido de la inflación, con cifras de dos dígitos, que devoraban en poco tiempo los salarios, animando las luchas obreras, y dificultaban el comercio mundial. Por otro lado, trató de presentar esta situación como fruto de la subida de las materias primas y particularmente del precio del petróleo.

Sin embargo, ante la agravación continua de la crisis, recurrió a partir de los años 80, a repartir la deuda del estado entre las empresas y los particulares, por medio de bonos y títulos de deuda, estimulando la especulación en bolsa para mantener, como siempre ante la falta de mercados solventes, una fuente de ganancia y al mismo tiempo de reembolso parcial de los créditos que diera una cierta credibilidad de que las deudas gigantescas acumuladas podían reembolsarse algún día y mantuviera en funcionamiento la economía mundial. Esto consiguió controlar la inflación durante los años 80 y 90; en cambio abocó a una sucesión de quiebras de una envergadura colosal, de las que la última, a finales de los 90, fue la de los Tigres asiáticos, y a un aumento de los despidos y el desempleo a través de las reestructuraciones y las quiebras.

A partir de ese momento, es la primera potencia mundial, EEUU, la que asume, a través de un gigantesco déficit, el papel de "locomotora mundial". A comienzos de los 2000 se nos presentan las empresas "puntocom" como un verdadero campo de acumulación, expresión de la vitalidad del capitalismo; espejismo que dura apenas un año, volviendo con fuerza la recesión a partir de 2001. Y últimamente, la burguesía USA encuentra en la especulación desenfrenada en el mercado inmobiliario y de hipotecas, un nuevo campo de endeudamiento para mantener la ficción de una economía "sana".

 

 
¿Por qué nos enfrentamos a la peor recesión económica de los últimos cuarenta años?

 

Tras cuarenta años de paliativos a este enfermo terminal que es el modo de producción capitalista: keynesianismo, gasto público, monetarismo, reaganomics, endeudamiento público, endeudamiento privado, huida en la especulación más salvaje... Hemos llegado a la situación en que estas drogas no sólo no calman los dolores del enfermo sino que están creando efectos nocivos como ocurre con la crisis crediticia. Han reaparecido simultáneamente todos los síntomas y achaques de todas las recesiones anteriores: encarecimiento del petróleo y de las materias primas, vuelta de la inflación, crisis monetaria y de la deuda, encarecimiento de los alimentos y agravamiento de las hambrunas, especulación salvaje, aumento del paro... Huida hacia el armamentismo y la guerra imperialista...

En efecto, el alza de los precios de las materias primas y de los productos alimentarios hoy es expresión, no sólo del desarrollo de la inflación, sino del desplazamiento de la especulación a estos productos básicos. Con esto, el capitalismo no sólo pone de manifiesto su incapacidad de alimentar a la población mundial (mientras por otro lado destruye y limita cultivos y productos alimentarios del ganado); sino que muestra igualmente que para el capital es más importante la ganancia que la vida.

En cuanto a la inflación, se podría argumentar que las cifras actuales del 3 al 5% aproximadamente en los países centrales, no alcanzan ni de lejos las cifras de los años 70; pero se olvida aquí que un solo punto de aumento de la inflación tiene hoy cualitativamente una mayor implicación para la clase obrera y la población y significa que muchos obreros no van a poder pagar la hipoteca, o hacer frente a sus gastos corrientes. Igualmente el desempleo actualmente significa una condena a la miseria, sin prácticamente ninguna cobertura social (para la mayor parte de precarios) y con una perspectiva muy difícil de volver a encontrar trabajo; cuando no significa directamente la expulsión a sus países de origen, para los emigrantes, donde les esperan los sufrimientos de los que trataban de huir arriesgando incluso sus vidas.

En cuanto a la escalada de los gastos en armamento, la inversión colosal, el pozo sin fondo de la guerra de Irak, con un presupuesto actual (que va a aumentar tras las elecciones) de más de 150 mil millones de dólares, ilustra bien esta dinámica.

La burguesía mundial había mantenido frente a la crisis económica cierta coordinación a nivel internacional, que se manifiesta por ej en la supervivencia de organismos económicos que estaban vinculados a  la división en bloques imperialistas, y que han sobrevivido a su desaparición momentánea, como la misma UE por ej.  Esa tentativa de ejercicio de responsabilidad frente a la gestión de la crisis, está empezando a resquebrajarse ante los primeros síntomas serios de su agravación; así vemos la devaluación salvaje del dólar, el cuestionamiento de la autoridad del Banco Central Europeo y del Tratado de Lisboa, que tiende a un "sálvese quien pueda" enclaustrando a cada capital nacional dentro de sus fronteras y una tendencia al proteccionismo...que recuerda a los tan temidos años 1930.

No somos ni los únicos, ni los más agoreros, que vemos estos signos de gravedad de la crisis. Un Medio con tan buena reputación de analista en el terreno de la burguesía como Le Monde Diplomatique, publica en su editorial del número de este mes: «Lo peor nunca es seguro y la numerología no es una ciencia exacta, pero el año 2009 bien podría parecerse a aquel nefasto 1929...» .

Y es que, el hundimiento de los mecanismos crediticios al que asistimos actualmente, significa de hecho el bloqueo del principal medio que la burguesía ha empleado hasta ahora para gestionar el hundimiento del capitalismo en la crisis. La causa que en última instancia expresa la decadencia del capitalismo, el choque entre las relaciones de producción capitalistas y el desarrollo de las fuerzas productivas, es la imposibilidad de encontrar mercados solventes donde realizar la plusvalía contenida en las mercancías producidas para proseguir una acumulación ampliada. El empleo masivo y pervertido del crédito ha ocultado este problema, que ahora sin embargo estalla, amenazando la supervivencia misma de amplias porciones de la población y del proletariado que son expulsadas de la producción social.

 

¿A quién tratará la burguesía de hacer pagar los desastres de la crisis económica?

 

Los diferentes portavoces de la Izquierda del Capital, desde los señores Llamazares, Blanco, sindicatos y demás ralea, se desgañitan para pedir que los peores efectos de la crisis no recaigan sobre la clase trabajadora. Como si en los llamados por ellos "años de bonanza económica" no hubiesen habido despidos (muchos de ellos dirigidos por el propio gobierno Zapatero), recortes salariales, aumento de la precariedad y recortes en sanidad y pensiones... Un ej. es que, según el Barómetro social de España 1994-2006, «en pleno ciclo expansivo, el salario medio anual disminuyó en un 2,4%». De igual forma, los ataques del capital a la clase obrera en esos periodos "de bonanza" se expresan también en una sobreexplotación. Según las estadísticas recientes del INE, en España «ocho de cada diez ocupados sufre sobrecarga de trabajo. Casi dos de cada diez trabajadores se ha puesto enfermo en el último año y un 5% ha tenido un accidente». Marx decía que cuando el patrón gana el trabajador no gana, y cuando el patrón pierde el trabajador pierde...

No es de un pequeño "ajuste de la calidad de vida" de lo que están amenazados el proletariado y los estratos no explotadores de la población; ni son los obreros "españoles" los únicos afectados. Para empezar, el futuro que les reserva la burguesía a los millones de emigrantes, tanto en España, como en Europa (y que abordamos en otro artículo), es el cierre de fronteras, cuando no la expulsión.

Pero el futuro no pinta mejor para los obreros "autóctonos" de los países centrales, sobre los que pesa igualmente una amenaza de expulsión, pero de los pisos que no pueden pagar, y de los empleos. La oleada de desahucios en EEUU como consecuencia de los impagados, es un botón de muestra de lo que decimos. En la periferia de las grandes ciudades, la población comienza a vivir en tiendas de campaña, como en 1929, cuando Central Park se convirtió en una chabola. Por otra parte, el desempleo actual, no cuenta ya más con los tampones sociales que pudo encontrar en los años 80, que son la referencia más inmediata de despidos masivos. Hoy se trata del despido de precarios (puesto que durante los últimos 20 años no ha cesado un goteo de despidos, camuflado a menudo como un deterioro de las condiciones de empleo, la eventualidad y la precariedad), que difícilmente pueden contar con el apoyo familiar, puesto que sus familiares están jubilados con pensiones que apenas les dan para ellos, o directamente desempleados; y que se van a topar con el resultado del desmantelamiento del "Estado social", el recorte de las pensiones y subsidios y de los gastos sanitarios.

Por otra parte, la inflación y la especulación en productos alimentarios plantea a medio plazo la aparición del hambre en los sectores más desfavorecidos de la población y de la clase obrera. De hecho ya puede verse en EEUU que estos sectores acuden a los comedores populares o sólo pueden hacer una comida al día.

Frente al desarrollo de la crisis el proletariado no tiene otra opción más que luchar en su terreno de clase y ganar para su lucha, que es la única que ofrece un porvenir, a las masas hambrientas del Tercer Mundo y a las capas no explotadoras de la población  que también se ven sometidas a un sinfín de calamidades y penurias. Esas luchas se están desarrollando a nivel internacional desde Alemania hasta Egipto, desde Turquía hasta Gran Bretaña, por los cinco continentes, y es que como dijeron Marx y Engels en el Manifiesto Comunista: "...la burguesía no sólo ha forjado las armas que le darán muerte; también ha engendrado a los hombres que manejarán esas armas: los obreros modernos, los proletarios".

 

Noticias y actualidad: 

  • Crisis económica [1]

Emigración: Contra el cinismo de la burguesía, ¡Solidaridad de todos los trabajadores!

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Cincuenta y cinco muertes en los tres últimos días en las llamadas "Rutas de la Muerte" de las pateras (desde Africa a las costas andaluzas o canarias). Si el año pasado casi 1000 personas murieron en el mar tratando de alcanzar dichas costas, la cifra puede dispararse este año como resultado no sólo del aumento de la desesperación de la población de esos países que les lleva a arriesgarse con medios y condiciones cada vez más precarios, sino también por tener que hacer frente a un endurecimiento de la persecución de estos emigrantes por parte de los Estados "más civilizados del mundo". No en vano la organización que recoge a la "créme" de esta elite humanitaria, la Unión Europea, anuncia para Octubre la llamada "Directiva de la Vergüenza" consistente en aumentos del período de retención, reducción de las posibilidades de reagrupamiento familiar y, en última instancia, expulsiones masivas.

Para el proletariado de todo el mundo estos ataques a los trabajadores emigrantes van a plantear la necesidad de una acción solidaria y de un fortalecimiento de la conciencia no solo de pertenecer a una misma clase explotada, sino también de comprender que el pozo de miseria y barbarie al que el capitalismo arroja a estos compañeros anuncia el único futuro que el capitalismo puede ofrecer a la humanidad.

 

 

El repugnante cinismo de la burguesía.

 

Las escenas de los recientes desastres de Motril, Almería o la Gomera son sobrecogedoras e indignantes. Decenas de seres humanos que se han dejado no ya sus pocos ahorros sino el endeudamiento de sus familias de por vida por conseguir una plaza hacinados en una patera o un cayuco que les lleve a Europa para, precisamente, tener alguna posibilidad de salvar a su familia del agujero negro en que se ha convertido el Tercer Mundo. Con 1200 euros, como se ha visto recientemente en el drama de Almería, apenas se tiene derecho a una "Zodiac" en mal estado y además sin conductor, pues como mucho se "adiestra" a uno de los pasajeros en el manejo de la "embarcación" en una "charla" pocos minutos antes de la partida. En esas condiciones lo más probable es zozobrar o perderse durante días en mitad del mar, viendo como se acaban los víveres y el agua y teniendo que empezar a arrojar los cadáveres al fondo de la embarcación como ha sucedido en el desastre de la Gomera, o directamente al mar como en el caso de Almería, dándose además la sobrecogedora circunstancia de que gran parte de esos cadáveres eran los propios hijos de las "pasajeras" de la patera. Eso, lo de arrojar a tus propios hijos por la borda, que ha sido uno de los elementos más explotados por el morbo truculento de los telediarios, se explica por el hecho de que muchas pasajeras de las pateras viajan con sus hijos de corta edad o esperan a estar embarazadas para emprender la arriesgada travesía, para tener un medio de presión a las autoridades y evitar ser repatriadas si son descubiertas. Por otra parte, dejar los hijos en Africa equivale también prácticamente a una condena a muerte pues el destino del 25% de los niños africanos está escrito: Morirán antes de los 5 años como consecuencia de la desnutrición o las enfermedades.

Todo esto le parece "insoportable" al presidente Zapatero, que pone su estudiada "faz" de sufrimiento fingido para tratar de ocultar su propia responsabilidad en el drama de la muerte de miles de emigrantes. Lo que resulta cada vez más repugnante e intolerable es su cinismo y el de sus secuaces de los gobiernos "democráticos". El Sr. Zapatero, que se presenta hoy como el más sensible de todos los dirigentes mundiales al drama de la emigración, no vaciló hace menos de 3 años en levantar una "sirga" electrificada para que los emigrantes que trataban de entrar en Ceuta y Melilla quedaran atrapados en las alambradas. Tampoco le tembló la mano a la hora de "subcontratar" a la gendarmería marroquí que no tiene fama precisamente de modales "democráticos" para dispersar en mitad de la nada africana a quienes habían viajado durante meses y años para llegar a "las puertas de Europa" (véanse los artículos que publicamos entonces /accion-proletaria/200510/206/crisis-de-la-emigracion-en-la-frontera-hispano-marroqui-la-hipocresia-d [2]). Zapatero que habla hoy de aumentar la ayuda a la cooperación mundial al cabalístico 0'7% del PIB(1), no ha dudado en invertir un chorro de millones de euros en navíos de guerra y sofisticados sistemas de vigilancia electrificada que blinden Europa. Es precisamente este musculoso sistema de represión de la emigración lo que fuerza a los emigrantes - desesperados como están por la situación de hambrunas, epidemias, matanzas tribales y otro tipo de razzias sangrientas(2) que se vive en sus países de origen - a huir por rutas más largas y peligrosas, lo que conduce antes o después a la tragedia.

Denunciamos con todas nuestras fuerzas, por tanto, la hipocresía criminal de la clase dominante pues no sólo busca ocultar su responsabilidad ante tanta muerte y tanta barbarie, sino que quiere, además, convencernos de que las medidas de represión de la emigración "ilegal", y el endurecimiento de las condiciones de residencia en los países "civilizados", se toman pensando en el bien de los propios emigrantes.

En esta carrera de inhumanidad y cinismo la Izquierda no tiene nada que envidiar a la derecha. Es, si cabe, aún más repugnantemente cínica. Así por ejemplo en España es el PSOE el que mientras denuncia la xenofobia del PP y se presenta como "integrador" (ofreciendo a algunos emigrantes el derecho a votar en las elecciones municipales), se encarga por ejemplo de organizar "razzias" para aterrorizar a los emigrantes como la que hemos visto semanas atrás en Torrepacheco (Murcia). Es esa misma izquierda que denuncia el "racismo" larvado de la Derecha, la que suelta euros a los gobiernos de los países de origen de los emigrantes pero no para que estos mejoren la calidad de vida de su población e impidan la emigración (¿se caen ahora del guindo ZP o Moratinos?), si no para que encierren a quienes osan huir de la miseria, como ha puesto recientemente en evidencia Amnistía Internacional que ha denunciado lo que se llama el "Guantanamito" de Nuadibú en Mauritania construido y financiado por el gobierno "socialista". La maquinaria de propaganda que presenta a algunos gobiernos como más sensibles o más "humanitarios" que otros que se demonizan como paradigma del racismo es el viejo truco de utilizar la barbarie de los demás para ocultar la propia. Así por ejemplo, las más "civilizadas" potencias europeas se "indignan" ante la criminizalización que hace Berlusconi de los gitanos como un delito de "lesa humanidad", y tratan con ello de ocultar la prolongación del período de retención de los emigrantes "ilegales" que acaban de adoptar los gobiernos democráticos, o el hecho de que esos Centros de Retención son auténticas cárceles como ha denunciado de los CR españoles la propia Relatora de la UE para la emigración, o verdaderas infraviviendas donde se hacinan indignamente cientos de personas como se ha visto recientemente en el incendio de Vincennes en Francia (véase Revolution Internationale, publicación de la CCI en Francia, nº 392).

Confiar en que un Zapatero o un Obama vayan a proteger más a los trabajadores emigrantes que un Berlusconi o un Bush supone caer en funestas ilusiones en los gobiernos capitalistas y cerrar los ojos a la realidad que se impone con toda su brutal crudeza. Así por ejemplo en la España de ZP, se están impulsando medidas como restringir el reagrupamiento familiar sólo a quienes vengan con un contrato de trabajo, o la segregación en las escuelas catalanas (donde el PSOE gobierna con los restos del PCE y los independentistas de ERC) de los hijos de los emigrantes, Ha sido el nuevo ministro "socialista", el Sr. Corbacho, el que ha propuesto la idea de que a los cientos de miles de trabajadores emigrantes que se están quedando en paro, se les abone el subsidio de desempleo en dos partes, una de ellas cuando ya estén en su país de origen y se comprometan a no volver a España en 3 años. ¿No recuerda esto la vieja práctica mafiosa de los billetes partidos?

 

 

Una misma clase, una misma lucha, contra un mismo enemigo: el capitalismo mundial.

 

Los ataques a los trabajadores emigrantes no son el resultado de una acentuación del racismo de la población en general ni de un triunfo de las tesis ideológicas de Le Pen contra los magrebíes o los africanos,... No. La razón es la crisis económica sin salida en la que se debate el capitalismo desde hace años.

Si estos compañeros han arriesgado sus vidas para llegar a Europa o USA, no ha sido por un afán consumista y egoista, sino por que décadas de crisis capitalista - iniciada, recordemos, a finales de los años 60 - ha dejado como un solar inhabitable regiones enteras del planeta de Africa a Centroamérica. Si estos compañeros han aceptado trabajar en unas condiciones durísimas y vivir hacinados en pisos-pateras o en condiciones muy precarias (3) ha sido por que sólo así podían levantarse al día siguiente para seguir trabajando jornadas interminables y además mandar dinero para la supervivencia de su familia en el país de origen (remesas estas de las que viven en gran parte las sanguijuelas de las burguesías locales que se permiten incluso denunciar el desprecio por el "indio" de los "neoconquistadores" europeos). Desde luego no ha sido su intención contribuir a degradar las condiciones de vida de sus hermanos europeos o norteamericanos, aunque es innegable que los explotadores de las principales potencias capitalistas han aprovechado la necesidad de estos compañeros para abaratar los costes laborales y aumentar los beneficios capitalistas. Pero eso ha estado siempre inscrito en la condición obrera. Como hemos expuesto en artículos que escribimos hace años, la clase obrera es una clase hecha de emigrantes. Fue la presión sobre las condiciones de vida de campesinos y artesanos lo que les obligo a marchar a las fábricas, a las ciudades, a otras regiones y países. Por ello en la solidaridad con los trabajadores emigrantes hay en primer lugar un reflejo de solidaridad de clase.

Pero es que además, las medidas contra estos hermanos son un hachazo más, puede que el más precoz, quizás el más espectacular, de un ataque salvaje y masivo a todos los trabajadores que se deriva de la brutal acentuación de la crisis económica. Creer que la fiera de la recesión capitalista puede ser calmada con los despidos de los trabajadores más recientemente incorporados supone cerrarse de forma suicida los ojos ante los despidos que afectan también a los trabajadores de las grandes fábricas alemanas (véase por ejemplo el caso reciente de Siemens), o los más cualificados del sector bancario.

Hay que evitar a toda costa caer en las trampas de la división y el enfrentamiento entre los explotados. Hay otra vía que refuerza nuestra unidad y nuestro combate: ¡Luchar unidos como hicieron hace unos meses los trabajadores de la limpieza del Metro de Madrid - véase artículo en este mismo número de AP -¡ ¡Luchar solidarios contra los ataques que hoy golpean a unos hermanos pero que mañana se abatirán contra los demás! Ese es el camino para frenar los ataques capitalistas. Ese es el camino para ganar fuerza y convicción en que una verdadera comunidad humana es no sólo necesaria sino también posible.

 

Etsoem 12 de julio de 2008.

 

 


 

(1) Los dirigentes de los países desarrollados llevan décadas prometiendo esa cifra para la ayuda al desarrollo y nunca se alcanza. Ahora incluso está disminuyendo. De hecho ante las declaraciones del soñador ZP que quiere ser "campeón de Europa" de lucha contra la pobreza en el mundo, y que cual ONG reclama "¡0'7% ya!, ha tenido que salir la "rigurosa" vicepresidenta De la Vega señalando que este objetivo tendrá probablemente que ser retrasado «hasta 2010, cuando salgamos de la crisis». (declaraciones recogidas en el diario El Mundo del 9 de julio).

(2) Como la desatada hace 2 meses contra los emigrantes zimbawuos y mozambiqueños en la Sudáfrica gobernada por el partido de Mandela,

(3) Un reciente informe en España expone que el 43% de las viviendas en las que habitan los emigrantes carece por ejemplo de calefacción.

Noticias y actualidad: 

  • Expulsión de emigrantes [3]

Lucha de los maestros en Nantes (Francia); ¡Solidaridad contra la represión policial!

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Lo que publicamos a continuación es la carta que nos ha enviado un lector. Lector que es testigo directo de la brutal represión policial que han sufrido los maestros de Nantes que osaron protestar en defensa de sus condiciones de trabajo y contra las medidas disciplinarias en las escuelas previstas en el Informe Darcos. Los maestros supieron ver que tras la piel de cordero de "reducir la violencia en los centros educativos" se esconden las feroces fauces de la represión pura y dura. Represión que inmediatamente sufrieron en sus propias carnes por el "delito" de protestar contra esas medidas.

Los Maestros no han sido los únicos en sufrir en sus carnes los palos democráticos de la represión policial, como señala y saluda nuestro lector; los trabajadores de Hacienda habían sufrido la misma brutalidad policial y al ver que sus hermanos maestros eran atacados, espontáneamente se solidarizaron con ellos uniéndose a sus concentraciones. La lección que saca nuestro lector es muy importante: ¡La mejor defensa contra la represión del Estado es la solidaridad de los trabajadores!.

 

El miércoles 11 de Junio se manifiestan los maestros de primer ciclo ante la Inspección del Ministerio de Educación de Nantes protestando contra las medidas Darcos[1]. Mientras una parte de los manifestantes se quedan con los niños delante del edificio, otros invaden pacíficamente pasillos y escaleras para que el Inspector del Ministerio los reciba y escuche sus demandas. La respuesta del alto funcionario es inmediata.... ¡llama a la policía!.

De inmediato las fuerzas del orden hacen acto de presencia. Un cuerpo de policía especialmente violento y muy preparado para este tipo de acciones, por lo que no necesita llevar una parafernalia especial de autoprotección[2].

 

Sin mediar palabra la policía empuja a los manifestantes hacia la salida con un solo objetivo: cercar a los manifestantes, intimidarlos y hacerles daño. La policía empuja por las escaleras a hombres y mujeres sin el menor miramiento, sin importarles lo más mínimo que se dañen en la caída, sin parpadear ante los gritos y llantos de los que ruedan escaleras abajo. Los que desde fuera se acercan a la rampa para ayudar a sus compañeros no salen mejor parados: la policía los agarra por el cuello y les retuercen los dedos para que suelten su presa.

 

Así de violentamente actúa la clase dominante cuando defiende sus privilegios, esa misma clase que con atuendo de derechas o de izquierdas, desde el parlamento y demás instituciones del Estado nos habla con buenos modales, y manda a sus esbirros para apalear a unos trabajadores que tratan de defenderse de ataques injustos y repetidos.

 

Tras la violencia llegan las mentiras más sucias. La prensa publica un comunicado de la Prefectura de Policía en el que se afirma que en la reyerta han resultado heridos tres policías (uno de ellos tiene para 21 días de baja). ¡Aún habrá que decirles que -por  su bien- peguen más flojito para no hacerse daño!. El objetivo de tal declaración no es difícil de adivinar: hay que preparar el terreno para las condenas judiciales, complemento indispensable de la violencia policial para imponer el orden y la sumisión, el miedo y la desmoralización.

 

Y eso es precisamente lo que hacen. A uno de los maestros, que estaba en primera fila tratando de protegerse de los golpes como los demás, lo trinca la policía, lo tira al suelo y lo inmovilizan hincando las rodillas contra su pecho y su cara antes de ponerle las esposas. Los manifestantes se dirigen hacia la comisaría al grito de "¡Samy libertad!". Por la tarde liberan a nuestro compañero pero tiene que presentarse en la comisaría el viernes a las 9 para que se le interrogue. Los maestros que están presentes en ese momento convocan por teléfono o por correo electrónico una concentración a las puertas de la comisaría.  Ese viernes 200 maestros se concentran a la puerta, la solidaridad y la indignación crecen por momentos. Los 200 iniciales pronto se convierten en 300 y, por la tarde, en 600. Para hacer saber a su compañero que están ahí y que le apoyan, aplauden, gritan consignas y hacen todo tipo de ruidos con palos en una verja próxima durante horas. En los colegios los maestros se relevan, dejando 3 ó 4 para cuidar a los alumnos mientras que el resto participa en la concentración.

 

Los empleados de Hacienda que trabajan en el edificio contiguo deciden bajar a la calle y solidarizarse con los maestros. Uno de ellos coge el megáfono para explicar que también ellos han sido victimas recientemente de la violencia policial en las últimas manifestaciones. Los maestros aplauden calurosamente esa intervención.

 

Tras 6 horas de interrogatorio Samy sale exhausto del juzgado. Desde hace tiempo la policía francesa emplea métodos tan inhumanos como los de la Stasi (policía política estalinista). La presión psicológica es insoportable. A toda costa la policía quiere que confiese que ha opuesto resistencia a las fuerzas del orden, le pasan una y otra vez un video que no prueba en absoluto la culpabilidad de nuestro compañero sino todo lo contrario, la agresividad de los policías. Pero nuestro compañero se desmorona. El juez lo acusa de violencia contra las fuerzas del orden y lo envía a un correccional en espera de que se celebre el Juicio el 23 de Febrero de 2009. Si en el Juicio le condenan perderá su condición de maestro y será expulsado de la Educación Nacional.

"Violencia, mentiras y justicia" son los pilares de un orden fundado sobre la explotación y el beneficio. Un orden que cada vez de forma más explicita da la espalda a cualquier forma de humanidad.

 

Todos los testimonios concuerdan: las acusaciones contra Samy son totalmente falsas y desvelan la verdadera cara de la democracia burguesa. ¡Todo vale, la mentira, la brutalidad, la falta de escrúpulos!.

 

El aislamiento nos debilita y nos deja indefensos ante la represión. Los maestros, los empleados de hacienda y de CHU están luchando al mismo tiempo pero cada uno por su lado. Si en lugar de ir cada uno por su lado se unieran su fuerza sería enorme. La actitud solidaria de los empleados de Hacienda hacia los maestros durante el interrogatorio de Samy ha mostrado cual es la forma de defenderse eficazmente de la represión. Pero esta solidaridad no debe ser solo puntual. Para que la burguesía recule hay que unir las luchas desde el principio cerrar filas entre los diferentes sectores ya que todos estamos confrontados a los mismos ataques, presentar reivindicaciones unitarias con negociaciones publicas, controladas por las asambleas generales.

 

 

A. E.

 

 


 

[1] Xavier Darcos Ministro de Educación francés, alma mater del Informe, en que entre otras cosas propone, para las escuelas publicas la obligatoriedad del uniforme, hablar de usted a los profesores « para restablece la autoridad y limitar la violencia en las aulas" y según sus propias declaraciones "Vamos a dictar un edicto según el cual un alumno que se ausente muy a menudo puede ser excluido definitivamente por decisión del Director(...) El Ministerio pondrá en marcha talleres destinados a los alumnos más difíciles (...). Progresivamente, con pequeños retoques, estamos restaurando la autoridad".  Si es cierto que este tipo de medidas, que asimilan un colegio público de barrio a un reformatorio, las implementa en Francia la Derecha de Zarcosy, que nadie se haga ilusiones sobre que la Izquierda, que supuestamente defiende "las libertades públicas", piensa hacer algo diferente. Así Segolene Royal, la candidata a la presidencia por el Partido Socialista francés en las pasadas elecciones y ex-ministra de educación, apoya indirectamente la obligatoriedad del uniforme cuando dice que "las estudiantes enseñan el tanga por encima de los pantalones, lo que a los ojos de los muchachos reduce a las chicas a su trasero". Por si el mensaje no quedaba claro, Darcos, se encarga de explicarlo mejor: "Si bien la represión no debe ser la única arma contra la violencia escolar, todo acto peligroso seguirá siendo severamente sancionado".

 

[2] En Intenet circula un video que muestra claramente la violencia del choque. (retrait.mesures.darcos.over-blog.com/article-20393355.htm) a partir del Informativo de la cadena de TV local Nantes7, del 11 junio por la tarde (la lucha de los maestros el es ultimo de los reportajes por lo que si se quiere ver la brutalidad policial hay que esperar unos cuantos minutos).

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  • Cartas de los lectores [5]

folleto sobre luchas en la limpieza del metro de Madrid: Sacar lecciones para preparar nuevas luchas

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En el invierno 2007-2008 y pese a estar inmersos en una agobiante campaña electoral las estadísticas oficiales reconocen la mayor ola de huelgas en España en los últimos 12 años. Esta ola coincide con una multiplicación de luchas en 24 países diferentes de todos los continentes y de todos los niveles de "desarrollo económico"[1].

Estas luchas han proporcionado una rica experiencia sobre la que hemos de discutir para preparar otras nuevas, imperiosamente necesarias dado todo lo que se nos cae encima con la crisis del capitalismo: inflación, desahucios, despidos, pobreza rampante, hambruna en un buen número de países...

En ese sentido, hemos leído con entusiasmo un folleto que un compañero nos ha hecho llegar titulado Historia de una huelga de limpiador@s del metro de Madrid[2]. Las reflexiones que contiene son tan interesantes como significativas y las reproducimos dejando claro nuestra simpatía y solidaridad con el grupo de compañeras y compañeros que han participado en su redacción.

La huelga de la limpieza del metro de Madrid se desarrolló desde mediados de diciembre 2007 hasta el 6 de enero de 2008. Fue una lucha muy combativa frente a la cual el Capital -tanto desde la derecha pepera como desde la izquierda sociata - lanzó una furiosa campaña tratando de aislar a los huelguistas malquistando contra ellos a los "usuarios".

La lucha de cualquier sector de trabajadores es la lucha de todos los trabajadores

 "Sin trabajar en el metro nos interesó y apoyamos todas las movilizaciones que se realizaron".

Así comienza la editorial del folleto afirmando la necesidad que tenemos los trabajadores de tomar como propia cada lucha de nuestra clase y frente a quienes "nos decían: ¿qué os importa a vosotros lo que hagan los limpiadores de metro si vosotros no trabajáis ahí? ¿qué sacáis vosotros con apoyar a los limpiadores sino problemas?", la editorial argumenta: "Para nosotros la huelga de limpiadores del metro fue una huelga nuestra también. Y eso fue porque nosotros también somos trabajadores. Y entendemos que todos los trabajadores hemos de apoyarnos como iguales porque todos pertenecemos a la misma clase, la clase obrera".

"Hemos elaborado este dossier a modo de homenaje a los trabajadores que lucharon esos días. Pero no es un homenaje que recuerda el pasado como días lejanos sino con un impulso para continuar la lucha y una afirmación de nuestra clase. Aprendiendo de lo ocurrido nos dotamos de nuevas herramientas con las que continuar limpiando nuestra dignidad como obreros".

¡Efectivamente!: hemos de reconocer y honrar a los compañeros en lucha; sacar lecciones para continuar la lucha y afirmarnos como clase; y, sobre todo, defender nuestra dignidad pues no somos "unos fracasados a los que no queda más remedio que ser obreros" sino que formamos parte de la clase social portadora de la liberación de la humanidad del yugo del capitalismo.

La editorial incide en un problema que las futuras luchas deberán afrontar: la campaña asquerosa de calumnias y desprestigio que todas las fuerzas del Capital lanzan contra los obreros en lucha: "También este dossier es un intento de escapar a la manipulación llevada a cabo por los grandes medios de comunicación. La función de los medios de comunicación que nos rodean es la de manipular, engañarnos y maquillar la verdadera realidad. En el caso de la huelga su intento constante fue asociar la imagen de las limpiadoras del metro a la de vulgares delincuentes". Y propone algo que hemos de tomarnos muy en serio: "Es necesario que los trabajadores nos dotemos de nuestros propios medios de comunicación. Este dossier es un intento de llevar a cabo esta tarea, ofrecer nuestra propia visión de lo ocurrido". En futuras luchas habrá que explicar sus motivaciones a los demás trabajadores, animarles a que se sumen al combate, denunciar las mentiras de prensa, radio y TV, lanzar un debate sobre los problemas sociales, económicos y políticos que se plantean. Y ello requerirá órganos propios de los trabajadores: tanto en papel como en Internet pero igualmente será necesaria la comunicación directa, cara a cara, para vivir y sentir el calor humano del contacto vital entre trabajadores.

Somos clase obrera

En el folleto el artículo "Clece, Eurolimp, Ferroser y Valoriza no nos dan de comer, nosotros les damos a ellos"[3], se recuerda que "Cuando en la manifestación del día 2 de enero de 2008 gritamos ¡Viva la lucha de la clase obrera!, todos pertenecíamos a aquella clase", que "la clase obrera somos el conjunto de personas que nos tenemos que vender ante el patrón" y que "no les importamos nosotros, sólo el dinero que nos roban".

El artículo propone recuperar nuestra identidad de clase que el capitalismo mundial ha intentado destruir desde 1989 con los acontecimientos del hundimiento del bloque "socialista", aprovechados para proclamar en una campaña machacona que "lucha de clases", "comunismo" y "clase obrera" habían muerto para siempre jamás. Por eso es muy significativo que en la manifestación del 2 de enero se gritara: ¡Viva la lucha de clase obrera!.

Pero este grito no revela triunfalismo sino que se acompaña de una mirada lúcida como se ve en otro artículo del folleto: Historia de una huelga: "Y quiénes éramos nosotras: nosotras éramos trabajadores y trabajadoras del metro y aquellos que nos hemos identificado con ellos, que cerrando filas entre las explotadas, que después de años de derrota, de pérdida generalizada de identidad colectiva, de desorientación, de categorías laborales, de aburguesamiento, de consumo, de mediación, todavía seguimos tratando de articular nuestra clase para que autónomamente tome las riendas de su futuro".

A causa de la feroz campaña anticomunista antes mencionada nuestra clase ha pasado por un periodo de más de 15 años de desorientación pero poco a poco tiende a desarrollar otra actitud: la combatividad, la recuperación de la solidaridad, volver a sentirse clase obrera. Para ello, la lucha de las limpiadoras de Madrid y el folleto que estamos comentando, son una valiosa contribución. Hemos de orientarnos hacia la recuperación de la identidad y la solidaridad de clase, que vuelva a resonar el grito de las manifestaciones obreras de 1976 en España: SOMOS OBREROS ¡UNETE! Un grito que hacía que más y más obreros se sumaran a la lucha, que masivamente ocuparan las calles, humillando al entonces ministro de la Gobernación, el Señor Fraga, que había proclamado arrogantemente "La calle es mía".

 

Las fuerzas de la lucha

El artículo recoge lo que constituyó la fuerza de la lucha: "De inmediato la protesta de estas "marujas de la fregona" (como dijo uno de los patronos) se transformó en una huelga llamada a marcar un punto importante en los procesos de lucha de Madrid de estos años. Porque ya no estamos acostumbrados a ver una huelga indefinida, de más de 1500 trabajador@s, de distintas empresas, de distintos sindicatos y sin sindicar, unidos por una tabla reivindicativa que trata de no categorizar a las trabajadoras, sino de unirlas en unos puntos comunes, que moviliza a sectores sociales solidarizados con las trabajadoras, que genera un debate dentro y fuera de los vagones, que es capaz de provocar iras y errores en el enemigo y que se extiende de manera descentralizada".

Esas "marujas de la fregona" han demostrado una dignidad, un compañerismo y también una inteligencia política que efectivamente han "marcado un punto" en la lenta pero real maduración de las luchas obreras actuales.

Porque las compañeras -muchas de ellas emigrantes- mostraron una fuerte solidaridad: "la renovación de los contratos de algunas trabajadoras en estas fechas de inusual solidaridad obrera se convierten en el punto añadido en la negociación de la tabla. Los trabajadores se dan unos aires que irrita a las jefas y patronos acostumbrados a ver las nucas de las orejas gachas y no la frente de las cabezas altas".

Pero igualmente supieron resistir y permanecer unid@s frente a la brutal campaña represiva y mediática que se desencadenó contra ellos: "pronto lanzaron a sus perros de guardia, a la policía, para debilitar las acciones de los trabajadores y a sus perros de prensa para manipular y criminalizar y evitar así la solidaridad que pudiese difundirse entre los trabajadores. Empiezan aquí a usarse palabras como usuario en lugar de trabajador viajero; vándalos en lugar de huelguistas o paros en lugar de huelga. No faltan los servicios desinformativos, donde para no arriesgar encuestan a turistas extranjeras de edad avanzada y clase acomodada sobre la impresión que les produce la falta de limpieza, por extensión, la falta de responsabilidad al servicio de los intereses de la nación, que son los intereses de la clase dominante".

Los trabajadores no caen en las trampas que les tiende la señora Aguirre que amenaza con romper los contratos con las empresas de limpieza ni tampoco queman inmediatamente todos sus cartuchos: así respetan los servicios mínimos para demostrar que no quieren perjudicar a los "trabajadores viajeros" y para "tener un as en la manga" ante la radicalización del conflicto.

Del mismo modo, ante las innumerables cámaras instaladas en el Metro -que permiten espiar piquetes y reuniones- desde "el 22 de diciembre se generalizará el corte de cables de las cámaras para evitar su control y manipulación por parte de la patronal".

Pero lo más importante fue la búsqueda de la solidaridad: "El 30 se hace pública la convocatoria de una manifestación para el 2 de enero, una demostración de fuerza que partirá de Atocha y llegará a Tirso (...) el día de la manifestación, cientos de limpiadoras, familiares, amigos solidarios, empiezan a concentrarse antes de la hora fijada,(...). Muchos sentimientos encontrados en esta manifestación: euforia por la cantidad de gente que participó, complicidades intergeneracionales entre los mozos y las currelas".

¿Cómo impulsar la solidaridad?

La manifestación del 2 de enero fue una experiencia importante en la búsqueda de la solidaridad activa de los demás trabajadores. Pero al mismo tiempo mostró las dificultades y las debilidades que todavía arrastra el conjunto de la clase obrera.

La solidaridad con las trabajadoras fue muy puntual y limitada. Como dice el artículo "cuesta romper ese cerco que nos aísla del resto de trabajadores de otros sectores y menos concienciados políticamente. Los medios de desinformación han afilado sus armas y mejorado su puntería. Cuesta sumar nuevas fuerzas y aportaciones a los piquetes y acciones, así como la solidaridad económica para sostener una huelga que se está alargando (...) falta la solidaridad de otros trabajadores de esos grupos, como son los de la construcción o por ejemplo, de las plataformas de barrio que luchan contra la especulación (...) El resto de limpiadores de otros sitios se mantienen al margen, universidades, hospitales, resto de centros públicos o privados no mueven pieza, no golpean al unísono"

El artículo parte de la necesidad vital de la solidaridad entre trabajadores para llevar la lucha adelante. Afirma claramente la necesidad de golpear al unísono, de sumarse a la lucha para ser todos más fuertes. Sin embargo, es importante que llevemos a cabo un debate sobre cómo desarrollar la solidaridad.

Una primera cuestión es ¿qué sentido tiene la solidaridad económica? En el siglo XIX las cajas de resistencia tenían sentido para las luchas obreras. El capital estaba muy atomizado y no había alcanzado el grado de unión que le proporciona el capitalismo de Estado actual, por otro lado, la tendencia general del capitalismo era hacia la expansión de los negocios, la conquista de nuevos mercados. En tales condiciones, la fuerza de una huelga estaba en la resistencia, en la larga duración de la misma, y para ello la solidaridad de los demás obreros se expresaba fundamentalmente en aportar dinero a la caja de resistencia o en tomar a cargo la alimentación de los hijos de los huelguistas.

Pero ¿se dan ahora las mismas condiciones? Pensamos sinceramente que no y por ello entendemos que si la solidaridad se reduce al apoyo económico se está provocando un doble efecto: en los obreros huelguistas se produce la falsa idea de que su fuerza está en una lucha larga y aislada. Por su parte, en los demás obreros dar unos cuantos euros les da la impresión de que han aportado algo cuando en realidad se han quedado pasivos, encerrados en sus propios problemas. La solidaridad es -como muy bien apunta el artículo- la extensión de la lucha por los propios trabajadores, la comprensión de que luchando juntos ganamos todos, de que la principal fuerza de una lucha es que sea asumida como propia por los demás trabajadores y que se movilicen porque sienten que algo muy suyo está en juego.

Una segundo cuestión es ¿cómo organizar la solidaridad? ¿quién la toma a cargo?

El artículo plantea que el día 30 por la tarde "se reúnen distintos colectivos anticapitalistas para coordinar ese apoyo a la huelga, de allí sale un bloque de apoyo a la mani, propaganda y comunicado. Se intenta coordinar algo que ya estaba de facto y es el apoyo de la militancia anticapitalista".

Queremos saludar el apoyo y la entrega generosa de esos compañeros. El desarrollo de la solidaridad no consiste en una fórmula perfecta que se aplica y ya está, al contrario, es un aprendizaje donde hemos de hacer balance crítico de los intentos habidos. Hemos de ver a través de un debate si ese medio de una "reunión de colectivos" es el más adecuado para desarrollar la solidaridad. ¿No transmitiría este planteamiento la idea de que la solidaridad es un asunto de minorías politizadas cuando en realidad es un asunto vital que incumbe a cualquier obrero? ¿No estaríamos encerrando a los compañeros y compañeras que sienten la necesidad de unirse a la lucha en un papel compartimentado de "supporters exteriores" de la lucha, es decir, que los trabajadores en lucha estarían en un papel y ellos en otros papel separado y exterior?

Es igualmente una cuestión que nos debemos plantear. A este respecto, quizá la experiencia de los estudiantes franceses de 2006 puede aportar elementos para avanzar[4].

 

Una clara denuncia de esos profesionales del sabotaje de la lucha que son los sindicatos

Refiriéndose a la manifestación del 2 de enero el artículo pone al desnudo cómo los sindicatos se aprovechan escandalosamente de la lucha para promocionarse: "llega "el de las banderas de UGT" para parecer que son lo que no son, reparten banderitas de plástico para la foto, buscan lo que no tienen, porque en los andenes y en los fregaos no les hemos visto, en fin, pero la gente le coge las banderas porque parece que así protesta más".

Pone igualmente los puntos sobre las íes sobre el Sindicato de Estudiantes: "rabia cuando los del mitin agradecen más los cuatro duros que aportó el Sindicato de Estudiantes, conocido por su mamoneo partidista y reconocido rompehuelgas, delator y traidor del movimiento estudiantil, en lugar de reconocer y agradecer la solidaridad de cientos de trabajadoras que han apoyado la huelga de en cien mil modos".

Esta reflexión es muy clara y va en sentido de que los trabajadores reconozcamos con quién podemos contar y quienes son nuestros enemigos aunque se disfracen de corderos que sueltan cuatro euros. Hemos de agradecer y honrar la solidaridad y la combatividad de esos hermanos anónimos que lo dan todo por nuestra lucha y rechazar a esos organismos que se presentan como "profesionales de la lucha" pero que en realidad son especialistas de su sabotaje. Esa es la conclusión que saca el artículo cuando dice: "El sindicato Solidaridad Obrera divulga un comunicado de apoyo el día 3 de enero, bonito gesto que le hace quedar bien delante de la galería y no le compromete a nada mientras el resto de sindicatos siguen representando su papel en el teatro de las negociaciones con el enemigo, Comisiones Obreras a ver si el resto de sindicatos pierden el órdago y queda como el únicos sindicatos sensato por negociar los convenios dónde y cómo es ordenado por el amo, UGT y CGT reuniéndose con la patronal a solas porque hay que garantizarse una buena relación cuando el conflicto se acabe y el mamoneo vuelva sin pudores ni tapujos, USO que sigue comiéndose pocas roscas y CNT que participa en la estructura de poder vertical que supone el comité de huelga, que plantea los acuerdo a las asambleas, en lugar de que sean estas asambleas las que planteen, propongan y dispongan, que dice que el derecho de huelga queda cancelado por la cláusula de paz, cuando en realidad no es así pero es un discurso que le viene bien para ganar posiciones ante los otros sindicatos".

Los trabajadores necesitamos tomar a cargo colectivamente la lucha

Al hilo de lo anterior, el artículo insiste en la principal debilidad de la lucha de la limpieza: "La inexperiencia auto organizativa de los trabajadores ha permitido a los sindicatos tener un papel primordial en esta huelga. Mientras tanto, las asambleas de los trabajadores son consultadas sobre las iniciativas que ellos no producen, eligen pero no crean, ratifican pero no producen los ritmos de la huelga, la situación se les escapa en el momento que les poner por delante una votación, si o no, acuerdo o ruptura, izquierda o derecha, Pepsi o coca cola".

El Capital juega con nosotros utilizando dos barajas: enfrente de nosotros la Patronal y el Gobierno se muestran como representantes del Estado. Pero dentro de nuestras propias filas, en los centros de trabajo, utiliza su mejor baza: los Sindicatos.

Los sindicatos, a través de su tropa de permanentes, de "representantes electos", de "especialistas" de todo tipo y con el concurso lamentable de compañeros honestos pero profundamente desorientados, nos repiten todos los días la misma cantinela: "Sois unos aburguesados, unos egoístas, unos fracasados incapaces de pensar por vosotros mismos".

Con este ataque a la yugular de nuestra autoestima, con este propalar incesante en nuestras filas del destructor sentimiento de culpa, quieren venderse como el único medio que tenemos para "luchar", se nos presentan como los profesionales de la organización y la negociación. De esta forma el círculo vicioso a nuestro alrededor queda cerrado: por un lado, los capitalistas y sus medias nos dicen que somos unos fracasados en la vida lo que nos ha condenado a "ser obreros"; del otro lado, los sindicatos nos dicen que somos unos fracasados y unos inútiles para luchar. Desde ambas trincheras nos lanzan el fuego graneado de la desmoralización, la impotencia, el sentimiento de culpa, la desconfianza en nuestras propias fuerzas.

Como muy bien denuncia el artículo "nos quedamos de una pieza cuando una trabajadora que estaban entrevistando pedía comprensión y paciencia a las usuarias en lugar de reclamar solidaridad y complicidad entre trabajadoras, en definitiva apoyo mutuo. O cuando otro de los mitin pedía "aguantar un poquito más", que justo tiene el sentido contrario, la huelgas no se aguantan porque no son algo negativo que se soporta, es un ejercicio de dignidad y liberación a través de la lucha".

Si dejamos la lucha en manos de los sindicatos se produce este sabotaje sutil desde el propio "Comité de Huelga" que dice representarnos: al pedir "comprensión" a los usuarios está participando en la campaña contra la huelga y al decir que hay que aguantar está llamando a la desmovilización.

Tomar a cargo nuestra propia lucha no es fácil y no hay fórmulas. El principal paso es celebrar Asambleas Generales abiertas a los demás trabajadores pero, como reiteran los compañer@s se trata de que sean Asambleas decisorias y soberanas, que todo pase por ellas, que allí se discuta cuando empieza la huelga y cuando termina, qué pasos se dan, cómo se dan y quién los da; que abriéndose a trabajadores de otras empresas, sectores, trabajadores viajeros etc.[5], desarrollen un debate práctico sobre cómo impulsar una solidaridad y una extensión efectiva de la lucha.

CCI 6-7-2008

 

 


 

 

[1] Ver Acción Proletaria nº 201 Amenaza de hambrunas por la inflación: Crisis capitalista y respuesta obrera, /content/2271/amenaza-de-hambrunas-por-la-inflacion-crisis-capitalista-y-respuesta-obrera [6]

[2] El folleto ha sido editado por Grupo Editorial Ensuciemos el Metro y la dirección de contacto es [email protected] [7] . En la Red se puede encontrar en klinamen.org/images/banners/dossier_metro.pdf.

[3] Se trata de las empresas a las que el Metro de Madrid subcontrata la limpieza.

[4] Ver https://es.internationalism.org/rint/2006/125_tesis [8]

 

[5] Hace dos años la huelga de los trabajadores del metal de Vigo nos proporcionó un ejemplo vivo de esa lucha por hacer de la Asamblea el órgano soberano de la lucha: "La huelga del metal vigués ha sido muy masiva y se ha dado como forma de organización la Asamblea Pública en plena calle que por decisión de los trabajadores estaba abierta a todo aquel que quisiera dar su opinión, expresar su apoyo o plantear sus problemas o quejas. Más de 10.000 trabajadores se han reunido diariamente para organizar la lucha, decidir acciones a tomar, ver a qué empresas dirigirse para pedir la solidaridad de los trabajadores, escuchar qué se dice de la huelga en la radio, en los comentarios de la gente etc. Es significativo que los obreros de Vigo hayan desarrollado el mismo método que los estudiantes de Francia en su reciente movimiento. Allí también las Asambleas eran abiertas a trabajadores en activo, a jubilados, a padres de alumnos. Allí también las Asambleas han sido el pulmón del movimiento. Es también significativo que ahora en 2006 los obreros de Vigo recuperen la práctica de la gran huelga de 1972 adonde se celebraban diariamente Asambleas Generales de Ciudad. La clase obrera es una clase internacional e histórica y en ello reside su fuerza". Ver /content/910/huelga-del-metal-de-vigo-los-metodos-proletarios-de-lucha [9]

 

Situación nacional: 

  • España [10]
  • Lucha de clases [11]

Crisis alimentaria: El capitalismo nos va a matar de hambre

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El artículo que publicamos a continuación ha sido elaborado por los compañeros del grupo Internasyonalismo de Filipinas. Este documento nos muestra el cinismo con el que la clase dominante en Filipinas, ya sea en el Gobierno o en la oposición, trata los sufrimientos de la población debidos a las crisis alimentarías. Estas crisis no son el resultado de las malas cosechas sino el resultado del deseo insaciable de beneficios de la economía capitalista. Las víctimas de toda esta situación son la clase obrera y las masas de desheredados golpeados de lleno por el aumento desmesurado de los precios de los alimentos. Esta terrible situación va a desarrollarse a peor, porque la clase capitalista destruye progresivamente el sistema ecológico del que depende la producción de alimentos del conjunto de la humanidad.

A lo largo de este documento se puede observar el nefasto papel que juegan en la crisis alimentaría la producción de biocarburantes y la degradación de las zonas productoras de arroz. En ese contexto, debemos tener en cuenta, el papel que juegan los intereses del capital especulativo. Según Jean Ziegler, comisionado especial de la ONU sobre los derechos alimentarios, al menos el 30% del aumento de los precios esta directamente ligado a la especulación. Los capitales especulativos de los mercados inmobiliarios de Estados Unidos y Europa se ha orientado vorazmente hacía los mercados de bienes de consumo y, en especial, hacía los productos alimentarios.

 

La crisis alimentaría mundial

 

Este fenómeno ha sido recientemente "descubierto" por los medios de comunicación, pero no ha dejado de desarrollarse de forma sistemática desde hace décadas. Las revueltas del hambre en Haití, Bangla Desh de Pakistán o de Egipto han llevado al primer plano de la actualidad este fenómeno de las consecuencias del incremento vertiginoso del precio de las materias primas, pero el hecho es que es el resultado directo de décadas de estragos del capitalismo. En Filipinas, durante un tiempo, los Gobiernos nacionales, como el de Arroyo, intentaron ignorar los signos de una crisis en gestación, incluso cuando los precios del arroz aumentaban de forma vertiginosa (hasta un 34 % por año)[1]. La presidenta de Filipinas en aquella época ironizaba diciendo que estos hechos nada tenían que ver con una crisis alimentaría porque, decía,  " ...esto es un fenómeno físico cuando se ve a mucha gente haciendo cola en las calles para comprar arroz. ¿Veis hoy colas en las calles?[2] ..". Actualmente vivimos, a escala mundial, una inflación de los precios de los productos alimenticios, que afecta particularmente a los más básicos como el maíz, el arroz o el trigo. Según la FAO (Organización de la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas) entre Marzo de 2.007 y Marzo de 2.008, ha habido una aumento de un 88% de los cereales, un 106% de los aceites y las grasas y un 48% de los productos lácteos. Un informe del Banco Mundial señala que 36 meses antes de Febrero de 2.008, el precio global de los productos alimenticios había aumentado un 83% y que, esperaba que este aumento de precios se siguiera produciendo hasta el año 2.015 muy por encima de los altos niveles del 2.004[3]. En Tailandia, la variedad de arroz más popular, que se vendía hace cinco  años a 198 dólares la tonelada, alcanzó el precio récord de 1.000 dólares la tonelada el 24 de Abril de 2.008[4]. El mismo fenómeno se repite en el mundo entero. En Filipinas, el precio del arroz al pormenor ha pasado de 60 céntimos de dólar por kilo hace un año a 72 céntimos el kilo hoy en día. En un país donde 68 millones de personas (sobre un total de 98 millones) tienen para vivir dos dólares al día o menos[5], esta situación se ha convertido en una terrible pesadilla.

La crisis alimentaría  es el resultado de la crisis permanente del capitalismo desde finales de los años 60. Las diferentes economías nacionales luchan por mantenerse a flote en un mundo en el que la competencia es intensa en un mercado mundial saturado. En consecuencia, los gobiernos adoptan políticas destinadas a favorecer el crecimiento de las industrias o sectores que van a reportarles mayores beneficios más que partir de aquellas que podrían cubrir las necesidades de la población. La combinación de la utilización sin limites de los recursos naturales y la opción de la producción industrial por el beneficio, que aumenta los niveles de polución y las emisiones de gases invernadero a escala mundial, hacen que el capitalismo haya elegido la receta explosiva que contiene los ingredientes de su propia destrucción. En el terreno de la producción agrícola, la utilización de productos nitrogenados y la sobreexplotación del suelo para aumentar la producción avícola han destruido la productividad de centros agrícolas anteriormente fértiles. Si bien es cierto que la aplicación de métodos de cultivo más elaborados al comienzo de las revoluciones verdes condujo al mundo entero a un aumento de la productividad, no es menos cierto que hemos visto permanentemente una caída de la producción agrícola en todo el mundo. Según un informe del Instituto de las Ciencias de la Sociedad, con sede en Londres: ".....En India, el rendimiento en cereales por unidad de grano utilizado ha disminuido en dos terceras partes en los años de la Revolución Verde. La misma situación se da en todas partes. Entre 1.970 y 2.000, el aumento anual de empleo de granos de arroz ha pasado de ser de 3 a 40 veces superior al rendimiento conseguido posteriormente. Sin embargo, se constata, que en todas partes ha habido una caída absoluta de la productividad a pesar de la inyección masiva de granos, lo que ha hecho finalmente hacer explotar la burbuja de la revolución Verde. En los años 1.990, tras aumentos espectaculares en los primeros momentos de la Revolución Verde, los rendimientos comenzaron a bajar. En Luzón Central (Filipinas), la productividad de los cultivos aumento regularmente durante los años 1.970, se estanco en los años 1.980 y, desde entonces no ha dejado de caer. Situaciones similares se pueden observar en los sistema del cultivo del arroz y del trigo en la India y también en Nepal (...) Desde el 2.000, la productividad no ha dejado de caer, hasta el punto de que en los últimos 6 o 7 años la producción de trigo ha caído por debajo de los necesarios niveles de consumo..."[6].

La búsqueda del beneficio a cualquier precio en un sistema decadente ha generado tal nivel de contradicciones que ha conducido a la destrucción de la fertilidad natural del suelo. Están, de hecho, prácticamente agotados. Si bien es cierto que la economía mundial produce más comida que la que se necesita, una enorme cantidad de lo que se produce y distribuye por el comercio capitalista mundial se deteriora antes de llegar a los mercados, y cuando llega, millones de personas no tienen dinero para poder comprarlo. En última instancia, el punto final de esta crisis lleva a la pauperización de la clase obrera y al hundimiento de la mayor parte de la humanidad en la pobreza más absoluta, es decir a la indigencia y la miseria. A pesar de ello, la primera preocupación del capitalismo siempre es la misma, acumular plusvalía y jamás partir de la satisfacción de las necesidades de la sociedad.

 

La "crisis del arroz" en Filipinas

 

Según Arturo Yap, Secretario del departamento de Agricultura de Filipinas "...no estamos ante una crisis alimentaría, vivimos una crisis del precio del arroz. Cada uno buscamos soluciones innovadoras en nuestros países, es decir, como resolver no sólo la cuestión del aprovisionamiento sino también abordar los problemas del precio para saber como hacer para que las familias pobres puedan comer...". Este funcionario burgués señala que hay cinco problemas esenciales en la "crisis del arroz" actual en Filipinas que el Gobierno quiere resolver: en primer lugar un incremento de la demanda por el aumento de la población; en segundo lugar, los efectos del cambio climático sobre la producción; tercero, la explosión de la demanda de biocarburantes; cuarto, la conversión permanente de tierras agrícolas en tierras para otros usos y, finalmente, el mal mantenimiento de los sistemas de riego. A primera vista, parecen razones que pueden explicar adecuadamente las pretendidas causas de la "crisis del arroz" en Filipinas. Pero, el hecho esencial, es que: el cuadro real de todos estos elementos es, en última instancia, el sistema capitalista mundial de producción. Elemento sin el cual no pueden entenderse las raíces de los problemas alimentarios que se viven hoy en día.

La realidad es muy diferente a la que nos dibuja el Sr. Yap. Veamos. En primer lugar, el "aumento desmesurado de la demanda por el aumento de la población", no es más que una mala excusa para ocultar que todo lo que produce la economía capitalista esta orientado hacia la extracción de plusvalía y no a la satisfacción de las necesidades humanas. En segundo lugar, los efectos del cambio climático sobre la producción agrícola son también el resultado directo del sistema de producción capitalista. Por ejemplo, la industrialización por sí misma no es la responsable de los cambios climáticos, sin embargo sí que lo es la "...búsqueda del máximo beneficio y la indiferencia que ello provoca respecto de las necesidad ecológicas y humanas..."[7]. Todos los Estados capitalistas, incluyendo al filipino, que reconocen que la degradación del medio ambiente tiene un peso cada vez mayor, sabotean sistemáticamente la búsqueda de energías alternativas, más favorables para el medio ambiente. En tercer lugar, la creciente demanda de biocarburantes en detrimento de la producción agrícola  es en sí misma el resultado de una política deliberada de los Estados, incluido el Gobierno de Arroyo, que busca librarse del peso de la dependencia de su producción industrial respecto de las necesidades de petróleo que dependen del exterior. En todos los casos, intentar rebajar las necesidades de dependencia respecto del petróleo arguyendo "motivos sociales" no hace más que debilitar la capacidad que tiene cada Estado en invertir en medios para la producción militar y de guerra. Por tanto, no es una preocupación por el medio  ambiente lo que mueve a desarrollar a los Estados una política de aumento de los biocarburantes , sino la necesidad de cada Estado de ser lo menos dependiente posible del petróleo. Hay que subrayar el hecho de que ya durante la Segunda Guerra mundial y los esfuerzos de guerra que supuso para los llamados Aliados y para los países del Eje , fueron utilizados tanto por los Estados Unidos como Alemania los biocarburantes aparentemente descubiertos en la actualidad. En Filipinas, la transformación de la producción agrícola en producción de biocarburantes  responde a los esfuerzos del Gobiernos filipino por conseguir la mayor parte posible de ingresos en dólares. En cuarto lugar, la transformación sistemática de tierras cultivables en pequeñas parcelas, en terrenos de golf, complejos industriales, etc., es también el resultado de una política premeditada y deliberada de los Gobiernos de todo el mundo. Las décadas de política del viejo CARP (Programa Comprensivo de Reforma Agraria) han sido un fracaso y un desastre al mismo tiempo. En un contexto de intensa competencia en el marco del mercado mundial, destruir la pequeña producción agrícola a causa de los elevados costes de inversión y del endeudamiento creciente, ha obligado a los agricultores, bien a abandonar las tierras, o bien a plegarse a las condiciones leoninas de los grandes propietarios para arrendar de forma precaria sus tierras, práctica dominante en la región de Mindanao en particular y, en el conjunto de Filipinas[8]. Por lo que respecta al problema recurrente de la desidia y mala gestión de los sistemas de regadío en Filipinas, la mala gestión y la corrupción del Gobierno, son una expresión de las formas ideológicas de la decadencia del capitalismo, período en el que el "cada uno para sí" reina como primer criterio en todas las decisiones.

Como no podía ser de otra forma la respuesta de cualquier Estado sometido a una crisis de gran amplitud en el marco de la decadencia del capitalismo, el Estado filipino, con el régimen de Arroyo, ha respondido a los problemas con una creciente intervención del Estado, política que ha sido apoyada por todas las formaciones de izquierda en este país. Tanto la Derecha como la Izquierda se han unido para decir que solo el Estado puede salvar a los obreros y a los desheredados de los sufrimientos del hambre y la miseria. Todos intentan ocultar que es el Estado el principal responsable en mantener las reglas de la esclavitud asalariada e imponer todos los sufrimientos que exige el capitalismo en descomposición. Con la excusa de ser "más radicales", en sus palabras y en el contenido de su discurso, las diferentes corrientes izquierdistas hacen presión para que el control del Estado sobre la sociedad sea absoluto y agresivo. La crítica "izquierdista" según la cual la intervención del Estado no es "suficiente" y debería "aumentar" el presupuesto de agricultura, dar más "subsidios para el arroz" a los más "pobres de entre los pobres", y poner "limites" a los comerciantes privados que se lucran con la compra y distribución del arroz, demuestra que los izquierdistas quieren un control absoluto del Estado en la situación. Hasta tal punto llega su "radicalismo" que defienden el ideario de la necesidad  de una dictadura de partido y del totalitarismo - de hecho la antigua política de los llamados países "socialitas" con control completo del Estado sobre la sociedad. Quieren hacernos creer que serían los vestigios y las "soluciones" de la Revolución de Octubre de 1.917.

 

El capitalismo no tiene ninguna solución a la crisis de su sistema

 

 La Izquierda y la Derecha del capital van a presentar programas mistificadores que ocultan que no hay soluciones a la crisis en el marco del sistema capitalista. Las contradicciones entre las fuerzas y las relaciones de producción han llegado a su punto más elevado. No puede haber ningún tipo de intervención "reformista" o "parcial" del Estado que pueda dar una solución al problema de fondo: el capitalismo y sus leyes económicas no puede llevar más que a una crisis de destrucción cada vez más intensa del medio ambiente. Cualquier solución que nos propongan en el marco de las leyes capitalistas conducirá a un deterioro mayor de las condiciones de vida de la clase obrera y de las masas desheredadas. Aunque el Estado pudiera ejercer un control absoluto sobre la vida económica  de la sociedad, la crisis continuaría intensificándose por el hecho de la saturación del mercado mundial y la incapacidad de las masas obreras y desheredadas para adquirir lo bienes de consumo que existen en el mercado mundial sobresaturado. La historia ya ha demostrado, con creces, que el capitalismo de estado y el totalitarismo son respuestas fallidas del capital ante una crisis que cada día se intensifica. La caída del "imperio soviético" en los años 1.990 es una prueba irrefutable de lo que afirmamos.

La solución de la crisis no se puede encontrar en un sistema agonizante, sino fuera y al margen de él. Solo puede darla la clase que detenta los gérmenes de la futura sociedad. Solo esta en manos de la clase obrera. La solución no puede venir, como nos demuestra la historia, ni por la vía de las reformas, ni por la transformación pacifica del capitalismo al socialismo. La solución no se encuentra en el control absoluto del Estado sobre la vida de la sociedad, sino en la destrucción del capitalismo y del Estado que le sirve como aparato de dominación. En otros términos, la solución a la crisis alimentaría, pasa por  destruir el sistema basado en el beneficio para sustituirlo por un sistema basado en la satisfacción de las necesidades humanas.

La primera etapa en esta dirección de la transformación revolucionaria de la sociedad no puede llegar de la actitud reformista de las organizaciones izquierdistas del capital, porque como hemos demostrado representan la intervención absoluta del Estado Burgués. No hay posibilidades de realizar un cambio revolucionario basado en la vía política pacifista y "legalista" de los "lakbayan" (marchas de protesta) popularizadas por las formaciones izquierdistas en Filipinas. No puede venir tampoco por la vía del sindicalismo. Únicamente está en manos de la clase obrera[9], que tiene que enfrentarse a los ataques del capital en su propio terreno de clase, con sus propios órganos unitarios de lucha, las asambleas obreras, el embrión de los Consejos Obreros.

 

¡ Trabajadores del mundo, uníos ¡. Solo el camino de la unidad de clase a nivel mundial puede llevarnos al momento más importante de la lucha del movimiento proletario: la revolución proletaria mundial.

 

                                                                                    Internasyonalismo ( 07/05/2008)

 

 

 

 


 

[1] Ver "Environment News Service" para encontrar en inglés el informe, o buscar en la Web de Naciones Unidas para encontrarlo en francés

[2] Gil C. Cabacungan Jr. " Mise en garde d´Arroyo sur la crise du riz », Philipines Daily Inquirer (24/03/2008).

[3] Rising Food Prices: Opciones políticas y Banco Mundial, pagina 2 (subrayado por nosotros).

 

[4] "Bangkok, 24 Abril, los precios del arroz thäi benchmark han sufrido un aumento del 5% con un récord de más de 1000 dólares la tonelada el jueves. Los exportadores esperan conseguir beneficios superiores si los compradores de Irán e Indonesia buscan estos productos en el mercado..." (retomado de la agencia Reuters, citado por Flex Mews).

[5] Oficina Nacional de Estadistica, "Los ingresos familiares y los gastos". Publicado el 11/01/2008.

[6] Beware the News " Doubly Green Revolution", ISIS Press Release, 14/01/2008

[7] " Caos imperialista, desastre ecológico, el capitalismo en perdición". Revista Internacional (CCI) nº 129.

 

[8] "La guerra de la banana en Filipinas" , 08/07/1998. Melissa Moore (ver en www.foodfirst.org [12]).

 

[9] "...la emancipación de los trabajadores será obra de la clase obrera.." AIT, Estatutos Generales, Octubre de 1864.

 

Geografía: 

  • Asia [13]

Vida de la CCI: 

  • Correspondencia con otros grupos [14]

Noticias y actualidad: 

  • Crisis alimentaria [15]

Mayo 68: el resurgir internacional de las fuerzas revolucionarias

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En el anterior artículo de esta serie(1) concluíamos: «Por tanto, el significado histórico fundamental del Mayo del 68 no se ha de buscar ni en las "especificidades francesas", ni en la revuelta estudiantil, ni en la "revolución de las costumbres" que nos repiten hoy con todos los tonos y melodías (los ideólogos de la burguesía) sino en la salida del proletariado mundial de la contrarrevolución y su entrada en un nuevo periodo histórico de enfrentamientos contra el orden capitalista. Un periodo que está caracterizado igualmente por un nuevo desarrollo de las corrientes políticas proletarias, la nuestra entre ellas, que la contrarrevolución había o eliminado prácticamente o reducido al silencio. »

De este desarrollo de las corrientes revolucionarias a partir de 1968 es de lo que vamos a tratar aquí.

 

Los estragos de la contrarrevolución en las filas comunistas

A lo largo del siglo XX, durante y después de la Iª Guerra mundial, el proletariado libró combates titánicos que estuvieron a punto de acabar con el capitalismo. En 1917 derrocó el poder burgués en Rusia. Entre 1918 y 1923 llevó a cabo en Alemania, principal país europeo, múltiples asaltos para alcanzar el mismo objetivo. Esta oleada revolucionaria tuvo repercusiones en todo el mundo, en todas partes donde existía una clase obrera desarrollada, desde Italia a Canadá, desde Hungría a China.

La burguesía mundial logró no obstante contener este gigantesco movimiento de la clase obrera y, no bastándole con eso, desencadenó la más terrible contrarrevolución de toda la historia del movimiento obrero. Esta contrarrevolución tomó las formas más inimaginables de la barbarie, y el estalinismo y el nazismo fueron sus representantes más significativos, justamente en los países donde la revolución llegó más lejos: en Rusia y en Alemania.

En este contexto, los partidos comunistas que estuvieron a la vanguardia de la oleada revolucionaria acabaron convertidos en partidos de la contrarrevolución.

Pero al igual que la traición de los partidos socialistas en 1914 ante la guerra imperialista provocó la aparición en su seno de corrientes decididas a continuar defendiendo los principios proletarios -corrientes que estuvieron en el origen y la formación de los partidos comunistas-, la traición de estos últimos dio ocasión también a que surgieran fracciones de izquierda en defensa de las verdaderas posiciones comunistas. Sin embargo, mientras que aquellos que habían luchado en el seno de los partidos socialistas contra su deriva oportunista y su traición, habían ganado fuerzas y una influencia creciente en la clase obrera hasta ser capaces, después de la Revolución rusa, de fundar una nueva Internacional; no ocurrió lo mismo, por el peso creciente de la contrarrevolución, con las corrientes de izquierda surgidas en el seno de los partidos comunistas. Éstas últimas, aunque en sus comienzos agruparon a muchos militantes de los partidos alemán e italiano, fueron perdiendo progresivamente su influencia en la clase obrera y la mayor parte de sus fuerzas militantes y se dispersaron en numerosos pequeños grupos, como ocurrió en Alemania donde el régimen hitleriano eliminó o forzó al exilio a los últimos militantes.

Así, en el curso de los años treinta, los grupos que - junto a la corriente animada por Trotsky pero cada vez más gangrenada por el oportunismo - seguían defendiendo firmemente las posiciones revolucionarias eran los Comunistas Internacionalistas en Holanda (GIC) -que se declaran del "Comunismo de los Consejos" y rechazan la necesidad de un partido proletario -, y la Fracción de Izquierda del Partido Comunista de Italia -que publicó la revista Bilan-. Estos grupos no contaban más que con algunas decenas de militantes ni tenían influencia alguna en el curso de las luchas obreras.

La IIª Guerra Mundial no permitió, contrariamente a la primera, un cambio en la relación de fuerzas entre el proletariado y la burguesía. Al contrario, la burguesía instruida por la experiencia histórica y gracias a la preciosa ayuda de los partidos estalinistas procuró abortar cualquier nuevo intento de resurgir del proletariado. Durante la euforia democrática de la "Liberación" los grupos de la Izquierda Comunista quedaron más aislados aún que en los años treinta; en Holanda, el CommunistenBond Spartacus tomó el relevo del GIC en la defensa de las posiciones consejistas, que serán también defendidas a partir de 1965 por Daad en Gedaschte, una escisión del Bond. Estos dos grupos hicieron un importante trabajo de publicaciones, aunque mermados por la posición izquierdista que rechaza la necesidad de una organización de vanguardia del proletariado. No obstante, la mayor dificultad viene dada por el peso ideológico de la contrarrevolución. Fue así en el caso de Italia, donde la constitución del Partido Comunista Internacionalista -que publica, Battaglia Comunista y Prometeo-, en torno a Damen y Bordiga, en 1945, no cumplió las expectativas de sus militantes. Esta organización, que, en su constitución contaba con tres mil miembros, se fue debilitando progresivamente víctima de la desmoralización y de las escisiones; concretamente la de 1952, animada por A. Bordiga y que pasó a constituir el Partido Comunista Internacional - que publica, Programma Comunista -. Una de las causas de las escisiones reside en la confusión -basada en el abandono de toda una serie de adquisiciones elaboradas por Bilan en los años treinta- que presidió el agrupamiento de 1945.

En Francia el grupo que se constituyó en 1945, la Izquierda Comunista de Francia (GCF), en continuidad con las posiciones de Bilan (pero añadiendo un cierto número de posiciones programáticas de la Izquierda Germano-holandesa) publicó 42 números de la revista Internationalisme, desaparecida en 1952. En este mismo país, además de los elementos afines al Partido Comunista Internacional y que publicaban Le Prolétaire, otro grupo defendió hasta los inicios de los años sesenta posiciones de clase en la revista Socialisme ou Barbarie (SouB). Este grupo, salido de una escisión del trotskismo tras la IIª Guerra Mundial, abandonó progresiva y explícitamente el marxismo, lo que le condujo a su desaparición en 1996.

Podríamos citar también otros grupos existentes en diferentes países pero, lo que marca la situación de las corrientes que han seguido defendiendo posiciones comunistas a lo largo de los años cincuenta y principios de los sesenta es su extrema debilidad numérica, el carácter confidencial de sus publicaciones, su aislamiento internacional y sus retrocesos que han conducido bien a su desaparición pura y simple, bien a un encierro sectario como fue claramente el caso del Partido Comunista Internacional que se considera a sí mismo como la única organización comunista en el mundo.

El renacer de las posiciones revolucionarias

La huelga general de 1968 en Francia, junto a los diferentes movimientos de masas de la clase obrera -de los que informamos en el artículo precedente-, ponen en el orden del día en numerosos países la idea de la revolución comunista. La mentira del estalinismo - autoproclamado "comunista" y "revolucionario" - se desmorona por todas partes. Esto benefició evidentemente a las corrientes que se distanciaban de la URSS como "Patria del socialismo". Tal era el caso de las organizaciones maoístas y trotskistas. En concreto el movimiento trotskista - debido especialmente a su historia de lucha contra el estalinismo - conoció una nueva juventud a partir de 1968 y sale de la sombra que hasta entonces le hacían los partidos estalinistas. Sus filas se amplían especialmente en países como Francia, Bélgica o Gran Bretaña, de manera espectacular. Pero esta corriente había dejado de pertenecer definitivamente al campo proletario durante la IIª Guerra Mundial, con su posición de "defensa de las adquisiciones obreras en la URSS"; es decir, la defensa del campo imperialista encabezado por este país. La puesta en evidencia, por las huelgas obreras que se desarrollaron a partir de finales de los sesenta, del papel antiobrero de los partidos estalinistas y de los sindicatos, de la función de la farsa electoral y democrática como instrumento de la dominación burguesa,..., condujo a numerosos elementos de todo el mundo a volverse hacia las corrientes políticas que en el pasado habían denunciado claramente el papel de los sindicatos y el parlamentarismo y encarnaban mejor la lucha contra el estalinismo, las corrientes de la Izquierda comunista.

Como consecuencia del Mayo 68 se difunden masivamente los escritos de Trotsky; también se reeditan los de Pannekoek, Görter(2) o Rosa Luxemburgo - que fue una de las primeras en poner en guardia, antes de su asesinato en enero de 1919, a sus camaradas bolcheviques de los peligros que amenazaban la revolución en Rusia -. Aparecen nuevos grupos que se sienten atraídos por la experiencia de la Izquierda Comunista, aunque es mucho más hacia el consejismo que hacia la Izquierda italiana hacia donde se inclinan los elementos que comprendieron que el trotskismo se había convertido en una especie de ala izquierda del estalinismo. Había muchas razones para que esto fuera así. Por una parte el rechazo de los partidos estalinistas iba acompañado con frecuencia del rechazo de la noción misma de "partido comunista" por lo que el hecho de que la corriente bordiguista (la única que saliendo de la Izquierda italiana tuvo una extensión internacional) defendiera la idea de la toma del poder por el partido comunista y reivindicase el monolitismo en sus filas contribuyó a reforzar la desconfianza hacia la corriente histórica de la Izquierda italiana. Por otro lado están las consecuencias que tuvo el hecho de que, por lo general, las corrientes que continuaron reclamándose de ésta fracción, se desentendieran de Mayo de 1968, demostrando así que no comprendían su significación histórica pues no veían más allá de la dimensión estudiantil.

Pero al mismo tiempo que aparecían nuevos grupos inspirados por el consejismo, los que ya existían conocen un espectacular crecimiento sin precedentes, convirtiéndose en polo de referencia para nuevos militantes. Este fue el caso concretamente del grupo Informations et Correspondances Ouvriéres (ICO) - salido de una escisión, en 1958, de Socialisme ou Barbarie -, que en 1969 organiza un encuentro internacional en Bruselas en el que participaron Cohn Bendit, Paul Mattick (antiguo militante de la Izquierda alemana que había emigrado a EEUU, donde publicó diversas revistas consejistas) y Cajo Brendel, animador del grupo Daad en Gedaschte. Sin embargo las conquistas del consejismo (organizado) fueron de corta duración: ICO anunció su autodisolución en 1974; los grupos holandeses dejaron de existir casi al mismo tiempo que sus principales animadores; en Gran Bretaña, el grupo Solidarity inspirado en las posiciones de Socialisme ou Barbarie, después de un éxito semejante al de ICO, vivió una escisión tras otra hasta desaparecer en 1981 (aunque el grupo de Londres continuó publicando la revista hasta 1992); en Escandinavia, los grupos consejistas que se desarrollaron después de 1968 fueron capaces de organizar en 1977 en Oslo una conferencia, aunque no tuvo continuidad.

Finalmente, la corriente que más se desarrolló en el transcurso de los años setenta fue la más próxima a las posiciones de A. Bordiga (fallecido en julio de 1970), que se benefició de la afluencia de elementos salidos de las crisis que zarandearon a varios grupos izquierdistas (maoístas, concretamente) en este periodo. En 1980, el Partido Comunista Internacional era la organización de la Izquierda Comunista más importante e influyente a escala internacional. Pero esta apertura de la corriente bordiguista a elementos fuertemente marcados por el izquierdismo, condujo a su explosión en 1982, quedando después reducida a una multitud de pequeñas sectas confidenciales.

 

Los comienzos de la Corriente Comunista Internacional

La manifestación más significativa, a la larga, de este renacer de las posiciones de la Izquierda Comunista ha sido nuestra propia organización(3). La CCI se constituyó hace ya cuarenta años, en 1968 en Toulouse, con la adopción de una primera declaración de principios por un pequeño grupo de jóvenes que conformaban desde un año antes un círculo de discusión en torno a un camarada (RV) que, a su vez, había comenzado su actividad política organizada en el grupo Internacionalismo, en Venezuela. Este grupo fue fundado en 1964 por el camarada MC, principal animador de la Izquierda Comunista en Francia (1945-52) después de haber sido miembro de la Fracción italiana de la Izquierda comunista a partir de 1938 y que había entrado en la vida militante en 1919 (a la edad de doce años) primero en el Partido Comunista de Palestina y después en el PCF.

Durante la huelga general de Mayo 1968 los componentes del círculo de discusión de Toulouse publicaron muchos artículos que firmaban como Movimiento por la instauración de los consejos obreros (MICO) y desarrollaron discusiones con otros elementos, con quienes formaron finalmente el grupo que publicará Revolution Internationale a partir de diciembre de 1968. Este grupo entró en contacto y posterior discusión con otros dos grupos pertenecientes al movimiento consejista: la Organización Consejista de Clermont-Ferrand, y los Cuadernos del Comunismo de los Consejos de Marsella.

En 1972, los tres grupos se fusionaron para constituir la que acabaría siendo la sección en Francia de la Corriente Comunista Internacional (CCI) comenzando la publicación de Revolution Internationale (Nueva Serie).

Este grupo, continuando con la política llevada por Internacionalismo, la GCF y Bilan, desarrolló discusiones con diferentes grupos que surgieron igualmente después de 1968 en EEUU (Internationalism). En 1972 Internationalism envía una carta a una veintena de grupos en la que se declara de la Izquierda comunista y llama a la constitución de una red de correspondencia y debate internacional. Revolution Internationale respondió calurosamente a esta iniciativa, proponiendo la perspectiva de celebrar una conferencia internacional. Los grupos que dieron una respuesta positiva pertenecían todos a la corriente consejista. Los grupos que se consideraban de la Izquierda italiana hicieron por su parte oídos sordos, juzgando esta iniciativa prematura.

Sobre la base de esta iniciativa se hicieron muchas reuniones en Inglaterra y en Francia (en 1973 y 1974) donde participaron por Gran Bretaña World Revolution, Revolutionary Perspectives y Workers Voice. Los dos primeros habían salido de escisiones de Solidarity y el último de una escisión del trotskismo.

Este ciclo de reuniones logró, en enero de 1975, la reunión de una Conferencia en la que los grupos que pertenecían a la misma orientación política - Internacionalismo, Revolution Internationale, Internationalism, Word Revolution, Rivoluzione Internazionale (Italia) y Acción Proletaria (España) decidieron unificarse en el seno de la Corriente Comunista Internacional.

La continuación de esta política de contactos y discusiones con los otros grupos de la Izquierda comunista les llevó a participar en la Conferencia de Oslo en 1977 (junto a Revolutionary Perspectives) y a responder favorablemente a la iniciativa lanzada en 1976 por Battaglia Comunista para la celebración de una conferencia internacional de grupos de la Izquierda comunista.

Las tres Conferencias (celebradas sucesivamente en Milán (1977), París (1978) y París (1980), suscitaron el interés creciente de los elementos que se proclamaban de la Izquierda comunista, pero la decisión de Battaglia Comunista y de Communist Worker's Voice Organisation -surgida del agrupamiento de Revolutionary Perspectives y de Worker's Voice, en Gran Bretaña - de excluir a partir de ese momento a la CCI, enterró las esperanzas que se pusieron en este esfuerzo.

De alguna manera, el repliegue sectario (al menos hacia la CCI) de BC y de CWO (que se agruparon en1984 en el Bureau International pour le Parti Révolutionnaire -BIPR), era una señal de que se había agotado el impulso inicial que el surgimiento histórico del proletariado mundial en mayo de 1968 había dado a la corriente de la Izquierda comunista.

Sin embargo, a pesar de las dificultades que ha encontrado la clase obrera a lo largo de los últimos decenios - particularmente el peso de las campañas ideológicas sobre la "muerte del Comunismo" después del hundimiento de los regímenes estalinistas -, la burguesía mundial no ha conseguido infringirle una derrota decisiva. Esto se verifica en el hecho de que la corriente de Izquierda comunista, representada principalmente por el BIPR y sobre todo por la CCI, ha mantenido sus posiciones y despierta hoy un interés creciente entre los elementos que, con la lenta reanudación de los combates de clase después de 2003, se encaminan hacia la perspectiva revolucionaria.

 

Fabienne (6 julio 2008)



(1) La serie completa puede consultarse en nuestra website en francés: https://fr.internationalism.org/ [16]

(2) Los dos principales teóricos de la Izquierda holandesa.

(3) Para una historia más completa de la CCI, léase: "Construcción de la organización revolucionaria: Los veinte años de la Corriente Comunista Internacional" en Revista Internacional, nº 80. "Treinta años de la CCI: apropiarse del pasado para construir el futuro" en Revista Internacional, nº 123.

Historia del Movimiento obrero: 

  • 1968 - Mayo francés [17]

Acontecimientos históricos: 

  • Mayo 1968 [18]

URL de origen:https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200807/2309/accion-proletaria-n-202-15-de-julio-a-15-de-septiembre

Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/crisis-economica [2] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200510/206/crisis-de-la-emigracion-en-la-frontera-hispano-marroqui-la-hipocresia-d [3] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/expulsion-de-emigrantes [4] https://es.internationalism.org/tag/geografia/francia [5] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/cartas-de-los-lectores [6] https://es.internationalism.org/content/2271/amenaza-de-hambrunas-por-la-inflacion-crisis-capitalista-y-respuesta-obrera [7] mailto:[email protected] [8] https://es.internationalism.org/rint/2006/125_tesis [9] https://es.internationalism.org/content/910/huelga-del-metal-de-vigo-los-metodos-proletarios-de-lucha [10] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/espana [11] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-0 [12] https://foodfirst.org/ [13] https://es.internationalism.org/tag/geografia/asia [14] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/correspondencia-con-otros-grupos [15] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/crisis-alimentaria [16] https://fr.internationalism.org/ [17] https://es.internationalism.org/tag/historia-del-movimiento-obrero/1968-mayo-frances [18] https://es.internationalism.org/tag/acontecimientos-historicos/mayo-1968