Enviado por Revolucion Mundial el
Las condiciones de vida y de trabajo del conjunto del proletariado siguen empeorando, el desempleo sigue subiendo a pesar de tener "un presidente del empleo"(¡), las pensiones, si ya eran una miseria, con la aplicación de la ley del ISSSTE, se calcula tendrán una reducción de hasta un 30%... la recesión en EUA apenas despunta en el horizonte y la extensión de su gravedad ya se anuncia, amenazando aún más las condiciones de vida de los trabajadores. En este contexto de ataques crecientes contra la clase obrera vemos desarrollarse esfuerzos importantes de ésta para expresar su descontento y su voluntad de lucha, sin embargo, ese descontento está chocando con el encuadramiento de los sindicatos, sean estos "charros" o "independientes".
Mineros: descontento esterilizado por el sindicato
Desde el accidente en Pasta de Conchos donde murieron 65 mineros, se desató una pugna entre camarillas por hacerse del control del sindicato y, al mismo tiempo, el descontento de los trabajadores ha sido encajonado en ese terreno minado. El Sindicato minero es uno de los casos más claros de cacicazgo sindical, durante décadas fue regenteado por Gómez Sada que deja después el trono a su hijo Napoleón Gómez Urrutia ("Napito"). El sindicato sabe perfectamente que las compañías que subcontratan obreros para las minas los mandan en condiciones de seguridad deplorables. Baste recordar que la mayoría de los muertos en Pasta de Conchos eran contratados por empresas externas a la Compañía Minera, sin embargo, el sindicato se hace de la vista gorda y hoy aparece como el campeón de la defensa de la seguridad de los obreros...¡cinismo criminal!.
Bajo la demanda de mejorar las condiciones de seguridad e higiene estalla el 30 de julio del año pasada la huelga en Cananea, huelga que inmediatamente se mezcló con las consignas del sindicato de "respeto a la autonomía sindical" lo cual es una clara alusión a la defensa de "Napito". A más de 6 meses de huelga donde lo que prevalece es el encerramiento de los huelguistas y el uso de recursos completamente impotentes: pedir apoyo en la cámara de diputados, ampararse para tratar de evitar que se declare la huelga ilegal, etc. Con ello los mineros están atrapados en todo el engranaje estatal, desde los partidos hasta los tribunales de justicia.
Lo que podemos apreciar es que el enorme y justo descontento de los mineros está siendo dilapidado en un callejón sin salida:
-la huelga larga desgasta hasta al más combativo, más si ésta está aislada del resto del proletariado;
-el aislamiento al que el sindicato somete a los huelguistas los conduce a la impotencia y los ata de manos frente al capital;
-las formas de lucha del proletariado son enterradas y se ponen en marcha mecanismos ante los cuales la clase está completamente indefensa ("lucha" en tribunales, peticiones a los gobiernos y sus cámaras, etc.).
-las demandas en las cuales otros obreros podrían reconocerse y sumarse al combate son cuidadosamente escondidas por los sindicatos y se da prioridad a demandas que mantienen el aislamiento corporativista.
UAM: sindicato "independiente" también al servicio del capital
Desde la fundación del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Metropolitana (SITUAM) en 1975 ha estallado 16 huelgas de un promedio de 40 días por paro. Sindicato particularmente refugio de toda gama de corrientes de la extrema izquierda del capital (trotskistas, ex guerrilleros, etc.) se presenta como el "independiente" y el "campeón de la defensa de los trabajadores" donde se "respeta la decisión de las bases" (¡).
La presencia de estos sindicatos "independientes" son muy útiles para la burguesía para hacer un esquema con el que presente sindicatos "buenos" (independientes) y sindicatos "malos" (charros), ocultando así a los trabajadores en general que es la estructura sindical la que ha sido absorbida por el Estado y que todos los sindicatos, desde los oficialistas, los independientes, hasta los que se presentan más radicales, no son sino instrumentos para asegurar el control de los trabajadores.
En el caso de la UAM es un claro ejemplo de la confusión que engendra el sindicato. Es evidente que ha habido una serie de golpes en contra de los trabajadores de la UAM que ha conducido a que el descontento se incremente y que en momentos el control del sindicato se rebase, sin embargo sabe distribuir su trabajo de sabotaje: mientras los trabajadores exponen su descontento y empujan a la movilización, el sindicato (principalmente sus sectores radicales) toma una actitud falsa de combate, rechazando el tope salarial y pide el aumento salarial del 35%. Pero al mismo tiempo hace todos los esfuerzos por dejar aislado al movimiento. La petición salarial en ese monto apenas podría restituir un poco la agravación que en las últimas décadas ha tenido, sin embargo se lanza en un contexto de aislamiento, empujando a los trabajadores a marchar solos, por eso la pretendida radicalidad del SITUAM, no es sino una trampa que, en mancuerna con la patronal, tiene como objetivo extender la desmoralización y acallar el descontento entre los trabajadores, dejando el sentimiento de que no sirve de nada la lucha, y de que más vale escuchar los "buenos consejos" del sindicato para no tener problemas.
Los aumentos otorgados por los patrones y el gobierno ronda en el 5%, en este caso se ofrecía un aumento de 4.25%. Es verdad que los aumentos a los salarios son irrisorios, que la miseria está alcanzando a sectores que antes tenían cierta estabilidad. Sin embargo, las demandas de aumentos salariales en porcentajes de dos o más dígitos, presentada en un aislamiento, aparecen más como una provocación del sindicato. Recordemos cómo algunas estructuras sindicales como la Coordinadora nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se han distinguido por exigir aumentos del 100%, y regularmente todas las fracciones sindicales parecen jugar con porcentajes altos para ofrecer una pantalla más radical a sus agremiados, pero también para dividir a los diferentes sectores con este tipo de demandas. La historia del movimiento obrero nos dice que para defenderse de los ataques, los obreros sólo lo pueden hacer si desarrollan una lucha masiva y unida, por encima de los sindicatos, enarbolando demandas y consignas comunes y orientando su combate en la solidaridad de clase.
Algunas lecciones
La clase obrera está en una situación de descontento profundo, la burguesía sabe que el futuro radiante que ha prometido es una ilusión y que la miseria y el desempleo no cesarán de extenderse en la sociedad capitalista. Las luchas actuales muestran pues la voluntad de lucha pero también el papel que la burguesía está haciendo para tratar de mojar la pólvora:
- El Estado, a través de los sindicatos, está desplegando "luchas preventivas", luchas cuyo mensaje será "luchar no sirve de nada";
- La clase obrera está siendo sometida a una machacona idea por parte del capital: sólo se puede luchar con y a través de los sindicatos;
- Es por ello que "la defensa del sindicato" será una demanda que usará el capital para escamotear los aumentos salariales;
- Finalmente, la burguesía hará uso de todo tipo de campañas nacionalistas, desde el rechazo a un secretario de gobernación "de origen español" hasta la defensa de la economía nacional.
Es por ello que los obreros, los sectores de la clase trabajadora que decidan irse a la huelga deberán tratar de tomar el control de su lucha creando verdaderas asambleas generales donde todos decidan colectivamente el rumbo de su combate, en ese intento el sindicato va a ser un obstáculo permanente. Es necesario que tengan presente que la existencia de asambleas no es en sí mismo un síntoma de control de "las bases". Si estas asambleas siguen bajo control del sindicato o de grupos izquierdistas se nulifica su fuerza; para que expongan toda su vitalidad requieren ser abiertas a otros obreros, activos o desempleados, que se permite hablar a otros trabajadores sin importar de qué sector sean, y las decisiones deben ser asumidas colectivamente, teniendo como objetivo principal la extensión de la lucha a otros sectores para poder establecer una relación de fuerzas favorable; el encerramiento en los centros de trabajo es lo que el sindicato promueve para asegurar el aislamiento y la derrota.
Es imprescindible que reconozcan y hagan saber a los trabajadores que los ataques a los niveles de vida son contra todos, por lo que se requiere responder unidos. Sólo una lucha masiva permitiría confrontar los ataques a nuestras condiciones de vida. La solidaridad en el combate es una característica central en las luchas, pero la solidaridad no se busca con otros sindicatos o con diputados del PRD, la solidaridad debe buscarse con los otros trabajadores.
Marsan/21-02-08