Enviado por Accion Proletaria el
La naturaleza diversa de la respuesta de las organizaciones anarquistas a la matanza imperialista en Ucrania es bastante predecible. El anarquismo siempre se ha dividido en toda una serie de tendencias, que van desde los que se han convertido en parte del ala izquierda del capital, como los que se unieron al gobierno republicano durante la guerra de 1936-39 en España, hasta los que defendieron claramente posiciones internacionalistas contra la guerra imperialista, como Emma Goldman durante la Primera Guerra Mundial. En cuanto a la guerra de Ucrania, la respuesta del anarquismo es extremadamente dispersa: desde los abiertamente belicistas hasta los llamamientos a la solidaridad internacional y a la acción conjunta contra la guerra. Como comunistas de izquierda, denunciamos claramente las posiciones izquierdistas o burguesas, planteadas por varios anarquistas, pero al mismo tiempo apoyamos los intentos de grupos como KRAS en Rusia1 (cuya declaración ya hemos publicado en nuestra web), Iniciativa Anarcosindicalista en Serbia2 y el Grupo Comunista Anarquista en Gran Bretaña3 de intervenir en la situación con una clara posición internacionalista.
Las respuestas internacionalistas
El ACG (Grupo Comunista Anarquista) adoptó una postura básicamente internacionalista desde el principio de la guerra (página web del ACG del 27 de febrero, "Ponte del lado de la clase obrera, no de los intereses imperialistas en competencia"). Al mismo tiempo, esta declaración contiene una serie de demandas confusas, como la "disolución de la OTAN", y la "ocupación masiva de las propiedades de los oligarcas rusos en Gran Bretaña y su inmediata conversión en viviendas sociales". ¿Por qué solamente los oligarcas rusos? ¿Qué pasa con las propiedades de los oligarcas ucranianos? ¿No es esta una forma indirecta de apoyar al bando ucraniano?
Se puede ver la misma visión inmediatista en la declaración del grupo ASI de Belgrado, que, a pesar de una cierta claridad sobre la naturaleza de lo que significa la "paz" en el capitalismo, declara "¡Convirtamos las guerras capitalistas en una revolución obrera!". Este llamamiento a la acción revolucionaria es totalmente irreal, dado el bajo nivel de la lucha de clases en la actualidad.
Ya se había publicado una declaración internacionalista conjunta, firmada por 17 grupos en torno a la Coordinadora del Anarkismo, el 25 de febrero, incluida la ACG. En ella se afirma claramente que "...nuestro deber revolucionario y de clase dicta la organización y el fortalecimiento del movimiento internacionalista, antibélico y antiimperialista de la clase obrera. La lógica del imperialismo más agresivo o más progresista es una lógica que conduce a la derrota de la clase obrera. No puede haber una vía imperialista pro- popular. Los intereses de la clase obrera no pueden identificarse con los de los capitalistas y las potencias imperialistas"4 En la página web de la ACG también hay una fuerte denuncia de los grupos y publicaciones anarquistas que defienden el nacionalismo, como el grupo Freedom de Londres5.
Las posiciones anarquistas en defensa de la guerra
Pero las declaraciones de las diferentes corrientes anarquistas deben leerse con cuidado y de forma crítica. Por ejemplo, la sección francófona de la Federación Anarquista Internacional, en un folleto publicado el 24 de febrero, proclama: "Llamamos también, en todo el mundo, a luchar contra el capitalismo, el nacionalismo y el imperialismo, así como contra el ejército que siempre empuja hacia nuevas guerras"6.
Al mismo tiempo, en la misma Federación Anarquista Internacional, podemos ver un llamado abierto a la participación en la guerra: un llamado de apoyo a los Comités de Resistencia en Ucrania, que luchan por la "liberación" del país. Diferentes grupos anarquistas uniformados y armados se presentan como "luchadores por la libertad", a menudo en referencia al Ejército Negro de Makhno durante la Guerra Civil en Rusia. Así pues, existe un claro "gradiente" en el medio anarquista actual: llamamientos al internacionalismo y, al mismo tiempo, un llamamiento a la participación en este conflicto criminal, como peones del ejército ucraniano bajo la bandera de los Comités de Resistencia7. Además, los anarquistas de Bielorrusia que viven en Ucrania se están uniendo a las fuerzas del Estado ucraniano, otro signo de la derrota y desorientación de la clase obrera de la zona.
Otro ejemplo, bastante obvio, de posiciones completamente burguesas es la declaración de los anarquistas rusos del grupo Anarchist Fighter "...lo que está ocurriendo ahora en Ucrania va más allá de esta simple fórmula, y del principio de que todo anarquista debe luchar por la derrota de su país en la guerra".
También argumentan que "La derrota de Rusia, en la situación actual, aumentará la probabilidad de que la gente se despierte, de la misma manera que ocurrió en 1905 [cuando la derrota militar de Rusia ante Japón llevó a un levantamiento en Rusia], o en 1917 [cuando los problemas de Rusia en la Primera Guerra Mundial llevaron a la Revolución Rusa] - abriendo los ojos a lo que está ocurriendo en el país…
En cuanto a Ucrania, su victoria también allanará el camino para el fortalecimiento de la democracia de base; al fin y al cabo, si se consigue, será sólo a través de la autoorganización popular, la ayuda mutua y la resistencia colectiva. Estas deberían ser la respuesta a los desafíos que la guerra lanza a la sociedad"8.
Como vemos una defensa de la guerra usando argumentos “revolucionarios” (¡¡¡).
Sectores significativos del anarquismo y del anarcosindicalismo, al mismo tiempo que se refieren a su fuerte tradición antimilitarista, han vuelto a expresar su apoyo a la guerra nacionalista - tal como lo hicieron, junto con la socialdemocracia al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Pero la diferencia era que, mientras los socialdemócratas traicionaban sus principios internacionalistas, los anarquistas seguían una cierta lógica, como señalamos en nuestro artículo sobre "Anarquismo y guerra imperialista"9 en 2009:
"La adhesión a la guerra imperialista y a la burguesía en 1914 por parte de la mayoría de los anarquistas a nivel internacional no fue, por el contrario, un paso en falso, sino la conclusión lógica de su anarquismo, conforme a sus posiciones políticas esenciales.
Así, en 1914, fue en nombre del antiautoritarismo, porque era impensable "que un país pudiera ser violado por otro" (Carta a J.Grave), que Kropotkin justificó su posición chovinista a favor de Francia. Al basar su internacionalismo en "la autodeterminación" y "el derecho absoluto de todo individuo, de toda asociación, de toda comuna, provincia, región, nación a decidir por sí mismos, a asociarse o no asociarse, a vincularse con quien quiera y a romper sus alianzas" (Daniel Guerin, Anarquismo, Gallimard p.80) los anarquistas no hacían más que reflejar las divisiones que el capitalismo imponía al proletariado. Esta posición chovinista tiene sus raíces en el federalismo que se encuentra en la base misma de todas las concepciones anarquistas. Al sostener que la nación es un fenómeno natural, al defender el derecho de todas las naciones a la existencia y a su libre desarrollo, el anarquismo juzga que el único peligro de la existencia de las naciones es su propensión a ceder al "nacionalismo" inculcado por la clase dominante para separar a los pueblos unos de otros. Se ve llevado naturalmente, en toda guerra imperialista, a operar una distinción entre agresores/agredidos, opresores/oprimidos, etc., y a optar así por la defensa de los más débiles, de los derechos que han sido burlados, etc. Este intento de basar el rechazo a la guerra en algo distinto a las posiciones de clase del proletariado deja todo tipo de margen para justificar el apoyo a una u otra parte beligerante. Concretamente, es decir, para elegir un campo imperialista contra otro".
Hoy, los anarquistas mezclan posiciones puramente burguesas y nacionalistas con el deseo de que la matanza en el centro de Europa se convierta en una revolución, como al final de la Primera Guerra Mundial. La idea de que la revolución es posible en cualquier momento, en cualquier lugar, sigue formando parte del ADN del anarquismo. Ante la gravedad de la situación, la única respuesta es el internacionalismo proletario. Los anarquistas tienen que decidir si quieren ser parte del problema o de la solución. Hoy, más que nunca, la izquierda comunista debe asumir sus responsabilidades y actuar como polo de referencia y claridad frente a toda esta confusión.
Edvin
1 https://es.internationalism.org/content/4821/una-declaracion-internacionalista-en-rusia-contra-la-guerra-de-ucrania
2 https://iwa-ait.org/content/lets-turn-capitalist-wars-workers-revolution
3 https://www.anarchistcommunism.org/2022/02/27/take-the-side-of-the-working-class-not-competing-imperialist-states/
4 https://www.anarchistcommunism.org/2022/02/25/ukraine-international-statement/
5 https://www.anarchistcommunism.org/2022/03/07/identity-nationalism-and-xenophobia-at-freedom/
6 https://i-f-a.org/wp-content/uploads/2022/02/fa-statement.pdf
7 https://www.militantwire.com/p/ukrainian-anarchists-mobilize-for?s=r
8https://nl.crimethinc.com/2022/02/26/russian-anarchists-on-resisting-the-invasion-of-ukraine-updates-and-analysis
9 Serie de 3 artículos: https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200907/2620/los-anarquistas-y-la-guerra-i-la-traicion-al-internacionalismo-en-1914 , https://es.internationalism.org/cci-online/200908/2635/los-anarquistas-y-la-guerra-ii-la-participacion-de-los-anarquistas-en-la-2a-g y https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200911/2697/los-anarquistas-y-la-guerra-iii-de-la-segunda-guerra-mundial-a-nuestro