Enviado por CCI el
La posición central del camarada Trotski sobre el problema del frente único contra el fascismo en Alemania no parece tener suficientemente en cuenta el papel que corresponde a la socialdemocracia durante el ascenso fascista. En la “Carta al obrero comunista alemán miembro del Partido Comunista Alemán” (“La Verite” de diciembre 26, 1931) el camarada Trotski, después de haber recordado la táctica de los bolcheviques rusos durante el ataque de Kornilov, constata que «1a socialdemocracia, como un todo, con sus antagonismos internos, vive en conflicto agudo con los fascistas» y define así el deber del Partido: «Nuestra tarea consiste en utilizar este conflicto, y no hasta el momento más agudo, para unir a los adversarios contra nosotros». La explicación que el camarada Trotski da sobre el desarrollo de la política de frente único, parece marcar que su objetivo es el de la lucha concreta para batir al fascismo y en esta política, los consejos de fábrica tendrían una gran importancia.
El recuerdo de la experiencia rusa a propósito del ataque de Kornilov no parece muy pertinente. Este ataque se llevaba a cabo en efecto en una situación que debía preceder dos meses solamente a la victoria del Partido, se llevaba a cabo en circunstancias de desagregación que desafortunadamente no tienen nada de común con la fuerza de que dispone actualmente el capitalismo alemán en marcha hacia la victoria de la reacción fascista, en tanto que el marco de las fuerzas sociales en Rusia podía aún asignar al menchevique Kerensky la función de elemento “incapaz” de realizar y defender la democracia. Por el contrario la socialdemocracia en Alemania y en todos los países donde el capitalismo domina desde hace mucho tiempo no es un elemento “incapaz” de defender el nuevo régimen progresivo de democracia, sino que ella es un elemento capaz de defender el poder del capitalismo, en tanto las condiciones se producen para dar a este poder la forma de reacción blanca. Y esta capacidad, la socialdemocracia la prueba con la política que impide el contraataque proletario. Política que consiste en agitar el espectro del fascismo; espectro que se concretiza en la realidad, justamente en la medida en que la socialdemocracia logra evitar los conflictos de clases, las luchas armadas del proletariado y realizar el desarme general de las masas.
En general hay que repetir con Lenin que, en los países capitalistas, jamás se presentaron las condiciones favorables que el proletariado ruso ha conocido en 1917 para realizar su victoria revolucionaria.
El parlamento, en tanto que órgano de control político del capitalismo sobre las masas, ha sido completado por el sindicato, en el periodo imperialista del capitalismo, y esto sobre todo en los países con alto desarrollo industrial. Estos sindicatos están en general adheridos a la dictadura de la burocracia socialdemócrata la cual no ha modificado los estatutos sindicales basados sobre los principios de la lucha de clase. Estos principios son de otra parte los que permiten al partido socialdemócrata mantener su control sobre las masas.
En las situaciones en que las relaciones entre las clases se vuelven muy agudas, el Partido debe sobre todo tender a romper el mecanismo de control sobre la clase obrera, teniendo bien en cuenta que no se trata esencialmente de una incapacidad de las masas para comprender la necesidad de orientaciones preconizadas por los comunistas, sino que si el capitalismo logra la serie de sus éxitos, ello depende del hecho que el partido comunista no ha logrado quebrantar el control socialdemócrata sobre las masas (...)