Chile: La ley de “protección al empleo”, otro ataque del capitalismo a los obreros.

Printer-friendly version
AttachmentSize
PDF icon ley_proteccion_empleo_chile.pdf169.09 KB

En el contexto del covid-19, que solo ha demostrado el hecho de que el modo de producción capitalista está en decadencia y que es una amenaza para la humanidad misma, los diferentes gobiernos burgueses alrededor del mundo han creado leyes para proteger la economía del capital, a cambio de sacrificar y torturar aún más a las masas proletarias (Francia, España, Estados unidos, etc.). 

Bajo ese ambiente el gobierno chileno de Sebastián Piñera, junto con el parlamento burgués han votado una ley de “protección al empleo” ¿En qué consiste esta ley anti- obrera? “¿Cómo financiará el trabajador su sueldo? Utilizando el seguro de cesantía, es decir, su propio dinero. Usando ese fondo, su ingreso se reducirá a un 70% de su sueldo los primeros tres meses, luego llegará a un 55%, luego 45% y así irá decreciendo mes a mes. Además, el empresario podrá pagar durante el tiempo de la suspensión tan sólo el 50% de las cotizaciones previsionales de los trabajadores. ¿Quién gana con esta ley? Los empresarios. ¿Quiénes perdemos? Las y los trabajadores.” 

Obviamente esto es solo una pequeña muestra de que el capitalismo mundial, con sus estados y gobiernos, son incompatibles con el bienestar y la vida de los obreros. Cabe destacar que esta ley es apoyada por la oposición, O SEA POR LA IZQUIERDA, pues sectores de la ex -nueva mayoría y del frente amplio votaron a favor de esta malvada ley, demostrando que no hay ninguna diferencia entre izquierda y derecha y que la burguesía necesita de ambos bandos para dominar a los proletarios.

Estos ataques en realidad van mucho más allá del gobierno actual, van mucho más allá de Chile, ¡¡ES ESTE MODO DE PRODUCCION QUE SE CAE A PEDAZOS EL QUE ORIGINA TANTO MALESTAR A LOS TRABAJADORES!! Los gobiernos y los estados (independientemente si son de izquierda o de derecha, democráticos o totalitarios, todos son iguales) responden únicamente a las necesidades del capital. ¡LA PANDEMIA Y SUS EFECTOS ECONOMICOS DEMUESTRAN LA NECESIDAD DE LA UNIDAD Y POLITIZACION DEL MOVIMIENTO OBRERO!! ¡LA NECESIDAD DE LA REVOLUCION COMUNISTA MUNDIAL!!

¿Cómo organizar la respuesta de la clase obrera?

Los trabajadores tenemos que defendernos con nuestros medios de lucha: la huelga, la manifestación, la solidaridad como clase… Pero ¿Cómo organizar la lucha? La experiencia histórica de la clase obrera demuestra que los sindicatos van contra la lucha obrera, que la clase obrera debe autoorganizar su lucha mediante Asambleas Generales de trabajadores y comités elegidos y revocables que respondan ante ellas.

Gran parte de la debilidad actual del movimiento obrero puede atribuirse a la acción de los sindicatos como aparatos al servicio del Estado Capitalista y de manera cada vez evidente en favor de los empresarios. Con la entrada de la decadencia del capitalismo a inicios del siglo XX comenzó la instrumentalización de los sindicatos como aparatos contrarrevolucionarios[1]. Organizaciones que constituían fuerzas importantes para el movimiento obrero ahora no son más que obstáculos para su desarrollo, saboteadores deliberados. ¿Por qué?, porque si en el capitalismo ascendente los obreros podían ocasionalmente ganar ventajas del desarrollo capitalista de las fuerzas productivas y de la negociación con la burguesía, en la época de la decadencia todo desarrollo de las fuerzas productivas va en contra de la vida del proletariado y pone en peligro el porvenir de la humanidad[2], el sindicato se convierte en un órgano defensor del status quo que no desarrolla la lucha de clases, sino que hace todo lo contrario, intenta convencer a la clase explotada de que tiene intereses en común con la clase explotadora.

Una vez establecido eso, surge la pregunta: ¿Cuál es la alternativa? La misma historia nos ayuda a verlo. Al mismo tiempo que las organizaciones sindicales y los partidos parlamentarios se volvían en contra del proletariado, en todo el mundo comenzaron a aparecer organizaciones de lucha radicalmente nuevas, estas no planteaban representar a los trabajadores de una empresa o rubro ante la burguesía, sino que buscaban reunir a la fuerza colectiva de todos los trabajadores de una cierta ciudad o pueblo, en vías de tomar decisiones colectivas relevantes para la vida de los trabajadores. Estos consejos obreros[3] claramente no nacieron de la nada, fueron el fruto de grandes luchas, huelgas realmente masivas con millones de trabajadores en las calles por semanas e incluso meses, jornadas en que se realizaban grandes asambleas donde los obreros tenían la oportunidad de discutir sobre el destino de su movilización. En estas asambleas los obreros ponían su vida política en directa conexión con su cotidianidad práctica, se decidían las acciones a tomar, las reivindicaciones y demandas a avanzar, y se elegían delegados y comités de huelgas revocables que se encargarían de los asuntos administrativos directos de la huelga y de su representación política. A su vez los delegados de las asambleas, con la masificación de las huelgas y las necesidades que eso implicaba, se comenzaron a reunir en consejos que reunirían entonces a la representación de todas las ramas obreras, llevando adelante la lucha que pedía a gritos pasar de la organización particular de cada fábrica a la organización unitaria de la colectividad completa del proletariado.

Las distintas instancias a nivel internacional de la formación de estos consejos y sus subsecuentes aplastamientos brutales por parte de los Estados burgueses han demostrado la capacidad organizativa del proletariado cuando toma conciencia de su condición social y el peligro que representan estas organizaciones para los Estados, esto último se recalca en el esfuerzo de la burguesía por borrar estos sucesos de la historia[4].

Las luchas deben ser tomadas a cargo por los obreros mismos enfrentándose al control sindical e imponiendo su propia organización de clase que va en el sentido histórico de los Consejos Obreros. En las fábricas y centros de trabajo los trabajadores mismos han de imponer que todas las decisiones se tomen mediante Asambleas abiertas a los demás obreros sin distinción de sector o condición. Las Asambleas deben coordinarse mediante Comités obreros y promover Asambleas Generales de ciudad de todos los trabajadores, para integrar en la lucha los compañeros precarios, desempleados, jubilados, de pequeñas empresas[5].

Los consejos obreros, no solo por su contenido y capacidad revolucionaria sino también por ser la expresión internacional de la lucha proletaria de su período, representan un paso gigante en la experiencia revolucionaria y un punto de partida para las organizaciones del futuro cercano. Ilustran que la lucha de clases solo puede darse en un terreno que reúna a la colectividad de la clase trabajadora y que le permita libremente desarrollar su conciencia revolucionaria. Es evidente que, por ejemplo, hoy en día la tecnología de las comunicaciones tiene una potencialidad que los antiguos revolucionarios con sus telégrafos jamás habrían imaginado, pero esa potencialidad sólo se realizará en la medida que los operadores de estas tecnologías se unan a la lucha general, pero más importantemente, en la medida que la clase obrera las controle y las conduzca con sus propios intereses revolucionarios de clase, a través de su autoorganización.

Simpatizantes de la CCI en Chile 2-5-2020

 

[4] Experiencias históricas de la importancia de la Revolución en Rusia 1917 y la tentativa revolucionaria en Alemania (1918-23) son o bien censuradas o denigradas o deformadas de forma escandalosa. Para documentarse sobre estas experiencias ver las listas de nuestros artículos sobre ellas en https://es.internationalism.org/cci-online/200805/2245/lista-de-articulos-sobre-la-revolucion-rusa y https://es.internationalism.org/content/4373/lista-de-articulos-sobre-la-tentativa-revolucionaria-en-alemania-1918-23

Situación nacional: 

Geografía: 

Cuestiones teóricas: 

Rubric: