La crisis capitalista, en su paso por España, está haciendo que las contradicciones y antagonismos sociales que recorren la sociedad capitalista se muestren de una forma mucho más descarnada y clara, y que el Estado capitalista, tras su fachada democrática, aparezca de forma cada vez más evidente como lo que es: la máquina encargada de mantener las relaciones sociales y de producción capitalista que requiere la burguesía para su dominio sobre la población en general y sobre la clase proletaria en particular.
La situación se acerca a lo insostenible: aumento brutal de la pobreza y el hambre, paro masivo, miles de desahucios, aumento de la precariedad y la explotación, drásticas reducciones salariales, recortes o eliminación de servicios básicos (sanidad, educación, lucha contra incendios, etc).
En este contexto, la función principal de la mal llamada “clase política”, que no es otra que mentir, sembrar ilusiones y dar legitimidad “democrática” a la dominación capitalista, obviamente sufre un gran desgaste, por lo que es importante para la clase burguesa el preparar piezas de recambio, tanto en lo referente a los partidos e individuos que directamente asumen la función de gestión y aplicación de las medidas que el capital manda, como en los encargados de contener y canalizar el malestar social.
Y algo similar sucede con los sindicatos. Ante la gravedad de la situación, el capital y su Estado debe contar en la reserva con aparatos sindicales capaces de controlar y canalizar hacia puntos muertos las luchas y protestas cuando los “oficiales” CC.OO. , UGT u otros se muestren incapaces.
El caso es que el pasado 7 de agosto el SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores), previa llamada a los medios, organizó “asaltos” simbólicos a varios supermercados en la región andaluza “para denunciar la situación de miseria de muchas familias en Andalucía”. Los medios burgueses han situado estas acciones en portada durante varias días con dos objetivos, aparentemente contradictorios pero perfectamente complementarios: primero, el intento de criminalizar y asociar toda lucha y movilización con violencia hacia personas y trabajadores, utilizando de forma hipócrita y cínica las lágrimas de una cajera nerviosa a raíz de un pequeño rifi-rafe durante la acción, y así sembrar dudas en aquellos proletarios que sientan el impulso de lanzarse a la lucha en el futuro; y segundo, darle una inestimable publicidad al SAT, de paso a Izquierda Unida, y de forma general a toda la izquierda del capital.
Es bien conocida la férrea censura y blackout imperante en los medios “democráticos”: lo que no interesa a sus dueños es ocultado, o si es imposible por su amplitud, convenientemente tergiversado y manipulado. Desde luego las acciones simbólicas podrían haber sido, como tantas otras veces en casos similares, ocultadas o minimizadas por los medios; si no lo fueron es por las razones arriba señaladas. Y como decíamos, la publicidad al SAT y a IU ha sido enorme, con presencia de miembros del sindicato en múltiples platós televisivos (con la vedette y diputado andaluz por IU Sánchez Gordillo a la cabeza) soltando libremente todo su discurso, junto con sectores de IU que han tenido la oportunidad de mostrar su apoyo a la acción, con el respetable parlamentario Gaspar Llamazares como elemento mediático destacado, y así ponerse por un momento el disfraz de “combativos”.
Pero la cuestión fundamental que subyace de estos “eventos mediáticos” va más allá del SAT, o de tal o cual sigla o personaje; la clase dominante busca a corto y medio plazo el alimentar 3 elementos fundamentales para dificultar la reaparición histórica de la lucha de clase del proletariado a nivel masivo y mantener su poder: alimentar ilusiones sobre el parlamentarismo y las farsas electorales; fomentar la idea de que el sindicalismo (en sus distintas versiones, “oficial” o “de base”) sería una herramienta eficaz de protesta y lucha para los explotados; y espolvorear todo el arsenal de confusión con posiciones políticas y reivindicaciones reaccionarias y ajenas a la lucha proletaria.
La burguesía ha tratado de transmitir que, pese a todo, el parlamento representaría al pueblo, y que hay parlamentarios que sí se preocupan de “los ciudadanos” (su distinguida señoría Llamazares ha aprovechado bien la ocasión para hacerse la foto y se ha erigido en defensor de los pobres). En definitiva, que existiría alguna esperanza de lucha transformadora en el seno de ese cascarón vacío y podrido, lleno de cotorras mentirosas a sueldo del capital, sin otro fin que legitimar la dominación capitalista y alimentar ilusiones “democráticas” y electorales de cambio, que es el parlamento burgués.
De la misma forma, la clase dominante ha pretendido dar oxígeno al sindicalismo, y más concretamente al sindicalismo “de base” o “alternativo” (cuyas diferencias con el sindicalismo “oficial” serían más de forma que de fondo, siendo en general los “alternativos” meros apéndices críticos de los “oficiales”, como pudimos comprobar una vez más en la última “huelga general” del 29-M). ¿Los métodos de estos sindicatos “alternativos”?: acciones simbólicas para llamar la atención de los medios, marchas a pié, aislar y centrar los conflictos en una empresa o zona geográfica, acciones espectaculares (ocupaciones, bloqueos de carreteras, etc), movilizaciones a toque de corneta de los sindicatos grandes, suplicar en la puerta del político de turno, etc. Lejos de lo mínimo que la clase proletaria requiere hoy día: espacios de encuentro, solidaridad, reflexión y debate donde romper el aislamiento; la extensión de los conflictos y las protestas más allá de la empresa o área geográfica particular; el uso de las movilizaciones desmovilizadoras de los sindicatos “oficiales” para contactar y debatir con compañeros y no para ser una mera comparsa chillona.
A la vez, dándole publicidad al SAT, lo que la burguesía ha pretendido es difundir lo máximo posible el arsenal de confusionismo y posiciones reaccionarias que este sindicato comparte con la mayoría de la izquierda y extrema izquierda[1] (y con gran parte del aparato político e ideológico burgués). Este sindicato tiene sus propias peculiaridades ideológicas (entre las más reaccionarias estarían su extravagante nacionalismo andaluz, que identifica la solución a todos los problemas “de Andalucía” -así, en general- con su independencia de España; la caduca y estéril reivindicación de “reforma agraria” para el problema del paro jornalero en Andalucía, como si fuera un problema separado del conjunto del proletariado; o sus reivindicaciones especialmente humillantes y más propias de Cáritas como la de que los supermercados entreguen comida a punto de caducar a la gente necesitada...) pero, como decimos, estas son algunas posiciones de la izquierda en general que es necesario denunciar:
La gravedad de la situación, los múltiples y sofisticados métodos y aparatos de confusión y canalización que posee la clase dominante y su Estado, la descomposición social y la atomización creciente, hacen absolutamente indispensable un mínimo de claridad política para luchar contra el capitalismo. No puede haber práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria, sin conocer el terreno que pisamos, la portería que defendemos y en la que nos toca marcar, a nuestros enemigos y a nuestros falsos amigos.
Los compañeros que honestamente tratan de luchar contra este sistema bajo la influencia de la izquierda y la extrema izquierda del capital tienen que hacer un esfuerzo y reflexionar acerca de la actividad y discurso de esas organizaciones e ideologías, cuyo fin (más allá de los honestos y combativos militantes que pudiera haber en sus filas) en la sociedad burguesa es el de contener, canalizar y debilitar la capacidad, teórica y práctica, del proletariado para luchar contra el capitalismo.
Draba 16/08/2012
[1] Para ver un pequeño listado de colectivos e individuos de la izquierda que han dado su apoyo al SAT: kaosenlared.net/component/k2/item/27597-artistas-intelectuales-movimientos-sociales-sindicatos-y-partidos-se-solidarizan-con-el-sat.html.
Es la tercera vez que Londres alberga los Juegos Olímpicos, y en cada ocasión nos ha enseñado algo sobre la fase correspondiente del capitalismo.
Los Juegos de 1908 en un principio iban a ser albergados por Roma; sin embargo, la erupción del Vesubio en abril de 1906 implicó la necesidad de utilizar grandes recursos para la reconstrucción de Nápoles. Como potencia mundial, con un imperio que cubría casi un cuarto de la tierra firme del planeta y un quinto de la población mundial, Reino Unido se encontraba en condiciones de organizar los Juegos incluso con un breve plazo de antelación.
En diez meses fue posible organizar la financiación, encontrar un lugar y construir un estadio. En el aspecto económico, los costes sumaron alrededor de 15.000 libras, siendo los ingresos de 21.377 libras. Los primeros Juegos obtuvieron beneficios, y en ese sentido fueron un éxito. Sin embargo, el diario “The Times” (27/07/1908) se lamentaba de que lo que era “una perfecta armonía deseada por todo el mundo se ha visto afectada por algunas disputas lamentables, protestas y objeciones a las decisiones de los jueces. En muchos periódicos, en todo el mundo, el sentimiento nacionalista ha sobrepasado ciertos límites, y las acusaciones y contra-acusaciones están a la orden del día”. Desde luego no es sorprendente, teniendo en cuenta los crecientes conflictos entre naciones a medida que el imperialismo se convertía en el único modo de funcionamiento del capitalismo, desde la guerra hispano-estadounidense de 1898, la ruso-japonesa de 1905, y el resto de antagonismos que llevaron a la I Guerra Mundial.
En los Juegos de 1908 todos los jueces eran británicos y hubo quejas prácticamente diarias desde el equipo estadounidense. Comenzaron con el rechazo a inclinar la bandera de EEUU ante el rey en la ceremonia de apertura, y continuaron después. En la prueba del tira y afloja con cuerda los norteamericanos se quejaron del calzado utilizado por el equipo formado por miembros de la policía de Liverpool. Al ser sus protestas rechazadas, se retiraron de la prueba. En los 400 metros, los jueces británicos decidieron que la final debía repetirse porque un corredor de EEUU había golpeado con el codo a un británico. EEUU boicoteó la repetición de la final. Al final, Reino Unido obtuvo el mayor número de medallas de oro, de plata y de bronce. Contra equipos de 22 países, con 2000 participantes, los británicos lograron más medallas, 146, que en ninguno de los Juegos modernos. Como había predicho el “The Times” (13/07/1908) “Este año esperamos darle la oportunidad a nuestro competidores de mostrarles que no hemos perdido nuestra astucia”.
En los 40 años que pasaron hasta los Juegos Olímpicos de 1948 las cosas habían cambiado mucho para el imperialismo británico. Sus aliados, Rusia y EEUU, habían ganado la II Guerra Mundial, pero los USA eran ahora la potencia dominante en occidente, con Gran Bretaña en una posición mucho más secundaria.
Reino Unido había mostrado sus dudas en albergar los Juegos. Con una economía devastada, con un racionamiento de productos básicos (incluidos la comida, la gasolina y la ropa) incluso más severo que durante la guerra, con una alta tasa de desempleo, gran carestía de vivienda y muchas huelgas obreras, Reino Unido estaba desesperada por recibir los fondos norteamericanos del Plan Marshall, pero insegura sobre el impacto que tendrían los Juegos.
Sólo un mes antes de los Juegos tuvo lugar una huelga salvaje en el puerto de Londres durante la cual soldados de reemplazo recién reclutados fueron enviados a los muelles. Por primera vez un gobierno utilizaba la “Emergency Powers Act” (“Ley de Estado de Emergencia”) aprobada en 1920. Esta no fue la única vez que los trabajadores se enfrentaron al régimen de austeridad de posguerra impuesto por el gobierno laborista.
Hubo al menos dos años de preparación para los Juegos. Aunque no se construyeron nuevas instalaciones se utilizó mano de obra de prisioneros de guerra alemanes en algunas construcciones, incluyendo la carretera que llevaba al estadio de Wembley.
No es casualidad que a los Juegos de 1948 se les conociera como los “Juegos de la Austeridad”. Se animó a las distintas delegaciones a que trajeran su propia comida, aunque los participantes tenían derecho a las mismas raciones que los mineros. Los participantes masculinos fueron alojados en campos de la RAF[1], y las féminas en universidades londinenses. Los deportistas británicos debían comprar o traer su propio equipamiento.
Con 4000 participantes de 59 países, los Juegos de 1948 costaron 732.268 libras (por debajo del presupuesto), con unos ingresos de 761.688 libras. Obtuvieron un modesto beneficio, pero Reino Unido no pasó del duodécimo lugar en el medallero, y todo el mundo sabía que EEUU ocuparía el primer lugar antes de que los Juegos empezaran.
Aunque algunos países han afirmado haber logrado cubrir gastos, o incluso obtener beneficios, como dudosamente afirmó Pekín 2008, los Juegos han significado un desastre financiero en la mayoría de las recientes citas. La deuda en Montreal fue tan grande que no se pudo pagar del todo hasta casi 30 años después. El presupuesto original para Atenas 2004 era de 1600 millones de dólares: el coste público final se estima en 16.000 millones de dólares, con la mayoría de instalaciones actualmente abandonadas o apenas utilizadas, con grandes sumas de dinero todavía necesarias para mantenimiento y seguridad. Parece claro que los Juegos Olímpicos fueron uno de los factores que contribuyeron en la profundidad de la crisis de la economía griega.
Para Londres 2012 el presupuesto inicial estimado era de 2370 millones de libras, pero en los siete años desde la adjudicación de la sede, las estimaciones de la cifra final se incrementaron hasta diez veces el coste original. De este modo, los organizadores están tratando de hacer todo lo necesario para recuperar el gasto. Los precios de acceso, comida, bebida, y todo lo relacionado con las instalaciones son en su mayoría escandalosos, incluso para una capital cara como Londres. Y los intereses de los patrocinadores oficiales se guardan con sumo celo. Existen normas muy estrictas sobre el llamado “ambush marketing” (publicidad no autorizada), es decir, contra la exhibición de cualquier objeto (que puede incluir prendas de vestir) que lleve el nombre de cualquier empresa que no sea patrocinador oficial.
Pero en la disciplina donde Londres 2012 parece más dispuesto a batir récords es en la represión. En los días más ajetreados habrá hasta 12.000 policías de servicio. Habrá 13.500 militares británicos disponibles, bastantes más de los 9.500 en Afganistán. Se prevé también la presencia de 13.300 guardias de seguridad privados, que pasarán unos días entrenándose con las tropas. Un portavoz de la compañía privada de seguridad manifestó que “parte del entrenamiento se ha centrado en 'alinear valores' entre ambos grupos, de modo que la actuación del ejército y los guardias privados en lo concerniente a la seguridad sea similar” (Financial Times 24/05/2012).
Encima de eso, son bien conocidos los planes de instalar misiles tierra-aire de alta velocidad en un edificio cerca de las principales instalaciones. Es de suponer que esto significaría la posibilidad de alcanzar aviones sobre una zona densamente poblada.
Los organizadores de los Juegos, en colaboración con el Estado británico, parece que han pensado en todo. Aunque podría no ser capaz de llevarlo a cabo, el “Home Office” (Ministerio de Interior británico) tiene intención de realizar controles de seguridad a los 380.000 atletas, jueces, trabajadores y personal de los medios ligados de alguna manera al evento. Habrá carriles especiales en las carreteras reservados para vehículos con acreditación. Las multas por utilizar estos carriles serán de 135 libras. Al entrar en las instalaciones habrá registros y no se permitirá la entrada de agua. Irá contra las normas el tuitear, subir a facebook o a cualquier medio fotos de los eventos.
Habrá más de 200 países representados en los Juegos de Londres, y los organizadores harán todo lo posible por proporcionar un entorno adecuado para la habitual orgía de nacionalismo y de publicidad para los Coca-Cola, McDonalds, Panasonic, Samsung, Visa, General Electric, Procter and Gamble, BMW, EDF, UPS y demás miembros de la banda.
En esto se han convertido los Juegos Olímpicos de la era moderna: nacionalismo y negocio. Mientras tanto, en la preparación para Londres 2012, las autoridades han intentado “recolocar” a 500 familias desde el área donde va a estar el estadio olímpico, Newham, a Stoke-on-Trent, a más 240 km. Los inquilinos de la zona están siendo expulsados de modo que los propietarios puedan alquilar las viviendas a precios desorbitados. Los Juegos se supone que son una inspiración para la juventud. Newham presenta la media de edad más joven de Inglaterra y Gales, con la proporción más alta de niños por debajo de un año. También posee la media más alta de personas en la misma vivienda, las tasas más altas de prestaciones sociales en Londres, así como altas tasas de morbilidad y muerte prematura. El futuro de los niños que viven bajo la sombra de estos Juegos no va a mejorar por el espectáculo de la lucha por las medallas.
Car 5/6/12
Nos ha parecido de interés publicar el artículo de análisis y denuncia de las Olimpiadas que ha realizado nuestra sección en Gran Bretaña – World Revolution. Agradecemos antes que nada el trabajo realizado por un compañero próximo que se ha encargado de la traducción. Para el proletariado y para sus organizaciones comunistas el internacionalismo es su fuerza principal y fundamental. Una de las concreciones del internacionalismo es unir los estudios, las experiencias, los análisis, de todas las partes del proletariado mundial. En ese sentido, es vital disponer de un equipo de traductores que lo más rápidamente posible viertan al español lo escrito en otras lenguas por otras secciones de la CCI o por otras expresiones del proletariado internacional. De ahí que no nos cansaremos de saludar la colaboración de un equipo de traductores que actualmente trabajan con lo publicado en lengua inglesa.
Respecto a las Olimpiadas nos parece lo más importante denunciar la máquina de lavado de cerebro que suponen para intoxicarnos con la droga nacional. Se supone que debemos estar contentos por las medallas que consiguen “nuestros atletas”: el cómo lo consiguen eso no importa. De eso no se habla, solo se habla de la dichosa medalla y de la supuesta gloria nacional.
Es evidente que el ejercicio, el juego, la distracción, forman parte de la vida y que su práctica es sana. Pero eso nada tiene que ver con el deporte actual organizado como enorme maquinaria nacionalista y comercial. Como tal es un perfecto microcosmos de lo que es el capitalismo: nacionalismo, competencia pues tiene que ganar uno sobre el cadáver del resto, obtener resultados no importa el precio que haya que pagar.
[1] RAF: Royal Air Force, Reales Fuerzas Aéreas, Ejército de Aviación de Gran Bretaña.
Que no nos engañen, la crisis no es solo europea, americana o china. La crisis histórica del Capitalismo incluye a todos los estados y es Mundial.
Que no nos engañen, la crisis no es solo europea, americana o china. La crisis histórica del Capitalismo incluye a todos los estados y es Mundial. Cabalga ya por toda Latinoamérica: anuncios de recesión y caídas del crecimiento económico azotan Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Chile en cuyas calles la cólera obrera y las movilizaciones comienzan a arreciar. La huelga de los maestros argentinos ,de los obreros de VW en México, los médicos y mineros bolivianos o las más recientes huelgas de los obreros de la mina de Chuquicamata y las movilizaciones de los estudiantes chilenos.
En el Perú, pese a la cortina de humo del "crecimiento" lo real es que va en descenso la industria textil, el total de las exportaciones se han caído, los precios en los mercados suben a diario y los salarios y pensiones siguen a niveles de hambre. Hasta los empresarios desconfían de invertir ya que sus propios gurús y analistas ya no pueden ocultar más que lo peor está por venir (1). El famoso y tan mencionado Economista Peruano Bruno Seminario dice "Que ningún país escapa a la crisis, ni menos Perú...en los últimos meses se ha realizado un fuerte deterioro de la economía mundial". Otro como el investigador y doctor en Economía Oscar Ugarteche sigue las mismas líneas: "La crisis nos va pegar fuerte; el capitalismo es el culpable, el capitalismo viene con crisis siempre".
Toda esta situación de crisis del Capitalismo está generalizando el descontento en el país a través de movilizaciones y paros. Primero comenzaron los pobladores contra la minería que los enferma y explota (Conga, Espinar, Quellaveco y mas) pero se ha sumado también la clase obrera con huelgas contundentes como la de maestros, obreros mineros, enfermeras, médicos, estudiantes, obreros de limpieza, controladores aéreos, construcción civil, metalúrgicos, servicio de correo postal Serpost y toda una avalancha que ya preocupan al Estado y a la Burguesía.
¿Y cómo responde el gobierno de Humala? Ante la crisis, se hace el loco, mira a otro lado y nada dijo en su pomposo discurso de fiestas patrias; payaseando para la platea con sus analfabetas frases:"necesitamos un Estado atlético, que trepe cerros (sic!!!); frente al descontento social mete bala a todo lo que sea protesta. Y para asegurarse de meter a todos en cintura, anuncia aumento de salarios y gollerías para sus compinches de las Fuerzas Armadas y policías. Manteniéndolos contentos refuerza su poder y los tiene listos para disparar contra la clase obrera que ya cuenta con 17 asesinados desde el 2011.
El cinismo y la hipocresía del Estado no tienen límites. Con una mano masacra y con la otra se calza la careta del "dialogo y la concertación - todo esto con la anuencia traidora y rogona de la CGTP que le desea "buena suerte" al nuevo premier mientras el gobierno sigue disparando y apaleando por todo el país.
Debe quedar bien claro: vivimos en una situación de CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO.Y como consecuencia en la totalidad de la clase obrera en el mundo la que es atacada en sus condiciones de vida. Cada alza de precio en la comida, cada medicina que se encarece, cada despido, cada congelamiento o reducción de salario es una agresión despiadada y brutal del Capitalismo que descarga su crisis sobre nuestras espaldas, contra nosotros que somos la INMENSA MAYORIA ,que somos los esclavos modernos, trabajadores públicos o privados, desempleados, cachueleros, eventuales, obreros, estudiantes, jubilados, ambulantes. Esta situación que reventó en 2007 y que empeora día a día, esta llevándonos a los explotados del mundo a reflexionar, cada vez más a hacernos preguntas sobre lo que está pasando, a conocer cuáles son las causas de la crisis y si es posible construir un sistema y un mundo diferentes al que nos somete el Capital.
Compañeros: no basta con salir a marchar y protestar. Es necesario también hacernos preguntas y REFLEXIONAR COLECTIVAMENTE CON LOS DEMAS, en las calles, en las plazas, en los colegios, talleres o fábricas, en las oficinas. Reflexionar y tomar decisiones para que nuestra respuesta sea contundente y masiva.
Por ejemplo, comencemos preguntándonos: ¿De qué nos ha servido ir a votar cada 3 o 5 años? ¿Acaso algún presidente cumplió alguna vez sus promesas? O, ¿Porque permitimos que los dirigentes sindicales nos lleven a marchar aislándonos de los demás explotados, cada uno con su propio pliego o reclamo? ¿Acaso el desempleado, el vendedor ambulante o el anciano pensionista no sufre como nosotros? ¿Acaso no son también nuestros hermanos de clase y de lucha? O esta otra: ¡Es el Capitalismo un sistema eterno o podríamos tumbarlo para construir algo diferente y mejor?
1) ¡Hay que ganar la calle!:
Compañeros, no basta marchar, portar banderolas y agitar consignas, bien ordenaditos, en procesión y luego cada uno a su casa, como le gusta a los sindicatos. Al contrario después de cada protesta, quedémonos y ocupemos en masa una plaza, calle o cualquier espacio abierto donde podamos evaluar la jornada de lucha, conversar, discutir, conocernos sin importar de que sector vengan los asistentes. ¡Discutir! ¡Reflexionar! ¡Romper el aislamiento y la atomización! ¡Desarrollar la confianza entre todos! ¡Tomemos la palabra, todos tenemos algo que decir siempre!
2) ¡Unidad obrera!
La historia de la clase obrera nos enseña que solo unidos podemos hacer frente a los ataques del Capitalismo.la burguesía y el Estado se juntan para atacarnos a diario debemos empujar la creación de un movimiento que reúna al conjunto de los trabajadores sin importar de que sector provienen. Solo así, enseñando los dientes y los puños por miles nuestros enemigos comenzaran a temernos de verdad.
3) ¡Autoorganicemonos!
Ya lo dijimos, antes y después de cada jornada de lucha o cuando surjan huelgas en algún sector formemos ASAMBLEAS GENERALES donde todos discutamos y decidamos juntos las medidas de lucha (como han hechos los trabajadores en España o Grecia).Asambleas donde verdaderamente tomemos el control de los combates, abiertas a todos los explotados y donde nosotros decidamos y no unos cuantos dirigentes en nuestro nombre. Asambleas donde a través de la discusión vayamos aclarando porque estamos así y cómo podemos superar esta situación. Donde la CONFIANZA Y LA SOLIDARIDAD proletarias forjen una unidad para el combate tan necesaria para enfrentar los ataques de la burguesía, de su Estado y la labor anti obrera de los sindicatos.
¡A pensar y actuar compañeros!
¡El futuro es nuestro!
¡La emancipación de los trabajadores será obra de los propios trabajadores!
CCI,Agosto 2012
Análisis de la sucia conspiración de los diferentes imperialismos -desde USA hasta Rusia pasando por los actuales dueños del estado sirio y sus rivales aspirantes a destronarlos- lo cual está costando casi 20 mil nuertos, más de un millón de desplazados y sufrimientos ilimitados para los trabajadores y toda la población de Siria. El artículo ha sido publicado en la Web de nuestra sección en GB. Agradecemos a un compañero la traducción
El poder letal del estado moderno convierte en pequeños los crímenes de un individuo, asesino de masas, como Anders Breivik, actualmente sometido a juicio en Oslo por el asesinato de decenas de jóvenes en un campamento de verano juvenil del Partido Laborista. El régimen de Assad en Siria sigue demostrando su capacidad para sembrar terror a gran escala. Una ciudad tras otra es sometida a intensos bombardeos de la artillería, y la población se ve atrapada en casas o sótanos, privada de alimentos y electricidad durante días, incluso semanas. Francotiradores del ejército se sitúan en los tejados, secuestrando a cualquiera lo suficientemente valiente como para tratar de salir en busca de un poco de comida para sus familias. Y cuando el pueblo finalmente cae bajo su dominio, familias enteras son exterminadas de una manera más directa y personal, ya sea por soldados regulares, o con mayor frecuencia (ya que muchos soldados han desertado de las filas del ejército disgustados por lo que se les estaba obligando a hacer) por bandas de delincuentes conocidas como "Shabiha" o fantasmas. Las dos masacres más conocidas de los últimos tiempos ocurrieron de esta forma en Houla y Mazraat al-Qubair, pero no son, de ninguna manera, los únicos ejemplos.
Con la arrogancia más descarada, los portavoces del régimen justifican estos sangrientos asedios al afirmar que “grupos terroristas armados” se han apoderado de la ciudad en cuestión. Con frecuencia llegan al descaro de culpar de las carnicerías más conocidas de mujeres y niños a la acción de esos grupos que presumiblemente lo harían para desacreditar al gobierno La naturaleza descarada de los crímenes y las mentiras del gobierno sirio no es de ninguna manera la marca de un régimen que descansa sobre bases sólidas. Más bien refleja la desesperación de un régimen cuyos días están contados.
Para enfrentarse a las protestas generalizadas que estallaron contra su gobierno siguiendo la estela de los otros movimientos masivos en todo el norte de África y Oriente Medio, Bashir al-Assad, trató de seguir los pasos de su padre: en 1982, Hafez al-Assad, se tuvo que enfrentar a otro levantamiento, dirigido por los Hermanos Musulmanes y centrado en la ciudad de Hama. El régimen envió al ejército y llevó a cabo una carnicería atroz: la cifra de muertos se ha estimado en una cifra entre 17.000 y 40.000. La rebelión fue aplastada y la dinastía Assad ha sido capaz de mantener su control sobre el país de forma más o menos indiscutible durante los últimos dos decenios y medio.
Sin embargo, una dosis rápida del más despiadado terror ya no funciona de la misma manera, porque la historia ha evolucionado desde mediados de los 80. En primer lugar, la relativa estabilidad que resultó del antiguo sistema de los dos bloques (en el que Siria era el aliado más consistente de la URSS en la región) se vio debilitada por el colapso del bloque oriental y la consecuente desintegración del bloque dirigido desde Washington. Este profundo cambio en las “relaciones internacionales” desató los apetitos imperialistas de un gran número de Estados –pequeños, medianos y grandes-, que, de repente, se veían libres de la tutela de las antiguas superpotencias que les gobernaban desde lejos. En Oriente Medio, Irán –que era ya un elemento problemático antes de la caída de los bloques- se ha visto muy reforzada y aplica cada vez más un juego imperialista propio, sus ambiciones han aumentado considerablemente a causa de la invasión de Irak liderada por Estados Unidos. Con Saddam en el poder, Irak era un importante contrapeso a la posición de Teherán en la región, pero tras ser derrocado Saddam, el país se paralizó por el desorden interno y se rige por una débil facción chiíta que es altamente susceptible a la influencia iraní. Turquía, que en otros tiempos fue un aliado de confianza de los EE.UU, ha empezado a jugar a su propio juego, presentándose cada vez más a sí mismo como el campeón del Oriente Medio musulmán. Incluso Israel ha estado afirmando cada vez más su independencia respecto de sus mecenas estadounidenses, una realidad que está siendo corroborada por las voces en el Estado de Israel que piden un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán (una medida que EE.UU se muestra reacio a aprobar debido al gran riesgo de caos que ello implicaría[1]).
En este hervidero de ambiciones nacionales, lo que empezó como una protesta popular desarmada contra el régimen de Assad se ha convertido rápidamente en una guerra de poder entre las potencias imperialistas regionales y mundiales. Irán, principal aliado de Siria en la región[2], se ha posicionado firmemente a favor del régimen de Assad, y ha habido informes de que miembros de la Guardia Revolucionaria u otros agentes de la República Islámica han trabajado como cómplices en la campaña de terror de Assad. Assad también ha seguido gozando de la protección de Rusia y China, que han participado activamente en el Consejo de Seguridad de la ONU declarándose en contra de una serie de resoluciones que condenan al gobierno de Assad o que pretenden que se le impongan sanciones. Rusia ha tenido que moderar su postura ante las fuertes críticas recibidas, haciendo sus primeras y tímidas críticas de las masacres de Assad, pero su apoyo a una política de "no intervención" sirve para asegurarse de que las fuerzas rebeldes no consigan las armas mientras que las fuerzas armadas oficiales mantienen su gigantesco arsenal. De hecho, Hillary Clinton, acusó recientemente a Rusia de suministrar helicópteros de ataque al régimen, a lo que el ministro de exteriores ruso, Sergei Lavrov, respondió que los helicópteros eran simplemente para fines “defensivos” y que, de todas formas, el oeste estaba secretamente armando a los rebeldes.
Esta fue la primera vez que los rusos hicieron abiertamente esta acusación, pero ha sido así durante mucho tiempo. Una vez que la oposición se unió en una importante fuerza política burguesa en torno al Ejército Libre de Siria y el Consejo Nacional de Siria, ha habido envíos de armas desde Arabia Saudita y Qatar. Turquía, mientras tanto, ha hecho un cambio radical de postura, poniendo fin a sus relaciones antes amistosas con el régimen de Assad, condenando su falta de humanidad, y ofreciendo protección a los refugiados que huyen de la masacre. En el plano militar ha acumulado fuerzas considerables en su frontera con Siria; y, en el mismo discurso en el que condena a Moscú por enviar helicópteros a Siria, Clinton sugirió que la concentración de fuerzas sirias alrededor de Aleppo, cerca de la frontera turca, «bien podría ser una línea roja para los turcos en términos de sus intereses estratégicos o nacionales» (The Guardian 13 de junio). Más recientemente, Siria ha estado derribando aviones turcos, incluyendo un avión militar que supuestamente había violado el espacio aéreo sirio, lo cual ha incrementado las tensiones entre Ankara y Damasco.
Por lo tanto, la política de terror, lejos de fortalecer el poder de Assad sobre el país, ha envuelto este en un cada vez más impredecible conflicto imperialista, lo que también tiene el efecto de exacerbar las divisiones religiosas y étnicas dentro del país: de la misma manera que los iraníes apoyan a la minoría alauí dominante, los saudíes (y sin duda cierto número de yihadistas atraídos por el conflicto, como hienas que son) pretenden imponer algún tipo de régimen suní. Hay también divisiones entre cristianos y musulmanes, kurdos y árabes, todas las cuales amenazan con llegar a ser demasiado amplias y amargas como para ser manipuladas sin sumir al país en una situación aún más caótica, siguiendo el modelo de Irak.
Como Siria va en la dirección de convertirse en un Estado fallido, y las sanciones de la ONU y las misiones de observación se muestran incapaces de detener la matanza, ha habido crecientes llamamientos para una intervención militar “humanitaria” por parte de las potencias occidentales. Después de todo, dicen sus partidarios, “funcionó” en Libia, donde Francia y Gran Bretaña lideraron la tarea de imponer una “zona de exclusión aérea”, que efectivamente propició la victoria de los rebeldes y el derrocamiento del régimen de Gadafi. Pero en el caso de Siria, los estados como Gran Bretaña, Francia y los EE.UU están siendo mucho más cautelosos, a pesar de clamar con más fuerza que Assad se vaya. Hay una serie de razones para sus dudas: el terreno geográfico en Siria es mucho menos susceptible a la guerra aérea de Libia, con sus grandes extensiones de desierto. Y mientras en sus últimos días Gadafi acabó aislado internacionalmente, Siria tiene vínculos mucho más fuertes con Rusia, China e Irán. Con Israel ya incitando a los EE.UU a atacar a Irán bajo la amenaza de hacer el trabajo por sí mismos, una escalada de la guerra en Siria también podría encender la mecha en torno a Irán, con consecuencias aún más devastadoras. Por otra parte, el ejército de Assad está mucho mejor equipado y entrenado que el de Gadafi. En conclusión, las potencias occidentales corren el riesgo de verse involucradas en un verdadero desastre en Siria y más allá, de la misma forma que les ha pasado en Afganistán e Irak; y en contraste con Libia no hay peligro de que valiosas reservas de petróleo caigan en las manos equivocadas, ya que Siria no tiene petróleo en absoluto. Las repercusiones sociales y políticas de que otro escenario de guerra se forme para las grandes potencias en esta región devastada son, por el momento al menos, demasiado inciertas para hacer que el riesgo valga la pena. Turquía está, a pesar de estar más directamente amenazada por las consecuencias de la catástrofe humanitaria en Siria, jugando también sus cartas con cierta cautela de momento.
Hay una especie de estancamiento imperialista sobre Siria, y mientras tanto las muertes se acumulan. Esto no quiere decir que una intervención militar occidental pudiera evitar que ocurrieran. Como podemos ver en la experiencia de Irak y Afganistán (y Libia, donde hay también una secuela de conflicto extendiéndose por una serie de países vecinos[3]), las consecuencias de la intervención militar occidental son cualquier cosa menos humanitarias. Incluso cuando se adapta a sus intereses imperialistas imponer un cierto orden sobre la situación y así minimizar algunas zonas de conflicto, el resultado en todos estos casos ha sido el de acelerar la tendencia hacia el desorden y la violencia caótica. Al igual que la crisis económica a la que se enfrenta ahora el capitalismo como un muro inexpugnable, la proliferación de guerras y tensiones imperialistas en todo el planeta dan testimonio de que el capitalismo se ha convertido en un callejón sin salida para la humanidad.
Amos
[1] Véase la editorial de la Revista Internacional núm. 149: "Amenaza de un cataclismo imperialista en Oriente Medio [10]".
[2] El régimen de Assad siempre ha basado su poder en una política de dividir y gobernar, haciendo pleno uso de las diferentes divisiones religiosas y étnicas que tienen una larga historia en el país. En particular, se ha identificado con la minoría religiosa alauí, manteniendo su apoyo a este grupo (que es considerado hereje por muchos musulmanes) a través de una política combinada de repartir prebendas y privilegios e infundir un clima de temor a los miembros de la secta sobre lo que sucedería si sus protectores fueran retirados del poder. Por su parte, los mulás iraníes, para dar peso teológico a su política exterior en favor de Siria, parecen haber aceptado a los alauitas como parte de los musulmanes chiítas. Ver "The fear-filled minority sect that keeps Syria's struggling dictatorship alive [11]". Este artículo muestra que, si bien muchos de los Shabiha son extraídos de la minoría alauita, hay otros, tal vez la mayoría, que están cada vez más preocupados de que se les asociará a los crímenes de Assad.
Ante las reciente convocatorias sindicales que siempre desmoralizan muchos compañeros se preguntan el por qué. Aportamos argumentos para una discusión que nos lleve a como luchar con fuerza contra una situación insoportable
En septiembre de 2011 los trabajadores de la enseñanza de Madrid respondieron a los 3000 despidos y la ampliación de la jornada laboral decretados por la presidenta Aguirre mediante asambleas masivas uniendo a padres, estudiantes y a todos los sectores de la enseñanza. Los 5 sindicatos de la enseñanza hicieron todo lo posible para boicotear esta iniciativa hasta conseguir hacerse con el control de la lucha. ¿Cuál fue el resultado? Las asambleas masivas fueron reemplazadas por “encuestas” y reuniones de comités sindicales, los profesores se quedaron solos, las manifestaciones eran cada vez menos concurridas, al final, la lucha acabó y las medidas del gobierno autonómico acabaron imponiéndose[1].
En febrero 2012, los estudiantes de enseñanza media de Valencia hicieron frente a una salvaje represión saliendo todos los días a la calle y llamando a la solidaridad de los trabajadores. Esta se extendió a toda España y el gobierno central tuvo que retirar sus medidas represivas[2]. Los sindicatos acudieron presurosos a tomar en sus manos la lucha contra la represión y la reforma laboral, organizaron una “huelga general” para el 29 de marzo. Esta resultó una gran estafa. Ante la decepción de muchos trabajadores, prometieron nuevas movilizaciones. Se limitaron a convocar manifestaciones para finales de abril y el primero de mayo… Resultado: la Reforma Laboral ha sido aplicada con todas sus graves consecuencias[3]
El 11 de julio, el Gobierno Rajoy adopta el peor programa de austeridad en más de 50 años. Los sindicatos se callan. Pero el mismo 11 empiezan las manifestaciones espontáneas sobre todo en Madrid. Ante ello, los sindicatos “se despiertan” y ofrecen sus “buenos servicios”: convocan para el 19 de julio manifestaciones en toda España con una gran asistencia. Sin embargo, pese al interés y la rabia de la gente, los sindicatos –una vez más- aplazan las acciones para un futuro lo más lejano posible: una marcha a Madrid para el 15 de septiembre, un referéndum para octubre, una nueva huelga general no se sabe cuando. Es decir, ¡han echado un cubo de agua helada a la combatividad y la rabia de los trabajadores!
En teoría, si queremos movilizarnos hemos de ir a las oficinas sindicales, pero la realidad práctica demuestra todo lo contrario: los sindicatos solo sirven para desmovilizarnos. ¿Por qué? Vamos a intentar aportar argumentos para una respuesta[4].
Pocos días después de las manifestaciones del 19 de julio se ha sabido que los jefes de CCOO y UGT tuvieron un encuentro a primeros de julio con Frau Merkel. A esta visita le siguió otra a la Moncloa para hablar con Rajoy.
Podemos ser ingenuos y pensar que se trataba de visitas de cortesía. Sin embargo, podemos aportar otra explicación que pensamos más acertada. En estos encuentros secretos, Merkel, el Gobierno y los sindicatos han pactado con toda probabilidad una estrategia contra los trabajadores.
Quisiéramos aportar unos datos que dan fundamento a esta explicación. Antes de la huelga del 29 de marzo hubo encuentros por separado entre Rajoy y cada líder sindical pero más aún: la vicepresidenta del Gobierno reconoció que hubo ¡33 reuniones técnicas entre representantes gubernamentales y sindicales! ¿Para qué tanta reunión? ¿Se arregló algo con esos encuentros? ¿Salió de ahí alguna mejora? Todos sabemos la respuesta ¡NO! Por tanto, ¿No es lógico pensar que en estos encuentros lo único que se ha hecho es conspirar contra los trabajadores?
Y esto no es ninguna novedad porque a lo largo de la historia muchos golpes a los trabajadores se han visto precedidos por reuniones secretas entre sus enemigos descarados (los gobiernos) y sus falsos amigos (los sindicatos y los partidos de izquierda). Cuando en 1980-81 hubo una enorme huelga masiva en Polonia, en tiempo del régimen llamado “comunista”, el sindicato Solidarnosc fue desmovilizando gradualmente a los trabajadores, pero hacía falta un golpe de gracia que se materializó en el Estado de Sitio decretado por el General Jaruslewsky –jefe del Estado en ese momento- el 13 de diciembre de 1981. Pues bien, dos días antes del golpe hubo una reunión secreta entre dicho General, el Cardenal Primado de Polonia y el jefe de Solidarnosc, Lech Walesa[5] ¡No hace falta ser un lince para comprender que en dicho conciliábulo se preparó el golpe represivo que llevó a la muerte de cientos de obreros, a la detención de miles y a que el ejército inundara minas con los mineros dentro![6]
Según la ideología democrática, Gobierno, Patronal y Sindicatos, son “socios” que llegan a acuerdos “en beneficio de todos”. En la práctica, estos socios siempre actúan contra los trabajadores, tanto cuando oficialmente están “de acuerdo” como cuando cara la galería “rompen las conversaciones”.
Sabemos lo que hacen tanto gobierno como patronal, no tenemos ilusiones sobre ellos, no se molestan en esconder su odio contra los trabajadores y su voluntad de imponer los peores sacrificios. Pero ¿qué hacen los sindicatos? ¿Cuál es el papel del socio sindical?
Una primera tarea de los sindicatos es organizar movilizaciones que en realidad desmovilizan y dividen a los trabajadores. Las acciones de “lucha” de CCOO y UGT llevan la pólvora mojada. Las convocatorias sindicales siempre tienen el “paso cambiado”: cuando la gente tiene ganas los sindicatos desmovilizan y no convocan nada, mientras que cuando la gente está cansada y desorientada entonces multiplican sus “actos de lucha”. Mucha gente está harta de las pantomimas de “huelga general”, de las “manifestaciones procesión”, de las luchas aisladas encerradas en el sector o en una empresa determinada.
Este problema se ha visto en la lucha de los mineros. Estos han sido encerrados en una lucha por “salvar la minería nacional” y toda la combatividad y el malestar han sido canalizados hacia enfrentamientos estériles con la policía para cortar líneas ferroviarias o autovías. Sin embargo, cuando el 11 de julio, en la marcha minera a Madrid muchos trabajadores de la capital han acudido a la manifestación a mostrar su solidaridad, a empezar a ponerse ellos mismos en lucha, entonces los sindicatos se han apresurado a devolver a los mineros a sus casas y a desconvocar la lucha prometiendo futuras movilizaciones lo más lejanas posible.
Las manifestaciones del 19 de julio fueron convocadas bajo el lema “Quieren hundir el país”. Según los sindicatos, Merkel quiere hundir España y, según ellos, el Gobierno Rajoy se comporta como un criado complaciente. El objetivo sería pues “salvar el país” frente a Merkel y Rajoy.
Maquiavelo, el filósofo que inspiró desde el siglo XVI a las sucesivas generaciones gobernantes, decía que el buen hombre de Estado ha de presentar sus intereses particulares como el interés de sus súbditos. Una de las mayores mentiras con las que la minoría explotadora ha apuntalado su dominación ha sido hacernos creer que la nación es de todos, que es una comunidad donde explotadores y explotados tenemos un interés y un lazo común. Ese “interés común” es el disfraz de los intereses particulares y egoístas de los capitalistas. Porque ¿Qué es la nación? La nación es la finca privada del conjunto de capitalistas que actúan en un país. Defender la nación es defender esa finca privada, es hacer que los trabajadores renunciemos a nuestros propios intereses y al futuro de toda la humanidad para hacer de tontos útiles de los intereses capitalistas, de carne de cañón de su guerra contra los demás estados capitalistas.
Rajoy no se cansa de repetir que sus medidas salvajes son “por el bien de todos los españoles”. Cada vez menos gente le cree, hasta sus votantes están dejando de creerle. Entonces ¿Cómo seguir haciendo creíble la gran mentira de que el interés nacional es el “interés de todos”? Ahí entran los sindicatos que nos proponen que seamos los trabajadores con movilizaciones interclasistas donde unidos a policías, políticos “honrados”, empresarios productivos, “emprendedores” etc., quienes salvemos el país.
Luchar por el interés nacional es la mejor manera de aceptar la austeridad, los despidos, el paro, los desahucios, y lo que es el sacrificio supremo: la guerra[7]. Con la misma fuerza que nos ata al capital nos separa y opone a los trabajadores del mundo entero que son los únicos con los que podemos contar, con quienes podemos forjar un frente unitario y solidario contra el capital para crear una sociedad nueva liberada de las clases, los Estados, las fronteras nacionales, una comunidad humana mundial.
Ante los recortes, los sindicatos proponen como alternativa un Referéndum sobre el Gobierno Rajoy. Argumentan que Rajoy ha cometido un fraude a los electores, se había postulado con un programa y en el gobierno ha aplicado otro. Tienen razón pero ¡eso es lo que hacen todos los gobiernos no solo en España sino en cualquier país del mundo! Las elecciones son siempre un fraude porque todos los partidos prometen una cosa y cuando están en el gobierno hacen otra completamente distinta, cuando están en la oposición dicen lo que nunca harán y cuando están en el gobierno hacen lo que nunca habían dicho. Esa es la esencia del Estado democrático: el partido que gana hace bueno al anterior y el que vendrá hace bueno al que está ahora.
¡Y la alternativa de los sindicatos es un referéndum para tirar a Rajoy por fraude y encumbrar al siguiente para que nos cuele un nuevo fraude! Es decir, atarnos al fraude permanente.
¿Cómo podemos romper esa cadena interminable de fraudes que nos llevan al desengaño, a la desmoralización, a desmovilizarnos y encerrarnos asqueados en “nuestros asuntos”?
Pues rompiendo con el planteamiento sindical y la participación en referéndum y elecciones. El voto siempre tiene trampa y siempre es un fraude. Se basa en la suposición de la “libre elección” de una suma de individuos ciudadanos que supuestamente son soberanos. Pero ¡eso es un engaño! Porque estamos sometidos a unas condiciones de vida alienantes, atomizados, enfrentados a los demás; porque sufrimos la intoxicación cotidiana de los medios de comunicación que nos manipulan; porque la ideología dominante nos hace enfrentarnos unos con otros y luchar por los intereses de la minoría en lugar de luchar por nuestros propios intereses. En tales condiciones no hay libre elección sino que siempre se elige lo que el Capital y su Estado quieren. Votes al partido que votes, digas si o digas no, siempre estás eligiendo lo que el capital necesita.
En segundo lugar, el voto es para delegar la gestión de nuestros asuntos en una minoría de políticos profesionales y de líderes sindicales a quienes otorgamos un cheque en blanco para que “nos defiendan” cuando lo que hacen siempre –y no puede ser de otra manera- es defender los intereses del capital y del Estado.
Al trazarnos como objetivo de lucha el Referéndum, los sindicatos lo que hacen oponerse y sabotear lo que sería el principio de la solución a los graves problemas que tenemos los trabajadores y la humanidad: las Asambleas Generales y la lucha unitaria, directa y masiva. Estas se basan en la fuerza que da la asociación: unirse de forma solidaria y empática para que cada cual de lo mejor de sí mismo por el objetivo común de todos. Discutir, decidir juntos, responsabilizarse todos de las decisiones tomadas. La lucha autónoma como clase explotada frente a la lucha sindical con su desmovilización y sus trampas.
Smolny 31-8-12
[1] Ver ¡Solidaridad con los trabajadores de la enseñanza! /content/3219/solidaridad-con-la-lucha-de-los-trabajadores-de-la-ensenanza [15]
[2] Ver Ante la escalada represiva en Valencia, https://es.internationalism.org/node/3324 [16] , y ¿Por qué nos consideran sus enemigos? https://es.internationalism.org/node/3330 [17]
[3] Ver Incidentes de Barcelona: el blindaje represivo del Estado https://es.internationalism.org/node/3373 [18] y nuestra hoja ante la jornada del 29 M https://es.internationalism.org/node/3363 [19]
[4] Ver en Apuntes sobre la cuestión sindical https://es.internationalism.org/node/3103 [20] un estudio más teórico e histórico sobre el origen, la naturaleza y la función de los sindicatos.
[5] Hay que señalar que el Señor Walesa pasó de jefe del sindicato a jefe del Estado en los años 90.
[6] Para conocer la experiencia de la huelga de masas en Polonia ver https://es.internationalism.org/node/2307 [21] y https://es.internationalism.org/node/2318 [22] .
[7] Ver Ante la crisis, la respuesta internacionalista contra la respuesta nacionalista https://es.internationalism.org/node/3422 [23]
Links
[1] https://es.internationalism.org/en/tag/2/30/la-cuestion-sindical
[2] https://es.internationalism.org/en/tag/6/413/olimpiadas
[3] https://es.internationalism.org/en/tag/3/43/cultura
[4] https://www.internationalism.org/
[5] mailto:[email protected]
[6] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/america-central-y-sudamerica
[7] https://es.internationalism.org/en/tag/4/400/peru
[8] https://es.internationalism.org/en/tag/noticias-y-actualidad/crisis-economica
[9] https://es.internationalism.org/en/tag/3/46/economia
[10] https://es.internationalism.org/content/3441/amenaza-de-un-cataclismo-imperialista-en-oriente-medio
[11] https://www.theguardian.com/world/2012/jun/16/minority-sect-syria-dictatorship
[12] https://en.internationalism.org/icconline/201205/4893/mali-coup-d-etat-which-increases-chaos
[13] https://es.internationalism.org/en/tag/geografia/oriente-medio
[14] https://es.internationalism.org/en/tag/3/47/guerra
[15] https://es.internationalism.org/content/3219/solidaridad-con-la-lucha-de-los-trabajadores-de-la-ensenanza
[16] https://es.internationalism.org/content/3324/ante-la-escalada-represiva-en-valencia
[17] https://es.internationalism.org/cci-online/201202/3330/por-que-nos-consideran-sus-enemigos
[18] https://es.internationalism.org/content/3373/incidentes-de-barcelona-el-29-marzo-el-blindaje-represivo-del-estado
[19] https://es.internationalism.org/cci-online/201203/3363/nuestra-intervencion-ante-la-huelga-general-del-29-marzo
[20] https://es.internationalism.org/cci-online/201104/3103/apuntes-sobre-la-cuestion-sindical
[21] https://es.internationalism.org/revista-internacional/198007/2307/huelga-de-masas-en-polonia-se-ha-abierto-una-nueva-brecha
[22] https://es.internationalism.org/content/2318/un-ano-de-luchas-obreras-en-polonia
[23] https://es.internationalism.org/cci-online/201207/3422/ante-la-crisis-la-respuesta-internacionalista-contra-la-respuesta-nacionalist
[24] https://es.internationalism.org/en/tag/situacion-nacional/lucha-de-clases-0