Acción Proletaria, publicación en España de la Corriente Comunista Internacional, alcanza, con éste, su número 200.
AP empezó a publicarse en 1974, es decir hace 34 años, como parte de un proceso de emergencia internacional de elementos y grupos revolucionarios nacidos al calor de la reanudación de la lucha obrera de finales de los años 60. Privados de una continuidad orgánica con las organizaciones revolucionarias del pasado, pequeñas minorías buscaban, aquí y allá respuesta a la multitud de cuestiones que bullían en sus cabezas, aunque animados por una fuerte voluntad de discusión y de debate internacional e internacionalista. Fruto de ese formidable impulso de discusión y búsqueda de la clarificación se constituyó, en 1975, la CCI: «La iniciativa de Internationalism y la propuesta de RI desembocaron finalmente en la celebración de una serie de conferencias y encuentros en Inglaterra y Francia en 1973... Además, y sobre todo, aquellas clarificaciones y decantaciones habían creado las bases que iban a permitir la constitución de la Corriente Comunista Internacional en enero de 1975. Durante aquel mismo período, efectivamente, RI había proseguido su labor de contactos y discusiones a nivel internacional, no sólo con grupos organizados sino también con individuos aislados, lectores de su prensa y simpatizantes de sus posiciones... Esa labor había llevado a la formación de pequeños núcleos, en España e Italia, en torno a las mismas posiciones, núcleos que en 1974 iniciaron la publicación de Acción Proletaria y Rivoluzione Internazionale.. Así pues, en la conferencia de enero de 1975 estaban presentes Internacionalismo, Révolution internationale, Internationalism, World Revolution, Acción Proletaria y Rivoluzione Internazionale, quienes compartían las orientaciones políticas que había desarrollado Internacionalismo a partir de 1964»(1)
Desde ese momento y sin interrupción, Acción Proletaria ha visto la luz cada 2 meses. Primero con la forma de revista hasta su número 63, luego bajo la forma de periódico a partir de finales del año 85. Desde 2003 se añade la publicación en castellano en la web: https://es.internationalism.org/ [1]. En este artículo no podemos entrar a desmenuzar la multitud de temas que hemos abordado en Acción Proletaria, así como en el conjunto de la prensa de la CCI, durante todo este tiempo. Por eso pedimos a los lectores que estén interesados en conocerlos en detalle, que nos escriban a nuestro correo electrónico ([email protected] [2]) o a nuestra dirección postal (Apartado de Correos 258; 46080 Valencia -España - ), para solicitar la colección de nuestra publicación, o los números atrasados que deseen conocer y que aún no están disponibles en nuestra web(2).
De toda esa enorme actividad desarrollada en nuestra prensa, hay un eje sobre el que sí queremos extendernos en este articulo: la contribución de nuestra prensa al debate de las ideas proletarias, al desarrollo de la conciencia en la clase y especialmente en los elementos y grupos que durante estos años han ido surgiendo buscando clarificarse, buscando entender quién y cómo puede cambiar este mundo que conduce a la humanidad a la destrucción y a la barbarie. Las páginas de nuestra prensa siempre han estado abiertas al debate fraternal, a la confrontación de ideas y posiciones al servicio del desarrollo de la claridad y la conciencia en las filas obreras. Lo estuvieron en los años 70, en los 80, en los 90, en el nuevo milenio y, hoy mismo, lo siguen estando. Siguiendo esta tradición, en este número 200 publicamos, por ejemplo, la contribución de compañeros de Ecuador que defienden una postura internacionalista frente a los vientos nacionalistas y belicistas que sacuden actualmente esa región del mundo.
Y es precisamente esa tradición de debate por la clarificación política sin ostracismos lo que nuestra Corriente y nuestras publicaciones como AP reivindican (y tratan de llevar a la practica lo mejor posible), de las organizaciones del movimiento obrero que nos precedieron en el pasado: la Liga de los Comunistas, las Internacionales, las fracciones de izquierda que se desgajaron de ellas, Bilan, la Izquierda Comunista de Francia...
Para la especie humana, para el proletariado en cuyas manos está su supervivencia, para las organizaciones revolucionarias, para los elementos que buscan cómo cambiar este mundo, el debate, la discusión, la confrontación de ideas y argumentos es una necesidad vital. Nuestra prensa siempre lo ha puesto de manifiesto. Veamos, por ejemplo, lo que decíamos en 1977: «Solo una discusión abierta y lo más amplia posible podrá hacer avanzar la clarificación política. Ha de haber entre los grupos, núcleos, círculos e individuos que constituyen el conjunto de minorías revolucionarias de la clase, un debate al que no se deben poner límites y que debe ir en todo momento al fondo de los problemas... Queremos invitar a esa discusión a todos los revolucionarios... Las formas prácticas de discusión y de confrontación... las iremos encontrando. Es preciso que haya siempre una actitud abierta y, sobre todo, es muy importante que la discusión sea internacional» (AP nº 15: "Carta a los revolucionarios", Agosto de 1977).
A ese debate fraternal, internacional, sincero y abierto, como corresponde y es tradición en el proletariado, nuestra publicación ha dedicado muchas páginas en sus ya 200 números. Varios han sido los instrumentos concretos para este fin:
En esta rubrica hemos dado cabida a múltiples y muy interesantes contribuciones de lectores y compañeros que, de acuerdo o no con los análisis y posiciones defendidas en nuestra prensa, han alimentado una discusión internacional sobre cuestiones importantes para el proletariado.
Desgraciadamente no podemos reproducir, ni siquiera enumerar, todos los temas que en ella se han tratado. Nos conformaremos con dar unas breves pinceladas de las cuestiones planteadas, que van desde la defensa del internacionalismo proletario frente a la guerra imperialista (ver AP nº 35 "Carta de un lector sobre la guerra Iran-Irak", por ejemplo), pasando por un debate sobre la cuestión del aborto (ver AP nº 39 y 40) o sobre la comprensión de la crisis económica (ver en AP nº 48, el debate sobre la decadencia del capitalismo y los ciclos económicos, por ejemplo); o sobre cómo dispone la burguesía sus fuerzas políticas para organizar el mantenimiento de su dominio sobre la sociedad y el proletariado (ver en AP nº 48 "La Izquierda a la oposición") etc.
También en nuestra Tribuna del Lector han tenido cabida discusiones para sacar lecciones, tanto en caliente como con perspectiva, de luchas de mayor o menor alcance, que en estos años ha protagonizado nuestra clase, tanto en España como a escala internacional. Especialmente la publicación de panfletos editados por los propios trabajadores en lucha durante los años 70 y 80 en España (Ver AP nº 24, 25, 34, por ejemplo), así como frente a movimientos de lucha de clases a escala internacional de marcada importancia. Por ejemplo ante las luchas de Polonia en 1980 (Ver AP nº 83 "¿Qué lecciones nos enseña Polonia?").
También han tenido cabida debates más generales, por ejemplo, en defensa del marxismo, como puede verse en AP nº 61 con la contribución de un grupo de Trabajadores Comunistas Internacionalistas.
Valga esto como muestra, especialmente de los números publicados en los años 70, 80 y 90, que son menos conocidos o incluso desconocidos para muchos de nuestros lectores actuales. Esta tradición, como decíamos, la mantenemos viva como muy bien podrá comprobarse visitando nuestra "web". A fecha de hoy, en portada de la sección "CCI on line" de dicha página figura un texto de un compañero del Núcleo de Discusión Internacionalista de República Dominicana, referente a la situación en Cuba tras la abdicación de Fidel Castro: "Renuncia de Fidel: el problema no es el jinete, sino el caballo" (https://es.internationalism.org/node/2197 [3]).
Pero si hemos tenido especial interés en exponer públicamente los debates que manteníamos por correspondencia con compañeros que nos han escrito (y a los que lógicamente hemos solicitado su autorización para hacerlo así), también nos hemos preocupado por trasladar a nuestros lectores las discusiones que tenían lugar en nuestras Reuniones Públicas, y sobre todo de las contribuciones que en ellas hacían compañeros que no forman parte, ni están necesariamente de acuerdo con la CCI.
Otras rúbricas, especialmente HEMOS LEIDO y POLÉMICA, han ido dando cuenta de los debates con una multitud de grupos, que a lo largo de estos más de 30 años han ido apareciendo en el panorama político tanto español como de habla hispana, bien sean grupos que se reclaman (o reclamaban puesto que muchos ya han desaparecido) de la Izquierda Comunista, o agrupamientos en muchos casos efímeros nacidos al calor del desarrollo de unas condiciones favorables a la politización.
Esta rubrica, dentro de nuestra prensa, siempre ha tenido por vocación ser sensible y debatir con los elementos y publicaciones que han ido apareciendo en la escena política, independientemente del grado de convergencia con nuestras posiciones. Por ejemplo entre mediados los años 70 y principios de los 80, se produjo una efervescencia de publicaciones como "Sin tregua" de la Agrupación Mayo 37 (en España) de la que nos hicimos eco desde AP nº 33 y siguientes hasta AP nº 44. Otro tanto cabe decir de la revista "Revolución" sobre la que escribimos en AP nº 36; o el "Movimiento por el poder obrero" de Colombia en AP nº 35; la revista "Etcétera: Correspondencia de la guerra Social" (ver por ejemplo AP º 60); el "Colectivo Comunista Alptraum" de México (ver AP nº 63), la "Correspondencia Internacional" (AP nº 50). Durante este período nuestra prensa hizo frente a un problema de gran envergadura para los revolucionarios: ¿Cuál debía ser la relación entre las organizaciones del medio político existente y los nuevos grupos que surgían? ¿Cómo comprender y desarrollar el debate? ¿Cómo y sobre qué bases reagrupar las fuerzas revolucionarias? Sobre estas cuestiones, por ejemplo, debatimos en nuestra prensa con otros grupos del medio revolucionario, tanto de la corriente "bordiguista" (ver por ejemplo, entre otros, una polémica con "El Comunista" sobre "¿Cómo luchar por el partido?" en AP nº 65).
Como puede verse muchas han sido las experiencias en este terreno, tanto a escala internacional como en España. Sus lecciones en gran medida siguen siendo válidas en la actual situación en que hay una emergencia de grupos y elementos que buscan la clarificación política y formar parte del combate de nuestra clase por su emancipación.
Hoy asistimos de nuevo, al calor de un resurgir de la lucha de clases, a una eclosión de nuevas energías revolucionarias, procedentes de la nueva generación obrera que se incorporan al combate, y a un nuevo esfuerzo de ruptura con la cárcel que representan los partidos de la burguesía. Unos y otros necesitan, como el aire, un clima fraternal donde exponer con toda franqueza la claridad que van atisbando en su evolución como las dudas que aún conservan. Ese clima fraternal es el característico del debate proletario, de la toma de conciencia de una clase que rechaza, como criticaba el propio Marx, el "Aquí está la verdad ¡arrodillaos¡", y que ve la clarificación como un proceso colectivo que exige por tanto un debate (véase en nuestra Revista Internacional nº 131: "La cultura del debate: un arma de la lucha de clases"[3]).
Hoy, como hace 200 números, en papel o en edición digital, nuestras páginas y nuestras energías están al servicio del debate internacional e internacionalista, al servicio del desarrollo de la vanguardia proletaria, de su desarrollo, de su ampliación y de su reagrupamiento.
La prensa revolucionaria ha sido siempre, y sigue siendo el principal, útil de difusión de las ideas comunistas, su debate en el seno de la clase y un instrumento vital de combate por el comunismo.
Mar /24 de Marzo de 2008
(1) Ver en Revista Internacional: "Construcción de la organización revolucionaria - Los 20 años de la CCI [4]".
(2) La tarea de transcribir al formato digital los ríos de tinta que supone AP en forma papel es, como bien podrán comprender nuestros lectores, enorme. Animamos a todos nuestros lectores a que contribuyan, en la medida de sus posibilidades, a colaborar con nosotros en ese empeño. ¡Toda iniciativa, toda colaboración, es bienvenida!
[3] /revista-internacional/200711/2088/la-cultura-del-debate-un-arma-de-la-lucha-de-la-clase [5]
¿Qué balance podemos sacar los trabajadores del proceso electoral del 9 de Marzo?
Ante todo ser conscientes de la gigantesca manipulación que representa la supuesta ceremonia suprema de la "soberanía popular". Cada cuatro años los diferentes medios de propaganda y mistificación al servicio de la clase dominante y del capitalismo tratan de hacernos creer que podemos elegir y decidir "libremente" entre las "sinceras" propuestas de nuestros "representantes". Lo que se pone en evidencia, sin embargo, campaña electoral tras otra, es el trasunto falsario de todo ese circo. Se sabe, por ejemplo, que todo el "triunfalismo" económico del PSOE es mera propaganda con pies de barro, aguantada a duras penas hasta el día siguiente al desenlace electoral. Se sabe igualmente que todo el "programa social" de ZP ha consistido en un 90% en medidas descaradamente electoralistas adoptadas en los últimos meses de la legislatura. Se sabe, también, que todos los discursos del PP llamando a la "responsabilidad democrática" de los electorales mientras se muestra inusitadamente "centrista" en sus proclamas, esconde en realidad una estrategia de "marketing" político destinada a lograr que la abstención supere el 25%. Se sabe que el gabinete de expertos del PSOE tenía perfectamente estudiado como responder a un "hipotético" atentado de ETA, para que este sirviera de acicate de movilización de su propio electorado más crítico. Se sabe además que el propio PSOE había declarado públicamente que su estrategia era «tensionar y dramatizar» con la amenaza de la "Derechona" para movilizar hacia el "voto útil" a electores de otras formaciones, mientras le achacaba a ella la "crispación". Se sabe, en definitiva que la preocupación y la discusión de los problemas de la población y por el futuro de las siguientes generaciones, se prostituye en manos de estos políticos burgueses en un cínico ritual de maniobras y mentiras[1], lo que convierte, como decíamos antes, el supuesto acto supremo de la "voluntad popular" en una farsa manipulada.
En el caso de la burguesía española, ésta lleva en campaña electoral desde marzo de 2004, fecha que marca un antes y un después en la descomposición del aparato político de la burguesía española. Por un lado el atentado ponía brutalmente de manifiesto la vulnerabilidad de la burguesía española que veía como de la noche a la mañana un atentado, imputado a una banda de miserables, daba un vuelco a las expectativas electorales (ver nuestro análisis del 11-M en Revista Internacional nº 117: "Atentados de Madrid: el capitalismo siembra la muerte"[2]). Por otra parte la derecha y el Partido Popular no aceptaron la forma en que fueron desalojados del poder, y a su vez el PSOE se empeñaba, junto a nacionalistas e IU, en crear un "cordón sanitario" que aislara al PP como un apestado de la democracia, poniendo en cuestión uno de los principales "logros" de la propia transición democrática, conseguido muy a duras penas casi a principios de los años 90: la acreditación del PP como un partido de Derechas pero con marchamo "democrático" que hiciera posible la necesaria - para la propia mistificación democrática - alternancia gubernamental. Del marasmo del 11-M la burguesía española sacó un equipo de gobierno improvisado que pronto demostraría su incapacidad manifiesta e incluso su indolencia para acometer los problemas de la propia clase dominante (la pérdida de competitividad de la economía, el debilitamiento de la posición en el tablero imperialista internacional, la contención de las tendencias centrífugas de los nacionalismos periféricos). No sólo eso. Como analizamos en nuestra Resolución sobre la situación en España en AP nº 192[3], el gobierno ZP se ha empeñado en cambio en agravar aún más las contradicciones que sacuden al capital nacional. Si ha revalidado el triunfo electoral no es por que su gestión haya entusiasmado a los amos del país. Al contrario. Estos no han cesado de reprocharle su desinterés por el deterioro de la situación económica, su errática política internacional, etc.,... mientras ha dedicado lo sustancial de la acción de gobierno a iniciativas tan peregrinas como el Estatuto de Cataluña que acaba pactando con la oposición a su propio partido, o unas negociaciones de paz con ETA que ha tenido que destejer a toda prisa en el último año de la legislatura. El triunfalismo con el que el clan ZP y sus palmeros tratan de presentar los resultados del 9-M no consigue ocultar que en todo caso el éxito consiste en haber desactivado las bombas que el mismo había sembrado y cuyas espoletas retardadas le acabarán explotando, antes o después, en sus propias narices, pues sus maniobras y engaños, sus oscilaciones y sus veleidades megalomaníacas, podrán debilitar momentáneamente a sus rivales a cambio de aguijonear progresivamente en éstos la desconfianza, el animo de revancha, la defensa irresponsable de los intereses particulares de cada fracción, etc.
Como decíamos lo que ha llevado a ZP a revalidar el campeonato no ha sido tanto sus propios méritos sino esencialmente el demérito del PP, incapaz de liberarse a lo largo de los últimos cuatros años del peso de la fracción más ultramontana y revanchista (la encabezada por Esperanza Aguirre y sus secuaces "mediáticos"), que le ha llevado a la derrota, como ya sucediera en el año 2004; y que no contentos con eso bien poco han tardado -la propia noche de 9M - en propiciar una defenestración de "maricomplejines" Rajoy y una purga en el PP que le llevaría a una crisis de alcance impredecible, para la propia burguesía española.
Frente a la agravación cualitativa de la situación del capital nacional la burguesía se encuentra con un aparato político gravemente afectado por la descomposición y el "cada uno a la suya". Las voces y los discursos que reclaman el fin de la crispación y tender puentes, al menos entre las fracciones más representativas del capital español, tropiezan con la defensa de posiciones de poder particulares de cada formación. El fracaso del PP debilita aún más los lazos que les mantuvieron unidos en la esperanza de conquistar el poder (1993 -1996) o las prebendas de detentarlo (1996-2004). En cuanto al PSOE, su visión más global de los intereses de conjunto de la burguesía española - que en el pasado le llevó por ejemplo a facilitar el marchamo democrático al PP (recordemos la presencia de delegaciones del PSOE y de los sindicatos en el Congreso de refundación en Sevilla) -, no resiste ahora la tentación de perpetuarse en el poder explotando, en cambio, el temor "a la Derechona" justificado con el último exabrupto de Losantos o la enésima "conspiranoia" de Esperanza Aguirre. Puede verse que son los sectores más indisciplinados e irresponsables los que cobran más poder y protagonismo en la vida política de la burguesía española reforzándose además mutuamente. Por ello podemos decir que la «etapa de estabilidad política» que hoy nos anuncian como resultado de las elecciones del 9-M, puede responder, más a los deseos que a la realidad.
Los trabajadores no podemos ni debemos sucumbir ante este montón de mentiras ponzoñosas y pestilentes, pues TODOS los partidos son nuestros enemigos declarados, TODOS han demostrado cuando han llegado al poder su capacidad criminal para desarrollar los ataques más brutales contra el proletariado: congelaciones salariales, despidos y reconversiones industriales, represión policial y un largo etcétera.
Esas es la perspectiva que, antes o después, se nos va a echar encima con la agravación de la recesión mundial. Y será el gobierno "socialista" el encargado de ejecutar esa sentencia de miseria y sufrimiento contra los trabajadores. Frente a esa perspectiva sería criminal mantener la ilusión en que apoyando a tal o cual fracción de los explotadores nos irá mejor o "menos mal". Por el contrario. Debemos desarrollar y afianzar nuestra conciencia de clase contra todas las fracciones de la clase dominante. Conciencia de la necesidad de la solidaridad con todos los trabajadores igualmente atacados. Conciencia de la barrera de clase que separa nuestros intereses como explotados de las necesidades del capital nacional. Esa conciencia se ve despuntando en las luchas que han tenido y tienen lugar en España (ver artículo en este mismo número de AP) así como en los demás países (véase por ejemplo las luchas en Alemania también analizadas en esta misma publicación). Porque esa conciencia y esa lucha constituyen no sólo la única defensa contra la clase enemiga. Constituyen además la base sobre la que acabar desarrollando una alternativa verdaderamente revolucionaria al reino de la explotación, la miseria y la barbarie.
Pel/Et 24 de marzo de 2008
[1] (ver por ejemplo nuestra denuncia de los "debates electorales [8]" en CCI "on line".
[2] ver también: "Atentados de Madrid: el capitalismo siembra la muerte [9]".
[3] "En España como en todo el mundo… el futuro pertenece a la lucha de la clase obrera [10]".
Contando con el beneplácito y la protección imperialista de los EE.UU., una gran parte de Serbia del Sur, la llamada provincia de Kosovo en la antigua ex-Yugoslavia, se ha declarado recientemente "independiente" de la actual Serbia. Esta decisión vuelve a poner "sobre la mesa" la perspectiva de la posible creación de una "Gran Albania" que podría integrar, antes o después, a Macedonia por el Este, constriñendo aún más si cabe las fronteras reales de la "Gran Serbia".
No puede caber ninguna duda sobre las peligrosas repercusiones de esta decisión y, de la desestabilización que puede implicar en el escenario imperialista en la región. En Kosovo existe una mayoría albanesa que alcanza el 90% de la población, mayoría que coexiste con una importante minoría serbia situada en tres encalves estratégicos, que tiene como mayor expresión la realidad de una ciudad como Mitrovica, ciudad divida de hecho entre ambas comunidades. En realidad, más de 120.000 serbios viven en esta región que, además es considerada muy seriamente como el corazón histórico, espiritual y religioso de la "Gran Serbia".
Realmente es una muestra más de la descomposición en la que se hunde el sistema capitalista, el hecho de que Kosovo, cuya economía esta totalmente deprimida, con un desempleo masivo, una corrupción endémica y gangsterismo, se declare como "Estado-nación independiente". No obstante, este no es un hecho histórico nuevo. Es la realidad de todas las naciones y los nacionalismos surgidos tras la Primera Guerra Mundial hasta hoy en día. Como en tantos otros casos en Kosovo, por ejemplo, ha sido necesaria la presencia permanente de la OTAN con una fuerza militar de más de 17.000 efectivos presentados como "fuerzas de paz" y la suma de 2.000 militares más hace pocas fechas para, mantener una apariencia de "tranquilidad" y "prosperidad".
Una vez más, bajo la mentira mil veces repetida de los derechos de la "comunidad internacional", de la bandera de la ONU, diferentes países han tomado posición, según sus intereses imperialistas claro esta, ante la declaración unilateral de independencia de Kosovo. La tan cacareada y "buscada" unanimidad de la Unión Europea (UE) en materia de política exterior ha vuelto a "saltar en pedazos" siempre que se crea ingenuamente, claro esta, que tal "unanimidad" existe o puede existir. Hasta la fecha, Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania y los EE.UU. han apoyado sin reservas la independencia de Kosovo. Por otra parte, Rusia, Grecia, Eslovaquia, Bulgaria, Rumania, España y, curiosamente muchos de los llamados "movimientos separatistas" (Azerbaiyán y Sri Lanka entre otros) se han opuesto implacablemente.
La oposición a esta nueva posición imperialista kosovar esta capitaneada por el imperialismo ruso y sus siempre importantes pretensiones históricas en la zona en cuestión. No cabe la menor duda de que Rusia esta sufriendo una afrenta con esta nueva situación y que, como en otras ocasiones, esta dispuesta a abrir una dinámica de represalias de consecuencias considerables. El imperialismo ruso considera estos nuevos acontecimientos como una injerencia más de las que ha sufrido en Georgia o Moldavia. «...Por encima de todo no debemos olvidar una cosa: tras el nacionalismo serbio está siempre el imperialismo ruso...» ( El folleto de Junius, Rosa Luxemburgo).
Aunque hay muy pocas posibilidades de una intervención de Rusia en el momento actual, no se debe olvidar que durante la guerra en Yugoslavia en 1999, ocurrió un grave incidente en el aeropuerto Kosovar de Pristina entre las tropas de la OTAN y Rusia, muy próximo a un enfrentamiento militar abierto. Aparte de esto, el comandante en jefe de las fuerza militares de la UE en Bosnia, en Noviembre de 2007, exhortaba a la necesidad de una intervención militar en caso de «...un nuevo estallido de la guerra en la región...» (El Observador, 18/11/0/7).
Quizás en estos momentos esa posibilidad aparezca para muchos fuera de lugar, puede sonar a exageración. Pero toda la historia de los siglos XIX y XX, indica que la complejidad geográfica, política, estratégica e imperialista en esta zona del mundo nos muestran que esta región ha sido un punto neurálgico en el desarrollo de los conflictos imperialista que azotan desde hace décadas a la humanidad.. Los Balcanes, desde principios del siglo XIX, han sido una expresión genuina de lo que representa el desarrollo del imperialismo y, solo en ese contexto puede entenderse profundamente la evolución de esta situación en el marco de la decadencia del capitalismo. Esta región es donde el nuevo período histórico se manifestó más claramente en 1914, cuando el asesinato del Archiduque de Austria fue la chispa que encendió la llama de la Primera Guerra Mundial. Fue un campo de batalla clave en la profundización de la barbarie en la IIª guerra mundial, un foco de las rivalidades imperialistas entre los bloques del Este y del Oeste entre 1945 y 1989 y, además cabe recordar que desempeño un papel fundamental en el caos guerrero que siguió al derrumbe de los viejos regímenes del Bloque del Este, como así lo evidencian las horrendas guerras que se desarrollaron a lo largo de los años 1990.
Esta realidad jamás ha sido ajena a la denuncia que históricamente han realizado los revolucionarios. Escrito en el primer año de la Primera Guerra Mundial, el anteriormente citado "Folleto de Junius" de Rosa Luxemburgo es meridianamente claro sobre la situación histórica de la región y su dinámica de evolución: «.... En un sentido histórico, lo que hace de la quema de los Balcanes el centro de la política y la situación mundial en la época actual es que es la expresión más elevada de los conflictos que desgarran al actual mundo imperialista, es un eslabón fundamental en la cadena de acontecimientos que han conducido al mundo a la fatal necesidad de una guerra mundial...», «...El gran juego de la política mundial se ha jugado en esta región de forma verdaderamente brutal..». Para los revolucionarios siempre ha sido esencial hacer un buen análisis de los elementos centrales de la evolución de la vida del capitalismo. El disparo que acabo con la vida del archiduque en Sarajevo en 1914, ponía en tela de juicio todas las alianzas imperialistas de la época. Las espadas se afilaron, en ese preciso momento, para conseguir un control de la región: Serbia, Rusia, Gran Bretaña y Francia de un lado y, en el otro, Alemania, Austro-Hungría y la Turquía Otomana de la época.
En esencia el panorama imperialista en la zona no ha cambiado nada en la época actual. Pueden cambiar los protagonistas pero el fondo del problema sigue siendo el mismo. En 1991 tras la desintegración de la antigua Yugoslavia el fulgurante desarrollo de un nacionalismo rabioso, alentado por las grandes potencias, abrió el camino al desarrollo de Eslovenia y Croacia, apadrinadas esencialmente por Alemania. En el campo "rival" Gran Bretaña, Rusia y Francia, miraban hacia otro lado mientras Milosevic y los suyos emprendían una limpieza étnica de terribles consecuencias, en tanto en cuanto estas atroces acciones ayudaban a consolidar sus intereses en la región. En el mismo sentido y con iguales intenciones, obraron los Estados Unidos de América al armar hasta los dientes a las bandas bosnias y al ayudarlas con sus "bombardeos humanitarios" en toda la región hasta conseguir una relación de fuerzas que pusiera las bases para defender a medio y largo plazo sus intereses imperialistas en esta parte de Europa. Al menos 100.000 albaneses fueron asesinados y más de 800.000 hubieron de desplazarse ante la brutal represión que llevó a cabo el presidente serbio Milosevic entre 1998 y 1999. En respuesta a esas acciones, la OTAN (expresando los intereses de EE.UU.) bombardeó hasta expulsar el ejército serbio fuera de Kosovo en 1999, y la burguesía albanesa, mediante el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) tomó su revancha, pavimentando el camino a la actual "declaración de independencia de Kosovo".
La formación del nuevo "Estado" de Kosovo no va a resolver, en modo alguno, las tensiones nacionalistas en los Balcanes. Muy al contrario: el proceso de desagregación, caos y barbarie es más que seguro. El proceso de "Balcanización", con la formación de Estados inviables fue parte inseparable de la pendiente hacia la guerra en el siglo XX y ha seguido siendo parte de esta dinámica al comienzo del siglo XXI. De hecho, una vez más, a los pocos días de la declaración de la independencia ya se han producido los primeros enfrentamientos de cierta entidad entre las minorías serbias, las tropas de la OTAN y los radicales kosovares. Una vez más se demuestra la inviabilidad de todas las supuestas "liberaciones nacionales" y las creaciones de "nuevos Estados".
Para la clase obrera en esta región, como en cualquier otra parte, las celebraciones de los nacionalistas albaneses o la reacción de las fuerzas pro-serbias son igualmente peligrosas y reaccionarias. Deben luchar por intentar no dejar arrastrar al terreno del nacionalismo, el chovinismo y en suma a la nefasta defensa de la "patria" se presente este como sea. Solo la lucha por defender sus intereses de clase y el desarrollo del internacionalismo podrán asegurar un futuro y una perspectiva a los obreros de Kosovo, Serbia y del cualquier otra parte del mundo.
Artículo adaptado de World Revolution (Marzo 2.008), publicación en Gran Bretaña de la Corriente Comunista Internacional (CCI).
Durante semanas y meses los trabajadores españoles hemos soportado la matraca electoral que por una u otra vía venía a decirnos que nuestro futuro se jugaba en que saliera elegido mengano o zutano. La verdad es que, como denunciamos más explícitamente en otro artículo de este mismo número de AP, las elecciones han resultado la enésima demostración de la farsa democrática y que gobierne quien gobierne el Estado, su principal misión es la salvaguarda de los intereses de la clase explotadora y, por consiguiente, el creciente sacrificio de las condiciones de vida y trabajo de los explotados.
Por eso tiene muchísimo significado que la apabullante "campaña electoral" no haya supuesto un momento de "paz social. Todo lo contrario. A lo largo de los últimos meses se han desarrollado en España luchas tales como la lucha que se arrastra desde principios de Febrero de los trabajadores de la Administración de Justicia, las movilizaciones muy ampliamente secundadas por los maestros en Cataluña - ver en "CCI on line": "Huelga y manifestación en la enseñanza en Cataluña: una expresión de la maduración de la lucha obrera [12]" - las luchas en el sector de la limpieza en Madrid, y también las movilizaciones muy radicales de los trabajadores de los transportes urbanos en Barcelona, Madrid y Valencia, que sobre todo en el caso de la primera han contado con la SOLIDARIDAD ACTIVA de usuarios y trabajadores de otros sectores, y especialmente de los estudiantes universitarios que también a lo largo de estos meses han protagonizado asambleas y manifestaciones contra la degradación de la educación mediante el llamado "proceso de Bolonia". Como vimos por ejemplo en las movilizaciones que tuvieron lugar en Francia el pasado mes de Noviembre - véase AP nº 198 ó "Luchas en Francia: ¡Hay que luchar unidos! [13]" - esta confluencia pone de manifiesto un hecho trascendental para la perspectiva de la lucha de clases: LA INCORPORACION A LA LUCHA DE LA NUEVA GENERACION DE TRABAJADORES. Que este "bautismo de fuego" de la nueva generación obrera tenga lugar precisamente en un terreno de movilizaciones por solidaridad, superando el peso del "cada uno a la suya", del corporativismo, o la división que la clase enemiga trata de sembrar en nuestras filas tiene además un importante valor añadido, ya que la solidaridad es un aspecto vital de la toma de conciencia de la pertenencia a una misma clase con unos mismos intereses comunes de lucha contra los explotadores, y con una misma perspectiva unitaria - la construcción de la comunidad humana mundial - opuesta a la destrucción engendrada por la sociedad basada en la explotación, en la defensa de los intereses de una minoría.
Allí donde acudía a dar un mitin el Ministro de Justicia, el Sr. Bermejo, muy aficionado a presumir de "rojerío" y a anunciar «un futuro en colores» (¡sic!), allá que acudían los trabajadores de los juzgados a reclamar una subida salarial que les permitiría superar los "grises" mil euros que tienen, como media, en nómina. Mientras la cabeza de lista de los "socialistas" catalanes, la ministra Chacón, se aparecía cual hada madrina que vela por «los sueños de los jóvenes y los desfavorecidos» (¡sic!), los conductores de autobuses de Barcelona han recordado una y otra vez como el alcalde "socialista" de Barcelona les somete a la pesadilla de una infernal jornada laboral que les impide descansar dos días seguidos a la semana.
Hacía mucho tiempo que una campaña electoral no se veía salpicada de un desarrollo tal de la conflictividad social. Con ello no pretendemos negar el impacto que tiene aún entre los trabajadores la mistificación democrática que se ha puesto en evidencia con la tasa de participación del 9-M. Pero resulta igualmente incuestionable que hacía mucho tiempo, prácticamente 20 años, que una campaña electoral no "coincidía" con tal número de huelgas y movilizaciones es decir que el "circo" electoral no ha conseguido acallar las luchas de los trabajadores o silenciar sus reivindicaciones. Puede parecer un dato circunstancial, pero no lo es. Sumado a las noticias de las luchas que se suceden en multitud de países - desde Egipto como analizamos en el anterior número de AP hasta el corazón del capitalismo en Alemania como vemos en éste - es un dato más que confirma el cambio de "clima" que se respira en las filas de los trabajadores de todo el mundo en el último lustro - ver nuestro análisis en "Por el mundo entero, ante los ataques del capitalismo en crisis - ¡Una misma clase obrera, la misma lucha de clases! [14]" - . Detrás de ese avance de la combatividad, y en cierto modo también de la toma de conciencia del proletariado - se haya, como decimos en el artículo referido una creciente inquietud por el futuro en el que se anuncia nítidamente un brutal empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera.
Así por ejemplo la rabia que late detrás de las movilizaciones de los estudiantes universitarios es el porvenir que se barruntan muchos de ellos de verse atrapados en unos "estudios basura" en unas Facultades abandonadas a su suerte en los presupuestos públicos. Eso explica igualmente que, como también ha sucedido en Francia, profesores y otros trabajadores de las universidades se hayan manifestado en solidaridad con los estudiantes. Otro tanto cabe decir de los trabajadores de los servicios de limpieza de Madrid que alentados por el ejemplo que les dio la lucha del personal de limpieza del Metro de Madrid en Diciembre-Enero pasado se han lanzado ahora a la huelga, conscientes de que poco se puede confiar en las interminables "negociaciones" sindicales. Otro tanto han debido pensar, como veíamos, los conductores de autobuses de Barcelona que han decidido movilizarse inmediatamente por los dos días de descanso semanales sin obedecer las instrucciones de UGT y CCOO que les llamaban a "integrar" esta reivindicación en las interminables negociaciones del convenio colectivo. Una vez más, el detonante de esta explosión de combatividad ha sido la comprobación de que las condiciones laborales empeoraban cada día más - por ejemplo con traslados de un día para otro de la ruta de trabajo - y esa ha sido también la base que ha servido para la solidaridad de los propios usuarios que son, en su inmensa mayoría, trabajadores sometidos a ataques y amenazas similares.
Con este desarrollo de las luchas reivindicativas se pone de manifiesto sin duda la creciente desconfianza de los trabajadores en las instituciones del Estado "democrático". Así por ejemplo los periodistas que seguían las movilizaciones de los conductores de autobús en Barcelona, se extrañaban de que a diferencia de otras manifestaciones en esta ocasión los trabajadores no desfilaran tras la clásica "sopa de letras" de los sindicatos. No deberían extrañarse puesto que UGT y CCOO son los baluartes sindicales de los partidos del gobierno municipal de Barcelona, que es la propia patronal de la empresa de transporte urbano. Pero ese distanciamiento no puede explicarse únicamente por estas particularidades, pues es algo que vemos desarrollarse también entre otros trabajadores como los ferroviarios franceses - véase "Francia: gobierno y sindicatos unidos contra la clase obrera [15]" - o los empleados públicos en Alemania - ver artículo en este mismo número de AP -.
Y es que por mucho que esas instituciones "democráticas" se llenen la boca de promesas de atender nuestros intereses, lo único que de verdad "ofrecen" ante nuestras reivindicaciones son LA CALUMNIA Y LA REPRESION.
La calumnia ha ido en esta ocasión más allá de la acusación a los huelguistas de "egoístas" e "insolidarios" que con sus desmedidas reclamaciones amenazarían los presupuestos públicos (cuando por ejemplo el ministro de Justicia ha gastado 250 mil euros de las arcas públicas en reformarse un apartamento en Madrid), u ocasionarían un grave daño a los ciudadanos usuarios. En su afán de crear un verdadero "cordón sanitario" para aislar las luchas, los medios de comunicación han insinuado que estas estarían siendo instrumentalizadas como "arma electoral". Y del mismo modo que la prensa afín a Esperanza Aguirre y el PP veía la larga mano del PSOE tras las movilizaciones de los empleados de limpieza en Madrid; la prensa que suspira por ZP catalogaba a los trabajadores de la Justicia que se concentraban ante los mítines del PSOE como "tontos útiles" pero "servidores objetivos" de los intereses de la Derecha.
Y cuando el linchamiento "moral" de los huelguistas no ha sido bastante, los defensores del orden han recurrido al apaleamiento físico y a otros instrumentos de represión como las sanciones y las multas. Así, por ejemplo, los "mossos d'esquadra" (la policía autónoma catalana) entraron brutalmente a desalojar a los estudiantes concentrados en la Universidad Autónoma de Barcelona el pasado 4 de Marzo ocasionando cerca de una decena de heridos. Por ejemplo también esa misma policía la emprendió a palos contra un miembro de un piquete informativo de la huelga de autobuses de Barcelona. A los trabajadores de la Administración de Justicia les llueven estos días sanciones de hasta un 50% del salario por haber hecho huelga cuatro o cinco días laborables. Los conductores de autobuses de Barcelona deben hacer frente a multas por incumplir unos "servicios mínimos" que alcanzan a menudo hasta el 80% de los trabajadores y que son fijados por las mismas autoridades que se niegan a satisfacer las reivindicaciones obreras.
Que la burguesía recurra cada vez más a la represión - como, por otra parte, también hemos denunciado en las luchas que han tenido lugar en Francia el pasado mes de Noviembre - es un síntoma evidente del recorte de su margen de maniobra que le viene impuesto por la agravación de la crisis mundial y que le empuja inexorablemente a atacar a muerte las condiciones de vida de los trabajadores en todo el planeta y a enfrentarse sin contemplaciones a la lucha de estos contra esos hachazos. Lo que ponen una vez más de manifiesto las luchas que se han vivido recientemente en España es que esa brutalidad represora no es patrimonio exclusivo del "Sarkozy" de turno o de los gobiernos de la Derechona. Precisamente el clima de persecución que viven las huelgas en Barcelona - donde la policía obedece las órdenes de Saura, máximo dirigente de los ¿ex?-estalinistas, viene a confirmar por enésima vez que en lo tocante a la represión de las luchas obreras, la Izquierda nada tiene que envidiar a la Derecha.
El empeño precisamente de esos mismos partidos de Izquierdas ha sido el de convencernos que, con sus "fallos", constituían sin embargo un "mal menor" respecto a la Derecha. Sabemos, sin embargo, que LOS DOS SON PEOR. Que ninguna fracción de la clase explotadora va a dejar de sacrificar las condiciones de vida obreras en el altar de los intereses del capital nacional. Que la única fuerza de los trabajadores es que nosotros nos unamos y tomemos conciencia del abismo de clase que nos separa de nuestros explotadores. Por ello decimos que lo único que defiende al obrero es el desarrollo de la solidaridad de clase.
Y eso es algo que poco a poco va ganando peso en las luchas obreras. Precisamente para hacer frente a la campaña de acoso mediático y difamación, los trabajadores se van habituando a explicar a través de hojas y manifestaciones abiertas a otros sectores, cual es el verdadero significado de su lucha, y por qué sus reivindicaciones pueden sentirse como propias o cercanas por cualquier otro proletario. Así hemos visto como los conductores de autobuses de Barcelona han logrado no sólo parar la campaña de auténtico linchamiento moral que les acusaba de los sufrimientos de los usuarios, sino ganarse la simpatía de éstos mostrando que es la propia patronal quien pone en peligro su seguridad acentuando la precariedad de las condiciones de trabajo de los autobuseros. Eso explica que en manifestaciones convocadas por estos hayan participado vecinos de barrios obreros ("Nou Barris") y trabajadores de otros sectores, especialmente aquellos que, como los universitarios, se encontraban también en lucha. En una de estas manifestaciones, la del 9 de Febrero, se difundió una octavilla en las que usuarios de TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona, adaptado para la ocasión como Transportes "de mierda" de Barcelona) señalaban - traducimos del catalán- : «Como usuarios de TMB, como trabajadores rebeldes y como cómplices de las movilizaciones de los conductores de autobuses de la ciudad de Barcelona queremos expresar toda nuestra solidaridad con los conductores en luchas, con los expedientados por la empresa, con el agredido y el denunciado por los mossos d'esquadra" (...) ¿Quién es el responsable de esta situación?: el impotente alcalde de Barcelona Jordi Hereu y su panda de amiguetes de la administración de TMB, el sindicalismo colaboracionista y de despachos, los buenos demócratas que protestan como esquiroles creyéndose las mentiras de la prensa,..».
La burguesía va a tratar de desacreditar estas movilizaciones diciéndonos calificándolas de hechos insignificantes cuando lo relevante sería que los trabajadores han acudido masivamente a votar, y que lo han hecho refrendando, por ejemplo en Cataluña, a ese mismo Partido "socialista" al que denuncian en sus luchas. Ese discurso que pulula en todas las tertulias radiofónicas y análisis de sesudos comentaristas políticos tiene una "pizca" de verdad. Y es que la burguesía sabe, y así lo explota con todas sus fuerzas,
que en el terreno electoral, es decir con los trabajadores atomizados como individuos , el peso de la influencia de la ideología de la burguesa es mucho mayor que el que ejerce cuando los trabajadores viven su propia fuerza colectiva a través de la lucha y la solidaridad de clase. Por ello, ante la avalancha de ataques antiobreros que se avecinan contra los trabajadores de todos los sectores podemos afirmar que el podrido mundo de las mentirosas promesas electorales quedará atrás y que el futuro está preñado de combatividad, solidaridad y desarrollo de la conciencia de la clase revolucionaria.
Etsoem (20/3/2008).
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/
[2] mailto:[email protected]
[3] https://es.internationalism.org/node/2197
[4] https://es.internationalism.org/revista-internacional/199504/1831/construccion-de-la-organizacion-revolucionaria-los-20-anos-de-la-c
[5] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200711/2088/la-cultura-del-debate-un-arma-de-la-lucha-de-la-clase
[6] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/intervenciones
[7] https://es.internationalism.org/tag/geografia/america-central-y-sudamerica
[8] https://es.internationalism.org/cci-online/200802/2185/debates-electorales-lo-contrario-de-un-verdadero-debate
[9] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200510/164/atentados-de-madrid-el-capitalismo-siembra-la-muerte
[10] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200611/1135/en-espana-como-en-todo-el-mundo-el-futuro-pertenece-a-la-lucha-de-la-c
[11] https://es.internationalism.org/tag/acontecimientos-historicos/caos-de-los-balcanes
[12] https://es.internationalism.org/content/2194/huelga-y-manifestacion-en-la-ensenanza-en-cataluna-una-expresion-de-la-maduracion-de-la
[13] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200711/2100/luchas-en-francia-hay-que-luchar-unidos
[14] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200802/2193/por-el-mundo-entero-ante-los-ataques-del-capitalismo-en-crisis-una
[15] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200801/2170/francia-gobierno-y-sindicatos-unidos-contra-la-clase-obrera
[16] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/espana
[17] https://es.internationalism.org/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-0
[18] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/reuniones-publicas
[19] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/crisis-economica